Subido por Prof. Menfis Alvarez

DERECHO DE LA HAYA DDIPMDIH vf

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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE
DOCTORADO EN DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
MENCION DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
UNIDAD CURRICULAR: EL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO Y LOS DESAFÍOS DE LOS CONFLICTOS ARMADOS
CONTEMPORÁNEOS
DERECHO DE LA HAYA
Docente:
General: Damián Nieto
Doctorantes:
Aguiar Yorman C.I. V-11.2000.668
Álvarez Núñez, Menfis. C.I. V-10.784.470
Araque de Granadillo Betilde C.I. V--5.964.527
Chacón Rene Rigo C.I. V-13.713.942
Escalona Esteves, Freddy Alberto C.I. V-10.864.358
Caracas 24 de enero de 2019
ÍNDICE GENERAL
Introducción
Pág.
1
Capítulos
Capítulo I. Derecho de la Haya
5
Acaecer Histórico
5
1.1.
1.1.1. Concepto de Derecho de la Haya
12
1.1.2. Tratados más relevantes en el desarrollo del derecho de 12
la Haya
1.1.3. Fusión del Derecho de Ginebra y el Derecho de la Haya
14
Capítulo II. El concepto jurídico de la Guerra de acuerdo a 23
Las Naciones Unidas y el Derecho Internacional moderno
2.1. Reparos sobre precedentes del concepto de Guerra
23
2.2. Breve reseña histórica de las guerras
26
Capítulo III. Devenir histórico del Derecho Internacional 28
Público y l del Uso de la Fuerza
3.1 Breve Reseña Histórica
28
3.1.1. Concepto Jurídico del Uso de la Fuerza en la Carta de
la ONU
30
3.1.2. El uso de la fuerza por parte de los Estados; la seguridad
colectiva; y el derecho de guerra y neutralidad
31
3.1.2.1.Las diferentes categorías del uso de la fuerza por parte
de los Estados
39
3.1.2.2. El uso de la fuerza por parte de las instituciones 46
internacionales y aspectos jurídicos de la seguridad colectiva
3.1.2.3. El derecho de guerra y de neutralidad
50
3.1.3. Derecho
aplicable en los conflictos armados y el 56
derecho de los derechos humanos. (Derecho de Nueva York).
3.1.4 Principios Básicos y Simples para hacer la Guerra
62
Capítulo IV. Proceso de positivización de la Guerra
63
4.1. IUS AD BELLUM
63
4.2. IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO
65
4.3. Las Tensiones Entre IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO
70
4.4.La separación de IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO en el 71
derecho positivo
4.5. Las “excepciones” al IUS IN BELLO
4.6.. La doctrina del doble efecto
4.7.. IUS POST BELLUM
72
73
78
4.8.Principales tratados y convenios que regulan los medios y 79
métodos de la Guerra, en el orden cronológico de su aprobación:
Capítulo V Guerra Naval/ Guerra Marítima. Guerra Aérea
82
5..1. Guerra Naval/ Guerra M
82
5.1.1. Codificación del derechos de la guerra Naval/Marítima
87
5.1.2 Redacción del Manual de San Remo y sus objetivos
90
5.1.43 Contenido del Manual de San Remo
92
5.2. Guerra Aérea
92
5.2.1. Las normas de la acción aérea
94
5.2.2. Ausencia total de derecho convencional
94
5.2.3. Nociones Básicas aplicables a la Guerra Naval
95
5.2.4. Criterios de fundamentación del Derecho aplicable a la 97
Guerra Naval
97
5.3. Los medios a emplear en la Guerra Naval
98
5.4. Otros aspectos de reglamentación
98
5.4.1. Los submarinos y sus intentos de reglamentación
100
5.4.2.La institución de bloqueo y sus efectos
100
5.5. Guerra Terrestre
Capítulo VI .Nuevas Tecnologías de Guerra
103
6.1 Guerra Bacteriológica
103
6.2. Guerra Nuclear
112
6.3. Guerra Cibernética
115
6.4..Guerra contra el Terrorismo y Contraterrorismo
118
6.5. Drones
121
6.6. El concepto de la “Guerra terrestre del futuro”
127
CONCLUSIONES
130
LISTA DE REFERENCIAS
137
ANEXOS
141
Índice de Cuadros
Cuadro Nº 01 Requisitos del IUS AN BELLO
76
Cuadro Nº 02. RELACION JUS AD BELLUM JUS IN BELLO
78
Cuadro Nº 03.
81
Diferencias ente la anticipación legítima y la guerra preventiva
INTRODUCCIÓN
Señala el Comité internacional para la Cruz Roja (CICR), que Los
conflictos armados son tan antiguos como la humanidad misma. En la
guerra siempre existieron las prácticas consuetudinarias, pero los Estados
empezaron a formular normas internacionales destinadas a limitar los
efectos de los conflictos armados por razones humanitarias sólo en los
últimos 150 años.
Los Convenios de Ginebra y los Convenios de La Haya son los ejemplos
principales de esas normas. Esta rama del derecho, habitualmente
denominada derecho internacional humanitario (DIH), se conoce también
como derecho de la guerra o derecho de los conflictos armados.
El devenir de la historia de la humanidad, el hombre, los pueblos, las
comunidades y hoy día los denominados Estados que han empuñado las
armas han afirmado hacerlo por una causa justa. Con demasiada
frecuencia, se ha utilizado ese argumento para negar toda conmiseración
a sus adversarios y para justificar los peores daños causados a la
humanidad.
Viéndose desde esos tiempos remotos que perennemente, se ha
acusado a quienes se consideran enemigos de sostener, una causa injusta
y se le hecho responsable de las privaciones, los sufrimientos y el luto que
toda guerra deja a su paso. Como la derrota bastaba para probar la
culpabilidad de los vencidos, se los podía masacrar o someter a esclavitud,
sea cual fuere su número, iluso la iglesia desde los tiempos de la
antigüedad ha justificado masacres a todo aquel contrario a la Corona a
sus predicarse católicos llamándole herejes, persiguiéndolos y utilizándola
SANTA INQUISICION para doblegar al que consideraba su enemigo.
En nombre de esas supuestas causas justan han surgido, diversas
Guerras, llamadas: “Guerras santas", "guerras sagradas", "guerras justas”,
la Historia muestra que, por lo general, los beligerantes que, con prontitud,
reivindican una causa trascendente, resultan culpables de los peores
excesos
De allí que diversos cronistas relataron sin pestañear, las masacres con
las que los cruzados mancharon su victoria en la toma de Jerusalén. En
Europa, las guerras de religión y, más tarde, la Guerra de los Treinta Años
dieron lugar a crímenes espantosos, cuya terrible imagen reproducen los
grabados de Jacques Callot, pero que demasiados teólogos, de uno y de
otro lado, se apresuraron a justificar en nombre del Evangelio. No obstante,
los horrores de los siglos pasados palidecen con respecto a las masacres
y los crímenes a los que llevaron las cruzadas ideológicas del siglo XX:
guerra
civil
rusa,
guerra
de
España
y
Segunda
Guerra
Mundial. Límites a la violencia. Sin embargo, la Historia también nos
enseña que todas las civilizaciones se han esforzado por imponer límites a
la violencia, incluso a esa forma institucionalizada de violencia que se llama
guerra, pues la limitación de la violencia es la esencia misma de la
civilización.
Durante mucho tiempo, se trató de normas consuetudinarias,
generalmente de inspiración religiosa, que eran respetadas por los pueblos
que pertenecían al mismo grupo cultural y que honraban a los mismos
dioses. Pero, demasiado a menudo, se olvidaban esas normas cuando
había que librar batalla contra enemigos que no hablaban la misma lengua
o que veneraban a otros dioses.
Los padres del derecho internacional contribuyeron de manera decisiva
a la aprobación de normas destinadas a contener la violencia de la guerra.
Al inscribir esas normas La importancia del principio de la prohibición de la
amenaza o el uso de la fuerza en el Derecho internacional contemporáneo
hacen que se considere una norma imperativa del Derecho internacional
general o norma de ius cogens. La Comisión de Derecho Internacional de
las Naciones Unidas en su comentario al proyecto de artículos sobre el
Derecho de los tratados, al referirse a las normas imperativas de Derecho
internacional general o de ius cogens, decía que “las normas de la Carta
por las que se prohíbe el uso de la fuerza constituyen por sí mismas un
ejemplo patente de norma de derecho internacional que tiene carácter de
ius cogens”.
Todo ello en función del sostenimiento de la Paz mundial. Aun así hoy
día el Derecho internacional Humanitario o Derecho de la Guerra, afronta
grandes desafíos
En los últimos, tal como reseña el CICR, XXXII
CONFERENCIA INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA Y DE LA MEDIA
LUNA ROJA, más de 60 países se han visto afectados por conflictos
armados interestatales o no internacionales en los que la población civil es
la que se ha visto más afectada por los estragos y sufrimientos que han
causado.
A medida que las tecnologías de guerra nuevas y emergentes, sobre
todo las que dependen de la tecnología de la información y la robótica, se
siguen desarrollando con rapidez, es importante que haya debates
informados acerca de los nuevos y complejos desafíos que plantean estas
nuevas tecnologías.
Aunque las nuevas tecnologías de guerra no se hallan reglamentadas
específicamente en los tratados de DIH, su desarrollo y empleo no tienen
lugar en un vacío jurídico. Como sucede con todos los sistemas de armas,
deben poderse utilizar sin infringir el DIH, en particular las normas sobre la
conducción de hostilidades. Esta responsabilidad recae principal y
fundamentalmente en cada Estado que desarrolla estas nuevas
tecnologías de guerra.
De conformidad con el artículo 36 del Protocolo adicional I, cuando una
Alta Parte contratante estudie, desarrolle, adquiera o adopte una nueva
arma, o nuevos medios o métodos de guerra, tendrá la obligación de
determinar si su empleo, en ciertas condiciones o en todas las
circunstancias, estaría prohibido por el derecho internacional
El presente trabajo no pretende ahondar sobre el Derecho de la HayaDerecho de Ginebra o Derecho a la guerra, solo realiza un breve esbozo
de sus contenidos dirigido a todo aquel interesado en la materia.
5
Capítulo I
Derecho de la Haya
1.1.
Devenir Histórico
En la medida que fueron surgiendo las guerras, ejemplo de ellas la
Batalla de Solferino de 1959; La Guerra Austro-prusiana de 1866; La
Guerra de Crimea 1853- 1856; La Guerra del os Ducados de 1864; La
Guerra Franco Prusiana de 1870; La Guerra Serbo-búlgara de 1885; Las
Guerras Balcánicas, surge la necesidad de reglas los métodos y medios de
conducir al guerra.
Doctrinarios de la corriente del derecho internacional conocido como de
La Haya plantean que este derecho aplicable en los conflictos armados, no
inicio en esta ciudad, sino en Washington y San Petersburgo. Mientras se
libraba la guerra civil estadounidense, el presidente de los Estados Unidos
(la parte Norte) promulgó en el 1863, en Washington, la orden titulada
“Instrucciones para el Gobierno de las Fuerzas Armadas de los Estados
Unidos en Campaña, preparado por Francis Lieber, razón por cual se
conoce como Código Lieber, el cual dotaba de normas detalladas
relacionadas a todos los ámbitos de la guerra en tierra e iban desde la
conducción de la misma y el trato debido a la población civil, hasta el trato
a recibir categorías específicas de personas, como prisioneros de guerra,
heridos y francotiradores. Este código sirvió como modelo y fuente de
inspiración para los esfuerzos iniciados por la comunidad internacional, en
el siglo XIX, para lograr una codificación generalmente aceptable de las
leyes y las costumbres de la guerra.
Para el año 1868, San Petersburgo parió la declaración sobre la renuncia
al empleo, en tiempo de guerra, de proyectiles con peso menor a 400
gramos. Esta es un tratado verso sobre la conducción de la guerra.
6
La Comisión Militar Internacional se reunió a fin de examinar la
conveniencia de regular el empleo de ciertos proyectiles en las guerras
entre las naciones civilizadas y concluyó en la prohibición del uso de esos
proyectiles. Los comisionados basaron esa conclusión en que los
progresos de la civilización deben estar encaminados a mitigar las
calamidades de la guerra en cuanto sea posible. Reflexionaron que el único
fin de los Estados en guerra es debilitar las fuerzas enemigas y, para
cumplir con esa tarea, bastaba con poner fuera de combate la mayor
cantidad de hombres posible, y este fin se sobrepasaría por el uso de armas
que agravarían inútilmente los sufrimientos de los combatientes o haría su
muerte inevitable y, por esto el uso de estas armas estaría en contra de las
leyes de la humanidad.
El último tema tratado por la Declaración de San Petersburgo fue la
cuestión de los desarrollos futuros en la fabricación de armamentos y
precisa: que con miras a perfeccionamientos venideros, la ciencia podría
aportar al armamento de las tropas, a fin de mantener los principios
planteados y conciliar las necesidades de la guerra con las leyes de la
humanidad.
Esto nos lleva a La Haya, donde por iniciativa del gobierno ruso, se
reunieron en 1899 delegados de 29 de los Estados existentes hasta
entonces para debatir asuntos vinculados con la guerra y la paz. El principal
fin de esta Primera Conferencia Internacional de la Paz era buscar las
condiciones necesarias para impedir el desencadenamiento de nuevas
guerras. Existía la esperanza de lograr dicho fin obligando a los Estados a
someter sus disputas al arbitraje internacional, para todos los problemas
que pudieran surgir en relación al mantenimiento de la paz, pero la
conferencia no logro su fin.
7
En general, los Estados estuvieron de acuerdo en que el arbitraje era el
mejor medio para solucionar las controversias entre ellos. Sin embargo,
muchos de ellos no estaban preparados para renunciar al derecho de
decidir, en el futuro, si someterse al arbitraje o no. Aunque el objetivo de la
conferencia era el mantenimiento de la paz, se pidió a la misma debatir
sobre una serie de propuestas relacionadas a la conducción de la guerra,
una de las cuales buscaba codificar las “leyes y costumbres de la guerra
terrestre”.
Esta conferencia se puso de acuerdo en aprobar un Convenio sobre las
leyes y costumbres de la guerra terrestre y un reglamento anexo al
mismo. Este reglamento, contiene normas relacionadas a todos los
aspectos de la conducción de la guerra terrestre, sobre los que las partes
contratantes pudieron concentrarse, categoría de personas a considerar
como combatientes (llamadas Beligerantes); trato debido a los prisioneros
de guerra; restricciones sobre la adopción de medios y métodos de hacer
la guerra, incluidas las normas básicas sobre la protección debida a la
población civil, dentro de estas el artículo 25, que prohíbe bombardear
pueblos no defendidos, y a los bienes culturales, y restricciones sobre el
comportamiento de una potencia ocupante.
Aquí los delegados de los estados no llegaron a acuerdos en algunas
cuestiones como las relacionadas a las personas civiles que tomaban las
armas contra el ocupante, durante la ocupación enemiga. Sobre esto, las
pequeñas potencias abogaron por el derecho a resistencia de la población
ocupada y, las grandes potencias planteaban que estos no podían
reconocerse como combatientes y, por tanto, siempre actuarían por su
cuenta y bajo su riesgo
8
Aunque fue imposible resolver esta cuestión, el debate se enriqueció con
la inclusión, en el preámbulo del convenio, de una cláusula que, en honor
al delegado ruso que la propuso, se conoce como la cláusula Martens, en
donde las partes contratantes afirmaron que en esos casos no previstos,
tanto las personas civiles como los combatientes están bajo la salvaguarda
y el imperio de los principios del derecho de gentes , tales como
resultan de los usos establecidos entre naciones civilizadas, de las leyes
de humanidad y de las exigencias de la conciencia pública.
Aunque la referencia a las leyes de la humanidad muestra que la
Declaración de San Petersburgo es la bujía inspiradora al afirmar que la
redacción de un reglamento fue inspirado por la voluntad de aminorar los
males de la guerra, siempre que las necesidades militares lo permitan.
Como forma de continuar los trabajos de 1868, la Primera Conferencia de
la Paz aprobó, 31 años más tarde, la “Declaración prohibiendo el uso
empleo de las balas que se hinchan o aplastan fácilmente en el cuerpo
humano, el 29 de julio de 1899”; llamadas Balas Dum-Dum, las cuales
causaban heridas tan horribles como las dejadas por los proyectiles
explosivos o inflamables ligeros, prohibidas en 1868.
1907, fue el año elegido para la celebración de la Segunda Conferencia
de Paz de La Haya, en la cual tampoco se logró garantizar la paz
internacional. El desencadenamiento en 1914 de la Primera Guerra
Mundial, no permitió la celebración de la Tercera Conferencia de la Paz
convocada.
La segunda conferencia se circunscribió a modificaciones menores del
Convenio y el Reglamento de 1899, donde uno de los puntos más
importantes tratados se relacionaba al bombardeo de pueblos no defendi-
9
dos. Aunque las técnicas de bombardeo aérea eran muy rudimentarias para
esa época, el sólo hecho de vislumbrarse la posibilidad hizo que en la
convención de 1907 se agregara la expresión “Por cualquier medio que
sea” a la prohibición estipulada en el artículo 25 del Reglamento relativo a
las leyes y costumbres de la Guerra terrestre.
De igual forma la Conferencia trató el convenio relativo al bombardeo por
medio de fuerzas navales en tiempos de guerra o Convenio IX, el cual en
su artículo uno reafirma la prohibición del bombardeo de ciudades no
defendidas; en su artículo dos define los objetivos que a pesar de estar en
ciudades no defendidas pueden considerarse militares y, por tal motivo
están sujetos a ataques y, el artículo tres que permite el bombardeo de
ciudades completas no defendidas, si las autoridades locales rehúsan
obtemperar al requerimiento de víveres o de aprovisionamientos
necesarios para el mantenimiento de las fuerzas navales apostadas frente
a esa localidad.
La segunda conferencia también trató el tema de la colocación de minas
submarinas automáticas de contacto en el Convenio VIII en donde impuso
restricciones al uso de esas minas y torpedos.
En el ámbito del Derecho de La Haya, es importante el Convenio relativo
al establecimiento de un Tribunal Internacional de Presas o Convenio XII
en el marco del cual los Estados más interesados no pudieron lograr
acuerdos sobre las normas esenciales del mismo. Sin embargo, dos años
más tarde, en 1909, en Londres, hubo una Conferencia Naval en donde se
consiguió puntos de convergencia que sirvieron para dar forma a la
Declaración Relativa al Derecho de la Guerra Naval. A pesar de estos
acuerdos el Tribunal Internacional de Presas no fue ratificado y nunca fue
establecido.
10
La Sociedad de Naciones, organización nacida tras la Primera Guerra
Mundial, nunca puso mucho interés en desarrollar el derecho aplicable en
los conflictos armados porque el interés de la misma era mantener la paz y
que no hubiera más guerras. En ese tiempo, el mundo se encaminó al
desarme y al control del comercio de armas y, para tales fines se convocó,
en Ginebra, en el año 1925, una conferencia que aprobó un tratado sobre
el control de comercio internacional de armas, el cual no fue ratificado y,
por lo tanto, nunca entró en vigor.
Esta conferencia fue más exitosa con un subproducto de sus debates: el
Protocolo sobre la prohibición del uso de gases asfixiantes, tóxicos o
similares, y de medios bacteriológicos. Ya el Reglamento de La Haya de
1899, había codificado la prohibición de usar veneno o armas
envenenadas. El término medios bacteriológicos fue colocado como
previsión, ya que en ese tiempo, esos medios sólo eran una posibilidad
teórica.
En el ámbito del Derecho de La Haya es pertinente hacer mención de la
redacción, en el 1923, de un conjunto de normas para la Guerra Aérea,
cuyo texto establecía límites estrictos a los bombardeos por aire. Pero estas
normas nunca fueron vinculantes y, aun así en el 1938, la Asamblea de la
Sociedad de Naciones aprobó una resolución donde declaraba la ilegalidad
de los bombardeos internacionales contra la población civil, al tiempo de
formular normas básicas relacionadas a los bombardeos aéreos contra
objetivos militares.
En ese período hubo varios intentos para limitar el uso de submarinos
por los grandes riesgos que estos ofrecían a las operaciones de los buques
mercantes.
En un nuevo intento, en el 1930, en el Tratado de
11
Londres, relativo a la limitación y reducción del armamento naval, se
dispuso que en su accionar respecto a los buques mercantes, los
submarinos deben sujetarse a las normas del derecho internacional que
rigen los navíos de superficie y, excepto en casos de resistencia activa o
de que persistan en su negativa de detenerse, no pueden hundir o quitar
capacidad de navegación a un buque mercante, sin primero llevar a un
lugar seguro a los pasajeros, la tripulación y los documentos del navío.
Estas normas fueron afirmadas en 1936 y, a pesar de su amplia aceptación,
nunca fueron efectivas.
Todos estos intentos de la Sociedad de Naciones son la prueba de una
creciente preocupación sobre el incremento de la capacidad de los Estados
para hacer la guerra, pues, la población civil, en tierra y en mar, corría
peligros cada vez mayores, derivados de la conducción de las hostilidades.
El último y desesperado esfuerzo por contener esos desarrollos fue la
Conferencia sobre Desarme de 1932-1934que fracasó por la tormenta
política gestada en Europa, la cual, al llegar al climas en 1939, se llevó
muchas cosas con sigo, incluyendo la Sociedad de Naciones.
Las atrocidades vividas en la Segunda Guerra Mundial motorizaron
significativos progresos en el terreno del derecho internacional general, así
como en el derecho aplicado a los conflictos armados. Es pertinente
destacar la aprobación de la Carta de la Naciones Unidas, que en el 1945
sustituyó a la malograda Sociedad de Naciones. De los principales temas
abordados por esta nueva organización estaba el de la Bomba Atómica. La
primera resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU, la uno
del 24 de enero de 1946, dispuso el establecimiento de una Comisión
12
de Energía Atómica, la cual debía formular lineamientos para eliminar las
armas nucleares de los arsenales nacionales.
La postura de las Naciones Unidas era la de la Sociedad de Naciones, la
de preocupación por el mantenimiento de la paz, o sea, poco interés por el
desarrollo del derecho aplicable en los conflictos armados, en general, y
por el Derecho de la Haya, en particular.
A esta falta de interés sólo exceptuaba la protección de los bienes
culturales en caso de conflagraciones bélicas. Para el tratamiento de este
asunto, se celebró una conferencia intergubernamental, el año 1954, en La
Haya, bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la cual aprobó la
Convención de La Haya, para la protección de los bienes culturales en caso
de conflicto armado, con un reglamento anexo y un protocolo que versa, de
modo concreto, sobre la protección de bienes culturales provenientes de
un territorio ocupado. Estos instrumentos son un importante avance en la
protección de los bienes culturales en tiempos de guerra a juicio de muchos
expertos.
1.1.1. Concepto de Derecho de la Haya
El Derecho de La Haya, es un conjunto de disposiciones que regulan la
conducción de las hostilidades.
1.1.2. Tratados más relevantes en el desarrollo del derecho de la Haya
Entre los tratados más relevantes en el desarrollo del derecho de la Haya
se encuentran:
13
-1868 Declaración de San Petersburgo: prohíbe la utilización de ciertos
proyectiles en tiempo de guerra,
-1899 Declaración de la Haya – Conferencia Internacional de Paz. Prohíbe
el empleo de balas que se hinchan o aplastan fácilmente en el cuerpo.
-1907 Convenciones de La Haya, Reglamento sobre las leyes y costumbres
de la guerra terrestre.
-1925 Protocolo de Ginebra, prohíbe el empleo en la guerra de armas
biológicas y químicas.
-1954 Convención de la Haya, para la protección de los bienes culturales
en los conflictos armados.
Entre los tratados de más relevantes, en los últimos años, podemos citar:
Tratado sobre la no Proliferación de armas Nucleares
-Firmado en Londres, Moscú y Washington Julio 1 de 1968. En 1995 se
definió que el tratado seguiría en vigor indefinidamente.
-La Convención de la Haya de 1980
Sobre la Prohibición y restricción del empleo de ciertas armas
convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de
efectos indiscriminados y sus Protocolos Adicionales a saber:
14
-Protocolo I sobre Fragmentos no localizables
-Protocolo II sobre prohibición y restricción del empleo de minas, armas
trampa y otros artefactos explosivos. Enmendado en 1996.
-Protocolo III; prohibición y restricción del empleo de armas incendiarias.
-Protocolo IV. Sobre la prohibición de armas laser cegadoras. 1995
-Protocolo V; Sobre los restos explosivos de guerra- 2003
Convención sobre la Prohibición del empleo
Almacenamiento, producción y transferencia de Minas Antipersonal y
sobre su destrucción. (Tratado de Ottawa) Ottawa 18 septiembre de 1997.
Convención sobre Municiones Racimo
Prohíbe el uso, producción, almacenamiento y transferencia de
municiones en racimo. Aprobada en Dublín 2008
Tratado sobre comercio de armas
Establece normas para regular el comercio internacional de armas
convencionales, prevenir el tráfico ilícito de armas convencionales. Nueva
York junio 3 de 2013.
1.1.3. Fusión del Derecho de Ginebra y el Derecho de la Haya
Con la aprobación de los protocolos adicionales de 1977, adicionales a
los Convenios de Ginebra, se fusionan los aspectos más relevantes tanto
del Derecho de Ginebra como del derecho de La Haya.
Derecho mixto
Se ha denominado así a los nuevos tratados, que a partir de la aprobación
de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra, desarrollan
normas que tienen la doble finalidad de prohibir o limitar el uso
15
de métodos y medios que generan consecuencias excesivas para las
personas y población civil y brindar, a su vez, la protección sobre las
personas y bienes.
Con el fin de proteger a las personas de las consecuencias de los conflictos
armados, se tienen diferentes tiempos en los que el DIH debe ser
desarrollado y aplicado.
Antes de un conflicto armado:
Los Convenios exigen medidas previas de preparación en tiempo de paz
o normalidad que permita fortalecer el conocimiento, la regulación y la
capacitación de las tropas, en caso de presentarse un conflicto armado
Durante un conflicto armado:
En estricto sentido, la aplicación del DIH está limitada en el tiempo. Al
inicio y fin de las hostilidades.
Finalizadas las hostilidades,
Aplicación
hasta
que
cesen
o
disminuyan
las
consecuencias
humanitarias, que deben ser reducidas al máximo, a fin de garantizar la
protección de las personas civiles y el retorno a una vida, libre riesgos a
causa de los efectos de la guerra.
En conclusión, puede decirse que el ámbito de aplicación del DIH es
permanente.
Antes de las hostilidades
La aplicación del DIH, puede ser posible cuando el respectivo estado
realiza la aprobación del tratado, mediante la firma, ratificación o adhesión
16
del mismo, según el tiempo establecido en el tratado y la voluntad para
iniciar dicha implementación.
Algunas de las medidas que podemos mencionar como ejemplo de la
implementación del DIH de manera permanente son:
Medidas preventivas:
-Reglamentar el uso del emblema de cruz roja/media luna roja para el
personal sanitario y las instalaciones sanitarias.
-Visibilizar con emblemas protectores los bienes e instalaciones que
gozan de protección especial, como lo establece el Protocolo I.
-Registro e inventario de bienes especialmente protegidos.
-La creación de oficina de registro e información y trabajo ligado al
Restablecimiento de contactos entre familiares.
-Identificación del personal sanitario, y en general del personal,
mediante la placa de identidad.
-Desarrollo de medidas de atención y protección de personas con un
enfoque diferencial – mujeres, niños, niñas adolescentes, adultas
mayores, discapacitados, entre otros.
-Adopción de normas de sanción frente a las infracciones al DIH, que
pueden ir incorporadas en los códigos penal y penal militar.
La difusión:
Esta es una obligación exigida en los Convenios de Ginebra y los
Protocolos adicionales, y compromiso de los Estados en la promoción y
enseñanza de las normas. Algunas medidas a tomar en tiempo de
normalidad, sin que se presente un conflicto armado, son: a) Incorporación
en los currículos de formación del personal de fuerzas militares, en todos
los niveles y de manera progresiva acorde al grado y responsabilidad en la
dirección y conducción de operaciones y tropa. b) Formación de asesores
jurídicos que acompañen el análisis en las tomas de decisiones de los
Estados Mayores o de comandantes.
17
-Conocimiento por los máximos líderes, especialmente los jefes militares,
para que se conozca la norma y exija su aplicación.
- Incorporación en el régimen disciplinario y de sanciones.
- Difusión y capacitación a las autoridades civiles sobre la normativa
humanitaria.
-Difusión y estudio de las normas en la población civil- Incorporación en
programas académicos escolar y programas académicos universidad.
--Formación de especialistas y asesores e DIH civiles.
-Formación al personal sanitario, de socorro y al personal de la Misión
Médica.
-Promover el desarrollo del DIH en especial con el estudio y desarrollo de
nuevas normas encaminadas a la protección de las personas o limitación
de métodos y medios. Ejemplo hoy, Promoción de la firma del Tratado de
libre comercio de armas. Velar por la regulación, o Tratado de No
proliferación de armas nucleares, estudio con relación a la protección de
las personas en conflictos complejos y desestructurados entre otros.
Durante el conflicto armado
Se trata de las medidas que deben tomar los comandantes de las fuerzas
enfrentadas, en sus órdenes de operaciones, de exigir a sus hombres el
respeto y cumplimiento de los principios del DIH, de distinción y limitación,
a fin de garantizar la protección de las personas, hacer un uso efectivo de
los métodos y los medios a fin de causar el menor daño posible a la
población civil, a los bienes civiles y a las personas puestas fuera de
combate.
El papel de los asesores jurídicos es fundamental en la preparación de
las operaciones, a fin de orientar y recordar la incorporación de los
principios y reglas del DIH en las órdenes de operaciones.
18
Algunas de las obligaciones de las partes en conflicto, en la aplicación del
DIH durante las hostilidades.
-Proteger a la población civil de los peligros procedentes de las
operaciones militares
-Recoger y asistir a los heridos y enfermos en el campo de batalla,
dar un trato digno a los prisioneros de guerra,
-Garantizar el ejercicio de la misión médica,
-Respetar los emblemas de protección y garantizar la acción
humanitaria a favor de las víctimas,
-Llevar el registro de las personas privadas de la libertad a causa del
conflicto, así como el registro de persona fallecidas a fin de facilitar la
información a familiares, mediante la Agencia de Información.
Después del conflicto armado
La aplicación del DIH continúa aun después de finalizar las hostilidades
a fin de garantizar la protección de las víctimas y reducir al máximo las
consecuencias humanitarias, ocasionadas por el conflicto.
Algunas de las medidas de aplicación al fin de las hostilidades son:
-Búsqueda de los heridos, muertos y los desaparecidos, en virtud del
principio general del derecho que asiste a las familias de conocer la surte
de sus miembros.
-Facilitar y garantizar la seguridad para el retorno de la población civil
desplazada o refugiada a causa del conflicto.
-Facilitar la reunión de las familias dispersas y separadas tras el conflicto. Restablecimiento de contactos entre familiares.
- Apoyo en las tareas de limpieza y remoción de campos minados y con
restos explosivos de guerra.
19
No hay un tiempo establecido para realizar estas tareas: Se pide que una
vez finalizadas las hostilidades y en el menor tiempo que las circunstancias
lo permitan, se realicen estas acciones a fin de poner término a las
consecuencias humanitarias.
Después del conflicto armado
La aplicación del DIH continúa aun después de finalizar las hostilidades
a fin de garantizar la protección de las víctimas y reducir al máximo las
consecuencias
humanitarias,
ocasionadas
por
el
conflicto.
Algunas de las medidas de aplicación al fin de las hostilidades son:
-Búsqueda de los heridos, muertos y los desaparecidos, en virtud del
principio general del derecho que asiste a las familias de conocer la
surte de sus miembros.
-Facilitar y garantizar la seguridad para el retorno de la población civil
desplazada o refugiada a causa del conflicto.
-Facilitar la reunión de las familias dispersas y separadas tras el
conflicto. Restablecimiento de contactos entre familiares.
-Apoyo en las tareas de limpieza y remoción de campos minados y con
restos explosivos de guerra.
No hay un tiempo establecido para realizar estas tareas: Se pide que una
vez finalizadas las hostilidades y en el menor tiempo que las circunstancias
lo permitan, se realicen estas acciones a fin de poner término a las
consecuencias humanitarias.
De acuerdo a los Convenios de Ginebra en su art. 2, son los
conflictos “(…) que surjan entre dos o varias Altas Partes Contratantes,
aunque una de ellas no haya reconocido el estado de guerra”.
20
Criterios
Los Convenios de Ginebra no establecen criterios específicos para
determinar un CAI.
El Protocolo adicional 1, considera otras situaciones como CAI a saber:
1. Los conflictos armados en los que los pueblos luchan contra la
dominación colonial.
2. Los conflictos armados en los que los pueblos luchan contra la
ocupación extranjera, con o sin resistencia militar,
3. Los conflictos armados en los que los pueblos luchan contra los
regímenes racistas, en el ejercicio del derecho a la libre
determinación.
No se establece que la duración o la intensidad del conflicto, sean
elementos esenciales para determinar la existencia de una CAI.
Últimamente, sin embargo, se ha puesto en tela de juicio este enfoque,
indicando que las hostilidades deben alcanzar cierto grado de intensidad
para poder calificarlas de conflicto armado, lo que significa que haría falta
cumplir un criterio de intensidad para poder calificar un uso de la fuerza
entre Estados como un CAI. (CICR. 2011. Informe 31IC/11/5.1.2. p.8)
Las
normas
aplicables
en
un
CAI
son:
-Los cuatro Convenios de Ginebra,
-El Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra
-Otras normas internacionales relativas a limitación de métodos y
medios
-DIH consuetudinario.
-Conflicto armado no internacional - CANI
21
Se considera que hay un CANI, cuando se enfrentan en el territorio de
un Estado, sus fuerzas armadas gubernamentales con uno o varios grupos
armados organizados, o en el que se enfrentan varios grupos armados
organizados entre sí. (PII- art.1-CG- Art. 3 común)
Frente a la nueva tipología de conflictos armados considerados como
CANI se ha dado una nueva definición a saber: «Enfrentamientos armados
prolongados entre fuerzas armadas gubernamentales y las fuerzas de uno
o más grupos armados, o entre estos grupos, que surgen en el territorio de
un Estado [Parte en los Convenios de Ginebra]. El enfrentamiento armado
debe alcanzar un nivel mínimo de intensidad y las partes que participan en
el conflicto deben poseer un mínimo de organización».
(CICR.2011, Informe 32IC/15/11 p.11)
Criterios para determinar la existencia de un CANI
-Art. 3 común
-Protocolo II adicional
-Normas aplicables
Para que una situación de violencia sea considerada como CANI se
requiere:
1. Grado de organización
Que las partes implicadas tengan cierto grado de organización: Según la
jurisprudencia internacional, esos elementos son:
22
-La existencia de una estructura de mando,
-Normas y mecanismos de disciplina dentro del grupo armado,
Centro de operaciones,
-Capacidad de procurarse, transportar y distribuir armas,
-Capacidad de planificar, coordinar y llevar a cabo operaciones militares,
incluido los movimientos de la tropa y la logística,
-Capacidad para negociar y pactar acuerdos de alto al fuego, o acuerdos
de paz.
2. Grado de intensidad
-La jurisprudencia internacional, establece como elementos indicativos
para la evaluación de este criterio:
-El número de enfrentamientos y la duración e intensidad de cada uno de
ellos,
-El tipo de armas y de otro material militar utilizado,
-El número y calibre de las municiones utilizadas,
-El número de personas y los tipos de fuerzas que participan en los
enfrentamientos,
-El número de bajas,
23
Capítulo II
El concepto jurídico de la Guerra conforme Las Naciones Unidas y el
Derecho Internacional Moderno
2.1. Reparos sobre precedentes del concepto de Guerra
De acuerdo a los doctrinarios y tratadistas la caracterización del
concepto de guerra es una cuestión difícil y controvertida. Atendiendo a la
etimología, la palabra guerra tiene su origen en las lenguas germánicas,
concretamente proviene del sajón <<wer>>. La mayor parte de lenguas
románicas adoptaron esta misma raíz en lugar del término latino
<<bellum>>, posiblemente para evitar confusión con otra palabra que
generalmente se contrapone a la guerra: <<bello>> (belleza). <<Wer>>
pasó a ser <<werra>> en latín, y se convirtió en <<krieg>> para los
alemanes, <<war>> para los ingleses y <<guerre> para los franceses. En
España, el Título XVIII de la Segunda Partida, redactada en torno a 1265,
se titula <<De la guerra que deven fazer todos los de la tierra>>.
La caracterización del concepto de guerra se muestra especialmente
difícil a la hora de delimitar la guerra temporal y subjetivamente:
-La delimitación temporal del concepto de guerra nos permite
establecer el momento en que empiezan y acaban las guerras. Se
discute principalmente la cuantificación, es decir, el número de muertes
necesarias durante un periodo de tiempo para que un conflicto pase a
ser considerado como guerra, así como la necesidad de que las partes
declaren abiertamente las hostilidades.
- La delimitación subjetiva, por otra parte, está ligada a los límites
geográficos de las guerras, y hace necesario considerar el tipo de
actores entre los que la guerra puede tener lugar.
24
Para Hedley Bull (1932 - 1985), la guerra se caracteriza por un uso
organizado de la fuerza que tiene lugar estrictamente entre unidades
políticas.
En el Derecho internacional, se entiende generalmente que la guerra es
una situación que se da, salvo en contadas ocasiones, exclusivamente
entre Estados. Así entendida, no incluiría las guerras civiles, los conflictos
que tienen lugar entre grupos no estatales frente a uno o varios Estados, o
los conflictos entre grupos sin Estado, como pueden ser los grupos
nómadas.
En la mayor parte de instrumentos internacionales se ha pasado a usar
el término “conflicto armado”, por ser considerado más preciso que el de
guerra. Asimismo, el artículo 2.4. De la Carta de Naciones Unidas utiliza
el término “uso de la fuerza”, con lo que se da cabida a situaciones en las
que no se cumplen todos los requisitos necesarios para poder hablar de
guerra, según la caracterización formal del término. En la actualidad, en la
mayor parte de los tratados internacionales se establece la distinción entre
conflictos armados internacionales (international armed conflicts) y
conflictos armados no internacionales (non-international armed conflicts),
los últimos también conocidos como conflictos internos. Conflictos armados
internacionales son aquellos conflictos que tienen lugar entre dos o más
Estados o, en el caso de ocupación, entre la población del país ocupado
frente al ejército ocupante. Conviene señalar que el artículo 2 de la
Convención de Ginebra de 1949 establece que una situación puede ser
calificada como conflicto armado aunque no se oponga resistencia a la
ocupación o aunque las partes no reconozcan la existencia del conflicto.
Los conflictos armados no internacionales son aquellos que tienen lugar
entre el gobierno de un país y grupos armados, o entre grupos
25
dentro de un Estado. La distinción entre conflictos armados internacionales
e internos puede complicarse con la presencia de otros sujetos que son, en
principio, ajenos a los últimos también conocidos como conflictos internos.
Conflictos armados internacionales son aquellos conflictos que tienen
lugar entre dos o más Estados o, en el caso de ocupación, entre la
población del país ocupado frente al ejército ocupante. Conviene señalar
que el artículo 2 de la Convención de Ginebra de 1949 establece que
una situación puede ser calificada como conflicto armado aunque no
se oponga resistencia a la ocupación o aunque las partes no
reconozcan la existencia del conflicto.
Los conflictos armados no internacionales son aquellos que tienen lugar
entre el gobierno de un país y grupos armados, o entre grupos dentro de
un Estado.
La distinción entre conflictos armados internacionales e internos puede
complicarse con la presencia de otros sujetos que son, en principio, ajenos
al conflicto, como sería el caso de Organizaciones Internacionales o
terceros Estados.
Esto ha llevado a establecer una tercera categoría, los llamados conflictos
armados internacionalizados, que son aquellos conflictos internos en que
una o más partes se benefician de la ayuda de uno o más Estados. Al
mismo tiempo, nada impide que un conflicto sea en un primer momento
“interno” y pase posteriormente a considerarse “conflicto internacional”.
Hasta principios del siglo XX, el concepto formal de guerra que utilizó el
Derecho internacional consideró que la situación de guerra se iniciaba tras
la declaración de la misma por una autoridad competente. En base a
26
este concepto, bastaría con que una de las partes del conflicto así lo
proclamara, no siendo necesario que las hostilidades hubieran comenzado.
Hoy se utiliza una definición más abierta. Se considera que la guerra puede
comenzar tanto con la declaración por la autoridad competente como por
el contacto directo entre las fuerzas armadas.
Generalmente se entiende que una confrontación pasa a ser
considerada un conflicto armado cuando entrañe el uso directo de la fuerza.
En el artículo 3 de la resolución 3314, la Asamblea General de las Naciones
Unidas ha establecido que la agresión existe independientemente de que
haya o no declaración de guerra. Según el artículo 2 de la Cuarta
Convención de Ginebra de 1949, cualquier diferencia entre Estados que
lleve a la intervención armada merece la calificación de “conflicto armado”,
aunque las partes nieguen la existencia del mismo o haya tenido lugar un
único incidente.
2.2. Breve reseña histórica de las guerras
En las repúblicas griegas de Esparta y Atenas la asamblea del pueblo
decidía la guerra. Los romanos no empezaban las hostilidades sin mandar
sus heraldos al pueblo de quien exigían satisfacción para hacerles
comprender que desde aquel día eran mirados como enemigos. Los
germanos que
apresaban un prisionero, le hacían combatir con uno
de sus más valientes soldados y por las resultas de la pelea, juzgaban del
éxito de la guerra. En la edad media, a imitación de los romanos, mandaban
los reyes de armas para anunciar la suspensión de las relaciones pacíficas.
Los francos enviaban aviso del día en que rompían las hostilidades.
Posteriormente, la retirada de embajadores se consideró el primer paso de
enemistad para manifestar la cesación de correspondencia pacífica.
27
Dos guerras mundiales enlutaron a la humanidad durante el siglo xx y
determinaron la creación de la ONU, para tratar de dirimir en los conflictos
internacionales y no llegar a enfrentamientos armados. Sin embargo la
guerra es tan antigua como el hombre y amenaza con acompañarlo en su
paso por la tierra mientras éste perdure.
Las guerras por la libertad fueron frecuentes en las colonias contra sus
metrópolis. El grito de libertad y el de igualdad, fue el que profirieron los
franceses contra la nobleza y el absolutismo monárquico.
Se denominó guerra fría al período que enfrentó al mundo capitalista y
al socialista en el siglo xx hasta la caída de la unión soviética en 1991,
donde no hubo acciones armadas directas, pero ambos bloques se
preparaban para las hostilidades.
La guerra ofensiva es aquella donde una parte comienza las hostilidades.
La guerra defensiva es la que organiza la parte atacada en ejercicio de su
derecho de defensa. Francisco de vittoria jurista dominico nacido en burgos
en el año 1486, consideraba a la guerra de defensa como justa. en cambio
la guerra de agresión solo será justa para vittoria si se declara por una
autoridad legítima, que ejerce el cargo con consenso y para el bien de su
pueblo; por una causa justa, que sería la violación de los derechos
naturales; y con el fin de lograr la paz..
28
Capítulo II
Devenir histórico del Derecho Internacional Público y el del
Uso de la Fuerza termino actual en el Derecho
Internacional Público
3.1 Breve reseña histórica
En 1904 el Derecho Internacional de principios de siglo, consagraba que
por la imposibilidad del derecho Internacional de poseer una maquinaria
judicial o administrativa, dejaba a los Estados que se conservan lesionado
y que hubiesen agotado todos los medios para alcanzar reparación a
obtener la satisfacción por la fuerza, estableciendo así que el Derecho
Internacional ., no tenía otra alternativa que aceptar la Guerra como medio
para solucionar las controversias, en donde las partes involucradas se
encontraban como en una situación jurídica igualitaria.
Hasta 1919, el Derecho Internacional consideraba la guerra como un
acto ajustado a derecho, es decir no era un acto ilegal, considerado como
crimen internacional, pues la guerra era un derecho a defender intereses y
tenía una reglamentación especial denominada Derecho de la Guerra.
El 27 de agosto de 1928, surge la primera prohibición legal de la guerra,
mediante el tratado de renuncia a la guerra, conocido como PACTO
BRIAND-KELLOGG, o pacto de parís, los Estados renuncian al uso de la
fuerzas duración fue ilimitada y no dependía de la Liga de las Naciones,
permitió que los Estados que lo suscribieron enunciara al uso de la fuerza
y de la guerra. El mismo alcanzo una importancia significativa por su
duración y vigencia permitió que los criminales de guerra nazis, fuesen
juzgados, este alcanzó 75 adhesiones, sin embargo dicho tratado
29
no contaba con procedimientos que permitieran lograr su eficacia y
evitar de ese modo el estallido de conflictos armado, cuyas dos
características más trascendentales fueron:
- Permitir excluir del ordenamiento positivo la tesis de la guerra como
derecho.
-No tenía órganos generales para vigilar su cumplimiento, por eso fue
considerado como una LEX IMPREDECTAE.
La Carta delas naciones Unidas en 1948, prohibió en su articulado, el uso
y la amenaza de la fuerza, prohibición esta que fue reafirmada y
desarrollada en la resoluciones de la Asamblea General como las 2625
(XXV) o l a3314. Surgiendo así un número marco jurídico y político e
institucional con implicaciones distintas en materia de defensa en el mundo
actual y en el siglo XIX, dado que la guerra no estaba prohibida y l agresión
no era considerada licita, consecuencialmente los estados tenían que
protegerse y exclusivamente a traces de su capacidad disuasiva y, por ello,
las llamadas carreras de armamentos. , podían ser consideradas un efecto
lógico e incluso necesario, dado que la correlación de fuerzas era la que
finalmente era la que permitirá asegurar la paz. Contrario a lo que sucede
hoy día, dado que la agresión y la guerra están prohibidas, estableciendo
el Capítulo VII de la Carta, medidas de acción colectiva para restablecer la
paz donde haya sido alterada, por ende estamos dentro de un marco
jurídico totalmente distinto, para la percepción de la seguridad de los
Estados y de sus estrategias nacionales de defensa
30
De allí que a principios del siglo XX inician los limites progresivos, del
USO DE LA FUERZA, por tanto los primeras restricciones serán
de
carácter procesal o formal: La Convención sobre la limitación del uso de
la fuerza para el cobro de deudas contractuales firmada en La Haya el 18
de octubre de 1907, declaraba la necesidad de acudir a un procedimiento
de arbitraje, permitiéndose la guerra solo en el caso de que el Estado
deudor se negra a seguir dicho proceso, o lo hiciera inefectivo. La
Convención, relativa al inicio de las hostilidades, exigía una declaración de
guerra formal y razonada o un ultimátum, para poder acudir como postrema
opción al recurso de la guerra.
3.1.1. Concepto Jurídico del Uso dela Fuerza en la Carta de la ONU
Dentro
del
derecho
Consuetudinario,
como
en
los
Tratados
Internacionales y el derecho Internacional, se regulan el uso de la fuerza
por parte de los Estados, de allí que el artículo segundo, párrafo cuarto dela
Carta de las Naciones Unidas señale: “Los miembros de la Organización,
en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza
o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia
política de cualquier Estado o en cualquier otra forma incompatible, con los
propósitos de las Naciones unidas.”
Ahora bien en el entendido que el articulo prohíbe toda forma de
agresión contra cualquier Estado, dado el espíritu propósito y razón de ser
de la Carta que es la preservación de la especie humana del flagelo de la
Guerra, dado los sufrimientos indescriptibles e invaluables de las
consecuencias de ella
31
3.1.2. El uso de la fuerza por parte de los Estados; la seguridad
colectiva; y el derecho de guerra y neutralidad
Se interpreta como categorías de conflictos entre los Estados, la guerra
y las hostilidades, en las cuales la fuerza se aplica en sus múltiples formas
y en la más amplia escala: amenaza, chantaje, guerra mediática, espionaje,
sabotaje, infiltración, etc.
El Derecho Internacional establece que las leyes de la guerra, vienen
siendo un sistema de disposiciones jurídicas, contempladas en el Derecho
militar, relacionadas a los argumentos justificables para involucrarse en una
guerra (ius ad bellum); esto indica que las naciones se deben regir por el
Derecho Internacional Público (las leyes de las naciones), las cuales tiene
por virtud proporcionar límites legales a la conducta de los jefes militares y
a la justificación de la guerra, como recurso para solucionar conflictos
internacionales y de los límites tolerables para conducirse en una guerra
(ius in bello).
En el actual Derecho internacional, las leyes contemplan varias figuras
jurídicas: la declaración de guerra por parte de las naciones; la aceptación
de la rendición militar; el respeto a los status de prisioneros de guerra; la
necesidad militar de la guerra y su justa distinción y proporcionalidad de la
fuerza militar; la prohibición de armas letales (gases, tóxicos, minas
antipersonales, etc.), las cuales pueden proporcionar sufrimientos
innecesarios a la población civil. Para poder comentar los límites para el
uso de la fuerza militar por parte de las naciones, para solucionar conflictos
internacionales, nos tenemos que remontar a los tiempos históricos de las
naciones con tradición bélica: Grecia, Roma, Egipto, Persia, Arabia,
Francia, España, Alemania, Inglaterra, Rusia, etc. Allí se puede reseñar los
siguientes hitos culturales:
32
1) Cultura hebrea: Este pueblo aporta la figura de la limitación de daños
colaterales y de daño, Deuteronomio 20:19-20. Prohibición de vender como
esclavas a las mujeres cautivas por los vencedores, Deuteronomio 21:1014.
2) Cultura persa: el respeto a los prisioneros de guerra, Cilindro de Ciro.
3) Cultura griega: aportan el sistema de alianzas, tratados, pactos,
convenios, etc. a fin de reglamentar o mantener la paz o la neutralidad entre
las Ciudades-Estados que conformaban la magna Grecia.
4) Cultura Romana: El imperio romano instituyó y reglamentó el derecho a
la guerra (jus ad bellum), entre las naciones de la época.
5) Cultura Árabe: Establece normas relativas a la guerra, las cuales las
contempla El Corán en Las Suras de Al-Baqara: Sura 2:190-193. En estos
pasajes nos dice que se debe respetar a las mujeres, los niños, los
ancianos, los heridos y demás personas vulnerables.
6) Cultura Latina: En tiempos medievales la iglesia católica reglamentó las
enseñanzas de la guerra justa, que reflejadas en las figuras de la paz, la
tregua, el perdón a los vencidos, restricción de la extensión de la guerra,
protección de vidas y bienes de los no combatientes.
7) Cultura Suiza: Los primeros Convenios de Ginebra, que reglamentan la
situación de los enfermos y heridos pertenecientes a las fuerzas armadas
de los países beligerantes, (1.864). 8) Cultura Americana: Dos naciones
dieron a su aporte en este aspecto:
a) Venezuela: se puede considerar a Simón Bolívar, como el precursor del
Derecho Internacional Humanitario al lograr promover y firmar el Tratado
de Armisticio y Regularización de la Guerra, en los días 25 y 26 de
noviembre de 1.820, en la ciudad de Trujillo con el jefe de las fuerzas
realista de España, el General Pablo Morillo. El primer artículo establece lo
siguiente: “La guerra entre España y Colombia se hará como la hacen los
pueblos civilizados, siempre que no se opongan las prácticas de ellos a
33
alguno de los artículos del presente Tratado que debe ser la primera y más
inviolable regla de ambos Gobiernos”.
b) Estados Unidos: Abraham Lincoln promulga el Código Lieber, en honor
a este jurista; la cual reglamenta el desarrollo de las leyes de la guerra
terrestre. En el referido documento jurídico a la guerra se le debe dar un
tratamiento ético, en donde se debe dar un trato humano y ético a las
poblaciones civiles en las zonas ocupadas; se le debe respetar la vida a los
prisioneros de guerra; prohíbe el uso de tóxicos o venenos; prohíbe la
tortura para obtener información; describe los derechos y deberes de los
prisioneros de guerra y de la captura de fuerzas enemigas; describe el
estado de guerra, el estado de los territorios ocupados, los extremos de la
guerra y analiza los medios aceptables para alcanzar tales fines; explica la
naturaleza de los Estados y de las soberanías de los Estados, de las
insurrecciones, rebeliones y de la guerra en sí. Este documento jurídico,
viene siendo el precursor del Reglamento de La Haya (1.907),
reformulación basada en los tratados de la costumbre de las leyes de
guerra.
7) Cultura anglo-sajona: Aportaron los tratado de la Convención de La
Haya del año 1.907; el Pacto de la Liga de las Naciones (1.919); el Pacto
Briand-Kellogg (1.928) y el tribunal de Núremberg (1.945). Las cuales
establecen “la ley de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”.
la Declaración Universal de los Derechos Humanos; la Carta de las
Naciones Unidas; la Convención contra el Genocidio; la Convención contra
la tortura; los Convenios de Ginebra como el Protocolo I; la Convenio sobre
Ciertas Armas Convencionales del año 1980; la Convención sobre Armas
Químicas, y la Convención sobre la Protección Física de Material Nuclear.
Si bien es una aspiración humana el que se acaben las guerras, éstas son
inevitables debido a la irracionalidad humana: egoísmo, ambición, escasez
de recursos materiales, pobreza, desarrollo desigual del conocimiento y la
cultura, psicología bélica, etc. Por estas razones las naciones civilizadas
34
se vieron en la necesidad de reglamentar dichas guerras, mediante estos
principios centrales:
1) Limitaciones destructiva: Toda guerra debe limitarse al logro de los
objetivos políticos que iniciaron la misma: conquista territorial, ventajas
económicas, liberación nacional, etc. y no deben incluir la destrucción
innecesaria. Las guerras innecesarias se convierte en caldo de cultivo para
la instauración de la barbarie, con todas sus secuelas: hambre, pestes,
muertes, destrucción, contaminación ambiental, etc. La historia como
ciencia social y humana reporta casos patéticos que le han ocurrido a
muchas naciones que han padecido este grave fenómeno de la guerra:
Haiti (1.800-2.000), Angola (1.975-2.002), Biafra (1.966-1970), Zaire
(1.965.1997); Ruanda (1.994); Camboya (1.965-1980); Afganistán (1.9792.016); Burundi (1.993-2.005), Palestina (1.948-2.016), El Tibet (1.9502.016), etc.
2) Limitación temporal: Toda guerra debe concluirse lo más rápido posible.
Ya que prolongar un conflicto implica mayores pérdidas en vidas humanas
y materiales. Además termina vinculando a otras naciones en el conflicto.
Hubo países que padecieron guerras muy prolongadas y se observan las
consecuencias: Colombia (1.948-2.016); Kurdistán (1.945-2.016); Irlanda
del Norte (1.956-2.005); Corea del Norte (1.950-2.016); Palestina (1.9482.016); El Tíbet (1.950-2.016); etc.
3) Limitación vital: Todas las personas y bienes que no contribuyan al
esfuerzo de guerra, deben ser protegidos contra la destrucción innecesaria.
Esto debido a que dichas personas serán las encargadas de reconstruir el
desastre ocasionado por la guerra. La historia reporta hechos históricos
concretos de la violación de este principio: Guernica-España (1.937);
Varsovia-Polonia
(1.939);
Coventry-Inglaterra
(1.940);
Lidice-
Checoslovaquia (1.942); Dresde-Alemania (1.945); Hiroshima y Nagasaki
35
(1.945 Bagdad-Irak (2.003); Gaza-Palestina (2.014); Beirut-Líbano 2.006);
Tiflis-Georgia (2.010); etc.
4) Restauración de la paz: Facilitar el restablecimiento de la Paz. Ya que al
concretarse la paz, puede venir nuevamente el desarrollo humano,
representado en salud, educación, servicios, cultura, progreso material, etc.
Se observa en el panorama internacional naciones que no han obtenido la
paz, si bien han participado en innumerables conversaciones de paz, tales
como: Corea del Norte, la cual firmó un armisticio en 1.953 y se mantiene
bajo la tensión de la guerra; India-Pakistán, las cuales mantienen una fría:
beligerancia-tregua-beligerancia (1.947-2.016); Palestina-Israel, guerra-no
paz, (1.948-2.016); Marruecos-República Saharaui, tensión bélica (1-9752.016); Chechenia-Rusia (1.990-2.016); Armenia-Turquía, ésta última no
reconoce el genocidio de los armenios ni firmas acuerdos de paz, (1.9152.016); etc.
Se puede resumir que el Derecho Internacional ha transitado cuatro etapas:
1) el Derecho Internacional antiguo: El establecía que todos los Estados
podían hacer la guerra sin restricciones, las limitaciones se las otorgaban
“los dioses”, los astros, o los fenómenos naturales: los terremotos, los
volcanes, los eclipses solares, las inundaciones, etc. En este largo periodo
de la humanidad, todos los Estados vivían bajo un estado de naturaleza
permanente:
a) insurrecciones: hebreos vs. egipcios, etruscos vs. latinos, atenienses vs.
macedónicos, esclavos galos o germanos, vs. Romanos.
b) guerras civiles: Atenas vs. Esparta, Julio Cesar vs. el Senado romano,
Marco Antonio vs. Octavio en Roma.
c) guerras internacionales: guerras medicas entre griegos y persas; Roma
vs. Cartago; Roma vs. Tribus germanas, Hunos vs. Roma, etc.
2) Derecho Internacional medieval: En esta etapa los Estados justificaban
o trataban de justificar su beligerancia; en especial, dichos Estados
concedían importancia legal a la existencia de una causa para la guerra.
36
Las discusiones sobre las causas justas o injustas de la guerra, eran
sostenidas por teólogos, filósofos, escritores, ideólogos y políticos
medievales. Esto reflejaba la preocupación de los reyes y demás nobles
feudales. Si bien dicha época el cristianismo era hegemónico en gran parte
de Europa, esto no impidió que se padeciera el Estado de naturaleza similar
a la edad antigua. Veamos algunos casos:
a) Insurrecciones: latinos contra Sajones, italianos contra franceses,
franceses contra ingleses, portugueses contra españoles, holandeses
contra españoles, etc.
b) Guerras civiles: los Lancaster vs. los York en Inglaterra, los borbones
latinos vs. Los Habsburgo teutónicos, los Valois franceses vs. Los borbones
latinos, etc.
c) Guerras internacionales: cristianos vs. Musulmanes árabes (las
cruzadas); coalición de naciones europeas (españoles, venecianos,
franceses) vs. los turcos; piratería entre ingleses y franceses contra los
españoles; católicos latinos contra protestantes anglosajones; etc.
3) Derecho Internacional Moderno: En esta etapa histórica, el Derecho giró
en torno a los siguientes puntos: la guerra y la paz entre las naciones
civilizadas; la libertad de los mares a fin de evitar futuras guerras navales,
la universalidad del Derecho internacional y su aplicación, con la finalidad
de preservar la paz internacional y el Derecho natural como fundamento del
Derecho internacional, esto debido a que los problemas y las soluciones
son de naturaleza humana y tiene que ver con sus costumbres.
4) Derecho Internacional Contemporáneo: En esta nueva realidad histórica,
se ha logrado abolir el jus ad bellum tradicional, el cual facultaba a los
Estados a hacer la guerra. Sin embargo el nuevo status quo jurídico no
eliminó la guerra, ni otros tipos de agresiones (espionaje, terrorismo,
chantajes, amenazas, etc.). Abolir la guerra es una cosa y que se cumpla
la nueva ley es otra cosa. En esta etapa surgieron dos pactos anti-bélicos:
37
a) El pacto Briand-Kellogg (1.928): en realidad su denominación era
“Tratado General para la Renuncia de la Guerra” el cual tenía como esencia
la proscripción de la guerra. El problema es que prohibía las guerras de
agresión, pero no las guerras defensivas y de los que violaran dicho pacto.
Las potencias del eje: Alemania-Italia-Japón, se retiraron de la liga de las
naciones y de esta manera violaron el mencionado pacto, al dedicarse a
expandir su geopolítica agresiva hacia las naciones vecinas. Rusia invade
a Finlandia por la anexión de Carelia (1.939-1.940); Bolivia en guerra con
Paraguay por el territorio del Chaco (1.932-1.935); Guerra entre Colombia
y Perú (1.932-1933), por la disputa de la ciudad de Leticia; guerra entre
Perú y Ecuador por problemas fronterizos no resueltos en la zona
amazónica (1.941-1.942).
b) La Carta de las Naciones Unidas (1.945): Este mecanismo de regulación
de los actos bélicos, establece en su artículo 2° lo siguiente: “Los Miembros
de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de
recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o
independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma
incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”. Sin embargo en
los 71 años de vigencia de dicha reglamentación, hubo y hay numerosas
guerras de todo tipo:
a) Guerra fría (1.945-1990): por la hegemonía política, económica,
diplomática y militar de la naciones por parte de dos polos de poder: Los
Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.
b) Guerras de agresión: Los Estados Unidos a Corea (1.950-1.953);
Vietnam (1.963-1.975); Republica Dominicana (1.965); Grenada (1.983);
Panamá (1.989); Irak (2.003/2.016); Afganistán (2.001/2.016); Laos
(1.972); Camboya (1.972); U.R.S.S. a Alemania (1.953); Hungría (1.956);
Checoslovaquia (1.968); Afganistán (1.979/1.986); por poner algunos
ejemplos más evidentes.
38
c) Guerras de anexión: Israel vs. Siria (1.973): anexión de las alturas del
Golán; Israel vs. Palestina (1.948): anexión de Jerusalén; China vs. Tibet
(1.950): anexión de este país; Rusia vs. Ucrania (2.013): anexión de
Crimea; Estados Unidos vs. Panamá (1.989): anexión del canal de
Panamá; por poner casos más que claros.
El actual Derecho Internacional establece que: “existe uso de la fuerza
armada por parte de un Estado, cuando éste actúa contra otro Estado por
medio de fuerzas militares bajo su comando”; pero el espíritu de esta
reglamentación es violada, porque los Estados se valen de guerrillas,
grupos armados o terceros países para obtener sus propios beneficios.
Casos típicos: China envió voluntarios a la guerra de Corea (1.950-1.953);
Estados Unidos invade Guatemala (1.954) a través de grupos armados
enviados desde Honduras y Nicaragua; la invasión de Cuba (1.961), por
parte de exiliados cubanos, armados y entrenados por los Estados Unidos;
Vietnam del Norte penetra a Vietnam del Sur, mediante grupos armados
(vietcom) (1.963); Los Estados Unidos entrena y arma a los talibanes,
Mujahidines, en Afganistán (1.979-1.986). La antigua U.R.S.S. entrenó y
armó a guerrillas en África, en América Latina y en Asia, lo cual implicó la
desestabilización de muchos gobiernos legalmente constituidos.
En cuanto a los conflictos internos el antes mencionado artículo 2° de la
Carta de las Naciones Unidas, no prohíbe el uso de la fuerza por parte del
Estado dentro de sus fronteras contra sus propios ciudadanos, habitantes
o insurgentes en una guerra civil, motines o caos interno. En cambio lo
establecen las disposiciones legales de respeto y protección de los
Derechos Humanos y de las libertades fundamentales, tal como lo
establece el artículo 1° de La Carta de las Naciones Unidas el cual reza:
“Uno de los propósitos de las Naciones Unidas es realizar la cooperación
internacional en la solución de problemas de carácter económico, social,
39
cultural o humanitario, y en el desarrollo y estimulo del respeto a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer
distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”. Trasladándonos a
la realidad política, esta disposición no ha logrado evitar abusos y
arbitrariedades por parte de los Estados en sus respectivas políticas
internas, (empero, es reconocer el esfuerzo del Derecho Internacional
Público, para hacerse valer) veamos algunos casos: China (1.949),
revolución, 20.000.000 de muertos; Cuba, revolucion, (1.959), 5.000
muertos; Indonesia (1.965) golpe de Estado, un millón de muertos, Chile
(1.973) golpe de Estado 5.000 muertos, Argentina (1.976), golpe de Estado
30.000 desaparecidos, Camboya (1.975-1.979) revolución, 1.000.000 de
muertos, Ruanda (1.994) golpe de Estado, 800.000 muertos;
3.1.2.1. Las diferentes categorías del uso de la fuerza por parte de los
Estados
Las modernas leyes de la guerra derivan de dos fuentes principales:
1) Las costumbres: Este Derecho internacional consuetudinario está
establecido por la práctica general de las naciones, conjuntamente con su
aceptación por parte de las leyes establecidas. (Clausula Martens).
2) El Derecho Internacional Humanitario: éste consiste en los tratados o
acuerdos internacionales que impactan directamente a las leyes de la
guerra, mediante la unión de todas las naciones que aceptan regirse por el
mismo.
Existen distintas formas y extensiones del uso de la fuerza por parte de
los Estados, algunos se escudan en las diferentes figuras diplomáticas tales
como: la auto-conservación, la auto-ayuda, la necesidad, la legítima
defensa, etc. Pero en realidad existen dos posturas bien definidas:
1) Exigencias: Cuando un Estado busca que otro Estado, se someta a los
términos de solución de una controversia exigidos por quien apela a la
fuerza; en este tipo de exigencias, siempre termina cediendo los Estados
con menor poder militar. En esta categoría comprende la retorsión, las
represalias, el bloqueo pacífico y la intervención armada. Como ejemplo se
pueden observar los siguientes: Colombia exige territorios en la península
de la Goajira a Venezuela (1.941), y ésta última termina cediendo por
incapacidad militar de participar en una guerra. Inglaterra anexa las islas
Malvinas argentinas a su imperio, y Argentina termina cediendo a las
exigencias inglesas, por el mismo motivo de incapacidad militar de
enfrentarse a Inglaterra. (1.834). España e Inglaterra por el Peñón de
Gibraltar (1.780); de igual manera el mismo resultado. Los medios de
compulsión tradicionales y distintos de la guerra empleados por los Estados
contra otros Estados son los siguientes:
a) La retorsión: es la retaliación que emplea un Estado contra otro, por
medio de actos perjudiciales, inamistosos pero indiscutiblemente legales;
esto debido a que dicho Estado anteriormente ha realizado actos de igual
naturaleza con el otro Estado. Como ejemplo se pueden reseñar los
siguientes: expulsiones mutuas de diplomáticos por parte de los Estados
Unidos y la antigua Unión Soviética (1.973); expulsión mutua de
ciudadanos extranjeros, tal como Venezuela y Colombia durante la crisis
del diferendo del golfo de Venezuela (1.982); la imposición de derechos
aduaneros especiales impuestos por Inglaterra y Francia a Alemania
(1.890-1.919); el bloqueo comercial a Japón, por parte de los Estados
Unidos (1.930); la provisional exclusión de barcos extranjeros en los
puertos, tal como le sucedió a Rusia en el Mar Negro impuesto por la
alianza anglo-francesa y turca (1.856); la restricción de inmigración china a
la India (1.960).
b) Las represalias: Son los actos de un Estado realizados contra otro
Estado, para obligarlo a convenir en la resolución de alguna controversia o
conflicto, derivada de un delito internacional cometido por este último. Este
recurso diplomático se utiliza para reparar algún daño o prejuicio cometido
contra otro Estado y no puede ser desproporcionado al daño ocasionado.
40
Veamos algunos casos: La invasión a Afganistán por parte de los
Estados Unidos, en represalia por el derribo de las torres gemelas (2.001);
El bombardeo a Libia por parte de los Estados Unidos, en represalia por la
voladura de un avión comercial (1.982); el bombardeo a Georgia por parte
de Rusia, en represalia por el ataque a Osetia del sur (2.007); el bombardeo
a Palestina por parte de Israel, en represalia por la muerte de soldados
israelíes (2.011).
c) El bloque pacifico: consiste en impedir el libre paso de buques por
determinadas zonas marítimas, el mencionado recurso incluye inspección,
retención, registro y restitución de los barcos, cuando concluya dicha
medida. Se reseñan varios casos tales como: el bloqueo naval ingles a las
naves francesas (1.800-1.815); el bloqueo naval aliado a la flota alemana
(1.914-1.918/1.939-1.945); la crisis de los misiles entre los Estados Unidos
y la antigua U.R.S.S. (1.962).
d) La intervención armada: consiste en una interferencia dictatorial, por
parte de un Estado o una coalición de Estados, en los asuntos internos o
externos de otro Estado o coalición de Estados, mediante el uso de la
fuerza. Dicho recurso bélico, se considera como ilegal, por parte de la
comunidad internacional. Existen tres tipos de intervenciones:
i) Bilateral: Cuando un Estado interviene para solucionar un conflicto, en
beneficio del Estado interviniente; de igual manera un Estado interviene
anticipadamente para imponer sus demandas a otro Estado, y para producir
o mantener cierta situación favorable dentro del territorio de éste. Como
ejemplo se pueden enumerar los siguientes: la intervención de los EE.UU.
en varias naciones latinoamericanas o del caribe: Colombia (1.903);
Panamá (1.904); Cuba (1.906); Haití (1.929/1.930/1.990/2.002); Nicaragua
(1.926/1.930); Republica Dominicana (1.965); Alemania, Italia y Rusia en
España (1.936-1.939); Francia en Argelia (1.954); Bélgica en el Congo
(1.960); China en Macao-Portugal (1.960).
41
ii) Coaligada: Cuando un tercer Estado interfiere en un conflicto entre otros
dos Estados, para de esta manera imponer sus condiciones de solución, o
para alterar el acuerdo logrado entre las partes. Esta política de bloques
entre las grandes potencias, perseguía como fin “el equilibrio del poder”. La
historia del siglo XIX, reporta numerosos casos: la triple alianza antiliberal
Rusia-Prusia-Austria (1.815-1.850), contra cualquier Estado revolucionario
o antimonárquico; la alianza anglo-francesa-turca (1.853-1.856) contra
Rusia; la alianza anglo-francesa (1.880-1945) contra Alemania.
iii) Humanitaria: Cuando un Estado o varios Estados intervienen en otros
Estados, para impedir genocidios o persecuciones a los ciudadanos, tanto
nacionales como extranjeros residentes en él. Este tipo de intervención
sirvió para que se cometieran frecuentes abusos contra los Estados débiles
y sus respectivas poblaciones. Casos palpables que reporta la historia:
Inglaterra en China (1.845); Rusia en el imperio Otomano (1.854); Francia
en Vietnam (1.950); Vietnam en Camboya (1.979); Estados Unidos: en Irak
(2.003-2.016); Afganistán (2.001-2.016); Libia (2.012-2.016); Siria (2.0122.016);
2) La auto-conservación: cuando un Estado agrede a otro Estado para
protegerse de su principal Estado enemigo. Tal como lo hizo Inglaterra
(1.807), cuando las fuerzas navales británicas bombardearon Copenhague
y se apoderaron de la flota danesa; en ese entonces el imperio británico
tenía conflictos con la Francia Napoleónica, y en este caso la corona
británica trataba de proteger su posición marítima con respecto a Francia,
de tal manera que evitaba que la flota danesa cayera en manos de la flota
francesa y a su vez la utilizara en su contra.
3) Auto-ayuda: Este recurso de los Estados ocurre, cuando un Estado prevé
alguna amenaza por parte de otro Estado, y en consecuencia aplica
medidas preventivas, ante dicha contingencia. La historia reporta diversos
casos: Alemania invade a Luxemburgo y Bélgica (1.914), ante el peligro de
que Francia procediera antes que ellos; Alemania invade a Dinamarca
42
(1.940) para protegerse de una posible invasión inglesa por este país, e
Inglaterra invade Islandia (posesión danesa) para protegerse de una
posible agresión por parte de Alemania desde ese territorio; Rusia invade
a Finlandia (1.939-1.940), para protegerse de una posible agresión
alemana o inglesa; etc.
4) Necesidad: Este recurso de los Estados acontece cuando dependen de
un recurso para su existencia, éstos pueden ser: territorios, mares, ríos,
materias primas, recurso minerales, energía (petróleo, gas, electricidad,
etc.). Para ello tomaran el camino de la intervención para preservar o ganar
lo que les falta o necesitan. La historia reseña repetidos casos: Alemania
invade Noruega (1.940), para garantizar su ruta del hierro proveniente de
Suecia; Francia e Inglaterra invaden Egipto (1.956), a fin de preservar sus
rutas inter-oceánicas; los Estados Unidos invaden Irak (2.003-2.016) para
preservar sus fuentes energéticas y garantizar la libertad de navegación por
el estrecho de Ormuz; Rusia invade Crimea-Ucrania (2.014) para preservar
su status marítimo en el mar negro; etc.
5) Legítima defensa individual: es un medio legal de protección de ciertos
derechos esenciales, no solo el derecho de no ser víctima de un ataque
armado por parte de otro Estado, sino que inmediatamente el Estado
agredido puede actuar en legítima defensa contra el Estado agresor. (Art.
51, Carta de las Naciones Unidas). El problema es la interpretación de este
derecho por los Estados, es que pueden servirse de las armas mucho antes
de que el Estado agresor los ataque. La Carta de las Naciones Unidas
establece que el Consejo de Seguridad puede resolver esta problemática
internacional. La dinámica diplomática internacional ha reportado muchos
casos, sobre la errónea interpretación de este derecho, veamos algunos:
los ataques armados israelíes a sus vecinos sin previo aviso: Egipto
(1.967); Irak (1.981); Líbano (2.006); Palestina (2.014); Pakistán (1.965)
contra la India; Francia contra Libia (2.011).
43
6) Legítima defensa colectiva (Art. 51): Esta figura jurídica internacional
establece el derecho de legítima defensa colectiva, la cual implica en
particular el derecho de concertar alianzas defensivas y de establecer
acuerdos internacionales con propósitos defensivos. En la realidad de las
relaciones internacionales, se puede observar en las siguientes
organizaciones defensivas: O.T.A.N. (1.949); Pacto de Varsovia (1.955);
T.I.A.R. (1.947);
Aunque muchas alianzas defensivas han terminado
siendo de corte ofensivas, se puede constatar los siguientes ejemplos:
mientras existió el Pacto de Varsovia, sirvió para agredir a sus Estados
Miembros: Alemania (1.955); Hungría (1.956); Checoslovaquia (1.968); el
T.I.A.R. de igual manera: Guatemala (1.954); Cuba (1.962); Republica
Dominicana (1.965); Panamá (1.989); mientras que la O.T.A.N. mantiene
actualmente una política agresiva contra Rusia en sus fronteras.
7) El uso de la fuerza por las colonias en su lucha por su independencia:
La Carta de la Naciones Unidas, no impide el uso de la fuerza por parte de
los pueblos para obtener su independencia y para ello se pueden sustentar
en el principio de la autodeterminación de los pueblos, los derechos
humanos y las libertades fundamentales. En concreto las guerras de
liberación nacional, se pueden considerar como luchas legales. Amparados
en esta figura jurídica internacional, muchas naciones han obtenido sus
independencias de las potencias colonialistas europeas: Angola (1.975) de
Portugal; Argelia (1.954) de Francia; India (1.947) de Inglaterra; Ucrania
(1.990) de Rusia, Bielorrusia (1.990) de Rusia; etc.
8) Otros casos en que se permite el uso de la fuerza: Sorensen afirma lo
siguiente: Dentro del Derecho Internacional contemporáneo, los Estados
tienen el derecho a usar la fuerza, hasta ciertos límites, en algunas
circunstancias específicas:
a) En altamar: La ley de los mares otorga a las naves de guerra, el derecho
a valerse de la fuerza contra las embarcaciones sospechosas o
involucradas en actividades de piratería, narcotráfico, contrabando, tráfico
44
de personas o que ofrezcan resistencia. Existen muchas reseñas de estas
acciones: La detención en el mar mediterráneo, de barcos traficantes de
refugiados provenientes del medio oriente (2.016); la destrucción y
apresamiento
de
embarcaciones piratas
en
Somalia
(2.015);
El
apresamiento de tripulaciones de barcos con cargamento de drogas en el
canal de Panamá (2.014).
b) Como reacción a la intrusión en los dominios territoriales: Esta figura
jurídica del Derecho Internacional, faculta a los Estados a atacar o
defenderse de una incursión marítima o aérea en su soberanía territorial.
Existen muchas pruebas de ello: Derribo del avión comercial surcoreano
por parte de la aviación soviética (1.987); bombardeo por parte de la
aviación cubana a flotillas marinas con exiliados cubanos provenientes de
Miami (1.990); derribo de avionetas sospechosas de trafico de drogas, por
parte de la aviación venezolana (2.014).
c) Contra tropas extranjeras en el territorio del Estado: Esta figura legal
autoriza a los Estados a expulsar fuerzas militares extranjeras en su propio
territorio, cuando ha cesado una ocupación militar legal; cuando se le ha
revocado la autorización para permanecer en el territorio; y cuando se le
quiere denegar derechos legales a dichos ejércitos de permanecer y ejercer
practicas militares. Los internacionalistas han informado sobre estos casos,
veamos algunos: al final de la segunda guerra mundial, quedaban tropas
alemanas dispersas a lo largo de los países europeos ocupados por el
ejército alemán (1.945-1.946); de igual manera sucedía con restos de
tropas japonesas dispersas en muchos países asiáticos (1.945-1.946).
d) Desastres de la naturaleza: Cuando las fuerzas de la naturaleza de un
Estado vecino no puede controlar incendios, inundaciones, derrames
petroleros, pandemias, etc. Entonces por la vía de la excepción el Estado
vecino, puede intervenir con la fuerza para solucionar dicha contingencia
natural. Casos que se han presentado: el fenómeno de la pandemia el
ébola en muchas naciones africanas (1.987), obligó al ejército americano a
45
intervenir en dichas naciones; derrames petroleros en el mar del norte,
obligó a la royal navy inglesa a intervenir en las soberanías marítimas de
los países involucrados (Irlanda, España, Holanda, etc.). Grandes
incendios en Canadá, han llamado la alerta del ejército de los Estados
Unidos (2.016); maremotos en Japón, han obligado al ejército de ocupación
de los EE.UU. a intervenir en la resolución de esa problemática (2.015).
e) Para remediar violaciones de la neutralidad: El Derecho Internacional
prohíbe intervenir por la fuerza a un Estado neutral, alegando que un
Estado enemigo puede hacerlo, de tal manera que una parte beligerante se
le adelante a la otra parte beligerante. Casos palpables en la historia: la
intervención del ejército alemán en un pequeño país neutral como
Luxemburgo (1.940); La intervención del ejército de los EE.UU. en un país
neutral como Costa Rica (2.013); etc.
9) Guerra, agresión, ataque armado y violación de la paz: Estas son
acciones que violan el estado formal de la guerra y por consiguiente se le
consideran como uso ilegal de la fuerza. Existen varias clases de uso de la
fuerza:
a) Guerra: es una contienda entre dos o más Estados, en donde sus
respectivas fuerzas armadas se encuentran enfrentadas en acciones de
violencia recíproca. La finalidad de la guerra es derrotar a la parte contraria,
e imponerle las condiciones de paz que el vencedor está dispuesto a
conceder. El uso de la fuerza utilizado durante la guerra se encuentra
regulado por el Derecho de la guerra (jus in bello); mientras que los
derechos y los deberes que surgen entre los Estados beligerantes y los
Estados neutrales, corresponden al Derecho sobre neutralidad.
b) Agresión armada: Este tipo de acción es más amplia que el ataque
armado, porque implica otros ámbitos de la vida política de un Estado:
psicológica, económica, mediática, diplomática, etc.
c) Ataque armado: Se considera este tipo de acción, cuando las fuerzas
regulares o irregulares bajo control de un Estado, comienzan a emplear la
46
violencia contra un territorio o contra las fuerzas armadas de otro Estado,
ya sean en alta mar o contra fuerzas armadas estacionadas en territorio
extranjero (por acuerdo del Estado soberano o por ocupación militar legal).
d) Violación de la paz: Cuando un Estado inicia un ataque armado contra
otro Estado, se puede considerar que existe una violación de la paz. (Art.
39 C.N.U.).
10) Amenaza de fuerza y amenaza a la paz: consiste en una proposición
expresa o tácita, por parte de un Estado de servirse de la fuerza, si otro
Estado no cumple con sus exigencias. La amenaza expresa puede ser un
ultimátum dirigido a un Estado; y la acción tacita puede ser el rearme
excesivo o el desplegué de fuerzas desproporcionadas en las fronteras de
otro Estado.
3.1.2.2. El uso de la fuerza por parte de las instituciones
internacionales y aspectos jurídicos de la seguridad colectiva
Este capítulo comprende 6 temas fundamentales, veamos las
siguientes:
1) Sistema de alianzas y sistema de seguridad colectiva: en términos
legales, parece ser que el sistema de alianzas defensivas es el mecanismo
más aceptado por todos los Estados para protegerse contra un uso
agresivo de la fuerza. Existen hoy en día muchas de esas alianzas:
Organización del Tratado del Atlántico Norte (O.T.A.N); Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca (T.IA.R.); Organización de Unidad
Africana (O.U.A.); etc. En cuanto al sistema seguridad colectiva, ésta
vienen siendo los organismos internacionales, tales como la sociedad de
naciones (1.919-1.945); la Organización de las Naciones Unidas; La
Organización de Estados Americanos (O.EA.); la Unión Europea (U.E.); etc.
Y tiene por finalidad el mantenimiento de la paz y de la seguridad por parte
de las instituciones internacionales comprende un sistema diferente de
47
protección, el cual se puede denominar como sistema de seguridad
colectiva. En fin la Carta de las Naciones Unidas logró establecer un
sistema de seguridad colectiva de aplicación limitada. Dicho sistema
influye, modifica y corrige el funcionamiento y la operatividad del sistema
de alianzas.
2) Medidas colectivas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas:
El Derecho de la Carta: El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
es el órgano encargado de preservar la paz entre todos los Estados
Miembros. Una vez que el Consejo de Seguridad ha determinado que
existe una amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión,
tiene competencia para ejercer estas acciones:
a) Solicitar a las partes el cumplimiento de ciertas medidas provisionales
(Art. 40): esta medida tiene como finalidad “evitar que la situación se
agrave”. Las medidas serían: el cese inmediato de la confrontación armada;
la abstención de trasladar materiales de guerra a las zonas en conflicto; y
el retiro inmediato de tropas del territorio ocupado. Existen muchos casos
sobre ello.
b) Elaborar recomendaciones (art. 39): las cuales pueden ser: desistir de
dar ordenes a los Estados; autorizar la acción militar a los Estados;
aconsejar la paz a los Estados en conflicto; ordenar el mantenimiento del
orden en los territorios en conflicto; supervisar plebiscitos, etc.
c) Tomar medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada (art. 41):
Estas medidas implican la suspensión de las relaciones diplomáticas a los
Estados trasgresores de las leyes internacionales; la interrupción de las
relaciones económicas con los Estados trasgresores; la ruptura de las
comunicaciones (telegráficas, radioeléctricas, ferroviarias, marítimas,
aéreas, postales, etc. Estas medidas implican el aislamiento de los Estados
de la comunidad internacional, y por consiguiente una más efectiva medida
para que reconsideren y desistan de las políticas internacionales erróneas
por parte de los Estados trasgresores.
48
d) Uso de la fuerza: luego de esta escalada de medidas, se llega a la
decisión final de ordenar el uso de la fuerza contra los Estados trasgresores
del Derecho Internacional. Esta medida implica la guerra y por consiguiente
las secuelas que éstas producen.
3) Medidas colectivas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas:
la práctica (art. 48): en caso de que cualquier acción sea legalmente
emprendida por el Consejo de Seguridad, todos o algunos Estados
Miembros designados están en la obligación de cumplir la decisión
acordada. La falta de cooperación entre los Estados Miembros
permanentes del Consejo de Seguridad y la inacción resultante de gran
parte del mecanismo de seguridad establecido por la Carta, no exime a las
Naciones Unidas de su responsabilidad y competencia en el mantenimiento
de la paz internacional. De estas medidas se pueden describir las
siguientes: la guerra de Corea (1.950-1.953), en donde intervino dicho
Consejo de Seguridad; la guerra del Congo (1.960-1.964); la guerra civil
entre el pueblo turco-chipriota y el pueblo griego-chipriota (1.963); la guerra
de Rodesia del Sur (1.966); y actualmente en Haití (2.001-2.016); etc.
4) Función de la Asamblea General en la operación del sistema de
seguridad colectiva de las Naciones Unidas: Muchos Estados Miembros
consideran que la Asamblea General de la O.N.U. puede ser mucho más
efectiva que el Consejo de Seguridad de la O.N.U. debido a sus continuos
fracasos en el mantenimiento de la paz, esto debido a varias razones:
a) Jurisdicción exclusiva (art. 106): La división de poderes entre el Consejo
de Seguridad y la Asamblea General, referente a cualquier acción
coercitiva, es inequívoca, es decir que ésta última no puede actuar como
sustituta del primero en las cuestiones comprendidas en el capítulo VII de
la Carta. Ésta es la interpretación estricta propuesta y apoyada, aunque no
sin excepciones por parte de la antigua U.R.S.S. Esto indica que dicha
propuesta se enmarca en la guerra fría que mantiene contra los Estados
Unidos.
49
b) Protagonismo de la Asamblea General: Ésta es la interpretación
propuesta y defendida en la realidad, por parte de los Estados Unidos, sus
aliados occidentales y gran parte de los Estados africanos, asiáticos y
latinoamericanos La mencionada propuesta plantea que la Asamblea
General, debe tener un rol protagónico en el mantenimiento de la paz y de
la seguridad de todos los Estados Miembros; ya que protege sus propios
intereses y los colectivos de dicha organización internacional.
El estudio de las acciones de la Asamblea General muestra que si bien
rechazó las restricciones de la primera interpretación, nunca aceptó del
todo a la segunda interpretación, incluso en la aplicación de la Resolución
Pro Paz. Como se puede observar la Asamblea General es más política y
diplomática, esto debido a que aconseja y aplica con frecuencia medidas
no militares; en cambio el Consejo de Seguridad, tiene inclinación bélica y
por consiguiente se inclina mucho más por la intervención armada y el uso
de la fuerza contra los Estados trasgresores del Derecho Internacional.
5) Instituciones Regionales y Seguridad Colectiva: La Carta de las
Naciones Unidas autoriza la creación de organismos regionales y de
seguridad colectiva, en su artículo 53; pero muchos Estados prefieren no
contar con la autorización de la Carta, para establecer acuerdos de
cooperación regional de sus intereses, por ello evitan esgrimir el capítulo
VII de la carta. Basados en esta apreciación, solo existe una organización
de seguridad colectiva que e considera a sí misma un organismo que cae
dentro del mencionado capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
esto tiene una lógica muy clara y precisa: el patrocinador es Los Estados
Unidos.
6) Desarme: La misión de las Naciones Unidas de desarmar a los Estados
Miembros ha fracasado, esto debido a muchas razones e intereses: los
grandes fabricantes de armas perderían sus lucrativos negocios con los
50
Estados; los adelantos tecnológicos de armas nucleares impide dicha tarea;
la división de los Estados en intereses geopolíticos contra- puestos:
naciones con grandes flotas marítimas; naciones con grandes recursos de
materias primas; naciones con elevados recurso tecnológicos; naciones
con elevadas densidades poblacionales; naciones con ideologías y
gobiernos diversos: fundamentalistas islámicos, nacionalistas, militaristas,
socialistas, monárquicos, democráticos, etc. En las Naciones Unidas, tanto
en la Asamblea General como el Consejo de Seguridad tienen competencia
en materia de desarme según el artículo 11 de la Carta; el problema ha sido
su inaplicabilidad. Lo que se ha logrado es firmar acuerdos o convenciones
para el desarme internacional, aunque no se han logrado cumplir
parcialmente. Veamos algunos de ellos: 1) Convención sobre Armas
Químicas (firmado en 1993 y en vigor desde 1997), que completaba el
Protocolo de Ginebra suscrito en el año 1925. 2) Convención sobre Armas
Biológicas (suscrita en 1972 y en vigor desde 1975), prohíbe el desarrollo,
producción y almacenamiento de las mismas. 3) Convención sobre la
prohibición del uso, almacenamiento, producción y transferencia de las
minas terrestres antipersonal y sobre su destrucción (conocida también
como la Convención de Ottawa de 1997. Ha sido ratificada por 120
Estados). 4) Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares
(prohibición parcial firmada en 1963 y total en 1996. En la actualidad cuenta
con 150 países signatarios). 5) Tratado de No Proliferación de las Armas
Nucleares (suscrito en 1968 y prorrogado indefinidamente en 1995. Está
suscrito por casi todos los países del mundo, incluidos los que declaran
poseer armas nucleares, China, Estados Unidos, Federación Rusa, Francia
y Reino Unido). 6) Tratado de Proscripción de Armas Nucleares en América
Latina y el Caribe (conocido también como el Tratado de Tlatelolco, de
1967). Fue un acuerdo histórico por tratarse del establecimiento de la
primera zona libre de armas nucleares sobre un territorio habitado del
planeta. 7) El Tratado de Rarotonga (para el Pacífico Sur, de 1985) el
51
Tratado de Bangkok (para Asia Suroriental, de 1995) y el Tratado de
Pelindaba (para África, de 1996). Ambos tratados declaraban estas zonas
del mundo libres de armas nucleares.
A 2.500 años de escrito el primer tratado sobre la guerra, tal como lo es el
Sun Tzu, todavía tiene vigencia, pues plantea la obtención de la victoria
sobre la guerra, sin necesidad de llegar a la agresión. La inteligencia debe
prevalecer sobre la fuerza; porque la inteligencia genera humanismo y la
fuerza genera la barbarie. Todas las academias militares del mundo han
estudiado este humilde manual, lo malo es que no lo han aplicado con la
sabiduría en que fue escrito. Veamos algunos puntos: “Es mejor tomar todo
un Estado que destruirlo; es mejor tomar todo un ejército que destruirlo; es
mejor tomar todo un batallón que destruirlo; es mejor tomar toda una
compañía que destruirla; es mejor tomar todo un pelotón que destruirlo”.
(Página 43, Editorial Edaf, 2.009).
3.1.2.3. El derecho de guerra y de neutralidad
Este apartado comprende 6 temas fundamentales:
1) Derecho de guerra y de neutralidad y relevancia de los principios
fundamentales d ese derecho en la guerra contemporánea: Las partes del
Derecho Internacional que tratan sobre las relaciones entre los Estados que
se mantienen en estado formal de guerra o bajo hostilidades de hecho en
una guerra no declarada (Derecho de Guerra); y por otro lado de las
relaciones entre los Estados beligerantes y los Estados neutrales (Derecho
de
Neutralidad),
constituyen
un
amplio
sistema
de
normas
consuetudinarias y establecidas en todos los tratados firmados por los
Estados. El desarrollo y codificación parcial del Derecho de Guerra y de
Neutralidad, desde el siglo XIX y hasta mediados del siglo XX, han traído
como consecuencia la estructuración de ciertos principios que son ahora la
52
base de las regulaciones de la guerra en el Derecho Internacional. Estos
son los siguientes principios:
a) Principio de obligación: No debe entenderse que la necesidad militar
vaya en contra de los efectos mitigadores de las leyes de la guerra; por ello
existe la proposición obvia de que la conducta de los beligerantes está
sujeta a las disposiciones del Estado de Derecho. En las guerras, la
necesidad no anula las obligaciones y prohibiciones resultantes del derecho
de guerra y de neutralidad; esto debido a que tal derecho toma en cuenta
la necesidad militar y por consiguiente ésta no regula el grado en que las
disposiciones del derecho deban aplicarse o no. Esto implica que el
derecho de guerra y el de neutralidad no son jus dispositivum, sino jus
cogens.
b) Principio de proporcionalidad: Existe una desproporcionalidad entre el
progreso tecnológico y la invención de nuevas armas más letales, lo cual
indica que existe un desarrollo desigual entre dicho adelanto tecnológico y
el desarrollo del Derecho y su respectiva codificación. Sin embargo, en la
figura jurídica de los casos no regulados, los Estados beligerantes no
disponen de absoluta libertad de acción; esto implica que el derecho de los
Estados beligerantes para adoptar medidas que causen graves daños a los
Estados enemigos no es ilimitado.
c) Principio de humanidad: En las guerras los Estados beligerantes deben
darle la mayor protección posible a las victimas tales como: enfermos,
heridos, náufragos, prisioneros y población civil en general. En la
conducción de las hostilidades, los Estados beligerantes deben condicionar
sus actividades al principio humanitario del uso legal de las armas y
estrategias no deben ser desproporcionados a los objetivos militares
logrados mediante dicho empleo de las mismas.
d )Principio de distinción: En las guerras se deben distinguir entre las
fuerzas armadas y la población civil; entre los objetivos militares y los no
53
militares; entre las posiciones defendidas y las posiciones no defendidas,
los Estados neutrales y los Estados beligerantes.
A lo largo del siglo XX y en el presente siglo, se ha observado la violación
fragrante de estos cuatro principios en grados diferentes, por parte de los
Estados beligerantes. Observemos algunos casos más sonados:
i) Primera guerra mundial: guerras económicas contra pueblos completos;
guerra submarina ilimitada; uso de gases tóxicos; uso de ametralladoras;
violación sistematica de acuerdos de guerra anteriormente suscritos.
ii) Segunda guerra mundial: Bombardeos de ciudades; campos de
concentración; trabajos forzados; genocidios en masas; utilización de
armas letales (bombas de fósforos, armas químicas, armas nucleares).
iii) Guerra fría: Bombardeos masivos a poblaciones civiles: Vietnam
(1.9631.975); Afganistán (1.979-1.986/2.001-2.016); Grenada (1.983);
Panamá (1.989); Serbia (1.990-1.992); Irak (2.003-2.016);
2) Estado de guerra. Hostilidades. Su comienzo y terminación: Aquí se trata
sobre la distinción que existe entre el estado de guerra y aquellas
situaciones donde los Estados luchan entre sí sin estar formalmente en
guerra, condujo a la consideración de los cambiantes y diferentes sentidos
del término “guerra”, y del valor relativo de su definición:
a) Estado de guerra: esto indica la ausencia de relaciones pacíficas entre
dos o más Estados; y tal ausencia de relaciones pacíficas coexiste con las
hostilidades o es seguida de ellas. Esto indica que se derivan de éste status
otros más:
i) el armisticio: concluye la guerra, pero no el estado de guerra, porque
puede no haber paz entre las partes, sino se normaliza las relaciones
diplomáticas. Caso típico: Corea del Norte con respecto a Corea del Sur
(1.953-2.016).
ii) Declaración de guerra: puede darse esta declaración de guerra, sin que
se llegue a las hostilidades, tal como sucedió con el Estado Alemán, cuando
declaró la guerra contra varios Estados latinoamericanos (1.944-1.945).
54
iii) Rendición: Los Estados dan por concluida las hostilidades, pero de igual
manera no significa que haya paz, sino estado de guerra. Esto sucedió
entre el Estado Japonés y los Estados aliados (E.E.U.U., Inglaterra,
Francia, Holanda, U.R.S.S.S., China); siguieron grupos armados dispersos
en los territorios anteriormente ocupados por Japón.
iv) Cese de hostilidades: esto indica el fin del estado de guerra y va unido
a una gradual reanudación de las relaciones pacíficas normales. Casos
visibles: España con algunas naciones latinoamericanas (siglo XIX).
iv) Tratados de paz: El estado de guerra concluye cuando se firman los
acuerdos de paz.
Casos palpables: la guerra Irán-Irak (1.979-1.989),
ambas naciones se dedicaron a reconstruir a sus respectivos países.
3) Hostilidades: éstas consisten en la mutua aplicación de la violencia y de
la coerción por parte de las fuerzas armadas de los Estados en conflicto.
Dichas hostilidades se concretan en tierra, mar y aire, con sus respectivas
fuerzas armadas: ejército, marina y aviación. Éstas dependen de la decisión
de los gobernantes y de la opinión pública de sus respectivos países. Se
pueden enumerar algunas hostilidades por parte de Estados involucrados:
las hostilidades greco-búlgaras (1.925); las hostilidades soviéticas en China
(1.929); las hostilidades entre la Unión Soviética y Japón (1.938-1.939); En
el Derecho Internacional no existe un modo formal de comenzar las
hostilidades (a diferencia del estado de guerra), por lo tanto no existe
“declaración de hostilidades”, o “ultimátum con declaración condicional de
hostilidades”, pero si puede haber terminación de hostilidades mediante un
cese de la violencia de facto por parte de los Estados, esto indica que las
hostilidades terminan de manera formal. Para ello existen las siguientes
figuras legales:
a) Capitulación: Viene siendo un acuerdo contractual que dispone la
rendición de tropas, barcos o plazas; a menudo son impuestos por los
Estados vencedores a los Estados vencidos, casos más sonados: las
rendiciones incondicionales de las fuerzas alemanas ante la fuerzas
55
soviéticas (1.945); y las fuerzas armadas japonesas ante las fuerzas
armadas americanas (1.945).
b) Tregua: Es la suspensión de actos de guerra por un periodo corto de
tiempo y en un determinado lugar. Casos por reseñar: a finales del año
1.918 fuerzas alemanas y francesas aplicaban la tregua a fin de recoger
heridos, provisiones, agua, etc.
c) Armisticio: vienen siendo un preludio a la firma de un tratado de paz, si
las hostilidades estaban acompañadas por un estado formal de guerra.
Casos típicos: la guerra de los seis días (1.967), entre Israel y los aliados
árabes (Egipto, Siria, Jordania, Palestina, etc.).
4) Alcance de la aplicación del derecho de guerra y de neutralidad: Siempre
que exista un estado de guerra, se hace necesario aplicar la totalidad del
derecho de guerra y de neutralidad. Aun cuando no se han podido erradicar
las mismas, debidos a tantas razones antes mencionadas. Para ello se
deben considerar tres cuestiones puntuales: a) El derecho de guerra y de
neutralidad tiene igual aplicación para los beligerantes legales e ilegales. b)
Se las operaciones militares llevadas a efecto por las Naciones Unidas, o
por instituciones regionales, están sujetas al derecho de guerra y de
neutralidad. c) Si algunas disposiciones de ese derecho regulan ahora, el
uso de la fuerza en conflictos armados de carácter no internacionales. De
esto se derivan los siguientes puntos:
I) Hostilidades y uso de la fuerza que no constituyen guerra: Esto implica
que si no existe guerra, tampoco hay automáticamente Estados neutrales;
por consiguiente las partes combatientes, de igual manera como las no
participantes, no tienen, una con respecto a la otra, derechos o deberes
que de otra manera surgirían del derecho de neutralidad.
II) Posición del beligerante ilegal: esto indica que en una guerra ilegal, no
puede generar beneficios para el agresor, tales como: ventajas territoriales,
indemnizaciones, poblaciones u otros beneficios. Es decir que todas las
56
acciones que tome un Estado son nulas y no tendrán reconocimiento por
parte del Derecho Internacional. (Convención de Ginebra, 1.949).
III) Operaciones por fuerzas internacionales: Las fuerzas internacionales
que operen en territorio extranjero bajo mandato de las Naciones Unidas,
deben regirse por el derecho de guerra y de neutralidad, y en caso de que
cometan delitos deben responder por ellos. El problema es que ha sido muy
frecuente la violación de los derechos humanos de las poblaciones por
parte de las fuerzas expedicionarias enviadas por el mencionado
organismo internacional. Casos patentes se han registrado en muchos
países africanos, sobre todo en excolonias francesas e inglesas.
3.1.3. Derecho
aplicable en los conflictos armados y el derecho de
los derechos humanos. (Derecho de Nueva York).
Las Naciones Unidas, en sus primeros años, tenían poco interés en
desarrollar el derecho aplicable en los conflictos armados. En 1949, la
Comisión de Derecho Internacional manifestó esa negatividad al decidir no
incluir este tema en sus programas. Consideraba que atender esa pondría
en dudas su capacidad para mantener la paz y la seguridad internacional.
A pesar de esto, dos temas llamaron su atención en esta etapa: el
enjuiciamiento de los criminales de guerra y los problemas planteados por
la bomba atómica. La mira estaba puesta en la cuestión de la
responsabilidad individual relacionada a los crímenes de guerra desde que
las potencias aliadas, hicieron saber a los criminales de guerra de las
potencias del eje que responderían por sus horribles actos. Se
establecieron tribunales después de la guerra para enjuiciar y castigar a
esos criminales, el primero en Núremberg, en 1945, para enjuiciar a los
principales criminales de guerra del eje europeo y, el segundo en Tokio,
en el año 1946, para enjuiciar a los criminales de guerra japoneses.
57
La base para enjuiciar a estos criminales de guerra fue el acuerdo de
Londres de 1945, con el estatuto que establece el Tribunal Militar
Internacional. El estatuto define tres categorías de crímenes de la
competencia de la jurisprudencia del tribunal y para en los cuales existe
responsabilidad individual: “crímenes contra la paz, crímenes de guerra y
crímenes contra la humanidad”. Se definían principios aplicables a la
responsabilidad penal individual, se considera que el cargo oficial de los
inculpados no exonera de responsabilidad ni es razón para mitigar la pena,
y que el hecho de actuar en cumplimiento de una orden tampoco exonera
de responsabilidad a los inculpados, pero puede considerarse como
circunstancia atenuante, si el tribunal determina que la justicia así lo
requiere. En la resolución 95 de 1946, la Asamblea General de la ONU
confirma esos principios como de derecho internacional generalmente
válidos y, esa misma resolución solicita a la Comisión de Derecho
Internacional preparar un proyecto de código de crímenes contra la paz y
la seguridad de la humanidad. Sin embargo, se debió esperar hasta finales
del siglo para que fructifiquen esos esfuerzos tendentes a hallar una
solución más firme a estos problemas.
El otro tema específico urgente para la ONU era el relacionado a la
Bomba Atómica. La Asamblea General en su primera resolución crea la
Comisión de Energía Atómica encargada de presentar proyectos para la
eliminación de las armas nucleares de los arsenales nacionales. En los
siguientes años, el tema encabezó los debates de la comisión y de la misma
Asamblea General. Una excepción fue la aprobación, el 24 de noviembre
de 1961, de la resolución 1653 de la Asamblea General, la cual hace
referencia específica al uso de las armas nucleares declarando que, por
variadas razones, el uso de estas es ilegitimo.
58
En el 1968, año de los Derechos Humanos, la Conferencia Internacional
de los Derechos Humanos, la cual se reunió del 22 de abril al 15 de mayo,
en Teherán, aprobó la resolución XXIII sobre los derechos humanos en los
conflictos armados, en donde se solicita a la Asamblea General invitar al
Secretario General a estudiar disposiciones a tomar en cuenta para
asegurar la plena aplicación en todas las conflagraciones armadas de las
normas y convenios internacionales de derecho humanitario existentes.
También exigieron examinar la necesidad de aprobación de otros
convenios internacionales, de revisar los existentes, a fin de asegurar una
mejor protección a los civiles, los prisioneros de guerra y los combatientes
en todos los conflictos armados, así como prohibir y restringir el uso de
algunos métodos y medios de hacer la guerra. La Asamblea General, el 19
de diciembre de 1968, a través de la resolución 2444 (XXIII), instó al
secretario general, a realizar los estudios solicitados en la resolución de
Teherán. El título de esta resolución es “Respeto de los derechos humanos
en los conflictos armados” y, desde ese momento la ONU tiene en cuenta
los derechos humanos. Se puede decir que con este título la ONU
demuestra que de acuerdo con la Carta, la promoción y protección de los
derechos humanos es una de sus principales funciones.
Tras aprobar dicha resolución, las actividades de la ONU relacionadas
con el desarrollo del derecho aplicable en las guerras se dividen en dos
categorías. La primera en una serie de informes anuales, el secretario
general suministraba una amplia panorámica del derecho aplicable en los
conflictos armados y hacía propuestas para desarrollar este derecho.
Luego de publicados los informes, la Asamblea General aprobaba
resoluciones en donde expresaba su respaldo general a las tareas
implementadas. La segunda, la Asamblea General y sus comisiones
debatieron y aprobaron resoluciones relacionadas a cuestiones específicas
bien definidas, en particular, la protección de las mujeres y los niños, la
59
situación de los periodistas y la condición de los combatientes por la
liberación en las guerras de liberación nacional.
Las Naciones Unidas declaraban, en las resoluciones, que el uso de la
fuerza en las guerras de liberación nacional era justificado, y se invitaba a
los demás países a ayudar y apoyar a los combatientes por la liberación.
De igual forma se declaraba a las guerras de liberación nacional como
conflictos armados internacionales, y se solicitaba considerar como
prisioneros de guerra y dar tal trato a los combatientes por la liberación
nacional capturados en el conflicto.
Otras de las resoluciones aprobadas por la Asamblea General en el
decenio de 1970 tratan sobre prohibiciones o restricciones para el uso de
algunas armas convencionales. El término hace referencia a aquellas
armas que no son parte de las llamadas de destrucción masiva (es decir
químicas, nucleares y bacteriológicas).Las actividades de las Naciones
Unidas relativas a la reafirmación y desarrollo del derecho de la guerra en
el decenio de 1970 fueron significativas en tres aspectos:
-Contribuyeron a que el tema dejara de ser tabú.
-Pusieron de relieve la idea de protección de los derechos fundamentales
del ser humano, incluso en tiempos de conflictos armados.
-Contribuyeron al debate sobre la situación de los combatientes de la
guerrilla en las guerras de liberación nacional.
La resolución 2444 desencadenó un movimiento que hizo converger las
tres corrientes del derecho - La Haya, Ginebra y Nueva York- en una sola
vertiente. Esta confluencia culminó en la Conferencia diplomática sobre la
reafirmación y desarrollo del Derecho Internacional Humanitario aplicable a
los conflictos armados, celebrada en Ginebra en el año 1974. En cuatro
60
sesiones anuales y basada en proyectos presentados por el CICR, la
Conferencia estableció el texto de dos tratados llamados Protocolos
adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949. Ambos son una
combinación del Derecho de La Haya y del Derecho Ginebra, con
significativos dispositivos de derechos humanos.
La conferencia aprobó los protocolos el 8 de junio de 1977 y una gran
cantidad de Estados los firmaron el 12 de diciembre del mismo año, en
Berna. Estos instrumentos iniciaron su validez el 7 de diciembre del 1978,
transcurridos seis meses del depósito de los instrumentos de ratificación
ante el gobierno Suizo, convirtiendo a este país en depositario de los
mismos.
Estos instrumentos no hacían referencia a prohibiciones o restricciones
para el uso de algunas armas convencionales pero, posteriormente, una
conferencia de las Naciones Unidas convocadas para tales fines, la cual se
realizó en dos periodos de secciones en 1979 y 1980 trató el tema. En
octubre de 1980, específicamente el día diez, recibió la aprobación la
“Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas
armas convencionales que pueden considerarse excesivamente nocivas o
de efectos indiscriminados”. La cual cuenta con tres protocolos anexos que
versan sobre fragmentos no localizables, minas, armas trampa y otros
artefactos y, armas incendiarias.
Esta convención y sus protocolos iniciaron su vigencia el dos de
diciembre de 1983, seis meses después de depositados el vigésimo
instrumento de ratificación ante el secretario general de la ONU, quien pasó
a ser depositario de la misma. La aprobación de los Protocolos adicionales
de 1977 inspiró dos elementos más de desarrollo para el derecho
relacionado con la guerra.
El primero a la protección de los bienes
61
culturales. Esta afirmación se basa en que un grupo de Estados aprobaron
en marzo del 1999, el segundo protocolo de La Haya para proteger los
bienes culturales en tiempos de conflictos armados.
El otro elemento se enmarca dentro del ámbito del derecho de la guerra
en el mar ya que en el 1994 un grupo de juristas internacionales y expertos
navales con el auspicio del Instituto Internacional de Derecho Humanitario
de San Remo, y la estrecha cooperación del CICR, redactaron el llamado
“Manual de San Remo sobre el derecho internacional aplicable
a los
conflictos armados en el mar”, aunque el mismo no es un tratado .Para
el año 1995, se hizo necesario agregar un cuarto protocolo a la convención
que trataba de las “armas láser cegadoras” y, el protocolo relativo a las
minas fue enmendado por completo. Poco tiempo después fue aprobada
una Convención para prohibir por completo el almacenamiento y uso de
minas antipersonales, a esta se le conoce como la Convención de Ottawa
de 1997.
Como hemos visto el último decenio del pasado siglo, prospero el
encauzamiento por el mismo rumbo de los Derechos de La Haya, Ginebra
y Nueva York. En esta etapa las nociones de aplicación de las leyes
penales internacionales vinculadas con el derecho aplicable en los
conflictos armados volvieron a colocarse en la mesa de las discusiones. En
este contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU optó por instaurar dos
tribunales Ad Hoc, uno en 1993, para enjuiciar a los responsables de violar
el derecho internacional humanitario, en el 1991 en los territorios de la Ex
Yugoslavia; y en 1994, para juzgar a quienes cometieron genocidio y otras
violaciones al derecho internacional humanitario realizadas ese año en
Ruanda.
62
Estos tribunales dieron nuevos bríos al trabajo de la Comisión
Internacional de Derecho, lo que llevó a que la Conferencia diplomática de
la ONU aprobara, en 1998, el Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional la cual tiene competencia para ventilar los casos de crímenes
cometidos en conflictos armados internacionales e internos. La jurisdicción
de la corte comprende infracciones contra los derechos de La Haya,
Ginebra y Nueva York. Este estatuto entro en vigor el 11 de abril del año
2002, Lugo de ser ratificado por 60 países.
3.1.3. Principios Básicos y Simples para hacer la Guerra
Los entendidos en esta materia que conciben que todas las regulaciones
para hacer la guerra (Derecho de la Haya, Derecho de Nueva York y los
Medios y Métodos de la Guerra), se pueden resumir en estos dos
principios básicos y simples:
-Las hostilidades sólo se dirigen en contra de los combatientes y los
objetivos militares.
- Sé prohíbe el uso de armas que causen daños y sufrimientos innecesario,
sobre todo en relación con la población civil.
Sin embargo, existen otras normas a ser consideradas muy en serio a la
hora de un conflicto armado, a grosso modo son:
-Las personas fuera de combate y quienes no participan directamente en
las hostilidades tienen derecho al respeto de su vida e integridad física y
moral.
-Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos por la parte en
conflicto que los tenga en su poder sin discriminación alguna.
-Distinguir entre los objetivos militares y los civiles. Solo pueden atacarse
objetivos militares.
-Respetar a los civiles y los bienes protegidos.
63
-Sé prohíbe emplear armas o métodos de guerra que puedan causar
pérdidas inútiles o sufrimientos excesivos.
-No atacar al personal médico o sanitario ni sus instalaciones, y deben
permitir que estos lleven a cabo su trabajo.
-Respetar los emblemas de la Cruz Roja y la Media Luna Roja como
símbolos de protección que se extiende al personal sanitario, a los
establecimientos, a los medios de transporte y al material sanitario.
El Protocolo I adicional a los convenios de ginebra contiene
específicamente dos artículos que tratan la protección del medio ambiente
38
en período de conflicto armado internacional .En el artículo 35, párrafo 3,
se consagra la prohibición de emplear “métodos o medios de hacer la
guerra que hayan sido concebidos para causar, o de los que quepa prever
que causen daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural
En el artículo 55, establece que:
1. En la realización de la guerra se velará por la protección del
medio ambiente natural contra daños extensos, duraderos y
graves. Esta protección incluye la prohibición de emplear
métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido
concebidos para causar o de los que quepa prever que causen
tales daños al medio ambiente natural, comprometiendo así la
salud o la supervivencia de la población. 2. Quedan prohibidos
los ataques contra el medio ambiente natural como represalias.
Por lo tanto, esta disposición contiene la obligación general de
preocuparse por la protección del medio ambiente natural en la conducción
de las hostilidades. Además, como es lógico, las represalias contra el medio
ambiente están prohibidas en la medida en que, en definitiva, perjudicarían
a toda la Humanidad.
63
Capitulo IV
Proceso de positivización de la Guerra
4.1. IUS AD BELLUM
En el proceso de positivización del derecho a la guerra, el IUS AD
BELLUM, se pueden distinguir tres fases.
La primera fase es el sistema de seguridad individual, y es la que más
ha durado. En este primer momento cada comunidad política debía velar
por su seguridad, utilizando sus propios recursos o recurriendo a alianzas
con otros. El sistema de seguridad individual implicaba que todos se
encontraban en posesión del derecho “sagrado “a la guerra, como
instrumento para garantizar la seguridad de cada Estado, y que comprendía
tanto la guerra defensiva como la guerra ofensiva. El derecho a la guerra
era considerado como un atributo de la soberanía de los Estados,
El siguiente paso fue el sistema de seguridad indirecta, en el que las
comunidades políticas conservaban el derecho a la guerra, y tenían que
velar por su propia seguridad. En este momento se comenzó a establecer
límites a las posibilidades de actuación.
La última fase es el sistema de seguridad colectiva, que supuso el
establecimiento de los mecanismos de seguridad colectiva y la promoción
de procedimientos pacíficos para la solución de conflictos. Este sistema
apareció tras el Tratado de Versalles (1919). Este tratado puso fin a la
Primera Guerra Mundial y creó la Sociedad de Naciones, que tenía el
objetivo de fomentar la cooperación entre las naciones y para
garantizar la paz.
64
El siguiente paso en este sistema fue el de tratar de limitar y eliminar la
guerra. En esta evolución destaca el Pacto Briand-Kellogg, firmado en París
el 27 de agosto de 1928, que establecía la renuncia a la guerra como
instrumento de política internacional, y obligaba a buscar soluciones
pacíficas. Desafortunadamente, el Pacto quedó desacreditado por el
estallido de la Segunda Guerra Mundial, pero supuso un primer paso
importante en el cambio del concepto de guerra, considerando como
ilegítima cualquier agresión entre Estados.
El fracaso tanto de la Sociedad de Naciones como del Pacto de París
se evidenció con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Ambos
pactos, no obstante, fueron el germen de la Carta de Naciones Unidas, que
fue firmada en San Francisco el 26 de junio de 1945, y entró en vigor tras
ser ratificada por los cinco miembros permanentes del Consejo, el 24 de
octubre de ese mismo año.
El último momento en esta evolución es el sistema dispuesto en la Carta
de las Naciones Unidas. Entre los propósitos de la Carta se encuentra el
de mantener la paz y seguridad internacionales. Además, se establece la
prohibición general de recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza, salvo
en los supuestos que veremos a continuación. A tenor del artículo 2.4, que
señala:
“Los Miembros de la Organización en sus relaciones
internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso
dela fuerza contra la integridad territorio o la independencia
política de cualquier otro Estado o en cualquier otra forma
incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”
65
El principio de renuncia al empleo de la fuerza se consolidó con la
aprobación de las Resoluciones 2.625 (XXV) y 3.314 (XXIX). En la
sentencia de 27 de junio de 1986, la Corte Internacional de Justicia tuvo
ocasión de pronunciarse sobre este principio, y afirmó que debe ser
considerado como un principio de Derecho internacional consuetudinario.
La prohibición general de la fuerza armada tiene dos excepciones: el
derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, y el sistema
de seguridad colectiva del Capítulo VII de la Carta. También se discute si
se podría dar una interpretación extensiva del artículo 2.4.
4.2 IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO:
La licitud de la guerra depende de dos conjuntos de reglas: el IUS AD
BELLUM, que determina las causas que pueden dar legitimidad al recurso
a la fuerza armada; y el IUS IN BELLO, que establece límites a los
comportamientos y conductas que tienen lugar durante la guerra, una vez
iniciadas las hostilidades. Esto significa que las guerras pueden ser
ilegítimas tanto en función de la causa como de la forma en que son
conducidas. El IUS AD BELLUM establece que el recurso a la guerra es
legítimo solamente cuando estén presentes los siguientes requisitos:
-Una autoridad competente (auctoritas principis) debe declarar la guerra.
Por autoridad competente se entiende aquella que reside en el poder
legítimamente establecido. Como veremos más adelante, se considera
generalmente como excepción a esta regla las guerras de liberación
nacional frente a un gobierno injusto.
66
- Que se cuente con una causa justa (justa causa) para hacer la guerra. En
general se sostiene que toda guerra debe ir dirigida solamente a reparar un
daño. La defensa frente a una agresión es considerada como una causa
justa.
-La guerra debe ser el último recurso, por lo que todas las opciones no
violentas deben ser agotadas.
- Se debe tener recta intención (recta intentio), es decir, buenas
intenciones. De esto se deduce que es necesario que el objetivo de la
guerra sea el de restablecer la paz (finis belli est pax).
- Las ventajas de emprender una guerra deben ser proporcionales a los
males previstos. Esto se conoce como requisito de macro proporcionalidad
de la guerra, para distinguirlo de la proporcionalidad en el IUS IN BELLO.
Según el IUS IN BELLO, la legitimidad de la conducta en la guerra depende
de que:
-La fuerza empleada sea proporcional al daño recibido, quedando prohibido
excederse de lo estrictamente necesario para obtener los objetivos
legítimos.
-Las armas utilizadas distingan entre combatientes y no combatientes, lo
que implica que aquellos que no participan en la guerra no deben ser nunca
objetivos directos de las acciones bélicas, y debe hacerse todo lo posible
para proteger sus vidas. Por último, se habla de un tercer conjunto de
reglas: el llamado IUS POST BELLUM. Este conjunto de reglas trataría las
cuestiones de justicia relativas a la forma de terminar las guerras, así
67
como las de la situación existente una vez que han terminado las
hostilidades. En este conjunto de reglas se incluirían, por ejemplo, aquellas
relativas a la negociación de la paz por medio de tratados, la atribución de
responsabilidades por actos de guerra, y la reconstrucción y rehabilitación
posbélica.
En el proceso de positivación del derecho a la guerra, el IUS AD
BELLUM, se pueden distinguir tres fases. La primera fase es el sistema de
seguridad individual, y es la que más ha durado. En este primer momento
cada comunidad política debía velar por su seguridad, utilizando sus
propios recursos o recurriendo a alianzas con otros. El sistema de
seguridad individual implicaba que todos se encontraban en posesión del
derecho “sagrado” a la guerra, como instrumento para garantizar la
seguridad de cada Estado, y que comprendía tanto la guerra defensiva
como la guerra ofensiva. El derecho a la guerra era considerado como un
atributo de la soberanía de los Estados, El siguiente paso fue el sistema de
seguridad indirecta, en el que las comunidades políticas conservaban el
derecho a la guerra, y tenían que velar por su propia seguridad. En este
momento se comenzó a establecer límites a las posibilidades de actuación.
La última fase es el sistema de seguridad colectiva, que supuso
En el derecho internacional y los organismos internacionales puedan o
no, en el mundo de hoy hacer una contribución verdaderamente importante
a la solución de los problemas que enfrenta la humanidad, sigue siendo una
cuestión decisiva para los internacionalistas de todo el mundo. Debe ser
sin duda, el tema fundamental que anime y motive el estudio del derecho
internacional.
68
Tratado de Versalles (1919). Este tratado puso fin a la Primera Guerra
Mundial y creó la Sociedad de Naciones, que tenía el objetivo de El
siguiente paso en este sistema fue el de tratar de limitar y eliminar la guerra.
En esta evolución destaca el Pacto Briand-Kellogg, firmado en París el 27
de agosto de 1928, que establecía la renuncia a la guerra como instrumento
de política internacional, y obligaba a buscar soluciones pacíficas.286
Desafortunadamente, el Pacto quedó desacreditado por el estallido de la
Segunda Guerra Mundial, pero supuso un primer paso importante en el
cambio del concepto de guerra, considerando como ilegítima cualquier
agresión entre Estados. El fracaso tanto de la Sociedad de Naciones como
del Pacto de París se evidenció con el comienzo de la Segunda Guerra
Mundial. Ambos pactos, no obstante, fueron el germen de la Carta de
Naciones Unidas, que fue firmada en San Francisco el 26 de junio de 1945,
y entró en vigor tras ser ratificada por los cinco miembros permanentes del
Consejo, el 24 de octubre de ese mismo año. El último momento en esta
evolución es el sistema dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas. Entre
los propósitos de la Carta se encuentra el de mantener la paz y seguridad
internacionales. Además, se establece la prohibición general de recurrir a
la amenaza o al empleo de la fuerza, salvo en los supuestos que veremos
a continuación A tenor del artículo 2.4:
“Los Miembros de la Organización, en sus relaciones
internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso
de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia
política de cualquier otro Estado o en cualquier otra forma
incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas”
El principio de renuncia al empleo de la fuerza se consolidó con la
aprobación de las Resoluciones 2.625 (XXV) y 3.314 (XXIX). En la
sentencia de 27 de junio de 1986, la Corte Internacional de Justicia tuvo
ocasión de pronunciarse sobre
este principio, y afirmó que debe ser
69
considerado como un principio de Derecho internacional consuetudinario.
La prohibición general de la fuerza armada tiene dos excepciones: el
derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, y el sistema
de seguridad colectiva del Capítulo VII de la Carta. También se discute si
se podría dar una interpretación extensiva del artículo 2.4.
Po otro lado el IUS BELLO Por otro lado, la positivación del IUS IN
BELLO se ha llevado a cabo principalmente a través de mecanismos de
tipo convencional, como Tratados y Convenios relativos a la limitación del
uso de armamento. El proceso de positivación de los requisitos del IUS IN
BELLO comenzó con la I Convención de Ginebra de 1864,287 que fue el
primer intento de normalizar el Derecho Internacional Humanitario, y que
tuvo el propósito de limitar los efectos de las guerras sobre combatientes y
no combatientes. Los textos fundamentales actualmente son los Convenios
fruto de la Convención de Ginebra de 1949, así como los Protocolos
adicionales de 1977 y los de la Convención de la Haya de 1907. Las
Convenciones de la Haya y de Ginebra sobre el derecho de guerra
establecieron una regulación extensiva de las normas relativas a la
conducta durante la guerra. Esta normativa internacional se ha visto
complementada con distintos tratados sobre la prohibición de varios tipos
de armamento durante la guerra, por ejemplo, el Protocolo de Ginebra de
1925 sobre la prohibición del uso en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos
o similares y de medios bacteriológicos. Este conjunto de mecanismos
convencionales, conjuntamente con el Derecho Internacional Humanitario,
se configuran en un cuerpo normativo conocido como Derecho de los
Conflictos Armados. El Derecho Internacional Humanitario se desarrolla
sobre la idea de discriminación entre combatientes y no combatientes.
70
El principio de discriminación obliga a las partes enfrentadas en conflicto
a no dirigir acciones militares contra objetivos civiles. A pesar de la
unanimidad con la que este principio es aceptado hoy en día, no es
considerado un principio de carácter absoluto. Resulta imposible garantizar
que las acciones militares no tengan como resultado bajas civiles, pero es
necesario que todas las campañas militares tomen las precauciones
posibles para evitar que esto ocurra, o para conseguir que las bajas sean
reducidas al mínimo. Desde mi punto de vista, el principio subyacente en el
IUS IN BELLO es el de tratar de limitar las consecuencias de la guerra. Esto
explica que incluya ciertas limitaciones a la forma en la que las guerras se
llevan a cabo, por ejemplo prohibiciones a determinados tipos de
armamento o tácticas de guerra, que son adoptados a través de
mecanismos convencionales.
4.3. Las Tensiones Entre IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO
De acuerdo a las consideraciones del IUS IN BELLO como un cuerpo
de normas autónomo es reciente. Esta separación ha conllevado que el
respeto
a
los
requisitos
de
IUS
IN
BELLO
sea
necesario,
independientemente de la legitimidad ad bellum de una guerra, o de las
partes entre las que tiene lugar el conflicto. No obstante, el IUS IN BELLO
ha quedado normalmente relegado a un segundo plano respecto al IUS AD
BELLUM, principalmente por la lógica de aplicación de la JWT. El IUS AD
BELLUM es, por definición, un razonamiento previo al IUS IN BELLO,
puesto que el problema de la forma en que las guerras se llevan a cabo
solamente tiene sentido una vez que hemos considerado si el recurso a la
fuerza es o no lícito. James Turner critica a parte de la doctrina que, dando
excesiva relevancia al IUS IN BELLO, ha invertido el proceso lógico de
aplicación de la teoría. Este razonamiento no es consistente con la
evolución de la JWT y es más propio del just war pacifism.
71
Las actitudes que se pueden adoptar frente a la relación entre IUS AD
BELLUM y IUS IN BELLO son las siguientes: a) War is hell. Para esta
postura la forma de desarrollo del combate no tiene implicaciones morales,
por lo que solo existe el IUS AD BELLUM. b) Fiat justicia ruat caelum, que
implicaría el respeto absoluto al IUS IN BELLO. Esta postura se consolida
en la figura del virtuoso de la guerra chino, el duque de Sung. c) We are not
the Duke of Sung. Desde esta postura, la convención bélica se puede dejar
de lado en base a un argumento utilitarista. d) A mayor justicia, mayor
derecho.
Esta posición afirma que la justicia de la causa puede permitir violar más
reglas, pero no se descarta que pueda haber normas inviolables. e) Until
the very last minute, we are all the Duke of Sung. La convención bélica solo
se aparta si el cielo está verdaderamente a punto de caer, por lo que existe
una válvula de escape para las obligaciones del IUS IN BELLO. Durante el
desarrollo de una guerra se producen inevitablemente una serie de
tensiones entre el IUS AD BELLUM y el IUS IN BELLO, entre los fines y los
medios que se emplean para obtenerlos. El hecho de encontrarnos ante
una guerra justa ad bellum no debe llevarnos a ignorar las normas relativas
a la conducta en el combate; la causa justa no convierte a cualquier acto
dirigido a la obtención de la victoria en legítimo.
4.4. La separación de IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO en el derecho
positivo
La necesidad de independencia entre IUS AD BELLUM y IUS IN BELLO
también ha sido recogida en el Protocolo Adicional a la Convención de
Ginebra. En primer lugar, en el Preámbulo se establece:
72
“Reafirmando además que las disposiciones de los
Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y de este
Protocolo deben aplicarse plenamente en toda circunstancia a
todas las personas que están protegidas por esos
instrumentos, sin distinción alguna basada en la naturaleza o
el origen de la conflicto armado o en las causas invocadas por
o atribuidos a las Partes en conflicto”.
Además, el artículo 51.5.b. establece que:
“Los ataques, cuando sea de prever que causarán
incidentalmente vidas civiles, heridas a civiles, daños a bienes
de carácter civil, o una combinación de la misma, que serían
excesivos en relación con el concreto y directo
Ventaja militar prevista”.
4.5. Las “excepciones” al IUS IN BELLO
Las excepciones permiten poner en suspenso reglas y principios
morales. Por su propia definición, estas deben establecerse al margen de
las normas y ser limitadas a situaciones excepcionales, como una vía de
escape que confirma la validez de las normas, pero no las pone en cuestión.
Los peligros de considerar excepciones son obvios. Entre otros, disminuyen
la inoperatividad de las normas, y pueden abocar fácilmente a usar el doble
rasero en su aplicación. Como afirma Andrew Fiala:
Para tratar de excepciones es continuar para fomentar este tipo de
deslizamiento. Si hay excepciones, no deben ser una parte estándar de
nuestra vocabulario moral; ni deben ser legalizados y regularizado a la
política.
Más bien, deben ser vistos con temor y temblor abismos en los que el
mundo real nos empuja. De hecho, en lugar de afirmar que una excepción
73
podría ser "justificado", tal vez es mejor admitir que las excepciones no son"
Justificado" en absoluto. Como excepciones no entran dentro del esquema
de las justificaciones. En la aplicación del IUS IN BELLO, la JWT ha
considerado las siguientes excepciones, que pasaremos analizar a
continuación:
4.6. La doctrina del doble efecto
El doble efecto es un principio de origen medieval. Históricamente se ha
constituido como un componente de la ética cristiana. El principio del doble
efecto se presenta como una serie de criterios morales para evaluar la
permisibilidad de acciones complejas, que tienen al mismo tiempo
consecuencias positivas y negativas. Según la doctrina del doble efecto
(DDE), la intención del agente debe ser tenida en cuenta para determinar
si una acción es moralmente aceptable. Esta doctrina establece que las
consecuencias negativas de una acción pueden ser excusables en
determinadas circunstancias, cuando sean resultado no intencionado e
indirecto. Aunque fue recogido y desarrollado por los teóricos de la JWT,
conviene señalar que el doble efecto no es un principio exclusivo de la JWT.
Su primera formulación se debe a Tomás de Aquino, que planteó
inicialmente este principio para resolver el problema de la compatibilidad
de la moral cristiana con el uso de fuerza en la defensa propia. San Agustín
ya había tratado este problema anteriormente, y llegado a la conclusión de
que, en base a la caridad cristiana, solamente se podía actuar en defensa
de los demás y no en defensa propia. Para Tomás de Aquino era lícito
defenderse, e incluso llegar a matar, siempre que se hiciera todo lo posible
por reducir el daño causado, no usando más fuerza de la necesaria. Desde
la JWT, tanto Vitoria como Grocio618 aceptaron la aplicabilidad del doble
efecto.
74
Aunque la DDE se invocó inicialmente respecto al problema de la
defensa individual, posteriormente fue utilizada desde la JWT en relación
con la legitimidad al recurso a la guerra. Hoy en día, la doctrina se remite a
la DDE en relación con el requisito de inmunidad de los no combatientes,
en especial con los llamados daños colaterales. Desde esta perspectiva, la
DDE <>. 620 Así entendida, la DDE cumpliría una función práctica: serviría
para no llegar a rechazar la guerra como consecuencia de la imposibilidad
de respetar el IUS IN BELLO, ya que debido a la naturaleza de la guerra
es, en ocasiones, inevitable que las acciones militares tengan impacto en
la población civil. Esta argumentación se encuentra ya en Vitoria.
Los requisitos tradicionales de aplicabilidad del doble efecto son los
siguientes:  En primer lugar, es necesaria una acción militar legítima, es
decir, buena en sí misma y moralmente aceptable. No sería lícito un ataque
que provocara muertes de no combatientes si este pudiera ser llevado a
cabo de otro modo. Por otra parte, es necesario que los daños a los no
combatientes tengan un efecto secundario y no deseado, pues lo contrario
supondría un crimen de guerra. Este principio no puede ser invocado en
aquellos casos en que los que el objetivo no deseado sea un medio para la
obtención del objetivo buscado, como sería, por ejemplo, el caso de los
bombardeos a las ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.
Aquí lo que se buscaba era hundir la moral alemana, a través de poner en
el punto de mira a los no combatientes.  Es necesario que se respete el
requisito de discriminación, por lo que se deben buscar únicamente las
consecuencias positivas, y el daño causado no debe entrar en los fines de
la acción, o ser un medio para lograrlos.  Se requiere el respeto a la
proporcionalidad entre el bien obtenido y el daño ocasionado. La
proporcionalidad en este caso debe comprender, no
75
solamente las consecuencias deseadas y directas de la acción, sino
también.
Aquellas consecuencias no deseadas pero previsibles. Para Judith
Lichtenberg es necesario que sean tenidas en cuenta:
-las consecuencias no deseadas pero predecibles de la acción;
- la necesidad militar y la posibilidad de sustituir esa acción por otra, para
conseguir los mismos fines;
- la importancia de ganar la guerra, puesto que la importancia de hacerse
con la victoria en algunas guerras puede llevar a moderar la necesidad
militar.626  La excesiva permisibilidad del principio del doble efecto llevó
a Walzer a establecer un requisito adicional, según el cual es necesario que
se haga todo lo posible por reducir el daño causado, aunque sea a costa
de asumir un mayor riesgo para sí mismo. En base a esto, hay que estar
listo para arriesgar la vida de los combatientes si con esto se consigue
reducir el riesgo a los no combatientes. Esta posición es compartida, entre
otros autores, por Bellamy
76
Cuadro Nº 01 Requisitos del IUS AND BELLO
Requisitos
AUTORIDAD LEGÍTIMA
clasificación
Requisito tradicional y
nuclear Es un requisito de
carácter formal
CAUSA JUSTA
Requisito tradicional y
nuclear
RECTA INTENCIÓN
Requisito tradicional y
nuclear
ÚLTIMO RECURSO
. Requisito
complementario al de
recta intención
Contenido
La guerra que debe ser
declarada
pública
y
abiertamente por aquellos
que están investidos de la
potestad de hacerlo. En la
JWT clásica se consideraba
que la potestad necesaria
residía únicamente en el
legítimo soberano
Es necesario que exista
una causa justa para hacer
la guerra. Se acepta
generalmente como causa
justa suficiente los actos
de agresión, presentes,
recientes, o que se van a
producir inmediatamente.
Este requisito puede ser
entendido
en
dos
sentidos. En su versión
negativa, establece que no
se debe llegar a las armas
por motivos egoístas o de
venganza. En su sentido
positivo, implica que solo
se debe ir a la guerra con
buenas intenciones. La
versión
positiva
del
requisito
de
recta
intención se ha deslindado
progresivamente, hasta
configurarse como un
requisito separado (fin de
paz
Únicamente se debe
recurrir a las armas como
último recurso, lo que
significa que se han
intentado todas las vías
alternativas para resolver
el conflicto. Este requisito
conlleva la necesidad de
retrasar el uso de la
PROPORCIONALIDAD
Requisito
complementario al de
recta acción
Posibilidad de Éxito
Requisito
complementario al de
recta acción
Fin de Paz
Requisito
complementario al de
recta acción
fuerza todo lo posible, y
de no recurrir a las armas
si hay otros medios
pacíficos disponibles que
pueden poner fin al
conflicto.
Es necesario recurrir el
cálculo utilitarista entre
costes y beneficios, para
determinar si los
beneficios de ir a las
armas son superiores a los
costes de la Guerra
No son licitas las guerras
aunque se cuente con
causa justa , sino se
tienen razonables
posibilidades de obtener
la victoria este requisito
está relacionado con el de
proporcionalidad , ya que
la guerra seria
desproporcionada si no
existiera posibilidad de
éxito
El fin de todas nuestras
acciones debe ser el de
alcanzar la Paz. Este
requisito es el de la
versión positiva de la
recta intención.
Fuente: JOHNSON, James T, Morality and contemporary warfare,
78
Cuadro Nº 02. RELACION JUS AD BELLUM JUS IN BELLO
Jus ad bellum
Jus in bello
Derecho de la Haya
El Derecho de Ginebra y el Derecho
de la Haya
Parte del Derecho de la Guerra por la
que se rige el comportamiento del
Estado en caso de Conflicto Armado.
Derecho de hacer la Guerra
Conjunto de disposiciones que reg
ulan la conducción de las
hostilidades
EL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO
( limitar el sufrimiento causado por la
guerra, mediante la protección y la asi
stencia a las víctimas )
Manejo de la Guerra. Métodos y
Modos
Responsabilidad Política nace en
la Soberanía del estado que inicia
la Guerra (IUS POST BELLUM-solo
a los que han incumplido).
Fuente. Elaboración Propia.
Destinada a proteger a las víctimas de
la guerra
Responsabilidad individual nace en el
Oficial de Guerra quien planea, inicia
y ejecuta la guerra, sin que pueda
escaparse de ella el Jefe de Estado.
Cuadro Nº 03.
Diferencias ente la anticipación legítima y la guerra preventiva
Causas
Naturaleza de la amenaza
Guerra Anticipada
(Preemtive War)
Temor originado por actos
explícitos del enemigo
Guerra preventiva
(Preventive War)
Se basa en un temor que
no tiene fundamentación
suficiente
Un ataque potencial
Un ataque inminente y
cierto
Objetivo
La anticipación puede
Obtener ventaja militar
reducir el riesgo o puede
reducir el daño
Fuente: JOHNSON, James T, Morality and contemporary warfare
79
4. 8. IUS POST BELLUM
Los principios establecidos por la JWT se han dividido tradicionalmente
en dos categorías, el IUS AD BELLUM y el IUS IN BELLO. Aunque algunos
autores han puesto de relieve la necesidad de que la JWT regulara la
situación, una vez que las hostilidades han terminado, el desarrollo teórico
se ha visto históricamente relegado a un segundo plano.
Como primera referencia al IUS POST BELLUM se puede citar a San
Agustín. Como vimos, en la Ciudad de Dios, San Agustín ya vinculaba la
legitimidad de una guerra a la intención de paz. En cierta manera, esta
necesidad está conectada con el IUS POST BELLUM. Asimismo, tanto
Vitoria como Suárez consideraban que las guerras justas debían ser
llevadas a cabo de forma limitada en sus medios, es decir, respetando al
IUS IN BELLO, lo que llevaría a su vez a la paz justa una vez que la guerra
hubiera terminado. El primer tratamiento sistemático sobre el IUS POST
BELLUM, se le debe a Grocio: en el libro III de D e I u r e B elli a c Pacis
establecía una regulación extensiva de la forma de terminar las guerras,
entre las que se encuentran la rendición y la justicia e interpretación de los
tratados. Tanto en Vattel como en Kant se encuentra presente esta
diferencia.
Durante los siglos XIX y XX se produjo la codificación del IUS AD
BELLUM y el IUS IN BELLO. El IUS POST BELLUM, quedó relegado a un
segundo plano, sin recibir demasiada atención.
En primer lugar, la doctrina se ha mostrado reacia a crear una tercera
categoría, y ha tratado de respetar la división clásica entre AD BELLUM /
IN BELLO.
80
Por otra parte, aunque algunos autores han admitido la necesidad de
establecer ciertos requisitos relativos al IUS POST BELLUM, han preferido
no considerarlo una categoría de reglas separada e incluirlo en el IUS AD
BELLUM, conectándolo con el requisito de “fin de paz”. El mismo Walzer,
en J u s t a n d U n j u s t W a r s, desarrolló el IUS POST BELLUM en el
apartado dedicado al IUS AD BELLUM. La razón para esto es que el IUS
AD BELLUM se preocupa por los fines de la guerra, y el IUS POST
BELLUM debe prestar atención a dichos fines.
Tradicionalmente se establece que el fin de la “guerra justa”
Es el de recuperar el s t a t u s q u o a n t e b ellu m. Para Walzer, ésta
tiene por objetivo vindicar aquellos derechos que fueron violados, ya que,
debido a la destructividad de la guerra, no es una opción viable volver a la
situación anterior (PAZ).
Por último, algunos autores han considerado que el IUS POST BELLUM
comprende únicamente las responsabilidades de guerra de aquellos que
han incumplido el IUS AD BELLUM y el IUS IN BELLO.
81
4.9. Principales tratados y convenios que regulan los medios y
métodos de la Guerra, en el orden cronológico de su aprobación:
Cuadro Nº 04.
1864
Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares heridos en los ejércitos en campaña
1868
Declaración de San Petersburgo (prohibición del uso de determinados proyectiles en tiempo de guerra)
1899
Convenios de La Haya sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre y sobre la adaptación a la guerra marítima
de los principios del Convenio de Ginebra de 1864
1906
Revisión y desarrollo del Convenio de Ginebra de 1864
1907
Revisión de los Convenios de La Haya de 1899 y aprobación de nuevos Convenios
1925
Protocolo de Ginebra sobre la prohibición del empleo, en la guerra, de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de
medios bacteriológicos
1929
Dos Convenios de Ginebra: - revisión y desarrollo del Convenio de Ginebra de 1906 - Convenio de Ginebra relativo al
trato de los prisioneros de guerra (nuevo)
1949
Cuatro Convenios de Ginebra: I Para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos en las fuerzas
armadas en campaña II Para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas
armadas en el mar III Relativo al trato debido a los prisioneros de guerra IV Relativo a la protección debida a las
personas civiles en tiempo de guerra
1954
Convención de La Haya para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado
1972
Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas
(biológicas) y toxínicas y sobre su destrucción
1977
Dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949 que mejoran la protección de las víctimas de los
conflictos armados internacionales (Protocolo I) y no internacionales (Protocolo II)
1980
Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse
excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados. A ella se añaden: - el Protocolo (I) sobre fragmentos no
localizables - el Protocolo (II) sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros
artefactos - el Protocolo (III) sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias
1993
Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y
sobre su destrucción
1995
Protocolo sobre armas láseres cegadores (Prot IV [nuevo] de la Convención de 1980)
1996
Protocolo enmendado sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos (Prot.
II [enmendado] de la Convención de 1980)
1997
Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y
sobre su destrucción.
Fuente: http://www.gobernabilidad.cl/modules.php?name=News&file=article&sid=1121
82
Capítulo V
Guerra Naval/ Guerra Marítima. Guerra Aérea- Guerra Terrestre
5.1. Guerra Naval/ Guerra Marítima
La guerra naval es el combate en los mares, océanos, o cualquier otro
cuerpo grande de agua, como grandes lagos y anchos ríos.
1909. Declaración de Londres sobre las leyes de la guerra naval en gran
medida reiteró la legislación vigente, a pesar de que mostraron una mayor
relación con los derechos de las entidades neutrales. Nunca entró en vigor.
La Conferencia Naval de Londres de 1930 reunió en Londres entre el 21
de enero y el 22 de abril a las delegaciones de las cinco principales
potencias navales del mundo (Gran Bretaña, Estados Unidos, Imperio de
Japón, Francia e Italia), para tratar la regulación de la guerra submarina y
la limitación de la construcción de nuevos navíos de guerra. El resultado de
las negociaciones fue el Tratado para la Limitación y la Reducción del
Armamento Naval, más conocido como el Tratado Naval de Londres,
firmado el 22 de abril de 1930 y que entró en vigor ese mismo día. La
Conferencia fue una continuación de la Conferencia Naval de Washington
de 1921 y de la Conferencia Naval de Ginebra de 1927, todas ellas
celebradas para dar cumplimiento a la reducción de armamentos prevista
en los tratados que pusieron fin a la Primera Guerra Mundial. A la
Conferencia de Londres de 1930 le siguieron la Segunda Conferencia
Naval de Ginebra de 1932 y la Segunda Conferencia Naval de Londres de
1936. Segundo Tratado Naval de Londres (25 marzo).Los firmantes fueron
los gobiernos de Francia, Reino Unido y Estados Unidos de América. El
gobierno de Japón, que había sido signatario del Primer Tratado
de Londres,
se había retirado de la conferencia el 15 de enero.
Naval
83
Italia también se negó a firmar el tratado, en gran medida como resultado
de la hostilidad pública durante su invasión de Abisinia.
La Conferencia tenía por objeto limitar el crecimiento en materia de
armamentos navales hasta su expiración en el año 1942. La ausencia de
Japón (un poder naval muy importante) impidió un acuerdo sobre un límite
en el número de buques de guerra. El Tratado hizo limitar el tamaño
máximo de los buques de los países firmantes, y el calibre máximo de las
armas que podían portar. En primer lugar, los buque capitales se limitan a
unas 36.000 toneladas de desplazamiento estándar y el calibre de las
armas a 14 pulgadas (356 milímetros). Sin embargo, la llamada "cláusula
de
la
escalera"
se
incluyó
a
instancias
de
los
negociadores
estadounidenses en el caso de que todos los países que habían firmado el
Tratado Naval de Washington se negaran a adherirse a este nuevo límite.
Esta disposición permitió a los países firmantes del Segundo Tratado de
Londres -Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos, para elevar el límite
del calibre de las armas a partir de 14 pulgadas a 16 pulgadas (406
milímetros) si Japón o Italia todavía se negaban a firmar después del 1 de
abril de 1937.
Los submarinos no debían superar las 2.000 toneladas ni disponer de
arma alguna mayor de 5,1 pulgadas (130 milímetros). Los cruceros se
limitaban a las 8.000 toneladas y las armas de fuego a 6,1 pulgadas (155
mm) o más pequeñas. Los portaaviones se limitaron a 23.000 toneladas. El
artículo 25, sin embargo, otorgaba el derecho a saltarse estas limitaciones
si cualquier otro país autorizaba, construía o adquiría un buque capital, un
portaaviones o un submarino superiores a los límites del tratado, si esa
partida era necesaria para la seguridad nacional. Por esta razón, en 1938,
las partes en el tratado acordaron un nuevo límite de desplazamiento de
45.000 toneladas en los Acorazados.
84
Como ocurre con todas las otras formas de guerra en la actualidad, las
tácticas navales modernas descansan sobre el principio de «disparar y
moverse». El éxito real de la potencia de fuego depende de un buen
reconocimiento y en la adopción de buenas posiciones de disparo. El
movimiento es un componente muy importante del combate moderno; una
flota naval actual ha de poder desplazarse, en consecuencia, varios cientos
de kilómetros en un solo día.
En la guerra naval la clave consiste en detectar al enemigo, al tiempo que
se trata de evitar el ser detectado por el enemigo. Se gasta mucho tiempo
y esfuerzo en negar al enemigo la oportunidad de que pueda detectar las
propias fuerzas.
También es fundamental el concepto de espacio de batalla: una zona
alrededor de una fuerza naval, dentro de la cual un comandante confía en
detectar, perseguir, combatir y destruir las amenazas, antes de que éstas
puedan llegar a convertirse en peligrosas. Esta es la razón de que una
armada prefiera el mar abierto. La presencia de tierra (líneas de costa) y la
topografía del fondo comprimen el espacio de batalla, limitando las
oportunidades para maniobrar. Estos factores hacen que sea más fácil para
el enemigo el predecir la localización de la propia flota, y hacen más difícil
la detección de las fuerzas enemigas. En aguas poco profundas, la
detección de submarinos y minas es especialmente problemática.
El escenario que fue el foco de atención de los planificadores navales
norteamericanos durante la Guerra Fría fue el enfrentamiento entre dos
flotas modernas y bien equipadas en alta mar, en un eventual choque de
los Estados Unidos con la Unión Soviética. La máxima consideración fue
otorgada a los CVBG (grupo de batalla de portaaviones).
85
En el combate naval moderno existe la posibilidad de lanzar o recibir un
golpe mortal, desde una distancia de hasta 600 millas náuticas (1100
kilómetros). Esta es un área enorme para ser explorada por los medios de
reconocimiento disponibles. La respuesta a este problema, de doble filo, es
la guerra electrónica.
Los submarinos son la mayor amenaza para las operaciones ofensivas
de los CVBG, debido a la gran capacidad que tienen los modelos modernos
para pasar inadvertidos, gracias a medios técnicos tales como las capas
anti-eco o los motores a chorro de agua, totalmente silenciosos. Esta
habilidad para la ocultación es la principal ventaja del submarino. La
extensión de las operaciones navales hacia aguas poco profundas ha
incrementado mucho la amenaza submarina. La sola sospecha de que
pueda haber un submarino en un área determinada, puede obligar a una
flota a gastar grandes recursos para eliminarla, ya que los efectos de
destrucción que produciría un submarino no detectado podrían ser
catastróficos.
El arma clave en el combate naval moderno es el misil. Éste puede
lanzarse desde la superficie, bajo el mar o desde unidades aéreas. Con las
velocidades de los misiles actuales, que pueden alcanzar hasta Mach 4, el
tiempo del choque puede ser sólo cuestión de segundos. La clave para una
defensa exitosa consiste en destruir las plataformas de lanzamiento antes
de que consigan disparar, eliminando de un solo golpe una o más
amenazas de misil. Esto no siempre es posible, por lo que los recursos de
guerra antiaérea necesitan ser equilibrados entre las batallas aéreas
interiores y exteriores
86
El derecho consuetudinario anterior a la Primera Guerra Mundial había
logrado un equilibrio entre las necesidades militares y humanitarias, que se
adecuaba a las prácticas navales y a los barcos de vela del siglo XIX. Como
no es posible volver a esa época, el derecho debe adaptarse para continuar
respetando el mismo equilibrio con normas adecuadas a las circunstancias
actuales. Otro elemento importante son los considerables avances que se
han hecho desde la Segunda Guerra Mundial en otros ámbitos del derecho
internacional, como la Carta de las Naciones Unidas, el derecho del mar, el
derecho aéreo y el derecho relativo al medio ambiente, que deben tenerse
en cuenta para cualquier reformulación del derecho aplicable a los
conflictos armados en el mar.
La evolución del derecho de los conflictos armados terrestres es también
importante, en cuanto que todos los conflictos armados incluyen
operaciones en las que las fuerzas de tierra, mar y aire trabajan en estrecha
cooperación y, por lo tanto, no sería adecuado que se les apliquen normas
totalmente diferentes. Aún más, todos los aspectos de un conflicto armado
deben atenerse a los principios básicos del derecho internacional
humanitario, cualquiera que sea el lugar de las operaciones. Pero, al mismo
tiempo, se reconoce que hay que tener en cuenta las características
específicas de las operaciones navales, en particular el hecho de que en el
mar los intereses neutrales están comprometidos en una medida
infinitamente mayor que en las operaciones terrestres.
En los conflictos más recientes no se ha registrado un tan elevado
número de hundimientos de buques civiles y de otros buques no
combatientes como en la Segunda Guerra Mundial, sigue siendo necesa-
87
determinar con claridad que las operaciones navales indiscriminadas son
ilegales y, para ello, son precisos reglamentos internacionales detallados.
5.1.1. Codificación de los derechos de la guerra Naval/Marítima
La Convención de La Haya de 1907 tuvo una obra más prolífica en
cuanto a la producción de textos convencionales destinados a regular la
guerra naval, tenemos así:
-El IV Convenio, sobre el régimen de los buques mercantes enemigos al
iniciarse las hostilidades, relativo a las facilidades para abandonar un
puerto enemigo, o en tránsito, y la protección de la mercancía a bordo.
- El VII Convenio, sobre la transformación de buques mercantes en buques
de guerra, sobre los requisitos que debe cumplir un buque mercante
transformado en buque de guerra, su mando y tripulación y su sujeción a
las leyes de la guerra.
-El VIII Convenio, sobre la colocación de minas submarinas automáticas de
contacto, sobre la prohibición de colocar minas que queden fuera de control
o tengan como objetivo interceptar la navegación mercante, y la obligación
de retirarlas una vez finalizado el conflicto.
-El IX Convenio, relativo al bombardeo por las fuerzas navales en tiempo
de guerra, prohibiendo el bombardeo de localidades indefensas, salvo los
objetivos militares, y prohibiendo también la destrucción de edificios
históricos, o destinados al arte, al culto y las ciencias, así como el saqueo
de las localidades atacadas.
- El X Convenio, para aplicar los principios del Convenio de Ginebra a la
guerra marítima, en igual sentido que el Convenio de 1899, su inspiración
es humanitaria.
88
-El XI Convenio, sobre determinadas restricciones en el ejercicio del
derecho de captura en la guerra marítima, sobre la inviolabilidad de la
correspondencia
postal,
la
exención
de
captura
para
ciertas
embarcaciones, y el trato a la tripulación de los mercantes enemigos
capturados.
-El XII Convenio, sobre el establecimiento de una Corte internacional de
presas, estableciendo la constitución y funcionamiento de la misma, este
Convenio no fue ratificado y nunca entró en vigor.
-El XIII Convenio relativo a los derechos y deberes de las Potencias
Neutrales en caso de guerra marítima, establece la obligación de los
beligerantes de respetar la neutralidad en todos sus efectos, prohíbe la
asistencia hostil, y obliga a los neutrales a emplear todos los medios a su
alcance para preservar su neutralidad.
-En 1909 se redactó la Declaración de Londres sobre la guerra naval, que
reglamentaba el bloqueo en tiempo de guerra, el contrabando de guerra, la
asistencia hostil, la destrucción de las presas neutrales, la transferencia de
pabellón, el carácter enemigo de las naves, el convoy, la resistencia a la
visita y los daños y perjuicios.
En general la Declaración de Londres es una feliz síntesis entre las
concepciones continental y anglosajona, y una acertada codificación de la
costumbre de la guerra naval. Sus conceptos serian reiterados años más
tarde en el Manual de Oxford de 1913 sobre la guerra marítima, obra del
Instituto de Derecho Internacional, de valor puramente doctrinario; por el
Convenio de Washington de 1922 se buscaba una reducción en la
capacidad ofensiva de los navíos de guerra, regular el empleo de los
submarinos e impedir el empleo de gases asfixiantes3 ; el Convenio de
Londres de 1930 sobre la limitación y reducción de los armamentos
89
navales, que incluía el empleo de los submarinos, y el Protocolo de Londres
de 1936 sobre el ataque de submarinos a navíos de comercio, sin que en
general esta última arma recibiera el tratamiento diferenciado que su
naturaleza reclama, por lo que se le sigue asimilando a los navíos de
superficie.
El 11 Convenio de Ginebra de 1949 para el mejoramiento de la suerte
de los heridos, enfermos y náufragos de las fuerzas armadas en el mar,
sigue el surco trazado por los anteriores convenios respecto al tratamiento
humanitario de los implicados, el respeto y funciones que pueden cumplir
los buques hospitales, los navíos de transporte de material sanitario, y el
respeto del personal médico y religioso. Son también de aplicación a la
guerra naval las disposiciones del m Convenios de Ginebra de 1949 sobre
los prisioneros de guerra y el respeto debido a la vida e integridad de los
mismos. De igual manera, los dos Protocolos adicionales de 1977 a los
Convenios de Ginebra contienen disposiciones humanitarias aplicables a
los conflictos armados en el mar.
De igual valor doctrinario que el Manual de Oxford de 1913 es el Manual
de San Remo de 1994 sobre el derecho internacional aplicable a los
conflictos armados en el mar, el cual sin embargo ha ordenado y
sistematizado el derecho convencional y la costumbre aplicables a la guerra
naval y ha buscado hacerlo compatible con el nuevo derecho del mar, en
especial el codificado por el Convenio de Derecho del Mar de 1982. De
carácter académico en su origen, no es por lo tanto un documento de
obligatoriedad internacional, salvo que los Estados declaren de manera
inequívoca ceñirse a su contenido durante un conflicto, sin embargo las
disposiciones que contiene son las mismas que, ya sea con carácter
consuetudinario o convencional, obligan a los Estados a respetarlas en el
curso de un conflicto armado internacional en el mar.
90
El Manual de San Remo establece las zonas de la guerra naval, las
normas básicas del ataque, la distinción entre personas y bienes protegidos
y enemigos, las naves y aeronaves que gozan de inmunidad, las naves y
aeronaves neutrales, los medios y métodos de guerra, la visita y la captura,
así como el personal y las naves de transporte sanitario.
5.1.2. Redacción del Manual de San Remo y sus objetivos
La elaboración del Manual de San Remo duró seis años, siendo aprobado
en junio de 1994. El Manual va acompañado de un comentario completo,
titulado " Explicación”. El grupo de expertos que preparó el Manual estaba
integrado por personal gubernamental y académicos procedentes de
veinticuatro países que participaron a título personal.
En 1987, se inició una serie de reuniones anuales convocadas por el
Instituto Internacional de Derecho Humanitario de San Remo, en
colaboración con otras instituciones, incluidos el Comité Internacional de la
Cruz Roja y varias Sociedades Nacionales. La segunda reunión, que tuvo
lugar en Madrid, el año 1988, con la colaboración de la Cruz Roja Española,
trazó un Plan de Acción para formular el derecho internacional
contemporáneo aplicable a los conflictos armados en el mar.
Posteriormente, se celebraron reuniones en Bochum, Tolón, Bergen,
Ottawa, Ginebra y, por último, Livorno. Las cuatro primeras reuniones se
organizaron en colaboración con las Sociedades Nacionales de Alemania,
Francia, Noruega y Canadá, respectivamente. El CICR desempeñó una
función importante en todas ellas. Aparte de coorganizar la reunión
celebrada en Ginebra, asesoró al Instituto durante todo el proceso, coordinó
el trabajo de redacción y colaboró en las labores de administración y de
secretaría. También convocó tres reuniones de los relatores que scribieron
91
los informes en que se basaron los debates de las reuniones anuales a fin
de organizar la redacción de la " Explicación " .
El Manual no es un documento vinculante. Dado el grado de
incertidumbre existente en el ámbito legal, los expertos decidieron que era
prematuro emprender negociaciones diplomáticas para redactar un tratado
sobre este tema. Por lo tanto, el trabajo se concentró en determinar cuáles
eran los aspectos del contenido actual del derecho consuetudinario sobre
los que se estaba de acuerdo, que fueron más numerosos de lo que, en un
principio, parecía posible.
En segundo lugar, los expertos debatieron cuestiones controvertidas
con miras a llegar a un compromiso sobre propuestas innovadoras para un
desarrollo progresivo del derecho. Sin embargo, aunque en el Manual se
incluyeron disposiciones de esta índole, la mayoría de ellas era expresión
de lo que, según los participantes, es el derecho actual. Por ello, en muchos
aspectos, el Manual de San Remo está concebido, deliberadamente, para
ser un equivalente moderno del " Oxford Manual " de 1913.
Los expertos pensaban que la redacción de un documento de este tipo
ayudaría a clarificar el derecho, eliminando así la impresión de que el grado
de desacuerdo es tal que el derecho consuetudinario no puede evolucionar
de forma uniforme ni podrá codificarse algún día. Cuando emprendieron
este proyecto, los expertos señalaron, particularmente, que el resultado
contribuiría no poco a la difusión y estimularía la redacción de más
manuales nacionales.
En 1990, los expertos decidieron que era importante publicar, al mismo
tiempo que el Manual, un comentario en el que se indicaran las fuentes de
las normas que en él figuran, se recogiesen los debates sobre las
disposiciones más controvertidas y se explicase por qué se habían tomado
determinadas decisiones. En el comentario, debía indicarse también cuáles
92
eran las disposiciones aceptadas, de forma general, como expresión
delderecho consuetudinario y cuáles eran propuestas para el desarrollo
progresivo del derecho. La intención era que el Manual se leyera junto con
este comentario (denominado posteriormente " Explicación “.
5.1.2.1.. Contenido del Manual de San Remo
Los expertos lograron las metas que se habían propuesto por lo que
respecta al contenido del Manual y a la Explicación y, de hecho, el éxito de
las reuniones fue tal que abordaron más cuestiones de las que habían
previsto inicialmente, por ejemplo, el medio ambiente.
El Manual consta de 183 párrafos distribuidos en seis partes. La Parte I,
titulada " Disposiciones generales “, versa sobre el ámbito de aplicación de
las normas, la influencia de la Carta de las Naciones Unidas, las zonas
marítimas en las que pueden tener lugar operaciones militares y las
definiciones de los términos usados en el Manual.
5.2. Guerra Aérea
De acuerdo a Rousseau Charles (1983),la Guerra área, es un conjunto
de acciones aéreas ofensivas y defensivas, llevadas a cabo con los
elementos del poder aéreo, con las que se pretende imponer la voluntad al
adversario, mediante la obtención de un grado adecuado de superioridad
aérea; por otro lado, cuando la Corte de Montpellier tuvo que definir, en
septiembre de 1945, la guerra aérea, lo hizo indirectamente y se limitó a
enumerar sus elementos específicos, es decir, globos, dirigibles, aviones,
hidroaviones y helicópteros
Indica el CICR, lo que podría denominarse la guerra aérea, permitiera
actuar inicialmente en ésta sin ningún tipo de restricciones específicas,
hasta años más tarde, cuando se reunió la I Conferencia de Paz de La
93
Haya (1899), en la que se elaboraron tres Convenios y tres Declaraciones,
una de las cuales, la primera, prohibía el lanzamiento de proyectiles y
explosivos desde lo alto de globos o por medios análogos nuevos. Si bien
esta prohibición se consideró entonces como algo restrictivo y se aceptó
con reservas y con carácter temporal, en la actualidad se comprende
fácilmente, desde el momento en que no se puede concebir el derecho
internacional humanitario sin tener en cuenta la exigencia de la
discriminación: entre civiles y combatientes; entre objetivos militares y otro
tipo de instalaciones; entre bienes culturales y suentorno; entre el personal
sanitario o religioso y otros, y entre las instalaciones y medios de transporte
sanitarios y el resto.
Obviamente esta prohibición estaba basada en la escasa precisión de los
medios para alcanzar y batir los objetivos, con lo que las probabilidades de
generar daños colaterales eran muy elevada.
La limitación tenía un carácter temporal que duraría cinco años,
concretamente desde el 4 de septiembre de 1900 hasta el 4 de septiembre
de 1905, y estaba alentada por el deseo de cubrir un vacío detectado en
ese momento, pero sin perder la perspectiva de que el fenómeno
aeronáutico se encontraba en creciente desarrollo con un régimen
exponencial, lo que posteriormente impediría la ratificación por parte de la
comunidad internacional de una normativa que la pudiera vincular de
manera definitiva.
De la misma Conferencia conviene destacar al artículo 29 de la II
Convención, que dedica su último párrafo para aclarar el concepto del
espionaje y eximir de dicha condición a los individuos enviados en globos
para transmitir los despachos y, en general, para mantener las
comunicaciones entre las diversas partes de un ejército o de un territorio.
94
5.2.1. Las normas de la acción aérea
El desarrollo de la guerra aérea y de las acciones hostiles que en ella se
ejecutan ha ido secularmente unido a una serie de peculiaridades que lo ha
mediatizado, y sin ánimo de resultar exhaustivo en su enumeración, se
podrían destacar, como más influyentes, las siguientes características:
su juventud , hasta el punto de que la edad de los vectores aéreos apenas
supera el siglo, y la del arma aérea los ochenta años; su avance tecnológico
, que ha posibilitado la disposición actual de sistemas de armas de la
llamada cuarta generación; su peso específico en el comercio internacional,
derivado de su elevado coste y de la facilidad con la que este tipo de armas
cae en la obsolescencia, supone unos costes cercanos al 90% del comercio
total de los medios bélicos; su capacidad para el doble uso , que permite
su utilización con idéntico rendimiento, tanto en el campo civil como el
militar.
Estas características han condicionado y siguen ejerciendo su influencia
en la confección, el desarrollo y la aceptación de la normativa jurídica por
la que se rige. De cualquier manera, las posturas que han de adoptarse
ante la exigua colección de normativa específica son varias, pero no todas
ellas han gozado de idéntico apoyo internacional, elemento básico para una
posible y posterior aplicación. En el presente análisis se considerarán las
siguientes posturas doctrinales.
5.2.2. Ausencia total de derecho convencional
Sin duda, la ausencia de derecho positivo, en este caso convencional, no
faculta el uso de medios, tácticas y técnicas sin ningún tipo de
sometimiento. El derecho natural, por un lado, el consuetudinario, por el
otro, y la normativa relativa a los ataques aire/superficie, contemplados en
95
el Protocolo I, inspirarán la limitación de los medios, usos y modos de la
guerra aérea.
A este respecto, no se debe olvidar que, durante el conflicto del Golfo, a
pesar de que países tan importantes para la contienda como Estados
Unidos, Irak, Irán, Israel, Reino Unido y Francia no habían ratificado los
Protocolos adicionales de Ginebra de 1977, el grado del respeto al derecho
de la guerra a lo largo de las operaciones se pudo calificar de aceptable.
Sumisión del derecho de la guerra aérea al derecho de la guerra terrestre
Quizás se deriva de dos decisiones tomadas por el tribunal arbitral grecogermánico (1927-1930), que condenó a Alemania por los bombardeos
aéreos, llevados a cabo en 1916, sobre las ciudades neutrales de Salónica
y Bucarest, aplicándoles el II Convenio de La Haya (1899), relativo a las
leyes y costumbres de la guerra terrestre. El tribunal encontró oportunos el
artículo 25, que prohibía «bombardear ciudades no defendidas», y el 26,
que obligaba «al jefe atacante a avisar a las autoridades antes de comenzar
un bombardeo».
Con esta sentencia se instituía la aplicación de un principio general
jurídico, que no era otro sino el de apoyar la tesis de que, en la guerra, dos
armas que producen similares efectos deben ser evaluadas también de
forma similar, y la de «entender la analogía del bombardeo terrestre con
el bombardeo aéreo»
5.2.3. Nociones Básicas aplicables a la Guerra Naval
Al igual que la guerra terrestre, la guerra en el mar no supone una
discriminación del adversario, pues de ser así no se podría hablar de un
derecho de la guerra marítima aplicable y exigible a todos por igual. Por lo
tanto en la guerra naval se respeta el principio de igualdad de los
96
beligerantes en tanto estos se conformen a las leyes y usos de la guerra en
el mar. Todo incumplimiento de las mismas puede dar lugar a represalias;
no obstante, no se pueden emplear medios bárbaros o vedados por las
mismas leyes y usos de la guerra.
A diferencia de lo que entendemos por objetivos militares en la guerra
terrestre, que pueden ser muy variados, en la guerra naval los objetivos 7
están claramente definidos y son :
-l. Las naves enemigas (naves y aeronaves) militares y mercantes.
- 2. Los beligerantes enemigos
- 3. La mercancía y bienes enemigos.
- 4. El litoral enemigo.
-5. Los navíos que intentan romper el bloqueo, pasar contrabando o auxiliar
al enemigo de modo tal que le permita continuar la guerra.
La distinción entre enemigo y neutral es otro concepto básico a tener en
cuenta durante el desarrollo del conflicto. Será beligerante aquel que
interviene en el conflicto, y aquel que se le enfrenta o colabora con el
adversario será considerado enemigo; por lo tanto tendrá la calidad de
neutral al que no interviene en el conflicto y por lo tanto no favorece a
ninguna de las partes. Sólo se puede ser neutral frente a ambas partes en
conflicto8, la intervención en favor de una de ellas termina con la
neutralidad e incluye al interventor en uno de los bandos beligerantes,
convirtiéndolo por lo tanto en sujeto activo en el conflicto. En suma, es
beligerante aquel que tiene derecho a combatir.
La guerra, declarada o de hecho, significa un enfrentamiento entre
fuerzas armadas estatales, por lo tanto sólo se considerará combatiente o
beligerante a aquel que preste servicios en las fuerzas armadas del país
hostil, o sin ser militar realice acciones destinadas a perjudicar al enemigo
97
y su capacidad ofensiva. En tal sentido, la población civil, aunque
inevitablemente sufrirá las consecuencias de la guerra, tiene un papel
similar al del neutral, en tanto no sea objeto de ataque por parte de la milicia
enemiga
5.2.4. Criterios de fundamentación del Derecho aplicable a la Guerra
Naval
El derecho aplicable a la guerra naval es otro problema que debe ser
basado en los criterios siguientes:
-l. Los usos y costumbres obligan a todos por igual.
-2. Los convenios son obligatorios para y entre quienes los firman y
ratifican, o adhieren a ellos.
-3. Los convenios no ratificados, pero que pretenden ser una codificación
de la costumbre, no obligan de manera convencional, pero la costumbre
conserva su fuerza obligatoria.
- 4. Los convenios que codifican la costumbre son obligatorios entre las
partes de los mismos, y su contenido es también de observancia obligatoria
para quienes no lo son, en tanto derecho consuetudinario.
- 5. Si antes del conflicto o durante el mismo, un Estado que no es parte de
un convenio declara que actuará conforme a las disposiciones del mismo,
queda obligada a cumplirlo como si fuera parte contratante del mismo.
Los anteriores criterios nos permitirán conocer el derecho aplicable en
cada caso de conflicto armado en el mar.
5.3. Los medios a emplear en la Guerra Naval
La primera limitación que imponen los usos y costumbres de la guerra es
que los medios de hacer la guerra no son ilimitados. La lucha debe ser
conducida de manera leal por los adversarios, sin abusar de la buena fe del
98
enemigo y cumpliendo los compromisos contraídos. Entre esas limitaciones
tenemos:
-La perfidia, en tanto abuso de la buena fe o violación de los compromisos
contraídos
- El uso de pabellón falso para realizar actos de beligerancia.
-El respeto a los no combatientes y neutrales.
-La prohibición de la guerra de aniquilamiento.
El respeto de los que se rinden o deponen las armas.
El respeto y trato humano de los prisioneros de guerra, heridos, enfermos
y náufragos
- Uso o empleo de armas prohibidas, como gases asfixiantes, balas
explosivas o armas que causen daños o sufrimientos innecesarios
- Bombardeo exclusivo a objetivos militares y respeto de las localidades no
defendidas.
-Respeto de los buques hospitales enemigos, neutrales y particulares, y del
personal médico y religioso.
-Las represalias deben guardar proporción con el hecho que las motiva
5.4. Otros aspectos de reglamentación
5.4.1. Los submarinos y sus intentos de reglamentación
El submarino como arma de la guerra naval no fue reglamentado por el
derecho de La Haya. Posteriormente han existido divergencias en cuanto a
la legitimidad de su empleo, lo que no ha hecho posible llegar a acuerdos
de mayor envergadura al respecto. No debe perderse de vista el hecho que
por sus propias características, y por la nueva dimensión que añade al
teatro de la guerra en el mar, su empleo no deja de presentar casi tantos
problemas doctrinales como el de la aviación militar. La controversia
prevaleció en las Conferencias navales de 1921, 1922 y 1930, en la que
quedaron delineadas tres posiciones: la alemana, la inglesa y la francesa,
que Rousseau29 describe con claridad.
99
-Teoría alemana de la guerra submarina integral.-Considera que los
beligerantes pueden sacar la máxima ventaja de las armas que poseen.
Postula la guerra naval ilimitada contra mercantes enemigos y navíos
neutrales que colaboren con el enemigo. Se basa en las características del
submarino como arma de carácter limitado y de escasa seguridad.
-Teoría inglesa de la prohibición del empleo de submarinos.-Estima
que no debe actuar contra los barcos mercantes. Consideran al submarino
arma pérfida, sin real capacidad ofensiva y con limitaciones técnicas que le
impiden observar debidamente el derecho de la guerra naval.
-Teoría francesa de la utilización reglamentada.- Solución de equilibrio
entre las dos anteriores, no subestima la capacidad del submarino como
arma ofensiva y considera posible que cumpla con las reglas de visita y
captura que establece el derecho internacional.
En realidad más que a la perfidia el submarino se presta a la astucia, ya
que cuenta con dos factores como la sorpresa y la rapidez para actuar
contra la flota enemiga de superficie. En todo caso, los avances de la
tecnología naval pueden proveer de instrumentos suficientes para
neutralizar dichos factores.
Dentro de las conferencias destinadas al desarme se trató de limitar la
capacidad de acción de los submarinos, procediendo a la equívoca
analogía con los navíos de superficie, e imponiéndoles el respeto de la
visita y captura antes de proceder al hundimiento, velando además por las
normas de derecho humanitario aplicables a esos casos. No obstante, la
Segunda Guerra Mundial implicó un desconocimiento de esas reglas por
todos los beligerantes30, que usaron a discreción de sus submarinos, el
resultado fue la destrucción de navíos por un peso total de 39'300,000
100
toneladas. Desde la última conflagración mundial no se ha avanzado en la
regulación del empleo de submarinos con fines bélicos.
5.4.2. La institución del bloqueo y sus efectos
El bloqueo es un método de la guerra naval, consistente en impedir la
comunicación y el comercio entre el litoral enemigo y la alta mar33, su
contravención acarrea una sanción por parte de la potencia bloqueadora.
El bloqueo para ser válido requiere:
1.- La existencia de un estado de guerra
2.- Efectividad, no se reconoce el «bloqueo ficticio»
3.- Notificación, como requisito formal de oponibilidad
El estado de guerra es el requisito previo para la existencia de un bloqueo
tal y como lo entiende el derecho de la guerra naval. La efectividad es una
cuestión de hecho, el bloqueo se puede extender a todos los puertos y e\
litoral enemigo y el de los territorios ocupados por este.
5.5. Guerra Terrestre
Guerra terrestre en el siglo XXI engloba tres tipos diferentes de unidades
diferentes de combate: Infantería, Fuerzas acorazadas y Artillería.
Fuerzas Terrestres
Las Fuerzas Terrestres incluyen al Personal, a las Plataformas de Armas,
Vehículos, y a los Elementos de Apoyo que operan en tierra para cumplir
las tareas y misiones asignadas.
Infantería
La infantería está compuesta por soldados que luchan principalmente a
pie, con armas pequeñas y en unidades militares organizadas, aunque
pueden ser transportados al campo de batalla mediante caballos, barcos,
101
automóviles, esquíes u otros medios. Soldado de Asalto General (en
algunos ejércitos "Fusilero")-Médico de Combate-Francotirador- Ingeniero
Militar-Especialista-Contracarro-Piloto/Conductor/Capitán.
El Vehículo Blindado de Combate (identificado en la bibliografía
especializada como A.F.V., por las siglas de su denominación inglesa) es
un Vehículo militar equipado con protección contra ataques hostiles de
pequeño y mediano calibre, y equipado a menudo con Armas. Muchos
Vehículos de Combate están preparados para transitar por terrenos
escarpados.
Estos vehículos forman la principal fuerza de operación de cualquier
ejército y son claves para el movimiento rápido y seguro. Históricamente,
el término Artillería (del francés Artillerie) ha englobado cualquier tipo de
artefacto utilizado para la descarga de proyectiles en combate. El término
también abarca las tropas basadas en tierra con la función principal de
manejar tales armas. Algunas veces se ha hecho referencia a la Artillería
como "La Reina de la Batalla", dado su gran poder destructivo. El vocablo
"artillería" deriva de un verbo del francés antiguo denominado "attilier", que
significa "equipar".
Las leyes de la guerra son un conjunto de disposiciones recogidas en el
Derecho militar relativas a las justificaciones aceptables para participar en
una guerra (ius ad bellum) y de los límites aceptables para la conducta
durante la guerra (ius in bello o Derecho Internacional Humanitario). El
derecho de la guerra se considera un aspecto del Derecho Internacional
Público (las leyes de las naciones), y se distingue de otros cuerpos de
leyes, tales como el derecho interno de un país beligerante, en particular
en un conflicto, que también pueden proporcionar límites legales a la
conducta o a la justificación de la guerra.
102
Entre otras cuestiones, las modernas leyes de la guerra contemplan las
declaraciones de guerra, la aceptación de la rendición militar y el
tratamiento de los prisioneros de guerra, la necesidad militar, junto con la
distinción y proporcionalidad, y la prohibición de ciertas armas, que pueden
causar un sufrimiento innecesario. Lo contrario de las leyes positivas de la
guerra es el derecho consuetudinario de la guerra, muchas de las cuales
fueron exploradas durante los Juicios de Núremberg. Estas leyes definen
los derechos permisivos de los estados, así como las prohibiciones en su
conducta cuando se trata de fuerzas irregulares de los países no firmantes
103
Capítulo VI
Nuevas Tecnologías de Guerra
6.1. Guerra bacteriológica
Una guerra bacteriológica es un conflicto armado en el que se hace uso
de armas biológicas. Aunque la definición anterior parece clara y sencilla,
no está exenta de matices. Por una parte, se entiende como "arma
biológica" aquella en la que el agente está vivo y es capaz de propagarse;
las armas que hacen uso de agentes de origen biológico pero no vivo (tales
como la toxina botulímica) serían armas químicas, no biológicas. Por otra
parte en el contexto de la ciencia ficción, hablaríamos de "armas biológicas"
en el caso de aquellas obtenidas de forma industrial a partir de cultivos y
biotecnología; estaría, pues, exento el uso de cadáveres infectados como
arma arrojadiza.
Señala Silveira Henríquez (2010). Como las armas químicas, el empleo
de las armas biológicas no es algo que se originó en los últimos tiempos,
sino que se remonta a épocas muy anteriores. La perversa idea de utilizar
agentes infecciosos para lograr efectos semejantes a los de las grandes
epidemias ha sido considerada por el hombre desde hace muchos años y
existen descripciones en distintos periodos de la historia, surtiendo en
muchos casos efectos desastrosos a pesar del poco avance de la
Microbiología y ciencias afines y desde luego, del desconocimiento de la
Biotecnología.
Desde la Edad Antigua hasta la Primera Guerra Mundial La primera
documentación data del siglo VI AC. Los asirios envenenaron los pozos de
agua del enemigo con ergotamina, producida por el cornezuelo del
104
centeno. Esta toxina produce efectos gastrointestinales severos. Los
persas, griegos y romanos envenenaban los pozos y fuentes de agua con
cuerpos de personas y animales muertos por enfermedades contagiosas
para erradicar la población de una zona, práctica utilizada muchos años
después en la Guerra Civil Norteamericana y en la de los Boers. Sabemos
que la peste bubónica es originaria de China y entró a Europa a través del
puerto de Kaffa (en la actual península de Crimea, en el Mar Negro, hoy se
corresponde con la localidad de Feodosia en Ucrania), en el siglo XIV,
colonia de la república marítima de Génova. Hasta ese puerto acudían las
caravanas asiáticas que hacían la ruta de la seda para intercambiar sus
productos.
La utilización del virus de la viruela de forma deliberada como arma
biológica fue realizada por vez primera por el ejército británico en contra de
los nativos norteamericanos entre 1754- 1767, cuando el general Jeffrey
Amherst (1717-1797), ordenó la entrega de mantas que habían sido
utilizadas por enfermos con viruela entre nativos norteamericanos que
militaban con los franceses, matando hasta el 50% de las tribus afectadas.
El Coronel Bouquet se hizo famoso en el Fuerte Pitt por conseguir diezmar
hasta casi la desaparición a la población indígena del lugar, que tenían una
nula resistencia a esta nueva enfermedad. Murió el 95% de la población.
Durante la Segunda Guerra Mundial prisioneros en campos de
concentración nazis fueron expuestos a Ricketsia prowazekii, al virus de la
hepatitis A y Plasmodium sp, con el objetivo de crear sulfonamidas y
vacunas contra estas infecciones. Sin embargo, no existe evidencia alguna
de que estos experimentos fueron llevados a cabo para la creación de
armas biológicas por parte del gobierno de Adolfo Hitler. También los
ingleses planificaron ataques con 500 bombas de racimo, cada una de las
105
cuales contenía 106 bombas de ántrax, que podrían haber matado al 50%
de los habitantes de las seis ciudades alemanas. En los años 40 los
ingleses diseminaron en la isla de Gruinard, al oeste de Escocia, el B.
anthracis como contramedida a una posible invasión nazi de su territorio.
En la actualidad aún permanece la contaminación, lo que ha convertido la
isla en inhabitable.
Por lo que respecta a la utilización de agentes biológicos en el siglo XX,
únicamente ha habido sospechas y denuncias aisladas, fundamentalmente
motivadas
por
indicios,
que
hacían
presumir
la
existencia
de
experimentaciones y procesos de fabricación y que se ponían en evidencia,
como consecuencia de accidentes producidos durante el proceso. Los
habitantes de San Francisco de California estuvieron expuestos, durante
unos días, a una nube bacteriológica, con ocasión de unas maniobras
realizadas en el año 1950.
El aumento considerable de muertes por neumonía, que siguió a los
ejercicios, fue atribuido a los efectos de la nube aunque nunca se llegó a
conocer. Desgraciadamente, las más conocidas de la época actual son la
Guerra de Vietnam y la del Golfo Pérsico, en las que este tipo de
armamento se utilizó de forma masiva, causando daños que perdurarán por
siglos entre la población y en el Medio Ambiente.
En la antigua Unión Soviética, en la ciudad de Sverdlovsk, en los Urales,
en abril de 1979, se puso de manifiesto una epidemia de ántrax pulmonar,
que, al parecer, fue la causa de la muerte de más de doscientas personas.
Se sospecha que tal epidemia se debió a una explosión de un laboratorio
militar, que experimentaba con armas biológicas y que estaba situado cerca
de la ciudad. El terreno aún permanece contaminado. A pesar de la
ratificación del tratado por la Unión Soviética, la sospecha internacional de
la continua producción de
106
armas biológicas por el gobierno soviético se incrementa debido a una
epidemia de ántrax en abril de 1979 entre civiles que viven cerca de una
base militar en Sverdlovsk, Rusia. Esta epidemia ocasionó la muerte de 66
individuos por infección con B. anthracis.
A pesar de la sospecha de la liberación no intencional de la base militar,
el gobierno ruso negó el incidente y reportó que las muertes se debieron a
la ingesta de carne contaminada con ántrax obtenida en el mercado negro
ruso. En 1992, el Presidente Boris Yeltsin reconoció que el brote de ántrax
en Sverdlovsk fue ocasionado por la liberación no intencional de una planta
militar que era parte del continuo programa de creación del arsenal
biológico en Rusia.
El Protocolo de Ginebra, aunque motivado fundamentalmente por la
sensibilidad creciente del mundo ante la guerra química, contempló,
asimismo, la utilización de agentes biológicos, prohibiendo su empleo, aun
cuando no prohibía, sin embargo, la investigación producción y
almacenamiento.
Este protocolo fue revisado el 10 de abril de 1972, firmándose un
convenio acerca del desarrollo, producción, y almacenamiento de armas
biológicas y toxínicas, acordándose la destrucción total de los arsenales
existentes. Hasta la fecha actual, este acuerdo lo han firmado además de
Estados Unidos, Gran Bretaña y la URSS, 130 estados de todo el mundo.
Se autorizó, sin embargo, la fabricación de agentes biológicos y toxinas con
fines estrictamente pacíficos y en las cantidades adecuadas para atender,
precisamente, a esos fines. En las últimas décadas, grupos de fanáticos
religiosos han utilizado de manera intencional agentes infecciosos para
ocasionar daño entre la población.
En 1984 en una población del Estado de Oregon, EEUU, un culto
religioso de seguidores del gurú Bhagwan Shree Rajneesh contaminaron
107
restaurantes, supermercados y depósitos de agua con Salmonella
typhimurium ocasionando 751 casos de gastroenteritis.
En Japón en 1995, el culto terrorista Aum Shinrikyo, responsable de la
liberaci6n intencional del gas sarín en el tren subterráneo de la ciudad de
Tokio, intentó por lo menos en ocho ocasiones distintas, ataques con
ántrax. Afortunadamente ninguno de ellos resultó exitoso.
Los eventos del 11 de septiembre pasado, aunados al brote de casos de
ántrax cutáneo y por inhalación en EEUU, sugieren que la posibilidad del
bioterrorismo es una realidad en el nuevo milenio. Entre el 4 de octubre y
el 23 de noviembre de 2001, el Centro de Prevención y Control de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha confirmado un total de 11
casos de ántrax por inhalación y siete de ántrax cutáneo en EEUU, como
resultado de la utilización de B. anthracis como arma biológica.
La mayoría de los casos se han asociado epidemiológicamente con el
sistema postal de ese país. Estos desafortunados eventos en la población
civil en EEUU han determinado una respuesta del sistema de salud pública
a través de sistemas de vigilancia epidemiológica activa y de información a
todo el personal de salud para estar alerta en la identificación de posibles
brotes epidémicos. Es normal que, como toda tecnología que se precie, la
biotecnología tenga un uso a nivel ofensivo-militar. Y es que siempre ha
habido un gran desarrollo científico con fines militares, en especial en el
ámbito de la física, medicina, informática, etc. Es curioso que sea esta y no
otra, la mejor forma de conseguir dinero para la investigación.
108
Finalmente, en 1972 se firmó el acuerdo que prohibía la producción y
almacenamiento de armas y toxinas biológicas (BTWC). Este acuerdo se
firmó simultáneamente en Londres, Moscú y Washington. Hasta la fecha
actual, este acuerdo lo han firmado además de Estados Unidos, Gran
Bretaña y la URSS, 130 estados de todo el mundo.
Las armas químicas modernas fueron utilizadas por primera vez a larga
escala en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Al finalizar la guerra
unas 124 toneladas de agentes químicos habían sido usados, causando
más de un millón de víctimas, 100 mil fueron fatales.
Lamentablemente, pese a los horrores que causan, las armas químicas
son frecuentemente utilizadas como instrumento de guerra.
El ataque químico ocurrido el pasado 7 de abril en la norteña provincia de
Idlib en Siria trae al recuerdo los principales hechos relacionados con
ataques con armas químicas desde el siglo XX.
Segunda batalla de Ypres, I guerra mundial (1914-1918)
Con esta batalla fue la primera vez que se introdujeron armas químicas
en un conflicto armado.
El 22 de abril de 1915, cerca de la ciudad de Ypres, en Bélgica, Alemania
recurrió al uso de 180 toneladas de clorhídrico asfixiante contra tropas
enemigas. Una niebla verdosa y amarillenta cubrió a las tropas aliadas, lo
que causó la intoxicación severa de 15.000 personas, la tercera parte de
ellas murió.
En las convenciones de la Haya de 1899 y 1907 se prohibe el uso de
armas asfixiantes o venenosas. Dos años después, en la noche de 12 al 13
de julio de 1917 se desarrolló la Tercera batalla de Ypres. Allí, Alemania
usó por primera vez el gas mostaza, un agente vesicante que causa
109
ampollas en la piel. Al menos 2 mil 500 personas sufrieron heridas de
gravedad, 87 murieron.
El Dato: El gas mostaza es una sustancia de color amarillo y aspecto
aceitoso que puede vaporizarse. La sintomatología incluye conjuntivitis,
quemaduras en la piel, dolor en la garganta, tos, susceptibilidad a
infecciones y neumonía.
La segunda guerra sino-japonesa (1937-1945)
En la guerra con China, Japón usó armas químicas tales como gas
mostaza, lewisita, fosgeno, cianuro así como otros a gran escala. En la
batalla de Wuhan que tuvo lugar entre agosto a octubre de 1938, Japón
utilizó un gas tóxico en 375 ocasiones diferentes.
El Ejército Imperial japonés usó armas bacteriológicas en China durante
la II Guerra Mundial. Foto: Archivo
Además de utilizar armas químicas en conflictos, Japón también llevó a
cabo experimentos en humanos. Construyó una base secreta en Qiqihar
llamada el Escuadrón 516. Se cree que miles de chinos sufrieron por el uso
de armas químicas.
La Guerra en Vietnam (1957-1975)
Estados Unidos usó grandes cantidades de armas químicas en Vietnam. El
denominado “agente naranja” fue utilizado no solo en personas, sino
también en selvas y campos, causando
severos daños ecológicos.
Alrededor de 72 litros fueron arrojados entre 1961 y 1971.
110
Dicha
sustancia
contiene
dioxina,
la
cual
tiene
un
elemento
extremadamente tóxico que provoca enfermedades y trastornos genéticos.
Se calcula que tres millones de personas sufren las consecuencias
causadas por el agente naranja.
La concentración de dioxina en el Agente Naranja utilizado por EE.UU.
en Vietnam era mil millones de veces superior a la hallada en algunos
desechos industriales de Canadá. La dioxina aplicada durante la guerra aún
persiste en Vietnam y ha provocado un alto índice de deformidades
humanas. Foto: EFE
El Dato: El agente naranja es un potente herbicida utilizado en la
agricultura. De gran toxicidad debido a su alto contenido de dioxina.
La Guerra entre Irán e Iraq (1980-1988)
El uso de armas químicas por ambas partes en el conflicto fue confirmado
por distintas organizaciones. Entre el caso más conocido está el
bombardeo de la ciudad de Halabja, en marzo de 1988, cuando Iraq utilizó
varias sustancias tóxicas, entre ellas sarín, tabún, gas mostaza y VX.
Se calcula que cinco mil personas murieron en estos bombardeos. De
acuerdo a investigaciones recientes, Estados Unidos ayudó a Iraq en el uso
de armas químicas.
Las armas químicas fueron utilizadas por ambos bandos. Foto: Archivo
El Dato: El gas Sarín es un líquido sin olor ni sabor que se convierte
rápidamente en vapor. Provoca somnolencia, debilidad, náuseas, vómitos
y después pérdida de la conciencia, convulsiones, parálisis y la muerte.
111
El agente VX es un es un líquido de consistencia aceitosa y color ámbar
que no tiene gusto ni olor. Puede causar síntomas como dolor ocular, visión
borrosa, sudoración excesiva, opresión en el pecho, respiración agitada,
náuseas, vómitos y la muerte.
La Guerra en Iraq (2003-2011)
De acuerdo a documentos publicados en el portal Wikileaks, Estados
Unidos utilizó más de dos mil armas químicas en la guerra de Iraq, pese a
estar prohibido por la Convención sobre armas químicas.
Estados Unidos recurrió al uso de fósforo blanco y uranio empobrecido
durante los bombardeos a la ciudad de Faluya. De hecho, se ha registrado
un aumento drástico de trastornos genéticos en esta ciudad.
Bajo la excusa de la tenencia de armas de destrucción masiva, Estados
Unidos Invadió a Iraq en 2003, pero fue el país del norte quien utilizó armas
químicas en el territorio. Foto: Time
Al menos un 15 por ciento de la población de la ciudad sufre de
malformaciones atribuidas por los bombardeos, lo que supera la tasa de
deficiencias genéticas generada por los bombardeos en Hiroshima y
Nagasaki.
Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, Tratado por el
que se prohíben los ensayos con armas nucleares en la atmósfera
Documento, en el espacio ultraterrestre y debajo del agua, conocido
también Tratado de prohibición parcial de ensayos nucleares
Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares (TPCE)
Documento, que se firmó en 1996 pero que todavía no ha entrado en vigor.
112
Resoluciones Departamento de desarme de la ONU
A/RES/65/51
A/RES/63/53
A/RES/61/61
A/RES/59/70
A/RES/57/62
A/RES/55/33
algunos tratados y acuerdos bilaterales y plurilaterales pretenden reducir o
eliminar ciertas categorías de armas nucleares, así como evitar la
proliferación de las mismas y de sus sistemas vectores. Esto comprende
desde tratados entre los Estados Unidos de América y la Federación de
Rusia, además de otras iniciativas, hasta el Grupo de Suministradores
Nucleares, el Régimen de Control de la Tecnología de Misiles, el Código
Internacional de Conducta de La Haya contra la Proliferación de los Misiles
Balísticos y el Acuerdo de Wassenaar
6.2. Guerra Nuclear
La guerra nuclear es un tipo de guerra que se llevaría a cabo mediante
el empleo de armas nucleares, una clase de arma de destrucción masiva.
Puede tratarse de una guerra nuclear limitada o una guerra nuclear total.
La proliferación nuclear es el mayor desafío existente para la seguridad
mundial. El temor a un conflicto interestatal de esta naturaleza fue la gran
obsesión de la Guerra Fría, pero actualmente la amenaza es tan real como
entonces, aunque la percepción pública del riesgo sea menor.
113
Las armas nucleares pueden ser principalmente de dos tipos: atómicas
y termonucleares. Las bombas atómicas, conocidas como A-Bombs, fueron
desarrolladas inicialmente durante la Segunda Guerra Mundial en el seno
del proyecto Manhattany operan mediante un proceso de fisión nuclear que
desencadena reacciones en cadena altamente explosivas. Los dispositivos
termonucleares o de hidrógeno, en cambio, fueron probados a partir de los
años 50 y, a grandes rasgos, derivan su energía de un doble proceso con
una etapa inicial de fisión y otra de fusión con átomos de hidrógeno.
Se deduce por tanto que para hacer operativa una bomba de hidrógeno
es necesario haber desarrollado previamente la tecnología atómica. Esta
combinación de fisión y fusión permite multiplicar el potencial destructivo
de las armas nucleares. De hecho, la fusión nuclear, que reproduce un
proceso similar al que tiene lugar en el Sol y otras estrellas, puede liberar
cantidades de energía, en teoría, ilimitadas. Los primeros ensayos
controlados, como el de Ivy Mike en 1952 o el de la Bomba del Zar en
1961,la más potente jamás probada fueron muestras tangibles de las
consecuencias que podía llegar a tener una escalada nuclear con
dispositivos de esta naturaleza.
Este desarrollo físico-militar se vio complementado por otra revolución
técnica fundamental desde una perspectiva geopolítica y seguritaria:
el boom ingenieril que supuso la miniaturización de las cabezas nucleares
de hidrógeno. Esto permitió la reducción crítica de la masa de las cabezas
nucleares, que pasaron de tener que ser transportadas en pesados
bombarderos a poder ser insertadas en misiles balísticos de larga distancia
terrestres, aéreos o submarinos, la “tríada nuclear” El avance no solo
favoreció una evolución notable en el diseño de los dispositivos nucleares,
sino también en su almacenamiento, transporte y sistemas de guiado.
114
El desarrollo de estas nuevas herramientas contribuyó significativamente
a la diversificación estratégica de las capacidades de ataque y defensa de
las potencias nucleares: se facilita la versatilidad geográfica y flexibilidad
operativa en su utilización y además se alcanza una mayor capacidad
defensiva para evitar la destrucción completa de los propios arsenales
nucleares ante un hipotético primer golpe enemigo.
La carrera nuclear de la Guerra Fría, acelerada por esta revolución
tecnológica, desencadenó dilemas de seguridad con un componente de
incertidumbre cada vez mayor. Las crisis geopolíticas —Berlín, Cuba,
Europa oriental— y los ensayos nucleares aumentaron en cantidad y
alcance. Todo ello obligó a buscar mecanismos de regulación y prevención
de potenciales escaladas. Al fin y al cabo, fue en un contexto de tira y afloja
entre las grandes superpotencias donde se debe situar el nacimiento
del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1968. Este tratado, que
reconoce el derecho exclusivo de las cinco potencias del Consejo de
Seguridad de la ONU a ser Estados con armas nucleares, se convirtió
trassu entrada en vigor en la piedra angular del entramado jurídico
internacional de no proliferación. Muy pronto sirvió como referencia
ineludible para otros acuerdos, como el Tratado de Prohibición Completa
de los Ensayos Nucleares, los acuerdos SALT, el Tratado del Espacio
Exterioro los programas de desarme START, entre otros. Durante décadas,
este marco jurídico mostró resultados bastante satisfactorios; sin embargo,
en el siglo XXI su eficacia está en cuestión debido a la progresiva
nuclearización de países no firmantes del TNP y el empeoramiento de las
dinámicas de seguridad internacionales.
El problema de fondo reside en que con estos nuevos actores nucleares
no existe en general un marco jurídico funcional y vinculante de no
proliferación y predominan los cálculos de poder relativo.
115
La única excepción reciente a estas dinámicas multipolares pareció
producirse con el Plan de Acción Conjunto y Completo de 2015, por el que
Irán renuncia a su programa nuclear militar a cambio del levantamiento de
las sanciones económicas occidentales. Con la llegada de Trump a la Casa
Blanca, la implementación de este complejo acuerdo podría tambalearse a
pesar de estar en principio obligado a su cumplimiento. Las consecuencias
de un cambio de postura podrían acentuar el caos en Oriente Próximo y
favorecer una carrera armamentística entre Israel y sus adversarios
regionales. Ahora bien, los riesgos de la proliferación en la región no se
circunscriben únicamente a estas dinámicas geopolíticas estatales: ¿qué
ocurriría si en medio de esta situación de inestabilidad regional se
desarrollasen armas nucleares y terminasen en las manos equivocadas?
La posibilidad de que actores no estatales logren hacerse con armas
nucleares es una perspectiva tan poco alentadora como real.
6.3. Guerra Cibernética
La guerra cibernética se define como: “las acciones de un estado nación
para penetrar en los ordenadores o redes de otra nación con el fin de causar
daños o trastornos". Muchas personas sugerirían que el ciberterrorismo se
refiere a la voluntad de un grupo terrorista de causar muerte o lesiones
graves utilizando herramientas de ataque basadas en Internet. Si bien, por
desgracia, estos ataques son posibles, afortunadamente hasta la fecha no
tenemos ninguna constancia de que grupos terroristas empleen estas
tácticas. Eso no quiere decir que no estén dispuestos a hacerlo y, en
consecuencia, existen estrategias de ciberseguridad nacional que intentan
hacer frente a estas vulnerabilidades.
Sin embargo, es más común que los grupos terroristas utilicen
herramientas basadas en Internet y software, tales como aplicaciones de
voz y de texto encriptados y redes de anonimato, para planificar y respaldar
116
sus operaciones. Teniendo en cuenta que vivimos en un mundo donde las
tensiones van en aumento, tanto a nivel estatal como en lo que respecta al
incremento de la actividad terrorista, cuyo objetivo es infligir daños
significativos y generar división en la sociedad, ¿cuáles son los puntos
clave que deben abordarse?
Atribución: Atribución: No siempre es fácil, incluso para los países más
avanzados y maduros, con gran capacidad cibernética, identificar el origen
de los ciberataques.
Defensa primero: Defensa primero: La mayoría de los países eligen
construir y aumentar primero su capacidad cibernética defensiva. Pero no
es posible llevar a cabo esta labor de forma correcta si no se dispone de
conocimientos y comprensión de las arma s cibernéticas ofensivas que
existen y de las técnicas y metodologías que pueden utilizarse contra ellos.
Siendo muy probable hoy día que cada vez con más frecuencia
presenciemos el despliegue de armas ofensivas cibernéticas nacionales
como precursor de un conflicto armado.
Las armas nucleares son las más peligrosas de la Tierra. Sólo una puede
destruir una ciudad entera, además de potencialmente matar a millones de
personas, y poner en peligro tanto el medio ambiente como la vida de las
generaciones futuras, ya que sus efectos a largo plazo resultan
devastadores. Únicamente su mera existencia ya supone un riesgo muy
alto. Aunque las armas nucleares sólo se han utilizado dos veces en la
guerra –en los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945-, en la
actualidad aún quedan al parecer aproximadamente 26.000, y hasta la
fecha se han llevado a cabo más de 2.000 ensayos nucleares. El desarme
es la mejor opción para protegernos de tales peligros; no obstante, alcanzar
este objetivo ha sido un reto muy difícil.
117
Desde su fundación las Naciones Unidas ha perseguido la eliminación de
este tipo de armas. En su primera resolución (1946), la Asamblea General
estableció una Comisión para tratar, entre otros, los problemas derivados
del descubrimiento de la energía atómica. La Comisión debía considerar la
formulación de medidas prácticas destinadas a favorecer, entre otras
cosas, el control de la energía atómica en la medida necesaria para
asegurar su empleo sólo con fines pacíficos. La resolución también decidió
que la Comisión tenía que presentar propuestas para «la eliminación de los
armamentos nacionales de las armas atómicas y todas las demás armas
de gran potencia aplicables ahora o en el futuro a la destrucción en masa».
Desde entonces se han creado varios tratados multilaterales con el
propósito de evitar la proliferación nuclear y los ensayos nucleares, a la vez
que fomentan el desarme nuclear. Entre ellos destacan: el Tratado sobre la
no proliferación de las armas nucleares, el Tratado por el que se prohíben
los ensayos con armas nucleares en la atmósfera , en el espacio
ultraterrestre y debajo del agua, conocido también como Tratado de
prohibición parcial de ensayos nucleares Documento PDF en inglés y el
Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares (TPCE) , que se
firmó en 1996 pero que todavía no ha entrado en vigor.
Algunos tratados y acuerdos bilaterales y plurilaterales pretenden reducir
o eliminar ciertas categorías de armas nucleares, así como evitar la
proliferación de las mismas y de sus sistemas vectores. Esto comprende
desde tratados entre los Estados Unidos de América y la Federación de
Rusia, además de otras iniciativas, hasta el Grupo de Suministradores
Nucleares, el Régimen de Control de la Tecnología de Misiles Disponible
en inglés, el Código Internacional de Conducta de La Haya contra la
Proliferación de los Misiles Balísticos y el Acuerdo de Wassenaar
Disponible és.
118
6.4. Guerra contra el Terrorismo y Contraterrorismo
La Guerra contra el Terrorismo: ¿Una Nueva Guerra Fría?
“La Guerra Fría” fue el nombre dado a la relación impugnada
que se desarrolló entre las superpotencias emergentes.,Estados Unidos y
la Unión Soviética—después de la Segunda Guerra Mundial. El escritor
británico George Orwell fue quizá el primero en usar el término.
La guerra contra el terrorismo o guerra al terror (War on Terror en el
inglés original) es una campaña de Estados Unidos, apoyada por varios
miembros de la OTAN y otros aliados, con el fin declarado de acabar con
el terrorismo
internacional,
eliminando
sistemáticamente
a
los
denominados grupos terroristas, considerados así por la Organización de
las Naciones Unidas,14 y a todos aquellos sospechosos de pertenecer a
estos grupos, y poniéndole fin al supuesto patrocinio del terrorismo por
parte
de
Estados.
Esta
ofensiva
internacional fue
lanzada
por
la Administración de Bush tras los ataques terroristas del 11 del septiembre
del
2001 en Nueva
York y Washington,
realizados
por Al
Qaeda,
convirtiéndose en parte central de la política exterior e interna de esa
administración en torno a los países integrados en el llamado eje del mal.
Según las informaciones aparecidas en diversos medios (The New York
Times, The Guardian, Rolling Stone), el sucesor de Bush, Barack Obama,
ha iniciado una "guerra secreta" contra el terrorismo autorizando ataques
con drones contra supuestos dirigentes y militantes de Al Qaeda y
grupos yihadistas asociados, en Yemen, Somalia y Pakistán.
El Estado Islámico es el único Estado no reconocido que participa en la
guerra.
La guerra no solo se libra en Medio Oriente con el correr del tiempo desde
el atentado
del
World
Trade
Center
de
1993,
las Embajadas
estadounidenses de 1998, los atentados del 11 de septiembre de 2001 119
119
contra el World Trade Center y la Masacre de la discoteca Pulse de
Orlando en Estados Unidos, pasando por los atentados del 11 de marzo de
2004 en Madrid (España), seguido por los atentados en el Reino
Unido como los atentados en julio de 2005 en Londres y los 7 de julio y 21
de
julio además
del Atentado
de
Mánchester
de
2017,
en Francia los Atentados contra Charlie Hebdo y Atentados de París de
noviembre de 2015 en 2015, entre otros como el Atentado contra el Hotel
Marriott de Islamabaden Pakistán, los atentados de Bombay de 2008 entre
otros graves cambiaron el concepto de que supuestamente se vivía seguro
en el mundo occidental. Fuentes han especulado que la guerra contra el
terrorismo se trata desde el 11S de la Tercera Guerra Mundial.
Si bien el Derecho de la Haya y el DIH no da una definición del terrorismo
mismo, no obstante hace mención explícita de las “medidas de terrorismo”
y de los “actos de terrorismo”, y los prohíbe explícitamente. El contexto
dentro del cual se hace referencia a estas prohibiciones sugiere que la
finalidad principal es esbozar un principio general de Derecho: en el ámbito
penal, la responsabilidad es individual, y ni los individuos ni la población
civil pueden ser objeto de castigos colectivos, que son, sin duda alguna,
medidas susceptibles de sembrar el terror. De esta forma, el IV Convenio
de Ginebra (art. 33) dispone que «están prohibidos los castigos colectivos,
así como toda medida de intimidación o de terrorismo», y el Protocolo
adicional II
[art. 4
(2) (c)] prohíbe los “actos de terrorismo”, contra las
personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades.
Los dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra prohíben
también los actos destinados a aterrorizar a la población civil: «No serán
objeto de ataque la población civil como tal ni las personas civiles. Quedan
prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea
aterrorizar a la población civil». [P I, art. 51 (2) y P II,art. 13 (2)]. La finalidad
principal de estas disposiciones, a las que se alude en el contexto de las
120
normas relativas a la conducción de las hostilidades, es poner de relieve
que, tanto en los conflictos internacionales y no internacionales, está
prohibido cometer actos que no aportan una ventaja militar concreta. Si bien
es cierto que hasta un ataque lícito contra un objetivo militar puede causar,
de modo inevitable, víctimas “colaterales” entre la población civil (siempre
que se guarde proporción con la importancia militar del objetivo lícito) sin
que su propósito sea aterrorizar a los civiles, los ataques que tengan
específicamente este fin (tales como las campañas de bombardeos o de
represión contra los civiles en las áreas urbanas) están prohibidos y no
pueden justificarse como recurso para lograr una ventaja militar.
Las prohibiciones explícitas de los actos de terrorismo contra personas
que se hallan en poder del adversario, así como en la conducción de las
hostilidades, junto con otras normas que prohíben los actos que
comúnmente deberían calificarse de “terroristas” al margen de un conflicto
armado, muestran que el DIH protege ampliamente contra este tipo de
ataques a los civiles afectados por los conflictos armados.
Estrategia de las naciones unidas contra el terrorismo el papel de la
oficina de asuntos de desarme
La Asamblea General, en su resolución 60/288 (2006), aprobó la Estrategia
global de las Naciones Unidas contra el terrorismo en la que se afirma que
el terrorismo «constituye una de las amenazas más graves para la paz y la
seguridad».
La Oficina de Asuntos de Desarme es miembro del Equipo Especial sobre
la Ejecución de la Lucha contra el Terrorismo del sistema de las Naciones
Unidas, y lleva a cabo una labor muy importante dentro del Grupo de
Trabajo para la prevención de los ataques con armas de destrucción en
121
masa y respuesta a ellos. A la Oficina se le ha encomendado la tarea de
desarrollar, junto con los Estados miembros, una base de datos única y
completa sobre incidentes biológicos que complemente la base de datos
sobre delitos biológicos prevista por la Organización Internacional de
Policía Criminal (INTERPOL Documento PDF). La Oficina de Asuntos de
Desarme también colabora con los Estados miembros para actualizar la
lista de expertos y laboratorios, así como las directrices y los
procedimientos técnicos de los que disponga el Secretario General para la
investigación oportuna y eficiente la supuesta utilización de armas químicas
o biológicas
6.5. Drones
El concepto actual de dron se puede rastrear desde 1909, cuando George
Cayley crea una teoría relativa al aeroplano.
Después de la puesta en práctica de esa teoría por los hermanos Wright,
la idea de dron se gesta en Francia en 1918, cuando se empieza a utilizar
el término “avión sin piloto” (avion sans pilote o appareil sans pilote a bord)
para aviones dirigidos por ondas de radio y estabilizados por giroscopios.
De los años treinta a sesenta del siglo XX, se utilizó la denominación en
inglés “target drone” (engin-cible en francés), de la cual ha hecho carrera el
términodron (Zubeldia, 2012). Sin embargo, a partir de los sesenta las
denominaciones militares empezaron a utilizar la sigla RPV (Remotely
Piloted Vehicle) para designar lo que se conoce como dron. Esa sigla
cambió en los noventa por la deUAV (Unmanned Aerial Vehicle) y volvió a
reformarse en este siglo por UAS (Unmanned Aircraft System), si incluyen
estaciones de control y enlaces de datos (Gertler, 2014).
Desde tiempos de Napoleón la estrategia militar ha estudiado diversos
aspectos, entre los cualesse destacan la logística, las operaciones, la
122
táctica y ciertas variables específicas, como el campo de batalla, el
despliegue de fuerzas, el ambiente geopolítico o la oposición interna a la
guerra (Pénisson, 2013). A estos factores se les ha sumado en tiempos
recientes un concepto propio de los avances tecnológicos y de la era de la
información denominado “tecnoestrategia”, que en términos simples es
concebir y fabricar los elementos de combate que se deberían emplear en
10 o 20 años para enfrentar al enemigo (Malis, 2014).
Si bien la idea de utilizar vehículos aéreos no tripulados con objetivos
militares no es nueva, el empleo de drones en las operaciones militares del
siglo XXI se enmarca en el concepto de tecnoestrategia de los años 60 y
70 del siglo XX, que consideraba para finales de ese siglo y comienzos del
siglo XXI que los drones deberían ser un arma presente en las operaciones
militares (Reed, 1979; Taylor & Munson, 1977). De hecho en los años
noventa, la Fuerza Aérea estadounidense proyectaba que para el año 2010
las campañas aéreas en las operaciones militares iban a tener a los drones
como protagonistas bajo la doctrina de “cero muertos” al atacar (Barnett,
1996), prospección cumplida, como se puede apreciar en las noticias sobre
la lucha contraterrorista de los Estados Unidos, y dado el auge en el uso de
este tipo arma es de esperar que se seguirá perfeccionando y empleando.
Varias ventajas estratégicas, por ejemplo una fuerte reducción de costos,
mayor precisión en el ataque al enemigo y menor probabilidad de “daños
colaterales” (Kreps & Zenko, 2014).
Además, el liderazgo de Estados Unidos en el uso de los drones, conlleva
a que otros actores quieran utilizar también esas armas para no quedar
rezagados tecnológicamente. Dado ese escenario, ciertos especialistas en
materia de Derecho Internacional Humanitario afirman que se ha abierto
una “Caja de Pandora”, en referencia las consecuencias legales del uso
123
masivo de drones en operaciones militares, de la cual pueden emerger
muchas sorpresas, no siempre agradables (Casey-Maslen, 2012).
Sobre la legalidad en el uso militar de los drones hay diversas posiciones.
El juez inglés LordThomas Bingham, considera que los drones deberían
prohibirse totalmente porque sus efectos son tan nocivos que deben ser
considerados equivalentes a las minas antipersonales, proscritasen el
ámbito del Derecho Internacional (Bingham, 2009, 6 de julio). En respuesta
a esta declaración y a las críticas que genera el empleo militar de los
drones, el 25 de marzo de 2010, en el Congreso Anual de la American
Society of Law, el consejero jurídico del Departamento de Estado, Harold
Koh, afirmó que el uso de drones es completamente legal y por lo tanto
Estados Unidos los puede utilizar (DOS, 2010).
Una tercera posición, es la formulada por Peter Maurer, presidente del
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), quien afirma que los drones
en sí mismos no son ilegales como armas, y no están proscritas por el
Derecho Internacional, ni se considera que su índole sea inherentemente
discriminatoria o pérfida. En este sentido, no son diferentes de las armas
que se disparan desde aeronaves tripuladas como los helicópteros u otras
aeronaves de combate.
Pero para determinar si su uso es legal o ilegal debe apreciarse el
contexto de las operaciones y siempre que haya conflicto armado debe
considerarse el Derecho Internacional Humanitario (DIH) (Maurer, 2013).
Como es sabido, el DIH se divide teóricamente en dos grandes ramas,
por una parte el Derecho de los conflictos armados o Derecho de la Haya,
que tiene por objeto la regulación de las hostilidades y la imposición de
límites a los medios de hacer la guerra; y el Derecho Humanitario Bélico, o
124
Derecho de Ginebra, que se encarga de las víctimas de los conflictos
armados (heridos náufragos, prisioneros, civiles) y del patrimonio (Remiro,
2010).
La doctrina ha interpretado que para efectos de considerar una práctica
como costumbre en Derecho Internacional se deben considerar dos
elementos, uno psicológico, denominado opinio iuris; y otro material, que
consiste en la repetición de actos concluyentes (Pellet, 2012). Cumin omite
este segundo elemento, con lo cual su aporte para que las Reglas de la
Guerra Aérea puedan ser consideradas costumbre internacional es en
vano.
Un aspecto que no consideran los dos autores citados, es que el Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha creado una base de datos de
Costumbre en DIH en la cual se encuentra como base para el bombardeo
aéreo el numeral 3 del artículo 24 de las Reglas de la Guerra Aérea de
1923, y este precepto junto con otros de tenor similar en materia de DIH,
más la práctica de diversos manuales militares de diferentes países han
hecho que en criterio de dicho Comité exista una costumbre internacional
en materia de bombardeo aéreo, que sería fuente de Derecho Internacional
aplicable a quienes quieran emplear drones.
Así las cosas, si bien las reglas de la Guerra Aérea no tienen valor como
Derecho positivo, algunos preceptos sí lo tienen como estatuto habilitante
para la conformación de costumbre internacional, por lo que se refiere al
bombardeo, y por lo tanto sería una restricción a la idea de una guerra
basada en drones que no tenga regulación jurídica alguna en materia
internacional.
Ante esta muestra evidente de vacío del Derecho de la Guerra Aérea
Consuetudinario, afortunadamente hay una salida jurídica por la cual puede
suplirse esa laguna mediante la aplicación del artículo 51, párrafo 2, del
125
Protocolo adicional I que prohíbe los “actos o amenazas de violencia cuya
finalidad principal sea aterrorizar a la población civil” en conflictos de
carácter internacional, y para conflictos no internacionales el párrafo 2 del
artículo 13 del Protocolo adicional II prohíbe los actos o amenazas de
violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil.
En cuanto al artículo 24 de las Reglas de la Guerra Aérea, éste regula
la legitimidad del bombardeo aéreo. En ese sentido, el bombardeo aéreo
sólo es legítimo cuando va dirigido contra un objetivo militar, es decir, un
objetivo cuya destrucción, total o parcial, sea, para el beligerante, una neta
ventaja militar.
.En suma, según lo revisado anteriormente, aunque no haya un texto
positivo en vigor, el Derecho de la Guerra Aérea basado en las Reglas de
la Haya de 1923, es vinculante en parte para el uso de drones en
operaciones militares de bombardeo, porque algunos de sus artículos son
considerados como costumbre en Derecho Internacional. En todo caso hay
vacíos y contrargumentos para evadir o rebatir esa costumbre. Por otra
parte, no deja de preocuparnos el hecho de que con los drones el
bombardeo pueda ser más selectivo, en la medida en que hay más tiempo
para detectar el objetivo y proceder a bombardearlo.
Dichosamente, pese a los vacíos que pueden darse en el Derecho de la
Guerra Aérea, hay un meridiano consenso en la doctrina que ha tratado el
tema del empleo de drones y el DIH bélico en el sentido de que son
plenamente aplicables a la operación con estas armas de los principios de
proporcionalidad, protección de civiles, responsabilidad de la cadena de
mando y que en general todo el DIH (Casey-Maslen, 2012; Gallais, 2013).
El presidente del CICR, Peter Maurer (2013), confirma ese consenso al
exponer que:al utilizar drones, las partes en un conflicto siempre deben
126
distinguir entre combatientes y civiles y entre objetivos militares y bienes de
carácter civil. Deben tomar todas las precauciones factibles para preservar
a los civiles y la infraestructura, y deben suspender o cancelar un ataque
cuando sea de prever que cause incidentalmente daños a personas
civiles o a bienes de carácter civil que sean excesivos en relación con la
ventaja militar concreta y directa prevista. Del mismo modo, los drones no
deben en modo alguno utilizarse para transportar armas prohibidas, como
agentes químicos o biológicos. Por otra parte, desde el punto de vista del
derecho internacional humanitario, se ha de dar preferencia a las armas
que permiten mejorar la precisión de los ataques y ayudan a evitar o a
reducir las pérdidas incidentales de vidas civiles, las lesiones a civiles o los
daños a bienes de carácter civil.
Basándonos en la división del DIH en Derecho de La Haya y de Ginebra,
se ha analizado cada una de estas ramas. Por una parte se analizó el
Derecho de la Guerra Aérea y por otra el Derecho de Ginebra. En cuanto
al Derecho de la Guerra Aérea se puede concluir que al aplicarlo a los
drones hay principios que resultan incontrovertibles y que son considerados
Derecho Consuetudinario por parte del CICR, por lo cual su aplicación
debería ser obligatoria para todos los Estados del orbe. No obstante lo
anterior, hay vacíos y obsolescencia del Derecho de la Guerra Aérea
cuando se trata de drones, por lo cual se debería pensar seriamente en
hacer un régimen jurídico-internacional más estricto porque los drones
tienen un funcionamiento por el cual se puede decidir cuándo desplegar el
ataque y por tanto esto debería ser en favor de la población civil no
combatiente.
En cuanto al Derecho de Ginebra en materia de uso de drones, podemos
decir que es fundamental ante los vacíos de permite el Derecho de la
Guerra Aérea. Se constató que el Derecho de Ginebra es plenamente
127
aplicable al uso de drones tanto para actores Estatales como para actores
no estatales, sean estos insurgentes por una causa determinada o
empresas que prestan servicios de seguridad en zonas de conflicto. Si bien
ajustar la conducta estatal a consideraciones humanitarias es difícil, lo es
más tratar que actores que no reconocen a los Estados en donde luchan
lo hagan, pero lo positivo es que la normatividad del DIH hace obligatoria
la aplicación del mismo a AANE y diversos fallos nacionales e
internacionales han avalado esta posición, siendo los más relevantes
algunos del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia
6.6. El concepto de la “Guerra terrestre del futuro”
Cada vez son más los países que apuestan por la incorporación de
sistemas autónomos en sus ejércitos de tierra, apuntando directamente
hacia la formación de equipos de robots y humanos y la cooperación activa
entre los mismos.
Así, la ejecución de las operaciones militares terrestres cambiará
sustancialmente con la introducción de los UGV. Éstos asumirán las tareas
más peligrosas para dejar al humano a cargo de la toma de decisiones,
protegiéndoles y preservándoles de sufrir daños.
De esta forma, BAE Systems ha ideado un nuevo concepto de guerra
terrestre fundamentado principalmente en el empleo masivo de sistemas
de combate autónomos de diversos tipos, tanto aéreos como terrestres,
todos perfectamente coordinados y con tareas específicas asignadas a
cada tipo de sistema.
En esta red de vehículos, sistemas y soldados, las tareas más peligrosas
son asignadas a los sistemas no tripulados.
Este concepto contempla la disposición de tanques de combate
autónomos apoyados por flotas o enjambres de vehículos no tripulados
128
más pequeños, tanto terrestres como aéreos, que se mueven y actúan en
estrecha coordinación con el resto de unidades. Estos pequeños UGV y
UAV se situarían al frente de la expedición, desempeñando las tareas más
peligrosas como el reconocimiento del terreno, detección y desactivación
de explosivos, identificación y asignación de blancos, neutralización de
ataques y amenazas mediante el uso de armamento integrado, tanto
balístico como de energía dirigida, además de contramedidas. Estas
plataformas con alta autonomía permitirán reducir la carga cognitiva de los
humanos encargados de la toma de decisión.
En resumen, el objetivo sería establecer un perímetro de seguridad para
los sistemas autónomos de combate pesados, que combatirían desde a
retaguardia, junto con los soldados y vehículos tripulados, que se
encargarían de la toma de decisiones importantes.
129
CONCLUSIONES
1º. Desde tiempos remotos los estados y sus gobiernos han sido incapaces
de resolver multiplicidad de asuntos por las vías de la diplomacia, lo que
los ha conllevado a recurrir al recurso de la guerra para hacer prevalecer
sus criterios y, a veces, defender sus posesiones.
2... La caracterización del concepto de guerra se muestra especialmente
difícil a la hora de delimitar la guerra temporal y subjetivamente: La
delimitación temporal del concepto de guerra nos permite establecer el
momento en que empiezan y acaban las guerras. Se discute principalmente
la cuantificación, es decir, el número de muertes necesarias durante un
periodo de tiempo para que un conflicto pase a ser considerado como
guerra, así como la necesidad de que las partes declaren abiertamente las
hostilidades. La delimitación subjetiva, por otra parte, está ligada a los
límites geográficos de las guerras, y hace necesario considerar el tipo de
actores entre los que la guerra puede tener lugar.
3.º En 1904 el Derecho Internacional de principios de siglo, consagraba que
por la imposibilidad del derecho Internacional de poseer una maquinaria
judicial o administrativa, dejaba a los Estados que se conservan lesionado
y que hubiesen agotado todos los medios para alcanzar reparación a
obtener la satisfacción por la fuerza, estableciendo así que el Derecho
Internacional ., no tenía otra alternativa que aceptar la Guerra como medio
para solucionar las controversias, en donde las partes involucradas se
encontraban como en una situación jurídica igualitaria.
130
4º. Dos guerras mundiales enlutaron a la humanidad durante el siglo xx y
determinaron la creación de la ONU, para tratar de dirimir en los conflictos
internacionales y no llegar a enfrentamientos armados. Sin embargo la
guerra es tan antigua como el hombre y amenaza con acompañarlo en su
paso por la tierra mientras éste perdure.
5º. El frecuente uso del recurso de la guerra y las horribles secuelas
dejadas por esta llamó a la sensibilidad racional de los seres humanos e
hizo posible que, aunque no se ha podido eliminar el conflicto armado como
recurso, en vista de la gravedad de las acciones ejecutadas por los
beligerantes, los Estados y los organismos especializados llegaran a la
conclusión de que era indispensable una reglamentación internacional de
estas cuestiones.
6º. El desarrollo y la codificación parcial del Derecho de guerra, durante la
segunda mitad del siglo XIX y el comienzo del XX, han traído como
consecuencia la formación de ciertos principios, que son ahora la base de
las regulaciones de la guerra en el D.I.
7º. El 27 de agosto de 1928, surge la primera prohibición legal de la guerra,
mediante el tratado de renuncia a la guerra, conocido como PACTO
BRIAND-KELLOGG, o pacto de parís, los Estados renuncian al uso de la
fuerzas duración fue ilimitada y no dependía de la Liga de las Naciones,
permitió que los Estados que lo suscribieron enunciara al uso de la fuerza
y de la guerra
8º.El Derecho de guerra es la parte del D.I. que trata de las relaciones entre
los Estados que se encuentran en estado formal de guerra o llevando a
cabo hostilidades reales en una guerra no declarada; constituye un vasto
cuerpo de normas consuetudinarias y establecidas en los tratados.
131
9º. En este sentido la humanidad ha concebido tres corrientes de Derecho
vinculadas y destinadas a la regulación de las acciones bélicas por parte
de los Estados. La Corriente del Derecho de La Haya y la del Derecho de
Nueva York y los medios y métodos de la guerra que estos regulan y
permiten.
10º. La Carta delas naciones Unidas en 1948, prohibió en su articulado, el
uso y la amenaza de la fuerza, prohibición esta que fue reafirmada y
desarrollada en la resoluciones de la Asamblea General como las 2625
(XXV) o l a3314. Surgiendo así un número marco jurídico y político e
institucional con implicaciones distintas en materia de defensa en el mundo
actual y en el siglo XIX, dado que la guerra no estaba prohibida y l agresión
no era considerada licita, consecuencialmente los estados tenían que
protegerse y exclusivamente a traces de su capacidad disuasiva y, por ello,
las llamadas carreras de armamentos. ,
11º. El Derecho de Ginebra y el Derecho de la Haya, forman lo que se llama
JUS IN BELLO, es decir, la parte del Derecho de la Guerra por la que se
rige el comportamiento del Estado en caso de Conflicto Armado, valga decir
regula la conducción de las hostilidades.
12°. El Derecho Internacional humanitario contemporáneo tiene sus
orígenes en dos fuentes principales: el derecho de Ginebra, una normativa
destinada a proteger a las víctimas de la guerra.
13º. EL IUS AD BELLUM, por su parte, se refiere a la regulación del
derecho internacional a la hora de declarar una guerra y ejecutarla, es decir
a la facultad de ejercer el uso de la fuerza armada. La finalidad principal es
que el uso de las armas se limite a la legítima defensa, de forma
proporcional y centrada en objetivos militares. Sin embargo, también se
tratan temas como la intervención militar en Estados ajenos con la finalidad
de proteger los derechos humanos, pero siempre como
132
último recurso. Por eso, en el actual conflicto sirio se habla de agotar la vía
diplomática antes de cualquier posible actuación, aunque sea unilateral (sin
el consentimiento de las Naciones Unidas). Tal intervención unilateral ha
sido admitida como legítima en ciertos casos, pero sólo como vía
excepcional.
14º. EL IUS AD BELLO se centra en el derecho internacional en cuanto a
las actuaciones militares en concreto una vez se inician. Es decir, a la
regulación de ciertos estándares en los conflictos armados cuando ya se
están llevando a cabo. En este sentido se quieren proteger a los civiles y
otorgar unos derechos mínimos de trato a los combatientes, evitando el uso
de ciertas armas de destrucción masiva (nucleares) y difusa, como
armamento químico. En esta materia también se regula la asistencia de los
heridos en conflictos armados y otros aspectos sobre la conducta armada
en proceso.
15º. EL IUS POST BELLUM comprende únicamente las responsabilidades
de guerra de aquellos que han incumplido el IUS AD BELLUM y el IUS IN
BELLO.
16º. Conflictos armados internacionales son aquellos conflictos que tienen
lugar entre dos o más Estados o, en el caso de ocupación, entre la
población del país ocupado frente al ejército ocupante. Conviene señalar
que el artículo 2 de la Convención de Ginebra de 1949 establece que
una situación puede ser calificada como conflicto armado aunque no
se oponga resistencia a la ocupación o aunque las partes no
reconozcan la existencia del conflicto.
17º. La guerra ofensiva es aquella donde una parte comienza las
hostilidades. La guerra defensiva es la que organiza la parte atacada en
ejercicio de su derecho de defensa. Francisco de vittoria jurista dominico
nacido en burgos en el año 1486, consideraba a la guerra de defensa
133
como justa. en cambio la guerra de agresión solo será justa para vittoria si
se declara por una autoridad legítima, que ejerce el cargo con consenso y
para el bien de su pueblo; por una causa justa, que sería la violación de los
derechos naturales; y con el fin de lograr la paz
18º. Generalmente se entiende que una confrontación pasa a ser
considerada un conflicto armado cuando entrañe el uso directo de la fuerza.
En el artículo 3 de la resolución 3314, la Asamblea General de las Naciones
Unidas ha establecido que la agresión existe independientemente de que
haya o no declaración de guerra. Según el artículo 2 de la Cuarta
Convención de Ginebra de 1949, cualquier diferencia entre Estados que
lleve a la intervención armada merece la calificación de “conflicto armado”,
aunque las partes nieguen la existencia del mismo o haya tenido lugar un
único incidente.
19°.El Derecho de la Guerra Aérea tiene sus orígenes en la Primera
Conferencia Internacional de Paz de La Haya (1899), evento en el que las
Potencias participantes percibieron el efecto potencial de las nuevas
tecnologías de la guerra aérea y proscribieron descargar proyectiles y
explosivos desde globos u otros nuevos medios de similar naturaleza. Esta
prohibición se extendería en la Segunda Conferencia Internacional de Paz
de La Haya (1907) hasta el cierre de la Tercera Conferencia Internacional,
que no se llevó a cabo, y por lo tanto dejó un vacío institucional importante.
20°. La guerra aérea, por definición, utiliza la violencia en sus acciones y,
por consiguiente, genera víctimas. Por la primera circunstancia, debe
ajustarse al derecho de la guerra y cumplir las leyes y los usos de la guerra
y, por la segunda, tiene que cumplir el derecho internacional
134
humanitario, protegiendo a las víctimas del conflicto y absteniéndose de
atacar a las personas protegidas.Aunque no exista una legislación
específica a sobre la guerra aérea, como ocurre con la guerra terrestre y la
marítima, hay normativas como las de La Haya y el Protocolo I de Ginebra
que establecen restricciones, prohibiciones y directivas para su uso. Por
otro lado, la acción hostil aérea, para que sea lícita tiene que cumplir los
cuatro principios del derecho humanitario: limitación, necesidad militar,
humanidad y proporcionalidad.
21°.Del mismo modo, a la guerra aérea se aplican todas las normas
derivadas del derecho consuetudinario, así como las extrapolaciones que
se puedan deducir de aplicar el criterio del derecho comparado. Por último,
el Manual de San Remo, a pesar de no ser un elemento del derecho
convencional, puede proporcionar mucha luz con respecto a la utilización
de las aeronaves en el ambiente marítimo.
22°.La ausencia de una normativa aeroespacial no impide la aplicación del
derecho de la guerra a las acciones hostiles aéreas ni deja a ninguna de
ellas fuera de su ámbito. Por todo ello, aunque deseable, no parece
necesaria la elaboración de una normativa específica; por el contrario,
existiría el riesgo de que, si fuese excesivamente concreta o restrictiva, no
contaría con el apoyo de la mayoría de los países; y, si no fuese específica,
es suficiente lo contemplado por el actual derecho de la guerra.
23°.La inminente amenaza del bioterrorismo y de la guerra biológica, como
indudables flagelos de la humanidad, puede convertirse en un hecho de
impredecibles consecuencias. Por consiguiente es necesario que las
organizaciones internacionales, los gobiernos, científicos e intelectuales y
la población en todos los países del orbe, no solo tomen conciencia de este
peligro potencial, sino que desarrollen acciones concretas en evitación de
la proliferación y empleo de este tipo de arma.
135
24°.Los drones son, sencillamente, aviones teledirigidos. Su tamaño oscila
entre el de un avión comercial y una maqueta de aeromodelismo, aunque
se habla ya de nanodrones que tendrán el tamaño de una mosca. Lo ideal
es que se utilicen para ayudar en catástrofes y otras misiones civiles. Los
países que están en guerra los utilizan para atacar al enemigo. La ética de
la guerra se basa en dos principios: diferenciar entre combatientes y civiles,
y que haya un mínimo de consecuencias para la población civil en la
persecución de los objetivos militares. El presente libro estudia el creciente
empleo de drones en las guerras sucias de Estados Unidos (Irak,
Afganistán, Libia, Yemen, Somalia...), sobre todo por parte de la CIA, de
organizaciones vinculadas con el Pentágono y de contratistas privados que
reclutan mercenarios. Los drones de guerra son manipulados por individuos
con varias pantallas ante sí; dicen: «ese tipo tiene pinta de terrorista
islámico», y el analista de imagen lo confirma o lo niega, y según el caso
se le mata o se le deja en paz. Guerra sucia significa aquí buscar desde el
aire a cualquier posible indeseable y, en vez de capturarlo, para ver si es
él, y juzgarlo, para verificar su culpabilidad, se le lanza un misil y se le hace
trizas, a él y a cuantos estén a su alrededor. Barak Obama tiene su lista
secreta de indeseables, la CIA tiene otra, los militares la suya, y así hasta
que se acaben los presuntos terroristas islámicos y aparezcan otros que
justifiquen la continuidad de la industria de guerra de Estados Unidos... Los
drones del futuro serán autónomos, «identificarán» personal y lanzarán
misiles por su cuenta. Y los drones no saben nada de ética. Y veremos qué
ocurre cuando los «terroristas» consigan drones para sus fines o cuando
Estados Unidos tropiece con otro Vietnam.
25°.El MQ-9 Reaper (o Segador, como también se le conoce) no necesita
tripulación y puede ser operado desde miles de kilómetros de distancia,
como casi todos los de su tipo.Pero este es el non plus ultra de los drones
que Estados Unidos usa para operaciones militares en ataques aire-tierra,
136
y supera a sus antecesores tanto en alcance y carga útil, como en tiempos
de vuelo. Puede alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora
cargando cuatro misiles Hellfire y varias bombas, y se mantiene en el aire
por 14 horas. El despliegue de tecnología que dio nacimiento al MQ-9
Reaper demuestra el interés cada vez mayor de los países desarrollados
en explorar la industria de los Vehículos Aéreos sin Tripulación con fines
bélicos y de vigilancia.
26°.Basándonos en la división del DIH en Derecho de La Haya y de
Ginebra, se ha analizado cada una de estas ramas. Por una parte se
analizó el Derecho de la Guerra Aérea y por otra el Derecho de Ginebra.
En cuanto al Derecho de la Guerra Aérea se puede concluir que al aplicarlo
a los drones, existen
principios que resultan incontrovertibles y que son
considerados Derecho Consuetudinario por parte del CICR, por lo cual su
aplicación debería ser obligatoria para todos los Estados del orbe. No
obstante lo anterior, hay vacíos y obsolescencia del Derecho de la Guerra
Aérea cuando se trata de drones, por lo cual se debería pensar seriamente
en hacer un régimen jurídico-internacional más estricto porque los drones
tienen un funcionamiento por el cual se puede decidir cuándo desplegar el
ataque y por tanto esto debería ser en favor de la población civil no
combatiente.
En cuanto al Derecho de Ginebra en materia de uso de drones, podemos
decir que es fundamental ante los vacíos de permite el Derecho de la
Guerra Aérea. Se constató que el DIH
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141
Anexos
142
GLOSARIO DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.
1.- Nacionalismo: Sentimiento patriota, aspiración de un pueblo o etnia a
constituirse
en
éste
autónomo
dentro
de
un
Estado.
2.- Sistema de Alianzas: Se divide en dos; la Triple Entente y la Triple
Alianza. Es un sistema defensivo, trajo tensión e intereses encontrados
entre
potencias
y
además
aumentó
la
hostilidad.
3.- Paz Armada: Periodo de la historia política de Europa que se extiende
desde el fin de la Guerra Franco-Prusiana hasta el inicio de la Primera
Guerra Mundial y que se caracteriza por el fuerte desarrollo de la industria
Bélica de las potencias y por la creciente tensión en las relaciones
internacionales.
4.- Triple Alianza: Sistema constituido por Alemania, Austro-Hungría e
Italia. Fue creado por Bismarck en 1882, ellos querían expandirse. Su líder
era
el
káiser
Guillermo
II.
5.- Triple Entente: Sistema constituido por Inglaterra, Francia y la Rusia
del
Zar
Nicolás.
6.- Unificación: Acción y resultado de unificar o unificarse.
7.- Alsacia y Lorena: Territorios ubicados del este de Francia cedidos a
Alemania tras la derrota en la Guerra Franco-Prusiana de 1871.
8.- Imperio Otomano: Imperio Musulmán surgido en el siglo XIII que
unificó los territorios de Medio Oriente y la actual Turquía, bajo una
monarquía
que
unía
el
poder
Político
y
Religioso.
9.- Gavrilo Prinzip: Nacionalista serbio que asesinó al Archiduque
Francisco Fernando y su esposa, responsable de la Primera Guerra
Mundial.
10.- Guerra de Movimiento: Se desarrolló en tres frentes durante Agosto
y Diciembre de 1914; el Frente Occidental; ubicado desde la costa del canal
de la Mancha en Francia hasta la frontera con Suiza; el Frente Oriental; en
Prusia
Oriental
y
Polonia,
y
por
último
los
Balcanes.
11.- Batalla de Tannemberg: Fue cuando los alemanes derrotaron a los
rusos en Prusia Oriental deteniendo su avance hacia Europa Central.
12.- Trincheras: Líneas estáticas de fortificaciones cavadas en el suelo y
enfrentadas ante su enemigo.
143
GLOSARIO DE TÉRMINOS DE LA II GUERRA MUNDIAL
1. Aliados.- El bando de los Aliados se enfrentó a las potencias del Eje
durante la segunda guerra mundial. Las principales potencias que
conformaron ese bando fueron: Gran Bretaña, Francia (exceptuando el
período de su ocupación por Alemania 1940-1944), la URSS (desde la
agresión alemana en junio de1941), Estados Unidos (desde la agresión
japonesa en diciembre de 1941) y China, que ya peleaba contra Japón
desde 1937, antes del estallido de la guerra general. De una forma más
amplia se denomina aliados a todos los firmantes de la Declaración de las
Naciones Unidas el 1 de enero de 1942.En conjunto fueron 26 países
2. Barbarrroja, operación.- Tanto Stalin como Hitler eran conscientes que,
pese al Pacto de no agresión germano-soviético firmado en agosto de
1939, el enfrentamiento entre ambas dictaduras era inevitable. Stalin
pensaba que Hitler no atacaría a la URSS hasta que no hubiera
conquistado Francia y Gran Bretaña. La rápida derrota francesa hizo que
Stalin enviara a Molotov a Berlín para emprender más negociaciones y
tratar de evitar el ataque alemán. Sin embargo, Hitler había decidido ya la
invasión: el 21 de junio de 1941 las tropas alemanas atravesaron la frontera
soviética.
3. Campo de concentración.- Prisión destinada a retener prisioneros de
guerra, presos políticos o grupos de personas perseguidos por cualquier
razón. Los primeros campos de concentración fueron creados por los
españoles en la guerra de Cuba (1898). Fueron tristemente famosos los
campos de concentración nazis, por el genocidio realizado en ellos.
4. Churchill, Winston.- (1874-1965) Político británico, liberal en sus inicios
y posteriormente conservador. Dirigió el Reino Unido como primer ministro
durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. Junto con Roosevelt
y Stalin, diseñó en varias conferencias (Yalta y Potsdam) el futuro mapa de
Europa. Destacó por su oposición al nazismo y a cualquier acuerdo de paz
con Alemania durante la guerra. En 1945 pasó a la oposición tras perder
las elecciones generales, y se convirtió en un activo político anticomunista.
144
5. Colaboracionismo.- Política de apoyo a la Alemania nacionalsocialista
durante la Segunda Guerra Mundial. Fue seguida por diversos gobiernos y
movimientos políticos en la Europa ocupada por los ejércitos alemanes. En
Francia estuvo representada por el gobierno de Vichy del mariscal Petain.
En el resto de Europa, se extiende a todos los países ocupados por los
nazis: Dinamarca, Holanda, Bélgica, el norte de Francia o gran parte de los
Balcanes y en los "estados vasallos" como la Francia de Vichy, Noruega o
Croacia donde existió una ocupación parcial del ejército y los cuerpos de
represión alemanes. En estos territorios surgieron movimientos
colaboracionistas que ayudaron a la Alemania nazi.
6. Eisenhower, Dwight.- (1890-1969), General y presidente
estadounidense. Nació en Denison (Texas), y participó en la Segunda
Guerra Mundial como comandante supremo de las fuerzas aliadas que, en
1944, desembarcaron en Normandía. Volvió a Europa en 1951 como
comandante supremo de la OTAN, y en1953 fue presidente.
7. Eje.-Nombre que se dio a la colaboración entre la Alemania nazi y la Italia
fascista entre 1936 y 1945. Durante la Segunda Guerra Mundial se empleó
el término “potencias del Eje” referido a Alemania, Italia, Japón y sus
aliados.
8. El Alamein, batalla.- Batalla en el norte de África (1942) en que los
británicos tenían la intención de rechazar y hacer retroceder al ejército de
Rommel. Tras varios días de duros combates, las tropas de Rommel
tuvieron que retirarse pese a las reiteradas órdenes del Führer de
resistencia a toda costa. La batalla de El Alamein fue clave en el desenlace
de la guerra en el norte de África. El desembarco anglo- norteamericano en
Marruecos, Argelia y Túnez pocos días después permitió la derrota
definitiva del "Afrika Korps" y de sus aliados italianos y el control aliado del
norte de África. Este control permitió el ulterior ataque a Italia que propició
la caída de Mussolini.
9. Fascismo.- Régimen totalitario que gobernó Italia entre 1922 y 1945.
También se llama así al movimiento que lo originó y su ideología. En un
sentido amplio, se aplica a todos los regímenes totalitarios que se inspiran
en el modelo italiano para enfrentarse al avance del socialismo y de la
democracia.
145
10. Francia Libre.- Charles De Gaulle huyó a Gran Bretaña tras la
ocupación nazi de Francia. Desde allí, llamó a sus compatriotas a continuar
la guerra contra Alemania. En torno a él se formó el denominado
movimiento de la Francia Libre que, poco a poco, fue ganando adeptos
dentro y fuera del país. Fue aceptado por los aliados como el representante
de la Francia resistente tras la liberación de París en agosto de 1944.
11. Gestapo.- Siglas de Geheime Staatspolizei. Policía política secreta del
Estado nacionalsocialista creada por Goering en 1933 para controlar,
combatir y eliminar a todos los opositores al régimen hitleriano. Dependía
del Ministerio de Interior y era un cuerpo paramilitar independiente del
ejército regular. Se diferenciaba también de las SS, que eran la policía
militarizada del partido nazi. La Gestapo extendió su acción a toda la
Europa ocupada por los nazis durante la guerra, y organizó la deportación
de los judíos alemanes y europeos a los campos de exterminio.
12. Gueto.- Barrio de casas altas y calles estrechas rodeado de muros,
habitado por comunidades judías en las ciudades italianas del siglo XVI. La
revolución francesa, que igualó a los judíos con los demás ciudadanos,
terminó con los guetos europeos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los
nazis encerraron a los judíos de Europa Oriental en barrios convertidos
nuevamente en guetos, aislándolos de todo contacto exterior mediante
murallas. El gueto de Varsovia, que contaba con 500.000 personas, se
rebeló y fue destruido en 1943, tras una heroica defensa.
13. Goebbels, Joseph Paul. (1897-1945) Dirigente alemán
nacionalsocialista, jefe del partido nazi en Berlín desde 1926 y ministro de
Propaganda de Hitler desde 1933. Fue responsable de la política
informativa y cultural del régimen y, como tal, gran comunicador y
movilizador de masas. Se suicidó en 1945, al mismo tiempo que Hitler.
14. Guerra relámpago.- Nueva táctica militar utilizada por el ejército
alemán en el inicio de la segunda guerra mundial. Su principal novedad fue
el uso de divisiones acorazadas de tanques, las "Panzer división en", como
punta de lanza que penetraba con gran rapidez en los sistemas de defensa
enemigos. La artillería y la infantería motorizada seguían el avance rápido
de los tanques. El sistema se completaba con el apoyo aéreo, Estas
tácticas fueron empleadas con enorme éxito en las campañas victoriosas
de los primeros años de la segunda guerra mundial.
146
15. Hendaya, entrevista.- Negociaciones para una posible entrada de
España en la guerra junto al Eje. Ante la marcha favorable de la guerra para
Hitler, Franco abandonó en junio de 1940 su posición de neutralidad en la
guerra por una de "no beligerancia" con la que la España de Franco no
ocultaba sus simpatías por el Eje. España pidió a Alemania ayuda material
y militar y el reconocimiento de diversas demandas territoriales en el
Marruecos francés. Hitler no estaba dispuesto a pagar un precio tan alto
por la entrada de España en el conflicto. La falta de entendimiento y el
progresivo cambio del signo de la guerra en beneficio de los Aliados
alejaron definitivamente la perspectiva de la entrada de España en el
conflicto. Franco multiplicó los gestos de concordia hacia los aliados y en
octubre de 1943 abandonó la "no beligerancia" volviendo a una estricta
neutralidad.
16. Himmler, Heinrich.- (1900-1945) Jefe de la policía nazi, tuvo un poder
inmenso en la Alemania hitleriana. Impuso una extrema represión contra
cualquier manifestación de oposición. Fue responsable de la organización
del genocidio sistemático en los campos de concentración.
17. Hiro-Hito.- (1901-1989) Emperador de Japón desde 1926 hasta su
muerte. Según la tradición, gobernante divino cuya voluntad era
sacrosanta. Hasta la Segunda Guerra Mundial, sus gobiernos llevaron a
cabo una política expansionista, pero en 1945 se mostró partidario de la
rendición. A pesar de las peticiones para que fuera juzgado como criminal
de guerra, los estadounidenses lo mantuvieron como emperador con un
poder limitado y desposeído de su carácter divino.
147
18. Hitler, Adolf.- (1889-1945) Político alemán nacido en Austria y principal
dirigente del Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes
(nazi). Implantó una dictadura despiadada desde su ascenso al poder en
1933. Dirigió la política expansionista alemana que culminó en el estallido
de la Segunda Guerra Mundial.
148
19. Holocausto.- Exterminio sistemático de las comunidades judías
practicado durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania y en los
territorios europeos ocupados por las tropas alemanas, como consecuencia
de la política antisemita del régimen nazi. A partir de 1941, se aplicó la
llamada “solución final” en campos de concentración especialmente
preparados para el genocidio. Se calcula que murieron asesinados entre 3
y 6 millones Inglaterra, batalla de.- Nombre con el que se conoce la serie
de combates que libraron sobre Reino Unido las aviaciones alemana y
británica entre el 10 de julio y el 31 de octubre de 1940. Debía ser el preludio
de la invasión alemana de la isla. El fracaso en esta batalla obligó a
cancelar la invasión.
20. Maquis.- Guerrilleros del bando republicano que, una vez acabada la
Guerra Civil española (1936-1939), siguieron combatiendo en zonas
aisladas y de difícil acceso. También se aplica a los ciudadanos que se
enfrentaron a los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial sin estar
organizados dentro de un ejército regular. En este último caso también se
les conoce como La Resistencia.
21. Midway, batalla.- Esta batalla naval en el Pacífico tuvo lugar en junio
de 1942 y fue en realidad más bien una batalla aérea entre las fuerzas
norteamericanas y japonesas. Esta batalla demostró la importancia capital
de los portaviones en la guerra marítima y supuso un duro golpe para la
armada y la aviación japonesas, alejando el peligro de más conquistas
niponas en el Pacífico. La batalla de Midway igualó las fuerzas navales
norteamericanas y japonesas en el Pacífico y supuso un cambio estratégico
a favor de los Estados Unidos en la guerra del Pacífico.
22. Mussolini, Benito.- (1883-1945).- Político italiano fundador del
fascismo. Ocupó el poder en 1922, instaurando paulatinamente una
dictadura personal. Llevó a cabo una política exterior expansionista y se
alió con la Alemania nazi, formando el Eje con este país. Fue apresado y
ejecutado el 28 de abril de 1945.
23. Nazismo.- También conocido como nacionalsocialismo. Partido
fascista alemán. Algunas de sus características ideológicas son: considerar
al pueblo, en cuanto raza, como un valor más elevado que el de individuo,
y concretamente, a la raza aria como superior a todas las demás; el
149
antisemitismo, es decir, la creencia de que el pueblo judío encarna lo peor
del género humano y por tanto debe ser destruido.; la oposición tanto al
régimen democrático-liberal como al socialismo.; la práctica de la violencia
contra las personas y los bienes de aquellos a quienes consideran
enemigos. Este partido político fue dirigido por Adolf Hitler, vinculado a la
extrema derecha nacionalista y racista germana. La crisis de 1929 le
permitió un gran crecimiento y, con el apoyo de los partidos conservadores,
llegó al poder en 1933, implantando rápidamente una férrea dictadura.
Destacó por la violencia de sus métodos y la agresividad de sus principios,
y fue la causa principal de la Segunda Guerra Mundial y del holocausto
judío.
24. Normandía, desembarco de.- Invasión de la Francia ocupada por los
alemanes por parte de los aliados occidentales durante la Segunda Guerra
Mundial. Se produjo el 6 de junio de 1944, el llamado “Día D”. De esta
manera se abrió el frente occidental, obligando a los alemanes a luchar en
dos frentes.
25. Núremberg, leyes de.- Leyes antisemitas promulgadas en la ciudad
alemana de Núremberg en septiembre de 1935, durante el congreso del
partido nazi. Privaban a los judíos de los derechos cívicos, prohibían los
matrimonios mixtos y las relaciones sexuales entre judíos y alemanes.
26.Nuremberg, juicios.- Serie de juicios celebrados en Nuremberg,
Alemania, en 1945-1946, en los que antiguos líderes nazis fueron acusados
y juzgados como criminales de guerra por un Tribunal Militar Internacional.
La acusación a la que debieron responder se basaba en cuatro cargos: (1)
crímenes contra la paz (planear, instigar y librar guerras de agresión
violando los acuerdos y tratados internacionales); (2) crímenes contra la
humanidad (exterminio, deportaciones y genocidio); (3) crímenes de guerra
(violación de las leyes de guerra), y (4) "haber planeado y conspirado para
cometer" los actos criminales anteriormente mencionados.
27. ONU (Organización de las Naciones Unidas).- Fue creada por los
aliados durante la Segunda Guerra Mundial para sustituir a la Sociedad de
Naciones. Su estructura definitiva se determinó en la Conferencia de San
Francisco, celebrada entre abril y junio de 1945.
150
28. Pearl Harbor.-Principal base naval de Estados Unidos en las islas
Hawái (océano Pacífico). Fue atacada, sin previa declaración de guerra,
por la aviación japonesa el 7 de diciembre de 1941. Al día siguiente,
Estados Unidos declaró la guerra a Japón.
29, Pétain, Henri-Philippe (1856-1951).- Militar y político francés.
Consiguió un gran prestigio en la batalla de Verdún, siendo nombrado
comandante en jefe en 1917 y mariscal de Francia en 1918. En 1940,
después de la derrota francesa ante los nazis, el norte de Francia quedó
bajo control alemán. Pétain fue nombrado primer ministro del gobierno de
la zona sur, con sede en la población de Vichy, y llevó a cabo una política
de colaboración con los alemanes.
30. Potsdam, Conferencia de.- Conferencia que se celebró entre julio y
agosto de 1945; fue la última en la cumbre de los aliados de la Segunda
Guerra Mundial. En ella se decidió el control aliado en Alemania, la política
de reparaciones, las pérdidas territoriales de Alemania y la intervención
soviética en la guerra contra Japón.
31. Resistencia, La.- Nombre con el que se conoce el conjunto de acciones
que surgieron en Europa durante la Segunda Guerra Mundial contra la
ocupación alemana y el régimen nazi y sus aliados. Fue especialmente
activa en Europa Oriental; sobre todo, en Yugoslavia y la URSS.
32. Rommel, Erwin.- (1891-1944) Militar alemán que durante la Segunda
Guerra Mundial estuvo al mando del ejército del norte de África. Por su
brillante estrategia se le conoció con el sobrenombre de “Zorro del
Desierto”. Sospechoso de participar en un complot contra Hitler, parece que
fue obligado a suicidarse en 1944.
33. Roosevelt, Franklin Delano.- (1882-1945) Presidente de Estados
Unidos desde 1932. Preocupado con por los efectos de la Gran Depresión,
puso en marcha el programa económico del New Deal. A comienzos de la
Segunda Guerra Mundial se mantuvo neutral, pero después del ataque
japonés a Pearl Harbor, se alineó con el bando aliado. Intervino
activamente en las diferentes conferencias que configuraron políticamente
el mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial. En 1945, cuando aún no
había acabado su mandato, murió repentinamente en Warm Spring. Sus
ideas y propuestas ejercieron una gran influencia en la creación de la ONU.
151
34. SS.-Abreviatura de Schutzstaffel (grupo militar de protección).
Formación paramilitar que, a partir de1933, actuó como policía del partido
nazi. Llegó a controlar la totalidad de los cuerpos de policía en Alemania.
Durante la guerra creó sus propias unidades de combate, que destacaron
por su ferocidad y fanatismo.
35. Stalin, José (1879-1953) Máximo dirigente de la URSS tras la muerte
de Lenin. Miembro destacado del partido bolchevique desde su juventud,
desempeñó puestos importantes a partir de la Revolución de octubre de
1917. Ocupó la Secretaría General del partido en 1922. Después de la
muerte de Lenin en 1924, eliminó a sus adversarios, logrando un poder
indiscutido que le permitió instaurar una férrea dictadura personal hasta
1953.
36. Stalingrado, batalla de.-Derrota sufrida por el ejército alemán en el
invierno de 1941-1942, ante las tropas soviéticas. Marcó el comienzo de la
retirada alemana de la URSS. En adelante, el ejército hitleriano no cesó de
retroceder en el frente oriental hasta su completa derrota en 1945.
37. Totalitarismo.-Régimen político caracterizado por la concentración de
poderes en un partido único y su jefe, la abolición de los derechos
individuales y la pretensión del Estado de dirigir y controlar todas las facetas
de la vida social y privada. Por ejemplo en nazismo y estalinismo
38. Truman, Harry S. (1884-1972) Político demócrata estadounidense y
vicepresidente de la nación en 1944. Tras la muerte de Roosevelt en 1945,
accedió a la presidencia de Estados Unidos. Durante su mandato ordenó
el lanzamiento de la primera bomba atómica en Hiroshima, y luego en
Nagasaki. Fue reelegido para el período 1949-1953. Impulsó el Plan
Marshall, la creación de la OTAN y la intervención en la guerra de Corea.
39. Vichy, régimen de.-Después de la capitulación de Francia ante
Alemania en 1940, se instauró en Francia una dictadura conservadora
presidida por el mariscal Pétain, que colaboró con los alemanes. Recibió
su nombre de la ciudad donde se instaló el Gobierno: Vichy.
40. Yalta, Conferencia de.- Reunión celebrada en esta ciudad soviética, en
febrero de 1945, entre Stalin.
152
41Roosevelt y Churchill. En ella, los tres dirigentes llegaron a acuerdos
sobre las actuaciones que habrían de llevarse a cabo después de la
finalización de la guerra.
153
GLOSARIO DE TÉRMINOS MILITARES Y DE SEGURIDAD
1. Abastecimiento. Función logística que comprende el cálculo de
necesidades, la obtención, el almacenamiento y la distribución de artículos
de todas las clases.
2. Alerta de reacción rápida. Procedimientos de preparación destinados
a reducir los tiempos de reacción y hacer aumentar las posibilidades de
supervivencia de los aviones tácticos, los proyectiles dirigidos y las zonas
de la OTAN.
3. Alto comando. Autoridad que un militar ejerce sobre sus subordinados
por razón de grado o empleo.
4. Alto mando. Organismo o conjunto de organismos militares, del más
alto nivel, encargados de la preparación de la Fuerza Armada desde el
tiempo de paz y de emplearla durante las operaciones de guerra.
5. Amenazas. La noción de las amenazas a la seguridad nacional parte de
una noción táctica y operativa, orientada a contener, neutralizar o
desactivar.
6. Antagonismos. Todo tipo de obstáculos y/o interferencia a la seguridad
nacional, que puede ser patrocinado por otro poder nacional o por agentes
no estatales, o bien ser de origen natural o antropogénico, que impide o
limita la consecución de las aspiraciones, interés y objetivo nacional. Se
clasifican en riesgos y amenazas.
7. Armas de radiación realzada. Un arma, como la cabeza de neutrones,
con efectos elevados y rápidos de radiación y efectos relativamente
limitados de explosión.
154
8. Armas nucleares de frente de batalla. Sistemas de corto alcance (entre
0 y 150 km), principalmente artillería y proyectiles dirigidos.
9. Avión táctico. Avión con base en tierra o un portaaviones, destinado
primordialmente para las fuerzas con fines generales. A algunos elementos
norteamericanos selectos se les asignan misiones nucleares estratégicas
de rutina.
10. Ayuda de penetración. Dispositivos empleados por los sistemas de
armas ofensivas, tales como bombarderos y proyectiles dirigidos balísticos,
para hacer aumentar las probabilidades de penetración en las defensas del
enemigo.
11. Baja. Pérdida o falta de un individuo en una unidad o repartición militar.
12. Barricada. Obstáculos hechos con medios de fortuna, tales como
troncos, piedras o vehículos volteados. Sirve para hacer obstrucciones en
las calles, caminos o campos de aterrizaje.
13. Batalla. Encuentro decisivo entre dos fuerzas de efectivos muy
importantes. Normalmente es realizada por Grandes Unidades, capaces de
actuar en más de una dirección.
14. Batallón. Es la unidad táctica y orgánica de la Infantería, que se toma
como base para la constitución de las Unidades Superiores. Blitzkrieg.
Acción ofensiva arrolladora, realizada con fuerzas potentes y móviles,
principalmente blindadas y aviación.
15. Bolsón. Penetración en forma de bolsa, de un ataque enemigo a una
posición defensiva.
16. Bomba atómica. Una bomba basada en la fisión rápida de
combinaciones de materiales selectos, provocando una explosión (y
emisión de radiación).
155
17. Bomba de hidrógeno. Una bomba nuclear que obtiene su energía, en
gran parte, de la fusión nuclear, desencadenada por un dispositivo de fisión;
es un arma termonuclear.
18. Brigada. Nombre genérico que se da a las grandes unidades
constituidas por tropas.
19. Comandos. Unidades e individuos entrenados para operaciones
especiales: terrestres, anfibias o aerotransportadas, que generalmente se
emplean para efectuar incursiones con pequeños elementos.
20. Combate. Encuentro entre dos fuerzas militares de relativa importancia.
Sus resultados pueden ser o no, decisivos para la batalla.
21. Contrainteligencia. Las estrategias, acciones y políticas en materia de
contrainteligencia tienen como propósito proteger la capacidad del Estado
para emprender acciones que permitan salvaguardarla Seguridad Nacional
de actos hostiles que pretendan infiltrar las instituciones, manipular los
procesos de toma de decisiones y sustraer información sobre las
estrategias, metodologías y acciones orientadas a preservar la Seguridad
Nacional. En términos generales las medidas en la materia pueden ser
preventivas o activas.
22. Dar cuenta. Informar a la autoridad superior de una ocurrencia.
Defensa Aérea. Conjunto de acciones, recursos y medios que adopta y
dispone [un Estado], destinado a anular o reducir cualquier acción hostil a
fin de garantizar la soberanía del espacio aéreo y preservar las áreas vitales
del país.
156
23. Defensa Civil. Organización de la población, por parte de las
autoridades civiles apoyadas por las fuerzas armadas, con el fin de
protegerla de acciones hostiles, reducir los daños y posibilitar la continuidad
del esfuerzo de la defensa.
24. Defensa del Ciberespacio. Conjunto de acciones, recursos y
mecanismos que adopta y dispone [un Estado] para identificar, prevenir y
contrarrestar toda amenaza proveniente del ciberespacio que afecte la
infraestructura crítica nacional.
25. Defensa Marítima. Conjunto de acciones, recursos y medios que
adopta y dispone [un Estado], destinado a Proteger sus intereses marítimos
y preservar la soberanía, independencia e integridad de las zonas
marítimas y territorio nacional
26 .Defensa Nacional. Conjunto de acciones, recursos y medios que
adopta y dispone [un Estado] para garantizar la integridad, independencia
y soberanía de la Nación, así como prevenir o eliminar las amenazas
tradicionales y emergentes, riesgos y desafíos que procedan del ámbito
externo e interno, y de esta forma contribuir a la estabilidad y desarrollo
nacional.
27. Defensa nacional. Conjunto de medidas y de previsiones destinadas a
garantizar la seguridad integral de la Nación y permitirle el logro de sus
Objetivos Nacionales.
28. Desarme. Reducción o limitación que hace una nación de sus
elementos de guerra o de su preparación para la misma.
29. Despliegue. Operación mediante la cual las tropas reunidas en zonas
de concentración o de reunión, pasan a ocupar el dispositivo previsto en
los planes de operaciones para su empleo.
157
30. Destacado. Individuo o grupo perteneciente a una unidad, que ha sido
separado de ella para cumplir una misión específica, o que ha sido puesto
temporalmente a disposición de otro comando.
31. Destacamento. Reunión bajo un solo comando de unidades de
combate y de apoyo, de diferentes armas y servicios, con las cuales se
constituye un equipo de combate para cumplir una misión determinada. 32.
Disponibilidad. Situación de los recursos que se encuentran en
condiciones de ser catalogados a la situación de actividad.
33. Doblar la columna. Sobrepasar un elemento de una columna de
marcha a otro, sobre un mismo itinerario y en la misma dirección de marcha.
34. Doctrina de Seguridad Nacional. Refiere al conjunto de conceptos
aprobados, difundidos y aceptados que guían las conductas y
comportamientos individuales y colectivos en materia de Seguridad
Nacional.
35. Doctrina Militar. Conjunto de normas, conceptos, tradiciones y
costumbres netamente militares aprobados, difundidos y aceptados que
guían las conductas y comportamientos individuales y la operación
colectiva de las fuerzas armadas en el cumplimiento de sus misiones
constitucionales.
36. Economía de fuerzas. Principio de la guerra que exige el empleo,
adecuadamente dosificado y con destreza, de los medios disponibles para
cumplir una misión empleando únicamente los recursos necesarios.
37 Escaramuza. Encuentro de poca importancia entre dos fuerzas
enemigas y cuyos resultados no son decisivos.
158
38. Escuadrón. Unidad militar del ejército del Aire equiparable en
importancia o jerarquía al batallón del ejército de Tierra.
39. Estrategia aérea. Parte de la estrategia militar que concibe la forma de
emplear el poder aéreo del país, a fin de coadyuvar el logro de los objetivos
políticos.
40. Estrategia de gobierno. Arte de concebir la forma de emplear el poder
nacional, ante situaciones coyunturales y a mediano plazo, de acuerdo con
la orientación establecida por la Política de Gobierno, en la consecución de
los objetivos nacionales.
41. Estrategia militar. Ciencia o arte de concebir la forma de emplear a las
fuerzas armadas nacionales, para alcanzar los objetivos militares,
derivados de los objetivos políticos.
42. Estrategia nacional. Ciencia o arte de concebir la forma de emplear el
poder y potencial del Estado, conforme a la orientación de la política
nacional, en la consecución de los objetivos nacionales.
43. Estrategia naval. Parte de la estrategia militar que concibe la forma de
emplear el poder naval del país, a fin de coadyuvar el logro de los objetivos
militares y protegerlos intereses marítimos derivados de los objetivos
políticos.
44. Estrategia terrestre. Parte de la estrategia militar que concibe la forma
de emplear el poder terrestre del país, a fin de coadyuvar el logro de los
objetivos militares derivados de los objetivos políticos.
45. Estrategia. Ciencia y arte de concebir la forma de emplear los medios,
actuales o potenciales para alcanzar y/o mantener los objetivos a largo
plazo.
159
46. Facción. Término genérico empleado para significar que el individuo o
unidad a que se refiere está en servicio o cumpliendo una actividad
determinada.
47. Fila. Formación en la cual los individuos, los vehículos, las armas, etc.,
se encuentran unos al costado de los otros, paralelamente, con el mismo
frente y en el mismo alineamiento.
48. Frente de batería. Distancia, en metros, entre las piezas extremas de
una batería en posición, medida perpendicularmente a la línea de base. 49.
Frente. Longitud normal a la dirección de marcha o de progresión de una
unidad del área bajo su responsabilidad.
50. Fuerte. Término empleado para significar que un elemento es más
importante, o que caracteriza a un conjunto; así se dice: fuerte en tanques,
fuerte en infantería, etc. En el Ejército norteamericano se llama así a una
instalación militar permanente, incluyendo sus áreas de entrenamiento.
51. Grado. Puesto jerárquico o cada una de las categorías de la jerarquía
militar, en este sentido es sinónimo de empleo.
52. Gran unidad. Denominación genérica que se da a la reunión, bajo un
solo comando, de elementos combatientes y de servicios, de modo que sea
autosuficiente y balanceada, siendo la organización fija o permanente.
53. Guarnición. Conjunto de tropas, de cualquier naturaleza, que se
encuentra en una localidad y sus alrededores.
54. Guerrilla. Formación en orden disperso de pequeños elementos de
Caballería. Voz de mando ejecutiva para adoptar dicha formación.
55. Hora cero. Expresión con que se designa el momento en que debe
comenzar una operación cualquiera. Particularmente se emplea para
designar la hora en que comenzará el ataque.
160
56. Hostigar. Perseguir, acosar o molestar insistentemente al enemigo,
preferentemente con fuegos u otros medios capaces de mantenerlo en
estado permanente de zozobra.
57. Incursión. Operación que se efectúa con pequeños efectivos con el fin
de cumplir una misión específica en territorio ocupado por el enemigo,
cumplida la misión la tropa participante se repliega.
58. Infantería. Elemento combatiente principal del Ejército, cuya misión es
conquistar y mantener el terreno y destruir al adversario, para lo cual recibe
la cooperación y el apoyo de las otras armas.
59. Inteligencia Estratégica. Conocimiento sistematizado y jerarquizado
que tiene como propósito fundamental suministrar un marco de referencias
evaluativo y prospectivo para la toma de decisiones orientadas a la atención
integral de vulnerabilidades, riesgos y amenazas mediante la consideración
del vínculo entre seguridad, defensa y desarrollo en sus tres vertientes:
humana, político militar y económico ambiental. Ellos, con el fin de
anticiparse a los hechos, bien para administrar el cambio, adaptarse a él y
prevenir o mitigar sus efectos oportunamente o, en su caso, atender su
consecuencia.
60-Inteligencia. Conocimiento nuevo, útil, veraz, oportuno y pertinente
para la toma de decisiones y la coordinación de Seguridad Nacional,
generado y utilizado a partir del ciclo de planeación, recolección,
procesamiento, análisis, diseminación, explotación y retroalimentación de
la información. La inteligencia es información especializada que tiene como
propósito aportar insumos a los procesos de toma de decisión relacionados
con el diseño y ejecución de la estrategia, las políticas y las acciones en
materia de seguridad nacional. La generación de inteligencia está orientada
a conocer a profundidad todos los aspectos relacionados con los
fenómenos que representan amenazas y riesgos a la seguridad nacional;
161
como lo son las posibles manifestaciones de los mismos, su probabilidad
de ocurrencia e impacto, las variables que los componen y la relación
causal entre las mismas.
61. Invasión. Operación anfibia en gran escala, destinada a la conquista
de una cabeza de playa que sirva de base para lanzar y apoyar una
ofensiva terrestre de gran magnitud.
62. Itinerario vigilado. Es aquel sobre el cual se ejerce un control limitado
mediante puestos y patrullas de tránsito o por ambos procedimientos a la
vez.
63. Jurisdicción militar. Poder o autoridad que ejerce los tribunales y
autoridades militares, en materias cuya competencia determinan las leyes.
64. Ley marcial. Conjunto de disposiciones que dicta el Estado para su
defensa, en circunstancias excepcionales tales como guerra, revolución,
subversión, calamidad pública, etc.
65. Logística. Parte de la ciencia y arte militar que comprende todas las
actividades directamente relacionadas con la satisfacción de las
necesidades físicas de las tropas.
66. Maniobra. Uno de los principios de la guerra que exige la combinación
juiciosa del movimiento y de los medios disponibles para lograr la conquista
del objetivo, o de una posición más ventajosa, para alcanzarlos a pesar de
la acción del enemigo.
67. Marcha. Desplazamiento de tropas a pie, a lomo, motorizadas o
mediante una combinación de estas formas, empleando sólo los medios
orgánicos de las unidades.
68. Movilización. Preparación para la guerra u otras emergencias,
mediante la reunión y organización de los recursos de la nación.
162
69 .Municiones nucleares. Una bomba atómica, una ojiva o cabeza
nuclear u otro tipo de obús (por oposición a los dispositivos experimentales)
que explota como resultado de la energía liberada por los núcleos atómicos,
por fisión, fusión o ambas cosas
70. Nave de guerra. Cualquier embarcación destinada al combate dentro
o sobre la superficie del agua. Navegación. Conducción de una unidad,
embarcación o vehículo, de modo que en cualquier momento se pueda
determinar su posición y su dirección. Según el sistema de observación u
orientación que se emplee, la navegación puede ser astronómica, eléctrica,
observada, etc.
71. Neutralizar. Anular o disminuir la eficacia de la acción enemiga, de los
medios que emplea, o de cualquier artefacto peligroso. Volver inactivo, por
acción química o de otra naturaleza, a su producto químico tóxico.
72. Nivel operativo. Cantidad de abastecimiento, que requiere una unidad
o instalación, expresada en días de abastecimiento, necesaria para apoyar
las operaciones durante el intervalo entre dos pedidos, o entre la llegada
de dos embarques sucesivos, procedentes del escalón superior. Se basa,
entre otras consideraciones, en el ciclo de re completamiento establecido
(mensual, trimestral, etc.).
73. Nube de humo. Concentrado de humo, empleado para enmascarar
tropas o instalaciones amigas o enemigas, o elementos en maniobra. Las
nubes de humo utilizadas pueden ser neblina de humo, niebla de humo,
cortina de humo o concentración de humo.
74. Objetivo. Principio de la guerra que establece que toda operación
militar debe perseguir un fin o un propósito que sólo puede ser alcanzado
mediante el empleo de la fuerza armada.
163
75. Ocupación militar. Condición del área o del territorio que se encuentra
bajo control efectivo de una fuerza armada extranjera. Sólo el territorio
ocupado queda bajo el régimen de ocupación militar.
76. Ofensiva estratégica. Acción ofensiva en gran escala que realiza un
país, con los recursos necesarios, para lograr sus objetivos nacionales.
77. Ofensiva. Principio de la guerra que preconiza la búsqueda decidida
de la lucha para destruir al enemigo o para conquistar el objetivo previsto,
ya que sólo mediante la acción ofensiva se logra resultados decisivos,
imponiendo la voluntad propia a la del adversario.
78. Operación conjunta. Operación en la que participan dos o más
Institutos de la Fuerza Armada de una misma nación.
79. Operación. Cualquier acción para cumplir una misión en el dominio
militar.
80. Orden de batalla. Expresión genérica que incluye la identificación,
fuerza, organización, estructura del comando, dispositivo, unidades,
equipo, doctrina y personalidades de una fuerza militar
81. Orientadores. Equipo de paracaidistas que se lanza o aterriza en un
área con el fin de establecer y operar medios para guiar a los aviones hacia
las zonas de lanzamiento o de aterrizaje.
82. Parte. Informe verbal o escrito que se proporciona al superior sobre un
asunto determinado.
83. Patrulla. Fuerza variable, por lo general pequeña, que una unidad
mayor destaca para desempeñar misiones de reconocimiento o de
combate, proporcionar seguridad o localizar y mantener contacto con el
enemigo o con otras unidades amigas.
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84. Personal auxiliar. El personal del ejército destinado a atender las
necesidades de las diferentes especialidades existentes; comprende las
categorías de técnicos y suboficiales.
85. Plan. Forma de acción, generalmente escrita, que prescribe un conjunto
de medidas para alcanzar una finalidad terminada.
86. Presión. Riesgo producto del enfrentamiento de aspiraciones, interés
y objetivos nacionales generados en forma natural por el poder nacional
entre dos Estados, dos alianzas o coaliciones, que pueden ser reducidos o
eliminados con la sola expresión del poder nacional del Estado afectado sin
llegar a medidas extremas.
87. Proyectil dirigido antibalístico. Cualquier misil utilizado para
interceptar y destruir proyectiles balísticos hostiles o para neutralizarlos en
alguna forma. El equipo de defensa contra proyectiles dirigidos balísticos
incluye armas, adquisiciones de objetos, rastreo y direccionamiento por
radar, más instalaciones ordinarias con los mismos fines.
88. Proyectil dirigido balístico de alcance intermedio. Un cohete con un
alcance de entre 1500 y 5000 km. Proyectil dirigido balístico de alcance
medio. Un cohete con un alcance de entre 150 y 1500 km
89. Proyectil dirigido balístico intercontinental. Un vehículo con base en
tierra y propulsionado por cohete, capaz de transportar una cabeza nuclear
hasta distancias intercontinentales (de más de 5.500 km.)
90. Proyectil dirigido balístico lanzado desde submarinos. Cualquier
proyectil dirigido balístico que transporten y lancen los submarinos. Pueden
ser de alcance medio, corto, intermedio o largo.
91. Proyectil dirigido balístico. Un proyectil sin piloto, impulsado al
espacio por medio de uno o más cohetes. El impulso concluye en alguna
165
etapa temprana, después de lo cual, los vehículos de reingreso siguen
trayectorias regidas, primordialmente, por la gravedad y la deriva
aerodinámica. Las correcciones en vuelo y la dirección final sólo permiten
modificaciones ligeras en su trayectoria.
92. Proyectiles dirigidos de crucero. Un proyectil dirigido que depende
de la elevación aerodinámica para contrarrestar la gravedad y propulsión
contra el frenaje; de hecho, es un avión sin piloto. La trayectoria de vuelo
de un proyectil dirigido de crucero permanece dentro de la atmosfera.
93. Puesto. Instalación militar cualquiera y su guarnición respectiva.
Reconocimiento. Operación militar que se realiza para obtener, mediante
la observación, informaciones sobre las actividades del enemigo o sobre
las características del terreno.
94, Regular. Término que se aplica al conjunto de fuerzas organizadas
constitutivas de la Fuerza Armada de una Nación.
95 Repliegue. En una operación retrógrada, el movimiento coordinado y
controlado hacia retaguardia, que realizan las unidades, una vez que han
terminado de reorganizarse en sus zonas de reunión.
96. Reserva. Parte de un conjunto de fuerzas que se mantiene fuera de
acción al comienzo de una operación, lista para ser empleada en el
momento decisivo.
97. Riesgo. Antagonismo que implica una condición, interna o externa,
generada por situaciones políticas, económicas, sociales o por agentes no
estatales, así como por desastres de origen natural y antropogénico, cuya
evolución pudiera poner en entredicho el desarrollo nacional. La
perspectiva de un riesgo es estratégica, centrada en la disuasión y en la
prevención.
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98. Sector. Área del terreno, claramente definida, que se asigna a una
unidad en una situación defensiva o de detención, para su defensa,
vigilancia, control, etc.
99. Seguridad. El término seguridad (del latín securitas/securus) significa
“libre de preocupaciones y problemas”, es decir, sentirse a salvo de
cualquier daño que pueda ser infligido por otros. Como podemos apreciar,
este concepto es esencialmente subjetivo y es determinado en gran medida
por la percepción que se tenga de las amenazas y no por situaciones
objetivas. Si trasladamos este concepto al ámbito del Estado podemos
definir la seguridad como la búsqueda que realizan los Estados y las
sociedades para estar libres de toda amenaza y la habilidad de estos
mismos para mantener su identidad independiente y su integridad funcional
en contra de las fuerzas de cambio que perciben como hostiles. Como
podemos apreciar, esta definición trata en esencia sobre la supervivencia
y la existencia del Estado en sí mismo, por lo que en última instancia
cualquier Estado velará por la seguridad de sus tres componentes
fundamentales: población, territorio y gobierno.
100. Sistema de base avanzada. Armas nucleares norteamericanas
estacionadas en Europa y Asia. Soberanía. Potestad suprema de la nación
que asegura la capacidad de libre autodeterminación, sin aceptar
intervención alguna en asuntos internos.
101. Sub zona de seguridad. División de una Zona de Seguridad
siguiendo el mismo concepto que está y sujetándose en lo posible, a los
límites departamentales o provinciales.
102. Táctica. Parte del arte de la guerra que enseña a manejar las tropas,
hacerlas maniobrar en el campo de batalla, siempre con sujeción a reglas
fijas, pero a la vez con relación al terreno y enemigo.
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103. Toque de queda. Disposición que impone ciertas limitaciones en el
tránsito y otras actividades diarias de la población de una localidad, a partir
de una hora determinada.
104. Unidad básica. Aquella organizada, equipada y entrenada para el
cumplimiento de una misión elemental de combate, de apoyo, o de servicio.
Normalmente se considera como unidad básica a la de tipo sección.
105. Unidad de comando. Principio de la guerra que exige la acción
coordinada de todos los elementos o fuerzas participantes en una acción,
para el logro de un objetivo común.
106. Unidad de embarque (desembarque). Subdivisión de la División de
Desembarco para el embarque (desembarque). Está constituida por un
Destacamento de Desembarco de Batallón o unidad similar.
107. Unidad. Organización prescrita en un documento oficial, como un
Cuadro de Organización y Equipo, o por una autoridad competente,
diseñada para el cumplimiento de una misión determinada.
108. Unidades porta tropas. Unidad de la Fuerza Aérea, organizada,
equipada y entrenada para el trasporte de tropas, equipo y abastecimientos
y para las evacuaciones por aire, en la operación aerotransportada.
109. Valor militar del terreno. Grado de utilidad que presenta un área
determinada del terreno, para la conducción de operaciones militares
determinadas. Se le aprecia según los siguientes factores: observación,
campos de tiro, obstáculos, puntos críticos y direcciones de aproximación.
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110. Vanguardia. Elemento de seguridad inmediata que precede al grueso
de una fuerza en la dirección de marcha, para permitir su avance
ininterrumpido, protegerlo contra las sorpresas y la observación terrestre,
así como para asegurarle el tiempo y el espacio necesarios para su
despliegue.
111. VIGÍA. Soldado armado, cuya misión es observar en el sector que se
le fije, cualquier manifestación de actividad enemiga, e informar y dar alerta
sobre sus observaciones.
112. Wagon drill. Dispositivo de perforación neumático o eléctrico,
montado sobre ruedas u orugas; puede ser autopropulsado remolcado.
113. Zona de cobertura. Parte del territorio donde se despliega la fuerza
de cobertura.
114. Zona de posiciones. Área ocupada por una unidad de artillería con
todos sus elementos desplegados Lara, Gerardo Rodríguez Sánchez.
Seguridad Nacional En México Y Sus Problemas Estructurales. Puebla:
Fundación Universidad De La Américas, Puebla, 2017
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