TRABAJO LIBRE TITULO Juegan Todos: un patio para jugar por jugar EJE TEMÁTICO 8. Quehaceres despatologizantes en la clínica, la educación y las políticas públicas 8.1. Recuperar el juego para posibilitar las infancias AUTORAS Lic. María Cecilia Luna; mail: [email protected]; DNI: 26.255.172. Psicóloga UBA. Diplomada en Psicoanálisis Contemporáneo, UAI. Participante Hacer Tiempo, grupo interdisciplinario. Trabaja en clínica psicoanalítica con niños y adolescentes, en el ámbito público y privado. Docente en nivel superior en Carrera Psicopedagogía y Profesorados. Psicóloga de planta permanente con cargo según Carrera Hospitalaria en Hospital Subzonal Capredoni, Servicio de Pediatría y Centro de Rehabilitación Integral, Equipo de Pediatría: ciudad de Bolívar, Pcia. de Buenos Aires. Lic. María Sol Gutiérrez; [email protected]; DNI: 34.126.087. Psicopedagoga, UFLO. Participante Hacer Tiempo, grupo interdisciplinario. Trabaja en clínica psicopedagógica con niños y adolescentes, en el ámbito público y privado. Orientadora educacional en el nivel educativo primario. Docente en nivel superior en Carrera Psicopedagogía. Psicopedagoga en Hospital Subzonal Capredoni, Servicio de Salud Mental y Centro de Rehabilitación Integral, Equipo de Pediatría: ciudad de Bolívar, Pcia. de Buenos Aires. ANTIGÜEDAD DE LA EXPERIENCIA O INTERVENCIÓN En el año 2017 hicimos 5 encuentros de la propuesta que llamamos “Noche de Juegos de Mesa”, cuya lógica se mantiene en Juegan Todos: modalidad reinventada, jerarquizada y reorganizada fundamentalmente para ampliar su alcance, que venimos realizando en este 2018. 1 ABSTRACT El propósito de este trabajo será transmitir y reflexionar sobre la experiencia Juegan Todos, creada a partir de referencias conceptuales que han tendido puentes entre el Psicoanálisis y la Psicopedagogía. Es una actividad que se realiza en espacios recreativos, en los que se propone jugar Juegos de Mesa. "Abrimos un patio" en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, y vinieron a jugar alrededor de 200 personas, chicos, adultos, abuelos. Se produjo un encuentro, intergeneracional, de cuerpo presente, donde la actividad acontecida se sustrajo de la lógica mercantilista. Jugamos por jugar, produciendo subjetividad, sin la sombra de la amenaza de la exclusión porque no era una competencia. Los juegos reglados posibilitan construir y mantener actitudes reflexivas y creadoras; desarrollar habilidades en relación a la toma de decisiones y a la capacidad de análisis; fortalecen la tolerancia a la frustración; crean un espacio de convivencia; impulsan la cooperación y el trabajo en equipo; reivindican la importancia de las reglas, como límites saludables. Consideramos nuestra propuesta Juegan Todos como experiencia subjetivante en tanto invitamos a jugar, generando un escenario propicio para hacer lugar a lo más espontáneo del ser humano, y que de allí devenga riqueza psíquica. Palabras clave: Psicoanálisis - Psicopedagogía – Juegos de mesa – Intervención social subjetivante. 2 DESARROLLO DEL TRABAJO “Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, Tiempo de jugar que es el mejor”. Ma. Elena Walsh, Marcha de Osías A continuación presentaremos una propuesta de actividad que consideramos constituye una experiencia subjetivante (Janin, 2013) y que se puede ubicar como experiencia cultural (Winnicott, 1971). La hemos creado a partir de una serie de referencias conceptuales que han tendido puentes entre el Psicoanálisis y la Psicopedagogía, a partir de encuentros de lecturas y reflexiones en torno a la clínica, en el marco de Hacer Tiempo, equipo de trabajo que integramos, en la ciudad de Bolívar, Provincia de Buenos Aires. Hacer Tiempo es un nombre que surge de la expresión de la vida cotidiana que nos remite a la maravillosa posibilidad de crear tiempo, lo que desliza a: hacer tiempo para pensar, escuchar, jugar, crecer, alargar los buenos momentos, descansar, producir, andar más despacio, más rápido. Hacer pasado, hacer presente y hacer futuro. Y así podemos seguir. Hacer tiempo, según diccionario DRE, es: Entretenerse esperando que llegue el momento oportuno para algo. El Psicoanálisis desordena la recta entre antes y después. Y eso da lugar al tiempo como creación. Nuestra invención constituye una puesta en escena de los juegos de mesa, que tomó la forma que intentaremos comunicar en el presente trabajo. El juego es la ocupación preferida y más intensa del niño (Freud, 1908), constituye al niño en el lugar de la infancia. Son niños porque juegan o juegan porque son niños. ¿Hay infancia cuando un niño es obligado a trabajar? El despliegue del juego posibilita para el niño un lugar en la infancia. Nos interesa tomar las conceptualizaciones acerca del jugar porque sí (Winnicott, 1971), revistiéndolo con la seriedad que el niño le imprime cuando crea ese nuevo orden en que se insertan los asuntos de su mundo (Freud, 1908). Distinguimos “jugar” de “juego”, como lo propone Rodulfo (1989), el verbo indica el carácter de producción, el juego es el producto de cierta actividad. 3 Asimismo, es posible ubicar el alcance de las funciones del jugar a lo largo de la vida, sosteniendo desde estas referencias conceptuales señaladas, el nexo entre el jugar y el fantaseo, entre juego y actividad creadora. Jugar también implica el despliegue de estrategias y habilidades cognitivas. A partir de la curiosidad y el juego, es posible interactuar y conocer activamente el mundo circundante (Piaget, 2000), lo cual promueve aprendizajes. El juego es fundamental para el desarrollo integral de los niños, en tanto se vincula con otros planos solidarios con él, como la creatividad, la solución de problemas, el aprendizaje de roles sociales. Tomando al jugar como punto de partida, desde su puesta en valor por parte de la Psicopedagogía y el Psicoanálisis, gestamos un espacio – tiempo de producción subjetiva orientado hacia el lazo social. Jugar con otros es la excusa que hace lugar y tiempo para que los sujetos se enlacen resistiendo a la lógica de la mera circulación de objetos propia de las prácticas de consumo. Estamos transitando una época en la que el entretenimiento está fuertemente dominado por la lógica del consumo y la tecnología (video-juegos, tablet, celular, play station). Lo que no es sin consecuencia en cuanto a la subjetivación de los niños de esta época. Juan Vasen (2000), señala cómo el marketing, telón de fondo de las pantallas, interviene en la construcción de la infancia, produciéndose una colonización cultural que puede convertirse en alienación, en tanto las expresiones de los chicos hacen eco de personajes animados, y con dificultad pueden apropiarse de lo que dicen, e implicarse allí. Juegan Todos es una alternativa donde lo que prevalece en la escena son juegos de mesa, convocando a jugar a niños, jóvenes y adultos. Invitamos a toda la comunidad a través de diferentes vías de comunicación y activando redes institucionales y sociales, para lo cual desarrollamos estrategias específicas de difusión. Contamos con la colaboración de un Club que habilita el uso de sus instalaciones. Se proponen más de sesenta juegos reglados, este material se distribuye en una infraestructura montada ad hoc, delimitando sectores para jugar: primera infancia; juegos de mesa para la familia, los amigos; y espacio para juegos que requieren mayor intimidad y concentración, promoviendo un recorrido dinámico por estos espacios. Un equipo de coordinadores regula la actividad apostando a que cada acto, cada conducta se transforme en 4 acontecimiento, en experiencia. Hay roles vinculados a la oferta del material y a la invitación al armado de escenas de acuerdo a las características de los juegos. Acompañando el jugar, se acercan mediadores y facilitadores de las reglas de juego, respondiendo de acuerdo a cómo se estructuren posibles situaciones de demanda. La actividad toda se sustenta sobre la base de la solidaridad, por parte de los organizadores, colaboradores y entidades de la sociedad civil que nos acompañan, para que su materialización sea posible y la participación de la comunidad sea libre y gratuita. De acuerdo a las habilidades cognitivas puestas al servicio de los juegos, establecimos una clasificación. Si el material de los juegos involucra objetos a los cuales podemos reunir o separar por sus semejanzas o diferencias, los clasificamos dentro de la categoría de juegos de razonamiento lógico matemático (Ana María Radrizzani Goñi y Ana González, 1993): “¿Quién es quién?”, “Rummy”, “La Macarena”, “Burako”, son algunos títulos. “Reverso”, “Cinco en línea”, “Batalla Naval” son juegos que para su resolución requieren del razonamiento infralógico (Ana María Radrizzani Goñi y Ana González, 1987). Las operaciones infralógicas espaciales tratan a los objetos continuos, los cuales pueden ser partidos, ordenados, se centran en las relaciones de vecindades o distancias espacio- temporales. Hay juegos, donde los participantes ponen en juego el conocimiento adquirido en un contexto cultural determinado, así “El Erudito”, “Carrera de mentes”, “El Melómano”, “Ciudadano Ilustre” para nombrar algunos, los clasificamos dentro de juegos de conocimiento y cultura general. Llamamos juegos de percepción visual, a aquellos que requieren de la capacidad de analizar y procesar de manera simultánea una variedad de estímulos visuales para integrarlos en una categoría que los incluya, por ejemplo, “Triple Bongui”, “Pictureka”, “Dabble”. Otra posibilidad que brindan los juegos de mesa, es jugar con las palabras, por ejemplo “Taboo”, “Pictionary”, “Blef”, “Rapigrama”, para los cuales se requiere disponer de conocimiento léxico como de un conjunto de habilidades para el procesamiento verbal. Por último, nombramos a los juegos de roles: son aquellos que si bien requieren del despliegue de variadas estrategias, el participante ha de posicionarse en un rol determinado. 5 La propuesta de jugar juegos de mesa hace resurgir la dignidad del entretenimiento, deslizando el sentido de este término hacia el valor de divertirse, hacer algo más llevadero. Se trata de entretenerse con otros, hacer tiempo con otros, de manera que ese tiempo devenga “su tiempo”. "Abrimos un patio" en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, y vinieron a jugar alrededor de 150 personas, chicos, adultos, abuelos. Se produjo un encuentro, intergeneracional, de cuerpo presente, donde la actividad acontecida se sustrajo de la lógica mercantilista. Jugamos por jugar, produciendo subjetividad, sin la sombra de la amenaza de la exclusión porque no era una competencia. Hay producción subjetiva, que no tiene un valor mensurable con las leyes del mercado. Entendemos el jugar como fuerza productiva que produce subjetividades (Untoiglich, G. 2017). Se instituye un tiempo que se sustrae a la obligación de la productividad en términos del capitalismo, ofreciendo otros modos de lazo, en un escenario en el que el lugar está asegurado. La práctica de los juegos reglados posibilita construir y mantener actitudes reflexivas y creadoras; desarrolla habilidades en relación a la toma de decisiones y capacidad de análisis de una determinada situación; fortalecen la tolerancia a la frustración; crean un espacio de convivencia; impulsan la cooperación y el trabajo en equipo; reivindican la importancia de las reglas, como límites saludables. Entendemos respecto de las reglas que son una construcción del sujeto, hacen posible las interacciones por el sentido compartido que conllevan; el ordenamiento de la dinámica entre quienes juegan se construye en el jugar, y a partir del movimiento del sujeto en la constitución de esa legalidad. Consideramos nuestra propuesta Juegan Todos como experiencia subjetivante en tanto invitamos a jugar, generando un escenario propicio para hacer lugar a lo más espontáneo del ser humano, y que de allí devenga: creatividad, fantaseo, reflexividad, encuentro con otros… riqueza psíquica. Para seguir pensando: Juegan Todos y la escuela . La escuela es un escenario a repensar, para el que podemos esperar que sea un espacio de constitución de subjetividades, sustrayéndole objetivos 6 asociados a producir condiciones de adaptación a la lógica del mercado altamente competitiva (Janin, 2013). Jugar y aprender pueden conciliarse y pensarse entramados en espacios de aprendizaje, y específicamente, en escenarios educativos. Nos interesa resaltar la caracterización del jugar como un hacer “sin riesgo”, en tanto hay un desentendimiento de la utilidad y los resultados, por lo tanto de prácticas evaluativas, lo que lo convierte en un terreno fecundo para la creación de novedades y para la apropiación de significaciones, es decir, para el aprendizaje. (Filidoro, 2018) Jugar conlleva implicarse, es difícil jugar si algo de lo que importa para quien juega no está puesto allí. Los juegos de mesa conllevan una actividad conjunta, interacciones horizontales y verticales, despliegue de habilidades cognitivas, cambios en las formas de comprensión. Nos proponemos construir una oferta con esta lógica para la escuela. Apostamos a que el juego se constituya en una propuesta educativa oportuna para promover que los problemas y su resolución no queden por fuera de la escena lúdica. 7 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Filidoro, N., (2018), El juego en las prácticas psicopedagógicas. Buenos Aires, Ed. Entreideas. Freud, S., (1999), T. IX: El poeta y el fantaseo. Buenos Aires, Ed. Amorrortu. Janin, B. (2013), Intervenciones en la clínica psicoanalítica con niños. Buenos Aires, Ed. Noveduc. Piaget, J. (2014), El nacimiento de la inteligencia en el niño. Barcelona, Ed. Crítica. Radrizzani Goñi, A. M., González, A., (1987), El niño y el juego I: las operaciones infralógicas espaciales y el juego reglado. Buenos Aires, Ed. Catari. Radrizzani Goñi, A. M., González, A., (1993), El niño y el juego II: las operaciones lógicas matemáticas y el juego reglado. Buenos Aires, Ed. Catari. . Rodufo, R., (2004), El Psicoanálisis de nuevo. Buenos Aires, d. Eudeba. Rodufo, R., (1989), “El niño y el significante”. Buenos Aires. Ed. Paidós Stavchansky, L. y Untoiglich, G. (2017). Infancias. Entres espectros y trastornos. Buenos Aires, Paradiso Editores. Vasen, J. (2000), ¿Post – mocositos? Buenos Aires, Lugar Editorial. Winnicott, D.W., (1971), "Realidad y juego", trad.: F. Mazía, Gedisa, Barcelona. Ed. Gedisa. Winnicott, D.W., (1989), “El hogar, nuestro punto de partida", Buenos Aires, Ed. Paidós. 8