Coordinación de Legislación y Jurisprudencia Título ALIMENTOS

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DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Título
ALIMENTOS. SENTIDO Y ALCANCE DE LA FRASE "QUEDANDO
VIGENTES TODAS LAS OBLIGACIONES RELATIVAS A ALIMENTOS",
CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 323, FRACCIÓN XVIII, PÁRRAFO
SEGUNDO, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL ESTADO DE GUANAJUATO.
El precepto y fracción señalados prevén que: "Son causas de divorcio: ... XVIII. La
separación de los cónyuges por más de dos años, independientemente del motivo
que la haya originado, la cual podrá ser invocada por cualesquiera de ellos.-La
acción podrá ejercitarse en cualquier tiempo y no tendrá más objeto que declarar la
disolución del vínculo, conservando ambos la patria potestad de los hijos y
quedando vigentes todas las obligaciones relativas a alimentos. ...". Ahora bien, del
simple texto de la indicada porción normativa no puede resolverse claramente si la
frase "quedando vigentes todas las obligaciones relativas a alimentos" se refiere a
los cónyuges, a los hijos o a ambos; por lo que es necesario acudir al método
histórico de interpretación para desentrañar la intención de los creadores del
dispositivo legal y, con ello, determinar el destinatario de la norma. Así, en el
dictamen del Congreso Estatal, contenido en el Diario de Debates de 7 de julio de
1989, aparecen las razones que originaron la adición de la fracción XVIII al citado
artículo 323, que establece la causal aludida, entre las que se observan dos
objetivos: a) regular la situación incierta entre los cónyuges; y, b) garantizar el
derecho de alimentos y la seguridad de los hijos; en ese sentido, respecto del
primer objetivo destaca que la propuesta legislativa buscaba definir, desde el
punto de vista jurídico, la situación de los cónyuges ante el grave deterioro de los
fines del matrimonio, pues su separación significaba que la tradicional affectio
maritalis había dejado de existir, en tanto que uno de ellos o ambos no quería
seguir unido al otro; por lo que en estos casos el vínculo afectivo que los unía había
quedado roto; y en torno a la situación de los hijos, se especifica que el segundo
párrafo resuelve dicho aspecto, dado que prevé claramente que: 1) ambos
cónyuges conservan la patria potestad; 2) quedan vigentes las obligaciones en
materia de alimentos; y 3) la custodia de los menores la tendrá el cónyuge con el
cual hubieran vivido. De lo anterior se concluye que la aludida frase se refiere
exclusivamente a los hijos y no a los cónyuges y, por tanto, el artículo 323, fracción
XVIII, segundo párrafo, del Código Civil para el Estado de Guanajuato no
constituye el fundamento expreso de la subsistencia de la obligación alimenticia
entre ex cónyuges cuando el divorcio ha sido decretado como consecuencia de su
separación por más de dos años. Lo cual no prejuzga sobre la subsistencia o no de
la obligación alimentaria en estos casos con base en otras disposiciones.
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Clave: 1a./J., Núm.: 99/2012 (10a.)
Contradicción de tesis 264/2012. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Segundo y Tercero, ambos en Materias Civil y de Trabajo del Décimo
Sexto Circuito. 12 de septiembre de 2012. La votación se dividió en dos partes:
mayoría de cuatro votos en cuanto a la competencia. Disidente y Ponente: José
Ramón Cossío Díaz. Mayoría de tres votos en cuanto al fondo. Disidentes: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria:
Teresita del Niño Jesús Lúcia Segovia.
Tesis de jurisprudencia 99/2012 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de fecha diecinueve de septiembre de dos mil doce.
Tipo: Jurisprudencia por Contradicción
PAGARÉ. LA FALSEDAD DE LA FIRMA DEL AVALADO ELIMINA SU
OBLIGACIÓN CAMBIARIA Y CESA LA DEL AVALISTA.
La obligación cambiaria nace de la voluntad de quien suscribe o endosa el título de
crédito como obligado principal. En ese sentido, el aval expresa siempre una
relación de garantía, esto es, garantiza el pago del documento cambiario, pues con
su intervención evoca la preexistencia del título y se solidariza con su avalado en
su pago; de ahí que se considere valorizador de la firma del deudor. Ahora bien,
cuando en el juicio ejecutivo mercantil instaurado contra el avalista y el avalado, se
acredita la falsedad de la firma de este último, ello genera la inexistencia de la
obligación cambiaria, de manera que no puede producir efectos jurídicos contra
éste ni contra su avalista, aunque el título de crédito conserve su carácter ejecutivo
por virtud de otra u otras obligaciones cambiarias contenidas en él cuando éste ha
circulado, porque si bien la obligación del aval representa una garantía de carácter
objetivo, esa responsabilidad es solidaria con la del avalado. Consecuentemente, si
la obligación cambiaria de este último es inexistente ante la falsedad de la firma
estampada en el título, resulta inconcuso que cesa la obligación del avalista, ante la
ausencia del acto jurídico. Lo anterior, en virtud de que: a) la ley establece como
requisito que el avalista exprese la persona por la que responde; b) la acción contra
el avalista está sujeta a los mismos términos y condiciones a los de la acción contra
el avalado; c) el aval es un valorizador de la firma del avalado; d) en caso de que el
avalado pague, el avalista se libera de su obligación; e) si es el avalista quien paga,
la ley le concede acción en contra del avalado; y, f) la obligación es solidaria, de
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manera que sólo ante la existencia de la obligación asumida por el avalado subsiste
la del aval.
Clave: 1a./J., Núm.: 98/2012 (10a.)
Contradicción de tesis 505/2011. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito. 12 de septiembre de 2012. La votación se
dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos en cuanto a la competencia.
Disidente y Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Mayoría de tres votos en cuanto al
fondo. Disidentes: Jorge Mario Pardo Rebolledo y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.
Tesis de jurisprudencia 98/2012 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de fecha diecinueve de septiembre de dos mil doce.
Tipo: Jurisprudencia por Contradicción
SUCESIÓN LEGÍTIMA. SI EL DE CUJUS FALLECIÓ ANTES DE LA
REFORMA A LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 1602, DEL CÓDIGO
CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, PUBLICADA EN SU GACETA
OFICIAL EL 7 DE JUNIO DE 2006, PERO LA RESOLUCIÓN FIRME QUE
DETERMINA LA INEXISTENCIA DE LOS SUCESORES LEGÍTIMOS
PREVISTOS EN LA FRACCIÓN I DEL MISMO PRECEPTO ES
POSTERIOR A LA ENTRADA EN VIGOR DE AQUÉLLA, LA
INSTITUCIÓN CON DERECHO A HEREDAR ES EL SISTEMA PARA EL
DESARROLLO INTEGRAL DE LA FAMILIA DEL DISTRITO FEDERAL.
Del indicado artículo 1602, tanto en su texto anterior como posterior al
decreto de reformas publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 7 de
junio de 2006, se advierte la existencia de dos categorías de sucesores
legítimos cuya determinación es excluyente pero además sucesiva: los
herederos preferentes ordinarios, previstos en su fracción I, y los no
preferentes extraordinarios o terminales, previstos en su fracción II. En
relación con los segundos y en atención a la teoría de los componentes de la
norma, resulta que si el supuesto normativo para que adquieran el carácter
de herederos es de tipo complejo y la determinación judicial firme que
establece la falta de herederos legítimos preferentes u ordinarios es posterior
a la entrada en vigor de la citada reforma, entonces deben ser las
disposiciones del citado artículo 1602, fracción II, reformado, las que rijan las
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consecuencias jurídicas de tal supuesto normativo complejo. Así, ante la
ausencia de sucesores legítimos de los previstos en la fracción I del referido
numeral y en caso de que el de cujus hubiera fallecido en fecha anterior a la
reforma de mérito, pero la resolución firme que determinó la ausencia de
herederos es posterior a la entrada en vigor de aquélla, resulta inconcuso que
la institución con derecho a heredar por sucesión legítima es el Sistema para
el Desarrollo Integral de la Familia del Distrito Federal, al ser la institución
señalada en el reformado artículo 1602, fracción II, del Código Civil de la
localidad. Lo anterior es así, toda vez que no basta que se actualice alguna de
las hipótesis legales que dan pie a que se abra la sucesión legítima para que la
institución designada como heredera en grado terminal adquiera un derecho
sobre la masa hereditaria, sino que para ello se requiere que exista una
determinación judicial firme que declare la falta o ausencia de los herederos
legítimos preferentes u ordinarios, pues será hasta entonces que la institución
beneficiada adquiera el derecho a heredar por vía legítima.
Clave: 1a./J., Núm.: 93/2012 (10a.)
Contradicción de tesis 252/2012. Entre las sustentadas por el Décimo Cuarto y
el Décimo Primer Tribunales Colegiados, ambos en Materia Civil del Primer
Circuito. 22 de agosto de 2012. La votación se dividió en dos partes: mayoría
de cuatro votos por lo que hace a la competencia. Disidente: José Ramón
Cossío Díaz. Unanimidad de cinco votos respecto al fondo. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.
Tesis de jurisprudencia 93/2012 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este
Alto Tribunal, en sesión de fecha doce de septiembre de dos mil doce.
Tipo: Jurisprudencia por Contradicción
COMISIÓN NACIONAL DE ARBITRAJE MÉDICO. LA COMPETENCIA
PARA CONOCER DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDO
CONTRA UN LAUDO ARBITRAL EMITIDO POR AQUÉLLA,
CORRESPONDE AL JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA CIVIL.
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Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado que la
competencia para conocer del amparo ante Juez de Distrito la determina la
naturaleza del acto reclamado. En consecuencia, el juicio de amparo
promovido contra un laudo arbitral emitido por la Comisión Nacional de
Arbitraje Médico es competencia del Juez de Distrito en materia civil, pues
conforme al Reglamento de Procedimientos para la Atención de Quejas
Médicas y Gestión Pericial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, el
arbitraje y, en consecuencia, el laudo arbitral, son de naturaleza civil, ya que
en ese procedimiento sólo pueden reclamarse pretensiones de este carácter.
Clave: 2a./J., Núm.: 140/2012 (10a.)
Contradicción de tesis 313/2012. Entre las sustentadas por el Séptimo
Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito y el
Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito. 19 de
septiembre de 2012. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretaria: Cecilia Armengol Alonso.
Tesis de jurisprudencia 140/2012 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión privada del veintiséis de septiembre de dos mil doce.
Tipo: Jurisprudencia por Contradicción
ABOGADO PATRONO. CORRESPONDE A QUIEN LE IMPUGNA ESE
CARÁCTER DESVIRTUAR LA PRESUNCIÓN QUE EN ESE SENTIDO SE
DEDUCE DEL RECONOCIMIENTO HECHO POR EL JUEZ (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE JALISCO).
Si en un litigio se hace la designación de un abogado patrono y, éste acepta y
protesta tal designación en el escrito de demanda, asentando, al efecto, su número
de cédula profesional y, posteriormente, el Juez de los autos le reconoce
expresamente dicho carácter y aquél interviene en el proceso, ello constituye una
presunción en su favor, en el sentido de que es licenciado en derecho y se
encuentra legalmente autorizado para ejercer dicha profesión, satisfaciéndose así la
exigencia establecida por el artículo 2207 del Código Civil del Estado de Jalisco, en
el sentido de que los apoderados generales que no sean abogados deben actuar, al
amparo del mandato relativo, de manera conjunta con un abogado, de tal suerte
que si la parte demandada sostuvo lo contrario, a ella correspondía desvirtuar
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aquella presunción, de conformidad con el artículo 287, fracción II, del Código de
Procedimientos Civiles del Estado.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Clave: III.1o.C., Núm.: 2 C (10a.)
Amparo directo 86/2012. Corporativo Financiero Vimifos, S.A. de C.V., S.F. de O.L.
21 de junio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Muñoz Estrada,
secretario de tribunal autorizado para desempeñar las funciones de Magistrado, en
términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación. Secretario: Abel Briseño Arias.
Tipo: Tesis Aislada
ACCIÓN DE RECONOCIMIENTO Y NO SEPARATORIA EN EL
CONCURSO MERCANTIL. SUS EFECTOS EN LA TARIFA DE USO DE
AEROPUERTO.
Si la comerciante aceptó recolectar por cuenta de la quejosa, el importe
correspondiente a la Tarifa de Uso de Aeropuerto a los pasajeros
transportados en sus aeronaves y entregarlo en los términos pactados y no lo
hizo, resulta inconcuso que incumplió con su obligación de pago y, por ende,
si ésta, entre otras, motivaron que se le declarara en concurso mercantil, es
inconcuso que esos importes no pueden ser objeto de separación, sino de
reconocimiento pues, de lo contrario, se desnaturalizaría el procedimiento
concursal, ya que cualquier acreedor podría optar por la separación de los
montos que se le adeuden con motivo de la celebración de un contrato en
lugar de esperar a la cumplimentación de la sentencia de reconocimiento,
graduación y prelación de créditos, o del convenio concursal
correspondiente, en el que se busca la conservación de la empresa como
unidad económica.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL CUARTO
CIRCUITO.
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Clave: IV.3o.C., Núm.: 7 C (10a.)
Amparo directo 125/2012. Sociedad Operadora del Aeropuerto Internacional
Ángel Albino Corzo, S.A. de C.V. 29 de agosto de 2012. Unanimidad de
votos. Ponente: Eduardo Ochoa Torres. Secretario: Napoleón Nevárez
Treviño.
Tipo: Tesis Aislada
ACCIÓN SEPARATORIA EN EL CONCURSO MERCANTIL. SUS EFECTOS
EN LA CELEBRACIÓN DE CONTRATOS DE ARRENDAMIENTO.
Los efectos de la acción separatoria se contraen a que se extraigan de la masa activa
del comerciante aquellos bienes que no le pertenecen, mas no necesariamente y en
todos los casos que, además, sean devueltos a los propietarios o titulares de los
contratos de los que son objeto, ya que respecto de los que se le concede a la
concursada su uso y disfrute, la entrega o devolución de éstos debe regirse por lo
que al efecto hubiesen acordado las partes, así como en lo estatuido en la
legislación civil; y, además, dilucidarse los aspectos inherentes a dichas
obligaciones mediante la acción ordinaria correspondiente, ya sea ésta de
cumplimiento, rescisión o terminación. Por ende, deben desintegrarse de la masa
del comerciante los bienes objeto de contratos, como los de arrendamiento, para
que éstos, en un momento dado, no sean enajenados en perjuicio de quien o
quienes ostentan su titularidad, mas no debe ordenarse su restitución ya que tal
aspecto deberá ser materia de diversa acción.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL CUARTO
CIRCUITO.
Clave: IV.3o.C., Núm.: 6 C (10a.)
Amparo directo 117/2012. Consorcio Aviaxsa, S.A. de C.V. 29 de agosto de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Eduardo Ochoa Torres. Secretario: Napoleón
Nevárez Treviño.
Tipo: Tesis Aislada
APELACIÓN. EL ARTÍCULO 696 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS
CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL, AL IMPONER AL APELANTE LA
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OBLIGACIÓN DE SOLICITAR LA ADMISIÓN DEL RECURSO EN AMBOS
EFECTOS Y EXHIBIR LA GARANTÍA SEÑALADA POR EL JUEZ PARA QUE
SURTA EFECTOS LA SUSPENSIÓN, CUANDO SE TRATE DE ASUNTOS
FAMILIARES EN QUE SE INVOLUCREN MENORES DE EDAD,
CONTRAVIENE LOS ARTÍCULOS 4o. Y 17 DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
Dicho precepto, al imponer al apelante la obligación de solicitar la admisión del
recurso de apelación en ambos efectos y exhibir la garantía establecida por el Juez,
para que surta efectos la suspensión, respecto de los autos y de las sentencias
interlocutorias de las que se derive una ejecución que pueda causar un daño
irreparable o de difícil reparación, es inconstitucional tratándose de asuntos en
materia familiar en los que se involucren menores de edad, al contravenir los
artículos 4o. y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
pues no cumple con el principio del interés superior de la niñez, garantizando de
manera plena sus derechos y representa un obstáculo al acceso a la jurisdicción. La
exigencia de que la parte interesada solicite la admisión del recurso de apelación
en ambos efectos, señalando los motivos por los que considere que los daños que
pudieran ocasionarse con la ejecución de la resolución recurrida son irreparables o
de difícil reparación, constituye un requisito injustificado, ya que el juzgador está
obligado a suplir la deficiencia de los planteamientos de las partes, lo que implica
que en este tipo de asuntos a solicitud de parte o de manera oficiosa dicho
juzgador debe decretar la admisión del recurso en ambos efectos si advierte que la
resolución puede ocasionar dichos perjuicios; el diverso requisito de otorgar una
fianza, también hace nugatoria la garantía constitucional citada en segundo
término, pues en asuntos del orden familiar, por regla general, las partes son de
bajos recursos económicos, además de que los posibles daños derivados de la
suspensión del procedimiento no son inmediatamente apreciables en dinero, como
sí lo son, generalmente, en asuntos del orden puramente civil.
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.13o.C., Núm.: 8 C (10a.)
Amparo en revisión 119/2012. 6 de junio de 2012. Mayoría de votos. Disidente:
Arturo Ramírez Sánchez. Ponente: Ethel Lizette del Carmen Rodríguez Arcovedo.
Secretario: Baltazar Cortez Arias.
Tipo: Tesis Aislada
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CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL. LA
RESOLUCIÓN QUE LA DECRETA AL DICTARSE LA SENTENCIA
DEFINITIVA Y ÉSTA POR RAZÓN DE LA CUANTÍA NO ES APELABLE,
PROCEDE EN SU CONTRA EL AMPARO DIRECTO.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis de
jurisprudencia 1a./J. 96/2011 (9a.), publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro I, Tomo 2, octubre de 2011, página
709, de rubro: "CADUCIDAD EN EL JUICIO MERCANTIL. PROCEDE EL
RECURSO DE REVOCACIÓN CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE LA DECRETA
EN LA PRIMERA INSTANCIA, CUANDO POR RAZÓN DE CUANTÍA NO
PROCEDE EL DE APELACIÓN.", estableció que contra la resolución que decreta
la caducidad de la instancia en el procedimiento en materia mercantil, en los
asuntos que por razón de cuantía no son apelables, procede el recurso de
revocación previsto en el artículo 1334 del Código de Comercio; sin embargo, tal
supuesto opera únicamente cuando la declaratoria de caducidad se dicta dentro de
la secuela del procedimiento, pero si la misma se decreta precisamente al dictar la
sentencia definitiva y ésta por razón de cuantía no es apelable, procede en su
contra el juicio de amparo en la vía directa, ya que independientemente de que
dicha resolución no decidió la controversia de fondo porque no analizó las
acciones deducidas ni las excepciones opuestas, formalmente se trata de una
sentencia definitiva para efectos de la procedencia del juicio de amparo directo,
máxime que el citado recurso de revocación procede únicamente contra autos y
decretos, lo que excluye la procedencia de ese medio de impugnación contra las
sentencias definitivas.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO.
Clave: IX.2o., Núm.: 1 C (10a.)
Amparo directo 329/2012. Yhajaira Noemí Muro Olivares. 11 de julio de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Juana María Meza López. Secretario: Omar Rostro
Hernández.
Tipo: Tesis Aislada
CONSUMIDOR. LA OBTENCIÓN DEL MÁXIMO BENEFICIO CON SUS
RESERVAS, ES UN DERECHO HUMANO DEL CONSUMIDOR TUTELADO
EN EL ARTÍCULO 28 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
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UNIDOS MEXICANOS, QUE SE COMPLEMENTA CON LAS DIRECTRICES
DE LA ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA SU
PROTECCIÓN.
Las Directrices de la Organización de las Naciones Unidas para la Protección del
Consumidor, de nueve de abril de mil novecientos ochenta y cinco, contenidas en
la resolución 39/248 reconocen, implícitamente ciertos derechos, en la medida en
que pretende lograr o mantener una protección adecuada de los consumidores,
particularmente de quienes se encuentran en los países en desarrollo. Estas
directrices atañen a que las modalidades de producción y distribución de bienes y
servicios respondan a las necesidades y deseos de los consumidores; instar a los
productores de bienes y servicios a que adopten normas éticas de conducta; a crear
grupos de defensa del consumidor; promover un consumo sostenible; que en el
mercado se den condiciones que den a los contribuyentes una mayor selección a
precios más bajos; a poner freno a prácticas comerciales abusivas y a la
cooperación internacional en la protección del consumidor, y a un derecho a la
información, que se resumen en: a) La protección del consumidor frente a los
riesgos de salud y su seguridad. La directiva 11, establece la obligación de los
gobiernos de adoptar o fomentar la adopción de medidas apropiadas, incluidos
sistemas jurídicos, reglamentaciones de seguridad, normas nacionales o
internacionales, o voluntarias y el mantenimiento de registros de seguridad para
garantizar que los productos sean inocuos en el uso al que se destinan o
normalmente previsible; que los productores notifiquen de los peligros no
previstos de que se hayan percatado con posterioridad a su circulación en el
mercado o de los defectos graves o peligros considerables aun cuando el producto
se utilice de manera adecuada, y su retiro del mercado, reemplazándolo,
modificándolo o sustituyéndolo, y en su caso, cuando no fuere posible otorgando
una compensación al consumidor; b) Promoción y protección de los derechos
económicos de los consumidores. Entendido como el derecho de los consumidores
a obtener el máximo beneficio con sus recursos económicos, evitando el empleo de
prácticas como la adulteración de alimentos, la comercialización basada en
afirmaciones falsas o capciosas y los fraudes en la prestación de servicios así como
la promoción de la competencia leal; c) El acceso de los consumidores a una
información adecuada como obligación gubernamental que en su caso permita el
conocimiento sobre los efectos en el medio ambiente de las decisiones y
comportamiento de los consumidores y de las consecuencias que puede tener la
modificación de las modalidades de consumo, tomando en consideración la
tradición cultural del "pueblo de que se trate"; d) La educación del consumidor.
Que debe incluir aspectos como la sanidad, nutrición, prevención de enfermedades
transmitidas por los alimentos y su adulteración; peligros de los productos;
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rotulado de productos; legislación pertinente, forma de obtener compensación y
organismos de protección al consumidor; información sobre pesas y medidas,
precios, calidad, condiciones para la concesión de crédito y disponibilidad de
artículos de primera necesidad así como utilización eficiente de materiales, energía
y agua; e) La compensación efectiva al consumidor, a través de procedimientos
oficiales o extraoficiales que sean rápidos, justos, poco costosos y asequibles,
facilitando a los consumidores información sobre los procedimientos vigentes para
obtenerla y solucionar controversias; f) Asociación de consumidores para defensa
de sus intereses; y, g) La promoción de modalidades sostenibles de consumo,
entendido como el conocimiento de que las necesidades de bienes y servicios de las
generaciones presentes o futuras se satisfacen de modo tal que "puedan sustentarse
desde el punto de vista económico, social y ambiental". Acorde con la obligación
de promover, respetar, proteger y garantizar el derecho humano que subyace en la
controversia judicial el tribunal de amparo tiene facultad para reconocer el valor
jurídico interpretativo pro persona a las directrices establecidas por la
Organización de las Naciones Unidas puesto que la Asamblea General de las
Naciones Unidas es un órgano formado de representantes de todos los Estados
miembros, que expresan una voluntad colectiva respecto a los principios y normas
jurídicas que han de regir la conducta de los Estados, a los que no puede
permanecer ajeno al tribunal nacional, lo cual trasciende para que garantice una
política de competencia tendiente a lograr el óptimo uso o asignación de recursos
escasos, tanto a través de la eficiencia en la producción, considerando la relación
entre el costo de los insumos y su producción final desde la óptica de la empresa;
como desde la posición del consumidor de bienes y servicios, asignándolos de tal
manera que ninguno obtenga provecho indebido a costa de otros, pues importa
que el Estado a través de la ley y sus normas reglamentarias, así como el órgano u
órganos especializados para regular la competencia económica, y en su caso que
tutelen los derechos de los consumidores establezcan mecanismos y garantías que
permitan la entrada de nuevos competidores al mercado; la amenaza de sustitutos;
el poder de negociación de los proveedores; el poder de negociación de los
consumidores y la rivalidad real entre competidores; y también deben intervenir
directamente en los casos en que el daño que se produce sea sustancial para las
personas
o
un
sector
de
la
sociedad
consumidora.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 53 C (10a.)
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Amparo directo 105/2012. David Mulato Ramírez. 26 de marzo de 2012.
Unanimidad de votos, con salvedad en las consideraciones del Magistrado Víctor
Francisco Mota Cienfuegos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis
Evaristo Villegas.
Tipo: Tesis Aislada
CONSUMIDOR O USUARIO DE SERVICIOS FINANCIEROS. EL ACCESO AL
MERCADO
EN
CONDICIONES
DE
LIBRE
COMPETENCIA
Y
CONCURRENCIA, ES UN DERECHO HUMANO PROTEGIDO POR EL
ARTÍCULO 28, PÁRRAFOS PRIMERO Y SEGUNDO, DE LA CONSTITUCIÓN
POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS.
Una interpretación histórica y progresiva del artículo 28, párrafos primero y
segundo, de la Constitución Federal, permite advertir que se parte del supuesto de
que en el mercado, como espacio de intercambio mercantil, concurren numerosos
propietarios o proveedores de mercancías o servicios frente a aquellos que
necesitan esos bienes para satisfacer sus intereses, lo que evidencia que existen
diferentes facetas de la libertad individual que se ven involucradas en el
mecanismo del mercado, a saber, las que se refieren a libertades sustantivas, la
autonomía decisional y la inmunidad frente a las intrusiones de factores que
obliguen a elegir al consumidor de una manera y no de otra. La economía moderna
configura al mercado como un espacio competitivo y la libertad de las personas en
este ámbito tiene dos facetas: a) de oportunidad; y, b) de proceso de la libertad. La
primera de ellas se refiere a la capacidad real de los individuos para conseguir
cosas, en el que se centra la postura del consumidor y tiene un valor instrumental
en la medida en que sólo puede elegir aquello que esté dentro de un "conjunto
presupuestario", es decir, lo que realmente se puede conseguir dentro de lo que se
ofrece; tiene una estrecha relación con el concepto de preferencias, esto es, la
posibilidad de elección entre diversas opciones o alternativas cuya decisión se
apoya en un conjunto de valores de los individuos y no únicamente en sus gustos.
La segunda faceta hace referencia al procedimiento de decidir libremente por uno
mismo, que implica la autonomía decisional de las elecciones a realizar, en tanto
que una persona decide por sí misma y no otras por ella y la inmunidad frente a la
interferencia de los demás. Entonces, el derecho a intervenir en el mercado para
vender o adquirir mercancías libremente sin interferencia alguna debe realizarse
sin que nadie se interponga, en condiciones de oportunidad y de libertad, que se
justifica por los resultados o utilidades sociales que produce. Empero, los
desequilibrios en el mercado existen ya sea que se aproveche una determinada
ventaja comparativa o privilegio del productor por lo cual se establecen
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parámetros de su corrección o atenuación. Entre esos desequilibrios están el
monopolio, el oligopolio y las situaciones inherentes que descansan en el tipo,
cantidad y calidad de la mercancía ofertada, incluso la idea de protección al
ambiente; la intromisión en la selección y decisión por el consumidor para adquirir
una mercancía o en aspectos en los que no existe real competencia, por regularse a
favor del Estado la producción del bien o la prestación del servicio en que el
margen de libertad del consumidor se acota aún más, pues no sólo corresponde al
precio que puede definirse en función de sus alcances presupuestarios, sino de lo
que el Estado permite que pueda ofrecerse en términos de competencia tanto
cuando la restringe en su favor, como cuando se trata de actividades estratégicas o
de interés público, que afectan, además, la libre concurrencia. Una forma de
garantizar que la relación entre los usuarios de los servicios financieros y las
instituciones respectivas pueda garantizar condiciones de profesionalismo,
equidad y legalidad, son las normas de derechos humanos que se encuentran
contenidas en el artículo 28 constitucional y en los tratados internacionales
suscritos por el Estado Mexicano. El artículo 28, párrafos primero y segundo, de la
Constitución Federal que reconoce un derecho humano del consumidor que tiene
diversas facetas, pues por un lado establece una prohibición de existencia de
monopolios, prácticas monopólicas, estancos y exenciones de impuestos, así como
las prohibiciones a título de protección a la industria, en los términos previstos por
las leyes. Por esa razón, se dispone que la ley castigará severamente y que debe ser
perseguido con eficacia por las autoridades, toda concentración o acaparamiento
en una o pocas manos de artículos de consumo necesario y que tenga por objeto
obtener el alza de los precios; todo acuerdo, procedimiento o combinación de los
productores, industriales, comerciantes o empresarios de servicios, que de
cualquier manera hagan, para evitar la libre concurrencia o la competencia entre sí
y obligar a los consumidores a pagar precios exagerados y, en general, todo lo que
constituya una ventaja exclusiva indebida a favor de una o varias personas
determinadas y con perjuicio del público en general o de alguna clase social. Con
esa prohibición, lo que se reconoce implícitamente es un derecho humano de la
persona en su vertiente de consumidor frente al abuso de los productores,
industriales, comerciantes o empresarios de servicios, que impidan la libre
competencia y la libre concurrencia en el mercado que tenga como finalidad
generar una ventaja en perjuicio de las demás personas, determinadas o
indeterminadas. Es decir, el Constituyente parte del hecho de que existe una
desigualdad en el mercado que es necesario atemperar y sobre todo que debe
protegerse al consumidor como una parte débil de la relación económica ante la
situación de escasez de bienes o servicios o de claro predominio de los proveedores
de servicios o propietarios de bienes o mercancías, que implique una afectación a
su patrimonio como producto de esa relación asimétrica o desigual.
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 51 C (10a.)
Amparo directo 105/2012. David Mulato Ramírez. 26 de marzo de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis
Evaristo Villegas.
Tipo: Tesis Aislada
CONTRATOS. APLICACIÓN DE LA DOCTRINA DE LOS ACTOS PROPIOS Y
DEL PRINCIPIO DE BUENA FE.
En el derecho comparado, destacadamente en Estados Unidos de América y varios
países de la Unión Europea, se ha abierto camino la idea de conceder mayor peso a
la buena fe y a la lealtad tratándose de contratos, ligada a la justicia, la razón y la
equidad, cuya apreciación corresponde a los tribunales para desarrollar el derecho
conforme a la realidad social y económica en que son operadores jurídicos. Al
conjunto de normas, principios, doctrina y jurisprudencia existentes en el derecho
comparado, hay que sumar la normatividad mexicana en que se prevé la buena fe
en materia contractual, en los artículos 1796, 1830 y 1910 de los Códigos Civiles
distrital y federal. No hay duda, entonces, de que los operadores judiciales deben
atender a la buena fe cuando examinen el contenido, cumplimiento y ejecución de
los contratos, tanto civiles como mercantiles, esto último de forma supletoria en
términos del artículo 2o. del Código de Comercio. Ligada a la buena fe se
encuentra la doctrina de los actos propios conceptuada como una limitación al
ejercicio de un derecho, que reconoce como fundamento una razón de política
jurídica: la protección de la confianza suscitada por el comportamiento
antecedente, que luego se pretende desconocer. Los requisitos para que se aplique
esa doctrina son: primero, que el acto que se pretende combatir haya sido
adoptado y verificado con plena libertad de criterio y voluntad no coartada;
segundo, un nexo causal eficiente entre el acuerdo adoptado o acto realizado y su
incompatibilidad con la conducta posterior; y tercero, que la acción sea
concluyente e indubitada. Dicha doctrina es, al igual que la buena fe en que tiene
su origen, útil para apreciar tanto el contenido de los contratos como su ejecución a
fin de resolver, de la mejor forma, los asuntos en que esté involucrada esa temática.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Clave: I.4o.C., Núm.: 17 C (10a.)
Amparo directo 71/2012. Afianzadora Insurgentes, S.A. de C.V., Grupo Financiero
Aserta. 23 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval
López. Secretario: Raúl Alfaro Telpalo.
Amparo directo 335/2012. Importadora y Distribuidora Ucero, S.A. de C.V. 7 de
septiembre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López.
Secretario: Raúl Alfaro Telpalo.
Amparo directo 585/2012. Vidrios Marte, S.A. de C.V. 7 de septiembre de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl
Alfaro Telpalo.
Tipo: Tesis Aislada
COPIA FOTOSTÁTICA SIMPLE. SU EFICACIA PROBATORIA NO DEPENDE
DE SU OBJECIÓN FORMAL.
Dada la naturaleza contenciosa del proceso civil, el legislador tomó como fuente de
prueba la copia fotostática y reconoció el hecho de que si el documento se aleja de
la verdad por la facilidad de su alteración o unilateral confección, la parte a quien
pueda perjudicar puede objetarlo o bien de probar en contrario, salvo que se trate
de una cuestión de interés público en cuyo caso, atendiendo al bien jurídico
tutelado, el Juez podrá enjuiciar críticamente su naturaleza y alcance probatorio y
la idoneidad de la prueba para acreditar un hecho determinado. Sin embargo, no
basta que el documento sea ofrecido en copia fotostática para que por ese motivo
inicialmente se le cuestione su valor, sino que debe atenderse a lo que se trata de
demostrar con el mismo, es decir, a su idoneidad, y al reconocimiento de su
contenido y alcance por el contrario, porque si sucede lo primero el hecho estará
probado sin controversia y si acontece lo segundo, le corresponderá al Juez valorar
conforme a las reglas de la lógica y la experiencia; de ahí que sea necesario que en
la objeción correspondiente se indique cuál es el aspecto que no se reconoce del
documento o porque no puede ser valorado positivamente por el Juez porque este
último establezca si es idóneo o no para resolver un punto de hecho. Estos aspectos
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
constituyen los estándares sobre los que se asienta la naturaleza probatoria de la
copia simple fotostática y suponen el respeto irrestricto del principio de buena fe
procesal por parte del Juez y del reconocimiento de que en caso de que una de las
partes ofrezca un documento alterado o confeccionado, pueda reprimirse con rigor
dicha conducta por los canales que el propio ordenamiento jurídico establece. Por
lo tanto para desvirtuar la existencia de tales actuaciones así como su
verosimilitud, no basta la simple objeción formal de dicha prueba, sino que es
necesario señalar las razones concretas en que se apoya la objeción, mismas que
tenderán a invalidar la fuerza probatoria de la copia fotostática.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 55 C (10a.)
Amparo directo 201/2012. Martín Valdivia Ramírez. 19 de abril de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis
Evaristo Villegas.
Tipo: Tesis Aislada
DOCUMENTOS Y CORREOS ELECTRÓNICOS. SU VALORACIÓN EN
MATERIA MERCANTIL.
La doctrina explica que en la época contemporánea cuando se habla de prueba
documental no se puede pensar sólo en papel u otro soporte que refleje escritos
perceptibles a simple vista, sin ayuda de medios técnicos; se debe incluir también a
los documentos multimedia, es decir, los soportes que permiten ver estos
documentos en una computadora, un teléfono móvil, una cámara fotográfica,
etcétera. En varios sistemas jurídicos se han equiparado totalmente los documentos
multimedia o informáticos, a efectos de valoración. Esa equivalencia es,
básicamente, con los privados, y su admisión y valoración se sujeta a requisitos,
sobre todo técnicos, como la firma electrónica, debido a los problemas de fiabilidad
de tales documentos, incluyendo los correos electrónicos, ya que es posible
falsificarlos e interceptarlos, lo cual exige cautela en su ponderación, pero sin
desestimarlos sólo por esa factibilidad. Para evitar una pericial en informática que
demuestre la fiabilidad del documento electrónico, pero complique su ágil
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
recepción procesal, el juzgador puede consultar los datos técnicos reveladores de
alguna modificación señalados en el documento, aunque de no existir éstos,
atenderá a la posibilidad de alteración y acudirá a la experticia, pues el documento
electrónico puede quedar en la memoria RAM o en el disco duro, y podrán
expedirse copias, por lo que para comprobar el original deberán exhibirse
documentos asistidos de peritos para su lectura. Así es, dado que la impresión de
un documento electrónico sólo es una copia de su original. Mayor confiabilidad
merece el documento que tiene firma electrónica, aunque entre esa clase de firmas
existe una gradación de la más sencilla a la que posee mayores garantías técnicas, e
igual escala sigue su fiabilidad, ergo, su valor probatorio. Así, la firma electrónica
avanzada prevalece frente a la firma electrónica simple, ya que los requisitos de
producción de la primera la dotan de más seguridad que la segunda, y derivan de
la Ley Modelo de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil
Internacional sobre las Firmas Electrónicas. Esta propuesta de normatividad, al
igual que la diversa Ley Modelo sobre Comercio Electrónico, fue adoptada en el
Código de Comercio, el cual sigue el criterio de equivalencia funcional que busca
equiparar los documentos electrónicos a los tradicionales elaborados en soporte de
papel, mediante la satisfacción de requisitos que giran en torno a la fiabilidad y
trascienden a la fuerza probatoria de los mensajes de datos. Por ende, conforme a
la interpretación de los artículos 89 a 94, 97 y 1298-A del Código de Comercio, en
caso de que los documentos electrónicos reúnan los requisitos de fiabilidad
legalmente previstos, incluyendo la existencia de una firma electrónica avanzada,
podrá aplicarse el criterio de equivalente funcional con los documentos que tienen
soporte de papel, de manera que su valor probatorio será equivalente al de estos
últimos. En caso de carecer de esa firma y haberse objetado su autenticidad, no
podrá concedérseles dicho valor similar, aunque su estimación como prueba irá en
aumento si en el contenido de los documentos electrónicos se encuentran
elementos técnicos bastantes, a juicio del juzgador, para estimar altamente
probable su autenticidad e inalterabilidad, o bien se complementan con otras
probanzas, como la pericial en informática que evidencie tal fiabilidad. Por el
contrario, decrecerá su valor probatorio a la calidad indiciaria si se trata de una
impresión en papel del documento electrónico, que como copia del original
recibirá el tratamiento procesal de esa clase de documentos simples, y se valorará
en conjunto con las restantes pruebas aportadas al juicio para, en función de las
circunstancias específicas, determinar su alcance demostrativo.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.4o.C., Núm.: 19 C (10a.)
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Amparo directo 512/2012. Litobel, S.A. de C.V. 13 de septiembre de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl
Alfaro Telpalo.
Tipo: Tesis Aislada
EJECUCIÓN DE SENTENCIA. DEBE PRIVILEGIARSE EL ANÁLISIS DE
FONDO ANTES QUE APLICAR UNA CAUSA DE IMPROCEDENCIA
PORQUE EXISTE INTERÉS SOCIAL EN QUE SE EJECUTEN
CORRECTAMENTE LAS RESOLUCIONES QUE CONSTITUYEN LA
VERDAD LEGAL, PORQUE AQUÉLLA NO ESTÁ SUJETA A LOS
PRINCIPIOS DE PRECLUSIÓN Y EQUILIBRIO PROCESAL SINO A
PRESCRIPCIÓN.
El artículo 73 de la Ley de Amparo establece un catálogo de causas de
improcedencia, las cuales constituyen requisitos procesales que el derecho adjetivo
constitucional exige para que los órganos jurisdiccionales competentes puedan
examinar en cuanto al fondo de la pretensión, los cuales no pueden dejarse al libre
albedrío de las partes, ni tampoco a la disponibilidad en el tiempo en que han de
realizarse. No obstante, el incumplimiento de esos requisitos no genera iguales
efectos en todo supuesto, pues si se trata de la falta de impugnación de un acto
dictado dentro de un juicio del orden civil en que se impone el interés de las
partes, la consecuencia será decretar su consentimiento en acato a los principios de
preclusión y equilibrio procesal, siempre que se trate del ejercicio de un derecho
procesal; pero si dicha omisión se actualiza en la etapa de ejecución de sentencia en
la que destaca el interés social, entonces queda al prudente arbitrio judicial aplicar
ese requisito procesal (causas de improcedencia) o darle preeminencia a la
resolución de fondo del asunto, en acatamiento a los principios de tutela judicial
efectiva y acceso a la justicia, consagrados en la Constitución pues tratándose de
ejecución de sentencias cobra mayor importancia el interés que la sociedad tiene en
que se ejecuten las sentencias que constituyen verdad legal, que solamente está
sujeta a prescripción, por sobre los principios de preclusión y economía procesal.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 57 C (10a.)
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Amparo en revisión 127/2012. Condominio Luxor. 21 de mayo de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Benito Alva Zenteno. Secretario: Ricardo Núñez
Ayala.
Tipo: Tesis Aislada
INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. CONDICIÓN PARA
EXIGIR SU RESPONSABILIDAD EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 87 DE SU
REGLAMENTO DE PRESTACIONES MÉDICAS.
Conforme al artículo 87 del Reglamento de Prestaciones Médicas del Instituto
Mexicano del Seguro Social, se advierten los siguientes elementos: a) Un
derechohabiente, que b) por su propia decisión, c) bajo su responsabilidad; d) sea
internado en una unidad hospitalaria que no pertenezca al Instituto Mexicano del
Seguro Social; e) libera de toda responsabilidad al citado Instituto (consecuencia).
Ahora bien, el segundo elemento de la condición para excluir responsabilidad al
instituto demandado, consistente en que el asegurado renuncie por propia decisión
o voluntad, debe entenderse como aquella decisión que el asegurado ejerce
libremente, sin ningún vicio; es decir, sin que exista de por medio presión,
manipulación, violencia, error u otro similar. Esto es así, pues la disposición en
comento, regula un aspecto fundamental de los asegurados, como lo es la
obligación del instituto a otorgar los servicios de salud a sus asegurados, salvo que
ellos, libremente, opten por acudir a otra institución privada de salud que mejor les
parezca, sin responsabilidad para el organismo público, pues si la decisión no
fuera libre, se estaría coartando el derecho a la salud previsto en el artículo 4o. de
nuestra Carta Magna.
TRIBUNAL COLEGIADO DEL TRIGÉSIMO PRIMER CIRCUITO.
Clave: XXXI., Núm.: 7 C (10a.)
Amparo directo 237/2012. Jorge Luis Santamaría Echavarría. 5 de septiembre de
2012. Unanimidad de votos. Ponente: Mayra González Solís. Secretario: Aarón
Alberto Pereira Lizama.
Tipo: Tesis Aislada
JUICIOS DE PATERNIDAD. PARA EL CASO DE QUE LOS PRESUNTOS
ASCENDIENTES SE NIEGUEN A PRACTICARSE LA PRUEBA PERICIAL EN
MATERIA DE GENÉTICA (ADN), NO ES NECESARIO APERCIBIRLOS CON
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
LA IMPOSICIÓN DE MEDIDAS DE APREMIO COMO LA MULTA O EL
ARRESTO, SINO QUE DEBERÁ HACERSE DE SU CONOCIMIENTO QUE EN
TAL SUPUESTO OPERARÁ LA PRESUNCIÓN DE LA FILIACIÓN
CONTROVERTIDA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ).
El artículo 256 Bis del Código Civil para el Estado de Veracruz, establece que, para
el caso en que el presunto progenitor se niegue a proporcionar la muestra necesaria
para la práctica de la prueba biológica o proveniente de la ciencia o se negara a
practicarse dicha prueba, se presumirá la filiación, salvo prueba en contrario,
desprendiéndose de la exposición de motivos que dio lugar a dicha disposición,
que con ella, el legislador local buscó proteger el derecho fundamental de los
menores a conocer su origen y ascendencia, por lo que tal medio se traduce en una
garantía para quien busca saber quiénes son sus padres y en una carga para quien
se le imputa tal relación, sin que pueda coaccionarse a ésta para que de manera
obligatoria proporcione tales muestras o se someta a los exámenes respectivos,
pues los derechos de aquéllos no pueden válidamente conducir a obtener, sin el
consentimiento de éstos, por ejemplo, obtener de su esfera más íntima, una
muestra de sus células que permitan la comparación del material genético. Por
tanto, el legislador local, como una medida racional, estableció que ante la negativa
a la práctica de tales pruebas, se generaría la presunción, iuris tantum, de la
relación filial. Por tanto, al comunicarse a aquella persona a quien se atribuye la
paternidad en el juicio respectivo, que debe ejecutar determinados actos o realizar
tales conductas a fin de que se lleve a cabo la prueba respectiva, a fin de dotar de
certeza y seguridad a las partes, deberá hacer del conocimiento de éste, con
certeza, claridad y precisión, cuáles son las consecuencias previstas por el
legislador para el caso de que su conducta, sin justificación, sea renuente o se
oponga a proporcionar las muestras necesarias o a practicarse la prueba respectiva,
sin que sea necesario acudir a las medidas de apremio, entre ellas al arresto, pues
en el ámbito local, existe disposición legal, concreta y determinada que bajo el
principio de especialidad de la ley regula el supuesto concreto, aunado que, la
imposición de medidas de apremio, ante la negativa de la persona a quien se
atribuye la paternidad, no se traduce en una medida idónea y eficaz para conocer
el origen y ascendencia de los menores.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO
CIRCUITO.
Clave: VII.2o.C., Núm.: 20 C (10a.)
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Amparo en revisión 205/2011. 30 de agosto de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Ezequiel Neri Osorio. Secretario: Eduardo Castillo Robles.
Nota: Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis
466/2012, pendiente de resolverse por la Primera Sala.
Tipo: Tesis Aislada
JURISDICCIÓN VOLUNTARIA. LA RESOLUCIÓN QUE EN ESA VÍA TIENE
POR RATIFICADO UN CONVENIO NO ES SENTENCIA, POR LO QUE EL
PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN INSTAURADO PARA OBTENER EL
CUMPLIMIENTO DEL PACTO, EN ABSOLUTO PUEDE ENTENDERSE
COMO DE EJECUCIÓN DE LA MISMA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA).
Tomando en consideración que conforme al primer párrafo del artículo 817 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Puebla "Los procedimientos
no contenciosos comprenden los actos en que por disposición de la ley o por
solicitud de los interesados se requiere la intervención del Juez sin que esté
promovida, ni se promueva, controversia alguna entre partes determinadas.", en
los actos en que a solicitud de los interesados se requiera la intervención del Juez,
como sucede en una ratificación de convenio, en modo alguno se puede hablar de
cosa juzgada, dado que el acuerdo judicial que aprueba unas diligencias
practicadas en jurisdicción voluntaria, no es una sentencia ni deriva de un juicio, al
no resolver controversia de derechos entre partes determinadas; por tanto, la
resolución que tiene por ratificado el convenio en esa vía no es una sentencia, por
lo que el procedimiento de ejecución instaurado para obtener el cumplimiento del
pacto, en absoluto puede entenderse como de ejecución de sentencia.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO
CIRCUITO.
Clave: VI.2o.C., Núm.: 24 C (10a.)
Amparo en revisión 264/2012. Agroindustrias Unidas del Valle de Palmar de
Bravo, Puebla, S. de P.R. de R.L. 13 de septiembre de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Ma. Elisa Tejada Hernández. Secretaria: María del Rocío Chacón Murillo.
Tipo: Tesis Aislada
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
PODERES JUDICIALES DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS (DISTRITO
FEDERAL). COMPETENCIA PARA CONOCER DE JUICIOS MERCANTILES
DE CUANTÍA INFERIOR A QUINIENTOS MIL PESOS. AUNQUE NO
APLIQUEN LAS NORMAS DEL JUICIO ORAL MERCANTIL.
Conforme a las reformas en que se adicionó al Código de Comercio un título
especial, denominado "Del juicio oral mercantil", publicadas en el Diario Oficial de
la Federación el nueve de enero de dos mil doce, todas las controversias cuya
suerte principal sea menor a la que establece el artículo 1339 (quinientos mil
pesos), deben tramitarse en la vía oral mercantil, en el entendido de que conforme
al artículo tercero transitorio del decreto publicado el nueve de enero de dos mil
doce, se estableció una prórroga para su entrada en vigor, al establecerse que en
relación con los Poderes Judiciales de las entidades federativas (en el que se
incluye al Distrito Federal) tendrán hasta el primero de julio de dos mil trece, como
plazo máximo para hacer efectiva la entrada en vigor a las disposiciones relativas
al juicio oral mercantil. La interpretación conforme del citado artículo transitorio,
en relación con el artículo 17 constitucional que establece que toda persona tiene
derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
administrar justicia en los plazos y términos que fijen las leyes, lleva a la
conclusión de que de lo que se exentó a los Poderes Judiciales de las entidades
federativas fue de aplicar las disposiciones relativas al juicio oral mercantil, hasta
la fecha determinada, pero de ningún modo se exime a dichas entidades para que
los asuntos de cuantía menor a quinientos mil pesos, se tramiten conforme al
Código de Comercio anterior a las reformas en mención, a efecto de que el
juzgador determine lo conducente, esto es, que en función a los hechos narrados en
la demanda y al contenido de los documentos base de la acción, debe acordar lo
procedente conforme a los procedimientos mercantiles excluyendo la vía oral
mercantil, pues para ésta se tiene hasta el uno de julio de dos mil trece, como plazo
máximo para hacer efectiva la entrada en vigor de las disposiciones relativas. Sin
que obste a lo anterior la circunstancia de que tratándose de los juicios mercantiles
tramitados ante los Juzgados de Distrito, por ser una materia de jurisdicción
concurrente, sí sea procedente el juicio oral mercantil, conforme al Acuerdo
56/2011 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, pues precisamente por
tratarse de una materia de jurisdicción concurrente en términos del artículo 104,
fracción I, de la Constitución Federal, el gobernado puede acudir a la potestad
jurisdiccional del tribunal federal o local de su elección y si decidió acudir a esta
última no puede negársele el acceso a la jurisdicción bajo el argumento de que aún
no se aplican las disposiciones relativas al juicio oral mercantil, pues ello no impide
que puedan aplicarse las normas anteriores, por lo que en tal caso habrá de
pronunciarse sobre lo que resulte procedente, teniendo en cuenta las normas del
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
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Código de Comercio anterior a esa reforma que instaura el juicio oral mercantil.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 59 C (10a.)
Amparo directo 527/2012. De México, Chiles, Condimentos y Granos, S.A. de C.V.
30 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Benito Alva Zenteno.
Secretario: Vidal Óscar Martínez Mendoza.
Nota: El Acuerdo General 56/2011, del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal,
relativo a la conclusión de funciones del Juzgado Quinto de Distrito Auxiliar de la
Segunda Región, con residencia en San Andrés Cholula, Puebla y del Juzgado
Segundo de Distrito Auxiliar de la Octava Región, con sede en Cancún, Quintana
Roo, y su transformación en Juzgados Primero y Segundo de Distrito en Materia
Mercantil, especializados en juicios de cuantía menor; con sede en las referidas
ciudades, así como a su competencia, jurisdicción territorial, fecha de inicio de
funciones y a las reglas para el turno y la distribución de asuntos citado, aparece
publicado en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro IV, Tomo 5, enero de 2012, página 4777.
Tipo: Tesis Aislada
PRESUPUESTOS PROCESALES. EL RELATIVO A LA PRESENTACIÓN DE
UNA DEMANDA FORMAL Y SUSTANCIALMETE VÁLIDA SE SATISFACE
SI EN LOS HECHOS SE ENCUENTRA IMPLÍCITO EL DERECHO
SUSTANTIVO.
Tomando en consideración que el derecho civil goza de unidad de ordenamientos
que lo rigen, de sistematización en sus materias y de la tendencia a una mayor
permanencia en sus instituciones, la falta de cita expresa de los preceptos legales
aplicables en la demanda ordinaria no genera, necesariamente, la ausencia de la
expresión del derecho en que se basa dicha demanda, ya que puede darse el caso
de que los hechos en que se sustentan conduzcan ineludiblemente a los preceptos
legales aplicables. Consecuentemente no puede decirse que, en ese supuesto, en la
demanda esté ausente el fundamento legal y que por tal motivo no se cumple con
el presupuesto procesal de presentar una demanda formal y sustancialmente
válida, si es que del contenido del escrito surgen los preceptos legales aplicables.
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SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO
CIRCUITO.
Clave: VI.2o.C., Núm.: 23 C (10a.)
Amparo directo 339/2012. Arturo Rosales Ortiz y otro. 6 de septiembre de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Armando Pallares Valdez. Secretario: Raúl
Ángel Núñez Solorio.
Tipo: Tesis Aislada
PRINCIPIO DE BUENA FE PROCESAL. OBLIGA A NO PREJUICIAR DE
FALSA LA PRUEBA DOCUMENTAL OFRECIDA EN COPIA SIMPLE
FOTOSTÁTICA.
El artículo 373 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal
dispone que para acreditar hechos o circunstancias que tengan relación con el
negocio que se ventile en juicio, las partes podrán presentar fotografías o copias
fotostáticas, medios de prueba que serán valorados en su conjunto por el juzgador,
atendiendo a las reglas de la lógica y de la experiencia, según lo previsto en el
artículo 402 del mismo ordenamiento. Dichos preceptos parten de una premisa
fundamental para lograr su vigencia, que es la de observar el principio de buena fe
procesal, porque reconoce que "para acreditar hechos o circunstancias" las partes
pueden presentar fotografías, lo cual constituye el reconocimiento de que actúan
en el proceso con probidad, con el sincero convencimiento de hallarse asistido de
razón, y que por esa circunstancia pueden aportar ese tipo de medios de prueba. El
principio de buena fe implica una serie de presupuestos, como la existencia de un
estadio psicológico, que comprende la intención de obrar honestamente; la creencia
de que la contraparte obra del mismo modo y la creencia o ignorancia de atributos
o calidades en las personas o cosas. También supone la existencia de una influencia
de ese estadio psicológico de la contraparte que le impulsa a la determinación de
ofrecer un medio de prueba con la firme convicción de que es plausible que con
aquél pueda demostrar lícitamente un hecho sujeto a controversia; así como la
actuación conforme a ese estadio psicológico e influencia, que se verifica en el
ofrecimiento efectivo de la prueba. Estos presupuestos son analizados por el Juez
no sólo por la especial posición y actitud del oferente de ese medio de prueba, sino
por la aceptación, falta de reticencia o prueba en contrario que aporte la
contraparte para desvirtuar su alcance o para demostrar el significado contrario de
los hechos que se pretenden acreditar y que justamente exigen la aplicación de las
reglas de la lógica y la experiencia. Entonces, el juzgador debe partir de un
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
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principio de buena fe procesal, que se apoya en la dignidad de las personas y los
actos que realizan y que deben ser tratadas como tales pues es la base con la que
actúan las partes y sólo ante la existencia de indicios contrarios a la misma
reflejado en el contenido o alcance de dicho medio de prueba, puede el Juez dejar
de otorgar valor probatorio a un documento en copia fotostática que la ley
considera, prima facie, una fuente de prueba de los hechos o circunstancias del
debate. Sería desapegado a la verdad y al citado principio que el juzgador partiera
de la base de que cualquier copia fotostática tiene latente la posibilidad, dada la
naturaleza de la reproducción y los avances de la ciencia, de que no corresponda a
un documento realmente existente, sino a uno prefabricado que, para efecto de su
fotocopiado, permita reflejar la existencia, irreal, del documento que se pretende
hacer aparecer. Esto es así, porque en lugar de apegarse a la buena fe procesal,
partiría de su desestimación por la autoridad, constituyendo un verdadero e
injustificado prejuicio, y sólo recurriría a su abrigo cuando aquélla haya sido
adminiculada con otros medios de prueba, lo que materialmente implicaría
desconocerle, prima facie, valor probatorio por sí misma, lo que se aleja del
contenido de la norma y de los principios rectores de la función judicial que tutela
el artículo 17 de la Constitución Federal. Lo anterior, no significa que el juzgador
deje de observar que las partes que litigan en defensa de sus intereses puedan
incurrir en la alteración del documento o su confección, pero el acceso a la justicia
como derecho humano exige de la autoridad judicial una disposición y actitud
abierta al conocimiento de los hechos con las herramientas e instrumentos que el
texto procesal le dota así como el resto del ordenamiento jurídico.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 54 C (10a.)
Amparo directo 201/2012. Martín Valdivia Ramírez. 19 de abril de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis
Evaristo Villegas.
Tipo: Tesis Aislada
RESPONSABILIDAD CIVIL. COMPETENCIA PARA CONOCER DE LA
DERIVADA DEL DELITO.
A propósito de la reparación del daño, aunque es factible que un mismo
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hecho, como el accidente derivado de la circulación de vehículos de motor
constituya, al mismo tiempo, un ilícito puramente civil y un ilícito penal, la
acción es una sola de carácter civil, y la tramitación en la vía penal de todo lo
relacionado con ambos ilícitos se presenta como la solución más benéfica, en
general, por celeridad procesal, tanto para el agente dañador como,
principalmente, para la víctima, según se advierte de la doctrina y el derecho
comparado. El sistema jurídico mexicano, y en específico el distrital, tiene una
regulación que posibilita clasificarlo entre aquellos que, por razones de
economía procesal, permiten que los Jueces penales conozcan de la acción de
responsabilidad civil derivada de un hecho que provocó también el ejercicio
de la acción penal. Así, el artículo 20, apartado C, fracción IV, constitucional,
ha elevado a rango de derecho humano el que tiene la víctima a que le sea
reparado el daño causado por la comisión del delito. El Código Penal para el
Distrito Federal regula ese derecho, básicamente, en los artículos 42 a 49, cuya
interpretación jurídica evidencia que se incluyó la responsabilidad civil con el
propósito de hacerla más eficiente y eficaz, de modo que se beneficia a la
víctima y a quienes, en sustitución de ella, tengan derecho a la reparación del
daño que se cubre de la manera más amplia posible, ya que abarca el
material, tanto en su modalidad de daño emergente como de lucro cesante, y
el moral. Existe la posibilidad de que el interesado opte por el ejercicio de la
acción civil, pero la falta de manifestación de haber elegido ese ejercicio
separado del proceso punitivo significará, en caso de condenarse al pago de
la reparación del daño en la sentencia penal, que estará a las resultas de ésta,
sin perjuicio de que pueda apelar. La acción de responsabilidad civil puede
ser conocida por el Juez civil si la víctima o sus derechohabientes eligen esa
opción durante el proceso penal, o en éste existe una sentencia absolutoria, o
cuando la causa de pedir es diversa, como sucede si el asegurador del daño
no fue parte en el proceso penal, o si han sobrevenido daños nuevos que
encuentran su origen en la misma causa generadora, y cuya posterior
manifestación
impidió
que
fuera
solicitado
su
resarcimiento.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.4o.C., Núm.: 14 C (10a.)
Amparo directo 158/2012. Moisés Saldaña García. 17 de mayo de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl
Alfaro Telpalo.
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Tipo: Tesis Aislada
RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑO MATERIAL EN CASO DE MUERTE.
FORMA DE ACREDITAR LA LEGITIMACIÓN DE LOS HEREDEROS
CONFORME A LOS PRINCIPIOS PRO ACTIONE Y PRO PERSONA.
Una nueva lectura del artículo 1915 del Código Civil para el Distrito Federal lleva a
considerar que debe incluirse a los herederos potenciales. Permite establecerlo así,
inicialmente, el derecho comparado del cual se advierte que entre los legitimados
expresamente determinados antes de que acontezca el hecho dañoso, destacan los
herederos, como en el caso argentino, donde prevalece una corriente doctrinal y
jurisprudencial que entiende como herederos a todos aquellos que tienen
potencialmente ese carácter al momento de fallecer la víctima. Esa opción por
ampliar el concepto de herederos es trasladable al sistema mexicano de
legitimación para ejercer la pretensión resarcitoria de daños en caso de muerte de
la víctima, en específico para la indemnización del lucro cesante y para algún
concepto comprendido dentro del daño emergente (los gastos funerarios),
conforme al citado artículo 1915 del Código Civil para el Distrito Federal, que se
refiere sólo al daño material o patrimonial, como evidencian los antecedentes
legislativos de su origen y sucesivas reformas, y conforme a ese origen y la
finalidad a que obedece, al aludir a los herederos no se limita a quienes han sido
declarados como tales en juicio sucesorio, sino a los familiares con razonable
potencialidad de tener tal calidad. Ello, en la inteligencia de que los parientes más
próximos excluyen a los más lejanos, como enseñan las reglas ordinarias de
relaciones de parentesco y el derecho comparado, lo que, en cada caso,
corresponde analizar y determinar al operador judicial. Así, en un supuesto, habrá
de preferir a los hijos del difunto cuando concurran con los ascendientes; en otro
caso, la preferencia obrará a favor de los padres del fallecido cuando acudan a
reclamar el daño patrimonial junto con los abuelos. No será necesario que esos
herederos potenciales actúen en juicio, al ejercer la acción de reparación de daño
material, a través del albacea, ya que el derecho a la indemnización de ningún
modo forma parte del caudal hereditario del de cujus, sino que deriva de la
afectación sufrida por los familiares cercanos, aunque si se está tramitando el juicio
sucesorio, será posible también que lo hagan por conducto del albacea designado.
Tal es el sentido de la tesis de jurisprudencia 3a./J. 21/92, de la anterior Tercera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al señalar "que no cualquier familiar
está legitimado para incoar la acción de responsabilidad civil objetiva sino
precisamente los herederos, en su caso, por conducto del albacea de la sucesión", o
sea, sólo en el supuesto de que exista ese albacea deberán acudir los herederos a
través de él; en caso contrario, podrán hacerlo iure proprio. Considerarlo de otra
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DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
manera entrañaría aceptar que el derecho a la indemnización entra a formar parte
del patrimonio de la víctima fallecida, lo que ha sido rechazado unánimemente por
la doctrina, y que el albacea debe repartir el monto respectivo entre cada heredero,
además de sujetar el ejercicio de la pretensión a la tramitación, así sea parcial, de
un juicio sucesorio, lo cual redundaría en obstruir el acceso a la pronta impartición
de justicia, con infracción al principio pro actione relacionado con el principio pro
persona adoptado en el artículo 1o. constitucional, ya que la optimización del
derecho a la jurisdicción puede lograrse si se facilita la acción, conforme a esos
principios.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.4o.C., Núm.: 16 C (10a.)
Amparo directo 719/2011. Marinee Gordian Zamayoa y otro. 5 de julio de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl
Alfaro Telpalo.
Nota: La tesis de jurisprudencia 3a./J. 21/92 citada, aparece publicada en la Gaceta
del Semanario Judicial de la Federación, Número 59, noviembre de 1992, página
18, con el rubro: "RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA. LOS HEREDEROS DE
LA VÍCTIMA SON LOS LEGITIMADOS PARA RECLAMAR LA
INDEMNIZACIÓN RELATIVA. (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 1915
Y 1836 DE LOS CÓDIGOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL Y EL ESTADO
DE JALISCO, A PARTIR DE SUS REFORMAS DEL DIECISÉIS DE DICIEMBRE DE
MIL NOVECIENTOS SETENTA Y CINCO Y VEINTIOCHO DE DICIEMBRE DE
MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y DOS, RESPECTIVAMENTE)."
Tipo: Tesis Aislada
RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑO MATERIAL Y MORAL EN CASO DE
MUERTE. LA LEGITIMACIÓN DEBE ESTABLECERSE A PARTIR DE
CÍRCULOS CONCÉNTRICOS DE AFECTO EN TORNO A LA VÍCTIMA, DE
MANERA QUE LOS MÁS PRÓXIMOS EXCLUYAN A LOS MÁS LEJANOS.
En un accidente automovilístico puede causarse daño material y moral por la
muerte, sólo que la legitimación para obtener la indemnización se desplaza de la
víctima a favor de terceros vinculados, de una u otra forma, con ella, que son los
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DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
perjudicados indirectos, según la doctrina. La solución en cuanto a la legitimación
de los terceros varía, según la mayor o menor apertura que prevea cada sistema
legal. En España, está legitimado para reclamar la indemnización el auténtico
perjudicado por el deceso de la víctima, quien no adquiere para sí el derecho a ser
indemnizado como un crédito susceptible de integrar el caudal sucesorio, por lo
que se excluye que sea el carácter de heredero el determinante para considerar
legitimada a una persona, y con base en esa solución, el rango de perjudicados es
variado, pero no excesivamente amplio, pues el acento es puesto en el efectivo
perjuicio derivado de la cercanía con la víctima, de modo que, a partir de ese
ligamen, se puede expandir más o menos el círculo de legitimados, incluyendo a
los padres, otros familiares próximos al difunto y quienes, sin serlo, guarden con él
vínculos afectivos. El resarcimiento del daño moral a favor de los allegados a la
víctima se observa en Alemania, Inglaterra y en algunas entidades de Estados
Unidos de América. En Francia, la legitimación se extiende a un amplio círculo de
allegados a la víctima, aunque en los carentes de parentesco se impone la carga
probatoria de la magnitud del daño, a diferencia de los parientes próximos cuyo
daño se presume. Hay otros sistemas, donde el círculo de legitimados se restringe
a los expresa y objetivamente determinados por el ordenamiento o por la
jurisprudencia, como el venezolano, el portugués, el paraguayo y el italiano. Entre
los legitimados expresamente determinados antes de que acontezca el hecho
dañoso, destacan los herederos, en el caso paraguayo y argentino. En éste
prevalece una corriente doctrinal y jurisprudencial que entiende como herederos a
todos aquellos que tienen potencialmente ese carácter al momento de fallecer la
víctima. Esa opción argentina por ampliar el concepto de herederos es trasladable
al sistema mexicano de legitimación para ejercer la pretensión resarcitoria de daños
en caso de muerte de la víctima, contenido en el Código Civil para el Distrito
Federal, en específico para la indemnización del lucro cesante y para algún
concepto comprendido dentro del daño emergente (los gastos funerarios), mientras
que para el resto de los conceptos que integran ese tipo de daño material y para el
daño moral, son aplicables, sin dificultad, los criterios utilizados en los sistemas
expansivos de Europa, Estados Unidos de América y Latinoamérica. Así, la
legitimación para reclamar el daño moral causado por la muerte de la víctima, al
no existir en el artículo 1916 del Código Civil para el Distrito Federal un criterio
cerrado mediante la determinación expresa y objetiva de damnificados indirectos,
se entiende conferida a favor de los allegados del difunto que, en principio, son los
familiares más próximos (padres, hijos, cónyuges), en quienes se presumirá iuris
tantum esa afectación. Ello no excluye el caso de que algún pariente con menor
cercanía de grado, pero mayor en el plano sentimental (abuelos, primos), se
entienda legitimado para reclamar la compensación por daño moral, en cuyo caso
tendrá que probar la afectación por el deceso de la víctima, de modo semejante a lo
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
que ocurre en el derecho comparado. La excepción a la amplitud de ese círculo de
allegados, se da cuando la víctima antes de fallecer haya ejercido la pretensión, en
que son únicamente los herederos, sean o no reales perjudicados, quienes pueden
beneficiarse, eventualmente, de la indemnización, porque, en tal hipótesis, el
derecho a obtener el resarcimiento se incorporó al haber del de cujus y es distinto
al correspondiente a los auténticos perjudicados con su muerte, que pueden ser o
no herederos por tratarse de daño moral.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.4o.C., Núm.: 15 C (10a.)
Amparo directo 719/2011. Marinee Gordian Zamayoa y otro. 5 de julio de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López. Secretario: Raúl
Alfaro Telpalo.
Tipo: Tesis Aislada
SOCIEDADES CONTROLADORAS (HOLDING). LEVANTAMIENTO DEL
VELO CORPORATIVO TRATÁNDOSE DE CONTRATOS CELEBRADOS
CON GRUPOS SOCIETARIOS.
La unidad de dirección económica es característica central de los grupos
societarios, integrados por una sociedad madre y varias filiales controladas por
ella, por lo que también se le llama holding, anglicismo que denota su calidad de
controladora. No obstante la dirección unitaria y el control que caracteriza a los
grupos, cada una de las sociedades conserva su personalidad jurídica propia
manifestada en la existencia de sus órganos de administración encargados de
gestionar los asuntos sociales y de representarla frente a terceros, incluidas las
integrantes del grupo, filiales o madre. La diferente gestión de cada sociedad
corresponde a sus administradores de derecho, pero no excluye una intrusión tal
que conduzca a una gestión en la que, de facto no de iure, la controladora
administre a una o más filiales. La asunción por la matriz de un rol de
administrador de hecho de las filiales trasciende en tanto es percibida por terceros,
de modo que se proyecta a las operaciones realizadas con éstos, quienes, sin dejar
de reconocer la independiente personalidad jurídica de cada sociedad, no pueden
desatender esa situación que afecta, en sentido positivo o negativo, sus vínculos
comerciales con el grupo administrado fácticamente por la controladora como
centro de interés real de la unidad económica, sobre todo en caso de conflicto. Ante
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DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
esa posibilidad, cobra importancia la teoría del velo corporativo que tiende, en
especial, a proteger los intereses de terceros, como los acreedores societarios, ante
prácticas abusivas, y es creación doctrinal y jurisprudencial aplicada, bajo
parámetros más o menos estrictos, en diversos sistemas jurídicos, ya que permite
establecer la responsabilidad del accionista en situaciones excepcionales, por no
existir una real separación corporativa o abusarse de la estructura societaria. La
existencia de los grupos societarios y la teoría del levantamiento del velo
corporativo, de ningún modo son extraños en el sistema jurídico mexicano, tanto
en la legislación como en la jurisprudencia, esto último en materia de competencia
económica para la que tiene innegable utilidad, pero sin que esté excluida su
aplicación a otros casos donde confluya la actividad de grupos económicos, en su
vertiente societaria, como es el caso de las operaciones contractuales celebradas por
dichos entes. En tal supuesto, efectivamente, también puede ser necesario
encontrar el centro de interés económico y la dirección unitaria, de facto o de iure,
así como la participación de las sociedades involucradas, que puedan proyectarse,
positiva
o
negativamente,
hacia
terceros.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.4o.C., Núm.: 18 C (10a.)
Amparo directo 335/2012. Importadora y Distribuidora Ucero, S.A. de C.V. 7 de
septiembre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco J. Sandoval López.
Secretario: Raúl Alfaro Telpalo.
Tipo: Tesis Aislada
SOCIEDADES COOPERATIVAS. NO ES REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD,
NI UN ELEMENTO DE LA ACCIÓN DE NULIDAD DE SUS BASES
CONSTITUTIVAS, QUE ANTES DE SOLICITARLA JUDICIALMENTE SE
PIDA A LA ASAMBLEA GENERAL MODIFICAR LAS TACHADAS DE
NULAS (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 16, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA
LEY GENERAL RELATIVA).
No puede haber una oposición entre las cláusulas que regulan el procedimiento
previsto para modificar las bases constitutivas de una sociedad cooperativa por la
propia asamblea general y la norma que establece la nulidad de tales bases,
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
reservado a la autoridad judicial, con apoyo en el artículo 16, último párrafo, de la
Ley General de Sociedades Cooperativas, porque: a) Las bases constitutivas deben
expedirse por la asamblea general con apego a ésta, de manera que se trata de
normas de naturaleza distinta, pues mientras que la citada ley general es un
ordenamiento legislativo, formal y materialmente, que contiene normas generales,
abstractas e impersonales, las bases constitutivas no tienen esas características, ya
que sólo rigen internamente a una sociedad cooperativa concreta, que es una
entidad de carácter privado y social; y b) La contravención de las bases a lo
establecido en dicha ley conduce a declarar judicialmente la nulidad de tales bases;
y en cambio la ley sólo puede quedar insubsistente cuando se declara su
inconstitucionalidad, o bien, porque el mismo órgano legislativo que la expidió la
abrogue o la derogue. Además de estas divergencias, en atención a su naturaleza
propia y particular, unas y otras se refieren a campos de aplicación distintos, que
pueden incluso tener motivaciones diferentes, ya que la asamblea general puede
modificar sus bases constitutivas por razones sociales, políticas o económicas de
sus miembros, pero si lo hiciera, o no, tal circunstancia no impide, de ningún
modo, que el perjudicado con las cláusulas de las bases constitutivas aprobadas
pueda pedir su nulidad, en cuanto contravenga a la Ley General de Sociedades
Cooperativas, porque la asamblea general, obviamente, no está facultada para
declarar si las bases constitutivas cuestionadas son nulas, ya que tal decisión sólo
corresponde declararla a una autoridad judicial. Por tanto, no es un requisito de
procedibilidad, ni un elemento de la acción de nulidad de las bases constitutivas
de una sociedad cooperativa, que antes de solicitar su nulidad judicialmente los
actores debieron pedir a la asamblea general que modificara las bases constitutivas
tachadas de nulas, ya que ninguna norma legal así lo dispone, ni tampoco existe
alguna que prevea la facultad para que la asamblea general pueda declarar la
nulidad de esas bases.
DÉCIMO CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.14o.C., Núm.: 3 C (10a.)
Amparo directo 65/2012. Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L. 4 de mayo de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Alejandro Sánchez López. Secretaria: Rocío
Hernández Santamaría.
Tipo: Tesis Aislada
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DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
SUCESIÓN LEGÍTIMA POR SUSTITUCIÓN O REPRESENTACIÓN.
HIPÓTESIS EN QUE LOS DESCENDIENTES ACUDEN A ELLA CUANDO SE
REPUDIA LA HERENCIA.
Entre las formas de heredar reconocidas por el derecho sucesorio mexicano, se
encuentra la sucesión por sustitución o representación, para el caso de las
sucesiones legítimas. Esa figura fue introducida con la finalidad de proteger a una
estirpe cuando quien debe representarla no puede o no desea hacerlo. De esa
forma, el artículo 1609 del Código Civil para el Distrito Federal, contempla tres
casos de sucesión por representación: a) descendientes de hijos premuertos; b)
descendientes de hijos incapaces de heredar y c) descendientes de hijos que
hubieren repudiado a la herencia. Para comprender el alcance de la última
hipótesis, es necesario tener en cuenta que la aceptación de la herencia es una
facultad que se traduce en un acto unilateral de voluntad a través del cual quien es
llamado a la sucesión expresa su decisión de convertirse en heredero y asumir las
cargas y derechos correspondientes a la misma. Por consiguiente, el repudio a la
herencia también es un acto personal y, como tal, no puede tener el alcance de
privar de derechos a los descendientes de quien lo efectúa. Esa conclusión es
acorde a la intención del legislador, quien buscó proteger a quienes, por razones
ajenas a su voluntad, no podrían acceder al caudal hereditario al cual tienen
derecho. Dicho en términos simples, no sería válido privar a una estirpe (nietos) de
sus derechos, por el hecho de que el heredero directo (padre) haya muerto antes
que el autor de la sucesión (abuelo) o aquél (padre) sea incapaz de heredar. Esa
misma razón se surte cuando existe una renuncia o repudio por parte del que
podría llamarse heredero directo. De esa forma, el contenido del precepto en
análisis conduce a establecer que cuando una persona expresa su deseo de no
aceptar la herencia, no renuncia a los derechos hereditarios que le corresponden a
su estirpe, simplemente hace patente su deseo de no representarla y, ante tal
circunstancia, no debe existir obstáculo para que sus descendientes acudan a la
sucesión a través de la figura de sustitución o representación, pues son llamados
por
la
ley
a
hacer
valer
un
derecho
propio.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Clave: I.3o.C., Núm.: 45 C (10a.)
Amparo directo 62/2012. Circe Cristal Flores Ramírez y otro. 19 de abril de 2012.
Mayoría de votos. Disidente: Benito Alva Zenteno. Ponente: Víctor Francisco Mota
Cienfuegos. Secretario: Arturo Alberto González Ferreiro.
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
Tipo: Tesis Aislada
SUSPENSIÓN DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA OBRA PELIGROSA. ES
LEGAL DECRETARLA COMO MEDIDA URGENTE (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE JALISCO).
Aun cuando es verdad que los artículos 19 y 717 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado de Jalisco, que regulan el interdicto de obra peligrosa, no
prevén, en forma expresa o específica, la suspensión de la construcción objeto de
él, a diferencia de los preceptos 18 y 710 del mismo cuerpo de leyes, que se refieren
al interdicto de obra nueva; no debe perderse de vista que los primeros numerales
citados autorizan la adopción de "medidas urgentes para evitar riesgos" derivados
de la obra peligrosa, cuya expresión "medidas urgentes" prevé, en forma genérica,
todas aquellas providencias que tiendan a evitar los riesgos que se aducen en el
interdicto relativo. Por tanto, como "medidas urgentes" el juzgador puede decretar
la edificación de alguna estructura que proteja los bienes en riesgo, la adopción de
medidas de seguridad sobre el bien que se dice afectado o, incluso, la suspensión
de la construcción de la obra peligrosa, cuando ésta sea necesaria.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Clave: III.1o.C., Núm.: 3 C (10a.)
Amparo en revisión 257/2012. Lidia Carolina Razo Zavala. 5 de julio de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Muñoz Estrada, secretario de tribunal
autorizado para desempeñar las funciones de Magistrado, en términos del artículo
81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Secretaria: Laura Icazbalceta Vargas.
Tipo: Tesis Aislada
VISITA Y CONVIVENCIA DE LOS MENORES CON SUS PROGENITORES.
ES UN DERECHO FUNDAMENTAL QUE TIENDE A PROTEGER EL INTERÉS
SUPERIOR DE AQUÉLLOS SIENDO, POR TANTO, DE ORDEN PÚBLICO E
INTERÉS SOCIAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).
Conforme a los artículos 635 y 636 del Código Civil para el Estado de Puebla, la
convivencia de los menores con sus padres y con la familia de ambos, permite el
sano desarrollo de aquéllos, pues conlleva al conocimiento y trato directo que
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DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
tienen los infantes con sus ascendientes y demás parientes a fin de lograr su cabal
integración al núcleo familiar y obtener identidad plena al grupo social al que
pertenecen. En tal virtud, el desarrollo normal de un menor se produce en el
entorno de éste y su armonía con la familia y grupo social al que pertenece, que le
permite y otorga la posibilidad en atención a sus capacidades físicas y mentales,
para su preparación a una vida independiente en sociedad, con la percepción de
respeto en razón a los derechos que les asisten a los demás; lo cual se logra
alcanzar cuando se garantizan sus derechos a la vida, integridad física y mental,
salud, identidad, familia y fundamentalmente la convivencia con los padres, en
tanto que ello no le resulte más perjudicial que benéfico. En esos términos, el
artículo 637 de la aludida codificación categóricamente establece: "No podrán
impedirse, sin justa causa, las relaciones personales ni la convivencia entre el
menor y sus parientes, ni siquiera cuando la patria potestad o la guarda
corresponda a uno de ellos, por lo que en caso de oposición a la solicitud de
cualquiera de ellos o incumplimiento del convenio en que las partes hubieren
fijado el tiempo, modo y lugar para que los ascendientes que no tengan la guarda
del menor lo visiten y convivan con él, el Juez de lo Familiar resolverá lo
conducente, en atención al interés superior del menor.". Por ello el tribunal contará
con los medios eficaces que considere necesarios para decretar la convivencia en el
modo y forma que beneficie a los menores y en caso de incumplimiento parcial o
total podrá decretar las medidas de apremio que concede la ley o dar vista al
Ministerio Público si del comportamiento de quien deba permitir la convivencia se
desprende algún delito; y que sólo por mandato judicial expreso y fundado en
causa justa podrá impedirse, suspenderse o perderse el derecho de convivencia a
que se refiere dicho dispositivo legal. Atento lo cual, el derecho de visita y
convivencia con sus progenitores, debe catalogarse como un derecho fundamental
del menor porque es tendente a proteger su interés superior, siendo por tanto éste
de orden público y de interés social, y sólo se impedirá esa convivencia con alguno
de sus padres cuando se estime razonadamente que resultaría más perjudicial que
benéfico al menor. Por lo que, ante tal situación, en aras de ese supremo derecho
que tienen los niños a ser amados y respetados, sin condición alguna, por regla
general sus progenitores deben ejercer, tanto la guarda y custodia, como el derecho
de visita y convivencia, en un ambiente de comprensión y respeto para con sus
hijos, procurando en todo momento su pleno desarrollo físico y mental. Y
concatenadamente, la autoridad judicial se encuentra obligada a que los menores
puedan gozar de ese máximo principio de convivir con ambos padres y las familias
de éstos, para lo cual debe tomar las medidas necesarias a fin de proteger ese
interés
superior.
Título
DERECHO CIVIL – NOVIEMBRE 2012
Coordinación de Legislación y Jurisprudencia
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO
CIRCUITO.
Clave: VI.2o.C., Núm.: 25 C (10a.)
Amparo en revisión 303/2012. 24 de septiembre de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: Humberto Schettino Reyna.
Tipo: Tesis Aislada
Título
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