., INTERVENCION METODOLÓGICA EN TRABAJO SOCIAL. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN Y CONTEXTO EN TRABAJO SOCIAL Autores: José María Morán Carrillo Ana María Gómez Pérez Coordinación: Clemente J. Navarro Yáñez 2.2~ ..2 'S 1- :Y ~,l~ {l. (,,1 1 "\{, I L 1 002309578 0:1, () Ij ti. ú 17-- :~"'\\\"o\, .).tl'C\\\.\' o "--\ I \ lO' : -J I e\·"\I,.~~,\,(\\-- En la elaboración de este libro han intervenido: • Los autores, que ha invertido muchas horas de trabajo en la composición y redacción del original. • Un corrector, que ha hecho posible que el lenguaje llegue hasta usted sin error de transcripción. • Un dise,ñador y maquetador, que lo ha convertido en un producto atractivo para facilitarle la lectura de su contenido. • Un editor, que ha supervisado la elaboración de todo el proyecto. • Para imprimirlo han sido necesarios procesos fotográficos, papel, tinta, máquinas y el esfuerzo y la experiencia de muchos profesionales de las artes gráficas. • Los distribuidores y libreros lo han puesto a su alcance. ¿No cree que este esfuerzo merece ser recompensado? El libro permanecerá en las bibliotecas como testimonio del saber de nuestros días. Diríjase a ellas si no puede o no quiere comprarlo, pero, por favor, no lo fotocopie. 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ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN Y CONTEXTO EN TRABAJO SOCIAL PRÓLOGO Una de las principales lineas de actuación de la Junta de Gobierno del Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales es la de potenciar las capacidades científico-técnicas de los Trabajadores/as Sociales a través de impulsar y el fortalecer la investigación en Trabajo Social, la actividad investigadora de los Trabajadores/ as Sociales y las publicaciones de interés profesional. Fieles a ese compromiso, presentamos el libro "Intervención metodológica en Trabajo Social. Estrategias de intervención en Trabajo Social", que fue el trabajo ganador de la Beca "Elisa Pérez de Ayala" del año 2000. Beca que tiene por objetivo fomentar la investigación entre los Diplomados/as en Trabajo Social sobre los diferentes aspectos de la práctica profesional y los nuevos espacios de protección social en los que pueda desarrollarse el ejercicio de los Trabajadores y Trabajadoras Sociales, mediante la presentación y desarrollo de un proyecto de investigación. Siempre es importante una buena obra que aborde los aspectos teóricos y metodológicos de las Ciencias Sociales y Humanas, cuanto más, en el caso del Trabajo Social que día a día tiene que afrontar una práctica profesional más compleja e interconectada con otras disciplinas. "Intervención metodológica en Trabajo Social. Estrategias de intervención en Trabajo Social", es un trabajo centrado en la Intervención social, en el ¿qué hacer y cómo hacer? del Trabajo Social, que contrib~ye con creces al esfuerzo de ir abundando 'en una sistematización de la práctica profesional, dotándonos además, de un corpus teórico y práctico facilitador de la tarea cotidiana que desarrollamos los Trabajadores/as Sociales. J osé María Morán Carrillo y Ana María Gómez Pérez coordinados por Clemente J. Navarro Yáñez, contribuyen con este trabajo a que el Trabajo Social sea identificado con una profesión con sólida formación teórica y metodológica y a que los Trabajadores y Trabajadoras Sociales seamos percibidos como punta de lanza en el entramado del Bienestar Social. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales, comprobamos que estamos en disposición de afirmar que en nuestro colectivo profesional existe una gran labor de producción científica y para ello continuaremos abriendo espacios y caminos de reflexión, debate y difusión de la producción científica del Trabajo Social. Ojalá que este trabajo nos sirva para extraer conclusiones generadoras de un nuevo pacto social que propicie una sociedad que no genere ex~lusión y defensoras del TRABAJO SOCIAL COMO UNA PROFESION CRITICA, CAPAZ DE CONVERTIRSE EN PRÁCTICAS TRANSFORMADORAS. Es el momento de levantar la mirada y sonreír al futuro profesional que nos está esperando para asumir el cambio, provocar el cambio y no temer al cambio, siempre desde los fundamentos de nuestra profesión y sus principios éticos. JUNTA DE GOBIERNO DEL CONSEJO GENERAL DE DIPLOMADOS EN TRABAJO SOCIAL. Marzo de 2.004. 6 INTRODUCCIÓN Lo que ahora mismo está en tus manos es un trabajo sobre la intervención en Trabajo Social, es un trabajo centrado en lo que menos se ve, en aquello que es más subjetivo, en aquello que suele encontrarse oculto a los ojos de cualquier buen observador, en aquello que no se puede separar de la disposición personal, de la formación, de la propia ideología, o incluso de la filosofía del centro donde se trabaja. Es por estas simples pero importantes razones por lo que empezamos pidiéndote imaginación, apertura de mente y buena disposición para enfrentarte a una realidad que en sí misma contiene otras realidades y cuya aprehensión desde lo teórico y desde lo práctico nos ha pedido, te pedirá, un esfuerzo como decíamos antes, de imaginación. Realizando un simple ejercicio de introspección, cualquiera puede afirmar que la realidad del Trabajo Social se compone de múltiples variables que ofrecen un resultado final. Esa última imagen que se corresponde con nuestra cotidianeidad, está compuesta por aspectos subjetivos que se encuentran ocultos por las propias características de nuestra profesión y por la complejidad del mundo en el que se desarrolla. Es precisamente en ese marco de referencia desde donde hemos pretendido realizar una aportación que permita poner en orden algunos de los elementos anteriormente mencionados. Para ello hemos analizado el contexto y las tendencias metodológico-teóricas de los profesionales que han participado en este trabajo de investigación. Desde otro punto de vista, y siendo conscientes de nuestro atrevimiento, pensamos que lo que proponemos puede considerarse igualmente como el intento exploratorio del conocimiento de una profesión vinculada de forma estrecha a dos elementos fundamentales en una sociedad constituida en Estado de Derecho: los Servicios Sociales y la Política Social. En la medida en que conozcamos los aspectos subjetivos que rodean una profesión responsabilizada de tan importante cometido, podremos medir el nivel de "compromiso so~ial" que convive con ella y, como referencia al mismo, su estado vital. Con este marco de referencia suponemos evidente el interés del Trabajo Social por conocer en qué medio se desenvuelve. Consideramos, por tanto, nuestra aportación como una primera iniciativa, una avanzadilla de propuesta metodológica ante futuras investigaciones y análisis teóricos que superen lo meramente descriptivo para profundizar en elementos sustanciales que diferencien cantidad y calidad en el desempeño de nuestra profesión. En relación a la organización y estructura de los contenidos, la investigación, constituida en dos partes, dedicará los primeros capítulos a realizar una aproximación teórica al problema del método en Trabajo Social. Los primeros párrafos se dedicarán a realizar algunas aportaciones sobre su ubicación en el universo de las Ciencias Sociales, para posteriormente, realizar una breve referencia histórica que culmina introduciendo elementos sobre la diversidad de la práctica en Trabajo Social. El capítulo tres nos posiciona en la construcción social del Trabajo Social, estableciendo cuáles son las influencias y corrientes que predominan en su actual concepción. El capítulo cuatro y cinco nos introducen en los aspectos metodológicos necesarios para comprender las claves que han definido el abordaje te6rico~epistemo16gico necesario para su realización. El capítulo sai~ nQs aporta l1n~ v~UQSª" ü1¡01'métción para tibiqu 1<:1 influencia del contexto profesional en el marco del presente trabajo. Desde las aportaciones de teóricos, y desde lo expresado por los profesionales, el centro de trabajo es descubierto como variable sustancial, no únicamente en el tipo de intervención, sino en la propia vivencia que los profesionales tienen del Trabajo Social. La segunda parte del trabajo centra su interés en la definición del cuerpo de la investigación en sí. El capítulo siete, introductorio a este ámbito, define la hipótesis de trabajo, concreta objetivos y expone, en definitiva, cuáles son las variables necesarias para contextualizar el interés investigador en relación con la teoría previamente descrita. El capítulo culmina con la operacionalización del cuestionario, documento concebido como "mapa" del instrumento medidor de las opiniones de los profesionales, que orienta de forma precisa en la lectura del siguiente y último capítulo. El capítulo ocho está dedicado de forma expresa a la exposición de resultados y conclusiones de la investigación. Las aportaciones e interpretaciones realizadas se combinan con una rica aportación de gráficos y cuadros que facilitan la interpretación de los datos. Dada la riqueza de contenidos y la importancia de este capítulo (que se concibe como 8 protagonista de la investigación), remitimos a la breve introducción que prologa sus contenidos y que facilita su interpretación en relación al resto del texto. Sevilla, Universidad Pablo de Olavide. Agosto 200L 9 Capítulo 1 ESTATUS, LEGITIMIDAD Y CIENTIFICIDAD EN TRABAJO SOCIAL Desde los primeros intentos de sistematización de la intervención social realizados por M. Richmond allá por principios del pasado siglo (1917 Social Diagnosis, 1922 Social Case Work), hasta los recientes enfoques interaccionistas y de sociología crítica, ha llovido mucho en Trabajo Social. Durante todo este tiempo nuestra disciplina, y de igual manera el resto de las ciencias, han dedicado grandes esfuerzos por encontrar aquello que se ha venido a llamar "Estatus de Legitimidad Científica". En el caso del Trabajo Social, su adscripción al modelo médico le permite acercarse a su evidente vocación de ayuda, de forma que sus primeros pasos se encontraron vinculados a lo que Kruse llama Concepción Para-médica. Posteriormente las importantísimas aportaciones de Freud otorgan un nuevo campo de desarrollo profesional (y de status social) que permiten ubicar a los trabajadores sociales dentro del grupo de profesionales que se dedican a la atención de aquellas personas que por una causa u otra están necesitadas de algún tipo de protección o asesoramiento. Un poco más tarde, hacia los años 30, la realidad social impone su voluntad como una apisonadora y los primeros enfoques sociologistas y estructurales hacen que los trabajadores sociales comiencen a incluir en sus análisis de la realidad social valoraciones más vinculadas al contexto y menos al individuo. Bajo nuestro punto de vista este esfuerzo de adaptación por parte de las ciencias ha supuesto, entre otras muchas cosas, un interés evidente por encontrarse presente en la comunidad social y científica a la que dicha ciencia perteneciese. El esta tus de legitimidad científica se ganaba en relación directa a la cantidad y calidad de la participación social conseguida, recibiendo como contrapartida el disfrute de los privilegios y beneficios que dicho esta tus supone para la disciplina y para aquellos que dominan sus fundamentos epistemológicos y técnicos. En nuestro caso, el Trabajo Social, aunque con dificultades añadidas, comparte dicha trayectoria existencial con el resto de las ciencias. Bajo esta premisa, el Trabajo Social se ha visto condicionado por la misma necesidad de supervivencia, siendo evidente que lo que ahora somos y pretendemos construir es el producto de la concurrencia competitiva por dicho interés en la legitimación, interés que, por otra parte, debe considerarse en el contexto histórico y social como absolutamente legítimo y producto de su propia construcción social. Siguiendo con el debate sobre el polémico atributo 11 científico", los trabajadores sociales (los científicos sociales en general) nos encontramos con las dificultades emanadas de nuestra construcción histórica. En este sentido, y hasta la fecha, siguen sin cerrarse los debates que cuestionan y redefinen nuestra ubicación como disciplina dentro de ese universo de ideas que, aunque parezca mentira, está preñado de jerarquía e interés por alcanzar lugares de privilegio en dicho firmamento virtual. Centrándonos en el Trabajo Social, son ampliamente conocidas las divergencias sobre la definición del lugar que ocupa en relación a "las otras ciencias". Intentando evidenciar algunas de las posturas existentes sobre este polémico asunto, realizaremos un breve resumen de cuales son algunos posicionamientos sobre el lugar que ocupa nuestra disciplina; para ello seguiremos lo aportado por diversos autores. En primer lugar, Ezequiel Ander Egg (1992) opina que el Trabajo Social es concebido como tecnología social, defendiendo incluso la imposibilidad de llegar a alcanzar el estatus de ciencia. Los argumentos que esgrime el autor se sostienen en la inexistencia de una teoría propia, de una forma específica de conocimiento en la vida social y en que la intervención se apoya en otras disciplinas sociales. La otra cara de la moneda la ofrece Natalio Kisnerman (1995). Kisnerman defiende el estatus científico del Trabajo Social, afirmando que ello queda confirmado en la definición de su objeto de actuación, su manejo conceptual de los problemas que aborda, la acumulación de información sobre su propia práctica y la existencia de una amplia bibliografía que supone una sistematización y reflexión critica sobre sus prácticas. Moix Martínez piensa igualmente que el Trabajo Social es una disciplina científica, puesto que tiene un contenido propio y autónomo que 12 af~cta a un conjunto sistemático y transmisible de conocimiento, unos metodos para obtener unos resultados, una filosofía, unay ética .. f orgamzaclO~es pro ~sionales qu~ promueven el estudio y la investigación. En este sentido MOlX hace una mteresante aportación sobre la cientificidad del Trabajo Social cuando afirma; . . "Cierto es que en su progresivo desarrollo se apoya también en otras ClenClas, algunos de cuyos conocimientos hace suyos. Pero lo mismo que los g:andes ava~ces de la biología y de la química permitieron en los últimos tlempo~ u~ ms?spechado florecimiento de la medicina, sin que por ello esta g:an ,c~encla dejara de serlo o padeciera menoscabo de su indiscutido carácter cle.ntífic~ o de su :ec~no~ida autonomía, así también los progresos de la pSlCO~O$za, de la ~slqulatYla y de la sociología, pongamos por caso, han per'!utld? en ocaSlOnes a~anzar considerablemente a la ciencia del trabajo soczal, Sin que. ello. pernuta poner en entredicho, disminuir o empañar su naturaleza de ClenCla o su autonomía científica". (Moix 1991, 246) . , .Siguien~~ una línea de defensa del Trabajo Social como disciplina c~ent~fIca, NahvIda~ de la Red (1993) matiza su marcado componente de CIenCia com.prometIda con ~a e~piría. Según la autora, el Trabajo Social puede conSIderarse como CIenCIa ya que parecen existir criterios bastante amplios sobre el tipo de saber que podemos considerar como tal. Ahora bien de acuerd? a su visión, ,Nat~vidad pi~nsa .que se trata de una ciencia que e~ lugar de sItuarse en el ambIto de la CIenCIa explicativa-lógico-causal, lo hace en el de la compresión e interpretación, cercano a lo que podemos considerar ciencias aplicadas. La ~nclinación. práctica de la disciplina científica ofrecida por De la Red permIte descubnr la existencia de opiniones diversas a la hora de llevar a la. pr~~tica su ~pl~cación. Trabajamos con un axioma cuando decimos que la aph~aclOn de tecmcas en ciencias sociales no es neutra; dicha afirmación confIrma que la puesta en práctica de un conocimiento será el resultado de la aplicación de una ideología, filosofía o política social seguida en un país o ~mbito geográfico concreto. Este argumento puede ser reforzado con el mteresan~e análi~is realiz~do por el Colectivo lOEI (1990), que en un artículo ~obre la Ide~l?,gIa de la mtervención en la España de los 90 aporta una mteresante VlSlOn sobre los modelos de intervención predominantes en dicho ~~~eOIOgíaS de la intervención socia/en la España de los 90. Colectivo lOE. Documentación Social NI} 13 período. De acuerdo a su planteamiento, los modelos existentes (que llevan aparejada una concepción ideológica de la práctica), son los siguientes; el Institucional-tecnocrático, el institucional-crítico, el modernizador de base y por último el contrapunto comunitarista. Cada una de estas opciones inclinan al profesional y/o a la institución que las asume a la construcción selectiva de un modelo de pensamiento que da cobertura ideológica; desde lo micro, a una forma de entender la intervención social; y desde lo macro, a la explicación parcial de las disfunciones existentes en la sociedad. torna agresivo e incluso antagónico a los objetivos propios de nuestra disciplina. Tras las ideas expuestas, no parece difícil entender la dificultad inherente a la articulación teoría-práctica. En este sentido no podemos ignorar que es un lugar común aceptar que aproximarse a esta complejidad epistemológica supone acercarse necesariamente a una problemática ampliamente debatida, aunque dicha circunstancia no deba ser estrictamente achacable a nuestra disciplina profesional, sino que debe ser incluida en el contexto que define la propia naturaleza de las ciencias sociales. Siguiendo 10 aportado por Víctor Renes 2 (1990), coincidimos al apre~~ar .~u~ el mét?do se ha convertido de mano del "pragmatismo de la planiflcacl~n en un Instrun:ento de la racionalidad anteriormente expuesta. Las neceSIdades de una SOCIedad cada vez más rápida hacen que la sustancia del Modelo quede vaciada de contenido ideológico para convertirse en la aplicación de un modelo mas interesado en orientar el cambio hacia la dirección que el sistema necesita. Es por ello que la intervención social con el usuario se vincula con demasiada frecuencia a la prestación de los servicios disponibles en el ámbito de aplicación de recursos contenidos en el sistema de protección vigente. Como consecuencia de ello la intervención acaba tornándose prestacional, alejándose cada vez más de ese primer estímulo transformador y de participación social que ha iluminado algunos momentos del Trabajo Social. Siguiendo con nuestro análisis y de acuerdo al contexto socioeconómico-cultural en el que nos desenvolvemos, en la España de los 2000, pensamos que el paradigma dominante pasa obligatoriamente por la aplicación de los modelos institucionales y modernizadores, en definitiva por la aplicación de estructuras de pensamiento adscritas a una lógica mecanicista, racionalista e instrumental que puede considerarse dominante. Dicho modelo, impuesto por la fuerza de las circunstancias, se encuentra en las antípodas de lecturas humanistas de la realidad social, pudiendo considerarse antagónico a un modelo de racionalidad crítica poco extendido y por consiguiente minoritario ya que cuestiona los valores, las prioridades y los paradigmas del primero. . Continuando ~?n la reflexión de Renes, cuando la atención queda redUCIda a la prestacIOn, esta se convierte en mero consumo. De forma que una vez ofertada, queda agotada en sí misma. Dicho mecanismo prestacional no supone transformación alguna de la situación problemática, convirtiendo la actuación profesional en una mera labor de reproducción de un sistema q.ue encuentra en los Servicios Sociales y en el Trabajo Social, como brazo ejecutor, un perfecto cómplice para el cumplimiento de sus objetivos. Por otra parte, la reproducción garantiza la cronicidad y, como consecuencia de su propia estructura prestacional individualista, la ruptura definitiva con aquell~ que supone la esencia de nuestro trabajo y que nos califica profeSIOnalmente, en definitiva, nos alejamos de lo social. Esta contradicción se encuentra de forma manifiesta y latente en nuestra propia realidad. La mayor parte de los trabajadores sociales tienen serias dificultades para aplicar la teoría del Trabajo Social en su labor diaria; no hay más que profundizar un poco en las carencias y necesidades que gravitan sobre la intervención profesional para constatar que existe una profunda preocupación por encontrar puntos de contacto entre diversos elementos; a saber: la práctica profesional, la necesidad de referentes teóricos que permitan desarrollar herramientas eficaces para desenvolvernos de manera coherente en nuestro trabajo, y un contexto que en ocasiones se No podemos olvidar el aspecto multidimensional de dicho modelo ~restacion~!, ya q.ue éste se inclina a consolidar no únicamente lo tangible, SInO tambIen lo Ideológico o intangible. La caracterización de individuo asistido como desvalido y/o protegido por el sistema, consolida la percepción bipolar de prestador/protegido, apartando aún más si cabe al individuo ~e la opción de la participación en un sistema que aparentemente se caracterIza má.s por reforzar la dependencia que por fomentar la 14 2 Métodos de intervención social: algunas preguntas. Víctor Renes: Documentación Social N0 81. 15 autonomía y la generación de recursos propios. En este sentido, y desde el momento en que el modelo asistencial se centra en el problema como respuesta a la demanda realizada, se separa artificialmente la unidad sujeto objeto que define la compleja ecuación de "persona en situación". Lleg~dos a este punto el método se invierte en sus elementos más sustantivos, transformando al ciudadano en usuario y a la intervención en asistencia. Capítulo 2 LOS ORÍGENES DEL MÉTODO EN TRABAJO SOCIAL: APROXIMACIONES I Siempre que nos referimos al método en cualquiera de los ámbitos de la ciencia conviene aproximarse al mismo con una cierta actitud humilde y con espíritu abierto. La complejidad es una característica inherente a dicho concepto, ya que en el mismo se incluyen distintos aspectos de la extensa realidad sobre la que queremos trabajar. En primer lugar su presencia no únicamente define o facilita un procedimiento de actuación frente a la incógnita planteada, sino que en sí mismo se articula una relación directa con el objeto con el que nos vemos obligados a trabajar. Si, como hipótesis, nuestro trabajo de acción social se desarrollara estrictamente en el campo de las disciplinas empíricamente orientadas, en las que las condiciones de estudio se encontraran controladas como parte de un experimento, el problema del método se vería reducido de manera considerable, ya que las variaciones sobre el objeto estudiado serían limitadas o incluso en ciertos casos inexistentes. La realidad en Trabajo Social se desenvuelve en un contexto mucho más complejo, la aproximación al objeto de estudio no puede separarse de las condiciones cambiantes y subjetivas que articulan la experiencia vivida por el sujeto, (individuo que sufre algún tipo de circunstancia que le hace sentirse solo, desvalido o necesitado de ayuda). La experiencia dolorosa o de carencia no se constituye y origina únicamente en su dimensión material impidiendo la satisfacción de necesidades básicas, sino que en dicho problema las dificultades pueden incluir aspectos subjetivos que trascienden 10 consciente en el propio individuo. De acuerdo a esta premisa. la comprensión del problema no podrá disociarse de su historia, de la propia I 16 I ¡ percepción y del contexto en el que se ha producido, desarrollado y/o manifestado. gestión o emocionales), poniéndose de manifiesto, una vez más, la dificultad en ajustar nuestra referente metodológico al objeto de estudio. Dicha riqueza en la aprehensión de la realidad, constituye por si sola el principal argumento que justifica la complejidad del método en Trabajo Social. La capacidad cambiante de nuestro objeto de trabajo, la necesidad de ajustarlo al método y la importancia que el contexto tiene en la construcción que de su realidad hace el individuo, nos obligarán a realizar un ejercicio de análisis riguroso para abordar con éxito cualquier intento de intervención en la sociedad. Si intentamos hacer un poco de historia en el Trabajo Social, podremos comprobar cómo en sus primeros estadíos ya se encontraban dificultades para ajustar dos mundos que siempre se han considerado interdependientes. Es en "Caso social Individual" donde se manifiesta de forma clara una necesidad de ajustar el individuo al entorno. Según Richmond, "el Trabajo Berger y Luckman, desde una perspectiva fenomenológica, vienen a confirmar la importancia de la interacción social en la conducta individual cuando afirman: "la vida cotidiana se presenta como una realidad interpretada por los hombres y que para ellos tienen el significado subjetivo de' un mundo coherente" (Berger y Luckman 1993, 36). Para estos autores la realidad social es por definición la realidad cotidiana. Dicha realidad se caracteriza porque se presenta objetivada al individuo a través del consenso grupal y como necesidad básica para el correcto desenvolvimiento de las relaciones comunitarias: i I "la realidad de la vida cotidiana se presenta ya objetivada, o sea, constituida por un orden de objetos que han sido designados como objetos antes de que yo apareciese en escena". (Berger y Luckman 1993, 39). Este ejercicio de puesta en común colectiva no es otra cosa que un conjunto de acuerdos intersubjetivos (entre individuos particulares) que terminan por convertirse en categorías asumidas por el grupo, pero que en ningún caso se manifiestan en conductas que tienen por origen la opinión del individuo aislado. Este esquema de pensamiento, que podría identificarse a una forma de coacción al estilo Durkheimniano, obliga a los trabajadores sociales a considerar muy seriamente la lectura de la realidad que hacen Berger y Luckman, ya que materializa ese lugar intersubjetivo de encuentro con los usuarios y sus demandas. A través de esa realidad intersubjetiva intentamos atender las demandas de todo tipo (materiales, informativas, de 18 1 I , 1 , . Social a diferencia de otras disciplinas que también emplean sus esfuerzos en el "desarrollo de la personalidad (la Psicología, la Pedagogía, la Religión), posee su propio campo de acción que es el desarrollo de la personalidad por la adaptación consciente y comprensiva de las relaciones sociales" (De la Red 1993, 134). En estos primeros momentos la intervención se abordaba desde un método clínico basado en el diagnóstico y orientado por las aportaciones de la ciencia médica. De esta ciencia se asimilaron los conceptos que hacían referencia a las fases de curación de la enfermedad orgánica: Estudio, Diagnóstico, y Tratamiento. Zamanillo, en un magnífico trabajo de reflexión sobre el método ejemplifica claramente la relación que el trabajador social tenía con su medio aportando lo siguiente; "El problema social constituía la enfermedad del individuo y, por tanto, era necesaria una prescripción social para curarse. Así, esta prescripción se definía a partir de un diagnóstico social realizado por el <<especialista> > en trabajo social" (Zamanillo, 1987, 70). Posteriormente la aparición de organizaciones de corte caritativo y social como consecuencia de las contradicciones del moderno estado industrial (Friendly Societies, Settlements,. Raged Schools, Iglesias, Partidos Políticos), hace que el enfoque de grupo y de comunidad se extienda en el universo de los trabajadores sociales, aceptando el mismo enfoque diagnóstico como modelo de intervención social en la realidad de la época, y aceptándose como método universal de Trabajo Social una triple dimensión: el método de casos, el método de grupos' y el de intervención en la comunidad. Sin embargo, la separaclOn de la intervención en Individuo, Grupo Comunidad, estaba claramente impregnada de un enfoque positivista. Muchos eran los trabajadores sociales que encontraban en este modelo una 19 separaclOn artificial incapaz de encontrar puntos de contacto con problemáticas que en ocasiones participaban de etiologías similares. En realidad el problema radicaba en que para enfrentarse a un problema en cualquiera de sus tres niveles, no se establecían diferencias que no correspondieran al ámbito de aplicación más que al objeto de estudio. Esta circunstancia metodológica, junto a argumentos de carácter más complejo que abordaremos a continuación, hacen que a partir de los años sesenta se iniciara un movimiento crítico con respecto a las limitaciones que dicho modelo impone. Esta iniciativa crítka denomina,cla Rt;!conceptualizadón pone de manifiesto las contradicciones sociales y de dependencia estratégica en las que se encuentran algunos países latinoamericanos y europeos en relación a los Estados Unidos de Norte América. Con respecto al Trabajo Social, dicha corriente de pensamiento cuestiona la influencia calificada de "colonialismo ideológico y cultural" por parte de los vecinos del norte. El propio Ricardo Hill, en Metodologia Básica en Servicio Social afirma: Creemos que un primer paso, si queremos ser honestos, es reconocer que el Servicio Social latinoamericano y europeo, en cuanto a su metodologia se refiere, sigue siendo fundamentalmente un producto "made in usa". (Hill, 1982, 38). Tampoco podemos obviar la opmlOn que desde posturas más radicales aporta Boris Alexis Lima en su libro Epistemologia del Trabajo Social. Lima, al abordar el problema metodológico del Trabajo social, lo hace en los siguientes términos: El Trabajo· Social hasta ahora ha considerado a la sociedad como estática, el sistema social en que se desenvuelve como acabado e insuperable, por ello su objetivo ha residido la elimi11;ación de las disfuncionalidades que presenta ese orden social invariante y perfecto. Por esa misma influencia, el Trabajo Social disgregó la naturaleza social en varias esferas aisladas, vistas fuera de toda conexión entre ellas. Para intervenir en cada parcela ha desarrollado los métodos tradicionales de la disciplina, Trabajo Social de casos, Trabajo Social de grupo, y Desarrollo de la comunidad"" .. //.... "Nos queremos detener en el hecho de que por ser el Trabajo Social obra de la concepción positivista del conocimiento y de la ciencia, se ha limitado a aceptar pasiva y acrfticamente los postulados y las teorias que lo han orientado" (Lima, 1983,24). 20 El resultado de tan importante movimiento reconceptualizador del Trabajo Social, hizo que desde el contexto latinoamericano así como desde el anglosajón (Loeb, Khan, Kadushin), se abogara por la búsqueda de nuevos recorridos epistemológicos que dotaran de contendido una intervención considerada inadecuada ideológica y técnicamente a los problemas reales de la población. La necesidad de nuevos instrumentos que permitieran abordar la realidad social superando la fragmentación anterior favorecieron la aparición del denominado Método Básico (también denominado, Único e Integrado), deforma que en el estudio de la realidad social se contemplaran los problemas desde posiciones más estructurales y/o sociales y menos desde posturas más psicologicistas o individualistas. En este interés por una verdadera integración de Métodos, Ricardo Hill refiriéndose a la posibilidad de articular un método que permitiera la fusión de lo individual, lo grupal y lo comunitario, plantea la posibilidad de encontrar un lugar común para todos ellos en un único método de intervención, en este sentido afirma lo siguiente: "En realidad nos dimos cuenta que lo que hasta ahora era ensañado como diferente, compartia muchos más atributos comunes de lo que habiamos pensado" .. ,¡ / ... Nuestro ensayo de elaboración de una metodologia básica es el resultado de nuestra concepción sobre "integración de métodos"; integración del Servicio Social desde sus bases filosóficas, teóricas y técnicas, partiendo desde un objeto de estudio y sujeto de operación compartidos por todas sus formas. Incluimos en dicha integración no sólo a los "métodos" fundamentales, sino también a los complementarios (investigación y organización y administración de servicios) (Hill, 1982, 8). Aunque se "diseñaron" diferentes versiones del Método Básico, todos ellos coincidían en dos objetivos fundamentales que aquél debía seguir para superar en lo posible algunas de las carencias que habían sido tradicionales; por un lado pretendía realizar una aproximación lo más exhaustiva y científica posible a la realidad objeto de estudio, de forma que ésta se estudiara de forma global y totalizadora para posteriormente realizar una correcta planificación de la intervención. En segundo lugar su pretensión era dotarse de contenido crítico de forma que su uso permitiera, no simplemente el tratamiento, sino la intervención orientada a la transformación de las condiciones sociales que impedían el libre desenvolvimiento y la superación de las dificultades de los individuos. 21 A través de los cinco pasos contenidos en el Método Básico (Estudio, Diagnóstico, Planificación, Ejecución y Evaluación), los trabajadores sociales participan de un procedimiento capaz de establecer una relación entre la realidad empírica con la que trabajan y las hipótesis, objetivos y técnicas que les permitan afrontarlas con una intención de transformación de un orden social mal estructurado. Esta necesidad de transformación del statu qua vigente, hizo que los trabajadores socialeS re~onceptualizí:\dQres se autodenominaran "agentes de cambio", siendo su máximo interés, superar los conceptos de ajuste y adaptación del individuo al medio, pretendiendo transformar una práctica del Trabajo Social funcionalista en otra de corte mucho más comprometida y dialéctica. , Para hacernos una idea de lo que supuso la Reconceptualización en la historia del Trabajo Social, mencionaremos a Herman Kruse, que ha sabido transmitirnos fielmente en su legado bibliográfico cuál fue la situación que vivió América Latina y su repercusión en el Trabajo Social. Con respecto al sentimiento crítico y visión estructural de la problemática ideológico-política despertado por la corriente reconceptualizadora, Kruse nos comenta en su libro Filosofía del Siglo XX y Servicio Social lo siguiente: 1, 1, ¡ "A las preocupaciones iniciales se sumó un fuerte interés en los marcos ideológicos y filosóficos de la profesión conjugado con una comprensión más profunda del subdesarrollo, la dependencia y sus consecuencias políticas, sociales y económicas. Por primera vez el materialismo histórico fue incluido en el marco teórico de la profesión, fundamentalmente, como categoría de análisis de la realidad, aunque no todos lo representantes de la Reconceptualización fueran marxistas" ... //... Desde su foco de irradiación en el Cono Sur, la reconceptualización se difundió a la costa del Pacífico. Posiblemente, el mayor aporte de Chile estuvo en una profunda preocupación por las formas de intervención, lo cual abrió el debate sobre el problema metodológico, dando entrada, por lo menos en teoría, al materialismo dialéctico (Kruse, 1986, 20). La visión reconceptualizadora vista con e paso del tiempo no supuso la transformación radical de una sociedad injusta y generadora eterna de problemas sociales; ni tampoco le sirvió al propio Trabajo Social para superar definitivamente las incertidumbres propias de una disciplina joven que busca asentarse en el complejo mundo de las Ciencias Sociales. Ezequiel Ander-Egg (1985, 315) sitúa el declive de la corriente reconceptualizadora i· I , i i ! : " 11\1 22 entre los años 1973-75 como consecuencia de sus limitaciones denominadas "achaq.ue~ y manías del Servicio Social reconceptualizado". Algunas ideas que materIalIzan estos achaques son las siguientes: • • El uso de la dialéctica como palabra de ornato. E.l en.~siasmo por ~a c~e~cia como "saber de salvación", lo que condujo al cIenbf1smo, y del cIenbf1smo se pasó al dogma. • E.lucu~r~ciones teóricas sobre la práctica como fuente de la teoría, pero ... SIn practIca. • Agitación política y social desde la profesión supletoria de la militancia política. • Infantilismo revolucionario que asume la reconceptualización como un proceso apocalíptico. • Desarrollo de una terminología esotérica como modo de dar status a la profesión. Aunque las aportaciones reconceptualizadoras en general, y del ~étodo Básico e~ particular, han sido fundamentales para "ordenar" algunas Ideas en sus verbentes metodológica, ideológica y teórica, dicho método no dejo de s~r respuesta a una necesidad revisionista para la disciplina, pero una neceSIdad que aparece en un momento histórico concreto, el cual se ve desbordado por el paso de los años y por las circunstancias que imprimen lecturas nuevas sobre aquellas primeras ideas que nos orientaban hacia la transformación y el espíritu crítico. En la actualidad el Método Básico está siend.o cuestion~do en sí mismo como consecuencia del uso que los trabajadores SOCIales estamos haciendo de él (o quizás, mejor dicho, del uso que ~o estamos hacie~do de él). A título particular, pesamos que aunque toda Idea debe ser reVIsada de acuerdQ a la aparición de nuevos paradigmas que permitan cuestionar el precedente, el Método Básico está siendo desvirtuado como instrumento metodológico de manos de la excesiva b~rocratizac.ión del Trabajo Social y del pragmatismo de la planificación citado anterIormente. No es baladí recordar los intensos debates abiertos en la profesión que guardan relación estrecha con elementos teóricosepistemológicos, en este sentido podemos evidenciar alguno de ellos como por ejemplo la confusión existente entre Trabajo Social y Servicios Sociales, la au~encia de definición entre método y proceso en la aplicación del propio metodo, .y sobre. todo, la ausencia en la profesión de debate sobre el concepto de cambIO al estilo de lo ap~rtado críticamente por Nisbet y Watzlawick 3. 3 Robert Nisbet. Cambio Social. Alianza Editorial 1979. Madrid. 23 Volviendo al método y continuando con esta breve aproximación a su historia, durante los años 70 se produce una la frustración como resultado de la búsqueda de objetivos excesivamente idealistas por parte de los trabajadores sociales que planteaban transformaciones estructurales que difícilmente se pusieron en práctica. Una vez producido este colapso, la formación en las distintas escuelas de Trabajo Social se escindió en múltiples direcciones generando una gran diversidad de concepciones de la práctica4 • Por una parte fue América Latina la que se mantuvo fiel al aprendizaje en sus escuelas del triple método de los años cuarenta, algunas otras se hicieron "generalistas", dando formación de carácter polivalente a los estudiantes con la intención de que pudieran emplear todos los métodos. Un poco más al norte, las escuelas de Estados Unidos pusieron en marcha programas centrados en problemas sectoriales y en grupos de población afectada por problemáticas muy concretas (pobres, ancianos, negros, salud mental, menores, etc.). 11 1, '1 l , ¡i Haciendo referencia al mencionado documento de Ricardo Hill, la diferencia de enfoque sobre los Servicios Sociales a uno y otro lado del continente americano se hace patente cuando el autor afirma: 1, 1 1,1 , ¡ , I 1 ' 1, 1 "Otra de las diferencias por tener en cuenta es la tendencia norteamericana a la especialización en método y en campo de aplicación, frente a la enseñanza diversificada que ofrecen las escuelas latinoamericanas. Esto, por supuesto está en relación directa con las posibilidades reales que -ofrece el mercado de trabajo. En Estados Unidos es posible la existencia de una Escuela como la del "Smith College", por ejemplo, que es famosa por su especialización en el Método de Caso, no habiéndose dictado nunca cursos sobre los otros métodos. Por otra parte, un estudiante, desde el primer año, puede elegir el campo psiquiátrico, por ejemplo, y entonces tomará exclusivamente cursos de esa especialidad, realizando por consiguiente práctica en es mismo campo de trabajo, en el cual seguramente se desempeñará durante toda su vida profesional. Es diflcil que esto ocurra en Latinoamérica, por lo cual la enseñanza debe abarcar todos los métodos y Paul Watzlawick. Cambio. Herder. 1999. Barcelona Para comprender la diversidad de la formación en América Latina y USA, ver la interesante aportación de Ricardo Hill en Metodología Básica del S.ervicio So~i~l, Ca~ítulo 2 "F~rmación pa.ra el Servicio Social Profesional". Pags. 34-43. (Estados Unidos y Amenca Latma, estudiO comparativo) 4 , ,1 I! , , ¡ I 1 24 muchos campos de aplicación, frente a necesidades y posibilidades del medio que son imprevisibles". (Hill, 1982, 35-36) Pues bien, todas estas formas de ejercIcIo de las enseñanzas y su posterior aplicación práctica a la casuística social, supone la denominada "Diversidad de la Práctica del Trabajo Social", siendo su cara y su cruz la excesiva especialización que habilita para la atención especifica de problemáticas (T.S. Clínico), pero que escinde artificialmente realidades que se consideran imprescindibles para una comprensión global e integradora del fenómeno social (T.S. Generalista). La configuración de todas estas estrategias en Trabajo Social, han venido a definir diversas modalidades de intervención que pueden calificarse de modelos operativos. Dichos modelos se han ido perfilando de forma sincrónica con el acontecer y la dinámica marcada por la historia reciente del Trabajo Social, de forma que cada uno de los tres métodos tradicionales ha permitido una articulación de modelos de intervención que han hecho operativa su aplicación en la práctica. Siguiendo el esquema propuesto por el profesor Moix (1991), las aportaciones de Payne (1995) y De la Red (1993), expondremos algunos de los modelos más representativos en cada uno de los métodos tradicionales. Dentro de Trabaj o Social con casos, cabe diferenciar entre los más importantes los siguientes: 1. El modelo psicosocial: Fue uno de los primeros en ser utilizado en Trabajo Social. Data de los años 20, Y su influencia es claramente psicoanalítica, dichos contenidos que fueron incorporados a los primeros enfoques sociológicos del Tral;>ajo Social con casos, siendo uno de sus pioneros la profesora Gordon Hamilton. El modelo psicosocial tiene su base fundamental en la teoría freudiana, adaptada para su empleo en la práctica del trabajo social, definiendo el denominado Trabajo Casuista de la Psicodinámica, que abunda según Hollis y Woods en el conocimiento de la "persona en situación". 11. El modelo funcional: Su aparición es posterior al psicoanálisis, ya que supone una ,escisión del mismo a través del discípulo de Freud, Qtto Rank. Según Rank, los trabajadores sociales en vez de trabajar en base a 25 (\[,11 ' 1I ' ! '1 ' " ; 1 1 los diagnósticos de enfermedades y a los problemas de tratamiento, deben esforzarse en ayudar a los clientes en su desarrollo personal. Para ello, se deben abandonar las categorías diagnósticas y su propósito clasificador por se poco compatible con los principios de individualidad y de unicidad de la persona, aspecto este que debe impregnar la filosofía del Trabajo Social. En el modelo funcional, a diferencia del casuista, se pone de relieve un mayor énfasis en la causalidad social y los asuntos sociales. Es por ello que está menos interesado en los sentimientos internos y más en las interacciones con el mundo externo. , ," ,,' 1 '1 1 I conductistas, resolviendo los problemas tal y como llegan tratando de resolverlos pragmáticamente. Su principal defensor es Reid que caracteriza dicho modelo como ajeno a influencias psicológicas o sociológicas especificas, toda vez que, ninguna teoría explica adecuadamente toda la gama de problemas que tratan los asistentes sociales. Los procesos bajo este modelo son breves y con límites temporales prefijados, el trabajo con el cliente se organiza en base a tareas o actuaciones para resolver los problemas en cuya solución dicho cliente y el trabajador social desarrollan su colaboración. ,1, 1,1, i 1 ¡ 1 111. El modelo de resolución de problemas: Con origen en la Escuela de Trabajo Social de Chicago, su máxima representante es la profesora Helen Harris Perlman. La base teórica de este modelo está basada en el funcionamiento cognitivo del yo y la concepción del comportamiento del hombre como agente esforzado en alcanzar un objetivo en una sociedad dinámica. Perlman, que comparte su trabajo con Towle y Ripple, centra su esquema en la siguiente premisa: la utilización por el cliente de los servicios del casework está determinada por su motivación, sus capacidades y los recursos que le ofrece su entorno, entrando en esa dinámica de forma fundamental el trabajador social de quien solicita ayuda. El modelo basado en la competencia: Este modelo pretende superar algunas de las deficiencias que han sido inherentes al desarrollo de Trabajo Social con casos. Su intención es superar la separación artificial entre investigación y práctica, entre la gente y su contexto; y el error de centrarse en los aspectos patológicos del individuo más que en sus potencialidades y recursos personales. Gambrill, entiende la práctica del Trabajo Social basado en la competencia como una tarea educacional que pretende poner énfasis en la prosecución de los resultados que son importantes para los clientes, la evaluación de los progresos alcanzados, y la planificación para la generalización y el mantenimiento del cambio. Con respecto al trabajo social con grupos, podemos diferenciar tres modelos: IV. El modelo de modificación del comportamiento: Este modelo se basa en las teorías e investigaciones de Pavlov, Watson, Skinner y Eysenck. Su peculiaridad radica en que dicho modelo esta basado en la Teoría del Aprendizaje, la cual al contrario que la psicodinámica se proyecta hacia la conducta observable. El propósito fundamental del Trabajo Social Conductista es el de incrementar las conductas deseadas y reducir las conductas indeseadas para que la gente afectada por acontecimientos sociales actúe correctamente. Para ello el trabajador social utilizará una serie de técnicas orientadas a modificar la respuesta del individuo ante ciertos estímulos. Entre las más importantes están las vinculadas al condicionamiento respondiente (respuestas automáticas adquiridas en el aprendizaje) y el condicionamiento operante (que se proyecta sobre las consecuencias de la conducta). 1. El modelo de las metas sociales: Los grupos se constituyen por determinados intereses sociales cuya satisfacción proporciona al grupo importantes ventajas. Dichas metas han de lograrse según las directrices de la política de la institución teniendo en cuenta la dimensión colectiva de la problemática y las posibles alternativas operativas. 11. El modelo remedial: Constituye una intervención con fines de tratamiento clínico, considerado el grupo como agente de cambio. El trabajador social facilita la interacción que a su vez facilite el cambio. Se viene utilizando ampliamente en instituciones penitenciarias, organizaciones de servicios a familias, centros educativos, etc. 111. El modelo, recíproco: Se apoya en la suposición de que el individuo y la sociedad forma una relación orgánica y sistémica. Esta interdependencia constituye el foco para el trabajador social y el 1', , 1 I , I II I : I , V. 26 1I 1 El modelo centrado en la tarea: Este modelo se encuentra tan distanciado de las ideas psicodinámicas como de los enfoques VI. 27 ~1rlll ! I,!; ill ! , . ! I ! I! " ! pequeño grupo es el campo en que el individuo y el funcionamiento de la sociedad pueden nutrirse. 1'1 '1 '¡ 11' I I ' través de sus fases, (Estudio-Diagnóstico, Programación, Ejecución y Evaluación) lograr un correcto reconocimiento del campo de acción profesional con un claro componente orientado a la planificación social. Sobre su validez en Trabajo Social (sobre lo que ya hemos reflexionado más arriba), únicamente aportar que ha sido cuestionado por ser poco operativo, aunque su estructura de aproximación a la realidad permite la sistematización en fases que le confiere credibilidad. !'i : I Sobre los modelos utilizados en la Organización de la comunidad, en este caso nos encontramos igualmente con tres grupos: 1. El modelo de desarrollo de una localidad: Nos movemos en el ámbito del desarrollo comunitario. Se apoya en procedimientos democráticos, la cooperación, la autoayuda, el desarrollo del liderazgo y la autoorganización. i 11. .I I, 11. El modelo de planificación social: Pone énfasis en un proceso técnico de solución de problemas tales como la delincuencia, la vivienda, la salud mental. Dicho modelo que pretende la deliberación racional y el cambio controlado, requiere expertos que guíen los procesos de cambio mediante el ejercicio de destrezas técnicas que incluyan la capacidad de manipular grandes organizaciones burocráticas. 111. El modelo de acción social: Orientado a poblaciones que sufren ciertas desventajas sociales y necesiten ser organizadas para hacer una más efectiva demanda de aquellos recursos de los que carecen. Sus profesionales apuntan a cambios básicos en las instituciones y en las prácticas de la comunidad. Buscan la redistribución del poder, de los recursos, la adopción de decisiones en la comunidad, o cambios en las políticas básicas de las organizaciones formales. Este modelo de intervención, tiene su paradigma en las propuestas hechas por Saul Alinsky en el norte de los Estados Unidos durante los años 30 y 40. Por último abordamos aquel grupo de modelos que se integran en el Marco Generalista. La intención de este enfoque es captar la realidad de una forma global e integradora como forma de encontrar una buena perspectiva orientadora de la acción. En este marco, abandonamos la separación Individuo, grupo, comunidad evitando que la intervención se conciba como un "compartimento estanco". Dicho grupo de modelos entiende que los problemas sociales integran cada uno de dichos niveles de forma simultánea, integrando sistemas y compartiendo principios básicos. lo i ! ¡ , 1 !I 1 I 11 28 1 i El método básico: Supuso, como ya hemos visto, un gran avance en la transformación metodológica del Trabajo Social. Su objetivo es, a 111. El modelo de terapia familiar: Aunque este modelo puede considerarse joven en relación al resto, se hace imprescindible hacer mención expresa al mismo ya que su presencia en el contexto profesional es cada vez más importante. Se trata de una teoría que tiene por origen las investigaciones realizadas por Von Bertalanffy en biología. Posteriormente los trabajos realizados por científicos como Shanon y Weaver permitieron realizar progresos como la Teoría de la Información. Wiener generalizó los conceptos de cibernética, retroalimentación e información y los aplicó a los dominios biológico y social. Cannon acuñó el concepto de homeostasis. La Teoría de Sistemas propone que todos los, organismos son sistemas compuestos de subsistemas, formando aquéllos a su vez parte de un macrosistema. Algunos de sus conceptos más importantes son: sistema abierto, sistema cerrado, homeostasis, totalidad, equifinalidad, entre otros. Dicho modelo fue aplicado al Trabajo Social a partir del año 1971, siendo las publicaciones de Pincus y Minahan (1973) y Goldstein (1973), las que demostraron, en el continente Europeo, su importancia para la aplicación práctica al Trabajo Soc~al. El modelo agógico: Los representantes de dicho modelo son los holandeses Ten Have, Van Stegeren y Van Beugen. Para conocer la etimología del modelo debemos recurrir al sufijo griego "agoge", que significa conducción, dirección. De acuerdo a estos autores la ayuda ofrecida por el trabajador social viene condicionada por el tipo de necesidad manifestada por el cliente. Para hacer del modelo un instrumento operativo, se consideran tres tipos de ayudas, veamos cuales son: Ante necesidades generadas por carencias físicas, de adaptación, el modelo, utilizado será el Psicosocial. Si nos encontramos ante una demanda de información o una toma de decisiones jmportante, nuestra acción irá orientada a la aplicación de la técnica del asesoramiento. Por otro lado y ante necesidades de tipo 29 existencial y humanista donde la cultura y el desarrollo social suponga un problema para nuestro demandante, nuestro mod~lo. de intervención tendrá un importante componente pedagoglcoformativo. Capítulo 3 ANALISIS DEL CONTEXTO DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Y JUSTIFICACIÓN TEÓRICA DEL MISMO. Si algo caracteriza al Trabajo Social, que lo define, que le da cuerpo y que lo convierte en disciplina diferenciadora del resto de las disciplinas sociales es precisamente eso, lo social, la percepción holística e integradora de los aspectos tangibles y subjetivos que ordenan la realidad. Es evidente que tal realidad, por compleja que sea, no puede ser separada como si de categorías analíticas se tratara, esto es lo que hace el ejercicio del Trabajo Social complejo, comprometido, y a la vez, apasionante. Esa es su magia y su dificultad, observar sintiéndose observado, analizar sintiéndose analizado, construir sintiéndose construido. Sin embargo para llegar a tan interesantes conclusiones el camino no ha sido fácil. A lo largo del texto y en relación con las dificultades que el Trabajo Social se ha ido encontrando en su recorrido (que podría calificarse de complejo), hemos comprobado que 'en su largo y arduo camino se ha encontrado con una realidad cambiante que le ha exigido un esfuerzo de adaptación al momento histórico en el que se estaba desarrollando. De la misma manera que los trabajadores sociales de principios del siglo pasado se vieron inundados de psicoanálisis hasta el punto de no poder concebir una intervención sin valorar los aspectos más íntimos del individuo ..... aún hoy hay algunos trabajadores sociales que son incapaces o no están dispuestos a ver la pobreza más que como un evento puramente económico, sin reconocer la posible existencia de infantiles deseos de dependencia que, si no son efectivamente la causa, pueden ciertamente prolongar la dependencia 11 (Cordon Hamilton. Citadopor Moix, 1991. 198). lo ideológico de n~es~ra historia reciente. Fundiendo los aspectos c~n.textuales con la pr~ctIca ~el Trabajo Social, Payne nos aporta la idea ~aslca de su Const~ucclOn ~o.clal. Dicha idea, bajo nuestro criterio, posee un Importante pot~nclal anahtIco y permite una satisfactoria aproximación conceptual a las Ideas que venimos aportando. ..... en la actualidad los trabajadores sociales nos vemos igualmente abocados a ser miméticos con el entorno en el que nos desenvolvemos. Los motivos de esta situación no pasan por hacer al Trabajo Social un juicio sumarísimo al estilo reconceptualizador (para ello deberíamos comprometer igualmente al resto de las ciencias sociales), sino que para entender la construcción de cualquier disciplina social, se hace necesario asumir la constitución poliédrica de la sociedad y sus tensiones constitutiva~. S.in quer.er e~t~ar en reflexiones sobre los aspectos funcionales, adaptatIvos o. Ideolog~cos que pudieran incluir las ideas que preceden (aspect~ amplIamente mteresante y digno de estudio pero que supera las pretensIOn~s. del presente trabajo), la relevancia del enfoque contextual queda mamfIesta cuando Payne afirma: Abundando en la paralelismo existente entre la construcción de nuestro contexto profesional y la realidad social que nos ha tocado vivir, consideramos que algunas de las deficiencias inherentes al Trabajo Social son el resultado de una serie de "carencias" que tienen mucho que ver con lo cultural, 10 ideológico y en definitiva con toda la carga socializante que impregna tanto nuestra formación como nuestra pertenencia al grupo normativo dominante. Pasemos a verlos: • • ,1 i • , I ',1 Desde una perspectiva funciona lista la lectura que hace el Trabajo Social de la realidad, con la intención de transformarla, lleva implícita una intención de adaptación, reforma o cambio que señala el método a elegir y que implica una concepción ideológica de la acción social. Desde un punto de vista científico, el Trabajo Social no presta la suficiente atención al conocimiento teórico que fundamenta la acción, ni ejercita la necesaria interrelación de ambos elementos (teoría y técnica) con el objeto del estudio. Centrándonos en sus manifestaciones más positivistas, consideramos que el predominio de representaciones mentales sobre aspectos centrados en la intervención facilita una tendencia a conocer la realidad bajo parámetros de corte empirista. Desde este prisma, los trabajadores sociales corremos el riesgo de distorsionar la realidad en la que nos desenvolvemos, ocultando su verdadera dimensión y los objetivos de un colectivo profesional que debería caracterizarse por la plena conciencia del contexto en el que trabaja. Un autor que ha sabido interpretar con acierto algunas de estas ideas ha sido Malcom Payne. Este autor ha realizado una interesante labor de conceptualización de las tendencias más importantes en lo metodológico y en 32 "El !rabajo Social se construye socialmente a través de su interacción con los cll~ntes, a, través de su formación como ocupación dentro de una red de profeslOnes afmes y a través de unas fuerzas sociales que la definen a lo largo de su contexto" (Payne, 1995, 60), El concepto de Construcción Social del Trabajo Social plantea que la teoría para ser usa~a en la práctica tiene que adaptarse de forma inevitable a las fu~rzas dommantes en el momento histórico, ya que se construye con las mIs~as fuerzas soci~les que conforman dicha actividad. Para demostrar esta teona, Payne e~tudIa. algunas corrientes teóricas que dominan la actual esc~~a del TrabaJO, SocIal, englobando dichas corrientes teóricas en una triple opcIOn de corte ,Id~ológico-estr~ctural que permite la aplicación de los proce.s?s, metodologIcos en TrabajO Social y que denomina argumentaciones", Ide~t~f~candonos plenamente con el autor, reconocemos que cada una de esas fos~bIh?-ades, se encuentran vigentes. en el actual contexto social e mstItucIOnal que enmarca el Trabajo Social. Pasemos a analizarlas someramente, con la intención de que 'sean útiles para una m' eJor comprensI'ón d e 1os ob"JetIvos del presente trabajo: 11 • Argumen~aci~n Pra~mática: Las teorías en Trabajo Social son importadas de otras CIenCIas, eXIsten tantas opciones metodológicas que no ofrecen garantías de, a~1i:ación práctica. Su contexto de aplicación obedece a su ?-esarrollo hIstonco en el que se primaba una racionalidad meramente mstrumental contemplando a la población objetivo a través de los estrechos límites impu~st.os por un conjunto de reglas y prestaciones adaptadas .. El aseguramIento de la gestión de los sistemas y la calidad de las prestaCIOnes estaba relaciona~o con el control sobre las prestaciones y 33 • ! ! i ¡ I ! • I i I la regulación de que los beneficiarios fueran aquellos que la regla establecía. Argumentación positivista: Al más puro estilo Comtiano, Paine define esta argumentación afirmando que muchas teorías en Trabajo Social no son válidas, útiles o rigurosas en su aplicación práctica. Su valor como teoría queda en entredicho en el mismo momento en el que su aplicación práctica no permite otorgar credibilidad empírica a los resultados que ofrece. De esta manera sólo podríamos considerar como referencias teóricas válidas aquellas que pudieran ser respaldadas por pruebas empíricas que confirmaran su validez práctica. Dicho enfoque hunde sus raíces más profundas en la atávica necesidad del Trabajo Social que necesitaba de validación científica para alcanzar su "status de respetabilidad" como disciplina a tener en cuenta en el universo de las ciencias sociales. reflexión teórico-epistemológica. En este mismo sentido y como d ver. e~ algunos de los r~sultados adscritos a nuestro trab~o, su uso ~: l:~::~= cOh~~ana de. los trabajadores sociales es mucho más habitual d 1 pudIeramos Imaginar. e o que Argumentación ecléctica: El contrapunto a estas dos tendencias, 10 encontramos en el eclecticismo que participa de un enfoque más rico al permitir la utilización de teorías dispares, o parte de ellas, para la elaboración de un corpus teórico propio y ajustado a las circunstancias concretas del caso. Payne argumenta la gran difusión que este modelo tiene en el Trabajo Social, exponiendo como diversos profesionales de trabajo social de corte conductista, psicodinámicos o humanista utilizan de forma sistemática planteamientos de corte ecléctico en sus intervenciones. Analizando las opciones o argumentaciones que propone Malcom Payne, no podemos dejar de valorar la repercusión que dichos enfoques tienen en la labor profesional. Si desde las posturas pragmáticas nuestra validez como disciplina se siente condicionada por apreciaciones del trabajo social que ignoran su validez por depender instrumentalmente de otras ciencias, b por el contrario, si desde posiciones positivistas se considera que de la multiplicidad de teorías existentes no se garantiza en modo alguno la obtención de resultados empíricos válidos, no nos queda más opción que adscribirnos a una postrera argumentación ecléctica que nos permita construir con 10 mejor y más útil de cada ciencia afín al Trabajo Social un corpus teórico propio como respuesta a las demandas de una sociedad cada vez más compleja e interconectada. Sin lugar a dudas, la opción ecléctica se identifica como el ejercicio más progresista de la investigación y de la 34 35 Capítulo 4 PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO: LA CONSTRUCCIÓN DEL MODELO EN BASE A SU OBJETO DE ESTUDIO Uno de las dificultades más importantes, y que ha generado mayor debate en el equipo investigador, ha procedido de la necesaria exigencia de definición teórica que permitiera una aproximación epistemológicamente correcta a las variables independientes en cada modelo de intervención. Este factor, unido a la delimitación y estudio de la influencia del contexto en la intervención profesional podrían considerarse dos de los elementos básicos que orientan el presente trabajo. Buscando la aplicación de las ideas expuestas y en un intento de no producir distorsiones entre la apuesta teórica formulada y la realidad de la profesión, el equipo se propuso conocer de manos de los profesionales aquellas variables que posteriormente iban a ser recogidas en el cuestionario final. Para lograr este cometido se recurrió a la técnica de trabajo en grupo denominada u grupo de discusión"; dicha técnica consistió en la puesta en común de los elementos metodológicos y de contexto que nos ocupan en la investigación. En la reflexión sobre las ideas que fundamentan este trabajo participaron trabajadores sociales en activo y pertenecientes a distintos contextos profesionales (públicos, privados, ONG's). Como primera valoración global sobre los resultados obtenidos consideramos ampliamente satisfactorio lo aportado por el grupo, ya que permitió realizar una evaluación de diagnóstico que, previa a la definición de hipótesis, obligó a modificar variables que habiendo sido consideradas como válidas debieron ser modificadas de acuerdo a lo aportado en la técnica de discusión. Tras estas necesarias aclaraciones, pasaremos a aportar los elementos axiológicos de la -ehl.boración teóricé! de acuerdo a los siguientes pasos; en primer lugar expondremos la metodología .segui.da pa.ra la definici~n de los modelos seleccionados en el cuestIonano fmal, postenormente estableceremos su relación con el objeto de estudio, y, finalmente, estableceremos la relación existente entre modelo y contexto. 4.1. La elección de modelos como punto de partida. El paso del Modelo de Intervención a la Estrategia de Intervención. Valorar cuál o cuáles podrían ser los modelos a elegir en el estudio de la aplicación de referencias teóricas por parte ~e los tr~baj~dores. sociales fue una de las primeras cuestiones que se planteo el eqUIpo mvestIgador a la hora de iniciar el estudio. Si realizamos una revisión bibliográfica de la literatura que realiza una sistematización o taxonomía de los model~s de intervención en Trabajo Social podremos comprobar que las aportacIOnes son abundantes y teóricamente ricas. Payne, por ejemplo, estudia con distinto grado de profundidad trece mode~os de intervención distint?s en su libro Teorías contemporáneas del Trabajo Soclal 5 • Por otro lado, MathIlde. Du Ranquet nos presenta con gran aporte teórico, ocho modelos en su ~I~ro denominado, Los modelos en Trabajo Social, intervención con personas y famlllas 6• La gran cantidad de ideas, corrientes y persp~ctivas teóricas .m~nci0n.adas por los citados autores (y por otros muchos eXistentes en la bIbhografm de referencia), nos demuestran la gran dificultad con la que nos encontramos cuando de intervenir en Trabajo Social se trata. Aunque todos estos modelos son el producto de interesantes estudios y análisis de sus respec.tivos investigadores y teóricos, no es menos cierto que la mayor parte de las Ideas por ellos expuestas proceden de un reducido número de ~eorías ~o~unes que alimentan posteriores adaptaciones de sus postulado~ epIstem?loglcOS. Siguiendo a Payne (1995, 296) el número de teSIS que ahmentan el arsenal teórico del Trabajo Social podría resumirse a las siguientes: • Teorías amplias: Ofrecen un sistema de pensamiento que permite cubrir la práctica. Las teorías psicodinámica, conductista, de sistem~s y las ecológicas y cognitivas son ejemplos de teorías que pueden conSIderarse amplias. • Te~orías amplias inclusivas: Aceptan la inclusión de perspectivas y metodos extraídos de otras teorías. En este grupo pueden incluirse el enfoque de sistemas y el ecológico. Estas ~os primera te?rías podrían considerarse ampliamente aplicables ya que se aSlentan sobre sl~temas de pensamiento estables y maduros; por otro la,do, su influenda teól'J(;a proviene de campos ll'Uly desa,rrollados de las cienci~s como la psicología y la sociología, y por consiguiente, han sid~ sometIdas a una amplia verificación que les permiten su uso habitual. Otros grupos de teorías son los siguientes: • Teorías específicas: Ofrecen al trabajador social ideas y técnicas que p~~den ser usadas cualquiera que fuese la teoría que estuviéramos • • utIlIzando. La Teoría de la Comunicación es paradigmática en este sentido, ya que ofrece una manera de ver el mundo aunque no un enfoque global que pudiéramos denominar modelo. Teo~ías de persp~~tiva: ~os ofrecen una forma de ver el mundo y en ~artIcular un pOSICIOnamIento en el cambio personal. En este grupo se mcluyen las teorías humanistas y existenciales, así como las radicales. Teoría de aplicación: Aportan ideas que son útiles, así como técnicas aplicables a determinados problemas y/o en determinadas situaciones personales y sociales. La intervención en crisis, el modelo centrado en la tarea, la potenciación y defensa o incluso la perspectiva feminista son enfoques incluidos en este grupo. De acuerdo a la diferenciación aportada por el profesor Payne, pensamos que nuestro trabajo debería ir orientado a conocer el uso de las teorías incluidas en el primer grupo, precisamente aquellas teorías suficientemente amplias y reconocidas por cualquier persona vinculada al universo del Trabajo Social. Esta opción, estrictamente operativa y tributaria del sentido común, nos ha permitido acometer una correcta acotación de las referencias teóricas más utilizadas por los profesionales y ha evitado, en una medida no despreciable, caer en dispersiones teóricas, semánticas y conceptuales. Una orientación similar a la ofrecida por Payne, la encontramos en autoras más próximas a nosotros como son Zamanillo y Rodríguez 7 (1990). MALCOM PAYNE (1995). Teorías contemporáneas del Trabajo Social. Paidos. Barcelona MATHIDE DU RANQUET. (1996). Los modelos en Trabajo Social. Intervención con personas y familias. Siglo XXI. Madrid. 5 6 Un~niverso complejo. Los paradigmas en la intervención social. 7 ZAMANILLO, T. RODRfGUEZ, A. Documentación Social NQ 81. Dic. 90. 38 39 Estas autoras profundizan en el concepto de paradigma como sistema teórico o conceptual. Para ellas los paradigmas orientan la acción profesional y dichos esquemas mentales son utilizados de forma más o menos consciente para intervenir con nuestros usuarios. De acuerdo a su apreciación, los modelos de intervención más comúnmente utilizados por los trabajadores sociales son el Psicoanalítico, el Sistémico, el Crítico y el de Planificación Social. Observamos que su posicionamiento coincide con el ofrecido por Payne, siendo su aportación sobre el modelo crítico y de planificación social novedosa en cuanto es entendido como contrapunto al influjo positivista de antaño. Por último, e incidiendo en el análisis de cuáles han sido lo motivos que nos han llevado a determinar nuestro objeto de estudio en cuanto a modelos se refiere, nos vemos obligados a incluir lo aportado por los propios profesionales participantes en el grupo de discusión. Este grupo de trabajo, como ya hemos comentado, se creo con una clara intencionalidad de análisis cualitativo, permitiéndonos volcar a la investigación sus distintas opiniones sobre su intervención profesional. Realizando un pequeño análisis de lo contenido en la transcripción, podemos comprobar la existencia en el trabajo cotidiano de referencias teóricas concretas. Esta evidencia nos confirma de forma patente las aportaciones realizadas por los autores mencionados más arriba y afianza nuestra intención de reducir a un número válido, operativo y significativo los modelos o referencias teóricas a estudiar en el campo de intervención profesional. Transcribiendo alguna de las aportaciones realizadas por los profesionales, podremos observar cómo las propuestas metodológicas aparecen con nitidez en los siguientes extractos del texto: A: Pues eso es otro modelo de intervención. Además es otro modelo de intervención que está escrito, el sistémico, que está documentado y que te permite decir qué pasa en la familia cuando estamos analizando las funciones de cada miembro, si el padre hace de padre, si la madre hace de madre, si el hijo hace de hijo. B: Me parece que se nos olvida uno y que a lo mejor porque no se quiere decir que se utiliza pero me da la impresión que también lo utilizamos . mucho que es el conductual., En principio para enganchar dos programas, por ejemplo yo que llevo dos programas, uno de información y otro de familia, 40 para engancharles a uno tienes que utilizar un recurso, como por ejemplo pagarle la luz, c: Tú por ejemplo, lo que estabas diciendo antes de que depende de tu enfoq~te personal, cre~ que estás aplicando un enfoque dinámico, porque, por ejemplo, cuando dlces ... no quiero que se produzca una transferencia que ~o ~e, ca~tse ansiedad, estás en otro lado, que no se produzca' una IdentificaCión con la otra persona que está delante tuya, entonces esto tiene un enfoqttc di~ámico" o $ca, q,ue, a~nque no lo sepa!? hay ah! l,{na c:orrie11tfJ pSlcoan,alftlca debaJO, que ni slquIera te la planteas que exista y que se está prodUCIendo, En el momento en que se hacen análisis transgeneracionales tú pued~s estar ~ctuando como el padre y no te corresponde ser el padre, er~s el trabajador soctal, aunque no lo sepamos, muchas veces nos están pidiendo que seamos .zos padres, no mire usted, yo tengo claro que yo no puedo hacer eso, . Sm entrar en debates sobre la importancia de todas y cada una de las co:n,entes, o. mode~o~ de intervención, a los cuales dotamos sin excepción de credIto t~onco sufICIente, nos v,e~os en la ~ecesidad de acotar nuestro objeto de estudIO en orden a la operatIvIdad refenda anteriormente. En este sentido nue~tra opción fue realizar una reflexión sobre lo aportado tanto desde l~ ~eona como desde la ~rácti~~ del Trabajo Social a través de sus propios mterlocutores. Nuestra mtencIOn, una vez analizada la información obtenida es la de estudiar la incidencia en nuestra profesión de los modelos Siste' , ' e d' P . mICO, , on ~CtIS~~ y sIcosocial como referentes metodológicos en el trabajo de mveshgacIOn. 4.2. El paso del modelo a la estrategia en la intervención social. En la medida en el que las orientaciones teóricas y prácticas iban apo,rtando luz .en el dise~o del presente trabajo, los investigadores nos haClamos conSCIentes de l~ mevitable fusión ~ntre tres elementos, a saber: 1) modelo, 2) problema mamfestado por el cliente, y, 3) contexto en ·el que se de~envu~lve la acción (institucional, social, etc.). Si retomamos el discurso obJ~to~s~Jeto apo~tado en este mismo trabajo, coincidiremos en la inmensa van~blhda? y rIqueza que la realidad social nos ofrece en todas sus ~am~e~tacIOnes o ámbitos, sean estos de índole social, económica o Ideolo~Ica, Val~rando que el proceso de intervención es un momento más en la r~ahdad SOCial, y que aparece en tal situación con toda su riqueza y matIces, no podemos dejar de asumir que esa complejidad implícita en el ac~o de .la interv~~ción te~~~á que verse respaldada y orientada por la mIsma rIqueza teorIca, estrateglca e ideológica que caracteriza la vida misma. 41 Por todo ello creemos que para concebir un intervención social es necesario considerar los distintos elementos que configuran el problema manifestado por el ciudadano (sin olvidar en tal proceso la presencia de nuestra propia historia, formación. etc.). Bajo nuestro punto de vista, esto no podrá realizarse de forma rigurosa si utilizamos un único o modelo, referencia o paradigmas. Bajo esta reflexión, fundamentada en el análisis teórico-práctico, pensamos que se hace necesario considerar que al h~blar de .inter:ención social estricto sensu no podamos hablar de modelos de mtervenclón, smo que desde una aproximación ortodoxa al conocimiento epistemológico deberíamos utilizar el concepto Hestrategia" como concepto integrador de los distintos elementos que se manifiestan en una relación profesional como es el Trabajo Social entre otras profesiones. 4.3. El paso de la estrategia a la intervención ecléctica. Una vez reconocida la realidad multifactorial de la intervención social, así como su necesaria contraparte teórico-epistemológica, se hace más clara, si cabe, la necesidad de dotarse de conocimientos amplios pero integrados en un sistema profesional como es el Trabajo Social. Aceptando el reto de la complejidad de los sistemas sociales y su vertiente. empíri.ca . de transformación de aquello que se considera problema, se hace lmprescmdlble estimular recursos personales y profesionales que permitan una adaptación a dicha circunstancia. Si los trabajadores sociales fuésemos capaces de practicar aquella propiedad de los metales denominada maleabilidad, nuestra intervención se vería notablemente enriquecida. Entendemos por tal concepto la capacidad de modelarse fácilmente, de ajustarse metodológicamente a 10 solicitado, en definitiva, de adaptarse a una situación que se manifiesta compleja y en la que se incluyen condiciones y circunstancias especiales. Esta capacidad, a la que pueden buscársele otras propuestas eufemísticas (pluralismo teórico), no es otra cosa q~e el eclecticismo, pero el eclecticismo metodológico científicamente entendIdo y fundamentado teóricamente, y no la simple secuencia del enriquecimiento progresivo que producen los años en el ejercicio sistemático del ensayo-error en la intervención. Si lo único que tienes en la mano es un martillo, tenderás a tratarlo todo como un clavo" (Abraham Maslow). 8 " 42 La utilización de un eclecticismo metodológico científico, nos permitirá perfeccionar nuestra comprensión del fenómeno social, nos inclinará, sin lugar a dudas, a percibir la realidad como realmente es: multidimensional. Mirar tras este prisma nos permitirá valorar los aspectos más íntimos, de socialización o de interacción familiar implícitos en las demandas realizadas por los ciudadanos, donde nuestra posición como profesionales deberá ser igualmente considerada en el proceso. De esta forma se evidencia que para aceptar el reto de la intervención en lo social, no podemos limitarlos a un reducido número de propuesta metodológicas que encorseten y/o desnaturalicen la riqueza en la que la realidad se manifiesta; no porque este proceso competa a la intervención propia del Trabajo Social, sino porque es la imparable dinámica de la propia vida. Para intentar completar nuestras reflexiones sobre el paso de la elección de estrategia a la lectura ecléctica de la realidad social, recurriremos a algunas aportaciones realizados por diversos autores. Amaya Ituarte nos aporta lo siguiente en relación a la opción ecléctica: "Esto tUtimo implica, desde luego, que el trabajador social cUnico tienen que tener una adecuada formación en diversos modelos cUnicos (dentro del T.S.). Si no la tuviera, es decir, si sólo conoce un modelo, la decisión que tendría que tomar iría en el sentido de analizar si ese modelo es adecuado para el tratamiento que precisa esa persona o, en caso contrario, debería derivar al cliente a otro profesional (trabajador social o no)". "El conocimiento de diversos modelos cUnicos parece, en principio deseable, ya que permite una mayor flexibilidad, a la vez que una mayor amplitud de posibilidades. Ello permite una intervención de tipo ecléctico, no entendida con como un "picar de aquí y de' allá", sino como la utilización consciente y deliberada de aspectos parciales de los ,diferentes modelos, bien en forma simultánea en un momento del proceso, bien en fases sucesivas de ese proceso, por adecuarse mejor que un único modelo a las particularidades que configuran a una persona concreta en una situación-problema concreta". (Amaya Ituarte 1992, 36) Aprovechando una vez más las ideas contenidas en el prolífico libro de Payne, podemos hacer referencia a algunas de las investigaciones que evidencian el marcado componente ecléctico de los trabajadores sociales. Aunque su ámbito culturaJ de referencia es el anglosajón, creemos ilustrativos los resultados comentados por el autor y que hacen referencia a 43 Jayaratne quien en los Estados Unidos en 1978 encuestó a 267 asistentes sociales estadounidenses descubriendo que había en principio una cierta fidelidad hacia enfoques psicodinámicos, pero que el eclecticismo era la manera predominante de intervención. (Payne: 1995,76). Para terminar, y pretendiendo fundamentar en la práctica nuestra apuesta por la postura ecléctica, incluiremos una vez más las opiniones de nuestra fuente de información más fiable, el grupo de discusión. Utilizando lo aportado por el grupo en la sesión de trabajo (al final de la misma), se pidió a los profesionales que realizaran una valoración de cuál era su enfoque metodológico, y en particular que concretaran el modelo teórico de referencia utilizado para hacer intervención en Trabajo Social. Lo reflexionado por alguno de ellos es realmente interesante, veámoslo: A: Yo sigo, ahora mismo, según el caso, según la familia, según la necesidad, según el grupo de personas con las que voy a trabajar podré utilizar un modelo u otro, incluso varios modelos en el mismo caso. No puedo decirte que voy a definirme por uno o por otro. B: Pues yo, no sé, yo creo que con todo lo que se ha hablado aquf hemos tocado todos los modelos que más o menos utilizamos. Yo en mi caso concreto en la institución, que es la que tengo, quizás más el modelo psicosocial, aunque se usan todos, yo creo, prácticamente todos. Estoy en todos los programas, como he dicho antes. Pero quizás el enfoque psicosocial tenga quizás más predominio. También trabajo en mi caso con un psicólogo codo a codo, en fin, con una educadora que es pedagoga, estamos los tres muy ... y quizás el psicosocial pese más. Aunque se usan todos, todo lo que se ha dicho aquf se hace allf. Capítulo 5 LA RELACIÓN CON EL OBJETO DE ESTUDIO 5.1. Las dimensiones teóricas como punto de partida Sin perder de vista que las reflexiones realizadas hasta el momento han permitido orientar el proceso que conduce a saber más sobre los modelos de intervención, y que dicho esfuerzo debía culminarse con la redacción de un cuestionario final, el equipo de trabajo abordó una segunda fase de elaboración teórica que expondremos a continuación. Una vez decididas las referencias metodológicas sobre las que íbamos a trabajar, nuestro primer paso consistió en buscar sus elementos teóricos constituyentes con la intención de conocer en profundidad su objeto de estudio. Tras la lectura de bibliografía sobre modelos de intervención y metodología en general, la reflexión teórico-práctica nos hizo comprender la necesidad de sistematizar las ideas básicas o líneas maestras que definieran los modelos; a cada una de esas sistematizaciones las llamaremos 11dimensiones". De esta forma, y a través del trabajo con las dimensiones, hemos podido acercarnos progresiva y ordenadamente a su objeto de estudio, consiguiendo de esta manera conocer los aspectos referentes a los contextos teórico-epistemológicos contenidos en las mismas. En este ámbito abstracto de referencia los elementos estudiados han sido los siguientes: objeto de intervención, filosofía que impregna el modelo, enfoque teórico, objeto de estudio y procedimiento de intervención. Recordando que los modelos seleccionados para realización del estudio han sido. los modelos de Sistemas, Conductista y Psicosocial, pasamos a exponer las dimensiones de los mismos. 44 Dimensiones básicas: Modelo de sistemas • Valoración holística de la situación. • Conflicto como proceso relacional - comunicacional. • Importancia fundamental de la presencia familiar para la compresión del conflicto personal - familiar. • Importancia de los roles, pautas, conductas y juegos de poder en la familia para la comprensión del caso. • Predominio del aquí - ahora en la elaboración del diagnóstico sistémico. Una vez confeccionadas las dimensiones que contienen las ideas básicas de cada modelo, nuestro siguiente paso consistió en establecer relaciones entre tales ideas y los aspectos teórico-epistemológico que las definen y les dan cuerpo, como referencias provenientes de teorías fuertemente consolidadas y llevadas a la práctica de forma sistemática. Los elementos de análisis que pretenden clarificar tal iniciativa son los siguientes: 1) filosofía/ideología de soporte, 2) enfoque teórico de referencia, 3) objeto de estudio, y, 4) procedimiento de intervención. Como puede comprobarse, el cuadro contiene tres modelos teóricos no incluidos en el cuestionario final pero que hemos considerado interesante aportar en este trabajo para ser utilizados como variables de comparación o contraste con los seleccionados. Dimensiones básicas: Modelo conductista • La intervención debe centrarse en averiguar el condicionamiento que favorece una conducta en el individuo. • La conducta observable es el elemento básico de nuestra intervención. • • Puedo modificar la conducta a través del uso de refuerzos y castigos. El entrenamiento asertivo es eficaz para modificar la conducta de usuarios con poca autoeatlma o caráoter. • SISTEMAS CONDUCTISTA El objetivo fundamental es Incrementar las conductas deseadas frente PSICOSOCIAL Dimensiones básicas: Modelo Dsicosocial • Los aspectos sociales y psicológicos son tenidos en cuenta para comprender el caso. • I. CRISIS La percepción del caso únicamente puede ser entendida desde la consideración dinámica de la psicología (Ello - Yo - Super Yo) • Aspectos como la represión, la sublimación, la racionalización forma parte de los condicionantes fundamentales de la conducta del individuo. • RADICAL por el cliente. La situación de contexto es fundamental para valorar el caso y realizar una propuesta de intervención adecuada al modelo. 46 ENFOQUE TEÓRICO Patología como conflicto Relacional / Comunicacional La conducta Conducta es producto patológica se del modifica a través de técnicas aprendizaje Tensión Determinismo dinámica de la psíquico. Tensiones sociales psique. Tensión ambiental Tratamiento de la Atención personalizada ansiedad y estr~s post-traumática en situación de estrés Dialéctica. Conflicto de clases genera disfunciones Comprensión de las tensiones sociales. Análisis de contexto Cognición afecta a la conducta. Teoría del Aprendizaje Cultura y educación condicionan la percepción No podemos establecer una correcta aproximación al caso si no conocemos mínimamente aspectos del pasado considerados críticos • FILOSOFIAI IDEOLOGÍA Ecléctico / Combinacionista Holística COGNITIVO OBJETO DE ESTUDIO Síntoma como comunicación de disfunción en el sistema Conducta disfuncional y actitud del individuo Individuo y su contexto personal y social Individuo en crisis. Génesis de la crisis Relaciones desiguales. Injusticia como base del problema soco Estudio de la conducta asociada al proceso cognitivo PROCEDIMIENTO Aproximación Holística mediante técnicas específicas Refuerzos Castigos Extinción Vicarización Aproximación individual. Insight. Valoración de contexto / redes Terapia breve de situaciones de tensión emocional. Contención reencuadre. Concienciación. Asociación con los iguales. Movilización. Lucha social Reorientación concept. Autoexamen Autodemostración Vicarización. 47 5.2. La elaboración de un instrumento de medición como reto en la investigación. Llegados al punto en el que habíamos detallado (al menos de forma básica) los elementos fundamentales de los modelos a estudiar, nos encontramos con una importante dificultad añadida. ¿Cómo medir la incidencia o uso de un modelo de intervención por parte de un profesional cuando somos conscientes de que la labor cotidiana se caracteriza por la falta de tiempo, la imposibilidad de realizar una reflexión sobre aquellos casos que por su urgencia necesitan soluciones inmediatas, y en definitiva, por la imposibilidad de rastrear de forma serena en las opciones metodológicas que la teoría nos ofrece?; buscar una solución a esta pregunta se nos planteaba como un reto. I I ¡ Ante este reto, el equipo investigador se planteó uno distinto: la necesidad de elaborar un instrumento que nos permitiera conocer la estrategia de intervención utilizada por el trabajador social siendo conscientes de su dificultad y sin olvidar las difíciles circunstancias a las que venimos haciendo referencia. Para traducir el reto en ideas nos planteamos medir tres ítems que permitieran relacionar algunos aspectos básicos de la información solicitada al usuario con la estrategia global de intervención puesta en práctica por el profesional. Dichas intención se concretó en la medición de una serie de variables que aportaremos un poco más adelante. de qué forma la información solicitada puede ser interpretada como elección subjetiva de la estrategia seguida. • Intensidad en la búsqueda de información: Una menor solicitud de información en la entrevista podrá ser interpretado como una opción estratégica orientada por la adscripción a opciones más individualistas o psicologicistas. Por el contrario una mayor búsqueda de información nos orientará a opciones más generalistas o globalizadoras en la comprensión . del problema a tratar (Cuánto y con qué intensidad se pregunta). • El tipo de Información elegida: No es lo mismo solicitar información sobre aspectos subjetivos del individuo (sentimientos, frustraciones, aspiraciones, etc.) que sobre aspectos más generalistas u objetivos (economía, profesión, formación académica, etc.). En el primer caso la información se inclina a la estrategia psicologicista-individualista, en el segundo a la generalista (A quién y qué se pregunta). • La observación del síntoma: Cada opción estratégica centra su interés en un tipo de síntoma. La visión del síntoma como problema exclusivo del individuo se inclina más a una opción psicosocial o conductista, la valoración del problema como una situación de contexto o de disfunción relacional será contemplada desde una perspectiva sistémica (Qué síntoma observo). I Pero antes de seguir queremos aclarar algunos extremos. En primer lugar que las ideas que a continuación se expresan pretenden alejarse de posiciones dogmáticas y convertirse únicamente en herramientas que permitan la operatividad en la investigación. Es nuestra intención, a través de la propuesta metodológica que realizamos, desenvolvernos en un medio social complejo como el nuestro, aportando conclusiones que para ser comprendidas requieren, además, atender dos aspectos previos: la lectura detallada de las dimensiones expuestas más arriba, y por extensión, un conocimiento básico sobre los modelos de intervención con los que vamos a trabajar. Dichos referentes han sido someramente abordados en este trabajo, pero no estudiados en profundidad por trascender el objeto de la presente investigación. La profundización es los elementos teóricos asociados a los modelos de intervención elegidos facilitará en buena medida la comprensión del "instrumento medidor" que proponeos a continuación. Veamos de una vez 48 El instrumento creado pretende medir una triple perspectiva, veámosla: 49 Subjetivo Capítulo 6 EL CONTEXTO PROFESIONAL Y SU INFLUENCIA EN EL MODELO Génesis del síntoma individual Objetivo I I I I I :!' I I I I I I : .... . ---------~~: Génesis del síntoma : : contextual +Información - Información : (Holista) (Psicologicista) I I I I Si existe un elemento que condicione el ejercicio de cualquier hecho social éste es el medio ecológico donde se produce. Es de todos conocido que, para hacer una correcta interpretación de la conducta observada, se hace necesario un conocimiento del medio en el cual aparece, de forma que nos permita entender cuales son los elementos sin los cuales dicha conducta se verá sujeta a interpretación subjetiva del observador. El hecho social es especialmente sensible a dicha circunstancia, pues como hemos justificado más arriba, no podemos separar el objeto del sujeto, al sujeto de la percepción subjetiva de esos mismos hechos, y a ambos, del contexto social en el que se producen. I El Trabajo Social comprendido como desempeño institucional nos plantea igualmente dicha ecuación, es decir, su dinámica de trabajo cotidiano no podrá ser comprendida si participamos en la misma el contexto en el que se produce. Nos referimos básicamente al medio burocrático-administrativo donde el trabajador social desarrolla su labor profesional cotidiana. Fue Max Weber el que demostró que la administración de profesionales especializados ·prevalecía cada vez más en todos los sistemas políticos, cualquiera que fuera su tipo, y en todas las organizaciones donde se emprendieran complejas tareas administrativas a gran escala (Miller, 1989)9. Este contexto, es exactamente en el que se desenvuelve el Trabajo Social. Si realizamos un breve análisis de los ambientes profesionales donde realizamos nuestro trabajo, comprobamos que las características de dicho entorno se corresponden con las apreciaciones realizadas por Weber en lo que se refiere I I 50 9 Enciclopedia del Pensamiento Político. David -Miller, Alianza Diccionarios. Madrid I I i : I a su concepción de burocracia administrativa. Una rápida visión de dicho ambiente nos permitirá observar cómo se reproducen los siguientes elementos: jerarquía (cada funcionario tiene una competencia definida), impersonalidad (el trabajo se realiza de acuerdo con reglas establecidas), continuidad (el cargo constituye una ocupación a tiempo completo, remunerada y con continuidad en el empleo), especialización (los trabajadores son seleccionados según sus méritos, se les prepara para su función y controlan el acceso al conocimiento acumulado en sus archivos). Para Weber estas características maximizan la eficiencia administrativa y hace que la burocracia se haga imprescindible en las sociedades industriales complejas (Miller, 1989). Psicosis Profesional: Como una variedad de la Incapacidad Adiestrada, la Psicosis Profesional se originan a consecuencia de las rutinas cotidianas. Bajo las premisas burocráticas de precisión, seguridad, y eficacia, el trabajador se ve sometido a una presión constante y a un alto grado de conformidad con la norma prescrita. Puede darse el caso de que un estricto cumplimiento de la norma se transforme en un desplazamiento de los objetivos de la organización a los detalles particulares exigiqos por las reglas impuestas. Esta situación genera una situación paradójica por la cual las reglas concebidas como un medio se transforman en un fin en sí mismas. El resultado genera rigideces excesivas y adhesiones puntillosas a los procedimientos normalizados. Para profundizar en la influencia que la organizaclOn impone al trabajador, no podemos dejar de hacer mención a lo aportado por Robert K. Merton (1992: 277-280). Merton, desde una perspectiva funcionalista y profundizando en las disfunciones inherentes a los sistemas reglados, nos ofrece una interesante tesis sobre la influencia del contexto burocrático en el ejercicio profesional, así mismo nos transmite de forma comprensible cómo la propia organización, de acuerdo a la rigidez de sus normas, termina confundiendo los medios con los fines, obteniendo de forma paradójica resultados opuestos a lo perseguidos por la organización misma. Deformación Profesional: En una misma línea de las dos anteriores, esta patología supone una consecuencia exacerbada del apego a la norma, es el denominado "virtuosismos burocrático". Dicho trabajador no olvidará jamás una sola regla y en consecuencia la acción profesional se invalidará ya que la casuística generada por el devenir del trabajo imposibilitará la atención a muchos clientes. , i ,¡ :,¡ Veamos algunas de estas interesantes ideas no sin antes aclarar que Merton se apoya en pensadores como Veblen, Dewey o Warnotte para introducirnos en algunos efectos perversos de la burocracia y sus estructuras implícitas. De Veblen recupera el concepto de "Incapacidad Adiestrada", de Dewey el concepto de "Psicosis Profesional" y de Warnotte el de "Deformación Profesional" . Incapacidad Adiestrada: Sobre dicha incapacidad entendemos que aquellas destrezas o adiestramientos aplicados con éxito en el pasado pueden resultar inadecuados en circunstancias nuevas. Para Merton, cabe la posibilidad de que una ausencia de flexibilidad en la aplicación de la norma suponga un desajuste en un contexto modificado por circunstancias nuevas, de esta forma un exceso de solidez en el adiestramiento, puede llevar al profesional a la adopción de procedimientos equivocados. Siguiendo a Burke: "la gente puede estar impreparada por estar preparada con una preparación inadecuada". 52 Con las aportaciones realizadas sobre las disfunciones que produce el apego excesivo a la norma, no pretendemos transmitir la idea de que los trabajadores sociales son en general víctimas de tal situación, nuestra intención es mucho más simple, pretendemos evidenciar que la norma puede llegar a ser una fuente de tensión importante para el libre desenvolvimiento de la acción profesional, y que las exigencias políticas, burocráticas, administrativas y de jerarquía (que en definitiva son normas) suponen un elemento condicionante fundamental a la hora de optar por una determinada estrategia y/o filosofía en la intervención. ¿Quién puede negar que determinados objetivos políticos en las instituciones en las que trabajamos, sean estas públicas o privadas, no se traducen en directivas concretas a sus trabajadores? ¿Qué lectura podemos hacer de la norma cuando desde la jefatura se nos sugiere no trabajar con tal o con cual prestación u organización? ¿Qué necesidades satisfacemos cuando la norma se hace incompatible con la atención a los ciudadanos .... ?, ¿la del usuario o la de la propia organización? Para reforzar la presencia del contexto organizacional en el desempeño' de nuestra profesión recurrimos una vez más a Payne. Payne 53 utiliza en este caso el concepto "contexto orgánico", dicho concepto evidencia los elementos de interconexión que existen entre el organismo social y sus necesidades con la finalidad del Trabajo Social que en él se ejecuta. De acuerdo a su teoría, el papel desempeñado por el organismo social es el que le da proyección y finalidad al Trabajo Social que en él se desarrolla, en este sentido Payne afirma: "EI hecho de trabajar en una organización plantea, por tanto, cuestiones relativas a las metas de la institución como son, por ejemplo, si éstas metas están en consonancia con las de los que trabajan en ella, y si son o no alcanzadas y por qué" (Etzioni, citado por Payne, 1992: 52). "Al ser organismos sociales, las organizaciones sirven para manejar varias clases de relaciones sociales. Estas relaciones comprenden, además de las interacciones entre las organizaciones y otros organismos sociales, el poder y la influencia ejercidos en el seno de la organizaciones y los ejercidos entre ella y las demás" (Payne, 1992, 52) .. Para terminar debemos remitirnos a la práctica una vez más. Desde este ámbito no podemos ignorar algunas de las conclusiones a las que llegó el equipo de reflexión cuando debatió hasta qué punto la institución condiciona la elección de la estrategia de intervención. Las opiniones de los trabajadores sociales permiten hacer tangible dicha influencia. Su aportación confirma nuestra hipótesis por la cual el elemento contextual (institución, normas) condiciona de forma sustancial la opción metodológica seleccionada para la intervención, llegando, incluso, a impedir el libre desarrollo del ejercicio profesional. Las opiniones de los trabajadores sociales son realmente sustanciosas; en unos casos destacan la importancia de las normas como condicionante para el usuario, en otros las contradicciones a las que se ven sometidos los propios trabajadores sociales. Veamos algunas de ellas. A: Yo quería decir que en ese sentido es imposible la no intervención, en cuanto que hay un contacto con el usuario o con cualquier otro miembro. Vamos a ver, yo pienso que cuando una persona esté entrando por el centro, ya se está interviniendo, es que ya le estás dando una característica de cómo es el centro, de cómo le hemos pedido el nombre, de cómo somos, del centro en sí, independientemente, del personal que tengas dentro. Con lo cual los contextos . me parecen muy diferentes. Hay que diferenciar el contexto nuestro de administración, de un contexto de Caritas. Muchas veces nosotros queremos 54 ser Caritas y ellos quieren ser Administración, la verdad es que esa mezcla de contextos es muy difícil. B: Yo lo que quería decir es que no es sólo el modelo, modelo sistémico ni modelo ... sino es el que la institución quiere, eso es algo que nosotros tenemos en Caritas, está claro. Pero es que bueno, la persona que llega, esa persona dice, como esto es Caritas y estoy en la iglesia, por narices me tienes que ayudar, a mi me da igual que usted me recoja datos que no me recoja datos pero tienen que ayudarme. A: Pero, hasta eso condiciona, de verdad, porque mira, yo en mi informe, por ejemplo de PROASlO de una ayuda económica puedo decir que he empezado a trabajar porque esta familia no se qué y no se cuántos, y estoy utilizando determinado modelo como inicio de la intervención. Yeso tiene que pasar por dos personas más, que pueden pensar como yo o no, y entonces, cuando llega ya a mi jefa que es la que dice que sí, dice "j ay j, esto no lo veo yo, no lo veo yo .... ". Eso es porque ella parte de otra historia diferente, de otras necesidades como jefa. Ahora, yo sé lo que tengo que hacer, ponerlo como le gusta, exponer de cierta forma los contenidos y escribo en el informe ... familia, dificultad no se qué, no se cuantos ... , entra perfectamente. B: A mí me pasa igual. A. Entonces, eso es muy triste, encima tienes que engañar a tu misma institución. C: ¿ Cómo llamarías tú a ese modelo? B: Eso, esquizofrenia. C: Eso es buscarse la vida. Como hemos podido ver, tanto desde el plano teórico como desde el práctico, los profesionales se ven sometidos a la influencia de la norma. Es evidente que la norma no se constituye es sí misma como un elemento que impida la articulación de una realidad compleja. Muy al contrario, la existencia de la burocracia y de las normas anexas a la misma permiten la perfecta articulación de un mundo caracterizado por la multiplicidad de elementos que lo ordenan y que de no estar presentes convertirían nuestra existencia en pura entropía. Sin embargo, como la evidencia de lo expuesto nos transmite, la realidad demuestra que en muchas ocasiones la norma se encuentra mal administrada afectando el clima de trabajo en la institución. En este sentido podríamos decir que habitualmente la toma ejecutiva de decisiones a la que va aparejada la norma obedece más a los intereses 10 PROAS: Progrania.de Ayuda Económica. 55 proxlmos a los ámbitos de decisión que a aquellos más cercanos a los procesos de cambio. Superando los efectos producidos por institución y norma, pero sin abandonar el concepto de contexto, hemos elaborado el siguiente gráfico con la intención de aproximar a algunas variables independientes que podrían condicionar la elección de la estrategia por parte del profesional. Como se puede comprobar nuestra aportación se limita a aspectos como institución, formación, servicio y demanda. En este sentido queremos aclarar que pudieran existir otro tipo de influencias que condicionaran la estrategia profesional, como por ejemplo experiencia profesional, orientación metodológica recibida en la formación universitaria, e incluso el desempeño concreto de la prestación básica o servicio en el que se trabaja. Este último aspecto es digno de considerar, pues de acuerdo a lo manifestado por el grupo, la interacción se ve notablemente favorecida con los individuos/familias si se trabaja en prestaciones como CORE (Convivencia y Reinserción), a diferencia de lo que ocurre con el SIVO (Servicio de Información, Valoración y Orientación), donde la cantidad, la urgencia y la inmediatez impiden la mínima reflexión teórica. 56 VARIABLES INDEPENDIENTES QUE DEFINEN LA ESTRATEGIA CONTEXTO PROFESIONAL l·· INSTITUCiÓN ··.1 ~~ ~ ______~ ~~______~ I ESTRATEGIA DE INTERVENCiÓN DEMANDA / SISTÉMICA CONDUCTISTA PSICOSOCIAL POSITIVISTA BUROPÁTICA 57 Capítulo 7 LA INVESTIGACIÓN: ESTRUCTURA Y CONTENIDOS. I La intención del presente trabajo no es otra que la de abrir puertas al conocimiento de nuestra profesión. Las necesidades formativas y de especialización en un contexto cada vez más competitivo hacen que el Trabajo Social necesite de instrumentos que permitan "mirarse desde dentro" para conocer donde se encuentran sus fragilidades y sus fortalezas. El trabajo que presentamos pretende, de forma humilde, convertirse en un instrumento que permita la localización de aquellas virtudes y defectos presentes en cualquier disciplina; a esta necesidad de clarificación el Trabajo Social como una disciplina más, no puede oponerse. Por ello, llegados a este punto, nos parece razonable pensar que tras las aportaciones realizadas se hace necesaria una investigación que arroje luz sobre algunas de las ideas ofrecidas hasta el momento. Para conseguir este objetivo intentaremos desvelar qué hay de verdad en dichas afirmaciones, utilizando para ello el proceso investigador que despejará aquellas incertidumbres metodológicas, teóricas y formativas que pudieran lastrar o activar la intervención en Trabajo Social. Para obtener los objetivos que aca.bamos de exponer tendremos que valorar adecuadamente aquellos aspectos relacionados con el medio ambiente, presentes en la profesión. Estos 'aspectos, tras las conclusiones obtenidas en el trabajo realizado y materializando la idea de la construcción social del Trabajo Social, pasan no únicamente por analizar el nivel metodológico alcanzado por los trabajadores sociales en su conjunto, sino que pretendemos fundirlo con elementos de contexto, de forma que la lectura de la realidad ofrecida sea más rica y completa. Es nuestra intención, por tanto, mezclar lo metodológico con lo ecológico para conocer la influencia del medio en el niv:el de formación, así como el grado de formalización que predomina en la institución en la que se trabaja. Comenzaremos clarificando algunos elementos, que impiden o facilitan una correcta aplicación de referencias metodológicas, descubriendo hasta qué punto los condicionantes personales, profesionales o formativos p~d~era~ llegar ~ ser considerados variable o variables independientes de la hlpotesls de partIda. Para ordenar y hacer operativo dicho proceso realizaremos una primera aportación sobre la metodología seguida .. Con el imperativo de mantener una actitud científica en el diseño, realIzaremos una rigurosa aproximación a los elementos teóricos utilizados en el mismo. 7.1. Hipótesis de trabajo y objetivos La hipótesis del trabajo es la siguiente: . . Los profesionales del Trabajo Social de ~ciudad, com~r~a, provInCIa, etc.) no utilizan de forma generalizada referenCIas metodologlcas con~retas en sus procesos de intervención profesional, sustituyendo dicha carencIa con procedimientos basados en la experiencia adquirida por el ensayo-error y el eclecticismo metodológico no científico. A la formulación de la hipótesis planteada debemos hacerle dos puntualizaciones que consideramos imprescindibles para su correcta interpretación dentro del contexto profesional. En primer lugar, es posible que a primera vista la hipótesis de tr~b~jo expuesta contenga una cierta visión esencialis.t~ ,del probl~m~ metodologlco en Trabajo Social. Entendemos por VlSl0n esencIahs~a como la responsabilidad exclusiva del profesional en. el ~S? correcto e In~?rre~to del arsenal metodológico del que dispone en el eJerCICIO de su profesIOn. 51 se ha realizado una lectura detenida de las ideas expuesta en los párrafos inmediatos, podremos comprobar que nuestra intención contiene objetivos de carácter superior, ya que no contemplamos al trabajador. social aisla~o ~e las condiciones de entorno y personales que lo enmarcan, SInO que el dIseno de la investigación ha contemplado aquellos elementos de car.ácter ge~eral que condicionan la intervención profesional. Para valorar la influe~cla de elementos particulares en la hipótesis, hemos realizando un recorndo que analiza aspectos tan dispares como lo formativo, la experiencia, el campo de intervención o el contexto en el que se desarrolla la acción profesional. En segundo lugar y abundando en aspectos de carácter má~ t~?rico, queremos aportar que nuestra idea de partida nace desde la conVlCCIon de que las hipótesis no son verdaderas ni falsas, sü~.pleme.nt~ hay que verificarlas. La hipótesis no deja de ser una referenCIa subjetIva de una realidad concreta, un punto de partida, una necesidad inexcusable que 60 pretende fijar una referencia teórica que posteriormente debe ser contrastada con los resultados de la investigación, que en definitiva, pretende arrojar luz sobre algo que nos preocupa o nos inquieta. Siguiendo a Sierra Bravo, entendemos este instrumento de trabajo de la siguiente manera: "Las hipótesis se pueden definir como soluciones probables, previamente seleccionadas, al problema planteado, que el cienUfico propone para ver, a través de todo el proceso de la investigación, si son confirmadas por los hechos". (Sierra Bravo, 1989: 69) Las hipótesis barajada sobre las carencias metodológicas en la intervención profesional, obliga a elaborar unos objetivos mínimos que orienten la intervención y que sirvan para conseguir la delimitación de aquellas pretensiones básicas a cubrir tras la implementación del proyecto. Objetivos Objetivos generales: Conocer globalmente la metodología de la intervención en el área propuesta. 7.2. • • Disponer de un diseño metodológico que nos permita realizar una aproximación científica a otras realidades profesionales similares a la expuesta. • Obtener datos genéricos que permitan el diseño de una hipotética planificación formativa de los profesionales incluidos en el estudio. Objetivos específicos: • Conocer de forma concreta cuáles son las preferencias teóricas de intervención en el área de estudio propuesta. • Conocer el nivel medio de formación específica y complementaria de las/ os profesionales del Trabajo Social en la zona estudiada. • Aproximarnos al conocimiento de las potencialidades, fortalezas, carencias y necesidades profesionales no satisfechas de las/os trabajadoras / es sociales comprendidos en el área estudiada. • Conocer la opinión de las/os trabajadoras/es sociales en relación a la organización y formalización de su centro de trabajo. 7.3. Procedimient~ metodológico y análisis de datos. Las especiales características de la investigación harán que el enfoque estadístico (encuesta) sea el apropiado para abordar el objeto de estudio. En la realización y d~sarrol1o del proyecto se utilizarán aspectos cuantitativos y 61 cualitativos de recogida de datos encaminadas a la recolección de información que una vez sistematizados nos permitirán confirmar, en mayor o menor medida, la hipótesis de partida y nos orientarán sobre las posibles variables independientes que la originan. Teniendo en cuenta la posibilidad de realizar impactos en la mayor parte de los trabajadores sociales de la provincia, utilizaremos dicho universo como referencia de nuestro ~rabajo, incluyendo con posterioridad el error muestral con el que hemos trabajado. El instrumento que se empleará para el desarrollo de la presente investigación será el cuestionario. Siguiendo de nuevo a Sierra Bravo. "El cuestionario nos permite la obtención de datos de interés sociológico mediante la interrogación a los miembros de la sociedad" (1989: 304). Creemos idóneo el uso de dicho instrumento de acuerdo a algunas de sus principales características: • • • • Supone un modelo de observación de los hechos a través de las manifestaciones de los propios interesados. Es un método de observación de datos preparado especialmente para la investigación sociológica. Permite una explicación masiva mediante el sistema de muestreo, facultando la obtención de información de cuestiones a la vez sobre varios aspectos o problemas definidos. Hace posible que la investigación social pueda ser extensiva (como es nuestro caso) a aspectos subjetivos de los miembros de la sociedad. Como todos sabemos, el cuestionario nos permite establecer un enlace ente los objetivos de la investigación (hipótesis de partida) y la realidad social. Para obtener esta finalidad se procedió a la correspondiente redacción del cuestionario, procurando en todo momento la expresión en forma interrogativa de las variables o indicadores respecto a los cuales interesa obtener información. Con respecto a las preguntas, su orden y categorías correspondientes a cada una de ellas, el criterio que se ha seguido ha sido el siguiente: 11. L~ obtención de las categorías convenientes a cada pregunta en relación dIrecta a la obtención de los objetivos. 111. La adecuada disposición del número y orden de preguntas orientada a la perfecta compresión de sus variables y estructura. En orden a mantener una completa información sobre el procedimiento metod~ló~ico segu~do, q~er~~os incluir algunos de los elementos presentes ~n el dIseno de la m:eshgacIOn. En este sentido consideramos que los más Importantes son los SIguientes: Información: Con la intención de no generar incertidumbre sobre la procedencia y destino de los datos solicitados, se ha unido a cada cuestionario una información complementaria, donde quedaron perfectamente clarificados los objetivos de la investigación y el uso que se le va a dar a los datos una vez realizada la tabulación de los mismos. Hemos hecho un especial hincapié en este sentido, ya que pensamos que es un ele~~n.to trascen~ente .para el éxito de la investigación. La explícita defmIcIón de las mtencIOnes que persigue la investigación evita malos entendidos y garantiza el anonimato de los resultados. Grupo de discusión: El grupo de discusión es una técnica de análisis cualitativo que ~ermi~e re.~1izar una evaluación diagnóstica de los objetivos marcados en la mvestigacIOn. Ante la complejidad existente en realizar una :aloración apriorística de los modelos e influencias que más directamente mfluyen sobre el trabajador social, el equipo investigador propuso a un grupo de profesionales de distintas áreas de intervención debatir sobre los mo.d~los de intervención uti~izados y las. condiciones contextuales del trabajo ~ohdIano. El re~ultado de dIcho encuentro supuso la aportación de valiosas Ideas que han SIdo convenientemente comentadas en este trabajo. Pretest: Para evitar en la medida de lo posible la aplicación de cuestionarios inad~cuad?s a la realidad en la que pretendemos investigar, se ha pasado el cueshonano a una pequeña muestra de trabajadores sociales del área defi~ida. El. objetivo de dicha actividad es la obtención de datos que pU~Ieran .onentar~os de forma preventiva sobre las posibles deficiencias, olVIdos e mcorreCClOnes que pudiera suscitar el cuestionario final. 1. La necesidad de obtener de la población encuestada la información señalada en los objetivos establecidos. 62 63 Tamaño muestral: Una vez conocido el universo sobre el que vamos a trabajar, definiremos tamaño y error muestral, garantizando de esta manera la correcta aplicación metodológica y confianza en la investigación. 7.4. Universo sobre la que se realizará la investigación. Aunque el diseño propuesto puede ser empleado para averiguar los aspectos metodológicos de otros contexto profesionales o territoriales en los que se quisiera aplicar (Instituciones, Administración, ONG~s, Fundaciones, Asociaciones, Ayuntamientos, etc.), nuestra intención, en orden a realizar un esfuerzo que resulte proporcional a los recursos de que se disponen, ha sido realizar dicha investigación en el ámbito de la provincia de Sevilla. Dicha delimitación responde a criterios estrictamente operativos, actitud que ha permitido abordar las variables resultantes de la investigación de forma racional y sin caer en la sobrecarga o sobredimensión que hubiera producido el trabajo con universos más ambiciosos. Somos conscientes de que algunas de las dificultades con las que nos hemos encontrado forman parte de las condiciones de trabajo implícitas a nuestra profesión. Uno de los condicionantes que nos ha parecido más importante es la dispersión geográfica, condición que consigue introducir dificultades añadidas a la correcta coordinación de actividades orientadas al conocimiento a una actividad compleja como es el Trabajo Social, constituida en corporación profesional, pero cuya actividad es realizada de forma dispersa. Con la intención de minimizar dicho problema nos hemos apoyado en la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que a través de los centros de prácticas y bases de datos de los que dispone ha facilitado de manera importante el acceso a los centros de trabajo incluidos en la investigación expuesta. dichos ~~bitos, per~~tiendo de esta manera conocer las preferencias metod~logIcas y con~IcIones particulares que pudieran afectar a cada una de las realIdades profeSIOnales estudiadas. El cuestionari~ se divide en siete apartados, cada uno de ellos dISpu~Sto para ~edIr aspec~os diferentes de la realidad que se quiere e~tu~Iar. Los v~nables estudIadas y contenidas en el cuestionario son las ~IgU1ente~:~ SocIOdemográficas (1-2), formación (3-9), contexto de la mterve~cIOn .(10-19), . ~ grado de formalización de la institución (20), estra~eg.Ia de m~e~~encIOn (21-34), intervención crítica o adaptativa (35-40), Y p~r ultImo, opmIOn sobre ~a satisfacción personal en el trabajo (41). El numero de preguntas contemdas en el cuestionario es de 41, siendo la ma or parte de ellas cerradas. y . Siguien~o la. clásica operacionalización de Boudon y Lazarsfeld (1980), hemos oper~C1ona~Izado cada uno de los conceptos e hipótesis a través del uso de ~ImensIOnes para las que hemos definido indicadores ~or~espondIentes a preguntas o ítems del cuestionario. Cada uno de estos mdIcadores e índices dan cuenta del fenómeno que se analiza, permitiendo de e~ta forma una aproximación racional al objeto que pretende ser estudIado. Veamos la operacionalización del cuestionario: 7.5. Elaboración del cuestionario y operacionalización. De acuerdo a la tónica habitual en la que se desenvuelve una investigación de corte sociológico en el ámbito de la intervención en Trabajo Social, el estudio se basa en el análisis de datos aportados por los cuestionarios que se enviaron a los trabajadores sociales en activo de la provincia de Sevilla y pertenecientes a diversos contextos profesionales. Los grupos incluidos en la investigación han sido los siguientes: Servicios Sociales Comunitarios, Asociaciones, Organizaciones no Gubernamentales y Salud. La variedad en la elección de los grupos ha respondido al interés en conocer cuál podría ser la diversidad de modelos utilizados en cada uno de 64 65 VARIABLES RECOGIDAS EN EL MISMO I SOCIODEMOGRÁFICAS . . I ASPECTO EDAD SEXO INDICADOR INDICE Edad de la trabajadora/or social Pi Sexo de la trabajadora/or social P2 PUESTO DE TRABAJO Prestación básica donde desarrolla trabajo Pi5 DEMANDA Tipo de demanda recibida Pi6 ANTIGÜEDAD Antigüedad en el centro de trabajo En que año empezaste como T. Social Pi7 Pi8 EXPERIENCIA Servicios en los que se ha trabajado Pi9 FORMALIZACiÓN •FORMACiÓN I ASPECTO IASPECTO INDICADOR INDICE FORMACiÓN E INSTITUCiÓN I ASPECTO P7 P8 P9 LA INTERVENCiÓN INDICADOR P20 ESTRATEGIAS DE INTERVENCiÓN· Oferta formativa en la institución (filtro) Satisfacción de la oferta formativa institución Oportunidad de formación externa . CONTEXTO DE INDICE FORMALIZACiÓN DE LA INSTITUCiÓN Organización y clima en el trabajo (Batería) P3 P4 FORMACiÓN Año de finalización Diplomatura DIMENSiÓN DE Adquisición conocimientos Diplomatura Otros estudios de postgrado, definición(filtro)P5-P6 INDICADOR I ASPECTO \ INTENSIDAD EN LA BUSQUEDA INFORM. INDICADOR INDICE Número de entrevistas Opinión cónyuges e hijos, Información objetiva o contextualizada Participación del mayor nº miembros familia Conocimiento del pasado del usuario P2i P22 P23 P24 P25 Interés objetivo - subjetivo Relevancia de la información Importancia barrio, vivienda P26 P27 P28 INDICE INSTITUCiÓN TITULARIDAD TERRITORIO Nº habitantes municipio Titularidad de la Institución (filtro) Tipo de entidad privada . Ámbito ZTS, Servicio Pub. de Salud (filtro) Pi0 Pii Pi2 Pi3 SERVICIO DE SALUD Tipo servicio prestado campo de la salud Pi4 TIPO DE INFORMACiÓN ELEGIDA SíNTOMAS Incentivos de carácter material Incapacidad elaborél)" tensiones P29 (Conduct.) P30 (Psicodin.) 67 66 OBJETO DE ESTUDIO Incapacidad asumo Responsab. Transmi. habilidades técnicas Imposib. dificultad comunicar Patología indiv. como síntoma P31 P32 P33 P34 (Psicodin.) (Conduct.) (Sistémica) (Sistémica) ACTITUDES ANTE EL TRABAJO 1 l·················· 1 ASPECTO INDICADOR SATISFACCiÓN EN EL TRABAJO Qué piensa el T.S. de su trabajo ] INO/CE 'ASISTENCIALlsMO ()]NTERVENCIÓNCRíTICA . ASPECTO INDICADOR POSICiÓN FRENTE AL SISTEMA DE SS.SS. Opinión del funcionamiento de SS.SS. P35 OPINiÓN SOBRE Nº POBRES ACTUAL Nº Pobres que existen hoy P36 POSICiÓN PERSONAL FRENTE POBREZA T. S. y motivos de la pobreza P37 P41 INDICE POSIBILIDAD DE SALIR DE LA POBREZA Crees que se puede salir de la pobreza P38 PAPEL DE LOS SERVICIOS SOCIALES Qué están haciendo los SS.SS P39 OPINiÓN SOBRE LA INTERVENCiÓN Qué tipo de intervención realizamos P40 68 69 Capítulo 8 ANÁLISIS DE DATOS 8.1. Introducción. El análisis de datos que ahora nos ocupa va a ser realizado siguiendo la división por bloques contenida en el cuestionario. Para una mejor comprensión de los datos contenidos en la investigación, se recomienda tomar como referencia el esquema que proporciona la operacionalización del cuestionario (Capítulo 7), de forma que la presencia de dicho instrumento facilite un análisis más riguroso de los contenidos. El guión de trabajo que vamos a seguir abordará de forma progresiva los siguientes bloques: Análisis de las variables sociodemográficas, análisis de la formación, análisis del contexto de la intervención, análisis del nivel de formalización en el centro de trabtljQ, aná1isit!! de lt\ estr!;ltegi~ d~ interv(:!ndón! análiais $abre la opción crítica o adaptativa en la intervención, y por último, tlnálisis de la actitud hacia el trabajo. En este mismo sentido, y con la intención de facilitar el desarrollo total del proceso metodológico de la investigación, se incluye al final del trabajo (anexo) el cuestionario remitido a los profesionales. Este documento, necesario para tener una visión global de la investigación, permitirá al lector hacer compatible el presente capítulo con el instrumento cumplimentado por los profesionales. En todos los casos el análisis de lo expuesto por el equipo investigador será referencia do con el número de la pregunta que está siendo analizada (siempre entre paréntesis, P7, por ejemplo). De esta forma se permite mantener un orden lógico en la lectura de los resultados, así como la localización de la pregunta exacta que pretenda medir una variable concreta. Con respecto. a la interpretación de los datos tras el procesamiento de la información, nuestra intención ha sido la de realizar una valoración principalmente descriptiva. Creemos, sin embargo; que es necesario advertir que la gran riqueza de datos obteni~os y la estrecha vinculación del equipo al Trabajo Social ha hecho inevitable dotar de contenido e interpretar alguna de las informaciones vertidas en la investigación por los trabajadores sociales. Por esta razón y de forma puntual, alguna de las variables expuestas tendrá una cierta carga valorativa que en nuestra opinión permite enriquecer la relación existente entre elementos más o menos dispersos. Abundando en los elementos de carácter técnico que han permitido trabajar con gran número de variables producto de la investigación, debernos hacer referencia al paquete informático utilizado para la tabulación y análisis de datos. El programa elegido ha sido el SPSS (V10), dicho programa ha facilitado el acceso a las distribuciones de frecuencias, medias, modas y otros análisis estadísticos contenidos en cada una de las respuestas. Desde el punto de vista técnico pensarnos que la versatilidad del programa y su potente asistente de tablas y gráficos ha permitido ofrecer una magnífica interpretación de los datos tras su procesamiento informático. FICHA TÉCNICA Población: Trabajadores Sociales de la Provincia de Sevilla. Unidades de población: Personas. Unidad muestral: Centros de trabajo. Marco muestral: Directorio confeccionado a partir de: Bases de datos del Ayuntamiento de Sevilla, Diputación provincial y Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, Coordinación de Prácticas de la Universidad Pablo de Olavide Alcance geográfico: Provincia de Sevilla. Tipo de encuesta: Encuesta postal. Cuestionario: Estructurado. Momento de estudio: Envíos postales realizados entre: 15/VI/Ol. 18/VI/Ol. Universo: 281. 72 Tamaño: 96 entrevistas. Con este número el error muestral es de + - 6,75 Para un nivel de confianza del 95,5% (2 sigmas) p= 0,792 (variable "métodos de intervención" ) yq= 1-p 8.2. Análisis de las variables sociodemográficas. Uno de los elementos más importantes para comprender en su totalidad algunos fenómenos sociales es la edad y el sexo de los individuos que participan en los mismos. De esta forma, el arranque de cualquier intento exploratorio de la realidad deba iniciarse con la definición del grupo social que es su protagonista. En el caso de nuestra investigación, dicho grupo se caracteriza por dos elementos fundamentales: su juventud y por su marcado componente femenino. Analizando cada una de estas dos variables por separado, comprobarnos en primer lugar que nos encontrarnos ante un grupo joven, donde la moda se encuentra en el grupo de edades comprendidas entre los 26 y los 35 años (55,8%). Queremos destacar que esta tendencia viene incluso reforzada al descubrir que la suma porcentual de las .cohortes comprendidas entre los 26 y los 45 años suponen el 91,6% de las trabajadoras/ es sociales incluidos en la investigación. Tal concentración de profesionales en edades intermedias del ciclo vital únicamente puede entenderse desde la situación misma de la profesión, que corno todos sabemos comienza a construirse corno sistema público de protección en los años 80. Esta circunstancia hizo que durante algunos años nuestra profesión tuviera un cierto predicamento social que se tradujo de forma clara en un incremento considerable de la demanda de matrícula en las escuelas universitarias. En esta misma línea apunta la reciente expansión de organizaciones sin ánimo de lucro y el incremento de su protagonismo en la atención de necesidades de índole social a través de una pléyade de organizaciones, fundaciones y ONG's. Ambas situaciones, el boom de los años 80 y el incremento del sector no lucrativo, pudieran ser argumentos que justificaran la presencias de edades medias relativamente bajas (33,7 años) en los servicios de protección públicos y privados. El contrapunto a esta fuerte tendencia contrasta de forma clara con la escasez de profesionales que se encuentran en la cohorte de 46 a 55 años, únicamente un 3,2% (tres Cé;lSOS). En el extremo contrario la presencia de jóvenes es también escasa. Aquellos profesionales que se encuentran por 73 debajo de los 26 años suponen únicamente un 5,3% (5 casos); dicha circunstancia pudiera deberse a su inevitable paso por los necesarios ciclos formativos y de acumulación de experiencia. A este argumento debemos unir aspectos relevantes que hipotéticamente tienen que ver con el mercado laboral y que afectan en la actualidad a muchos titulados universitarios. En este sentido la saturación de los puestos de trabajo existentes, la escasez de plazas ofertadas desde las administraciones, y la tendencia descentralizadora de las políticas sociales de los últimos gobiernos en el poder, pueden ser consideradas variables que justifiquen la precaria incorporación de nuestros colegas más jóvenes al mundo del trabajo. Gráfico n° 1. Intervalos de edad (Pl). De46 a55 3,2% De 36 a 45 35,8% Hasta 25 5,3% Tabla n° 1. Intervalos de edad (Pl) de la muestra. De 26 a35 55,8% Edad recodificada Porcentaje Válidos Hasta 25 74 5,3 Porcentaje acumulado 5,3 53 55,2 55,8 61,1 De 36 a 45 34 35,4 35,8 96,8 100,0 De 46 a 55 Perdidos válido De 26 a 35 Total Total Frecuencia Porcentaje 5 5,2 Sistema 3 3,1 3,2 95 99,0 100,0 1 1,0 96 100,0 En relación al sexo de los participantes en la investigación, los datos revelan una proporción de mujeres que supera de forma muy considerable a los hombres. La escasa presencia de hombres en la profesión se manifiesta desde las propias escuelas (el caso de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Sevilla es paradigmático, la presencia masculina no llega al 15%). Como podemos ver en el diagrama, las diferencias aportadas por la investigación son un fiel reflejo de la realidad de la profesión que de forma natural difiere al mundo profesional- la realidad de los iniciales ciclos formativos. 75 Gráfico n° 2. Distribución por sexo (P2). 100~-------------------- excesivamente alentadores, ya que sus respuestas sobre si dichos conocimientos les permiten realizar una buena intervención (P4), muestran que el 84,3% piensa que no, frente al 15,7% que opina que los conocimientos obtenidos sí les han sido útiles. ________________~ 8.3.1. La formación complementaria de los profesionales del Trabajo Social. Como podremos ver, la opción formativa elegida por los entr~vi~t~dos (P5-P6) ha sido suficientemente amplia como p~ra a~arcar ~a ~ultiphC1~ad de disciplinas que nos ha obligado a racIOnalIzar dIcha mformacIón separando en grupos los estudios más habituales de aquellos otros que pudieran considerarse minoritarios (incluidos ~n el grupo "~tros'~). De forma previa al análisis de los datos, el dIagrama que mclUlmos a continuación expresa por sí mismo dicha riqueza: 80 60 40 - (1) .CU' e (1) ~ ~ Tabla n° 2. Estudios postgrado (P6). 20 Estudios postgrado (codificada) O~____~__- ,____~____~~-,~~~____~ Varón Mujer Sexo Sobre la mayoritaria presencia de mujeres en el ejercIcIO de la profesión se ha reflexionado de forma generosa en el grupo de trabajo. Tal circunstancia nos ha llevado a pensar en la necesidad de realizar en la profesión investigaciones y desarrollos teóricos que pongan en contacto esta circunstanCia con aspectos subjetivos como la motivación, la separación de responsabilidades en el ámbito doméstico como condicionante a la formación y la promoción, o incluso con aspectos de corte más sociológicos como puede ser la división sexual del trabajo. 8.3. Análisis de las variables de formación. Sobre los elementos formativos incluidos entre las preguntas P3-P9, cabe resaltar en un primer momento que el 77,7% de los profesionales han finalizado sus estudios universitarios de diplomatura antes de 1995, siendo la moda el intervalo comprendido entre los años 1986 - 1990 que acumula el 42,6% de los casos válidos. Sobre la incidencia de los estudios recibidos en la diplomatura de Trabajo Social, los entrevistados aportan datos no 76 Válidos Familia Antropología Educación e intervención social Psicología T.S. y Consumo Drogodependencias Otros Total Perdidos Total Sistema Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado 18 2 18,8 2,1 36,7 4,1 36,7 40,8 8 8,3 16,3 57,1 5 2 2 12 49 47 96 5,2 2,1 2,1 12,5 51,0 49,0 100,0 10,2 4,1 4,1 24,5 100,0 67,3 71,4 75,5 100,0 77 Gráfico n° 3. Estudios de Postgrado (P6). metodológica pasa por ser un modelo que utilizando la idea de paradigma y revolución propuesto por Khun ha venido a modificar de forma muy importante anteriores referencias teóricas que por diversos motivos no permitían el abordaje satisfactorio de la amplia casuística objeto de la intervención en Trabajo Social. Otros 24,5% Familia 36,7% 4,1% I , 1 T.S. y Consumo , I 4,1% l' Psicotogla :1 10,2% Antropofogla 4,1% Educación e interven 16,3% I ,'1 '1 El primer y más importante análisis que se puede realizar de la tabla y gráfico expuesto viene a demostrar que aproximadamente la mitad de los entrevistados (49%, 47 casos) no han cursado ningún tipo de estudio complementario una vez terminada la diplomatura (especialistas, masters, segundos y terceros ciclos, etc.). Este dato carecería de importancia si no tenemos en cuenta que estamos hablando de una profesión basada en la intervención con personas en situación de dificultad. Junto a este argumento nos encontramos con el natural y necesario reciclaje teórico y técnico propio de cualquier profesión que de manera recurrente ofrece nuevas opciones teóricas y/o correcciones metodológicas, que de forma generalizada, contribuyen a mejorar el ejercicio de la disciplina en cuestión. Siguiendo los datos aportados sobre la formación de postgrado, podemos observar que, de los entrevistados que han realizado formación complementaria, la opción mayoritaria es la de los estudios relativos a la intervención con individuos y familias desde el Enfoque Relacional Sistémico (36,7%, 18 casos). En el marco de nuestra provincia, dichos estudios se refieren a niveles de postgrado que habilitan para la intervención especializada con familias e individuos desde el Paradigma de Sistemas. Bajo nuestro punto de vista la extraordinaria incidencia de dicha opción 78 Las opciones formativas que suceden al Modelo de Sistemas son por orden de frecuencia la Educación e Intervención Social, la Psicología, el Trabajo Social y Consumo, la Antropología, y por último la formación orientada al trabajo con drogodependientes. Como podemos comprobar todos los estudios se encuentran directamente relacionados con el Trabajo Social; quizás la opción que quede sensiblemente más alejada de los intereses directos de la disciplina sea la Antropología. Sobre dicha disciplina, la explicación que justifica la decisión de iniciar tales estudios de segundo ciclo se debe a la oportunidad que la Universidad de Sevilla ofrece a los diplomados en humanidades (T. Social, D.U.E., Magisterio, etc.) de cursar los estudios de licenciatura con un plan que reduce su duración a dos años de acuerdo a un generoso sistema de convalidaciones. Este sistema permite una rápido obtención de un título de nivel superior que aporta "interesantes contenidos teóricos, facilitando igualmente posteriores aspiraciones personales y profesionales a su poseedor. Sobre los estudios de Trabajo Social y Consumo, aclaramos que aquellos corresponden a un curso con nivel de Especialista patrocinado por el Vicerrectorado de Tercer Ciclo de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Dicho curso, que se realizó durante dos años consecutivos, procuró la habilitación de especialistas en Trabajo Social sensibles a las dinámicas de consumo y con formación suficiente como para realizar orientaciones a los consumidores sobre sus aspectos positivos y ,negativos. En el grupo "Otros", los profesionales han elegido una variada gama de posibilidades entre las que destacan; Animación Sociocultural, Psicología, Criminología, Sociología, Geografía e Historia y Gestión de ONG's. 8.3.2. La oferta formativa de la institución. La posibilidad de obtener formación complementaria en el propio centro de trabajo o la facilitación de la misma utilizando los recursos puestos a disposición del trabajador por parte de la institución, es uno de los principales elementos que incentivan el reciclaje profesional y el crecimiento profesional. Para, conocer la realidad en la 'provincia de Sevilla, el 79 i I I ¡ cuestionario incluía una pregunta filtro (P7-P8-P9) que en una primera opción discriminaba la existencia o no de formación a través de la institución, tras la respuesta positiva, hemos pretendido conocer si desde el punto de vista del entrevistado, dicha formación era considerada como fundamental, suficiente o mejorable. En el caso contrario, el cuestionario remite a P9, pregunta que demanda información sobre el apoyo que se recibe de la institución para obtener formación externa al centro. En este caso se detalla la posibilidad de recibirla financiada o no, dentro o fuera del horario laboral y con o sin limitaciones sobre la misma en el número de cursos anuales solicitados. Sobre la existencia de formación específica en el centro de trabajo, el 61.4% de los casos válidos responde de manera afirmativa versus el 38.6% que afirma no recibir formación de ningún tipo. Una vez más nos enfrentamos a un dato que es suficientemente relevante como para detenerse brevemente en él, ya que desde nuestro punto de vista consideramos que el hecho de que algo más de un tercio de los profesionales no reciban formación específica en su centro de trabajo sobre la tarea que tienen encomendada, supone un handicap importante para el desempeño, no únicamente de la elección de estrategia en la intervención, sino para la más simple atención a los usuarios con un mínimo criterio técnico y profesional. De aquellos que han recibido formación nos parece relevante conocer cuál es su opinión sobre la calidad de la misma; para conocer este aspecto subjetivo incluimos una escala, que como hemos comentado, se ajusta a los siguientes valores: fundamental, básica y mejorable. Tabla n° 3. Satisfacción oferta formativa. (PB). Satisfacción de la oferta formativa de la institución Válidos Perdidos La creo fundamental Cubre mis necesidades de una manera básica Aunque la recibo creo que sería fundamental mejorarla Total No contesta Sistema Total Total Porcentaje válido Porcentaje acumulado Frecuencia Porcentaje 7 7,3 13,5 13,fi 15 15,6 28,8 42,~1 30 31,3 57,7 100,0 52 6 38 44 96 54,2 6,3 39,6 45,8 100,0 100,0 Gráfico n° 4. Oferta formativa de la institución (P7). 70 60 ~------------------------------------------------~ 61 50 40 30 20 Según observamos, la formación ofrecida en los centros de trabajo (P8) puede ser calificada de fundamental para el desempeño profesional en un escaso 13,15% de los casos validos. Los valores básica y mejorable en cómputo total suponen por contra un 86,5%, lo cual nos permite ~erir que la oferta formativa de los centros de trabajo no cubre en su totahdad las expectativas esperadas por sus receptores. Siguiendo con los elementos bá~icos sobre la formación, y refiriéndonos en este caso a la pregunta P9 que aborda la posibilidad de recibir formación externa con apoyo de la institución, en el gráfico N° 5 podemos comprobar cuál es la disposición del centro con respecto al apoyo que ofrece a sus profesionales ante dicha necesidad. Q) 'jij' 'E 10 Q) ~ ~ o .I--______..L...____- . . - -____--1._____ Oferta formativa en la Institución 80 81 Gráfico nOS. Oportunidad de formación externa (P9). No me lo permiten 3,1% sr, pero me limitan 25,0% sr, me la financian 10,9% que incide negativamente en un doble ~mbito, el pe~sonal y el colectiv~. La necesidad de establecer ciclos formatIvos es consIderada una necesIdad fundamental para el ejercicio de cualquier profesión, ¿po~ ,qué no ha d: serlo de igual forma para el Trabajo Social? Si nuestr~ profeslOn de~empena una labor de compensación importante en un SOCIedad caractenzada por la desigualdad de oportunidades y la complejidad en sus estructuras, la formación es el único recurso que conocemos (al menos por el momento) para dignificar y profesionalizar una tarea que corre el riesgo de inclinarse más a lo asistencial que a lo transformador. A modo de conclusión sobre este apartado dedicado a la formación, podemos comprobar que las deficiencias más importantes observadas pueden ser resumidas en los siguientes puntos: Sí, la pago yo dentr 60,9% Como podemos comprobar, el apoyo ofrecido por las instituciones no prestadoras de formación es bastante escaso. Dicha afirmación viene confirmada por el dato que demuestra que como norma general la formación es abonada por el propio interesado (60,9%). Frente a este hecho nos encontramos con un reducido número de profesionales que sí se pueden beneficiar del apoyo de la institución a través de la financiación de cursos, aunque eso sí, fuera del horario de trabajo (10.9%). En un último lugar se encuentran aquellos más perjudicados por las condiciones impuestas por sus contratantes, ya que sus opciones formativas se ven limitadas a un número de cursos al año (25%), e incluso existen casos (2), que le impiden de forma expresa el acceso a formación específica sobre materias relacionadas con el ejercicio de su profesión. Parece a simple vista, pues, que las políticas de formación de las instituciones no pueden ser calificadas de óptimas tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Sin duda estos datos deben mover a las instancias profesionales a reflexionar sobre la necesidad de tomar medidas que palien en lo posible esta deficiencia, ya que su ausencia supone un lastre 82 1. Escasa formación complementaria. Únicamente el 38,6% (siempre sobrle casos válidos), ha realizado formación adicional una vez terminad~ a diplomatura, de ellos sólo el 20,2% son estudios de segundo CIclo universitarios. 2. La oferta formativa de las instituciones es escasa (61,4%), dentro de ella la satisfacción de los que la reciben es calificada de fundamental por únicamente el 13,5% de los investigados. La opinión de los que la consideran suficiente y mejorable es del el 86,5%. . 3. Las instituciones que no ofrecen formación propia a sus profesIondal~s (386%) no facilitan la formación externa' a través de financiación e a mi~ma (60,9%), limita el número de cursos anuales (25,9%), o incluso .~o la permiten (3,1%). En un exiguo 10,9% los centros apoyan la form~cIon abonando las matrículas de los cursos, pero siempre fuera del horano de trabajo. 8.4. Análisis de variables de contexto territorial e institucional. Las preguntas que analizan cuál es el contexto en el que se desarrolla la acción profesional están comprendidas entre las variables P10-P20 del cuestionario. La intención del presente epígrafe es la de conocer tanto las demarcaciones territoriales como institucionales de los profesionales incluidos en la investigación, así como su experiencia y antigüedad en el mismo. La última pregunta (P20) pretende conocer el grado de formalización del centro de trabajo a través de las normas y reglas que ordenan su funcionamientOburocráticó y administrativo (ver capítulo 6). 83 En primer lugar abordaremos el tamaño del municipio (PIO), para posteriormente definir el origen publico - privado de las instituciones en las que trabajan. Sobre el tamaño del municipio, la tabla que podemos ver a continuación nos muestra que los profesionales participantes en la investigación están repartidos de forma bastante equilibrada entre municipios menores y mayores de 20.000 habitantes (31,6% y 58,4% respectivamente). La homogénea distribución de la muestra con la que hemos trabajado ha sido ampliamente valorada por el equipo investigador, de forma que los resultados ofrecidos nos han permitido evitar uno de los mayores riesgos que se corren en una encuesta postal como la nuestra; el excesivo peso de contextos urbanos o rurales, situación que de haberse producido hubiera supuesto una visión parcial de la realidad de la profesión en la provincia de Sevilla. Gráfico n° 6. Número de habitantes por intervalos (PI0). Tabla n° 4 . N° de habitantes en intervalos (PI0). Número de habitantes en intervalos I' Válidos Perdidos Total 84 Hasta 10 mil Frecuencia 26 Porcentaje 27,1 Porcentaje válido 29,2 Porcentaje acumulado 29,2 De 11 mil a 20 mil 11 11,5 12,4 41,6 De 21 mil a 50 mil 18 18,8 20,2 61,8 De 51 mil a 999 mil Total 34 35,4 38,2 100,0 89 7 96 92,7 7,3 100,0 100,0 Sistema 8.4.1. Titularidad de la institución y centro de trabajo. Con respecto a la titularidad de los centros en los que nuestros colaboradores trabajan (Pll), éstos se encuentran repartidos de forma desigual. El grupo mayoritario desarrolla su labor en instituciones públicas donde trabajan el 87,2%, del lado contrario, el 12,8% lo hace en instituciones privadas. 85 Tabla n° 5. Tipo de entidad privada (P12). Gráfico n° 7. Titularidad de la institución (P11). Tipo de entidad privada 100 Validos Perdidos Total GI Os l •. 1: 13 ~ ...o D.. Privada \', Titularidad de la Institución (filtro) Aunque la proporción de cuestionados remitidos a los centros de titularidad pública ha sido mayor que a los privados (10 cual justifica en sí mismo un menor número de respuestas), la menor cantidad de cuestionarios recibidos desde instancias privadas, puede ser debida a factores relacionados con la dotación de personal, e incluso a factores de tipo estacional (el cuestionario se remitió a mediados del mes de junio). Ambos aspectos podrían haber afectado en mayor medida a asociaciones, ONG's, fundaciones, etc., mayoritariamente sujetas a programas y proyectos poco propicios a desarrollar en temporadas estivales. Los tipos de entidad que comprenden las instituciones privadas en las que trabajan este grupo de encuestados son los siguientes: Porcentaje 6,3 2,1 Porcentaje válido 50,0 16,7 Porcentaje acumulado 50,0 66,7 4 4,2 33,3 100,0 12 84 96 12,5 87,5 100,0 100,0 . En. ,relaci?n a los centros públicos sobre los que hemos recibido mformaclOn, la mmensa mayoría pertenecen a centros de Servicios Sociales Comunitarios. Dentro del sector público hemos incluido a los centros de salud dependientes de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, que como ~~dem~s v.er supone. únicamente el 11,6% de las respuestas recibidas. El grafIco SIgUIente defme claramente la diversa ubicación de los profesionales de los SS.Ce. repartidos en sus diversos contextos locales (Plurimunicipal, municipal, ZTS, UTS). Veamos las tablas y gráficos con los datos mencionados. Tabla n° 6 . Tipo de institución pública (P13). Tipo Institución pública Válidos Perdidos Total 86 Asociaclon Fundación Entidad Privada o Dependiente Total Sistema Frecuencia 6 2 SS.SS.CC. Plurimunicipal SS.SS.CC. Municipal SS.SS.CC. Diversas Zonas TS Sistema Público de Salud Total Sistema Frecuencia 12 31 Porcentaje 12,5 32,3 Porcentaje válido 14,0 36,0 Porcentaje acumulado 14,0 50,0 33 34,4 38,4 88,4 10 86 10 96 10,4 89,6 10,4 100,0 11,6 100,0 100,0 87 Tablas n° 7 Frecuencias de demanda por orden de prioridad (P16). Gráfico n° 8. Tipo de entidad pública privada (P12-P13). Tipo de demanda recibida (abierta) N2 1 Válidos Entidad Privada o De 4,3% Fundación 2,2% Asociación 6,5% SS.SS.CC. Plurimunlc 12,9% Sistema público de s 7,5% SS.SS.CC. Municipal Perdidos Total Ayuda Económica Información Ayuda a domicilio Empleo Vivienda Penlilones Gestión de recursos Intervención con familia Actividades para Jóvenes Minusvalfa Drogas Salud Otros Total Sistema Frecuencia 41 7 7 11 1 7 5 4 1 1 2 1 3 91 5 96 Porcentaie 42,7 7,3 7,3 11,5 1,0 7,3 5,2 4,2 1,0 1,0 2,1 1,0 3,1 94,8 5,2 100 O Porcentaje válido 45,1 7,7 7,7 12,1 1,1 7,7 5,5 4,4 1,1 1,1 2,2 1,1 3,3 100,0 Porcentaje acumulado 45,1 52,7 60,4 72,5 73,6 81,3 86,8 91,2 92,3 93,4 95,6 96,7 100,0 32,3% SS.SS.CC. Diversas Z Tipo de demanda recibida (abierta) N° 2 34,4% Válidos 8.4.2. Tipo de demanda recibida. La variable sobre las demandas más usuales recibidas por las/os trabajadores sociales (P16) se define en el cuestionario como pregunta abierta. Dicha pregunta permite el establecimiento de prioridades en las mismas (hasta tres), de acuerdo a la frecuencia del número de peticiones realizadas. Este diseño nos ha permitido un amplio conocimiento de las necesidades más urgentes de los usuarios que han acudido a los centros consultados. Para hacer operativa la información recibida, expondremos tres gráficos que representarán las frecuencias y porcentajes de las opciones elegidas en primero, segundo y tercer lugar. Para clarificar 10 más posible la información, hemos elaborado un pequeño cuadro resumen que sintetiza las tres primeras elecciones de cada uno de los tres gráficos, de esta forma podremos conocer en qué demandas se concentran principalmente la mayor parte de las solicitudes realizadas a las/ os trabajadoras/ es sociales. Perdidos Total Ayuda Económica Información Ayuda a domicilio Empleo Vivienda Pensiones Gestión de recursos Intervención con familia Actividades para Jóvenes Derivación a otros servicios Mlnusvalfa Mayores Drogas Inmigrantes Salud Otros Total Sistema Frecuencia 12 9 9 7 18 1 3 8 1 Porcentale 12,5 9,4 9,4 7,3 18,8 1,0 3,1 8,3 1,0 Porcentaje válido 13,5 10,1 10,1 7,9 20,2 1,1 3,4 9,0 1,1 Porcenlaje acumulado 13,5 23,6 33,7 41,6 61,8 62,9 66,3 75,3 76,4 1 1,0 1,1 77,5 1 2 3 1 4 9 89 7 96 1,0 2,1 3,1 1,0 4,2 9,4 92,7 7,3 100,0 1,1 2,2 3,4 1,1 4,5 10,1 100,0 78,7 80,9 84,3 85,4 89,9 100,0 89 88 Tipo d e dem anda recibida (abierta) N' 3 Frecuencia Válidos Perdidos Total Ayuda Económica Información Ayuda a domicilio Empleo Vivienda Pensiones Gestión de recursos Intervención con familia Actividades para jóvenes Minusvalía Mayores Drogas Otros Total Sistema 4 9 7 12 10 3 3 13 1 2 6 1 10 81 15 96 Porcentaje 4,2 9,4 7,3 12,5 10,4 3,1 3,1 13,5 1,0 2,1 6,3 1,0 10,4 84,4 15,6 100 O Porcentaje válido 4,9 11,1 8,6 14,8 12,3 3,7 3,7 16,0 1,2 2,5 7,4 1,2 12,3 100,0 Porcentaje acumulado 4,9 16,0 24,7 39,5 51,9 55,6 59,3 75,3 76,5 79,0 86,4 87,7 100,0 abordadas por los profesionales desde los recursos técnicos y personales propios de la profesión. 8.4.3. Antigüedad en la profesión, experiencia profesional. La antigüedad y la experiencia son dos variables importantes que abren la posibilidad de establecer relaciones con otros elementos del estudio. Desde este punto de vista, las preguntas que analizamos a continuación (P17-P18) nos permiten conocer dicho bagaje profesional a través del conocimiento de datos como el año de inicio de la carrera profesional y la antigüedad en el centro de trabajo. Los cuadros que incluimos a continuación aportan información relevante al respecto. Tabla n° 9. Antigüedad en el centro de trabajo (P17). Antigüedad en el centro (en intervalos) Tabla n° 8. Demand as ma~s habituales por orden de prioridad (P16). 1110eción Ayuda Económica Empleo Información 3l! 0eciónl 2" 0eción 45,1% 12,1% 7,7% Vivienda Ayuda económica Ayuda domicilio Válidos 20,2% 13,5% 10,1% El análisis de los datos demuestra que las Empleo 14,8% Interv. con familia Vivienda derr;an~as 16°k 12,3% más habituales coinciden de forma general. con .~qu~los a~pectosE~::~~~~~a~~: ~;:t;~: podemos entender como slt~ac.lOn ~o!:o r~:. em leo o vivienda, son situaciones d~ ,:"lnterabailide~;;~~~~l~ :~:~:re:~u~~~::n .~:~~:~o~~ra d d mandas perteneClen es e e " . d ser difícilmente Pensamos que este tIpo estructurales y de polít~cda social ~ leconqoumeIC~i~a~e;~ podrán realizar b d d los trabaja ores SOCIa es ,. ~ or a o~ por liativas ante la habitual ausencia de recursos espe~lf¡cos por mterv~nclOn~ p~ . tr ción No obstante el resto de demandas reahzadas por genéricas y son susceptibles de ser fo:rt;iu~:~a~o~l;:e¿n c~nsiderarse Frecuencia 2 De 1986 a 1990 Porcentaje 2,1 Porcentaje válido 2,1 25 De 1991 a 1995 26,0 26,0 14 28,1 14,6 14,6 55 42,7' 57,3 57,3 96 100,0 100,0 100,0 Hasta 1985 De 1996 a 2001 Total Porcentaje acumulado 2,1 De acuerdo a los datos de la tabla n° 9, nos encontramos con una importante información como es la reciente incorporación de trabajadoras / es sociales a la actividad profesional. Efectivamente, como podemos ver, el intervalo 1996-2001 manifiesta que algo más de la mitad (57,3%) de los profesionales incluidos en la investigación 'han sido contratados en los últimos 5-6 años. La rotundidad del dato aportado coincide con una política favorecedora de la intervención del trabajador social en la estructura asistencial pública de nuestra Provincia. Si tenemos en cuenta que la investigación se desarrolla en Sevilla provincia, no es menos cierto que la capital de casi 700.000 habitantes concentra una parte considerable de los profesionales a través de sus diversas ZTS. Esta circunstancia hace que como resultado podamos ~stablecer una relación causal entre los datos aportados por la investigación y la actitud de los responsables públicos, que a través de la generación de múltiples' programas, propios y vía convenio, han 90 91 favorecido en los últimos ejercicios la contratación de profesionales de la asistencia social. Sobre la edad de inicio de la actividad profesional, la tabla siguiente nos permite igualmente establecer algunas conclusiones interesantes: Tabla n° 10. Año en el que se inicio la actividad profesional como T.S. (P18). Año de comienzo como trabajador social (en intervalos) Válidos I I Hasta 1985 De 1986 a 1990 De 1991 a 1995 De 1996 a 2001 Total Frecuencia Porcentaje 13 37 18 28 96 13,5 38,5 18,8 29,2 100,0 ., Porcentaje válido 13,5 38,5 18,8 29,2 100,0 Porcentaje acumulado 13,E, 52,1 70,E, 100,0 En un primer lugar podemos observar que la mayor parte de los profesionales se incorporaron al ejercicio profesional a mediados de los años 80 (38,5%), Si vinculamos este dato a la información sobre los grupos de edades que aparecen con mayor frecuencia en la investigación (Tabla 1 grupo entre 36 y 45 años supone el 35,8% de la población- estudiada) podemos comprobar que ambos porcentajes prácticamente coinciden, manifestando que las edades de los más experimentados coinciden lógicamente con las incorporaciones a la profesión, En la misma línea nos encontramos con el ingreso de los más jóvenes a la profesión, que en un acumulado de un 48% se incorporan a la profesión entre los años 1991 al 2001. Estableciendo una simple relación podemos observar que la proximidad de porcentajes es clara, siendo el grupo de edades de los más jóvenes comprendido entre 26 y 35 años de un 55,8%, Otro dato que resulta de interés al comparar las variables de experiencia e incorporación en la profesión, la encontramos en el importante desfase que se produce entre los porcentajes de inicio profesional de las/os más veteranas/os (entre los años 1985 -1990, 52%) Y la antigüedad en el centro de trabajo, que para el mismo período temporal es de únicamente de un 28,1%, Si observamos la tabla de antigüedad en el centro podremos comprobar que la mayor incorporación d ' hemos comentado anteriormente a l ' ~fProfes~onales corresponde, como lógica de las Cosas nos llevaría ~ os u Imos cmco añ?s (1996-2001), La experiencia deberían acaparar suf pentsar que los profeSIOnales con mayor IClen e antigüedad en su t d como para superar con creces el acu 1 d d pues o e trabajo datos parece demostrar que la ún' ~u, a o el 28,1 %, El análisis frío de los de trabajo, ya que la lectura ml~a ogIca qbul e predomina es la del mercado t d' " as razona e que pode h con ra ICCIOn se orienta a inter t I ' mos acer de esta salida de dicho mercado u pre ~~ a mIsma como una obligada entrada y echar raíces en una prim:r;ye/oI~p~ e" de, for~a evidente, la posibilidad de unlca mshtuclón, 8,4.4. Grado de formalización de la institución ' Un último dato que el equi o in ,. para tener una adecuada pers ec~va dveshgador ~~loró como interesante trabajador social en la provinci! f 1 d e las condICIOnes de contexto del e el grado de formalidad en su ce~t~: ~ tr ~o~oc:r cuál era su opinión sobre formalidad el conJ'unto d e a aJo, ntendemos como grado de , e normas, pautas condu t ' orgamzan y definen las activid d ' , c as y estandares que institución, Siguiendo la escala ad:sf~r:~~';;a~ ejecutar en una determinada (P20), hemos codificado las respue t d ~portado por Hage y Aiken S t ~~ e orma que los resultados permitiesen una correcta l'nt t b ' erpre aCIOn de la "ó d ra aJadoras/ es sociales con res ecto a su ' , opmI n e las/os de las responsabilidades y "climP " 1 pe,rcepcIOn sobre la organización a en e trabaJO, Tabla n° 11. Grado de formalización la institución (P20). Organización y clima en el trabajo (rec d'f' o Ilcada) Válidos Perdidos Total Baja formalización Alta formalización Muy alta formalización Total Sistema Frecuencia Porcentaje 16 53 17 86 10 96 16,7 55,2 17,7 89,6 10,4 100,0 Porcentaje válido 18,6 61,6 19,8 100,0 Porcentaje acumulado 18,€i 80,~! 100,0 92 93 8.5. Análisis de la estrategia de intervención. Gráfico n° 9. Grado de formalización en la institución (P20). 70~------------------------------------~ 60 50 40 30 20 & '¡;j' e Il.~ 10 O L____Li~~~L-~~~~-L-;~~~~~--~ Alta formalización Organización Y clima en el trabajo (recodificada) I I i i . d f rzo para valorar que el grado No es necesario realizar d~ma.s¡a o es ue restan su trabajo los de formalidad en las o~~amzaclO~es !~:: ~l acumulado de "alto y . encuesta~?s puede ~~o ~~~f~:~~sd:e~;Jestas válidas, frente al 18,6% que muy alto supone e , mite inferir que la mayor parte opina lo contrario. Estos resultado~. nos p~ demasiado margen para tomar de nuestras / os encuestadas / os n~ . lspone e u vida profesional. Somos . .. . 1 y/o declslOnes en s . lIDclahvas persona es b' d con instituciones regladas, sUjetas a (estatutos, procedimiento conscientes de que est~mos tr~ a}:o~e al ~ mbargo y sin intención de normativas de caracter jun. administrativo, reglamentos, etc ·), sm ~ fo:malización aproxima . que la exceslva generahzar, pens~mos. . 1 burocratización igualmente excesiva, al . ~ carente de contenido crítico (ver peligrosamente a dlversos nelsg?s, a . . f . nal y a mtervenclOn adocenaffilento pro ~SlO . más habituales en las administraclOnes olítico electoral, pueden perjudicar de capítulo 6) .. Estas .clfcunstanc¡a~, públicas, sUjetas a mtere~es ~~ b~O ~ rof~sión trasladando los objetivos ;::~~o:~:~:~: !o;=~:~s 8.5.1. Planteamiento metodológico. El análisis de la opción estratégica adoptada por el trabajador social es el elemento fundamental que justifica la presente investigación. La complejidad de la labor profesional y la subjetividad individual que caracteriza la intervención han tenido que ser desmenuzadas con un riguroso análisis de los datos y con la elaboración de instrumentos de medición que nos permitieran la aproximación, al menos global, de las opciones elegidas por el colectivo profesional incluido en el trabajo (ver capítulo 5. Epígrafe 5.2 La elaboración de un instrumento de medición como reto en la investigación). Para sistematizar los resultados de las preguntas relativas a las estrategias de intervención (contenidas en las preguntas P21-P34) se ha recurrido a la utilización de Índices Sintéticos. La utilización de los citados índices permite aplicar valores numéricos al conjunto de respuestas ofrecidas por los encuestados sobre un mismo ítem, de forma que su uso permite la medición de las variables dependientes a través del valor obtenido en las mismas. Estos índices han sido elaborados tomando las variables recodificadas de cada uno de los inputs que se pretenden medir (intensidad, tipo de información y síntoma). A partir de esta operación se aplica un sumatorio que permite obtener el valor del índice sintético mediante la puntuación total de las variables analizadas. A continuación se exponen los esquemas seguidos para la elaboración de los índices sintéticos comprendidos entre las preguntas P21-P-34. Recordamos que dichas preguntas sé corresponden con las variables constituidas como elemento de medición de las estrategias elegidas por los encuestados, que se agrupan en los siguientes bloques: Intensidad en la búsqueda de información; Tipo de información elegida y Síntoma observado. ;ro;i';' de instancias más complejas. 95 94 [ ESQUEMA VARIABLES SINTÉTICAS IIIINTENSIDAD EN LA BÚSQUEDA DE INFORMACiÓN" Baja Alta Muy alta P2l (2,3 =1) (4,5=2) (6,7=3) P22 (2=1) (1=2) P23 (1,2=1) (3=2) P24 (2=1) (1=2) P25 (2=1) (1=2) • SISTÉMICO N.c. P33 I I 1 I "SíNTOMA OBJETO DE ESTUDIO" P34 Sí No (1=2) (2=1) (1=2) (2=1) ] N.c. Índice Sintético: (P33re+P34re) I! I• Recodificación Índice sintético: (mín. 2- máx. 4) Índice sintético: (P21re+P22re+ P23re+ P24re+P25re)* (2): Nada sistémico Recodificación Índice sintético: (mín. 5- máx. 11): (3): Medianamente sistémico (6-7): Intensidad baja 71 (4): Sistémico (8-9): Intensidad media 72 (10-11): Intensidad alta 73 • PSICOSOCIAL P30 P31 "TIPO DE INFORMACiÓN ELEGIDA" 72 73 Sí No (1=2) (2=1) (1=2) (2=1) Índice sintético: (p30re+p31re) Inform. Individual Inform. Contexto P26 (1) (2) P27 (1,2=1) (3=2) (2): Nada psicosocial P28 (2=1) (1=2) (3): Medianamente psicosocial Índice sintético: (P26+ P27re+P28re) N.c. 71 Recodificación Índice sintético: (mín. 2- máx. 4) 71 72 (4): Psicosocial 73 Recodificación Índice sintético: (mín. 3- máx. 6): (3,4): Información individual 71 (5,6): Información de contexto 72 *(P ... re): Variable recodificada. • CONDUCTISTA P29 P32 Sí No (1=2) (2=1) (1=2) (2=1) N.c. 96 97 Tabla n° 12. I n tenSl'd a d en la búsqueda de información (P21-P25). Índice sintético: (P29re+P32re) Intensidad de la informació n reco d', I icada Recodificación índice sintético: (mín, 2- máx, 4) (2): Nada conductista 71 (3): Medianamente conductista 72 (4): Conductista 73 Válidos Perdidos Porcentaje válido Porcentaje acumulado Frecuencia Porcentaje Media intensidad en la búsqueda de información 57 59,4 70,4 70,4 Alta intensidad en la búsqueda de información 24 25,0 29,6 100,0 81 15 96 84,4 15,6 100,0 100,0 Total Sistema Total 8.6. La elección de la estrategia de intervención. 8.6.1. Intensidad Y tipo de información. Gráfico n° 10. Intensidad en la búsqueda de información Una vez conocida la metodología que nos ha permitido sistematizar la información resultante de la investigación, pasaremos a ofrecer los datos que nos aportan los encuestados en relación a su personal utilización de las herramientas metodológicas puestas a su disposición, (P21-P25). oor---------------~ En un primer momento analizaremos las variables relativas a la intensidad de búsqueda de información (P21-P25), Para conseguir este objetivo remitimos a la tabla que ofrecemos a continuación que aporta datos interesantes sobre la necesidad de acumular información previa a la elección de estrategia del profesional. Siguiendo lo aportado en la definición metodológica del presente epígrafe, se ha elaborado un índice sintético para esta variable, en el cual se han establecido valores finales que definen tres niveles posibles en la elección: baja, media y alta intensidad en la búsqueda de información, Intensidad de la Información recodificada , Como muestra la tabla 12, existe una 'd " ,, amplIos sondeos en las circunst' eVI ente mc1maclOn a realizar ' anClas que rodean 1 trab aJadores sociales El nl'vel d ' t ' os casos a tratar por los . f' . e m eres es tan aH 1 h d In ormaClOnes globales que los res u1tad os no mclu . o a a ora e optar por . ad mItan valores considerados /lb'" que d respuestas d ' aJas en 1a bús yen amo podemos comprobar a trav' d que a e mformación. C obtenidos, las eleéciones media es al e los valores porcentuales válidos respectivamente.. Esta primera t ta ;lc~nzan un 70,4% y un 29,6% cura e os . datos aportados por la 1: 99 98 ., nos confI·rma el elevado interés de los profesionales por investigaclOn recabar información sobre sus casos. Sobre las variables orientadas al conocimiento del tipo de información elegida (P26-P28), una vez más los datos reflejan resu~tados interesant~s en la . ulación de la actitud del profesional y su necesIdad de profundIzar en vmc .. , f· t te los elementos de contexto necesarios para obtener una VISIon su ICIen emen pleta sobre los elementos que inciden en la realidad de los casos con los ~:-trabaja. Veamos a continuación los datos que refleja la tabla: Tabla n° 13. Tipo de información elegida (P26-P28). Tipo de información I individual contexto Total Sistema Válidos Perdidos Total Frecuencia 3 77 80 16 96 Porcentaje 3,1 80,2 83,3 16,7 100,0 Porcentaje válido 3,8 96,3 100,0 Gráfico11. Tipo de información elegida (P26-P28). 1~ r---------------------------------~ 100 !lO 00 40 f ~ ~ o ~ L __-1====::;:====l.---L--::::::~---L------l ird'II<iB oorIexto Porcentaje acumulado 3,8 100,0 De acuerdo a los porcentajes válidos del índice sintético utilizado, no parece necesario realizar demasiados comentarios sobre la radical inclinación de los trabajadores sociales a utilizar información de contexto en la elaboración de sus diagnósticos. Las dos variables analizadas hasta el momento (intensidad y tipo de información), nos indican una determinada forma de entender la intervención en Trabajo Social, es evidente, por tanto,la inclinación a aceptar el contexto en el que se desenvuelven los ciudadanos a la hora de interpretar la casuística social en la que se encuentran los ciudadanos usuarios del Sistema Público de Servicios Sociales. Sobre el interés contextualizador del Trabajo Social que venimos observando en lo aportado hasta el momento, y a modo de reflexión, parece que encontramos una cierta identificación con los elementos eclécticos y de construcción social incluidos en el bloque dedicado a teoría. Para relacionar ambas perspectivas, práctica y teórica, remitimos a 10 expuesto en el Capítulo 3 (Análisis del contexto del trabajo de investigación y justificación teórica del mismo). 8.6.2. La elección de la referencia teórica. Sobre la vinculación específica a estrategias concretas de intervención, pasamos a continuación a analizar cada una de las opciones metodológicas incluidas en el presente trabajo. El planteamiento que realizaremos sobre la estrategia metodológica seleccionada por los participantes será expuesto analizando, en un primer lugar, la vinculación a propuestas sistémicas, conductistas y psicosociales, para en un segundo momento, sistematizar la información precedente en un cuadro resumen que a través de un análisis estadístico permita fundir la información en una única tabla. Iniciando el estudio de las estrategias específicas, abordaremos en primer lugar la referencia al modelo de sistemas. Siguiendo con el procedimiento de análisis de datos utilizado anteriormente en la evaluación de "intensidad" y "tipo" de información, el índice sintético de las variables P33-P34 muestra los resultados de todos los casos, favorables o no, a dicho paradigma de pensamiento. Los valores resultantes han sido diferenciados de acuerdo a la siguiente escala: "nada sistémico", "medianamente sistémico" y "sistémico". La tabla que ofrecemos a continuación aporta luz sobre la vinculación de los trabajadores sociales a este modelo. TIpO de InlOIl1lId6n Qndivldual-3,4- Yde c:cxmxto-5,6-) 100 101 Tabla n° 14. Tipo de síntoma observado: Sistémico (P33-P34). Tipo sistémico Frecuencia Porcentaje Válidos Nada sistémico Medianamente sistémic 1, Sistémico Total Perdidos Sistema Total 2 15 63 80 16 96 2,1 15,6 65,6 83,3 16,7 100,0 Porcentaje válido Porcentaje acumulado 2,5 18,8 78,8 100,0 21,a 100,0 2,~; estudiar a continuación, nos permitirán establecer interesantes contrastes sobre opciones estratégicas que sin duda serán útiles para el análisis general. Continuando con la indagación sobre las preferencias metodológicas, pasamos a estudiar los resultados de la alternativa conductista. Una simple lectura comprensiva de la tabla que incluimos a continuación, permite comprobar que dentro de los importantes valores que alcanza la opción conductista, éstos se encuentran por debajo de la opción sistémica. Los datos aportados por la tabla n° 15 nos revela que, del total de los casos válidos, un 56% de los entrevistados se adhiere a la propuesta conductista. Tabla n° 15. Tipo de síntoma observado: Conductista (P29-P32). Tipo conductista Gráfico n° 12. Tipo de síntoma observado: Sistémico (P33-P34). Frecuencia Válidos t.áda slsténlco 2,5"k MedIlllllTBlle slsténl 18,8% Perdidos Total Nada conductista Medianamente conductista Conduclista Total Sistema Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado 7 7,3 9,3 9,~; 26 27,1 34,7 44,0 42 75 21 96 43,8 78,1 21,9 100,0 56,0 100,0 100,0 Gráfico n° 13. Tipo de síntoma observado: Conductista (P29-P32). Ssténlco Nada oonductlsta 78,8% La opclOn "sistémico" puede considerarse con toda contundencia como el valor predominante con 78,8% de los casos válidos. Es evidente que dicho modelo es considerado por las trabajadoras/es sociales como una dara opción estratégica en la elaboración de sua proceSQ$ diagnósticos. La comparación con los modelos "psicosocial" y "conductista" que vamos a 102 103 La valoración que podemos realizar de la adscripción a la oferta conductista, nos aproxima todavía más si cabe a una lectura ecléctica de la intervención que, no obstante, sigue siendo liderada por la propuesta sistémica. El estudio de la siguiente opción nos permitirá confirmar esta tendencia, ya que, en la medida en que las trabajadoras/es sociales encuestados adopten la perspectiva psicosocial como igualmente válida en la interpretación de los casos sociales con los que trabajan, podremos dar cobertura a esta primera hipótesis inicial. Gráfico n° 14. Tipo de síntoma observado: Psicosocial (P30-P31). Pslcosocial 48,0"10 Nada psicosocial 4,0"10 Tabla n° 16. Tipo de síntoma observado: Psicosocial (P30-P31). Medianamente pslcosocial Tipo psicosocial 48,0"10 Válidos Nada psicodinámico Medianamente psicodinámico Psicodinámico Total Perdidos Total Sistema Porcentaje válido Porcentaje acumulado Frecuencia Porcentaje 3 3,1 4,0 4,0 36 37,5 48,0 52,0 36 75 21 96 37,5 78,1 21,9 100,0 48,0 100,0 100,0 Una clara inclinación a la elección psicodinámica, aunque con valores inferiores a las opciones conductista, y sobre todo, a la sistémica, viene a confirmar un uso polivalente y complementario de las distintas estrategias de intervención utilizadas por los trabajadores sociales. El análisis conjunto de los enfoques en los que nos hemos detenido, demuestra que la apuesta sistémica posee una importante capacidad de integración de todos y cada una de los elementos configuradores contenidos en los otros modelos. Sobre la prevalencia de dicho modelo remitimos a los análisis y gráficos que sobre esta cuestión incluimos un poco más adelante. Parece evidente, por consiguiente, que la preferencia por la lectura sistémica de la realidad predomina respecto a las lecturas conductistas y/o psicosociales. Un elemento, bajo nuestro punto de vista importante y que no queremos soslayar, tiene que ver con los valores "nada sistémico", "nada conductista" y "nada psicosocial" que acumulan respectivamente un 2,5%, 9,3% Y 4,0%. Es conclusión lógica a la negación de cada una de estas alternativas que la menos rechazada sigue siendo la opción sistémica, 10 cual viene a confirmar los datos,que hasta el momento hemos expuesto. 104, 105 I I I ¡ Hasta el momento hemos venido analizando desde una perspectiva descriptiva las variables que pueden influir en la elección de un referente teórico concreto. Dicha lectura ha tenido la virtud de mostrarnos las distintas opciones y elecciones metodológicas a disposición del trabajador social. Una interpretación de los datos aportados nos lleva a hacer una valoración según la cual el profesional no utilizaría, de manera expresa, una única corriente teórica para realizar sus constructos epistemológicos sobre la causa y origen de los problemas de los usuarios a los cuales atiende. Parece evidente, por tanto, que lo que los trabajadores sociales ponen en práctica es un conjunto más o menos homogéneo de teorías e ideas que tienen que ver con lo que Payne denomina "Teorías amplias". Estas ideas no son otra cosa que sistemas de pensamiento estables y maduros extensamente desarrollados y sometidos a una amplia verificación que permiten su uso habitual. (Ver Capítulo 4). Pretendiendo definir de manera más exhaustiva las inclinaciones teóricas de los profesionales, incluimos a continuación una tabla donde se combinan de manera absoluta las tres referencias teóricas. La construcción de esta tabla parte del empleo de un análisis estadístico sobre las variables de síntoma (P29-P34). Este procedimiento estadístico supone la aplicación, en primer lugar, de un análisis de homogeneidad (HOMALS) a las variables de síntoma recodificadas. Posteriormente, a las variables resultantes se les ha realizado un análisis de conglomerados K-medias que ha permitido agrupar los valores obtenidos en tres conglomerados (clusters), los cuales han sido etiquetados como "sistémico", "conductista" y "psicosocial", de acuerdo a los valores obtenidos y a su ubicación en la gráfica. Tabla n° 17. Referencias teóricas por conglomerados (P29-P34). MÉTODOS INTERVENCiÓN Frecuencia Válidos Porcentaje válido 9 76 9,4 79,2 9,4 79,2 Conductista 11 Total 96 11,5 100,0 11,5 100,0 Psicodinámico Sistémico 106 Porcentaje Porcentaje acumulado 9,4 88,5 100,0 El análisis estadístico mencionado que permite la creaClOn de conglomerados para la interpretación de los datos obtenidos, muestra de manera aun más clara, si cabe, el predominio de las interpretaciones sistémicas sobre lecturas de predominio conductista y/o psicosocial. A pesar de la contundencia de los datos que adjudican el predominio a las interpretaciones holísticas de los casos sociales, no podemos olvidar que la realidad siempre se manifiesta de manera compleja y multifactorial. Queremos decir, en orden a defender una vez más la construcción social del trabajo social, que de igual forma que la realidad se ofrece de manera poliédrica, el trabajador social, como acabamos de comprobar, articula la construcción teórico-intelectual de los casos con los que trabaja utilizando distintas corrientes de pensamiento que de forma simultánea dan sentido y contenido a sus intervenciones en la práctica. Desde el punto de vista epistemológico que venimos defendiendo, podríamos afirmar, por tanto, que una lectura sistémica de la realidad, en la cual confluyen distintos elementos de otras corrientes teóricas, podría coincidir con lecturas denominadas igualmente eclécticas. Dicha reflexión, que a modo de propuesta pretende abrir nuevos horizontes, parte de la proximidad epistemológica en la concepción del encuadre a partir del cual puede ser comprendida una realidad concreta. Salvando antecedentes y orígenes teóricos, afirmamos el gran potencial analítico que posee la fusión entre ambas perspectivas para ser utilizado como instrumento de aproximación a la amplia y compleja casuística social. 8.6.3. Elección y selección de la estrategia. Análisis gráfico. A modo de resumen, el equipo investigador ha elaborado una representación gráfica que permite an!=llizar la tendencia de las preferencias metodológicas seleccionadas a través de la concentración de dichas opciones posicionadas en torno a los ejes de la gráfica. Partiendo del predominio de la elección de lecturas sistémicas de la realidad, dicho instrumento nos permitirá, igualmente, conocer la inclinación o sesgo de aquellos que se denominan sistémicos hacia planteamientos que comparten visiones dotadas de contenido conductual o psicodinámico. Como podremos ver en la gráfica, dicho gran grupo coexiste con otro colectivo de individuos más dispersos que sin integrarse en la opción de la mayoría se sienten vinculados, no obstante, a opciones que claramente no comparten lecturas tan globales y holísticas de la realidad. El conjunto de gráficas que se exponen a continuación define claramente las ideas anteriormente expuestas. 107 Gráfico n° 15. Análisis de homogeneidad. Puntuaciones objetos (P29-P34). Gráfico n °16. Análisis homogeneidad. Cuantificaciones categorías (P29P34). -J 3 <C (3 6~-------------r----~ I Il. t I 2 I ¡ v 2 Cñ o 4 I oen oo I v ... O + .. V 1- en ¡::: I e '¡¡; e G> E I '0 I I e o -2 o O 00 -3 -2 -1 • Psicosocial (P31) O Pslcosocial (P30) -1 e o -4 COI Sistémico (P33) :::l -4~__________________~~ -5 .;. + v + <C C'II Sistémico (P34) + lt..J o 2 Dimensión 1 Z O O v Conductista (P32) rJ o -2 -4 -3 -2 V Conductlsta (P29) -1 O • SISTÉMICO Casos ponderados por número de objetos La VlSlOn de conjunto que permiten los gráficos 9 y 10 ha sido obtenida mediante la utilización de análisis gráficos de homogeneidad, habiendo sido elaborados, el primero de ellos por puntuaciones de objetos (casos), y el segundo, por cuantificaciones de categorías (variables). En el caso de "puntuación de objetos", observamos claramente la concentración de los casos que han optado por aproximarse a la interpretación sistémica frente a aquellos otros, mayormente dispersos, que interpretan la realidad desde las otras dos alternativas. Como podemos comprobar, en la medida en que nos vamos aproximando al punto cero del eje de coordenadas, la tendencia de las opciones psicosocial y conductista manifiestan una aproximación .progresiva a dicho punto. Tal actitud nos demuestra la predilección de los trabajadores sociales por las estrategias contextuales y globalizantes, frente a otras de índole más objetiva y/o psicologicista. En el caso de "cuantificaciones de categorías" (Gráfico lO), a medida que nos aproximamos a la derecha del gráfico, oQservamos que prevalecen los valores sistémicos. En el eje de abscisas los valores fluctúan entre áreas de predominio 108 109 "conductista" O "psicosocial", posicionados abajo y arriba respectivamente del eje de ordenadas. Los valores positivos, como podemos observar, se acumulan a la derecha del valor "O", lo cual nos permite comprobar la proximidad con los valores genuinamente sistémicos. En el caso contrario los valores negativos, a la izquierda, definen la opción, que más o menos alejados de la zona sistémica van a ubicarse en el gráfico como valores más inclinados a interpretar la realidad desde perspectivas más conductistas y/o psicosociales. i I ,1 Tabla n° 18. Opinión sobre el funcionamiento de los SS.SS. (P35). Opinión del funcionamiento de los SS. ss. Válidos 8.7. Intervención crítica o adaptativa. I I I , i I I I El siguiente bloque de análisis se ha dedicado básicamente a conocer cuál es la opinión de los trabajadores sociales sobre tres aspectos fundamentales en el ejercicio de su profesión, a saber, el funcionamiento de los Servicios Sociales, la situación de la pobreza en Andalucía y la percepción sobre el tipo de intervención que se realiza en los centros de trabajo. Las variables mencionadas se encuentran entre las preguntas P35-P40 del cuestionario. La aproximación al conocimiento subjetivo de elementos que tienen una relación directa con la política social y con el Estado de Bienestar son para el equipo investigador indicadores fundamentales para tomar la temperatura" al funcionamiento de los sistemas protección, así como para entender cuál es el posicionamiento "vital" de los profesionales frente al principal objeto de su trabajo, la pobreza y la necesidad. Esta breve aportación será considerada como una primera inmersión en futuros trabajos que vengan a completar el amplísimo potencial que tiene el desarrollo del contexto y la práctica del Trabajo Social. Porcentaje acumulado Porcentaje La incapacidad de los usuarios para asumir sus orientaciones 11 11,5 12,6 12,fi Las disfunciones y/o contradicción de las instituciones 71 74,0 81,6 94,a 5 87 9 96 5,2 90,6 9,4 100,0 5,7 100,0 100,0 Ausencia de compromiso Total Perdidos Total Porcentaje válido Frecuencia Sistema Gráfico n° 17. Opinión sobre el funcionamiento de los SS.SS. (P35). Ausencia de La incapacidad de los usuarios 11 8.7.1. La opinión sobre el funcionamiento de los Servicios Sociales. Veamos interesantes aportaciones de nuestros encuestados sobre algunos condicionantes que influyen en el funcionamiento de los Servicios Sociales. Parece evidente que la responsabilidad de las hipotéticas disfunciones que se atribuyen.a los Servicios Sociales recaen mayoritariamente sobre los responsables de las mismas (81,6%, casos válidos). Este dato contrasta con aquellos que piensan qu'e los .problemas de dicho sistema deben ser 110 111 atribuidos a los usuarios y profesionales (12,6% y 5,7% respectivamente). Una interpretación global de este dato nos lleva a relacionar esta variable con otras pretéritas que definían a las organizaciones como muy formalizadas (recordemos que los valores "alto y muy alto" en el nivel de formalización representaban el 80,2% de los casos). Desde este punto de vista resulta llamativo comprobar cómo a un alto porcentaje en el grado de formalización no se le corresponde una igualmente alta eficacia en el desempeño de las funciones asistenciales y de atención adjudicadas a sus responsables y, por extensión, al sistema mismo. Pensamos que datos como los referidos permiten establecer conclusiones simples sobre elementos que tengan que ver con la efectividad, la eficiencia de los procedimientos seguidos o la gestión de los recursos materiales y humanos puestos a su disposición. 1, l' ¡ i I I Tabla n° 19. Opinión sobre el número de pobres hoy (P36). N!! de pobres que existen hoy Válidos La misma cantidad Menor cantidad Total Perdidos I No contesta Sistema Total , I d I i , I Una mayor cantidad I 8.7.2. La situación de la pobreza. Las preguntas comprendidas entre P36-P39 están orientadas a conocer cuál es la opinión que sobre la situación de la pobreza predomina en el contexto estudiado. El análisis que sobre la pobreza se haga en el ámbito privado permite una inicial aproximación a la comprensión de cómo se entiende el mundo y de cómo los entrevistados se posicionan, al menos de forma muy general, ideológicamente. El interés por profundizar mínimamente en esta materia parte básicamente de la concepción que a priori se tiene del Trabajo Social como una profesión comprometida con los más pobres y que entiende su existencia de forma dialéctica (en el sentido de valorar los aspectos de corte estructural que inciden en su presencia y mantenimiento). Los datos que vamos a conocer a continuación nos descubrirán cuál es la opinión que predomina en las trabajadoras/es sociales de la provincia de Sevilla. Pasemos a conocerla. Total Frecuencia Porcentaje 27 10 42 79 15 2 17 96 28,1 10,4 43,8 82,3 15,6 2,1 17,7 100,0 Porcentaje válido Porcentaje acumulado 34,2 12,7 53,2 100,0 34,~~ 46,fI 100,0 Gráfico n° 18. Opinión sobre el número de pobres hoy (P36). , Con respecto al incremento o decremento de los pobres en la Comunidad Autónoma en los últimos diez años, los entrevistados opinan lo siguiente: Los resultados aportados sobre la disminución de pobres en el último decenio nos informan de que aproximadamente la mitad de los profesionales (53,2%, datos válidos) opinan que este número ha disminuido. Resulta curioso observar, sin embargo, que un tercio de las respuestas indiquen exactamente 10 contrario.· Desde criterios economicistas es evidente que el 112 113 i I , I 1 I 1 I i' I I I '1 I I¡, desarrollo que ha sufrido nuestro país en los ~lti~os diez .años ha sido paradigmático en relación a otras economías de ruvel mtermedIO com~ er.a la nuestra. No obstante, de igual forma que los resultados macroeconomlCOS (PIS, Inflación, Renta Per Cápita, etc.) refuerzan los argumentos de crecimiento y bienestar, no es menos cierto que la barrera entre los que tienen y los que no tienen (especialmente e~ Andalucía), se. hace cada vez más difícil de superar. La gran mayoría de cIUdadanos que SIenten como un reto inalcanzable el salir de su estado de desamparo (de los cuales las Trabajadoras/ es Sociales somos testigos diarios), se. encuentran en una situación de verdadera indefensión, si para persegUIr su anhelo, toman como referencia los actuales criterios liberales de éxito social e individualismo competitivo que lideran nuestro universo de valores sociales. Los pobres que existen, y que posiblemente s~gu~rán ex~s~iendo, s?n aquellos que por su situación económica, cultural, etruca o ÚSlca no dlspon~n. de recursos propios o ajenos para superar la barrera que dent.ro de los .hmItes sociales, económicos e ideológicos se manifiestan, como dIce Bourdleu, en violencia simbólica. I I I Otro aspecto realmente interesante que aporta la investig~ción gira en torno a establecer una relación causal entre la pobreza y su ongen. En este sentido la pregunta P37 está planteada en términos de adjudicar dic~a responsabilidad, por un lado a la actitud individual, y por el otro, al ~edIO social injusto. Las respuestas de los protagonistas de nuestro trabajO nos orientará sobre las opiniones existentes al respecto. I I I Tabla n° 20. Opinión sobre los motivos que originan pobreza. (P37). T.S. y motivos de la pobreza Válidos Debido a la pereza Y falta de voluntad 11 11,5 22,9 22,~1 La sociedad les trata injustamente 37 38,5 77,1 100,0 48 42 6 48 96 50,0 43,8 6,3 50,0 100,0 100,0 No contesta Sistema Total Total I Porcentaje acumulado Porcentale Total Perdidos Porcentaje válido Frecuencia Gráfico n° 19. Opinión sobre los motivos que originan pobreza. (P37). Debido a la pereza y falta de voluntad 22,9% La sociedad les trata Injustamente 77,1% Las respuestas aportadas se vinculan claramente a la lectura sociologista de la justificación de la pobreza. Desde este prisma, la sociedad a través de sus mecanismos generadores de desigualdad precipita a parte de la ciudadanía a sufrir situaciones de carencia e indefensión. Insistimos en que aunque la mayor parte de las respuestas defienden la tesis anteriormente expuesta, no podemos despreciar un dato que particularmente nos llama la atención; nos referimos al porcentaje de entrevistados (11 personas, - 22,9% casos válidos) que opinan que la causa de la pobreza (utilizando los conceptos literales del cuestionario), se debe a una actitud relacionada con la "pereza" y la "falta de voluntad". No deja de ser paradójico que una profesión que se caracteriza por el conocimiento teórico y práctico de los mecanismos de producción y reproducción de la pobreza, contenga entre sus filas a miembros que defienden la teoría de 'la estricta causalidad individual en la génesis de las situaciones de precariedad. En el caso contrario nos encontramos con un nutrido grupo de profesionales (77,1%) que se adscriben a la opinión que adjudica la responsabilidad de la pobreza a una sociedad que no ofrece igualdad de oportunidades para todos. No queremos terminar el análisis de los datos que nos ocupan sin hacer mención a la importante ausencia de respuestas que hemos encontrado en esta pregunta (42 individuos). En orden a realizar una somera aclaración sobre dicha circunstancia, hemos de remitirnos a alguna ¡ 114 115 de las aportaciones recibidas en el pretest, en ~l.cual, el concepto pob rez~" despertaba una cierta insatisfacción para defmir aquello que se pr~tendla medir. Esta sugerencia que fue ampliamente debatida por el eqm~o de trabajo decidió el mantenimiento del concepto, ya que l~ que pretendlamos con él ~ra valorar, no únicamente la opinión sobre el ongen. de la pob~eza, sino comprobar si dicho concepto era asumido por los trab.~ado:e.s socIales en toda su dimensión. Bajo nuestro punto de vista la funclOn ba~Ic~ ~e los trabajadores sociales pasa por trabajar mayoritariamente con mdlvIduos carenciados, es decir, con la pobreza (no olvid:r las demandas a rofesionales expresadas en este trabajo, Tablas n 7). Pensamos que otro nombre adjudicado a semejante situación ha de como un eufemismo, posibilidad que suavizaría en buena medIda, una realidad cargada de referencias negativas, pero que seg~ramente vaCIa de contenido una parte importante del objeto de nuestro trabaJo. 11 I I ~ualquier I ' I l' I 'I i ,I , en~enderse Otro de los aspectos que inciden en la percepció~ par.ticular de la pobreza, tiene que ver con la opinión sobre la eXIstencIa o. no. ,de oportunidades a disposición de los ciudadanos para abandonar tal sltuaclOn. Sin lugar a dudas puede establecerse una clara continuidad entre ~a pr~?unta anterior (P37) y la actual (P38), ya que podemos entender la ~Ituac~on de pobreza tanto desde el origen de la misma, como desde ~a ausenCIa de mter~s por aprovechar las oportunidades q~e el cuerpo s~clal ofrec~ ~ los mas l'tados Partiendo de la opción bIpolar (soclOloglsta/ esenclahsta) sobre neces . . d' Id d 1 la interpretación de los motivos que originan. si~aclOnes de eSIgua a , as respuestas que hemos recibido han sido las sIgmentes: ,1 , ! Tabla n° 21. Opinión sobre la posibilidad de salir de la pobreza (P38). Crees que se puede salir de la pobreza Válidos Perdidos Total 116 Gráfico n° 20. Opinión sobre la posibilidad de salir de la pobreza (P38). Tienen posibilidades Tienen pocas posibilidades Total No contesta Sistema Total Porcentaje válido Porcentaje acumulado Frecuencia Porcentaje 32 33,3 41,0 41,0 46 47,9 59,0 100,0 78 13 5 18 96 81,3 13,5 5,2 18,8 100,0 100,0 Una vez más las respuestas nos ofrecen información que es susceptible de ser analizada con detalle. Como podemos comprobar, prácticamente el 60% de los casos válidos opina que existen pocas posibilidades de abandonar las situaciones de pobreza frente a un 41.0% que opinan que existen opciones para salir de ella. La aportación que podemos realizar sobre dichas opiniones parte de considerar la pobreza como un conjunto de circunstancias en las que confluye, no únicamente la causalidad particular, sino una situación que tiene que ver con la distribución de los bienes sociales, con las decisiones políticas, económicas y en definitiva con problemas que se posicionan en 10 que podríamos denominar "estructura". Pensamos que la desigualdad social es el germen básico de las si tuaciones de precariedad; una visión que no considere este aspecto contribuye a "naturalizar" la pobreza, es decir, a adjudicar responsabilidad individual a situaciones específicas de vulnerabilidad social (marginación, exclusión, precariedad en general). Bajo nuestro criterio, ignorar los motivos de corte estructural en la axiología de la pobreza garantiza la consolidación de una sociedad dual, es decir, garantiza el aumento de la brecha existente entre los instalados y los considerados precarios. La existencia de profesionales de la intervención social que ignoren o minimicen la influencia del contexto en la causalidad de la marginación y la exclusión nos llama poderosamente la atención. Tal evidencia debe motivarnos a proponer futuras investigaciones que aborden 117 Ii I de una forma monográfica y rigurosa aspectos vinculados a la ~oncep~ió~ ue tenemos de la profesión; entre otros estos tem~s p~dnan. ser. e mI'ento I'deológico, la revisión del , concepto q .. pOSICIona . . 1 JustICia SOCIal o la ubicación de la profesión en el marco de la pohhca SOCIa . Gráfico n° 21. Qué están haciendo los Servicios Sociales (P39). Mí, o meno. lo correcto 16,9% Com letando la aportación sobre la pobreza y el funcionamie~~o de . Pde prot ' ón, la P39 demanda información sobret la de los SIstemas ecCl f funclOn d una S SS en orden a conocer si su labor se ajusta a las expec a Ivas e. , creada para atender necesidades tan particulares dedhi Para medir dicho input, se ha establecido una ~,scala ~ue a JU ~;a es os valores "más o menos lo correcto", "demasiado" y demasIado poco . ::;t~ció~ ~?blacl~n. Demasiado poco 83,1% Tabla n° 22. Qué están haciendo los Servicios Sociales (P39). Qué están haciendo los SS.SS. Válidos Más o menos lo correcto Demasiado poco Total Perdidos No contesta Sistema i Total Total 118 Frecuencia Porcentaje 14 69 83 8 5 13 96 14,6 71,9 86,5 8,3 5,2 13,5 100,0 Porcentaje válido 16,9 83,1 100,0 Porcentaje acumulado 16,!) 100,0 En primer lugar, debemos destacar que la información aportada por la tabla n° 22 no incluye el valor "demasiado" ya que ninguno de los entrevistados ha considerado dicha posibilidad en su evaluación personal sobre la función de los 55.55. Por otro lado, es mayoritaria la opinión de aquellos que consideran que los servicios sociales hacen "demasiado poco" para solucionar los problemas que les son propios (83,1%, casos válidos). Como contrapunto, nos encontramos con un reducido número de entrevistados (16,9%) que manifiestan que aquello que se realiza es más o menos lo correcto. Un dato que consideramos absolutamente relevante es el que permite establecer un análisis comparativo entre el importante porcentaje acumulado por la etiqueta "demasiado poco" y la ausencia de respuestas en el valor "demasiado" con opiniones que parecen ser contrarias en las preguntas P37 y P38. Efectivamente, el considerar que los SS. SS. Están realizando una labor de menor calado que aquella que le corresponde, no coincide, a nuestro parecer, con las opiniones vertidas en las preguntas sobre los motivos que originan la pobreza y las posibilidades existentes para abandonar la misma. Creemos, en este sentido, que si los ciudadanos no superan sus situaciones de debilidad por 'motivos de índole personal y de forma simultánea o paralela no obtienen rendimiento de aquellas posibilidades que ofrecen los sistemas públicos de protección, Supone una contradicción considerar que 119 los SS. SS. estén realizando una labor por debajo de aquello que se considera sus límites mínimos. Gráfico n° 22. Qué tipo de intervención se realiza (P40). Llegados a este punto, cerrar este bloque suponía p~ra el ei~~!~~ ::::e~~ga!: !:f;:re=e~:u:~ ;: ~~:d=:'a:sl:n::~l~;;;dO. En y P .d 1 La Intervención debe normalizar situaciones re unta P40 ha pretendido indagar sobre el objetIvo que ti la citada variable evalúan la intervención desde una perspec va normalizadora, adaptativa y capacitadora. Las respuestas de la tabla ~o ~3 nos orientarán sobre la inclinación a cada uno ~e est~s a~~ectos por par e e las trabajadoras/es sociales participantes en la mvestigaclOn. ~:~e =p~ír ~ kte~vención social. Las tres ideas básicas que concurren en Tabla n° 23. Qué tipo de intervención se realiza (P40). Qué tipo de intervención realizamos Válidos La intervención debería normalizar situaciones Total 120 Porcentaje 15 15,6 Porcentaje válido 16,1 Porcentaje acumulado 16,"1 Debería prestar ayuda para que las personas se adapten 9 9,4 9,7 25,11 La capacitación de personas con problemas 69 71,9 74,2 100,0 93 3 96 96,9 3,1 100,0 100,0 Total Perdidos Frecuencia Sistema Es estimulante comprobar que la mayor parte de los entrevistados optan por una intervención orientada a la capacitación de las personas con problemas (74,2%, casos válidos). Este punto de vista entiende la intervención social como el fomento de todas aquellas potencialidades del individuo que le permitan participar y transformar su medio social desde una actitud valorativa, crítica y de crecimiento. La visión contraria a esta inicial actitud es la de la intervención entendida como tarea adaptativa del individuo a un medio que pudiera ser injusto u hostil (9.7%). En una línea similar, nos encontramos con una intervención orientada a la normalización de las situaciones de dificultad, que sin lugar a dudas, puede entenderse igualmente como un intento de hacer funcional el individuo al medio en el que se desenvuelve (16.1 %). A modo de breve resumen sobre este bloque dedicado a conocer la opinión sobre el Sistema Público de protección y la vinculación de los trabajadores sociales de la provincia a esquemas de pensamiento crítico o adaptativo, los resultados demuestran que existe un importante y mayoritario gntpo de profesionales que conciben dicho sistema público como un instntmento no capaz de aportar soluciones definitivas a los problemas 121 I derivados de las situaciones de pobreza y precariedad. Las tablas 18, 19 Y 22 orientan perfectamente sobre la opinión pesimista que los trabajadores sociales tienen a este respecto. En relación a las variables que miden la intervención, existen dos grupos claramente diferenciados. Por un lado aquellos que la entienden como la necesidad de potenciar las capacidades del individuo como medio de superación de sus dificultades, por otro, el de los que creen que la situación de pobreza obedece a condicionantes estrictamente individuales sin conferir responsabilidad a elementos externos. La primera opción es el resultado de análisis globales de su contexto, visión que no desprecia aquellos aspectos subjetivos o complementarios que la pudieran condicionar. Esta filosofía es seguida por los técnicos que consideran que la pobreza es el resultado de situaciones complejas y estructurales sobre las cuales el individuo no tiene control. Sobre estos contenidos, las tablas 20, 21 Y 23 ofrecen información complementaria que permite una amplia interpretación de las tendencias aquí simplemente apuntadas, pero como decíamos anteriormente, susceptibles de orientar futuros trabajos de investigación. Tabla n° 24. Satisfacción en el trabajo (P41). Oué piensa el T. Social de su trabajo Válidos Creo que hay otros sitios mejores Me gustarfa más libertad para mi trabajo Valoro mi trabajo no sólo por el dinero Si la gente conociera mi trabajo, le gustarfa hacerlo Total Perdidos Total Sistema Porcentaje válido Porcentaje acumulado Frecuencia Porcentaje 11 11,5 12,0 12,0 18 18,8 19,6 31,5 54 56,3 58,7 90,2 9 9,4 9,8 100,0 92 4 96 95,8 4,2 100 O 100,0 Gráfico n° 23. Satisfacción en el trabajo (P41). 8.8. Actitudes en el trabajo. 8.8.1. Satisfacción en el trabajo. La valoración de la opinión subjetiva que las trabajadoras/ es sociales tienen del trabajo que realizan es un indicador que nos permite conocer su satisfacción en el desempeño del mismo. Es evidente que esta variable, que pretende medir un aspecto tan íntimo de la percepción profesional, mantiene una relación estrecha con los bloques dedicados a la formalización, la valoración del sistema de protección o el análisis crítico o funcionalista que se haga de la realidad. Slla gente conociera mltabalo, le gustarla trabalar aqul Creo que hay otros mejores 9,8% Como podremos comprobar, las respuestas oscilan, por un lado, entre aquellos aspectos que pretenden medir de forma objetiva la satisfacción, y por otro, la relación que pudiera existir entre la propia satisfacción profesional y su equiparación a la adecuada remuneración que se percibe por la misma. Antes de continuar, veamos la tabla de frecuencias. d P~rece qu~ ~}a hora de medir la satisfacción en el puesto de trabajo ¡red omma ~a opmlOn de que éste se realiza por motivos que tienen que ve; un a~e~ta mente con la vocación profesional y no por los meramente crematIstIcos. Esta conclusión es si~ple ante la evidencia del porcentaje al 122 123 que se adhieren la mayoría de los profesionales (58,7% casos validos). Este aspecto relacionado con la remuneración económica es, bajo nuestro punto de vista, el menos aproximado a aquello que se pretende medir a través de ésta pregunta del cuestionario. Si abandonamos este valor que podríamos denominar "refugio", el resto de opciones, que acumulan porcentajes notablemente inferiores, nos informa de que el 12% considera que se sentiría más feliz trabajando en otro sitio. Un 19,6% opina que disfruta de poca libertad en el trabajo (ver formalización), y finalmente un 9,8% de casos que se encuentra realmente satisfecho en su puesto de trabajo. 1: I Es obvio, tras la simple lectura de los porcentajes, y considerando que la "satisfacción laboral" siempre es una variable altamente compleja, que el nivel de satisfacción de los técnicos entrevistados no puede ser considerado como el más deseable. Una vez más percibimos la necesidad de profundizar en aquellos elementos que, estando simplemente apuntados en esta investigación, serían susceptibles de definición a través de estudios específicos que vendrían a consolidar lo aquí planteado. Para finalizar, asumimos con convicción que todos y cada uno de los datos anteriormente expuestos admitirían nuevas y diferentes valoraciones tanto del contexto en general, como de las opiniones vertidas sobre las trabajadoras / es sociales en particular. Esperamos que el lector sea agradecido con las aportaciones realizadas por el equipo investigador, deseando, en igual medida, que sea tolerante con sus errores. Creemos que nuestro trabajo cumplirá las expectativas que le vieron nacer si conseguimos generar en el colectivo profesional iniciativas orientadas a la reflexión. Tales iniciativas deben redundar en la consolidación de una profesión que se desenvuelve en una sociedad altamente compleja, que demanda trabajo bien hecho, y el análisis de los interrogantes que ella misma genera; en la búsqueda de tales objetivos estuvieron puestas durante meses nuestras mejores energías. 124 l.; ANEXOS 1.- INDICE DE TABLAS Y GRÁFICOS (Capítulo 8) 2.- CUESTIONARIO REMITIDO A PROFESIONALES , I I Índice de Tablas y Gráficos (Capítulo 8) TABLAS Tabla n° 1. Intervalos de edad (PI) de la muestra. Tabla n° 2. Estudios postgrado (P6). Tabla n° 3. Satisfacción oferta formativa. (P8). Tabla n° 4. N° de habitantes en intervalos (P10). Tabla n° 5. Tipo de entidad privada (P12). Tabla n° 6. Tipo de institución pública (P13). Tabla n° 7. Frecuencias de demanda por orden de prioridad (P16). Tabla n° 8. Demandas más habituales por orden de prioridad (P16) 1 ,1 Tabla n° 9. Antigüedad en el centro de trabajo (P17). Tabla n° 10. Año en el que se inicio la actividad profesional como I 1 1 ! T.s. (P18). Ili " 1 Tabla n° 11. Grado de formalización en la institución (P20). Tabla n° 12. Intensidad en la búsqueda de información (P21-P2S) Tabla n° 13. Tipo de información elegida (P26-P28) Tabla n° 12. Intensidad en la búsqueda de información (P21-P2S) Tabla n° 14. Tipo de síntoma observado: Sistémico (P33-P34). Tabla n° 15. Tipo de síntoma observado: Conductista (P29-P32). Tabla n° 16. Tipo de síntoma observado: Psicosocial (P30-P31). Tabla n° 17. Referencias teóricas por conglomerados (P29-P34). Tabla n° 18. OpinIón sobre el funcionamiento de los 55.55. (P3S). Tabla n° 19. Opinión sobre el núm-ero de pobres hoy (P36). Tabla n° 20. l. Opinión sobre los motivos que originan pobreza. (P29-P34) (P37). Tabla n° 21. Gráfico n° 15. Análisis homogeneidad. Puntuaciones de objetos. Opinión sobre la posibilidad de salir de la pobreza Gráfico n° 16. Análisis homogeneidad. Cuantificaciones categorías (P29-P34) (P38). Tabla n° 22. Qué están haciendo los Servicios Sociales (P39) Gráfico n° 17. Opinión sobre el funcionamiento de los SS.sS. (P35). Tabla n° 23. Qué tipo de intervención se realiza (P40). Gráfico n° 18. Opinión sobre el número de pobres hoy (P36). Tabla n° 24. Satisfacción en el trabajo (P41). Gráfico n° 19. Opinión sobre los motivos que originan pobreza. (P37). GRÁFICOS Gráfico n° 20. Opinión sobre la posibilidad de salir de la pobreza (P38). ! i " I i. Gráfico n° 1. Intervalos de edad (PI). Gráfico n° 21. Qué están haciendo los Servicios Sociales (P39) Gráfico n° 2. Distribución por sexo (P2). Gráfico n° 22. Qué tipo de intervención se realiza (P40). Gráfico n° 3. Estudios de Postgrado (P6) Gráfico n° 23. Satisfacción en el trabajo (P41). Gráfico n° 4. Oferta formativa de la institución (P7). Gráfico n° 5. Oportunidad de formación externa (P9). Gráfico nO 6. Número de habitantes por intervalos (PI0). Gráfico n° 7. Titularidad de la institución (Pll). Gráfico n° 8. Tipo de entidad pública privada (PI2-PI3) Gráfico n° 9. Grado de formalización en la institución (P20) Gráfico n° 10. Intensidad en la búsqueda de información 1 (P21-P25) Gráfico n° 11. Tipo de información elegida (P26-P28). Gráfico n° 12. Tipo de síntoma observado: Sistémico (P33-P34). Gráfico n° 13. Tipo de síntoma observado: Conductista (P29-P32). Gráfico n° 14. 130 Tipo de síntoma observado: Psicosocial (P30-P31). 131 CUESTIONARIO REMITIDO A PROFESIONALES I¡ ! 1'1 , P.1. Para comenzar, ¿te importaría indicarnos tu edad en años cumplidos? , 1 I ! Edad en años cumplidos: _ _ _ _ _ años P.2. ¿Cuál es tu sexo? 1. 2. I 1 1 . Varón Mujer 1 P.3. ¿En qué año finalizaste la Diplomatura de Trabajo Social? Año finalización estudios Diplomatura: _ _ _ __ i P.4. ¿Crees que el conocimiento adquirido en la Diplomatura te ha aportado formación suficiente para hacer una buena intervención? 1 I I 1. 2. 3. '11 Sí No No contesta 1, ¡ 1i P.S. ¿Has realizado algún otro tipo de estudio de grado universitario, otra titulación o carrera, un master o curso de experto/a? r--- 1. Sí (pasar a P6) 2. No (pasar a P7) 3. No contesta (pasar a P7) P.6. ¿Podrías indicarnos en que campo o área de conocimiento has realizado esa formación? P.7. La institución en que trabajas, ¿organiza cursos deformación? 1. 2. 3. Sí (pasar a PB) No (pasar a P9) No contesta (pasar a P1 O) P.11. ¿Cuál es la titularidad del centro donde trabajas? 1. -2. 3. P.12. ¿De qué tipo de entidad privada se trata? (márcala con un círculo, por favor) P.B. La formación que recibes .... 1. 2. 3. 4. Pública (pasar a P13) Privada (pasar a P12) No contesta (Pasar a P1B) 1. 2. 3. La creo fundamental, sin ella no podría realizar mi trabajo de forma profesional. (pasar a P1 O) Únicamente cubre mis necesidades de manera básica para realizar mi trabajo de manera satisfactoria. (pasar a P10) Aunque la recibo, considero que sería fundamental mejorarla para desempeñar mejor mi trabajo. (pasar a P10) No contesta. (pasar a P10) Una asociación (Pasar a P16) Una fundación (Pasar a P16) Una entidad privada o dependiente de una entidad privada (Pasar a P16) No contesta (Pasar a P20) 4. P.13. Teniendo en cuenta el ámbito. en el que trabajas, ¿a qué tipo de institución correspondería? P.9. ¿Te ofrecen en tu centro la posibilidad de realizar formación externa al mismo? 1. Sí, pero aunque me la financian, he de hacerla fuera del horario laboral. 2. Sí, aunque dentro o fuera del horario laboral, he de pagarla yo. 3. Sí, pero me limitan en número de cursos anuales a los que puedo acudir. 4. No me lo permiten. 5. No contesta. - 1. 2. 3. 4. 5. SS.SS.CC. Plurimunicipal, la ZTS cubre más de un municipio (Pasar a 15) SS.SS.CC. Municipal, coincide la delimitación de ZTS y municipio (Pasar a 15) SS.SS.CC. Diversas ZTS en el municipio (Pasar a 15) Sistema Público de Salud (Pasar a 14) No contesta. P.14. ¿Qué tipo de servicio prestas en el campo de la salud? 1. 2. 3. 4. (A Continuación intentaremos conocer el medio profesional en el que trabajas, las siguientes preguntas irán orientadas a conocer aspectos concretos de la institución donde prestas tus Atención Primaria (Pasar a 16) Salud Mental (Pasar a 16) Unidad Hospitalaria (Pasar a 16) No contesta (Pasar a 20) servicios, tipo de trabajo que desarrollas, población, etc.) P.10. De forma aproximada, ¿cuántos habitantes tienen el municipio en el que trabajas? P.15. En concreto, en cuáles de las siguientes prestaciones básicas desarrollas su trabajo. Marca con un círculo las que sean oportunas Número de habitantes (en miles): _ _ _ _ _ __ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 134 SIVO/SIOV SAO (Servicio de Ayuda a Domicilio) CORE (Convivencia y Reinserción) COSO (Cooperación Social) Algún otro servicio o programa concreto ¿cual? No contesta 135 P.16. De acuerdo a la experiencia vivida en tu puesto de trabajo, ¿cual consideras que son las tres demandas más habituales realizadas por los usuarios? Enuméralas por orden de mayor a menor por favor. I 1. : I 2. En el clima de trabajo existente, se considera que se te tienen en cuenta si sigues las reglas establecidas. 1 2 3 4 5 Es habitual que cuando se crea una situación novedosa, cada uno debe 'apañárselas' como crea conveniente. 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 La organización de mi servicio tiene 3. una estructura en la que cada uno tiene un trabajo específico a desarrollar. P.17. ¿Desde qué año trabajas en este centro? (A continuación te proponemos algunas preguntas sobre el desarrollo de tu trabajo diario. Para ello te pedirfamos tu opinión ante algunas situaciones hipotéticas que te iremos proponiendo). Desde el año _ _ _ __ I P.18. ¿En qué año comenzaste como trabajadora/or social? .1 Desde el año _ _ _ __ :, j:' '1 ! P.19. ¿En qué otros tipos de servicios diferentes al actual has trabajado anteriormente? Rodea más de una si es necesario. 1. Servicios Sociales Comunitarios 2. Servicio Sociales Especializados 3. En otro centro o entidad ¿cuál? _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 4. Ningún otro 9. No contesta 2. Más bien cierto 5. No contesta En mi tarea diaria, la forma en que se trabaja viene dada por el propio desarrollo del trabajo sin que existan reglas fijas. En mi servicio, se incentiva que se hagan las cosas como cada uno cree conveniente. Número de Entrevistas _ _ _ _ _ _ __ P.22. En este mismo caso, teniendo en cuenta la existencia de cuatro miembros en la unidad familiar y la plena colaboración de los cónyuges; ¿considerarías necesaria la opinión ofrecida por parte de los dos hijos adolescentes sobre la génesis de la situación familiar? P.20. A continuación aparecen una serie de frases que puede o no ser verdad en el caso de tu trabajo. Para cada una de ellas, podrías señalar si se acerca o no a la situación existente en tu lugar de trabajo mediante las categorías de la siguiente escala: 1. Totalmente cierto 4. Totalmente falso P.21. Como te hemos comentado, y partiendo de una mera hipótesis en la que apareciera un matrimonio con dos hijos adolescentes y en el cual concurrieran demandas sobre aspectos económicos y de conflicto familiar; ¿cuantas entrevistas considerarías mínimamente necesarias para tener un diagnóstico del caso? Escribe el número por favor. 3. Más bien falso 1. Sí, la considero necesaria 2. No la considero necesaria 3. No contesta P.23. En los casos en los que se plantea una demanda de tipo económico, como el corte inminente de la corriente eléctrica o la imposibilidad de pagar el alquiler, ¿qué tipo de información crees necesaria conocer para resolver adecuadamente el caso? Totalmente cierto Más bien cierto Más bien falso Totalmente falso No contesta 1 2 3 4 5 1 234 5 1. Aquella que me permita asegurar que la demanda es real, y así, poder resolverla (justificantes, recibos ... etc.). 2. Otra información no relacionada directamente con la demanda pero que permita contextualizarla. 3. Ambas. 4. No contesta P.24. Por lo común,' cuando recabas información sobre un caso, ¿consideras oportuna la participación de la.mayor parte de la familia? 136 137 l' " 1. Sí, lo considero oportuno 2. No, no lo considero oportuno 3. No contesta P.30. Cre.es qU? la escasa capacidad para elaborar de forma interna un problema por parte del usuario habitualmente da lugar a tensiones emocionales, disfunciones o patologías. P.25. Cuando buscas información para elaborar un diagnóstico de caso, ¿crees que es fundamental conocer el pasado del usuario? 1. Sí, creo que es fundamental 2. No, no creo que sea fundamental 3. No contesta 1"1 1 I tienes tendencia a prestar más atención? (Rodear sólo una respuesta) 2. 1I I 3. Manifestaciones o sentimientos subjetivos del individuo (por ejemplo, frustración, inconformismo, ansiedad.) Aspectos objetivos de su situación (por ejemplo, situación económica, laboral, divorcio, ... ) No contesta P.27. En un caso donde se aborda una problemática familiar, ¿qué tipo de información de la que se señala más abajo consideras más relevante? 1. 2. 3. 4. La ofrecida por la persona que ejerce como cabeza de familia La ofrecida por otro miembro de la familia La ofrecida por el máximo posible de miembros de la familia No contesta P.28. Creo que conocer datos sobre el barrio, el. tipo de ~!vie~d.a, o participaci?n ~~I client~ en movimientos asociativos, me puede aportar Informaclon valida para la reallzaclon de mi diagnóstico. 1. 2. 3. Creo que esa información me puede ayudar en el diagnósti.co. , . No creo que esa información me aporte gran cosa para el diagnostico. No contesta P.29. ¿Crees que los incentivos de carácter material, como por ejemplo las ayudas económicas, son un buen medio para obtener la colaboración y participación de los usuarios? 1 1. 2. 3. i 138 Sí lo creo No lo creo No contesta P.31. ¿Qué piensas de lo siguiente?: "Si un usuario se manifiesta incapaz de asumir las responsabilidades que le son propias de acuerdo a su edad, sexo o condición, ello obedece a fuerzas internas difíciles de cambiar y que necesito comprender". P.26. Al solicitar información del caso, y de las dos opciones propuestas, ¿a cuál de ellas 1. 1. 2. 3. 1. Estoy de acuerdo 2. No estoy de acuerdo 3. No contesta P.32: En una situación en la que una mujer es maltratada verbalmente por su marido, considero que la transmisión de información sobre habilidades y técnicas apropiadas para e~frentarse a este problema es una buena estrategia para el intento de superación del mismo. 1. 2. 3. Verdadero Falso No contesta P.33. ¿Crees acertado pensar que la imposibilidad o dificultad en la comunicación de los problemas que sufren los individuos o familias en la entrevista son un factor relevante para entender sus conflictos? 1. 2. 3. Sí, es acertado No, no es acertado No contesta P.34. ¿Hasta qué punto consideras acertada la siguiente afirmación?: "Al igual que la fiebre se convierte en indicador de disfunción orgánica, pienso que una patología individual manifiesta un problema en el contexto o círculo de proximidad donde se desenvuelve el cliente". 1. Es acertada 2. No es acertada 3. No contesta Sí lo creo No lo creo No contesta 139 (Para acabar, en el siguiente bloque de preguntas se abordan distintos aspectos sobre los Servicios Sociales, así como sobre la realidad socio-económica de Andalucra. ¿Podrías darnos tu opinión sobre las siguientes preguntas?) P.35. A continuación se ha reproducido tres afirmaciones en las que se señalan problemas sobre funcionamiento de los Servicios Sociales, ¿cuál consideras, desde tu punto de vista, que se ajusta en mayor medida a la realidad? (Señala sólo una de ellas) 1. 1, 2. 1I I 3. I '11 La incapacidad de los usuarios para asumir correctamente las orientaciones y recomendaciones que se les transmite desde el servicio para solucionar sus problemas. La desatención de las disfunciones y/o contradicciones que existen en las instituciones por parte de sus responsables. La ausencia de compromiso en el desempeño de sus tareas por parte de los trabajadores sociales ,\ , P.36 ¿Dirías que hoy en día en Andalucía viven en la pobreza una mayor cantidad de personas, aproximadamente la misma cantidad o una cantidad menor de personas que hace diez años? 1. Una mayor cantidad 2. La misma cantidad 3. Una menor cantidad 4. No contesta 4. No contesta 1. La inte rv~nción social campartamientos. 2. ~~~~~:a~n~~óe~:~~~la~~!~:~ prestar ayuda para procurar que las personas con 3. debería procurar normalizar las La intervención social debería procurar la capacitación de problemas. situaciones I as personas con (Como última pregunta, nos gu t ' que desempeñas). s ana conocer cuál es tu opinión personal sobre el trabajo P.41. A continuación se han redactado cuatro f suele, te~er con respecto a su trabajo, señale C::IS~! que tu mismo sientes: 1. 2. 3. 4. . . :~:~ca d~1 sentimientos que la, gente ' y s o una, se acerca mas a lo Creo que ~ay otros s,itios mejores en donde trabajar Me gusta.na te~er mas, libertad para hacer mi trabajo Valoro mi t~abaJo no solo P?r el di~ero que recibo por hacerlo Creo que SI la gente conociese mi trabajo, le gustarra trabajar aquí P.37. ¿Por qué, en tu opinión, hay gente en Andalucía que vive en situación de necesidad? De estas dos opiniones, ¿cuál se aproxima más a la tuya propia? 1. 2. 3. Son pobres debido a la pereza y a la falta de voluntad Son pobres porque la sociedad los trata injustamente No contesta P.38. En tu opinión, ¿crees que la mayoría de los pobres en Andalucía tienen posibilidad de escapar de la pobreza o crees que tienen muy pocas posibilidades de escapar? 1. 2. 3. Tienen posibilidades Tienen muy pocas posibilidades No contesta P.39. ¿Crees que lo que se está haciendo desde los servicios sociales por los pobres es más o menos lo correcto, demasiado o demasiado poco? 1. 2. 3. y Más o menos lo correcto Demasiado Demasiado poco 140 141 BIBLIOGRAFíA • AIKEN, M. HAGE, H. (1966). Organitational Alienation. American Sociological Rewiew N° 31. • ANDER-EGG, E. (1985) Historia del Trabajo Social. Edit. Humanitas. Buenos Aires. • ANDER-EGG, E. (1992) Introducción al Trabajo Social. Siglo XXI. Madrid. • BERGER, P. LUCKMAN, T. (1993) La construcción social de la realidad. Amorrortu. Buenos Aires. • BOUDON, R. LAZARFELD, P. 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Documentación Social N° 81. DIC. 90. Cantas. MadrId I I II 1 : ' Capítulo 3 ANALlSIS DEL CONTEXTO DEL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Y JUSTIFICACIÓN TEÓRICA DEL MISMO. 31 Capítulo 4 37 PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO: LA CONSTRUCCIÓN DEL MODELO EN BASE A SU OBJETO DE ESTUDIO 4.1. La elección de modelos como punto de partida. El paso del Modelo de Intervención a la Estrategia de Intervención 4.2. El paso del modelo a la estrategia en la intervención social 4.3. El paso d@ la estrflteglA i:llA intE!J."vend6n edéetkft Capitulo 5 LA RELACIÓN CON EL OBJETO DE ESTUDIO 5.1. Las dimensiones teóricas como punto de partida 5.2. La elaboración de un instrumento de medición como reto en la investigación 45 Capítulo 6 EL CONTEXTO PROFESIONAL Y SU INFLUENCIA EN EL MODELO 51 Capítulo 7 LA INVESTIGACIÓN: ESTRUCTURA Y CONTENIDOS. 7.1. Hipótesis de trabajo 7.2. Objetivos 7.3. Procedimiento metodológico y análisis de datos 7.4. Universo sobre la que se realizará la investigación 7.5. Elaboración del cuestionario y operacionalización 59 I ,1 , \ 144 1 I 11 71 Colección TEXTOS UNIVERSITARIOS Capítulo 8 ANÁLISIS DE DATOS 8.1. Introducción . ' 8.2. Análisis de las variables soclOdem~gráflcas 8.3. Análisis de las variables de formacló~ 8.3.1. La formación complementana de los T.S. 8.3.2. La oferta formativa de la institución 1.- DISEÑO Y EVALUACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES Gustavo-A. Garda y J.M. Manuel Ramírez ISBN 84-88269-15-3, 3a ed., 1997,393 págs. 2.- TRABAJANDO CON FAMILIAS. Teoría y práctica Elisa Pérez de Ayala Moreno ISBN 84-88269-40-4, 1999, 369 págs. Coedición con el Consejo G. de Diplomados en Trabajo Social 8.4. Análisis de las variables de contexto territorial e insti~cional 8.4.1. Titularidad de la institución y centro de trabajo . 8.4.2. Tipo de demanda recibida 8.4.3. Antigüedad en la profesión y experiencIa profesional . . . 8.4.4. Grado de formalización de la mstitucIón 8.5. Análisis de la estrategia de interve~ción 8.5.1. Planteamiento metodológico '1 8.6. La elección de la estrategia de interven~ión 8.6.1. Intensidad y tipo de informacIón .., . 8.6.2. La elección de la referencia teórica 8.6.3. Elección y selección de la estrategia. AnálisIS graflco 3.- IMAGEN Y COMUNICACIÓN EN TEMAS SOCIALES Gustavo-A. Garda y J.M. Manuel Ramírez Un manual único y una referencia imprescindible en materia de comunicación en temas sociales. Muy ilustrado ISBN 84-88269-66-8, 2001, 232 págs. Coedición con el C. Gral. de Diplomados en Trabajo Social 4.- INTERVENCIÓN METODOLÓGICA EN TRABAJO SOCIAL. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN Y CONTEXTO EN TRABAJO SOCIAL Autores: José María Morán Carrillo y Ana María Gómez Pérez Coordinación: Clemente J, Navarro Yáf\ez ISBN 84-96219-05-4, 2004,175 págs. 8.7. Intervención crítica o adaptativa 8.7.1 Opinión sobre funcionamiento de los SS.SS. 8.7.2. La situación de la pobreza En prensa: 8.8. Actitudes en el trabajo 8.8.1. Satisfacción en el trabajo , ANEXOS 1 - INDICE DE TABLAS Y GRÁFICOS (CapItulo 8) CUESTIONARIO REMITIDO A PROFESIONALES TRABAJO SOCIAL EN LA POSTMODERNIDAD 127 Jesús Hemández Aristu ISBN 84-96219-24-0, 2004, 566 págs. 143 INTRODUCCIÓN AL EJERCICIO LIBRE PROFESIONAL Y EMPRESARIAL DE LOS TRABAJADORES SOCIALES Ana Hemandez ISBN 84-96219-07-0, 2004, 266 págs. 2:- BIBLIOGRAFÍA LA ACCIÓN SOCIAL EN Y CON LA COMUNIDAD Marco Marchioni ISBN 84-96219-27-5, 2004 146 'I 'i,j I ,i ! LA JUSTICIA DE MENORES EN BUSCA DE SENTIDO Osvaldo A. Marcón ISBN 84-96219-27-5, 2004 I ,1 I J " I 1, ,¡~ ! I 148