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15di:e7Vrarzodi:1982
Desarrollo del Acto Conmemorativo.
. . . . . . . . . . . - . . . . . . . . . . . ..
Discurso del Vicealmirante Sr. Ismael Huerta Díaz,
Rector de la Universidad Técnica Federico Santa María. . . . . . . . . . ..
3
-
7
Discurso del Sr. Carlos Ceruti Gardeazábal
Ex Alumno y Ex Rector de la Universidad
TécnicaFedericoSantaMaría.. . . . . . . . . . .. . . . . .. . . . . . . . . . . . 15
Discurso del Sr. Carlos González de la Fuente
Profesor Benemérito de la Universidad Técnica
Federico Santa María. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., . . . . . .. . . . . . . . 31
1
MESA DE HONOR EN EL ESCENARIO DEL AULA MAGNA, PRESIDIDA POR S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPUBLlCA, CAPITAN
GENERAL SR. AUGUSTO PINOCHET UGARTE.
2
DESARROLLO DEL ACTO CONMEMORATIVO
CON UNA SESION ACADEMICA SOLEMNE, REALIZADA EL LUNES 15 DE
MARZO DE 1982, LA UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA
CONMEMORO OFICIALMENTE EL CINCUENTENARIO DE LA INSTITUCION
A LA QUE ASISTrO, COMO PRINCIPAL INVITADO, S.E. EL PRESIDENTE DE
LA REPUBLlCA, GENERAL DE EJERCITO, DON AUGUSTO PINOCHET
UGARTE, QUIEN PRESIDIO ESTE SOLEMNE ACTO.
LA CONMEMORACION ESPECIAL DE LOS CINCUENTA Afi;!OSDE VIDA DE
LA UNIVERSIDAD, FUE REALZADA ASIMISMO CON LA PRESENCIA DE
MINISTROS DE ESTADO, ALTAS AUTORIDADES NACIONALES, REPRESENTANTES DEL CUERPO DIPLOMATICO, RECTORES DE LAS UNIVERSIDADES DEL PAIS, AUTORIDADES REGIONALES E INVITADOS ESPECIALES.
LA MESA DE HONOR EN EL ESCENARIO DEL AULA MAGNA ESTUVO INTEGRADA POR S.E. EL PRESIDENTE .DE LA REPUBLlCA GENERAL DE
EJERCITO DON AUGUSTO PINOCHET UGARTE, EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA, VICEALMIRANTE SR.
ISMAEL HUERTA DIAZ, LA SRA. PRESIDENTE DE LA 1.CORTE DE APELACIONES DE V ALPARAISO DOfi;!AMARGARITA OSNOVIKOFF, EL MINISTRO
DE EDUCACION DON ALFREDO PRIETO BAFALLUY, EL MINISTRO DE
VIVIENDA Y URBANISMO DON jAIME ESTRADA LEIGH, EL MINISTRO
PRESIDENTE DE LA COMISION DE ENERGIA, DON HERMAN BRADY
ROCHE, EL INTENDENTE SUBROGANTE DE LA QUINTA REGION, VICEALMIRANTE DON GUILLERMO ALDONEY HANSEN.
LA SESION ACADEMICA SOLEMNE SE INICIO A LAS 11 HORAS CON LA
INTERPRETACION DEL HIMNO NACIONAL A CARGO DE LA ORQUESTA
SINFONICA DE CHILE Y QUE FUE COREADA POR TODOS LOS ASISTENTES.
3
EN LA PRIMERA PARTE DE ESTA CEREMONIA, HICIERON USO DE LA
PALABRA EL PROFESOR BENEMERITO, SR. CARLOS GONlALEZ DE LA
FUENTE Y EL EX-ALUMNO Y EX-RECTOR, SR. CARLOS CERUTI GARDEA.
ZABAL.
A CONTiNUACION, LA ORQUESTA SINFONICA DE CHILE, BAJO LA DIRECCION DEL SR. GENARO BURGOS,- DANDO RELIEVE Y SOLEMNIDAD A
ESTA SESION - INTERPRETO LAS OBRAS "jUBILAEUS MUSICUS".. COMPUESTA POR DONJUAN
ORREGO SALAS PARA LA UNIVERSIDAD
SANTA MARIA, AL CUMPLIR ESTE PLANTEL25 At'JOS DE EXISTENCIA Y
"LOS PRELUDIOS" POEMA SINFONICO N° 3, DE FRANZUSZT.
EN LA FASE FINAL DEL ACTO ACADEMICO, HilO USO DE LA PALABRA
EL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD TECNICA FEDERICO SANTA MARIA,
VICEALMIRANTE SR. ISMAEL HUERTA DIAl, PONIENOOSE TERMINO A
LA SESION SOLEMNE CON LA INTERPRETACION DEL HIMNO DE LA
UNIVERSIDAD A CARGO DEL CORO DE LA UNIVERSIDAD SAI\JTA MARIA,
BAJO LA DI RECCION DEL SR. SIL.VtO OlATE y ACOMPAI\IADO POR LA
ORQUESTA SINFONICA DE CHILE.
LA SESION ACADEMICA SOLEMNE DEL CiNCUENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD FUE CELEBRADA EN LA FECHA EN QUE SE CONMEMORABA
EL INICIO DE CLASES DE ESTE PLANTEL EL QUE FUERA INAUGURADO
COMO ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS Y COLEGIO DE INGENIEROS
"jOSE MIGUEL CARRERA", EN EL SEXTO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE DON FEDERICO SANTA MARIA Y CARRERA., EL 20 DE
DICIEMBRE DE 1931.
4
CONSIDERANDO DE INTERES LOS CONCEPTOS VERTIDOS EN ESTA MAG
NA CEREMONIA Y EN EL DESEO QUE ESTE TEXTO CONSTITUYA UN
DOCUMENTO DEL CINCUENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD, ES QUE
PRESENTAMOS A CONTINUACION EL PROGRAMA Y LOS DISCURSOS DE
LOS ORADORES DE ESTA SESION ACADEMICA SOLEMNE.
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S.E. EL PRESIDENTE DE LA
REPUBLlCA EN EL CAMPUS
UNIVERSITARIO
6
DISCURSO
SR. RECTOR DE LA UNIVERSIDAD
DON ISMAEL HUERTA DIAl
El 20 de Diciembre de 1931, al cumplirse el sexto aniversario del
fallecimiento de don Federico Santa María y Carrera, en una ceremonia que contó con la presencia del Presidente de la República Excelentrsimo Señor don Juan Esteban Montero Rodríguez, fueron inauguradas
oficialmente las primeras construcciones del establecimiento que ahora
nos cobija y que lleva el nombre de su fundador.
VICEALMIRANTE
SR. ISMAEL HUERTA DIAZ.
Rector de la Universidad Técnica.
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Federic
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alafecha.
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Consta en las actas del Consejo que las clases se iniciaron el15 de Marzo
de 1932. Hemos elegido esta fecha, hito inicial de las actividades
docentes de nuestra Universidad, para realizar una Sesión Académica
Solemne en conmemoración de su Cincuentenario con la asistencia de
las más connotadas autoridades del ámbito nacional.
Agradecemos en forma muy especial a su Excelencia el Presidente de la
República, General de Ejército don Augusto Pinochet Ugarte que haya
tenido la gentileza de concurrir a presidirla.
Al completar medio sigl9 de existencia el primer pensamiento va hacia
el testador, al hombre que con genial intuición dejó su fortuna para
crear un centro formativo de ingenieros y técnicos que satisficiera los
requerimientos para el progreso industrial del país.
No tenemos la ventura de disponer de los inmensos bienes del legado.
Fueron mermando con el correr de los años al tiempo que crecía el
patrimonio físico de la Universidad y se agotaron definitivamente como
resultado de la ilegítima presión estatal de hace una década. Pero
también a lo largo de esta media centuria, se fue creando en torno al
nombre de esta Casa de Estudios Superiores una aureola de prestigio
7
que es más valiosa que el patrimonio material. Contribuyeron a
afianzarla las iniciativas y las realizaciones, la creación científica y el
acervo cultural pacientemente acumulado; pero, más que nada, la
respuesta que los hombres, maestros y disdpulos que pasaron por sus
aulas, supieron dar a las necesidades de la industria nacional.Junto a la imagen ha crecido una tradici6n que se siente y se palpa;
que asoma espontánea y elocuente en la palabra de los oradores que me
precedieron y que configura una herencia que es nuestro deber salvaguardar.
Al término de esta etapa cincuentenaria la Universidad Santa María
mira con optimismo el porvenir. Afincado su nivel en decenios de
perseverante labor, superados tiempo ha períodos de confusión y
desconcierto, puede mostrar logros recientes que, al sumarse al
prestigio y calidad previamente adquiridos, fortalecen su rango y
estructu ras.
Debo mencionar al respecto la nueva orgánica asentada en tres
Facultades: Ciencia, Ingeniería y Economía y Administración. No
obedece ésta a una mera simplificación del esquema anterior existente.
Nos ha movido el propósito que la Ingeniería, quehacer fundamental de
esta Universidad, se apoye en una sólida base científica que le dé firmeza y permanencia y que el ingeniero santamariano posea a la vez la
preparación adecuada para cuidar y operar con eficiencia los valiosos
recursos humanos, Hsicos y financieros que tendrá a su cargo.
8
Debo citar también que, desde hace un año, se encuentra en vigencia la
carrera académica del cuerpo de profesores aplicada con un rigor y
seriedad que hace honor a los distinguidos profesionales a quienes_ha
tocado la responsabilidad de evaluar a sus colegas.
En lo administrativo puedo señalar con el respaldo convincente de la!>
ufra!> que el ordenamiento y la disciplina financiera han permitido
dejar dtrá!>épocas de sobresaltos e inquietudes y dar nuevo impulso a
la renovación e Incremento de equipos y laboratorios.
En el campo del gobierno universitario debo destacar la creauón hale
casi dos años de un Conse lO Consultivo Superior Integrado por
personarlaade" representativa!>del quehacer nacional y por ex-alumno!>
que colaboran deslnteresadamente con la cúpula directiva del plantel.
En su seno .,e ,han debatido en proftmdidad y con altura de miras la
orlentauón que se le debe Imprimir y las medidas a adoptar para cumpllf \-on propiedad sus objetivos. Me valgo de esta ocasión para expresarles ante tan selecto auditorio el reconOCimiento de la Universidad
Santa María por la entrega de su valiosa experiencia.
Encauzados por esta senda alentadora recibimos la legislación que en
pro de la educación superior promulgó por facultad delegada Su
Excelencia el Presidente de la República. Con satisfacción comprobamos que la nueva normativa ven ía a respaldar la línea adoptada
permitiéndonos consolidar lo obrado.
No ob'aantt' el optimismo. por Justificado que sea, debe sentar pie en
la equidad y en el buen IUlUO Al respecto consideramos oportuno y de
plena Justicia Imponemos la tarea de rescatar y mantener la esencia de
la Idea del testador Nos es Imperativo recordar el tenor de las páginas
testamentarias manuscritas en el París de 1920 por ese hombre extraordinario que fue don Federico Santa María y Carrera. Las hemos releído
una y otra vez y hallado en ellas, por sobre acuciosas disposiciones
espec íficas, tres ideas centrales la preocupación social, el desarrollo de
la ingeniería moderna y el amor a Chile
Ya en las primeras líneas manifiesta don Federico su inquietud por el
"desvalido meritorio", es decir, por aquel chileno que, poseedor de
9
virtudes intelectuales y morales, merece tener acceso al saber hasta su
más alto grado aunque carezca de bienes de fortuna.
Luego la pertinacia de su vida: la ingeniería en todas sus formas; la
fabril, la minera, la hidráulica, la eléctrica y todas las que su visión
premonitoria observó al término de la Primera Guerra Mundial y, como
dice textualmente el documento, "todas aquellas otras ramas que el
progreso físico implante".
Finalmente el cariño por su tierra natal y en especial por Valparaíso,
ciudad que no sólo lo vio nacer sino que fue testigo de sus primeras
incursiones en el mundo empresarial y a. la cual legó el establecimiento
que hoy lleva su nombre. Un afecto al terruño y a su historia que se
expresa en cada página y que brota a borbotones cual su sangre carrerina cuando exige el homenaje perpetuo al "prócer que dio el primer
grito de independencia en Chile". Que se advierte inequívoco cuando
estipula que "los alumnos ante todo se deben a la Patria" y deben en
consecuencia, en caso de salir a perfeccionarse en el extranjero,
"comprometerse a volver al país para que cumplan su deber para con
él".
10
Estas tres ideas obsesivas, desvelo por el compatriota desamparado,
anhelo de progreso tecnológico y apego al terruño, no fueron en él sino
formas distintas de un acrisolado sentimiento Patrio. Amor a Chile y a
sus gentes; al chileno con voluntad de surgir; al que, nacido en cuna
humilde, quiere probarse en el esfuerzo; amor vertido en el ejemplo que
legó al que, viviendo en la holgura, puede tender la mano al meritorio.
Se observa además en el testamento un gesto inmensurable de confianza
en el grupo selecto de chilenos a quienes eligió como albaceas: . . .
"Queda al prudente arbitrio de ellos", dice el documento, "lo referente
a los locales, edificios y rentas. . . el cuidado de organizarlos, de formar
sus estatutos. . . tendiendo bajo todos los aspectos indicados a asegurar
la independencia, prestigio y permanencia de las instituciones"
Sabemos con cuanta fidelidad y abnegación cumplieron ellos la voluntad de don Federico Santa María. El derrotero señalado por los elecutores testamentarios pesa aún sobre los hombros de quienes tienen la
responsabilidad de conducir y administrar la Universidad y debe segUir
pesando sobre las autoridades universitarias del futuro.
Ante la exigencia de continuar con acierto la obra ya cmcuentenana
parece provechoso conjeturar, a través de un ejercicio de Imaginación.
cómo sería el pensamiento actualizado de don Federico Santa María y
derivar así la orientación de la Universidad del mañana.
Con base en las ideas esenciales que se translucen en su voluntad escrita
no es díf(CIIpresumir que, de haber testado en la época presente, habría
exigido. como hace 60 años, visión, transparencia, preocupación por el
desvalido y, por encima de todo, sentimiento patrio
No es difícil tampoco barruntar que habría planteado los mismos r¡gu.
rosos criterios de acción y selección para profesores y alumnos
De haber vivido en la era actual se habría proyectado, a no dudarlo.
hacia los grandes campos que se abren al país: el comercio internacional,
la competencia para colocar en el exterior tanto nuestros recursos naturales como los productos elaborados por el ingenio de chilenos. Le
habría preocupado el estudio de las ciencias exactas para aplicarlas en la
creación de tecnologías criollas. Le habría apasionado el avance de la
ciencia econ6mica orientada al 6ptimo aprovechamiento de bienes y
servicios.
Es seguro que su mente anal ítica habría captado sin tardanza el valor
del recurso, información que hoy se parangona con los de materia y de
energía y estimulado, en consecuencia, el estudio de la Informática.
Habría comprendido igualmente la importancia del control y de la
11
comunicación en la optimización de procesos y alentado el desarrollo
de la Cibernética.
En un mundo que persigue una justa distribución del ingreso de
naciones e individuos, su inquietud social en lo tocante al acceso a la
educación superior seguiría latente, aunque ahora, afortunadamente en
vías de satisfacerse a escala nacional, pues ¿qué representa el actual
esquema de financiamiento universitario sino la igualdad de oportunidades que anhelaba el testador?
La legislación promulgada hace un año
¿qué es sino la extensión a toda la juventud chilena meritoria del deseo
de don Federico de elevar el nivel del hombre cualquiera fuere su nivel
socio-económico? .
Menos aún podríamos imaginar una mengua en su amor patrio, la faceta
más conspicua y a la vez la más grata de sus disposiciones testamentarias. Se proyecta imperiosa señalándonos que hay que inculcar en los
alumnos la cuota de contribución personal y desinteresada que deben
aportar en la hermosa tarea de hacer de Chile una gran nación.
Señores:
Para trazar el rumbo del porvenir no basta con venerar el nombre del
autor del legado ni con. expresar una gratit,ud verbal; debemos aplicarnos a perseverar en las metas trazadas.
No nos demos por satisfechos porque hoy reina orden donde un tiempo
hubo caos, disciplina donde hubo desacato o porque se ha restablecido
el sentido de los valores tradicionales que el reflejo y el reflujo del
acontecer nacional transitóriamente opacaron.
Debemos mirar siempre adelante con percepción realista y esp íritu de
superación para dar a la sociedad el recurso humano y científico que
reclame.
12
.
Debemos irradiar cultura proyectando hacia el corazón de la Universidad la nobleza y eleganci<,tde sus líneas exteriores.
La belleza de sus jardines y la amplitud de sus espacios abiertos hacia la
inmensidad del Mar Pacífico deben simbolizar el espíritu universitario
de las aulas.
La Universidad no es una isla ni menos una torre de marfil donde un
grupo intelectual se distraiga en quehaceres de su preferencia. Es, por
el contrario, un ente inmerso en el país que sigue sus vaivenes y
enfrenta con él el desafío de las oportunidades.
Chile está viviendo la era de la gran oportunidad de su historia comparable a la que se ofreció a los gobernantes que hace un siglo y medio
forjaron un estado y le imprimieron un sello. Los planteles de educación superior también están viviendo una oportunidad; los años dirán
si la aprovecharon o la dejaron escurrir. Pero si nos aplicamos todos con
tesón, entusiasmo, coraje y buen criterio; si tomamos conciencia de la
magnitud de lo que resta por hacer. del desafío permanente de adecuarse a la realidad nacional y de la responsabilidad que recae sobre los que
toman decisiones, no hay porque temer el juicio del tiempo. La recompensa debe llegar para la Universidad Santa- María como llegará para
Chile y serán nuestros descendientes quienes disfruten de sus beneficios.
y tal, señores, es nuestro objetivo: proyectar una Universidad de jerarquía y prestigio para las futuras generaciones de chilenos.
13
14
DISCURSO
SR.CARLOSCERUTIGARDEAZABAL
DON CARLOS CERUTI
GARDEAZABAL
Ex Alumno de la Universidad
ncnica Federico
egresado en 1941
niero Mecánico.
de la Universidad
Santa Marra,
como I ngeEx Rector
1958-1968.
Sin poder ocultar mi emoción por el honor que me ha conferido el
Señor Rector, don Ismael Huerta, inicio estas palabras pidiendo
excusas, pues me asiste el convencimiento que no lograré expresar en
palabras los sentimientos que hoy me embargan, como ex-alumno
y ex-rector, en esta solemne ocasión en que rendimos un sentido homenaje al Fundador y a los realizadores de esta obra monumental, al
cumplirse 50 años de su inauguración. Su vastedad y el corto tiempo
disponible no me permitirán describir en toda su amplitud - ni siquiera a
grandes rasgos - la historia de su increible nacimiento y su heroico
desarrollo y mecha menos, relatar la interesante y anecdótica vida
ejemplar de ese típico chileno que fué don Federico Santa María
Carrera, emprendedor, aventurero, tentador de la suerte, soñador, tenaz
luchador contra la adversidad, sensible ante la desgracia ajena y por
sobre todo, patriota.
Tampoco podría rendirle el homenaje que se merece y que estuvo
inexplicablemente ausente hasta hace poco tiempo, al gran intérprete
del pensamiento y extraordinario realizador de los deseos del filántropo.
don Agustín Edwards Mc Clure, destacado periodista, diplomático
distinguido y hombre de vasta cultura, cuya dilatada preocupaci6n e
inteligente acción para dar vida a una instituci6n tan compleja como lo
es una universidad moderna, lo han hecho, con creces, acreedor a un
puesto de honor junto al que don Federico Santa María se ha ganado en
el corazón de todos los chilenos y muy en especial, de los ex-alumnos
de esta Casa de Estudios Superiores.
Es por ello, que hoy al conmemorar con júbilo y legítimo orgullo
patriótico este cincuentenario, sólo me remitiré a formular algunas
reflexiones tendientes a intentar un análisis del significado de su
existencia.
15
Cincuenta años de actividad formadora y educadora de una universidad
es un lapso de tiempo más que apropiado para revisar con alguna profundidad la repercusión que tuvo su creación en la vida nacional y los
resultados que ha alcanzado en esa responsable labor.
Me ha tocado en suerte, ser testigo de buena parte de ese período, desde
que crucé el umbral de la Escuela de Artes y Oficios en 1933 para
rendir mi examen de ingreso a la Escuela de Aprendices, hasta el término de mis labores directivas en la Rectoría del establecimiento en 1968.
Entonces, siendo l11.Iyjoven, quede deslumbrado al recorrer por
primera vez sus aulas acogedoras y sus talleres llenos de imponentes
maquinarias.
Hoy, sigo perplejo y emocionado ante esta magna
concepción que continúa plenamente vigente. Y sobre todo, entusiasmado ante su brillante futuro y el gran desafío que deberá vencer
para seguir ofreciendo con gran responsabilidad académica, una formación científico-tecnológica en permanente perfeccionamiento, manteniendo y acrecentando su prestigio como uno de los centros de
excelencia universitaria de la América Latina.
Dichas reflexiones sólo pretenden - si es que ello fuera posible - apreciar
con cierta objetividad si en este primer medio siglo se han cumplido los
postulados y objetivos que nacieron en la mente visionaria y en el
corazón generoso de don Federico Santa María Carrera, materializados
en el diseño de esta singular Institución, mediante el legado de una gran
fortuna amasada con esfuerzo para dar vida al maravilloso sueño que
dominó gran parte de su existencia.
16
Además, me ha parecido, tanto o más importante que esa visión retrospectiva o balance de la misión ya cumplida, el tratar de visualizar si los
nobles objetivos que le dieron vida y el curso que sigue su accionar,
mantienen todavía su vigencia o si sería recomendable perfeccionarlos o
modificarlos ante las urgencias de hoy y las que suponemos para el
mañana de nuestro País, en el legítimo derecho de nuestros compatriotas de avanzar al compás del progreso espiritual y material del hombre
contemporáneo.
Parte importante de este cuestionamiento que tienen que hacerse hoy
las autoridades de la Universidad y sus distinguidos maestros, debe ser el
renovado interés por ofrecer caminos - siempre actuales - de formación
intelectual y profesional que entreguen a nuestra juventud, alternativas
interesantes para su realización individual y para su participación como
individuos que integran una comunidad civilizada en permanente
progreso, y que además, impriman en los alumnos, conciencia y determinación para que su acción profesional como egresados, esté inspirada
prioritariamente en su contribución patriótica - directa e indirecta - al
desarrollo y superación de los niveles culturales, sociales y de bienestar
material de nuestros conciudadanos.
El señor Santa María conoció las necesidades de nuestro país y las aspiraciones de nuestros jóvenes de limitados medios económicos, a través
de su propia experiencia forjada desde edad muy temprana en una dura
lucha para abrirse camino, ascendiendo escalón por escalón desde los
niveles más modestos en las actividades que siempre emprendió con
gran esfuerzo y determinación. Pronto se destacó como un empresario
neto, parla
audacia y el riesgo que caracterizaron sus acciones.
Su visión real del estado de cosas nacional y de las especiales características de nuestra gente, su aguda inteligencia y su admirable espíritu
de observación, unidos a un entrañable cariño por Chile y por su Valparaíso, hicieron brotar en él con el tiempo, a medida que recorría el
Mundo y visitaba países más adelantados que el nuestro, la idea de
contribuir a la educación Superior de la Patria, mediante el establecimiento de una universidad tradicional en ésta, su ciudad natal.
Sin embargo, paulatinamente, la noble idea inicial de abrir oportunidades para educar jóvenes pobres en disciplinas liberales, fué cediendo an- 17
te el conocimiento que iba adquiriendo sobre el orígen mismo del
notable desarrollo y progreso de los países europeos, a medida que
iba comprendiendo mejor a su gente.
Después de fijar su residencia y base de operaciones comerciales en
París, al poco tiempo llegó al convencimiento que aquel éxito europeo
se debía principalmente a la importancia que esos países le daban al
recurso'~humano y a su capacitación y enseñanza de nivel superior.
Pudo apreciar cómo el desarrollo de la ciencia y la utilización de sus
aplicaciones prácticas, junto con el aprovechamiento de las habilidades
intelectuales y manuales de sus habitantes se constitu ía en la principal
ventaja comparativa frente al resto del Mundo. Ello los había impulsado a producir bienes de mayor valor, estimulando y desarrollando ampliamente la iniciativa y la creatividad personal, y, ante el permanente
asedio, siempre presente, de una humanidad ansiosa de productos que
contribuyeran a mejorar la calidad de vida, fueron obteniendo grandes
dividendos a través de la industrialización de dichos bienes y consecuentemente enriqueciéndose como países.
18
Don Federico Santa María, seguramente, llegó al convencimiento que
siempre el progreso de los pueblos, en todo orden de cosas, se debe
mucho más a la calidad y actitud de su gente que a los recursos materiales de que dispone. La inquietud y curiosidad por el conocimiento, el
deseo de saber y de saber hacer y una actitud positiva frente a los desafíos constantes del medio, pueden más en cualquier región del Mundo a
la larga, que la suma de las riquezas mineras, agrícolas, forestales o de
cualquier otra especie que ella posea.
De allí que, adelantándose a sus compatriotas en el tiempo, con una
certera visión de futuro, condensó finalmente sus impulsos filantrópicos
en el diseño de una institución educacional superior que a su muerte,
pudiera crearse con el apoyo de la fortuna que había amasado en vida y
..-
.
el propósito de formar cIudadanos patriotas, aptos intelectual y moralmente para crear con imagi"ación, productos y servicios que conllevaran
el valor del trabajo de los chilenos, aprovechando sus habilidades y las
vastas aunque difíciles riquezas de nuestro suelo y de nuestro mar.
En todo este proceso, predominó en la mente del fundador la generosa
idea de que es obligación de las clases pudientes, el dar a los jóvenes
desprovistos de medios de fortuna, pero dotados de inteligencia,
espíritu de superación y deseos de alcanzar metas nobles y ambiciosas,
los recursos materiales, las oportunidades y el medio apropiado para
contribuir a su educación y a su completa formación, de modo que
pudiesen alcanzar los mejores niveles de excelencia en el saber universal,
sin entorpecimientos por situaciones familiares y socio-económicas
desventajosas y sólo limitados por' su propia capacidad y esfuerzo
personaL
De allí, su preocupación por todos los aspectos relativos a las ayudas
que esta Institución, una vez funcionando, debería proporcionar a los
alumnos de escasos recursos económicos y por la elección y adopción
de un esquema debidamente estructurado de las diferentes escuelas
técnicas y profesionales, esbozado con gran claridad en su testamento,
que pretendía establecer las prolongaciones apropiadas para alcanzar
hasJa los niveles educacionales de la enseñanza primaria, donde se
podría descubrir a estos talentos meritorios, pero carentes de medios
económicos, para lIevarlos.a la universidad.
Pensó ademas~eT señÚ-Santa María, que con un sistema de escuelas
terminales e integradas, de niveles progresivos sería posible contribuir a
la formación y capacitación profesional de técnicos de diversos niveles
intermédíos, que son tan necesarios Como los profesionales de máximo
nivel en cualquier actividad humana, ya sea ésta productora de bienes y
servicios de ingeniería, o dédicada a la docencia, la salud, la justicia, la
agricultura, la defensa, la ciencia, el comercio, etc.
19
Con esta valiosa inspiración de don Federico Santa María, la enorme
capacidad realizadora de don Agustín Edwards Mc Clure que supo interpretar con fidelidad asombrosa sus disposiciones testamentarias y elegir
a los colaboradores apropiados y, la participación posterior de don
Carlos laudien y los primeros maestros alemanes, se llegó a estructurar
la Universidad Técnica Federico Santa María como el conjunto de esas
escuelas que en su posterior operación, fueron cumpliendo realmente,
etapa por etapa, 105 objetivos que habían sido señalados por el filántropo visionario.
Creo oportuno destacar en esta ocasión, el hecho de que este novedoso
esquema, marcó dentro de la educación nacional, un notable progreso,
tanto porque hizo posible la formación de maestros, técnicos e ingenieros competentes en sus diferentes niveles profesionales, cuanto porque
hizo funcionar con eficiencia un sistema que siempre dió preferencia al
mejor aprovechamiento de la masa estudiantil aceptada al ingreso, con
miras a obtener el máximo rendimiento académico posible, en comparación con la altísima "mortalidad académica" que existía y de la que aún
hoy, se vanaglorian otras. escuelas y universidades que la estiman como
un excelente medio seleccionador.
20
En la Universidad Santa María, desde el principio, se trató de crear un
estímulo generalizado y permanente en todas las escuelas para la formación de "triunfadores", cualquiera que fuese el nivelo el número de
años de estudio que alcanzara cada alumno, en marcado contraste con
ese sentimiento de "frustración" y de "fracaso" que exhiben hasta hoy,
aquellos jóvenes que. no habiendo alcanzado los títulos más altos que se
otorgan en nuestras Universidades, debido a su prematuro retiro de las
aulas por diferentes motivos, después de uno o más años, no se les
otorga reconocimiento público a algún nivel profesional concordante
con el tiempo' empleado y el esfuerzo realizado hasta el momento de su
retiro.
r
Desde el principio, la enseñanza de esta Institución tuvo otra característica importante que le imprimió una tónica muy especial. Se trató de
combinar en proporciones adecuadas, la enseñanza teórica de aula, con
la capacitación manual en el taller y la práctica personal de oficios en
recintos industriales.
El objetivo perseguido con estos planes básicos, a pesar del recargo que
significaba, por el esfuerzo adicional que el sistema requiere y las costosas facilidades materiales que se precisan, tend ía a poner al alumno,
desde el principio de cada carrera técnica, en contacto directo con la
práctica del trabajo mismo en labores manufactureras y de servicios, a
fin de que conociera y comprendiera el cómo y el porqué de cada
operación y por tanto, pudiera llegar a apreciar el cuanto de cada
trabajo y de cada esfuerzo laboral en lo relativo al grado de dificultad y
a su duración.
Los que sufrimos este duro entrenamiento, hemos llegado a comprender
que el haber realizado alguna vez, por sí mismo, con nuestras propias
manos, una operación productiva en el taller o una labor de construcción en el terreno, contribuyó poderosamente a hacemos más aptos
para ordenarla, valorizarla y por supuesto, para enseñarla con más
propiedad.
El impacto que produjo en las actividades de la producción industrial
del País, este tipo de formación fué relevante ya que los egresados de
esta Universidad, a través de su ejercicio profesional, contribuyeron a
tecnificar y racionalizar dicha producción y además, en medida importante, a perfeccionar el entendimiento y la colaboración laboral entre
trabajadores y ejecutivos de las propias empresas.
Se ha dicho frecuentemente que los
una situación operacional imprevista,
avería importante, dejar funcionando
indispensable instruir prácticamente
egresados de la Santa María ante
ante la necesidad de reparar una
un nuevo equipo, o cuando es
a su gente, jamás titubean en
21
arremangarse y ensuciarse las manos.
Don Federico Santa María, a pesar de que tejió su vida alrededor de
actividades comerciales y que hizo su fortuna sobre la base de especu laciones bursátiles, en sus disposiciones testamentarias dio absoluta prioridad e importancia al establecimiento de un sistema educativo formador de profesionales idóneos que, en primer lugar, contribuyesen, con
imaginación, a crear empresas capaces de impulsar un sólido desarrollo
económico mediante la producción de bienes y por consiguiente, de
mayor riqueza en el País, con lo que se lograría la creación de muchos
nuevos puestos de trabajo, con mejores salarios.
Es así como pensó en la formación de artesanos bien capacitados en sus
oficios, de técnicos con dominio en diferentes especialidades fabriles y
de ingenieros entrenados también prácticamente para que sus conocimientos teórico-científicos cristalizaran posteriormente en realizaciones
industriales pragmáticas y factibles dentro de las reales posibilidades de
nuestro país. Pensando en las experiencias europeas que había podido
apreciar directamente y en la esperanza que el sistema propuesto lograra
resultados similares en Chile, dejó claramente establecida en su
testamento, la imposición para que sus albaceas mantuvieran en contrato durante los 10 primeros años de funcionamiento, únicamente
maestros y profesores extranjeros.
22
De todo lo reseñado hasta aqu í y del análisis que hemos intentado sobre
el pensamiento de don Federico Santa María, se desprendería claramente que este insigne chileno llegó al convencimiento que Chile posee el
capital humano y las riquezas naturales suficientes para aspirar a ser
mucho más que un simple abastecedor de materias primas.
Mi visión interna como alumno que recorrió todas esas escuelas tan bien
ideadas, desde los talleres de aprendices hasta las más complejas disciplinas teóricas de las aulas de ingeniería, pasando por sus magn íficos
laboratorios.
Mi posterior experiencia profesional en la industria
r
-
nacional que me dio la oportunidad de apreciar desde afuera el progreso
incesante de esta institución Superior a través de sus múltiples iniciativas académicas. Luego, esa experiencia extraordinaria de haber podido
servir por un plazo no corto a mi propia Alma Mater, desde la Rectoría.
El contacto por muchos años con un Cuerpo Docente de selección y
con varias generaciones de estudiantes inteligentes y llenos de sanas
inquietudes.
La leal colaboración de un personal administrativo
especialmente dedicado. Las numerosas iniciativas que se gestaron y
sucedieron en el tiempo, que dieron paso a notables avances en los
campos de la docencia, la investigación, la extensión cultural, y los
servicios industriales y que se concretaron en diversos convenios con
Universidades europeas y norteamericanas de prestigio centenario y que
culminaron hace algunos años con la creación de la primera Escuela de
Graduados de Ingeniería de la América Latina y la creación de un
número importante de Escuelas de Aprendices Industriales que funcionaron y fueron íntegramente financiadas por industrias nacionales. El
estudio v materialización de varios planes de desarrollo institucional y
en especial, del más ambicioso que se elaboró entre los años 1963
y 1965 Y que contó con la aprobación de un importante financiamiento
del Banco Interamericano de Desarrollo.
El permanente éxito de
nuestros egresados en sus estudios de postgrado y en sus trabajos
profesionales realizados en diversos países extranjeros. Y muchas otras
realizaciones y logros que sería muy largo enumerar y destacar.
Todo lo anterior me permite asegurar, sin temor a equivocarme, que la
Universidad Santa María ha cumplido bien y hasta me atrevería a decir,
sobradamente, con las tareas que le señaló su fundador, y aún más, que
su establecimiento, su desarrollo y su acción general han significado un
gran impacto de progreso para la educación tecnológica, la ingeniería y
las industrias nacionales.
23
Si bien es cierto que dichos objetivos se han cumplido y mantienen hoy
su plena vigencia, también se puede apreciar que la conce.pción fundamental de ese conjunto de escuelas terminales integradas, de niveles
progresivos, ha ido sufriendo modificaciones en el transcurso de estos
50 años.
24
Poco a poco, ese entrenamiento práctico adicional plenamente coordinado con la enseñanza teórica ha ido disminuyendo en importancia dentro de los planes y programas del Plantel, para ir dando paso a las
mayores exigencias teóricas que van imponiendo la profundidad y
extensión de un conocimiento científico y un desarrollo tecnológico
que ha adquirido una asombrosa aceleración en estas últimas décadas,
especialmente después del término de la Segunda Guerra Mundial.
Desde hace algún tiempo, parece estarse desarrollando en la Universidad
una tendencia muy positiva, en orden a fortalecer la preparación de los
profesionales de la ingeniería, en las ciencias básicas y en las asignaturas
que les son comunes, en la convicción que de este modo, podrán a su
egreso, adaptarse mejor a las exigencias del crecimiento incesante de las
tecnologías conocidas y de las que se irán creando en el futuro, y que
con ello, prolongarán la vigencia de su vida profesional.
Considero que este perfeccionamiento es necesario y que debería
complementarse equilibradamente con una intensificación selectiva en
en las materias que son propias de cada profesión. Por supuesto sin
que ello alargue innecesariamente el número de años de estudio.
No debe perderse de vista qUe las profesiones técnicas que aquí se
ofrecen hoy, son cada día más diferentes entre sí por la profundidad
y complejidad que van adquiriendo, a pesar de su sólido tronco común
de ciencias físicas y matemáticas. Hace tiempo que han dejado de ser
simples especi,alidades de la ingeniería. Igual que hoy ya no podríamos
considerar a la Odontología como una especialidad de la Medicina, sino
como una profesión por sí misma, a pesar de su base común en las
ciencias biológicas y de que su preocupación por el cuerpo humano sólo
difiere en el sitio.
Tampoco creo ya apropiado considerar a la
Ingeniería Comercial como una simple especialidad de la Ingeniería
Civil.
El crecimiento y la diversificación constante del campo científico y
especialmente, del tecnológico que estamos presenciando está produciendo permanentemente, cada vez con mayor frecuencia, nuevas y
diferentes profesiones en cada uno de los campos que consideramos
fundamentales y en aquellas interdisciplinas que se van generando
continuamente.
La necesidad de formar hombres y mujeres cultos, con una visión
universal de su misión centrada en el mejoramiento de la condición
humana y, de prolongar cuanto sea posible en el tiempo, la validez de su
formación profesional, no debe hacemos perder de vista la urgencia de
que cada uno llegue a saber bastante de algo - ojalá mucho - para poder
contribuir con real eficacia a ese mismo objetivo.
Por otro lado, el notable desarrollo de las ciencias económicas y administrativas, basado en nuevos y felices logros de las ciencias matemáticas
y en las del comportamiento humano, ha contribu ído poderosamente
en años recientes a optimizar los procesos económicos y las tareas
productivas y a conseguir el mejor uso alternativo de los recursos
materiales y humanos de que se dispone en cada lugar. Dichas disciplinas que ya han demostrado su eficacia en estas materias, oportunamente
se han ido adaptando y agregando, en medida conveniente, a los planes
de estudios de esta Universidad, a fin de complementar la preparación
de sus técnicos e ingenieros.
Esta tendencia se ha reforzado y perfeccionado recientemente, mediante la feliz asociación acordada entre la Rectoría de la Universidád y la
Fundación Adolfo Ibáñez, por la cual la prestigiosa Escuela de Negocios
25
r
de dicha Fundación ha pasado a constituir una nueva Facultad dentro
del Plantel.
Sin duda, este entendimiento y la estrecha cooperación que representa
serán muy beneficiosos en el futuro, tanto para la formación de los
profesionales técnicos e ingenieros cuya meta es la producción de
bienes y servicios, como para la de los economistas y administradores
cuyo campo de actividades está en la elaboración de métodos y sistemas
que perfeccionan el uso de los recursos económicos y la mejor comercialización de los bienes y servicios producidos por los primeros. Unos y
otros se beneficiarán de un intercambio que complementará sus respectivas formaciones profesionales
26
Me asiste la convicción que hoy, al igual que cuando don Federico
Santa María creó en su mente los lineamientos básicos de esta Institución de Educación Superior y más tarde, cuando estos deseos, se
convirtieron en una realidad tangible, gracias a la ímproba y extraordinaria labor de don Agustín Edwards Mc Clure y los distinguidos albaceas
y colaboradores que lo secundaron, la Universidad Santa María debería
continuar fundamentalmente orientando su tarea sobre aquellos valores
señalados con meridiana claridad por el ilustre fundador.
La Universidad, dentro de su perfeccionamiento permanente sin perder
su valiosa filosofía de orígen, debería además seguir formando profesionales con vividas experiencias industriales, y en un marco de sanas
prácticas deportivas, que los haga sentirse siempre triunfadores al
egresar de cualquiera de sus escuelas. Los alumnos, al salir de estas
aulas, deben continuar llevando consigo una plena motivación patrió~ica
para emprender tareas importantes frente a ese maravilloso desafío que
significa la construcción sin término de un Chile mejor, seguros de su
propia capacidad y de la importancia de hacer cosas y de producir bienes cada vez más valiosos para beneficio de sus semejantes.
Los egresados deberán ser estimulados a volver periódicamente a estas
aulas mediante programas y cursos atractivos que les permitan
actualizar sus conocimientos y capacitarse en las nuevas disciplinas que
van desarrollándose en cada una de las profesiones.
En este sentido, se han venido planteando y debatiendo estas materias
en las Facultades universitarias y en nuestra Asociación de Ex-Alumnos,
desde hace tiempo. Sería útil recoger y canalizar dichas inquietudes
para materializarlas en una acción permanente de educación continuada.
Para ir dando término a esta ya larga intervención por la que reitero mis
excusas, quisiera aprovechar esta magn ífica oportunidad para expresar
públicamente ante Su Excelencia el Presidente' de la República y las
distinguidas autoridades que nos honran con su presencia, ante este selecto auditorio que representa al País y muy en especial, a Valparaíso,
nuestra maravíllosa ciudad que siempre ocupó un lugar de privilegio en
el corazón del Fundador, el reconocimiento muy profundo y muy
sentido de los que alguna vez pasamos por estas aulas imponentes y
tuvimos el señalado privilegio de recibir todos los beneficios que don
Federico Santa María soñó para sus compatriotas y que don Agustín
Edwards Mc Clure, los albaceas testamentarios, sus descendientes, los
consejeros, sus colaboradores y tantos extraordinarios maestros y
formadores, hicieron posible.
Estoy seguro de representar en este instante a los miles de ex-alumnos
de este Plantel ejemplar que orgullosos ostentamos esa condición, al
expresar nuestro hondo y leal agradecimiento por tantos bienes
recibidos de esa pléyade de hombres ilustres.
Muchos de nosotros, nacidos en el seno de familias modestas y sin
bienes de fortuna, jamás habríamos logrado una formación universitaria
de no mediar la generosidad y visión del señor Santa María y esta
Institución extraordinaria que sús realizadores construyeron para llevar
a cabo su voluntad.
27
Quiero expresar especialmente también nuestro agradecimiento y
nuestro cariño a tantos distinguidos maestros - a los que están y a los
que se fueron para no retornar - que nos abrieron la senda maravillosa
del conocimiento y que nos guiaron con su ejemplo y consejo permanentes para forjar nuestro carácter e impulsar nuestro accionar en el
convencimiento que sólo el trabajo esforzado y honesto conduce al
hombre hacia un éxito perdurable.
Deseo también, en lo personal, reiterar hoy lo que ya he dicho en
ocasiones anteriores, al expresar con la mayor emoción mi eterno reconocimiento a los Consejeros de la Universidad que en el año 1959, me
honraron con su confianza al designarme Rector de ésta, mi propia Casa
de Estudios, para la difícil tarea de suceder en el cargo a don Francisco
Cereceda Cisternas, uno de esos hombres de excepción que nuestra
Patria produce de vez en cuando, que había estado por 23 años al frente
de la Universidad y que con sus actos y sus ejemplos, colmados de
rectitud y bondad, dejó una huella indeleble en toda la Institución y
en todos los que lo cónocimos bien. Dicha designación me ofreció
la gran oportunidad de entregar mi e>fuerzo agradecido para contribuir
al desarrollo de esta magn ífica obra que en estos primeros 50 años ya
ha conquistado un sólido prestigio nacional e internacional.
Para terminar estas palabras, deseo también reiterar el reconocimiento
de los ex-alumnos de la Universi.dad a las Fuerzas Armadas y de Orden
y, muy en especia,l a la Marina de Chile, porque cumplieron bien la
delicada y responsable misión de rescatar a esta Universidad de las
manos marxistas y del caos producido por aquella mal llamada
"Reforma" que sumió a todas las Universidades Chilenas en uno de los
períodos más negros de nuestra historia.
28
La labor tesonera y abnegada de los distinguidos marinos, designados
como Rectores, después de 1973, los señores Juari Naylor e Ismael
Huerta, ha logrado llevar nuevamente a la Institución a la senda de
seriedad y respetabilidad que nunca debió perder.
Todos los ex-alumnos hacemos hoy votos muy sinceros, comprometiendD nuestro apoyo, para que el Rector señor Huerta, con la patriótica
y calificada colaboración de profesores, alumnos y personal administrativo y de servicios, culmine su magnífica labor con el mayor de los
éxitos y para que nuestra Alma Mater siga progresando al compás del
avance de los centros universitarios más prestigiados del Mundo, para
beneficio y gloria de Chile.
29
30
DISCU RSO
SR. CARLOS GONZALES DE LA FUENTE
PROFESOR BENEMERITO
UTFSM
Quiero, en primer lugar, agradecer al Consejo Superior el alto honor que
me ha conferido al designarme para dirigiros la palabra en este solemne
acto académico, conmemorativo del Cincuentenario de la iniciación de
clases en este Campus Universitario.
DON CARLOS GONZALEZ
DE LA FUENTE
Profesor de la Universidad T~cnica
Federico Santa Marra desde 1942.
Fue nombrado Profesor Benem~rito
en Diciembre de 1979.
No pretendo hacer un discurso. Mi intención es daros una descripción
académica y humana, sobre todo humana, de esta Universidad Técnica
Federico Santa María en que, se puede decir, yo he vivido durante los
últimos 38 años. No se si lo logre con mi deslucida prosa de matemático.
No puedo hablar con propiedad de los doce primeros años de la Institución, ya que solo los conocí por referencias de terceros. Pudo haber
sido de otra manera, ya que en 1934, cuando cursaba los últimos años
de enseñanza media en el Liceo Eduardo de la Barra, de esta hermosa y
pintoresca ciudad de Valparaíso, estuve tentado de postular al primer
curso de ingeniería, pero pudo más mi vocación por la docencia.
Es así que llegué como profesor a esta Casa de Estudios Superiores en
los primeros días de abril de 1944. Lo primero que me impresionó fue
el porte distinguido, la cordialidad, cultura y erudición del Rector,
don Francisco Cereceda Cisternas, dice Ortega y Gasset que un hombre
culto es aquel que sabe todo de algo y algo de todo. Sin duda don
Francisco exced ía holgadamente estos requisitos.
Hablar de don Pancho, como cariñosamente lo nombraba todo el mundo, es hablar practicamente de la mitad de la vida de nuestra Universidad. Fue Rector durante 23 años y en esos 23 años le imprimió a la
31
Universidad Santa María ciertas características, cierto
probablemente no se borre jamás.
sello, que
Era don Francisco e! prototipo de la austeridad portaliana. Atend ía sus
labores directivas en un extremo de la gran mesa de la sala del consejo
directivo, cuyos Únicos adornos eran dos grandes cuadros, uno con la
efigie del benefactor, don Federico Santa María y el otro con la efigie
de don Agustín Edwards Mc Clure, principal realizador de la idea de
don Federico. A sus espaldas, sobre un antiguo escritorio de cortina,
adosado a la pared, una reproducción en piedra jade de las dos caras de
una medalla con los blasones de la familia Santa María Carrera y el
teléfono, que se levantaba para atender personalmente en cada oportunidad, seguramente para hacer algún ejercicio físico.
Otra de las características destacadasde don Francisco, era su acendrado
espíritu de equidad y de justicia. Es así que, si después de una concienzuda discusión, el Consejo Docente consideraba conveniente modificar
algún plan de estudios o algún reglamento, don Francisco advertía de
inmediato que esa modificación no podría entrar en vigencia hasta un
año después de su aprobación y, por supuesto, los alumnos que habían
iniciado sus estudios con otro plan, tenían derecho a seguir en él, hasta
el término de sus estudios, si consideraban que las reformas aprobadas
podían perjudicarlos de algún modo.
UNIVERSIDAD TECI\IICA
FEDERICO SANT¡.\ r.¡i,APIA
BIBLIOTECA CENTRAL
Inventario: ...t(.C?fi2.;?.
.........
32
En los planes de estudio de aquella época se daba primordial importantcia a la práctica manual. Tanto el técnico, hoy ingeniero de ejecución,
¡como el ingeniero civil, tenían en sus dos primeros años de estudios más
de 18 horas semanales de taller. Por eso era corriente oir en la industria
que el ingeniero de la Universidad Santa María no le tenía miedo a
ponerse el buzo y enseñarle a los maestros y obreros a su cargo como
manejar las máquinas y como hacer las cosas. No por ello se descuidaba
la preparación, tanto en ciencias puras como en ciencias tecnológicas.
Era, sin duda, la preparación adecuada para el ingeniero de aquella épo-
ea, en que la industria chilena daba sus primeros pasos.
Colaboraba con don Francisco, en su calidad de Consejero Docente,
don Karl Laudien. El señor Laudien, ingeniero diplomado alemán, fue
el primer rector contratado por don AgustCn Edwards en 1931. Era
hombre de carácter inquieto, que practicamente no dorm fa pensando
en los problemas tanto técnicos como educativos y en la mejor manera
de solucionados.
Quisiera contar, a modo de anécdota, lo que me sucedió en mi primer
día en la Universidad. Después de una entrevista con el Rector, éste me
presentó a don Kad laudien quien, tomándome amablemente del
brazo, me llevó a conocer todos los rincones del campus, mientras con
su docta charla me explicaba el funcionamiento de la Universidad y
cuales serían mis obligaciones, en cada aula, oficina, taller o laboratorio, nos deteníamos y me presentaba a los colegas, a los alumnos ya los
funcionarios. Así, desde el primer día, conocí y fui conocido por
todos los miembros de la familia "Sansana".
En ese ambiente de amistad y cordialidad era fácil ponerse bien apretada la camiseta "Sansana", tan apretada que, como alguien canta,
parecía ser nuestra segunda piel.
A propósito de camiseta, también se daba gran importancia en los planes de estudio a la educación flsica y existía un vigoroso y entusiasta
Club de Deportes, cuyos equipos figuraban en los primeros lugares de
las competencias de las asociaciones locales y en las competencias
universitarias nacionales.
Las actividades artísticas y culturales tuvieron un auge inusitado en la
zona al hacerse cargo de la dirección del Aula 'Magna doña Frieda
laudien, esposa de don Karl, destacada ejecutante musical y gran conocedora del ambiente artístico. Doña Frieda transformó esta hermosa
sala en el centro cultural de Valparaíso y Viña del Mar, con grandes
33
IIIIII!
,I
presentaciones de la Orquesta Sinfónica Nacional, el ballet, la ópera y
famosos coros nacionales e internacionales.
34
En 1958, don Jorge Alessandri llamó a don Francisco Cereceda a colaborar con su gobierno como Ministro de Educación. Lo sucedió como
Rector interino don Julio Hirschmann, que ocupaba la Vicerrectoria y
que ya comenzaba a tener nombrad ía nacional e internacional por sus
investigaciones sobre energía solar.
Seis meses más tarde, el Consejo Superior designó Rector a don Carlos
Ceruti Gardeaiábal, Ingeniero Civil Mecánico de una de las primeras
promociones tituladas en esta Casa de Estudios.
Durante el mandato de don Carlos Ceruti, la Universidad tuvo una década de crecimiento sostenido y programado, creándose las Escuelas
Técnico-Profesionales en reemplazo de la antigua Escuela de Artes y
Oficios. Para el funcionamiento de estas escuelas se construyeron edificios ad-hoc, uno en Paso Hondo, en el Iimite entre Viña del Mar y
Quilpué, y otro en Talcahuano, este último mediante un acuerdo con el
gobierno de Bélgica y CIDERE, Asociación de Industriales de la zona.
También fue preocupación preferente del rector Ceruti, la creación de
las Escuelas Satélites Industriales o Escuelas de Aprendizaje Industrial,
para mejor cumplir con el precepto testamentario de Don Federico
Santa María de ubicar a los desvalidos meritorios, para lIevarlos a los
más altos niveles del conocimiento. Estas escuelas funcionaban en las
industrias, mediante convenios con ellas y se extendieron a lo largo de
todo el país.
Gran importancia se dio también a las Escuelas de Verano, que contaban con la colaboración de la Universidad de Chile, la Universidad
Técnica del Estado y la Universidad Católica de Valparaíso. Estas
Escuelas de Temporada adquirieron el carácter de internacionales y
fueron el centro de atracción para profesores y estudiantes de todos los
pa(ses de América e incluso, algunos de otros continentes.
Desgraciadamente, esta época de oro de la Universidad fue interrumpida
en 1968 por los tristemente famosos movimientos de reforma, que
transformaron a las universidades en campos de batalla de las distintas
tendencias poi íticas, se pretendió acelerar el crecimiento de la Universidad en forma inorgánica y, lo único que realmente creció fue la
burocracia administrativa que, en vez de servir de apoyo a la función
académica, como debe ser su papel, pasó a erigirse prácticamente en la
dueña de la Universidad.
No quiero profundizar en esta época triste, en que se intentó trastocar
los valores, pero es necesario tenerla siempre presente para evitar que
vuelva a repetirse.
En Septiembre de 1973 asumió el mando de la Universidad, por orden
de la Junta Militar de Gobierno y en carácter de Rector Delegado, don
Juan Naylor Wieber, que entregó su vida en la lucha por retornar la
Universidad a sus cauces tradicionales.
Durante el mandato de don Juan Naylor se gestó un importante convenio con la Fundación Adolfo Ibañez, mediante el cual la Escuela de
Negocios de dicha Fundación ha llegado a constituirse en una facultad
de la Universidad Santa María.
Don Carlos Ceruti y nuestro actual Rector, don Ismael Huerta, os hablarán con más propiedad de lo que es la Universidad en estos momentos y
de sus proyecciones futuras.
No quisiera terminar sin antes rendir público homenaje a tantos colegas,
junto a los cuales trabajé y que ya no están con nosotros. Aún corriendo el riesgo de olvidar alguno ¡nvoluntariamente, quiero mencionar
nombres como Ernesto Rubens, Bruno Wolmann, Agostino Bastiancig, Miguel Frue, Herman Tulke, Eric Vogel, Guillermo Milo,
Samuel Zenteno, Denis Jurenak, Esteban Azpiri, Emilio Muñoz Mena,
Carlos Marín, Rodolfo Ripa, Kurt Finster, Justo Artaza y quisiera 35
agregarlos nombres de WernerLaskey Carlos Strutz, a quienes no tuve
el gusto de conocer, ya que habían fallecido poco antes de mi llegada.
Como dijo el prócer don José Miguel Carrera, cuyo nombre llevan las
diversas Escuelas de nuestra Universidad, cuando marchaba sereno hacia
el pelotón de fusileros en Mendoza: "La muerte es solo una sombra que
pasa". Así, para todos estos ilustres maestros, la muerte ha sido una
sombra que pasó, ya que su vigorosa personalidad y su generoso aporte
académico perdurarán eternamente en nuestra Casa de Estudios.
36
r
--
--.
UNIVERSIDAD FEDERICO SANTA MARIA
111 UIIIIIIIIIIIIIIIIIUIIIIII111111111111111111111111111
35609000792934
. -- - ...~
Edici6n
especial de la serie "documentos"
Editado por la Comisi6n Cincuentenario
de la Universidad Técnica Federico Santa Marra
Diseño y Diagramaci6n:
Area de Diseño, Direcci6n de Comunicaciones
Composici6n:
Departamento
Julio 1982 - Valparafso
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de Publicaciones y Reproducciones
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