Fecha: LUCERO PABLO – MARTÍ SEBASTIÁNPANEBIANCO BRUNO – PENDENTI NICOLÁS ESTRUCTURA ATOMICA Paly Inc. © | Todos los derechos e izquierdos reservados. Índice 1) Introducción 2) Un poco de historia a) b) c) d) e) f) g) h) Demócrito y el primer átomo Modelo atómico Dalton Modelo atómico Thompson Becquerel y la accidental radioactividad Modelo atómico Rutherford Modelo atómico Bohr El neutrón de Chadwick Actual átomo 3) Vistazo adentro del átomo a) Fuerzas Bosones b) Fermiones Quarks y Leptones 4) Radiación a) Partículas α b) Partículas β c) Rayos γ 5) Tabla periódica de los elementos a) Historia b) Explicación Introducción Desde tiempos inmemorables el hombre ha querido saber de qué estaba compuesta la materia, hasta qué punto podría dividirla y que este conocimiento sea develado lo más rápido posible. Leucipo comenzó con la historia del atoma (a-sin; toma-división), que hoy llamamos átomo, pero no fue hasta que John Dalton lo usara para explicar comportamientos de los gases que volvió a tocarse el tema de manera importante. Hasta el día de hoy continúa la incógnita de cuando llegaremos a esta última partícula, ya que los quarks, la división de la división del átomo, teóricamente, está compuesto de preones, según algunos científicos e investigadores creen Un poco de historia Demócrito y el primer átomo Alrededor del año 400 a.C. un filósofo griego llamado Demócrito desarrolló la idea partículas indivisibles. Se preguntó a si mismo hasta cuándo podría dividir la materia, Demócrito pensó que en algún punto habría algo indivisible, el pedacito de materia más pequeño posible. A esas partículas básicas de materia Demócrito las llamó "átomos". Las ideas de Demócrito sobre el átomo eran las siguientes: - El átomo es demasiado pequeño como para poder verlo. - El átomo es indivisible como su nombre lo indica. - El átomo es sólido (no hay espacio vacío dentro de él). - Los átomos son eternos porque son perfectos. - Los átomos están rodeados por un espacio vacío (para explicar sus movimientos y cambios de densidad). - Los átomos tienen un número infinito de formas (para explicar la diversidad observada en la naturaleza). Por más de 2000 años nadie hizo nada para continuar con las exploraciones que los griegos habían comenzado sobre la naturaleza de la materia. No fue sino hasta los inicios de 1800 que la gente comenzó de nuevo a cuestionar la estructura de la materia. Modelo del átomo de Dalton En la década de 1800 un químico inglés llamado John Dalton realizó experimentos con diversas sustancias químicas que mostraron que la materia, de hecho, parece estar compuestas por bultos de partículas elementales (átomos). Dalton fue el responsable del primer modelo de átomo con base científica. El modelo atómico de Dalton fue expuesto en un libro llamado "Nuevo sistema de filosofía química", y decía lo siguiente: - La materia está formada por partículas pequeñísimas llamadas "átomos". - Estos átomos no se pueden dividir ni romper, no se crean ni se destruyen en ninguna reacción química, y nunca cambian. - Los átomos de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen la misma masa y dimensiones; por ejemplo, todos los átomos de hidrógeno son iguales. - Los átomos de elementos diferentes son diferentes; por ejemplo, los átomos de oxígeno son diferentes a los átomos de hidrógeno. - Los átomos pueden combinarse para formar compuestos químicos. Por ejemplo, los átomos de hidrógeno y oxígeno pueden combinarse para formar moléculas de agua. - Los átomos, al combinarse para formar compuestos guardan relaciones simples. - Los átomos de elementos diferentes se pueden combinar en proporciones distintas y formar más de un compuesto. Por ejemplo, un átomo de carbono con uno de oxígeno forman monóxido de carbono (CO), mientras que dos átomos de oxígeno con uno de carbono, forman dióxido de carbono (CO2). Algunos de estos planeamientos perdieron vigencia con el tiempo. Hoy sabemos que los átomos sí se pueden dividir y que no todos los átomos de un mismo elemento son iguales, pero es innegable que estas primeras ideas fueron muy importantes para la ciencia. Símbolos utilizados por Dalton para representar los átomos de diferentes elementos. Modelo del átomo de Thomson En 1897, el físico inglés Joseph John Thomson descubrió el electrón y propuso un modelo para la estructura del átomo. Thomson se dio cuenta de que los electrones tenían carga "negativa" y pensó entonces que el resto de la materia tenía una carga "positiva". Según Thomson, el átomo consistía en una esfera con carga positiva que se encontraba incrustada por electrones, de carga negativa. Su modelo lucía como pasas pegadas en la superficie de un trozo de pastel. El modelo de Thomson se llamó "Pudín de Thomson". El átomo estaba formado por una esfera con carga positiva mezclada con electrones "como pasas en un pastel". Thomson decía que la carga de los electrones era suficiente como para neutralizar la carga positiva de la esfera, por lo que el átomo era eléctricamente neutro. El modelo de Thomson del átomo fue importante porque permitió relacionar la electricidad con el átomo. Pero, como cualquier otro modelo científico, tenía que ser perfeccionado para poder explicar nuevos fenómenos que ocurren en el laboratorio o en la naturaleza. Becquerel y la accidental radiactividad Becquerel, durante sus estudios sobre la fluorescencia descubrió que ciertas sales de uranio emiten radiaciones espontáneamente, al observar que velaban las placas fotográficas envueltas en papel negro. Hizo ensayos con el mineral en caliente, en frío, pulverizado, disuelto en ácidos y la intensidad de la misteriosa radiación era siempre la misma. Por tanto, esta nueva propiedad de la materia, que recibió el nombre de radiactividad, no dependía de la forma física o química en la que se encontraban los átomos del cuerpo radiactivo, sino que era una propiedad que radicaba en el interior mismo del átomo. Dedujo que este elemento debía producir algún tipo de radiación la cual atravesaba el papel hasta alcanzar y afectar a la emulsión fotográfica. Un cuidadoso estudio emprendido por Becquerel y otros científicos, reveló que cierto número de elementos químicos pesados parecían ser interiormente inestables y daban a origen a radiaciones penetrantes. Con ello, esos mismos elementos se transformaban en otros diferentes, siguiendo caminos complicados, pero bien definidos, en busca de una estabilidad final. Este fenómeno totalmente distinto de cualquier otro estudiado hasta entonces, recibió el nombre de radiactividad, y el proceso de transformación fue llamado desintegración radiactiva. Modelo del átomo de Rutherford En 1911, un físico de Nueva Zelanda llamado Ernest Rutherford descubrió el núcleo del átomo. Su nuevo modelo del átomo mostraba que la carga eléctrica positiva y la mayor parte de la masa del átomo estaban concentradas en un núcleo que era casi un punto. Rutherford pensó que el electrón se movía alrededor del núcleo atómico como los planetas alrededor del Sol, y que la atracción de la fuerza eléctrica jugaba el mismo rol que la gravedad juega para los planetas; de aquí es donde se adoptó el nombre de "modelo atómico planetario". Rutherford descubrió el núcleo del átomo al lanzar "partículas alfa" sobre una placa metálica. Varias partículas atravesaban el metal, pero extrañamente algunas rebotaban; lo hacían porque eran rechazadas por la carga eléctrica de los núcleos atómicos presentes en el metal. Rutherford propuso un modelo de átomo que parecía un Sistema Solar en miniatura: así como un planeta era atraído hacia el Sol por la fuerza de la gravedad, el electrón era atraído hacia el núcleo del átomo por la fuerza de la electricidad. Pero apareció algo terriblemente mal con el modelo de Rutherford del átomo. Según la teoría del electromagnetismo de Maxwell, los electrones deberían gradualmente perder energía y precipitarse en espiral hacia el núcleo atómico, pero sabemos que eso no sucede, de lo contrario no existiríamos. El modelo atómico planetario parecía condenado a la muerte, pero un brillante joven de Dinamarca aparecería para salvarlo. Modelo del átomo de Bohr En 1913 el físico danés Niels Bohr propuso una teoría revolucionaria que dice que los electrones no caen en espiral hacia el núcleo atómico y propuso algunas reglas de lo que sucede. (Esto inició un nuevo enfoque en la ciencia porque por primera vez las reglas tuvieron que adaptarse a la observación independientemente de cómo entraban en conflicto con las teorías de la época). Bohr dijo: "Aquí hay algunas reglas que parecen imposibles, pero que describen la manera en que funcionan los átomos, así que vamos a fingir que son correctas y a usarlas". Bohr llegó con tres reglas que estaban de acuerdo con la experimentación: Regla 1: Los electrones describen órbitas circulares entorno al núcleo del átomo sin perder energía. Regla 2: Los electrones pueden orbitar sólo a ciertas distancias permitidas del núcleo. Regla 3: Los átomos irradian (pierden) energía cuando un electrón salta de una órbita de mayor energía a una órbita de menor energía. También, un átomo absorbe (gana) energía cuando un electrón es impulsado de una órbita de baja energía a una órbita de alta energía. Bohr decía que los electrones no podían encontrarse en cualquier órbita: sólo podían estar en órbitas cuyo momento angular fuera un múltiplo entero de la constante reducida de Planck. El neutrón de Chadwick El modelo de Rutherford de la estructura atómica dejaba un importante problema sin resolver. Se sabía que el hidrógeno, el átomo más sencillo, contenía solamente un protón, y que el átomo de helio contenía dos protones. Por tanto, la relación entre la masa de un átomo de helio y un átomo de hidrógeno debería ser 2:1. (Debido a que los electrones son mucho más ligeros que los protones, se puede ignorar su contribución a la masa atómica.) Sin embargo, en realidad la relación es 4:1. Rutherford y otros investigadores habían propuesto que debería existir otro tipo de partícula subatómica en el núcleo, hecho que el físico inglés James Chadwick probó en 1932. Cuando Chadwick bombardeó una delgada lámina de berilio con partículas alfa, el metal emitió una radiación de muy alta energía, similar a los rayos Gamma. Experimentos posteriores demostraron que esos rayos realmente constan de un tercer tipo de partículas subatómicas, que Chadwick llamó neutrones debido a que se demostró que eran partículas eléctricamente neutras con una masa ligeramente mayor que la masa de los protones. El misterio de la relación de las masas ahora podía explicarse. En el núcleo de helio existen dos protones y dos neutrones, mientras que en el núcleo de hidrógeno hay sólo un protón y no hay neutrones; por tanto, la relación es 4:1. Actual átomo En la actualidad se sabe que el átomo está compuesto por un núcleo y una corteza. El núcleo a su vez está compuesto por: Protón: es una partícula nuclear con carga positiva Neutrones: partícula nuclear sin carga El neutrón y el protón tienen prácticamente la misma masa. En la corteza se encuentran los electrones. Estos electrones giran en regiones del espacio llamadas orbitales. El tamaño del átomo está determinado por el movimiento del electrón en estas regiones. En todos los átomos el número de protones es igual al número de electrones. Este número está determinado por número atómico. A la suma del número de protones y neutrones se le llama número másico. Un vistazo adentro del átomo Fermiones Los fermiones son partículas (quark y leptones) con spin semi-entero, interactúan entre ellos mediante bosones. Quarks: Gell-Mann fue el que "inventó" los quarks porque él fue aún más allá que Mendeleiev, ya que no sólo ordenó el espectro de los hadrones (hizo la tabla periódica de los elementos) sino que además introdujo el modelo más exitoso sobre su estructura interna, al postular que estos están formados por partículas puntuales a las que denominó quarks. Para explicar el espectro conocido, Gell-Mann propuso que estos quarks debían existir en tres “sabores “distintos, a los que llamó up, down y strange y que debían poseer carga eléctrica fraccionaria respecto de la del electrón. El quark up está cargado positivamente con 2/3 la carga del electrón, mientras que los otros dos poseen una carga de -1/3 en las mismas unidades. Todos los bariones conocidos pueden entenderse como compuestos por tres de estos quarks, por ejemplo el protón está formado por dos quarks u y un d (y el neutrón por dos d y un u), mientras que los mesones se componen de un quark y un anti quark. Leptones: un leptón es un fermión fundamental sin carga hadrónica o de color. Existen seis leptones y sus correspondientes antipartículas: el electrón, el muon, el tau y tres neutrinos asociados a cada uno de ellos. Tabla 1 - Quarks Nombre Símbolo Generación Sabor Carga arriba (up) u 1 Iz=+½ +⅔ abajo (down) d 1 Iz=-½ -⅓ extraño (strange) s 2 S=-1 -⅓ encantado (charm) c 2 C=1 +⅔ fondo (bottom) b 3 B'=-1 -⅓ cima (top) t 3 T=1 +⅔ Tabla 2 - Leptones Carga del leptón / antipartícula Nombre Electrón /Positró Símbolo Carga eléctrica (e) −1 / +1 n Muon /Antimuón Neutrino / antineutrino Nombre Símbolo Carga eléctrica (e) Neutrino electrónico / 0 Electrón antineutrino −1 / +1 Neutrino muónico / 0 Muon antineutrino Tau / Antitau −1 / +1 Tau neutrino / Tau 0 antineutrino Radiación La radioactividad fue descubierta accidentalmente por el francés H. Becquerelen 1896; Pero su nombre se debe a Marie Curie, quien estudio e interpreto el fenómeno. Consiste en la emisión de radiaciones que poseen ciertos sistemas (como el radio), las cuales son capaces de atravesar capas metálicas delgadas, así como ionizar los gases y hacerlos conductores de electricidad. En 1899 Becquerel comprobó que las citadas radiaciones eran sensibles a la presencia de un campo magnético lo que dio pie a una famosa experiencia realizada por Rutherford ese mismo año, que mostró que las emisiones radioactivas se componen de dos tipos de radiación. Partículas α La alfa () que al atravesar un campo eléctrico (o magnético) es atraída por el electrodo (o polo) negativo los rayos alfa son por lo tanto positivos y hoy se sabe que se tratan de núcleos de Helio. Partículas β Los beta (β) de mayor poder de penetración que al atravesar un campo eléctrico (o magnético) es atraído por el electrodo positivo negativo los rayos beta son por lo tanto negativos y hoy se sabe que se tratan de núcleos de electrones. Rayos γ Los gama (γ) los mas penetrantes de todo, que atraviesa sin desviarse los campos eléctricos o magnético. Los rayos por lo tanto son eléctricamente neutros y hoy se sabe que se trata de neutrones. Según su naturaleza los elementos radioactivos (Todos aquellos cuyo peso atómico es mayor que el bismuto) emite una, dos o tres radiaciones anteriores. Tabla periódica de los elementos La tabla o sistema periódico, es el esquema de todos los elementos químicos dispuestos por orden de número atómico creciente y en una forma que refleja la estructura de los elementos. Su base es la "Ley Periódica", la cual establece que las propiedades físicas y químicas de los elementos tienden a repetirse de forma sistemática conforme aumenta el número atómico. Todos los elementos de un grupo presentan una gran semejanza y, por lo general, difieren de los elementos de los demás grupos. Historia Tabla periódica de Mendeleiev La ley química que afirma que las propiedades de todos los elementos son funciones periódicas de sus masas atómicas fue desarrollada independientemente por dos químicos: por el ruso Dimitri Mendeleiev y el alemán Julius Lothar Meyer. En 1869, Mendeleiev se propuso hallar una "ley de la naturaleza", válida para toda clasificación sistemática de los elementos. Clasificó todos los elementos conocidos en su época en orden creciente de sus pesos atómicos, estableciendo una relación entre ellos y sus propiedades químicas. En su clasificación, Mendeleiev no consideró el hidrogeno porque sus propiedades no coincidían con las de otros elementos. Tampoco figuran en ella los gases nobles, porque no habían sido descubiertos aun. La ley periódica de Mendeleiev puede ser enunciada del siguiente modo: "Las propiedades químicas y la mayoría de las propiedades físicas de los elementos son función periódica de sus pesos atómicos". Independientemente, en 1870, el alemán Lothar Meyer propuso una clasificación de los elementos relacionando los pesos atómicos con las propiedades físicas, tales como el punto de fusión, de ebullición, etc. La clave del éxito de los esfuerzos de Mendeléiev y Meyer fue comprender que los intentos anteriores habían fallado porque todavía quedaba un cierto número de elementos por descubrir, y había que dejar los huecos para esos elementos en la tabla. Por ejemplo, aunque no existía ningún elemento conocido hasta entonces con una masa atómica entre la del calcio y la del titanio, Mendeléiev le dejó un sitio vacante en su sistema periódico. Este lugar fue asignado más tarde al elemento escandio, descubierto en 1879, que tiene unas propiedades que justifican su posición en esa secuencia. El descubrimiento del escandio sólo fue parte de una serie de verificaciones de las predicciones basadas en la ley periódica, y la validación del sistema periódico aceleró el desarrollo de la química inorgánica. El sistema periódico ha experimentado dos avances principales desde su formulación original por parte de Mendeléiev y Meyer. La primera revisión extendió el sistema para incluir toda una nueva familia de elementos cuya existencia era completamente insospechada en el siglo XIX. Este grupo comprendía los tres primeros elementos de los gases nobles o inertes, argón, helio y neón, descubiertos en la atmósfera entre 1894 y 1898 por el físico británico John William Strutt y el químico británico William Ramsay. El segundo avance fue la interpretación de la causa de la periodicidad de los elementos en términos de la teoría de Bohr (1913) sobre la estructura electrónica del átomo. La guerra de los nombres La elección de nombres para los elementos ha tenido orígenes variopintos y no ha estado exenta de polémica. El latín y el griego fue origen de muchos de ellos. Así, el hidrógeno proviene de hidro y genes que significa "generador de agua", y el flúor de fluere que significa fluir. La mitología, la geografía y los nombres propios, principalmente, también han servido para este fin. Algunos ejemplos son el vanadio, de la diosa escandinava Vanadis; el polonio, de Polonia, país de origen de Marie Curie, su descubridora; y el nobelio, en honor a Alfred Nobel. Durante la Guerra Fría tuvo lugar una fuerte controversia entre laboratorios de EE.UU. y de la URSS por denominar a los nuevos elementos en donde estaba en juego el prestigio de sus respectivos laboratorios y científicos. Esta situación se complicó con la aparición en escena, en 1981, de los alemanes del Laboratorio de Damrmstadt, que anunciaron el descubrimiento de seis nuevos elementos, del 102 al 107. A pesar de que la discusión se recrudecía, la polémica fue concluida por la IUPAC, con la denominación de los elementos 104 a 109. Repartieron el nombre entre científicos y laboratorios de todo el mundo: el 105, dubnio en honor al laboratorio ruso Dubna; el bohrio, 107, al Premio Nobel danés Bohr; y el meitnerio, 109, a la física austriaca Meitner. Aunque la IUPAC decidió en 1994 una norma que impide utilizar el nombre de personas vivas para un nuevo elemento, los equipos de los laboratorios americanos, que habían realizado el descubrimiento y confirmación del 106, consiguieron retrasar su aplicación para poner a este elemento seaborgio, en honor de Seaborg, premio Nobel americano muerto recientemente. A partir del 110, la situación es más simple, clara y concisa. El nombre se forma a partir de su número atómico y simplemente se reemplaza cada dígito por la expresión de la siguiente tabla y se termina con el sufijo “ium”; 0 nil, 1 un, 2 bi, 3 tri, 4 quad, 5 pent, 6 hex, 7 sept, 8 oct, 9 enn.