Características Cronología y nómina El novecentismo El Novecentismo alcanza su madurez hacia 1914, convive con las vanguardias de los años 20 e inicia su ocaso ideológico y estético hacia 1930, con la politización de la literatura que precede a la Guerra Civil. Hay quien considera a esta generación como la más importante desde el punto de vista intelectual en la moderna historia de España. Entre sus integrantes se cuentan cultivadores de las distintas ramas de la literatura y el humanismo: filósofos (Ortega y Gasset), novelistas (Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró), poetas (Juan Ramón Jiménez), científicos (Gregorio Marañón), políticos (Manuel Azaña) y la polifacética personalidad de Ramón Gómez de la Serna (enlace entre el Novecentismo y las vanguardias). Los novecentistas son reformistas burgueses más partidarios de medidas concretas (apoyo a la República y a la democracia, En lo político europeización, desarrollo de la ciencia y de la educación) que de las reflexiones metafísicas propias de los noventayochistas. En el arte Los novecentistas tienen una visión del arte que choca con la de tendencias anteriores (realistas, románticas y noventayochistas). El arte de los novecentistas es un arte deshumanizado, tal y como lo describió Ortega y Gasset en su ensayo La deshumanización del arte. Así, los rasgos más novedosos de la creación artística, especialmente la literaria, pueden resumirse en los siguientes: 1) debe tener valor por sí misma y no por valores externos: no puede medirse por recrear la realidad tal como la vemos y sentimos (antirrealismo), sino por crear una nueva realidad; y tampoco debe medirse por revelar los sentimientos del autor (antirromanticismo) o incluir sus preocupaciones metafísicas (antinoventayochismo); 2) en consecuencia, debe buscar la «pureza», libre de contaminaciones humanas, de sentimientos y de pasiones; 3) por ello, es un arte cerrado, arbitrario, fuente de placer intelectual y sin ninguna función social o redentora; 4) es un arte selectivo y minoritario, que se centra fundamentalmente en el exquisito tratamiento del estilo y el lenguaje. La concepción novecentista del arte guarda muchos puntos en común con la de las distintas vanguardias que, a una velocidad de vértigo, se fueron sucediendo tras la Primera guerra mundial. Todo estaba por hacer y los jóvenes artistas europeos se entregaron con desenfreno a experimentos, manifiestos y proclamas artísticas1. 1 Hasta ese momento, la burguesía había vivido su gran época de esplendor, pero tras el conflicto bélico, las viejas concepciones arraigadas en la sociedad burguesa se hundieron y sus escuelas más prestigiosas mostraron su inutilidad para reflejar una nueva realidad propiciada no sólo por los cambios sociales y políticos, sino también por los tecnológicos e ideológicos. Para muchos, la realidad se desmorona, literalmente: la irrupción de los medios de comunicación, especialmente los audiovisuales, conlleva la quiebra de las estructuras espaciales y temporales clásicas (aquí no ayuda la nueva concepción del tiempo, relacionada con la filosofía de Bergson, que disocia el tiempo objetivo, medido por las agujas del reloj, del tiempo subjetivo o psicológico, ordenado según la duración de la experiencia vivida). Gracias a la fotografía, el cine, la radio... a los ojos del hombre occidental, la realidad se convierte en un aluvión de imágenes fugaces, superpuestas o yuxtapuestas. La conciencia del hombre europeo se muestra incapaz de encajar los nuevos datos y construir una visión del mundo ordenada racionalmente. De ahí que las nuevas corrientes y obras artísticas, desde el futurismo al surrealismo, desde los cuadros de Picasso a la novela de Joyce, renuncien a ofrecer una visión integradora de la realidad. Muy influyente también será la filosofía de Marx y del psicoanálisis de Freud, que generan una actitud revolucionaria de liberación, el primero frente a las imposiciones de la sociedad burguesa (que trae consigo la revolución y auge del comunismo en Rusia) y el segundo frente a los condicionamientos que perturban al subconsciente. Por último, la relevancia cultural de París continuará siendo un factor de gran importancia. Si antes dio cobijo de Verlaine o Baudelaire, ahora la capital francesa se convierte en foco de irradiación del cubismo, del surrealismo, del existencialismo... Junto a la capitalidad que continúa ostentando París, otro enlace con el pasado inmediato es el enfrentamiento entre los artistas y la sociedad establecida; la bohemia y la marginación individual que caracterizan a los últimos grandes poetas y pintores del siglo XIX, se refleja a principios del XX en actitudes insolentes, excéntricas y revolucionarias; conviene recordar, en este sentido, que el cubismo tiene un claro precedente en Cezanne, el expresionismo en Van Gogh, el surrealismo en Rimbaud y Lautrémont, etc. Cubis mo Técnicas y estilo Asociación libre de palabras. Poesía visual (caligramas) Pocos adornos, predominio de sustantivos, ausencia de nexos Futuris mo Exaltación del progreso técnico y de los nuevos inventos (cine, avión, tren, la electricidad…). La velocidad es la fuente de una nueva belleza El estilo se verá regido por la velocidad: se eliminan por ello nexos sintácticos, signos de puntuación, preposiciones, determinantes y adjetivos; incluso se emplearán signos matemáticos. Marinetti Dadaís mo Protesta nihilista contra la civilización occidental (en especial contra el militarismo derivado de la 1ª Guerra Mundial). Técnica del “collage” (la unión de palabras y frases buscadas al azar). No se respeta la lógica ni la sintaxis. Se busca dar sensación de improvisación y caos. Tristán Tzara Expre sionis mo Características generales 2 Temas Reestructuración de la realidad, explotando para ello la ruptura con la perspectiva y la yuxtaposición de planos, simultaneando distintas visiones de un mismo objeto. Denuncia de las miserias de la guerra y rechazo de la tecnología moderna. Deformación subjetiva de la realidad mediante hipérboles, caricaturas, antítesis, humor negro… V.V.A.A. Surrealismo Las vanguardias Ismos 1) Hostilidad hacia la tradición, artística y social, que se traduce en el desprecio hacia el público, al que se proponían provocar y escandalizar. 2) Rechazo de la concepción mimética del arte tradicional2. La misión de la nueva poesía es crear nuevos y originales mundos, que no tienen que respetar las normas del mundo exterior; y como la ética y la moral pertenecen a ese mundo, no hay arte ético, ni político. Cada obra de arte trae consigo su ley, llevando al máximo la máxima de ”el arte por el arte”. 3) La irresponsabilidad ética del arte lo priva de trascendencia, lo que da lugar a una concepción lúdica, de juego. 4) La nueva percepción del mundo requiere un lenguaje poético también nuevo, que sea capaz de expresarla. El instrumento principal para ello es la metáfora. Ahora el hombre puede encender un cigarro con el sol o hacerse un collar con todos los ríos de la tierra, como Huidobro en Altazor. Autores No pretende ser sólo un movimiento efectista, también quiere ser una revolución interesada en la liberación total del hombre: liberación de los impulsos reprimidos en el subconsciente por la razón (según las teorías freudianas), lo que conlleva que los sueños se conviertan en su base temática; y liberación del hombre oprimido por la sociedad burguesa (según la filosofía marxista). El automatismo (asociaciones inmediatas de ideas no controladas por la razón): las obras surrealistas conforman mundos de imágenes inquietantes y fantásticas, lo cual conlleva también una liberación del lenguaje con respecto al control que ejerce la razón (métrica libre, sorprendentes asociaciones de palabras, superposición y mezcla de conceptos, objetos y sentimientos que la razón mantiene apartados, metáforas sorprendentes, etc.). Apollinaire André Breton Vicente Huidobro, uno de los poetas vanguardistas más destacados, pide crear situaciones extraordinarias que jamás podrán existir en el mundo real, habrá que crearlas en el poema para que existan en alguna parte. Las vanguardias en España Las experiencias de vanguardia en España se concretan en la presencia del Surrealismo (fundamentalmente en los poetas del 27) y en el Ultraísmo y el Creacionismo. Ultraísmo En 1918, el escritor Cansino Asséns publica en Madrid el manifiesto del Ultraísmo, guiado por el poeta chileno Vicente Huidobro. El nombre elegido, Ultraísmo, refleja la voluntad de los jóvenes poetas de ir más allá, de prescindir de todo lo anterior y abrirse a las nuevas tendencias, de las que cogió lo que más le interesó: los temas maquinistas o deportivos, el uso de la metáfora, los poemas visuales… Creacionismo Su base fundamentalmente el Cubismo, con el que comparte el rechazo de la imitación realista, el interés por la imagen fragmentada, la obsesión por el dinamismo, los caligramas, etc. Entre sus autores más destacados se encuentran su creador, Vicente Huidobro, Gerardo Diego (miembro del 27) y Ramón Gómez de la Serna (o, como a él le gustaba que le llamaran, RAMÓN). Ramón Gómez de la Serna Miembro de la Generación del 14 y figura vital para las vanguardias en España que, en su famosa tertulia del café Pombo y en las revistas de la época, defendió y difundió las nuevas tendencias (él fue quien tradujo el primer Manifiesto futurista de Marinetti, dándolo a conocer). Fue, además, creador de las greguerías, definidas por él mismo como “metáfora más humor”. Muchas de ellas son, efectivamente, metáforas, aunque otras se reducen a frases ingeniosas, chistes, juegos conceptuales, paradojas, asociaciones insólitas y líricas, alteraciones de frases hechas... que buscan dar una visión inédita de las cosas. El Surrealismo Fue la vanguardia más tardía y la que supuso una rehumanización del arte. Influyó sobre todo en la Generación del 27. Su irrupción, allá por 1929, provocó un cisma artístico entre sus integrantes y que separó a Salinas y a Guillén de Lorca, Alberti, Cernuda y Aleixandre (Gerardo Diego flota en la indecisión y Dámaso Alonso por entonces no escribe poesía). El cisma deriva hacia posiciones neorrománticas en el caso de Salinas y Guillén y el seguimiento de los postulados surrealistas en el caso de los demás (aunque nunca llegaron a practicar la escritura automática ni cayeron en la frivolidad a la que llegaron los surrealistas franceses), lo que les llevó a un compromiso social y político, a una poesía “impura”. Con excepciones, las vanguardias españolas pocas veces produjeron obras valiosas (fueron movimientos muy efímeros), si bien tuvieron la virtud de abrir una vía hacia la experimentación e influyeron, como ya hemos dicho, en muchos autores del 27. 1. OBSERVA LOS SIGUIENTES CUADROS: El grito, Edvar Munch La persistencia de la memoria, Dalí Las señoritas de Avignon, Picasso ¿En qué cuadro hay más deformación de la imagen y angustia existencial? ¿Hay algún cuadro en el que se yuxtapongan imágenes? ¿En cuál se pretende dar la sensación de movimiento? ¿Qué cuadro te transmite una sensación de mayor inocencia y juego infantil, al margen de la lógica? ¿Qué obra contiene una imagen más onírica? Clasifica estas obras según los ismos anteriores. Mujeres en la calle, Joan Miró Carrera de coches, Giacomo Balla LEE LOS SIGUIENTES POEMAS Y LUEGO DI A QUÉ VANGUARDIA CREES QUE PERTENECEN: La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y un huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas. Que el verso sea como una llave Que abra mil puertas. Una hoja cae; algo pasa volando; cuanto miren los ojos creado sea, y el alma del oyente quede temblando. La aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras buscando entre las aristas nardos de angustia dibujada. Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; el adjetivo, cuando no da vida, mata. La aurora llega y nadie la recibe en su boca porque allí no hay mañana ni esperanza posible: a veces las monedas en enjambres furiosos taladran y devoran abandonados niños. Los primeros que salen comprenden con sus huesos que no habrá paraísos ni amores deshojados; saben que van al cieno de números y leyes, a los juegos sin arte, a sudores sin fruto. La luz es sepultada por cadenas y ruidos en impúdico reto de ciencia sin raíces. por los barrios hay gentes que vacilan insomnes como recién salidas de un naufragio de sangre. Estamos en el ciclo de los nervios. El músculo cuelga, como recuerdo, en los museos; mas no por eso tenemos menos fuerza: el vigor verdadero reside en la cabeza. Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas! Hacedla florecer en el poema ; Sólo para nosotros Viven todas las cosas bajo el Sol. El Poeta es un pequeño Dios. ¡Dios vehemente de una raza de acero, automóvil ebrio de espacio, que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes! ¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua, nutrido de llamas y aceites minerales! ¡Hambriento de horizontes y presas siderales tu corazón se expande en su taf-taf diabólico y tus recios pneumáticos se hinchan para las danzas que bailan por las blancas carreteras del mundo! Suelto, por fin, tus bridas metálicas.., ¡Te lanzas con embriaguez al Infinito liberador! Al estrépito del aullar de tu voz… he aquí que el Sol poniente va imitando tu andar veloz, acelerando su palpitación sanguinolenta a ras del horizonte… ¡Míralo galopar al fondo de los bosques!... ¡Qué importa, hermoso Demonio! A tu merced me encuentro… ¡Tómame sobre la tierra ensordecido a pesar de todos sus ecos! ¡Bajo el cielo que ciega a pesar de sus astros de oro, camino exasperando mi fiebre y mi deseo, con el puñal del frío en pleno rostro! De vez en vez alzo mi cuerpo para sentir en mi cuello, que tiembla con la presión de los brazos helados y aterciopelados del viento. ¡Son tus brazos encantadores y lejanos que me atraen! Este viento es tu aliento devorante, ¡insondable Infinito que me absorbes con gozo… (…) ¡Montañas de las frescas capas de cielo!... ¡Bellos ríos que respiráis al claro de luna!... ¡Llanuras tenebrosas! Yo os paso el gran galope de este monstruo enloquecido… Estrellas, Estrellas mías, ¿oís sus pasos, el estrépito de sus ladridos y el estertor sin fin de sus pulmones de cobre? ¡Acepto con Vosotras la apuesta,... Estrellas mías… ¡Más pronto!... ¡Todavía más pronto ¡Sin una tregua¡ ¡Sin ningún reposo ¡Soltad los frenos!... ¡Qué! ¿No podéis?... ¡Rompedlos!... ¡Pronto! ¡Que el pulso del motor centuplique su impulso! iHurral ¡No más contacto con nuestra tierra inmunda ! ¡Por fin me aparto de ella y vuelo serenamente por la escintilante plenitud de los Astros que tiemblan en su gran lecho azul! ANEXOS Greguerías de Ramón Gómez de la Serna: a) El sueño es un depósito de objetos extraviados. b) Los recuerdos encogen como las camisetas. c) Los ceros son los huevos de los que salieron las demás cifras. d) Por los ojos nos vamos de la vida. e) ¿Y si las hormigas fuesen ya los marcianos establecidos en la Tierra? f) La historia es un pretexto para seguir equivocando a la humanidad. g) No confiéis demasiado en vuestro propio corazón, porque él os fallará en definitiva. h) A un mentiroso sólo lo cura un sordo. i) Hay tipos a los que es tan difícil sacarles una idea de la cabeza como el tapón que se ha hundido en la botella. j) Las espigas hacen cosquillas al viento k) El reloj del capitán de barco cuenta las olas. l) El viento es torpe: el viento no sabe cerrar una puerta. m) La ametralladora suena a máquina de escribir de la muerte. n) El lápiz sólo escribe sombras de palabras. o) El agua no tiene memoria: por eso es tan limpia. p) ¿Qué está haciendo en realidad la luna? La luna está tomando el sol. q) El perfume es el eco de las flores. r) Después de nudista se es huesista. s) El mar sólo ve viajar: él no ha viajado nunca. t) En el vinagre está todo el mal humor del vino. u) El espantapájaros semeja un espía fusilado. v) El tenedor es el peine de los tallarines. w) Abrir un paraguas es como disparar contra la lluvia. LOS POEMAS FIGURATIVOS O CARMINA FIGURATA Desde la antigua Grecia y durante la Edad Media, existieron, los carmina figurata, poemas figurativos en los que las palabras configuraban diferentes imágenes que hacían referencia al mensaje del texto (por ejemplo, en el caso de poemas religiosos, cruces o cálices). Igualmente florecieron los poemas-laberinto (realizados a partir de líneas de texto que se desplazan sobre el papel como si buscaran una salida y que representan a la vez la confusión y las dificultades que se plantea el ser humano a lo largo de su existencia). Este tipo de poemas fueron compuestos hasta entrado el período barroco y suponen un claro antecedente de los caligramas de Apollinaire. Poema laberinto Carmina figurata de un manuscrito hebreo del siglo XIV EJEMPLOS DE CALIGRAMAS