INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE Nro 50 PRIMER PARCIAL GRUPAL CARRERA: PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA EN MATEMÁTICA CURSO: 1er AÑO MATERIA: PERSPECTIVA SOCIO-POLÍTICA DOCENTE: NADIA ARIAS ALUMNOS: BELÉN, ESTEBAN a) Introducción Sinopsis de la película “También la lluvia” (2010-Icíar Bollaín) El filme transcurre durante el año 2000 en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, y narra el desarrollo de la filmación de una película sobre el “descubrimiento” de América por Cristobal Colón. Mientras se lleva a cabo el rodaje de dicha película, tiene lugar la llamada “guerra del agua”. La misma es una movilización social en rechazo a la privatización del sistema de distribución de agua, y particularmente a las condiciones de dicha privatización. Hay una gran cantidad de analogías entre la realidad que vive el pueblo boliviano y las que sufrieron durante la llegada de los españoles los habitantes originarios, tanto como contradicciones dentro de los mismos personajes, que los llevan a ir sufriendo profundas transformaciones internas a lo largo de la historia. El elenco de la película está compuesto por Luis Tosar en el papel de Costa, un productor en principio bastante frío y calculador, que ve en rodar la película en Bolivia la posibilidad de abaratar costos. Gael García Bernal interpreta a Sebastián, un director idealista, preocupado por plasmar la verdad de los hechos por duros que fuesen, para que se sepa la verdad de lo que realmente sucedió e intelectualmente involucrado en un principio con la problemática del pueblo. Karra Elejalde es Antón, un actor de mucho prestigio, con ciertos problemas con la bebida y manifiestamente despreocupado por la realidad que se intenta reflejar, y con una postura pragmática sobre lo que se está viviendo con el conflicto del agua, y que interpreta a Cristóbal Colón, en una versión más interesada por el oro y la explotación de los esclavos que por el descubrimiento y la aventura. Un personaje que se transforma en eje del relato a medida que transcurre la historia es Daniel/Hatuey interpretado por Juan Carlos Aduviri. Es quien genera el primer conflicto durante el casting ya que la convocatoria decía claramente que “todos van a tener su oportunidad”, y al ser tan grande la cantidad de postulantes la decisión era dejar al margen a todos los que estaban haciendo fila en la calle. Pero su reclamo hizo que se les diera la misma oportunidad a todos. Daniel es un activista varias veces detenido por encabezar los reclamos en Cochabamba que es seleccionado para interpretar a Hatuey, un aborigen que se revela contra la opresión española. Carlos Santos interpreta a Alberto y a Bartolomé de las Casas, paradójicamente a pesar de personificar a alguien que fue defensor de los derechos de los indígenas y se opuso a un imperio, es el primero en querer abandonar la filmación al estallar los conflictos en las calles. El reparto se completa con Raúl Arévalo en el papel de Juan/Antonio de Montesinos encarnando también la contradicción entre la interpretación del primer defensor de los aborígenes (Montesinos), mientras que Juan también está determinado a abandonar el rodaje al desencadenarse los disturbios en las calles. Ficha Técnica Dirección: Icíar Bollaín Guión: Paul Laverty Producción: Juan Gordon Música: Alberto Iglesias Fotografía: Alex Catalán Montaje: Ángel Hernández Zoido Presentación de los temas y del marco teórico Los temas que plantea la película son -El conflicto social y la lucha del pueblo por las condiciones de la privatización del sistema de distribución del agua. -Las analogías entre la llegada de los conquistadores y la llegada del equipo de producción y el elenco de la película, y algunas situaciones conflictivas surgidas durante el rodaje. -Las relaciones entre los personajes. -La transformación y las contradicciones de los personajes con el transcurso de los acontecimientos. El análisis se hará en base a los textos “No es natural” de Josep-Vincent Marqués, “La imaginación sociológica” de Charles Wright Mills, “Dilemas teóricos” de Guiddens, “Introducción al Marxismo” de Nadia Arias, “El poder en Michel Foucault” de Castellano, “El constructivismo estructuralista: La teoría de las clases sociales de Pierre Bourdieu” de Antonio Álvarez Sousa. b) Desarrollo La película está ambientada en la ciudad de Cochabamba, Bolivia, en el año 2000, momento en el que se desató un conflicto al que se le denominó “La guerra del agua”. Esto se origina al realizarse la privatización del sistema de distribución del agua, no solo aumentando el servicio a valores abusivos, sino que en muchos casos se pretendía cobrar a ciudadanos que no recibían servicio alguno. Agravando esta situación el hecho de la clausura de los pozos y cañerías realizadas con mucho esfuerzo por la población, con la que distribuían el agua de las lluvias que utilizaban para vivir. A continuación transcribimos uno fragmento del artículo “La Guerra del Agua en Cochabamba, Bolivia: dos lecturas” de Carlos Crespo - Omar Fernández - Gabriel Herbas “La aplicación de las políticas de reestructuración económica en Bolivia ha tenido uno de sus principales elementos en la privatización, no sólo de las empresas estratégicas (petróleo, minería, comunicaciones) sino también de los servicios básicos. En referencia al servicio de acueducto, en septiembre de 1999 el Parlamento aprueba la Ley de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario y un mes después el Gobierno entrega en concesión a un consorcio privado internacional (denominado Aguas del Tunari) la empresa municipal de distribución de agua de Cochabamba y la ejecución del proyecto Misicuni (megaproyecto de agua de usos múltiples), importante estrategia para la solución de la crónica escasez de agua en la región. Inmediatamente, organizaciones populares y ambientalistas hacen públicas sus observaciones y en noviembre de 1999 se lleva a cabo el primer bloqueo campesino y de regantes en las vías de acceso a la ciudad de Cochabamba. Se iniciaba así la Guerra del Agua. Los principales planteamientos en contra de esta privatización esgrimidos por los dos principales actores locales, la Coordinadora Departamental del Agua y la Vida y Federación Departamental Cochabambina de Regantes (Fedecor), fueron los siguientes: · La Ley no respetaba los sistemas tradicionales de manejo del agua. · Aguas del Tunari prohibía el funcionamiento de sistemas alternativos de distribución de agua en las áreas de concesión de las ciudades. · La concesionaria aplicaba del principio de «full costs recovery» (recuperación total de costos) en la fijación de tarifas. · La Ley reducía las competencias de los municipios para fijar tarifas y otorgar concesiones. · Excluía la participación ciudadana en la fijación de tarifas, las cuales serían indexadas al dólar americano. · Riesgo de juicios coactivos por falta de pago para usuarios de bajos ingresos. · No se reconocía aporte comunitario en ejecución de obras ya existentes. En los primeros meses del año 2000 prosigue la ola de protestas y bloqueos a pesar de que fueron reprimidos en forma violenta por la policía (hubo un muerto, cuarenta y siete heridos y más de ciento veinte detenidos). El primer resultado es abrir un espacio para discutir la revisión del contrato de concesión y reformar la Ley de Agua Potable. Finalmente en abril del 2000, luego del bloqueo indefinido de Cochabamba convocado por la Coordinadora Departamental del Agua y la Vida y ante una fuerte presión social, la empresa Aguas del Tunari se retira de Bolivia. El Gobierno boliviano tuvo que aceptar esa decisión y modificar la Ley de Agua.” En este marco, un equipo de producción cinematográfica junto con el elenco de protagonistas arriba a la ciudad para realizar un largometraje sobre la llegada de Colón a América, teniendo como objetivo mostrar al Colón interesado en el oro, la explotación de los habitantes como esclavos y las tierras, más la imposición del cristianismo, y no el que nos han presentado históricamente como un gran navegante y aventurero. Entre las primeras imágenes hay una fuerte analogía con la llegada de las carabelas, al mostrar una inmensa cruz trasladada por un helicóptero y la imagen del director y especialmente del productor con una clara muestra de satisfacción, casi como haber llegado a la costa, y precisamente Costa es, sugestivamente a nuestro juicio, el nombre de este productor. Así queda en evidencia un nuevo “desembarco” español, con intenciones claramente ambiguas, ya que por un lado a instancias del director Sebastián, se quiere poner en relieve el carácter despótico y explotador de este primer encuentro entre estas culturas, pero por otro la elección de Bolivia no tiene otra explicación que la poca inversión requerida para la realización del proyecto, ya que los sueldos de los actores y extras es irrisorio con el valor agregado (para beneficio de los productores) de las características étnicas de los habitantes de Cochabamba, muy similares seguramente al biotipo de los habitantes originarios con los que se encontró Colón. Podemos apreciar la capacidad del “capital” para maquillarse y aparecer como benefactor cuando en realidad está persiguiendo sus propios intereses. Necesitando por supuesto de esta sociedad que describía Marx cuando sostenía que no hay burguesía sin proletariado, donde estos últimos nunca van a recibir la retribución económica que realmente les corresponde, engrosando las arcas de los financistas. En este punto hay personajes que tienen un doble rol de patrón/obrero como el director, pero especialmente el productor, quien a modo de “Virrey” representa a los verdaderos dueños del dinero y a los que tiene que rendir cuentas regularmente. Observamos las características del poder enunciadas por Foucault, donde dicho poder pasa a través de dominantes y dominados (quedando algunos actores envueltos en un doble juego), tiene un sentido estratégico y productivo, interactúa con el saber para alcanzar sus objetivos, y configura un diagrama de relaciones en las que por un lado tiene la fuerza para afectar a terceros, y por otro también tiene capacidad de resistencia. Lo mencionado anteriormente también queda evidenciado en la escena en la que se está realizando el casting para seleccionar los actores y extras locales donde tiene lugar el primer conflicto, ya que la fila de gente era tan extensa que el productor quiere que el director elija algunas personas y a las demás les pida que se retiren, a lo que uno de los postulantes reclama de manera airada para que se cumpla con el anuncio de que “todos van a tener su oportunidad”, y luego de un forcejeo “la resistencia” prevalece y todos van a ser audicionados. Este postulante resulta ser Daniel, un campesino que será seleccionado para la filmación junto a su pequeña hija Belén, y que resulta ser un importante activista en la lucha contra la privatización del agua. La fila del casting también es parte de otra de las tantas metáforas que se pueden encontrar. Mientras en esa escena los postulantes entregaban sus datos con la esperanza de ser elegidos para trabajar, más adelante y durante el rodaje de la película sobre Colón, los aborígenes debían formar una fila para entregar el oro recolectado, con la esperanza que la cantidad fuera suficiente para así no ser castigados o perder la vida. En “La imaginación sociológica”, Mills sostiene que “No conocemos los límites de la capacidad humana para el esfuerzo supremo o para la degradación voluntaria, para la angustia o para la alegría, para la brutalidad placentera o para la dulzura de la razón. Pero en nuestro tiempo hemos llegado a saber que los límites de la "naturaleza humana" son espantosamente dilatados.” Si podemos estar de acuerdo en que estos límites son extensos, quiere decir que estamos reconociendo su existencia. Hay varias situaciones donde esto queda explicitado. Durante el rodaje hay una escena donde tras los castigos corporales recibidos, un grupo de aborígenes consigue escapar. En la huida una mujer cae y queda rezagada, pero decide quedarse sabiendo que su muerte es inminente, pero que esto le dará más tiempo a su gente para que pueda alejarse, en una suerte de “suicidio altruista” como el calificado por Durkheim. Algo similar ocurre con los activistas que luchan cuerpo a cuerpo, palos contra balas, frente a la represión policial y militar por los reclamos ante la privatización del agua. Ciertos miembros de la sociedad alcanzan un límite en la tolerancia a la opresión y extienden sus límites con relación a su capacidad de lucha. Daniel, el campesino mencionado anteriormente, es uno de ellos. La fuerza expresiva de su mirada, además de cautivar al director era un fiel reflejo de la fuerza de su espíritu. Podía más la necesidad de entregarse a la causa del agua para su pueblo que los intentos del productor de comprarlo para que trabaje en la película y no vaya a las manifestaciones donde seguramente saldría herido y sería detenido, cosa que finalmente ocurre, poniendo en riesgo la continuidad del rodaje, siendo esto lo único importante para el productor, y paulatinamente transformándose en lo más importante para el director, quien en un primer momento se involucra desde lo intelectual con la causa de los campesinos, lo que queda evidenciado en una escena en la que todo el equipo de trabajo de la película es recibido por los políticos de Cochabamba, quienes muestran una mirada displicente ante los disturbios que se generan en las calles por las manifestaciones. Este es uno de los momentos en que se puede observar las diferencias de clases, la ostentación de poder y el rol de testigo involuntario, y observador de los actores y el equipo de producción y dirección. La mirada de estos es casi de indiferencia a excepción de la del director quien sostiene una respetuosa discusión con un político sobre la legitimidad del reclamo de los campesinos. Con relación a las miradas de los personajes “extranjeros” sobre el conflicto es notorio el cambio en algunos de ellos. En el texto de Mills vemos un análisis interesante sobre esto: “¿Cuáles son en nuestro tiempo los mayores problemas para los públicos y las inquietudes clave de los individuos particulares? Para formular problemas e inquietudes, debemos preguntarnos qué valores son preferidos, pero amenazados, y cuáles preferidos y apoyados por las tendencias características de nuestro tiempo. Tanto en el caso de amenaza como en el de apoyo, debemos preguntarnos qué contradicciones notorias de la estructura pueden estar implicadas. Cuando la gente estima una tabla de valores y no advierte ninguna amenaza contra ellos, experimenta bienestar. Cuando estima unos valores y advierte que están amenazados, experimenta una crisis, ya como inquietud personal, ya como problema público, y si ello afecta a todos sus valores, experimenta la amenaza total, del pánico. Pero supongamos que la gente no sienta estimación por ningún valor ni perciba ninguna amenaza. Esta es la experiencia dc la indiferencia, la cual, si parece afectar a todos los valores, se convierte en apatía. Supongamos, en fin, que no sienta estimación por ningún valor, pero que, no obstante, perciba agudamente una amenaza. Esta es la experiencia del malestar, de la ansiedad, la cual, si es suficientemente total, se convierte en una indisposición mortal no específica.” Es evidente el cambio de algunos actores que encarnan personajes precursores en la defensa de los derechos de los pueblos originarios. Mientras transcurre el rodaje sienten una plena identificación con el personaje, pero cuando se ven inmersos en medio del conflicto, rodeado de militares fuertemente armados y son testigos de hechos de violencia y de represión brutal, se alejan fuertemente del personaje, entran en pánico y abandonan el proyecto. El caso del personaje del director es similar. Al comienzo se sentía involucrado, su mirada era de cercanía e interés por el conflicto, pero gradualmente su prioridad comienza a ser exclusivamente la realización de la película, ya no se muestra interesado en la problemática social. El caso de Costa el productor es diametralmente opuesto. En un principio su indiferencia era absoluta, pero paulatinamente se va involucrando con el personaje de Daniel, primero tratando de manipularlo, cambiándolo, tratando que abandone su lucha, “al menos por tres semanas” que era el tiempo estimado para la finalización del rodaje, pero luego comienza a comprenderlo. El punto de inflexión ocurre cuando en el punto crucial de los disturbios, y con Daniel habiéndose escapado de la policía, su esposa recurre a Costa desesperada porque su hija estaba herida, atrapada en medio de los “piquetes” y sin posibilidades de llevarla a un hospital. Ante los ruegos de la mujer y después de negarse varias veces, finalmente accede a ayudarla porque si la niña no se llegara a salvar no se lo perdonaría por el resto de su vida. Así es como en un acto casi heroico y de redención sube a su vehículo con la madre de la niña y atraviesan toda la zona de disturbios, recibiendo hasta un impacto de bala por parte de la policía que solo rompe un vidrio y no trae consecuencias para los personajes, para finalmente encontrar a la pequeña Belén y la trasladan al hospital donde consiguen salvarle la vida. Además de ser uno de los momentos más intensos, marca la transformación total del personaje y el desenlace de la película. Podemos analizar este gesto como un gran acto de solidaridad de Costa hacia la niña, pero también hacia la madre y hacia Daniel. Desde el punto de vista teórico, la solidaridad es un aspecto de los individuos en sociedad estudiado por Durkheim y podríamos encuadrarlo dentro de lo que él denomina solidaridad orgánica. Transcribimos este párrafo para aclarar más sobre este punto: “El supuesto es que hay una primacía de la sociedad sobre el individuo y que lo que permite explicar la forma en que los individuos se asocian entre sí es el análisis de los tipos de solidaridad que se dan entre ellos. Durkheim reconoce dos: la solidaridad mecánica y la solidaridad orgánica. En el primer tipo, vinculado a las formas más primitivas, la conexión entre los individuos –esto es, el orden que configura la estructura social– se obtiene sobre la base de su escasa diferenciación. Es una solidaridad construida a partir de semejanzas y, por lo tanto, de la existencia de pocas posibilidades de conflicto. La solidaridad orgánica es más compleja. Supone la diferenciación entre los individuos y como consecuencia la recurrencia de conflictos entre ellos, que sólo pueden ser zanjados si hay alguna autoridad exterior que fije los límites. Es la solidaridad propia del industrialismo. Esa autoridad, esa fuerza externa –moral, social, normativa– es la conciencia colectiva, que no está constituida por la suma de las conciencias individuales, sino que es algo exterior a cada individuo y resume el conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de una sociedad. Es esta conciencia colectiva la que modela al individuo, la que permite finalmente que la sociedad no se transforme en una guerra de todos contra todos.” Si bien no se puede afirmar que sea el personaje principal, tanto Daniel como Hatuey, interpretados por Juan Carlos Arduviri, se carcterizan por su fuerza expresiva y por ser la encarnación de la lucha ante la opresión. Esta lucha está marcada por una cuestión fuertemente solidaria con su gente, la solidaridad “mecánica” de la que habla Durkheim, y por una determinación a no aceptar la opresión a la que se quiere someter a su pueblo. El mismo Durkheim es tomado como referencia dentro del texto de Guiddens “Dilemas teóricos” en sociología, donde sostiene que una sociedad es mucho más que la suma de los actos individuales, es decir que no es suficiente la voluntad individual para generar una acción determinada, sino la sumatoria de voluntades, y para lograr eso es necesario lograr consensos. En este aspecto se recurre a la analogía con el cuerpo humano donde los diferentes órganos deben funcionar armónicamente de la misma forma que el sistema político, religioso, educativo y la familia en la sociedad. Pero cuando se ven afectados los intereses de un grupo social como es el caso de la película, se desencadena el conflicto. En el mismo texto de Guiddens se menciona la cuestión del conflicto: “Para Marx, las sociedades se dividen en clases cuyos recursos son desiguales. Al existir estas considerables desigualdades, también hay divisiones respecto al interés que son "inherentes" al sistema social. Los conflictos de intereses se convierten en un momento dado en luchas entre las clases, que pueden generar procesos de cambio radical” Si bien en el filme no hay una referencia explícita, recurriendo a otras fuentes como informes y reportajes a los protagonistas de la película, se sabe que el poder político recurrió a numerosas estrategias de manipulación a través de los medios y con el uso de determinadas políticas públicas que tenían como fin adormecer la opinión pública para llevar adelante la privatización del agua. Estas estrategias están desarrolladas por Timsit en “Las diez estrategias de manipulación”, entre las que están distraer a la opinión pública, mantener al pueblo en la ignorancia y la mediocridad, crear problemas para ofrecer soluciones, en particular esta última consistía, en una de sus formas, en cerrar los pozos y cortar el suministro de las cañerías que los mismos campesinos habían creado. Y mientras algunos podían resignarse ante esta situación, otros como el personaje de Daniel y muchos más eligieron ponerse de pie y enfrentar la situación a la que pretendían someterlos. Durante una asamblea en la que se decide luchar por el derecho al agua, Daniel da un discurso, casi una arenga, que, si bien algunos escuchan con miedo por el enfrentamiento con el poder, la mayoría lo acepta y lo sigue. De manera casi análoga, en su personaje de Hatuey, también pronuncia un breve discurso antes de ser quemado en la hoguera junto a varios indígenas más donde manifiesta rechazar al dios de los conquistadores. En el texto de Álvarez Sousa sobre “El constructivismo estructuralista: La teoría de las clases sociales de Pierre Bourdieu”, se puede observar un análisis sobre las cuestiones implícitas en estas escenas: “El poder de las palabras no se basa en la illocutionary force, es decir, en el poder de las palabras mismas, sino en las condiciones sociales del lugar y de quien las pronuncia, que son lo que le dan la fuerza o no, la eficacia o ineficacia a los distintos discursos, bien sean culturales, políticos, estéticos, religiosos, etc. (...) Obviamente, este reconocimiento —acompañado o no de comprensión— sólo se concede bajo ciertas condiciones, las que definen el uso legítimo: debe ser pronunciado en una situación legítima y por la persona legitimada para pronunciarlo, conocido y reconocido como habilitado y hábil para producir esta particular clase de discurso, sacerdote, profesor, poeta, etc.” Conclusión Si bien la película refleja conflictos sociales producidos por el atropello del poder, las relaciones de dominación y sometimiento de un grupo social sobre otro después de más de cinco siglos, y frente a las actitudes de resignación de algunos integrantes del sector oprimido de la sociedad, cabe preguntarse hasta que punto ciertas cuestiones terminaron naturalizadas en el espíritu del pueblo. “Nacer, crecer, reproducirse y morir”. De acuerdo. Eso hacemos. Pero ¿acaso no importa cómo y cuándo naces, qué ganas y qué pierdes al crecer, porqué reproduces y de qué, y con qué humor te mueres?” reflexiona Marqués en su texto “No es natural” La respuesta pareciera ser que no, al menos no completamente sino no se hubiera llevado adelante esta epopeya que la mayoría de los informes que pudimos observar describen como una nueva victoria de David frente a Golliat. Un triunfo del pueblo y sus derechos frente a una de las multinacionales más poderosas con el apoyo del poder político de turno. La realización de este trabajo fue muy movilizadora y haber tomado contacto con la historia de la lucha de este pueblo por su derecho a sobrevivir, llegó a lo más profundo de nuestros corazones. Sabemos también que la lucha sigue ya que la misma problemática sucedió en otras ciudades de Bolivia. Al girar una canilla y obtener agua potable, no llegamos a tomar conciencia de la verdadera problemática de este elemento y las estrategias que se vienen desarrollando en el mundo para controlar este recurso. En nuestro país políticos inescrupulosos entregan terrenos con acceso exclusivo a glaciares a magnates extranjeros, se venden terrenos indiscriminadamente a multimillonarios en zonas estratégicas, flotas enteras de múltiples nacionalidades se llevan el agua de nuestros ríos. Es hora que como sociedad tomemos consciencia de lo que estamos enfrentando, por nuestros hijos, nuestros nietos, por el futuro de nuestro país. BIBLIOGRAFÍA Película “También la lluvia” (2010), Dirección: Icíar Bollaín Guión: Paul Laverty Producción: Juan Gordon Música: Alberto Iglesias Fotografía: Alex Catalán Montaje: Ángel Hernández Zoido - Reportaje a Juan Carlos Arduviri https://www.youtube.com/watch?v=ySqW0y1Yxdc - MARQUES, V “No es Natural”, en Para una sociología de la vida cotidiana, Anagrama, Barcelona, 1982 (3 págs.) - TIMSIT, S, Las diez estrategias de manipulación, 2002, disponible en: http://www.syti.net/ES/Manipulations.html - WRIGHT MILLS, C, La Imaginación Sociológica, FCE, México, pp 24-28 - GIDDENS, A “Dilemas teóricos”, en Sociología, Alianza, Madrid, 2001, pp 832- 848 - PORTANTIERO, J.C., “El origen de la sociología. Los padres fundadores”, en La sociología clásica: Durkheim y Weber. Estudio preliminar, Buenos Aires, CEAL, 1985. - Introducción al marxismo, ficha elaborada por el docente. - ALVAREZ SOUSA, A “El constructivismo estructuralista: la teoría de las clases sociales de P. Bourdieu”, en Revista Española de investigación sociológica Nº 75, 1996, pp 145- 158 Fuentes de consulta relacionadas específicamente a “La guerra del agua” https://subversiones.org/archivos/7440 http://somossur.net/economia/la-problematica-global-del-agua/257-la-guerra-del-agua.html http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20101109025721/5kruse.pdf http://209.177.156.169/libreria_cm/archivos/pdf_78.pdf CUADERNOS DEL CENDES-AÑO 22. N° 59 - TERCERA ÉPOCA - MAYO-AGOSTO 2005 Reseñas bibliográficas - La Guerra del Agua en Cochabamba, Bolivia: dos lecturas Carlos Crespo - Omar Fernández - Gabriel Herbas http://www.redalyc.org/pdf/403/40305919.pdf