Aceptando un vivir limitado Por Marguerette Gilmore Revista El Rosacruz A.M.O.R.C. Si miramos a nuestro alrededor notaremos que la naturaleza lo produce todo en abundancia. Este es el modo de ser de la naturaleza. Es la naturaleza de Dios. No existe tal cosa como la limitación. La única criatura en el universo de Dios que se siente y está limitada es el hombre, la criatura más alta, la que tiene dominio. El hombre usa su dominio y su libre albedrío para crear limitaciones. Esto me recuerda la fábula de un prisionero por muchos años en un calabozo cuya puerta estaba siempre sin llave. El sólo pensaba que estaba con llave. En forma parecida, nosotros solamente pensamos que estamos limitados. El suplir nuestras necesidades no significa solamente las materiales. Significa abundancia de todo lo conectado con la vida (amor, amistad, tranquilidad mental, felicidad, belleza, bondad, inspiración, substancia física) cualquier cosa que le brinde a uno riqueza de vida. Si se vive una vida limitada, se puede empezar en este mismo momento a cambiar la manera de pensar hacia una vida ilimitada. Recuerden aquello de "Según un hombre piensa…” El hombre de la fábula pensó que estaba encerrado en el calabozo. ¿Piensa usted que está encadenado a una vida exenta de verdaderos placeres o abundancia? Si es así, entonces su pensamiento es la única cerradura de la puerta. La idea de Dios no es que el hombre esté limitado y sea infeliz. El nos creó para vivir abundantemente. Está muy bien hablar de abrir las cerraduras de las puertas y de romper las cadenas, pero lo importante es CÓMO. Todas las autoridades hablan de cuán simple es, simple, sí, pero no fácil. Uno no decide en este mismo minuto "esto es así"... y eso se vuelve así. El hombre del calabozo pudo salir a la luz del Sol en el preciso momento en que supo realmente que la puerta no estaba con llave. Cuando se sabe que una cosa es así, entonces se vuelve así. Entonces se pueden cosechar sus beneficios. La aceptación intelectual de algo no es realmente conocer ese algo. Esta aceptación debe llegar hasta las verdaderas profundidades de uno, hacia el subconsciente donde las creencias crean las acciones, las respuestas, las condiciones. El subconsciente es el eslabón que conecta con el Infinito, el depósito de todas las cosas. Es también la acción, que es parte de uno. Primero que nada debemos aceptar la idea que somos libres e ilimitados, esta es nuestra aceptación intelectual. Pero para poner esta creencia dentro del subconsciente debemos comenzar a actuar sobre éste antes de que realmente sepamos que es verdadera. Debido a que no lo hemos comprobado todavía debemos actuar por fe. Supongamos que nuestra idea de abundancia y nuestro más grande deseo para su manifestación en este momento sea de substancia física (dinero) para poder comprar las cosas materiales que queremos. Si aceptamos esta nueva idea de que somos ilimitados, entonces el universo se transforma en un tremendo banco. Pero aunque pensemos así, todavía no podemos hacer un cheque. ¿Por qué? Porque nuestra creencia todavía es una cosa intelectual. No está todavía en el subconsciente donde la acción toma lugar. Esperando Abundancia Para podernos alzar sobre nuestro estado limitado continuamos creyendo, esperando, aguardando. Este es un acto consciente en la teoría de que toda abundancia nos pertenece. Nuestra creencia intelectual y fe demostradas a través de nuestro esperar y aguardar nos están acondicionando el subconsciente a un nuevo y mejor modo de actuar en el reino subconsciente, donde pronto tendrá lugar la acción real. Persistamos en esta clase de pensamiento y un día vendrá un ideal (una forma de hacer más dinero) una idea que no dañará a nadie. Puede ésta no ser la mejor idea en el mundo, pero es un signo. Si damos gracias por esto y pensamos mejor su valor, descubriremos que nuestra fe está creciendo y que gradualmente surgen más y mejores ideas. Con cada idea sentimos gratitud y aceptamos el hecho de que nuestra fe está dando sus frutos. Finalmente, surge una idea verdaderamente buena; o una nueva confianza en nosotros mismos, o nuevos caminos, nuevas perspectivas más grandes y oportunidades. Comenzamos a ver que podemos hacer todo el dinero que necesitamos, y más, sin tan gran esfuerzo. Y ahora parece que el dinero empieza a fluir de todas partes. El universo parece ser un gran banco. Ya no dudamos. Nuestra mente subconsciente está actuando y ya estamos obteniendo resultados. El mismo principio trabaja con el amor, la amistad, la paz mental, la belleza, la inspiración, cualquier cosa que compone a la vida con abundancia. Pero esto no necesariamente ocurre en un corto y suave espacio de tiempo. Esto es una cosa individual. En algunas personas esto podría suceder casi de inmediato. Pero con la mayoría tomará más tiempo, acosados por muchas cosas duras y retrocesos, pruebas y tribulaciones. Parece simple (y lo es) pero no es siempre fácil conservar la fe a través de los períodos de duda. No es siempre fácil reconocer las ideas cuando éstas surgen. Nuestra mentes dudosas están aptas para decir: “¡Ah, tú no puedes hacer eso, no tienes educación! ¡Esa persona no sería tu amiga! ¿Quién eres tú?", y así por el estilo. Quizás nuestro enlace sea una creencia errónea en la forma en que trabaja la abundancia de Dios. Esto podría ser una creencia inconsciente o una cosa aún no realizada que bloquea el camino. Un hombre dijo una vez: "Pero yo no puedo sentir que sea correcto rezar y pedir “cosas”… o porque hago el bien a otros debo esperar recompensa". Probablemente el sentir esté basado en la vieja creencia ortodoxa de que trabajamos y hacemos bien aquí para poder alcanzar recompensa en el más allá. En realidad, cuando llegamos al fondo de esto no existe diferencia, esperamos recompensa en la otra vida. Así, esperamos recompensa. La única diferencia es el tiempo de aceptación: ahora o más tarde. En metafísica, creemos en una corriente de eternidad ahora mismo; que podemos comenzar a experimentar el paraíso aquí, y ahora; que mientras crecemos y nos movemos hacia arriba en nuestras cosas vivientes, nos volvemos mejores y mejores; que realmente no existe rompimiento tal como vida y luego muerte; que en realidad, morir es nada más que caminar a través de una puerta hacia otro cuarto donde las vibraciones son más altas, el pensamiento más activo, etc. Aceptando Nuestras Recompensas. Por lo tanto, creemos que no solamente es posible sino perfectamente permisible aceptar recompensas mientras vivimos. Nuestro amigo dijo: "No parece correcto aceptar una recompensa por cada buena obra que hacemos". Pero cuando miramos muy hondo dentro de nosotros mismos sabemos que sí esperamos alguna recompensa. Puede ser que esperemos un buen sentimiento, una satisfacción, auto aprobación, aprobación de otros, una bendición espiritual. En realidad, las leyes del universo están de tal manera dispuestas, que automáticamente toda clase de recompensas siguen a cada buen pensamiento u obra. No existe tal cosa como nada en retorno de algo. Como enseñó Buda: "Así como sembramos, así cosecharemos". Siempre hay un resultado de cada pensamiento o acto, desde las cosas materiales a las bendiciones espirituales, y las podemos aceptar o rechazar todas, parte o ninguna de ellas. El Infinito es absolutamente indiferente hacia lo que aceptemos o rechacemos. Sus leyes producen los resultados o recompensas como una consecuencia natural, ya sea que las aceptemos o no, eso sólo a nosotros nos importa. En el Corán, libro sagrado de los musulmanes, encontramos lo siguiente: "Aquél que hace el bien recibirá diez veces más en su favor". El que cobres o no… es cosa tuya. Recordemos la historia de Elías y las oraciones para que lloviera. Cuando la pequeña nubecilla, del tamaño de la mano de un hombre, apareció, Elías dijo a la gente: "Preparen su 'carroza' y bajen, que la lluvia no los detenga". Nadie esperaba lluvia de esa pequeña nube, suficiente como para parar nada, ni las nubes más grandes que estaban formándose. Y debido a que tuvieron fe y se prepararon, llegaron las nubes más grandes y finalmente llovió. Pensamientos Positivos De la manera como nos preparamos es aferrándonos a nuestros pensamientos positivos, ¡no importa qué! Cuando se alce la duda rechacémosla como a un terrón. Conservemos todos los canales abiertos y limpios de todos los terrones. Estos se levantarán, ciertamente, pero continuemos creyendo y sabiendo y sigamos bendiciendo las ideas que nos llegan. Reconozcámoslas y demos gracias, y éstas se volverán aún más grandes y mejores, así como lo hicieron las nubes. De cualquier forma, es mejor estar listos, porque una vez que comencemos a creer en la vida ilimitada las ideas surgirán como la lluvia y necesitamos estar listos para actuar de acuerdo a ellas. ¡Nos preguntaremos cómo pudimos jamás limitar nuestras vidas!