CARTA DE AUTORIZACIÓN DEL AUTOR PARA LA CONSULTA, LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL, Y PUBLICACIÓN ELECTRÓNICA DEL TEXTO COMPLETO. Bogotá, D.C., Marzo 27 de 2009 Trabajo de Grado Señores BIBLIOTECA GENERAL Cuidad Estimados Señores: La suscrita MARÍA JIMENA MÚNERA ÁLVAREZ, con C.C. No. 53’176.808, autora del trabajo de grado titulado “Las Víctimas y la Reparación en el Caso Colombiano: una mirada crítica”, presentado y aprobado en el año 2008 como requisito para optar al título de politóloga; autorizo a la Biblioteca General de la Universidad Javeriana para que con fines académicos, muestre al mundo la producción intelectual de la Universidad Javeriana, a través de la visibilidad de su contenido de la siguiente manera: • Los usuarios puedan consultar el contenido de este trabajo de grado en Biblos, en los sitios web que administra la Universidad, en Bases de Datos, en otros Catálogos y en otros sitios web, Redes y Sistemas de Información nacionales e internacionales “Open Access” y en las redes de información del país y del exterior, con las cuales tenga convenio la Universidad Javeriana. • Permita la consulta, la reproducción, a los usuarios interesados en el contenido de este trabajo, para todos los usos que tengan finalidad académica, ya sea en formato CD-ROM o digital desde Internet, Intranet, etc., y en general para cualquier formato conocido o por conocer. • Continúo conservando los correspondientes derechos sin modificación o restricción alguna; puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación del derecho de autor y sus conexos. 2 FORMULARIO DE LA DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE GRADO TÍTULO COMPLETO: Las Víctimas y la Reparación en el Caso Colombiano: una mirada crítica AUTOR: Múnera Álvarez María Jimena DIRECTOR DEL TRABAJO DE GRADO: Gustavo Salazar TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Politóloga FACULTAD: Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales PROGRAMA: Carrera NOMBRE DEL PROGRAMA: Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales NOMBRE Y APELLIDO DEL DIRECTOR DEL PROGRAMA: Adriana Castro CIUDAD: Bogotá. 2008 NÚMERO DE PÁGINAS: 111 TIPO DE ILUSTRACIONES: • Tablas, gráficos y diagramas • Fotografías DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVES: Español • • • • • • • • • • • • Inglés Conflicto……………………………………………….Conflict Violencia……………………………………………….Violence Guerra…………………………………………………. War Guerra civil……………………………………………..Civil War Justicia transicional…………………………………...Transitional Justice Comisiones de la verdad……………………………..Thruth Commissions Víctimas………………………………………………..Victims Reparación…………………………………………….Reparation Sudáfrica……………………………………………….South Africa Argentina……………………………………………….Argentina Chile…………………………………………………….Chile Colombia………………………………………………. Colombia 3 RESUMEN EN ESPAÑOL: Desde hace ya muchos años, Colombia ha sido un país azotado por un permanente e intenso conflicto interno. “Después de las muchas guerras civiles que se protagonizaron durante el siglo XIX, los dos partidos tradicionales tuvieron su última confrontación armada durante los años de ‘La Violencia’ - 1946 a 1965 -” (Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia, 2003, p.25). Sin embargo, el fin de la violencia entre los partidos liberal y conservador trajo como consecuencia inesperada para el país, la conformación de grupos armados al margen de la ley (guerrillas y autodefensas). Desde entonces, la guerra y la violencia han ido en aumento, afectando así a la población civil. En este sentido, mi objetivo principal es estudiar y analizar a fondo las falencias y fortalezas del concepto de víctimas y de reparación que nos ofrece la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005) y la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), con el fin de generar propuestas que puedan ser útiles en el mejoramiento de dichos conceptos. Para esto primero se hará una extensa y minuciosa revisión bibliográfica, con el fin de definir la guerra, el conflicto, la violencia, la guerra civil, la justicia transaccional, las Comisiones de la Verdad, víctimas y reparación, para así tomar elementos teóricos importantes que permitan establecer una mirada crítica entre los procesos de Sudáfrica, argentina y Chile con Colombia. RESUMEN EN INGLÉS: For many years ago, Colombia had been a country plagued by a constant and intense internal conflict. "After the many civil wars that are staged during the nineteenth century, the two traditional parties had their last armed confrontation during the years of 'La Violencia' - 1946 to 1965 -" (Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia, 2003, p. 25). However, the end of the violence between liberal and conservative parties led to unexpected consequences for the country, the 4 formation of armed groups outside the law (guerrillas and AUC). Since then, war and violence have increased, thus affecting the civilian population. In this way my main objective is to study and analyze deeper the weaknesses and strengths of the concept of victims and reparation that provides us the Justice and Peace Law (Law 975 of 2005) and the National Commission for Reparation and Reconciliation (CNRR) in order to generate proposals that may be useful to improve these concepts. First of all we will make a extensive literature review in order to define the war, the conflict, the violence, civil war, transactional justice, truth commissions, victims and reparation, because in that way we can take a important theoretical elements to establish a critical look between the processes of South Africa, Argentina and Chile with Colombia. 5 Bogotá, 30 de marzo de 2009 Señores BIBLIOTECA GENERAL Pontificia Universidad Javeriana Ciudad Respetados Señores, Me permito presentar el trabajo de grado titulado Las Víctimas y la Reparación en el Caso Colombiano: una mirada crítica, elaborado por la estudiante de la Carrera de Ciencia Política María Jimena Múnera A, identificado con la Cédula de Ciudadanía No. 53’176.808, para que se incluya en el catálogo de consulta. Cordialmente, ADRIANA CASTRO GONZÁLEZ Directora Carrera de Ciencia Política 6 PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y RELACIONES INTERNACIONALES LAS VÍCTIMAS Y LA REPARACIÓN EN EL CASO COLOMBIANO: UNA MIRADA CRÍTICA Jimena Múnera Álvarez 27 de mayo de 2008 TESIS DE GRADO 7 TABLA DE CONTENIDO Página 1. INTRODUCCIÓN 10 2. CAPÍTULO I: Marco teórico y conceptos básicos 14 2.1. 2.2. 2.3. 2.4. Conflicto, violencia, guerra, y guerra civil Proceso de transición, justicia transicional y comisiones de la verdad Víctimas Reparación 3. CAPÍTULO II: Visión comparada: los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile 3.1. 3.2. 3.3. Sudáfrica Argentina Chile 4. CAPÍTULO III: El caso colombiano 4.1. 4.2. 4.3. 4.4. 4.5. 28 43 La CNRR Definición de víctima La reparación Algunas observaciones Colombiano en relación a los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile 5. CONCLUSIONES 55 6. BIBLIOGRAFIA 62 7. ANEXOS Anexo 1 Anexo 2 Anexo 3 68 75 80 8 Anexo 4 Anexo 5 Anexo 6 Anexo 7 Anexo 8 Anexo 9 Anexo 10 Anexo 11 Anexo 12 Anexo 13 Anexo 14 Anexo 15 Anexo 16 Anexo 17 Anexo 18 Anexo 19 Anexo 20 81 84 85 86 86 87 90 91 94 95 98 99 102 103 110 113 115 9 INTRODUCCIÓN Desde hace ya muchos años, Colombia ha sido un país azotado por un permanente e intenso conflicto interno. “Después de las muchas guerras civiles que se protagonizaron durante el siglo XIX, los dos partidos tradicionales tuvieron su última confrontación armada durante los años de ‘La Violencia’ - 1946 a 1965 -” (Informe Nacional de Desarrollo Humano Colombia, 2003, p.25). Sin embargo, el fin de la violencia entre los partidos liberal y conservador trajo como consecuencia inesperada para el país, la conformación de grupos armados al margen de la ley (guerrillas y autodefensas). Desde entonces, la guerra y la violencia han ido en aumento, afectando así a la población civil. Dicha población se ha visto directamente afectada, ya que está involucrada constantemente y, en contra de su voluntad en el conflicto, pues las masacres, los secuestros, los reclutamientos forzosos, los desplazamientos de sus tierras y lugares de origen han sido múltiples y con frecuencia indiscriminados. En este sentido, podemos decir entonces, que la condición como seres humanos de la población se ha visto cada vez más degradada, destruida y disminuida, llegando pues, según Martha Minow, “A most appalling goal of the genocides, the masacres, systematic rapes, and tortures has been the destruction of the remembrance of individuals as well as of their lives and dignity” (Minow, 1998, p. 1). En este sentido, y con el fin de encontrar una alternativa para ponerle fin al conflicto que vive el país, retomar el sendero de la dignidad, y teniendo en cuenta que para responder y reparar adecuadamente las consecuencias causadas por esta situación, es fundamental guiarse por normas reglamentarias, se promulgó la Ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz) y se creó la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), con una vigencia de ocho años. Fue así como se determinó que la Comisión, debía ser la encargada de dar las pautas para reparar el daño siguiendo las normas establecidas en la Ley, así como la cooperación para establecer o crear audiencias públicas en donde los individuos 1 0 hallados culpables, sean juzgados, defendidos y, al mismo tiempo, tengan la oportunidad de ser escuchados. Es por esto, que desde que se creó la CNRR, ésta ha hecho un “rico y complejo proceso de reflexión, discusión y concertación interna que permitió finalmente elaborar una propuesta de criterios” (CNRR, 2007, p. 11); criterios, tales como son el de víctimas, verdad, perdón y reparación, esenciales para la implementación de un proceso de justicia transicional. Con respecto a esto, y teniendo en cuenta que mi principal objetivo es tratar el problema de las víctimas, consideré importante resaltar lo que según el artículo 5° de la Ley 975 de 2005 de Justicia y Paz, se entiende por víctima, y es la persona que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física, psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan transgredido la legislación penal, realizadas por desmovilizados de grupos armados organizados al margen de la ley. Con el tiempo, dicho concepto ha sufrido cambios en aras de optimizarlo, pero... ¿Será que aún sigue teniendo falencias e inconsistencias? ¿Será entonces que el concepto de víctima que se está empleando en nuestro proceso de justicia transicional es suficiente? ¿Este concepto deja de lado individuos que deberían estar cobijados por esta ley? A simple vista podemos ver que este concepto sólo tiene en cuenta a las personas víctimas de los miembros desmovilizados de los grupos armados al margen de la ley, y no menciona a las víctimas de los no desmovilizados, a las víctimas del Estado o alguna de sus instituciones, como son la Policía Nacional y/o el Ejército Nacional (ver anexo 19); en varias ocasiones, por ejemplo, en La Comunidad de Paz de San José de Apartadó, en el 2005 hubo violación de los derechos humanos de algunos habitantes de allí por parte del 1 1 ejército1. A partir de lo anteriormente expuesto y, teniendo en cuenta que el conflicto interno de nuestro país ha sido muy extenso y devastador, surge mi interés por tratar de ahondar y cuestionar un poco algunas de las variables intrínsecas. (En este caso me voy a limitar a estudiar las variables de víctimas y reparación), en un proceso de paz, pues es trascendental que dichas variables, estén bien estructuradas y satisfagan las expectativas y las necesidades, tanto del proceso, como de la sociedad civil. En este sentido, mi objetivo principal es estudiar y analizar a fondo las falencias y fortalezas del concepto de víctimas y de reparación que nos ofrece la ley de justicia y paz y la CNRR, con el fin de generar propuestas que puedan ser útiles en el mejoramiento de dichos conceptos2. Para esto primero se hará una extensa y minuciosa revisión bibliográfica, con el fin de definir la guerra, el conflicto, la violencia, la guerra civil, la justicia transaccional, las Comisiones de la Verdad, víctimas y reparación, para así tomar elementos teóricos importantes y útiles en esta investigación. De esta forma, y teniendo en cuenta la teoría, también realizaré un estudio cualitativo y cuantitativo de los casos de Argentina, Sudáfrica, Chile y Colombia, para así poder extraer los elementos útiles en aras de alcanzar los objetivos de la presente tesis. Con base en lo anteriormente dicho, me permito presentar una corta síntesis de lo que va a ser cada uno de los capítulos y para esto les presentaré algunas de las preguntas que fueron surgiendo durante el proceso de investigación, a las cuales, daré respuesta a lo largo del texto. 1 E l d í a d 2 d e m á s e f e b r e r o d e o 1 d 2 e t r e s a ñ o s , e o s c u a l e s s o n S u b t e 0 d 2 l 0 l n i m a a a 2 b l a d o u r r z r i o ó l d a m t e s a , 2 n a e 6 e s , s 3 h c c r o n S a r 0 g 0 e l a F e a l g u n a r e p a r a d c i i s c l e S í a a n d i J c t o s ó é o d r e d A e p n d a r e c t a a d ó p o s y s o n C a b o s ( v e r a n e x o . n a l a s v í c t i u . 8 ó t r S i a n e m b a u 1 t m a s d 2 e d i c a h V e a 8 n 4 d e a r g o , d e s p u é s 5 e m a s a c r e H a s t a n i f o r m a d o s , d e 5 e l m o m e n t o n o s e ) . h r a n e x o p a r a c o n o c e r l o s o b j e t i v o s e s p e c í f i c o s y l a p r e g u n t a p r o b l e m a . 3 1 2 El primer capítulo hace alusión a los conceptos fundamentales y necesarios para entender el contexto general y para esto daré respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cómo se definen conflicto, violencia, guerra y guerra civil? ¿Qué es proceso de transición, justicia transicional y comisiones de la verdad? ¿Cómo define la doctrina los conceptos de víctima y reparación?; en el segundo capítulo hacemos una aproximación a los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile para así respondernos: ¿Cómo se definen las víctimas y la reparación en otros países? ¿Qué elementos 3 “para llegar a una respuesta lejos de la venganza, muchas personas, de diversas tradiciones religiosas, creen en el perdón. La víctima no debe buscar venganza, pues de esta forma se estaría convirtiendo en un nuevo victimario, debe es perdonar al delincuente, y poner fin al ciclo de ofensa. (...) El acto de perdonar (…) puede curar el dolor; forjar nuevas alianzas constructivas, y romper con los ciclos de violencia”. (Minow, 1998, p. 14), a demás de esto, es a través del perdón como se puede llegar a reconstruir la dignidad y el respeto de cada una de las víctimas. 4 E é s s i t m p a l o a r q t u a n e t e a r p r e o s p a l ó s t i a t r q o u d e e e l c s o t n a t e e s x t l a o e y t l a a p c a o q y u u e n m t u e r i a a n c t t e r u e a l s , a p m e a j r o a e r s l p e r a e p s l i e c n a t r í e t a r a b a j o , y a q u e e s . 5 “Se cumplía así, en primer lugar, con un deber moral hacia las víctimas, sus familias y sus deudos. Nos pareció, también, que mantener estos hechos dolorosos en un silencio, más forzado que real, no contribuía a la buena convivencia futura en nuestra patria. Estimamos, por el contrario, que colaborar con el Estado de Chile en el establecimiento de la verdad de un modo sereno e imparcial serviría a que la sociedad asumiera una actitud de reconocimiento de esos hechos y que se iniciara de este modo el asentamiento de una buena motivación en contra de futuros atropellos. Así, los dolores del pasado, junto con promover el afán común de condenar lo indefendible, aportarían su fecundidad a la obligación de evitar la repetición de lo ocurrido y provocarían, en tal sentido, un consenso promotor de la reconciliación deseada” (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). . 6 E n t r e v i s t a a N i c o l á s e n L ó p e z V i g i l , , 1 7 D e u n t i e m p o p a r a a c á , s e a d e s 9 c 8 9 u : b i 1 e r 3 t c i t a d o p o r M a r i o A g u i l e r a P e ñ a 9 o q u e v a r i o s f u n c i o n a r i o s p ú b l i c o s y c o n g r e s i s t a s t i e n e n h r e l a c i o n e s , t r a t o s y c o n t r a t o s t a n t o c o n p a r a m i l i t a r e s ( p a r a p o l í t i c a c o m o c o n l a g u e r r i l l a , ) e s p e c i a l m e n t e c o n l a s F A R C ( f a r c p o l í t i c a ( V e r a n e x o ) 8 “ a D r e m n a t d r a o d s e e s e t a t s t a l e p e s r s o c e e s a o , n d c e o s n v d e e r l t i a d s o 1 e g e u n l n o d a s m p r o i t t a a 1 ) d g d o n i e s l t a o s s n i n o v v o l e n u n t t a , a r t i o o d s a d s l e l a s a g i n r t a e n n d s i e f i s c u a c n i i ó d a n d d e e s l a l a h g u e r r a , c o n u n a a c e l e r a c i ó n i n é d i t a d e l o s a t a q u e s d e l a s F A R C e n s u c o n t r a ” ( L a i r , , 2 9 “ E n e s t a g u e r r a c a e m u c a p o b l a c i ó n c i v i l y ¿ s a b e p o r q u é ? P o r q u e l a s d o s t e r 0 c 0 e p . 4 r 1 a s p 1 a r 8 t ) e s d e h f u e C r a s z a t r e o f e C c a t y i c v a e d d e o l a a g C a r u l e o r s r i C l a l a n s t o a t ñ o i e n a g u e r r a y s u m i l i t a r i z a c i ó n s n d 1 l e , o b l a c i ó n ” ( L a i r , , 2 1 0 V e r a n e x o p 1 e l p r o c e s o d e 0 a 0 r p 1 c o m a o v s i y e e m b s t r á n e d a a c t e c o h , e n g r a n d a o . 1 n u e 9 n 9 p 7 a r c E o n m e o s t p e o s b e n t l a i d c i o ó n , c “ l i a v i c l r ” ( i m e i n n t r a l i e v z i a c s i t a ó d n e d e ) t e , e n d e t r i m e n t o d e l a a d e h s i ó n d e l a h . 4 a r n 9 e h p a e n o 1 c 6 e ) r l o s r e q u i s i t o s y p a s o s q u e d e b e n s e g u i r l a s v í c t i m a s p a r a p a r t i c i p a r e n 5 r e p a r a c i ó n . 1 3 útiles encontramos en las definiciones de dichos países? Ahora bien, en el tercer capítulo me centré en el caso colombiano, en donde hay cuestionamientos y respuestas, a partir de la investigación, preguntas tales como: ¿Cuáles son algunas causas del conflicto colombiano? ¿Cuáles son sus principales actores? ¿Cómo se define víctima en el país?, ¿En qué consiste la reparación en el caso colombiano?, ¿Qué derechos tienen las víctimas?, ¿Tienen todas las víctimas los mismos derechos?, ¿Qué requisitos se necesitan para acceder a la verdad, justicia y reparación? Finalmente y a partir de la comparación de los casos ya mencionados, daré algunas conclusiones y recomendaciones a partir de las siguientes preguntas: ¿Cuál es la situación actual colombiana?, ¿Qué vacíos presenta el concepto de victimas en Colombia?, ¿Qué tipo de protección y garantías tienen las víctimas?, ¿El sistema garantiza a las víctimas el acceso real a sus derechos?, ¿Qué dificultades pueden tener las víctimas para acceder a la información que ofrece la CNRR, para reunir los documentos que ésta exige, y para presentarse ante dicha Comisión en menos de un año?, ¿Qué debilidades tiene el proceso de reparación en Colombia?, y, ¿Qué elementos podríamos tomar de otras experiencias para aplicarlas a nuestro proceso? CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO Y CONCEPTOS BÁSICOS Como lo mencioné, mi interés principal ha sido el de revisar los conceptos de víctima y reparación adoptados por la CNRR y por las comisiones de Sudáfrica, Argentina y Chile, y para este fin consideré importante; primero entrar a mirar una serie de conceptos fundamentales para comprender el contexto, sustentar mis 1 4 afirmaciones, extraer algunos elementos útiles de los otros casos estudiados y luego sí, elaborar conclusiones y algunas recomendaciones acertadas. En este orden de ideas, les presentaré la exposición de este capítulo, tratando primero de establecer un concepto claro, coherente y completo sobre el conflicto, luego sobre la violencia, seguido de la guerra y finalizando con el de guerra civil. En el siguiente acápite, presentaré lo que significa y representa un proceso de transición, la justicia transicional y las comisiones de la verdad; y finalmente, podrán encontrar todo lo referente a las víctimas y a la reparación. 2.1. Conflicto, violencia, guerra, y guerra civil En primer lugar analicemos el término conflicto, que, según Bobbio, “se está en presencia de una situación de conflicto cada vez que las necesidades o los intereses de un individuo (o de un grupo) no pueden satisfacerse sino en detrimento de otro individuo (o grupo)” (2000, p.163), en donde dicha situación de conflicto se evidencia principalmente por la competencia y posesión de un bien escaso. Por otro lado, el conflicto, según Mario López, puede definirse como “aquellas situaciones de disputa o divergencia en las que existe una contraposición de intereses, necesidades, sentimientos, objetivos, conductas, percepciones, valores y/o afectos entre individuos o grupos que definen sus metas como mutuamente incompatibles” (López Martínez, 2004, p.149), en donde puede o no existir violencia. También es importante tener en cuenta que para que surja un conflicto, éste debe haber cumplido con los siguientes tres elementos: “1), los adversarios han de concebirse en sí mismos como una entidad colectiva; 2), al menos uno de ellos ha de estar insatisfecho con la situación presente, sentir que no tiene justificación y creer que puede ser alterada mediante sus esfuerzos; 3), que se requieran cambios de la otra parte y que ésta probablemente se resista” (López Martínez, 2004, p.1090). 1 5 Los conflictos pueden adquirir diferentes formas. Una de estas sería la de los conflictos sociales y los conflictos políticos. Por un lado, los conflictos sociales “son conflictos de intereses, luchas por el poder que se establecen entre grupos de población por el control del estado o de las formas de administración pública con el objetivo de establecer modelos de sociedad diferentes” (López Martínez, 2004, p. 168). Por su parte, y con respecto a los conflictos políticos, Mario López dice que “la política es una forma de (…) buscar soluciones pacíficas a los conflictos, (…) sin embargo, la política suele acabar siendo también otra manera de hacer la guerra, generar conflictos y menoscabar el bien común” (2004, p. 168), es decir que dependiendo del uso que se le dé a la política, esta puede ser positiva o negativa. Otra forma es la de los conflictos intraestatales, pues estos “se originan en un Estado debilitado que no es capaz o no quiere dar seguridad a todos los que viven en su territorio; los individuos, eventualmente, forman grupos para adquirir armamento y proteger sus recursos y oportunidades económicas o para hacerse con los recursos controlados por otros” (López Martínez, 2004, p.1089). Finalmente, tenemos el conflicto armado, que es aquel en el que se puede decir que “existen empresarios del conflicto que movilizan y dan conciencia de grupo a cierto número de individuos apelando a su clase, religión, etnia, parentesco, etc. Para que esto suceda tienen que existir alguno o todos de los siguientes factores, según los casos: a) debilidad del Estado; b) crisis de desarrollo económico; c) desigualdad horizontal latente o manifiesta; d) abundancia de recursos fácilmente apropiables; e) uso indiscriminado de la fuerza y la violencia” (López Martínez, 2004, p.1089). En este orden de ideas, y haciendo ahora referencia al concepto de violencia, autores como Bobbio, Mario López y Kalyvas son pertinentes para definir dicho concepto. Por un lado, Bobbio dice que “por violencia se entiende: a) el uso de la fuerza física; b) intencionalmente dirigida a lograr el efecto deseado por el sujeto activo; c) no consentida por parte del sujeto pasivo” (Bobbio, 2000, p.163). Por el 1 6 otro lado, López dice que “la violencia es vivida como la ruptura de un «orden establecido», de una forma armónica preexistente, de unas condiciones de vida en las que se realizan las expectativas de existencia de la especie humana” (López Martínez, 2004, p. 1159). Evidentemente, para Bobbio el eje central de la violencia es el uso de la fuerza, mientras que para Mario López la violencia es el quiebre o irrupción del orden y la armonía sin importar el medio. Por esto y para complementar la visión que tienen los dos autores mencionados sobre el concepto de violencia, me permito reseñar a Kalyvas, quien dice que la violencia “is the deliberate infliction of harm on people” (2006, p.19), y que éste término constantemente se considera un sinónimo de conflicto, revolución o guerra, sin embargo, estos son distintos. Por ejemplo, la teoría de la guerra civil no es la misma teoría de la violencia y viceversa. De esta forma, “intentional and physical violence takes several forms, including pillage, robbery, vandalism, arson, forcible displacement, kidnapping, hostage taking, detention, besting, torture, mutilation, rape, and desecration of dead bodies. (…)” (Kalyvas, 2006, p.20). Como podemos ver, la visión de Kalyvas y Bobbio son semejantes, pues para ambos la violencia se expresa a través del uso deliberado de la fuerza física, en donde dicha fuerza puede tomar diferentes formas y además causar mucho daño; por el otro lado, para López, la violencia es la ruptura del orden, las reglas y la armonía. En este sentido y retomando elementos de los tres autores, podemos entonces decir, que para nosotros violencia es: la ruptura del orden, las reglas y la armonía y/o el uso deliberado de la fuerza física, en donde dicha fuerza puede tomar diferentes formas y a causar mucho daño, En tercer lugar, tenemos el concepto de guerra, y para definirla, Norberto Bobbio, aunque con una visión un poco limitada, hace referencia a la definición que ofrece el Diccionario enciclopédico italiano, en donde la guerra es una “lucha armada entre dos o más estados” (Bobbio, 2000, p.160) en este sentido, entonces Bobbio dice que “las connotaciones más frecuentes de guerra son tres: la guerra es, a) un conflicto, 1 7 B) entre grupos políticos respectivamente independientes o considerados tales, c) cuya solución se confía a la violencia organizada” (Bobbio, 2000, p.162). Como podemos ver, esta visión tiene en cuenta únicamente el conflicto o lucha que se puede dar entre Estados o grupos políticos, dejando de lado así la lucha entre insurgentes, grupos armados al margen de la ley y el Estado, por ésta razón es pertinente hacer alusión a Mario López. López, con una visión un poco más completa, dice que “la guerra puede ser definida como una forma violenta de resolver un conflicto entre grupos humanos, llámense Estados, grupos de oposición o insurgentes, que tienen una finalidad política; su intensidad depende de la escala de violencia utilizada y en principio debe estar sometida a ciertas reglas jurídicas que determinen su legalidad” (López Martínez, 2004, p. 517). Ahora bien, Bobbio distingue cuatro tipos de guerra: “la guerra externa entre estados soberanos, la guerra en el interior de un estado o guerra civil, la guerra colonial o imperialista y la guerra de liberación nacional” (Bobbio, 2000, p. 163). En este caso, la que nos interesa es la guerra civil, y ésta es aquella en la que “se disputa fundamentalmente, el poder estatal en tanto que sirve para proteger y organizar la producción y la apropiación de los frutos de esta, y la religión o la ideología. No es más que la pretensión de acceso exclusivo, según determinadas señas de identidad, a los recursos” (López Martínez, 2004, p.1089). Es decir que el escenario por excelencia de la guerra civil es precisamente el Estado, en donde se utiliza principalmente, y no exclusivamente, como pretexto la ideología y/o la religión en aras de obtener algún interés particular a través del uso de la violencia. En este sentido, un conflicto también se le puede dar la connotación de guerra civil, pero para que esto suceda, “es necesario que éste posea, por un lado, la condición de guerra y que, del otro, presente una serie de singularidades en cada una de las tres dimensiones aquí señaladas: a) la naturaleza de los actores que intervienen, b) sus finalidades y c) la dinámica interna” (López Martínez, 2004, p. 521). 1 8 Por otro lado, en una guerra civil se pueden distinguir cuatro características básicas: “1) Son conflictos violentos de masas, 2) implican a dos o más fuerzas contendientes, de las cuales al menos una sea un ejército regular u otra clase de tropas, tiene que estar al servicio del gobierno, 3) en ambos bandos tiene que haber una mínima organización centralizada de la lucha y los combatientes, aunque esto no signifique más que una defensa organizada o ataques calculados, y 4) las operaciones armadas se llevan a cabo planificadamente, por lo que no consisten sólo en encontronazos ocasionales, más o menos espontáneos, sino que siguen una estrategia global” (István Kende, citado por Waldmann, 1999, p28). Sin embargo, este concepto nos remite a otros dos de gran importancia y relevancia en el tema. Dichos conceptos son el de las antiguas guerras civiles y el de nuevas guerras civiles. “La disminución de los conflictos armados interestatales y el visible aumento en la frecuencia de las guerras civiles desde el fin de la guerra fría, ha contribuido a que se cree una nueva oleada de interés en las guerras civiles” (Kalyvas, 2001, p.99). Ya que las nuevas guerras civiles tienen características novedosas y particulares, diferentes a las características de las antiguas guerras civiles o guerras entre Estados. Por un lado, y teniendo en cuenta la perspectiva de diferentes autores, las antiguas guerras civiles son consideradas ideológicas, políticas, con gran apoyo popular, colectivas e incluso con nobles causas, como por ejemplo buscar un cambio social; así mismo, los actos de violencia en dichas guerras, eran controlados y disciplinados. (Kalyvas, 2001, p.100-102) Por el otro lado, las nuevas guerras civiles se caracterizan por ser criminales, en lugar de políticas, provocadas por milicias indisciplinadas, ejércitos privados y señores independientes de la guerra; estas carecen del apoyo popular, están motivadas por la codicia y por motivos privados o personales y, además “se mantienen al rojo mediante una amalgama, difícil de estructurar, de ansias de poder personales, convicciones ideológicas, contraposiciones étnico-culturales, así como 1 9 codicia y corrupción, y a menudo se emprenden objetivos y fines que no son reconocibles. Esta mezcla de motivos y causas hace especialmente difícil poner fin a estos conflictos armados y establecer una situación de paz estable” (Münkler, 2005, p.9). Causas y motivaciones Apoyo Violencia ANTIGUAS GUERRAS CIVILES Reclamaciones colectivas Amplio apoyo popular Violencia controlada NUEVAS GUERRAS CIVILES Botín privado No tiene apoyo popular Violencia gratuita Fuente: Kalyvas, Stathis. (2006), Old and New Wars, p.102 En este sentido, se puede decir entonces que la línea divisoria entre las antiguas y las nuevas guerras civiles coincide aproximadamente con el fin de la guerra fría. Sin embargo, “los objetivos políticos de las nuevas guerras también están relacionados con la reivindicación del poder sobre la base de identidades aparentemente tradicionales: nación, tribu, religión” (Kaldor, 2001, p.93). “Las nuevas formas de lucha por el poder pueden disfrazarse de nacionalismo tradicional, tribalismo o comunalismo, pero siguen siendo fenómenos contemporáneos, que tienen causas contemporáneas y poseen rasgos nuevos” (Kaldor, 2001, p.94). Así, y con respecto a las formas de movilización y captación de gente, podemos ver que los movimientos de las nuevas guerras utilizan a la religión y expresiones culturales tradicionales para disfrazar su ideología y sus verdaderos propósitos. Así mismo, “numerosos estudios concluyeron que los hombres en combate usualmente fueron motivados por grupos de presión y además fueron envueltos por la coyuntura: 1) respecto a las camaradas, 2) por respeto a los líderes, 3) preocupados por su propia reputación y 4) por la necesidad de contribuir al éxito de su grupo.” (Kalyvas, 2001, p. 108). Aquí es importante resaltar también las víctimas en estas nuevas guerras civiles “el 80 por ciento de los muertos y heridos son civiles, y sólo el restante 20 por ciento corresponde a los soldados víctimas de las acciones de combate” (Münkler, 2005, p.19), en donde “la violencia que se ejerce contra la población civil en las nuevas 2 0 guerras es sobre todo una violencia contra las mujeres. Las prácticas de la violencia van desde estrategias de limpieza étnica, unidas a prácticas sistemáticas de violación, pasando por la destrucción de la cohesión social y de las normas morales de una sociedad” (Münkler, 2005, p.28). Así mismo, se ejerce el terror de Estado, el genocidio, y el exterminio recíproco (expulsar de manera permanente o exterminar determinados grupos de la población (Kalyvas, 2001). En conclusión, las nuevas guerras civiles son aquellas en donde hay un alto grado de violencia, el apoyo popular es muy bajo o inexistente, se privilegian los intereses particulares y además la principal víctima es la población civil. En este sentido, se puede decir que este concepto es clave, pues es en este contexto que se presentan los nuevos procesos de transición. 2.2. Proceso de transición, justicia transicional y comisiones de la verdad Continuando con la lógica del trabajo, es importante resaltar que en un proceso de transición es fundamental tener en cuenta la violencia ejercida y todas sus características, pues un proceso de transición, debe ser un compromiso nacional en el que se encuentre la verdad, se respete la palabra, se incite el diálogo y, sobretodo se promueva la democracia, todo esto con el fin de buscar la paz y por ende la seguridad de la vida y el respeto por los derechos humanos. A pesar de estos desafíos, y con la plena conciencia de todas las responsabilidades que implica llevar a cabo un proceso de transición, numerosos países del mundo, tras un régimen militar o una guerra civil, han buscado diferentes mecanismos, o formas que sean alternativas, al de los enjuiciamientos en las cortes, para así obtener justicia, esclarecer la verdad de todo lo sucedido y así tratar de encontrar caminos que lleven a la paz. Uno de estos mecanismos es la justicia transicional, que a través de volver al pasado, avanza hacia el futuro, buscando así responder y encontrar soluciones a los diferentes crímenes y atrocidades que se han cometido. Se trata de generar condiciones políticas, económicas y sociales favorables en aras 2 1 de promover y generar una transición, ya sea de una dictadura a la democracia, o de una situación violenta a una no violenta o en su defecto a una menos violenta. En este sentido, podríamos entonces definir a la justicia transicional como: Aquellos procesos transicionales mediante los cuales se llevan a cabo transformaciones radicales de un orden social y político determinado, que enfrentan la necesidad de equilibrar las exigencias contrapuestas de paz y justicia. De hecho, por un lado, los procesos de justicia transicional se caracterizan por implicar en la mayoría de los casos—en especial cuando se trata de transiciones de la guerra a la paz—negociaciones políticas entre los diferentes actores, tendientes a lograr acuerdos lo suficientemente satisfactorios para todas las partes como para que éstas decidan aceptar la transición. (…) Para que los responsables de crímenes atroces decidan aceptar dejar las armas y llegar a un acuerdo de paz, resulta necesario que encuentren incentivos atractivos para hacerlo, tales como el perdón y el olvido de sus actos. (Uprimny y Saffon, 2005). Sin embargo, es importante aclarar que no siempre un proceso de justicia transicional implica una transformación radical, pues en algunos casos, (como el colombiano), la justicia transicional más que buscar cambios políticos o económicos radicales, busca generar mecanismos y respuestas para enfrentar los crímenes cometidos con el fin de reparar el daño, reconstruir la dignidad de las víctimas y encontrar la paz a través de la verdad, el perdón3, la restitución y en una menor medida, la justicia. En la justicia transicional se busca reemplazar los procedimientos característicos de la justicia tradicional, es decir el enjuiciamiento y castigo a los perpetradores, por la verdad y por las audiencias públicas, en donde las víctimas y el victimario tengan la oportunidad de contar su versión, y de esta forma el victimario por su parte, reconozca el daño causado, haga el compromiso de no volver a cometer dichos actos, pida perdón, y trate de reparar a su víctima. Por el otro lado, la víctima trata de perdonar, “olvidar” y luego, entre todos construir memoria y sobretodo paz. De esta forma, e involucrando a los diferentes actores, es decir víctimas, victimarios, los organismos de control y regulación (como las Comisiones de la verdad, organizaciones internacionales, etc.), el gobierno, entre otros, tratan de encontrar un consenso y así crear acuerdos que satisfagan las expectativas de las diferentes partes, en aras del bien común, la vida, la libertad y la paz. 2 2 Antecedentes y evolución Con respecto a los antecedentes y la evolución de la justicia transicional, se podría decir que “los orígenes de la justicia transicional moderna se remontan a la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la justicia transicional comienza a ser entendida como extraordinaria e internacional en el período de la posguerra después de 1945” (Teitel, 2003, p. 70). A partir de esto, entonces el autor hace una genealogía de la justicia transicional, y para esto muestra tres fases: La fase I es la “fase de la posguerra, que comenzó en 1945. A través de su símbolo más reconocido –los juicios de Núremberg conducidos por los aliados- ésta refleja el triunfo de la justicia transicional dentro del esquema del Derecho Internacional” (Teitel, 2003, p. 70), de esta forma, se puede decir que en esta fase la justicia nacional fue sustituida o reemplazada por la justicia internacional, pues lo que se buscó fue “delinear la guerra injusta y demarcar los parámetros de un castigo justificable impuesto por la comunidad internacional” (Teitel, 2003, p. 72). En este sentido, se puede decir entonces que en ésta etapa la justicia transicional se enmarcó entre la justicia y la amnistía. “La fase II está asociada con un período de acelerada democratización y fragmentación política que ha sido caracterizado como la ‘tercera ola’ de transiciones (último cuarto del siglo XX)” (Teitel, 2003, p. 71). Durante ésta época, y con el fin de la Unión Soviética, también finalizó la dinámica bipolar del poder que se venía dando y la influencia del Derecho Internacional en los juicios nacionales, cosa que trajo como consecuencia una mejor comprensión de la justicia transicional en donde se complejizó la reconstrucción de la nación y las condiciones políticas, pues se “incluyeron interrogantes acerca de cómo sanar las heridas de una sociedad entera e incorporar diversos valores de un estado de derecho, tales como la paz y la reconciliación, los que habían sido tratados previamente en gran medida como externos al proyecto de justicia transicional” (Teitel, 2003, p. 78), y además, en esta etapa, se priorizó la visión histórica y el diálogo entre las víctimas y los victimarios (es decir, la reconciliación) a los juicios para casos aislados. 2 3 Al final del siglo XX, surge la tercera fase de la justicia transicional, la cual se caracterizó por la unión de la justicia transicional con el proceso de globalización, el cual tria consigo inestabilidad política y grandes olas de violencia. En éste periodo, “la justicia transicional se traslada desde la excepción de la norma, para convertirse en un paradigma del estado de derecho” (Teitel, 2003, p. 72). En esta etapa se retoma la importancia de la intervención del Derecho internacional y se crea el Tribunal Penal Internacional4. Por otro lado, es importante resaltar que durante la fase II (descrita anteriormente), “el propósito principal de la justicia transicional fue construir una historia alternativa de los abusos del pasado. Emergió entonces una dicotomía entre verdad y justicia. Así, el paradigma de la fase II mayoritariamente evitó enjuiciamientos para, en cambio, concentrarse en un nuevo mecanismo institucional: las comisiones de verdad” (Teitel, 2003, p.79). Las comisiones de verdad son organismos oficiales creados generalmente por el gobierno nacional que actúan “en lo que puede ser llamado las circunstancias de justicia transicional esto es, cuando se requiere que sea establecida una cultura política democrática de derechos y responsabilidades luego de un escenario de violaciones masivas a los derechos humanos.” (Du Toit, 2000, p. 3-4). Su principal función es “investigar, documentar y divulgar públicamente abusos a los derechos humanos en un país durante un período de tiempo especifico” (Teitel, 2003, p. 79) “Conceptualmente, las comisiones de la verdad son iniciativas extraordinariamente complejas: sus preocupaciones principales son tanto políticas como morales, de un modo que a la vez invoca y da nueva forma a la historia y a la ley” (Du Toit, 2000, p.1). Sin embargo, “las comisiones de verdad no están tan preocupadas con los detalles de establecer el marco legal e institucional para un nuevo orden político, sino más bien sirven para generar y consolidar concepciones nuevas y distintivas de moralidad política que pueden de allí en adelante conformar la cultura política” (Du Toit, 2000, p.6). 2 4 Dichas comisiones tienen las siguientes características: “1) las comisiones de la verdad se centran en el pasado; 2) investigan un patrón de abusos en un período de tiempo, en vez de un acontecimiento concreto; 3) una comisión de la verdad es un órgano temporal, típicamente funciona de seis meses a dos años, y termina su trabajo con la entrega de un informe y 4) estas comisiones son aprobadas, autorizadas o facultadas oficialmente por el estado (y en ocasiones también por la oposición armada como en un acuerdo de paz)” (Hayner, 2003, p. 121). “Las comisiones de verdad no forman parte del paquete de arreglos institucionales de democracias normales. Ellas pueden ser vistas como proyectos históricos fundacionales en el contexto de transicional de introducción y consolidación de una nueva administración democrática y/o cultura de derechos y responsabilidades luego de un período de violaciones masivas de derechos humanos bajo un régimen anterior. (...) En este contexto se entiende mejor a las comisiones de verdad como expresiones de una nueva determinación democrática y voluntad política a lo que se suma el reconocimiento público de grandes ilícitos perpetrados contra individuos y comunidades” (Du Toit, 2000, p.59) En este sentido, podemos decir que las comisiones de la verdad pueden cumplir un papel muy importante dentro del proceso de la justicia transicional, ya que es gracias a estas, a su investigación e informes, que la verdad puede ser esclarecida, las víctimas pueden ofrecer su versión en una audiencia pública, los perpetradores o victimarios también pueden confesar sus crímenes (esto se da gracias a las garantías que a estos se les ofrece, tales como el perdón y la amnistía) y así contribuir a la justicia, a la reparación de las víctimas y sobretodo ayudan a formular recomendaciones legales para promover y encontrar una solución al conflicto y por ende encontrar la paz. 2.3. Víctimas Según Jon Elster, podemos distinguir tres tipos de sufrimiento o de daño por parte de la víctima a partir de la violencia o de un régimen autoritario. En este sentido, una 2 5 persona puede entonces llegar a sufrir daños materiales, daños y/o sufrimiento personal y daños y/o sufrimiento intangible. Con respecto al daño material, podemos decir que este hace alusión a la “pérdida de propiedad” (Elster, 2004, p.168), o a la destrucción de la misma, es decir, la pérdida o destrucción de objetos físicos (como la tierra, la vivienda, etc.), y/o de los activos financieros (cuentas bancarias, pólizas de seguros, etc.). Con respecto al sufrimiento o daño personal, Elster dice que aquí no solo se deben tener en cuenta los daños físicos, pues a demás de estos, “los casos extremos de sufrimiento personal, pueden ser causados por la violación, la tortura, los experimentos médicos en seres humanos y la muerte” (Elster, 2004, p.175), en este sentido, este tipo de sufrimiento también da derecho a una indemnización. Por otro lado, y ahora refiriéndonos al sufrimiento o daño intangible, puedo decir que ésta categoría hace alusión “a la falta o pérdida de oportunidades, (…) pues ciertas oportunidades pueden ser negadas a todos los ciudadanos, se les niegan a grupos específicos o se limitan a una élite privilegiada” (Elster, 2004, p.180). Así mismo, otra forma de causar un daño intangible es señalar en algunos aspectos como indigno a alguien. (Elster, 2004, p.180-181) Finalmente, y según Elster, se pueden distinguir dos formas de respuesta por parte de la víctima a causa de los daños: “en primer lugar, puede haber un deseo de la víctima por imponer o causar un sufrimiento similar en el victimario: ojo por ojo; y en segundo lugar puede haber un deseo por deshacer los daños, al menos en cierta medida o en la medida de lo posible” (Elster, 2004, p.166). En este sentido, y suponiendo que la víctima en vez de desear venganza desea tratar de reparar los daños mediante la verdad, el perdón, el olvido y la reparación, entonces podemos dar paso a explicar en qué consiste la reparación o restitución desde Elster y Minow. 2.4. Reparación Inicialmente, es importante resaltar que cuando se lleva a cabo la justicia tradicional, 2 6 normalmente se le impone un castigo al victimario. “El castigo puede ser entendido como la venganza de la víctima pero a través de un tercero, en donde este tercero busca defender los derechos individuales y los principios de proporcionalidad. La retribución motiva al castigo para que así haya justicia para quienes fueron agraviados y refleja la creencia de que los culpables merecen la culpa y el castigo en proporción directa a los daños causados” (Minow, 1998, p.12) En este sentido y a diferencia de la justicia penal, la justicia transicional trata de reparar la injusticia, para así compensar y corregir las relaciones sociales y el comportamiento en el futuro, sin embargo, y para que esto sea posible, el perdón y el arrepentimiento son fundamentales. (Minow, 1998, p.91) Así, y en la búsqueda de una reparación integral, “los pagos monetarios a la víctima, los servicios sociales y de salud, y otros actos de conmemoración simbólica, serían las políticas gubernamentales en aras de restablecer a las víctimas y las relaciones sociales violadas por la violencia y la atrocidad”. (Minow, 1998, p.91) Sin embargo, es importante resaltar que la reparación monetaria no podría llegar a remediar totalmente los daños no monetarios, es decir, y según Elster, los daños personales (“como “la muerte de un niño, la pérdida de un brazo, la agonía de la tortura, la humillación o la vergüenza de ser detenidos e internados erróneamente”) y/o los daños intangibles, en este sentido, y teniendo en cuenta que la reparación monetaria ayudaría tan sólo a reparar los daños o pérdidas materiales, es entonces de suma importancia ofrecer también reparación psicológica y simbólica en donde se trate de devolver la dignidad y las oportunidades robadas. Para esto, se le debe dar a las víctimas y a los sobrevivientes la oportunidad de hablar, de contar sus historias, de ser escuchados, y además de que haya un reconocimiento público, es decir, que se reconozca y se acepte públicamente la responsabilidad de las violaciones y los actos ilícitos por parte de los perpetradores, en aras de saber realmente lo que sucedió, saber la verdad, y así construir memoria y perdón. 2 7 Así, “la restauración de los bienes, y la realización de gestos simbólicos en este sentido, podría reavivar la dignidad de las personas agraviadas, y podría expresar el compromiso de los otros a reconocer las violaciones, para enmendar y romper con la atrocidad y su legado”. (Minow, 1998, p.110) A manera de conclusión se podría decir que lo idóneo es realizar una reparación integral, es decir que las víctimas sean reparadas, restituidas, rehabilitadas y que su dignidad sea restaurada, pues la parte económica es igual de importante a la parte simbólica, psicológica y médica, cosa que está claramente estipulada por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ver anexo 4) En este sentido, y con el fin de aplicar lo anteriormente expuesto, es importante ver y comparar algunos casos es donde el proceso de transición ya finalizó, ya que a partir de estas experiencias podemos retomar elementos útiles y aplicarlos a nuestro proceso de paz. CAPÍTULO II VISIÓN COMPARADA: LOS CASOS DE SUDÁFRICA, ARGENTINA Y CHILE 3.1. Sudáfrica En 1934, Sudáfrica logró independizarse de Gran Bretaña y fue a partir de esto que los descendientes de los holandeses quedaron al mando y control de la política. Luego, y “en 1948 subió al poder el conservador del partido nacionalista Afrikaner, que expresó su actitud y política como apartheid. El apartheid consistió en promover el desarrollo separado de las diferentes razas, bajo la dirección de la raza blanca, considerada superior” (“Sudáfrica Durante el Apartheid”, 2008). De esta forma, empezó en Sudáfrica a regir un régimen en donde las leyes raciales y la discriminación social, política, económica y racial hacia los negros era la protagonista. “Con esta medida se expulsó a los negros que residían en zonas “blancas” y se crearon 10 “homelands” (o áreas de reserva) para negros” (“Sudáfrica Durante el Apartheid”, 2008). 2 8 Como consecuencia, los africanos negros, bajo el liderazgo de Nelson Mandela (quien estuvo encarcelado 26 años por sus actividades anti-apartheid) y de Steven Biko, empezaron a crear un tipo de resistencia contra la política del apartheid, y para esto, se organizaron principalmente en dos grupos: el “Congreso Nacional Africano” y “el Partido Inkatha”. Ante esta situación de resistencia, el gobierno respondió con represión, torturas y cárcel, en donde muchos africanos murieron. De esta forma, y hacia los años 80, se desató una gran violencia interracial, en donde el saldo de muertos y de heridos (mayoritariamente africanos negros) era muy alta. Sin embargo, y gracias a los esfuerzos y presiones internacionales y de los mismos africanos, la situación de violencia se fue controlando. Así, y tras 40 años de funcionamiento del sistema racista sudafricano, el Parlamento decidió, a través de una reforma a la Constitución, derogar las leyes segregacionistas que legitimaban dicho racismo, cosa que ayudo a poner fin al apartheid (el 17 de junio de 1991) Sin embargo, y a pesar de que la violencia continuaba, en abril de 1994, se celebraron las elecciones, las cuales “colocaron en el poder a Nelson Mandela, Presidente del Congreso Nacional Africano. A partir de este momento la violencia descendió sensiblemente” (Giraldo, 2004, p.189) De esta forma, y después de su posicionamiento, Mandela, en noviembre de 1994, presentó ante el parlamento un proyecto de ley para la “Promoción de la Unidad y de la Reconciliación Nacional”. “Allí incluía la amnistía en los términos descritos en la Constitución provisional e insistía en la importancia de que las víctimas pudieran relatar la historia de sus sufrimientos y de sus luchas. Según el proyecto, para que la amnistía pudiera ser otorgada, el victimario que la solicitara debería revelar toda la verdad sobre el crimen para el cual solicitaba la amnistía” (Giraldo, 2004, p.190); pues Mandela aseguraba que la única forma para alcanzar la reconciliación, el perdón y la unidad era a través de la verdad y el conocimiento público de las violaciones a los derechos humanos. 2 9 El 19 de julio de 1995, la Ley fue aprobada y de esta forma el gobierno de Mandela creó la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), presidida por el arzobispo anglicano Desmond Tutu, Premio Nobel de Paz, y conformada igualmente por un gabinete de 17 personas, quienes representaban las diversas razas, géneros, condiciones sociales, culturas, ideologías y disciplinas. Sin embargo, “este núcleo fue ampliado repetidas veces con colaboradores y funcionarios, tratando de seguir los mismos criterios de representatividad, llegando a contarse, entre quienes participaban en el staff, 540 personas (no simultáneamente) y cerca de 90 colaboradores extranjeros” (Giraldo, 2004, p.191). La CVR tenía como principal función investigar los abusos a los derechos humanos durante la era del apartheid (ver anexo 5 para conocer los objetivo y funciones de la CVR) y para este fin la Comisión “fue investida de unos poderes cuasi- judiciales, con capacidad para citar a los sindicados a audiencias públicas y con cierto poder de decisión sobre su futuro judicial, lo que progresivamente hizo afinar los métodos investigativos y evaluativos de la Comisión” (Giraldo, 2004, p.191) La CVR de Sudáfrica “fue concebida y diseñada como parte de un puente para pasar del pretérito al futuro” (Giraldo, 2004, p.191), sin embargo la Comisión no estaba sola, pues existían otras instituciones como el Tribunal para Reclamos de Tierras, la Corte Constitucional, la Corte de Derechos Humanos, entre otras, para complementar y fortalecer su trabajo. Así mismo, y teniendo en cuenta que la verdad fue lo más importante, las audiencias también jugaron un papel fundamental, pues fue a través de estas que se conoció el relato tanto de las víctimas como de los victimarios. En este sentido, hubo cinco tipos de audiencias: el principal era el de víctimas (en donde siempre había ayuda psicológica, ya que revivir los acontecimientos las afectaba), audiencias sobre acontecimientos que examinaban casos representativos o “casos-ventana”, audiencias especiales, audiencias institucionales y audiencias políticas. Teniendo esto en cuenta, se puede decir que “la mayor innovación de la comisión y 3 0 la más controvertida de sus competencias, fue su capacidad de otorgar amnistía para los delitos de motivación política cometidos entre 1960 y abril de 1994. La amnistía se concedió sólo a los que confesaron plenamente su participación en los crímenes del pasado y se les demostró que fueron políticamente motivados” (Hayner, 2002, p. 43), como se puede ver, el hilo conductor del proceso de paz sudafricano fue la verdad. Ahora bien, a pesar de que surgieron varias discusiones en torno a la definición de víctima y victimario, la Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica estableció en su informe final, que las víctimas de apartheid eran alrededor de unas 21.000, en donde: “una víctima, de acuerdo con la Ley, es alguien que ha ‘sufrido en forma de lesiones físicas o mentales, padeció sufrimiento emocional, tuvo pérdida económica o menoscabo sustancial de sus derechos humanos, (i) como consecuencia de una grave violación de los derechos humanos, o (ii) Como resultado de un acto asociado con un objetivo político para el que se ha concedido la amnistía’. Una violación flagrante de los derechos humanos se define como ‘(a) el asesinato, el secuestro, la tortura o los malos tratos graves de cualquier persona, o (b) cualquier intento, conspiración, la tortura o los malos tratos’” (De Greiff, 2006, p. 182). “Al mismo tiempo, el Comité tuvo que definir muy precisamente quiénes podían ser sujeto de reparación. El Mandato había definido como ‘familiares’ y ‘dependientes’ de una víctima: a) sus padres (o quienes actuaran en su lugar); b) su cónyuge (según derecho consuetudinario, común, religioso o nativo); c) los hijos (dentro o fuera del matrimonio o adoptivos); d) alguien a quien la víctima tuviera obligación de sostener por ley o costumbre. Si la víctima había muerto como consecuencia de la violación, esta definición de familiares y dependientes se aplicaba según la que se daba en el momento de la muerte; si la víctima estaba viva, la definición se aplicaba a la situación existente el 14 de diciembre de 1997” (Giraldo, 2004, p.203) Con referencia a la reparación, la Comisión identifico “cinco dimensiones de la reparación que ya han hecho carrera en el derecho internacional: a) La reparación (propiamente dicha) que significa una compensación justa por un daño irreparable; b) La restitución, o el derecho a que sea restablecida o recompuesta la situación existente antes de la violación del derecho; c) La rehabilitación, o el derecho al suministro de atención médica y psicológica 3 1 y a la satisfacción de necesidades personales y comunitarias importantes; d) La restauración de la dignidad, o derecho individual y comunitario a un sentimiento de estima; e) La garantía de no repetición, o conjunto de medidas estratégicas, legislativas y administrativas, que hagan estable la reparación y prevengan contra nuevas violaciones a los derechos. Para poder responder a todas estas dimensiones de la reparación, la Comisión fue diseñando la política de reparación con cinco componentes: 1) Reparación urgente provisional; 2) Pensiones de reparación individual; 3) Medidas legales y administrativas de reparación simbólica; 4)Programas de rehabilitación comunitaria; y 5) Reforma institucional” (Giraldo, 2004, p.202) De esta forma, “La ley define las ‘reparaciones’ como la inclusión de ‘cualquier forma de indemnización, pago ex gratia, la restitución, la rehabilitación o el reconocimiento’. La definición de la ley de ‘reparación’ es intencionalmente abierta y permite que la CVR formule recomendaciones y definiciones concretas. La ley también hace una distinción entre las políticas de reparación amplias y largas y esas que son políticas de reparación provisionales y urgentes’ (De Greiff, 2006, p. 182), las reparaciones urgentes y provisionales serían aquellas que van dirigidas a las víctimas con grandes y urgentes necesidades médicas, emocionales, educativas, materiales y/o simbólicas. Así mismo, “el concepto de ‘rehabilitación’ y restauración de la dignidad humana y civil de las víctimas figura prominentemente en toda la ley de la CVR. Frecuentemente, la participación en la producción y la circulación de información sobre las violaciones de los derechos humanos, ya sea a través de ‘dar a conocer la suerte o el paradero de las víctimas’, o para permitir que las víctimas ‘relaten su propia historia de las violaciones’, es la medida en que la CVR está facultada para comprometerse con el ‘restablecimiento’ de la dignidad de las víctimas” (De Greiff, 2006, p. 181). 3 2 Finalmente, podemos entonces decir que la CVR propuso al gobierno reparaciones como pagos monetarios, servicios sociales a la comunidad y actos de reparación simbólica. A medida de que se fue avanzando en el proceso, las reparaciones se empezaron a aplicar tanto de forma colectiva como de forma individual, y así fueron muchos los casos de reparación por parte de los victimarios a sus víctimas. Los victimarios a parte de reparar a sus víctimas también debían reparar a la comunidad, ya que la comunidad ocupaba un lugar importante como parte afectada de los crímenes. “Thabo Mbeki, el sucesor de Nelson Mandela como Presidente de la ANC y posteriormente de Sudáfrica, hizo un apasionado llamamiento a la comisión de no dejar al nuevo gobierno con el legado de los asuntos pendientes, especialmente en lo relativo a cuestiones de amnistía” (Tutu, 2000, p.105), cosa que demuestra el interés por esclarecer los acontecimientos, conocer la verdad y reconstruir y reparar a la comunidad. A manera de conclusión se puede decir que, la mayor fortaleza del proceso sudafricano fue la importancia que se le dio a la verdad, ya que fue a través de esta que se logró esclarecer lo sucedido, conocer realmente los daños sufridos, enjuiciar a los perpetradores, y reparar integralmente a las víctimas, cosa que ayudo a desarticular la violencia existente y a encontrar la paz. 3.2. Argentina Desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983, Argentina se vio sumida en una de las dictaduras más crueles de América. Tres juntas militares rigieron el país durante este periodo, justificándose en la existencia de grupos y movimientos guerrilleros urbanos, en la difícil situación económica y la falta de autoridad del gobierno de Isabel Martínez de Perón para enfrentarse a estas amenazas, por lo tanto legitimaron su golpe como una acción de guerra, evidentemente innecesaria. Una vez en el poder iniciaron un proceso de disciplinamiento que llamaron de Reorganización Nacional y crearon una doctrina 3 3 de Seguridad Nacional en la que declaran que toda forma de oposición al gobierno militar y a la forma capitalista del mundo occidental es un ataque contra la nación. De esta forma operaron a través de desapariciones, secuestros, torturas, ejecuciones, confinamientos, asesinatos y toda clase de censura, justificando sus acciones con la siguiente declaración: “la ciudadanía argentina no es víctima de la represión. La represión es contra una minoría a quienes no consideramos argentinos”: general Videla (diario La Prensa, de Buenos Aires, 18 de diciembre de 1977, citado por Giraldo). En 1982 inician la guerra en las Malvinas contra Inglaterra, que en lugar de darle más fuerza al régimen, lo terminó de desgastar y tras su derrota se disuelve la última junta, sin embargo, y “antes de abandonar el poder, la junta militar por miedo a ser considerados responsables de sus crímenes, se concede inmunidad de procesamiento y dictó un decreto ordenando la destrucción de todos los documentes relacionados con la represión militar” (Hayner, 2002, p.33). Luego de la caída de la junta militar, asume la presidencia Reynaldo Bignone quien inicia una transición negociada a la democracia, proceso que termina en 1983 con elecciones democráticas y la victoria del nuevo Presidente Raúl Alfonsín (19831989). Cuatro años después, el 5 de diciembre de 1986, Alfonsín “presentó al Congreso el proyecto de ley llanada de ‘Punto Final’, aprobada el 23 de diciembre de 1986” (Giraldo, 2004, p.25), en resumidas cuentas y literalmente ésta ley decía: “se extinguirá la acción penal contra toda persona que hubiere cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción política hasta el 10 de diciembre de 1983” (ley de Punto Final). Así mismo, el 13 de mayo de 1987, y luego de que se presentaran varios actos de inconformidad por parte de las Fuerzas Armadas, el Presidente envió al Congreso el proyecto de ley llamado de obediencia debida” (Giraldo, 2004, p.27). Básicamente dicha ley, al igual que la de punto final, promovía y aumentaba evidentemente la 3 4 impunidad, pues lo que hacía era justificar todos los actos y violaciones cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas, ya que según la Ley cada uno de estos miembros hizo lo que hizo debido a la obediencia debida y por esto no se permitía presentar pruebas en su contra. Luego de la presidencia de Alfonsín, llega al poder el Presidente Carlos Saúl Menem (1989-1999), quien tres meses después de asumir el gobierno, el 6 de octubre de 1989, “sancionó los decretos 1002, 1003, 1004, y 1005 de 1989, mediante los cuales otorgaba indulto a los pocos militares que estaban siendo procesados en el momento o que habían sido ya sentenciados por los crímenes de la dictadura” (Giraldo, 2004, p.28). Con esto se puede decir que se dio fin a la búsqueda de la verdad y la justicia, pues la impunidad fue la protagonista de dicho proceso. Sin embargo, y como una medida esperanzadora, “el 6 de marzo de 2001, el juez federal Gabriel R. Cavallo dictó una resolución de gran trascendencia que invalida las leyes de ‘Punto final’ y de ‘Obediencia debida’, por ser incompatibles con varios tratados internacionales y con la Constitución de la República” (Giraldo, 2004, p.29). Ahora bien, en todo este proceso, “el 15 de diciembre de 1983, cinco días después de su posesión, el presidente Alfonsín sancionó el Decreto 187/83 que creaba la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP)” (Giraldo, 2004, p.30). La Comisión estuvo conformada “por diez personas civiles destacadas en la defensa de los derechos humanos y de gran ascendiente moral en el país, y por otros seis miembros que debían ser designados por las dos cámaras del Congreso” (Giraldo, 2004, p.31). Básicamente la Comisión debía recibir denuncias y pruebas, averiguar el paradero de los desaparecidos (principalmente de los niños que fueron arrebatados del cuidado de sus padres), denunciar la desaparición de pruebas y finalmente, debían realizar un informe, lo más completo posible, en un plazo de 180 días. Para dichos fines, la Comisión nombró como presidente de la CONADEP al escritor 3 5 Ernesto Sábato. De ésta forma y “aunque la Comisión no celebró audiencias públicas, mantuvo un perfil público. El personal de la comisión inspeccionó los centros de detención, cementerios clandestinos, y las instalaciones policiales; exiliados regresaron del extranjero para testificar, y las declaraciones fueron tomadas en las embajadas y consulados de Argentina en todo el mundo” (Hayner, 2002, p.34). En este sentido, “la Comisión principalmente centró las investigaciones en la identificación de campos de detención y de tortura” (Hayner, 2002, p.34), motivo por el cual en su informe final, la CONADEP reseñó 8960 nombres de personas que continuaban desaparecidas (ver anexo 6), con la conciencia de que muchísimos casos no llegaron a su conocimiento, y 340 centros clandestinos de detención” (Giraldo, 2004, p.31). Sin embargo, en 1978 fue a Argentina La Comisión Internacional de Derechos Humanos, con la intención de investigar lo sucedido y así complementar el trabajo e informe de la CONADEP. El informe contundente de dicha comisión se publicó el 11 de abril de 1980. Este informe “incorporó el análisis minucioso de numerosos casos de desapariciones, asesinatos y torturas, así como las respuestas inaceptables del gobierno.” (Giraldo, 2004, p.36). De esta forma, la comunidad internacional ratificó que la amnistía y los indultos a los victimarios (miembros de la Fuerza Armada), impidió en gran medida las investigaciones, las denuncias, y por ende la verdad y la justicia, prevaleciendo así la impunidad. Por otro lado, el informe final del CONADEP, en su primer y segundo capítulo definió a las víctimas como aquellas personas o familiares que fueron desaparecidas forzosamente, secuestradas, torturadas, exterminadas y/o reprimidas. Con respecto al primer aspecto, “la ley define a las víctimas de la desaparición forzada como aquellas personas que fueron privadas de su libertad y luego desaparecieron, o los que se mantuvieron en los lugares clandestinos de detención o fueron privados de su derecho al debido proceso.” (De Greiff, 2006, p. 26). 3 6 Por su lado, el secuestro fue definido como la privación ilegítima de la libertad, en donde se actuaba clandestinamente. La CONADEP encontró “denuncias acerca de aproximadamente 600 secuestros que se habrían producido antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976” (CONADEP, 1984) (ver anexo 7). De otra parte, “La tortura fue un elemento relevante en la metodología empleada. Los Centros Clandestinos de Detención fueron concebidos, entre otras cosas, para poder practicarla impunemente” (CONADEP, 1984). Por su parte, el exterminio, hace referencia a la muerte como arma política. “La muerte a consecuencia de la tortura, del shock eléctrico, de la inmersión, de la sofocación y también la muerte masiva, colectiva o individual, premeditada, por lanzamiento al mar, por fusilamiento” (CONADEP, 1984), fueron masivas. Finalmente y con respecto a la represión, la CONADEP “recibió en diversas oportunidades denuncias y testimonios de personas que reconocieron su participación en Grupos de Tareas y otras formas operativas en el aparato represivo. Esas denuncias han estado vinculadas tanto al conocimiento que tenían de la metodología represiva como de hechos referidos al secuestro, tormento y eliminación física de personas”. (CONADEP, 1984) Así mismo, y con respecto a la reparación, podemos decir que algunos de los mecanismos establecidos en el orden material después de la dictadura, fueron: jubilaciones mínimas a los familiares de desaparecidos (Ley 23.466 de 1986), e indemnizaciones a las familias de personas fallecidas o desaparecidas, al igual que para los ex presos políticos de la dictadura. “Los beneficiarios reciben una pensión que equivale a la cantidad mínima ordinaria que recibe un funcionario público jubilado. También se benefician de la cobertura social del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, que incluye asistencia de salud y medicamentos” (De Greiff, 2006, p. 26). Mientras, los hijos y familiares de desaparecidos fueron exentos del servicio militar. Como reparación simbólica, “el 10 de diciembre de 1997 varios organismos de derechos humanos entregaron a los legisladores de Buenos Aires la petición de que 3 7 se construyera un Paseo con un monumento poliescultural por los Desaparecidos, que incluyera sus nombres, ubicado en la zona costera frente al Río de la Plata, como lugar simbólico, ya que muchas víctimas de la represión fueron arrojadas en él” (Giraldo, 2004, p.52-53). La creación del camino paralelo al Río de la Plata, fue aprobada el 21 de julio de 1998 y de esta forma se conmemora la memoria de los desaparecidos y asesinados durante la dictadura. Igualmente, se crearon varios movimientos con el fin de recordar lo sucedido y reclamar por las personas que aún no han aparecido, algunos de estos movimientos son: La ronda de las Madres en Plaza de Mayo, las Abuelas de Plaza de Mayo y el movimiento HIJOS (ver anexo 8) En síntesis, se puede decir que lo sucedido en Argentina es un claro ejemplo del daño que puede llegar a causar la violación a los derechos humanos, y más aún cuando el gobierno interfiere e influye negativamente en el esclarecimiento de la verdad y en el proceso de justicia transicional, ya que evidentemente el gobierno difícilmente es imparcial. Sin embargo, hay un aspecto muy importante para resaltar en el caso argentino, y es la importancia que se le dio a la construcción de memoria y a la reparación simbólica. 3.3. Chile En 1970 Salvador Allende inició su gobierno bajo una ideología socialista, lo que provocó gran disgusto para Estados Unidos y para el sector de derecha del país. Allende en su propósito de instaurar el socialismo incluyó en su agenda política una reforma agraria y la nacionalización de industrias de cobre y de bancos, propuestas que sufrieron fuertes críticas por parte de los gremios del país. La oposición reaccionó de forma inmediata convocando huelgas, lo que sumado al bloqueo de Estados Unidos, desencadenó el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 por parte del Partido Nacional y una fracción del DC. Con el golpe militar llegó a su fin tanto el intento de un país socialista, como la vida de Salvador Allende quien se suicido el mismo día del golpe. 3 8 Tras la caída de Allende el general Augusto Pinochet se instaura en el poder con la ayuda directa de las fuerzas armadas. El régimen dictatorial, que tuvo gran apoyo de los sectores de la sociedad civil, se caracterizó por la represión política dejando cientos de muertos y desaparecidos. Los partidos de izquierda fueron prohibidos, los sindicatos siguieron existiendo pero su participación fue muy restringida, los cargos de diferentes sectores sociales como la educación estuvieron a cargo de militares. En 1982 Chile entra en crisis, lo que hizo que los opositores del régimen se levantaran y protestaran contra el gobierno, de esta forma y durante varios años, se presentaron protestas y movilizaciones por parte de la oposición para llegar a la democracia. Finalmente en 1988, demócratas cristianos, socialistas y otras partes de la oposición hicieron un plebiscito, logrando así derrocar a Pinochet y dar el paso a la democracia. Sin embargo, cabe anotar que ésta transición fue dolorosa, pues muchas personas perdieron la vida, fueron torturadas y desaparecidas. Con el objetivo de ponerle fin a todas estas atrocidades, el presidente de Chile Patricio Aylwin Azócar (1990–1994), el 25 de abril de 1990, creó la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Comisión Rettig), que tenía como labor “contribuir al esclarecimiento global de la verdad sobre las más graves violaciones a los derechos humanos cometidas en los últimos años, sea en el país o en el extranjero, si estas últimas tienen relación con el Estado de Chile o con la vida política nacional, con el fin de colaborar a la reconciliación de todos los chilenos y sin perjuicio de los procedimientos judiciales a que puedan dar lugar tales hechos” (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996), es decir, que su principal labor era esclarecer la verdad sobre todo lo sucedido durante esa época ósea, entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. Sin embargo, “la Ley 19.123 del 8 de febrero de 1992 creó la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación y le encomendó, como una de sus tareas, calificar la posible condición de víctimas de aquellas personas respecto de las cuales a la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Comisión Rettig) no le fue posible formarse convicción o cuyos casos no alcanzó a examinar por falta de antecedentes 3 9 suficientes” (Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1992). De esta forma, y a pesar de que la Comisión era la encargada de redactar el informe, la Corporación también fue un ente fundamental para complementar la misión y el informe de la Comisión (ver anexo 9). De esta forma, y después de muchas revisiones, se estableció que las víctimas del conflicto chileno debían ser clasificadas en 3 categorías, para así tener mayor claridad. Dichas categorías son: 1. Las víctimas de Violaciones de Derechos Humanos, es decir, los que fueron sometidos a: “Desaparición forzada, esto es, desaparición luego de su detención; ejecución, en cualquiera de sus formas; uso indebido de la fuerza, con resultado de muerte; abuso de poder, con resultado de muerte, si el estado ha condonado el hecho o facilitado su impunidad; tortura, con resultado de muerte; atentado contra la vida, con resultado de muerte, cometidos por particulares bajo pretextos políticos, incluyendo actos de terrorismo indiscriminado y selectivo, así como otros atentados; (…) y a quienes se han quitado la vida por su propia mano, a causa de la violación de los derechos humanos” (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). 2. Víctimas de la Situación de Contienda Política: “(…) combatientes en uno u otro bando, así como no combatientes, que murieron como consecuencia de intercambio de fuego (…); las personas que se quitaron la vida bajo extremo acoso en un enfrentamiento armado, si las circunstancias fueron tales que, de haber muerto en el enfrentamiento, hubieran debido ser consideradas víctimas de la situación de violencia política; las personas que parecieron accidentalmente como consecuencia de un enfrentamiento armado con connotaciones políticas, en el cual no tomaban parte; las personas que murieron como consecuencia no buscada de un acto que en sí mismo no es necesariamente ilícito, por ejemplo la persona que murió por inhalación de gas lacrimógeno (…); las personas que perecieron mientras intentaban defenderse con las armas de un ataque o intento de captura por parte de la DINA, de la CNI u otro organismo de seguridad (…)”. (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). 3. Casos que Caen Fuera del Mandato de la Comisión: “Además de los casos recién mencionados, (…) la Comisión ha excluido las siguientes situaciones: los accidentes que tuvieron lugar fuera del contexto de un enfrentamiento armado y que cobraron víctimas fatales, sea entre uniformados o entre opositores al 4 0 régimen militar, incluyendo accidentes de vehículos, disparos accidentales entre compañeros de armas, y la detonación de explosivos que portaba la propia víctima. Un análisis más extenso de estas situaciones se contempla en el primero de los anexos al presente informe”. (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). Esta Comisión determinó, que “el número de las víctimas fatales de violaciones de derechos humanos atribuibles a agentes del Estado en el período es superior a las 2.000, la mayoría de las cuales corresponde a víctimas de la represión política” (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). Es importante resaltar que la Comisión también tuvo en cuenta a los familiares de las víctimas, pues evidentemente estos también sufrieron graves daños, ya que padecer la muerte, tortura o desaparición de un familiar, también los convierte en victimas. “Las consecuencias de estas violaciones alcanzaron a los parientes de las víctimas alterando radicalmente sus vidas. (…) El Estado de Chile ha de volcarse hacia ellos y obtener su perdón para la sociedad que los hirió. Esta debe imbuirse de lo ocurrido para poder mirar limpiamente el futuro” (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). La Comisión, en su preocupación por la pronta reconciliación de los chilenos, se empeñó por elaborar un arduo trabajo, en donde el esclarecimiento de la verdad5, la identificación de las víctimas y el proceso de reparación fueron protagonistas. Con respecto a la reparación, “(…) se tuvo presente que una reparación cabal del daño causado resultaba imposible y que cualquier medida de reparación que se propusiera debía hacerse con pleno respeto de la dignidad de las personas involucradas y teniendo también presente que el deber principal de la Comisión era el de esclarecer la verdad, materia que tenía también innegables efectos de reparación y prevención. (…)Se formuló esta consulta a 109 Organizaciones, entre ellos a las de familiares de las víctimas, a los Organismos de Derechos Humanos, a las principales Universidades y Centros Académicos, a los Partidos Políticos, a las Iglesias y a otras autoridades morales.” (“Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación”, 1996). . De esta forma, se puede decir que la reparación se centró más que todo en la verdad, ya que por medio de ella se reivindicaba la dignidad y se impedía el olvido. 4 1 Pero no era suficiente, así que la Comisión presentó tres puntos más de reparación de victimas: En primer lugar de forma institucional, se creó el Instituto de Derechos Humanos que promovía el respeto a los derechos humanos por medio de la educación; como un segundo punto se propuso la reparación por medio de hechos simbólicos donde se conmemoraba a las víctimas, para esto se construyó una placa de piedra con los nombres de los ejecutados y desaparecidos; un tercer elemento fue la reparación de la victimas de forma individual, económica y judicial. En 1992 se instaura una ley donde por medio de la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación se dictamina una pensión mensual a los familiares de las víctimas, quienes además tenían derecho a tener asistencia médica gratuita, becas estudiantiles y el derecho de la no prestación de servicio militar. De forma jurídica, la reparación se refirió al reconocimiento de la honra de las personas ejecutadas y desaparecidas y al restablecimiento de los derechos ciudadanos de las victimas existentes. 4 2 CAPÍTULO III EL CASO COLOMBIANO Como ya había dicho en el inicio de este trabajo, Colombia se ha visto sumergida desde muchos años atrás en una fuerte ola de violencia armada. El conflicto colombiano es uno de los más antiguos del mundo (“junto con Israel/Palestina, Myanmar –antigua Birmania-, Sri Lanka y Sudán” (Lair, 2004, p.110) y por lo tanto uno de los más antiguos de América. Nuestro conflicto ha sido largo, intenso y complejo, ya que este está compuesto por diferentes y numerosos actores, los cuales se encuentran en permanentes luchas. Dichas confrontaciones tienen como fin último controlar y adquirir no solo diferentes territorios y recursos, sino también conseguir nuevas fuentes económicas y de poder, para así tener cada vez mayor reconocimiento. Los actores ilegales (guerrillas y paramilitares) “han desarrollado una importante economía de guerra, articulada en torno a los tráficos ilícitos y a la extorsión, la cual les ha permitido acumular poder e influencia socio-espacial en numerosos municipios del país, así como una gran capacidad de desestabilización bélica” (Lair, 2004, p.105), cosa que nos ayuda a comprender la razón por la cual el conflicto se ha intensificado. Además de esto, la desigualdad e injusticia social, la poca repuesta del Estado a las demandas y necesidades de la población y la continua lucha por el poder, son otras de las causas del conflicto; características que a través de los años se han complejizado, desencadenado en grandes y graves consecuencias. Aproximadamente en los “años sesenta” (Lair, 2004, p.105) y a partir de la lucha entre los partidos tradicionales, es que surgen las guerrillas y los paramilitares (AUC), algunos de los reconocidos actores de nuestro conflicto interno, sin embargo “este largo conflicto entró en una fase de intensificación armada a finales de la 4 3 década siguiente” (Lair, 2004, p.105). En este sentido, las guerrillas liberales surgieron con el fin de defender los intereses de los campesinos que no tenían tierras propias y “como reacción a la persecución política iniciada por el gobierno del Partido Conservador (1946-1953), que incluyó el asesinato del candidato liberal Jorge Eliécer Gaitán (abril 9/48), hecho que dio origen (…) a un largo periodo de violencia liberal-conservadora que dejó un saldo trágico de cerca de 300 mil muertos” (Nizkor, 2008). Luego, y como fruto de las secesiones entre las guerrillas liberales, se crearon nuevos grupos guerrilleros, de los cuales los principales son tres: las FARC, el ELN y el EPL. Para iniciar, las FARC fue creado en 1964 y “actuaron en un principio en el centro-sur del país (…) y a diferencia del ELN y del EPL, la orientación ‘revolucionaria’ de las FARC fue menos pronunciada en su imaginario de guerra” (Lair, 2004, p.112). Luego, en la década de los años setenta, este grupo guerrillero, construyó “una estrategia política global frente al Estado colombiano. En la actualidad está formada por cerca de 10 mil combatientes, organizados en 70 frentes distribuidos en todo el país” (Nizkor, 2008) Por el otro lado, “el ELN surgió en 1964, en el Magdalena Medio santandereano, en una región que en los años cincuenta había sido escenario de la actividad de la guerrilla liberal dirigida por Rafael Rangel Gómez” (Aguilera, 2006, p. 214). El ELN “trató de adoptar el modelo político-militar del ‘foco’. Vanguardia de la ‘revolución’, la teoría del ‘foquismo’ pretendía constituir polos de resistencia, inicialmente aislados y diseminarlos en un espiral ascendente de rebelión popular, cuya vocación era quebrar y transformar el régimen político” (Lair, 2004, p.111). El ELN comenzó a operar “con 18 hombres; una década después, en 1973, apenas llegaba a unos 270 guerrilleros, y, posteriormente, en 1978 sólo le quedaban 36”6, sin embargo hay otras fuentes que dicen que “se calcula que cuenta con unos 5 mil combatientes, organizados en 30 frentes” (Nizkor, 2008). Lo interesante aquí, es que “la supervivencia de esa organización guerrillera se 4 4 explica por dos factores: su cohesión interna, constituida por un discurso y un imaginario marxista-cristiano, y su capital político, representado en casi veinte años de construcción del denominado poder popular de doble cara” (Aguilera, 2006, p. 211) (Ver anexo 10). Por otro lado, durante la década de los sesenta, y bajo el asesoramiento de militares norteamericanos, la Fuerza Pública y el Gobierno, se sancionó el decreto 3398 de 1965 el cual fue convertido posteriormente en legislación permanente a través de la ley 48 de 1968, con el fin de fortalecer la Seguridad Nacional y eliminar al “enemigo interno”, es decir, al comunismo, la subversión y la insurgencia: “por medio de los cuales se dio el fundamento legal para la organización de la ‘defensa nacional’, la ‘defensa civil’ y la promoción en la organización de las ‘autodefensas’. Bajo el amparo de dicha normas e inclusive desbordándolas, miembros, de la Fuerza Pública entrenaron, dotaron de armamento y adoctrinaron habitantes en zonas de Conflicto con la finalidad de involucrar de manera directa a la población dentro de la Confrontación y apoyar a los cuerpos oficiales en la lucha contrainsurgente” (Nizkor, 2008). Como es evidente, dicha ley posibilitaba y validaba la existencia legal de grupos armados privados, es decir de autodefensas, sin embargo, en 1989 dicha ley fue derogada, motivo por el cual, las autodefensas pasaron a ser paramilitares y con esto, se hizo difuso el carácter defensivo u ofensivo de las mismas. “Al margen de sus balbuceos ideológicos (“una ideología con pie de imprenta más no una ideología real”), los hechos que protagonizaron con posterioridad a 1989, denotan una intención de ampliar su base de apoyo regional, de diversificarse y de proyectarse en un plano más amplio y de ponerse en sintonía con sectores de la sociedad que se hallen particularmente afectados por el conflicto armado” (Cubides, 1998, p. 81) De esta forma, en las diferentes zonas del país se han creado y establecido diversos 4 5 grupos de “autodefensas” (AUC), quienes tienen el “claro propósito de actuar en la defensa y protección de intereses políticos, de proyectos económicos (explotación de recursos naturales como el petróleo y el carbón), y la defensa de sectores vinculados a la actividad agropecuaria y al narcotráfico” (Nizkor, 2008). Sin embargo, es importante aclarar que la ideología, los objetivos y los fines tanto de las guerrillas como de los paramilitares, han venido cambiando a través de los años, pues la ansiedad de poder, la corrupción y el narcotráfico han hecho que la dinámica del conflicto varíe. Así mismo, “para los grupos ilegales del conflicto, la guerra se ha vuelto un verdadero modo de vida perennizado en el tiempo, ofreciendo posibilidades de ‘carrera’ y ascenso social dentro de las organizaciones armadas, o aún de control coercitivo sobre las poblaciones” (Lair, 2004, p.110) Ahora bien, otros actores que podemos identificar en la violencia y en el conflicto colombiano son: los narcotraficantes, la Fuerza Pública, El gobierno7, el Estado8 y lamentablemente la sociedad civil9 como víctima, pues esta se ha visto involucrada en contra de su voluntad en dicho conflicto. Los narcotraficantes se han encargado de crear grandes y temibles carteles en determinadas regiones del país, tales como el del Valle, y el de Medellín. Producen grandes cantidades de droga, más que todo cocaína, y la venden principalmente en el exterior, cosa que ha causado grandes olas de violencia. Sin embargo, la droga también “financia en buena medida al grupo insurgente de izquierda Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a los paramilitares de extrema derecha Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), debido a lo cual forma parte integral del conflicto colombiano” (International Crisis Group, 2005). Dentro de toda esta dinámica del conflicto, y teniendo en cuenta que no solo “los grupos guerrilleros han cometido graves infracciones al derecho internacional humanitario, como homicidios deliberados, masacres y acciones que han comprometido la vida y la seguridad de la población civil” (Nizkor, 2008), el gobierno (excluyendo al de Uribe) ha demostrado grandes esfuerzos por crear espacios de 4 6 diálogo, como el Cagúan, en donde el entonces Presidente Andrés Pastrana (1998 – 2002), despejo esa zona y buscó entablar diálogos pacíficos con las FARC, sin embargo Manuel Marulanda Vélez (Alias Tirofijo, comandante y miembro fundador de las FARC),nunca llegó, y este mal comienzo se plasmó en la imposibilidad de fijar agendas básicas y una metodología adecuada. Las partes no llegaron a ningún punto de acuerdo y el proceso se convirtió en una carrera hacia la guerra, en donde la mutua desconfianza derivó en una estrategia no cooperativa con altos costos. Luego de esto, llega a la presidencia Álvaro Uribe Vélez, quien promete un Estado protector y seguro, pues según él, las Fuerzas Armadas y las diferentes instituciones del Estado llegarían a todas aquellas regiones, municipios, pueblos, caseríos… a donde el Estado antes no había llegado y tenía abandonado. En este sentido Uribe propone la política de seguridad democrática, la cual tiene como objetivo “reforzar y garantizar el Estado de Derecho en todo el territorio, mediante el fortalecimiento de la autoridad democrática: del libre ejercicio de la autoridad de las instituciones, del imperio de la ley y de la participación activa de los ciudadanos en los asuntos de interés común” (Ministerio de Defensa Nacional, 2003). En este sentido, y con el fin de poder llevar a cabo los objetivos y propuestas del Presidente electo, también se propuso la Ley de Justicia y Paz (Ley 975 de 2005), y con esta se creó la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación. Por su parte, la Ley tiene por objeto facilitar los procesos de paz y la reincorporación individual o colectiva a la vida civil de miembros de grupos armados al margen de la ley, garantizando los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación. La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) En cuanto a la CNRR, se puede decir que ésta tiene un tiempo de operación de 8 años y a su vez tiene un carácter mixto por cuanto la integran representantes de la sociedad civil (5 representantes), de las organizaciones de víctimas (2 4 7 representantes), así como representantes del gobierno y organismos de control del Estado (un delegado del Vicepresidente de la República -quien la preside-, en este caso es Eduardo Pizarro Leongómez). (Ver anexo 12) El principal objetivo de la CNRR es: “Recomendar al Gobierno la implementación de un programa institucional de reparación colectiva que comprenda acciones directamente orientadas a recuperar la institucionalidad propia del Estado Social de Derecho particularmente en las zonas más afectadas por la violencia; a recuperar y promover los derechos de los ciudadanos afectados por hechos de violencia, y a reconocer y dignificar a las víctimas de la violencia” (IMP, 2006), entre muchos otros. (Ver anexo 13) Definición de víctima Ahora bien, “la Ley 975 de 2005, en su Artículo 5, definió la noción de víctimas en los siguientes términos: “(…) se entiende por víctima la persona que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física, psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan transgredido la legislación penal, realizados por grupos armados al margen de la ley” (CNRR, 2007, p. 33) (Ver anexo 14). Sin embargo, “Las víctimas que no puedan ejercer sus derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación a través del procedimiento previsto en la ‘Ley de Justicia y Paz’, por no ser víctimas de los miembros de los grupos armados ilegales que se hayan desmovilizado y acogido voluntariamente al procedimiento establecido en dicha Ley10, pueden ejercer sus derechos por otras vías, tales como el proceso penal ordinario.” (CNRR, 2007) La reparación Por el otro lado, y, haciendo referencia a la reparación, se puede decir que “el concepto de reparación con el que se identifica la Comisión asume la definición amplia que existe en el contexto del derecho internacional, en el cual el término se usa para designar toda aquella medida que puede ser utilizada para resarcir a las víctimas por los diferentes tipos de daños que hubieren sufrido como consecuencia 4 8 de ciertos crímenes cometidos con ocasión del conflicto armado” (CNRR, 2007, p.19) En este sentido, se pueden identificar cinco clases de reparación: la reparación individual, colectiva, simbólica, material e integral. Con respecto a la reparación individual, se puede decir que hay dos tipos: 1) cuando la víctima cuenta lo sucedido ante un juez, el victimario es condenado y obligado a indemnizar individualmente a su víctima y 2) cuando un juez obliga a un actor armado a devolver los bienes expropiados ilegalmente. Eso le corresponde fundamentalmente a la justicia, pero la Comisión va a supervisar que la justicia cumpla su papel” (IMP, 2006). La reparación colectiva “se orienta a la reconstrucción psicosocial de las poblaciones afectadas por la violencia. Este mecanismo se prevé de manera especial para las comunidades afectadas por la ocurrencia de hechos de violencia sistemática. (Art 8Ley 975) Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas. (Art 8-Ley 975). Por su parte, la reparación material es todo lo referente a la indemnización y finalmente “el derecho de las víctimas a la reparación integral (ver anexo 16) comprende las acciones que propendan por la restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción; y las garantías de no repetición de las conductas.” (IMP, 2006). Así mismo, la Ley cuando hace referencia a los componentes de la reparación, estipula: 4 9 • La restitución implica la realización de los actos que propendan por la devolución a la víctima a la situación anterior a la violación de sus derechos. Incluye el restablecimiento de la libertad, el retorno a su lugar de residencia y la devolución de sus propiedades, de ser posible (Art. 46-Ley 975). • La rehabilitación deberá incluir la atención médica y psicológica para las víctimas o sus parientes en primer grado de consanguinidad de conformidad con el Presupuesto del Fondo para la Reparación de las Víctimas. Los servicios sociales brindados por el gobierno a las víctimas, de conformidad con las normas y leyes vigentes, hacen parte de la reparación y de la rehabilitación (Art. 47-Ley 975). • La indemnización consiste en compensar, a las víctimas, los perjuicios causados por el delito. (Art 8-Ley 975). • Las medidas de satisfacción y las garantías de no repetición, adoptadas por las distintas autoridades directamente comprometidas en el proceso de reconciliación nacional (Art. 48-Ley 975). Ahora bien, “el artículo 54, bajo examen establece que el fondo para la reparación de las víctimas estará integrado por todos los bienes o recursos que a cualquier título se entreguen por las personas o grupos armados organizados ilegales a que se refiere la ley, por recursos provenientes del presupuesto nacional y por donaciones en dinero o especie, nacionales o extranjeras. (…) Así, los primeros obligados a reparar son los perpetradores de los delitos (…). Antes de acudir a recursos del Estado para la reparación de las víctimas, debe exigirse a los perpetradores de los delitos, o al bloque o frente al que pertenecieron, que respondan con su propio patrimonio por los daños ocasionados a las víctimas de los delitos. El Estado ingresa en esta secuencia sólo en un papel residual para dar una cobertura a los derechos de las víctimas, (…) y ante la eventualidad de que los recursos e los perpetradores sean insuficiente” CNRR, 2007, p.38-39). Cabe anotar que hasta el día de hoy el proceso de reparación a las víctimas aún no ha iniciado completamente, pues hasta hace muy poco fue que se creó el fondo de reparación de las víctimas al cual llegan las propiedades que se les quita a los victimarios a través de la extinción de dominio. Hasta el momento lo que se ha hecho es devolver algunas tierras y casas a los campesinos desplazados. 5 0 Sin embargo, y debido al gran número de víctimas (alrededor de unas 120.000 personas), a las pocas propiedades entregadas por los victimarios (ver anexo 17), y a la baja posibilidad de que por vía judicial se pueda reparar el daño causado a las víctimas, el gobierno promulgó el decreto 1290 del 22 de abril de 2008 “por el cual se crea un programa de reparación individual por la vía administrativa para las víctimas de los grupos armados organizados al margen de la ley”. (Ver anexo 18) Algunas observaciones Para finalizar con lo referente al caso colombiano, es importante recordar que este es un caso sui generis, ya que por lo general el proceso de transición y las comisiones de la verdad empiezan a funcionar cuando una dictadura o situación de conflicto ha llegado a su fin, sin embargo en el caso colombiano el conflicto no ha acabado, cosa que dificulta el trabajo de la CNRR y de las entidades encargadas de llevar a cabo el proceso de paz. Además de esto, la mayoría de los integrantes de la CNRR son delegados del gobierno, cosa que dificulta la imparcialidad, “cuando se le pregunta por el balance de la CNRR, Carlos Rodríguez Mejía, subdirector de la Comisión Colombiana de Juristas, le dice a la BBC que la comisión ha hecho ‘muy poco respecto a su objetivo principal’. ‘La comisión tiene un mandato que podría ser muy importante ¿defender a las víctimas-, si tuviera mayor independencia del gobierno’, señala y subraya que ocho de los 13 miembros de la CNRR son designados por el poder ejecutivo. Pizarro, que es el delegado del vicepresidente de la república en la comisión, responde que tres de los comisionados son militantes del Polo Democrático Alternativo, un partido de izquierda que está en la oposición. Y critica la politización del discurso de defensa de las víctimas” (Salazar, 2007). En este sentido, se podría decir que las dificultades que se han presentado en el proceso de paz colombiano se deben a que la CNRR aproximadamente lleva dos años largos funcionando, que el conflicto aún permanece y que hay gran influencia por parte del gobierno. 5 1 Teniendo en cuenta las debilidades del proceso colombiano, a continuación me permito resaltar algunas falencias las cuales se podrían fortalecer a partir de la experiencia de los procesos de paz llevados a cabo en los países ya mencionados. El caso colombiano en relación con los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile Para finalizar con este capítulo hace falta mencionar los elementos que encontramos en los casos de Sudáfrica, Argentina y Chile y que podríamos llegar a aplicar en el caso colombiano, para que así este sea más efectivo y eficaz (ver anexo 1). Si tomamos como ejemplo el caso sudafricano, sería fundamental darle gran importancia a la verdad, pues como pudimos observar, en dicho país su búsqueda fue el motor y el promotor del éxito, es decir que gracias a la importancia que se le dio a la verdad, se esclarecieron muchos delitos. Podría decir entonces que si en el caso colombiano se le diera la misma importancia a la verdad, habría una posibilidad de devolver la tranquilidad y dignidad a las víctimas. Sería más fácil encontrar y recuperar los cuerpos de todas aquellas personas que han muerto a causa del conflicto. Así mismo, y teniendo en cuenta la coyuntura colombiana (parapolítica y farcpolítica) sería importante también, como dijo Mancuso, darle la oportunidad a los congresistas que se incorporen a la ley de justicia y paz, ya que son estos quienes tienen gran parte de la verdad. Igualmente, es fundamental retomar del caso sudafricano la importancia que se le dio a la restitución, a la rehabilitación, la restauración y a la garantía de no repetición, ya que todas y cada una de ellas es igual de importante en un proceso de transición. En este sentido, podemos ver que hace falta más compromiso por parte del gobierno y la CNRR para restablecer la dignidad humana y para crear servicios sociales con la comunidad. Finalmente, sería fundamental que en nuestro país se les exigiera a los victimarios además de la reparación a sus víctimas, la de toda la comunidad, así como sucedió en Sudáfrica. 5 2 Recogiendo por otro lado, el caso argentino, podríamos asumir la política experimentada en este país, para impedir que el gobierno pueda interferir en las investigaciones y en el esclarecimiento de la verdad, en donde la CNRR se valiera de la ayuda de organismos internacionales en las investigaciones, de esta forma, el proceso tendría mayor legitimidad y credibilidad. Así mismo, sería también importante diferenciar y aclarar cada una de las variables que componen la definición de víctima, esto con el fin de ser más exactos, precisos e impedir malos entendidos. Con respecto a la reparación, es muy importante retomar de Argentina 2 aspectos: 1) El de la reparación simbólica y 2) la creación de una memoria histórica. Con respecto a la reparación simbólica podemos ver que ésta es fundamental en el momento de reparar integralmente a las víctimas y devolverles así su dignidad, pues como vimos, la creación del caminito de plata fue una forma de demostrarle a los familiares de las víctimas que lo sucedido siempre será recordado y que además eso no volverá a suceder. En cuanto a la construcción de la memoria, aun cuando esto está relacionado con la reparación simbólica, la creación de algunos movimientos (como madres y abuelas de la plaza de mayo y el movimiento HIJOS) también me parece fundamental, pues con estos se demuestra, año tras año, que la población civil se resiste al conflicto y a las violaciones de los derechos humanos. Por último y con respecto al caso chileno, podemos ver que allí también se cuidaron en ser extremadamente claros al momento de definir a las víctimas, cosa que como ya dijimos, hace falta en Colombia Así mismo, es fundamental también que tomemos como ejemplo a los chilenos y busquemos la verdad no sólo dentro de Colombia, sino que también en el exterior, ya que muchas de las víctimas han buscado refugio en otros países. Igualmente, y así como hicieron los chilenos, sería trascendental ofrecer a las víctimas asistencia 5 3 médica gratuita y becas estudiantiles, cosa que demuestra la gran preocupación por restaurar la dignidad de las víctimas; esto también se puede lograr, entre otras cosas, a través de la reparación simbólica y la construcción de memoria, cosa que se dio en chile a través de la construcción de la placa con los nombres de las víctimas. CONCLUSIONES Teniendo en cuenta todo lo expuesto en los capítulos anteriores, puedo concluir que Colombia se encuentra inmersa en una situación no sólo atípica sino también compleja, ya que no es fácil categorizar o definir lo que está sucediendo, pues las dinámicas y características de nuestra situación puede ser estudiada, interpretada y categorizada de diferentes formas, según las perspectivas y el sesgo teórico. En este sentido, y teniendo en cuenta a los autores que utilizamos para definir cada uno de los conceptos básicos, podemos decir que Colombia es un país en donde por un lado, existe un conflicto de carácter social y armado, en donde hay grandes olas de violencia y por el otro lado, la situación colombiana presenta sin duda alguna las características de guerra civil y por ende de guerra. 5 4 Como primera medida, decimos que Colombia ha vivido y aún está viviendo un conflicto, ya que las necesidades de un grupo, en este caso los grupos armados al margen de la ley, cuando satisfacen sus intereses afectan los intereses de otro grupo (el Estado y la población civil); así mismo, los intereses, las necesidades, los objetivos, las conductas y los valores de cada uno de los actores del conflicto colombiano son diferentes, motivo por el cual se presentan disputas, expresiones violentas y por ende situaciones conflictivas, en donde la lucha por el poder y la implantación del miedo son los principales protagonistas. Ahora bien, según la descripción que di de cada uno de los tipos de conflicto en el primer capítulo, puedo decir que el conflicto que vive Colombia es tanto social como armado; social ya que entre los diferentes actores (grupos insurgentes, Estado, gobierno, mafias, etc.) existe un conflicto de intereses, en donde cada uno de estos busca establecer un modelo de país y de sociedad de acuerdo a sus intereses particulares. Por el otro lado, el conflicto también es armado ya que existen empresarios del conflicto (ELN, FARC, AUC, Fuerzas Armadas), los cuales movilizan y dan conciencia de grupo a la población civil, a la cual tienen acceso, esto con el fin de propagar su ideología y así aumentar su número de integrantes. Así mismo, y teniendo en cuenta los factores característicos de conflicto armado que da Mario López, podemos ver: 1) que a través de la historia, el Estado colombiano se ha caracterizado por ser débil, ya que éste ha estado muy centralizado, es clientelista, corrupto, además de que sus partidos políticos son débiles y fragmentados, las peleas y disputas por el poder (entre los mismos políticos) es “sucia”. 2) La situación económica de Colombia nunca ha sido la mejor, pues el Estado colombiano no le ha dado la suficiente importancia al desarrollo económico del país, cosa que se ve reflejada en los altos índices de pobreza, de desempleo, de hambruna y analfabetismo. 3) En algunas ocasiones, hemos visto que el Estado colombiano ha abusado del poder, y por lo mismo, ha utilizado indiscriminadamente 5 5 la fuerza y la violencia (ver anexo 19). Ahora bien, como ya dijimos, es pertinente también decir que si aplicamos el concepto de violencia que expusimos anteriormente, evidentemente en nuestro país hay grandes olas de violencia, pues la armonía y el orden se rompieron desde hace mucho tiempo, los actores armados utilizan y dirigen intencionalmente la fuerza física y violenta, no sólo contra sus contrincantes, sino también contra la sociedad civil, retroalimentando así, la violencia, el resentimiento y los deseos de venganza, cosa que aumenta el conflicto. Como segunda medida, y ahora retomando la definición de guerra que nos da Mario López, podríamos decir que la situación colombiana también cabe dentro de la connotación de guerra, ya que como ya dijimos, aquí hay un conflicto, y este conflicto implica violencia, violencia con fines políticos y económicos que es ejercida entre los actores del conflicto. Así mismo, podríamos decir que la situación colombiana es una guerra civil, pues Colombia cumple varias de las características que nos da Kalyvas con respecto a ésta categoría: 1) hay un conflicto violento de masas, 2) hay más de dos fuerzas contendientes, en donde una de estas es un ejército regular que está al servicio del gobierno, 3) cada una de esta fuerzas contendientes tiene organización centralizada de su lucha y 4) las operaciones armadas de las diferentes fuerzas contendientes son planificadas y además siguen una estrategia global. Sin embargo, es importante aclarar que la guerra civil colombiana es atípica, y por ésta razón cabría mejor dentro de la denominación de “nueva guerra civil”, pues la guerra colombiana es criminal, en donde la mayoría de los actores son ejércitos privados o señores de la guerra, que están motivados por la codicia e intereses particulares, no tienen gran apoyo popular y además la principal víctima es la población civil. Ahora bien, desde hace algunos años, hemos visto que el Gobierno Nacional ha 5 6 buscado iniciar un proceso de transición, en donde se ha tratado de incitar el diálogo y promover la democracia, en aras de encontrar la verdad, la paz y el respeto por los derechos humanos. Para esto, el gobierno se ha valido de la justicia transicional y de la ley de justicia y paz para pasar así de una situación violenta a una menos violenta. En este sentido y, teniendo en cuenta las variables intrínsecas tanto en un proceso de justicia transicional como en la ley de justicia y paz (verdad, justicia, víctima, perdón, impunidad, reparación), entonces ahora sí vamos a centrar nuestra atención en el proceso de paz como tal y sobre todo en el concepto de víctima y reparación. Como primera medida y teniendo en cuenta la definición de víctima que ofrece la ley de justicia y paz, podemos ver que dicha definición deja claro que las víctimas que tienen derecho a la verdad, la justicia y la reparación son tan sólo aquellas personas que sufrieron algún tipo de daño por parte de los grupos armados ilegales que se hayan desmovilizado, pues los requisitos fundamentales para que una víctima sea reconocida como tal y tenga derecho a la verdad, la justicia y la reparación son: primero, que sea víctima de un miembro desmovilizado de un grupo armado, y segundo, que el nombre del victimario esté en la lista que tiene el gobierno de los desmovilizados que se acogieron en el proceso de paz. Como podemos ver, estos requisitos dejan por fuera del derecho a la verdad, la justicia y la reparación a un gran número de víctimas, ya que aquellas personas víctimas de los grupos armados que aún siguen alzados en armas, deben acogerse al proceso penal ordinario, motivo por el cual estas personas no solo deben esperar más tiempo para que se les reconozca su estatus de víctima, sino que también quedan exentas del proceso de reparación. Así mismo, la ley tampoco menciona a aquellas personas que sufrieron algún tipo de daño por parte de algún miembro de las Fuerzas Armadas, pues como ya dijimos en el tercer capítulo, han sido varias las masacres y los crímenes que ha sufrido la población civil a manos del Ejército Nacional y de la Policía Nacional. 5 7 En este sentido y teniendo en cuenta todo esto, queda claro que no todas las víctimas del conflicto colombiano tienen los mismos derechos, pues evidentemente no todas son tratadas de igual forma, ni todas tienen los mismos beneficios. Igualmente y desde mi punto de vista, el concepto de víctimas es excluyente y por lo tanto se encuentra incompleto. Esto en el sentido de que aún le falta incluir a muchas personas que también son víctimas de conflicto. Ahora bien, si tenemos en cuenta los pasos que debe seguir una víctima para poder acogerse al proceso jurídico y al proceso de justicia y paz, podemos observar que estos son muy complejos, pues se debería tener en cuenta que en Colombia: 1) no todas las personas tienen cédula, 2) el nivel de analfabetismo es muy alto, 3) la presión y las amenazas que ejercen los grupos armados aún alzados, es muy fuerte, motivo por el cual no todas las víctimas accederán a denunciar las violaciones, 4) hace falta que el gobierno genere más confianza de las víctimas en las instituciones, y, 5) faltan garantías de seguridad para las víctimas, ya que en algunos casos estos servirán también de testigos. En referencia a la reparación, podemos advertir que la Ley asume una definición amplia e integral de reparación, es decir que la reparación involucra restitución, rehabilitación, indemnización y garantías de no repetición. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el proceso de paz hasta ahora está empezando, hemos podido notar que con respecto a la reparación el gobierno ha privilegiado o dado mayor importancia a la indemnización; pareciera ser que el gobierno cree que tan solo con la reparación económica, las víctimas van a recuperar su dignidad. Así mismo, y como especificamos en el capítulo III, hay cinco clases de reparación: individual, colectiva, simbólica, material e integral, de las cuales la individual y económica son las que el gobierno ha priorizado a lo largo del proceso de paz, pues hasta ahora no es mucho lo que se ha hablado sobre reconstrucción psicosocial de las poblaciones, ni de memoria histórica, sin embargo es importante resaltar que algunos puntos estipulados en la reparación integral se están tratando de llevar a 5 8 cabo. Cabe anotar aquí, que cuando decimos que el gobierno prioriza la reparación económica e individual, no quiere decir que esto ya se haya llevado a cabo y que dichas reparaciones han sido eficientes, pues hasta ahora, el gobierno ha presentado serias dificultades para reparar a las víctimas también en este aspecto. Por ejemplo y con respecto a la reparación económica, la Ley estipula que las víctimas se deben reparar con los bienes que se le incautan a los victimarios y que el gobierno ayudara económicamente cuando este fondo sea insuficiente, hasta ahora, se dice que los bienes entregados por los desmovilizados son insuficientes y es por esto que el gobierno ha decidido iniciar un proceso de reparación por vía administrativa, es decir, reparar económicamente a las víctimas con fondos del gobierno. En este sentido y teniendo en cuenta lo anteriormente dicho y lo expuesto en la parte final del capítulo III, para fortalecer el proceso de paz colombiano es importante tener en cuenta los siguientes elementos que se dieron en los casos estudiados: con respecto a Sudáfrica: la importancia que se le dio a la verdad en aras de restablecer la dignidad humana, la obligación al victimario de reparar no sólo a la víctima sino a toda la comunidad y además darle igual significación y relevancia a la restitución, a la rehabilitación, a la restauración y a la garantía de no repetición. Con respecto a Argentina: sería importante que la CNRR se valiera de organismos internacionales para esclarecer la verdad, así mismo, la definición de víctima debería diferenciar las variables y ser más específica, y con respecto a la reparación, darle más importancia a la reparación simbólica y a la creación de memoria histórica, todo esto como sucedió en Argentina Finalmente y con respecto a chile: se debe definir minuciosamente el concepto de víctima, buscar la verdad no sólo dentro del país, sino que también en los posibles países en donde se haya podido refugiar la población y además ofrecerle a las víctimas medicina y estudio gratuito. 5 9 Ahora bien, como consideración final y teniendo en cuenta lo sucedido el día 13 de mayo de 2008, es decir la extradición de los 13 jefes paramilitares a Estados Unidos (ver anexo 20), y las connotaciones anteriores, se podría decir que el gobierno colombiano hasta ahora ha demostrado darle una mayor importancia a su relación con Estados Unidos y a esclarecer y condenar al narcotráfico, en vez de tratar de fortalecer y legitimar el proceso de paz colombiano. Con la extradición de la cúpula de los paramilitares, el proceso de reparación a las víctimas estaría en peligro, pues cada uno de estos ya no sólo estaría dejando de responder ante la justicia colombiana por cometer crímenes de lesa humanidad, sino que estos 13 paramilitares dejarían atrás sus compromisos con el proceso de paz, ósea que dejarían de contar su versión, de decir la verdad, pedir perdón y comprometerse a no volver a repetir dichos actos. Así mismo, es importante resaltar que aún no es claro si los extraditados salieron o permanecen dentro de la ley de justicia y paz, cosa que vuelve aún más confuso y ambiguo el proceso de paz, y sobre todo la reparación a las víctimas; además que a esto se le suma que estamos dependiendo de la voluntad y los designios de la justicia norteamericana, ya que de estos depende que los extraditados puedan responder también ante la justicia colombiana. En este sentido, podría cerrar esta investigación diciendo que el proceso de paz colombiano es muy vulnerable, débil y tiene muchas falencias, sin embargo es importante también ver que dicho proceso está muy joven y por esta razón aún tiene la oportunidad de fortalecerse, rediseñar los aspectos que lo ameritan y aprender de los otros procesos de paz, cosa que con voluntad política, organización por parte de las víctimas y la unión de la sociedad civil se puede llegar a alcanzar. 6 0 BIBLIOGRAFIA • Aguilera Peña, M. (2006), ELN: entre las armas y la política, Bogotá, Editorial Norma. • Bobbio, N. (2000), El problema de la Guerra y las vías de la paz, Barcelona, Gedisa Editorial. • Boraine, A. (2000), Truth v. Justice: the Morality of Truth Commissions, cap. VII: Truth and Reconciliation in South Africa: The third Way, New Yersey, 6 1 Princeton University Press. • Chayes, A y Minow, M. 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ANEXOS ANEXO 1 CONCEPTO COMISIÓN DE VERDAD TRANSICIÓN COMPOSICIÓN DE LA SUDÁFRICA ARGENTINA CHILE COLOMBIA Comisión de la verdad y reconciliación (CVR) Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Comisión Rettig) Y Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación Comisión nacional de reparación y reconciliación (CNRR) Dictadura y racismo – democracia e inclusión Dictadura democracia Dictadura democracia Situación conflictiva – menos conflictiva Un gabinete de 17 personas, quienes representaban las diversas razas, géneros, condiciones sociales, culturas, ideologías y por diez personas civiles destacadas en la defensa de los derechos humanos y de gran ascendiente moral en el país, y por otros seis miembros que Raúl Rettig Guissen, Presidente (jurista, ex parlamentario, militante radical); Jaime Castillo Velasco (jurista, militante democratacristiano); José Luis Cea Egaña tiene un carácter mixto por cuanto la integran representantes de la sociedad civil (5representantes), de las organizaciones de víctimas (2 6 7 COMISIÓN TIEMPO DE OPERACIÓN MANDATO disciplinas. debían ser designados por las dos cámaras del Congreso (jurista de centroderecha, actual integrante del Tribunal Constitucional); Mónica Jiménez de la Jara (cientista político, independiente vinculada a la DC); Ricardo Martin Díaz (ex ministro de la Corte Suprema y ex senador designado); Laura Novoa Vásquez (jurista destacada); Gonzalo Vial Correa (historiador y jurista, ex ministro de Pinochet, de ideas conservadoras);José Zalaquett Daher (jurista, vinculado a la izquierda); Secretario: Jorge Correa Sutil (jurista, democratacristiano, miembro del gobierno de Lagos). representantes) y representantes del gobierno y organismos de control del Estado (un delegado del Vicepresidente de la República (quien la preside), por el Procurador General de la Nación o su delegado; por un delegado del Ministro del Interior y de justicia, o su delegado; por el Ministro de Hacienda y Crédito Público o su delegado; por el Defensor del Pueblo; y por el director de la Agencia Presidencial para la Acción Social , quien ejerce las funciones de Secretaría Técnica). 5 años 1 año 1 año 8 años Arzobispo anglicano Desmond Tutu Ernesto Sábato Raúl Rettig Guissen Eduardo Pizarro - investigar los abusos a los derechos humanos durante la era del apartheid Recibir denuncias y pruebas, averiguar el paradero de los desaparecidos (principalmente de los niños que fueron Contribuir al esclarecimiento global de la verdad sobre las más graves violaciones a los derechos humanos cometidas en los últimos años, sea en Recomendar al Gobierno la implementación de un programa institucional de reparación colectiva que comprenda - Trazar el cuadro 6 8 OBJETIVOS más completo posible de causas, naturaleza y alcances de las más graves violaciones a los derechos humanos arrebatados del cuidado de sus padres), denunciar la desaparición de pruebas y finalmente, debían realizar un informe, lo más completo posible, en un plazo de 180 días. el país o en el extranjero, es decir, que su principal labor era esclarecer la verdad sobre todo lo sucedido durante esa época, ósea, entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. acciones directamente orientadas a recuperar la institucionalidad propia del Estado Social de Derecho particularmente en las zonas más afectadas por la violencia; a recuperar y promover los derechos de los ciudadanos afectados por hechos de violencia, y a reconocer y dignificar a las víctimas de la violencia La herencia del apartheid y todas las violaciones de los derechos humanos cometidas tanto para defenderlo como para desafiarlo. Desaparición forzada, secuestro, torturas, exterminios, represión. Violaciones a los derechos humanos Los asesinatos, las masacres, las desapariciones forzadas, los secuestros, las minas antipersonales y las violaciones sexuales. Una víctima, de acuerdo con la Ley, es alguien que ha ‘sufrido en forma de lesiones físicas o mentales, padeció sufrimiento emocional, tuvo pérdida El informe final del CONADEP, en su primer y segundo capítulo definió a las víctimas como aquellas personas o familiares que fueron desaparecidas forzosamente, Las víctimas de Violaciones de Derechos Humanos (más de 2.000 víctimas, la mayoría de las cuales corresponde a víctimas de la represión política); víctimas de la situación de Se entiende por víctima la persona que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física, - Establecer o hacer conocer la suerte o paradero de las víctimas, restaurando la dignidad humana y civil de las mismas y dándoles oportunidad de relatar por sí mismas las violaciones de que fueron víctimas y recomendando medidas de reparación DELITOS INVESTIGADOS DEFINICIÓN DE VÍCTIMA 6 9 CONCEPTO DE REPARACIÓN económica o menoscabo sustancial de sus derechos humanos, (i) como consecuencia de una grave violación de los derechos humanos, o (ii) Como resultado de un acto asociado con un objetivo político para el que se ha concedido la amnistía’. Una violación flagrante de los derechos humanos se define como ‘(a) el asesinato, el secuestro, la tortura o los malos tratos graves de cualquier persona, o (b) cualquier intento, conspiración, la tortura o los malos tratos’ secuestradas, torturadas, exterminadas y/o reprimidas. contienda política; y aquellas víctimas que caen fuera del mandato de la Comisión psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los daños deberán ser consecuencia de acciones que hayan transgredido la legislación penal, realizados por grupos armados al margen de la ley La ley define las ‘reparaciones’ como la inclusión de ‘cualquier forma de indemnización, pago ex gratia, la restitución, la rehabilitación o el reconocimiento’. La definición de la ley de ‘reparación’ es intencionalmente abierta y permite La reparación en Argentina fe de forma integral, ya que se le dio igual importancia a la restitución, rehabilitación, restauración y reparación. Se tuvo presente que una reparación cabal del daño causado resultaba imposible y que cualquier medida de reparación que se propusiera debía hacerse con pleno respeto de la dignidad de las personas involucradas y teniendo también presente que el deber principal de la el concepto de reparación con el que se identifica la Comisión asume la definición amplia que existe en el contexto del derecho internacional, en el cual el término se usa para designar toda aquella medida que puede ser utilizada para resarcir a las 7 0 que la CVR formule recomendaciones y definiciones concretas REPARACIÓN ECONÓMICA pagos monetarios, servicios sociales a la comunidad Comisión era el de víctimas por los esclarecer la verdad, diferentes tipos de materia que tenía daños que hubieren también innegables sufrido como efectos de reparación consecuencia de y prevención. (…)Se ciertos crímenes formuló esta consulta cometidos con a 109 ocasión del Organizaciones, conflicto armado entre ellos a las de familiares de las víctimas, a los Organismos de Derechos Humanos, a las principales Universidades y Centros Académicos, a los Partidos Políticos, a las Iglesias y a otras autoridades morales. En el plano Internacional, la comunicación fue enviada principalmente a aquellos Organismos Intergubernamentales o Privados con mayor experiencia en la protección o promoción de los Derechos Humanos Jubilaciones mínimas a los familiares de desaparecidos (Ley 23.466 de 1986), e indemnizaciones a las familias de personas fallecidas o desaparecidas, al igual que para los ex presos políticos de la dictadura. “Los una pensión mensual a los familiares de las víctimas, quienes además tenían derecho a tener asistencia médica gratuita, becas estudiantiles y el derecho de la no prestación de servicio militar $ 18'460.000 para quienes sufrieron homicidio, desaparición forzada y secuestro. Y hasta esa cantidad a quienes quedaron incapacitados física o sicológicamente. $ 13'845.000 para quienes padecieron tortura, reclutamiento 7 1 beneficiarios reciben una pensión que equivale a la cantidad mínima ordinaria que recibe un funcionario público jubilado. También se benefician de la cobertura social del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, que incluye asistencia de salud y medicamentos” De Greiff, 2006, p. 26). Así mismo, los hijos y familiares de desaparecidos fueron exentos del servicio militar. REPARACIÓN SIMBÓLICA El 10 de diciembre de 1997 varios organismos de derechos humanos entregaron a los legisladores de Buenos Aires la petición de que se construyera un Paseo con un monumento poliescultural por los Desaparecidos, forzado de menores y delitos contra la integridad sexual. La violación a las mujeres fue una agresión frecuente en sitios como Norte de Santander, para provocar a los adversarios. 12'460.500 quienes fueron obligados a abandonar sus tierras por alguno de los grupos violentos. No es clara la cifra de desplazados. 13'845.000 este será el monto máximo para quienes sufrieron lesiones personales y sicológicas que no causaron incapacidad permanente. se construyó una placa de piedra con los nombres de los ejecutados y desaparecidos Se entiende por reparación simbólica toda prestación realizada a favor de las víctimas o de la comunidad en general que tienda a asegurar la preservación de la memoria histórica, la no repetición de los hechos victimizantes, la aceptación pública de los hechos, el 7 2 que incluyera sus nombres, ubicado en la zona costera frente al Río de la. Plata, como lugar simbólico, ya que muchas víctimas de la represión fueron arrojadas en él” (Giraldo, 2004, p.52-53). La creación del camino paralelo al Río de la plata, fue aprobada el 21 de julio de 1998 y de esta forma se conmemora la memoria de los desaparecidos y asesinados durante la dictadura. perdón público y el restablecimiento de la dignidad de las víctimas Así mismo se crearon varios movimientos con el fin de recordar lo sucedido y reclamar por las personas que aún no han aparecido, algunos de estos movimientos son: La ronda de las Madres en Plaza de Mayo, las Abuelas de Plaza de Mayo y el movimiento HIJOS 7 3 ANEXO 2 http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/justicia/2008-0327/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4037911.html eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia Marzo 26 de 2008 Ordenan captura de 15 militares por masacre de S. J. de Apartadó En la masacre murieron Luis Guerra, su compañera Beyanira Areiza y su hijo Deyner Guerra. También Alfonso Bolívar, su esposa Sandra Graciano, Natalia y Santiago, hijos de la pareja, y Alejandro Pérez. Para la Fiscalía es claro que la acción de San José de Apartadó buscaba imponer el miedo y el terror entre los civiles de esa comunidad. Fiscalía le pidió al general Montoya que realice las detenciones. Luego, serán oídos en indagatoria. Nuevo testimonio de un ex 'para' señala que, en asocio con Auc, ejecutaron a 3 niños y 8 adultos de la comunidad de paz. Ya hay un capitán detenido. 7 4 "Los niños estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 o 6 años y el peladito también era curiosito (...) Propusimos a los comandates dejarlos en una casa vecina pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros en el futuro (...) 'Cobra' tomó a la niña del cabello y le pasó el machete por la garganta". El testimonio, fechado el pasado 30 de enero, es de Jorge Luis Salgado David, un ex 'para' oriundo de Carepa (Antioquia), quien contó cómo fue la cruel masacre, ocurrida el 21 de febrero del 2005, en la comunidad de paz de San José de Apartadó. Ese día, los cuerpos mutilados y decapitados de tres niños y ocho adultos quedaron abandonados en medio de la selva y en fosas a medio tapar. Todas las víctimas eran miembros de un grupo que se declaró neutral dentro del conflicto armado colombiano y que venía pidiendo afanosamente protección especial. Aunque, desde un comienzo, testimonios indicaban que los responsables de estos hechos eran miembros de la Brigada XVII del Ejército y hombres bajo el mando de Diego Murillo, 'Don Berna', esta es la primera vez que alguien que estuvo en las filas de los verdugos narra la historia. "Ninguno de nosotros sabíamos hasta dónde llegábamos, solo que teníamos que ir a la vereda La Resbalosa y recorrer la zona en compañía del Ejército", dice el ex 'para'. En la mira, tres subtenientes Su testimonio, acaba de precipitar varias decisiones de fondo en este caso emblemático que ya llegó a tribunales internacionales. Hace 12 días, la Fiscalía le envió una comunicación al comandante del Ejército, general Mario Montoya, en la que le solicita que ordene, a quien corresponda, las capturas de 15 miembros activos de ese cuerpo armado que en el 2005 estaban asignados al área de los hechos. En la carta, la Fiscalía advierte que inicialmente los uniformados serán escuchados 7 5 en indagatoria. Pero uno de los investigadores le aseguró a EL TIEMPO que se ordenó su detención "porque existen indicios suficientes para presumir su responsabilidad en los hechos de Apartadó". En la lista que recibió el general Montoya hay tres subtenientes, cuatro sargentos y ocho cabos. Ya en noviembre del 2007 había sido capturado por estos mismos hechos el capitán del Ejército Guillermo Armando Gordillo Sánchez. El oficial, varias veces mencionado dentro del expediente, optó por guardar silencio durante toda la diligencia de indagatoria que se le adelantó hace unos meses. Y aunque su defensa alegó plena inocencia, la Fiscalía optó por acusarlo de homicidio en persona protegida, concierto para delinquir y terrorismo, en calidad de coautor. El operador de radio de Héroes de Tolová, Adriano José Cano Arteaga, le aseguró a la Fiscalía que el grupo de Gordillo había salió a patrullar varias veces con los paramilitares. Cayó 'Cobra' Su testimonio y el de Jorge Luis Salgado David permitieron que, hace diez días, un fiscal especializado les dictara medida de aseguramiento a los dos ex jefes 'paras' señalados de participar activamente en la masacre. Se trata de Joel José Vargas Flórez y de José Clímaco Falco, alias 'Cobra', el hombre que supuestamente degolló a la pequeña Natalia, de 5 años. Y mientras la Fiscalía les define la situación jurídica a los militares implicados, abogados de familiares de las víctimas están pidiendo acceso a los testimonios 'paras' sobre los desgarradores hechos de hace tres años. Salgado David, por ejemplo, cuenta que el padre de la niña degollada les suplicaba de rodillas que no mataran a los menores. Además, que la niña creyó que se trataba de un paseo y le guardó a su hermanito una muda de ropa para el viaje. 7 6 "Le decía adiós con la manito", recuerda el ex 'para'. Y añade que la violencia del ataque fue con tal sevicia que cuando se topó con el cadáver de un hombre, presunto guerrillero, casi trasboca. "Quedó partido, destrozado por el estómago (...) se le veían las tripas y una cosa blanca. Yo me había comido una jamoneta y me dieron ganas de vomitar". Protección para testigo Hoy, paradójicamente, Jorge Salgado David, está pidiendo protección. Un grupo de desmovilizados ha intentado asesinarlo en al menos dos ocasiones porque se está negando a entrar a 'las Águilas Negras', grupo paramilitar emergente con tentáculos en todo el país. Por suerte, las autoridades ya están tras la pista de los hombres que lo quieren matar. "Quedó partido, destrozado por el estómago (...) se le veian las tripas. Yo me había comido una jamoneta y me dieron ganas de vomitar". San José: una comunidad de paz La masacre ocurrida en el 2005 en San José de Apartadó, y la situación de señalamiento y de estigmatización que derivó de ese hecho en esta comunidad de paz, es uno de los casos que ONG han llevado ante estrados internacionales para acusar al Estado colombiano de no trabajar por la defensa de los derechos humanos. De hecho, desde el 2002, esta comunidad del Urabá antioqueño tenía medidas cautelares emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA. El organismo internacional le había exigido al Gobierno colombiano medidas para preservar la vida e integridad de los miembros de esa comunidad de paz. Hoy, más de tres años después de los hechos, este caso y el de otros 170 asesinatos cometidos desde 1997 en San José de Apartadó, se encuentran en 7 7 trámite en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington. El caso deberá pasar luego a la Corte Interamericana, con sede en Costa Rica, que deberá falla Además, informes de algunos de esos crímenes han sido enviados a la Corte Penal Internacional, al Parlamento Europeo, a la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU y a otros organismos internacionales. Los uniformados requeridos En la carta enviada al general Mario Montoya, la Fiscalía solicita las capturas inmediatas de los subtenientes Alejandro Jaramillo Giraldo, Jorge Humberto Milanés Vega y Édgar García Estupiñán. También figuran los sargentos segundos Ángel María Padilla Petro, Henry Guasmayán Ortega, Darío José Brango Agamez y Óscar Jaime González. Además, los cabos Sabaraín Cruz Reina, Ricardo Bastidas Candia, Héctor Londoño Ramírez, Luis Gutiérrez Echeverría, Jesús David Cardona Casas, Yuber Carranza Rodríguez, Ramón Mican Guativa y José Carmona. Extraoficialmente se supo que ya se hicieron efectivas cinco capturas. Ya en noviembre del 2007 había sido capturado por estos mismos hechos el capitán del Guillermo Armando Gordillo Sánchez. El oficial tenía bajo su mando a la Compañía Bolívar, perteneciente al Batallón Vélez de Carepa (Antioquia), que realizaron la operación 'Fénix' durante los días en los que ocurrió la masacre. Para el organismo investigador "es claro e innegable su presencia en circunstancias de tiempo y lugar". Por eso, se le negó la libertad provisional y permanece tras las rejas desde noviembre del año pasado. En su contra rezan varios testimonios que señalan que el oficial acordó patrullajes conjuntos con 'paras' del bloque 'Héroes de Tolová', que se desmovilizó en medio del proceso de paz con el Gobierno. Uno de los testigos es Adriano José Cano, quien fue radioperador de esa facción 'para', quien contó a la Fiscalía que, luego de la masacre, el capitán recriminó a los 7 8 'paras' por lo que habían hecho. "Les dijo que fue una embarrada muy grande", sostuvo, y agregó que los militares no hicieron nada para evitar el crimen ni para perseguir a los responsables. El ahora ex 'para' aseguró que los miembros de las Auc eran los guías del Ejército, pero cuando llegaron a las viviendas de los campesinos "entraron a las casas, intimidaron, torturaron y mataron" usando machetes y armas de fuego. ANEXO 3 PREGUNTA PROBLEMA ¿Cuáles son los alcances y limitaciones de los conceptos de víctima y reparación adoptados en la ley de Justicia y Paz colombiana? OBJETIVOS Principal: Estudiar y analizar a fondo el concepto, las falencias y fortalezas del criterio de víctimas y de reparación que nos ofrece la ley de justicia y paz y la CNRR, con el fin de generar propuestas que puedan ser útiles en el mejoramiento de dichos criterios. Específicos • Describir que es un conflicto armado. • Definir qué es la justicia transicional. 7 9 • Estudiar diferentes casos de justicia transicional, con el fin de contrastar y extraer los elementos necesarios para fortalecer los conceptos de víctimas y reparación que maneja la CNRR, ya que estos son esenciales en un proceso de justicia transicional. • Establecer cómo podríamos implementar en nuestros conceptos, los elementos que se encuentran ausentes. ANEXO 4 Fuente: http://www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/h_comp49_sp.htm Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder Adoptada por la Asamblea General en su resolución 40/34, de 29 de noviembre de 1985 Acceso a la justicia y trato justo 4. Las víctimas serán tratadas con compasión y respeto por su dignidad. Tendrán derecho al acceso a los mecanismos de la justicia y a una pronta reparación del daño que hayan sufrido, según lo dispuesto en la legislación nacional. 5. Se establecerá y reforzarán, cuando sea necesario, mecanismos judiciales y administrativos que permitan a las víctimas obtener reparación mediante procedimientos oficiales u oficiosos que sean expeditos, justos, poco costosos y accesibles. Se informará a las víctimas de sus derechos para obtener reparación mediante esos mecanismos. 6. Se facilitará la adecuación de los procedimientos judiciales y 8 0 administrativos a las necesidades de las víctimas: a) Informando a las víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo cronológico y la marcha de las actuaciones, así como de la decisión de sus causas, especialmente cuando se trate de delitos graves y cuando hayan solicitado esa información; b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean presentadas y examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre que estén en juego sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con el sistema nacional de justicia penal correspondiente; c) Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el proceso judicial; d) Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas, proteger su intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así como la de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de intimidación y represalia; e) Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas. 7. Se utilizarán, cuando proceda, mecanismos oficiosos para la solución de controversias, incluidos la mediación, el arbitraje y las prácticas de justicia consuetudinaria o autóctonas, a fin de facilitar la conciliación y la reparación en favor de las víctimas. Resarcimiento 8. Los delincuentes o los terceros responsables de su conducta resarcirán equitativamente, cuando proceda, a las víctimas, sus familiares o las personas a su cargo. Ese resarcimiento comprenderá la devolución de los bienes o el pago por los daños o pérdidas sufridos, el reembolso de los gastos realizados como consecuencia de la victimización, la prestación de servicios y la restitución de derechos. 9. Los gobiernos revisarán sus prácticas, reglamentaciones y leyes de modo que se considere el resarcimiento como una sentencia posible en los casos penales, además de otras sanciones penales. 10. En los casos en que se causen daños considerables al medio ambiente, el resarcimiento que se exija comprenderá, en la medida de lo posible, la rehabilitación del medio ambiente, la reconstrucción de la infraestructura, la 8 1 reposición de las instalaciones comunitarias y el reembolso de los gastos de reubicación cuando esos daños causen la disgregación de una comunidad. 11. Cuando funcionarios públicos u otros agentes que actúen a título oficial o cuasioficial hayan violado la legislación penal nacional, las víctimas serán resarcidas por el Estado cuyos funcionarios o agentes hayan sido responsables de los daños causados. En los casos en que ya no exista el gobierno bajo cuya autoridad se produjo la acción u omisión victimizadora, el Estado o gobierno sucesor deberá proveer al resarcimiento de las víctimas. Indemnización 12. Cuando no sea suficiente la indemnización procedente del delincuente o de otras fuentes, los Estados procurarán indemnizar financieramente: a) A las víctimas de delitos que hayan sufrido importantes lesiones corporales o menoscabo de su salud física o mental como consecuencia de delitos graves; b) A la familia, en particular a las personas a cargo, de las víctimas que hayan muerto o hayan quedado física o mentalmente incapacitadas como consecuencia de la victimización. 13. Se fomentará el establecimiento, el reforzamiento y la ampliación de fondos nacionales para indemnizar a las víctimas. Cuando proceda, también podrán establecerse otros fondos con ese propósito, incluidos los casos en los que el Estado de nacionalidad de la víctima no esté en condiciones de indemnizarla por el daño sufrido. Asistencia 14. Las víctimas recibirán la asistencia material, médica, psicológica y social que sea necesaria, por conducto de los medios gubernamentales, voluntarios, comunitarios y autóctonos. 15. Se informará a las víctimas de la disponibilidad de servicios sanitarios y sociales y demás asistencia pertinente, y se facilitará su acceso a ellos. 16. Se proporcionará al personal de policía, de justicia, de salud, de servicios sociales y demás personal interesado capacitación que lo haga receptivo a las necesidades de las víctimas y directrices que garanticen una ayuda apropiada y rápida. 17. Al proporcionar servicios y asistencia a las víctimas, se prestará atención a las que tengan necesidades especiales por la índole de los daños sufridos o 8 2 debido a factores como los mencionados en el párrafo 3 supra. ANEXO 5 Los principales objetivos de CVR eran: 1) “Trazar el cuadro más completo posible de causas, naturaleza y alcances de las más graves violaciones a los derechos humanos, perpetrados entre marzo de 1960 y el 10 de mayo de 1994, incluyendo antecedentes, circunstancias, factores, contexto, perspectivas de la víctima y móviles y perspectivas de los responsables, mediante el desarrollo de investigaciones y la realización de audiencia” (Giraldo, 2004, p.191). 2) “Facilitar la concesión de amnistía a personas que hicieren plena revelación de todos los hechos relevantes relacionados con acontecimientos asociados a móviles políticos, según los requerimientos de la ley” (Giraldo, 2004, p.192). 3) “Establecer o hacer conocer la suerte o paradero de las víctimas, restaurando la dignidad humana y civil de las mismas y dándoles oportunidad de relatar por sí mismas las violaciones de que fueron víctimas y recomendando 8 3 medidas de reparación. (Giraldo, 2004, p.192) 4) “Elaborar un informe lo más completo posible de las actividades y veredictos de la Comisión” (Giraldo, 2004, p.192) ANEXO 6 Fuente: Informe Nunca Más, de la CONADEP) • Cuadro por edad de los desaparecidos De 0 a 5 años: 0,82% De 6 a 10 años: 0,25 % De 11 a 15 años: 0,58 % De 16 a 20 años: 10,61 % De 21 a 25 años: 32,62 % De 26 a 30 años: 25,90% De 31 a 35 años: 12,26% De 36 a 40 años: 6,73% De 41 a 45 anos: 3,40% De 46 a 50 años: 2,41 % De 51 a 55 años: 1,84% De 56 a 60 años: 1,17% De 61 a 65 años: 0,75% De 66 a 70 años: 0,41 % Más de 70 años: 0,25 % 8 4 TOTAL: 100,00 % Analizando estos porcentajes, comprobamos que la mujer también sufrió en gran medida la acción represiva. Es de destacar que el 10% de las mujeres desaparecidos (3% del total) estaban embarazadas. Mujeres desaparecidas: 30 % Varones desaparecidos: 70 % Mujeres embarazadas: 3 % ANEXO 7 Fuente: informe Nunca Más, de la CONADEP • Cuadros de los secuestrados Detenidos en su domicilio ante testigos 62,0 % Detenidos en la vía pública 24,6 % Detenidos en lugares de trabajo 7,0 % Detenidos en lugares de estudio 6,0 % Desaparecidos que fueron secuestrados en dependencias Militares, Penales, o Policiales; estando legalmente detenidos en esos establecimientos 0,4 % ANEXO 8 Desde fines de abril de 1977 se creó la ronda de las Madres en Plaza de Mayo, “el movimiento (en palabras de Chela Sosa de Mignone) nació por iniciativa de Azucena Villaflor (desaparecida en dic/77), quien, junto con María Adela Gard de Antokoletz y otras pocas madres de detenidos-desaparecidos, comenzamos a reunirnos semanalmente en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. Nuestro objetivo era llamar la atención de la 8 5 población hacia la creciente desaparición de personas y reclamar la libertad de nuestros hijos. Poco después se decidió encontrarnos los jueves a las 15.30h., modalidad que ha perdurado hasta el presente, dado que jamás hemos sido informadas acerca del destino de esos seres queridos, que continúan desaparecidos” (Giraldo, 2004, p.41) Igualmente, en 1977 se conformó la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, pues “el hecho de que muchos niños fueron desaparecidos junto con sus padres y otros hubieran nacido en cautiverio sin que se supiera nada de su suerte al ser desaparecidos sus padres, motivó a muchas abuelas a organizarse para buscar a sus nietos”. (Giraldo, 2004, p.46) Finalmente y con respecto al movimiento HIJOS, uno de sus miembros dice: “a medida que los muchos hijos de desaparecidos, presos y exilados vamos creciendo, la inquietud por saber qué ha pasado con nuestros padres también va creciendo (…) y así va surgiendo en nosotros el deseo de reunirnos para poder hablar de esos temas (…) Entonces nace HIJOS, cuyas siglas significan Hijos por la identidad y la Justicia y contra el Olvido y el Silencio” (Giraldo, 2004, p.51). ANEXO 9 Fuente: http://www.derechos.org/nizkor/chile/datim4.html Algunos datos estadísticos sobre la impunidad en Chile. Extraídos del Anexo número 1 "Estadísticas", de la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación. Análisis de las denuncias reconocidas por el Estado. Elaborado por el Equipo Nizkor. 21 de septiembre de 1996 Las estadísticas que la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación publicara en su informe, han sido consolidadas por la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación después de procesar la información de sus archivos. Cuadro 15. Denuncias investigadas por el estado. Total denuncias recibidas. Procedentes de la Comisión Nacional de Verdad y 3.550 8 6 Reconciliación Presentados a la Corporación Nacional de Reparación y Conciliación 1.200 Total denuncias investigadas 4.750 Cuadro 16. Víctimas declaradas por el Estado. Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación Muertos 1.319 776 2.095 Desaparecidos 979 123 1.102 Total 2.298 899 3.197 Total Cuadro 16. Clasificación de los casos de víctimas declaradas por el Estado. Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación Total Violación Derechos Humanos 2.130 644 2.774 Violencia política 168 255 423 Total 2.298 899 3.197 Cuadro 17. Denuncias investigadas y víctimas declaradas por el Estado, según el año en que ocurrieron los hechos. Cuadro 18. Denuncias investigadas por el Estado. Distribución territorial. Año Denuncia Víctimas declaradas por el Estado Región Denuncias 1973 2.249 1.823 I 107 1974 567 421 II 151 1975 243 150 III 49 1976 245 164 IV 61 8 7 1977 84 44 V 318 1978 64 21 VI 63 1979 70 22 VII 135 1980 80 27 VIII 440 1981 82 44 IX 280 1982 53 14 X 305 1983 156 94 XI 23 1984 156 90 XII 36 1985 143 79 Subtotal 1.968 1986 113 67 Metropolitana 2.646 51 Fuera del país y otros 1987 110 1988 115 48 1989 93 33 1990 14 5 Otro 113 0 Total 4.750 3.197 Total 130 6 4.750 8 8 ANEXO 10 La guerra popular prolongada según el ELN Fases I. Acumulación de fuerzas Características • • II. Equilibrio dinámico de fuerzas • • • Defensiva estratégica. Ofensiva táctica favorable al enemigo Lucha estratégica. Ofensiva táctica Equilibrio dinámico Modalidad de Guerra • Guerra de guerrillas Objetivos Militares • • • • Guerra de movimientos. Guerra de guerrillas • • • • • • Acumular fuerzas y dispersar al enemigo Formar embriones de poder popular Disputar territorios Consolidar la guerrilla Enfrentar las fuerzas acumuladas con las del enemigo Integrar frentes de guerra Ampliar las zonas de retaguardia Crear cuerpos de Ejército Formas Organizativas de Masas • Organizaciones amplias • Organizaciones político-militares • Autodefensas • • • • Construir milicias Autodefensas Organizaciones políticas de masas estables Organizaciones amplias desarrolladas 8 9 • III. Ofensiva general y toma de poder IV. Defensa de la revolución • • Ofensiva estratégica. Ofensiva táctica favorable a la revolución. Consolidación estratégica. Ofensiva táctica favorable a la revolución. • • • Guerra de posiciones Guerra de movimientos Guerra de guerrillas • • • Usar recursos bélicos a gran escala Desintegrar y derrotar Fuerzas armadas Combinar la insurrección con la guerra Destruir en estado burgués Guerra regular • centralizar el poder popular en los Guerra de ámbitos regional y posiciones • nacional • Guerra de • aniquilar resistencia movimientos contrarrevolucionaria • Guerra de • defender la soberanía guerrillas nacional • milicias Fuente: Aguilera Peña, M. (2006), ELN: entre las armas y la política, Bogotá, Editorial Norma • • • • • • • • • Órganos de poder popular Organizaciones amplias de masas Organizaciones políticas de masas Autodefensas Milicias consolidar todas las formas de poder popular ANEXO 11 http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/exclusivo-rcn-entrevistaa-francisco-santos/ Exclusivo RCN... Entrevista a Francisco Santos Triste es que los malos del paseo acabemos siendo nosotros”. Fecha de última actualización : 2008-04-25 20:42:36 9 0 Bogotá, Colombia (RCN) – El vicepresidente de la República Francisco Santos, habló en exclusiva para Noticias RCN en entrevista con Álvaro García, acerca de la “Farc-Política” y otros temas de la actualidad nacional. El director de Noticias RCN pregunta a Francisco Santos: “Hay dos hechos recientes, un desmovilizado acusa al presidente Uribe de haber planeado junto con otras personas la masacre del Aro y anoche (este jueves) otro desmovilizado denuncia que ha recibido ofertas de dinero y de exilio en el exterior para él y su familia, a cambio de atestiguar en contra del Presidente e incriminarlo en temas relacionados con paramilitares”. A lo que el Vicepresidente respondió: “En el caso del ex paramilitar que se refiere al caso del Aro, es que no le cuadran ni las fechas, había un muerto, entonces ahí hay unos errores muy grandes que la justicia en su poder de verificación y su obligación de verificación de testimonios tiene que ser muy clara y muy cuidadosa. No se olvide que aquí el principio es el de la presunción de la inocencia, por eso a mí por ejemplo, en el tema de lo sucedido frente a la Embajada de Costa Rica, donde hubo lo más cerca de un linchamiento moderno a la salida del señor Mario Uribe, que tomó una decisión equivocada, pero que la tomó en un momento de crisis, lo deja a uno sorprendido, si el movimiento de víctimas que lidera Iván Cepeda cree que ese tipo de linchamientos es el principio de reparación, estamos metidos en un lío porque aquí la reparación es un inicio de la reconciliación”. Que cree que va a pasar con las investigaciones por “Farc- Política”, pregunta Álvaro García a Santos. La combinación de las formas de lucha, es en el caso de las Farc, el partido Comunista, del cual surge las Farc, trabajando legalmente como partido Comunista e ilegalmente como las Farc. Esa es la combinación, una pata legal y una pata ilegal… …Aquí tengo un librito, que se llama “La combinación de todas las formas de luchas”, entrevista de Marta Harnecker con el secretario general del partido Comunista, Gilberto Vieira y donde dice en su introducción: Es el único partido Marxista en América Latina, que durante más de tres décadas, es decir, treinta años; ha impulsado el desarrollo de los grupos armados en el campo, al mismo tiempo que desarrolla una lucha política legal o semi-legal… …A la gente se le olvida, y eso es increíble, que miembros del Comité Central del partido Comunista, hacían parte del secretariado de las Farc, que las juventudes comunistas que usted ve hoy, usted ve a Cano, ve al “negro Usurriaga y esos eran formados desde la juventudes comunistas, al mismo “Raúl Reyes”, salidos de allá. 9 1 Los mejores exponentes de esta combinación de las formas de lucha como Miller Chacón o como Manuel Cepeda; hoy hay frentes de las Farc que llevan esos nombres. Afortunadamente, y creo que en hora buena, Iván Cepeda le pidió a las Farc que le quitaran el nombre de su papá a ese frente. Pero la historia de la combinación de las formas de lucha, la historia de la “farcpolítica”, ¿qué es eso?, aterrizando el nombre es la Farc política y el ELN política, es una historia que tiene este país que saber, sino no vamos a superar la violencia. En mayo del 2007 cuando usted dijo que el tema de la “parapolítica” iba a terminar con 30 a 40 congresistas en la cárcel y muchos otros procesados. En ese momento el mundo casi se le viene encima porque consideraban que eso era un cálculo absolutamente apocalíptico y hoy vemos que usted tenía toda la razón. Yo quería respecto a eso hacerle la siguiente pregunta ¿Con base en que información o que percepciones usted hizo esos cálculos?, preguntó García. A lo que responde Santos: “Con base a la historia, no es difícil uno conocer que una cantidad de gente que se dejó expósita en las regiones, que un paramilitarismo que no se combatió. A mí me indigna que este el Gobierno a la defensiva en un tema frente a la opinión pública internacional, porque en Colombia la gente sabe cómo es la cosa, la gran mayoría con excepción de un sector poco radical, si uno mira una foto de la revista Semana, una foto, todos los líderes paramilitares en una fiesta, encorbatado, en el matrimonio de Carlos Castaño, felices en el 2001. Un año antes, menos de un año antes de que llegáramos nosotros, eso era lo que estaba pasando en Colombia con el paramilitarismo”… …”Está en matrimonios, en sus lugares de protección, y andaban matando colombianos por otro lado. Ahora están todos en la cárcel, desmovilizados; sí, hay grupos emergentes que les estamos dando garrote todos los días y obviamente cuando se genera esa seguridad, cuando se combate ese fenómeno, pues veinticinco años de porquería, pues obviamente lo que está saliendo es producto de lo que estamos haciendo; del fortalecimiento de la justicia que nosotros hemos hecho, nosotros somos los que hemos producido este gran destape, pero lo que sí me parece absolutamente vergonzoso, triste, es que los malos del paseo acabemos siendo nosotros y que sectores serios de la izquierda colombiana, absolutamente radicales, acaben en ese mismo discurso, cuando por primera vez se combatió el paramilitarismo y lo que está saliendo es producto de esa derrota, absoluta, militar y política del paramilitarismo” 9 2 ANEXO 12 9 3 Convenciones • • • • • • línea punteada = relación de coordinación sustantiva línea sólida = relación de coordinación funcional terminación en punto = colaboración terminación en flecha = directriz azul = sustantivo verde = funcional Fuente: http://www.mujeresporlapaz.org/pdf/Organigrama.pdf ANEXO 13 Estructura funcional de la CNRR 9 4 Funciones LEY 975-05 1. Recomendar al Gobierno la implementación de un programa institucional de reparación colectiva que comprenda acciones directamente orientadas a recuperar la institucionalidad propia del Estado Social de Derecho particularmente en las zonas más afectadas por la violencia; a recuperar y promover los derechos de los ciudadanos afectados por hechos de violencia, y a reconocer y dignificar a las víctimas de la violencia. DECRETO 4760-05 1. La Comisión recomendará al Ministerio Público el diseño de programas de divulgación, promoción e información general de los derechos de las víctimas. 3. Presentar un informe público sobre las razones para el surgimiento y evolución de los grupos armados ilegales. 3. La Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, para el ejercicio de sus funciones, en especial de las que tratan los numerales 52.1, 52.3, 52.4 y 52.6 del artículo 51 de la Ley 975 de 2005, solicitará a las autoridades competentes su intervención o la realización de las investigaciones correspondientes, según sea el caso, así como el suministro de la información necesaria y pertinente que se requiera, salvo que se encuentre sometida a reserva legal. Las respectivas entidades deberán tramitar la solicitud y prestar la colaboración necesaria. 2. Con el fin de materializar el derecho a la reparación, la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación y las autoridades administrativas exhortarán a los miembros del grupo armado organizado al margen de la ley, para que lleven a cabo actos preprocesales de restitución de bienes directamente a 2. Garantizar a las víctimas su las víctimas, los cuales serán tenidos participación en procesos de en cuenta como parte de la reparación esclarecimiento judicial y la realización al momento de proferir la sentencia de sus derechos. respectiva. 4. Hacer seguimiento y verificación a los procesos de reincorporación y a la labor de las autoridades locales a fin de garantizar la desmovilización plena de los miembros de grupos armados organizados al margen de la ley, y el cabal funcionamiento de las instituciones en esos territorios. Para estos efectos la Comisión Nacional Reparación y Reconciliación podrá invitar a participar a organismos o personalidades extranjeras. 4. Propiciará la colaboración armónica 5. Hacer seguimiento y evaluación entre las entidades y órganos del periódica de la reparación de que trata Estado relacionadas con la aplicación la presente ley y señalar de las leyes previstas en el numeral 9 5 recomendaciones para su adecuada anterior, para lo cual propondrá mecanismos expeditos de interlocución ejecución. con el fin de que las actividades sean 6. Presentar, dentro del término de dos desarrolladas de manera oportuna y años, contados a partir de la vigencia eficiente. de la presente ley, ante el Gobierno Nacional y las Comisiones de Paz de 5. Diseñará un mecanismo idóneo, Senado y Cámara, de Representantes, transparente y ágil para la recepción de un informe acerca del proceso de solicitudes, peticiones y/o quejas de las reparación a las víctimas de los grupos víctimas y las encausará remitiéndolas armados al margen de la ley. a las respectivas instituciones o autoridades competentes con el fin de 7. Recomendar los criterios para las que estas les brinden el trámite reparaciones de que trata la presente adecuado. Igualmente realizará el ley, con cargo al Fondo de Reparación seguimiento del mismo. a las Víctimas. 6. Diseñará un Programa de Restitución 8. Coordinar la actividad de las de Bienes, con el concurso de las Comisiones Regionales para la Comisiones de Restitución de Bienes, Restitución de Bienes. el cual servirá de base para la labor de las autoridades nacionales y locales 9. Adelantar acciones nacionales de competentes. reconciliación que busquen impedir la reaparición de nuevos hechos de 7. Propondrá cuando lo estime violencia que perturben la paz nacional. oportuno, programas restaurativos dirigidos a atender el desarrollo 10. Darse su reglamento. humano y social de las víctimas, las comunidades y los ofensores, con el fin de que se restablezcan los vínculos sociales y se posibilite la reconciliación, los cuales se podrán implementar con la colaboración del Gobierno Nacional, las autoridades locales, las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones religiosas y organismos de cooperación internacional y podrán ser operados por la Defensoría del Pueblo, por organizaciones civiles autorizadas por el Gobierno Nacional, casas de justicia o centros de convivencia ciudadana, entre otros. Cuando así lo decida y cuente con el presupuesto requerido, la Comisión podrá implementar directamente algunos de los programas 9 6 restaurativos. 8. Podrá solicitar informes a las diferentes autoridades, los cuales serán tenidos en cuenta para la formulación de las recomendaciones que lleve a cabo. Igualmente, para tal fin, podrá solicitar información pertinente a las organizaciones internacionales con las cuales las diferentes entidades estatales hayan celebrado convenios de cooperación. 9. Tendrá acceso permanente al sistema de información para la reparación de las víctimas, de que trata el artículo 18 del presente decreto. Fuente: http://www.mujeresporlapaz.org/pdf/Funciones.pdf ANEXO 14 9 7 • Igualmente se considerarán como víctimas a los miembros de la Fuerza Pública que hayan sufrido lesiones transitorias o permanentes que ocasionen algún tipo de discapacidad física, psíquica y/o sensorial (visual o auditiva), o menoscabo de sus derechos fundamentales, como consecuencia de las acciones de algún integrante o miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley. • Asimismo, se tendrán como víctimas al cónyuge, compañero o compañera permanente y familiares en primer grado de consanguinidad, de los miembros de la fuerza pública que hayan perdido la vida en desarrollo de actos del servicio, en relación con el mismo, o fuera de él, como consecuencia de los actos ejecutados por algún integrante o miembros de los grupos organizados al margen de la ley. • Tendrán la calidad de víctima quienes se encuentren en las situaciones previstas en el artículo 5 de la Ley 975 de 2005, incluyendo a las víctimas del desplazamiento forzado ocasionado por las conductas punibles cometidas por los miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley. Para el ejercicio de sus derechos dentro del proceso, la víctima deberá acreditar sumariamente su condición de tal, la cual, de ser procedente, será reconocida por la autoridad judicial. (Art. 11 Decreto 4760/ Parágrafo) En este sentido, las víctimas que hoy reclaman sus derechos son personas que tienen las siguientes características: - 77% son mujeres. - 59% con primaria o primaria incompleta. - 42.5% tienen pareja (cónyuge o compañera/o permanente) - 75% en un rango de edad de los 31 a los 70 años. Promedio de 47.5 años. - 83.4% hace parte del núcleo familiar primario o básico (madre, hermano, padre, hijo, cónyuge, compañero/a permanente, víctima directa). - 25% tienen múltiples afectaciones, es decir, han sufrido más de una violación de sus derechos. - 57.1% no trabaja (ama de casa o desempleado). 26.5% empleo informal. Fuente: http://www.ipc.org.co/page/index.php?option=com_content&task=view&id ANEXO 15 9 8 Fuente: http://www.cnrr.org.co/new/interior_otros/cartilla.pdf Requisitos para ser considerado víctima ante la “Ley de Justicia y Paz” Para ejercer sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación en el procedimiento de esclarecimiento judicial que adelantarán la Fiscalía General de la Nación y las Salas de Justicia y Paz de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial, Usted debe ser reconocido como víctima por la “Ley de Justicia y Paz”. Esto quiere decir que: • Los delitos de los que Usted es víctima los cometieron miembros desmovilizados de grupos armados al margen de la ley, mientras pertenecían a esos grupos y que se acogieron voluntariamente a la “Ley de Justicia y Paz”. • Que los nombres de los miembros del grupo armado al margen de la ley están incluidos en la lista que el gobierno nacional debe remitir a la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación. Usted puede verificar la lista en la página web de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación: www.cnrr.org.co en “Información para las víctimas” escoja la opción “Lista de postulados”. Pasos para participar en el proceso jurídico 1. Denunciar ante la Fiscalía General de la Nación los hechos cometidos y si tiene la información, denunciar a los miembros de los grupos armados al margen de la ley que cometieron contra Usted o contra su familiar o familiares, los delitos. 2. Hacerse parte en el respectivo proceso de esclarecimiento judicial que adelante la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación y las Salas de Justicia y Paz de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial, en contra de los miembros del grupo o grupos armados al margen de la ley que cometieron el delito. 3. Acreditarse como víctima previamente –para intervenir en las investigaciones– ante el fiscal delegado de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía General de la Nación que conozca de la investigación. La acreditación se hace presentando al fiscal delegado la identificación personal y la demostración sumaria del daño sufrido como consecuencia de los delitos cometidos por el o los miembros del grupo armado al margen de la ley. La demostración del daño Usted puede hacerla mediante alguno de los siguientes documentos: • Copia de la denuncia de los hechos que causaron el daño ante alguna autoridad judicial, administrativa o de policía. Si no ha presentado denuncia y ésta fuese necesaria puede acudir a la autoridad respectiva. • Certificación expedida por un juez o el fiscal, o la alcaldía, la policía o el Ministerio 9 9 Público, en donde puede informar los hechos que le causaron el daño; • Copia de la decisión judicial por medio de la cual se ordenó la apertura de la investigación, se impuso la detención del sospechoso, o se profirió resolución de acusación o sentencia condenatoria, o el registro de audiencia de imputación, formulación de cargos o individualización de pena y sentencia, relacionada con los hechos que causaron el daño; • Certificación sobre la vecindad o residencia respecto del lugar y el tiempo en que presuntamente ocurrieron los hechos que produjeron el daño, que deberá ser expedida por autoridad competente del orden municipal, es decir, el personero municipal, alcaldía municipal, inspectores de policía. • En caso de ser familiar de la víctima se necesita la certificación que demuestre el parentesco y que deberá ser expedida por la Registraduría. Requisitos para hacer efectivo el derecho a la reparación • Que Usted, como víctima, el Fiscal del caso o la Procuraduría a nombre suyo, soliciten, ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial, la apertura del incidente de reparación integral de los daños causados con el crimen, previsto en la “Ley de Justicia y Paz” en el procedimiento de esclarecimiento judicial que esta Ley regula. Cuando tiene lugar el incidente de reparación integral la víctima tiene derecho a proponer diferentes formas de reparación y a indicar las pruebas que soporten su solicitud. • Que la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial respectivo dicte sentencia condenatoria por el (los) delito (s) cometido (s), en la que además de fijar la pena privativa de la libertad, incluya las obligaciones de reparación integral (materiales y morales, individuales o colectivas) a favor de la víctima. En el caso de que Usted pueda probar que ha sufrido daños ocasionados por un grupo armado al margen de la ley, beneficiario de la “Ley de Justicia y Paz”, pero el Estado no pueda identificar al autor, Usted también puede reclamar sus derechos. El Tribunal ordenará la reparación a cargo del Fondo de Reparación a las Víctimas creado por la “Ley de Justicia y Paz”, una vez termine el proceso. Para garantizar el ejercicio de sus derechos, los funcionarios encargados de la aplicación de la “Ley de Justicia y Paz”, adoptarán las medidas adecuadas y todas las acciones pertinentes para proteger su seguridad, su bienestar físico y psicológico, su dignidad y su vida privada. Documentos e información que debo presentar 1 0 0 Cualquiera que sea el caso o la institución a la que acuda, Usted, como víctima, debe entregarle al funcionario que le atienda la siguiente información si la conoce: • Su nombre, apellido, número de cédula, dirección y teléfono en donde lo pueden contactar. • Datos completos de la víctima (nombres, apellidos, número de cédula) si es usted un familiar cercano. • Las circunstancias de tiempo (día, mes, año) en que ocurrieron los hechos. • El lugar en que ocurrieron los hechos (departamento, municipio, vereda). • Su versión del hecho de acuerdo con lo que le consta (qué ocurrió, cómo ocurrió, y las razones por las cuales ocurrió, si las conoce). • Los presuntos autores del hecho (grupo, frente o bloque), si los conoce o sabe quiénes son. • En caso de que la investigación por esos hechos esté cursando en una Fiscalía ordinaria, debe proporcionar el número de expediente o copia de la denuncia, si lo conoce. Además, debe diligenciar, con ayuda del funcionario que le atienda, el formato de “Registro de hechos punibles atribuibles a los miembros de los grupos armados al margen de la ley”, diseñado por la Fiscalía General de la Nación, guardando una copia del mismo. Este formato no tiene ningún costo y lo encuentra en las oficinas nacionales, regionales y municipales de la Fiscalía General de la Nación, Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, Personería Municipal, Acción Social, y Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación. Documentos e información que me deben entregar las autoridades Una vez puesta la denuncia, las autoridades, de acuerdo con sus obligaciones, deben entregarle: • Número de radicación de la denuncia. • Copia de la denuncia, y del formato del “Registro de hechos punibles atribuibles a los miembros de los grupos armados al margen de la ley”, que usted diligenció. • Información oportuna acerca del estado del proceso y de los mecanismos para hacer efectivos sus derechos. ANEXO 16 1 0 1 Son actos de reparación integral los siguientes: - La entrega al Estado de bienes obtenidos ilícitamente para la reparación de las víctimas. (Art. 45.1) - La declaración pública que restablezca la dignidad de la víctima y de las personas más vinculadas con ella. (Art. 45.2) - El reconocimiento público de haber causado daños a las víctimas, la declaración pública de arrepentimiento, la solicitud de perdón dirigida a las víctimas y la promesa de no repetir tales conductas punibles. (Art. 45.3) - La colaboración eficaz para la localización de personas secuestradas o desaparecidas y la localización de los cadáveres de las víctimas. (Art. 45.4) - La búsqueda de los desaparecidos y de los restos de personas muertas, y la ayuda para identificarlos y volverlos a inhumar según las tradiciones familiares y comunitarias. (Art. 45.5) ANEXO 17 1 0 2 Nacional Informe especial RCN… Entrega de bienes a víctimas de la violencia http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/informe-especial-rcn-entrega-de-bienesa-vctimas-de-la-violencia/ Los inmuebles de "macaco" suman un estimado de 4350 millones de pesos. Bogotá, Colombia (RCN) - Uno de los temas más preocupantes en todo el proceso de desmovilización de las autodefensas, es el de hacer efectiva la reparación a las víctimas. De hecho, la extradición de alias "macaco" está suspendida para que cumpla con ese requisito. Precisamente con alias "macaco" noticias RCN empieza una serie de informes especiales sobre cómo avanza la entrega de bienes. "Macaco", por ejemplo, ofreció una finca que cuesta 220 millones de pesos pero tiene una hipoteca por 180 millones. En las imágenes (disponibles en video), se presentó la Urbanización Juan Carlos Jiménez, uno de los predios más sorprendentes que entregó “macaco” y no por su lujo o extensión de 78 mil metros cuadrados, si no porque es un complejo de viviendas que “macaco” mandó a construir para desmovilizados de las autodefensas mientras era jefe paramilitar. “… construidas para desmovilizados con discapacidad, pero que posteriormente decidió entregarlas para la reparación de las víctimas” dijo Marlene Mesa, del Fondo para la reparación de victimas. Con manzanas que van desde a A hasta la X, a esta urbanización en Cáceres, 1 0 3 Antioquia, pensaba albergar hasta 500 familias, pero solo se alcanzaron a construir 100 viviendas de 48 metros cuadrados, cada una con dos cuartos, sala, comedor, baño y cocina. Las Margaritas era la finca personal de alias “macaco”. Una lujosa propiedad de 277 hectáreas, en Buena Vista, Córdoba. Con nueve habitaciones, cada una con baño privado, dos establos, una corraleja, salón de hidromasaje, piscina y un altar para el Divino Niño. Además una hipoteca de 180 millones de pesos. Pero al parecer Carlos Mario Jiménez era además era un acaudalado ganadero, con 2615 reses que fueron entregadas al fondo de reparación. Alias “macaco” entregó cinco fincas que suman 1077 hectáreas. El Fondo de Reparación recibirá en mayo otros bienes de alias “macaco”, pero aún no se sabe nada de una supuesta mina de oro de la que el mismo Gobierno ha hablado. En total los inmuebles del ex jefe de las AUC suman un estimado de 4350 millones de pesos, la cifra más alta de bienes entregados entre todos los paramilitares desmovilizados. Informe especial RCN… Entrega de bienes parte II http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/informe-especial-rcn-entrega-de-bienesa-vctimas-de-la-violencia/ El Fondo de Reparación sólo ha recibido tres terrenos que cuestan 150 millones de pesos Fecha de última actualización: 2008-04-24 21:26:16 Bogotá, Colombia (RCN) - Los jefes paramilitares no han cumplido con todo lo que prometieron en torno a la entrega de bienes. Varias de las propiedades devueltas por Salvatore Mancuso, “el alemán” y Guillermo Torres están en alto grado de deterioro y tienen problemas de sucesión. Mancuso prometió bienes por un valor de 25 millones de dólares, pero el Fondo de Reparación sólo ha recibido tres terrenos que cuestan 150 millones de pesos, sin embargo el desmovilizado dice que ya entrego 280 bienes que están en estudio para ser aceptados. 1 0 4 “El alemán”, por su parte entregó motores fuera de borda, que sólo sirven como chatarra. La primera de ellas es la finca el escondido que en realidad es un lote baldío de 39 hectáreas, también están las haciendas Villa Rosa y San José, abandonadas y cuya mayor parte de la construcción está en ruinas, tierras, que por demás, ya fueron reclamadas por los verdaderos dueños y que serán restituidas en los próximos meses, es decir las entregas de Mancuso son igual a cero. “Predios con transiciones de títulos que no están claros, donde no se sabe quién es el dueño verdadero, han pretendido aportar predios que tienen arrendatarios o contratos de arrendamientos a varios años, han pretendido incautar predios que ya están incautados, con procesos de extinción de dominio en estupefacientes, eso no se puede aceptar” confirmó, el ministro de agricultura, Andrés Felipe Arias. Fredy Rendón Herrera alias “el alemán” ha entregado 550 millones de pesos en bienes, un apartamento, una camioneta blindada, dos motos de alto cilindraje, pero además cuatro motores aeronáuticos sin lanchas, que no funcionan y se dan como chatarra. “Eso no se puede tolerar, eso es hacerle conejo al Estado, es hacerle conejo a Colombia”, dijo Arias. José Baldomero linares alias “Guillermo Torres”, entregó la única propiedad con un proyecto productivo, se trata de la Hacienda Lucitania dedicada a la siembra de palma africana, en total lucitania tiene 400 hectáreas y aunque sería una importante fuente de desarrollo económico, la palma está mal sembrada y agrícolamente no sirve. Guillermo torres también entregó una casa en Puerto López, Meta y en total sus bienes suman 850 millones de pesos. Informe sobre la entrega de los bienes de “macaco” http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/informe-sobre-laentrega-de-los-bienes-de-macaco/ Dentro de los bienes entregados por “macaco” se encontraron dos helicópteros Bell Ranger 206. Fecha de última actualización: 2008-04-25 20:36:44 Bogotá, Colombia (RCN) - Además de los 4.350 millones 1 0 5 de alias “macaco” comandante del Bloque Central Bolívar, esta división de las autodefensas entregó algunos de los bienes más llamativos al Fondo de Reparación a Victimas. Uno de ellos es la Hacienda la Orquídea en Puerto Berrio, Antioquia de 40 hectáreas, esta finca era propiedad común de alias “macaco”, y los también jefes desmovilizados Guillermo Pérez Alzate alias "William Naranjo" y Rodrigo Pérez Alzate alias "Julián Bolívar”. La hacienda avaluada en 220 millones de pesos tiene una casa principal y 3 casas auxiliares, pero además varios campamentos para albergar hasta un centenar de trabajadores. Al parecer allí se realizaba ganadería altamente tecnificada: con zona de gestación y parideras para ganado y un espacio de preceda porcicola. La Hacienda La Victoria, de todos los muebles entregados por paramilitares es la que más ha asombrado a los funcionarios de acción social, avaluada en 467 millones de pesos y tiene una hipoteca por 81 millones de pesos. La finca de 277 hectáreas, era la finca de los hermanos Guillermo y Rodrigo Pérez Alzate. La piscina, el sauna o el turco no eran el mejor espacio de esparcimiento, también había un polideportivo que ya está en ruinas, una discoteca y una sala de proyección para cine. En la desmovilización colectiva del Bloque Central Bolívar, se recibieron los bienes más costosos de toda las entregas voluntarias, 2 helicóptero Bell Ranger 206, cuyo precio comercial podría alcanzar los 2 millones de dólares. “En este momento lo que dice el concepto técnico es que no se pueden volar, que no se pueden prender”, aseguró Marlene Mesa del Fondo de Reparación a víctimas. Lo paradójico es que según el informe de la Fuerza Aérea, los helicópteros no tienen matriculas ni placas y tampoco se ha logrado establecer las horas de vuelo por lo que no se pueden volar. Exclusivo RCN… Propiedades que entregó alias "Cuco Vanoy” 1 0 6 http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/exclusivo-rcnpropiedades-que-entreg-alias-cuco-vanoy/ La clínica hoy está desprovista de hospitalarias pero cuenta hasta con morgue. máquinas Fecha de última actualización : 2008-04-27 08:51:49 Bogota. Colombia (RCN) - El paramilitar alias "Cuco Vanoy" tenía entre sus bienes una hacienda de más de mil trescientas hectáreas y un hospital que se presume fue el centro de urgencias de las Autodefensas. Alias “Cuco Vanoy” ex comandante del Bloque Mineros de las Autodefensas, tenía entre sus bienes una hacienda de 1.338 hectáreas y un hospital que se presume fue el centro de urgencias de los paramilitares. RCN obtuvo en exclusiva los videos de estas y otras propiedades que el desmovilizado entregó para la reparación de víctimas. Mil 110 millones de pesos ha entregado el ex jefe paramilitar en el proceso de Justicia y Paz. Ramiro Vanoy Murillo era propietario de la hacienda más grande entregada por los paramilitares desmovilizados: la finca “La cagada" en Antioquia, tiene mil 338 hectáreas y una ostentosa casa de 250 metros cuadrados, que por demás es la única amoblada que haya entregado voluntariamente un ex jefe de las autodefensas. “Lo proyectado es enajenarla o venderla para que el producto de esta venta, siga produciendo dinero para la reparación de las víctimas”, declaró Marlene Mesa del Fondo de Reparación de víctimas. Pero Vanoy Murillo no solo concentró su poderío en Antioquia, también su patrimonio. Además de la finca tenía una gigantesca tienda de abarrotes en Cáceres. Abastecedora la hacienda funcionaba en una manzana completa del centro del pueblo y se dedicaba a la venta de productos de supermercado, ferretería, carnicería y abarrotes. Pero de todos los bienes entregados por “cuco Vanoy” hay uno sobre el que aún quedan varios interrogantes. Se trata de la clínica Nueva Luz en el corregimiento del Guaimaro en Tarazá, Antioquia, y se presume que esta era el centro de urgencias de los paramilitares. La clínica hoy está desprovista de máquinas hospitalarias pero cuenta con un salón de urgencias, sala de espera, salón de partos, sala de cirugía, cinco habitaciones, 1 0 7 tres consultorios y hasta morgue. Todo distribuido en 3.600 metros cuadrados de construcción. Actualmente, la clínica funciona como un modesto centro de salud atendido por una antigua enfermera de la institución. eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia Abril 15 de 2008 Congresistas acusan al Estado de abandonar a víctimas de los paramilitares En un debate en la Comisión Primera del Senado, el congresista Armando Benedetti pidió la renuncia del Presidente de la Comisión de Reparación, Eduardo Pizarro, y el Defensor del Pueblo, Vólmar Pérez. Benedetti aseguró que si se reparará a las 125.368 víctimas con lo entregado por los paramilitares, les corresponderían 7 mil pesos a cada una. Según Benedetti, de 3.257 paramilitares postulados para Justicia y Paz, sólo 12 han entregado bienes. Entre estos se cuentan 652 prendas de vestir y 70 pares de zapatos en regular estado, 4.518 vacas, 19 caballos, 12 predios rurales, 4 lotes urbanos, 5 vehículos, 859 millones de pesos en efectivo y un televisor de 29 pulgadas en mal estado. El senador de 'la U' lamentó que las víctimas estén en tal estado de abandono. "Ellas dicen que las van a matar y no se hace nada", dijo. Al referirse al Defensor del Pueblo, el congresista aseguró que desde hace dos años el funcionario dejó de asistir a las víctimas, lo que redundó en que estuvieran a la deriva, pese a que la Ley se lo exigía. Abril 18 de 2008 Esto es lo que los 'paras' han entregado 1 0 8 'Macaco': un televisor, 2.614 semovientes (ganado y equinos), 5 predios rurales y 2 vehículos. Su bloque entregó 2 helicópteros. Mancuso: 3 predios rurales. 'El águila': 120 millones de pesos. 'El alemán': 397 semovientes, 2 predios urbanos, 3 vehículos y 4 motores fuera de borda. 'Pablo' o 'William Naranjo': un predio rural, 400 semovientes. 'Lorenzo González' : un predio. 'El Colorado': dos predios. 'Vanoy': Dos predios y 19 semovientes. 'El pirata': Dos predios rurales, 3 urbanos, 154 semovientes y 500 millones de pesos. 'Chatarra': 2 vehículos, 32 millones de pesos. Juan Francisco Prada: 80 millones de pesos. Otros dos han entregado 7 millones de pesos. ANEXO 18 1 0 9 DECRETO 1290 DEL 22 DE ABRIL DE 2008 CAPÍTULO PRIMERO PROGRAMA DE REPARACIÓN INDIVIDUAL POR VÍA ADMINISTRATIVA - PRINCIPIOS RECTORES Y DEFINICIONES ARTÍCULO UNO. CREACIÓN DEL PROGRAMA. Créase un PROGRAMA DE REPARACIÓN INDIVIDUAL POR VIA ADMINISTRATIVA PARA LAS VÍCTIMAS DE LOS GRUPOS ARMADOS ORGANIZADOS AL MARGEN DE LA LEY, el cual estará a cargo de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional – Acción Social. Este programa tiene por objeto conceder un conjunto de medidas de reparaciones individuales a favor de las personas que con anterioridad a la expedición del presente decreto hubieren sufrido violación en sus derechos fundamentales por acción de los grupos armados organizados al margen de la ley a los que se refiere el inciso 2 del artículo 10 de la Ley 975 de 2005. ARTÍCULO DOS. DEFINICIONES. Para los efectos del presente programa se adoptan las siguientes definiciones: REPARACIÓN INDIVIDUAL ADMINISTRATIVA. De acuerdo con el principio de solidaridad, se entiende por reparación individual administrativa el conjunto de medidas de reparación que el Estado reconozca a las víctimas de violaciones de sus derechos fundamentales, por hechos atribuibles a los grupos armados organizados al margen de la ley; sin perjuicio de la responsabilidad de los victimarios y de la responsabilidad subsidiaria o residual del Estado. DERECHOS CUBIERTOS POR El PROGRAMA. El presente programa comprende los siguientes derechos fundamentales que hubieren sido objeto de violación: a) Vida b) Integridad física c) Salud física y mental d) Libertad individual e) Libertad sexual 1 1 0 eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia Abril 18 de 2008 Así será la compensación económica a las víctimas $ 18'460.000 para quienes sufrieron homicidio, desaparición forzada y secuestro. Y hasta esa cantidad a quienes quedaron incapacitados física o sicológicamente. $ 13'845.000 para quienes padecieron tortura, reclutamiento forzado de menores y delitos contra la integridad sexual. La violación a las mujeres fue una agresión frecuente en sitios como Norte de Santander, para provocar a los adversarios. 12'460.500 quienes fueron obligados a abandonar sus tierras por alguno de los grupos violentos. No es clara la cifra de desplazados. 13'845.000 este será el monto máximo para quienes sufrieron lesiones personales y sicológicas que no causaron incapacidad permanente. Nacional Avanza reparación de víctimas por vía administrativa http://www.canalrcn.com/noticias/index.php/nacional/avanza-reparacin-devctimas-por-va-administrativa/ Este mecanismo de indemnizaciones no priva a las víctimas de su derecho de demandar a los victimarios. Fecha de última actualización: 2008-04-22 15:42:28 Bogotá, Colombia (RCN) - El Gobierno expidió el decreto de reparación por vía administrativa a las víctimas de grupos ilegales. Esta norma permitirá indemnizar con recursos del Estado sin tener que esperar fallos judiciales. 1 1 1 El decreto le permitirá al Gobierno reparar por vía administrativa y en forma ágil a las víctimas de la violencia que ahora no deberán recurrir a demandas ni esperar fallos judiciales. “Tanto las víctimas de cualquier grupo alzado en armas, al margen de la ley, como los desplazados”, aseguró Carlos Holguín, ministro del Interior y Justicia. Sin embargo, este mecanismo de indemnizaciones no priva a las víctimas de su derecho de demandar a los victimarios si consideran necesario. “El esfuerzo que está haciendo el Gobierno colombiano es de unas dimensiones sin precedentes tanto en calidad, en términos comparativos, como en profundidad en el proceso de reparación”, sostuvo Francisco Santos, Vicepresidente de la República. Tampoco suspende los procesos judiciales de justicia y paz que obligan a los jefes paramilitares a reparar con sus bienes a las víctimas. Se calcula que cien mil víctimas y cuatrocientas cincuenta mil familias desplazadas podrán recibir los beneficios del decreto de manera inmediata. 1 1 2 ANEXO 19 http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/justicia/2008-03-27/ARTICULO-WEBNOTA_INTERIOR-4037911.html eltiempo.com / tiempoimpreso / edicionimpresa / justicia Marzo 26 de 2008 Casos con miembros de la Fuerza Pública involucrados JAMUNDÍ El pasado 18 de febrero, el coronel Byron Carvajal, ex comandante del Batallón de Alta Montaña No. 3, y 14 de sus hombres fueron condenados por un juez de Cali por el asesinato de diez policías y un informante en zona rural de Jamundí (Valle del Cauca). La condena se conocerá el próximo 21 de abril, pero se estima que no estará por debajo de los 25 años. En el caso del coronel, quien al parecer planeó el hecho, no se descarta una pena de 40 o 60 años. RETOMA PALACIO DE JUSTICIA La Fiscalía ordenó la captura del coronel (r) Alfonso Plazas Vega, a mediados de julio del 2007, en el proceso por la desaparición de Carlos Rodríguez y Cristina Guarín, empleados de la cafetería del Palacio de Justicia, y de Irma Franco, guerrillera del M-19. Dentro del proceso por los desaparecidos fueron capturados los sargentos (r) Antonio Jiménez y Ferney Causalla, miembros, para la época, del B2 del Ejército, que participó en la retoma del Palacio. 1 1 3 MASACRE DE MAPIRIPÁN El Coronel Lino Sánchez fue condenado a 40 años de prisión por la masacre, ocurrida entre el 15 y el 20 de julio de 1997, en ese municipio del Meta y que dejó más de 49 muertos. La misma condena la recibieron como coautores indirectos los sargentos Juan Carlos Gamarra Polo y José Miller Urueña Díaz. En el 2003, la Fiscalía llamó a juicio al general Jaime Alberto Uscátegui, pero fue absuelto en noviembre del año pasado por un juez de Bogotá. ANEXO 20 1 1 4 Mayo 14 de 2008 ¿Tras extradición de jefes paramilitares habrá verdad, justicia y reparación? Fiscales coinciden en que los mandos medios y no los jefes 'paras' son quienes conocen los crímenes cometidos, pero representantes de las víctimas dicen que será casi imposible seguir investigaciones. Una vez conocida la entrega de Salvatore Mancuso, Rodrigo Tovar Pupo (Jorge 40), Diego Fernando Murillo ('Don Berna), Hernán Giraldo, alias 'Pablo Sevillano' y Ramiro 'Cuco' Vanoy, entre otros, a la justicia de E.U. en la madrugada de este martes, varias voces vaticinaron el rotundo fracaso del proceso de Verdad, Justicia y Reparación. Sin embargo, fiscales manifestaron cierta tranquilidad en torno al tema, aunque reconocen que el escenario les cambió totalmente. "Es claro que los mandos medios son los que saben por qué mataron, a quiénes mataron y dónde enterraron", dijo uno de ellos, que advirtió que, en todo caso, habrá que esperar cómo reaccionan los lugartenientes ante el envío de sus jefes. De hecho, desde hacía 8 meses, todos los ex jefes paramilitares venían pidiendo que los trasladaran a las cárceles donde estaban sus hombres, para poder reconstruir con ellos las masacres, las listas de asesinatos selectivos y la cadena de atrocidades, atropellos y robo de tierras cometidos durante su militancia en las Auc. Batalla de víctimas en E.U. Pero los representantes de las víctimas son más escépticos: "Este es un golpe a las víctimas -dice Eduardo Carreño del colectivo de abogados José Alvear-. Los casos quedan debilitados, será casi imposible investigar lo que pasó". 1 1 5 Por eso, tanto él como Iván Cepeda (del Movimiento de Víctimas) anunciaron que no solo contactarán a abogados y a organizaciones sociales en E.U. para que intervengan en las audiencias de juzgamiento, sino que, además, insistirán para que la Corte Penal Internacional (CPI) asuma la defensa de los afectados por las atrocidades de las Auc. 'Seguirán rindiendo versiones' Ante la incertidumbre generada entre las más de 118 mil víctimas de las Auc, el propio presidente Álvaro Uribe explicó ayer que E.U. aceptó que Colombia pueda enviar representantes a los juicios que se adelanten en cortes federales, a fin de continuar en la búsqueda de la verdad. Y agregó que también quedó previsto que todos los bienes que los extraditados entreguen, irán al fondo de reparación. El ministro del lnterior, Carlos Holguín, añadió que en las resoluciones de extradición quedó claro que las autoridades de E.U. garantizarán la continuidad de las versiones libres. Además, que a los extraditados les conviene el cumplimiento de ese compromiso para ponerse a salvo, en un futuro, de la CPI. El fiscal general, Mario Iguarán, que de entrada dijo que respetaba la autonomía, competencia y potestad del Ejecutivo en este proceso, advirtió que todo dependerá de la voluntad de la cooperación judicial. "Lo que le corresponde a la Fiscalía es seguir con los procesos judiciales e insistir para que a través de esa cooperación, nuestros fiscales y representantes de víctimas y testigos puedan asistir a las diligencias que impliquen el proceso de Justicia y Paz". Y recordó que ya se había logrado la recuperación de 1.400 cadáveres, la confesión de 5.800 hechos y la inminente entrega de 4.500 bienes para reparación de víctimas. La Comisión Nacional de reparación y de Reconciliación (CNRR) también insistió en la necesidad de la cooperación judicial e incluso propuso firmar pactos adicionales 1 1 6 entre E.U. y la Fiscalía para que los derechos de las víctimas ocupen un lugar central en la agenda judicial y para que se tenga la certeza de que las víctimas y las asociaciones de víctimas puedan adelantar demandas civiles y penales contra los extraditados. ¿Y la 'parapolítica? El expediente de la 'parapolítica' -impulsado por algunas versiones de los extraditados- también quedó dependiendo de la cooperación judicial. "El próximo jueves -narró un fiscal delegado ante la Corte- 'Don Berna' se iba a referir a dos políticos de Antioquia- y ahora tendremos que esperar". EL TIEMPO supo que uno de ellos es Rubén Darío Quintero, senador ya detenido. El otro tan solo tiene una preliminar. Además de 'Berna', Salvatore Mancuso y Hernán Giraldo habían sido citados varias veces como testigos y no se descarta que deban recurrir nuevamente a testificar. Ante este panorama, el presidente de la Corte Suprema, magistrado Francisco Ricaurte, manifestó que la Sala Penal establecerá en su momento los mecanismos que deberá adoptar para recibir las declaraciones de los jefes extraditados, razón por la cual confían plenamente en el compromiso adquirido por el Gobierno Nacional. 1 1 7