Neoclasicismo hispanoamericano Fue Hubo también una poesía revolucionaria, aunque de valor de la vida en estético limitado. Ésta celebraba los triunfos de las armas americanas, enaltecía a los héroes de la guerra, promovía el entusiasmo nacional y atacaba a España, sus hombres y sus actos. Esta poesía se ha recogido en cancioneros, y algunas de las composiciones son anónimas, mientras que otras aparecen firmadas. En la prosa, los fenómenos fueron los siguientes: el surgimiento del periodismo político, social y económico, como medio de difusión de la nueva ideología y revolución. Una preferencia por los ensayos, proclamas, historias y discursos; el nacimiento de la verdadera novela realista hispanoamericana en México José Joaquín Fernández de Lizardi. Un ejemplo de este género son los himnos nacionales escritos en este estilo. Aunque el periodismo fue la actividad literaria más inmediata y directa, la prosa revolucionaria es riquísima en memorias, autobiografías, cartas, discursos, artículos, ensayos, panfletos y traducciones. En el teatro, sin embargo, no hubo grandes novedades. Se representaban las comedias y tragedias del repertorio clásico español. Hubo, con todo, intentos de teatro popular, que pueden considerarse como los precursores de los teatros realistas locales. El monólogo o unipersonal tuvo bastante auge en esos momentos. Principalmente el neoclasicismo es la igualdad existente entre obras del siglo XIX y escrituras griegas, pero todo la adicción que se tenía por participar en esta obra era por admiración a este tipo de representaciones. Autores y obras Los temas preferibles por los neoclásicos hispanoamericanos fueron de libertad y progreso inspirados por los generales Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y José de San Martín. El máximo representante de la época es José Joaquín Olmedo (1780-1847), ecuatoriano que compuso una famosa obra que elogió a Simón Bolívar La victoria de Junín: Canto a Bolívar. También está Rafael Landívar (1731-1793), con su obra "Rusticatio Mexicana". Y José María Heredia (1803-1839), humanista cubano, autor de dos célebres odas: En el teocalli de Cholula y Niágara. Andrés Bello (Caracas, 29 de noviembre de 1781 - Santiago, 15 de octubre de 1865) fue un filósofo, poeta, traductor, filólogo, ensayista, educador, político y jurista venezolano de la época pre-republicana de la Capitanía General de Venezuela. Considerado como uno de los humanistas más importantes de América, contribuyó en innumerables campos del conocimiento. De una profunda educación autodidacta, nació en la ciudad de Caracas, en la entonces Capitanía General de Venezuela, donde vivió hasta 1810. Entre sus principales obras, se cuenta su Gramática del idioma castellano (Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos y los esclavos españoles), los Principios del derecho de gentes, la poesía Silva a la agricultura de la zona tórrida Poesía Gauchesca 1Una manifestación importante de la época fue la poesía gauchesca, que fue un género escrito por lo general en lenguaje rústico y tiene como artista principal el gaucho. Este fenómeno literario, cultural y social es propio del Río de la Plata, en Argentina y Uruguay. Fue el uruguayo Bartolomé Hidalgo (1788-1823) al que se considera iniciador del género. Entre sus obras podemos citar Diálogos patrióticos o sus Cielitos. La poesía gauchesca nace hacia el siglo XVIII en el Río de la Plata, su difusión llega al último tercio del siglo XIX. Refleja actitudes políticas como el culto por las armas, la habilidad del jinete y el sentimiento de libertad. Para algunos críticos, la antigua poesía tradicional y anónima de los gauchos tiene una base española popular (romances, coplas, canciones), ingresada en el Río de la Plata con los conquistadores y colonizadores, la cual fue repitiéndose de boca en boca, adaptándose a la realidad americana, hasta llegar a convertirse en la poesía de los gauchos argentinos. Los gauchos son los protagonistas de los poemas gauchescos y de las obras en prosa del mismo género.