26 de setiembre del 2016 A Sheccid Lima-Perú San Juan de Lurigancho Querida amiga el tiempo que ha pasado desde que tu imagen se reflejó por última vez entre mis ojos aquella tarde de primavera me ha inspirado para escribirte estas líneas que ha dado a mi corazón el anhelo de vivir contigo una mistad verdadera, aquella que es luz en la tormenta, fuego entre le frio hielo y vida entre la muerte. Con este corazón humano que siente tanto, de alegrías y tristezas, vengo a darte ánimo y albricias a las puertas de ese inmenso portal llamado corazón, como un amigo que desea tu bienestar y tu felicidad, aquel que desea ver la gran belleza de tu sonrisa, tan radiante como el sola mediodía. Ante los tristes momentos conserva la calma y mira con el corazón, porque sé que eres fuerte como el viento que al soplar en las olas nos da esa brisa matutina, esa misma fuerza con que las olas rompen las piedras del inmenso océano. Y aquella mirada que lloro tanto y derramo soledades y que se cerró con dolor al mundo es fuente de ternura que inspira la bondad aunque veces se torne distante y lejana como el cielo azul que se pierde en la negrura de la noche, aunque sigue siendo la luz con la cual ves al mundo y de la que alguna vez toco el cristal de mi alma. Sabemos que la vida nos va a dar golpes tantos y tan fuertes como la fuerza del viento que se convierte en un tormenta, que nos quita el aliento y el ánimo, hasta dejarnos desprevenidos y vulnerables ante el dolor, tan humano que dejara cicatrices en el corazón, profundas y marcadas, que quizás no volvamos a ser nosotros mismos y nos volveremos otros, si, otros los que ahora somos y los que dejaremos de ser, de todo lo que encontramos y todo lo que perdimos. Solo hay que saber una cosa: Todo pasa eso es lo único de lo que hay que estar seguro. Y que mientras hay vida hay una esperanza para volver a vivir. Descubre que existen los momentos que marcan recuerdos y tocan las puertas de nuestra vida hasta nuestros sentimientos y aquel sonido se vuelve en una melodía que nos hace entender que la vida es hermosa que puede ser bella, porque existe ese amanecer con el sol haciendo brillar nuestro rostro en la mañana, ese atardecer en el cual nos brinda un suspiro del pecho y lo lleva a la punta de los labios y aquella noche donde las estrellas nos cuentan las historias entre la luna y la noche donde refleja el propio misterio de nuestra vida. Me siento feliz de que hayas formado parte de esos recuerdos y que a pesar de la distancia pueda seguir teniendo el conexión de amistad, aquella que soñaba distante y lejana como tiempo de antaño y que es verdadera porque lo esencial y es invisible a los ojos. Gracias amiga por darme tu amistad, por todo lo que pasó. Espero pronta respuesta. Robert