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Introduccion al conocimiento de la ciencia

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En esta unidad se abordan los fundamentos del conocimiento de la ciencia, a partir
de la introducción a los conceptos matriciales que dan origen a la investigación
científica. En este sentido, se realiza una aproximación a los conceptos de
“conocimiento”, “ciencia”, “método científico”, “investigación” y “paradigma”.
Además de abordar algunas propuestas de definición, se busca evidenciar la manera
como se relacionan dichos constructos en función de la producción de conocimiento
científico.
Adentrarse en el conocimiento de las bases de la ciencia es un paso trascendental e
inevitable si se pretende emprender un proceso de investigación científica que tenga
como objetivo generar nuevos conocimientos o solucionar problemas latentes en la
sociedad. Esto último, enmarcado en los desafíos que tiene la investigación científica
en la actualidad.
1.1. El proceso del conocimiento
1.2. Concepto de ciencia
1.3. Diferencia entre conocimiento y ciencia
1.4. Método científico
1.5. Investigación
1.6. Importancia de la ciencia
1.7. Investigación científica y desafíos
1.8. Paradigma del conocimiento científico y sus métodos
C
onocer es saber algo acerca de los objetos que nos rodean o de nosotros
mismos. Permanentemente, empleamos y construimos conocimiento a través
de la interacción social en diferentes situaciones que van desde saber qué
autobús debemos tomar para llegar un punto, hasta el desarrollo de una tesis
posdoctoral.
El conocimiento se convierte en un proceso en la medida en que supone un esfuerzo
para obtenerlo (actualizarlo), muchas veces complejo, otras, simple. El conocimiento
adquiere especial sentido cuando se indaga la manera como se llega a él, los recursos
que se pueden emplear para conseguirlo, los instrumentos que permiten validarlo,
etc.
De acuerdo con Sabino (2014):
[...] el conocimiento llega a nosotros como un proceso, no como un acto único donde se pasa
de una vez de la ignorancia a la verdad. Y es un proceso no sólo desde el punto de vista
histórico que hemos mencionado hasta aquí, sino también en lo que respecta a cada caso
particular, a cada persona que va acumulando informaciones de todo tipo desde su más
temprana niñez, a cada descubrimiento que se hace, a todas las teorías o hipótesis que se
elaboran. (p.17)
Se puede saber algo sobre un mismo objeto de diferentes formas. Es decir, existen distintas
aproximaciones sobre un mismo objeto construidas a partir de procesos racionales o
emocionales que diferencian el discurso y el tipo de conocimiento que se genera:
[...] Ante una cadena montañosa, por ejemplo, puede dejarse llevar por sus sentimientos y
maravillarse frente la majestuosidad del paisaje, o bien puede tratar de estudiar su
composición mineral y sus relaciones con las zonas vecinas; puede embargarse de una
emoción indefinible que le haga ver en lo que tiene ante sí la obra de Dios o de un destino
especial para sí y el universo, o también puede detenerse a evaluar sus posibilidades de
aprovechamiento material, considerándola como un recurso económico para sus fines. El
producto de cualquier de estas actitudes será, en todos los casos, algún tipo de conocimiento.
(Sabino, 2014, p.18)
En este curso, el tipo de conocimiento que nos interesa es el científico, dado su
vínculo con los ámbitos académicos e investigativo. Según Bunge (1978, p.10), por
este tipo de conocimiento se entiende:
a- que está constituido por conceptos, juicios y raciocinios y no por sensaciones, imágenes,
pautas de conducta, etc. Sin duda, el científico percibe, forma imágenes (por ejemplo,
modelos visualizables) y hace operaciones; por tanto el punto de partida como el punto final
de su trabajo son ideas;
b- que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas lógicas con el
fin de producir nuevas ideas (inferencia deductiva). Estas no son enteramente nuevas desde
un punto de vista estrictamente lógico, puesto que están implicadas por las premisas de la
deducción; pero no gnoseológicamente nuevas en la medida en que expresan conocimientos
de los que no se tenía conciencia antes de efectuarse la deducción;
c- que esas ideas no se amontonan caóticamente o, simplemente, en forma cronológica, sino
que se organizan en sistemas de ideas esto es en conjuntos ordenados de proposiciones
(teorías).
En otras palabras, el conocimiento científico, a diferencia del sentido común, es
objetivo, se somete constantemente al ensayo y a la crítica; abarca el cómo y el
porqué de los hechos; es dinámico y permite la aparición de nuevos conocimientos e
ideas. Todo esto, como producto de una actividad metódica que busca descifrar los
fenómenos del universo: la investigación científica.
E
ncontrar una única definición de “ciencia” es una tarea imposible. A
continuación, se presenta una lista de definiciones de “ciencia” que tienen
como eje el concepto de “conocimiento científico”, abordado en el apartado
anterior.
Tabla 1. Definiciones de ciencia
Autor
Definición
RAE (2018)
“Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el
razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se
deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y
comprobables experimentalmente”.
Autor desconocido en
Manual
de
Investigación Clínica
“La ciencia es el conocimiento racional y sistemático, generado del
estudio de la realidad que nos rodea, a través de la investigación
científica. Dicho conocimiento se ordena en un sistema de ideas
conectadas lógicamente entre sí que se conocen como teorías y leyes
que intentan explicar los hechos. La ciencia no reconoce verdades “a
priori” y constituye un sistema de ideas establecidas provisionalmente
y sujetas al cambio generado por los nuevos conocimientos”.
Bunge (1983, p. 19 20)
“La ciencia es un estilo de pensamiento y de acción: precisamente el
más reciente, el más universal y el más provechoso de todos los estilos.
Como ante toda creación humana, tenemos que distinguir en la ciencia
entre el trabajo - investigación - y su producto final, el conocimiento”.
“La ciencia es un conocimiento de naturaleza especial: trata
primariamente, aunque no exclusivamente, de acaecimientos
inobservables e insospechados por el lego no educado; tales son, por
ejemplo, la evolución de las estrellas y la duplicación de los
cromosomas; la ciencia inventa y arriesga conjeturas que van más allá
del conocimiento común, tales como las leyes de la mecánica cuántica
o las de los reflejos condicionados; y somete esos supuestos a
contrastación con la experiencia con ayuda de técnicas especiales,
como la espectroscopia o el control del jugo gástrico, técnicas que, a su
vez, requieren teorías especiales”.
Sabino (2014, p. 19)
“La ciencia debe ser vista como una de las actividades que el hombre
realiza, como un conjunto de acciones encaminadas y dirigidas hacia
determinado fin, que no es otro que el de obtener un conocimiento
verificable sobre los hechos que lo rodean”.
Asensi y Parra (2002,
p. 12)
“Conjunto sistemático de conocimientos sobre la realidad observable,
obtenidos mediante el método de investigación científico”.
Diccionario
filosofía (1984)
“Esfera de la actividad investigadora dirigida a la adquisición de
nuevos conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el
pensamiento, que incluye todas las condiciones y elementos necesarios
para ello: los científicos con sus conocimientos y capacidades,
cualificación y experiencia, con la división y la cooperación del trabajo
científico; instituciones científicas, equipos de experimentación y de
laboratorio; métodos de trabajo de investigación científica, aparato
conceptual y categorial, sistema de información científica, así como
toda la suma de los conocimientos existentes que constituyen la
premisa, el medio o el resultado de la producción científica”.
de
Fuente: elaboración propia a partir de las referencias especificadas.
Las definiciones presentadas en la Tabla 1 tienen dos elementos en común. El
primero es referirse a la ciencia como conocimientos generados a través de un
proceso racional y sistemático (que incluye la observación), esto es, investigación
científica. En segundo lugar, contemplar la existencia de leyes y principios que se
derivan del conjunto de ideas lógicamente conectadas, que se constituyen en la
premisa, el medio o el resultado de la producción científica, esto es, el conocimiento
científico.
Además de lo anterior, la ciencia inevitablemente está asociada al marco
institucional y organizacional en el que se produce y a las diferentes perspectivas
epistemológicas que soportan la producción de conocimiento, esto es, paradigmas
del conocimiento científico. La ciencia, en todo caso, está sujeta a la crítica y
refutación de las proposiciones que genera, pues no es posible “argumentar la
existencia de verdades definitivas o universales, sino argumentos y afirmaciones a
proposiciones particulares, que pueden responder -o contradecir- a una u otra
teoría”. (Vizer, 2015, p.7)
L
a ciencia es un tipo singular de conocimiento, aquel que se obtiene mediante
el método científico. La ciencia abarca, como lo afirma Bunge (1983), la acción
y el producto, es decir, la investigación y el conocimiento. En este sentido, la
primera diferencia entre ciencia y conocimiento es la cualidad abarcadora de la
primera sobre el segundo.
Ahora bien, la ciencia como un tipo de conocimiento se diferencia de otro suscitado
en el seno de la sociedad: el sentido común o, también llamado, conocimiento
ordinario. En palabras de Bunge (1983, pp. 19 - 20), “la ciencia, en resolución, crece
a partir del conocimiento común y le rebasa con su crecimiento: de hecho, la
investigación científica empieza en el lugar mismo en que la experiencia y el
conocimiento ordinarios dejan de resolver problemas o hasta de plantearlos. La
ciencia no es una mera prolongación ni un simple afinamiento del conocimiento
ordinario, en el sentido en que el microscopio, por ejemplo, amplía el ámbito de la
visión”.
Si bien la ciencia y el sentido común aspiran a ser racionales y objetivos, la primera
posee medios peculiares y sofisticados para someter a prueba sus supuestos a partir
de la ampliación de la vida cotidiana y la experiencia privada, en el marco de teorías
que pueden contrastarse para ser verificadas o falsadas. Por el contrario, el sentido
común está estrechamente vinculado a la percepción y la acción. (Bunge, 1983, pp.
20 - 21)
Además de lo anterior, las siguientes son cualidades específicas de la ciencia (Sabino,
2014, pp. 21 - 23):
Objetividad: [...] obtener un conocimiento que concuerde con la realidad del objeto, que lo
describa o explique tal cual es y no como nosotros desearíamos que fuese. Ser objetivo es
tratar de encontrar la realidad del objeto o fenómeno estudiado, elaborando proposiciones
que reflejen sus cualidades.
Racionalidad: [...] se refiere al hecho de que la ciencia utiliza la razón como arma esencial
para llegar a sus resultados. Los científicos trabajan en lo posible con conceptos, juicios y
razonamientos y no con sensaciones, imágenes o impresiones. Los enunciados que realizan
son combinaciones lógicas de esos elementos conceptuales que deben ensamblarse
coherentemente, evitando las contradicciones internas, las ambigüedades y las confusiones
que la lógica nos enseña a superar. La racionalidad aleja a la ciencia de la religión, y de todos
los sistemas donde aparecen elementos no-racionales o donde se apela a principios
explicativos extra o sobre-naturales; y la separa también del arte donde cumple un papel
secundario, subordinado a los sentimientos y sensaciones.
Sistematicidad: la ciencia es sistemática, organizada en sus búsquedas y en sus resultados. Se
preocupa por organizar sus ideas coherentemente y por tratar de incluir todo conocimiento
parcial en conjuntos cada vez más amplios. No pasa por alto los datos que pueden ser
relevantes para un problema sino que, por el contrario, pretende conjugarlos dentro de
teorías y leyes más generales. No acepta unos datos y rechaza otros, sino que trata de
incluirlos a todos dentro de modelos en los que puedan tener ordenada cabida.
Generalidad: la preocupación científica no es tanto ahondar y completar el conocimiento de
un solo objeto individual, como en cambio lograr que cada conocimiento parcial sirva como
puente para alcanzar una comprensión de mayor alcance. Para el investigador, por ejemplo,
carece de sentido conocer todos los detalles constitutivos de un determinado trozo de
mineral: su interés se encamina preponderantemente a establecer las leyes o normas
generales que nos describen el comportamiento de todos los minerales de un cierto tipo,
tratando de elaborar enunciados amplios, aplicables a categorías completas de objetos. De
este modo, tratando de llegar a lo general y no deteniéndose exclusivamente en lo particular,
es que las ciencias nos otorgan explicaciones cada vez más valiosas para elaborar una visión
panorámica de nuestro mundo.
Fiabilidad: [...] En esta conciencia de sus limitaciones es donde reside su verdadera capacidad
para autocorregirse y superarse, para desprenderse de todas las elaboraciones aceptadas
cuando se comprueba su falsedad. [...] Al reconocerse falible todo científico abandona la
pretensión de haber alcanzado verdades absolutas y finales, y por el contrario sólo se plantea
que sus conclusiones son “provisoriamente definitivas", como decía Einstein, válidas
solamente mientras no puedan ser negadas o desmentidas. En consecuencia, toda teoría, ley
o afirmación está sujeta, en todo momento, a la revisión y la discusión, lo que permite
perfeccionarlas y modificarlas para hacerlas cada vez más objetivas, racionales, sistemáticas
y generales.
S
iguiendo con Sabino (2014), el método científico es un procedimiento o un
conjunto de estos que se emplea para obtener conocimientos científicos; es un
modelo lógico que se sigue en la investigación y que rige toda la actividad
científica, desde la gestación del problema hasta la difusión del resultado. No
existen acuerdos con respecto a la sucesión de pasos que contempla el método
científico, por tal razón, a continuación, se presentan varios planteamientos al
respecto.
De acuerdo con Asensi & Parra (2002, pp. 13), las etapas generales contempladas en
el método científico son:
1. Formulación del problema que motiva el comienzo de la investigación,
2. Enunciado de la hipótesis,
3. Recogida de datos,
4. Análisis e interpretación de los datos.
Price (2017), nos dice que el filósofo Bertrand Rusell, en su libro La Perspectiva
Científica (1982) define el método científico como la observación de aquellos hechos
que permiten descubrir las leyes que los rigen, y cuyos pasos son:
1. Observar los hechos significativos que pueden ser los menos relevantes.
2. Proponer hipótesis que, si son verdaderas, expliquen aquellos hechos.
3. Deducir de estas hipótesis consecuencias que puedan ser verificadas o
refutadas por la investigación.
Según Grinell (1997) (citado por Hernández, Fernández & Baptista, 2013, p. 4),
existen cinco fases que permiten generar conocimiento de tipo de científico:
1. Llevar a cabo la observación y evaluación de fenómenos,
2. Establecer suposiciones o ideas como consecuencia de la observación y
evaluación realizadas,
3. Demostrar el grado en que las suposiciones o ideas tienen fundamento,
4. Revisar tales suposiciones o ideas sobre la base de las pruebas o del análisis.
5. Proponer nuevas observaciones y evaluaciones para esclarecer, modificar y
fundamentar las suposiciones e ideas; o incluso para generar otras.
Bunge (1983, pp. 25-26), por su parte, considera que el método científico involucra
la siguiente serie de operaciones:
1. Enunciar preguntas bien formuladas verosímilmente fecundas.
2. Arbitrar conjeturas, fundadas y contrastables con la experiencia, para
contestar a las preguntas.
3. Derivar consecuencias lógicas de las conjeturas.
4. Arbitrar técnicas para someter las conjeturas a contrastación.
5. Someter a su vez contrastación esas técnicas para comprobar su relevancia y
la fe que merecen.
6. Llevar a cabo la contrastación e interpretar sus resultados.
7. Estimar la pretensión de verdad de las conjeturas y la fidelidad de las técnicas.
8. Determinar los dominios en los cuales valen las conjeturas y las técnicas, y
formular los nuevos problemas originados por la investigación.
Para Bunge (1983), el ciclo del método científico se representa en el siguiente
esquema:
Figura 1. Ciclo de investigación
Figura tomada de “La investigación científica”, M. Bunge, 1983, p. 23.
El método científico es un rasgo característico de la ciencia: donde no hay método
científico no hay ciencia. Pero no es ni infalible ni autosuficiente. Es decir, el método
científico es falible, en la medida en que puede perfeccionarse mediante la
estimación de los resultados a los que lleva y mediante el análisis directo. Tampoco
es autosuficiente: no puede operar a partir de la nada, sino que requiere algún
conocimiento previo que pueda luego reajustarse y elaborarse; y tiene que
complementarse mediante métodos especiales adaptados a las peculiaridades de
cada tema. (Bunge, 1983, p. 29)
D
e acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2013), la investigación se
define como un conjunto de procedimientos sistemáticos, críticos y
empíricos que se aplican al estudio de un fenómeno. En palabras de Bunge
(1983), como se citó en párrafos anteriores, la investigación es el trabajo de
la ciencia. Un trabajo que está orientado a la producción de conocimiento y que busca
dar respuesta a problemas científicos bien delimitados y documentados; respuestas
que pueden estar hipotéticamente formuladas o respuestas (acercamientos) que
surgen del proceso investigativo mismo. Esto último es la diferenciación matricial
entre los enfoques cuantitativo y cualitativo.
La investigación, en todo caso, al margen del enfoque elegido y aplicado, es
sistemática, empírica y crítica. Esto quiere decir que no existe la “casualidad” cuando
se abordan los hechos; hay disciplina (sistemática). Se recolectan y analizan datos
(empírica). Y se evalúa y mejora permanentemente (crítica). Todo lo anterior en
función de dos fines: producir conocimiento (investigación básica) y resolver
problemas (investigación aplicada). (Hernández, Fernández & Baptista, 2013, p.
xxvii)
En concordancia con lo anterior y según Arias (1999, p. 2) la investigación:
a. Implica el descubrimiento de algún aspecto de la realidad.
b. Implica la producción de nuevo conocimiento, el cual puede robustecer
postulados teóricos (investigación pura o básica); o aplicarse inmediatamente
en la solución de problemas prácticos (investigación aplicada).
R
etomando otra obra de Mario Bunge (1978), la ciencia es importante en la
medida en que busca la “verdad”; provee herramientas que pueden emplearse
para el bien (aunque también para el mal); y siempre tendrá fines prácticos
que beneficien a la humanidad. Además, la ciencia es el fundamento de la
tecnología y promueve la (re) construcción de actitudes libres y valientes soportadas
en pruebas y argumentos: “en resumen, la ciencia es valiosa como herramienta para
domar la naturaleza y remodelar la sociedad; es valiosa en sí misma, como clave para
la inteligencia del mundo y del yo; y es eficaz en el enriquecimiento, la disciplina y la
liberación de nuestra mente” (p. 20).
De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (2013), la ciencia es muy útil para
distintos fines, incluyendo la formación de todo tipo de profesionales. Posibilita la
generación de productos y procesos que facilitan la vida de las personas; también,
permite el conocimiento acerca de la humanidad y, por último, la generación de
progreso (ver figura 2).
Figura 2. Importancia de la investigación
Figura construida a partir de “Metodología de la investigación”, Hernández, Fernández y Baptista, 2013, pp.
xxv i - xxvii.
C
omo se anotó en párrafos anteriores, la investigación científica es un conjunto
de procesos sistemáticos y empíricos que se aplican al estudio de un
fenómeno. La investigación es dinámica, cambiante y evolutiva. Puede ser
orientada en tres direcciones: cuantitativamente, cualitativamente y de
manera mixta, siendo, esta última, la mezcla de las dos primeras. Cada tipo de
investigación, sin importar su naturaleza, tiene como fin generar conocimiento o
resolver problemas. (Hernández, Fernández & Baptista, 2013, p. xxvii)
Abordar los desafíos que afronta la investigación científica implica asociar el
contexto y el área del saber o el campo del conocimiento sobre los que recaen dichos
desafíos. En el contexto latinoamericano, los retos están estrechamente vinculados
con la transición hacia el siglo XXI y los problemas de orden político, social y
económico, aún vigentes en los países de la región.
En cuanto a la globalización, debe considerarse que la ciencia y la tecnología han
transformado el mundo. La expansión de los mercados y el aumento de la oferta han
incrementado las brechas relacionadas con el desarrollo tecnológico en los países.
Aquí la investigación científica tiene retos importantes, puesto que urge la
generación de nuevos conocimientos que permitan comprender los fenómenos, al
mismo tiempo que se generan alternativas de solución a los problemas específicos.
Lo anterior implica esfuerzos institucionales e interinstitucionales resguardados en
políticas de estado que prioricen la promoción, desarrollo y divulgación de la ciencia,
de manera responsable, racional y eficaz en beneficio de la sociedad. En este sentido,
existe también, como desafío, el compromiso ético de todos los actores involucrados
ante la generación de conocimientos auténticos que sean utilidad para la sociedad
en un contexto sociocultural delimitado.
A
l igual que en los conceptos de “conocimiento”, “ciencia” e “investigación”,
existen numerosas definiciones de “paradigma” y múltiples clasificaciones
respecto a su relación con la ciencia. Para Kunh (citado por Martínez & Ríos,
2006), “un paradigma es una estructura conceptual, de creencias
metodológicas y teorías entrelazadas que abre el campo de visión, de una comunidad
científica, formado su concepción del mundo (cosmovisión), a la vez que la construye
como tal”. En otras palabras, un paradigma es el marco general, comúnmente
aceptado por comunidades de especialistas, dentro del cual surgen problemas que se
van solucionando con las herramientas y constructos desarrollados “internamente”.
El paradigma orienta la investigación. No obstante:
[...] llega un momento en que dentro de ese paradigma se acumulan los problemas sin
solución, las anomalías. Es entonces cuando el paradigma entra en crisis. Lo que entonces
demanda la comunidad científica es un cambio radical de estilos, una revolución científica,
un nuevo paradigma. En algún sentido es ver el mundo con ojos nuevos, de manera inédita,
como si éste apareciese por primera vez ante nuestra mirada. (Asensi & Parra, 2002, p. 18).
En la figura 3 se esquematiza el proceso de surgimiento de un paradigma:
Figura 3. Surgimiento de un paradigma
Figura tomada de “Los Conceptos de Conocimiento, Epistemología y Paradigma, como Base Diferencial en la
Orientación Metodológica del Trabajo de Grado”, Martínez y Ríos, 2006.
Con respecto a los tipos, Vázquez, Acevedo, Manassero y Acevedo, plantean 4
paradigmas básicos: positivismo, realismo, pragmatismo y relativismo). A
continuación, se definen y caracterizan, teniendo en cuenta el trabajo realizado por
los mencionados autores (2001, pp. 139 -156). Cabe anotar que estos paradigmas se
materializan en los tipos o enfoques de investigación cuantitativo, cualitativo y
mixto.
Tabla 2. Paradigmas básicos sobre la naturaleza de la ciencia
Paradigma
Postulados
Características
El positivismo contempla a la ciencia
como un intento de codificar y anticipar
- Hace hincapié en la verificación
(o alguna variante como la
Positivismo
la experiencia y, más aún, considera que
el método científico es el único intento
válido de conocimiento, basado en los
datos observacionales y las mediciones de
magnitudes y sucesos. Así pues, una de
las tesis básicas del positivismo lógico es
el dogma de la unidad y universalidad del
método científico. Se desarrollan teorías y
leyes para correlacionar datos empíricos
y, por tanto, la teoría verdadera es la
mejor
contrastada, esto es, la que se ajusta
mejor a todos los datos observacionales,
denominada
teoría
empíricamente
adecuada. La verdad de la ciencia consiste
en el mejor grado de bondad en ese
ajuste, que determina la adecuación
empírica de las teorías. En definitiva, sólo
son
creíbles aquellas proposiciones cuya
verdad pueda establecerse por medio
de observaciones. Además, el positivismo
sostiene la existencia de un criterio
radical de demarcación entre la ciencia y
la no-ciencia, que sería la aplicación de
dicho método científico único y universal,
consistente en un conjunto de reglas
objetivas y universales para el diseño de
experimentos y la evaluación de teorías
que aseguran el éxito y el progreso.
falsabilidad).
Cultiva
en
exceso
la
observación.
- Es contrario a la causación. No
es necesario buscar causas en
la
naturaleza,
tan
sólo
regularidades
del
tipo
antecedente-consecuente.
- No da suficiente importancia a
las explicaciones científicas.
- Es refractario a las entidades
teóricas
(antirrealismo).
- Se opone radicalmente a la
metafísica, que se considera
estéril para la ciencia porque está
construida sin ningún correlato
empírico, aplicando la navaja de
Occam de manera tajante para
descartar
del
pensamiento
científico todo lo que recuerde a
filosofía
especulativa
(empirismo
antimetafísico).
Relativismo
Realismo
El relativismo considera a la ciencia ante
todo una actividad social y humana, una
más de las emprendidas por la
humanidad para lograr conocimientos
sobre el mundo, y, por tanto, se la
contempla como una vía más de
conocimiento, ni exclusiva ni excluyente
de otras distintas, pero igualmente
válidas para dicho fin. Por la
consideración e importancia concedida a
los aspectos personales (intereses,
creencias propias, etc.) y contextuales
(sociales,
relacionales,
políticos,
económicos, etc.) y su influencia en la
generación del conocimiento científico (el
contexto
de
descubrimiento),
el
relativismo ha sido tildado de introducir
aspectos psicológicos y subjetivos en la
epistemología de la ciencia. La tesis
básica del relativismo sostiene el
falibilismo extremo de la ciencia (y, en
general, de cualquier forma de
conocimiento humano): las pruebas,
especialmente las empíricas, no son
decisivas para conformar las verdades
científicas; es decir, las afirmaciones
sobre
el
mundo
no
provienen
exclusivamente
de
los
datos
observacionales.
- Es de carácter holista.
Los planteamientos realistas más duros
parten de considerar que el objetivo de la
ciencia es buscar teorías verdaderas
según un criterio de racionalidad,
representado por la superación de
muchos intentos de falsación, es decir, de
demostrar que la teoría falla. Desde este
punto de vista, se hace de la verdad un
objetivo de la ciencia y no un atributo de
las teorías científicas, pero, desde otros
puntos de vista, no es necesario
identificar con el realismo la búsqueda de
la verdad como finalidad de la ciencia
para ser realistas. Sobre la base de este
exigente criterio, el realismo tradicional
adopta una posición reduccionista y
cientifista en cuanto considera que la
ciencia es el único camino válido para el
conocimiento (criterio de demarcación
entre lo que es y no es ciencia), por ser el
que se enfrenta explícitamente con su
falsación.
- Se rechazan las teorías que no
se adaptan a los fenómenos
conocidos.
- Defiende tesis epistemológicas
extremas,
tales
como
la
inconmensurabilidad
y
la
infradeterminación radical.
- Niega la posibilidad de que
exista un criterio de racionalidad
único, unitemporal y universal.
- Se prefieren las teorías que
hacen
predicciones
sorprendentes.
- Se eligen las teorías que
explican fenómenos de rango
más amplio.
- Se opta por aquellas teorías que
ofrecen una explicación única de
un fenómeno.
Pragmatismo
Las posiciones pragmatistas, funcionalistas o instrumentalistas, se
caracterizan por considerar la ciencia un instrumento cuyo objetivo es
producir teorías capaces de superar contrastes empíricos más exigentes, lo
que las hace más fiables. Las mejores teorías son las que han superado
pruebas más fuertes y son útiles como guías fiables para conseguir los
objetivos de la ciencia. La ciencia es un conocimiento sobre el mundo de
naturaleza funcional, cuyo rechazo o sostenimiento viene determinado por la
fecundidad en su descripción. El pragmatismo distingue los objetos reales del
mundo y los teóricos (idealizaciones) de la ciencia, que describen a los otros.
Así mismo, desplaza el acento negativo del realismo de Popper en la falsación
de teorías hacia las contrastaciones superadas; si una teoría falla al resolver
determinados problemas no es razón suficiente para descartarla.
Fuente: tabla construida a partir de “Cuatro paradigmas Básicos sobre la naturaleza de la ciencia”, Vázquez,
Acevedo, Manassero & Acevedo, 2001, pp. 139-56.
Descripción del documento
Nombre del archivo
En este artículo se puede profundizar acerca Vizer, E. (s.f). Paradigmas y estilos de
de los conceptos de ciencia, conocimiento y conocimiento:
“cultivando
dominios
paradigma.
sociales”. Recuperado de http://labcomifp.ubi.pt/files/agoranet/05/vizer_paradig
masyestilos.pdf
En este artículo se puede profundizar acerca Vázquez, A., Acevedo J., Manassero, M, &
del concepto y tipos de paradigma asociados Acevedo P. (2001). Cuatro paradigmas
al conocimiento científico
Básicos sobre la naturaleza de la ciencia.
Argumentos de Razón, 4, pp. 135 -176.
Recuperado
de
http://institucional.us.es/revistas/argume
ntos/4/art_5.pdf
En este artículo se puede profundizar acerca Martínez Marín, A., & Ríos Rosas, F. (2006).
de los conceptos de epistemología, Los
Conceptos
de
Conocimiento,
conocimiento y paradigma.
Epistemología y Paradigma, como Base
Diferencial en la Orientación Metodológica
del Trabajo de Grado. Cinta de Moebio, (25),
0.
Recuperado
de
http://www.redalyc.org/html/101/1010250
8/

Ciencia: “La ciencia es un estilo de pensamiento y de acción: precisamente el
más reciente, el más universal y el más provechoso de todos los estilos. Como
ante toda creación humana, tenemos que distinguir en la ciencia entre el trabajo
- investigación - y su producto final, el conocimiento”. Bunge (1983, p. 19 - 20)

Conocimiento: Conocer es saber algo acerca de los objetos que nos rodean o de
nosotros mismos.

Investigación científica: se define como un conjunto de procedimientos
sistemáticos, críticos y empíricos que se aplican al estudio de un fenómeno.
(Hernández, Fernández & Baptista, 2013)

Método científico: es un procedimiento o un conjunto de estos que se emplea
para obtener conocimientos científicos; es un modelo lógico que se sigue en la
investigación y que rige toda la actividad científica, desde la gestación del
problema hasta la difusión del resultado. (Sabino, 2014)

Paradigma: “un paradigma es una estructura conceptual, de creencias
metodológicas y teorías entrelazadas que abre el campo de visión, de una
comunidad científica, formado su concepción del mundo (cosmovisión), a la vez
que la construye como tal”. Kunh (citado por Martínez & Ríos, 2006)

Positivismo: paradigma que “contempla a la ciencia como un intento de
codificar y anticipar la experiencia y, más aún, considera que el método científico
es el único intento válido de conocimiento, basado en los datos observacionales y
las mediciones de magnitudes y sucesos”. (Vázquez, Acevedo, Manassero &
Acevedo, 2001, p. 140)

Pragmatismo: paradigma que “considera la ciencia un instrumento cuyo
objetivo es producir teorías capaces de superar contrastes empíricos más
exigentes, lo que las hace más fiables”. (Vázquez, Acevedo, Manassero &
Acevedo, 2001, p. 156)

Realismo: paradigma que “considera que el objetivo de la ciencia es buscar
teorías verdaderas según un criterio de racionalidad, representado por la
superación de muchos intentos de falsación, es decir, de demostrar que la teoría
falla”. (Vázquez, Acevedo, Manassero & Acevedo, 2001, p. 151)

Relativismo: paradigma que “considera a la ciencia ante todo una actividad
social y humana, una más de las emprendidas por la humanidad para lograr
conocimientos sobre el mundo, y, por tanto, se la contempla como una vía más
de conocimiento, ni exclusiva ni excluyente de otras distintas, pero igualmente
válidas para dicho fin”. (Vázquez, Acevedo, Manassero & Acevedo, 2001, p. 143)

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