Dieb Maloof Cusse. Una vida al servicio de la salud. El neurólogo Dieb Maloof Cusse y la medicina están ligados como la vida y la muerte. Sus caminos se cruzaron un día perdido ya en la memoria, cuando Dieb descubrió el trastorno en el equilibrio que sufría su padre y que años más tarde conocería de cerca, en los tratados de medicina, como el síndrome de laberintitis. De manera inevitable Dieb Maloof fue creciendo, mientras el conocimiento y su amor por la medicina avanzaban de manera rápida, llevándolo a un ritmo acelerado para sus 14 años de edad, los mismos con los que terminó el bachillerato en el colegio de los Hermanos Corazonistas en Barranquilla, tras superar inconvenientes por su corta existencia, ya que no lo querían recibir porque apenas tenía 8 años para comenzar el bachillerato. Sus padres, que quisieron tener un hijo médico, hicieron el curso y lo ganaron con honores, porque Dieb, el primogénito y el único varón de una prole de 5, incluidas 4 mujeres, comenzó una vertiginosa carrera en la Universidad del Norte, siempre con una meta en mente; especializarse en neurociencia, porque quería ser médico neurocirujano. La edad se había convertido en un factor desfavorable para Dieb Maloof en su propósito de lograr el anhelado título de Médico. Y es que ingresar a los 14 años de edad a estudiar Medicina era algo inusual, por no decir imposible y eso le representó el tener que someterse a un proceso de selección y realizar un curso preuniversitario para iniciar la carrera. Hoy recuerda como le validaron las materias y advierte que su esfuerzo le fue recompensado de tal manera que pudo alcanzarse a su compañera de universidad y hoy colega Neurocirujana, Lucy Mebarak, la hermana mayor de Shakira, quien como dice Maloof en tono jocoso le enseña a su hermana como debe jugar Piqué en el Barcelona. También recuerda a los profesores que fundamentaron el comienzo de su brillante carrera; entre ellos, en ciencias clínicas el Dr Sergio Blanco, la Dra Patricia Osorio, el Dr Malabet, el Dr Páez, el Dr Pinto, el Dr López Pinto y el Dr Humberto Caiaffa quien posteriormente fue alcalde de Barranquilla. “En las ciencias básicas -recuerda Maloof- un profesor que siempre nos llamó la atención fue el Dr. Isaza, un gran anatomista y neuroanatomista. Toda una autoridad en la materia. Nos inculcó el amor por la ciencia médica”. Su paso por la Universidad del Norte le significó, además de los fundamentos para su carrera de Neurocirujano, el haberse convertido en el estudiante más joven de su promoción. “Siempre quise ser neurocirujano” -recuerda con la satisfacción de haber logrado la meta- y añade que “ante la falta de plazas suficientes para el estudio de la neurocirugía en Colombia, especialmente en la región Caribe, me fui a Europa del Este, concretamente a Bucarest (Rumania), donde hice mi primer año de residencia en Neurocirugía, estableciendo mi posibilidad de ser neurocirujano, pero no aguanté el sistema político de ese país, que era un estado comunista extremo en ese momento, en el año 1987. Entonces regresé a Colombia y apliqué para irme a estudiar Neurocirugía a la Argentina, donde realicé mi residencia de neurocirugía durante cinco años, porque siempre la neurocirugía fue mi objetivo en la medicina”. EL REGRESO A LA MEDICINA El regreso a la Medicina, con sentido humano, ha puesto a Dieb Maloof en un camino que sin proponérselo lo conduce a dejar atrás las desventuras y los malos recuerdos que sementaron su vida profesional. Maloof tiene recuerdos recientes sobre situaciones adversas vividas al lado de su familia, como fue “el paso fortuito por la política, que me generó algunas fortalezas y algunas debilidades; pero sobre todo fortalezas en creer y saber que si uno quiere llegar a hacer algo por su región o su ciudad nada más hay que tener muy buenas ganas, pero también muy buenos amigos. Y creo que los amigos son los que te fortalecen para continuar en esta brega”. Dando vuelta a esa hoja hoy dice que estar seguro de que “esta nueva etapa, esta nueva faceta, me permite pensar que tendremos mucho tiempo por delante para procurar que nuestro sector sea mejor visto, mucho mejor evaluado, mejor llevado y mejor tratado”. Tomado del articulo: http://extranoticias.com.co/sitio/la-historia-clinica-delneurocirujano-dieb-maloof-desde-la-perspectiva-amor-la-medicina/