Presentación de PowerPoint

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“Las Alianzas Regionales y su
Vinculación con una Eventual
Unificación Coreana”
Martín Pérez Le-Fort
Director
Centro Asia-Pacífico
[email protected]
Parte del Proyecto de Investigación “Korean Unification:
Historical Outline of Presumptions, Perceptions and Policies“
desarrollado en el Programa de Estudios Coreanos del
Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de
Chile con financiamiento de la Academia de Estudios
Coreanos.
http://www.cap.iei.uchile.cl/
Seminario Internacional
“Las Alianzas Regionales en la Península Coreana”
Santiago de Chile, 14 de Enero de 2008
China Imperial. Influencia histórica.
Interviene apoyando diversos bandos
coreanos.
Japón Imperial.
Influencia creciente,
especialmente a partir
del período Tokugawa.
Intentos de invasión.
Debilitamiento de la dinastía Qing
en el Siglo XIX. Fracaso de la
modernización china
Siglo XIX
Modernización
exitosa
japonesa en el
Siglo XIX y
militarismo
Problemas internos e
internacionales con Japón,
débil influencia
Fines del Siglo
XIX y primera
mitad del XX
Creciente
influencia rusa
Hegemonia
regional japonesa,
especialmente
luego de la victoria
sobre los rusos.
URSS
Participación china en
Guerra de Corea
EEUU
Japón como base
Siglo XX. Fin de de operaciones
Segunda Guerra norteamericana
Mundial. Dos
Coreas.
Las Alianzas Regionales
En general, y a partir de los que hemos
visto, podemos visualizar una transición
importante de las alianzas regionales des de
el fin de la Guerra Fría. Durante la Guerra
Fría nos encontramos con una Corea del
Norte, que a través de la “Juche”, buscaba
mantener cierta cercanía con la URSS y
con la República Popular China, pero
manteniendo un cierto equilibrio, que
impidiera caer completamente en la órbita
de uno de estos actores. Cabe recordar que
Corea del Norte era más desarrollado
económicamente que Corea del Sur hasta
la llegada de la década de los 70’s.
Con la llegada de Gorbachev se dió una
política hacia ambas Coreas, a la cual
siguió una política similar por parte de
China, que estaba des-ideologizando su
Política Exterior. En este contexto, nos
encontramos con una Corea del Norte cada
vez más aislada, con sus viejos aliados
buscando una política de compromisos e
integración económica con su rival del sur.
Por otra parte, Corea del Sur, estrecha
aliada de EE.UU. durante las dictaduras
militares, comienza a transitar hacia una
cercanía mayor hacia otros actores. Ya
desde la Nordpolitik del Presidente Roh
Tae-woo, que apuntaba a mejorar las
relaciones con los países socialistas,
comenzó a integrarse de forma más
sustantiva con China. Este país, como
hemos visto, profundizó los lazos con Corea
del Sur a un punto en que resulta difícil
juzgar el alcance y profundidad de una
asociación estratégica futura. La relación
de China con Corea del Norte es sólo
formal.
Rusia y Japón no tienen demasiada
injerencia en el futuro de Corea y su
unificación nacional. A Japón le cuesta
visualizar una Corea unificada y a los
coreanos les cuesta visualizar a Japón
jugando un rol sustantivo en su unificación.
Tal vez cuando Rusia logré superar su
crisis de identidad pueda avanzar más allá
de los vínculos energéticos, aunque estos
son un buen primer paso hacia una mayor
relevancia.
En
síntesis,
nos
encontramos
fundamentalmente con una Corea del
Norte aislada y una Corea del Sur
transitando estratégicamente desde una
alianza con EE.UU. hacia una con China,
sin un clara luz respecto a sus consistencia.
¿Por qué se da este proceso?
China y la Península Coreana
China mantiene una política equilibrada hacia
ambas coreas. Dicho país estableció relaciones
diplomáticas con Corea del Sur en 1992. En los
90’s China mantuvo una política de evitar un
mayor involucramiento en el conflicto coreano.
Sólo en 2003 lanzó una agresiva diplomacia de
mediación respecto al programa nuclear
norcoreano. El problema no era el programa
nuclear en sí, sino principalmente, el potencial
conflicto de EEUU y Corea del Norte (en su patio
trasero estratégico). Había preocupación en China
y Corea del Norte por la Doctrina Bush en Irak y
por el lenguaje agresivo de “estado paria” y “eje
del mal”.
La política de China hacia Norcorea incluye los 5
“no”. No armas nucleares, no refugiados, no
colapso, no inestabilidad, no guerra. China juega
un rol proactivo en el manejo de este conflicto,
entendiendo que China no es el factor dominante.
China rechaza las sanciones.
Dentro de los 5 nos, China da prioridad dada a la
no guerra. Una solución impuesta por Washington
en términos militares podría constituir una
ganancia geoestratégica muy importante, a
expensas de China.
- La Península Coreana es percibida como un
escudo estratégico vital por parte de China.
-Existe la percepción que la peligrosidad de un
eventual escalamiento es más alta que otros
conflictos.
-La frontera sino-coreana de 1.360 kms. sirvió de
punto de partida de las fuerzas imperiales
japonesas en la década del 30 y la aproximación
norteamericana de los 50’s, que fue percibida
como un potencial ataque.
- Como hemos dicho, China es el único de estos
actores que tiene relaciones plenas y
multidimensionales con ambas Coreas.
- A nivel de la opinión pública y de las élites de
Corea del Sur, China es mirada positivamente
como socio. China también es vista como un
eventual apoyo para las políticas de reconciliación
intercoreanas y para reducir la dependencia de
EEUU.
-La política china hacia ambas coreas buscaría
mantener el status quo.
Este acercamiento hacia China no parte con la
Nordpolitik (1988) de Corea del Sur, ya que
tuvo
fases
previas
de
acercamiento,
especialmente a principios de los 80’s (Taiwán) y
que se profundizaron a fines de esa década
(juegos olímpicos). Es bueno recordar que Corea
del Sur no condena el tema de Tiananmen e
incluso profundiza los vínculos.
China tenía la política de una Corea (del Norte) a
través del tratado de 1961. Sin embargo, luego de
la llegada de Deng Xiaoping a fines de los 70’s,
la
política
exterior
comenzó
a
ser
desideologizada a partir de “una línea de política
exterior independiente” de 1982.
En 1992 se firma el comunicado conjunto de
mutuo reconocimiento entre China y Corea del
Sur.
Comercio de China con ambas Coreas en
1980:
- Corea del Norte: US$ 677 millones (+ 71
millones).
- Corea del Sur : US$ 188 millones (- 42
millones)
Comercio de China con ambas Coreas en
2004:
- Corea del Norte: US$ 1384 millones (US$ +
214 millones).
-Corea del Sur : US$ 79.348 millones (US$
-20.178 millones)
-Corea del Sur y China pretenden llegar a un
comercio de 200.000 millones de dólares en
2012 (cumbre de Noviembre de 2005 entre Hu y
Roh).
-Crisis de 1993-1994 de Corea con EEUU
dificultó una relación triangular equilibrada de
China con ambas Dicha crisis fue un éxito
diplomático de Corea del Norte al obtener un
diálogo bilateral con EEUU significó papel
secundario de China (afectada por Tiananmen y
crisis del comunismo).
-Crisis nuclear de 2003 implicó diplomacia
preventiva China en 2003-2005. Esto se debió al
peligro de ataque militar norteamericano a Corea
del Norte. La presión norteamericana podía
inducir a Corea del Norte a lanzar un ataque,
anticipándose
a
un
ataque
preventivo
norteamericano (podía ser un curso racional de
acción, aunque la victoria fuera imposible). Bush
desplazó fuerzas militares ese año como un
“mensaje”.
Rol extremadamente intenso de China como
“mediador activo” en las conversaciones de las
seis partes.
El anuncio, en 2005, de que Corea Corea del
Norte poseía armas nucleares implicó el envío de
diplomáticos chinos Pyionyang y sus presiones,
junto con una adecuada coordinación con Corea
del Sur, llevó a los Norcoreanos a negociar
nuevamente para llegar a una cuarta ronda de las
“conversaciones de las seis partes”. El objetivo
inicial norcoreano era establecer un diálogo
bilateral con EEUU. La derivación hacia su
posterior incorporación en las “conversaciones de
las seis partes”, constituye un éxito chino.
Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia
Mutua” de 1961 ya no resulta consistente . Es visto
como simbólico pero obsoleto por parte de China.
Las relaciones entre el Ejercito Popular de Corea y
el Ejercito Popular de Liberación chino parecen ser
más simbólicas que sustantivas.
China ha hecho mención informalmente a que la
alianza de China con Corea del Norte no
compromete a China a defender Corea del Norte
o que no apoya una ataque no provocado de
Corea del Norte o que no intervendría
”automáticamente”. Por su parte, el discurso de
defensa de Corea del Sur evita poner a China
como una amenaza.
En 1999, Corea del Sur decidió no participar en
el
sistema
de
defensa
anti-misiles
norteamericano.
En Marzo de 2005, el Presidente Roh advirtió
que podría no estar del lado de EEUU y Japón en
contra de China y Norcorea.
La visión de Roh respecto de Corea del Norte ha
estado más cerca de China que de EEUU.
EE.UU. y la Península Coreana.
Una encuesta de enero de 2004 consideró que
EEUU era la principal amenaza a Corea del Sur
con el 39%, luego de Corea del Norte 33%
(Research & Research, 01/05/2004). Esto se
explica en parte, por la asociación que hace la
opinión pública de EE.UU. con el período de las
Dictaduras. En el rango de edad de 20-30, los
porcentajes fueron EEUU 58% y Corea del Norte
20%.
En otra encuesta del mismo año (JoongAng Ilbo,
Oct. 2004), establecía una visión positiva de los
norteamericanos (65%), desfavorable respecto de
Bush (72%), negativa respecto de la invasión de
Irak (85%) y favorable al candidato demócrata
Kerry (68%)
Desde la “diplomacia de las cañoneras” del siglo
XIX, la relación de Estados Unidos con Corea no
ha sido fácil. Los coreanos percibían
negativamente a los norteamericanos por sus
intentos imperialistas de mercantilismo y
proselitismo y los norteamericanos percibían a
los coreanos como ermitaños y violentos. Los
tratados firmados entre Corea y EE.UU. eran
percibidos como una forma de contención de la
expansión
japonesa.
El
desinterés
norteamericano, generó a su vez, el interés
coreano porque Rusia jugara un papel mayor. Sin
embargo, los norteamericanos preferían a Japón
antes que Rusia y miraban positivamente unas
predominancia norteamericana en Filipinas y una
japonesa en Corea.
La Guerra de Corea con 36.940 muertos en acción,
3737 desaparecidos, y 92.134 heridos, 400.000
bajas surcoreanas y alrededor de 2 millones de
bajas chinas y norcoreanas (además se produjeron
innumerables bajas civiles), dejó una amplia huella
negativa.
La percepción en Corea del Sur respecto de
EE.UU., luego de la división, era positiva y no
necesariamente de un actor imperialista o
colonialista. Eso se hizo patente durante el período
del Presidente Rhee, con una marcada dependencia
económica de EE.UU.
Evidentemente que la Guerra de Corea eliminó
cualquier posibilidad de diálogo con Corea del
Norte por mucho tiempo, hasta fines de los 80’s.
hubo algún intento previo (uno norcoreano en
1973). Hubo una oferta norcoreana de reemplazar
el armisticio por un tratado de paz en 1974 (al
Congreso norteamericano).
En 1975 y 1976 hubo cierta percepción positiva
por parte de algunos sectores norteamericanos
(Kissinger) al respecto. Se buscó el reconocimiento
cruzado (China-URSS con Corea del Sur y EE.UU.
Con Corea del Norte). Los esfuerzos norcoreanos
continuaron en la administraciones de Ford y
Carter.
En 1983 hubo algunos esfuerzos (a través del
presidente Hosni Mubarak). Los norteamericanos
rechazaban propuestas que significaran la
exclusión de Corea del Sur.
En 1984, Corea del Norte ofreció una propuesta de
conferencia tripartita de las dos coreas con EEUU
(tratado de paz y fin del estado de hostilidades).
Esta oferta se dirigió luego hacia la retirada de las
tropas norteamericanas y a iniciar el dialogo
intercoreano sobre unificación (incluyendo
reducción de armamento y pacto de no agresión).
Sin embargo, ambos procesos se desarrollarían de
forma independiente. Por su parte, EE.UU quería
involucrar a China en este diálogo.
Con el fin de la Guerra Fría, estas posturas fueron
devaluadas
por
las
administraciones
norteamericanas, con algunas excepciones como el
de la “iniciativa modesta”d e diálogo de la
aministración
Reagan,
permitiendo
ciertas
exportaciones y contactos no gubernamentales. Sin
embargo, bajo la administración de George Bush
padre, no se continuó dicha iniciativa. En dicha
administración, como en la de Clinton, las
consecuencias del colapso del bloque soviético
aparecían como la obvia prioridad (por ejemplo el
tema de las armas nucleares).
.
EE.UU, al inicio de la administración Clinton , no
dio pasos sustantivos respecto a Corea del Norte.
El 12 de Marzo de 1993, Corea del Norte anunció
su retiro del TPN, firmado en 1985. Esta se basaba
en un rechazo a las inspecciones ilimitadas de la
IAEA. Las tensiones crecieron, pero China
amenazó con el uso del veto en el marco del
Consejo de Seguridad de la ONU (aunque se dió
una resolución que abrió el diálogo EEUU Corea
del Norte).
Las negociaciones bilaterales apuntaron a un
acuerdo sobre el desarrollo de centrales nucleares
de “Agua Ligera” (a completarese en 2003).
Estados Unidos buscó multilateralizar el tema
(China, Japón, Rusia, AIEA, Consejo de
Seguridad, etc.). Sin embargo, en 1994, los
norcoreanos dieron un paso adelante, removiendo
material nuclear de la Central de Yongbyon. Las
sanciones de la ONU eran vistas por Norcorea
como una eventual declaración de guerra.
Los sectores moderados de dicha administración
no quisieron llegar a ese punto. Esto llevó al
“Acuerdo Marco” de 1994, que dio pie a un
limitado compromiso entre ambas partes. Entre los
aspectos considerados estuvieron la provisión de
reactores de agua ligera (el primero a completarse
en 2003) y el intercambio de documentos sobre el
uso
pacífico
de
la
energía
nuclear,
desmantelamiento de los reactores de grafito y
congelamiento de los que estaban en construcción.
Suministro de combustible a Corea del Norte en
un nivel de 500.000 toneladas anuales.
En este contexto, Corea del Norte no desarrollaría
armas para uso nuclear y EE.UU. no amenazaría
con usarlas en contra de ésta. Además estaba el
compromiso de diálogo intercoreano. El problema
fue que dicho acuerdo fue entendido como no
vinculante por parte de EE.UU. y vinculante por
parte de Corea del Norte.
Luego de la muerte de Kim Il-sung en 1994 y la
llegada al poder de Kim Jong-il, la situación
cambió. El nuevo lider mantuvo inicialmente
posiciones en el marco de las FF.AA. Fue elegido
como Secretario General del partido en 1997,
manteniendo su posición en el ámbito miltar y
siendo declarado Presidente de forma permanente.
Cabe recordar que a fines de la década se sumó a
la tradicional política de Juche (auto-confianza o
auto-dependencia), la política de Songun (lo
militar primero).
En 1995 se creó el KEDO (Korean Peninsula
Energy Development Organization), a instancias
de EE.UU. Japón y Corea del Sur para el
desarrollo del programa de reactores de agua
ligera.
En los años siguientes Corea del Norte seguía
solicitando ayuda.
En 1996 EEUU propuso la iniciación de un
diálogo de cuatro partes, incluyendo a las dos
Coreas, China y EE.UU. (que posteriormente dará
base a las conversaciones de las “seis partes en
2003). Corea del Norte prefería solamente
relaciones bilaterales con EE.UU., sin embargo
dichas conversaciones se inician en 1997.
El lanzamiento del misil Taepong 1 en Agosto de
1998, que cruzó el espacio aéreo japonés, afectó
profundamente las conversaciones.
Por otra parte, Corea del Norte se quejaba de que
el programa de reactores de agua ligera no estaba
cumpliendo con los plazos y que EE.UU. también
estaba atrasado en la provisión de combustible
pesado. En ese marco, Corea del Norte amenazó
con volver a reabrir las instalaciones de
Yongbyon.
Un nuevo acuerdo se alacanzó en 1998 para
proveer de las entregas atrasadas de combustible y
el avance en la construcción de los reactores de
agua ligera.
Ya en 1999, la administración Clinton hizo
algunos esfuerzos que inicialmente poco
fructíferos hacia Corea del Norte. La política de
acercamiento de Kim Dae Jung desde Corea del
Sur (cumbre del 2000), además de un esfuerzo de
acercamiento de Corea del Norte hacia China y
Rusia generó un contexto más favorable. La idea
era eliminar algunas sanciones a cambio de
eliminación del programa nuclear y de misiles.
Los norcoreanos querían que el Presidente Clinton
viajara a Corea del Norte, pero finalmente viajó la
Secretaria de Estado, Madeleine Albright, en
2000.
Dicha visita consiguió varios compromisos de fin
de la producción y venta de misiles a cambio de
compensaciones. La verificaciones requerirían
mayores negociaciones.
En esta reunión, mencionó que con el fin de la
Guerra Fría, las tropas norteamericanas podrían
jugar un rol estabilizador (lo que resultó
sorprendente). Dando muestras de interés por el
modelo de desarrollo tailandés o sueco (más que
el chino). Aparentemente, Kim quería llegar a un
acuerdo.
La llegada de la administración Bush hijo, trajo
cambio, no continidad (a pesar de los esfuerzos
iniciales de Collin Powell).
Cuando Kim Dae Jung visitó Washington D.C. en
2001, el Presidente norteamericano se mostró muy
escéptico respecto a la política surcoreana de
acercamiento hacia Corea del Norte, la Sunshine
Policy. En Junio de ase año, la administración
Bush propuso avanzar en el tema del Acuerdo
marco, programa de misiles y políticas militares
convencionales. La reacción Norcoreana fue
bastante negativa a esas propuerstas, que
buscarían “sofocar, aislar y destruir” a Corea del
Norte.
Durante ese período, Corea del Norte buscó
mejorar su situación internacional (UE, China,
Rusia, etc.). Desde el lado norteamericano había
poca simpatía por las negociaciones con Corea del
Norte (estado paria), lo que fue profundizado
luego del 11 de Septiembre.
La situación en 2002 continuó bajo los términos
de una profunda desconfianza, con EE.UU.
volcado en su lucha contra el terrorismo y con
Corea del Norte buscando mejorar sus lazos
internacionales (además enfrentaba una leve
mejora económica).
En Octubre de 2002, se dió la visita a Pyonyang
del Asistente del Secretario de Estado
norteamericano, James Kelly, respecto a la
violación norcoreana del Acuerdo Marco y de sus
obligaciones con el Tratado de no Proliferación
Nuclear.
Ante la denuncia norteamericana de 2002
respecto que Norcorea poseía un programa de
uranio altamente enriquecido, la respuesta
coreana fue que dicho programa obedecía a su
derecho a desarrollar armas en contra de la
amenaza de EEUU.
En ese período Norcorea también argumentó que
ante la amenaza nuclear norteamericana ellos
tenían derecho a desarrollar esas armas, sino
además otras para defender su soberanía y
supervivencia. Luego vino la oferta de un tratado
de no agresión (no agresión y no uso de armas
nucleares).
El argumento anterior apuntaba a traspasar la
responsabilidad del programa a la amenaza
norteamericana, además de ganar tiempo para
continuar su desarrollo a partir de instalaciones
previamente congeladas.
Se apuntaba a la renuncia al programa nuclear en
relación al desarrollo de un tratado. Tal tratado
podría ser la base de un futuro retiro de las
fuerzas norteamericanas en la península.
Desde la perspectiva norteamericana, esto podría
dar garantías de supervivencia al régimen de Corea
del Norte y afectar seriamente la capacidad de
disuasión de Corea del Sur. Sin embargo, ambos
participan en las conversaciones de las seis partes.
Desde la perspectiva norcoreana, EEUU buscaría
impedir las relaciones de ellos con otros países y el
diálogo Norte-Sur (de la península).
Diálogos más Recientes
La Declaración de Principios del 19 de
Septiembre de 2005 tuvo un inicio optimista
debido a las dificultades de alcanzar un anterior
acuerdo en Diciembre de 2003.
Corea del Norte había acordado abandonar toda
arma nuclear o programa al respecto.
Además, acordó retornar al Tratado de No
Proliferación Nuclear y aceptar las salvaguardas
de la Agencia Internacional de Energía Atómica
(AIEA) en una fecha cercana. Esto último
implicaba también aceptar las inspecciones de
esta organización.
Corea del Norte también acordó reafirmar el
Acuerdo de Desnuclearización Corea del NorteCorea del Sur de 1992.
Dos concesiones importantes no relacionadas
con el tema nuclear fueron el tema de un
régimen de paz coreano y el secuestro de
ciudadanos japonenses.
Aparentemente Corea del Norte no abandonó las
políticas iniciales previas al acuerdo (programas
de armas nucleares y enriquecimiento de
uranio).
Corea del Norte también acordó reafirmar el
Acuerdo de Desnuclearización Corea del NorteCorea del Sur de 1992.
Dos concesiones importantes no relacionadas
con el tema nuclear fueron el tema de un
régimen de paz coreano y el secuestro de
ciudadanos japonenses.
Aparentemente Corea del Norte no abandonó las
políticas iniciales previas al acuerdo (programas
de armas nucleares y enriquecimiento de
uranio).
Relaciones de Japón con Corea
Hay un fuerte peso de las identidades en relación
tanto a la ocupación japonesa (nacionalismo
coreano), como a las condicionantes de la Política
exterior japonesa.
Hay tradicionales intereses geopolíticos en la
península. El nacionalismo japonés lo vio como
“un dardo apuntado al corazón de Japón” y
posteriormente como una oportunidad de
desarrollo (por ejemplo los “zaibatsus”).
Durante la ocupación, Corea fue vista como fuente
de materias primas, trabajo y energía.
Hay variados temas pendientes en la relación:
-Tema de las islas Tok Do (Takeshima) ocupadas
por la policía coreana desde 1953.
-Tema de las esclavas sexuales (entre 100.000 y
300.000)
-Migración obligatoria a Japón (Zainichi) y
conformación como ciudadanos de segunda clase.
-Tema de los textos respecto a la Segunda Guerra
Mundial.
Japón estaba relativamente aislado regionalmente,
ya que el sistema norteamericano de alianzas no
estimulaba los lazos bilaterales (“hub and spoke”).
Japón busca normalizar sus relaciones vecinales
durante los 50’s ( Taiwán, Burma, Filipinas,
Indonesia, Vietnam de Sur), La normalización con
Corea del Sur (1965) y Malasia llega en la década
de los 60’s.
Repatriación de Norcoreanos en los 50’s.
Normalización de relaciones durante el período de
Park Chung-hee.
Visitas al templo de Yasukuni, que comenzaron a
mediados de los 80’s afectaron la relación.
El diálogo intercoreano de fines de los 80’s y la
nordpolitik, estimularon un acercamiento japonés
(y norteamericano) hacia Corea del Norte.
Corea del Norte buscaba recursos para su
desarrollo y vio una buena oportunidad en el
cercamiento japonés.
A esto luego se sumaron demandas japonesas por
la devolución de secuestradores aéreos refugiados
en Corea del Norte. Corea pide la previa
normalización de relaciones.
Japón incluyó luego el tema nuclear, la
reanudación del diálogo intercoreano, membresía
en la ONU y un tema particularmente difícil, el
primer caso de los japoneses secuestrados por
Norcorea desde los 70’s .
Se dan varias rondas de conversaciones en los 90’s
(8 rondas, 1991-1992). Corea del Norte quería
disculpas, compensaciones y declaración de los
tratados impuestos históricamente a corea como
nulos.
Japón
planteó
que
no
habría
compensaciones, que este acercamiento no
afectaría las relaciones de Japón con Corea del
sur, deudas coreanas, status de parejas
binacionales, etc.
Luego del shock de las pruebas misilísticas
norcoreanas a fines de los 90’s, se reinician las
conversaciones en 2000. A los anteriores tópicos,
se sumó la “cooperación económica” (o
“compensación” desde el pueto de vista
norcoreano), donaciones de alimento, se retoma el
tema de los secuestros (con más casos). Se pide
detener el programa de armas de destrucción
masiva y el programa nuclear norcoreano. Esto
resultó inaceptable y Corea del Norte suspendió
las conversaciones ese mismo año.
Éstas se reabren en 2002 y se avanza en los
secuestros y el tema nuclear. Japón dice que no
habrá normalización sin solucionar los temas
previos (secuestros, armas y programa nuclear).
En 2004 se retoman, con los mismos temas y la
promesa japonesa de no imponer sanciones
económicas. Japón participa activamente en las
conversaciones de las “seis partes”
Rusia y la Península Coreana
La Península Coreana tiene un rol secundario
en la Política exterior rusa hacia el Noreste
Asiático. Ésta está centrada en EEUU, China y
Japón. Las relaciones rusas con la península
están subordinadas a las anteriores.
Históricamente los intereses han sido más
estratégicos que económicos.
Manejo del tema a nivel de la burocracia de
política exterior, no de altos funcionarios. Esto
hace la política incremental y lenta. Las
excepciones son Gorbachev en 1989-1990 y la
política de Putin en 2000-2002.
Rusia tiene dividido su pensamiento
geoestratégico entre los “europeístas”,
“asianistas” y “excepcionalistas” (el único país
realmente eurasiático), fuertemente asociado a
su búsqueda de identidad. Por otra parte, su
deseo de recuperar poder e influencia y volver
a ser un actor relevante a nivel global y
regional afecta fuertemente sus políticas hacia
el Este de Asia.
Las relaciones de Rusia con ambas Coreas
están fuertemente marcadas por el pasado
(Rusia zarista, comunista y postcomunista) en
sus relaciones con varias Coreas (Choson,
Corea colonial y las dos Coreas). Ya a
mediados del siglo XIX se miraba con
sospecha sus intenciones en la península (por
ejemplo: Francia). La influencia Rusa
disminuye con la derrota ante Japón a
principios del siglo XX.
Durante los inicios de la URSS había muchos
inmigrantes coreanos y chinos. Stalin deporta a
180.000 coreanos al Asia Central, como
paranoia respecto a su eventual rol como
espías japoneses. Estos fueron obligados a
traslado forzado, trabajos forzados y prisión
(20.000 personas fallecieron por esas
condiciones en la década del 30). También
fueron enviados a las islas Kuriles.
Respecto de Kim Il-sung, los soviéticos lo
escogieron por sus cualidades particulares
como el interlocutor válido en Corea del Norte.
En ese período había diversos grupos:
nacionalistas, grupos comunistas operando en
Seúl, el grupo de retornados desde China
(Yan’an), el grupo soviético-coreano (que
formaban parte del ejército soviético), grupos
partisanos (Kapsan, grupo liderado por Kim).
Contención y luego apoyo a la Guerra de
Corea.
Búsqueda de un balance entre China y URSS
por parte de Kim Il-sung (Juche). Inicio de una
relación triangular.
Distanciamiento en el período de Nikita
Khrushchev en los 60’s.
Acercamiento en el período de Brezhnev, que
vio a Corea del Norte como un aliado
estratégico.
En los 80’s la URSS intenta recomponer las
relaciones, provocado en parte por el
acercamiento sino-norteamericano. Konstantin
Chernenko proveyó además de apoyo técnico
energético (convencional y nuclear) de nuevo
equipamiento militar a los norcoreanos.
Gorvachev
continuó
ese
acercamiento
(operaciones navales conjuntas, uso de puertos
coreanos, etc.)
Gorbachev se acerca a ambas Coreas. Decide
participar en los Juegos Olímpicos y acercarse
a Corea del Sur. Se reestablecen relaciones
consulares, se abren oficinas en ambos países,
se
establecen
vínculos
marítimos
(Vladivostok-Pusan), se refieren positivamente
a los éxitos económicos de Corea del Sur
públicamente, etc. Todo ello llevó a un
enfriamiento con Corea del Sur.
Cabe recordar que la Perestroika se inició en
1985 y la Norpolitik de Roh Tae-woo comenzó
en 1988.
Si bien la URSS había planteado su apoyo a Corea
del Norte y a la idea de una Corea desnuclearizada
durante el período Gorbachev, la situación de la
península se presentaba como el principal
obstáculo para establecer un sistema de seguridad
asiático.
Gorbachev y Roh se reunieron en San Francisco en
1990. Se planteó la normalización de relaciones,
que fue informada a los Norcoreanos. El
comentario norcoreano respecto a la normalización
fue que era “desagradable, nauseabundo e
indecoroso” y que la URSS tenía una “diplomacia
comprada con dólares“. Los norcoreanos
amenazaron incluso con apoyar los reclamos
japoneses sobre las Kuriles.
Gorbachev en 1991, en una nueva reunión en
Cheju, anunció el apoyo a la entrada de Corea
en la ONU para un diálogo intercoreano
apuntado a reducir las tensiones y para
inspecciones del desarrollo nuclear de dicho
país.
La relación durante el período Yeltsin fueron
extremadamente frías desde un anticomunismo
que miraba con muy malos ojos el modelo
Coreano, como un resabio stalisnista. Por otra
paerte, se buscaba un acercamiento a Corea del
Sur para apoyar el desarrollo de Rusia..
Ambas partes acuerdan dar por finalizado el
Tratado de Defensa Mutua y Cooperación de la
URSS y Corea del Norte (1961).
En 1992 se firmó el Tratado sobre Principios de
Relaciones entre la Federación Rusa y la
República de Corea (Corea del Sur), sobre las
bases de libertad, democracia, DDHH y economía
de mercado.
Por otra parte, Yeltsin suspendió la ayuda militar a
Corea del Norte. Por su parte, Corea del Norte
consideraba dicho tratado como obsoleto. Dicho
régimen no creía en las garantías de que el
paraguas nuclear ruso incluía su país, lo que
redefinió su política de seguridad. Corea del Norte
planteó que había sido “traicionado y dañado en
un sentido material”
Sin embargo, en el proceso de solución del
problema nuclear de la península, Rusia fue
dejado de lado (en las conversaciones de las cuatro
partes, estaba China pero no Rusia)
Corea del Norte no tenía particular interés en la
participación rusa y lo conminaba a pedir el retiro
de los norteamericanos de la península y a
interrumpir el despliegue del NDM de dicho país.
Putin en 2001, buscó nuevamente aprovechar las
distancias entre Kim Dae-jung y EEUU y
establece un acercamiento en materias de
seguridad.
Por otra parte, firmó un Tratado de Amistad,
Buena Vecindad y Cooperación con Corea del
Norte. (no incluye intervención militar automática,
pero sí una ambigua cláusula de “contacto mutuo”
en una crisis). Visita Corea del Norte en 2001. Se
normalizan las relaciones
Putin aprobó la venta de repuestos para el
armamento norcoreano y algunos equipos, pero
no armamento avanzado. Además, hubo ofertas
de cooperación energética
En los 90’s, los rusos no creían que Corea del
Norte
estuviera deteniendo su programa
nuclear. Rusia tampoco creía que dicho
programa afectara directamente su seguridad
(punto no compartido por los militares). Moscú
sigue viendo a Corea del Norte como un estado
tapón (buffer) en sus relaciones regionales.
En general se puede calificar la política rusa hacia
Norcorea como pasiva, reactiva y bastante cauta.
Cabe recordar el debilitamiento del Lejano Oriente
ruso, con implicancias geopolíticas.
Pesimismo ruso respecto de las conversaciones de
las 6 partes.
Preocupación por la agresividad norteamericana.
Conclusiones Preliminares
Percibimos que las políticas de unificación
nacional de Corea del Sur, los esfuerzos del
régimen norcoreano por sobrevivir y los intereses
estratégicos de EEUU, China, Rusia y Japón, en
dicha península, pueden ser contradictorias en
ciertos niveles.
Las políticas de unificación nacional han perdido
algo de su energía inicial debido a una mayor
politización del tema por parte de los actores
políticos. Por otra parte, la percepción de los
sectores académicos proclives tanto al gobierno
como a la oposición de Corea del Sur, visualizan
esta eventual unificación en veinte o cuarenta
años más. Parece no ser deseable una unificación
por colapso, debido a los costos económicos que
esto traería.
Está claro que China y EE.UU. son los actores
externos relevantes en el nuevo escenario en
donde avanzan las políticas de unificación
nacional. China ha logrado reconfigurar su
relación con la península a un alcance
sorprendente e inesperado, es el único actor que
mantiene una política consistente hacia ambas
Coreas. Estados Unidos, por su parte, ha buscado
forzar una eliminación del programa nuclear
norcoreanos y sus programas de armas de
destrucción masiva, pero ha caído en un discurso
demasiado agresivo, que no sólo afecta sus
relaciones con la península, sino con otros actores
de la región como China. Sin embargo, más allá de
la retórica de la administración del Presidente
Bush, nos encontramos con una política que
afortunadamente, a nuestro juicio, comienza a ser
algo más responsable que en otras regiones.
Si bien China y EEUU, los principales actores,
serían facilitadores del proceso de unificación en
la península coreana, no lo son al punto de desear
una unificación que altere muy profundamente los
equilibrios estratégicos regionales. En otras
palabras, son facilitadores, pero no dan respaldos
consistentes de la ansiada unificación coreana.
Probablemente ese proceso, pase más por la
voluntad de los coreanos o por una crisis
inesperada, que fuerce a estos mismos a jugar
algunas cartas, que a primera vista resultas muy
duras de asumir, pero creemos que si hay algo que
sobra en Corea en fortaleza y voluntad de
enfrentarlas.
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