ANÁLISIS ECONÓMICO DE DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD

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ANÁLISIS ECONÓMICO
DE DELITOS CONTRA
LA PROPIEDAD
Sumario
El presente capítulo presenta un análisis económico de los delitos contra la propiedad. Para ello,
se pretende responder a las siguien tes preguntas: ¿Qué es la propiedad?, ¿qué es un delito
contra la propiedad?, ¿por qué los delitos contra estos derechos representan un problema?,
¿cuáles son las causas o las razones económicas para la comisión de estos delitos?, ¿cuál es el
impacto económico de este tipo de ilícitos? De entre los delitos de esta naturaleza analizaremos
en particular el robo, intentando dar una explicación del comportamiento del mercado de bienes
robados; así como una breve descripción del robo de "propiedad intelectual" (v.g. piratería).
Finalmente se realiza un análisis ec onómico del problema de la corrupción, sus complicaciones
para el desarrollo, y se muestra un caso internacional que se considera "mejor práctica" en la
materia: El Caso Anticorrupción de la Policía de Hong Kong.
INTRODUCCIÓN
Durante la historia de la humanidad, las diversas legislaciones han reflejado de manera muy
diversa la organización interna de sus sociedades. Sin embargo, pese a esta diversidad, en todas
ellas encontramos como constante un conjunto de normas tendientes a proteger la institución
conocida como propiedad. En palabras de Lepage: "No puede existir sociedad humana sin la
presencia de reglas de propiedad que organicen las relaciones entre los hom bres respecto al uso
de los bienes y las cosas". 1 En este sentido debemos enfatizar que los derechos de propiedad no
son exclusivos de un derecho explícito (v.g. codificado) sino que son propios o coexisten con
derechos establecidos de manera consuetudinaria. Desde las re motas comunidades primitivas
en las que se atribuía la propiedad al más fuerte o al más anciano hasta las sociedades
medievales en donde existía una tenencia servil y otras más contemporáneas como las socia listas —en las que se reivindica la propiedad al Estado —y las capitalistas —donde existe un
régimen de propiedad privada— encontramos principios jurídicos que determinan las formas de
organización social. De esta manera, lo que caracteriza a una sociedad no es la pre sencia de
estos derechos en su legislación, sino la forma que surgen, se armonizan y se conjugan los
derechos de propiedad, así como la manera en la que se distribuyen, se atribuyen y se
transmiten. 2
La figura jurídica de los derechos de propiedad ha estado constitui da de manera general por una
serie de derechos tendientes a otorgar, bajo la atenta mirada prot ectora del Estado, una serie de
prerrogativas consistentes en la facultad de ejercer actos de uso, afectación y dominio sobre un
objeto; es decir, es el derecho que permite a su portador disponer de una cosa de manera libre.
Ahora, es necesario destacar que nos ocuparemos de aquellos hechos que fundamentan a la
propiedad:
1. El fundamento individualista del derecho
2. La regla de exclusividad
3. El principio de la libre transferencia
Por exclusividad quisiéramos dar a entender las ventajas que radican en t odos aquellos
incentivos que el individuo contempla cuan do está motivado a trabajar más y producir más en
presencia de una conexión directa entre los esfuerzos realizados y los beneficios per sonales
fruto de dicho esfuerzo. En "ausencia de derechos de pr opiedad, son pocos los que deciden
arriesgar recursos privados para alcanzar beneficios sociales". 3
Las ventajas de la libre transferencia se refieren a que el control de los recursos debe ser
orientado a quien está en condiciones de hacer un mejor uso de ellos. Este principio asegura la
existencia de un mecanismo de asignación permanente sin tener que hacer uso de la fuerza,
aludiendo solamente al juego espontáneo de los intereses in dividuales. Debemos ahora resaltar
una característica derivada de la libre transferencia, que además es un rasgo muy importante de
nuestra sociedad. Sabemos que la propiedad por el hecho de ser exclusiva no impide la
enajenación temporal o total de los atributos sobre cier ta cosa, esto proporciona la flexibilidad
suficiente para que la sociedad se pueda organizar mediante la celebración de contratos y así
reasignar los derechos de control o de uso que tiene el propietario. Estamos hablando de un
intercambio productivo en donde las fuer zas del libre albedrío; es decir, el respeto a la libertad de
las partes para elegir el tipo de contrato que mejor convenga a sus intereses, hacen posible las
mejoras productivas y la especialización. En este sentido, el intercambio es socialmente óptimo,
ya que los individuos involucrados resu ltan mutuamente beneficiados. Si en caso contra rio los
individuos no vieran garantizado un nivel esperado de utili dad, resultante del intercambio o bien
que uno de los individuos perciba, que el medio otorga incentivos al otro agente para desviarse
de la cooperación, es muy probable que el intercambio mismo no se realice. Solamente un
esquema de libre competencia provee una suerte de sistema evolutivo en el que las formas de
organización menos eficientes son remplazadas a través del tiempo por otras más eficaces, y de
esta manera estamos más cercanos a garantizar el dinamismo en la economía.
Para el cumplimiento de la libre transferencia es preciso el cum plimiento de dos condiciones:
Los derechos de propiedad deben estar correctamente definidos y precisamente atribuidos.
Además, deben existir los procedimien tos jurídicos que permitan garantizar su protección y que
una vez realizado un contrato pueda ser exigido en su cumplimiento.
En este mismo orden de ideas, la justificación de la existencia de derechos de propiedad se
refuerza con el hecho de que éstos evitan lo que en teoría económica se conoce como la
"tragedia de los comunes": esta circunstancia se presenta cuando todos los individuos de una
comunidad tienen acceso al consumo de un bien, lo que generará incentivos para que los
individuos traten de obtener el mayor prove cho del bien en cuestión amén que de no hacerlo los
demás individuos sí lo harán. De este modo podemos asegurar que no existirán los incentivos
para invertir o realizar mejoras en el bien, ya que es conocido por el agente de esta comunidad
que es muy poco probable que él disfrute de los beneficios de las mismas. Así que cada uno de
estos individuos tratará de obtener el mayor provecho posible, lo que nos permitirá concluir la
tragedia que será necesariamente la des trucción o deterioro del bien.
Estas características constituyen los pilares del reconocimiento que de la propiedad realiza la
doctrina jurídica como un derecho erga omnes; es decir, la propiedad además de constituir un
derecho para el que la detente, impone una obligación de respeto para todos los de más
individuos que convivan en esa sociedad. 4
Si la propiedad privada es deseable no es sólo porque representa un sistema eficiente de
incentivos individuales que jamás haya creado el hombre, sino también porque es el régimen de
la propiedad privada el que da soporte a un conjunto de instituciones (el mercado, la
competencia, etcétera) que tienen como característica, según F. Hayek, permitir que los
hombres puedan actuar y decidir en función de una especie de saber sistemático que es mucho
más que la suma de los saberes personales que cada uno pudiera formular y transmitir.
Una vez que establecimos los principios que caracterizan al ré gimen de los derechos de
propiedad, quisiera mencionar algunas interpretaciones económicas adicionales.
Debido a la existencia de los costos de transacción en cualquier tipo de intercambio, existe una
dificultad inherente para delinear los derechos de propiedad completamente. 5
Los derechos que una persona tiene sobre sus posesiones no son constantes a través del
tiempo, sino que están en función del es fuerzo que ésta haga para su protección, del interés de
los otros para su captura y de la protección del gobierno. Los derechos de propie dad no son
absolutos y los individuos los cambian. 6 Una vez que se ha introducido la necesidad de proteger
los derechos de propiedad, explicaremos la razón económica para que el gobierno sea el
organismo encargado de la protección de la propiedad. El princip al motivo es la eficiencia, ya que
los recursos que los agentes destinarían, así como los que dejarían de producirse en pos de la
protección de su propiedad son mucho más cuantiosos que los que se transfieren al Estado, vía
impuestos, con la finalidad de q ue éste instrumente acciones para la defensa de la propiedad.
Un aspecto relacionado con la necesidad imperante de un go bierno protector de los derechos de
propiedad surge si hacemos el supuesto de una protección individual de la propiedad. Esto último
no es una solución eficiente pues si se tuviera que proteger la propie dad de manera individual
habría mayores recursos gastados, mismos que de haberse organizado en contratar una
autoridad se hubieran convertido en mayor producción y un mayor bienestar soc ial.
La intervención del gobierno también se justifica desde el mo mento en que éste actúa como el
agente coercitivo que garantiza, dentro de un sistema altamente complejo de intercambios, el
cumplimiento de éstos bajo las normas establecidas para tal efe cto. 7 En un ambiente sin
derechos de propiedad garantizados, la optimalidad se pierde desde el momento en el que el
acceso a la propiedad está deter minado por la habilidad para sustraer los bienes de otros, o en
su caso, para proteger la propiedad que en ese momento se detenta.
La última de las razones económicas para la existencia de dere chos de propiedad y la protección
de la misma ante transferencias involuntarias por algunas de las partes (léase robo) tiene que ver
con la distribución del ingreso, com o lo afirman Robert Cooter y Thomas Ullen: "los derechos de
propiedad proveen el marco legal para la asignación eficiente de los recursos".
IV.A Análisis económico contra el robo
(Delitos en contra de las personas en su patrimonio) *
Una vez que hemos descrito la importancia de definir y pro teger los derechos de propiedad de
manera correcta, comenzaremos a analizar los delitos contra dichos derechos en
México.
El Código Penal contempla la defensa de la propiedad en su título vigésimo segundo
denominado: Delitos en contra de las personas en su patrimonio. En el mismo, se consideran los
tipos que serán motivo de nuestro análisis: robo, despojo y daño en propiedad ajena.
El despojo se encuentra descrito en el artículo 395 del Código Penal. Dicho tipo comp rende la
violación de un derecho real sobre un bien de naturaleza inmueble (a diferencia del robo, el cual
se verifica sobre bienes de naturaleza mueble).
La figura del daño en propiedad ajena está contemplada en el artículo 397 del mismo código y
tipifica actos como incendio, inundación o explosión cuyo resultado sea el daño o puesta en
peligro de un bien sujeto al dominio de un tercero.
Cabe señalar que el delito que se comete con mayor frecuencia es el robo, motivo suficiente para
realizar un estudio más detallado de esta figura.
Nuestro Código Penal define en el artículo 367 al robo en los siguientes términos:
Comete el delito de robo el que se apodera de una cosa mueble ajena, sin derecho y sin
consentimiento de la persona que puede disponer de ella c on arreglo a la ley.
No obstante que nuestra legislación ha ido eliminando de la de finición de robo elementos
relacionados con la subjetividad de la ac ción, la presencia de este tipo de elementos no se
encuentra del todo prescrita. La existencia de elementos relacionados con la interiori dad del
delincuente es manifiesta a través del dolo; el mismo se cris taliza en la intención de apoderarse
de la cosa con la finalidad de ejercer actos de dominio sobre ella, es decir, existe un animo
domini.
Para nuestro derecho, la consumación del delito de robo se rea liza desde el momento en el que
el delincuente tiene en su poder la cosa robada, basta con que exista una simple remoción del
objeto cuya finalidad sea el que se disponga de ella según la voluntad del delincuente.
El elemento de ajeneidad del bien es una característica no privati va del delito de robo, sino que
le es característica a todos los delitos contra el patrimonio. Los dos últimos elementos, a saber,
sin derecho y sin consentimiento de la persona que pueda disponer conforme a la ley,
constituyen las características que le dan al robo su carácter de antijuricidad.
Por lo que toca a la estructura jurídica del robo, podemos decir que "el delito de robo es, de
acuerdo con su conducta, un delito de acción". 1
Es realmente imposible concebir el robo sin la presencia de un esfuerzo muscular por parte del
delincuente, destinado a hacer en trar dentro de la esfera de poder de éste al bien objeto de la
posesión. Aunque el robo por sus características no nec esite del concurso de varias personas
para su comisión, admite que en la ejecución del mis mo intervengan dos o más personas,
adquiriendo con esta participación el carácter de coautores.
Asimismo, el delito de robo por necesitar de acciones en el plano ma terial admite la posibilidad
de que se presente tentativa en su realización.
¿POR QUÉ SON UN PROBLEMA LOS DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD?
Tomamos como hecho que ciertas actividades, como los asaltos, el robo, o el plagio en el arte, la
ciencia y las ideas son un problema para la sociedad que deben de ser prevenidas. Desde el
punto de vista de la eficiencia económica, no es inmediatamente obvio el porqué. El robo
parecería ser una simple transferencia; yo pierdo $100 y el ladrón gana $100. Desde el punto de
vista de la eficiencia, parecería que la sociedad no pierde —el costo para alguno medido en
pesos se compensa con el beneficio para otro también medido en pesos. De ser así ¿cuál es el
problema del robo?
Si eso fuera lo único que ocurriera, entonces en efecto podríamos pensar que el robo es una
mera transferencia (una pérdida social neta igual a cero) y por tanto, no deberíamos asumir
efectos riqueza. Sin embargo, Tullock dice que debemos de corregir esta interpre tación errónea,
demostrémoslo con el siguiente análisis. 2
Gráfica IV.A.l
Ganancias
Potenciales
(ahorros)
A´
Costo de oportunidad
D
R
R´
A
Inversión en recursos
En la gráfica IV.A.l se presenta el análisis del ladrón, R es su línea de ganancias, oDAA' es el
costo de robar yA'D es el triángulo de sus ganancias. En el eje horizontal están los recursos en
los que invierte para robar como armas, guantes, máscaras, etc étera. En el eje vertical están sus
ganancias y la recta de costo de oportunidad es precisamente el costo de la actividad alternativa.
Asimismo, el diagrama muestra la función de quien trata de prevenirse del robo en don de el eje
horizontal son los recursos para minimizar pérdidas como contratar policías, poner cerrojos,
alarmas, etcétera. En el eje vertical están los ahorros por unidad de prevención. También oDAA'
es el costo social del robo.
La pendiente de R depende de la inversión de otros individuos en protección. Y el costo de
oportunidad de dedicarse a otra cosa en lugar de tener que estar cuidándose. Tullock dice que
cuando el ladrón invierte en recursos la curva de la sociedad se contrae a i?' y análogamente
cuando se invierte en mayor seguridad, la curva del ladrón se contrae a R'. Y así se va dando una
interacción entre medidas de protección y nuevas técnicas de robo hasta que se llega al equi librio.
En este tipo de soluciones de equilibrio debemos tomar en cuenta los altos costos que la
sociedad está gastando en trabajo y capital en prevenirse del robo y también hay trabajo y capital
gastado en incrementarlo. Nos referimos a situaciones que se contrarrestan unas a otras sin
generar producto positivo alguno. A pesar de tratarse de meras trans ferencias representan una
pérdida de riqueza para la sociedad en su conjunto.
El robo es ineficiente por la misma razón que otras formas de búsqueda de rentas
(rent-seeking) lo son. Tanto los ladrones como las víctimas están compitiendo por la
posesión de los mismos objetos, los cuales inicialmente pertenecían a la víctima. Los gas tos
del ladrón resultan en que él obtenga el botín en lugar de otro ladrón o en que él obtenga el
botín en lugar de que su dueño lo conserve. Los gastos de prevención son búsqueda de renta
también, la función de una alarma es que la propiedad se quede en manos de su dueño
original.
Por otro lado, Tullock asegura la factibilidad en la medición de lo s costos sociales. Supongamos
que se logra robar un centro comercial, esto inspira a que los ladrones inviertan más en la
posibilidad de asaltar otro centro comercial, al mismo tiempo los centros comercia les tratarán de
adquirir equipo de video y mayor cuerpo de vigilancia, entre otros. Tal vez se le asignen más
policías y patrullas a las calles circundantes y en general estas cuestiones son bastante
medibles. 3 Por tanto, el costo social es igual a los recursos invertidos en robar, más los esfuerzos
y recursos para la prevención (esto sin considerar la desinserción que sufre una localidad que no
se va arriesgar a producir y ser productiva para después ser despojada de su esfuerzo).
En este modelo existen insoslayables implicaciones acerca de la intervenc ión del gobierno en
materia de protección. La provisión estatal tiene que ver con reducir el costo de la protección.
Cuando el gobierno se compromete a proporcionarla el costo marginal por in dividuo es cero. Por
un lado, si se mejoran las leyes contra el robo, las aprehensiones, los cuerpos policiacos tanto
que logren ser más eficientes que la protección privada, se contrae la curva R a R' y el costo
social es menor. Sin embargo, esto no quiere decir que se deba eliminar la protección privada
porque los individuos descargarían toda la responsabilidad en los cuerpos de seguridad, aun
cuando las ganancias en sus actividades no justifiquen los costos asociados con tener el cuidado
de la policía cuando pudieran protegerse ellos mis mos a un menor costo.
¿CUÁLES SON ALGUNAS DE LAS RAZONES POR LAS QUE LA GENTE REALIZA DICHOS DELITOS?
Como se mencionó, en 1968, Gary Becker presentó su trabajo titula do "Crime and Punishment:
An Economic Approach" 4 en el que desarrolló por primera vez un modelo económico para
explicar el comportamiento criminal. Ahí concluye que cualquier criminal se comporta como un
agente racional económico pues realiza un análi sis de costo-beneficio. La decisión entre
dedicarse al crimen o a cualquier otra actividad legal dependerá de los retornos esperados de
cada una de las actividades.
Robert Cooter y Thomas Ullen, por su parte, señalan: "que el delincuente actúa como si estuviera
comparando los beneficios marginales del delito con los castigos esperados", 5 de esta manera el
delincuente actúa racionalmente haciendo un cálculo del valor esperado del delito descontando
la cantidad que espera ganar por la incerti-dumbre del castigo.
Más recientemente, es fácil encontrar diversos estudios sobre análisis económico del crimen y
sobre las variables económicas que determinan la realización de crímenes. 6 Algunas de estas
variables son el desempleo, la desigualdad del ingreso, la pobreza, la densidad de población, la
distribución poblacional y la aplicación de la ley, entre otras.
En general, se ha encontrado que el desempleo es una variable que reduce el costo de
oportunidad de cometer actos ilícitos, ya que hay una escasez relativa de actividades legales.
Dicho de otra form¿. los incentivos del mercado influyen sobre la actividad criminal. Po demos
fácilmente encontrar una correlación positiva entre desem pleo y crimen.
Particularmente se ha encontrado que la desigualdad del ingreso influye en la comisión de
crímenes contra la propiedad, basándose en el concepto de la carencia relativa en sus tres
dimensiones: magnitud (es decir, la diferencia entre la situación material deseada y la real),
frecuencia (que es el porcentaje del grupo que la siente) y el grado (que se refiere a la intensidad
en que la carencia se siente). A partir de este concept o diversos estudios 7 explican que un
sentimiento de injusticia asociado con la desigualdad es utilizado como una forma de
racionalización del crimen contra la propiedad; en ese caso no es la pobreza absoluta la que
induce al crimen, sino el descontento derivado del empobrecimiento relativo a otras personas.
Los efectos de la comparación o la carencia relativa son plenamente consistentes con la
hipótesis de que el robo se debe a la desigualdad.
En cuanto a la pobreza absoluta diversos autores 8 han encontrado que no es una variable crucial
para analizar los crímenes contra la propiedad. En esos estudios encontraron que incrementando
la probabilidad de captura y la sentencia en prisión, se llega a una dis minución inequívoca entre
el número de ricos y de pobres en prisión.
La densidad de población es utilizada como una variable de control. Existe mayor probabilidad de
crímenes en las ciudades más pobladas. Esto es hasta cierto punto lógico debido a que las
posibilidades de huir y esconderse aumentan en lug ares altamente poblados. El reconocimiento
se vuelve más complicado y lo mismo sucede con el control social.
La distribución poblacional incluye el porcentaje de población joven ya que se espera que este
sector cometa un mayor número de crímenes; y fácilme nte podemos encontrar una correlación
positiva.
Por último, la aplicación de la ley es difícil de medir. Sin embargo, se ha corroborado la hipótesis
de Gary Becker (incrementar la probabilidad de ser aprehendido y la severidad del castigo
desincentivan la actividad criminal) ya que en cuatro de seis casos se mantiene. 9
La consideración de estas variables es importante si queremos hacer un proyecto de política
pública en relación con los crímenes contra la propiedad.
¿CÓMO AFECTA EL ROBO AL MERCADO DE BIENES?
Si no se garantiza el derecho de propiedad, es posible que la econo mía merme en su
funcionalidad: ya sea el miedo a ser atacado, no tener claros los derechos de propiedad o
simplemente por las reacciones psicológicas de angustia y miedo una vez que alguien ha sido
atacado por delincuentes.
Todas estas reacciones se pueden ver en el impacto sobre los precios y el producto dentro de
cualquier mercado legal.
Gráfica IV.A.2
Impactos del lado de la oferta
Caeterisparibus u los crímenes contra la propiedad imponen costos a la producción de bienes y
servicios lo que hace que la oferta se desplace a la izquierda de S a S' (por el hecho de tener que
gastar en monitores de TV, vigilancia, etcétera, tenemos un mayor costo aso ciado por unidad
producida). Esto se traduce en una menor cantidad ofrecida y un incremento en los precios. Ver
gráfica IV.A.2.
El costo del crimen recae sobre los consumidores que enfrentan mayores precios y, además,
sobre quienes ofrecen su trabajo debido a que la contracción en la o ferta disminuye el empleo.
En realidad el impacto sobre el empleo debería ser en el uso de todos los recursos productivos
(trabajo y capital) pero el impacto inmediato se da sobre el factor trabajo ya que asumimos mayor
flexibilidad sobre éste. La magnitud de este impacto sobre consumidores y productores depen derá de la elasticidad de la demanda por el producto en cuestión. 12
Gráfica IV.A.3
Impactos sobre la demanda
El crimen también altera el precio y cantidad por el lado de la demanda. La demanda se desplaza
si alguno de sus determinantes cam bia: gustos, precios de bienes sustitutos, precios de bienes
complementarios, etcétera. Al incrementarse las tasas de robo se provoca un incremento en la
demanda por seguridad lo que hace que se desplace hacia l a derecha, asimismo, los costos se
aumentan por las razones anteriores y el efecto final se traduce en un incremento de los precios
y un aumento en la cantidad demandada. Podemos inferir que cual quier demanda por bienes de
prevención y protección aumentar á. Ver gráfica IV.A.3.
También es posible que la demanda por otros productos dismi nuya. Por ejemplo, si una prima de
seguro incrementa su precio la demanda por éstas disminuirá. Podemos esperar que la demanda
por propiedad disminuya (debido a un cambio en las preferencias). La magnitud de estos
cambios dependerá de la elasticidad precio de la oferta. 13
Grafica IV. A.4
Impactos en el sector público
P
S= Costo marginal
P2
P1
D= Beneficio marginal
D= Beneficio marginal
Q1 Q2
Q
Presentamos el mercado de prevención del crimen en un senci llo diagrama de oferta y demanda
para el cual no hacemos distinción alguna entre los servicios federales, estatales o municipales
aunque sabemos que en su mayoría los servicios de prevención contra el cri men son
proporcionados de manera local.
La curva de demanda representa el beneficio marginal, la curva de oferta representa el costo
marginal. En el equilibrio original tene mos a P 1 y Q 1 como cantidades óptimas en donde P 1
representa un precio sombra. 14
El análisis es el siguiente: ante incrementos en los crímenes con tra la propiedad también
aumenta la demanda por prevención, es así como la curva de beneficio marginal se desplaza a
D'.
Se incrementa el empleo en servicios de prevención contra el crimen y los impuestos deben
aumentar para pagar estos empleos a menos que haya recortes al gasto gubernamental en otros
rubros y estos recursos sean transferidos a la prevención del crimen. Ver grá fica IV.A.4.
¿CÓMO SE COMPORTA EL MERCADO DE ROBOS Y DE BIENES ROBADOS?
¿Quién demanda robos? Las personas "demandan robos" si descui dan su propiedad. Por el
contrario, si se incrementan las medidas de seguridad como las rejas, las alarmas, la vigilancia,
y así sucesivamente provocan que la demanda por robos disminuya.
¿Quién ofrece robos? Los delincuentes ofrecen el robo. Un ma yor cuerpo de seguridad, mayor
probabilidad de captura y castigo, contraen la oferta por robos.
La demanda por bienes robados es similar a la demanda d e cualquier otro bien, esto quiere decir
que existe una relación inversa en tre precio y cantidad o que la demanda tiene pendiente
negativa. La demanda se desplaza si alguno de sus determinantes cambia (algu nos de estos
determinantes se refieren a los gustos y las preferencias, el ingreso y los precios de otros bienes
como sustitutos y complementos).
Por ejemplo, supongamos que hay un decremento en el gusto por poseer bienes robados,
entonces la demanda se desplaza hacia la izquierda. En el caso de cambi os en el ingreso puede
ser un tanto confuso, si la pena por comprar bienes robados fuera la cárcel, el valor de la pena
aumentaría al aumentar el ingreso y la demanda por bie nes robados caería. Si por el contrario la
pena fuera muy poco probable o nula, el efecto de cambios en el ingreso ya no sería tan cierto
como antes; todo dependerá si el bien es de lujo o es un bien inferior. 15
Para comprar bienes robados es necesario tener información acerca de lo que está disponible, a
qué precios y dónde. La dificultad para su obtención (el precio de la información) conlleva a una
reducción en la demanda.
De la misma manera se comportará la demanda respecto a los requerimientos implícitos en la
realización del intercambio, entre estos podemos citar el tiempo invertido, los problemas que
pudiesen Kirgir y el riesgo involucrado en el desarrollo de la compra.
Otro factor que desplaza la demanda depende de la capacidad de proteger y mantener los
derechos de propiedad después de la com pra, esto es, probar la propiedad o desacreditar el
hecho de que la cosa pudo haber sido robada. Si se implantan técnicas para reconocer este tipo
de mercancías, la demanda por bienes robados cae, ya que el precio de probar la legalidad del
producto aumenta. Un operativo de identificación de números de serie y presentación de
comprobantes fiscales es un ejemplo de tales técnicas. La implementación de estos programas
en pequeña escala provoca que el crimen se desvíe a otros objetivos más fáciles, pero en gran
escala logra reducir la demanda por bienes robados.
La oferta por bienes robados condensa la relación positiva exis tente entre el número de artículos
robados ofrecidos por los delincuentes y la ganancia obtenida; dicho de otro modo, a mayor
ganancia promedio mayor es el índice criminalístico.
Los desplazamientos de esta curva son generados a raíz de cam bios en los costos implícitos por
la realización del acto delictivo. Un aumento en los costos desplazará la curva hacia la izquierda,
un descenso en los mismos lo hará en sentido opuesto. Los costos asociados con la realización
del ilícito pueden consistir tanto en castigos espe rados por la realización del delito como en
costos de tipo moral, material o de tiempo.
Una vez descritas tanto la demanda como la oferta de los mercados para bienes robados,
podemos obtener el precio y cantidad de equilibrio con la intersección de ambas curvas.
CRÍMENES CONTRA LA PROPIEDAD INTELECTUAL: EL CASO DE LA PIRATERÍA
En esta parte haremos referencia a los delitos que se com eten contra lo que regularmente
conocemos como piratería. Algunos ejemplos podrían ser el comercio de libros fotocopiados o el
comercio de software de computadora y música pirata. Además de la ropa, videos, calzado,
relojes e infinidad de artículos que son imitación de marcas registradas.
Lisa N. Takeyama 16 presenta los efectos económicos de la pira tería en un enfoque intertemporal.
En principio, bajo un modelo estático, es posible argüir que en presencia de la piratería los
beneficios de las firmas necesariamente decaen debido a que la demanda por productos
originales no refleja la demanda por copias.
La piratería introduce el incentivo (a veces imposible de cum plir) de que el precio debe ser lo
suficientemente bajo para que los consumidores compren ori ginales y no copien. El argumento
anterior se refiere al problema de la inconsistencia temporal, y plantea que un monopolista de
bienes duraderos no puede comprometer de manera creíble los precios futuros, de esta forma los
consumidores se rehusan a comprar el producto al precio de monopolio sabiendo que en el futuro
la probabilidad de que los precios bajen es muy probable a uno por la existencia de las copias en
el mercado.
En un enfoque intertemporal la nueva restricción de la consis tencia temporal debe ser satisfecha.
Si quisiéramos inducir a un consumidor a comprar originales, cuando los bienes son sustitutos
imperfectos, el precio del original debiera ser más o menos igual al valor residual de las copias
en relación con los originales. Esto pro voca una reducción aún mayor en los precios futuros de la
que hubiera ocurrido sin piratería. Esta rebaja adicional en los precios futuros requiere de una
reducción en todos los precios anteriores para satis facer la restricción intertemporal. Un modelo
estático subestima los daños ocasionados a las marcas registradas. Takeyama sugiere que las
copias ilegales que compran los consumidores reducen el excedente de los demás consumidores
incluyendo aquellos que no tienen la pro pensión a comprar productos piratas.
Si la empresa es incapaz de comprometerse en los precios futu ros la restricción de la
consistencia temporal hará que los beneficios que recibe la empresa sean necesariamente
menores a los beneficios de monopolio en un análisis estático en cualquier punto del tiempo.
Por otro lado, si los bienes son sustitutos perfectos, los plagiarios s: .amenté comprarían un
original si el precio es menor al costo promedio inevitable de las firmas; bajo este esquema los
beneficios serían aún mayores con piratería que sin ella. En caso de que la em presa sea capaz
de comprometerse, la discriminación temporal de precios puede ser uniformizada lo que implica
que la firma debe hacer ventas inmediatas a los mayores demandantes y rehusar vender a los
demandantes menores. Esto último es creíble cuando la firma es incapaz de cubrir los costos
evitables de las ventas futuras debido a la casi perfecta sustitución entre copias y originales. Los
ingresos son mayores porque la demanda efectiva en el futuro por los productos originales se
elimina, lo que permite que la promesa de no -producción sea creíble.
Takeyama propone una discriminación vertical de los produc tos. Para tal propósito demuestra
que bajo ciertas condiciones algu nas empresas reciben mayores beneficios en presencia de
piratería (en el caso de los sustitutos perfectos) y en otras circunstancias el daño sobre los
beneficios de las firmas y de los consumidores es ma yor (en el caso de los sustitutos
imperfectos). Lo anterior implica un refuerzo discriminado de los derecho s de autor. Muchas
empresas prefieren un refuerzo parcial de los derechos de autor, por ejemplo, aquellas firmas de
libros, periódicos y software que proporcionan gratuitamente versiones incompletas de sus
productos, sobre todo, en Internet donde el costo marginal para la firma, junto con las co pias, es
cero; asimismo existe una oferta racional de productos de baja calidad a los menores
demandantes y a bajos precios que exigen un refuerzo total de los derechos de autor para los
productos destinados a los mayores demandantes.
Por otro lado, para que la empresa cumpla con la restricción temporal, deberá producir
intertemporalmente cantidades mayores a las socialmente óptimas de productos de buena
calidad y análogamente es inducida a producir contemporáneamen te una cantidad excesiva de
productos de mala calidad. En estos momentos, es relevante hacer notar que la piratería
responde a lo que se conoce entre los economistas como una de las fallas del mercado que en
este caso concreto es la competencia monopolíst ica. Con el bosquejo anterior podemos concluir
que ambas formas de operar en el mercado provocan alteraciones en precios y cantidades que
no son las propias de un mercado competitivo y, por tanto, afectan el bienestar del con sumidor.
Lo relevante del presente análisis es la utilidad del análisis eco nómico tanto en actividades de no
mercado tangibles (v.g. robo en propiedad ajena), como intangibles (v.g. plagio de ideas o
innovaciones intelectuales). La próxima sección se enfocará a un tipo de robo más e spíreo pero
igualmente lacerante para los mexicanos y sus insti tuciones: la corrupción.
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