EN LA CONTIENDA ELECTORAL HAY UN GANADOR, PERO LA REALIDAD LA VIVEN TODOS Creo que una reacción obvia es la alegría expresada en las redes por las personas que votaron a Iván Duque, y eso está bien pues sus esperanzas y expectativas están reflejadas en el proyecto que ellos apoyaron (o la opción menos dañina, o la opción que maneja mejor un tema vital) y eso está bien. En nuestra Colombia, nuestra alegría por ganar se convierte a veces en bullying, que no está bien aunque no es totalmente sorpresa. Sin embargo es un análisis valido y necesario, que espero todos los seguidores de Duque tengan en cuenta (de hecho todos los Colombianos), es que a pesar de las características personales, o discursivas, o de forma de hacer política que tiene Gustavo Petro, hay detrás muchas personas, muchas necesidades insatisfechas, muchas personas que no se sienten representadas por Duque, o por la política tradicional, que tienen una perspectiva diferente de país. Luego desde una posición totalmente demócrata y consiente, todos debemos preocuparnos porque el gobierno escuche a todos los sectores, independiente de su participación en este proceso electoral. Además hay muchos temas en los que creo que todos estamos de acuerdo, en ecología y defensa de la naturaleza, en la necesidad de mayor educación, en la necesidad de hacer mejor política, en la necesidad de derrotar a la corrupción, en cuanto a mejores condiciones de vida y muchos otros temas. En estas elecciones no se estaba compitiendo por diferentes “que”, sino por diferentes “como” llegar a lograr tales objetivos. Así que los seguidores de Duque no deben olvidar que los petristas son sus hermanos, son tan colombianos como ustedes y su responsabilidad como parte del gobierno, y como ciudadanos es moderar el discurso. Tampoco los Petristas deben olvidar lo mismo, pues no solo esto va dirigido a los seguidores de Duque y el tono confrontacional no ha sido ajeno a ellos, por el contrario ellos también deben moderar el discurso y pensar que igualmente más de 10 millones de personas también con necesidades similares, también afectados por las políticas de gobierno, también ciudadanos y parte del pueblo confían en una forma de cómo hacer y llegar a los objetivos. Se puede hacer controversia, se puede tener discusión política, se puede confrontar las ventajas y desventajas de diferentes posturas, siempre y cuando el discurso se lleve con el nivel adecuado. ¿Estamos preparados para lograr ese escenario del dialogo de las ideas?