Investigación periodistica Unas cuantas preguntas sobre los incidentes del gas sarín. 1. ¿Por qué empecé esta investigación? 2. La advertencia de Vatanabe, el jefe del consejo de los abogados de Asahara. 3. Los fallecidos en cada línea del subte. 4. La línea Hibia desde Kitasenju hasta Nakameguro. 5. Las pruebas mencionadas hasta ahora también tienen que ser investigadas. 6. ¿Realmente era una caja lo que llevaba el empleado de la estación Takahashi en la línea Chioda desde Abiko hasta Yoyoguiehara (el cual más tarde falleció)? 7. La investigación de la relación entre varias líneas y trenes. 8. Unas cuantas preguntas sobre los incidentes del gas sarín. Parte 2: el caso en Matsumoto. Conclusión. Hideiaki Miura Parte 1: el atentado del gas sarín en el subte de Tokio. 1. ¿Por qué empecé esta investigación? El 20 de marzo de 1995 fui internado de urgencia debido a una enfermedad y no sabía que los diarios comunicaban sobre el incidente del gas sarín en el subte, el cual había ocurrido el mismo día. Más tarde leí que los delincuentes dejaban salir el gas sarín pinchando con la punta de unos paraguas las bolsas de plástico. En aquel entonces mi única pregunta era: “¿Cómo puede ocurrírsele a alguien cometer semejante delito?” Cuando empezaron las sesiones del juicio, la acusación del judicial tomó el mismo argumento, a saber: los miembros de AUM, involucrados en el atentado, llenaron bolsas de polietileno con gas sarín y lo liberaban pinchándolas con las puntas de unos paraguas. Yo estaba convencido de que eran culpables. Pero en otoño de 1997 en una biblioteca cercana empecé a leer los diarios Yomiuri, Asahi y Mainichi grabados en una micropelícula y publicados después del incidente, y descubrí varias contradicciones. Por ejemplo en Yomiuri escribían que el contenedor en el que estaba el gas sarín se parecía a un tapper para el desayuno, envuelto en un diario, tenía la forma de un tubo de unos 35 cm de diámetro, envuelto en dos paquetes de plástico, puesto dentro de una bolsa de papel que medía aproximadamente 20x20 cm y atado con una soga en forma de cruz. Estas descripciones indicaban claramente que no se trataba de unas simples bolsas de plástico. Pensé que esto merecía ser investigado e investigué los siguientes documentos con el objetivo de obtener datos sobre estos objetos sospechosos: Las notas de las sesiones del tribunal (mis propias) Las notas de las sesiones del tribunal (que estaban al alcance de todos) La información oficial de la fiscalía judicial La información oficial de los abogados defensores Diario Asahi Diario Yomiuri Diario Mainichi Diario Tokio Diario Sankei Diario japonés de economía Nikkei Kyodo News Revistas publicadas después del incidente Luego, sobre la base de estos datos yo trataba de aclarar las diferencias en la información de las distintas fuentes. Algunas personas expresaron la opinión de que las contradicciones en los diarios pueden ser explicadas como fugas de información de la policía o como una información no auténtica de alguna fuente. Algunos lectores podrían pensar de la misma manera, por eso yo quisiera explicar mi punto de vista con respecto a esto antes que avancemos. Primero vamos a ver la hipótesis de que la información contradictoria en distintos diarios, recibida de la policía, era simplemente incorrecta. Es cierto, la fuente de información en algunos casos era la policía, pero no toda la información publicada enseguida después del incidente provenía de la policía. Además de la policía, la información provenía de: Las víctimas del incidente Los testimonios de los testigos (no afectados) del atentado Los bomberos de Tokio (Tokyo Fire Defence Agency) Las fuerzas de defensa (Self Defence Force) Los bomberos y las fuerzas de defensa hasta cierto punto interactúan con los detectives de la policía. Pero estas dos entidades, a fin de cuentas, se diferencian de la policía y realizan sus propias investigaciones. Entonces surge una pregunta: ¿cómo se puede distinguir la información dudosa de la auténtica? Una parte de la información, publicada por la policía inmediatamente después del incidente, más tarde desapareció por causas desconocidas (subrayado por red.) En algunos casos, resultaba que la información que “desapareció” coincidía con otra información. En tales casos los datos mencionados anteriormente no pueden ser simplemente declinados como datos irreales. Es más, algunos de los datos “desaparecidos” contradicen a las conclusiones adoptadas por todos y hechas más tarde. Es más, no puedo evitar de usar las palabras “excepcional” y “extraordinario” con respecto a muchos informes del sumario policiaco sobre los incidentes en el subte y con respecto a la postura de la fiscalía judicial en el tribunal. Estos aspectos fueron la causa del fortalecimiento de mis sospechas. Las advertencias de Vatanabe, que encabezaba el consejo de los abogados de Asahara, son muy oportunas en este caso. Después de estudiar detenidamente los testimonios de los delincuentes de AUM, llegué a la conclusión de que merecen hasta cierto grado la confianza. Pero al mismo tiempo empecé a tener sospechas terribles de que en el atentado del gas sarín estaban involucradas personas que no pertenecen al grupo imputado. La información publicada inmediatamente después del atentado indicaba que éste fue realizado por los profesionales. Pero los datos que confirmaban esto, desaparecieron paulatinamente y quedaron sólo los datos que correspondían a la versión más reciente de los fiscales en el juicio. Asombrosamente muchos episodios desaparecieron sin explicaciones. Y nadie dio explicaciones satisfactorias a las contradicciones en los informes iniciales. Permítanme repetir: lo que les presento es el resultado de un análisis detallado de las fuentes mencionadas más arriba, y no son simples dudas o conjeturas casuales. Tengo ciertas suposiciones personales con respecto a qué significan estos detalles sospechosos de la información y por qué no les prestaron atención en lo sucesivo. Pero el objetivo de este artículo consiste en presentarles hechos concisos sobre el incidente. No voy a mencionar dichas suposiciones acá para no confundir. En este artículo denomino “delincuentes de AUM” a Ikuo Hayasi, Rio Toyoda, Kenichi Hiroshe y Yasuo Hayasi. No incluyo ahí a Masato Yakoyama, quien no hacía declaraciones, ni a Yoshihiro Inoue. 2. La advertencia de Vatanabe, el jefe del consejo de los abogados de Asahara. En principio, los juicios en Japón deberían estar basados en los hechos. Pero, en realidad, muchas de los juicios no son así. Es curioso que los jueces y también los fiscales realicen los juicios influenciados por el razonamiento de alguien y los prejuicios de la sociedad. Teniendo en cuenta la seriedad de esta situación, Osamu Vatanabe, quien encabezaba el consejo de los abogados de Asahara, experimentaba una crisis. Él una y otra vez hacía declaraciones como esta: “Parece que a menudo nos critican e insultan sólo por el hecho de que somos abogados de Asahara. Pero si nadie se atreviera a ser su abogado, esto sería una amenaza a los principios de la licitud, al propio sistema judicial. Y la defensa del sistema de la justicia es, al fin y al cabo, la defensa de los derechos y de la libertad de cada ciudadano”. Comentarios de Vatanabe. Weekly Friday, 28 de junio de 1996. “Si el juicio decide de antemano la culpabilidad del acusado sin ninguna prueba, es problema principal del sistema de la justicia. El problema que se evidenció en este juicio es que si no se concede una total equidad ante la ley, entonces los derechos no se garantizan en absoluto. Siento claramente este problema. Si hacemos una excepción en caso de Asahara, entonces podremos hacer excepciones en el futuro también. De modo que, defendiendo su derecho a un juicio justo, defendemos nuestros propios derechos”. 3. Los fallecidos en cada línea. Antes que nada quisiera hablar sobre la cantidad de los fallecidos en cada línea del subte. Está claro que hay más fallecidos en la línea Hibia desde Kitacenju hasta Nakameguro. Línea Hibia, desde Kitasenju hasta Nakameguro – 8 fallecidos. Línea Hibia, desde Nakameguro hasta Tobudobutsukoen – 1 fallecido. Línea Marunouchi, desde Oguikubo hasta Ikebukuro – 0 fallecidos. Línea Marunouchi, desde Ikebukuro hasta Oguikubo – 1 fallecido. Línea Chiioda, desde Abiko hasta Yoyogi-Uehara – 2 fallecidos. 4. Línea Hibia, desde Kitasenju hasta Nakameguro. En lo que atañe a la línea Hibia, desde Kitasenju hasta Nakameguro, hay muchas cuestiones que deberían ser estudiadas. Quisiera hablar sobre algunos detalles. Según el horario, el tren tenía que partir desde la estación Kitasenju e ir parándose en las estaciones: Minamisenju, Minova, Iria, Ueno, Nakaokachimachi, Akihabara, Kodenmacho, Ningyomachi, Kaiabacho, Hachobori, Tsukiji y luego hasta Nakameguro. Un poco antes de las 8:00, cuando el tren pasaba la estación Akihabara, los pasajeros empezaron a sentirse mal. 4-1. Objeto sospechoso encontrado en la estación Tsukiji y relacionado con la intoxicación (denominada por la prensa como una “botella”) desapareció. Como ya se dijo, en esta línea fallecieron más personas que en otras. En el juicio esto se explicaba que se habían utilizado tres contenedores con sarín, a diferencia de otras dos líneas. En otras palabras, la cantidad de las víctimas era tan alta, porque había más sarín en el vagón que en otras líneas. Pero, además de la pregunta sobre la cantidad de los contenedores, hay otra pregunta más irresuelta, la cual desde aquel entonces fue olvidada. En la estación Tsukiji fue encontrado un objeto sospechoso, el cual desapareció más tarde. Los informes en la prensa decían que este objeto en el momento de su retiro tenía aspecto de “fragmentos de vidrio”. Las víctimas también testimoniaron que vieron algo parecido a una “botella” y escucharon cómo se rompió. Esto se diferencia de una bolsa de nylon-polietileno que usó Yasuo Hayasi, al que acusaron del delito en esta línea. Vamos a ver el proceso durante el cual este objeto desapareció. 4-2. El cuartel general de la investigación al principio informó que los objetos sospechosos eran “seis”. En la actualidad el tribunal considera que había cinco bolsas de nylonpolietileno, las que contenían sarín. Sin embargo, según el informe que hizo el cuartel general inmediatamente después del incidente, había seis objetos sospechosos, los cuales, como se suponía, servían de contenedores para el gas venenoso. “En total había seis contenedores. Dos fueron confiscados en la estación Kasumigaseki, los otros en las estaciones Nakanosakaue, Hongosanchome, Tsukiji y Kodenmacho”. (Kyodo News, 20 de marzo de 1995) “Seis objetos sospechosos confiscados en cinco vagones”. (Mainichi, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) “Fueron confiscados seis objetos sospechosos. Fueron retirados de cinco estaciones: Kasumigaseki, Tsukiji, Hongosanchome, Nakanosakaue y Kodenmacho”. (Sankey, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) 4-3. Más tarde empezaron a informar que eran “cinco”. Dos días después del atentado su cantidad cambió de seis a cinco. “Cinco objetos retirados de cinco vagones”. (Yomiuri, emisión vespertina, 22 de marzo de 1995, p. 1) “En total son cinco objetos confiscados de la misma cantidad de vagones”. (Yomiuri, emisión vespertina, 24 de marzo de 1995, p. 19) “Cinco objetos retirados de la misma cantidad de vagones”. (Asahii, emisión matutina, 26 de marzo de 1995, p. 35) 4-4. En el tribunal fue declarado que fueron encontrados cinco objetos y 11 bolsas de plástico. Más tarde informaron que los objetos sospechosos eran cinco y las bolsas de plástico once, lo cual coincide con la posición actual del tribunal. Los fiscales insisten que había cuatro contenedores de nylon-polietileno, cada uno de los cuales contenía dos bolsas de polietileno, y en un contenedor había tres. Resultan cinco, o sea, había cinco objetos sospechosos. “En total son once bolsas especiales de plástico”. (Yomiuri, emisión matutina, 31 de marzo de 1995, p. 1) “En total son once bolsas”. (Nikkey, emisión vespertina, 31 de marzo de 1995, p. 15) “En total las bolsas de plástico son once”. (Sankey, emisión vespertina, 31 de marzo de 1995, p.11) “En total son once bolsas”. (Kyodo News, 31 de marzo de 1995) 4-5. La cantidad de los objetos sospechosos se transformó en cinco porque el objeto sospechoso que consistía en fragmentos de una botella y encontrado en la estación Tsukiji desapareció. Según los informes de los diarios hasta la mañana de 21 de marzo había seis objetos sospechosos. Incluso indicaban las estaciones concretas: Kasumigaseki (dos objetos encontrados en las líneas Hibia y Chioda), Tsukiji, Hongosanchome, Nakanosakaue y Kodenmacho. Pero más tarde su cantidad cambió a cinco, porque el objeto sospechoso encontrado en la estación Tsukiji desapareció. Cierto objeto sospechoso fue confiscado en la estación Tsukiji, pero este tema nunca más se debatió. Como se informaba, el objeto confiscado en la estación Tsukiji eran fragmentos de una botella. “En la estación Tsukiji fueron confiscados líquido, que estaba derramado en el piso, y también fragmentos de una botella transparente. Los testigos dijeron que la botella al principio estaba en un estante y luego alguien la tiró a propósito”. (Sankey, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) “En la plataforma de la estación Kodenmacho fue encontrada una parte del contenedor, que, como se supone, contenía sarín; y el resto fue confiscado del vagón en la estación Tsukiji”. (Yomiuri, emisión matutina, 26 de marzo de 1995, p. 35) “Los pasajeros caían uno tras otro en cuatro estaciones hasta la estación Tsukiji. A las 8:21 fue encontrada una bolsa más en la estación Tsukiji. Dentro de ésta había un contenedor que medía unos 20 cm de largo y ancho y se parecía a un tapper para el desayuno. Dos de estos contenedores fueron confiscados en la estación Kamigaseki, y un contenedor en cada una de las estaciones: Nakanosakaue, Hongosanchome, Tsukiji y Kolenmacho. Así que en total eran seis contenedores”. (Weekly Bunshun, 30 de marzo de 1995) “Hasta ahora las fuentes del gas venenoso, posiblemente del sarín, fueron confiscados en las estaciones Kasumigaseki, Tsukiji, Hongosanchome y Kodenmacho, en tres líneas de subte de Tokio. En total son seis contenendores.” (Sankei, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) 4-6. Otros informes de la prensa sobre los “fragmentos de vidrio”. “Esto no sólo atañe a la línea Hibia; había otros informes en la prensa que confirmaban la confiscación de “fragmentos de vidrio” y “fragmentos de una botella”. El Cuartel General de Investigación del Departamento de la Policía Metropolitana informó el 22 de marzo que los objetos sospechosos que fueron dejados en algunos vagones durante el atentado del gas sarín, cuando el gas venenoso fue liberado en varios vagones del subte metropolitano, aparentemente eran unos recipientes de vidrio parecidos a los matraces de laboratorio, que contenían varios componentes químicos disueltos en un disolvente de una manera tal que cuando los recipientes fueron rotos, sus contenidos se mezclaron y se produjo sarín. Según los datos de la investigación, algunos de los objetos sospechosos fueron empaquetados en envases planos del tamaño de un tapper, dentro de los cuales fueron encontrados muchos fragmentos de vidrio. Se parecían a los fragmentos de unos matraces de vidrio con forma de tubo. Además de esto, una botella de vidrio fue confiscada en la estación Kasumigaseki de la línea Hibia. En el otro tren en la línea Hibia los pasajeros informaron que habían escuchado el sonido de un vidrio rompiéndose un poco antes de la aparición de un olor raro.” (Mainichi, emisión matutina, 23 de marzo de 1995, p. 1) 4-7. Numerosos testimonios sobre una “botella”; varias personas habían escuchado el “sonido parecido al de una botella rompiéndose”. Algunos pasajeros no sólo vieron una botella, sino también escucharon como se rompía. Al menos tres personas escucharon esto: un hombre de Adachi Vard, Takanori Tanaka de la ciudad Kasukabe y Shie Abiru de la ciudad Koshigaya. Ellos escucharon ese sonido en las estaciones Akihabara, Ningyomachi y Hachobori. Este sonido al lector le puede parecer ordinario, pero a los testigos les pareció importante. Lo curioso es que en otras líneas no había nadie que escuchara el “sonido parecido al de una botella rompiéndose”. “No sólo se escuchó el sonido de un vidrio rompiéndose, sino también había “fragmentos de una botella de vidrio transparente” confiscados en la estación Tsukiji.” (Sankei, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) Por consiguiente, esta pregunta sobre la botella no se puede omitir. “En el trayecto desde Hachobori hasta Tsukiji se cayó y se rompió una botella en el tercer vagón.” (Las palabras que Karuo Kavana escuchó de una persona que estaba en el lugar del incidente. Sankei, emisión vespertina, 20 de marzo de 1995, p. 1) “Ni bien el tren partió de la estación Hachobori hacia la estación Tsukiji, ¡Crash! –escuché un sonido, como si se rompiera una botella– .” (Shie Abiru de la ciudad Koshigaya, prefectura Saitama. Weekly Woman, 4 de julio de 1995, p. 214) “En la estación Tsukiji fueron confiscados líquido, que estaba derramado en el piso, y también fragmentos de una botella transparente. Los testigos dijeron que la botella al principio estaba en un estante y luego alguien la tiró a propósito”. (Sankey, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) “La botella se cayó del estante y se rompió”. (Weekly Bunshun, 30 de marzo de 1995, p. 31) “Escuché el sonido de una botella rompiéndose justo antes de la estación de Ningyomachi.” (Un comerciante de Adachi Ward. Sankei, emisión vespertina, p. 11) “Escuché el sonido de un vidrio rompiéndose detrás de mí.” (Takanori Tanaka, comerciante de la ciudad Kasukabe, prefectura Saitama. Mainichi, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 2) “Cuando el tren partió de la estación Akihabara, escuché el sonido de un vidrio rompiéndose.” (Takanori Tanaka, comerciante. Weekly Woman, 11 de abril de 1995, p. 22) 4-8. La actitud poco natural del detective que negaba la posibilidad de la existencia de una “botella de vidrio”. Mitsuri Yoshiaki estuvo conversando con el detective sobre un objeto sospechoso y le dijo: “Esto era una cosa que se parecía a la parte superior de una botella de plástico”, “pensé que se había roto una botella de vidrio”. Pero el detective le contestó: “No, no había ninguna botella”. (Mitsuri Yoshiaki, 54 años. Underground, redactor Haruki Murakami, p. 406-408) El testigo puede equivocarse con respecto al objeto, pero en este caso el detective tenía que estar más atento y aclarar por qué Yoshiaki se equivocaba. Este incidente nos hace pensar que la policía desde el principio decidió evitar juntar testimonios sobre cosas tales como “la parte superior de una botella de plástico” o “botella de vidrio”. 4-9. La aparición de humo blanco y el primer informe sobre un “incendio después de una explosión”. El primer informe sobre lo ocurrido era el siguiente: “A las 8:16 nuestro hospital recibió la primera llamada del Servicio de los Bomberos. (…) Escuchamos que “surgió un incendio después de una explosión en las estaciones Kodenmacho y Tsukiji”.” (La declaración de Yoshiko Yoshii, director del Departamento de Amparo del Hospital Internacional Seiroka. Japanese Hospital Society Journal, julio de 1996) En otras líneas de subte había pocos o nada informes sobre el humo blanco. Pero el vagón en la línea Hibia después de la estación Kitasenju estaba bastante lleno de humo y esto lo difiere de los incidentes en las otras líneas. El primer informe sobre el incidente era: “un incendio después de una explosión”, el informe no sólo se basaba en la presencia de un humo blanco, sino también en el sonido de un vidrio rompiéndose que tenía relación con el humo blanco. (Woman Seven, 13 de abril de 1995, p. 36-37) “La alarma empezó a sonar cuando el tren llegó a la estación Tsukiji a las 8:06.” (Tokyo, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 26) “En la estación Tsukiji había una alarma sobre una bomba de humo o algo parecido” (Sumio Tokida, 45 años. Underground, p. 62) El primer informe que recibió el Centro de Dirección de Subte del maquinista desde la estación Tsukiji decía: “Un vagón está lleno de un humo blanco debido a algo parecido a una explosión, unas cuantas personas están heridas y tiradas.” Como resultado, a lo largo de cierto tiempo el incidente se identificaba como “explosión en la estación Tsukiji” y esta información fue enviada a todas las estaciones de cada línea. (Underground, p.357) “El tren estaba lleno de un humo blanco.” (Kyodo, 27 de marzo de 1995) “Después de las 8, cuando en la línea Hibia el tren “Nakameguro – Tobudobutsukoen” salió de la estación Roppongi, de repente apareció un humo blanco y luego un olor extremadamente raro.” (Mainichi, emisión vespertina, 20 de marzo de 1995, p. 1) “Un vagón del tren que salió de Kitasenju estaba lleno de un humo blanco, indicando a una sorpresiva aparición del gas sarín.” (Kyodo, 27 de marzo de 1995) “En dos vagones el humo salía de unos objetos sospechosos.” (Kyodo, 27 de marzo de 1995) 4-10. El origen del humo blanco. Existen varias teorías de la aparición del humo blanco. Una teoría verosímil es que el humo era un efecto colateral de “diisopropil metilfosfonato”, el cual se produce a través de la reacción química de dos líquidos al mezclarse. El método de mezclar dos productos químicos antes del uso se llama método binario. “Los expertos dicen que existen varios métodos para la producción del sarín, pero el método binario está destinado a que surja rápido la reacción química al mezclar metilfosforildifluorido e isopropanol. El resultado de esta mezcla es metilfosfonato, que produce humo blanco. (Kyodo, 27 de marzo de 1995) 4-11. El profesionalismo del método binario. El uso del método binario significa que se puede transportar los componentes químicos que todavía no son el producto final. Esto hace más seguro y cómodo el manejo de estos productos químicos mortales, porque en caso de una fuga esto todavía no es sarín. Por el contrario, el transporte del gas sarín en su forma final expondría la vida de los delincuentes al peligro en caso de una fuga prematura. Así que el método binario es muy cómodo. En caso en que estos productos envejezcan para el uso bélico, podrán utilizarse fácilmente para fines pacíficos. Puesto que estos productos pueden utilizarse para otros objetivos, y es difícil que se descompongan, todas las formas de uso posibles del método binario serán estudiadas desde este momento. (Tactical Military Knowlege, redacción de Journalist Club Military Circle, 1 de diciembre de 1984, p. 224-226) 4-12. La policía informó que la causa del humo blanco era el “metilfosfonato de diisopropilo” y que fue utilizado el “método binario”. “Al principio la policía informó que podría ser utilizado el método binario. Por supuesto, el método binario podría explicar la aparición del humo blanco. Además de esto, en un vagón fueron encontrados restos de metilfosfonato, un producto colateral que se forma al producirse el sarín. El vagón en la línea Hibia estaba lleno de humo blanco, lo que indicaba una rápida aparición del sarín. Entre todas las cinco líneas la más dañada fue línea Hibia.” (Kyodo, 27 de marzo de 1995) (1) Metilfosfonato de diisopropilo es un producto colateral de la producción del sarín, fue encontrado junto con el sarín. (2) Según los testimonios el humo blanco salía de unos objetos sospechosos en dos vagones. (3) El periodo de tiempo desde la aparición del sarín hasta la aparición de las víctimas y la cantidad de las victimas difieren en cada caso. (Kyodo, 27 de marzo de 1995) “Metilfosfonato de diisopropilo, un producto colateral de la producción del sarín fue encontrado en el lugar del incidente. El Cuartel General de Investigación considera que los delincuentes pusieron en algunos recipientes de vidrio dos tipos de productos químicos líquidos, necesarios para la producción del sarín, mezclados con un disolvente. Más tarde, rompiendo los recipientes, ellos mezclaron las sustancias químicas y fue liberado sarín.” (Mainichi, emisión matutina, 23 de marzo de 1995, p. 1) “El Cuartel General de Investigación de la Policía Metropolitana el 24 de marzo informó que el sarín, utilizado en los incidentes en el subte de Tokio fue producido cuando el delincuente golpeando con el pie o de alguna otra manera rompió los recipientes, liberando el sarín transcurridos unos cuantos minutos. De esta manera, los delincuentes podían escapar del lugar del delito después de la destrucción de los recipientes, pero antes de que el sarín se difundiera. Es probable que el atentado fue hecho por profesionales.” (Yomiuri, emisión vespertina, 24 de marzo de 1995, p. 19) “Unas cuantas sustancias químicas fueron disueltas en un disolvente y puestas en recipientes de vidrio separados, parecidos a unos matraces. Cuando los delincuentes rompieron los recipientes y mezclaron los productos químicos, se produjo sarín. (Mainichi, emisión matutina, 23 de marzo de 1995, p. 1) “En cada contenedor había dos recipientes cerrados y si eran golpeadas, por ejemplo, si recibían una patada, en cada contenedor se producía sarín.” (Yomiuri, emisión vespertina, 24 de marzo de 1995, p. 19) “Probablemente los delincuentes elaboraron el sarín mezclando estas dos sustancias químicas en el lugar del delito, necesarias en la etapa final de la producción del sarín.” (Nikkei, emisión vespertina, 27 de marzo de 1995, p. 15) “Probablemente utilizaron el método binario. Los productos químicos, necesarios para la producción del sarín y mezclados con una sustancia parecida al alcohol, estaban en bolsas separadas y fueron mezclados en los vagones.” (Kyodo, 27 de marzo de 1995) 4-13. Más tarde el metilfosfonato de diisopropilo desapareció del caso. Entonces, ¿cómo se explica la aparición del humo blanco? “El metilfosfonato de diisopropilo no figuraba en la primera declaración de los fiscales en el juicio. En la declaración se decía que el hexano y la dietilanilina ya estaban mezclados y formaban sarín líquido. Entonces, ¿a dónde se perdió el metilfosfonato de diisopropilo, que fue encontrado según la primera declaración de la policía? ¿Cómo se puede explicar la aparición del humo blanco sin éste?” (La primera declaración en una sesión del juicio sobre Asahara, 25 de abril de 1996) La aparición del humo blanco en el incidente con el gas sarín en Matsumoto era evidente. Es posible que por esta razón los fiscales en este caso admitieron que el metilfosfonato de diisopropilo existió, pero afirmaban que esta sustancia se encuentra en el sarín líquido como un componente.” 4-14. Cuando el método binario también desapareció del caso, se hizo más difícil explicar la aparición del humo blanco. El método binario también fue descartado. El 31 de marzo fue declarado que el sarín fue llevado al lugar del atentado en forma preparada. Pero si el sarín ya estaba preparado, ¿cómo explicar la aparición de una gran cantidad de humo blanco en la línea Hibia? Por supuesto, tenemos que estudiar la teoría en la que insistían los fiscales, según la cual el humo blanco era un producto de una sustancia que forma parte del sarín líquido preparado. Sin embargo, quedan dudas por más que esta teoría sea verídica. Con el gas en su forma preparada no ocurriría semejante cosa, con una alta temperatura esto no causaría cambios físicos que ocurrieron en el lugar del incidente. En este caso el metilfosfonato de diisopropilo, o la sustancia que se parece a un humo blanco al evaporarse, podría solamente fluir y el humo blanco no habría podido llenar el vagón. Al fin y al cabo la aparición del humo blanco dejaron sin ninguna explicación. Más tarde ni los fiscales ni la policía daban explicaciones con respecto al método binario. “Se consideraba que las sustancias químicas, necesarias para la producción del sarín, fueron transportadas por separado y el sarín fue fabricado en el lugar del delito. Pero ha resultado que al lugar del delito fue llevado un sarín preparado.” (Nikkei, emisión vespertina, 31 de marzo de 1995, p. 15) Cada bolsa de plástico era independiente de las demás. El Cuartel General de Investigación considera que el sarín no fue producido como una reacción química en el lugar del delito, sino fue llevado ahí en forma preparada. (Sankei, emisión vespertina, 31 de marzo de 1995, p. 11) 4-15. ¿Quién era la persona de Kodenmacho? Ahora quisiera hablar sobre los testimonios de quienes vieron a los delincuentes. En primer lugar vamos a hablar sobre el “hombre de Kodenmacho”. El “hombre de Kodenmacho” apareció por primera vez en un artículo del diario “Tokio” del 21 de marzo de 1995. Es curioso que un título grande en la primera página de “Yomiuri” del 28 de marzo decía: “La persona internada puede ser un sospechoso”. Pero en la emisión vespertina del mismo día el “hombre de Kodenmacho” fue olvidado con facilidad: “el hombre internado en Tokio fue identificado por los detectives el 28 de marzo y no está vinculado con el delito”. (Yomiuri, emisión vespertina, 28 de marzo) Pero tenemos que preguntar, por qué la policía considera que este hombre no está vinculado con el delito. Antes que nada, había un objeto misterioso que alguien tiró a la plataforma con un puntapié. Luego estaba el “hombre de Kodenmacho”. Había una persona que discutía con el “hombre de Kodenmacho”. Había personas que corrieron tras el “hombre de Kodenmacho” y gritaban “¡Él lo hizo!”, cuando el hombre empezó a escapar. La gente que estaba en el lugar del incidente miraba con mucha desconfianza al “hombre de Kodenmacho”. Tengo que señalar que este “hombre de Kodenmacho”, quien bajó del tren en Kodenmacho, evidentemente no es el acusado Yasuo Hayasi, quien bajó en la estación Akihabara, una estación antes. Para aclarar más esta cuestión vamos a comparar la vestimenta de Yasuo Hayasi y del “hombre de Kodenmacho”. Yasuo Hayasi en el interrogatorio declaró que estaba vestido con una chaqueta. (Declaración de Yasuo Hayasi, 66.º sesión del juicio sobre Asahara, 13 de febrero de 1998) Esto difiere de la vestimenta del “hombre de Kodenmacho”, quien, según informaban, estaba vestido “con un abrigo oscuro que le llegaba a las rodillas”. La aparición del “hombre de Kodenmacho”: “Los testigos vieron que el hombre internado había puesto un objeto sospechoso, envuelto en una bolsa de plástico, en el piso del tercer vagón de la línea Hibia y luego bajó en la estación Kodenmacho. Uno de los pasajeros gritó “¡Cuidado!” y con un puntapié tiró el objeto a la plataforma. Luego de ahí empezó a salir un líquido gris difundiendo un olor específico. El hombre empezó a escapar, y algunos pasajeros lo persiguieron. Luego, debido al efecto del veneno, el hombre cayó, y fue internado junto con otros pasajeros. Ahora este hombre se encuentra en un hospital, pero todavía no se recuperó y no está en condiciones de responder a las preguntas. El objeto misterioso, que este hombre supuestamente puso en el tren, era un contenedor en forma de un tubo que medía 35 cm de diámetro y altura. Estaba envuelto en una bolsa de plástico y hojas de diarios, y posiblemente contenía sarín líquido. (Tokyo, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) “El hombre sospechoso fue notado después de la estación Akihabara. En el tercer vagón, que después se llenó de un olor extraño, vieron a “un hombre que estaba sentado y que tenía en las manos un paquete envuelto en hojas de diarios” y a un “hombre que se levantó después de poner un objeto sospechoso debajo del asiento”. A ambos testigos les pareció que era un hombre de aproximadamente entre 40 y 50 años, vestía un abrigo oscuro que le llegaba a las rodillas y usaba gafas oscuras. Ambos testigos, parece, señalan a la misma persona.” (Yomiuri, emisión matutina, 26 de marzo de 1995, p. 35) “El hombre subió en la estación Akihabara y se sentó al lado de la puerta en el tercer vagón. Tenía puestas gafas oscuras, vestía un abrigo oscuro que le llegaba a las rodillas, su boca estaba tapada con una máscara. Los testigos dicen que él tenía en las manos un paquete del tamaño de un tapper, envuelto en hojas de diarios, y lo sostenía como si fuera una cosa importante. Una mujer que estaba sentada en frente de él dijo que lo había recordado porque él tenía un aspecto muy peculiar. Cuando el tren se estaba deteniendo antes de la estación Kodenmacho, el hombre se paró, puso el paquete al lado de la puerta y lo pinchó con la punta de su paragua. La envoltura se rompió y el vagón se llenó de humo blanco y un olor extraño.” (Woman Seven, 13 de abril de 1995, p. 36 – 37) El pasajero que estaba discutiendo con el “hombre de Kodenmacho”: “El hombre tenía aspecto de 40 – 50 años, vestía un abrigo oscuro que le llegaba a las rodillas y tenía puestas gafas para el sol. Ambos testigos, parece, hablan sobre la misma persona. Además de esto, en el informe se dice que este hombre “discutía con otro que también usaba gafas y tenía aspecto de 30 – 40 años.” (Yomiuri, emisión matutina, 26 de marzo de 1995, p. 35) “Un hombre de unos 30 años estaba al lado del “hombre de Kodenmacho” y discutía con él. Luego surgió un alboroto en el vagón.” (Woman Seven, 13 de abril de 1995, p. 37 – 38) Cómo el objeto misterioso fue tirado a la plataforma: “En la estación Kodenmacho encontré en el vagón un paquete envuelto en hojas de diarios del cual se filtraba líquido. Con un puntapié lo tiré a la plataforma. En la estación Hachobori sentí un dolor y bajé. (Yasuhiro Nakamura, 25 años, 11.º sesión del juicio sobre Asahara, 4 de octubre de 1996) “Cuando uno de los pasajeros, gritando “¡Cuidado!”, con un puntapié tiró un contenedor a la plataforma, de éste salía un líquido gris y se propagaba un olor venenoso.” (Tokyo, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) “Un hombre que estaba al lado de la puerta con un puntapié tiró un objeto sospechoso a la plataforma.” (Yomiuri, emisión matutina, 26 de marzo, p. 35) “Otro pasajero con un puntapié tiró el paquete. Éste se cayó cerca del cimiento de la plataforma y un líquido blanco salía de él.” (Woman Seven, 13 de abril de 1995, p. 36 – 37) Otros informes sobre este tema: “El hombre empezó a escapar y algunos pasajeros lo persiguieron. Pero luego el hombre se cayó debido al efecto del veneno y fue internado junto con otros pasajeros. (Tokyo, emisión matutina, 21 de marzo de 1995, p. 1) “Vi a varias personas que corrieron tras el hombre y gritaban “¡Él lo hizo!”. Luego dos personas se cayeron. (Yomiuri, emisión matutina, 26 de marzo de 1995, p. 35) “El hombre se escapaba y dos personas lo perseguían.” (Makiko Hirayama, Metropolitan, p. 443) “Cuando el tren se detuvo en la estación Kodenmacho y se abrió la puerta, el hombre empezó a escapar por la plataforma, otros pasajeros corrían tras él gritando “¡Deténgase!”. Eran las 7:58. El hombre que corría por la plataforma y uno de los pasajeros que los perseguía de repente cayeron”. (Woman Seven, 13 de abril de 1995, p. 36 – 37) 4-16. La persona que se indignó por ser confundida con el “hombre de Kodenmacho”. Akihisa Kaneko se indignó porque lo confundieron con el “hombre de Kodenmacho”, con el delincuente. Kaneko estaba en el vagón que estaba detrás del que ocurrió el incidente, así que él, evidentemente, es inocente. De hecho su vagón estaba cuatro o cinco vagones atrás del vagón en el que viajaba el “hombre de Kodenmacho”. Según los testimonios de muchos testigos es evidente que el vagón en el que viajaba el “hombre de Kodenmacho” era vagón A720. Kaneko no es el “hombre de Kodenmacho” y no es el delincuente. Pero la historia no termina con esto. La causa por la que la mencioné es que la historia con Kaneko complica la situación con el “hombre de Kodenmacho”. Algunos representantes de los medios de comunicación llamaban a Kaneko “hombre de Kodenmacho”, en parte porque Kaneko a sí mismo se llamaba así y fue dicho que el problema con el “hombre de Kodenmacho” estaba resuelto. Pero en realidad el problema con el “hombre de Kodenmacho” fue dejado de lado y no fue resuelto. Mencioné a Kaneko para aclarar la cuestión. (Referencias: “No obstante seguimos viviendo”; “Colección de los ensayos escritos por las víctimas del atentado del gas sarín en el subte”; Woman Seven, edición de 13 de abril de 1995, p. 36 – 37; Akihisa Kaneko, Underground, p. 607 – 616) 4-17. ¿Quién era la persona de edad media que gritaba “¡sarín, sarín!” al poco tiempo del incidente? Para las personas que estaban en el lugar del incidente la causa del incidente tenía que ser desconocida completamente. Pero cuando el tren se detuvo en la estación Tsukiji, los pasajeros vieron a un hombre de edad media que se iba diciendo “sarín, sarín”. En las otras líneas no ocurrió semejante cosa. Es posible que lo haya pensado casualmente, como en caso del incidente con el gas sarín en Matsumoto un año antes, pero desconocemos la verdad.” (Koichiro Makita, 34 años, Underground, p. 395) 4-18. ¿Quién era él según los testimonios de los testigos? En adición a los testigos mencionados anteriormente, había otros que hablaban sobre otros delincuentes, además de Yasuo Hayasi y el “hombre de Kodenmacho”, quienes subieron al tren en la estación Akihabara. Yo no sé si estas personas tenían algo que ver con este asunto, pero voy a mencionarlas para mayor información. “Cuando el tren pasó la estación Iria, cinco minutos antes del incidente los testigos vieron a una persona… Tenía aspecto de unos cuarenta años y medía unos 170 cm. Su cara cubría una máscara grande y usaba anteojos con una montura negra. Sus ojos parecían ser grandes.” (Kyodo, 1 de abril de 1995) Había una mujer desconocida con cabello largo que con ambas manos sostenía un paquete que se parecía a un tapper, el cual posiblemente fue la fuente del sarín. Esta mujer bajó presurosamente en la estación Akihabara… El paquete, que estaba envuelto en hojas de diarios fue dejado debajo del asiento en el que estaba sentada esta mujer. (Sankei, emisión vespertina, 22 de marzo de 1995, p. 10) 4-19. El daño en la línea Hibia desde la estación Kitasenju difería de las otras líneas. A comparación con otras líneas el incidente en la línea Hibia desde Kitasenju era un verdadero desastre. Algunos pasajeros, que estaban allí, entraron en pánico, otros gritaban enojados o maldecían en el vagón. Por otro lado, las víctimas en otras líneas primero empezaban a toser o simplemente sentían olor. Después de esto su estado paulatinamente empeoraba y, en el peor de los casos, uno se moría. Por ejemplo, una persona durante unos cinco minutos sostenía en las manos el objeto sospechoso, quitaba y limpiaba sarín, luego bajó del tren sin ningún dolor. Los otros pasajeros observaban esto tranquilamente. El desastre en la línea Hibia no se limita sólo al incidente, la cantidad de las víctimas en la línea Hibia desde Kitasenju es mucho mayor que en otras líneas. Como fue dicho anteriormente, en la línea Hibia fallecieron ocho personas, esto es cuatro veces más que la cantidad de los fallecidos en la línea Chiyoda, que ocupa el segundo lugar por la cantidad de las víctimas. La cantidad de las víctimas promedio en otras cuatro líneas es una persona, así que la cantidad de los fallecidos en la línea Hibia es ocho veces más. Por eso podemos decir que hay una gran diferencia entre la línea Hibia y otras líneas. A juzgar por la descripción de lo ocurrido en la línea Hibia desde Kitasenju, los resultados fueron mucho más devastadores que en otras líneas: “El vagón en la línea Hibia desde Kitasenju se había llenado de humo blanco, lo cual indica a un brusco vertido del sarín y a que el daño fue el más grande de las cinco líneas. (Kyodo, 27 de marzo de 1995) “Cuando el tren se detuvo en la estación Tsukiji y se abrió la puerta, por lo menos cuatro personas, una tras otra, se cayeron a la plataforma.” (Kenichi Yamazaki, Underground, p. 381) “Cuando el tren llegó a la estación Tsukiji, escuché un grito alto de una mujer “¡Socorro!”” (Atsushi Hiranaka, Underground, p. 363) “Recuerdo que cuando el tren se detuvo en la estación Tsukiji, a través del portavoz notificaron: “Se cayó una persona enferma… ¡Oh! Dos personas se cayeron” –esto se escuchó claramente–. Poco tiempo después dijeron: “¡Tres personas se cayeron!”. El ingeniero estaba en pánico; al principio él trataba de dar información a los pasajeros, pero luego se embrolló y dejó de comprender la situación. Al final él gritó: “¡¿Qué sucede?!”. Gritaba en el micrófono. (Takanori Ichiba, Underground, p. 371) En la estación Tsukiji de la línea Hibia, en el tercer vagón del tren que partió de la estación Hachobori, cerca de las 8:02, de un estante se cayó una botella y se rompió. Aproximadamente diez pasajeros que estaban cerca del lugar se cayeron, a algunos de ellos les sangraba la nariz, otros perdieron la conciencia. (Sankei, emisión vespertina, 20 de marzo de 1995, p. 11) “En el trayecto desde Hachobori hasta Tsukiji, en el tercer vagón se cayó y se rompió una botella; y enseguida se cayó una persona.” (Sankei, emisión vespertina, 20 de marzo de 1995, p. 11) Después de que el tren partiera de la estación Akihabara, Shie se sintió mareada y le empezó a doler la cabeza. Esto no era un resfrío, tampoco era una menstruación, pero ella se sentía enferma. Ella pensó que podría descansar en el trabajo y sentirse mejor, por eso estaba esperando la estación Guinza. Después de las 8:00, cuando el tren partió de la estación Hachobori, se escuchó el sonido de una botella rompiéndose y, luego, apareció un olor que se parecía al olor del alcohol o de una sustancia desinfectante. Ella vio líquido en el piso. En el vagón, que estaba lleno, empezó a formarse un espacio vacío. “Esto era sarín. Después del sonido de la explosión apareció olor.” Después de poco tiempo un hombre de edad media dejó caer al piso una bolsa de papel y de repente comenzó a gemir. Ella se asombró por lo que estaba ocurriendo y el hombre se cayó de espalda. Los otros pasajeros también se asombraron y preguntaban: “¿Qué ocurre?”, luego empezaron a escucharse gritos de voces enojados y asustados “¡Abran la puerta!” y “¡Detengan el tren!”. Los pasajeros caían uno tras otro, la mujer estaba sentada agarrando su cabeza con las manos, el hombre lloraba. “Yo no sabía lo que ocurría. Alguien apretó el botón de la alarma, pero el tren seguía avanzando. Cuando las puertas, al fin y al cabo, se abrieron en la estación Tsukiji, los pasajeros bajaban a la plataforma y se caían uno tras otro”. (Shie Abiru de la ciudad Koshigaya, prefectura Saitama, Weekly Woman, 4 de julio de 1995, p. 214) La descripción de lo ocurrido en la línea Chioda; el daño fue moderado, como en otras líneas: “Cuando subí al tren dos empleados de la estación estaban limpiando el piso delante de mí. El líquido salía de la caja como si fuera agua… Por supuesto, entonces yo no sabía, pero prácticamente esto era sarín… Un empleado de la estación sacó la caja que estaba en el piso y el tren partió. Más tarde supe que el empleado que retiró el paquete, un representante de la estación Kasumigaseki, falleció. Un empleado más se murió al día siguiente. El tren fue detenido en la estación aproximadamente durante cinco minutos, y durante este tiempo los empleados lavaban el piso delante de mí… Se parecía a como si alguien dejara algún producto corruptible, pero nadie se levantó y pasó a otro lugar. (Mitsuteru Izutsu, Underground, p. 95 – 96) (Continuará)