IDEE/FB Instituto de Economía Energética (asociado a Fundación Bariloche) Curso de Economía y Política Energética ENERGIA DEL VIENTO Y DISEÑO DE TURBINAS EOLICAS Dr. Ricardo A. Bastianon Asunción - Paraguay Septiembre de 2004 INDICE CAPITULO 1. ANTECEDENTES DE LAS TURBINAS EOLICAS CAPITULO 2. RECURSO EOLICO 2.1. Introducción 2.2. Turbulencia Atmosférica 2.3. Variación de la Velocidad con la Altura 2.4. Energía del Viento 2.5. Selección del Lugar para Instalar la Turbina 2.6. Ráfagas CAPITULO 3. AERODINAMICA 3.1. Introducción 3.2. Perfiles Aerodinámicos 3.3. Variación de la Sustentación y la Resistencia 3.4. Coeficiente de Momento 3.5. Influencia del Número de Reynolds 3.6. Elección del perfil aerodinámico 3.7. Datos Experimentales sobre Perfiles Aerodinámicos CAPITULO 4. LA HELICE PARA TURBINAS EOLICAS DE EJE HORIZONTAL 4.1. Introducción 4.2. La Hélice CAPITULO 5. ROTOR PARA TURBINAS EOLICAS DE EJE VERTICAL 5.1. Introducción CAPITULO 6. SISTEMAS DE CONTROL 6.1. Introducción 6.2. Sistema de Control Excéntrico 6.3. Sistema de Control Electrónico 6.4. Sistema de Control Hidráulico CAPITULO 7. GENERADORES ELECTRICOS 7.1. Introducción 7.2. Alternadores Sincrónicos 7.3. Alternadores Asincrónicos CAPITULO 8. DISEÑO DE TURBINAS EOLICAS 8.1. Introducción 8.2. Performances de la Turbina 8.3. Instalaciones Aisladas y Conectadas a la Red 8.4. Estimación de la Potencia 8.5. Ubicación de la hélice 8.6. Multiplicador de la Velocidad de Giro 8.7. Curvas Características 8.8. Casos de Carga sobre la Estructura 8.9. Diseño de la Torre 8.10. Fundación del Generador Eólico CAPITULO 9. EVALUACIÓN ECONÓMICA DE LAS TURBINAS EÓLICAS 9.1. Introducción 9.2. Casos de Comparación 9.3. Costos de la Energía Generada con el Viento 9.4. Costos de la Energía Generada con Grupos Electrógenos 9.5. Conclusión 1 4 4 4 5 6 13 15 16 16 16 17 19 19 19 20 21 21 21 30 30 32 32 32 33 37 38 38 38 41 44 44 44 46 47 49 51 51 54 54 56 58 58 58 59 61 65 CAPITULO 1. ANTECEDENTES DE LAS TURBINAS EOLICAS El aprovechamiento del viento se inició en los primeros barcos a vela que miles de años antes de Jesucristo (A.C.) comenzaron a ser usados por el hombre. La primera información con que se cuenta sobre la construcción de un molino de viento data de 200 años A.C. Este aparato fue usado en Persia para moler granos. El eje de rotación era vertical y su estructura estaba hecha con troncos de árboles. Un muro construido a su alrededor servía para orientar el flujo de aire, Fig. 1.1 Figura 1.1. Molino Persa de Eje Vertical Posteriormente aparecieron los primeros molinos de eje horizontal con unos 10 rayos de madera que sostenían las velas. Estas eran enrolladas sobre cada rayo segón la velocidad del viento. Un uso extensivo de este modelo puede observarse aún hoy en la isla de Creta. Los molinos eran utilizados principalmente para moler granos y su uso se extendió en el Siglo XI sobre todo Oriente Medio y apareció en Europa en el Siglo XII traído por quienes volvían de las Cruzadas. Estos equipos se desarrollaron especialmente en Holanda, Fig. 1.2, donde su aplicación se extendió al bombeo de agua, pasando luego a ser utilizados en las primeras industrias del papel. Holanda y Dinamarca fueron los países que más explotaron la utilización industrial de estos aparatos y lo introdujeron en América en la época de la colonia. En las descripciones sobre los viajes de los conquistadores europeos, se mencionan estos hechos en episodios como los que relata Arciniegas. "Los holandeses habían comprado a los indios la isla de Manhattan por sesenta florines, que representaban 24 dólares. Construyeron una linda ciudad con casas de ladrillos y madera, tejados en ángulo y molinos de viento que reproducen en el Nuevo Mundo la estampa inconfundible de los puertos holandeses". Figura 1.2. Molino de Viento Holandés 1 Posteriormente en 1701, los molinos de viento fueron puestos en funcionamiento en las Antillas por los daneses para mover los trapiches usados en el procesamiento de la caña de azúcar. Con el correr del tiempo, el que más se difundió en América fue el molino bombeador de agua utilizado en el campo para extraer aguas subterráneas, alimentando los bebederos de animales y también el pequeño cargador de baterías de menos de 1 kW, que fundamentalmente proveía la energía eléctrica para los aparatos de radio. Posteriormente con la aparición de las radios a transistores de escaso consumo que funcionan con pequeñas pilas, desapareció esta necesidad de energía y los aerogeneradores redujeron su uso a la carga de las baterías de los vehículos de campo. Mientras tanto en Europa seguían popularizándose y al finalizar el Siglo XIX ya existían en Dinamarca unos 3000 molinos industriales y otros 30.000 de uso familiar. La industria de estos aparatos fue creciendo significativamente hasta la aparición del motor de explosión y de la máquina de vapor. Estos motores permitían la obtención de energía a menores costos, gracias a los combustibles baratos, desalentando a los constructores de molinos. No obstante, algunos modelos importantes fueron construidos, tales como el de Smith-Putnam en Estados Unidos que fue desarrollado entre 1930 y 1940. Este aparato de 1250 kW de potencia fue el precursor de las grandes máquinas desarrolladas posteriormente por la NASA (National Aeronautics and Space Admínistration) Los antecedentes de esta máquina están descriptos vívidamente en "Power from the Wind" de Palmer Cosslett Putnan donde se relatan los problemas que enfrentaron, cómo fueron resueltos con la tecnología disponible en esa época y las conclusiones a que llegaron sus realizadores. Entre 1930 y 1960 aproximadamente, además de Estados Unidos, los países Europeos de Dinamarca, Rusia, Inglaterra, Francia y Alemania tuvieron una participación activa en el desarrollo de grandes máquinas entre 100 y 1000 kW. Estos aparatos constituyeron la primera generación de las turbinas eólicas de altas performances y con estos diseños modernos se podía extraer un 40% de la energía del viento. En Alemania el Profesor UIrich Hütter contribuyó significativamente en estos diseños de avanzada, principalmente por la utilización de palas de hélice de fibra de vidrio, que por las características de su fabricación podían utilizar perfiles aerodinámicos de elevadas performances, obteniendo una hélice de alto rendimiento. Durante las primeras décadas del siglo, el bajo precio del petróleo permitió gran parte del desarrollo industrial. Sin embargo no pasó mucho tiempo para que esta concepción fuera bruscamente alterada. Los primeros efectos de una población mundial exponencialmente creciente comenzaron a sentirse con la gran demanda y permitían predecir a corto plazo el inevitable agotamiento de los recursos naturales no renovables. En 1968, un grupo de 30 científicos en el Club de Roma comenzaron un estudio sobre el futuro de la humanidad creciente sobre un planeta finito. Como resultado de este trabajo, en 1972 publicaron un libro titulado "El Límite del Crecimiento". En él se concluyó que si el hombre continuaba con su forma de consumo y derroche, se encaminaba hacia un colapso 2 entre los años 2000 y 2100. Esta predicción comenzó a sentirse demasiado pronto cuando en 1973 los países de la OPEP anunciaron el primer aumento significativo en el precio internacional del petróleo. Pareció que recién entonces el mundo despertaba a esta nueva y cruda realidad. Ha pasado algo más de una década desde entonces y el precio del Kwh. ha seguido aumentando y con demasiada frecuencia lo ha hecho en forma drástica. El precio del petróleo ha subido considerablemente y luego ha oscilado, ajustándose al comportamiento dinámico de la oferta y la demanda. Frente a esta situación mundial, las fuentes de energía no convencionales comenzaron a ser estudiadas con un renovado interés ya que su mayor costo de otros tiempos no lo eran ahora con los consecutivos incrementos del precio de los combustibles líquidos. De estas energías no convencionales, la eólica en particular, se encontraba en ventajosas condiciones para competir en precio y confiabilidad. En estas circunstancias, se inician en el campo internacional importantes programas de desarrollo de turbinas eólicas, entre los cuales se describen aquellos considerados como los más significativos. En Estados Unidos la NASA construyó los modelos MOD-0, MOD-OA, MOD-1 y MOD-2. El MOD-0 tenía una hélice colocada detrás de la torre de 38 m de diámetro, con un perfil aerodinámico NACA 23000. Fue construida en aluminio con costillas y largueros de tipo aeronáutico y su paso era variable, accionado hidráulicamente. Su alternador era sincrónico y generaba 100 Kw. con un viento de 8 m/seg. La versión MOD-OA de características geométricas similares, generaba 200 Kw. con un viento de 10 m/seg. El MOD-1 generaba 2 MW. Tenía una hélice de paso variable construida en acero de 61 m de diámetro y ubicada detrás de la torre reticulada. El perfil aerodinámico de la hélice era de la serie NACA 4400. El MOD-2 tenía una torre de acero cilíndrica-cónica y su hélice estaba ubicada delante de la torre. Generaba 2,5 MW con un viento de 12 m/seg. La hélice era de acero, con un diámetro de 91 m y peso de 80 toneladas. También deben mencionarse las turbinas de eje vertical, patentadas por Darrieus en 1931. Varios países se encuentran desarrollando estos prototipos en especial Canadá y Estados Unidos. En Europa deben mencionarse las turbinas dinamarquesas de Tvind de 2 MW con un diámetro de la hélice de 54 m y las de Nibe de 630 Kw. y 40 m de diámetro. En la década de 1990 la tecnología eólica ingreso en su etapa industrial, primeramente con turbinas de algunos cientos de kW de potencia, para alcanzar en la actualidad el rango de los MW y diámetros de rotores de hasta 100m 3 CAPITULO 2. RECURSO EOLICO 2.1. Introducción El viento es el resultado del movimiento del aire atmosférico. Este movimiento es causado principalmente por la radiación solar, la cual es absorbida y reflejada en forma distinta por las diferentes capas de la atmósfera y por los diferentes tipos de superficies existentes sobre la tierra. De este modo, la atmósfera se calienta en forma desigual, originando circulación por convección. Este hecho se manifiesta a nivel planetario, con un mayor calentamiento del aire en las zonas tropicales que lo hace ascender y su lugar es ocupado por aire más frío proveniente de los polos. Esta acción se combina con la rotación de la tierra y la fuerza de la gravedad contribuyendo a la formación de los vientos. Por su parte, la superficie de la tierra ejerce sobre el aire en movimiento, una fuerza de fricción que retarda el flujo y contribuye a la generación de turbulencias. Esta región se conoce con el nombre de capa límite atmosférica y su altura varía según las condiciones meteorológicas entre cientos de metros y varios kilómetros. En nuestro estudio sobre el viento nos limitaremos a esta porción inferior de la atmósfera, donde funcionan las turbinas eólicas y que normalmente no sobrepasan los 100 o 200 metros de altura. En esta región, la fricción origina una variación significativa de la velocidad con la altura y esta variación depende fuertemente de la rugosidad del terreno circundante, por lo que resulta importante la adecuada elección del sitio donde se instala la turbina. Para la explotación energética de una zona, se debe tener en cuenta además del valor medio de la velocidad, su distribución anual, conjuntamente con la duración de los periodos de calma, dirección predominante del viento, intensidad de las ráfagas y sus variaciones diarias y estacionales. 2.2. Turbulencia Atmosférica Generalmente el movimiento atmosférico presenta características de flujo turbulento, si bien en algunas circunstancias especiales el aire circula en forma de flujo laminar. En este último caso las fluctuaciones en el movimiento de las partículas del aire son amortiguadas, obteniéndose como resultado un flujo suave y ordenado. Normalmente esto no ocurre y las perturbaciones se magnifican y el flujo se hace turbulento. En la atmósfera deben distinguirse dos tipos de turbulencias: la turbulencia de origen mecánico y la turbulencia de origen térmico. La turbulencia mecánica se genera por la presencia de obstáculos sobre la superficie, como edificios, árboles y vehículos que fuerzan al viento a pasar por encima de ellos produciendo remolinos de distintas características en la parte posterior de los obstáculos. El tamaño de estos vértices está relacionado con la velocidad media del viento y el tamaño y forma de los obstáculos. Los vértices son arrastrados por el viento convirtiéndose en fuente de excitación en toda la corriente fluida. La turbulencia térmica en cambio, es producida por el movimiento ascendente de masas de aire calentadas en la superficie de la tierra y el descenso de masas frías que se mueven para ocupar el lugar dejado por las primeras. Ambos tipos de turbulencia actúan simultáneamente, teniendo más importancia uno sobre otro según los casos. La turbulencia térmica puede ser inestable, neutral o estable. En el caso inestable, la temperatura del aire disminuye con la altura y la turbulencia producida por los obstáculos actúa como excitación inicial para ser luego amplificada y transportada. Este fenómeno ocurre 4 normalmente alrededor de las 15 hs. del día, ya que por efecto de la radiación solar, la tierra está más caliente que el aire y la inestabilidad térmica produce mucha turbulencia. En el caso de inestabilidad neutral, la temperatura es prácticamente constante con la altura y cualquier perturbación en la atmósfera no produce reacción. Ocurre normalmente a las 9 hs. o a las 18 hs. y la turbulencia depende únicamente de la acción mecánica. Por último, la turbulencia térmica estable se manifiesta cuando la temperatura del aire aumenta con la altura y las perturbaciones son rápidamente amortiguadas. Si además, la velocidad del viento es baja, las perturbaciones mecánicas son reducidas y puede existir flujo laminar Este fenómeno puede ocurrir alrededor de las 5 hs. de la mañana en que la tierra está fría y la temperatura del aire tiene un gradiente positivo. Cuando la velocidad del viento aumenta, la influencia de la temperatura de la tierra sobre el aire disminuye y el perfil de temperatura se aproxima a la condición de estabilidad neutral. 2.3. Variación de la Velocidad con la Altura La velocidad del viento aumenta con la altura. La turbulencia de la atmósfera y la fricción contra el suelo de las capas inferiores determinan la forma de esta variación, que puede expresarse por: u = u1 lnlnzz1//zz00 donde u1 es la velocidad del viento medida a una altura sobre el suelo Z1 mientras que u representa la velocidad a la altura Z. Z0 es una medida del tamaño de los remolinos producidos por la rugosidad del terreno. Los valores característicos para varios tipos de superficie son: Superficie arena nieve pasto corto pasto alto bosque (altura media de los árboles - 10 m) zona suburbana ciudad Z0 (m) 0,0001 a 0,001 0,001 a 0,006 0,01 a 0,04 0,04 a 0,1 0,5 a 1 0,2 a 0,4 0,35 a 0,45 El tipo de terreno circundante tiene una marcada influencia sobre el perfil del viento. La Fig. 2.1. muestra para distintos casos la variación de la velocidad, considerando que a 30 m de altura, la velocidad es de 10 m/seg. Si se supone el centro de la hélice a 10 m entonces para una turbina rodeada de árboles, la velocidad es aproximadamente de 7 m/seg, sí está rodeada de pasto la velocidad es 8,5 m/seg y sí es arena, 9 m/seg. La importancia de instalar la turbina en zonas sin obstáculos es evidente. 5 Figura 2.1. Variación de la velocidad del viento con la altura para diferentes terrenos La ley de variación logarítmica, ha sido estudiada en un gran número de observaciones experimentales y ha sido verificada su validez en condiciones atmosféricas de estabilidad neutral. Como estos casos se manifiestan con velocidades de viento de cierta significación, que son los que realmente interesan para el aprovechamiento de la energía eólica, esta expresión es la recomendada para aplicaciones referidas a turbinas de viento. En casos de turbulencia térmica estables e inestables, la variación de la velocidad con la altura se representa con la fórmula: u = u1 z ε − z 0ε z1ε − z 0 ε donde ε es un exponente que tiene en cuenta las condiciones atmosféricas. estable inestable neutral 0 < ε < 0,5 -0,5 < ε < 0 ε: 0 En el último caso de condición neutral, ε = 0, la ecuación anterior nos vuelve a dar la distribución logarítmica. 2.4. Energía del Viento La energía del viento es una consecuencia de la energía cinética de las partículas del aire en movimiento. La energía cinética es igual a: 1 mV 2 2 donde m es la masa de las partículas de aire y V la velocidad de las mismas. A su vez, la masa que atraviesa una sección perpendicular a la dirección del viento A, es: m = ρAl 6 donde ρ es la densidad del aire y l el desplazamiento de las partículas. Consecuentemente, la energía cinética que pasa por A en la unidad de tiempo es la potencia disponible en el viento. Pd = 1 ρAV 3 2 Considerando ρ - 1,225 kg/m3 en la atmósfera estándar a nivel del mar y el área como A = 1m2, puede calcularse que para V = 2 m/seg V = 4 m/seg V = 8 m/seg pd = 4,9 watts pd = 39,2 watts pd - 313,6 watts Puede observarse que cuando la velocidad se duplica, la potencia aumenta 8 veces. Debido a que la velocidad está elevada al cubo, su efecto sobre la potencia es considerable y mucho cuidado debe observarse en su medición y análisis. En particular, debe tenerse en cuenta que el viento es sumamente variable. La intensidad fluctúa alrededor de un valor medio y el valor medio varía según las horas del día. Por otro lado, tomando el valor medio diario de la velocidad del viento, este valor fluctúa durante el año con netas diferencias estacionales. Además, el viento no solo cambia en intensidad sino que también lo hace en dirección. Para la evaluación de los cambios direccionales y su efecto sobre la energía disponible, se elevan al cubo las velocidades medias horarias medidas en cada dirección y luego se multiplica por el tiempo que sopló en esa dirección. Este valor 1 ρ , nos da la energía por unidad de área en que el viento sopla de cada 2 multiplicado por cuadrante. El conocimiento de estos datos interesa en zonas donde existe gran predominio en una dirección, lo que puede justificar instalaciones fijas. En general su importancia es secundaria, pues los aerogeneradores de eje vertical funcionan independientemente de la dirección del viento y los de eje horizontal se orientan automáticamente cuando el viento cambia de dirección. En el estudio del viento para su aprovechamiento energético, interesa conocer fundamentalmente, la velocidad media anual y su distribución o frecuencia de ocurrencia. La velocidad media es un primer indicador del potencial eólico y debe completarse con la duración anual de velocidades del viento, de diferentes magnitudes, es decir, cuantas horas por año sopla a una determinada velocidad. Normalmente la velocidad del viento se registra con un instrumental que permite obtener valores medios horarios. Estos valores son agrupados por rangos de velocidades, por ejemplo entre 0 y 1 m/seg., 1 y 2 m/seg., 2 y 3 m/seg., etc. con los que se grafican los histogramas de velocidades de viento, Fig. 2.2., que representan las distribuciones de frecuencia de las velocidades medias horarias a intervalos regulares, de un determinado lugar. 7 Figura 2.2. Histograma de Velocidades La curva permite visualizar como se distribuye la intensidad del viento y que rango de velocidades ocurren con mayor frecuencia. Esta distribución anual de la velocidad del viento, es importante para poder evaluar la energía eólica disponible de un lugar. Lamentablemente, no siempre se dispone de todos los datos necesarios y en algunos casos sólo se tiene el valor de la velocidad media. Aún en estos casos, se puede estimar aproximadamente la distribución de velocidades por medio de la curva de Rayleigh, cuya ecuación es: R (V ) = π V 2V 2 e −k donde: V = velocidad del viento V = velocidad media k= π V 2 4 V Esta función ha sido calculada y graficada en la Fig. 2.3., y para su comparación ha sido superpuesta con la curva dé los valores medidos. 8 Figura 2.3. Distribución de Velocidades de Rayleigh De acuerdo con esta función de distribución de Rayleigh, la frecuencia del viento con valores de velocidad que varían entre Vi y Vi + ∆V es: R (Vi) . ∆V En la Fig. 2.3, ∆V = 1 m/seg y para una velocidad media V = 6,63 m/seg, por ejemplo, la frecuencia de una velocidad de viento que varía entre 9,5 y 10,5 m/seg es: R(V i) . ∆V = 0,0599 . 1 lo que representa un 5,99% del tiempo y por lo tanto en un año se tiene: 8760 . R(V i ) . ∆V = 524,35 hs. 0 sea, 524 hs. por año en que el viento sopla entre 9,5 y 10,5 a/seg. Esta aproximación con la distribución de Rayleigh es aceptable si la velocidad media anual del viento es elevada. Para zonas con valores de velocidad media por debajo de los 4,5 m/seg, la confiabilidad es baja y no deben ser usados en regiones con velocidad media inferior a 3,5 m/seg. De todos modos, la distribución R(V), que parece bastante razonable para algunos casos, debe ser usada con prudencia, pues al calcular la potencia, la velocidad está elevada al cubo y pequeños errores en la distribución de velocidades originan serias distorsiones en la evaluación de la energía disponible. Con un mayor grado de aproximación puede usarse la distribución de Weibull con dos parámetros. Esta curva describe con mayor precisión a los datos de la velocidad del viento: k k V W (V ) = c C k −1 e V − c k donde k y c son los dos parámetros a determinar. 9 Disponiendo de los datos medidos de la velocidad media horaria del viento, estos parámetros se pueden determinar usando un método de ajuste por cuadrados mínimos. Ahora veremos como se representa gráficamente a la distribución de la energía, y como a partir de ésta, se obtiene la verdadera indicación del potencial eólico disponible. Para ello consideramos la potencia por unidad de área perpendicular a la dirección del viento. P 1 = ρV 3 (W/m2) A 2 Entonces la energía por unidad de área, producida por una velocidad V i que sopla durante un tiempo ti» sería Ei = 1 ρVi 3 t i (Wh/m2) 2 Con esta expresión, usando los datos de las velocidades horarias medias y los tiempos de duración de cada rango, se obtiene la distribución anual de la energía. En la Fig. 2.4. se han representado estos valores correspondientes al mismo lugar de la Fig. 2.2. Figura 2.4. Distribución Anual de la Energía De la comparación de ambas figuras puede observarse el desplazamiento de los máximos debido al efecto del cubo de la velocidad en el cálculo de la potencia. Es importante destacar la diferencia entre la media de la velocidad al cubo ( V 3 ) que interviene en la potencia y el cubo de la velocidad media ( V 3 ) con la cual se puede calcular la potencia en forma aproximada cuando sólo se conoce la velocidad media en un lugar. Normalmente V3> V 3 y la potencia disponible real es muy superior a la calculada con la velocidad media. Mediciones realizadas en Australia Meridional indican para esta región, un factor de energía aproximadamente igual a 1,9. V 3 / V 3 ~ 1.9 10 Finalmente, la energía anual total por unidad de área será i max Ei = 1 i max 3 ρ ∑ Vi t i 2 i =1 Esta energía anual, dividida por las 8760 hs..del año nos da la potencia media del lugar P= E 8760 (W/m2) Es interesante observar que si la distribución de velocidades se representa con la curva de Rayleigh, el número de horas por año que sopla entre Vi y Vi + ∆V es ti = 8760 R(Vi) ∆V y la energía anual total por unidad de área es imax E= i max 1 ρ 8760 ∑ Vi 3 R(Vi )∆V 2 i =1 Si por otro lado, la energía anual por unidad de área se calcula con la velocidad media del lugar, se tiene E= 1 ρV 3 8760 2 relacionando ambas energías y efectuando la sumatoria, se constata que para cualquier valor de la velocidad media, siempre resulta E = 1.91 E de donde se deduce que la energía anual puede calcularse haciendo 1 E = 1.91E = 1.91 ρV 3 8760 2 y esto nos muestra que la energía anual de un lugar puede estimarse muy simplemente, considerando que la velocidad del viento es igual a la velocidad media incrementada por un factor dado por V 3 = 1.91V 3 Este valor es coincidente con el medido experimentalmente en Australia Meridional, tal como se mencionó anteriormente. Se puede concluir entonces, que dentro de la validez de la aplicación de la distribución de Rayleigh, la energía anual total por unidad de área disponible en una región resulta E= 1 ρ (1.91V 3 )8760 2 11 Los valores de la velocidad del viento también se grafican en las curvas de duración de la velocidad media. Este gráfico representa la distribución acumulada de las velocidades del viento. La abscisa indica el número de horas en el año, durante el cual la velocidad supera el valor indicado por la ordenada de la curva graficada. Fig. 2.5. Similarmente, también se grafican las curvas de duración de la potencia media indicando el número de horas en el año, durante el cual la potencia supera un determinado valor. Figura 2.5 Curva de duración de la velocidad media Figura 2.6 Curva de duración de la potencia media 12 2.5. Selección del Lugar para Instalar la Turbina La instalación de una turbina debe ser cuidadosamente estudiada, pues su eficiente funcionamiento depende estrechamente de cuánto es afectada por obstáculos u ondulaciones del terreno circundante. Si existen edificios de una altura h en la zona, deberá tenerse en cuenta que el aparato deberá instalarse: A más de 10h detrás del edificio (según la dirección del viento) o A más de 2h adelante del edificio, y si estos requisitos no se pueden cumplir deberá sobrepasar la altura del edificio ubicando el aerogenerador a una altura sobre el suelo de más de 2 h. Figura 2.7. Ubicación Alrededor de Edificios En caso de barreras de árboles, el aparato deberá ubicarse a una distancia delante del comienzo de la barrera de más de 5 veces la altura de los árboles, y en caso de ubicarse detrás de la barrera, deberá instalarse a más de 15 veces. Fig. 2.8. Figura 2.8. Ubicación Alrededor de Barrera de árboles En todos los casos deberá evitarse la turbulencia producida por obstáculos alejándose del mismo o elevando la altura de la torre unas dos veces por encima del obstáculo próximo, como para poder ubicar toda la hélice fuera de la región turbulenta. 13 Si el lugar de instalación corresponde a una zona montañosa, las partes más altas son recomendadas, si bien ciertas consideraciones deben efectuarse sobre el comportamiento del flujo de aire en esta región. Cuando el viento sobrepasa una montaña, las líneas de corriente se comprimen y el flujo se acelera alcanzando su valor máximo en la cima donde la velocidad media puede incrementarse hasta en un 50% sobre la de la llanura circundante. Si la montaña se encuentra aislada, este efecto es menos intenso ya que una buena porción del viento pasa por los costados, mientras que en el caso de un cordón montañoso perpendicular a la dirección del viento, el efecto es máximo. El viento detrás de la montaña se hace muy turbulento por lo que debe evitarse instalaciones en esta región. También deberán evitarse las instalaciones en mesetas o colinas con una parte superior plana, ya que la intensa turbulencia en esta zona puede dañar seriamente el funcionamiento de una hélice que barre regiones de velocidades de viento muy distintas. Fig. 2.9. Figura 2.9. Turbulencia en Mesetas En las zonas de montañas, también debe considerarse que durante la noche la tierra se enfría, enfriando a su vez, el aire de las capas adyacentes. Como el aire frío es más pesado, desciende por las laderas produciendo una brisa nocturna hacia el valle. En la parte más baja se acumula el aire frío, estableciendo una región calma, sin vientos. Fig. 2.10. Figura 2.10. Brisa de Montaña Este fenómeno también ocurre en invierno en el que la llegada de aire frío desciende las laderas y se estaciona en los valles. Es también importante considerar el efecto local que se produce en las regiones costeras debido al calentamiento y enfriamiento diurno-nocturno. Durante la noche, la tierra se enfría más rápidamente que el mar. El aire sobre el agua se mantiene más caliente y asciende y este lugar es ocupado por el aire frío de tierra, originándose una brisa hacía el mar. Este proceso se invierte durante el día, Fig. 2.11. 14 Figura 2.11. Brisa en Zona Costera 2.6. Ráfagas La velocidad media del viento es fundamental para el cálculo de la energía extraíble por medio de turbinas eólicas pero para el cálculo de resistencia estructural de las mismas, es necesario conocer los valores de velocidad media máxima de un lugar y los valores de las ráfagas que puedan ocurrir. La velocidad media máxima es normalmente considerada de 60 m/seg., lo que asegura la instalación de la turbina sobre extensas regiones de vientos. En algunos lugares como en la Antártida de vientos extremos muy intensos, es necesario tomar un margen adicional. En cuanto a la velocidad Vr, alcanzada por las ráfagas mis intensas, pueden ser estimadas a partir de la velocidad media horaria máxima Vmax , de un lugar, por medio del factor de ráfaga fr = Vr Vmax fr varía entre 1,3 para terrenos suaves o en regiones próximas al mar y 2,5 para terrenos con numerosos obstáculos tales como edificios en las ciudades. Para estos valores numéricos se supone una ráfaga de 2 segundos de duración. Como la ráfaga es breve, para el diseño estructural debe considerarse su efecto dinámico, entrando en juego la flexibilidad de toda la turbina y especialmente la flexibilidad de la hélice y de la columna soporte. Por lo tanto, la máquina debe ser capaz de soportar estáticamente los valores de velocidad media máxima de un lugar y soportar el efecto dinámico de las ráfagas. 15 CAPITULO 3. AERODINAMICA 3.1. Introducción A partir de los tradicionales molinos de viento usados para moler granos y los molinos bombeadores de agua usados en el campo, se ha producido en las últimas décadas una evolución hacia las modernas turbinas eólicas. Estas turbinas operan con elevado rendimiento, pudiendo captar del viento una cantidad de energía 4 veces superior a los antiguos molinos. Los adelantos alcanzados en el diseño de las actuales turbinas se han debido principalmente a la aplicación científica de los conocimientos aerodinámicos en el cálculo optimizado de la hélice. Por esta razón, es importante desarrollar los conceptos básicos de la aerodinámica y cómo se utilizan para el cálculo de la hélice. 3.2. Perfiles Aerodinámicos Cuando un perfil enfrenta una corriente de aire, se desarrollan distintas velocidades a ambos lados del cuerpo. La velocidad es mayor sobre la cara superior del perfil y como de acuerdo con la ecuación de Bernoulli, a mayor velocidad corresponde una menor presión, resulta que en la cara superior se genera una zona de baja presión que succiona al perfil hacia arriba. Correspondientemente en la cara inferior, donde las partículas del aire se mueven a menor velocidad, se desarrolla una sobrepresión con respecto a la corriente libre que también empuja al perfil en forma ascendente. La integración de las presiones ejercidas sobre el perfil da como resultado una fuerza denominada fuerza de presión. Adicionalmente, el deslizamiento de las partículas del aire sobre la superficie del perfil, genera por razonamiento otra fuerza denominada de fricción, que se suma vectorialmente a la anterior. La resultante R de ambas fuerzas tiene la dirección que muestra la Fig. 3.1, la cual puede separarse en sus componentes normal y paralelo a la dirección de la velocidad V de la corriente libre. El componente normal L, se denomina sustentación y el paralelo D, se denomina resistencia. Figura 3.1 La sustentación y la resistencia se expresan del siguiente modo L = CL q S D = CD q S 16 Donde CL coeficiente de sustentación CD coeficiente de resistencia q= 1 ρV 2 presión dinámica 2 ρ densidad del aire V velocidad relativa entre el perfil y el aire S = C.∆r superficie proyectada de la sección del Perfil C cuerda o distancia entre el borde de ataque y el borde de fuga del perfil. ∆r longitud de la sección, perpendicular al dibujo. Se supone que la forma del perfil se mantiene constante en esta distancia ∆r. La sustentación y la resistencia pueden ser consideradas actuando en un determinado punto del perfil. Para definir en forma completa la acción de las fuerzas sobre éste, es necesario especificar el momento alrededor del mismo punto. El ángulo que se forma entre la dirección de la corriente libre y la cuerda, se denomina ángulo de ataque y la acción del momento m tiende a cambiar este ángulo El momento m, denominado de cabeceo, se considera positivo cuando tiende a levantar la nariz del perfil y puede expresarse como M = CM q S C Para determinar las características aerodinámicas de un perfil se pueden graficar los coeficientes CL, CD y CM en función del ángulo de ataque. Figura 3.3 Figura 3. 2 3.3. Variación de la Sustentación y la Resistencia El coeficiente de sustentación crece en forma aproximadamente lineal con el ángulo de ataque hasta un valor máximo, a partir del cual cae abruptamente y en estas condiciones, el perfil entra en pérdida dejando de sustentar. Este fenómeno se produce debido a un rápido desprendimiento de la capa límite en la cara superior del perfil, como consecuencia del gradiente de presión adverso existente más allá del punto de máximo espesor del perfil. Por esta razón, es importante la forma de los cuerpos perfilados como los perfiles aerodinámicos, 17 en los cuales, el gradiente de presión es reducido y el desprendimiento de la vena fluida ocurre en la parte posterior del perfil, lo más próximo posible del borde de fuga, con lo cual la sustentación se mantiene elevada. Las propiedades deseables de los perfiles con elevada sustentación y baja resistencia. El parámetro usado para medir la calidad del perfil es L/D y en especial interesa el valor (L/D)max que puede alcanzar al variar el ángulo de ataque. El coeficiente de resistencia CD, por su parte, tiene un valor bajo para pequeños ángulos de ataque y aumenta en forma aproximadamente parabólica hasta la pérdida. Las características aerodinámicas de los perfiles también pueden analizarse en un diagrama polar, donde el coeficiente de sustentación se grafica en función del coeficiente de resistencia CD. Fig. 3.3 Figura 3. 3 En este gráfico puede observarse que la relación CL/CD está dada por la pendiente de la recta que une un punto de la curva con el origen de coordenadas. A su vez, el valor máximo (CL/CD)max es la pendiente de la recta tangente a la curva y que pasa por el origen. Al considerar los coeficientes aerodinámicos también se debe tener en cuenta que el ala es finita y que la relación de aspecto, influye considerablemente en sus valores debido a los efectos producidos por la punta de ala. La relación de aspecto de define como Ar = b2 Sa donde Sa es la superficie del ala proyectada en planta y b la envergadura del ala. Consideremos ahora un ala finita que se ubica frente a la corriente libre, cm un cierto ángulo de ataque. En estas condiciones se produce una desviación hacia abajo del flujo mientras que, en las puntas del ala, debido a la diferencia de presiones entre la cara inferior y la cara superior, se genera un flujo de abajo hacia arriba. Este flujo es arrastrado por la corriente, 18 formándose el vórtice de punta de ala visible con frecuencia como una estela de vapor, producido por la condensación de la humedad atmosférica. La desviación del flujo hacia abajo y los vórtices que quedan en la estela del ala, aumentan la resistencia al avance pues continuamente entregan energía a la corriente de aire. Esta fuerza adicional, conocida como resistencia inducida se suma a la resistencia de presión dando como resultado la resistencia total. 3.4. Coeficiente de Momento El coeficiente de momento depende del punto alrededor del cual es considerado. En los perfiles, normalmente existe un punto denominado centro Aerodinámico o Foco, alrededor del cual el momento se mantiene constante al variar el ángulo de ataque, dentro de la zona lineal del coeficiente de sustentación CL. Para perfiles delgados y de poca curvatura el centro aerodinámico está ubicado al 25% de la cuerda a partir del borde de ataque. También es importante definir el centro de presión de un perfil aerodinámico y este es el punto donde la resultante de las fuerzas aerodinámicas corta a la cuerda. De este modo, el centro de presión es casi coincidente con el punto de aplicación de las fuerzas aerodinámicas y como consecuencia, el momento aerodinámico con respecto al centro de presión es nulo. En perfiles delgados y de poca curvatura, el centro de presión esta detrás del 25% de la cuerda y al aumentar α el centro de presión, se aproxima a este valor. 3.5. Influencia del Número de Reynolds Los coeficientes aerodinámicos también dependen del número de Reynolds: Re = ρCV µ , donde µ es la viscosidad del aire que fluye alrededor del perfil. Los ensayos experimentales han sido realizados normalmente para aplicaciones aeronáuticas con elevados números de Reynolds y estos no son directamente aplicables a las turbinas eólicas debido a las bajas velocidades de rotación de sus hélices. Para algunos perfiles, existen datos a bajos números de Reynolds; provenientes de aplicaciones en aeromodelismo. Para los demás casos, suele efectuarse una extrapolación que debe estar respaldada por una cuidadosa interpretación. 3.6. Elección del perfil aerodinámico La elección del perfil aerodinámico se inicia seleccionando aquellos que posean un elevado coeficiente de sustentación y simultáneamente un bajo coeficiente de resistencia. Esto normalmente se obtiene tomando aquellos perfiles que poseen altos valores de la relación sustentación sobre resistencia, CL/CD. Luego y según la aplicación para la cual será utilizado, se deberá considerar otras propiedades relacionadas con la forma en que CL y CD varían con el ángulo de ataque. 19 Para hélices de turbinas eólicas se sugieren aquellos perfiles en los cuales el coeficiente CL alcanza su valor máximo en forma suave, evitando los que tienen picos agudos de CL en función de α, en los cuales la abrupta caída de la sustentación produce violentas vibraciones. Las exigencias para lograr coeficientes aerodinámicos óptimos, conducen normalmente a formas de perfiles muy delgados. Sin embargo, también es necesario que sean capaces de resistir considerables esfuerzos mecánicos, razón por la cual deberá realizarse un compromiso entre la aerodinámica y la resistencia estructural. Esta última, también está íntimamente asociada con el diseño de la pala y con los materiales empleados en su construcción. 3.7. Datos Experimentales sobre Perfiles Aerodinámicos En un principio no existía ninguna teoría aerodinámica para calcular perfiles y casi todos los primeros pasos se orientaron a ensayos experimentales de cuerpos de formas variadas. Estos fueron mejorando poco a poco sus características aerodinámicas, determinando desde los primeros ensayos, la necesidad de contar con una nariz redondeada y un borde de fuga agudo. Los primeros ensayos en túneles de viento, alrededor del año 1920, fueron realizados en Göttingen y sus trabajos fueron de tal importancia, que durante 25 años casi todos los aviones usaban los perfiles diseñados y experimentados en este laboratorio o desarrollados a partir de aquellos. Luego, aparecieron las investigaciones de NACA en Estados Unidos, que realizaron mediciones sobre una extensa variedad de perfiles. Basado en estos trabajos, se realizaron uno de los más completos catálogos con las características de los perfiles. Estos tomaron el nombre NACA, acompañado de un número relacionado en su forma geométrica. También deben mencionarse los perfiles de altas performances Wortmann desarrollados en Stuttgart, Alemania los cuales fueron usados con éxitos en planeadores y turbinas eólicas. 20 CAPITULO 4. LA HELICE PARA TURBINAS EOLICAS DE EJE HORIZONTAL 4.1. Introducción El viento es una fuente de energía que puede ser aprovechada por medio de las turbinas eólicas. Muchos diseños de estas turbinas han sido realizados y efectivamente giran al enfrentar al viento. Sin embargo, existe una diferencia importante entre aquellas que continúan girando cuando se les aplica una carga o un cierto freno sobre el eje de rotación y las que se detienen ante esta resistencia. Ensayos efectuados con modelos en el túnel de viento revelan que las de mejores rendimientos son aquellas turbinas con hélices de tipo convencional de eje horizontal y las turbinas de eje vertical tipo Darrieus. En este capitulo se estudiarán las hélices para turbinas de eje horizontal y en el capitulo siguiente las hélices para turbinas de eje vertical. 4.2. La Hélice La hélice es, posiblemente, el elemento más importante de una turbina eólica por ser el captador de la energía del viento. Al ser expuesta a la corriente de aire, experimenta una presión sobre su superficie generando una cupla que la hace girar. La potencia disponible en el viento es Pd, que está dada por: Pd = 1 ρAV∞ 3 2 donde: ρ = 1,225 Kg/m3, densidad del aire en atmósfera estándar a nivel del mar. V∞ = velocidad del viento en m/seg. A = superficie perpendicular a la dirección del viento en m2. De esta potencia disponible, sólo una parte puede ser captada por la hélice y el grado de eficiencia de ésta es medido por el coeficiente de potencia Cp. La potencia captada es entonces Pc = C p 1 ρAV∞ 3 2 El coeficiente de potencia Cp permite representar las principales características de las hélices, en combinación con otro importante parámetro adimensional. Este último, establece la relación entre la velocidad de la punta de la pala y la velocidad del viento. λ= donde: ϖR V∞ R = radio de la hélice en m. w = velocidad angular en rad/seg. 21 ϖ = nπ 30 y n = velocidad de rotación de la hélice en rpm. λ combina las variables más importantes del diseño, de modo tal que las performances de cualquier hélice quedan totalmente definidas al representarse el coeficiente de potencia Cp en función de la relación de velocidades λ. Glauert, estudió la variación ideal de performances de hélices usadas en turbinas eólicas, en función de λ. En la Fig. 4.1 se ha representado la envolvente de estas performances ideales y también se han representado los resultados experimentales de varios tipos de hélices. Se puede observar que el molino multipala y el Savonius alcanzan su máxima eficiencia para un valor de λ aproximadamente igual a 1, mientras que la hélice de 2 palas o la Darrieus alcanzan su máximo para valores de λ ~ 5. Puede notarse en la figura, que los máximos valores de Cp para turbinas rápidas con elevado λ, son mayores que las de bajo valor de λ, De la curva, se observan los siguientes valores: Hélice de eje horizontal con 2 palas Turbina Darrieus Savonius Molino multipala Cpmáx 0,42 0,35 0,25 0,12 λ 6 5 1 1 Figura 4. 1 Performances de hélices en molinos y turbinas de viento 22 Los valores de Cpmáx representan el rendimiento aerodinámico máximo de la hélice. A su vez, los altos valores de λ, se hacen significativos cuando se debe generar electricidad, ya que por la característica propia de las máquinas eléctricas, requieren elevada velocidad de giro. La curva de Cp en función de λ, que caracteriza el comportamiento de una hélice, depende de la forma y las dimensiones geométricas de ella. El perfil aerodinámico usado, la longitud de las palas y el número de estas, el alabeo y la variación de la cuerda en función del radio son elementos que determinan en forma sensible las performances de la hélice. A continuación veremos como influye cada uno de estos valores. Solidez Para una hélice dada, se denomina solidez a la relación entre la superficie ocupada por las palas y la superficie frontal barrida por la hélice S= Ap A fb donde: S = solidez D/2 D/2 Ap = N ∫ cdr = superficie de las palas raíz N = número de palas c = cuerda r = radio D = diámetro de la hélice A fb = πd 2 4 = área frontal barrida. Los aparatos de elevada solidez poseen una fuerte cupla de arranque y giran a baja velocidad. Estas máquinas se adaptan bien para el bombeo de agua pues en el arranque pueden necesitar desplazar un importante volumen de fluido y además es preferible la circulación del líquido por las cañerías a baja velocidad, para disminuir las pérdidas. A medida que disminuye la solidez, la hélice puede girar a mayor velocidad. Esta propiedad es importante pues la potencia es igual a la cupla por la velocidad angular P=Cω y por lo tanto, para una misma cupla, la potencia aumenta con la velocidad angular. En el diseño de la hélice óptima este aspecto es importante y debe analizarse con cuidado ya que la cupla no es constante. Por otro lado, para la generación de electricidad se requiere alta velocidad de rotación, con lo cual la máquina eléctrica disminuye sus dimensiones, peso y consecuentemente su precio. Al disminuir la solidez de la hélice, deberá tenerse en cuenta que la cupla de arranque también se reduce. Esta no deberá descender por debajo del mínimo que permita arrancar, si bien es cierto que en algunos casos se puede recurrir a otros elementos adicionales que ayudan a la puesta en marcha. 23 Adicionalmente, al disminuir la solidez, las palas se hacen cada vez más delgadas, con valores de cuerda reducidos y por lo tanto más frágiles. A partir de un cierto punto, por razones de resistencia estructural, la pala no puede hacerse más delgada y su forma se aparta de la configuración óptima. Como consecuencia, en la práctica resulta más fácil construir una hélice óptima de 2 palas que con un mayor número de estas ya que para una misma solidez, la hélice de 2 palas tiene mayor cuerda. Número de Palas Las hélices de elevada solidez son multipalas, pudiendo llegar a tener unas 25, mientras que las de baja solidez son de una, dos o tres palas. Entre las de baja solidez debe mencionarse que si bien, el rendimiento aerodinámico aumenta al aumentar el mínimo de palas, este incremento se hace poco significativo para hélices con más de tres palas. Esta observación puede apreciarse en la Fig. 4.2, correspondiente a un trabajo realizado para hélices ideales sin fricción, utilizando en el cálculo el método de Goldstein. Hélice de una pala: Estas hélices requieren un contrapeso que compense a la pala y el balanceo debe realizarse con mucho cuidado y precisión debido a la extremada sensibilidad que tienen a las vibraciones. Resultan atractivas económicamente por necesitar sólo una pala, que es un elemento costoso pero las dificultades producidas por las vibraciones,.las hacen poco prácticas. Figura 4.2 Influencia del número de palas 24 Hélice de dos palas: Son más económicas que las de 3 palas pero son más sensibles que éstas a las vibraciones. En turbinas de baja potencia, con hélice de 2 palas y de paso fijo, la hélice puede construirse entera con un solo larguero pasante, mientras que si es de paso variable esto ya no es posible pero todo el mecanismo de cambio de paso resulta más simple que en una de mayor número de palas. Hélices de tres palas: Su característica principal es su mayor suavidad de funcionamiento y ésta es una importante cualidad. Por todo lo que antecede, para hélices rápidas, de alta velocidad de giro, son recomendables las hélices de dos o tres palas. Influencia de la Calidad Aerodinámica de los Perfiles. En el Capítulo 3 sobre Aerodinámica, vimos que la forma de los perfiles alares determinan la sustentación y resistencia que estos producen. Los coeficientes de sustentación y resistencia CL/CD , como así también su relación CL/CD , varían en función del ángulo de ataque. El valor máximo alcanzado, (CL/CD)máx, es uno de los parámetros fundamentales para el análisis del comportamiento de las hélices. En la Fig. 4.3 puede observarse la variación del coeficiente de potencia Cp para una hélice de eje horizontal de dos palas, para distintos valores de (CL/ CD)máx. Las curvas muestran una severa caída del rendimiento para valores bajos de (CL/CD)máx, no teniendo mucho sentido elegir un elevado valor de λ , o sea una alta velocidad de giro, si no se tiene también un alto valor de (CL/CD)máx. En la práctica el valor de (CL/CD)máx está limitado por la calidad de fabricación de las palas, ya que a mayor calidad aerodinámica, se requiere mayor calidad de terminación, estado superficial, curvatura del perfil, alabeo, etc. Si para un determinado perfil y por lo tanto también una determinada calidad de construcción, (CL/CD)máx = 80, entonces sería razonable para una hélice bipala un valor λ =10. Mientras que para (CL/CD)máx = 40, λ debería ser aproximadamente igual a 7. Estas observaciones permiten establecer los criterios para la selección del perfil aerodinámico. El valor de (CL/CD)máx es un factor importante pero deberá tenerse en cuenta que los perfiles con elevados (CL/CD)máx poseen elevada curvatura y como consecuencia de ésta, el momento aerodinámico M suele ser muy elevado. 25 Figura 4 .3 Influencia de la calidad aerodinámica hélice bipala El momento M, tiende a girar el perfil en el sentido que incrementa el paso de la hélice, como puede observarse en la Fig. 4.4. Figura 4.4. Este efecto puede interactuar con el sistema de control, produciendo inestabilidad en su funcionamiento. En estos casos, el momento M aumenta muy rápidamente al aumentar el número de revoluciones y hace girar a la pala hasta su valor de paso máximo. Como en esta posición la hélice capta poca energía del viento, disminuye su velocidad de giro abruptamente y el momento entonces disminuye. La hélice vuelve al paso mínimo de máxima captación y comienza a acelerarse nuevamente, produciendo ciclos peligrosos de Ida y vuelta entre el paso mínimo y el paso máximo. 26 Tamaño de la Hélice Para determinar el tamaño de la hélice es necesario conocer la potencia eléctrica requerida por el usuario y los rendimientos de los distintos elementos que integran la turbina. Un generador eléctrico tiene un rendimiento del 92% para máquinas de más de 10 Kw pero para potencias menores, en el mercado argentino puede llegar a valores tan bajos como el 50%. Estos generadores eléctricos de poca potencia provienen de la industria automotor y sus rendimientos son normalmente bajos. Como para la generación eléctrica es necesario alcanzar un alto número de revoluciones se debe incorporar un multiplicador de velocidades. Si este es una caja de engranajes de rendimiento puede alcanzar el 90%. Por su parte, la hélice de eje horizontal adecuadamente diseñada puede captar de la potencia disponible en el viento hasta un 42% mientras que hélices calculadas y realizadas con poco cuidado pueden bajar el rendimiento hasta un 10%. El rendimiento global de la turbina será: η = η e .η m .C p donde: ηe = rendimiento eléctrico ηm = rendimiento del multiplicador Cp - coeficiente de potencia de la hélice. De este modo la potencia eléctrica de salida será Pe = η 1 ρA fbV∞ 3 2 de donde Afb es el área frontal barrida por la hélice. Despejando A fb = 2 Pe ηρV 3 ∞ y como Afb = π R2 el radio de la hélice resulta R= 2 Pe πηρV∞3 En esta expresión, V∞ es la velocidad del viento instantánea que al incidir sobré una turbina con una hélice de radio R genera una potencia eléctrica Pe. Esta velocidad instantánea varía continuamente generando también una potencia variable y en realidad lo que se desea conocer es un valor medio anual de la potencia eléctrica producida, Pem. Según las consideraciones de la sección 2.4 del Capítulo 2, vimos que V 3 = 1.91V 3 27 Como se recordará, esta expresión fue obtenida haciendo uso de la distribución de intensidad de viento con una curva de Rayleigh, cuya validez se limita a zonas con velocidad media del viento superior a 4,5 m/seg. Para nuestros cálculos esta hipótesis es aceptada como válida, ya que para regiones de poco viento no se justifica el aprovechamiento eólico. Al reemplazar en la ecuación (4.1) el cubo de la velocidad instantánea V∞3 por la media del cubo V 3 , se obtiene el radio de la hélice de la turbina que genera con buena aproximación, una potencia media anual Pem. De este modo, el radio de la hélice resulta R= 2 Pem πρη (1.91V 3 siendo V la velocidad media anual del viento del lugar donde se desea instalar la turbina, Es importante, a esta altura, distinguir el tipo de utilización que se dará a la turbina eólica, ya que éstas podrán ser instaladas en forma agrupada constituyendo las denominadas "Granjas Eólicas” o en instalaciones individuales, normalmente aisladas. En el primer caso, las granjas eólicas son verdaderas centrales de generación eléctrica, en forma similar a una central hidroeléctrica o nuclear. Generalmente son grandes instalaciones de varios MW y la energía generada es entregada a la red de distribución. En este caso, la localización de la granja se efectúa después de una cuidadosa selección, teniendo especialmente en cuenta que el régimen de vientos sea suficientemente elevado, con una velocidad media anual V , de 8 a 10 m/seg o más. En el caso de instalaciones aisladas, las turbinas se utilizan principalmente para viviendas ubicadas en localidades remotas, estancias, escuelas rurales, puestos policiales o de gendarmería y repetidoras de telecomunicaciones. Para todas estas aplicaciones, la turbina se debe colocar al lado del usuario, en el sitio preciso donde se requiere la energía. De este modo, la selección del lugar de instalación, queda limitada a las proximidades de la vivienda o puesto y por lo tanto, la velocidad media del viento V , usada para el diseño es menor que para las granjas, con un valor alrededor de los 7 m/seg. Como conclusión, para el cálculo del tamaño de la hélice, en la ecuación (4.2) deberá usarse una velocidad V = 8 a 10 m/seg para turbinas de granjas eólicas y V = 7 m/seg para instalaciones aisladas. Velocidad de Rotación. Para la generación de energía eléctrica, la hélice debe girar a la mayor velocidad posible, ya que los generadores eléctricos disminuyen su tamaño y precio al aumentar su velocidad de giro. A su vez, para la hélice, la máxima velocidad de rotación debe ser compatible con la resistencia estructural de las palas. Normalmente, la máxima velocidad del viento que debe poder soportar una turbina sin sufrir daños, es de unos 60 m/seg y esta es considerada la velocidad de supervivencia Vs = 60 m/s (216 km/h) 28 Cuando el viento sopla a esta velocidad, el sistema de control de la turbina ha actuado y ésta se encuentra detenida o girando a muy bajas revoluciones y por lo tanto la velocidad que debe soportar es VS . Por el contrario, sí el viento sopla a la velocidad nominal Vn , el rotor gira al número de revoluciones nominales. En estas condiciones la velocidad resultante que se obtiene de combinar la *velocidad del viento con la velocidad tangencial de rotación de la hélice es Vr = Vn2 + (ϖr ) 2 donde ω es la velocidad angular del rotor y r el radio de la pala. Este valor es máximo en la punta donde r = R. Según hemos dicho, el rotor es capaz de tolerar velocidades de 60 m/seg y por lo tanto Vr ≤ 60 m/seg de donde se deduce que para la punta de pala ϖR ≤ 3600 − Vn2 Para valores de velocidad nominal del viento de 8 a 10 m/seg, la velocidad tangencial Vt = R es también aproximadamente igual a 60 m/seg. Por esta razón, se admite que ωR puede alcanzar este valor de 60 m/seg. ωR = 60 m/seg (4.3) Según habíamos visto anteriormente, con la ecuación (4.2) se determina el valor del radio de la hélice R y por lo tanto ahora podemos calcular el máximo valor de la velocidad angular y consecuentemente el número de revoluciones por minuto n n = ω30/π Este máximo valor de rotación es también el correspondiente a la velocidad de rotación nominal y si por algún motivo este valor es superado, el sistema de control deberá actuar para reducirlo. Energía extraíble del viento y límite de Betz Existe un límite a la energía que es posible extraer del aire en movimiento, el cual fue deducido por BEtz en 1927. Dicha deducción expresa que el máximo de Cp es 0,593, o sea que sólo se puede aprovechar hasta el 59,3% de la energía contenida en el aire en movimiento a través de las palas de una turbina eólica, independientemente del tipo de turbina de que se trate. En la práctica, con los mejores diseños no se ha podido superar el 48%. En los equipos comerciales los valores son aún inferiores por razones prácticas y de costos, siendo típicos valores inferiores al 30%. 29 CAPITULO 5. ROTOR PARA TURBINAS EOLICAS DE EJE VERTICAL 5.1. Introducción Existen varios tipos de rotores para turbinas de eje vertical, entre los que se destacan los Savonius y los Darrieus, Fig. 5.1. Estos últimos pueden tener distintas configuraciones y en particular la que muestra la Fig. 5.2, denominada cicloturbina. Rotor Savonius y Darrieus Figura 5. 1 Estas máquinas de eje vertical tienen como ventaja que el generador, el multiplicador y otros elementos pesados, van instalados en la parte inferior, prácticamente apoyados en el suelo, con lo cual se facilita el mantenimiento e inspección del equipo. Como desventaja, se puede notar para la turbina Darrieus, que no arranca sola, necesitando algún dispositivo especial para su puesta en marcha. Las turbinas Darrieus con forma de batidora poseen palas curvas, geométricamente conocidas como troposkien. Estas palas curvas tienen una característica interesante. Al girar, por efecto de la fuerza centrífuga, se generan sobre la pala solamente esfuerzos de tensión, no produciéndote sobre ella ningún esfuerzo de flexión. Esta propiedad es estructuralmente ventajosa pero su eficiencia aerodinámica es máxima sólo en el vientre o ecuador de la curva pero nula en los polos ya que el rendimiento depende de su distancia al eje de rotación. Citloturbina Figura 5.2 Las cicloturbinas intentan salvar este último problema colocando las palas rectas a igual distancia del eje. Con esto se logra una mayor eficiencia en la captación de la energía del viento pero por supuesto, por acción de la fuerza centrífuga, las palas se ven sometidas a flexión. 30 Otro modelo interesante de este tipo de turbinas es el autoregulado. Estos, tienen palas rectas articuladas en su punto medió y además poseen un peso P en su parte inferior que puede deslizarse sobre el eje de rotación, Fig. 5.3. Turbina Autoregulada Figura 5.3 31 CAPITULO 6. SISTEMAS DE CONTROL 6.1. Introducción La potencia captada por la hélice de una turbina aumenta con el incremento de la velocidad del viento. Para evitar que esta potencia captada alcance valores extremos y genere tensiones estructurales en el equipo ala allí de los limites tolerables, es necesario disponer de un sistema de control. El sistema de control normalmente limita la velocidad de giro de la turbina. Una falla en este sistema en circunstancias de vientos intensos puede generar revoluciones de la hélice excesivamente altas. Si la fuerza centrífuga, que aumenta con el cuadrado de la velocidad de giro, supera la resistencia de la raíz de la pala, ésta se desprende. La pérdida de una pala produce un desequilibrio de tal magnitud que frecuentemente ocasiona la rotura y el desprendimiento de las otras palas. Sí esto no llegara a suceder y la hélice fuera capaz de resistir la fuerza centrífuga, podría ocasionarse un nuevo y peligroso evento. Durante las tormentas, el viento cambia de dirección con variada frecuencia, induciendo a la máquina a cambiar su orientación. La hélice, girando a altas revoluciones, tiende por efecto giroscópico, a mantener fijo su plano de rotación aún cuando el eje de la hélice cambia de dirección. Este fenómeno produce una flexión tan importante de las palas que pueden llegar a tocar la torre o sus tensores. Estos ejemplos de casos reales que han sido registrados, ponen de manifiesto la importancia de contar con un eficaz sistema de control, ya que de su correcto accionar depende la seguridad del equipo y una falla en este sistema puede resultar catastrófico para la turbina. Variados sistemas de control han sido utilizados en diferentes tipos de turbinas. Existen sistemas mecánicos que actúan por la acción de la fuerza centrífuga y otros sistemas que cambian el plano de rotación de la hélice para reducir la captación de energía del viento. Existen también aquellos que actúan aerodinámicamente por medio de alerones y los hay hidráulicos y también electrónicos. Los sistemas mecánicos son los mis simples, los mis seguros, pero su regulación también es la más grosera. En el otro extremo, se encuentran los sistemas de control electrónico, mucho más complejos pero ofrecen una regulación de excelente calidad y la posibilidad de incorporar el control de otras operaciones adicionales. 6.2. Sistema de Control Excéntrico Los aerogeneradores con estos sistemas poseen el eje de rotación vertical ubicado fuera de centro, Fig. 6.1 Figura 6.1 De este modo, cuando el viento sopla con cierta intensidad, el empuje producido sobre la hélice origina un momento M, que hace girar al aerogenerador hasta equilibrarse con el 32 momento M2 debido a la cola. En esta posición, el aerogenerador queda oblicuo con respecto a la dirección del viento y la captación de la hélice disminuye. La primera dificultad de este sistema es la imposibilidad de lograr la inclinación adecuada para variadas velocidades de viento. Normalmente el tamaño de la cola se diseña para la velocidad de viento nominal con la cual, la inclinación que se logra, hace girar la hélice a las revoluciones de régimen. Sin embargo, si el viento cambia su intensidad, la inclinación del equipo ya no es el adecuado. La hélice gira a velocidades peligrosamente altas o gira a velocidad insuficiente. Para mejorar esta situación se suele articular la cola que sujeta con un resorte permite un rango de ajuste más amplio. Estos equipos funcionan relativamente bien en zonas de poco viento pero cuando estos aumentan su intensidad, suelen originarse oscilaciones alrededor del eje de orientación, difíciles de controlar. Un paso significativo en la mejora del comportamiento de estos sistemas fue logrado con una modificación simple pero muy ingeniosa que consiste en colocar la articulación de la cola con su eje inclinado entre 5º y 10º con respecto a la vertical. En esta forma pe elimina el resorte y las oscilaciones desaparecen, Fig. 6.2. Figura 6. 2 6.3. Sistema de Control Electrónico Los sistemas de control electrónico son adecuados para turbinas eólicas de potencias elevadas donde la regulación debe satisfacer exigencias de alta calidad. Gracias a las enormes posibilidades que ofrece la electrónica moderna, estos sistemas de control, además de regular la velocidad de giro de la hélice, permiten incorporar una serie de acciones complementarias que agregan seguridad a la máquina y le confieren una notable calidad de funcionamiento. Como ejemplo de estos sistemas de describe el control desarrollado para la Turbina Eólica Austral construida en Argentina. Esta turbina tiene una hélice que en condiciones nominales gira a 100 rpm y mueve una caja de engranajes que actúa como multiplicadora, elevando las revoluciones en el eje de salida a 1500 rpm. A ésta velocidad el alternador genera corriente eléctrica en 220 ó 380 voltios, con la que se alimenta la carga. Fig. 6.3. El sistema de control tiene como función básica efectuar la variación del paso p de la hélice y de este modo mantener la velocidad de rotación constante. Para la hélice de esta turbina, cuando p = 6º, capta la mayor potencia. A medida que p aumenta la potencia captada disminuye haciéndose nula para la posición en bandera cuando p = 85º. Cuando el viento alcanza una velocidad V1 = 8 m/seg y p = 6º, la turbina capta la potencia nominal, de acuerdo a la expresión: 33 P = Cp 1 ρV13 A 2 donde: Cp ρ V1 A P es el coeficiente de rendimiento aerodinámico es la densidad del aire en Kg/m3 es la velocidad del viento en m/seg es el área barrida por la hélice en m2 es la potencia captada por la hélice en watts Como puede observarse, la potencia crece con el cubo de la velocidad del viento, Sí esta velocidad supera los 8 m/seg y p se mantiene en 6º, la potencia captada excedería el valor nominal para la cual está calculada la máquina y los esfuerzos estructurales a los que estaría sometida, superarían rápidamente los valores máximos tolerables. Para resolver este problema se aumenta el valor del paso p de modo tal que la velocidad de rotación de la hélice se mantenga constantemente igual a 100 rpm. La realización de esta operación requiere un sensor que mida las revoluciones, un actuador que efectúe el cambio de paso y un sistema de control intermedio que haga mover el actuador en función de lo que detecte el sensor. Figura 6.3 El control de paso y las acciones complementarias incluidas en la electrónica han dado como resultado los siguientes sistemas: Sistema de control de paso Lógica de arranque Sistema de seguridad Control de altas revoluciones Control de viento excesivo Control del nivel de carga de baterías Regulación de la excitación del generador Sistema de control manual Sistema de Control de Paso El control de paso se efectúa a partir de la medición del período de la onda generada por el alternador, el que es inversamente proporcional a la velocidad de giro de la turbina. 34 Si la velocidad del viento es insuficiente para extraer potencia útil del generador, éste no es excitado y por consiguiente su salida es nula. Para estos casos se ha incluido una rueda dentada sobre el eje de alta velocidad que intercepta el haz infrarrojo de un optoacoplador. La señal de este elemento indica la velocidad de rotación n. En condiciones normales de trabajo ( n ~ 100 rpm) un circuito timer digital mide el valor de n . Si n es menor que 100 rpm, el sistema de control emite una orden al servomotor. Este, al ponerse en marcha desplaza una barra de comando que pasa por el eje de la hélice efectuando el cambio de paso. En estas condiciones la pala rota hacia el paso mínimo de 6º que corresponde a la posición de máxima captación. En este recorrido variando el paso, la hélice comienza a captar mayor potencia del viento y consecuentemente aumenta el número de revoluciones. Si eventualmente excede las 100 rpm, la orden al servomotor se invierte, éste gira en sentido contrario y el paso de la hélice vuelve a variar, ajustándose hasta que la hélice gire a 100 rpm. La barra que actúa sobre el cambio de paso posee dos micro-switch de fin de carrera. Cuando la hélice disminuye el paso y alcanza el valor mínimo de p = 6º, un micro-switch corta el servomotor a fin de impedir que la barra siga empujando contra el tope. Lo mismo sucede cuando el paso llega a su posición máxima, con la hélice en bandera, otro micro-switch corta el servomotor. Lógica de Arranque Cuando la turbina está detenida por falta de viento, el sistema de control se encuentra alimentado por una batería y normalmente la hélice se encuentra en paso mínimo correspondiente a máxima captación. Cuando empieza a soplar el viento, la hélice comienza a girar, acelerándose a medida que aumenta la velocidad del viento. El optoacoplador sensa las revoluciones. Cuando n > 80 rpm, se manda corriente de excitación al alternador y consecuentemente éste comienza a generar electricidad. Simultáneamente se alimenta el servomotor para que el control de paso quede habilitado. En estas condiciones de arranque, tanto la excitación del alternador como la alimentación del servo, son provistas por batería. Si la velocidad del viento no es suficiente al conectarse el generador es posible que las revoluciones de la hélice disminuyan. Si n < 60 rpm, la excitación del alternador y la alimentación del servomotor se cortan y se reestablece la condición anterior. En el caso contrario, se mide la tensión de una fase del generador. Si esta es mayor que 180 voltios, entonces el alternador alimenta al sistema de control, genera su propia corriente de excitación, alimenta el servomotor y también, midiendo la frecuencia de la corriente generada se determina la velocidad de giro y esta información reemplaza ahora a la del optoacoplador. Sistema de Seguridad El equipo consta de un sistema de seguridad que actúa sobre el: - Control de altas revoluciones, que pueden ser alcanzadas por una falla del sistema de control principal, - control de viento excesivo, y - control del nivel de carga de las baterías. 35 Control de Altas Revoluciones Habíamos visto inicialmente, que un optoacoplador sensaba la velocidad de rotación de la hélice y que luego el sistema de control detectaba la frecuencia de la corriente generada por el alternador y usaba esta señal como cuenta vueltas. El optoacoplador por su parte, sigue sensando las revoluciones y se mantiene alerta. Si por alguna falla, la hélice supera las 130 vueltas por minuto, se activa un circuito que manda la hélice a bandera, quedando trabada en esta posición debido a su propio sistema de transmisión mecánica irreversible. Esta situación se produce cuando existe alguna falla y consecuentemente requiere la intervención de un operador que repare el inconveniente y luego libere manualmente el sistema. También existe previsto un segundo optoacoplador que activa otro circuito, cuando la hélice excede 135 rpm. En este caso se dispara el freno. Esta situación prevé una eventual rotura inicial del primer optoacoplador. Si esto sucediera, el sistema de cambio de paso no llegaría a actuar nunca y con viento suficiente produciría el embalamiento de la hélice. En esta circunstancia actúa el segundo optoacoplador. Control de Viento Excesivo Si la velocidad del viento excede los 24 m/seg, la aleta de corte, Fig. 6.3. que se desplaza con el viento, acciona un micro-switch y manda la hélice a bandera conservándola en esta posición hasta que el viento disminuya. Con la hélice en bandera la turbina se detiene y sólo pretende preservar el equipo en condiciones de tormentas severas. La misma aleta de corte acciona otro micro-switch cuando el viento desciende por debajo de 22 m/seg, libera la hélice del paso en bandera y el sistema de Control vuelve a actuar. Control del Nivel de Carga de las Baterías Una batería independiente alimenta el segundo optoacoplador del sistema auxiliar, el cual actúa el freno cuando n >135 rpm. La tensión de esta batería es sensada y si desciende por debajo de los 10 voltios se activa otro sistema que manda la hélice a posición bandera. De este modo la turbina queda detenida hasta que se subsane el problema. Regulación de la Excitación del Generador La tensión de salida en bornes del generador depende principalmente de los siguientes factores: a) velocidad de giro de la hélice b) potencia extraída al generador c) corriente de excitación del generador sincrónico A efectos de mantener constante la tensión entregada por el generador, independientemente de los factores a) y b), se ha incluido un control digital del tipo proporcional más integrativo que regula el valor de la corriente de excitación en función de la potencia extraída y de la velocidad de giro de la hélice. Los valores máximos admisibles por el bobinado de excitación del generador son 40 V y 7 A. 36 Sistema de Control Manual Hasta ahora, se ha descrito las diversas acciones programadas para operar la turbina eólica en forma automática, ante las distintas circunstancias que puedan presentarse. Adicionalmente, en el tablero de control instalado al pie de la turbina, se han previsto dos botones. Uno que permite mandar la hélice a bandera y sacarla de ella, imponiéndose sobre el control automático y también un segundo botón para disparar y liberar el freno. De este modo y en cualquier circunstancia, un operador puede tomar el control de la turbina. 6.4. Sistema de Control Hidráulico Todos los sistemas de control deben realizar en su última etapa, una acción correctiva por medio de una actuador y este debe ser capaz de desarrollar la potencia necesaria para el caso de mayor carga. En las turbinas eólicas, los actuadores hidráulicos son muy adecuados por la facilidad con que pueden alcanzar potencias considerables. Esto no sucede por ejemplo con los servomotores eléctricos, en los cuales su volumen crece considerablemente con la potencia de los mismos. Por otro lado, los sistemas de control hidráulico son en realidad sistemas híbridos, ya que la detección de un exceso de revoluciones de la hélice es efectuado generalmente en forma mecánica por la acción de la fuerza centrífuga o por un sensor electrónico que finalmente comanda el actuador hidráulico. Esto significa, que sólo una parte es hidráulica y deberá ponerse especial cuidado en el diseño de los elementos componentes del sistema, para que estos sean adecuadamente compatibles. 37 CAPITULO 7. GENERADORES ELECTRICOS 7.1. Introducción La energía del viento, captada por la hélice y transmitida por medio de un eje, ha sido utilizada para diversas aplicaciones como la de moler granos, bombear agua o generar calor por medio de un agitador inmerso en un fluido. Sin embargo, la aplicación que está realizando avances importantes en este aprovechamiento energético, se debe a la producción de corriente eléctrica por medio de un generador. La electricidad puede generarse en corriente continua o en corriente alterna. Los generadores de corriente continua han sido utilizados hace unos años pero están siendo reemplazados por los alternadores. Los generadores de corriente continua tienen escobillas colectoras de carbón que transfieren la electricidad del rotor. Estas escobillas transmiten la potencia eléctrica total generada y requieren un adecuado mantenimiento. Estas máquinas son pesadas, caras y de bajo rendimiento. Estas razones han hecho que los generadores de corriente continua hayan sido desplazados por los alternadores que como su nombre lo indica producen corriente alterna. Cuando se requiere corriente continua, se agrega un rectificador que convierte la corriente alterna en continua tal como actualmente se efectúa en los automóviles. Para la generación de corriente alterna existen dos tipos de máquinas, las sincrónicas y las asincrónicas, las cuales son descriptas a continuación. 7.2. Alternadores Sincrónicos El principio de funcionamiento de los alternadores sincrónicos se puede describir por medio de un arrollamiento como el de la Fig. 7.1 que gira alrededor de un eje. Al girar, corta un campo magnético uniforme B generando en los extremos del arrollamiento una fuerza electromotriz alternativa sinusoidal. Figura 7. 1. Un sistema de m arrollamientos decalados uno con respecto al otro de un ángulo 2π/m producirá m fuerzas electromotrices también decaladas. Este mismo efecto puede lograrse manteniendo la espira quieta y rotando el campo magnético. Para lograrlo se construyen alternadores cuyo rotor contiene pares de polos magnéticos N-S alternativos y según su número se denominan bipolar, tetrapolar o multipolar, Fig. 7.2. Este rotor denominado inductor posee bobinas por las que circula corriente continua de excitación creando los polos sucesivos. 38 En las máquinas chicas estos polos se generan usando imanes permanentes. Estos generadores son generalmente más eficientes ya que no tienen las pérdidas propias de los campos producidos con corrientes eléctricas. En las máquinas de mayor tamaño, los imanes permanentes resultan excesivamente caros pues los imanes son fabricados con costosas aleaciones especiales. También debe tenerse en cuenta que con los imanes permanentes se pierde la posibilidad de controlar la intensidad del campo magnético. Esta característica resulta importante en los generadores eólicos, donde la fuente de energía actúa en forma fluctuante y no obstante es deseable obtener una tensión de salida lo más constante posible. Si el campo magnético es controlable, la tensión de salida puede, dentro de ciertos límites, mantenerse constante. El rotor, ya sea de imanes permanentes o con bobinas de excitación, produce al girar una variación del campo magnético sobre el estator, el cual a su vez induce una corriente. Si el hierro del estator fuera sólido, las corrientes inducidas que lo recorrerían, producirían pérdidas y aumento de la temperatura. Para interrumpir estas corrientes, el estator es construido con chapas delgadas apiladas y aisladas entre ellas. Figura 7.2. El estator o inducido tiene ranuras que enfrentan a los polos del rotor. En estas ranuras se alojan las bobinas inducidas. De un polo N del rotor sale un flujo magnético que luego de atravesar el entrehierro penetra en el estator y se bifurca a ambos lados, recorre el inducido y sale ahora frente a un polo S. Luego de pasar al entrehierro penetra en el rotor cerrando el circuito magnético. Las bobinas inducidas son por lo tanto atravesadas por un flujo magnético que gira con el rotor y genera en cada bobina una fuerza electromotriz alternada. El período T será igual al tiempo necesario para que una bobina del estator sea enfrentada por dos polos sucesivos del mismo nombre. Siendo p el número de polos y n el número de revoluciones por minuto, entonces el período T en segundos es: T= Siendo la frecuencia f = O también n = 120 n. p (seg) 1 n. p = T 120 f .120 p Si la frecuencia es de 50 c/seg y la máquina es tetrapolar, se tiene: 39 n= 50.120 = 1500rpm 4 Este sistema de inductor rotante y bobinas inducidas en el estator tiene la ventaja de permitir un aislamiento eléctrico fácil, debido a que la alta tensión circula por las bobinas fijas. Alternador Sincrónico Trifásico La generación, transmisión y utilización de corriente alterna involucra generalmente circuitos polifásicos y en particular los trifásicos son los más utilizados en generación eólica de potencia. Un sistema trifásico, tiene 3 tensiones de igual voltaje y desplazados en un ángulo de tase de 120º. El sistema trifásico tiene ventajas económicas y de operación y por esta razón son los más difundidos. Consideremos un generador elemental trifásico y bipolar como el de la Fig. 7.3. En el estator existen 3 bobinas a-a, b-b y c-c desplazadas 120º. Figura 7.3. Cuando el rotor está excitado y en movimiento, en las 3 bobinas del estator se generará una corriente trifásica, desfasadas entre ellas por 120º eléctricos. Si el campo produce un flujo sinusoidal, la corriente generada sobre cada bobina también será sinusoidal en el tiempo. Ellas estarán decaladas en 120º eléctricos como resultado de su desplazamiento angular. En la práctica, las bobinas en el estator están distribuidas sobre toda la periferia y conectadas en grupos. De este modo cada bobina a-a, b-b y c-c de la figura anterior, representaría uno de estos grupos. Aplicaciones La turbina eólica con alternador sincrónico puede utilizarse para proveer energía a usuarios aislados o para entregar electricidad a la red de distribución. Para esta segunda aplicación y antes que un generador individual pueda ser conectado a la red, es necesario que alcance la velocidad de sincronismo. Es decir, la frecuencia del 40 generador debe coincidir con la frecuencia de la red, además la secuencia de fase del generador debe corresponder con la red y también la tensión del generador debe ajustarse con la tensión de la red. Este ajuste puede lograrse dentro de ciertos límites, variando la excitación del campo del rotor. En estas condiciones no existe diferencia de tensión entre la red y los terminales del generador y la conexión puede efectuarse suavemente. Una vez conectada, si la máquina tiende a girar más rápido que la velocidad de sincronismo, no podrá hacerlo por la enorme inercia de la red pero estará empujando, entregando energía al sistema y actuará como un generador. Si por el contrario carga el sistema, tendiendo a frenarlo, actuará como un motor tomando energía de la red. En casos de vientos muy intensos, la cupla producida por la hélice puede ser suficientemente elevada como para producir la pérdida del sincronismo. La tensión producida por el generador se desfasa con respecto a la de la red y una corriente excesiva circula por el estator en el momento en que ambas se colocan en oposición de fase con el peligro de recalentamiento. Varios sistemas de control han sido desarrollados para efectuar el suave acoplamiento y luego mantener a la máquina operando como generador. Estos sistemas de control, debido a la variación de la velocidad del viento han resultado bastante complejos y en la actualidad para la conexión de turbinas eólicas se prefiere utilizar generadores asincrónicos con los cuales las conexiones a la red resultan sumamente simples. En la descripción de los generadores asincrónicos se explicará este tipo de conexión. Si bien los generadores sincrónicos ofrecen ciertas dificultades en su conexión con la red, son particularmente adecuados para su uso aislado, donde la exactitud de la frecuencia no sea crítica como en aplicaciones para iluminación, calefacción y algunos motores cuya velocidad de rotación pueda variar dentro de cierto rango. En estos casos la conexión puede efectuarse directamente. Para aquellos que requieran una frecuencia constante, la electricidad generada deberá rectificarse, almacenarse y luego por medio de un inversor generar corriente alterna a la frecuencia requerida. 7.3. Alternadores Asincrónicos Para la descripción del alternador asincrónico o de inducción comenzaremos por el motor asincrónico y luego indicaremos el comportamiento de la misma máquina operando como generador. El estator está constituido por un bobinado similar al del estator del generador sincrónico y para facilitar la explicación lo consideraremos trifásico. El rotor más común es del tipo "jaula de ardilla" Fig. 7.4, que consiste en barras de cobre o aluminio colocadas en correspondientes ranuras del rotor. Cada barra está cortocircuitada en sus extremos por medio de un anillo del mismo material de las barras. 41 Figura 7.4. Jaula de Ardilla Supongamos ahora que el bobinado del estator es conectado a una corriente alterna trifásica. En estas condiciones, cada uno de los tres bobinados del estator produce un campo magnético fluctuante acorde con la corriente que circula por cada bobina. La composición de estos tres campos magnéticos producen un campo resultante que para una máquina de 2 polos, gira con una velocidad angular ω = 2 π f, siendo f la frecuencia de la corriente alterna. Este flujo magnético rotante barre los bobinados del rotor y del estator sobre los que produce fuerzas electromotrices. Estas fuerzas electromotrices actuando sobre las bobinas del rotor jaula de ardilla producen circulación de corrientes que al interactuar con el flujo del estator, generan una cupla. Esta cupla pone en movimiento al rotor hasta su velocidad de operación. Si la impedancia de las barras del rotor fuera solamente resistiva la corriente en las barras y la fuerza electromotriz que la genera estarían en fase. Sin embargo la impedancia es altamente reactiva y la onda de corriente se decala un cierto ángulo α con respecto a la fuerza electromotriz. A medida que el motor aumenta sus revoluciones aproximándose a la del flujo producido por el estator, la frecuencia y la magnitud de la corriente en el rotor disminuyen. Consecuentemente la reactancia del rotor disminuye y por lo tanto disminuye α con lo que aumenta el cos α. La corriente disminuye, el cos α aumenta y como la cupla depende del producto Ic. cos α, ésta podrá aumentar o disminuir según la variación relativa de cada factor. La cupla resultante para un motor de inducción típico está representada en la Fig. 7.5. Figura 7.5. Para velocidad nula la cupla es C0 e irá creciendo con la velocidad de rotación del rotor hasta un valor máximo de Cmax a partir del cual decrece hasta anularse para una velocidad aproximadamente igual a la de rotación del flujo. Por esta razón un motor de inducción no 42 puede arrastrar una carga a la velocidad de sincronismo y debe hacerlo siempre a una velocidad menor. Por esto se lo llama asincrónico. Cuando al motor de inducción se le retira la carga, su velocidad de rotación aumenta hasta un valor aproximadamente igual a la velocidad de sincronismo. Si externamente se proporciona una cupla mecánica que hace girar al eje a una velocidad aún mayor, el rotor irá más rápido que el flujo magnético generado por el estator. Consecuentemente, la fuerza electromotriz inducida en el rotor y la corriente eléctrica que circula en el mismo invierten su sentido, generando energía eléctrica en el estator. Esta nueva situación corresponde a la del generador de inducción que recibe energía mecánica a través del eje del rotor y la transforma en energía eléctrica que ahora es entregada a la red. Como se observa, el estator está siempre conectado a la red eléctrica. Esta suministra la corriente de excitación, fijando la frecuencia de la corriente generada. La forma general de la curva cupla-velocidad de rotación de una máquina asincrónica está dada en la Fig. 7.6. Figura 7.6. Cuando la velocidad de rotación es menor que la de sincronismo ns, la máquina consume energía eléctrica de la red y funciona como motor. Cuando la velocidad supera a ns, la máquina entrega electricidad y su funcionamiento corresponde al de un generador. Aplicaciones El generador asincrónico o de inducción es un equipo robusto y pesado que para igual régimen de vientos produce menos energía que un generador sincrónico. Sin embargo, ofrece significativas ventajas cuando se lo debe utilizar conectado a la red. Su conexión es simple y la frecuencia de rotación la mantiene la línea que con su inercia impide al generador girar a otra revolución que no sea la establecida por la frecuencia de la red. Si hay mucho viento la hélice tratará de girar más rápido pero la enorme inercia de la línea se lo impedirá, resultando una mayor entrega de energía pero siempre a la misma frecuencia. Si por el contrario, hay poco viento, el generador tenderá a disminuir sus revoluciones pero la corriente de la línea lo mantiene girando a su frecuencia operando como motor y consumiendo energía. Para que esto último no ocurra, un dispositivo electrónico aisla al sistema de la red a la que está conectado y solo vuelve a conectarlo cuando las condiciones de viento suficientes se hayan restablecido. Por el contrario, el generador de inducción no puede usarse para instalaciones aisladas pues el estator necesita estar conectado a una fuente capaz de mantener su tensión. 43 CAPITULO 8. DISEÑO DE TURBINAS EOLICAS 8.1. Introducción Numerosas turbinas eólicas han sido diseñadas y construidas para aprovechar la energía del viento, transformándola en energía mecánica que luego es utilizada para bombear agua, calentar un líquido o generar electricidad. Las más tradicionales son aquellas dedicadas al bombeo de agua. Esta aplicación conserva su validez a nivel mundial, debido a su simplicidad y a la adaptación entre la errática disponibilidad del recurso, que permite ir acumulando agua en forma intermitente y los requerimientos del usuario. Los molinos bombeadores de agua son de baja eficiencia pero su diseño multipala le confiere una gran cupla de arranque. Esta cupla les permite comenzar a girar con una débil brisa. El agua bombeada, usualmente de caudal pequeño aún con vientos fuertes, se va depositando en un tanque, desde el que se alimenta un bebedero de animales y también se cubren las necesidades del suministro familiar. Estadísticamente, las calmas totales de viento son muy reducidas y existe en general, abundancia de vientos suaves o muy suaves que son capaces de accionar estos molinos multipalas, logrando de este modo, la provisión casi continua de agua. La energía mecánica producida por el viento, también puede ser utilizada para generar energía calórica, por medio de un agitador inmerso en un tanque de agua. Este medio es muy eficaz para calentar el líquido, ya que la energía mecánica es transformada casi totalmente en calor y solo deberá tenerse en cuenta una adecuada aislación térmica del tanque, a fin de evitar pérdidas. Si bien estas aplicaciones de la energía mecánica descriptas, son de gran interés práctico, en este capítulo nos limitaremos a los diseños de turbinas eólicas capaces de generar energía eléctrica, por ser éste el aspecto de mayor actualidad y con el que se podría contribuir significativamente en la resolución de los problemas energéticos actuales y futuros. Por esta razón, a continuación nos concentraremos en el diseño de turbinas eólicas generadoras de electricidad, contemplando los pasos sucesivos que son necesarios cubrir, para lograr una turbina en funcionamiento. 8.2. Performances de la Turbina La potencia disponible en el viento, habíamos visto en la Sección 4.2, del capítulo 4, es Pd = 1 ρAV∞ 3 2 La potencia disponible, aumenta con el cubo de la velocidad del viento y la potencia captada por la turbina eólica, también crece en forma similar, a partir de una velocidad de arranque, denominada velocidad de corte inferior Vci, Fig. 8.1. 44 Figura 8.1 A partir de esta velocidad, la potencia crece muy rápidamente con el viento, pudiendo llegar a valores extremos durante fuertes tormentas. En principio, la turbina podría ser diseñada para operar en estas circunstancias y resistir estructuralmente la contingencia más exigente, ya que parecería interesante poder generar la mayor cantidad de electricidad en momentos de mucho viento. La máquina resultante, que seria muy robusta, también sería muy cara y es posible que la tormenta para la cual haya sido diseñada, ocurra sólo unas pocas veces, en toda su vida útil. Durante las tormentas, esta turbina generaría mucha electricidad en cortos períodos de tiempo y en el balance global, el incremento de la energía total generada seria insignificante. Para su diseño, es más apropiado limitar la potencia captada a un cierto valor denominado potencia nominal Pn. Esta potencia es generada cuando la velocidad del viento alcanza la velocidad nominal Vn. Al superarse esta velocidad, el sistema de control debe actuar, limitando la potencia generada, a Pn. A partir de entonces, la potencia se mantiene aproximadamente constante hasta una velocidad de alrededor de los 24 m/seg. Esta es la velocidad de corte superior Vcs. En turbinas de cierta potencia, por encima de los 5 kW, si el viento excede esta velocidad Vcs, se requiere un mecanismo especial que detenga la hélice. En el caso de turbinas de eje horizontal con sistemas de control por cambio de paso, la acción correspondiente manda la hélice a posición bandera, y la turbina se detiene. La hélice detenida y en bandera ofrece la menor resistencia aerodinámica y su estructura, en esta posición, debe ser capaz de soportar vientos de hasta una velocidad de supervivencia Vs. En la mayoría de los diseños, Vs se considera igual a 60 m/seg, por estimarse suficientemente elevada para casi toda región de la Tierra. Sin embargo, en algunos lugares especiales como la Antártida o zonas de tormentas ciclónicas se han registrado vientos aún más elevados y para instalaciones en estas regiones debería incrementarte la velocidad de supervivencia a 80 o tal vez 85 m/seg. Estos valores deben ser analizados cuidadosamente ya que el costo de la turbina se incrementa significativamente al aumentar la velocidad de supervivencia. Por otro lado, la medición del viento con anemómetros comunes no resulta muy confiable en este rango de velocidades, donde la precisión de los instrumentos sufren notables distorsiones. Por estas razones, debe evaluarte con prudencia la real necesidad de incrementar Vs en el diseño. Con respecto a la velocidad nominal Vn, su valor numérico depende de la aplicación para la cual está orientada la turbina y con este fin, discutiremos a continuación las instalaciones aisladas en lugares remotos y aquellas instalaciones llamadas granjas eólicas, consistentes en un gran número de turbinas agrupadas, para suministrar energía a la red eléctrica. 45 8.3. Instalaciones Aisladas y Conectadas a la Red En Estados Unidos y Europa, la línea de distribución eléctrica está extendida por todo el territorio y las instalaciones de turbinas eólicas se realizan conectadas a la red para producir el ahorro de combustibles fósiles o para reducir las facturas de electricidad de quienes deciden instalarlas en su vivienda. En cambio, en los países en vía de desarrollo, gran número de potenciales usuarios se encuentran en lugares remotos, donde no llega la línea de distribución eléctrica o donde la distancia entre el usuario y la línea es grande y su conexión sería excesivamente cara. En estos casos, las instalaciones de turbinas eólicas pueden proveer energía eléctrica a los habitantes que hasta ese momento carecían de dicho suministro o lo obtenían mediante el uso de grupos electrógenos, caros e incómodos, por el transporte de combustible que debe realizarse periódicamente. Estas personas viven en su mayoría, en condiciones de vida muy precaria y la llegada de un aerogenerador puede aportarles cierto progreso y confort, cumpliendo también de este modo, una función social. El diseño de las turbinas eólicas también difiere en su concepción según que su aplicación sea para una instalación aislada o para ser conectada a la red. La turbina aislada debe poseer un mecanismo de control de la velocidad de giro de la hélice para que no exceda un determinado valor, aún con vientos muy intensos. Estos sistemas de control han sido descriptos en el Capítulo 6 y son normalmente de cierta complejidad. A diferencia de las instalaciones aisladas, cuando la turbina es conectada a la red, usando un generador eléctrico asincrónico, la misma red, con su gran inercia, fija la frecuencia y por consiguiente la velocidad de rotación del equipo. Si el viento aumenta, la cupla se incrementa pero a una velocidad de giro constante, entregando mayor potencia a una misma frecuencia. Esta mayor potencia está limitada a un cierto valor, ya que la turbina genera hasta una determinada velocidad del viento y si esta velocidad es superada, la turbina se detiene. En las instalaciones conectadas a la red, debe tenerse en cuenta la posibilidad de un corte en la línea, por algún accidente. En estas condiciones, sí aumenta, la intensidad del viento, la turbina se embala pues normalmente no dispone de un sistema de control de revoluciones. Para estos casos se prevé un mecanismo de disparo simple, mediante el cual, si la hélice excede una determinada velocidad de giro, se abren unas aletas de frenado o algún mecanismo similar que la detiene. La turbina queda en esta posición hasta que se haya subsanado el problema en la línea y posteriormente se deben cerrar las aletas para que la turbina comience a operar nuevamente en forma normal. Entre los sistemas conectados a la red, deben distinguirse aquellas instalaciones domiciliarias que un usuario realiza para disminuir su factura de luz y aquellas otras instalaciones múltiples, denominadas granjas eólicas. En los sistemas domiciliarios, ya sean conectados a la red o aislados, el equipo estará instalado en el lugar de residencia del usuario y si bien, para que se justifique la instalación eólica, éste debe estar en una zona de vientos, la velocidad media local puede variar entre valores tan bajos como 3 a 3,5 m/seg hasta 8 m/seg o más. Estas turbinas no son diseñadas a medida para un lugar, sino que deben ser suficientemente aptas para zonas de variada velocidad media, para que puedan ser utilizadas por la mayor cantidad de usuarios posibles. 46 Para cumplir estas exigencias, la velocidad nominal de diseño no debe superar los 9 m/seg y la velocidad de corte inferior, menos sensible en el rendimiento global, puede estimarse entre 3 y 3,5 m/seg. Para las granjas eólicas, la situación es distinta. Una instalación múltiple con muchas turbinas agrupadas en una zona, constituye una central de generación eléctrica que para su mayor rendimiento, debe estar ubicada en un lugar especial con mucho viento, como para justificar una instalación de envergadura. Antes de realizarse la instalación, deberán efectuarse mediciones anemométricas prolongadas, que verifiquen el nivel del recurso eólico del lugar. Con estos datos, se debe analizar la curva de duración del viento en la zona, conjuntamente con la curva característica de funcionamiento estimada del equipo. La curva de funcionamiento incluye los valores de velocidad de corte inferior, cuando la máquina comienza a entregar energía eléctrica y la velocidad nominal del viento, a la que genera la potencia nominal. Para el lugar elegido y con las características de la máquina, se evalúa la energía anual producida. Variando luego la velocidad nominal de diseño de la turbina y la velocidad de corte inferior, se obtiene la turbina óptima, capaz de generar la máxima energía anual, en ese lugar. En estas regiones de vientos intensos y persistentes donde se instalan las granjas eólicas, el cálculo de la velocidad nominal de diseño de las turbinas, normalmente supera los 13 m/seg. 8.4. Estimación de la Potencia Normalmente, en las turbinas eólicas, el costo del Kw instalado disminuye al aumentar la potencia de la máquina. Para potencias de muchos MW, los costos aumentan nuevamente debido a la falta de experiencia en las grandes turbinas, que aún se encuentran en etapa de demostración. Es posible que en el futuro, con el mayor perfeccionamiento de estos equipos, el decrecimiento del costo del Kw instalado pueda ser extendido hacia mayores potencias. Por el momento y por las razones expuestas, para grandes instalaciones se pueden considerar máquinas de 600 kW a 1MW. En esta potencia, el precio internacional es de aproximadamente 1500 U$S/Kw instalado y si suponemos una turbina de 600 Kw de potencia, la inversión inicial será de U$S 900.000. Esta potencia y este costo pueden resultar razonables para grandes emprendimientos, pero no para un pequeño pueblo o para instalaciones en viviendas unifamiliares. En estos casos, se debe estimar la potencia necesaria como para satisfacer los requerimientos específicos del usuario, determinando la potencia en watts de cada equipo, instrumento o luces que se deseen conectar. Esto es fácilmente realizable observando la placa que cada equipo posee, donde se indica potencia, tensión y otras características. Luego, debe estimarse cuantas horas por mes está encendido cada equipo, haciendo un promedio entre los meses de mayor y menor consumo. Multiplicando potencia por tiempo, tendremos aproximadamente la energía requerida. Como ejemplo consideraremos el consumo de una vivienda familiar rural: 47 Potencia Tiempo Energía (Watts) (hs/mes) (kWh/mes) Heladera Luces Luces TV Plancha Otros 200 500 100 120 1000 300 240 150 240 130 12 150 48 75 24 18 12 45 222 Esta familia consume 222 Kwh/mes o sea 2664 kwh/año. Para satisfacer este consumo, consideraremos una turbina eólica de potencia nominal Pn. Para una primera aproximación, se supondrá que la turbina está instalada en una región de vientos que podríamos denominar como moderada. En esta zona la turbina genera anualmente una energía Eg, la cual se considera equivalente a la de la misma turbina, operando a la potencia nominal durante 3000 horas por año. Eg = Pn.3000 El valor estimativo de 3000 hs generando la potencia nominal, es un valor empírico aproximado. Para zona de vientos muy intensos este valor puede elevarse hasta los 4500 hs/año mientras que en zonas de bajos vientos puede considerarse 2000 hs/año. Para el consumo de nuestra familia tendremos entonces: Pn .3000 = 2664 kwh/año de donde Pn = 0,888 Kw que con un pequeño margen, podemos considerar que la turbina requerida es de 1 Kw. Este margen es necesario debido a que si se prevé una cierta acumulación de energía para los períodos de calma, usando baterías, se debe tener en cuenta las pérdidas por carga y descarga. Disponiendo ahora de la potencia, podemos comenzar a definir nuestra máquina eólica. Gran parte del diseño, consiste en realizar una adecuada selección de las características de la turbina y de los elementos constitutivos de la misma, entre las variadas opciones disponibles. Primeramente, se deberá elegir si la turbina es de eje horizontal o de eje vertical. Ambas opciones son válidas y sus ventajas y desventajas han sido descriptas en los Capítulos 4 y 5. Basado en el mayor rendimiento de la hélice de eje horizontal y en la disponibilidad de mayor información y conocimiento de estas hélices, se puede considera que las turbinas de eje horizontal son más recomendables para aplicaciones comerciales, mientras que las de eje vertical tipo Darrieus, estarían más orientadas por el momento para aplicaciones de tipo experimental. Suponiendo que por esta razón se elige una turbina de eje horizontal, deberá luego decidirse si la hélice estará ubicada detrás o delante de la torre. 48 8.5. Ubicación de la hélice En las turbinas de eje horizontal, la hélice podrá ubicarse delante de la torre enfrentando el viento o a sotavento, detrás de la torre. Cuando la hélice está colocada delante de la torre, es necesario poseer algún dispositivo para mantenerla orientada con respecto a la dirección del viento. En máquinas pequeñas suele usarse una cola que actúa como timón. En las de mayor tamaño, la orientación se logra mediante una veleta que detecta la dirección del viento y esta información es transmitida al sistema de control, el cual comanda un motor eléctrico que hace girar la barquilla orientando la hélice. Existe también la posibilidad de disponer de una hélice secundaria pequeña al costado de la barquilla, con palas planas inclinadas a Barquilla 45º con respecto a su plano de rotación., Fig- 8.2. Está hélice tiene su eje perpendicular al eje de la hélice principal. Si el viento incide paralelo al eje de la principal pasa sin producir ningún efecto sobre la hélice secundaria, pero si la dirección del viento cambia, ésta comienza a girar. Con su giro arrastra un mecanismo de engranajes, sin fin y corona, que hace girar toda la barquilla, haciendo que la hélice principal enfrente el viento. Una vez lograda esta posición, la hélice lateral se detiene. Si el cambio de dirección del viento se produce en el otro sentido, como la hélice secundaria tiene sus palas inclinadas 45º, girará en sentido contrario, haciendo nuevamente que la hélice principal enfrente el viento. Generalmente, la hélice secundaria debe dar unas 1000 vueltas para que la barquilla gire 360º. Con esta relación se consigue que la turbina se oriente según los cambios sostenidos, ignorando las pequeñas fluctuaciones en cambios de dirección del viento. Cuando la hélice de la turbina eólica está ubicada detrás de la torre, ésta es capaz de orientarse sola. En este caso es la misma hélice la que actúa como veleta y permite orientar la turbina en forma automática. Esta hélice puede poseer un cierto ángulo de cono para aumentar la cupla de orientación pero frecuentemente es omitido. Si bien este sistema es muy simple y conveniente, se debe tener presente que si después de una calma, el viento comienza a soplar en la dirección que enfrenta la hélice en ese momento, ésta será incapaz de hacer girar la barquilla y la hélice comenzará a girar en sentido contrarío al normal de funcionamiento. En estas circunstancias, sólo una acción manual podrá corregir la situación. Este sistema de orientación pasiva es apto para hélices de diámetro no mayor de 5 m. Para hélices más grandes los cambios de orientación pueden ser excesivamente bruscos, dando origen a esfuerzos giroscópicos muy elevados que flexionan las palas exageradamente, pudiendo llegar a su rotura. 49 Para turbinas grandes con hélice detrás de la torre, normalmente se complementa con la hélice secundaria ya descripta, que regula el cambio de orientación. Si la hélice está ubicada detrás de la torre, las palas reciben una corriente uniforme en todo su recorrido, excepto a la altura de la torre, donde el perfil de velocidades es variable y con mayor o menor turbulencia según el tipo de torre empleada, Fig. 8.3. Esto produce sobre la pala una variación fluctuante de la carga que soporta. Esta fluctuación se transmite al eje de la hélice, generando una excitación de frecuencia igual de número de revoluciones multiplicada por el número de palas de la hélice. Si la hélice está ubicada delante de la torre esta excitación no existe o es mucho menor. Figura 8.3 La posición de la hélice, detrás o delante de la torre no influye apreciablemente en la potencia generada pero cuando la hélice está detrás, los esfuerzos sobre cada pala son significativamente mayores. Una ventaja de la hélice detrás de la torre es que al funcionar, por la presión del viento las palas tienden a arquearse, alejándose de la torre. Por el contrario, en las turbinas con la hélice delante de la torre, la presión del viento flexa la pala acercándola y por esta razón, se requiere que el eje de la hélice sea más largo para aumentar la separación entre punta de pala y torre. Para que este eje no sea exageradamente largo, se suele inclinar el eje de la hélice unos 5º hacia arriba. Cuando la inclinación del eje se realiza en máquinas de orientación libre, con hélice a sotavento y en particular cuando la hélice es bipala, se observa una desviación lateral que puede ser apreciable a bajas revoluciones. Esto se debe a que el ángulo de ataque es distinto según que la pala esté subiendo o bajando. Como consecuencia cuando la pala recorre, por ejemplo, la mitad derecha del disco de la hélice, experimenta sobre sí una mayor o menor fuerza de empuje, que da origen a una componente asimétrica que tiende a cambiar la orientación de la turbina. Este fenómeno ha sido observado con un ángulo de desorientación de hasta 15º. Como resumen de estas consideraciones, podríamos decir que para un equipo chico de hasta 2 Kw y una hélice de diámetro no mayor de 5 m, la hélice ubicada detrás de la torre con orientación libre es una opción atractiva por su simplicidad ya que no requiere ningún mecanismo de orientación ni necesita cola. Para equipos de hasta 10 Kw con hélice de diámetro no mayor de 12 m, la ubicación de la hélice detrás de la torre debe complementarse con la hélice secundaria. También debe tenerse en cuenta que para máquinas chicas o medianas, algunas alternativas son aproximadamente equivalentes en cuanto a pro y contras. Por ejemplo: • • • hélice detrás más hélice secundaria hélice delante más cola y hélice delante más hélice secundaría. 50 Para turbinas más grandes, por los esfuerzos que se generan en las palas, es recomendable que la hélice esté ubicada delante de la torre. 8.6. Multiplicador de la Velocidad de Giro La velocidad de giro de la hélice, está limitada por la velocidad máxima que puede alcanzar la punta de la pala. Por esta razón, el número de revoluciones por minuto de la hélice, resulta por lo general bajo, para mover máquinas eléctricas que giran a 1500 rpm o más. Existen dos alternativas para solucionar este problema. La primera, es diseñar un generador eléctrico de bajas revoluciones acorde con la hélice de la turbina. Por su baja velocidad de giro este generador resulta pesado, caro y de gran diámetro. La segunda alternativa consiste en usar un multiplicador de revoluciones interpuesto entre el eje de la hélice y el generador eléctrico. Cada opción tiene ventajas e inconvenientes. La primera alternativa es atractiva pues con ella se ahorra un elemento intermedio. Sin embargo, después de varias experiencias se ha comprobado que el multiplicador con un generador convencional, es casi equivalente en peso y costo, al generador especial de bajas revoluciones. Por otro lado, cuando el generador tiene una falla y se requiere una reparación o un recambio, como el generador es especial, es necesario esperar su construcción, ya que es usualmente fabricado en series muy pequeñas. Por el contrario, si se usa un generador convencional, su obtención es inmediata y su precio mucho menor. Como la velocidad de giro de la hélice puede aumentar al disminuir su diámetro, es posible pensar en transmisión directa para equipos muy chicos con hélices con diámetros menores de 1 m y para el resto usar un multiplicador. Los multiplicadores pueden estar formados por correas y poleas, cadenas y piñones o por una caja de engranajes. El multiplicador con correas puede construirse con correas dentadas o en V. Las correas dentadas resultan muy caras y como a baja velocidad transmiten una cupla elevada, suelen saltar sobre sus dientes destruyéndose en poco tiempo. Con correas en V, la fricción es elevada pero representa la solución más barata para efectuar la multiplicación. Como periódicamente las correas suelen necesitar un tensado, se puede prever el diseño del multiplicador con un resorte que automáticamente mantenga a las correas con la tensión necesaria. Una importante ventaja de las correas es que absorben les vibraciones. La transmisión con cadenas es más cara que con correas y su lubricación necesita un cuidado especial. También requiere un tensionado periódico. Por último, la caja de engranaje es la solución más cara pero también la más segura y eficiente. Siendo las turbinas eólicas, aparatos que deben funcionar más de 20 años, esta solución parece ser la más recomendable. 8.7. Curvas Características A esta altura del diseño de la turbina eólica, debemos ahora retornar a la hélice. Ya hemos descripto en los Capítulos 4 y 5, como se efectúa su cálculo para una determinada velocidad 51 de viento y para una velocidad de rotación. Sin embargo, esta misma hélice también deberá funcionar adecuadamente para otras velocidades, en condiciones fuera de diseño. Para verificar el comportamiento de esta hélice, existe una alternativa empírica, que consiste en construir la hélice con la posibilidad de ajustar el paso y así poderla ensayar a distintos ángulos. Se monta la hélice con el paso de la punta de pala igual a cero p = 0º, es decir con su cuerda coincidente con el plano de rotación de la hélice. Se observa su comportamiento para una velocidad de viento de 3 a 4 m/s, medido a la altura del centro de la hélice. Es posible que en esta posición, sea incapaz de ponerse en marcha, debido a que su cupla de arranque no es suficiente para vencer la cupla resistente de toda la turbina. Este problema se soluciona aumentando el paso de 2º en 2º hasta que pueda arrancar para esta velocidad de viento. Para disminuir la cupla de arranque de los alternadores, es común desconectarle la excitación del campo en bajas revoluciones y recién conectarla cuando alcanza una velocidad de giro elevada. De este modo, se obtiene una baja cupla resistente para el arranque y como la excitación está desconectada cuando la hélice gira a bajas vueltas se ahorra energía cuando el viento es insuficiente. Una vez superada la puesta en marcha, se deberá verificar que con el, mismo paso del arranque, genere la potencia prevista a la velocidad nominal del viento, para la cual se ha diseñado la hélice. Para medir la potencia, en el caso de generación de corriente continua, se conecta una carga variable con un voltímetro en paralelo y un amperímetro en serie. En el caso de generación en alternase usa wattímetro para obtener directamente la potencia. Si la potencia nominal no es alcanzada y fuera necesario efectuar alguna corrección en el paso, luego se deberá volver a controlar la condición de arranque y tal vez llegar a un compromiso entre la potencia máxima extraíble a la velocidad nominal del viento y la velocidad del viento para poder arrancar. Este método es muy simple pero requiere construir una hélice que posiblemente no resulte la más adecuada, y habrá que construir otra u otras. Si se dispone de una cierta capacidad de cálculo, es más conveniente evaluar la potencia Pc que es capaz de captar la hélice, como se hizo por ejemplo en el Capítulo 4, dividirla por la potencia disponible en el viento y luego evaluar el coeficiente de potencia Cp, Cp = Pc Pd Este cálculo deberá repetirse para varios valores de λ y para pasos de la hélice entre -10º y +20º. La curva que se obtiene es del tipo de la representada en la Fig. 8.4. 52 Curva característica de la hélice Figura 8.4 Para la elección del paso más adecuado se debe observar la curva que alcanza el mayor valor de Cp, pues esto representa mayor eficiencia. Sin embargo, también debe tenerse en cuenta la forma de la curva, eligiendo aquella que en su parte superior sea lo más plana posible. La curva más plana es menos sensible a las normales fluctuaciones del viento. Si la hélice con un paso p = 5º está funcionando en el punto máximo de la curva con λ = 6,3 y Cp = 0,40 con una velocidad de viento igual a 9 m/s, entonces la velocidad de la punta de pala será ωR = λ.V = 6,3 x 9 = 56.7 m/s Si por una fluctuación momentánea de viento, su velocidad decrece, por ejemplo a 7,5 m/seg y en este breve período la hélice por su inercia sigue girando a la misma velocidad, entonces el nuevo valor de λ será: λ= ϖR V = 56.7 = 7.56 7.5 a este valor de λ le corresponde el valor Cp = 0,34, y con ello la caída del coeficiente de potencia es del orden del 15%. Haciendo el mismo análisis para la curva de p = 0º supuesta también operando en su punto máximo con λ = 4,5 y Cp = 0,42. En estas condiciones ωR = λ V = 40,5 m/seg. Suponiendo la misma disminución de la velocidad del viento a 7,5 m/seg λ= ϖR V = 40.5 = 5.4 7.5 y el correspondiente coeficiente de potencia es Cp = 0,20. Es decir, que ahora el rendimiento cayó más del 50%. El efecto sobre la potencia es muy fuerte pues decrece simultáneamente la velocidad del viento y el rendimiento de la hélice. En cambio, cuando por una fluctuación del viento, éste aumenta su velocidad, el efecto sobre la potencia se compensa aproximadamente. Estas consideraciones deben tenerse en cuenta para elegir el pago de funcionamiento de la hélice. Normalmente, se llega a un compromiso entre el paso que pueda lograr el mayor Cp y la forma más achatada de la curva característica. 53 8.8. Casos de Carga sobre la Estructura Una turbina eólica está sometida a variados estados de cargas, los cuales son originados por los esfuerzos que el viento produce sobre la turbina y la interferencia entre los distintos elementos que la componen. El viento incide sobre la hélice produciendo una potencia aprovechable pero a su vez genera esfuerzos que deben ser resistidos estructuralmente. Las fuerzas y momentos que la hélice transmite al eje principal, al multiplicador, al generador, a los mecanismos de control, a las vigas de la barquilla y que finalmente actúan sobre la torre y la fundación que la soporta, son el punto de partida para el cálculo estructural y su conocimiento es de fundamental importancia. Como el viento es esencialmente variable y acompañado de ráfagas diversas, es necesario prever casos típicos de operación y la frecuencia con que ellos se presentarán durante la vida útil del aparato, contemplando especialmente los casos más severos admisibles. Además, para una hélice con palas de paso variable, deberá considerarse el ángulo de paso para los diferentes modos de operación. Para tener en cuenta todas las situaciones de carga, se calculan los esfuerzos aerodinámicos producidos por un viento uniforme y a estos se le superponen las acciones de la gravedad y de la fuerza centrífuga. De este modo, se puede determinar el empuje y la cupla total de la hélice. Para el estudio de los casos de carga se han utilizado como orientación las normas empleadas por el Comité Nacional Sueco para el Desarrollo de Fuentes de Energía y las normas de la Universidad de Stuttgart en Alemania. 8.9. Diseño de la Torre La turbina eólica en funcionamiento normal, tiene inevitablemente ciertas vibraciones que son transmitidas a la torre y es importante que ésta actúe como amortiguador y no como amplificador de ellas. Numerosos accidentes espectaculares han sido registrados por resonancia, al coincidir la frecuencia de excitación con la frecuencia natural de la torre. Por lo general, estos accidentes concluyen con la turbina destruida en el suelo. Para evitar estos hechos, es necesario que las frecuencias naturales de la torre y en particular su primer modo en flexión, estén suficientemente alejados de las frecuencias de las cargas cíclicas que excitan la estructura a vibraciones. En el proceso del diseño, primero se debe analizar el origen de las cargas y determinar las frecuencias de las mismas y luego, conociendo estos valores, calcular una torre con frecuencias naturales fuera del rango de las excitaciones. Empezaremos por el estudio de las cargas cíclicas que principalmente son debidas a las siguientes causas: • Existencia del perfil de velocidades de viento en la capa límite terrestre. Fig. 8.5. Cuando la hélice de una turbina de eje horizontal gira, sus palas reciben una corriente de aire cuya velocidad aumenta al subir y disminuye al bajar. Cada pala está excitada una vez por revolución y por lo tanto su frecuencia angular es 54 ϖ1p = nh .π 30 donde nh es el número de revoluciones por minuto de la hélice. Figura 8.5 Toda la estructura, incluida la torre, estará excitada a una frecuencia igual al número de revoluciones por el número de palas de la hélice. ϖ 1e = N • n h .π 30 Sombra de la torre, Fig. 8.3. Cuando en una turbina de eje horizontal, la hélice va colocada detrás de la torre, cada vez que una pala pasa por su posición vertical inferior cruza la estela de la torre recibiendo una perturbación por la variación de la velocidad del aire que atraviesa. La frecuencia angular de esta perturbación, excita a la pala en ϖ 2 p = ϖ 2e = • n h .π N 30 n h .π y a la estructura en 30 Fuerza de gravedad. Actúa sobre cada pala una vez por revolución, Fig. 8.10. Figura 8. 6 • Ráfagas. Producen excitaciones aleatorias de variadas frecuencias. • Cambio de dirección del viento. En este caso el disco de la hélice está oblicuo con respecto al viento y por lo tanto, si la velocidad de la pala en su posición vertical superior, se suma con el componente de la velocidad del viento, en su posición inferior se resta. Este hecho produce un esfuerzo variable sobre la hélice, similar al correspondiente a la capa límite, sólo que su efecto está decalado 90º. 55 • Desigual peso de las palas. El desbalanceo de las palas puede reducirse a valores muy pequeños pero es imposible eliminarlo completamente. Además, durante el uso, la hélice sufre deformaciones y deposiciones que contribuyen al desigual peso de las palas y la estructura sufre una excitación de ϖ 6 e = n h .π 30 Para una hélice de revoluciones nominal nh = 100 rpm y máxima nh = 150 rpm, se tiene que la excitación de la pala es: ωp = mínimo 0 ωp = nominal 10,47 rad/seg = 1,67 c/seg =100 rpm ωp = máximo 15,71 rad/seg = 2,5 c/seg =150 rpm para la estructura ωe = mínimo 0 ωe = nominal 20,94 rad/seg = 3,33 c/seg =200 rpm ωe = máximo 31,42 rad/seg = 5 c/seg =300 rpm Estos valores indican que en el arranque o detención las frecuencias barridas van de 0 a 5 ciclos por segundo (0 a 300 rpm). Una vez conocidas las frecuencias de las vibraciones posibles, es prudente diseñar la torre con su primer modo en flexión por encima de las frecuencias de excitación. De esta forma nos aseguramos que nunca habrá coincidencia entre elemento excitante y frecuencia de la torre. Las primeras turbinas eólicas fueron diseñadas usando este criterio, con el cual resultaron todas muy rígidas, del tipo de barras reticuladas, como el MOD-0.de NASA. Estas torres rígidas eran muy pesadas y caras por lo que posteriormente se optó, por un diseño denominado de torres blandas. Estas torres tienen su primer modo de flexión igual a 0,7 de la frecuencia de rotación nominal de la hélice y por ello en el momento de arranque de la turbina, cuando su velocidad de rotación pasa por la frecuencia de resonancia de la torre se producen oscilaciones, que luego se suavizan y en condiciones de funcionamiento normal no se ven afectadas. Las torres resultantes son mucho más livianas y su estructura típica es del tipo de tubo cilíndrico, con o sin tensores. Las torres resultantes, tanto las rígidas como las blandas que cumplen con las exigencias establecidas sobre frecuencia, resultan suficientemente resistentes para los esfuerzos estéticos a que se pueden ver sometidas. De todos modos es conveniente efectuar un cálculo estructural para verificar su resistencia. Por su parte, la evaluación de los distintos modos de frecuencias de la torre deben calcularse con suficiente exactitud usando métodos elaborados, pues los cálculos simplificados tienen un margen de error amplio que pueden inducir a peligrosos acoplamientos entre la excitación y la resonancia natural de la torre. 8.10. Fundación del Generador Eólico El cálculo de la fundación de un generador eólico depende de la configuración de la torre. Si ésta es cilíndrica y autoportante sin tensores, la fundación consiste en una estructura de hormigón armado central con tomas que permiten abulonar la base de la torre. Si es cilíndrica con tensores no muy abiertos, también se puede considerar una estructura central de hormigón que incluya en su misma plataforma las tomas de los tensores. En cambio, si los tensores forman con el suelo un ángulo de 30º a 50º, la fundación normalmente consta de una pequeña base de apoyo central y tres bases más importantes, equidistantes del centro, donde van anclados los tensores. 56 El diseño de la base o bases de hormigón armado es relativamente simple conociendo las cargas a que estará sometida la turbina. Para el cálculo de la fundación, la condición de carga más importante corresponde al funcionamiento nominal, con la hélice girando a la velocidad de rotación nominal, con velocidad de viento nominal y generando la potencia nominal. En esta situación debe calcularse la resistencia o arrastre que produce la hélice más el empuje del viento sobre la torre combinado con el peso de la barquilla y de la torre misma. El caso siguiente a considerar es con velocidad de viento máximo de supervivencia y hélice detenida. Para turbinas de eje horizontal con hélice de dos palas, la situación más severa se experimenta cuando la hélice detenida está en posición horizontal. La determinación adecuada de estos casos de carga permiten conocer las fuerzas y momentos máximos a que estará sometida la base que soporta a la turbina. En general estas condiciones estáticas son suficientes para el cálculo de la fundación. No obstante, en lugares de vientos con muchas ráfagas se suelen incrementar en un 25% los valores de las cargas estáticas para tener en cuenta estas ráfagas. 57 CAPITULO 9. EVALUACIÓN ECONÓMICA DE LAS TURBINAS EÓLICAS 9.1. Introducción El hombre ha utilizado el viento como fuente de energía durante miles de años, hasta que la aparición de la máquina a vapor y el motor a explosión desplazaron a los molinos de viento. En épocas de combustibles baratos era imposible competir con la generación eléctrica de las centrales térmicas y recién a partir de la crisis energética de 1973, al aumentar el precio del petróleo, la energía eólica comenzó a recobrar importancia. El aumento del precio de los combustibles fósiles por un lado y el avance tecnológico por el otro, permitió la construcción de perfeccionadas turbinas de viento que empezaron a generar electricidad a precios razonables. La energía del viento comenzó entonces a desarrollarse por una razón fundamental: El costo de la energía generada con turbinas eólicas empezaba a ser comparable con la generada a partir de las fuentes convencionales y con una tendencia de costos decreciente en el tiempo. Este hecho reveló que la clave del éxito futuro de la energía eólica, dependía de la posibilidad de generar dicha energía, a precios más bajos. Por este motivo, es importante presentar un estudio comparativo de costos de generación eléctrica con turbinas de viento y con los otros recursos posibles para cada circunstancia y región particular. Se podrá entonces visualizar el comportamiento actual y futuro de toda una industria que se está desarrollando sobre la base de turbinas eólicas, que en zona de vientos razonables podrán generar electricidad a menores costos. 9.2. Casos de Comparación En la actualidad, la energía eléctrica es producida principalmente en centrales hidroeléctricas, centrales nucleares y centrales térmicas que aportan su energía a redes de distribución nacional. Sin embargo, en países extensos y con baja densidad de población existen localidades aisladas que por su distancia no pueden conectarse a la red eléctrica. Algunos de estos pueblos están provistos de motogeneradores Diesel para satisfacer sus propias necesidades pero debido a su aislamiento, la provisión de combustible es un verdadero problema y deben restringir el consumo a unas pocas horas por día. Es indudable que estas poblaciones están ansiosas de poder contar con una fuente de energía adicional como la que podrían proveer las turbinas eólicas, ya sea para trabajar en paralelo con el motogenerador o en forma independiente. De acuerdo con estas circunstancias, la utilización de la energía del viento puede ser considerado para 3 casos distintos: 1º Caso: utilización en viviendas aisladas, escuelas, puestos policiales y repetidoras de telecomunicación en lugares remotos. Los equipos eólicos necesarios serán de baja potencia, del orden de 1 KW, y se comparará el precio de la energía producida, con un motogenerador de potencia similar. 2º Caso: Utilización en localidades aisladas para proveer energía a grupos de vivienda o para chacras o estancias. La turbina eólica adecuada para este uso es de 10 KW y se la comparará con un grupo electrógeno, también de 10 KW. 58 3º Caso: Utilización de turbinas de viento de 80 KW, agrupadas en granjas eólicas para entregar energía a la red. El costo del KWh así generado será comparado con el precio del KWh de la línea. En este caso, también se tendrá en cuenta el costo de distribución de la electricidad. 9.3. Costos de la Energía Generada con el Viento Para el cálculo del costo de la energía generada en U$S/KWh, se considera el costo del capital, el costo de operación y mantenimiento, el costo ocasionado por impuestos y cargos varios y el costo de las baterías, cuando estas se requieran. Para el costo del capital Cc, se evalúa primeramente la siguiente expresión: Pa = C i 1− 1 (1 + i ) N Esta fórmula tiene en cuenta el interés anual y la amortización del capital que representa el equipo siendo Pa = cuotas anuales de igual monto durante N años en U$S C = capital en U$S i = interés anual (para 10%, i = 0,10) N = años de vida útil. Para las turbinas eólicas se considera 20 años. El costo de capital Cc, en U$S/KWh será: C c = Pa Ea donde Ea es la energía anual generada por el equipo en Kwh. Como este valor Ea no se conoce anticipadamente se puede estimar haciendo. Ea = PN fc . 8760 donde PN = potencia nominal del equipo en KW fc = factor de carga que representa el porcentaje de horas en funcionamiento de la turbina a potencia nominal para generar la misma energía Ea. Este factor fc, es función de la velocidad del viento V, de su distribución anual y también de la curva característica del equipo, P = P (V), P = potencia. Para turbinas de buena calidad la N.A.S.A. ha determinado empíricamente una curva aproximada que se ha graficado en la Fig. 9.1. 8760 = número de horas en un año. 59 Figura 9.1 Para operación y mantenimiento se considera un 2% anual de la inversión y por impuestos y otros gastos se adiciona el 1% anual de la inversión. Por lo tanto OM = I= C.0,02 operación y mantenimiento Ea C.0,01 Ea impuestos y otros gastos Para las baterías se tiene Cb = B Ea i 1− 1 (1 + i ) N donde B, es el costo de las baterías que se estima en un 10% del costo del equipo y n es el número de años de vida útil de las baterías que se considera igual a 5 años. Sumando, el costo final Cf del KWh generado con la turbina eólica en U$S/KWh es: B C i i . Cf = + 0.02 + 0.01 + 1 Ea Ea 1 − 1 1− (1 + i ) N (1 + i ) N 60 El costo de un aerogenerador de 1 KW instalado es aproximadamente de U$S 4.000, el de una turbina de 10 KW es U$S 25.000 y el de una turbina de 80 KW es U$S 96.000. Aplicando la formula se obtiene V (m/s) 3,5 4 5 6 7 8 9 10 fc 0,09 0,15 0,27 0,39 0,51 0,63 0,755 0,877 Cf 1 KW 0,88 0.528 0,293 0.202 0.155 0.125 0,105 0,09 (U$S/KWh) 10 KW 0,55 0,33 0,183 0,127 0,097 0,078 0,066 0,056 80 KW 0,264 0,158 0,088 0,061 0.047 0,037 0,032 0,027 Estos valores, graficados en la Fig. 9.2, muestran la disminución del costo del KWh generado, con el aumento de la velocidad media del viento y también puede observarse que este costo disminuye al incrementarse la potencia de la turbina de 1 a 80 kW. Figura 9.2 9.4. Costos de la Energía Generada con Grupos Electrógenos Para la evaluación del costo de la energía generada con grupos electrógenos se tiene en cuenca el costo del capital, operación y mantenimiento y el costo del combustible utilizado. El costo del capital incluye la amortización del mismo en los cuatros años de vida útil del grupo más el interés sobre el capital del 10% anual. El equipo trabaja 6 hs diarias los 365 días del año. Por lo tanto el tiempo de funcionamiento anual será t = 2190 hs. El costo de la energía debido al capital es Cc = C . PN .t i 1− 1 (1 + i ) N 61 Para operación y mantenimiento se considera estadísticamente un 2% anual del precio del equipo OM = C.0,02 PN .t En el costo de combustible se debe diferenciar las localidades próximas a una estación de servicio, proveedora del combustible a precio fijo en toda la República Argentina y aquellos que deben transportarlo distancias a veces considerables o a lugares muy apartados, difíciles de llegar. En este último caso el costo del combustible será mucho más elevado pero variable para cada caso, según cuan apartado se encuentre el usuario. En este trabajo solamente consideraremos el caso más económico en el cual el combustible está disponible en una estación de servicio próxima y el costo del combustible será: C comb = donde Cons Pcomb PN Cons . Pcomb PN = consumo de combustible en lt/h = precio del combustible en U$S/1t = potencia en KW Sumando el costo del capital, operación y mantenimiento y combustible se obtiene el costo de generación con grupos electrógenos: Cons.P C i comb . Cf = + 0.02 + 1 P PN .t N 1− (1 + i ) N Para efectuar la comparación con los casos estudiados de las turbinas de viento, consideraremos los siguientes equipos: Grupo Electrógeno 1,25 KVA Este equipo servirá de comparación con el aerogenerador de 1kW. En el mercado local se dispone de grupos VILLA o WINCOLUX de 1,25 KVA. Este equipo genera 1 KW de potencia en corriente alterna de 220 V y usa un motor a nafta de 4,5 HP que consume 1,5 lt/h. El precio del equipo es U$S 1166, habiendo usado la cotización del dólar oficial, tipo comercial para su conversión a dólar. La nafta común que usa este equipo cuenta 0,406 U$S/lt. Para la evaluación del costo del KWh generado se utiliza C PN t N i = 1166 U$S = 1 KW = 2190 hs = 4 años = 0,10 62 Cons = 1,5 lt/h Pcomb = 0,406 U$S/lt Usando la formula (2) del costo, se tiene Co = 0,788 U$S/kWh En la Fig. 9.3 se han graficado el costo de la energía generada con un aerogenerador de 1kW y con el motogenerador también de 1kW. Puede apreciarse que cuando en un lugar la velocidad media del viento es menor que 3,6 m/s, resulta más conveniente el motogenerador pero para todas aquellas regiones donde la velocidad media del viento excede este valor, el aerogenerador resulta más económico. Fig. 9.3 Grupo Electrógeno de 13 KVA Este equipo servirá de comparación con la turbina eólica de 10 KW. En el mercado local se dispone del grupo Bounous – Fenk de13 kva. Este equipo genera 10 KW de potencia en corriente alterna de 220/380V y tiene un motor gasolero de 20 HP que consume 6 lt/h. El gas- oíl cuesta 0,214 U$S/lt. El precio del grupo electrógeno es de U$S 5125 y la vida útil estimada es de 4 años trabajando 6 hs. por día. Para la evaluación del costo del KWh generado se utiliza C PN t N i Cons Pcomb = 5125 U$S = 10 KW = 2190 hs = 4 años = 0,10 = 6 lt/h = 0,214 U$S/lt 63 Usando la fórmula (2) Co = 0,207 U$S/KWh En la Fig. 9.4 se han graficado el costo de la energía generada con la turbina eólica de 10 kW en función de la velocidad media del viento y el costo de la energía generada con el grupo electrógeno. Para una región con una velocidad medía de viento menor de 4,8 m/seg resulta más conveniente el grupo electrógeno pero para todos aquellas regiones donde la velocidad media del viento excede este valor, la turbina eólica resulta más económica. Figura 9.4 Generador de Potencia La comparación de costos de la energía para potencias de 1 y 10 KW ha sido considerada pensando en usuarios de localidades remotas y con cierto grado de aislamiento. Las turbinas eólicas de mayor potencia se usan para explotación de gran escala constituyendo las denominadas granjas eólicas donde se instalan grupos de máquinas en regiones reconocidas por su viento intenso y persistente. Normalmente la ubicación de estas granjas se efectúan en lugares seleccionados cuidadosamente y luego de adecuadas mediciones anemométricas. En el caso de la turbina de baja potencia, menor de 10 KW, el equipo se instala donde vive el usuario y que se considera aceptable si la velocidad media anual del viento supera los 4 m/seg. En cambio para las granjas eólicas se elige el lugar mas propicio y allí la velocidad media deberá superar los 10 m/seg. Las granjas eólicas se han desarrollado principalmente en California donde alguna de ellas cuentan con varios miles de turbinas en funcionamiento y la potencia media de estas máquinas es actualmente alrededor de 80 KW. Estas granjas generan energía eléctrica a partir del viento y la entregan a la red de distribución tal como lo hace una central hidroeléctrica o una central térmica. Para este caso de instalación de turbinas eólicas de potencia, el costo del KWh generado a partir del viento será comparado con el costo de la energía que una Compañía Eléctrica (CE). Para una comparación válida, al costo del KWh generado por la turbina eólica deberá agregarse el costo de distribución de la electricidad. El precio del KWh residencial facturado por la CE es aproximadamente de 0,058 U$S. 64 En la Fig. 9.5 se han graficado la curva del costo del KWh eólico y la del KWh de la CE. Estos se cruzan para V = 6,2 m/s. Agregando al valor del KWh eólico el gasto de distribución, podemos considerar el cruce a V = 6,5 m/s. En la Patagonia existen regiones de viento con velocidades medias de 8,9 y hasta 11 m/seg. En estos lugares el KWh eólico costaría del orden de los 3 centavos de dólar. Figura 9.5 9.5. Conclusión En algunas consideraciones sobre las ventajas de la energía eólica se puede afirmar que no produce contaminación ambiental. También se puede afirmar que las turbinas de viento no consumen los ya escasos combustibles fósiles y en el largo plazo esta razón será decisiva. Sin embargo, la razón actual por la cual las turbinas eólicas se están construyendo y vendiendo en casi todo el mundo, es porque la energía generada con el viento puede resultar más económica y ambientalmente favorable que la generada por otros medios. 65