Subido por roberto.

Habitos 8 habitos grupos para el crecimiento en la iglesia celular

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8 Hábitos efectivos para el crecimiento
8 HÁBITOS EFECTIVOS PARA EL CRECIMIENTO
Capítulo 1
EL HÁBITO DE SOÑAR: El sueño de guiar a un grupo que siempre esté
creciendo y multiplicándose.
Pag. 7
Capítulo 2
EL HÁBITO DE ORAR: Interceder diariamente por los miembros del grupo.
Pag. 13
Capítulo 3
EL HÁBITO DE INVITAR: Cada semana invitar a personas nuevas
Pag. 21
Capítulo 4
EL HABITO DE CONTACTAR: Estar en contacto permanente con los miembros
de grupo.
Pag. 29
Capítulo 5
EL HABITO DE PREPARAR: Prepararse para la reunión de grupo.
Pag. 35
Capítulo 6
EL HABITO DE ENTRENAR: Capacitar a los futuros facilitadores.
Pag. 41
Capítulo 7
EL HABITO DE CELEBRAR: Desarrollar un plan de actividades para fomentar
el compañerismo.
Pag. 53
Capítulo 8
EL HABITO DE PROGRESAR: Estar decidido a crecer.
Pag. 61
Capítulo 9
TODOS LOS HÁBITOS JUNTOS. Como coordinar los 8 Hábitos
Pag. 71
Capítulo 10
LOS OCHO HÁBITOS PARA TODOS: Aplicación práctica
Pag. 81
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INSTRUCTIVO
Para los Grupos de Bendición y Crecimiento
Durante la próximas diez semanas estaremos estudiando el libro de los ocho
hábitos que pueden transformar nuestras vidas. Para contar con una fuerte base
bíblica y sacar el mayor provecho, se dividirá el tiempo del estudio en tres partes:
(1) En primer lugar, el grupo tendrá un breve estudio bíblico inductivo
relacionado con el tema específico de cada capítulo del libro. El
facilitador guiará el estudio de la Biblia animando a todos que
participen respondiendo a las preguntas incluidas en el texto. Además,
procurarán, por medio de la repetición, aprender de memoria un
versículo bíblico.
(2) En segundo lugar leerán en voz alta un capítulo del libro sobre los Ocho
Hábitos. Y para evitar la monotonía, sería muy apropiado que sean
varios los que lean un párrafo cada uno y que, en algunos puntos se
detengan para comentar lo leído o para dar un ejemplo muy breve.
(3) En tercer lugar, tendrán un tiempo de conversación para señalar los
aspectos más importantes de la lectura en cuestión. Por último,
concluirán con la ministración y oración por las necesidades y desafíos
personales.
Durante la semana, cada participante intentará ejercitar el hábito que ha
estudiado, animando también a los demás a cumplir con ese propósito.
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8 Hábitos efectivos para el crecimiento
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8 Hábitos efectivos para el crecimiento
INTRODUCCIÓN
¿Por qué crecen algunos grupos y se multiplican mientras que otros no? ¿Existe alguna
actividad o una serie de actividades que un facilitador o un líder pueda hacer y así aumentar la
probabilidad de hacer crecer el grupo y multiplicarlo? En ese caso, estas actividades ¿están más
allá del alcance del futuro facilitador? ¿Le llevará años de entrenamiento dominarlos? ¿Existe
alguna serie de actividades que son accesibles y realistas para que cualquiera que quiere hacer
crecer y multiplicar a su grupo puede incluirlo en su horario semanal?
Creo que tengo una respuesta a estas preguntas. He tenido el privilegio de conducir a los
grupos pequeños y a sus líderes, adiestrándolos durante veinticinco años. Comencé con uno en la
escuela secundaria y el grupo "accidentalmente" creció y se multiplicó. Luego inicié un grupo en la
universidad que se extendió más allá de sus límites. Cuando me gradué, comencé a organizar
grupos en la zona rural del Estado de Virginia. Y a partir de entonces fui contratado para entrenar,
escribir el plan de estudios y supervisar a 300 líderes de grupos en una gran universidad cristiana.
Después, empecé uno en el sótano de mi hogar, que creció hasta convertirse en una iglesia con
más de cien grupos.
Varios grupos crecieron y se multiplicaron; otros no lo hicieron. A través de los años he notado
la efectividad duradera de aquellos líderes que lo lograron por medio de hábitos simples. Hábitos
que ellos practican fuera de la reunión del grupo.
Muchos facilitadores y líderes quieren hacer crecer y multiplicar sus grupos rápidamente, pero
no están seguros de cómo hacerlo. Ellos trabajan en encontrar mejores rompehielos o tratan de
encontrar las mejores preguntas de la discusión. Si bien es cierto que estas cosas son valiosas, la
verdadera clave para hacer crecer y multiplicar a un grupo es la práctica de los ocho hábitos
personales.
Estuve estudiando el ministerio de las células y reflexionando a través de mi propia
experiencia con ocho prácticas regulares que parecían representar la diferencia entre la
efectividad y la ineficiencia. Y los puse en una lista concisa de ocho hábitos que reforzarían la
efectividad de un facilitador.
Empecé a pedir a los facilitadores y líderes que adiestraba que adopten estos hábitos y que los
practiquen en sus horarios semanales. Sin excepción, los que usaron estos hábitos se volvieron muy
eficaces e hicieron crecer y multiplicar sus grupos. Aquellos que no lo hicieron, no crecieron. Se
pudo notar que los dones, la personalidad y la experiencia no son tan importantes como los ocho
hábitos. Los facilitadores que no tenían dones de enseñanza o eran creyentes relativamente
nuevos, pero que pese a todo esto siguieron los ocho hábitos, al final resultaron realmente
eficaces. Los ocho hábitos hicieron la diferencia.
Después de enseñar estos hábitos durante varios años, he llegado a éstas conclusiones:
1. Que es fundamental incorporar estos ocho hábitos.
El seguir los ocho hábitos representa la diferencia entre la mediocridad y grandeza, entre
el estancamiento y multiplicación. Siguiéndolos producirán crecimiento, desarrollarán a los
futuros facilitadores y completarán lo que Dios quiere hacer.
2. Que los ocho hábitos son universales.
Se aplican a todas las culturas y a todos los tipos de grupos. Son principios fundamentales
que preparan cualquier tipo de grupo y cualquier tipo de Facilitador. Ellos son utilizables
con cualquier grupo de las personas: no importa su edad, género, raza o estado socioeconómico. Tanto con los que viven en la ciudad o en el campo, funcionan en todas partes,
sea en la universidad, en una nación extranjera o en los suburbios de cualquier ciudad.
Aunque algunos ven una distinción entre "grupos pequeños" y "grupos celulares," en este
libro los términos son intercambiables. Esto es porque los ocho hábitos son universales y se
aplican a ambos.
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3. Que los ocho hábitos tienen una vasta aplicación.
Un hecho hermoso es que ellos son esencialmente los mismos hábitos que producen
efectividad en los facilitadores de grupos pequeños, Lideres de grupo, ministros y pastores.
Una vez que un facilitador o líder los incorpora, él o ella cuenta con los fundamentos para
subir los niveles de dirección.
4. Que estos hábitos son fáciles de entender y recordar.
He visto el brillo en los ojos de los facilitadores y líderes mientras explicaban a sus
mentores los ocho hábitos. Los facilitadores menean su cabeza y dicen, "Sí. ya veo. Eso es
bastante simple. Sólo hace falta el sentido común."
5. Que lo mejor de estos hábitos es que ellos son realizables.
Cualquier facilitador puede ponerlos en la práctica, si invierte el tiempo necesario. Cuando
explicaron a los facilitadores los ocho hábitos, ellos dijeron: “Me gusta, esto es justo lo
que yo he estado esperando. Ahora tengo un rumbo claro que puedo seguir. Realmente
puedo hacer esto."
6. Que los ocho hábitos son realistas.
La mayoría de los facilitadores puede incorporarlos en sus horarios saturados de
actividades. No toma un tiempo ilimitado para hacerlos. Estos ocho hábitos son metas
accesibles para todos los que quieran lograr un crecimiento significativo.
7. Por último, llegué a la conclusión que los ocho hábitos son motivadores.
Al aprenderlos los facilitadores quedan con el deseo de ponerlos en práctica. Los ocho
hábitos desafían, pero de ningún modo agobian.
Los ocho hábitos pueden llevar a un facilitador o a un líder a un nuevo nivel. Si los
facilitadores, líderes de sección, ministros o pastores trabajan con los ocho hábitos,
lograrán una gran fructificación y multiplicación. Los ocho hábitos ayudarán a alcanzar un
mayor ministerio.
Resumen de los ocho hábitos
l. Sueña con lograr un saludable crecimiento y multiplicación de tu grupo.
2. Ora diariamente por los miembros del grupo.
3. Invita a las nuevas personas a asistir al grupo semanalmente.
4. Contacta a los miembros del grupo regularmente.
5. Prepárate para la reunión del grupo.
6. Capacita a un futuro facilitador.
7. Planifica las actividades del compañerismo del grupo.
8. Comprométete a crecer personalmente.
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EL HÁBITO DE SOÑAR:
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Soñar con lograr un saludable crecimiento
y la multiplicación del grupo
Dos parejas recibieron el mismo entrenamiento. Cristian y Susana empezaron un nuevo grupo
con el sueño de llevarlo a un saludable crecimiento y a la multiplicación. Por otra parte, Marcos y
Kathy se hicieron cargo de un grupo porque uno de sus pastores les preguntó si podían atenderlo.
Sin embargo, ellos no tenían un sueño de lo que esperaban del grupo.
Durante los primeros seis meses, ambas parejas trabajaron fuertemente invitando a muchas
personas, pero ambos grupos permanecieron igualmente pequeños.
Marcos y Kathy se descorazonaron. Rápidamente perdieron los pocos sueños que tenían y
comenzaron a tener un liderazgo sin convicción. Dejaron de orar por la gente o conectarse con
ellos regularmente. Abandonaron la costumbre de invitar a personas nuevas y no invertían mucho
tiempo para preparar el grupo. Dejaron, además, todas las actividades de compañerismo. El sueño
se había ido. Como resultado, su grupo pequeño siguió encogiéndose y en el transcurso de ese año
se murió y, por último, ellos mismos abandonaron la iglesia.
Cristian y Susana, en cambio, no perdieron de vista su sueño. Trabajaron con ahínco para
cumplir con los hábitos que podrían ayudarles a realizar su sueño. Eventualmente sus esfuerzos
empezaron a dar fruto. En el transcurso de un año su grupo al fin había despegado, continuó
creciendo y en poco tiempo se multiplicó. El sueño representó la diferencia. El primer hábito del
facilitador muy eficaz es soñar con lograr un saludable, creciente y multiplicador grupo.
El valor de un sueño
Tener un sueño aumenta nuestro potencial.
La mayoría de los grupos y sus facilitadores son gigantes dormidos. Satanás quiere mantenerlos
de esa manera, y para lograrlo, constantemente les susurra mentiras sobre lo que ellos no pueden
hacer. Satanás es derrotado en el instante que los facilitadores y líderes logran tener un sueño de
lo que ellos y sus grupos pueden llegar a ser. Su habilidad de hacer una diferencia a favor del reino
de Dios inmediatamente se eleva.
Los grupos eficaces tienen un potencial asombroso. Nuestra iglesia empezó con un solo grupo
que se reunía en mi sótano, pero actualmente tiene más de cien grupos. Recordemos que la iglesia
Metodista se inició con un grupo que se reunía en la Universidad de Oxford y hoy tiene más de 11
millones de miembros en el mundo.
Si un facilitador multiplica su grupo cada año en el trascurso de diez años, los resultados serán
increíbles. Después del primer año, 1 llegara a ser 2. Al final del segundo año 2 llegarán a ser 4.
Después del tercer año, 4 llegarán a ser 8. Entonces 8 grupos llegaran a ser 16, 16 llegarán a 32. 32
grupos despues del sexto año serán 64. Entonces, si la multiplicacion continúa, 64 grupos darán
nacimiento a 128, 128 grupos a 256, 256 grupos a 512, y 512 grupos llegarán a 1028 grupos al final
del décimo año. ¡Mas de 1000 grupos en diez años! Todo esto puede ser posible a partir de un
pequeño grupo!
Los grupos eficaces son el potencial sin explotar de la iglesia local. No sólo pueden
multiplicarse para alcanzar grandes números de personas, sino que también pueden ser hospitales
espirituales para la gente herida. Pueden llegar a ser un semillero de facilitadores, crear equipos
de evangelización y establecerse como la fortaleza de la guerra espiritual. Los grupos pueden dar
un sentimiento de pertenencia a las personas. Sin embargo este potencial no podrá alcanzarse sin
un sueño.
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8 Hábitos efectivos para el crecimiento
Alguien observó que el potencial de un hombre es medido por las metas que persigue. Pocas
personas se dan cuenta del potencial que tienen. Tener un sueño ayuda a un facilitador a darse
cuenta del imponente potencial que tiene para hacer algo grande en Dios.
Sueña con lograr un grupo sano que crece y se multiplica. Sueña con lograr una multiplicación
todos los años. Cree que Dios puede utilizar a tu grupo para este gran propósito.
Tener un sueño ayuda a su realización.
Yo empecé hace varios años un grupo con el cual no tuve un sueño. Lo inicié porque un hombre
me lo pidió y me sentí obligado con él. Teníamos una reunión semanal con un grupito de hombres
para estudiar la Biblia. Lamentablemente el grupo nunca se integró y jamás creció; y en el
transcurso del mismo año murió silenciosamente.
En otra ocasión comencé un grupo con el sueño de lograr el crecimiento y multiplicación en un
año. Puse en práctica los hábitos de facilitadores y líderes muy eficaces y, en nueve meses, mi
grupo creció y se multiplicó en cuatro grupos. La diferencia estaba en que tuve un sueño. Eso me
motivó.
Los sueños ayudan al logro. Hay muchas cosas buenas en mi vida que yo nunca habría logrado si
no hubiera tenido un sueño. Soñé que llevé a alguien a Cristo, soñé que leí toda la Biblia y soñé
que había plantado una iglesia. Yo nunca hubiera tenido éxito en el crecimiento y en la
multiplicación si no hubiera tenido un sueño de crecimiento y multiplicación.
Tener un sueño nos enfoca en una dirección y canaliza nuestras energías.
A través de los años mis hijos han practicado una variedad de deportes. Yo aprendí a
adiestrarlos por medio de la observación, el ensayo y el error. Yo he sido su entrenador en una
variedad de deportes, menos el fútbol. Nunca tuve el privilegio de practicar este deporte y aun
hoy me esfuerzo por entender algunos detalles claves del juego.
Cuando mi hijo Lucas tenía cinco años, estaba en un equipo dirigido por un hombre que sabía
mucho acerca del fútbol, pero muy poco sobre la manera de entrenar a los niños. El equipo estaba
esforzándose mucho en la primera temporada del año.
Durante un día muy abrasador, el equipo tenía una sesión de práctica en un campo abierto.
Durante los primeros 15 minutos, los niños corrieron alrededor de la cancha sin portarse mal o
quejarse por el calor. El entrenador hizo una llamada por su teléfono celular y comenzó a salir del
lugar y, mientras se iba, miró alrededor y al verme parado en el palco, me pidió que tomara su
lugar.
La primera cosa que yo hice fue colocar un par de conos (de esos que se utilizan para desviar
el tránsito en la ruta) como si fueran arcos o metas. Luego, los organicé en dos equipos y les dije
que intentaran patear y meter la pelota en el arco y jugaran para ver quien podía meter mas
goles. Media hora después, el entrenador regresó, y quedó sorprendido al encontrar a los niños
trabajando juntos y divirtiéndose.
Entonces, me tomó del brazo y me dijo “¿Cómo hizo usted esto?”
"Las metas," - dije - "Los niños solamente necesitaron algunas metas."
Sin metas nosotros perdemos el enfoque, no encausamos nuestra energía y somos vencidos por
los obstáculos. Las metas hacen realizables nuestros sueños. Los facilitadores muy eficaces tienen
grandes sueños dentro de específicas, alcanzables y desafiantes metas. Ellos fijan metas para los
hábitos de la oración, para invitar a las nuevas personas, para informar a los miembros, para
capacitar a sus colaboradores, para tener actividades de compañerismo y para esforzarse en su
crecimiento personal. Por último, ellos incorporan estos hábitos con su agenda y calendario de
actividades. También establecen metas de asistencia y de multiplicación. Finalmente, ellos
encausan sus esfuerzos para alcanzar esas metas y hacer realidad su sueño.
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8 Hábitos efectivos para el crecimiento
Tener un sueño incrementa el valor del grupo.
Un sueño pone todo en perspectiva. Incluso en tareas que son difíciles de hacer, tediosas o sin
gratificación, cuando nosotros sabemos que contribuirán finalmente al cumplimiento de un sueño.
Los facilitadores eficaces no solo "atienden un grupo." ellos motivan a sus ayudantes a alcanzar
el mundo; ayudan al cuerpo de Cristo ministrando a sus miembros; forman una familia y
construyen un ejército espiritual. Cuando los facilitadores captan esta visión, inmediatamente
elevan el valor de su grupo.
Cuando el valor de un grupo se eleva a través de un sueño, el facilitador se transforma. Un
sueño o visión imparte salud al grupo y motiva al facilitador a orar por sus miembros mientras se
prepara para las reuniones. Un sueño orientado al crecimiento inspira a todos a que se conecten e
inviten a la gente. Una visión de multiplicación enciende la chispa para invertir tiempo en la
preparación de los futuros facilitadores.
Cuando alguien comparte un sueño de crecimiento y multiplicación notará un cambio en las
personas. Una vez que se apropien del sueño comenzarán a orar por el grupo y no querrán faltar a
una reunión, al contrario, invitarán a otros, se cuidarán mutuamente, compartirán unos con otros y
se apreciarán más.
Tener un sueño predice el futuro.
Un estudio de los graduados de Harvard reveló la enorme influencia que tienen los sueños para
moldear nuestro futuro. Los investigadores descubrieron que, cuarenta años después de la
graduación, el 5 por ciento de la clase habían logrado sus metas. Este 5 por ciento tenía una cosa
en común: mientras estaban en la universidad escribieron sus metas. El otro 95 por ciento también
tenían algo en común: Ellos no habían escrito sus metas.
En una investigación de las iglesias celulares más eficaces, Joel Comiskey descubrió también el
poder de sueños para predecir el futuro. Él escribe, “Los líderes de células que tienen metas
multiplican sus grupos de una forma más consistente que los que no las tienen. . ¡De hecho, si un
líder de célula no fija metas para que sus miembros las recuerden claramente, el tiene un 50% de
posibilidades de multiplicar su célula! Pero, si por el contrario, el líder tiene metas, sus
probabilidades de multiplicar su grupo se elevan exponencialmente.”
Tener un sueño motiva a los facilitadores y líderes a continuar avanzando.
Liderar un grupo pequeño implica ciertos retrocesos. Veamos algunos ejemplos: (1) algunas
personas prometen venir y de pronto no se presentan. (2) Un ayudante que fue entrenado para
hacerse cargo de un grupo es transferido por su patrón unas semanas antes de que él asuma
dirección del grupo y eso hace que la multiplicación se frustre. (3) Las personas no siempre se
llevan bien y surgen conflictos en el grupo. Los sueños ayudan a un facilitador a seguir avanzando a
pesar de los obstáculos.
Los obstáculos pueden describirse como "esas cosas espantosas que usted ve cuando aparta la
vista de su meta." Tener un sueño guardará a un facilitador en el trayecto de los obstáculos y
retrocesos. Los facilitadores muy eficaces saben que al tener metas de largo alcance les protegerá
de los fracasos de las metas a corto plazo. Cada facilitador y cada grupo están expuestos a sufrir
retrocesos. Pero los facilitadores muy eficaces no se detendrán allí. Ellos continuarán motivados
porque sus sueños los protegen.
Tres sueños de un GBC eficaz
Estos grupos tienen tres sueños factibles. El facilitador muy eficaz sueña con la perspectiva
que su grupo crezca en calidad, aumente en número, y tenga éxito en multiplicar grupos. Cada
parte es muy importante.
Salud de grupo.
Un grupo muy eficaz es un grupo saludable. Hay varios elementos de salud de grupo: (1) El
elemento más obvio es la notable presencia de Dios. Las personas vienen no porque sus amigos
están allí, sino porque Dios está allí. Muchas cosas extraordinarias ocurren cuando Dios se hace
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8 Hábitos efectivos para el crecimiento
presente. (2) Los que se reúnen se preocupan los unos de los otros. Todos los invitados son muy
bienvenidos (3) Existe una adoración ferviente (4) Las personas vienen con hambre de oír la
Palabra de Dios y cómo aplicarla a sus vidas (5) Los miembros sienten el amor y la aceptación. Allí
se desarrollan buenas relaciones. El crecimiento espiritual se hace evidente y las vidas son
transformadas.
Barreras de salud:
•
Orgullo. Santiago 4:6 dice que Dios “resiste a los soberbios" . Isaías 57:17 dice que Dios
mora con "el contrito y humilde de espíritu." No dé lugar al orgullo porque lo mantendrá
lejos de Dios.. Cultive la presencia de Dios manteniendo un espíritu humilde de gratitud y
dependencia en Él.
•
Pecado. Salmo 66:18 nos dice que el pecado impide que Dios nos escuche. El pecado en
los miembros del grupo o en el líder limitará la presencia de Dios. Los facilitadores
necesitan dar la bienvenida a la presencia de Dios confesando sus -pecados y deben
enseñar a los miembros del grupo hacer lo mismo.
•
Conflictos no resueltos. Mateo 5:23-24 nos dice que los conflictos no resueltos impiden
nuestra habilidad de acercarnos a Dios.
Promueve una alabanza sincera dando la bienvenida a la presencia de Dios durante la
reunión del grupo. Pocas cosas pueden estimular tanto la salud de grupo como la oración
genuina y el ayuno.
Crecimiento numérico.
La ley de naturaleza nos señala que las células vivas y saludables crecen. Los grupos sanos
crecen en número y sus miembros permanecen fieles. Los desconectados de la iglesia ingresan en
el grupo y los perdidos son ganados para Cristo.
Barreras de crecimiento:
• Espacio físico limitado. Mi profesor favorito, Elmer Towns, a menudo decía: ''Usted no
puede poner 1 litro de cola en una botella de 750 cm3" Él quiso ilustrar que el espacio
físico limita el crecimiento del grupo. Algunos grupos superan esta barrera reuniéndose en
un lugar más grande. Muchos tienen los niños reunidos en un cuarto separado. Otros
dividen a los hombres de las mujeres en una parte del tiempo. Y por supuesto, los grupos
que más crecen resuelven el problema de espacio multiplicándose en dos grupos
•
Falta de vida espiritual. A la gente normal no les agrada estar en la morgue. Las
personas son atraídas por la vida, no por la muerte. Un grupo que no tiene vida y salud
espiritual no crecerá. Sus miembros no invitarán a nadie y los visitantes no regresarán.
•
Falta de búsqueda intencional. La gente no aparece por sí sola en una reunión. Ellos
asisten porque fueron invitados. Los grupos que crecen dedican un tiempo para orar por
las personas que aun no asisten. Utilizan la mejor estrategia para localizarlos y planifican
una serie de actividades para conectarlos con el grupo y se animan unos a otros a realizar
esta tarea.
•
Falta de un permanente contacto con los miembros. Los miembros de grupo pueden
perderse. Algunos pueden enfermarse. Otros repentinamente quedan atados por los
horarios de su trabajo y no pueden asistir. Otros salen de la ciudad por una semana o dos.
Están también los que se quedan en su casa para ayudar a los niños con un proyecto de
ciencia. Y si nadie los mantiene informados, la ausencia de una semana se convierte en
dos. La ausencia de dos semanas se convierte en tres y pronto ellos ya no son una parte
del grupo. Los grupos que crecen mantienen un contacto regular con todos sus miembros y
siempre se esfuerzan para mantenerlos informados.
•
Falta de actividades sociales para atraer a las personas nuevas" Un dicho popular dice
“Solo trabajo y ningún juego hace de Juan un muchacho tonto." Y del mismo modo,
muchas reuniones y ninguna actividad social pueden hacer del grupo un espacio para
tontos. Los humanos son criaturas sociales y disfrutan del esparcimiento con otros.
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•
No compartir responsabilidades con el ayudante. Todo facilitador tiene un límite de lo
que él puede hacer. Cuando él llega a su límite y no pide ayuda, impedirá que su grupo
siga creciendo, a menos que él comparta responsabilidades con otros.
Multiplicación del grupo.
El facilitador muy eficaz ayudará a desarrollar nuevos facilitadores y nuevos grupos. Las células
saludables no sólo crecerán sino que también se multiplicarán.
Barreras de la multiplicación:
• No tener colaboradores. Los nuevos grupos deben tener nuevos facilitadores. Los grupos
no se multiplican cuando no cuentan con ningún ayudante para liderar a los nuevos
grupos. No intentes empezar ningún nuevo grupo a menos que ellos ya estén preparados.
Un grupo preparado es uno que cuenta con un ayudante o futuro facilitador. Pero no es
suficiente tener un ayudante, se necesita un mentor que lo desarrolle como facilitador de
un nuevo grupo.
•
No planificar la multiplicación. Algunos grupos tienen colaboradores pero nunca parece
que tienen suficiente tiempo para multiplicarse. Muchos grupos comienzan a multiplicarse
recién después que se ha elaborado un plan para ese propósito. Este plan es simple:
solamente se necesita indicar la fecha y la forma como se hará la multiplicación.
El sueño personal del Facilitador de grupo
Ora acerca de tu sueño como un facilitador o líder.
• Escribe tu sueño en tus propias palabras. Por ejemplo:
a. Sueño con guiar un grupo para que sea sano, crezca continuamente y se
multiplique.
b. Aprenderé los hábitos que necesito para hacer realidad mi sueño.
c. Por la gracia de Dios, pondré en práctica los hábitos necesarios para hacer
realidad mi sueño.___________________________________
•
Firma y fecha este compromiso.
Nombre: _________________________________________________
Fecha: __________________________________________________
•
Lee la declaración de tu sueño regularmente para que te ayude a orar y a esforzarte.
•
Si estas a cargo de un grupo, debes fijar una fecha para multiplicarlo en un futuro
próximo. Escribe esa meta abajo.
•
Planifica varias maneras para poder compartir tu sueño continuamente para que sea un
grupo saludable, creciente y multiplicador.
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