GUERRA FRIA Introducción Al finalizar la Segunda Guerra Mundial las naciones vencedoras firmaron los acuerdos de Yalta y se repartieron Europa. De esta manera, el mapa europeo se vio modificado y se diferenciaron entonces en tres espacios políticos: la Europa occidental, capitalista; la Europa oriental, socialista y algunos países neutrales. A partir de este conflicto de ideologías, surgieron intensas luchas económicas y diplomáticas, e incluso se llegó a conflictos bélicos, como lo fueron la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam, donde sus detonadores estaban vinculados a estas ideologías. Estos temas y otros como lo es el Muro de Berlín y el antes y el después de esos 30 años tensos, serán detallados a continuación. Guerra fría Antecedentes del conflicto Rusia era un gran imperio dominado por emperadores llamados zares. La intervención rusa en la Primera Guerra Mundial tuvo como consecuencia un grave deterioro de la economía y una crisis política que culminó con la caída del zar Nicolás ll en 1917. Estados Unidos y Rusia iniciaron sus enfrentamientos en 1917, cuando los revolucionarios tomaron el poder al mando de Lenin, estableciendo el primer estado socialista de la historia. En 1922 se crea la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.), bajo el mando de José Stalin. Estados Unidos intervino en la Guerra Civil Rusa enviando soldados y después se negó a reconocer el nuevo Estado hasta 1933. Los dos países lucharon contra Alemania durante la II Guerra Mundial. La alianza se disolvió cuando el líder ruso Stalin, buscando la seguridad soviética, utilizó al Ejército Rojo para controlar gran parte de la Europa Oriental. El presidente estadounidense Truman se opuso a la política de Stalin y trató de unificar Europa Occidental bajo el liderazgo estadounidense. Ambas partes rompieron los acuerdos obtenidos durante la Segunda Guerra Mundial. Conclusión Durante los últimos cincuenta años, el mundo vivió la llamada Guerra Fría, en la cual las naciones se dividieron en dos bloques liderados por la OTAN (1949) y el Pacto de Varsovia (1955) que, no estando dispuestos a enfrentarse en una guerra nuclear, dirimieron sus intereses en los países periféricos. Hasta la caída del Muro de Berlín (1989), las guerras revolucionarias y de descolonización fueron una constante. En la actualidad se considera que Europa ha superado la Guerra Fría. Se vive un período de distensión internacional en el interior del continente y de coexistencia pacífica en el resto del mundo. Neffis del Carmen López Salinas