PORTADA TEO-DRAMÁTICA INTRODUCCIÓN Hans Urs von Balthasar emprende aquí una recogida de materiales. Levanta un andamio sobre el cual moverse. Filosofía Teología Teatro INTRODUCCIÓN La teología académica es hasta ahora generalmente “épica” (narrativa). Lo que aquí interesa es todo ese complejo que es el “teatro”: que hay algo de este estilo, cómo está estructurado en cuanto a proceso y en cuanto a puesta en escena, y, finalmente, que se representa. El todo debe hacerse trasparente de cara a la teología y todos sus elementos aplicables a ella. Épica Narrativa Teatro Acción Teología = Teo-drama INTRODUCCIÓN Hasta ahora la filosofía se ha ocupado del teatro tan poco como la teología. Aquí nos ocuparemos de aquellos que han reflexionado sobre los aspectos filosóficos del drama, del proceso teatral y sobre todo del actor. Nos ocuparemos de sus reflexiones sobre lo (casi) religioso del teatro, cuyas raíces históricas se encuentran claramente en lo cultural. Georg Wilhelm F. Hegel (Stuttgart, 27 de agosto de 1770 – Berlín, 14 de noviembre de 1831) filósofo alemán.l F. Nietzsche. Georg Simmel (Röcken, actual Alemania, 1844-Weimar, id., 1900) Filósofo alemán, nacionalizado suizo. (Berlín, 1 de marzo de 1858 – Estrasburgo, 28 de septiembre de 1918) filósofo y sociólogo alemán. Gabriel Marcel (París, 07 de diciembre de 1889-París, 08 de octubre de 1973) dramaturgo y filósofo francés. Pierre J. Théophile Gautier (30 de agosto de 1811 — 23 de octubre de 1872) poeta, dramaturgo, novelista francés. Peter Stephen Paul Brook (Londres, 21 de marzo de 1925) es un reconocido director de teatro, películas y ópera. Es uno de los directores más deslumbrantes e influyentes del teatro contemporáneo. A. TOPOS DRAMÁTICOS A. LA DRAMÁTICA ENTRE LA ESTÉTICA Y LA LÓGICA UBICACIÓN DEL LUGAR Estas partes no se pueden separar adecuadamente, la “ESTÉTICA TEOLÓGICA” ha resultado tan amplia porque debía mostrar el fenómeno que sale al encuentro, ya desde entonces en su realidad efectiva (como TEO-DRAMA); Tanto el “Antiguo Testamento” como el “Nuevo Testamento”, han desarrollado ya el DRAMA de la Revelación, y naturalmente en conceptos y palabras, como TEO-LOGÍAS. Estética Teológica describe la percepción del fenómeno de la divina revelación en su “gloria” diferenciante que nos sale al encuentro en el mundo. Teo-drama no es ningún objeto para mirar, sino que es la “ACCIÓN” de DIOS en y para el mundo, la cual puede ser respondida, y así “comprendida”, por el mundo mediante la ACCIÒN del hombre. Teología A partir de esta dramática se abre entonces un acceso adecuado a la ultima parte, la tercera , que debe considerar en concepto y palabra el modo como dicho ACTUAR a quedado a disposición. Teofanía Teo-praxis Lógica A. TOPOS DRAMÁTICOS Únicamente el DRAMA por su carácter absolutamente vinculante en el que a cada hombre de modo singular DIOS le introduce, es capaz de “UNIVERSALISAR los conceptos TEOLÓGICOS”. Ahora el hombre, a invitación de DIOS, pasa a ser CO-ACTOR en la REPRESENTACIÓN. Quien dice TEO-LOGIA seguirá anclado en una dimensión estática que solo queda justificada si ésta ha experimentado la dinámica del acontecimiento revelador y si a partir de ahí surge siempre de modo nuevo y no como un producto muerto. Por ello no es posible pasar inmediatamente de la ESTÉTICA a la LÓGICA, aunque tal escalada se hubiera entendido en la ESTÉTICA expresamente como protesta contra una TEOLOGÍA racionalizan-te. Las figuras, imágenes, símbolos, que puede mostrar una ESTÉTICA no son capaces de fijar la “validez universal” de los conceptos teologicos sobre lo absolutamente irrepetible de una FIGURA de revelación a la que siempre se tiende. A. TOPOS DRAMÁTICOS Se trata por tanto de crear una RED de conexiones de conceptos y representaciones que sea adecuada para introducir en nuestra comprensión y nuestro lenguaje (teológico) la ACCIÓN DIVINA singular. Interdicción Teatro de la Crueldad Inhabitación Teatro de la Pasión Títere Mascara Encarnación A. TOPOS DRAMÁTICOS El DRAMA TEATRAL aparece como el eslabón de unión que faltaba: trasforma el ACONTECIMIENTO en una FIGURA concreta, trasforma por consiguiente la ESTÉTICA más allá de si misma en algo nuevo, que sin embargo prologa, y prepara al mismo tiempo la IMAGEN para la PALABRA. La libre expresión de la PALABRA SONORA dentro del DRAMA posee su propia lógica dictada por la trama. La ACCIÓN no es narrada, sino que acontece con las PALABRAS; no es una conferencia, la ACCIÓN avanza y se expone en y a la PALABRA. (En el “Teatro de la Pasión” el VERBO ENCARNADO, la PALABRA de DIOS ACTUA como FIGURA de REPRESENTACION humana (HUMANADA) para asumirnos universalmente más allá de la muerte y devolvernos la vida, restaurando nuestro ROLL (PAPEL) que tras la absolutización humana fue disuelto por el pecado. Por su parte el Teatro de la Crueldad postula una “representación” sin VERBO, sin PALABRAS, en realidad lo que busca es clausurar la REPRESENTACIÓN, Leitmotiv del “Teatro de la Pasión”. A su pesar, como esclavo y por las cualidades mismas del objeto de su deseo no puede él mismo prescindir del VERBO de la PALABRA, en el fondo las quisiera suyas, más aun sueña él mismo con levantarse algún día como Verbo y Palabra). A. TOPOS DRAMÁTICOS Entre la DRAMÁTICA de la existencia y su PRESENTACIÓN en el TEATRO actúan relaciones diversas, que esencialmente pertenecen al sistema categorial de lo DRAMÁTICO La existencia de tales relaciones queda aquí simplemente apuntada, mostrando que la TEODRAMATICA se puede relacionar con una doble pre comprensión que mutuamente se implica: una existencial y la otra estética. En ninguna parte se nos muestra el carácter de la existencia de modo más claro que en la REPRESENTACIÓN de un DRAMA. En este juego de referencias, propio del entorno teatral, se hace evidente, quizás como en ninguna otra parte, la problematicidad y ambigüedad no solo del teatro, sino también de la existencia que lo revela. Pero lo urgente de momento es la plenitud de relaciones y conexiones, que aquí surgen de un golpe y que inicialmente da origen a un material, un instrumental completo, ya elaborado, hasta ahora apenas considerado por la TEOLOGÍA, en orden a una posible REPRESENTACIÓN de la ACCIÓN de DIOS. A. TOPOS DRAMÁTICOS En el kairos veterotestamentario la voz de DIOS irrumpe en el escenario del mundo en OFF, aquí lo DIALÓGICO que anticipa lo que habrá de venir, es ya la primera ACCIÓN de DIOS, es DIOS que se comunica a su creatura para establecer una primera alianza de amor. Esta voz todavía no es FIGURA, pero revela un CARÁCTER y un abismo de distancia, que eventualmente DIOS mismo habrá de zanjar. La palabra en acción ubica a la creatura en las antípodas de DIOS a la vez que la hace coincidir con ÉL, la mayor des-semejanza en la mayor semejanza. Bajo el sol de DIOS nada puede ser nuevo si Él mismo no lo hace nuevo, por esta razón el Teatro de la Crueldad no puede pasar de ser más que una pálida imitación del TEATRO DE LA PASIÓN, y su autor? un pobre mico. Bajo los presupuesto del teatro de la crueldad, mas cercano a nos y el cual vivimos día a día en carne propia?, podemos develar, ver por debajo del matasellos el ORIGINAL y reconocer al AUTOR ORIGINAL. A. TOPOS DRAMÁTICOS La ESTÉTICA es sustancialmente teoría de la percepción; y en la medida en que el objeto nos afectaba (en el “SER” arrebatados “hacia lo percibido”), en la misma medida se extendía una frontera entre el objeto y el vidente. La DRAMÁTICA es una AGÓGICA, teoría de la TRAMA. En el Teatro de la Pasión se borran las fronteras entre vida y escenario. Entre la ACCION de DIOS y la humanidad queda suprimida la frontera entre el ACTOR y la sala de espectadores. El hombre es ahora espectador en cuanto es también CO-ACTOR. Ser ESPECTADOR es ahora también un ROLL (un PAPEL). Pero ahora se abre para el hombre la posibilidad de vivir en la duración de la VIDA dramáticamente. Ahora el hombre no solo es visto sobre el escenario, sino que ACTUA sobre el. El ser mismo del hombre se convierte en ESCENARIO de madera blanca sobre el cual DIOS mismo puede actuar. Ahora lo que el hombre hace (o deja de hacer) es el contenido DECISIVO de su propia ACCION. DIOS ACTUA en el hombre, para el hombre, y después también con el hombre. La implicación del hombre en la ACCIÓN DIVINA pertenece a la ACCIÓN de DIOS, no es presupuesto de la misma. A. TOPOS DRAMÁTICOS DIOS es BELLO en sí y para sí desde siempre; y sin embargo por medio del contacto de DIOS y del TEATRO del mundo no se puede separar sin más el “para nosotros” del “en sí”, al vencedor no le queda más que “aguantar a que ponga a sus enemigos por estrado de sus pies”, en el “para nosotros” cabalga el LOGOS en medio de la batalla vestido de sangre, Él tomo nuestro lugar en el teatro de la crueldad. Ni lo BELLO, ni la VERDAD, ni el BIEN que DIOS nos hace puede ser experimentado sin nuestra cooperación. Debemos “ser auténticos en el AMOR”, para apropiarnos de la BELLEZA, la VERDAD y el BIEN, que es DIOS mismo para incorporarlo al mundo haciéndolo crecer, y con ello conducir la ambigüedad del Teatro del Mundo hasta una univocidad de sentido que solo puede venir de DIOS. Tal salto solo es posible para nosotros porque ya es real por y para DIOS. La DRAMATISIDAD de la existencia sobre el ESCENARIO del mundo ha sido insertada por DIOS en una REPRESENTACION totalmente diversa, la suya, que ÉL sin embargo venia queriendo y sigue queriendo ejecutar sobre “nuestro escenario”, donde nosotros estamos haciendo travesuras. A. TOPOS DRAMÁTICOS Teatro dentro del Teatro Esto no es, considerado desde nuestra pre comprensión, ninguna paradoja absurda. Pues quien entiende algo de TEATRO, lo entiende como una PROYECCIÓN ESCENICA de la existencia humana que INTERPRETA la existencia misma más allá de sí y para sí misma. Es REPRESENTACIÓN en la REPRESENTACIÓN, nuestra REPRESENTACIÓN REPRESENTADA en su REPRESENTACIÓN. Una PROYECCIÓN ESCENICA de la existencia humana que INTERPRETA la existencia misma más allá de sí y para sí misma. Dado que la existencia humana se reconoce INTERPRETADA en esta PROYECCIÓN, puede reconocerse a sí misma –en una experiencia límitecomo PAPEL en una REPRESENTACIÓN que la envuelve. Se reconoce como trascendente en medio de la REPRESENTACIÓN aún donde ésta puede ser TRÁGICA. A. TOPOS DRAMÁTICOS El HERALDO del REY ha de configurar su existencia para el DRAMATICO testimonio de la PALABRA. No es un DRAMA leído que se baste a sí mismo, sino que por su forma misma es un TESTIMONIO PLURIFORME que apunta como su centro a una ACCIÓN que desborda toda PALABRA. El LIBRETO del DRAMA salvador de DIOS que llamamos SAGRADA ESCRITURA o BIBLIA no es un texto para ser medianamente interpretado en una lectura dramatizada de atril . Reclama ser ejecutado desde el interior del escenario de madera blanca, entre el DRAMA allí y el DRAMA aquí no hay hiato, la unión entre interior y exterior se hace posible en el ESPRITU SANTO. La dramaturgia escénica se origina en el corazón del hombre, el ATLETA del CORAZÓN monta vigilia interior y exterior para trabar una lucha a nivel del ESPÍRITU en la que la integridad corporal también se ve comprometida. La batalla ESPIRITUAL es a nivel del pensamiento, es decir de las REPRESENTACIONES mentales, la batalla FISICA es a nivel corporal lo que busca es preparar el escenario de su cuerpo y de sus miembros para REPRESENTAR a DIOS Pero la REPRESENTACION de DIOS no es una entre otras, para representar a DIOS hay que asumir su voluntad y abandonarse a ella, de esta manera llegara la in-habitación. Cómo puede esta pequeña criatura REPRESENTAR lo IRREPRESENTABLE y, bajo que condiciones puede darse, si es posible, ésta REPRESENTACIÓN. Deus ex machina Dios de la maquina 1. LO EVENTUAL Lo REAL es el objeto de la teología. No es un ACONTECIMIENTO meramente histórico (factum-un hecho) o una cadena de hechos relatables. Mucho menos es algo supra-temporal independiente de ellos, una idea en cualquier caso intrascendente para el hoy, una “esencia” o ser en reposo. Lo REAL es enteramente un EVENTO que irrumpe en vertical en la cadena de hechos intramundanos y que como tal revela al mismo tiempo el modo de ser del DIOS vivo, su modo de ACTUAR. En la irrupción vertical en el tiempo juzga y salva al mundo, su irrupción es hecho y palabra a la vez: (El Deus-ex machine) colocado -o colocándose- bajo esta PALABRA en ACCIÓN. DIOS mismo es el perenne ACONTECIMIENTO final, hasta el punto de que la dimensión verbal de su ACCIÓN es la predicación evangélica, cuya aceptación creyente (por la fe que es ciega) es el cambio que se opera en el oyente. Crucifixión para el mundo (mandato supremo), resurrección por y para DIOS en CRISTO JESÚS (que es el Deus ex machina). 1. LO EVENTUAL Performance Entonces refulge el EVENTO a cada instante en el KERIGMA (anuncio) entre el DIOS de la nube oculta (Antiguo Testamento) y el corazón oculto del hombre (en cada profeta). O se puede dejar que la PALABRA REFULGENTE gane en plenitud de sentido evangélico que en la palabra hecha hombre JESUCRISTO (el hijo de DIOS - Nuevo Testamento); es la ACCIÓN suprema de DIOS que el HIJO reconcilia al mundo consigo antecediendo toda actividad humana; el hombre queda prendido por el ACONTECIMIENTO, afectado por el RELAMPAGO, (lo sepa o no); y si llega a saberlo y si es auténtico, se hace cristiano. La historia en su horizontalidad está atravesada verticalmente en dos direcciones, (de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo), su futuro es internamente rebasado y llevado hasta el final, y lo que en el ACONTECIMIENTO parece pasado, tiene su mayor peso en el PRESENTE de lo que se hace ACONTECIMIENTO en el corazón del hombre (porque ha sido participado del ACONTECIMIENTO en su totalidad), afectando todo su sentido (haya o no recepción). La concentración del dato en el ACONTECIMIENTO sin más conserva algo de puntual atemporal que hace justicia a la genuina historicidad de la Revelación Bíblica. Esto resulta diáfano (trasparente) en el punto en el que las relaciones de la promesa veterotestamentaria y su cumplimiento neo-testamentario se pone en cuestión y reclama un espacio horizontal (un espacio histórico) para poder expandirse. Desde el punto de vista Bíblico y del cristianismo primitivo (contra la gnosis que desprecia el Antiguo Testamento) esta relación horizontal era la prueba de la VERDAD del ACONTECIMIENTO acaecido escatológicamente en CRISTO. El Águila 1. LO EVENTUAL Se ESPERA la “hora” verdadera que aún no ha llegado (Jn 2, 4; 7,30; 8,20), en la ESPERA se puede ACTUAR salvíficamente en el sentido de DIOS. Se ACTUA al conocer la llegada de la hora (Jn 12, 23; 13, 1). Se DURA ACTUANDO en la ESPERA de la hora, esta DURACIÓN solo puede ser EXPRESADA en el ápice donde el futuro depende de nuestro ACTUAR presente. “Se acerca la hora o mejor dicho a llegado” (Jn 4,23; 5,25; 16,32). Se podría objetar que el futuro es manifestado por JESÚS antes de su pasión y el presente por el evangelista desde su experiencia eclesial; pero aun así quedarían marcados diversos momentos horizontales y perspectivas respecto al CONTECIMIENTO de la “hora”. A partir de este otro ACONTECIMIENTO –MUERTE y RESURRECCIÓN de JESÚS- no se prolonga el tiempo de modo neutral. Hay en el tiempo de la Iglesia un TIEMPO FAVORABLE (en modo alguno atemporal o siempre a disposición), hay un AHORA como DIA DE SALVACIÓN un HOY al que puede seguir un DEMASIADO TARDE ABSOLUTO. 1. LO EVENTUAL El evento irrumpe perpendicularmente y aparece desplegado en una serie de momentos salvíficos, comparables a los ACTOS de un DRAMA. Esto significa que el momento vertical del evento, alcanzando y configurando la horizontalidad del tiempo, lo aprovecha para desplegarse él mismo DRAMATICAMENTE. Se da no sólo el QUINTO ACTO ni sólo la ESCENA decisiva de la TRAMA. La PIEZA entera es REPRESENTADA por DIOS justamente con el hombre individual y con la humanidad. 2. LO HISTORICO La figura que desde el Antiguo Testamento poco a poco se va construyendo y que alcanza su plenitud en el ACONTECIMIENTO de la CRUZ, SÁBADO SANTO y RESURRECCIÓN, queda sometida a la categoría envolvente de la historicidad. Sin embargo en la influencia del TIEMPO SALVIFICO ha cambiado algo frente al tiempo pre-cristiano: “Si yo no hubiera hecho en presencia de ellos lo que nadie ha hecho, no tendrían culpa”. Queda establecido un escándalo para CAIDA y LEVANTAMIENTO de muchos, que antes no existía; todos los tiempos después de JESÚS quedan –quizás de forma creciente- marcados por un SÍ o un NO frente a ÉL. Esto no quiere decir que antes que ÉL su REINO y su GRACIA no estuvieran ya presentes, como determinación “existencial” o históricotranscendental. Pero esta evidencia arranca de un momento histórico en el que “entra DIOS en el ESCENARIO de la historia del mundo”; desligada de esta DRAMATICIDAD, la “historicidad” teológica quedaría disuelta de un modo u otro en pura filosofía. 2. LO HISTORICO JESÚS mismo tiene un tiempo único y especial y por eso su forma temporal quedara impregnada de un modo peculiar en todos los tiempos después de ÉL. Se puede afirmar con razón que la muerte y resurrección de JESÚS afecta interiormente a todos los hombres de todos los tiempos en cuanto solidarios de la única historia de la humanidad, aun si no hay recepción; Pero otra cosa es recibir el PAPEL y asumir el ENVIÓ, se entra en el tiempo de la contradicción: IN-HABITACIÓN vs INTERDICCIÓN Esta DRAMATICIDAD entre dos tiempos no puede ser captada ya con la simple categoría de “Historicidad”. Inicia la coactuación del hombre en el Teatro de la Pasión. Y aun de modo más general: si ya el momento individual encierra un duro CONFLICTO, entonces aún más se carga de una mayor TENSIÒN los sucesivos momentos históricos en su encuentro, en su referencia y en su contraposición. •Entrar personalmente en el tiempo de JESÚS, “MORIR” y “RESUCITAR” con ÉL en el tiempo pasado y presente y empezar a existir en la MISERICORDIOSA intersección de los “EONES. •Muere el hombre EXTERIOR cada día, Resucita el hombre INTERIOR, se sabe poseedor de un HOGAR SECRETO, marcado como extranjero en este mundo y traidor a él, monta guardia responsabilizándose del destino del mundo, que ha de preparar para el REINO. PREGUNTAS Y aun de modo más general: si ya el momento individual encierra un duro CONFLICTO, entonces aún más se cargan de una mayor TENSIÓN los sucesivos momentos históricos en su encuentro, en su referencia y en su contraposición. ¿Podrá jamás el cristiano en la pluridimensinalidad de su momento precisar su posición en el ACONTECIMIENTO total? En caso negativo: ¿Cómo se presenta entonces ante otros cristianos y no cristianos, ante otras situaciones de la historia antes, con y después de ÉL? Y al hallarse en la misma penumbra: ¿No llegarían también a una interpretación errónea de CRISTO y de sí mismos, cuando en realidad se encuentran todos irremisiblemente implicados? Y en tal implicación, como sobre un tablero de ajedrez con múltiples figuras: ¿No se sentirían constantemente analizados, elegidos y movidos como una pieza más? Nadie abarca todo el conjunto, nadie puede, por tanto, determinar exhaustivamente ni la posición propia ni la ajena; sin embargo cada cristiano penetra con su mirada en la región del TODO, pertenece a ella, y desde esta pertenencia debe decidir en el momento histórico. ¿Lograremos tal decisión cuando nos abandonamos plenamente a la luz, que en la decisión practica brilla por si misma? Esta cuestión sin embargo es provisional respecto a la que insinúa la revelación bíblica y que deberá ser la cuestión ultima de una TEODRAMATICA: ¿Qué quiere decir que DIOS mismo entra en la historia de su mundo y que, haciéndose hombre, se convierte en CO-ACTOR del DRAMA del mundo? ¿Quedan afectadas internamente por la historicidad, el espíritu absoluto (Hegel) o el mismo ser (Heidegger)? ¿Tenían razón los mitos, al proclamar esto mismo en lenguaje simbólico? ¿No se convierte con ello el riesgo, la exposición, la incertidumbre del desenlace, en lo definitivo? Y el CREADOR, al dejar en libertad a su criatura: ¿No acaba dependiendo de ella? ¿No se convierte así el hombre, como dice H. Jonás, no solo en pastor del ser, sino también en guardián del mismo DIOS? Pero entonces: ¿Dios sigue siendo DIOS? 3. LO ORTOPRAXICO “Precisamente lo que en sentido eclesial es lo cristiano –nos dice Nietzsche– es por principio lo anti-cristiano: puras cosa y personas en vez de SIMBOLOS, pura historia en vez de HECHOS ETERNOS, puras formas, ritos, dogmas, en vez de una PRAXIS de VIDA CRISTIANA. CRISTO es la completa indiferencia ante dogmas, culto, sacerdotes, Iglesia, teología. El cristianismo es un PRAXIS no un dogma. Nos dice cómo debemos ACTUAR, no lo que debemos creer. “Vete y haz tú lo mismo”, concluye la parábola del buen samaritano. El Nuevo Testamento no es un manual, sino un SCRIPT, un GUION que debe ser ENCARNADO por un AGENTE (actor), de tal suerte es un ESPIRITU, una colección de escritos ocasionales que remiten al comportamiento de CRISTO a su ACCIÓN hecha carne y que como MODELO anticipa lo que el cristiano debe hacer. La consigna de, la ORTO-PRAXIS saca al cristianismo de los cuartos de los estudios y lo coloca en el ESCENARIO DEL MUNDO, donde debe ACTUAR y acreditarse ACTUANDO, pero lo reduce a ética o a recetas para la acción humana. Esta acción no es la primera de una serie sino que la hace posible a toda ella desde arriba, desde fuera, desde abajo. 3. LO ORTOPRAXICO De ser lo contrario tendríamos Filantropía, que para Nietzsche y para los no meramente ingenuos es un PAPEL, un modo de conducta sobre el ESCENARIO del MUNDO, junto a muchos otros PAPELES contrapuestos (ANTAGONISTAS) y desgraciadamente inevitables (¿necesarios?): lucha por la existencia en que triunfa el más fuerte o más inteligente, legítima defensa –social e individual- contra injustos ataques actuales o futuros, administración de justicia con sanciones, etc., (plano meramente humano) mucho de lo cual puede ser contado en favor del bien común, de la filantropía por tanto; pero en un sentido totalmente distinto del que había señalado la ACCIÓN originaria de DIOS. Mediante esta ACCIÓN divina la orto-praxis de ética se desliza hacia un campo de tensiones en el que no bastan sus simples recetas, y vuelve a situar al cristianismo ante decisiones DRAMÁTICAS. Lo que realmente era la acción originaria de DIOS, el alcance que poseía para el mundo, solo puede ser aceptado y pensado en una fe que antecede a toda iniciativa humana. CRISTO ha comprendido su ACTIVIDAD como obediencia incondicional al PADRE. Por ÉL y en ÉL ACTUA DIOS en cuanto entrega al mundo lo que tiene de más propio y más amado (su Hijo). DIOS no hace algo por los otros, ÉL hace todo. Así el seguimiento de CRISTO, posibilitado por su entrega, no consistirá en hacer algo justo, sino fundamentalmente en entregarlo todo al DIOS totalmente enajenado, para que así pueda utilizarlo en el sentido que quiere a favor del mundo. Solo dentro de este marco –podemos llamarlo entrega practica de fe– encuentran su puesto los compromisos éticos concretos de los cristianos y sólo aquí son medidos por ÉL. El campo de actividad en que se ejerce la ACCIÓN cristiana vuelve a parecer de una forma mucho más tensa y dramática de lo que permite sospechar la fórmula orto-praxis. 4. LO DIALOGAL Uno de los nuevos planteamientos más fecundos del pensamiento y de la vida cristiana radica en el principio DIALOGAL. Si se mira a los dos milenios de teología cristiana llama la atención el poco espacio que se le ha concedido. La historia bíblica tiene su centro en la alianza entre DIOS y el hombre; en ella al hombre creado por DIOS y dotado de libertad se le ha CONCEDIDO un espacio de mismidad, de libre escucha y respuesta, y en último término de cooperación responsable con DIOS. No se da solo la palabra omnipotente que se escucha rostro en tierra y se ejecuta como un esclavo; se da también el espacio de comprensión, de la toma de posición, del posible rechazo. Decir no a la VERDAD, que por naturaleza es BUENA, es totalmente absurdo; pero DIOS prefiere este absurdo a subyugar a su creatura desde afuera; tiene la inconcebible habilidad de obtener el SÍ de su libre “partenaire” desde lo más íntimo de su libertad. Para eso han sido necesarios todos los misterios del cristianismo: que DIOS deja a su HIJO hacerse hombre, y que es posible un auténtico DIALOGO entre DIOS en el cielo y DIOS como hombre en la tierra, DIALOGO en el que libertad, amor y obediencia se unifican, y que DIOS envía a nuestros corazones el ESPIRITU de su HIJO que clama: Abba ¡PADRE! (Ga 4,6). Este acontecimiento abre la mirada a una doble dirección: 1 Que en DIOS mismo se da un DIALOGO originario, que es el presupuesto, necesario aunque inexplicable, para el ACONTECIMIENTO cristiano. 2 Y que en el ACONTECIMIENTO el dialogo interhumano entra en una luz enteramente nueva. 4. LO DIALOGAL La PALABRA ENCARNADA entra en SITUACIÓN DIALOGAL “Pero no hay recepción” La forma en la que DIOS se presenta es inconcebible, lo que pide exige una comunión, la verdad que él sabe y comunica no es una mercancía, esta integrada a su persona y se comunica en su acción. Entre el anuncio y la acción no hay hiato, palabra y acción comulgan en el cuerpo de Jesús. Esa comunión entre lo dicho y lo hecho es precisamente lo que los maestros de la ley deliberadamente no quieren entender, por eso no hay RECEPCIÓN. Por eso para los maestros de la ley es precisamente la PALABRA de DIOS que es JESÚS la que, tal como es, no debe ser verdadera. No puede ser verdadera la presencia y la palabra que desmiente, incomoda, y exige desinstalar el andamiaje que me sostiene. 4. LO DIALOGAL La identidad de Jesús es el gozne del Evangelio que ha bajado a la caverna de la desobediencia para ser obediente hasta la muerte. “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va la padre sino es por mi” El dialogo aparente finaliza antes de la pasión en un gran MONOLOGO en presencia de la “Iglesia” de los discípulos que por el momento no son capaces de comprender, para concentrarse finalmente en la dimensión vertical de la oración. Pero con esto no está todavía dicho todo; pues para Juan como para todo el Nuevo Testamento, la ruptura de comunicación en la pasión de JESÚS (ruptura entre Él y los hombres, signada por el odio ignominioso que lo mata y entre Él y DIOS, signada por la obediencia amorosa que lo devuelve a la vida glorificado JESUCRISTO es entonces el gozne que en la ruptura total une a los hombres con DIOS ). Significa el paso de la PALABRA hasta la más profunda y hermética mazmorra del adversario (Mt 12,29; 12,40), para hacer surgir desde el silencio glacial de la muerte un nuevo DIALOGO salido de la CATARSIS del árbol de la CRUZ, Pascua y Pentecostés a la vez. 4. LO DIALOGAL Recapitulando Esto indica que lo DIALOGAL es una categoría muy esencial para lo cristiano, pero no la única; como categoría no es suficiente para expresar en todo su DRAMATISMO el ACONTECIMIENTO. Ninguna DRAMA sin DIALOGO: en la construcción y en la diafanidad del DIALOGO se revelará con toda su claridad la fuerza del DRAMA (TEODRAMA). Pero el ACONTECIMIENTO no se reduce a esto; el NUDO de la TRAMA no se diluye en la peroración y en la réplica; algo superior, que rebasa a los oradores, se les puede revelar lo sepan o no. Un evento desconocido a ambos, que solo el espectador experimenta, puede ofrecer una clave para sus relaciones. Una decisión madurada en el silencio, una ACCIÓN MUDA, conduce todo hablar más allá de sí, crea el punto de llegada, desvela el comienzo invisible, arranca todos los árboles aparentemente crecidos y los vuelve a plantar en una región extraña. De otro lado lo dialogal no es comprendido de un modo tal que pueda simplemente ser superado. Se desarrolla sobre nuevos niveles. Si hoy entra la palabra dialogo en la teología y en la Iglesia, esto significa más una actitud que un ACONTECIMIENTO. 4. LO DIALOGAL La actitud que se abre a una nueva escucha y que reconoce la validez del otro en cuanto otro, aunque no tenga lugar ninguna otra conversación; la actitud que no renuncia, está por tanto estrechamente emparentada con la ESPERANZA. Pero aquí tiene que recordar el cristiano que figura tiene su ESPERANZA: seguramente no la de un horizonte de futuro abierto intrahistóricamente, en el que la HISTORIA del MUNDO correría al encuentro del HAPPY END en demanda de un Reino de Dios que emerge progresivamente desde ella misma, sin que deba pasar como un todo por el MISTERIO de la MUERTE y RESURRECCIÓN. Su ESPERANZA va más allá de esta MUERTE –para el individuo como para el mundo en su conjunto- y puede en este sentido ser más absoluta que la de su compañero de DIALOGO, para el cual también se trata del futuro (intramundano) del hombre y de la humanidad. En la comunidad de perspectivas puede resultar bien un DIALOGO. Puede fracasar si los horizontes se presentan absolutamente irreconciliables, sin ningún punto común. Entonces la última palabra del DIALOGO para el cristiano es el testimonio de su EXISTENCIA o de su SANGRE. 5. LO POLITICO Si el principio DIALOGICO aspira a una desmonologización del KERIGMA eclesial, del magisterio y de la teología, la divisa del sentido político del compromiso cristiano y de la teología es la DESPRIVATIZACIÓN. Cuando a JESÚS se le abre proceso, se le pregunta por sus discípulos y su doctrina. La respuesta es: “Yo he enseñado públicamente a todo el mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen los judíos, no he dicho nada a ocultas” (Jn 18,19s). En el mismo marco público suceden las escenas de los hechos de los apóstoles; por lo tanto el proceso de JESÚ como los testimonios de los apóstoles, adquieren rango político. Al abrir un horizonte superior al puramente estatal, limitan indirectamente a este último y lo someten a una crítica escatológica. Un REY que no es de este mundo, pero que ACTUA con toda seriedad en la ESCENA PUBLICA del mundo, no tiene otro camino que implicarse en el DRAMA POLITICO. 5. LO POLITICO El Reino, que CRISTO anuncia como culminación de la historia, se encuentra ya en la tierra; el individuo y la comunidad han de intentar darle vida usando todas sus fuerzas espirituales; pero él llega por pura decisión de DIOS y no como fruto del esfuerzo humano en el ámbito intrahistórico. De modo más preciso: llega cuando JESÚS, al expiar la culpa del mundo, muere y es resucitado por DIOS como “primicia de los muertos”; en ÉL se convierte en un presente oculto y trascendente, que acaba por ser un futuro mucho más urgente para los que todavía viven conociéndole en la fe. Supuestos estos, aceptamos la imagen paulina del CRISTO resucitado como cabeza de un cuerpo que existe, configura o vivifica aún sobre la tierra, y lo hace crecer hacia su consumación. 5. LO POLITICO ¡En que paradoja se convierte entonces la existencia humana en tal cuerpo! Negativamente podrá criticar el cristiano toda forma de comunidad humana desde un eschaton (momento final) que conoce y vive (en la fe); positivamente (porque “ya no vivo yo, vive Cristo en mí), llega a conocer la estructura radical del Reino futuro, hacia el cual ha de encaminar su propio ser y su entorno, sin que pueda instaurarlo en el “viejo eón” que gime “sometido a la vanidad”. ¿Debe intentar la edificación de una especie de IMAGEN estética del Reino de DIOS con los materiales del mundo antiguo, como lo intento la teología constantiniana medieval? Pero tal estética es platónica y olvida la urgencia apremiante del esperar evangélico. ¿O, a partir de su conocimiento de los elementos fundamentales del Reino – amor, justicia, paz–, debe aspirar en serio a una realización, progresiva y quizás asintótica, (línea recta que, prolongada indefinidamente, se acerca progresivamente a una curva sin llegar nunca a encontrarla) de este Reino sobre la tierra? Pero así recaería en el Antiguo Testamento y anularía la línea de demarcación establecida por CRISTO. 5. LO POLITICO El hombre de fe trasformara lo que CRISTO realizo traspasando las fronteras de la muerte en un principio de movimiento manipulable intramundanamente; lo remansará en una actualización a-histórica de la salvación, quizás REPRESENTADA, “eucarísticamente”, la cual desde dentro, como omega latente, garantiza la llegada definitiva de la sociedad sin clases a la acción política de los hombres que aspira a una organización perfecta. En Pablo se encuentra la curiosa concepción de que la última generación de la historia no morirá, sino que será arrebatada junto al SEÑOR tal como está; pero añade como compensación que las generaciones de los muertos tendrán la precedencia en la resurrección (1 Ts 4, 15 ss); traspuesto en clave evolucionista: lo decisivo no es la idea límite de una aproximación intramundana al REINO, sino la división de eones realizada claramente por CRISTO en su muerte y resurrección. El cristiano puede estar desprivatizado hasta lo más íntimo y colocado en el ESCENARIO del mundo para una ACTUACIÓN pública y para una valoración general. Y en tal sentido configura una política. Sin embargo escapa a la categoría de lo político con su exigencia mundanamente inclasificable e inabarcable para él mismo. Esta política es exigente con él como “miembro” del CUERPO y bajo CRISTO cabeza es profundamente solidario con todos los hermanos menores del SEÑOR y debe saberse responsable de esas realizaciones existenciales sin excusa alguna. 5. LO POLITICO Está esta incrustada esencialmente en el campo del mundo para fermentarlo todo; Aquí la Iglesia se convierte en prenda sustancial de una esperanza desbordante; y ello aunque su levadura, que va fermentando en el marco social y que empuja a todos los poderes del mundo a servir a la justicia y a la paz, sea en si misma impotente o, según la paradoja paulina, solo es fuerte en cuanto es débil. La impotencia del Crucificado, que sigue siendo la forma genuina de la existencia cristiana más vigorosa, jamás será “manipulable” para una progresiva “amorización” de la humanidad. La DRAMATICA situación en que se ve implicado el cristiano de modo consciente y el mundo y su historia de modo inconsciente, trasciende ampliamente las categorías políticas y añade una dimensión que cabe designar según la reflexión que se haga, como inevitablemente TRAGICA o como utópica (ya designe algo lleno de sentido o algo absurdo) o al final como reconciliadora de todo. Si lo político no quiere declarase incompetente para la cuestión del sentido último (lo que le es imposible sin renunciar al empleo de normas de validez en el ámbito intra-temporal), entonces ha de remitirse más allá de sí mismo a esta DRAMATICIDAD de la existencia humana que alcanza su más alta tensión únicamente en lo cristiano. 6. LO FUTURO Lo futuro reúne en torno a si las fuerzas con-figurantes de la teología actual. Lo futuro abre –sin destruir plenamente todo pathos de la caducidad del presente– a un espacio de “huida hacia adelante” como única salida de esta situación insoportable. Se ve fácilmente que el slogan “futurismo” atrae otros similares de nuestra época: “utopismo” de un lado, y “revolución” de otro lado. El “utopismo” proclama más la voluntad de forzar, a través de la libertad del espíritu, lo imposible según la naturaleza o lo que no tiene lugar en lo intra-mundano. La revolución piensa en los medios prácticos para instaurar este componente utópico, (pero que tiene que ser), por medio de la trasformación radical de las relaciones. Es inútil afirmar en qué medida en tales programas, que aparecen seriamente situados en el centro de los planes humanos, se insinúa lo DRAMATICO en su más poderosa concentración. 6. LO FUTURO El “futurismo”, aun flanqueado por la “utopía” y la “revolución”, no tienen la envergadura de la DRAMATICA TEOLOGICA o TEODRAMATICA. Solo la alcanza en el marco del movimiento apocalíptico entre mundo y DIOS, cielo, tierra e infierno. Ahí es donde hay que ver lo bíblico apocalíptico, que en esta hora de la humanidad nos interpela de modo tan novedoso, como el trasfondo de aquello que nos presenta el real drama bíblico de la salvación en medio de nuestra historia. Hay dos términos clave, íntimamente ligados entre sí, que en el ámbito de la sociología y la psicología han penetrado en la conciencia general y que a partir de ahí adquieren relevancia para la teología: función y papel. 7. LO FUNSIONAL Lo funcional puede ser instrumento de gran ayuda; no sólo muestra las fundamentales relaciones, supra-subjetivas (sobre, por encima, más allá del sujeto) y sociales, sino que comprende a los sujetos y su verdad a la luz y en la consumación de tales relaciones: el hombre no es separable de aquello para lo que sirve y a lo que sirve hay reciprocidad entre ambas preposiciones. Su relación dentro del todo en el “cuerpo” determina su puesto y ACCIÓN como parte, como “miembro”, por y en la reciprocidad. Pero esto plantea inmediatamente una cuestión: ¿qué es el TODO, en cuyo marco recibe la función su sentido? ¿Es, o puede ser, una “razón finita”, algo así como la “sociedad humana”? Pero ¿de dónde podría algo finito recibir su carácter normativo, si no le hubiera sido delegado o bien por una RAZÓN INFINITA o bien por un momento ABSOLUTO, INFINITO, que radica en los sujetos que en él se mueven? 7. LO FUNSIONAL En caso contrario volveríamos a caer en la carencia de ubicación o de situación achacable al código estructuralista. La “función” en cuanto servicio del individuo a la comunidad puede en un determinado nivel reportar un desencanto beneficioso, incluso en el ámbito eclesial, como cosificación de una pseudo-sacralidad. En el ámbito profano el estructuralismo tiene en este punto una tarea importante –observada por Roland Barthes (Mitologías, Seuil 1957. Sistema de la moda, id. 1967) –: desacralizar las sacralidades que continuamente resurgen (técnica, deporte, culto personal, etc.). 7. LO FUNSIONAL Esta desacralización sólo puede tener sentido (sin cinismo) en el ámbito de una “razón finita”, desde un horizonte superior de valores que desencanta las funciones finitas, porque todas ellas están sometidas a una pretensión infinita cuya gravedad, seriedad y dignidad, especialmente en el ámbito eclesial, es al que las funda en la verdadera sacralidad. El ámbito aparentemente finito de la Iglesia, con sus múltiples funciones, siempre aparece regulado por la presencia infinita del Logos encarnado, por lo que se abre la posibilidad que el estructuralismo, que bloquea todo lo DRAMÁTICO, pueda ser fructífero para una TEODRAMÁTICA. 7. LO FUNSIONAL El “funcionalismo” del Cuerpo místico de la Iglesia en Pablo recibe su tensión por el hecho de que los “carismas” son otorgados a los miembros individuales exclusivamente por DIOS (Rm 12,13) o por Cristo (Ef 4,1s) o por el Espíritu Santo (1 Co 12,12-30); en esta diferencia radica toda la impresionante tensión de la existencia cristiana entre la recepción de una misión absoluta y la inmediata expropiación en la fusión correspondiente a esa misión, que se traduce en una estructura (precisamente la Iglesia) superior al sujeto, en cuanto lo compromete y contribuye a su constitución. Si un funcionalismo cristianamente asumido deseara prescindir de esta tensión y presentarse en el marco de una razón finita, como hoy es caso frecuente en la esfera profana, entonces paralizaría la TEO-DRAMÁTICA, mientras que la potenciaría decisivamente si se desarrollara en el marco de la diferencia indicada. 8 El Papel La problemática del PAPEL y de su descubrimiento, claramente ligada con el tema anterior, se encuentra oscilando entre la sociología y la psicología. Más tarde tendremos que ocuparnos detalladamente del PAPEL, por lo que puede bastar aquí una breve indicación. Este motivo es tan viejo como la parábola del teatro para la vida humana y encierra implícitamente toda la problemática insinuada en esta parábola: no solo que el individuo tenga que ejecutar en el teatro del mundo una función determinada que le ha sido asignada por alguien (¿por las circunstancias? ¿Por DIOS? ¿Por sí mismo?) sino también que el hombre en algún punto misterioso, no es idéntico con el PAPEL que representa y sin embargo tiene que identificarse con él para ser verdaderamente él mismo. ¿O es mejor que no lo haga totalmente y que deje un espacio, una distancia entre sí y el PAPEL, sabiendo que “en el fondo” también podría ser otro y que no debe perderse en el PAPEL para ser Él mismo? 8 El Papel Esta alternativa debe ser decidida antes de adentrase en el moderno problema de la “búsqueda de identidad”. ¿Encuentro yo mi identidad si me meto en el PAPAEL que “la sociedad (a) procurado para todos los “DRAMATIS PERSONAE”? Según lo dicho sobre la “función”, se tendería a responder afirmativamente: la mismidad es tan originaria como el ser-enrelación, como el servicio al otro y al todo. Pero la reserva ahí indicada (se debe mantener la tensión entre el orden finito y el infinito), actúa con más fuerza al hablar aquí de la identificación entre el yo y su papel. Identificación presupone una no identidad y su mediación, que se desarrolla quizá sin conflictos y casi inconscientemente en los psíquicamente sanos, pero que puede resultar muy difícil en los enfermos y problematizados; de ahí el interés de todas las formas de psicoterapia para el problema del PAPEL y de la identificación (a alcanzar quizá gradualmente). 8 El Papel Pero ¿quién me ofrece el PAPEL en quien puedo yo convertirme de verdad en mi mismo? La pregunta tiene tantas capas como una cebolla; las ofertas, concesiones y disposiciones de la sociedad son solo las hojas exteriores; las decisiones propias a favor de esto o de aquello tal vez sólo las intermedias, pero ¿Cuáles son las inmediatas al núcleo o las que lo conforman? Mi PAPEL social puede cambiar fundamentalmente por el destino, no solo por resoluciones voluntarias, sino aún más por las posibles “trasformaciones funcionales”, cada vez más profundas, de la sociedad por medio de la cibernética, de los medios bioquímicos, etc. “El hombre es el hombre”. Aquí se hace evidente el nexo entre la reflexión sobre el PAPEL y lo “funcional estructuralista”, cuya posición fundamental es esta: solo es importante la constancia de la función, es indiferente quien la desempeña, (si acaso hay un quién) pues los portadores son intercambiables. 8 El Papel En vista de esta metamorfosis tecnificada, la pregunta ¿Quién soy yo? Alcanza una agudeza recargada aún más por la sensibilidad que ha originado la teoría de la metempsicosis, en la que al menos permanece un Karma idéntico. El problema rebasa todas las esferas sociológicas y psicológicas hasta llegar a la esfera de la TEODRAMATICA; podemos anticipar que únicamente allí se puede encontrar una aclaración satisfactoria. Se mostrará que ninguna teología más que la cristiana puede pronunciar la palabra salvadora. 9 LIBERTAD Y MAL Vamos a mencionar por ultimo un tema que hoy ha adquirido una urgencia mayor que en la teología del cristianismo primitivo y medieval. Naturalmente era también actual el problema de la libertad creatural, en la que estaba incluida la libertad del mal. ¿Cómo podía ser de otro modo en una teología de la creación, de la providencia, del pecado original, de la redención de la cruz, del juicio aún pendiente, una teología que precisamente se configuro cuando la gnosis tardo-helenista luchaba a vida o muerte con la cuestión del mal hasta acabar imputando la responsabilidad de su existencia a un dios subordinado, incluso en el maniqueísmo a un anti/dios? La teología tradicional cristiana siempre piensa desde la certeza de que un DIOS bueno ha creado el mundo, de que la libertad de la creatura le está subordinada, que el mal es un fenómeno de deficiencia del bien. 9 LIBERTAD Y MAL Ciertamente se sacan las consecuencias de una auténtica libertad de elección por parte de la creatura; la posibilidad y realidad de condenación eterna; no falta el shock que de aquí se deriva y se empieza a cavilar sobre las oscuridades de la predestinación divina: desde Agustín y Godescalco hasta las discusiones sobre la gracia entre dominicos y jesuitas. Sin embargo la problemática se mantiene dentro de una cierta ingenuidad paradisiaca; el concepto de DIOS no queda afectado esencialmente por estas oscuridades: DIOS no puede ser más que bueno y justo, incluso cuando no podamos entenderlo. Se desplazan los centros cuando al comienzo de la edad moderna se proyectan sobre las profundidades divinas las tinieblas y el desgarramiento de la creación [Jakob Bohme] y cuando la especulación descubre en la libertad humana el momento absoluto (el Schilling del periodo intermedio que prologa la idea de autonomía de Kant) 9 LIBERTAD Y MAL A partir de ahora es DIOS el que soporta en sí mismo la COTRA/DICCION {hasta el infierno} y de un mismo golpe, es el hombre el que queda insertado en su contradicción en el lugar del Absoluto; como partner del mismo rango puede disputar con DIOS sobre la CONTRA-DICCION del mundo y el absurdo de la existencia o, asumiendo incluso el lugar de DIOS, debe encontrar su sentido como “homme revolte” en la propuesta contra lo absurdo de la vida. C.G. Jung expresa con la mayor virulencia este nuevo clima de mentalidad y de sensibilidad al pedir la ampliación de la Trinidad Cristiana en Cuaternidad; en la totalidad divina deben ser incorporados también la oposición del bien y del mal, del Hijo bueno del Padre CRISTO y su reverso, el hijo descastado el diablo. 9 LIBERTAD Y MAL El hombre moderno no puede soportar ya las gafas transfiguradoras que la fe cristiana coloca al observador del mundo (este había sido encontrado por DIOS como “muy bueno”, acaso en prevención de que todas las pérdidas podrían ser recuperadas por el sacrificio de su HIJO en la CRUZ); el hombre moderno no las lleva ya. Descubre los aspectos trágicos del mundo: agresión, voluntad de dominio, aniquilación mutua; y en el campo de lo histórico, la tragedia de la cultura, cuyo desarrollo conduce según todas las apariencias a su auto/aniquilación. Una luz se apaga; el paisaje de la existencia aparece descolorido y extraño. La superación del pecado por la “muerte sacrificial de CRISTO” no es aferrable en parte alguna. La fe queda derogada por la sobre carga de lo real. (Una Fe bajo dichas circunstancias es invaluable). 9 LIBERTAD Y MAL Así como el cristiano tiene que hablar de una manera nueva por la posibilidad de la fe, así mismo el no cristiano se encuentra ante la insidiosa cuestión de si aún inculpar a una instancia por el estado del mundo (Sigmund Freud reconoce que esa instancia no existe y que el hombre enfermado” tiene que arreglárselas en silencio con todo y consigo mismo), o si ha de considerar el mal como un simple poder de la naturaleza. Que cielos y tierra estén llenos de la gloria de DIOS, que se pueda dar gracias y alabanzas por un mundo semejante, esto hace dudar al cristiano y se deja persuadir por el no cristiano de que sería más inteligente conducir todo por la trasformación de este mundo fracasado. 9 LIBERTAD Y MAL La confrontación entre libertad humana y divina ha alcanzado su punto álgido. El proceso entre ambas se abre camino hasta llegar al centro (El centro realmente DRAMATICO) del problema existencial. El carácter intocable de una libre decisión humana por DIOS había sido reconocida por la teología antigua junto con la posibilidad de la condenación, aunque siempre dejaba una puerta abierta a la absoluta libertad de DIOS para conducir el pecado a la conversión por la gracia ‘‘necesitante”. Sin embargo también aquí ambas permanecían yuxtapuestas con cierta ingenuidad. Ahora hay que afrontar las preguntas: ¿Cómo se encuentran la voluntad divina y humana frente a frente? ¿Debía DIOS desembarazarse de una parte de su libertad, cuando creo al hombre, con el que llevo al mundo a su culminación, pero con el que también podía acabar en su perdición? ¿Es DIOS impotente ante el no del hombre autónomo? ¿Y como se relaciona esta impotencia divina con el abandono de su HIJO en la CRUZ? Cosas que se trataban de modo vago y marginal en la antigua teología se convierten ahora en su centro. 9 LIBERTAD Y MAL Interrumpimos aquí la enumeración de los caminos que, por lo visto, parecen conducir concéntricamente desde las más diversas regiones del pensamiento actual hasta una TEODRAMATICA que hasta ahora en el mapa de la teología no es mucho más que una mancha blanca. Y no será rellenada por una simple combinación de los motivos descritos, cuya enumeración no pretende ser total y sistemática. Tendrá que ser elaborada en su origen desde la confrontación de DRAMATICA y REVELACIÓN CRISTIANA. Pero será conveniente antes de comenzar con ello, hacer algunas consideraciones críticas.