Evolución demográfica española en el siglo XX

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T E R C E R A E VA L UA C I Ó N
TRAN SF OR MAC I ON ES E C ON ÓM IC A S Y S O CIAL E S E N E L P R IM ER TERC IO D E L S IG LO
XX"
La evolución demográfica"
La transición demográfica"
La transición demográfica fue un fenómeno común a todos los países que experimentaron un proceso de industrialización. Este cambio demográfico, iniciado en las últimas décadas del siglo XX, se caracterizó por el descenso, primero de la tasa de la mortalidad y, posteriormente, de la de natalidad. El resultado fue una fase inicial de
intenso crecimiento de la población. La segunda fase estuvo caracterizada por el descenso de los nacimientos, que
comportó un crecimiento demográfico mucho más moderado."
Entre 1877 y 1930 la tasa de mortalidad descendió como resultado de la mejora de la alimentación y de las infraestructuras urbanas higiénico-sanitarias. La mortalidad infantil también conoció un notable retroceso y, en consecuencia, la esperanza de vida media al nacer aumentó."
El descenso de la natalidad se inició más lentamente, a partir de la segunda década del siglo XX, y fue consecuencia de unos mayores niveles de urbanización y de racionalidad en la planificación familiar. Sin embargo, este
descenso fue irregular."
Como resultado de la evolución de estas variables, la población española creció considerablemente. Sin embargo,
la modernización de la demografía española tuvo un retraso considerable en comparación con la de otros países
europeos y no llegaría a completarse hasta la segunda mitad del siglo XX. Tan sólo algunas zonas más industrializadas, como Cataluña, Levante y norte cantábrico, conocieron unas tasas demográficas similares a las europeas en
la primera mitad del siglo."
Los movimientos migratorios"
La movilidad de la población española fue muy reducida gasta la década de 1880, cuando se inició una importante
emigración a ultramar. La cronología de esta emigración presenta también un retraso considerable con respecto a países europeos como Gran Bretaña y Alemania, pero coincide con la llamada nueva emigración de la Europa
del sur o del este. Las causas de esta emigración hay que buscarlas en una economía en la que el empleo crecía menos que la población como resultado de la escasez de transformaciones económicas durante los años iniciales del siglo y en la mejora de la navegación, que acortó la travesía del Atlántico. La mayoría de emigrantes eran
hombres jóvenes en edad productiva que partieron con destino a América Latina."
Una vez realentizada la emigración exterior se produjo una expansión de las migraciones interiores, que comportaron un redistribución regional de la población española. Madrid y Barcelona, los principales centros industriales en expansión y, en menor medida, Bilbao y Sevilla se convirtieron en los polos de atracción de emigrantes, que procedían, sobre todo, de regiones eminentemente rurales como Castilla, Murcia, Aragón y las provincial
de Andalucía."
La intensificación de la urbanización"
Las migraciones interiores comportaron la intensificación de la urbanización iniciada en la segunda mitad del
siglo XIX y la pérdida de peso de los núcleos rurales."
Las ciudades grandes como Madrid y Barcelona incrementaron notablemente su población, y superaron el millón de habitantes en 1930. Las ciudades de más de cien mil habitantes habían aumentado su población, en rela-
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ción a 1900, en un 65%. Algunos núcleos como Bilbao doblaron sus habitantes entre 1900 y 1930, y Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza tuvieron una evolución similar. Otras ciudades conocieron también un espectacular aumento de su población al convertirse en importantes centros industriales y mineros."
El proceso de urbanización de la población española, aunque fue considerable, resultó bastante más lento que el
de otros países de Europa occidental."
Atraso y conflictividad campesina"
La crisis agraria"
La agricultura española inició el siglo XX teniendo que hacer frente a las consecuencias de la crisis agraria que
se extendió por Europa a finales del siglo XIX."
Con una agricultura sobre todo hacia el cultivo de los cereales, el olivo y la vid en tierras mayoritariamente de secano, y con una ganadería básicamente ovina, España acusó la crisis cerealista."
La causa inmediata de la crisis fue la llegada a Europa de productos procedentes de países con una agricultura
extensiva más competitiva. El resultado de ese modelo eran unos precios más bajos que los europeos. El descenso de los precios fue más acusado en las regiones de la periferia española, donde la facilidad de abastecimiento desde el exterior era mayor, pero en la de España interior los precios también cayeron al disminuir la demanda
sobre la producción interna."
En algunas de las principales regiones productoras la reducción de los ingresos condujo a la caída de los beneficios. Las dificultades comportaron una generalización de las protestas, coordinadas por la Liga Agraria, una
asociación de propietarios cerealistas que actuó como grupo de presión para conseguir un arancel protector. De la
disminución de los beneficios se derivó el descenso de los salarios de los jornaleros, con lo que se inició un período de agitaciones campesinas que se prolongaría durante todo el primer tercio del siglo XX."
La crisis cerealista fue acompañada de una crisis de la viticultura. El descenso de la producción de vid en Francia a causa de la plaga de la filoxera, un insecto llegado de América que atacaba las viñas, las exportaciones de
vino experimentaron una alza espectacular, pasando a ser la primera partida de ventas al exterior."
Pero la plaga se difundió lentamente por España. La filxolera destruyó cientos de miles de hectáreas de viña. La
viña autóctona desapareció como consecuencia de la enfermedad. Para hacer frente a la crisis, se replantaron
todos los viñedos con una nueva cepa americana que era inmune a la fixolera."
La evolución agrícola"
La crisis agraria se superó gracias al establecimiento de nueva barreras arancelarias y al crecimiento de la producción. Este aumento fue debido a las nuevas roturaciones y a la intensificación, diversificación y especialización de los cultivos. La agricultura se intensificó gracias al uso de fertilizantes, a la disminución del barbecho, al incremento de la mecanización y a la puesta en regadío de nuevas tierras de cultivo. Se introdujeron nuevos cultivos destinados a mejorar la producción ganadera, lo que incrementó las existencias de carne y lecha para
el mercado urbano. Hubo una especialización de cultivos destinados en buena parte a la exportación."
El producto agrario creció, aunque de un modo desigual según el tipo de cultivos y zonas. También, el producto ganadero duplicó su producción en ese mismo período. Sin embargo, los rendimientos por hectárea del
conjunto del sector primario español continuaban entre los más bajos de Europa."
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El predominio cerealista"
La producción de cereales se consolidó como el principal cultivo del campo español. Los cereales y las leguminosas constituían el sector agrícola menos dinámico y con una productividad más baja."
Estos escasos rendimientos comportaban precios elevados, el precio de la venta del quintal de trigo era mucho más alto en España que en Gran Bretaña o Estados Unidos. Todo ello tuvo consecuencias para el desarrollo
económico: la creciente población urbana se vio obligada a consumir alimentos a precios mucho mayores que los
del mercado internacional. Así, la renta disponible para demandar productos manufacturados fue menor, lo cual
obstaculizó en buena parte el crecimiento industrial."
El mayor dinamismo de otros productos agrícolas"
Los cultivos más dinámicos, orientados en gran parte hacia la exportación, eran la viña, el olivo y los cítricos,
frutales y hortalizas. La expansión de la viticultura en el último tercio del siglo XIX tuvo efectos de arrastre
modestos para el resto de de España."
En la zona mediterránea, especialmente en Valencia, el desarrollo agrícola generó unos beneficios que estimularon
las actividades industriales relacionadas con los productos químicos para el campo. En la cornisa cantábrica, la
producción ganadera de carne y leche aumentó considerablemente gracias a la selección de las razas de ganado,
a la mejora de las técnicas productivas y al desarrollo ferroviario, que facilitó el acceso a los mercados urbanos."
Los problemas del campo español"
La situación del campo español en el primer tercio del siglo XX seguía marcada por la enorme desigualdad en la
estructura de la propiedad de la tierra. Amplias zonas de latifundio, así como regiones con un marcado predominio del minifundio, incidía de forma notable en los bajos rendimientos y dificultaba la implantación de nuevas técnicas y métodos de cultivo."
Los propietarios de los grandes latifundios de Extremadura y Andalucía tenían una gran aversión al riesgo y
muy escaso interés por el cultivo eficiente de sus tierras. La inmensa mayoría de la población vivía en unas condiciones que apenas les permitían sobrevivir. Las diferencias extremas entre una minoría de propietarios y la gran
masa de campesinos sin tierra provocaron una notable conflictividad social. Con el avance de las organizaciones
campesinas, la movilización fue vinculándose cada vez m-as a la necesidad de una reforma agraria que permitiese el
acceso de los campesinos a la propiedad de la tierra y pusiese en cultivo efectivo muchas tierras insuficientemente
cultivadas como consecuencia del absentismo de sus propietarios."
La existencia de minifundios en Galicia y la mala calidad de la tierra en la Submeseta Norte tan sólo permitieron
aumentar la productividad de los cultivos en términos suficientes para la subsistencia, pero impidieron generar
beneficios y modernizar las explotaciones. Todo ello empujó a muchos pequeños campesinos a emigrar."
Los intentos de solución"
Los diferentes gobiernos españoles de la época fueron conscientes del atraso del campo español, de los obstáculos que de ellos se desprendían para el crecimiento económico del país, de los conflictos sociales derivados de
la desigual distribución de la propiedad y de la situación de pobreza que afectaba a buena parte del campesinado."
El aumento del regadío se veía como un elemento imprescindible para superar las adversas condiciones climáticas. En ese sentido, se aprobó en 1902 un Plan de Obras Públicas que estimulaba la implantación de regadíos en
zonas tradicionalmente de secano."
Sin embargo, el principal problema era la gran cantidad de campesinos sin tierra. Una ley de 1907 permitió la
colonización de miles de hectáreas que fueron concedidas a pequeños propietarios y en 1917 otra ley facilitó el
reparto entre los campesinos. Pero todas estas medidas se mostraron totalmente insuficientes y la presión de los
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grandes propietarios agrícolas impidió cualquier intento de realizar una reforma agraria, que no se llevó a cabo
hasta el año 1932, ya en tiempos de la Segunda República."
Los progresos de la industria"
Cambio energético y avances tecnológicos"
Entre las causas que provocaron algunos cambios en la economía española del primer tercio del siglo XX destaca
la utilización de nuevas fuentes de energía, la difusión de la electricidad y del petróleo. Esta revolución tecnológica permitió vencer uno de los principales obstáculos para el crecimiento de España en el siglo XIX: la carencia
de fuentes de energía competitivas a la escasa calidad del carbón autóctono."
El uso comercial de la electricidad y su transporte gracias a la invención del transformados abrieron la posibilidad
de mecanizar la práctica totalidad de la producción industrial. El avance de la electrificación en España se produjo en dos grandes etapas: entre 1880 y 1914, el uso de la electricidad estuvo restringido a la iluminación pública de las grandes ciudades y al transporte urbano, y entre 1914 y 1930 se generalizó su uso industrial. El avance en
el refinado del petróleo y los progresos técnicos en la mecánica de motores abrieron paso a una nueva revolución
de los transportes: el automóvil."
También se avanzó en la mejora de la transmisión de la información. A partir de la década de 1860 se produjo
la expansión del telégrafo, y en la década de 1920, del teléfono y de las emisiones de radio. La difusión de estos
avances se concentró las ciudades de mayor tamaño y resultó casi inexistente en el mundo rural. Asimismo su implantación fue más lenta que en otros países."
El crecimiento industrial"
En las 3 primeras décadas del siglo XX, el producto industrial per cápita aumentó un 60%. Al mismo tiempo, la
estructura industrial experimentó una importante transformación con la aparición de nuevas industrias y la
consolidación de las leyes ya existentes. Sin embargo, se mantuvo la preponderancia de las industrias de bienes de
consumo sobre las de bienes de equipo."
Los sectores tradicionales y las nuevas industrias"
Entre los sectores tradicionales, el textil catalán continuó su expansión, pero comenzó perder peso. Las industrias alimentarias también retrocedieron a pesar de la expansión de la industria conservadora del pescado y
la de los productos agrícolas desarrollada en Navarra."
La industria química se consolidó gracias a la fabricación de productos como fertilizantes medicamentos pinturas y explosivos. La industria siderúrgica vizcaína creció considerablemente y en 1902 se creó la Sociedad
Anónima Altos Hornos de Vizcaya. Los beneficios procedentes de las exportaciones de mineral de hierro y de
la fabricación de acero estimularon la diversificación industrial vasca, pero siempre en sectores que requerían amplias inversiones de capital. En Cantabria se constituyó la empresa siderúrgica Nueva Montaña S. A. convirtiendo esta región en la tercera zona productora española después de Asturias. También hay que añadir la creación en
Sagunto de Altos Hornos del Mediterráneo."
Entre las nuevas industrias sobresale el rápido crecimiento de la industria eléctrica. La primera empresa eléctrica fue la Compañía Sevillana de Electricidad pero la producción de electricidad se concentró sobre todo el
grupo Barcelona Traction, conocido popularmente como La Canadiense por el origen de su capital, y en las
industrias hidroeléctricas vinculadas a la banca de origen vasco."
La industria metalúrgica tuvo en el automóvil y en los electrodomésticos dos sectores en expansión. La
empresa automovilística pionera en España fue Hispano Suiza. Hasta 1914, la importancia de la industria española del automóvil fue modesta, pero el panorama cambió al finalizar la Primera Guerra Mundial debido al descenso del precio de los coches al aumento de la renta y algunos sectores sociales capaces de adquirirlos y al mejor en la
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red de distribución del combustible. El crecimiento del parque automovilístico estimuló la creación de empresas
de refinado y distribución de petróleo como la compañía Campsa. También se produjo la difusión de los primeros
electrodomésticos como los aspiradores las neveras eléctricas así como la radio y el teléfono aunque en principio
fueron pocos los domicilios españoles que los poseían "
la construcción experimentó un gran empuje a partir de la consolidación de la industria del cemento con la
creación de la empresa Asland"
La difusión Territorial de Industria"
Junto con los dos pies básicos, Cataluña y el País Vasco, la industrialización se difundió por zonas más amplia del
territorio español. Madrid se convirtió en la tercera región industrial en parte debido a su capitalidad y su condición de ser el centro de la Administración del Estado. Su fuerte crecimiento demográfico que favoreció la demanda de bienes de consumo, incentivó el crecimiento industrial."
Otras zonas representativas del avance industrial fueron Galicia, donde destacó la industria conservera, Zaragoza y Sevilla. En la cornisa cantábrica, las industrias siderúrgicas y sus derivados metalúrgicos consolidaron un
núcleo industrial. También alcanzó importancia la industria del mueble y del juguete, especialmente en Valencia y
en Alicante"
La mayor difusión territorial de la industria no puso fin a los profundos desequilibrios en la distribución de la
renta entre las distintas áreas geográficas españolas. En 1920, tan sólo en tres zonas (Cataluña, El País Vasco y
Madrid), el PIB por habitante se situaba muy por encima de la media. En 1930, Navarra al actual Comunidad Valenciana y Castilla y León se incorporaron a estas áreas. Por el contrario el PIB por habitante de otras regiones
(Canarias, Galicia y la actual Castilla-La Mancha) era un 40% inferior a la media española."
El intervencionismo del Estado"
Una de las características de la economía española durante el primer tercio del siglo x x fue la restricción de la
competencia entre empresas y la constante intervención del Estado en la economía. A menudo, las propias
empresas establecían acuerdos para fijar precios y repartirse el mercado mediante cuotas. Ello supuso unos
precios de venta mayores que en otros países industrializados. La industria siderúrgica fue uno de los sectores
donde más se evidenció la restricción de la competencia."
El intervencionismo del Estado se manifestó en dos direcciones: la concesión de ayudas para estimular la inversión privada en industrias tecnológicamente más avanzadas, lo cual comportó una modernización del tejido industrial español, y el aumento del proteccionismo. Las leyes arancelarias de 1890, y uno pero sobre todo las de 1906
y 1922, fueron las medidas proteccionistas más importantes con las que se trató de evitar la competencia exterior."
El caso de protección más explícito fue el del carbón. También contaron con el apoyo del Estado la construcción
naval militar y la industria aeronáutica."
Estas medidas protectoras tuvieron efectos negativos en la economía española, ya que ayudaron a mantener una
industria con una productividad baja y poco competitiva con el exterior. También hubo efectos positivos: fomentaron el avance tecnológico y ayudaron a la articulación del mercado interior, mejorando las infraestructuras
de transporte y promovieron la aparición de nuevos sectores industriales."
El fomento de las infraestructuras."
La mejora de los caminos y carreteras absorbió la mayor parte del esfuerzo inversor del Estado. Los kilómetros de carreteras del Estado experimentaron un aumento muy considerable. Los ferrocarriles que en esa etapa
iniciaron su electrificación tampoco quedaron al margen del apoyo estatal."
La red telegráfica, fundamental para el intercambio rápido de información, aumentó de 29 000 kilómetros a
casi 41 000 y mejoró sensiblemente la calidad de las transmisiones. En la telefonía creció notablemente el núme-
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ro de abonados. En gran medida este momento fue debido a la creación, en 1924, de la empresa pública compañía
telefónica nacional de España."
Las inversiones del Estado para estimular la expansión de la economía hicieron aumentar el gasto público, agravando el ya crónico déficit de la Hacienda Española. Sin embargo, estas inversiones destinadas fundamentalmente
a la mejora de las infraestructuras de transporte contribuyeron a aumentar la productividad del sector privado."
La evolución de la economía"
La recuperación económica"
El siglo XX se inició con las consecuencias del desastre de 1998 que puso fin al imperio español. La independencia de las últimas colonias hacía presagiar un desastre económico, pero sus efectos fueron mucho menores de
lo esperado."
La desaparición de los mercados coloniales perjudicó a las exportaciones del textil catalán, las harinas castellanas,
la pequeña maquinaria y otros productos, al mismo tiempo que encareció los bienes importados de antiguas colonias. La crisis se superó con rapidez, en los primeros años del nuevo siglo una inflación baja, una reducción de
deuda pública y la repatriación de muchos capitales, que estimularon la creación de nuevos bancos y empresas. A medio y largo plazo la crisis fue para favorable para la economía española."
La coyuntura de la Primera Guerra Mundial."
La neutralidad España durante la Primera Guerra Mundial propició un importante expansión económica ya que
el conflicto redujo la capacidad productiva de los países beligerantes y España se convirtió en suministradora de
productos industriales y agrarios. El incremento de la demanda exterior estimuló el crecimiento de la producción. Por primera vez en mucho tiempo, y como consecuencia del aumento de las exportaciones, la balanza de
pagos española tuvo un saldo positivo. Sin embargo, el crecimiento de la demanda comporto un incremento de
los precios, que desató un proceso inflacionario sin precedentes."
Las clases populares experimentaron un empeoramiento de su nivel de vida, dado que la inflación no fue
acompañada de aumento equivalente los salarios. Lo que provocó una oleada de huelgas y reivindicaciones
obreras. El fin de la guerra y la demanda de los países beligerantes acabó con la euforia económica y desencadenó
una fuerte crisis."
El mercado interno no fue capaz de sustituir las exportaciones y muchas empresas tuvieron que cerrar. Las clases
trabajadoras tuvieron que hacer frente al aumento del desempleo y el descontento social se expresó de nuevo en
prolongadas huelgas, sin embargo no todos los sectores económicos se vieron igualmente afectados."
Los efectos de la crisis de 1929"
En 1929 se inició una depresión económica mundial, que se prolongaría durante la década de 1930, como consecuencia del crac de la Bolsa de Nueva York debido al hundimiento del valor de las acciones."
De este modo, la influencia de la Gran Depresión se dejó sentir sobre todo en los sectores económicos más dinámicos, que orientaban buena parte de su producción al comercio exterior, entre ellos relacionados con productos agrícolas de exportación y minerales, como las piritas y el mineral de hierro, y sus derivados. La caída de la
demanda internacional com portal de proceso de las exportaciones españolas, sobre todo a partir de 1933 en el
caso de los cítricos. Sin embargo, este descenso fue menor que el de otros países exportadores de materias primas
y productos agrarios."
La crisis internacional también per repercutió de manera relativa en España gracias a la depreciación de la peseta, pues, al reducirse los precios de los productos españoles en la moneda extranjera, mejoró la competitividad
de las exportaciones."
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Los cambios sociales"
El mundo rural"
Los grandes propietarios rurales "
A pesar de la modernización de la economía española, la sociedad seguir considerando el patrimonio rústico como
una fuente de riqueza y un signo de prestigio social. Entre los grandes propietarios agrarios podemos distinguir
tres grupos: la vieja aristocracia y burguesía financiera y la burguesía agraria."
La burguesía financiera dueña de las grandes empresas y negocios del país, adquirió también importantes patrimonios rurales como la intención de diversificar sus inversiones y rentas, pero conservó su residencia en las grandes
ciudades. La burguesía agraria se diferencia del anterior porque residía en el medio rural y provenía de antiguos
pequeños propietarios o arrendatarios que habían incrementado su patrimonio con las desamortizaciones."
En La Mancha, Andalucía y Extremadura existía una poderosa oligarquía agraria que controlaba grandes extensiones de tierra y acostumbrada tener una actitud absentista. En Castilla y León predominaba la pequeña y
mediana propiedad, al igual que en Aragón, Cataluña y Levante. En general, los propietarios agrarios gozaron
de una gran influencia y entre este colectivo se recluta buena parte de los cuadros políticos y el personal de la Administración Pública."
Los campesinos"
El campesino español había surgido una considerable disminución, pero todavía representaba un porcentaje superior al de las sociedades europeas más industrializadas. Dentro de este grupo social existían notables diferencias:
unos eran propietarios, otros eran arrendatarios en condiciones muy diversas y, finalmente, había una gran
masa de jornaleros, algunos de los cuales eran simplemente temporeros."
En Galicia eran frecuentes los subarriendos de las propiedades, lo cual dificultaba todavía más la rentabilidad el
minifundio. En Cataluña, los campesinos disfrutaban de una mediana propiedad y de unos contratos de arrendamiento estables. En Extremadura tenían un gran peso los yunteros, pequeños arrendatarios dueños de las yuntas de labor, que veían su existencia constantemente amenazada ante el alza de los arrendamientos rurales. Finalmente, Andalucía al predominio de latifundios comportaba la presencia masiva de jornaleros en condiciones laborales muy precarias."
La sociedad urbana"
El aumento de las clases populares urbanas, con sus nuevos hábitos y valores sociales, significó la irrupción en la
historia de España de la denominada sociedad de masas."
En España, la burguesía industrial era relativamente escasa en comparación con otros países industrializados
integraban básicamente los industriales textiles catalanes y los siderúrgicos vascos. El desarrollo industrial del primer tercio del siglo XX hizo crecer la importancia de este nuevo grupo, consolidado también una burguesía financiera que aumentó su peso en los nuevos negocios."
El desarrollo comercial financiero y administrativo también comportó el desarrollo de las clases medias compuestas por los llamados “cuellos blancos” que trabajan en los comercios y la banca, en funcionarios del Estado
o ejercían profesiones liberales. Se trataba de un grupo heterogéneo, fragmentado y con grandes diferencias según
las regiones."
Los obreros industriales constituían el grueso de las capas populares urbanas. Su número había aumentado considerablemente como consecuencia del desarrollo industrial, y del éxodo rural de las primeras décadas del siglo
XX. La mayoría de los asalariados se concentraba en determinadas zonas. Sus condiciones de vida eran mejores que las de los jornaleros agrícolas, pero debían soportar largas jornadas laborales, sueldos insuficientes y viviendas insalubres en barios carentes de las infraestructuras básicas. Las coyunturas de la crisis económica, con el
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aumento de los precios y del paro, empeoraban la situación y provocando protestas obreras y el aumento de la
conflictividad social."
Nuevas formas de sociabilidad y culturas urbanas."
El desarrollo de las ciudades y la configuración de una sociedad moderna de masas comportan la imposición de
nuevos valores sociales y de nuevas formas de sociabilidad y ocio, así como la extensión de la Cultura de
capas sociales más amplias."
A la creación y difusión de esas nuevas formas de vida y de cultura urbanas contribuyeron la extensión de nuevos
medios de transporte y el crecimiento de los medios de comunicación de masas."
Una de las transformaciones más relevantes de los inicios del siglo XX fue la mejora de la cualificación educativa de los españoles, en 1877 sólo un tercio de la población estaba alfabetizada, en 1900 aumentó al 45% y en el
1830 la proporción superaba el 70%. Tan importante como el progreso de alfabetización fue la mejora del sistema
educativo. Al aumento de los recursos y del alumnado en la educación reglada se añadió la proliferación de los centros especializados y vinculados directamente con las necesidades de formación de sectores profesionales. En educación superior, el avance también fue destacable, aunque restringido a lo que se denominaban las minorías selectas."
El aumento de la alfabetización originó una mayor demanda de ocio cultural. Los datos apuntan a un moderado
desarrollo del hábito de la lectura. Surgió así una prensa de masas, que se convirtió en un instrumento clave
de relación entre los ciudadanos y el poder; a través de la prensa se creaban los estados de opinión, se difundían
argumentos críticos y se favorecía la progresiva formación de una opinión pública independiente qué pasa a
ser cada vez más influyente."
Entre las nuevas formas de ocio de sociabilidad también se difundió un nuevo asociacionismo de carácter cívico. De este modo, en las ciudades proliferaron los casinos y los círculos entre las clases más acomodadas, y los ateneos o casas de pueblo entre los grupos sociales populares."
Este período conoce también la costumbre de dedicar horas de ocio a la realización de actividades al aire libre, y
se extendió la práctica del excursionismo y del deporte entre capas más amplias de la población."
La más importante de las nuevas formas de entretenimiento fue el cine, que se convirtió en un espectáculo de
gran éxito popular al ser más económico que el teatro.
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