1 EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE Emiro Arturo Ruiz González UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACIÓN, CIENCIA Y TECNOLOGÍA MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN PANAMÁ 2019 2 Evaluación del Aprendizaje Emiro Arturo Ruiz González Doctor Francisco Pinzón Herrera Universidad metropolitana de Educación, Ciencia y Tecnología Maestría en ciencias de la educación Panamá 2019 3 Este escrito hace alusión al concepto, tipología y tipos de evaluación del aprendizaje, en el se analizar los tópicos más importantes al respecto, teniendo en cuenta las características que diferencian los principales elementos que se pueden identificar para poder encontrar y rastrear en la evolución del término que nos ocupa y dilucidar el fundamento y sentido último de una etapa tan importante en el marco del proceso enseñanza-aprendizaje. Los diferentes tipos de evaluación y su definición nos pueden brindar un nuevo horizonte de aprendizaje en cuanto a la función y participación del docente en este proceso de evaluación, encontrar el tipo de evaluación adecuado para un determinado momento del proceso enseñanza-aprendizaje es fundamental para alcanzar, de manera más transparente y eficaz, los objetivos reales de la dimensión educativa. Por ende, un análisis y una estructuración adecuada del proceso de evaluación, en teoría, debería garantizar que, a la hora de planear un programa académico, el espacio dedicado al mejoramiento de sus características deberá en gran manera su triunfo o fracaso a cómo se planeó y programó la evaluación de los aprendizajes. En el presente texto entonces se planteará groso modo una orientación básica de estos aspectos del proceso de evaluación de la manera más clara posible y que permita confrontar la experiencia propia en nuestra labor docente a este respecto. Esto posibilitará, de uno u otro modo, que las estrategias que empleamos en el proceso enseñanza-aprendizaje puedan ser revisadas y adecuadas a las nuevas exigencias y a un concepto más claro y prístino en cuanto se refiere a la evaluación de los aprendizajes. En tal sentido, el documento retoma planteamientos propuestos por Casanova (1998), con respecto al fin último del proceso enseñanza-aprendizaje y seguidamente el del proceso evaluativo, entonces afirma: No se enseña para “aprobar”. Se enseña y se aprende para alcanzar una plena e integral formación como persona. Y a ese debe contribuir toda la organización del sistema educativo institucional. También debe hacerlo la evaluación, como elemento central de los procesos reales de enseñanza que ocurren cada día en la comunicación entre jóvenes y adultos y que, como comprobarnos antes en una somera enumeración 4 de ejemplos comunes, llega a desfigurar las metas y el camino que en principio conforman el proceso educativo. Como podemos evidenciar en esta propuesta de enfoque, el papel fundamental de la evaluación toma su carácter a partir de cómo se entiende y se define el concepto de aprendizaje. Un aprendizaje que se enrute con un sentido verdaderamente significativo equivaldría a que la evaluación se transforme en un eje transversal que se debe acompañar de manera permanente y conjunta en el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, el cual se convertiría en un proceso enseñanza-evaluación-aprendizaje, por así decirlo. En este sentido la evaluación, como pilar fundamental, garantiza que no se desperdicie y se cambie el sentido de la misma como meramente aprobatorio, es decir, que el proceso evaluativo se convierta en una especie de inquisidor que determine si los dicentes son o no competentes para un objetivo curricular específico y castigarlos o premiarlos en un sentido u otro. El papel del docente es fundamental para establecer una evaluación que permita en realidad obtener los resultados esperados. La eficacia de este proceso implica que la evaluación esté enmarcada en las competencias específicas necesarias en cada grado y área de aprendizaje, así como también que el educando este en la posibilidad de cumplir y adquirir dichas competencias. En tal virtud el estudiante debe ser previamente caracterizado por parte del docente y, después de un análisis detallado de sus capacidades, establecer la evaluación correspondiente y justa. Claro esta que esto se refiere a un tipo específico de evaluación, que debe darse en un ámbito determinado y con unos objetivos concretos. Los resultados y su análisis respectivo permitirán reconocer las potencialidades y las debilidades que se estén presentando en el proceso enseñanza-aprendizaje, y de esta manera poder tomar las medidas necesarias que se encausen en una serie de mejores que establezcan nuevos parámetros de guía y motivación en el desarrollo de las competencias dentro del aula. Los resultados también obligan, dado el caso, a que los docentes replanteen sus métodos de enseñanza y definan nuevos derroteros en aras de ser consecuentes con lo que exige el nivel de los dicentes. Hasta aquí solo hemos descrito un tipo de evaluación particular, pero existen en realidad diversos tipos de evaluación, cada uno con objetivos específicos y características determinadas que, en un sistema ideal, en conjunto y engranados de una manera coherente, garantizarían unos resultados óptimos y eficaces. A continuación, se presenta una tabla que nos permitirá de manera sinóptica, su diversidad, en cuanto a su tipología: 5 TIPOS DE EVALUACIÓN Según su finalidad y función Función formativa: Valoración de procesos Función sumativa: Valoración de resultados finales. - Según su Normotipo Nomotética: según el nivel del grupo en el que se integra el sujeto Idiográfica: capacidades, posibilidades y circunstancia particulares. - Según sus agentes participantes Autoevaluación: el sujeto evalúa sus propias actuaciones. Coevaluación: evaluación conjunta de una actividad realizada entre varios. Heteroevaluación: evaluación de un sujeto sobre otro. Según su extensión Según los agentes evaluadores Global: modelo holístico que abarca todos los elementos relacionados en el proceso enseñanza aprendizaje. Evaluación interna: cuando se realiza dentro de la institución que genera el proceso enseñanzaaprendizaje. Parcial: Valoración de un componente o elemento determinado del proceso enseñanzaaprendizaje Evaluación externa: Cuando es aplicada por agentes externos a la institución o al proceso enseñanzaaprendizaje - - Según el momento de aplicación (temporalización) Evaluación inicial: situación inicial del proceso enseñanzaaprendizaje. Evaluación procesual: Valoración continua del proceso enseñanza aprendizaje. Evaluación final: Resultados finales en el proceso enseñanzaaprendizaje Según el criterio de comparación otros La referencia sea el propio sujeto: cuando presenta autorreferencia al sistema que desarrolla el proceso enseñanzaaprendizaje Diagnóstica: identifica la realidad particular del alumno frente a las competencias presupuestas. Hetero referencia criterial: cuando se compara con otro sistema enseñanzaaprendizaje. Formativa: Ejercicios, pruebas y actividades para confrontar al sujeto con su propio aprendizaje. Hetero referencia normativa: el referente son otros alumnos, grupos o profesores. Cualificadora: permite conocer el logro y los resultados de estos frente a las competencias aprendidas. 6 Por último, es de vital importancia tener claro unos criterios generales para la aplicación de la evaluación del aprendizaje, a saber: Integral: involucra las dimensiones intelectual, social, afectiva, motriz y axiológica del alumno; así como a los demás elementos y actores del proceso educativo, y las condiciones del entorno socioeconómico y cultural que inciden en el aprendizaje. Continua: se realiza a lo largo del proceso educativo en sus distintos momentos: al inicio, durante y al final de este, de manera que los resultados de la evaluación no se conozcan sólo al final, sino durante todo el proceso. Sistemática: se organiza y desarrolla en etapas debidamente planificadas, en las que se formulan previamente los aprendizajes a evaluar y se utilizan técnicas e instrumentos válidos y confiables para la obtención de información pertinente y relevante sobre las necesidades y logros de los estudiantes. Sin embargo, esto no exime el recojo de información ocasional mediante técnicas no formales, como la observación casual o no planificada. Participativa: posibilita la intervención de los distintos actores en el proceso de evaluación, comprometiendo a los docentes, directores, estudiantes y padres de familia en el mejoramiento de los aprendizajes, a través de la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación. Flexible: toma en cuenta las características del contexto donde se desarrolla el proceso educativo, las particularidades, necesidades, posibilidades e intereses de cada estudiante, así como sus diferentes ritmos y estilos de aprendizaje para la adecuación de las técnicas, instrumentos y procedimientos de evaluación. Estos criterios proporcionar una hoja de ruta general y unos parámetros que se hacen necesarios para garantizar en un principio que un sistema evaluativo puede alcanzar los resultados mínimos aprovechables y enriquecedores de la evaluación. Es probable que aún hoy en día, al nivel práctico, el proceso evaluativo adolece de varios de estos elementos, por lo tanto, se hace necesario realizar por parte de profesores y padres de familia un cambio de enfoque al respecto. También los estudiantes están llamados a cambiar su visión de la evaluación. En este caso el emprendimiento de medidas que preparen y mejoren el terreno para una evaluación verdaderamente “significativa” estaría en la misma línea de procurar un aprendizaje que transforme y prepare al sujeto para una apertura a la construcción de su propia identidad integral y crítica, que debe ser en definitiva a donde apunte un proceso enseñanza-aprendizaje coherente y conveniente. 7 En consonancia con lo expuesto anteriormente, la evaluación de los aprendizajes puede entenderse como un proceso ideal de construcción valorativo que permite identificar la asimilación de competencias por parte del educando; este proceso implica la comparación de las mismas competencias, mediadas por el docente, necesarias para superar un objetivo académico y la capacidad del educando para poner en práctica lo aprendido y demostrar su nivel de manejo cognitivo. En este sentido, “la evaluación de los aprendizajes es un proceso permanente de información y reflexión sobre el proceso de producción de los aprendizajes”, y debe producir la adecuación, mejoramiento y mayor eficacia en el proceso enseñanza-aprendizaje. El ejercicio docente tendrá una repercusión positiva en la medida en que los diferentes tipos de evaluación se desarrollen en las circunstancias adecuadas y bajo la premisa del cumplimiento de los objetivos planteados a partir de una programación previamente bien organizada. Cada una de las herramientas evaluativas se convertirá en pieza fundamental en el entramado de relaciones docente-dicente-acudiente, y es necesario que cada uno de estos agentes encuentre las condiciones necesarias que le permitan ejecutar su rol de acuerdo con los parámetros presupuestos. Si el estudiante no tiene claro en concepto evaluativo bajo el cual será medido su desempeño y sobre el cual se examinarán sus competencias, el estudiante seguirá tomando el momento de la evaluación como un reproche a sus deficiencias. En esta misma medida la percepción de los padres de familia también tendría que adecuarse a unas características nuevas bajo las cuales se llevará a cabo dicha evaluación. Por último, los docentes se verán interpelados a cambiar la estructura de su orientación académica, curricular y su labor de guía y motivador del proceso enseñanza-aprendizaje. Perder de vista el sentido performativo del proceso evaluativo no llevará de nuevo a caminos sin salida en una educación prefabricada y vetusta, viciada por tantas falencias que tienen petrificada gran parte de la educación en nuestra realidad latinoamericana. Cobra sentido entonces las afirmaciones de Casanova en cuanto al fin y sentido último de la educación, el cual definitivamente no es el de intentar a toda costa la “aprobación” de una materia, sino su afianzamiento y aporte a la formación integral de los individuos. 8 Para concluir, los docentes nos vemos en la tarea y el ejercicio de poder llevar a la práctica y a la vida real los cambios correspondientes en el desempeño de nuestra labor que puedan permitir una plena implementación del momento evaluativo. Los docentes estamos llamados a ser propiciadores de escenarios abiertos que permitan un ambiente de entendimiento y comprensión del proceso enseñanza-aprendizaje, dentro del cual el estudiante y su acudiente o padres, puedan interactuar de manera corresponsable con el proceso de crecimiento integral que se espera del dicente. La evaluación de aprendizajes es la clave en la consecución final del objetivo formativo integral del estudiante. Cada momento de evaluación es una oportunidad de mejoramiento y de crecimiento en todo sentido tanto de la labor docente como del desempeño del dicente. Todos los agentes de este proceso estamos llamados al cambio para mejorar. 9 Referencias bibliográficas Bravo Realza, Ángel Manuel. Evaluación del aprendizaje https://www.monografias.com/trabajos93/la-evaluacion-aprendizaje/la-evaluacionaprendizaje.shtml#Comentarios Casanova, M. A. (1998). Evaluación: Concepto, tipología y objetivos. La evaluación educativa. Escuela básica, 67-102. Recuperado el (04-02-2019) en: http://cursa.ihmc.us/rid=1303160302515_965178929_26374/EvaluacionConceptoTipo logia_Y_Objeti.pdf González Pérez, Miriam. La evaluación del aprendizaje tendencias y reflexión crítica. Rev Cubana Educ Med Super 2001;15(1):85-96. Recuperado de: http://www.bvs.sld.cu/revistas/ems/vol15_1_01/ems10101.pdf La evaluación educativa: conceptos, Funciones y tipos. https://www.uv.mx/personal/jomartinez/files/2011/08/LA_EVALUACION_EDUCAT IVA.pdf López, M. S. F. (2017). Evaluación y aprendizaje. Marco ELE: Revista de Didáctica Español Lengua Extranjera, (24), 3. Recuperado el (04-02-2019) en: http://marcoele.com/descargas/24/fernandez-evaluacion_aprendizaje.pdf