Universidad Alberto Hurtado Departamento de Antropología Cultura e Ideología Arte como propaganda La utilización del arte pictórico como medio de propaganda de la Guerra del Pacifico. Alumno: Alfonso Kuschel Docente: Angelo Narvaez. Introducción La utilización del arte como propaganda por parte del sistema capitalista se convierte en el mecanismo con el cual este puede enmascara lo real del sistema en sí. De hecho la necesidad de la burguesía de construir una identidad nacional con la cual incorporar a toda la población fue uno de los grandes atinos ideológicos de los periodos políticos liberales que se formaron como respuesta de los liberales frente a los grupos conservadores y así poder imponer un proceso político de modernización de la sociedad. Para valerse de ello, se comenzó un periodo del arte en que buscaba la estetización de la geografía de la nación mediante las representaciones del campo chileno y que luego derivaron las representaciones de la Guerra del Pacifico con las cuales se pudo representar gráficamente la versión idealizada de la guerra. Ya que la Guerra del Pacifico se convierto por parte de los propagandistas en un relato nacional unificador. El proceso de construcción del Estado Chileno como problema. El problema que se debe reflexionar primero es como el Estado chileno ha evolucionado a lo largo del tiempo para comprender las razones de la necesidad de utilizar el arte pictórico como mecanismo de propaganda ideológica para poder construir una “identidad nacional” con la cual los grupos de poder pudieran sostenerse. Eso si cabe recordar que durante el periodo que abarca desde la independencia a la actualidad el país ha sufrido periodos de turbulencia política que por lo general se ha resuelto mediante la violencia ya sea en su forma institucional o extrainstitucional. El quid de la cuestión es que hay que entender que el Estado chileno como ideario se constituyó entorno a la idea de un “orden” institucional el cual rige en todos los aspectos operacionales de la institucionalidad tanto civil como estatal. Gabriel Salazar (Salazar, 2005) dijo que el ideal de orden institucional fue creado por Diego Portales y que se ha mantenido por un periodo de tiempo que abarca casi un siglo (1830-1925) y que no fue contestado hasta la presidencia de Arturo Alessandri Palma aun que este lo continuo en conjunto con Carlos Ibáñez del Campo hasta 1973. de hecho se puede hacer una cita explicita que resume el punto. Se concluye lo anterior que el célebre orden institucional chileno ha sido en cada caso, obra de un “estadista” genial y de solo uno, de manera que el orgullo nacional por el orden nacional ha debido extenderse, por reduccionismo patriótico, al “genio” de sus creadores. Con un agregado significativo, los arquitectos del Estado que se fueron agregando al modelador original (o sea Alessandri, Ibáñez y Pinochet) han declarado o terminó por entenderse así que su intervención consistió en restaurar la clásica obra de Portales, con esto, de un modo u otro, los ciudadanos han debido enraizar su orgullo patriótico en otro sentimiento conexo: la admiración perpetua por lo que hizo ese triministro de entre los años 1830 a 1837. ¿que significa esta cita textual? El problema que Salazar apunta es que la estructura institucional chilena depende de mecanismos de violencia de orígenes personalistas iniciados por Portales para poder consolidarse de una forma perdurable en el tiempo, más o menos, y en los cuales se legitiman prácticas institucionales de los cuales el Estado depende. Pero según Salazar aun que estos esquemas de organización estatal son relativamente perdurables no son necesariamente eficientes y eficaces. Entonces lo que se pregunta Salazar es ¿cómo las instituciones chilenas pese a su origen personalista pueden operar de forma eficiente? A lo que él concluye que en realidad el factor más importante y pese al mito de los hombres fuertes, es que existe una sociedad civil activa y/o soberanía ciudadana. Entonces ¿como se relaciona la sociedad civil con el Estado? Salazar concluye que la eficiencia del orden institucional solo se puede medir de dos formas: 1. según la participación ciudadana en el proceso constitutivo del orden institucional 2. el grado de desarrollo social, cultural y económico que ese orden genere para todos los estratos de la sociedad. Si la ciudadanía participó efectivamente en la constitución del orden en cuestión entonces el orden es eficiente en su legitimidad ya que guarda correspondencia positiva con la voluntad de la sociedad civil. Si en sus procesos de funcionamiento el orden produce un desarrollo global de la sociedad civil, entonces se puede hablar de que es eficiente en su equidad humanizadora A partir del párrafo anterior entonces se puede entender que el problema es que el Estado Chileno no puede considerarse eficiente en todos los sentidos ni en principio de legitimación ni en su equidad humana, porque a lo largo de la historia de Chile el proceso de constitución del orden estatal se hizo sin la participación de la ciudadanía. No hubo participación durante el golpe de 1833, no hubo participación durante el golpe de 1925 y no hubo participación durante el golpe de 1973. La tradición portaliana de constitución del Estado en Chile están fuerte que elimino otras instancias de construcción la construcción comunal del Espacio, la necesidad de las oligarquias chilenas de eliminar los obstáculos al desarrollo económico implicaba para los grupos de poder la eliminación de instancias de participación ciudadana o soberanía popular, por eso el golpe de Estado realizado por portales en 1830 que supuso la eliminación de la constitución liberal de 1829 se realizó motivado por los intereses económicos de la élite de Santiago que querían evitar a toda costa los cambios en las estructuras de poder económica de Santiago hacia las provincias. De hecho Salazar propone a Ramón Freire como un defensor de la soberanía popular a promover modelos políticos de participación ciudadana que abarque a otros sectores sociales. Por esta razón se intentó instaurar en todos los países latinoamericanos, modelos electorales restrictivos como el voto censatario que excluía a las clases populares para impedir que se desarrollaran políticas de resguardo económico en beneficio de esas clases. En la misma medida Collier(Collier, 2005) apuntaba que la construcción del Estado chileno por parte de Portales constituía en realidad un mito fundacional. Esto porque según el historiador el periodo de formación no terminó con la constitución de 1833 sino que comenzó en ese año ya que fue un periodo de formación que fue pactada por liberales y conservadores. Collier hablaba que en lo que respecta que la élite política chilena conformada por conservadores y liberales era homogénea en lo que respecta a las políticas económicas en el periodo que abarcaba la primera mitad del siglo XIX. De hecho Collier dijo que la idea de progreso era el eje central del pensamiento político de la burguesía chilena a principios del siglo XIX y era respaldada tanto por conservadores como por liberales. Chile y sus otredades, dificultades para la construcción de una identidad nacional. ¿que es la nación? La definición de nación ha variado tanto por las necesidades políticas del momento como para poder intentar explicarlas de un modo que sea comprensible intelectualmente que surge paradojalmente en la academia. Rousseau y Montesquieu lo definieron como un conjunto de instituciones políticas con los cuales resolver los conflictos sociales dentro de un esquema democrático. Para Eric Hobsbawm(Osorio, 2016) la nación es un proceso de conquista y de deliberación moderna nacional. Para Fichte la nación es una defensa de un pueblo que se reúne entorno a una historia, lengua y mitos comunes. Osorio cita a Arendt (Osorio, 2016) para explicar que los Estados nacionales se crearon a partir de la paradoja de la promulgación de la universalidad de los derechos humanos para eliminar los privilegios estatutarios de determinados grupos sociales y al mismo tiempo promulgar una los poderes hegemonías que se cimientan en valores unívocos que no admiten disidencia. De hecho Arendt explica la dualidad nación y estado para poder ejemplificar el problema. Nacionalismo significa la conquista del Estado por una nación. Tal es el sentido del Estado nacional. El resultado de la identificación decimonónica entre nación y Estado es doble: mientras que el Estado como institución legal asumía como su deber proteger los derechos de los hombres, su identificación con la nación implicaba la identificación del ciudadano con el nacional, de lo que resultaba una confusión de derechos del hombre con los derechos de los nacionales (Osorio, 2016) ¿que significa la confusión de los derechos nacionales con los derechos del hombre? Asumir que los derechos de los ciudadanos eran iguales a los derechos del hombre implicaba una contradicción en la cual los valores abstractos de universalidad se sobreponían por encima de los ciudadanos nacionales. Por causa de esto se conlleva a la alienación de los grupos ciudadanos que a la larga puede conllevar a la radicalización de los nacionalismos, como es el caso de Alemania en 1933. (Osorio, 2016) De hecho el texto de Osorio apunta que las identidades nacionales se convierten en ejes estructurantes para poder crear proyectos de construcción de Estado, ya que permite la formación de vínculos de solidaridad entre las familias y las instituciones que las regulaban. El nacionalismo entonces se convierte en el proyecto único que responde a la realidad de la nación, el único que es asignable a esta como proyecto propio y aderirse como proyecto por y para la nación. Por esto los Estados nacionales idealizaron el concepto de patria para poder formarse pero también puede ser el motor de la destrucción del Estado nación, ya que la radicalización de las identidades nacionales puede llevar a la negación del pluralismo. Ya sabiendo el problema de que el Estado Chileno fue conformado en detrimento de la ciudadanía se tendría que ver ahora el problema de la construcción nacional como mecanismo de legitimación del Estado. La exclusión política de los sectores económicos pobres fue de vital importancia para las élites chilenas para poder evitar disputas al poder pero fueron los pobres quienes conformaron los soldados alistados (la oficialidad era otra cosa) que pelearon en la guerra del pacífico. Fue esta guerra la que marcó la necesidad de la clase gobernante de condicionar e imponer una identidad nacional para poder legitimar al Estado frente a la ciudadanía. Las clases populares en Chile fueron vistas por la clase dominante como un “otro” al que hay civilizar y moralizar, de hecho la apelación al otro es la base en la cual se puede construir una identidad nacional o sea la dialéctica del espejo con la cual se puede observar la propia identidad para hacer notar las características propias de un grupo social y cultural. (Cid, 2012) El primer espejo lo conforman la nación mapuche, de hecho la mistificación de la resistencia de los mapuches a los españoles, que permitió densificar históricamente durante la independencia de Chile las luchas entre patriotas y realistas. (Cid, 2012) De hecho la existencia de grupos plurietnicos es un factor catalizador de la construcción de los movimientos nacionalistas los cuales buscan crea una identidad nacional para poder responder a los cambios de la estructura económica y social. De hecho la incorporación de los territorios bolivianos y peruanos habían creado tensiones raciales violentas en las zonas de norte producto de la racialización. Lo que motivó la formación de las ligas patrióticas en la década de 1880. (Cid, 2012) Gabriel Cid apunta que la construcción de una identidad nacional no solo tienen una dimensión políticainstitucional sino que también una dimensión político-discursiva y otra simbólica- cultural. De hecho, la generación de escritores de 1842 se caracterizó por la creación de modelos literarios que les permitiera la creación de discursos de identidad nacional. Esto movimientos de intelectuales tuvo que realizar viajes a Europa en concreto a Alemania para aprender de las nuevas modalidades de ficción. Fue en esta época en la que se crearon las ficciones fundantes tales como los textos de Alberto Blest Gana con su obra culmine de Martín Rivas que fue uno de los ejemplos de la búsqueda de la utilización de los tópicos chilenos en la literatura y el desarrollo de un estilo de prosa chileno. Con respecto al arte pictografico ya se va a tratar más adelante en el capítulo de la pintura como propaganda política. Arte como propaganda. Volviendo al periodo de 1840-1880, la necesidad de crear un estilo de arte tanto en estilo como utilización de tópicos derivó a la utilización de los paisajes naturales para crear una idealización de lo identitario a partir de la configuración física del territorio. De hecho la representación estética del paisaje en Chile obedece a una asociación de los conceptos de país y paisaje y pago que es tanto etimológica como sospechosamente ideológica. Ya que los tres conceptos derivan de la palabra latina pagus que significa Aldea o villorrio. La palabra pago en castellano medieval significaba la entrega de lotes de tierra como recompensa o terminación de deuda y en este procedimiento también se hacía la entrega de los siervos que hacían el trabajo de labranza. (Schoennenbeck Grohnert, 2013). Maderuelo afirma que el paisaje como concepto separado de pago surge de la liberación del sujeto de la carga de trabajo y con eso se detiene a disfrutar de las características de la geografía observable, lo cual era una imposibilidad en los tiempos medievales. Esta afirmación conlleva un problema ya que la estructuras económicas de la edad media permitían la creación de una clase social y política que era sostenida por la labor del campesinado. Pero este desglose etimológicos es útil al menos para poder explicar la correlación entre las representaciones del paisaje y las estructuras de poder, Ya que la representación del paisaje crea una relación simbólica con el territorio. La utilización de los paisajes como tópico obedecía a la pugna entre la geografía del Estado y la geografía pura a lo cual la burguesia llavará a un compromiso de entre los que es saber y poder. “El paisaje es uno de los resultados de este formidable y perjudicial compromiso entre razón científica y razón de estado, entre la nueva estructura de la cultura burguesa y las exigencias paralelas de legitimación de su toma de poder, un compromiso que se traducirá en la más extraordinaria invención geográfica de la modernidad: el estado nación” La búsqueda de una consolidación entre los estético y los cientifico del sistema capitalista surge pues como una necesidad de crear una coordenada simbólica a la cual integrar a la superestructura ideológica del sistema capitalista con el fin de crear una asociación idealizada entre la identidad nacional a una unidad territorial con fronteras definidas. No es coincidencia que los paisajes que se utilizaban con más frecuencia, eran los bucólicos ya que la burguesía chilena intentaba integrar ideológicamente a ese “otro” que era el campesinado chileno. Pera esa integración ideológica no estaba destinada para el campesino sino que para el burgués porque el objetivo era producir un desextrañamiento1 hacia las comunidades rurales. La pobreza rural en su forma más brutal era entonces completamente maquillada mediante la representación idealizada en cuadros de los paisajes bucólicos del campo chileno, esto como una especie de escape de lo real en términos de ẑ iẑ ek (Zizek, 2008) ya que lo real de la explotación de los inquilinos dentro del latifundio es escondido del espectador mediante una representación de los campesinos en plena faena agrícola como espectáculo circense. En el cuadro llamado la “Trilla” hecho por Recaredo Tornero en 1872 se muestra el proceso de separación del grano de trigo de la paja como un proceso festivo en que los espectadores de la trilla alientan a los jinetes de los caballos que pisan el trigo, la realidad seria la trilla pero lo real es el proceso de labor y esfuerzo físico que significa el proceso de poner el trigo en lugar y manejar los caballos y luego recoger los granos de trigo para poder llevarlos al molino, todo esto por asistencia por parte del patrón mediante entrega de bienes imprescindibles en vez de salarios. ¿Entonces a que viene la Guerra del Pacifico? La Guerra del Pacifico es presentado por la historiografía burguesa de principios del siglo XX como un relato épico similar a lo que fue para los griegos la Iliada, la obra de Homero fue para el mundo clásico el mito fundante de la idea de la dicotomía entre lo helénico y lo barbárico. Entendiéndose que los conceptos de Estado nación no existían y que el centro identitario era la idea de la Polis. La Iliada se convirtió en una coordenada simbólica con la cual los habitantes de la Grecia antigua pueden crear una separación de ellos con el resto del mundo. Entonces se puede hacer una analogía entre la Guerra del Pacifico y la Iliada. La Guerra del Pacifico comenzó por la necesidad de los grupos económicos chilenos de proteger sus intereses en los territorios que eran antes de Perú y Bolivia, al igual que la guerra de Troya la cual comenzó con una transgresión al principio de hospitalidad, la Guerra del Pacifico comenzó con una transgresión al principio de propiedad por parte del gobierno Boliviano hacia las salitreras y que fue respondido con la violación al principio de soberanía por parte de los chilenos. Así que en consecuencia se legitima esta guerra mediante la asunción de que los honores de las naciones participantes fue mancillado por una y otra. 1 Término de la antropología que significa hacer al otro que es desigual del sujeto cognosciente menos extraño para el sujeto. Es completamente distinto al concepto de alienación. Aquí se puede hacer una analogía burda con las descripciones de Zizek de la guerra que siguió a la desintegración de la República de Yugoslavia. La representación de un conflicto bélico se representa como una especie de drama familiar es un mecanismo netamente ideológico con el cual se puede hacer una identificación del evento histórico con las facetas de la cotidianidad. De hecho repetirlo y matizándolo desde una modalidad de expresión oral poética es un mecanismo de ocultación de las realidades del capitalismo y del nacionalismo, de hecho la representación pictografico es la manera de poner en escena la narrativa epopeyica nacional de la misma manera en que en el Renacimiento se hacía representaciones de la Iliada para deleite de los mecenas. Conclusiones Recapitulando, El Estado de Chile como proyecto formativo fue desde sus inicios un proyecto político creado por las élites económicas del siglo XIX, el proyecto excluyo a los ciudadanos de los estratos económicos bajos con el fin de eliminar cualquier obstáculo contra el proyecto de progreso en su forma económica defendido por Liberales y Conservadores, pero los últimos siempre se opusieron a cualquier avance social que significara el fin de las subjetividades tradicionalistas tales como la secularización del Estado. Pero esto causó a la larga una crisis de legitimación política en el cual la población no podía incorporar subjetivamente el proyecto de Estado-Nación. Por lo tanto se intentó apelar a lo popular mediante la búsqueda de expresiones estéticas que reflejaban las características geográficas (paisajismo) y culturales (novela sobre el campo chileno como es el caso de Martín Rivas) del país pero siempre desde un lente elitista para evitar la alienación de la clase oligárquica de la nación. La utilización del paisaje bucólico es condiciente con las realidades económicas de Chile debido a que los grupos de poder económicos durante el siglo XIX basaron su riqueza en la explotación de los recursos agrarios en su modalidad más extensa por su aspecto territorial que es el Latifundio. Como se mencionó en la relación etimológica entre paisaje y pago. La necesidad de construir la identidad nacional en términos de representación cultural tomaron vuelo con la incorporación de enclaves étnicos tal como sucedió con la incorporación de la Araucanía y la incorporación de territorios de Bolivia y Perú. Lo que luego incito la formación de las ligas patrióticas en el norte y proyectos de asimilación forzada en el sur de las poblaciones indígenas. Así que la necesidad de crear un relato nacional basado en la historiografía lo cual va en consonancia con la expansión de la modernidad y sus concepciones racionalistas, hizo que la Guerra del Pacifico se convirtiera en la epopeya nacional mediante la estetización empleada por los historiadores “oficiales” de principios del siglo XX. El relato de la Guerra del Pacifico oculta lo real de la historia de la guerra en sí, que fue un conflicto planificado de antemano por los grupos de poder para mantener el acceso al salitre y este conflicto fue endulzado como una especie de Guerra de Troya por los propagandistas de la burguesía. De hecho la representación de las batallas obedece a la obsesión con el paisaje que operaba en la mente de la oligarquía chilena y por lo cual los artistas buscaban satisfacer mediante una representación de la realidad histórica según los términos de Zizek que enmascaraban lo real del conflicto. Bibliografía Cid, G. (2012). La nación bajo examen. La historiografía sobre el nacionalismo y la identidad nacional en el siglo XIX chileno. Polis. Revista Latinoamericana, (32). Recuperado de http://journals.openedition.org/polis/6603 Collier, S. (2005). Chile: la construcción de una república 1830-1865: política e ideas. Ediciones Universidad Católica de Chile Santiago. Osorio, C. P. F. (2016). Nacionalismos, identidades y narraciones. Civilizar, 16(30). https://doi.org/10.22518/16578953.535 Salazar, G. (2005). Construcción de estado en Chile. Santiago de Chile, Sudamericana. Schoennenbeck Grohnert, S. (2013). Paisaje, nación y representación del sujeto popular: Visiones de un Chile imaginado. Aisthesis, (53), 73-94. https://doi.org/10.4067/S0718-71812013000100004 Zizek, S. (2008). Arte e ideología en Holliwood en Defensa del Platonismo. Madrid: Fundación Casa Pintada.