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TFM EstudioDeCaso

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Máster Psicología General Sanitaria
Trabajo Final de Máster
ESTUDIO DE CASO
TRASTORNO ADAPTATIVO
CON
ANSIEDAD MIXTA
Y
ESTADO DE ÁNIMO DEPRIMIDO
PERSISTENTE
2
INDICE
RESUMEN .......................................................................................... 5
INTRODUCCIÓN ................................................................................. 7
IDENTIFICACIÓN DEL PACIENTE Y MOTIVO DE CONSULTA .................... 12
EVALUACIÓN ................................................................................... 14
Estrategias de Evaluación ............................................................ 14
Fase de Evaluación ..................................................................... 17
Fase de Devolución ..................................................................... 20
FORMULACIÓN CLÍNICA DEL CASO ..................................................... 22
Historia del problema .................................................................. 22
Análisis funcional del problema ..................................................... 24
Diagnóstico clínico ...................................................................... 26
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO .......................................................... 29
TRATAMIENTO ................................................................................. 30
Fase de Intervención...................................................................... 32
Adherencia al tratamiento............................................................... 39
Consecución de objetivos................................................................ 39
Dificultades .................................................................................. 40
Situación actual............................................................................. 41
Pronóstico .................................................................................... 41
3
CONCLUSIONES Y VALORACIÓN PERSONAL ......................................... 42
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................. 44
ANEXOS .......................................................................................... 48
Anexo A. Línea de Vida................................................................... 48
Anexo B. Autorregistros.................................................................. 49
INDICE DE TABLAS
Tabla 1. Análisis Funcional de la Conducta Problema ............................. 24
Tabla 2. Objetivos y Técnicas Aplicadas al Tratamiento .......................... 29
INDICE DE FIGURAS
Figura 1: Genograma familiar ............................................................ 16
Figura 2: Rueda de las palabras emocionales. ..................................... 333
Figura 3: Generación de las emociones .............................................. 333
INDICE DE ANEXOS
Anexo A: Línea de Vida ..................................................................... 48
Anexo B: Autorregistros .................................................................... 49
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RESUMEN
En este estudio se describe el caso clínico de un hombre de 37 años con un trastorno
[VB1]adaptativo con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido persistente. Aunque
es español vivió desde los 9 años en Venezuela y[VB2] hace dos años regresó a España
junto a su esposa en estado de gestación. La percepción de sobrecarga por la
problemática familiar le originó, además de los síntomas propios de la ansiedad, un
profundo sentimiento de incapacidad para dar solución a los problemas familiares
incrementados por su situación de emigrante, acompañado de deterioro de su vida
cotidiana en otros ámbitos como el laboral.
La psicoterapia aplicada para este caso fue fundamentalmente de tipo cognitivoconductual, aunque también se hizo uso de técnicas como el Mindfulness o[VB3] la
Gestalt. El tratamiento se dirigió hacia la reducción de la ansiedad mediante la
psicoeducación, técnicas cognitivas, técnicas de atención plena y técnicas de
desactivación fisiológica.
Además, se realizó un entrenamiento emocional y en comunicación asertiva. Una vez
avanzado el tratamiento, puede observarse una clara mejoría con la reducción
significativa tanto del número de anticipaciones ansiógenas como de su activación
fisiológica. Este avance puede apreciarse no sólo dentro del ámbito familiar sino
también en el resto de los entornos de su vida cotidiana. Finalmente, también se
comentan los resultados de la intervención realizada que corroboran la eficacia del
tratamiento llevado a cabo.
Palabras clave
Trastorno, Adaptativo, Ansiedad, Mindfulness, Gestalt, Asertividad, Depresión,
Crónico
5
ABSTRACT
This study describes the clinical case of a 37-year-old man with an adaptive disorder
with mixed anxiety and persistent depressed mood. Although he is Spanish, he lived
in Venezuela since he was 9 years old and two years ago he returned to Spain with
his wife in pregnancy. The perception of overload due to the family problem
originated in addition to the symptoms of anxiety, a deep feeling of inability to solve
family problems increased by their migrant status, accompanied by deterioration of
their daily lives in other areas such as labor.
The psychotherapy applied to this case was fundamentally cognitive-behavioral,
although techniques such as Mindfulness or Gestalt were also used. The treatment
was directed towards the reduction of anxiety through psychoeducation, cognitive
techniques, mindfulness techniques and physiological deactivation techniques.
In addition, an emotional training and assertive communication was carried out. Once
the treatment is advanced, a clear improvement can be observed with the significant
reduction both in the number of anxiogenic anticipations and in their physiological
activation. This advance can be seen not only within the family sphere but also in the
rest of the environments of his daily life. Finally, the results of the intervention that
corroborate the effectiveness of the treatment carried out are also commented.
Key words
Disorder, Adaptive, Anxiety, Mindfulness, Gestalt, Assertiveness, Depression, Chronic
6
INTRODUCCIÓN
La vida por definición es cambio, es un cambio constante, incesante e
imparable. Es por ello, que la vida humana requiere de una adaptación
constante a este cambio, y para ello las personas disponemos de diferentes
sistemas de respuesta al estrés que esta constante necesidad de adaptación
genera.
El Trastorno de Adaptación (TA) viene a recoger aquellos casos en que las
personas se ven sobrepasadas en su capacidad de adaptación impactando
tanto en su equilibrio psicológico como fisiológico. El TA se ha convertido en
un “cajón desastre” para aquellos casos que no cumplen rigurosamente con
los criterios diagnósticos propios de los trastornos de ansiedad o de depresión
llegando a ser considerado como una categoría subclínica (Anastasia et al.,
2016).
Las reacciones de estrés ante el desafío que supone la adaptación a la nueva
situación (como agente etiológico) pueden afectar al sueño, a la impulsividad,
a la constricción del comportamiento, así como a las funciones del sistema
nervioso autónomo como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la digestión,
etc.
Entre las posibles situaciones estresantes pueden destacarse aquellas de la
vida cotidiana en que la persona experimenta un determinado factor
psicosocial perfectamente identificado, ya sea un cambio, una amenaza o una
pérdida importante en la que la persona se autopercibe como ineficaz y
sobrepasada tanto física como emocionalmente. En el caso que nos ocupa
esta situación viene determinada por un conflicto irreconciliable entre la
esposa y la madre del paciente, en el que éste se siente único responsable
tanto de la situación conflictiva como de su resolución del todo infructuosa
después de innumerables intentos.
Ya desde la primera versión del DSM (Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders) en 1952 (APA, 1952) venían recogidos los Trastornos
Adaptativos en el apartado de los “Trastornos de Personalidad Situacionales
7
Transitorios”, y no fue hasta la tercera versión de dicho manual cuando se les
pasó a denominar como Trastornos Adaptativos propiamente dichos. Sin
embargo, los diferentes subtipos han permanecido hasta la versión actual del
DSM —el DSM-5 (APA, 2014)— desde que fueron descritos.
En el caso de la CIE, desde su versión novena de 1977 (OMS, 1977), los
Trastornos Adaptativos los recoge dentro de lo que define como “Reacciones
adaptativas”.
Según los diferentes manuales diagnósticos el Trastorno Adaptativo (TA)
viene recogido como:
Según el (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) DSM IV-TR
(APA, 2000, pp. 623-627): el TA se diagnostica tras tres o más meses de
exposición del individuo ante uno o varios eventos psicosociales estresantes
que le generen alteraciones en las respuestas normales tanto emocionales
como conativas impactando negativamente en su vida social y profesional.
Además, estos factores estresores “deben resolverse dentro de los 6 meses
que siguen a la desaparición del mismo (o de sus consecuencias)”. En caso
de que los síntomas persistieran más nos encontraríamos ante la presencia
de un estresor crónico o a un estresor con repercusiones importantes.
Esta versión del DSM distingue hasta seis subtipos del TA:
1. TA con estado de ánimo depresivo
2. TA con ansiedad
3. TA mixto, con ansiedad y estado de ánimo depresivo
4. TA con trastorno de comportamiento
5. TA con alteración mixta de las emociones y el comportamiento
6. TA no especificado
Según el (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) DSM-5
(APA, 2014): en este caso la descripción del TA es muy similar a la que
8
plantea la CIE-10 (OMS, 1992), ya que se incluyen los trastornos adaptativos
dentro de los trastornos relacionados con el trauma y el estrés. Más
concretamente el DSM-5 (APA, 2014) refiere el TA a “Los síntomas
emocionales o de comportamiento se desarrollan en respuesta a un
estresante o estresantes identificables dentro de los 3 meses posteriores a la
aparición del (de los) estresante(s) más uno o ambos de (1) angustia
marcada que está fuera de proporción con la gravedad o la intensidad del
estresor, incluso cuando se toman en cuenta el contexto externo y los
factores culturales que pueden influir en la gravedad y presentación de los
síntomas y / o (2) deterioro significativo en las áreas de funcionamiento
social, ocupacional u otras.”
Según la Clasificación Internacional de las Enfermedades CIE 9 (OMS, 1977):
el TA lo pone entre paréntesis en la clasificación que hace como “Reacción
psicógena (trastorno de adaptación)”, y que define como las dificultades que
presentan ciertas personas ante la experiencia de una situación estresante.
Según la Clasificación Internacional de las Enfermedades CIE 10 (OMS,
1992): el TA pasa a tener entidad propia como categoría y se define como
“…estados de malestar subjetivo acompañados de alteraciones emocionales
que, por lo general, interfieren con la actividad social y que aparecen en el
período de adaptación a un cambio biográfico significativo o a un
acontecimiento vital estresante…”.
Se puede observar que, aunque en las definiciones en cuanto a su contexto
y origen del TA son diferentes, todas ellas tienen el factor común de que
afectan al desempeño psicosocial del sujeto afectado por el factor estresante,
tales como problemas económicos, desempleo, fracaso escolar, emancipación
del hogar, catástrofes naturales, una ruptura sentimental, etc.
En el caso que nos ocupa los factores son:
• Falta de una relación de confianza con la pareja.
9
• Dificultades de comunicación asertiva entre la pareja
[VB4]y
con baja
afect[VB5]ividad.
• Baja autoestima.
• Falta de apoyo psicosocial, familiar y económico.
Como conclusión, cabe decir que los diferentes criterios diagnósticos que
recogen las otras tantas propuestas tanto del DSM como de la CIE, son poco
rigurosos y laxos a la hora de concretar las diversas manifestaciones de este
trastorno, dando como resultado ciertas dificultades para el diagnóstico y la
intervención de este trastorno. A esto, también hay que añadir la escasez de
estudios sobre el TA avalados con evidencia científica que se han realizado
hasta el momento. No obstante, es importante tener en cuenta que un TA
prolongado en el tiempo puede llegar a agravarse hasta llegar a convertirse
en un trastorno depresivo (Raffo y Pérez, 2009).
En cuanto a la prevalencia de los TA, si nos circunscribimos al territorio
español podemos decir que en la población general nos encontramos con unos
índices que a priori pueden parecer bastante bajos de tan sólo un 2,94%
(Fernández et al., 2012). No obstante, hay que matizar estas cifras, ya que
en este estudio se utilizó la entrevista estructurada SCID-I con un carácter
clínico más transversal para un tipo de trastorno más longitudinal que
necesita tener en cuenta su etiología y el curso de la sintomatología a lo largo
del tiempo (Casey y Doherty, 2012). En cuanto a la prevalencia de los
subtipos del TA aparece en primer lugar el subtipo ansioso con un 1,34%
(especialmente en población de tercera edad), que en Francia asciende hasta
el 4,5% (Arbus et al., 2013), seguido del subtipo depresivo con un 0,77%.
10
Por otra parte, cabe destacar que los subtipos de TA con mayor prevalencia
ordenados de mayor a menor frecuencia (Strain et al., 1998) serían:

TA con estado de ánimo deprimido

TA mixto

TA con alteración de las emociones y del comportamiento

TA con ansiedad
No obstante, si nos referimos a datos recabados sobre población española
diagnosticada con TA tendríamos que el subtipo más frecuente aparece el
mixto con un 33%, seguido del no especificado con un 26%, con ansiedad
con un 25%, con subtipo depresivo con un 11% y con alteración de
emociones y conducta tan sólo con un 6% (Catalina et al., 2012).
En cuanto a la intervención en los casos de TA, tenemos que su tratamiento
se puede abordar tanto psicológica como farmacológicamente, e incluso hay
autores que están a favor de tratamientos combinados. En el caso del
abordaje psicológico, aún no existe un consenso debido a la destacable
carencia de estudios basados en la evidencia que indiquen cuál es el mejor
tratamiento clínico a utilizar, aunque sí que pueden encontrarse ciertas
recomendaciones generales que pueden orientar el criterio profesional a la
hora de planificar la intervención clínica como pueden ser: la Terapia Breve,
la Terapia Centrada en el Problema, la utilización combinada de realidad
virtual y estrategias de psicología positiva… que más adelante se analizarán
con más detalle.
Por su parte, en cuanto a la farmacopea sí que se recomienda el uso de
ansiolíticos por un periodo breve para los pacientes de TA con subtipo
ansioso, especialmente si presentan a parte de la ansiedad, síntomas de
insomnio (Casey y Bailey, 2011). Sin embargo, para los TA de subtipo
depresivo la recomendación del tratamiento con antidepresivos se hace
interesante únicamente en el caso de que no se observen mejorías en el
paciente después de haber recibido un tratamiento psicológico por al menos
un periodo de tres meses (Stewart, Quitkin y Klein, 1992).
11
Esta cierta inespecificidad en el diagnóstico comentada anteriormente, ha
supuesto que se hayan utilizado diversas formas de intervención para el
tratamiento del TA y con ello, la aparición de otras tantas dificultades a la
hora de realizar comparativas que nos lleven a la obtención de datos
empíricos validados que derivasen en un establecimiento de protocolos
estandarizados de intervención.
La comorbilidad de los TA se ha relacionado con ciertos trastornos de
personalidad (Strain et al., 1998), con trastornos de tipo afectivo y de
ansiedad (Benton y Lynch, 2005), pero sobre todo se relaciona con patologías
médicas por su importante impacto en el curso de éstas.
IDENTIFICACIÓN DEL PACIENTE Y MOTIVO DE CONSULTA
Varón de 37 años, con pareja y una hija de algo más de un año. Es ingeniero
y trabaja de informático como responsable de calidad. Él es español de
nacionalidad, aunque desde los 9 años ha residido en Venezuela donde
conoció a su pareja de nacionalidad venezolana. Su nivel sociocultural es
medio/alto, y[VB6] por otra parte, su nivel económico actualmente es medio
llegando justo a final de mes, ya que su esposa no está trabajando
actualmente y convive con ellos la madre de él,
[VB7]venida
de Venezuela al
fallecer la única hermana que le quedaba.
La demanda explícita de C. se refiere a su malestar que ve cada vez más
incrementado con el paso del tiempo, generado por los incesantes conflictos
de convivencia entre su mujer A. y su madre, en los que él trata de mediar
infructuosamente. C. lo verbaliza con frases como: “Por más que lo intento
no encuentro una solución para que estemos bien todos en casa… No sé qué
más puedo hacer… Estoy desesperado…”
C. acude a consulta debido a que no consigue rebajar su nivel de ansiedad al
no encontrar una solución a los problemas de convivencia en el hogar entre
su esposa y su madre (la madre de C. que convive con ellos en el domicilio
familiar). Esta situación en la que se encuentra impelido por ambas partes, y
12
la permanente ansiedad le está generando no sólo continuas discusiones y el
consiguiente distanciamiento con su pareja, sino también problemas en su
entorno laboral por su falta de concentración.
C. se siente responsable único de la situación y el hecho de no dar con una
solución le lleva a un sentimiento de fracaso, a un detrimento de su
autoeficacia percibida y con ello, un fuerte impacto negativo en su
autoestima.
Nos cuenta que desde hace un año su relación de pareja pasa por dificultades
como consecuencia del malestar de su esposa, tras tener que venirse a vivir
a España dejando en Venezuela todos sus bienes y a su familia. Los
problemas aumentaron cuando la madre de él vino desde Venezuela para
convivir con ellos. La relación entre ambas es tensa, las discusiones son
continuas y él se siente en medio de todo ello.
En el momento actual, tras una fuerte discusión de la madre de C. con su
esposa, ésta última terminó por echarle de la casa. A., la esposa de C., se
niega a que regrese e incluso también se niega a que la abuela pueda ver a
su nieta. Por su parte, la madre de C. tampoco quiere volver, aunque no
dispone de otro lugar donde vivir en España. C. dice no poder más con la
situación y se plantea, si no le quedase más remedio, pedirle el divorcio a A.,
su esposa.
En base a la información aportada por el paciente, puede identificarse la
siguiente lista de problemas:

Rol de salvador, de solucionador de problemas.

Sobrecarga de responsabilidades incluso sobre situaciones que no se
encuentran en su mano.

Necesidad de control sobre los sentimientos, pensamientos y acciones,
tanto propios como ajenos.

Agotamiento físico, mental y emocional.

Sentimientos de culpa.[VB8]

Ansiedad y tristeza.
13

Desesperanza.[VB9]
Por otra parte, después de haber analizado su motivo de consulta, los
objetivos terapéuticos del paciente son:

Mejorar la relación entre su madre y su esposa (le gustaría que
pudieran ser amigas).

Mejorar la relación de pareja.[VB10]

Mejorar la comunicación con su madre.
EVALUACIÓN
El paciente se presenta arreglado y aseado, se muestra consciente, orientado
y abordable, aunque presenta cierto aspecto demacrado, tal vez por falta de
sueño, por su palidez, sus ojeras y las bolsas en los ojos. También, se puede
destacar su alto nivel tanto de autoexigencia como de necesidad de control.
Emocionalmente se muestra ansioso y desesperado por la situación que está
viviendo en casa debido al conflicto entre su madre y su esposa. Además, se
detecta incongruencia entre lo manifestado a nivel verbal (desbordamiento,
desesperanza…), así como a nivel no verbal (restricción emocional, escasa
modulación de la voz, rostro inalterado…).
Estrategias de Evaluación
Fundamentalmente, las estrategias de evaluación que se han utilizado han
sido la Entrevista Clínica no estructurada, la elaboración de la Línea de Vida,
el Genograma, los Autorregistros y la Observación.
Las entrevistas clínicas no estructuradas tienen como finalidad facilitar la
expresión abierta al paciente de manera que pueda describir libremente su
problemática presente. Mientras, el psicólogo a través de una escucha activa
va recogiendo la información que aporta el paciente a las preguntas abiertas
exploratorias que le van siendo formuladas por éste. Además, este tipo de
entrevistas favorecen el establecimiento de la alianza terapéutica, ya que, al
14
no ser estructuradas, el paciente se siente cómodo para expresarse tal cual,
e incluso plantear las dudas que le vayan surgiendo y le parezcan relevantes.
En este caso, se llevaron a cabo entrevistas clínicas no estructuradas con el
objeto de recoger información sobre el origen y el mantenimiento del
problema, y conocer tanto los aspectos más relevantes como las variables
implicadas en el caso. Finalmente, con todo ello se pasaría a elaborar el
posterior análisis funcional del problema y establecer unos objetivos
terapéuticos ajustados y alcanzables que posibiliten la evaluación del proceso
terapéutico a su término.
La Línea de Vida es básicamente un esquema cronológico donde quedan
plasmados los momentos más importantes de la autobiografía de una
persona. Además, entre otras características la elaboración de Línea de Vida
implica que el paciente realice un acto de rememoramiento, de reflexión, e
incluso de volver a traer al presente hechos que igual ya daba por olvidados
para siempre. En una Línea de Vida se recogen hitos como el propio
nacimiento, el paso por el periplo escolar, las primeras relaciones de amistad
y de pareja, las posibles rupturas sentimentales, el servicio militar, el primer
trabajo, las pérdidas de seres queridos… y todo esto permite al paciente
tomar conciencia de cómo todo ello ha sido lo que ha conformado la persona
que es hoy.
A través de la Línea de Vida[VB11] que elaboró C. (véase Anexo B) entre otras
cosas, afloró una hipótesis de trabajo muy interesante sobre el patrón de
conducta, posiblemente repetitivo, ante el divorcio de sus padres como ahora
ante el conflicto entre su madre y su esposa.
15
Gracias al Genograma puede verse de un vistazo y con total claridad la
situación de las relaciones entre los diferentes miembros del sistema familiar:
Figura 1: Genograma familiar. Fuente: Elaboración propia.
Los Autorregistros le fueron solicitados al paciente con el objeto de recoger
con detalle de manera descriptiva las situaciones ansiógenas y con ellas,
registrar
también
los
pensamientos,
sentimientos
y
acciones
que
experimentaba el paciente, así como los niveles de certeza de dichos
pensamientos y de intensidad emocional.
En cuanto a la Observación, ésta se realizó de forma sistemática recogiendo
por escrito la descripción de la información aportada por el paciente, así como
de las diferentes conductas observadas en éste. El objeto de la observación
es imprescindible para posteriormente poder
explorar las relaciones
secuenciales y funcionales de las conductas, y con ello poder identificar los
factores que las mantienen en el tiempo.
16
Detalle de las sesiones:
Fase de Evaluación
1ª Sesión:
En esta primera sesión, y de cara a ir estableciendo y consolidando el vínculo
terapéutico, tras las presentaciones y los saludos iniciales, se le preguntó al
paciente sobre los datos más básicos como su edad, su situación familiar y
laboral, tratamientos psicológicos previos, historial médico, etc. Además,[VB12] se
observó el elevado nivel de angustia del paciente al que hubo que darle cabida
con el objeto de que éste se sintiera escuchado, comprendido y validado en
las cogniciones y emociones que presentaba. De hecho, este hecho facilitó la
información imprescindible que concretó su motivo de consulta.
Simultáneamente, el paciente fue realizando a grandes rasgos
una
descripción del problema que traía a consulta. No obstante, aprovechando
sus ganas de expresar su malestar se le formularon preguntas para invitarle
a concretar la información y obtener mayores detalles del inicio, el curso y el
estado actual de su situación ansiógena. En un momento dado fue cuando el
paciente verbalizó el estado de profunda desesperación en que se encontraba.
Pese a ser una primera sesión, se atendió y priorizó el estado de malestar en
que se encontraba el paciente, y gracias a la recogida emocional que se
realizó y el alivio que experimentó éste, supuso el primer hito en cuanto al
establecimiento de la alianza terapéutica.
Aprovechando el discurso del paciente se le preguntó para obtener una
primera información sobre su sistema familiar. En todo momento el paciente
mostró un gran interés y expectación por obtener alguna devolución que le
facultase para empezar a resolver su problema ese mismo día. Aunque se le
transmitió la idea de que la psicoterapia no tenía la “varita mágica” para
terminar con sus problemas, sí en cambio se dedicó un espacio de tiempo de
la sesión para realizarle una primera psicoeducación, hablándole sobre lo que
es un profesional de la psicología, en qué consiste un proceso terapéutico y
con ello, se realizó el encuadre.
17
Para ello, se le explicó lo que era un proceso de terapia y la manera en que
trabajaríamos en las sesiones, informándole de que habría una primera fase
de evaluación y que se dedicarían entre tres y cuatro sesiones para conocer
mejor su historia biográfica y su problemática, para así poderle dar una
explicación de su funcionamiento hasta este momento y sobre el plan de
tratamiento.
Se le informó también de que, aunque la mayoría del tiempo de consulta se
dedica a hablar, habría otras ocasiones en que se utilizarían técnicas y
ejercicios de psicología (técnicas de relajación, autorregistros, silla vacía,
etc.). Por otra parte, se le comentó que tras el tratamiento aplicado (fase de
intervención), se valoraría la posibilidad de realizarle un seguimiento con
sesiones más espaciadas en el tiempo hasta comprobar la inexistencia de
posibles recaídas y dar así por completado el proceso psicoterapéutico.
En el tramo final de la sesión se le preguntó al paciente por sus expectativas
y objetivos que le gustaría trabajar en la terapia. Finalmente, como
conclusión se le preguntó cómo se había sentido después de todo lo que se
había compartido en esta primera sesión.
2ª Sesión:
En esta segunda sesión, C. se presenta con aspecto de no haber descansado
y en cuanto tomó asiento nos relató cómo se sentía “…estoy desesperado…”
refiriéndose a la situación de conflicto familiar que lleva meses padeciendo y
a la que no le encuentra solución. Básicamente, el conflicto es por las
fricciones entre su esposa y la madre de él debido a que conviven en el hogar.
Además, nos comenta que su esposa le llama por teléfono para contarle cada
roce en la convivencia que tiene con la madre de éste, y le llama cuando él
está en su trabajo por lo que esto le empieza a afectar en el ámbito laboral.
Con todo esto, a continuación, el paciente se da cuenta y reconoce su elevado
nivel de autoexigencia, añadiendo a su relato que su rendimiento laboral se
ve impactado ya no sólo por su propia preocupación en el intento de buscar
18
soluciones, sino ahora también por los reclamos de su esposa durante el
transcurso de su jornada laboral.
Por lo poco que se empezó a conocer sobre el tipo de relación que mantiene
con su madre y con su esposa, se establecieron algunas hipótesis de trabajo
y para propiciar una indagación más exhaustiva se le explicó al paciente lo
que era una Línea de Vida, la utilidad que tenía dentro del proceso terapéutico
y se le pidió que la elaborase para poder revisarla, analizarla y completarla
en la siguiente sesión.
En seguida, el paciente volvió a su discurso en el que se pudo observar una
importante carencia de comunicación esencial en la pareja desde hacía
meses. Actualmente, para C. era un éxito el hecho de no tener una discusión
con su esposa. Ante la demanda del paciente pasamos a hacer psicoeducación
en lo relativo a la comunicación asertiva con el objeto de que empezase a
poner en práctica a su ritmo este tipo de comunicación con su esposa y, evitar
[VB13]con
ello que entrasen en una espiral de enfado en sus discusiones.
3ª Sesión:
En esta sesión, C. trajo la Línea de Vida (véase Anexo B) que elaboró desde
la última consulta obteniendo información panorámica de los hechos más
importantes de su vida en una primera exploración. No obstante, C. insiste
en dirigir la terapia hacia su malestar actual focalizándose en comentar las
últimas situaciones familiares conflictivas. Después
[VB14]de
lo cual se le
explica la importancia que tiene conocer su historia para poder realizar más
tarde un buen diagnóstico y una buena intervención.
A continuación, dentro de los ítems más reseñables de la Línea de Vida, el
paciente destaca sobre todos ellos la separación traumática de los padres.
Fue el padre el que no sólo abandonó el hogar sin previo aviso, sino que se
llevó consigo todo el dinero de la familia, yéndose del país y estableciéndose
finalmente en España. Ante este hecho tan relevante, el paciente presentó
dificultad o signos de incomodidad al tener que profundizar y contactar
19
emocionalmente. No obstante, esto permitió esbozar una primera hipótesis
del origen de su actual problema, ya que en dicha circunstancia el paciente
contaba con apenas 9 años e intentó “salvar” a su madre del trauma familiar.
4ª Sesión:
De nuevo en esta sesión intenta tomar el control y se repite lo que ya ocurrió
en la anterior sesión. Después, tomando como referencia lo analizado en la
anterior sesión, se realizó una exploración en detalle pidiéndole al paciente
que hablara de cómo vivió aquella situación con la edad que tenía en aquel
momento, de cómo se posicionó en relación a su padre, a su madre y a su
hermana mayor… La información que aportó C. permitió observar ciertas
analogías con su actual manera de desenvolverse en sus circunstancias
actuales y eso consolidó la hipótesis realizada en la anterior sesión. No
obstante, el paciente no muestra emoción alguna al recordar el abandono
paterno, aunque sí lo hace cuando se refiere a su situación familiar actual.
De esta sesión se obtuvo información relevante que junto a la anteriormente
recogida permitió la elaboración de la devolución clínica que se expondría en
la siguiente sesión.
Fase de Devolución
5ª Sesión:
Como en anteriores ocasiones, de nuevo el paciente llegó a consulta con
aspecto de no haber dormido bien y con la urgencia verbal de expresar su
angustia y malestar. Una vez atendida esta primera demanda se dio paso a
la exposición de la devolución, exponiéndole la hipótesis del origen y del
mantenimiento de su problema de una manera que fuese lo más
comprensible posible, tal que:
20
“Según la información que se ha recogido hasta este momento puede verse
que ante las circunstancias familiares a las que tuviste que hacer frente en la
infancia
propiciaron
la
aparición
en
tu
personalidad,
de
un
rol
salvador/mediador que tuvo la función de estabilizar al sistema familiar. Este
hecho, también llevó aparejadas ciertas renuncias (por ejemplo, la del hecho
de no disponer de la posibilidad de vivir un correcto proceso de individuación,
propio de la adolescencia) y dificultades en posteriores afrontamientos debido
a los aprendizajes adquiridos ante tales circunstancias familiares. Todo ello
explica también la presencia de la ansiedad y del actual estado de ánimo, así
como los sentimientos de impotencia y culpa entre otros.”
Después de realizarle la devolución, C. confirmó ésta mientras iba tomando
mayor conciencia de dicho patrón repetitivo. A continuación, se le detalló la
lista de problemas que habría que tratar y se le informó de en qué consistiría
el tratamiento de intervención.
21
FORMULACIÓN CLÍNICA DEL CASO
Historia del problema
Con el objeto de tener una vida más desahogada que en Venezuela y disfrutar
de un futuro mejor para ellos y su próxima hija, C. viene a España junto a su
mujer A. embarazada de S. Desde su llegada a España comenzaron los
problemas de pareja que empeoran cuando la madre de él se muda a vivir
con ellos.
En el momento actual no existe ningún tipo de relación entre la familia de C.
y A., y ésta se niega a que puedan visitar a la hija de ambos. C. refiere que
no va a tolerar esto, y se plantea la separación legal de A.
C. se siente
desbordado y presionado por ambas partes, por su esposa y por su madre.
C. desde antes de llegar a consulta ha buscado infructuosamente una solución
que agradara a ambas, pero al no conseguirlo ha incrementado su estado de
ansiedad y depresión. No quiere separarse de su mujer, pero si esta no
cambia su actitud hacia su familia, y permite que estos puedan ver a la niña
dice se verá obligado a hacerlo.
Es importante destacar la posición que adoptó C. en el momento en que su
padre abandonó el hogar familiar siendo tan sólo un niño, ya que el tipo de
relaciones que entabla una persona a edad temprana tanto con otros niños,
como sobre todo con las figuras importantes de apego (los padres), son las
que van a configurar la psique del niño en aspectos como la contención
emocional o la empatía entre otros. Por otra parte, la sobreprotección que ha
recibido el paciente C. en su infancia no era más que un intento de
compensación de la hostilidad familiar entre sus padres, que finalmente
concluyó en un abandono del hogar por parte del padre llevándose todo el
dinero que pudo y dejando a la familia en una situación difícil tanto en lo
afectivo como en lo material.
Según la “Teoría del Apego” formulada por John Bowlby y Mary Ainsworth
(Oliva, 2004), aquellas personas que han disfrutado en su niñez de relaciones
de apego seguro, son en definitiva aquellos que pueden configurar
22
representaciones positivas de sí mismos, de los demás y con ello, la
autoconfianza, la confianza en los demás y, por ende, en la vida misma. Por
otra parte, en el caso de que la niñez haya estado marcada por circunstancias
como la tensión emocional familiar continuada, la contención de la expresión
verbal y emocional para evitar el conflicto latente, etc… propias de un apego
inseguro, esto va a
generar en
el
niño
representaciones
del
self
distorsionadas que le van a provocar una ostensible carencia en la regulación
emocional, y la desconfianza generalizada en sí mismo, en los demás y por
ende, en la vida misma, interpretando todo ello como desconfiable,
imprevisible y amenazante. (Bowlby, 1976). De hecho, este acervo de
capacidades
emocionales
que
van
a
desplegarse
en
las
relaciones
interpersonales afectivas, con las que no nacemos, es decir, no son algo
innato, sino que se adquieren en los procesos de vinculación con las figuras
de apego y que van a condicionar la elección, la salud y el equilibrio o no de
nuestras relaciones (Barroso, 2014).
Es en ese momento cuando C. se erige como “salvador” de su madre dejando
en un segundo lugar su etapa normal de niñez. La circunstancia de tener unos
padres hostiles entre sí, impulsivos y desligados como pareja el uno del otro,
pudo dificultar la capacidad de procesamiento y simbolización de las
emociones en C. cuando era niño y con ello generar conflictos en el resto de
sus relaciones interpersonales. De hecho, la incapacidad de C. para
relacionarse con su mundo emocional es lo que le lleva a somatizar todo
aquello emocional que no es capaz de reconocer ni de verbalizar (Espina,
1998).
23
Análisis funcional del problema
Tabla 1. Análisis Funcional de la Conducta Problema
ANTECEDENTES
RESPUESTAS
PREDISPONENTES
·Rigidez mental.
·Necesidad tener todo bajo control
(aumento de la tranquilidad).
·Posible relación fusional con la
figura materna.
·Dificultad para el reconocimiento y
expresión de las emociones.
·Dificultades con la comunicación
asertiva.
·Rol de salvador, tratando de
mediar en las discusiones
padre/madre
·Asume el rol de la figura
paterna.
·Asume el rol salvador
/protector de la madre.
·Trata de que su esposa se
sienta bien en España.
·Trata de solucionar las
diferencias entre su esposa y
ANTECEDENTES REMOTOS
su familia.
·Fuertes discusiones entre su padre ·Trata de que la convivencia
y su madre.
entre su madre y su esposa
·Abandono y desaparición del padre. sea posible (le gustaría que
·Abuelos maternos muy estrictos y fueran amigas)
controladores.
·Trata de recuperar su
estatus en España lo antes
ANTECEDENTES PRÓXIMOS
posible.
·Dificultades de adaptación de su
esposa en España.
COGNITIVA
·Problemas de pareja que teme · “Tengo que controlar la
desemboquen en separación.
situación.”
·Mala relación entre su esposa y · “El desenlace depende de
familia, especialmente con su mí.”
madre.
· “Tengo que solucionar
·Inmigración y abandono de bienes, esto.”
posición social y empleo en
Venezuela.
FISIOLÓGICA
·Discusiones y disputas familiares.
EMOCIONAL
·Reproches y enfado hacia él por no ·Angustia,
nerviosismo,
posicionarse del lado de alguna de ansiedad.
las partes en las discusiones ·Malestar y tristeza.
familiares.
·Exigencias y presión para que C. MOTORA
encuentre soluciones.
·Intentos por solucionar la
·Malestar [VB15]y enfado de su situación.
esposa por encontrarse lejos de su ·Intentos de mediar, calmar,
familia de origen.
apaciguar.
·Dificultades económicas.
·Búsqueda
constante
de
soluciones.
Nota. Fuente: Elaboración propia.
24
CONSECUENTES
·Alivio al conseguir evitar
posibles conflictos.
·Sobrecarga emocional y
fisiológica ante la presión
presente en su hogar.
·Sentimiento
de
incapacidad
al
no
conseguir el control sobre
los
sentimientos,
pensamientos y acciones
propias y ajenas.
·Agotamiento
físico,
mental y emocional.
·Sentimientos de culpa
por no ser capaz de
controlar la situación.
·Ansiedad y tristeza.
·Desesperanza (amenaza
suicidio si no es capaz de
solucionar la situación).
PRÓXIMOS
·(R+) Cuando toma las
riendas de la situación
buscando
soluciones
siente cierta sensación de
control sobre ésta.
·(R-) Sus intentos por
calmar apaciguar a las
partes
obtienen
un
resultado inmediato ya
que, aunque por poco
tiempo,
logran
cierta
relajación del ambiente.
LEJANOS
(C+)
Con
el
mantenimiento a largo
plazo
del
rol
de
mediador/salvador.
Hipótesis De Origen
De pequeño, C. trataba de mediar entre sus padres cuando estos discutían,
tomando el rol de salvador y solucionador de problemas, sobrecargándose de
responsabilidades
incluso
sobre
situaciones
cuyas
soluciones
no
se
encontraban a su alcance ni psicológico ni emocional, como fue el divorcio de
éstos.
Al llegar a España hace dos años, las dificultades de adaptación de su esposa
A. en España, junto a la mala relación entre A. y la familia de C.,
especialmente con su madre. El paciente C. mantiene una relación muy
estrecha desde que su padre los abandonó en Venezuela y él asumió el rol de
padre y salvador. A todo ello hay que añadirle las condiciones en las que C.
y A. han tenido que venir a España, abandonando sus bienes, posición social
y empleo en Venezuela… todo ello incrementa los roces y malestar en ambos
no sólo a nivel individual, sino que termina por reflejarse también en la
relación de pareja.
C. entonces trata de solucionar los problemas, intentando que A. se sienta
bien en España y solucionar las diferencias entre ésta y su familia; e intenta
que la convivencia entre ambas sea posible, fantaseando incluso con la
posibilidad de que pudiesen llegar a ser amigas.
Además, C. refiere sentirse presionado por A. para que consiga obtener un
salario mayor y poseer así una economía más holgada como la que
disfrutaban anteriormente en su país de origen. Todo ello sería a costa de un
incremento sustancial del tiempo que C. dedica a su trabajo. C. justifica esta
actitud de plena responsabilidad por su necesidad de control, ya que según
manifiesta “la sensación de control le hace sentir seguridad”.
Como consecuencia, C. poco a poco va entrando en un estado perceptible de
agotamiento físico, mental y emocional, todo ello unido a un gran sentimiento
de culpa por no ser capaz de controlar la situación; ansiedad, tristeza y
marcada desesperanza.
25
Hipótesis de Mantenimiento
Cuando se producen discusiones y disputas familiares; ante situaciones de
reproches y enfado hacia él por no posicionarse del lado de alguna de las
partes en estas discusiones; o exigencias y presión para que encuentre
soluciones a los problemas, malestar y enfado de su esposa A. por
encontrarse lejos de su familia de origen; o cuando toma conciencia de sus
dificultades económicas en España. Le sobrevienen pensamientos de: “Tengo
que controlar la situación… El desenlace depende de mí… Tengo que
solucionar esto...”, lo que, por una parte, le hace sentir angustia,
nerviosismo, ansiedad, malestar y tristeza, y por otra, le lleva a intentar
resolver por sí mismo la situación de conflicto y mediar, calmar, apaciguar,
buscando posibles soluciones de manera incesante, frenética y angustiosa.
Como consecuencia inmediata obtiene (R+) cuando toma las riendas de la
situación buscando soluciones, ya que siente cierta sensación de control sobre
ésta. Cuando sus intentos por calmar y apaciguar a las partes obtienen un
resultado inmediato, aunque por poco tiempo, logran cierta relajación del
ambiente obtiene un (R-) Estas consecuencias funcionan como mantenedoras
de la conducta problema.
Pero a largo plazo, él asume el rol de mediador, solucionador. Siente que todo
depende exclusivamente de él (C+), se siente responsable y culpable si no
funciona (C+), y con miedo a un resultado negativo (C+).
Diagnóstico clínico
Después de integrar toda la información obtenida durante la fase de
evaluación, se concluye que el paciente cumple con los criterios descritos para
el diagnóstico del “Trastorno adaptativo con ansiedad mixta y estado de
ánimo deprimido persistente” 309.28 en el DSM-5 (APA, 2014), y F43.22 en
la CIE-10 (OMS, 1992).
26
Según el manual DSM-5, los criterios que se deben cumplir para este
trastorno son:
A. Desarrollo de síntomas emocionales o del comportamiento en
respuesta a un factor o factores de estrés identificables que se
producen en los tres meses siguientes al inicio de! factor(es) de estrés.
B. Estos síntomas o comportamientos son clínicamente significativos,
como se pone de manifiesto por una o las dos características
siguientes:
1. Malestar intenso desproporcionado a la gravedad o intensidad
del factor de estrés, teniendo en cuenta el contexto externo y
los factores culturales que podrían influir en la gravedad y la
presentación de los síntomas.
2. Deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.
C. La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para
otro trastorno mental y no es simplemente una exacerbación de un
trastorno mental preexistente.
D. Los síntomas no representan el duelo normal.
E. Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han terminado,
los síntomas no se mantienen durante más de otros seis meses.
Especificar si:

309.0 (F43.21) Con estado de ánimo deprimido: Predomina el
estado de ánimo bajo, las ganas de llorar o el sentimiento de
desesperanza.

309.24 (F43.22) Con ansiedad: Predomina el nerviosismo, la
preocupación, la agitación o la ansiedad de separación.

309.28 (F43.23) Con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido:
Predomina una combinación de depresión y ansiedad.
27

309.3 (F43.24) Con alteración de la conducta: Predomina la
alteración de la conducta.

309.4 (F43.25) Con alteración mixta de las emociones y la
conducta: Predominan les síntomas emocionales (p. ej., depresión,
ansiedad) y una alteración de la conducta.

309.9 (F43.20) Sin especificar: Para las reacciones de mala
adaptación que no se pueden clasificar como uno de los subtipos
específicos del trastorno de adaptación.
Especificar si:

Agudo: Si la alteración dura menos de 6 meses.

Persistente (crónico): Si la alteración dura 6 meses o más.
28
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO
Se estableció como objetivo principal la reducción de los niveles de ansiedad
en sus tres sistemas de respuesta especialmente ante la exposición a su
ámbito familiar. A continuación, se detallan los objetivos terapéuticos, así
como las técnicas empleadas para ello:
Tabla 2. Objetivos y Técnicas Aplicadas al Tratamiento
OBJETIVOS
Identificar
problema
y
TÉCNICAS
comprender
el
Identificación y modificación de
pensamientos
automáticos
negativos distorsionados
Mejora del estado
ansioso-depresivo
de
ánimo
Mejora de las relaciones,
la comunicación y la dinámica
familiar
Regulación emocional
Mejora del autoconcepto
 Devolución
(hipótesis
de
origen
mantenimiento, plan de tratamiento).
 Psicoeducación.
y
 Reestructuración cognitiva.
 Aprendizaje de técnicas de relajación,
respiración
y
de
atención
plena
(Mindfulness).
 Búsqueda de reforzadores positivos.
 Realización de actividades gratificantes.
 Autocuidado e higiene del sueño.
 Establecimiento de límites.
 Aumento de reforzadores.
 Fomento del diálogo y estrategias de
comunicación asertiva.
 Programación de actividades agradables.
 Técnica de la Silla Vacía (Gestalt).
 Tiempo fuera.
 Técnica del semáforo.
 Técnicas de comunicación asertiva.
 Identificación puntos fuertes y débiles.
 Reconocimiento de éxitos alcanzados
durante la terapia.
 Restructuración cognitiva (pensamientos
relacionados con el autoconcepto).
 Técnicas de resolución de problemas.
 Seguimiento y prevención de recaídas.
Nota. Fuente: Elaboración propia.
29
TRATAMIENTO
El tratamiento que se lleva a cabo es, eminentemente desde una perspectiva
cognitivo-conductual, aunque dentro de una visión integradora, introduciendo
técnicas de otras corrientes como el Mindfulness enmarcado dentro de las
Terapias de Tercera Generación, así como de la Gestalt de corte humanista.
En cualquier caso, el tratamiento ha de dar respuesta tanto a las cogniciones
como a las conductas disfuncionales que configuran este problema, haciendo
especial hincapié en las estrategias que el paciente despliega a la hora de
relacionarse consigo mismo y con los demás, factores que están íntimamente
relacionados con el origen, desarrollo y mantenimiento del trastorno. Por
último, se trabaja con todo aquello que esté relacionado con la gestión
emocional (disminución de la ansiedad, autocuidado e identificación y
expresión de las emociones) ya que es otro de los factores que influyen
decisivamente en la gravedad de los síntomas.
Para el tratamiento se tuvieron en cuenta otros factores principales: por una
parte, el hecho de que el paciente llegase a consulta tras varios meses de
exposición a la situación estresante que incluso se mantiene en la actualidad
y, por otra parte, la especial vulnerabilidad a los estresores subyacente en la
personalidad del paciente.
Estos dos factores particulares al caso que nos ocupa determinaron el tipo de
psicoterapia a emplear para la intervención.
Dentro de la bibliografía científica se encontraron referencias a diferentes
terapias con evidencia como la Terapia Breve y la Terapia Centrada en el
Problema propuestas por Araoz y Carrese (1996), la intervención grupal
desde la perspectiva cognitiva-conductual (Sanz et al., 2016), o la utilización
combinada de realidad virtual y estrategias de psicología positiva (Andreu,
Botella, Quero, Guillén y Baños, 2012). No obstante, atendiendo a las
particularidades del caso que nos ocupa (al tratarse de la presencia de un
estresor crónico) se optó por una psicoterapia desde la perspectiva cognitiva-
30
conductual de mayor duración, que posibilitara un seguimiento del paciente
durante el transcurso de su proceso personal.
Para ello, en líneas generales, la propuesta terapéutica más adecuada es la
que sintetiza Casey (2009) ya que recoge las conclusiones de numerosos
estudios de otros tantos autores que han empleado estrategias de corte
cognitivo-conductual en sus tratamientos. Dicha propuesta iría dirigida a la
mejora de las habilidades de afrontamiento del paciente dotándole de
herramientas que incrementen su capacidad de adaptación ante el agente
estresor, habida cuenta de que éste no puede ser eliminado ni siquiera
minimizado. En concreto, estas estrategias serían del tipo: entrenamiento en
reducción del estrés (relajación y control de la respiración), control de
impulsos, entrenamiento en habilidades de comunicación (comunicación
asertiva), gestión de la expresión y regulación emocional (ira, rabia, soledad,
verbalización de miedos…). El objetivo es que el paciente gane cierta
perspectiva en relación al agente estresor prestando especial atención,
además de a su estado emocional, también a nutrir su sistema de apoyo
social estableciendo nuevas relaciones interpersonales.
Para la puesta en práctica de las indicaciones propuestas por Casey (2009)
para la intervención clínica, además de recurrir al “Manual de Técnicas de
Modificación de Conducta” (Labrador, 2008), se hizo uso de manera
complementaria de otras técnicas como:
-
Mindfulness: prácticas de respiración (Miró y Simón, 2012; Labrador,
2008) con el objetivo de trabajar la atención en el “aquí y ahora”
facilitando el “no hacer”, sino el “estar y ser” consigo mismo,
propiciando su conexión y anclaje al momento presente, y con ello su
conciencia corporal y emocional.
-
Gestalt: mediante la técnica de “La Silla Vacía” (Martín, 2006;
Labrador, 2008), con la finalidad de que el paciente pueda acceder a
“darse
cuentas”
que
le
permitan
desbloquear
y
resolver
las
circunstancias emocionales con las personas significativas, así como
31
con las representaciones internas que tiene de las mismas. Aunque
esta técnica tiene su origen en la orientación humanista-gestáltica
(Perls, Hefferline y Goodman, 1951, p. 635 citado por Labrador,
2008), también es recogida por el modelo cognitivo-conductual como
técnica
cognitivo-experiencial
y
directa
(Greenberg,
Rice
y
Elliot,1993/1996, p. 635 citado por Labrador, 2008).
Es por ello, que uno de los objetivos más importantes del tratamiento sea la
necesidad de realizar un trabajo que le permita al paciente adquirir las
habilidades de reconocimiento, elaboración y gestión de sus emociones como
medio para, si no eliminar por lo menos minimizar la alexitimia que presenta
el paciente.
Fase de Intervención
El paciente viene presentando desde la primera sesión una gran dificultad
para reconocer, identificar, discriminar, localizar en su cuerpo y ponerles
nombre a sus emociones. Para ello recurrimos a la psicoeducación de las
emociones mediante la exposición de qué son las emociones, cuáles son las
emociones primarias y secundarias, cómo es la función adaptativa de éstas y
cómo responden gráficamente las emociones mostrándole la curva de la
emoción. Básicamente, las ideas y conceptos que tratamos como una primera
introducción en la psicoeducación emocional fueron:

¿Qué son las emociones y qué función tienen? Las emociones son
procesos psicofisiológicos que nos llevan a realizar ciertas conductas.
Tal vez, su función más importante es la de prepararnos para llevar a
cabo la conducta más óptima y movilizar la energía necesaria con el
objeto de dar la respuesta más adaptativa ante las exigencias del
entorno.

Por otra parte, de cara a facilitar el reconocimiento emocional del
paciente, se le presentó y se puso a su disposición la Rueda de las
Palabras Emocionales (Orientación, 2012) (véase Figura 2). Con ello
32
se conseguiría, por una parte, ampliar el vocabulario emocional del
paciente, y por otra, llegar a conseguir que éste llegase a ser capaz de
una vez reconocido su estado emocional presente, pudiese identificar,
nombrar y verbalizar con mayor precisión la emoción presente.
Figura 2: Rueda de las palabras emocionales. Fuente: Recuperado de:
https://www.orientacionandujar.es/wp-content/uploads/2018/10/RUEDA-DELAS -PALABRAS-EMOCIONALES.png
No obstante, después de todo ello, más tarde, cuando ya observábamos que
iba integrando los conceptos, también le pedimos que intentase localizar en
su cuerpo la emoción que sentía como refuerzo para su aprendizaje
psicoemocional. También se le explicó al paciente el funcionamiento del
sistema de generación de las emociones basado en el modelo de Bisquerra
(2000):
Figura 3: Generación de las emociones. Fuente: Bisquerra (2000).
33
Este aprendizaje se ha incluido de una manera u otra en prácticamente todas
las sesiones como entrenamiento para que el paciente redescubriese y
reintegrase esta conciencia emocional de nuevo en su personalidad.
Simultáneamente a todo lo anterior y con el objeto de que el paciente
consiguiera por sí mismo la reducción de su nivel de ansiedad y potenciar su
conciencia corporal y emocional, se le enseñaron técnicas de relajación de
manera progresiva a lo largo de la intervención. Esto se realizó de una
manera progresiva desde un primer entrenamiento en respiración abdominal,
pasando por la Relajación Muscular Progresiva de Jacobson (especialmente
indicada por su facilidad de adquisición y de generalización a otros contextos
ansiógenos) y llegando hasta el empleo de ejercicios de atención plena
propios de Mindfulness como los de control de la respiración o el escaneo
corporal.
Con objeto de propiciar una mayor higiene del sueño, se le propusieron al
paciente las siguientes pautas básicas recomendadas por González, Egea y
Barbeito (2015) consistentes en:

Evitar en lo posible los periodos de somnolencia diurnos.

Procurar acostarse y levantarse a una misma hora todos los días.

En caso de que se despertase por la noche que no permaneciese
en la cama.

Que estando en la cama no hiciera uso alguno de dispositivos
electrónicos como el smartphone, la tablet, etc.
A continuación, una vez que el paciente ya fue reconociendo su mundo
emocional, la siguiente fase fue la de aportarle una psicoeducación específica
para la gestión emocional (especialmente con las emociones “negativas”
como el enfado, la rabia, la ira, la tristeza, la soledad…). El objeto de ello iría
encaminado a que el paciente adquiriese nuevas herramientas que mejorasen
sus habilidades comunicativas mediante el empleo de una comunicación
asertiva. Este propósito se convertiría en un factor de protección, ya que
facilitaría la apertura de nuevos espacios comunicativos más saludables y
34
constructivos, no sólo en su ámbito familiar, sino también en el resto de sus
relaciones interpersonales.
También, su actitud defensiva le hacía generar anticipaciones catastróficas
cada vez que llegaba a casa del trabajo, y eso mismo se vio cómo en muchas
ocasiones actuaba como principal detonante de conflictos indeseados, para lo
cual se hizo uso de la reestructuración cognitiva mediante una intervención
psicoeducativa sobre el modelo cognitivo de Beck (Labrador, 2008),
introduciéndole de manera panorámica en los conceptos relativos a; los
esquemas cognitivos, los pensamientos automáticos, y los supuestos y
creencias, y cómo todos éstos influyen a la manera de interpretar y de
responder al mundo. También se le pusieron ejemplos y se abrió un espacio
para resolver las posibles dudas que le pudieran surgir.
En esta misma línea, se analizó su actitud defensiva con la idea de propiciar
la toma de conciencia del paciente sobre sus sesgos interpretativos, para
finalmente ofrecerle nuevas interpretaciones alternativas más realistas,
menos ansiógenas y con ello, más adaptativas. Para dicha reestructuración
cognitiva se le solicitó al paciente la realización de tareas para casa con la
cumplimentación de un autorregistro con los apartados de situación,
emoción, pensamiento, conducta y valoración subjetiva de los niveles de
certeza de los pensamientos y de la emoción más presente, ambos en una
escala de 0 a 10, para que pudiese identificar y establecer relaciones entre
sus pensamientos y su estado de ansiedad.
Tal y como se ha descrito anteriormente, debido a la rigidez de pensamiento
que presentaba el paciente se hizo especial hincapié en la aplicación de
técnicas cognitivas para revisar, cuestionar su validez y reestructurar sus
esquemas de pensamiento, los pensamientos negativos automáticos, los
tipos de atribuciones, de autoinstrucciones, etc… Este trabajo previo fue
imprescindible
para
facilitar
al
paciente
el
posterior
entrenamiento,
adquisición y puesta en práctica de las estrategias de comunicación asertiva
y de las habilidades sociales entre otras.
35
El mayor desafío de C. fue a la hora de la exposición en vivo, es decir, a la
hora de poner en práctica todo ello ante las situaciones de tensión y gritos
que vivía en casa, y esto nos permitía observar y evaluar sus habilidades en
lo relativo a su capacidad de autorregulación emocional.
Aunque inicialmente, el paciente acababa respondiendo en los mismos
términos (i.e. con agresividad verbal y mediante gritos) y por lo tanto,
realimentando la conflictividad, después de algunas sesiones se pudo
observar que el aprendizaje que iba atesorando le iba permitiendo afrontar
de una manera mucho más adaptativa tanto las exposiciones en imaginación
como las situaciones reales en su hogar.
Llegado a este punto se trabajó además de su autoconcepto, la búsqueda de
reforzadores y la necesidad de establecer ciertos límites interpersonales con
su madre y con su esposa, realizando
[VB16]ejercicios
prácticos
de
entrenamiento en comunicación asertiva mediante el empleo de role-playings
en consulta.
Es en este punto donde el paciente mostró mayores dificultades ya que, con
la intención de no empeorar aún más la situación en casa, en muchas
ocasiones acababa optando por no expresar su parecer lo cual, si no impedía,
al menos demoraba cualquier posibilidad de acuerdo entre las partes. Para
trabajar dichas dificultades a la hora de afrontar las situaciones conflictivas
se aprovechó una de ellas a la que se refirió en la misma sesión y se le aplicó
la técnica de la Silla Vacía dentro del entorno seguro que configura la consulta
como espacio terapéutico, prácticamente como un ejercicio de exposición en
imaginación.
Mientras el paciente estaba sentado en su silla con los ojos cerrados, se le
pidió que imaginase a su esposa sentada en la silla de enfrente (la silla vacía),
y se le solicitó que iniciase el diálogo con ella, expresándole todo aquello que
sentía emocionalmente ante la situación de conflicto de pareja que estaban
atravesando. Cuando finalizó su primera exposición se le pidió que cambiase
de silla, que realizase varias respiraciones profundas y lentas para ir tomando
36
contacto con el nuevo papel desde el que se iba a expresar (el de su esposa),
mientras se imaginaba a sí mismo sentado enfrente.
Después de que el paciente pasara tres veces por cada rol en esta técnica de
la Silla Vacía se le se pidió que abriese los ojos, y se le preguntó de qué se
había dado cuenta con el ejercicio. Entre otras cosas, debido a que el paciente
tuvo que adoptar el papel de su esposa, gracias a ello él pudo entender el
porqué de algunas conductas de ésta (hecho que le generó sensación de
alivio), tomó mayor conciencia de qué manera él asumía toda la
responsabilidad en los conflictos (por su patrón “salvador”) y el coste
emocional que todo ello suponía. Además, con este ejercicio C. pudo tomar
mayor conciencia de las dificultades, las rigideces y los miedos que tenía a la
hora de expresar sus pensamientos y emociones a su esposa, y también pudo
constatar la carencia de la afectividad en la comunicación entre ambos
miembros de la pareja.
Lo más destacable de la aplicación de esta técnica fue que el paciente realizó
de una manera natural una atribución interna del alivio que sentía al finalizar
la sesión. Dándose cuenta de los recursos que había desplegado durante el
ejercicio (que permitió realizar una evaluación del progreso del paciente y
con ello, de la eficacia del tratamiento que se estaba llevando a cabo) y
sintiéndose más capacitado para afrontar las situaciones conflictivas desde
un lugar más consciente y saludable, aunque reconocía las dificultades de la
puesta en práctica en su vida real.
Lo cierto es, que C. fue poniendo en práctica en su vida real de manera
progresiva todo el aprendizaje que iba integrando, y no fue hasta después de
algunas sesiones cuando comentó que estaba percibiendo ciertos cambios
positivos no sólo en la dinámica familiar, sino también en su manera más
adaptativa de interpretar y responder a las mismas situaciones. Este hecho
junto con la búsqueda de reforzadores positivos con la que se abrió a otras
áreas de su vida en las que también realizarse como persona, le permitió
reducir la tensión con su pareja a la vez que mejorar su estado de ánimo.
Debido a que en las discusiones con su esposa el paciente, en ocasiones se
37
veía aún sin recursos, se le enseñaron técnicas de regulación emocional como
las de:
-
“Tiempo fuera” para que de manera autoimpuesta el paciente
procediera a retirarse físicamente del lugar en donde se estuviera
produciendo la situación de conflicto con el fin de evitar entrar en la
espiral de tensión y posponer la discusión de pareja a otro momento
más propicio, menos tenso y con ello más propicio a concluir en un
resultado más constructivo para ambos.
-
“Técnica del semáforo” que, aunque está más dirigida a la gestión
emocional en este caso se le adaptó orientándola más de cara a
mejorar la comunicación de manera que en el caso de que la esposa
del paciente se dirigiera a él de manera desproporcionada, que el
paciente pueda (antes de dar respuesta alguna de manera reactiva)
preguntarse en qué color se encuentra en ese preciso momento.
o
Si es Rojo, es decir, que se encuentra enfadado o molesto, la
acción a tomar es PARAR e indicarle a su esposa que no es buen
momento para tratar ese tema y que se hablará después.
o
Si es Ámbar, es decir, que se está empezando a sentir molesto,
esto será indicativo para poner en práctica alguna estrategia de
relajación (a través de la respiración) o de atención plena.
o
Si es Verde, entonces significa que el paciente está calmado y
con
ello,
en
la
mejor
disposición
para
establecer
una
comunicación asertiva y constructiva.
-
“Técnicas de Distracción” como otra herramienta más que le
permita gestionar su ansiedad mediante la rememoración de recuerdos
agradables de su vida (que no estuviesen relacionados con su actual
relación de pareja).
38
VALORACIÓN DEL TRATAMIENTO
Adherencia al tratamiento
La adherencia al tratamiento se ha mantenido impecable desde el mismo
inicio del tratamiento en que el paciente no ha faltado a ninguna de las
sesiones previstas. Por otra parte, su compromiso se vio potenciado gracias
al vínculo terapéutico que se había configurado y fortalecido previamente
durante la fase de evaluación.
Sin embargo, a medida que transcurrió la primera fase de tratamiento (más
focalizada en dotar al paciente de herramientas para gestionar de una forma
más adaptativa su situación familiar), y sobre todo el hecho de que C. fuese
percibiendo ciertos cambios positivos, eso fue decisivo como agente
motivador y transformador.
Consecución de objetivos
Los resultados de la intervención eran fácilmente observables en el paciente,
desde su aspecto físico más saludable (ausente ya el aspecto que presentaba
al inicio del proceso terapéutico propios del insomnio mantenido en el tiempo
a causa de la ansiedad), hasta en su manera de expresarse verbal y no
verbalmente.
El principal objetivo se consiguió satisfactoriamente, ya que el paciente
adquirió una gran autonomía e independencia personal gracias a la puesta en
práctica de todo el conocimiento adquirido durante su proceso terapéutico.
De hecho, aunque no se apreciaron mejorías relevantes en cuanto a las
circunstancias dentro del ámbito familiar del paciente, en cambio, si se
pudieron constatar los buenos resultados de las nuevas respuestas
significativamente más adaptativas que desplegaba éste.
39
Dificultades
Las principales dificultades vinieron de la mano de la manifiesta rigidez que
presentaba el paciente (debido a su estado de desesperación) tanto a la hora
de responsabilizarse por completo de toda la problemática familiar, como en
su
pensamiento
de
que
la
única
solución
tenía
que
adecuarse
inexorablemente a su manera de interpretar el mundo, obviando al resto de
actores (su madre y su esposa) y al resto de posibles soluciones. Todo esto
se pudo constatar en diferentes facetas de la problemática familiar:

Uno de los objetivos iniciales del paciente era el de conseguir que su
madre y su pareja fueran amigas. Aunque actualmente el paciente es
consciente de que esto no es factible, ahora mantiene la rigidez en su
planteamiento de alcanzar al menos, una relación cordial entre ambas,
aun sabiendo que no hay intención alguna por parte de ellas.

Aunque en la actualidad la madre de él ya no convive con ellos, las
discusiones entre la pareja no han cesado.

El paciente no quiere divorciarse de su pareja ni va a permitir que su
madre no pueda ir de visita a casa para verle a él y a su nieta, como
mucho aceptaría que las visitas se realizasen fuera del hogar familiar,
pero con el beneplácito y la aprobación de su esposa. Estos términos
no son aceptados por la esposa y esto lleva al paciente a sentimientos
de ansiedad, desesperación e impotencia.

El paciente teme y evita hablar con su esposa de este conflicto, ya que
le aterra pensar que la discusión llegue al extremo en que la única
solución posible sea el divorcio y su esposa decida volverse a
Venezuela llevándose consigo a la hija de ambos. [VB17]
Además, al hecho de tratarse de un paciente eminentemente racional, se
sumó el hecho de su alto grado de alexitimia, lo que efectivamente en algunos
momentos iniciales dificultó el proceso terapéutico clínico.
40
Situación actual
En este momento, el caso continúa en la fase de intervención y a pesar de
que la situación conflictiva familiar no difiere mucho de la que presentaba el
paciente al inicio de la terapia, sí que pueden observarse mejoras
significativas en su estado de ánimo, fundamentalmente gracias al
conocimiento y los recursos que ha adquirido hasta ahora en aspectos tales
como: la comprensión panorámica de su situación, su reestructuración
cognitiva
más
adaptativa,
su
autorregulación
emocional,
su
mayor
autoconocimiento y mejora en su autoconcepto incrementado entre otras
cosas, con sus atribuciones internas positivas y su novedosa manera de
interpretar y afrontar las situaciones conflictivas de pareja.
En cuanto a la situación familiar, la pareja del paciente le ha propuesto la
posibilidad de acudir juntos a terapia de pareja, por recomendación de la
psicóloga de ella. El paciente ha aceptado con ilusión esta propuesta y lo
interpreta como su última esperanza de que llegue a restablecerse su relación
de pareja y con ello, recuperar su anhelado bienestar familiar. No obstante,
el paciente es consciente de todo lo que le está aportando su proceso
terapéutico personal y no quiere sustituirlo, sino compatibilizarlo con el de
pareja.
Independientemente de todo lo anterior, el paciente ha tomado conciencia de
la importancia de nutrir y expandir su círculo de amistades para disponer de
otra fuente de apoyo social.
Pronóstico
De manera independiente al hecho de que el paciente esté a la espera de
cómo va a concretar su esposa la propuesta que le planteó de iniciar una
terapia de pareja, en las siguientes sesiones se deberá reforzar aún más
aspectos como su autoconcepto, su conciencia emocional y corporal, así como
propiciar que aumente su red de apoyo social más allá del estricto ámbito
familiar. Una vez que el paciente ha atesorado mayor autonomía y mayor
41
autoeficacia percibida, el hecho de que éste haya tomado conciencia de la
importancia de diversificar y ampliar sus círculos psicosociales y disponer así
de una buena red de apoyo social puede considerarse tal vez como el factor
de protección más importante frente a una posible futura recaída.
La previsión para las siguientes sesiones es la de consolidar aún más todos
los aprendizajes adquiridos, para finalmente dedicar una sesión de cierre en
la que además de realizar un balance del proceso terapéutico, se fijen las
sesiones de seguimiento y de prevención de posibles recaídas.
CONCLUSIONES Y VALORACIÓN PERSONAL
De entrada, para cualquier persona que acude a terapia individual no le es
fácil en una primera instancia disponer de la suficiente confianza como para
reconocer y expresar su problemática al desconocido que tiene en frente, al
terapeuta. De ahí la responsabilidad como psicólogos de recoger al paciente
inclusive más allá de su demanda explícita y enfocarnos en la empatía, la
aceptación incondicional, la escucha activa… para establecer, fortalecer y
consolidar
el
vínculo
terapéutico
como
factor
imprescindible
de
la
psicoterapia.
Durante el transcurso del proceso terapéutico y sin perder de vista los
objetivos clínicos, en todo momento se ha adaptado la intervención
aprovechando lo que el paciente exponía en la sesión erigiéndose como el
principal agente motivacional circunscrito al ambiente protegido y seguro de
la consulta. Gracias a este contexto seguro y al vínculo terapéutico entre el
paciente y el profesional clínico, el paciente ha dispuesto de un espaciotiempo donde poder tomar conciencia de sí mismo, adquirir nuevos
conocimientos sobre su mundo emocional, así como nuevas estrategias para
manejar y regular sus emociones negativas desencadenadas por la situación
adversa por la que está transitando en este momento.
La pretensión del proceso terapéutico no llega tan sólo a que el paciente logre
adaptarse funcionalmente y superar las circunstancias adversas actuales y
42
sus consecuencias, sino que su intención es la de que éste pueda tomar
conciencia y aprender de todo lo que le ha sucedido para poder afrontar los
nuevos desafíos de su vida con una perspectiva mucho menos perturbadora.
Es cierto que en la intervención se han podido emplear técnicas de fases más
avanzadas porque se estimó su conveniencia en esos momentos y el paciente
ya se encontraba preparado y con un alto nivel de compromiso y motivación
para trabajarlo, aunque también hay que señalar la necesidad de su
reforzamiento.
Aunque el agente estresante no sólo no se ha eliminado, sino que
prácticamente tampoco se ha reducido significativamente, persistiendo aún,
sí puede observarse que el paciente ha incorporado unas nuevas estrategias
que le permiten realizar una valoración e interpretación menos ansiógena de
la amenaza que percibe, logrando así una óptima adaptación dentro de las
posibilidades que le ofrecen sus actuales circunstancias.
En suma, puede considerarse que se ha alcanzado el objetivo general
planteado en este caso, que no es otro que el de mejorar la situación clínica
del paciente, conseguir incrementar su capacidad de afrontamiento ante la
adversidad y aprender de ello desde un pensamiento, un sentimiento y una
acción más alineados y acordes con su ser más genuino y auténtico.
Desde
la
perspectiva
más
personal,
cabe
destacar
el
importante
enriquecimiento que me ha supuesto el acompañamiento terapéutico del
paciente, personaje principal de este caso. Disfrutar del regalo que supone
que una persona confíe en mí para que le acompañe a, si no mejorar, al
menos restablecer su bienestar previo, me hace responsable de traspasar mis
miedos y mis inseguridades, y convertir este hecho en una inmejorable
oportunidad para actualizar mis conocimientos y abrir mi mente, con la mayor
de las motivaciones que no es otra que la de dejar el mundo un poco mejor
de lo que me lo encontré… Y esto también me lo puedo aplicar a mí mismo,
ya que la relación terapéutica es bidireccional y es, en sí misma, un agente
de crecimiento y desarrollo personal no sólo exclusivamente para el paciente
sino también para el profesional clínico.
43
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ANEXOS
Atendiendo a la Ley Orgánica de Protección de Datos se han realizado
ocultaciones en los anexos que se muestran a continuación, para proteger la
identidad del paciente.
Anexo A. Línea de Vida
48
Anexo B. Autorregistros
49
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