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Maniobras en el cuartel general del EVA 12 en el Picón del Fraile en el Portillo de
Lunada (Burgos).
El comandante Miguel Ángel Esteban, vigila el radar del EVA 12.
Llegada en helicóptero al Picón del Fraile en el Portillo de Lunada (Burgos).
Vista aérea del edificio del Escuadrón de Vigilancia Aérea EVA 12 en el Picón del
Fraile en el Portillo de Lunada (Burgos)
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“El radar capta tres tipos
de datos de un blanco que
está en el espacio aéreo,
su altura, la distancia
y el rumbo”
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Además, esta unidad actúa como relé de comunicaciones entre estos centros de mando
y control y las aeronaves que se encuentran
dentro su área de cobertura o responsabilidad, que es la cornisa Cantábrica, aunque
según explica el comandante Miguel Ángel
Esteban, se solapan con otros escuadrones
que están colaterales o adyacentes. Así,
existen tres de estas unidades, en Galicia,
Aragón y Rosas (Gerona).
Incluso, se produce un intercambio de información con los países vecinos de Francia y
Portugal. De alguna forma, dice, “se mantiene el control del espacio aéreo, “viendo que
todos los movimientos aéreos de la Península son legales y responden a unos planes
de vuelo que previamente se han realizado”.
Así, mediante esta red de escuadrones, “somos el primer escalón en el que mediante
los sensores de que disponemos captamos
toda la información del movimiento o tráfico
aéreo que existe”, explica.
El comandante Esteban relata lo que ocurriría
en una ‘situación de alerta’: “Si se detecta un
avión que se desvía, que entra en el espacio
aéreo español con una ruta que no corresponde con el plan de vuelo predeterminado,
y no atiende a las llamadas de los centros
de control, podríamos entender que ha sido
secuestrado con fines terroristas, y empieza
una serie de toma de decisiones en cadena”.
“Todos los residuos que generamos los evacuamos
fuera de la unidad, al igual que las aguas residuales”
El primero de ellos sería tratar de salir a identificarlo con aviones preparados para despegar en un tiempo muy corto. El responsable
del EVA 12 manifiesta que existe un procedimiento por el cual “si se determina que ese
avión está siendo utilizado con fines ilícitos
e, incluso, podría llegar a ser estrellado contra una población, se podría tomar la determinación de derribarlo”. Sin embargo, preci-
sa que esa decisión se toma
“a muy alto nivel político”, pero
afirma que “a raíz de lo que
ocurrió el 11-S en Nueva York,
si que existen unos procedimientos y autoridades competentes para determinar qué es
lo que habría que hacer”.
Las funciones de mantenimiento del radar -su principal
sensor- y de los sistemas de
comunicaciones, así como la
de proporcionar seguridad y
protección al asentamiento
no son menos importantes.
“Es un sitio y un punto sensible”, afirma. Para cumplir esta
misión, el EVA 12 tiene dos
escuadrillas; una de manteni- El comandante Miguel Ángel Esteban de Lama.
miento, donde se agrupa todo
el personal técnico, y otra de
que captaba la distancia y el rumbo en el
apoyo, que es la que hace posible que la vida
que se encontraba el blanco. Así, indica que
y el resto de las actividades se lleven a cabo,
la cobertura que tiene el radar depende,
como la seguridad, el aprovisionamiento de
fundamentalmente, del rango de altura. Por
la cocina, automóviles o máquinas quitanieves, entre otras.
ejemplo, apunta, “desde aquí podemos ver
un blanco que esté en Madrid pero volando
El radar del EVA 12 es el más moderno del
a 30.000 pies; si este mismo blanco lo bajaEjército del Aire, junto con el de Cádiz. El
mos a 5.000 pies ya no lo vamos a ver. Tiene
resto de escuadrones está en un proceso de
unas sombras por la orografía del terreno a
cambio “para que todos tengan o un modelo
pesar de estar construidos en sitios altos”,
italiano, que es el que poseemos aquí, o un
argumenta el comandante.
modelo español”, que son de una generación
más moderna que los que existían anteriormente. Se trata de un radar 3D, es decir,
“necesitamos captar tres tipos de datos de
un blanco que está en el espacio aéreo: su
altura, la distancia y el rumbo o dirección en
la que se encuentra”, explica.
Anteriormente, los EVA tenían dos radares,
uno de altura y otro primario de vigilancia
La cima del Portillo de Lunada, a pocos metros del acuartelamiento militar, es testigo
de la forma de vida y de trabajar de estos
sesenta profesionales, a los que ni las inclemencias del tiempo ni el aislamiento periódico al que están sometidos les impide
cumplir su misión; garantizar la seguridad
del espacio aéreo nacional.
Dos mujeres pertenecientes al Escuadrón de Vigilancia Aerea EVA 12 se toman un descanso
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Los vecinos de Villada guardan un minuto de silencio en la estación al día siguiente de ocurrir el accidente.
Ángeles de la guarda
carrera abandonaron sus puestos
de carne y hueso Ade latrabajo,
sin saber muy bien qué es
Texto: Laura Burón. Fotografía: Miriam Chacón
Estado en el que quedaron los vagones del intercity que cubría la ruta VigoHendaya y que descarriló en la localidad palentina de Villada.
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lo que se iban a encontrar al recorrer
los cien metros que separaban las
naves de Facundo del lugar donde
acababa de descarrilar un tren
Hoy el almacén de la fábrica de pipas y aperitivos Facundo de la localidad palentina de
Villada respiraba una relativa tranquilidad.
Los camiones y furgonetas esperan perfectamente alineados algún pedido que repartir
por la geografía española. No hay ningún signo visible de que, sólo unas horas antes, en
esas mismas instalaciones se habían habilitado un hospital de campaña y una sala de
espera provisional, instalaciones en las que
fueron atendidos gran parte de los 426 pasajeros que viajaban en el tren que unía Vigo
con Hendaya y que sufrió un accidente en el
que perdieron la vida ocho personas.
Los trabajadores continúan en la cadena de
producción, empaquetando bolsas de aperitivos. A primera vista parece que no son
conscientes de la hazaña que realizaron el
día anterior, cuando a la carrera abandonaron sus puestos de trabajo, sin saber muy
bien qué es lo que se iban a encontrar al
recorrer los cien metros que separaban las
naves de Facundo del lugar donde acababa
de descarrilar un tren.
No se detuvieron a mirar el estado del tren,
sino que rápidamente comenzaron a atender
a los cientos de pasajeros que descendían
como podían de los vagones. Ése fue el caso
de Carmina Moro, una envasadora de 49 años
que vive en las casas de los ferroviarios. “Salí
rápidamente de la fábrica y cuando llegué
sólo me preocupé de sacar a los pasajeros
de las vías y de los andenes y trasladarlos a
mi casa o a las naves de la empresa”. Tras los
primeros momentos de confusión, Carmina
regresó a su domicilio. “Cogí agua, hielos y
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Las hermanas Carmina (i) y Rufina Moro participaron en el auxilio a las víctimas del descarrilamiento del tren
El joven Eduardo Espinel ayudó a las víctimas
El matrimonio José Manuel Lorenzo y Sonia Borges
toallas y estuve atendiendo a los que podía
hasta que llegaron, enseguida, las ambulancias y los helicópteros”, relata.
Pese a este dramático momento, Rufina continuó colaborando. “No sé cuánta tila pude
preparar en mi casa, porque se vivieron verdaderos momentos de histeria. Luego llegaron muchos que pedían entrar en los cuartos
de baño para poder limpiarse la sangre y ver
si estaban heridos”, continúa esta mujer.
“Es una reacción que te
sale del alma. Lo ves en
televisión y te impresiona
pero luego actúas sin
darte cuenta”
Su hermana, Rufina Moro, de 56 años, se
encontraba en el patio de su vivienda cuando
oyó los gritos de una vecina que dio la voz de
alarma. “Salí y cuando vi el tren me eché las
manos a la cabeza”, explica. Rufina asegura
que atravesó las vías y allí se encontró con
lo peor, dos vagones destrozados, hechos un
amasijo de hierros.
Mientras se dirigía a la estación para poder
acceder al lugar del accidente, Rufina iba
percatándose de la gravedad de lo ocurrido.
“Sentada en el suelo encontré a una mujer
que no hacía más que pedir hielo. Me acerqué a casa y traje una cubitera que le entregué a la mujer. Luego, seguí avanzando hacia
las vías”. En ese breve trayecto, esta mujer
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tuvo que detenerse otra vez. “Un chico gritaba diciendo que le dolía mucho un pie. Cuando baje la vista, vi que lo tenía destrozado y
con lo primero que encontré le hice un torn
iquete”, apunta.
Pero lo peor para Rufina estaba por llegar.
Cuando llegó al otro lado de las vías, los bomberos estaban sacando a los viajeros. “Llegué en el preciso instante en el que bajaban
a una chica joven del primer vagón. Los bomberos se acercaron a mí y me dijeron que
la sujetara un momento. La tenía entre mis
brazos, cubierta de sangre, con el pelo rizado
chorreando. De repente, cerró los ojos y la cabeza se desplomó. Se quedó como dormida.
En ese momento, llegó un medico y la buscó
el pulso, entonces me dijo: ‘No te preocupes
más por ella, ha fallecido’. En ese instante se
me heló la sangre”.
Y es que la estación de Renfe no podía acoger a todos aquellos que iban abandonando a
duras penas los vagones del tren. “Comenzó
a entrar gente, todos ensangrentados y a llenarse de maletas y bultos”, afirma Sonia Borge, la encargada de la limpieza de la estación.
“Enseguida llegaron las ambulancias y todos
comenzaron a tranquilizarse. Se organizó
todo muy bien y creo que eso ayudó a que
los viajeros no se pusieran nerviosos”, asegura. Sonia inmediatamente avisó a su marido, José Manuel Lorenzo, que se encontraba
en casa, preparándose para acudir a Facundo, donde trabaja en el servicio de limpieza y
mantenimiento.
“Lo primero que me encontré fue el tren y a
los bomberos. Llegué hasta el primer vagón
y fui a entrar en él, pero uno de los bomberos
me dijo que era mejor que no pasara, porque
había una chica fallecida”, afirma José Manuel, que continuó caminando por las vías
ayudando a los viajeros que saltaban del
tren. “Luego vi los cadáveres de otros dos
pasajeros, que habían quedado en la vía después del impacto”, añade.
vioso y esta noche me he despertado muchas
veces, aunque tenía mucho sueño”, señala.
Cuando José Manuel se quiso dar cuenta,
estaba ayudando a aquellos viajeros que
podían moverse hacia las naves de Facundo. “Con el calor que hacía, menos mal que
estaba la fábrica cerca”, señala. José Manuel
no dudó en ningún momento, pese a que los
últimos vagones se incendiaron. “Los trabajadores de Facundo sacaron los extintores y
enseguida se apagó el fuego. Es una reacción
que te sale del alma. Lo ves en televisión y
te impresiona pero luego actúas sin darte
cuenta”, recuerda este operario de Facundo.
Las puertas del tren estaban bloquedas por
lo que los pasajeros saltaban por las ventanillas desorientados. “Temía que el puente
se viniera abajo y pillará algún vagón y a los
que estaban sacando a los heridos. También
pensé que el primer vagón se iba a incendiar
igual que los que estaban volcados”, añade.
La rápida intervención de los bomberos y de
los equipos sanitarios evitaron que la tragedia ferroviaria fuera peor.
Ese espíritu de colaboración y entrega también se trasmitió a los vecinos más jóvenes de Villada. Eduardo Espinel, de 13 años,
estaba “tirado en el sillón de casa viendo la
televisión”, cuando oyó los gritos de una de
sus vecinas pidiendo ayuda. “Pensé que le
pasaba algo y salí corriendo”. Cuando cruzó
la puerta de su casa y le explicaron lo que
acababa de pasar no tuvo dudas. “Cogí agua
oxigenada, yodo, gasas y algodón y corrí hacia las vías. Estuve ayudando a dos chicos
que tenían brechas en la cabeza. Les cure
las heridas y les limpié la sangre”, explica
con toda normalidad este joven.
“Mi padre me enseñó a hacer curas y vendajes porque hizo la mili en la Cruz Roja”,
especifica. “Vi los vagones descarrilados y
volcados y sólo podía pensar en que algo
malo, muy malo había pasado y que habría
muchos muertos”, explica. “Ví a una chica
que ya estaba muerta y a otra peregrina que
tenía la cabeza abierta. Pero no me dio asco y
nunca pensé en dejar de ayudar”, continúa.
Esa visión que se encontró Eduardo es lo que
le ha impedido dormir esta noche. “Al principio
estuve bien, pero luego me empecé a poner ner-
“Fui a las naves de
Facundo y allí estuve con
los de las ambulancias
haciendo vendajes y
sujetando goteros”
Cuando la mayoría de los viajeros ya habían
abandonado el tren, este joven, que empezará sus estudios de primero de la ESO el próximo mes, continuó colaborando. “Fui a las
naves de Facundo y allí estuve con los de las
ambulancias haciendo vendajes y sujetando
goteros”, afirma orgulloso.
Poco a poco, Villada vuelve a la normalidad.
Los medios de comunicación desplazados
desde toda España comienzan a replegar
sus equipos y a recoger sus cables, mientras los trabajadores de Facundo continúan
empaquetando bolsas. La retirada de los vagones y de los amasijos de hierros que quedaron en mitad de la vía ilustran la vuelta a
la vida cotidiana de sus habitantes, aunque
muchos tardarán en olvidar a los cientos de
pasajeros que viajaban entre Vigo y Hendaya
el 21 de agosto de 2006.
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Catalina Montes Mozo vive a caballo entre Salamanca, Valladolid y El Salvador. En la primera ciudad ejerce como catedrática de Filología Inglesa; en la segunda, donde nació, dirige la Fundación Segundo y Santiago Montes creada en 1994 para cubrir una doble
vertiente, intelectual y social, bautizada con el nombre de dos de sus hermanos: Segundo, sociólogo y antropólogo, fundador del Socorro Jurídico Cristiano y del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana; y Santiago el pintor, escultor, poeta
y dramaturgo, de cuyo espíritu se imbuye la faceta cultural de la institución, que promueve exposiciones, conciertos, conferencias
y publicaciones. Por su labor al frente de este centro, Catalina recibió el pasado año el Premio Castilla y León a los Valores Humanos
2005, galardón que espera que sirva para sensibilizar a la población y dedica a los que “trabajan para que este mundo sea un poco
menos terrible”.
La vallisoletana recibió el Premio Castilla
y León a los Valores Humanos 2005 por su
trabajo cultural y humanitario al frente de
la Fundación Segundo y Santiago Montes
catalina montes
Texto: Sonia Calleja y César Combarros. Fotografía: David Arranz y Leticia Pérez
¿Qué supuso este galardón para la Fundación que usted dirige?
Hay mucha gente que lo hubiera merecido.
Se lo dedico a quienes están trabajando,
como nosotros, en ayudar a los demás. Espero que pueda servir para mostrar a la sociedad que este tipo de proyectos existen,
porque la gente se sensibiliza más cuando
conoce la causa. Además, desde que nos
dieron el premio hay más interés por la Fundación, me llaman de distintas asociaciones
similares que se interesan por nuestra labor
y quieren tomarnos como modelo, y eso me
llena de satisfacción porque significa que
esto funciona.
¿Qué objetivos se plantearon cuando crearon la institución, hace trece años?
La Fundación nació por iniciativa de mi hermana Cristina, quien falleció antes de que se
inaugurase; la idea y la organización es suya.
Aquí, en España, sensibilizamos socialmente, y en El Salvador culturizamos y fomentamos el arte, porque estamos convencidos de
que se trata de un elemento de desarrollo.
¿Considera que, desde que comenzaron a
andar, han cubierto sus objetivos?
Yo hago un balance muy positivo del trabajo
realizado. Nos propusimos unas metas que
hemos alcanzado y, como decías Yates, seguimos “navegando hacia Bizancio”, porque
éste es un trayecto que no tiene línea de
llegada.
El complemento social a las actividades culturales de la Fundación gira en torno a la Ciu-
dad Segundo Montes, en el Salvador. ¿Cómo
poner en pie este proyecto humanitario?
Segundo Montes dedicó su vida a ayudar a
los más pobres entre los pobres y le mataron
junto, a otros cinco profesores universitarios
la noche del 16 de noviembre de 1989, por
defender los derechos humanos. Desde mucho antes, él había peleado porque el presidente Alfredo Cristiani le concediera terreno
en propiedad a un grupo de 8.500 refugiados
que vivían en Colomoncagua (Honduras),
y dejó todo el papeleo arreglado antes de
su muerte. Al final, les cedieron una zona
improductiva, emplazada entre la guerrilla
y el ejército. El movimiento de repatriación
comenzó cuando los residentes del campamento se enteraron del asesinato. Primero,
partieron 750 personas como avanzadilla,
Catalina Montes en su despacho de Empresariales de
la Universidad de Salamanca
111
rodeadas por las ametralladoras del ejército.
Desde su salida, el 18 de noviembre de 1989,
hasta que los últimos llegaron, pasaron más
de cinco meses.
Aquellos inicios de la comunidad ¿fuerón los
más duros?
Al instalarse, comenzaron a levantar pequeñas ‘champas’ con ramas de bambú y cuatro uralitas. Al principio, teníamos a nuestro
cargo a 6.000 niños menores de diez años,
todos los que habían nacido en el refugio.
Ninguno había probado jamás un dulce y
compramos para todos 6.000 chocolatinas,
otros tantos chupa-chups, chicles, gominolas... Poco después, Naciones Unidas les envió leche en polvo, pero había que dársela en
cucharadas, porque el agua que tenían estaba contaminada y ni siquiera se podía hervir.
No había árboles ni ramas. Todo había sido
arrasado por el Napalm; aquello era como el
desierto, la cosa más impresionante que nadie puede imaginar.
Sin embargo, partiendo de cero han conseguido erradicar el analfabetismo y dotar de
servicios a la ciudad.
Recuerdo que al principio los niños aprendían a escribir con un palo en el suelo, y
que había tasas de analfabetismo del 85 por
ciento. Hemos querido favorecer el acceso
a la educación secundaria y gracias a un
convenio con la Universidad de Gerona conseguimos formar a 40 profesores, dentro de
un proyecto de la Unesco. Además, uno de
nuestros proyectos inmediatos es poner en
marcha una escuela de Formación Profesional para que nadie salga de allí sin su capacitación y su título.
¿Qué retos de futuro se plantean?
112
Catalina Montes recibe el Premio Castilla y León a los Valores Humanos, 2005
Seguir trabajando por la comunidad. Actualmente, la Ciudad Segundo Montes atiende a
un radio de 18.000 personas, contando los
asentamientos vecinos que se benefician de
nuestros proyectos. Además, gracias a iniciativas como la reciente puesta en marcha de
una ambulancia medicalizada completa, la
población a la que se presta servicio ha aumentado hasta las 50.000 personas. Ya hemos electrificado fuera de la ciudad y nuestro
instituto tiene más estudiantes que toda la
provincia, incluyendo la capital. Siempre estamos haciendo escuelas y casas y ampliando nuestros objetivos, porque aquello es una
bolsa de miseria enorme en la cual aparece
esta ciudad como una auténtica isla.
¿Cree que el modelo de trabajo en El Salvador podría ser exportable a otras zonas empobrecidas del mundo?
Sí. De hecho, cuando se interesó por nuestro trabajo la infanta Cristina y fue visitó la
ciudad, le dije que si este proyecto se multiplicara, sería la solución. Está demostrado
que se puede hacer, ya que nosotros lo conseguido así, de la nada. Lo asombroso es que
lo hacemos sin una perra. la Fundación está
formada por personas normales, profesionales, que ponemos todo el trabajo e incluso
dinero, pero conseguimos sacar adelante
proyectos millonarios gracias a que hay muchísima gente que nos apoya y ayuda, bien
sean particulares o instituciones. Como yo
siempre digo, se puede hacer, pero alguien
se tiene que dejar la piel en el empeño.
¿Qué situación cree que atraviesan los valores humanos en el siglo XXI?
Es bueno recordar de vez en cuando que
existen más cosas que los bienes materiales, que lo inmediato o que el yo. Yo creo
en la educación cívica y personal como el
camino para lograr la igualdad real, junto a
la concienciación a través de los medios de
comunicación social, los padres, profesores.
Quizá, deberíamos hacer todos una campaña para que las próximas generaciones sean
mejores que nosotros.
Un hogar para la esperanza
TexTo: eva vicenTe sUTil. FoTograFía: archivo de ana sanTero y david arranz
la salmantina
ana santero
funda una casa
de acogida en
honduras para
pequeños enfermos
de sida
Psicóloga, voluntaria y sobre todo mujer de fe,
la salmantina Ana Santero ha conseguido poner en marcha una casa de acogida para niñas
con sida en Honduras. Además de ser portadoras o hijas de madres con el VIH, Elena, Ichi,
Lalita y Tete –de dos y tres años todas ellas–
tienen en común el abandono, una situación a
la que ha puesto fin esta mujer que ha dejado
“todo” para “dedicarse a ser madre”.
de niñas becadas, muchas de ellas afectadas
por el huracán Mitch y, después, trabajó en
el terremoto de El Salvador y estuvo en un
hogar para niños. Más tarde, emprendió un
nuevo camino como voluntaria en oncología
pediátrica en el Hospital Escuela de Tegucigalpa, un lugar que cambió su destino después de reencontrarse con Elena, una niña a
la que antes había conocido en un orfanato.
“Hacer algo por los seres más débiles de la
tierra, los niños” ha sido el motor que siempre ha movido a Santero. A su llegada a Honduras, comenzó colaborando con un colegio
Fue en agosto de 2003. Entonces, la pequeña
sólo tenía un mes, había nacido sietemesina,
su madre había muerto de sida y había podido estar muy poco tiempo en la incubadora,
relata. Estaba “envuelta en harapos”, con una
toalla a la altura de la boca para que sujetase
el biberón e “indefensa”, así que intentó buscarle una familia solidaria que la acogiese,
pero no obtuvo ningún resultado.
Ana Santero con una de las pequeñas de la casa de acogida en Honduras
Cuando regresó a verla, la pequeña estaba
en el hospital “muriéndose”, asegura. “Tenía neumonía, desnutrición en grado tres,
flebitis en las manos y los pies, diarrea y
estaba escocidita por todos los lados”. Según recuerda, en aquel momento la pediatra
le advirtió de que si hubiera tardado quince
días más, no hubiera encontrado a la pequeña con vida.
“No lo esperaba”, reconoce la voluntaria, pero
fue en este momento en el que tuvo que elegir
entre dejarla morir o llevársela a casa. Desde
entonces han pasado más de tres años y la
vida de Ana Santero ha cambiado completamente. Ahora es madre de cuatro niñas y fundadora de un hogar que ha bautizado como
La Casa de Los Ángeles de Honduras. Según
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PÁGINA ANTERIOR
Un barrio de chabolas en Honduras / la casa
de acogida de Ana / los niños jugando / Ana
con algunos pequeños / una de las internas
con un libro, una habitación para los bebés /
actividades dentro de la casa / colaboradores
de la voluntaria con los niños / tres chicas a
la entrada del hogar / el salón / la salmantina
visita a una de las niñas hospitalizadas /
entreteniéndose en casa.
116
asegura la salmantina, “dejó todo y se dedicó a ser madre” y su “compensación son las
niñas”. De no ser por ellas, habría regresado a
España, sostiene, ya que la vida allí no tiene
“nada que ver” con la de aquí, ni las costumbres, ni la cultura, ni los valores...
vih
llo que cada Navidad se celebra en Salamanca para recabar fondos y cuyas puertas están
abiertas para los niños más desvalidos.
Elena e Ichi, con tres años, son las mayores
de la casa. Elena es cariñosa y afectiva y, aunque es hija de madre portadora –murió con 21
años–, el cuerpo de la pequeña no tiene el virus, algo que Ana considera “un milagro”.
“Son divinas”. Con estas palabras define la
voluntaria a las cuatro pequeñas que actualmente residen en la casa de acogida, un hogar
que durante todo el año se sostiene del rastri-
Aunque Ichi sí tiene sida “está muy hermosa”. Es “ordenada, como una viejita en un
cuerpo de niña”, limpia y “solidaria como ella
sola”, señala Ana Santero al describirla.
la única preocupación
de la voluntaria
salmantina es qué
pasará si algún día
ella falta
Las dos pequeñas, de dos años, Tete y Lalita,
tienen madre biológica. La primera es hija de
una madre portadora del VIH que tiene otros
cuatro hijos –que también le fueron retirados– y de un padre “pandillero”. Se encuentra en situación de protección y puede ver a
su progenitora todas las semanas en un orfa-
117
mento, reconoce que es “una mujer de fe” y que
todo lo que ha necesitado lo ha conseguido.
ayuda
salmantina
nato que sirve de punto de encuentro. Cuando llegó a manos de Ana Santero, estaba en
“malas condiciones, muy desnutrida, incluso
con quemaduras y mordiscos del padrastro
en la cara”.
Según recuerda, la madre de Tete encerraba
a los pequeños en una habitación durante
todo el día sin comida, así que cuando llegó
al hogar de acogida y tenía comida cerca “se
ponía como un animal y nadie se podía acercar a más de medio metro”, afirma Santero.
Respecto a Lalita, también es hija de madre
portadora y le transmitió el virus del sida durante el embarazo. Sin embargo, la pequeña
ha negativizado desarrollo de la enfermedad.
Su situación es especial, ya que su madre va
a ver a la pequeña a La Casa de Los Ángeles
,aunque prefiere que crezca bajo los cuidados de la voluntaria salmantina, quien se
considera “madre” de las cuatro pequeñas.
preocupación
El destino ha hecho que el Centro de Acogida
de Los Ángeles sea un hogar especialmente
femenino y “hasta la perra y la gata” son hembras. Sin embargo, también ha estado abierto
118
a los niños y, hasta el momento, tres pequeños han vivido allí de paso. Dos pequeños
–uno de tres años y otro de siete– formaron
parte de esta casa mientras su madre, enferma de sida, estuvo ingresada en un hospital
y no tuvo donde dejarlos. Otro, era hijo de
una mujer que había sido violada y residió en
La Casa de Los Ángeles hasta que se dio en
adopción.
Ante las limitaciones, Ana Santero se había
marcado como máximo acoger hasta 16 pequeños. Sin embargo, se plantea “¿Cómo poner límite si hay tanta necesidad de amor?”
Según asegura, ahora se ha enamorado de
Catherin, una niña con hidrocefalia que actualmente reside en un orfanato, y se está
planteando llevársela aunque es consciente de que necesitaría “más atención” que el
resto de las niñas.
“Seré madre, abuela, suegra...todo”, sostiene
Santero, quien asegura que El Refugio de Los
Ángeles es un hogar “familiar” en el que aunque aumente la cantidad de niños la calidad del
amor y de la atención seguirá siendo la misma.
La única preocupación de la voluntaria salmantina es qué pasará si algún día ella falta. De mo-
Pese a la distancia, La Casa de los Ángeles
de Honduras funciona íntegramente gracias
a la ayuda salmantina. En la capital charra
cuentan con una asociación que preside
otra de las hermanas Santero y con la que la
ciudadanía puede colaborar a través de dos
cuentas corrientes –La Caixa 2100-1263-280200171384 y Santander Central Hispano
0049-0047-12-2893110065–.
Además, cada Navidad la capital charra acoge un rastrillo solidario con el que recaban
fondos que permiten que a las pequeñas “no
les falte de nada”. En este sentido, como las
niñas llegaron al hogar “en condiciones poco
buenas”, Ana Santero cuida especialmente
su alimentación que, según asegura, es “súper sana” y en la que no faltan las legumbres
que su madre les envía desde Salamanca.
También, cuenta con la colaboración de algunos médicos. De hecho en su última visita a
Salamanca, Ana Santero viajó con Elena con
la intención de que los doctores Marcos Robles y Javier Rodríguez, de la clínica Las Claras, operasen los ojos sin ningún coste.
Al margen de la ayuda charra, La Casa de Los
Ángeles de Honduras sólo ha contado con la
colaboración de la embajada de Taiwán, que
entregó un coche y se hizo cargo de todo el
equipamiento de la casa.
El proyecto solidario también “tiene abuela,
la Yaya”, una amiga zaragozana que junto a
otras dos españolas residentes en Honduras colaboran en el cuidado de las cuatro
niñas.
elías díaz
Texto: María Martín, Fotografía: Eduardo Margareto
¿Qué utilidad tendrá un Congreso de Derechos Humanos con la que está cayendo?
A una edad uno ya es moderadamente optimista y creo que este tipo de encuentros
son importantes y siempre positivos porque valen para que los que hablamos clarifiquemos ideas con la gente que está con
nosotros. Pero, fundamentalmente lo más
importante es ver tantas personas jóvenes,
porque cuando uno va a dar conferencias,
por lo general, predominan personas ya mayores.Un Congreso de tanta gente joven puede ser muy positivo además, rememorar la
controversia de Valladolid enlaza con la vieja
historia, también muy importante, por lo que
el Congreso me parece muy provechoso y
esperanzador.
¿Cómo ha visto evolucionar la preocupación
por los derechos humanos?
La preocupación es creciente en todos los
países. Culturas como la judía, la musulmana, la cristiana, que hasta hace muy poco
tiempo estaban despreocupadas de los derechos humanos, hoy por lo menos tienen que
justificarse diciendo que los respetan. Ya sabemos que no se respetan en muchas ocasiones y que a veces hay retrocesos, pero,
si lo medimos en la dimensión temporal más
amplia, creo que se va avanzando.
Usted ha hablado de la democracia y el Estado de Derecho. En el ámbito político, ¿se
utilizan correctamente esos conceptos?
120
“En Castilla y León
nos falta orgullo
para saber que es
mucho lo que se
hizo y mucho el
potencial que
tenemos para salir
adelante”
Hay veces que lo hacen para ocultar posiciones contrarias, lo que sería un lenguaje ideológico. Otras veces pueden creer que están
comportándose con arreglo a los derechos
humanos y, por lo tanto, la función del intelectual o del ciudadano en general que se
preocupa de estar alerta a las violaciones es
poner de manifiesto esto mismo: que hay
veces que los políticos, y no sólo los políticos, también los otros poderes, económicos,
mediáticos, etcétera, camuflan, ocultan,
distorsionan violaciones de los derechos humanos alegando diferentes causas, pero no
podemos decir que todos los políticos son
unos corruptos o unos mentirosos, porque
sería horrible. Todos conocemos políticos
honrados, lo que pasa es que sobresalen
más los corruptos. De este modo, la misión
del intelectual es ejercer la crítica frente a
esas situaciones de ocultación y mentiras,
sin dejar de reconocer que hay otras que
funcionan bien.
¿Un ejemplo de esas situaciones sería la
Guerra de Irak?
Es un ejemplo clarísimo, incluso de ignorancia por parte de los poderes del ‘establishment’ de información de Estados Unidos,
porque no sabían en qué país se metían, no
conocían esa cultura. Parece mentira, con
universidades de Berkeley, Harvard y Yale,
con institutos sobre cultura musulmana, no
sabían en qué país se metían o, si lo sabían,
obraban con esa actitud de imponer los poderes a costa de muertos o de lo que sea. Es
un acontecimiento de los más desgraciados
que se han producido en los últimos tiempos. Fue una invasión ilegal, porque estaba
en contra de Naciones Unidas, ilegítima y,
sobre todo, producto de esa ignorancia, una
serie de circunstancias ante las que no se
puede por menos que adoptar una postura
completamente negativa y la prueba está
en que se está convirtiendo en un segundo
Vietnam, peor aún que el primero.
En España, el proceso para acabar con el terrorismo ha abierto mucha polémica. ¿Qué
opina de dicho proceso?
Creo que el propósito es tan importante que
hay que trabajar y estar en la vía de buscar
el final del terrorismo. Pero, también, hay
que saber que no es fácil y que exige un
121
largo proceso, incluso de años. Todo lleva
tiempo. ¿Que no se puede dar un precio?
Se puede dar un precio de los que hay en
la ley, como el acercamiento de presos o la
legalización de un partido como Batasuna,
siempre que reconozca que ya no está con
la violencia. Todo eso no son precios, sino
pasos que están en la propia ley española. Lo que no se puede permitir es que ETA
cobre un precio que no puede concederse
porque estaría en contra de la Constitución
e, incluso, de los principios democráticos.
Desearía del PP, no ya que se identifique
con la política del Gobierno, que entrase en
unas vías de mayor comprensión acerca de
que el objetivo a lograr es enorme. Acabar
con todos los sufrimientos es importantísimo y confío que va a ser así, pero no es
fácil. Y para ello sería deseable que el PP
se incorporase más a esa política de Estado, siempre vigilando que efectivamente
ETA no pueda cobrar un precio que no es
el que puede atribuirse, porque para eso
no tendrían por qué haber sido asesinadas
tantas personas.
Pero en un Estado de Derecho, ¿cabe un partido como Batasuna?
Sí, con ese nombre o con otro, si ellos confiesan haberse apartado de la violencia. En
otros partidos empezaron a trabajar en la
democracia personas que habían estado con
la dictadura y a esas personas se las aceptó
en la democracia. Si Batasuna claramente se
desvincula de la violencia etarra, elige una
vía de trabajo democrática, nos guste o no su
postura independentista, y lo hace pacíficamente, sí se puede legalizar.
¿Considera conveniente una revisión de las
condenas impuestas durante el régimen
franquista?
122
La revisión de condenas quizá no, por desgracia ya ha pasado tanto tiempo, pero sí
me parece imprescindible dignificar a los
vencidos, porque hay mucha gente que fue
asesinada y sepultada en las cunetas y en
fosas comunes y perseguidos durante mucho tiempo, la humillación de saber que eran
hijos de vencidos, etcétera. Se dirá, y con
razón, que también hubo víctimas en la otra
parte y que los vencidos cometieron tropelías y asesinatos, sí, pero hubo 40 años de
resarcimiento para esas personas, mientras
que los que perdieron la Guerra tuvieron 40
años de persecuciones, de silencio y humillaciones. Para equilibrar, haciéndolo bien,
sin extremismos, la recuperación de la dignidad de los vencidos me parece imprescindible, para reequilibrar una España en la que
vencedores y vencidos han encontrado, al
fin y después de tanto tiempo, una posición
en la que los dos reconocen que en las dos
partes hubo excesos y barbaridades.
Por el contrario, en Latinoamérica aún persisten gobiernos no democráticos, como en
Cuba y Venezuela. ¿Contempla una salida
democrática para estos países?
Yo no equipararía del todo Venezuela y Cuba,
porque en Venezuela hay problemas pero ha
habido elecciones, hay partidos políticos legalizados y creo que en este país se debe ir
a una situación donde la oposición intente
ganarse al electorado y consolidar un régimen democrático. En Cuba, evidentemente,
a la muerte de un personaje histórico como
Castro, también los cubanos están obligados a encontrar una vía de transición hacia
la democracia. No es fácil, pero habría que
trabajar para que se den esas transiciones,
como aquí lo hicimos, frenando los intentos
del viejo régimen para permanecer después de la muerte de Franco, y también se
Su labor intelectual se ha orientado fundamentalmente hacia la
filosofía política, especialmente en
asuntos relacionados con el Estado
Social y Democrático de Derecho, y
la filosofía jurídica y ética, con un
interés especial por los problemas de legalidad y legitimidad,
aspectos sobre los que disertó el
pasado mes de octubre –momento
en que se hizo esta entrevistaen el Congreso Internacional de
Derechos Humanos que se celebró
en Valladolid. Elías Díaz ha sido
director de la Revista Sistema, de
la fundación del mismo nombre
presidida por Alfonso Guerra. Él
mismo se considera “militante, que
no simpatizante, de este partido”.
Es colaborador de diversas revistas entre las que destacan Revista
de Occidente y Cuadernos para el
Diálogo, en las que desarrolla un
pensamiento que trata de la ética
y la política, y el papel mediador
que el Derecho ha de representar
entre las dos dimensiones, la
conciencia de cada ciudadano por
un lado y las normas de la vida
política, por otro.
Entre sus obras, destacan ‘Estado
de Derecho y sociedad democrática’, ‘Sociología y Filosofía del
Derecho’, ‘Pensamiento español’,
‘Legalidad-legitimidad del socialismo democrático’, ‘De la maldad
estatal y la soberanía popular’ y un
largo etcétera.
Elías Díaz (Salamanca, 1934) es
catedrático emérito de
Filosofía del Derecho
de la Universidad
Autónoma de Madrid,
licenciado en Derecho
por la Universidad de
Salamanca y Doctor
por la de Bolonia
(Italia).
123
“...me parece
imprescindible
dignificar a los
vencidos, porque
hay mucha gente
que fue asesinada
y sepultada en las
cunetas y en fosas
comunes...”
comprendió que la dignidad de los vencidos no debería pasar por la venganza o la
revancha. Yo eso mismo lo predicaría para
Cuba: Salir hacia un régimen democrático y
ésa es una vía de trabajo, de constancia, de
defensa de los valores democráticos y también de paciencia.
Como salmantino y conocedor de la realidad
de Castilla y León, ¿considera que esta región está en desventaja respecto a otras en
cuanto a la igualdad de oportunidades en el
acceso a las fuentes de riqueza?
Creo que una de las señales de que un país
va hacia adelante es cuando lo rural y lo urbano se acercan, cuando no hay esas distancias enormes entre la ciudad y el campo.
Castilla y León es un modelo de sociedad
que puede hacer mucho en ese sentido y salir adelante, porque, aunque hay una actitud
un poco complaciente o pesimista en estas
regiones que no han sido punteras en el desarrollo económico, tienen mucho fondo detrás de historia, de conocimiento, de trabajo,
que permite verlo con optimismo. Ciudades
como Salamanca o Valladolid tienen tanto
124
conocimiento acumulado ahí que no hay porqué quedarse atrás de todos estos cambios.
El problema entonces es que nos falta orgullo.
Sí, orgullo, autoestima, pero no inventada artificialmente, sino de saber que es mucho lo
que se hizo, –algunas cosas bien, otras mal–,
pero que hay mucho potencial acumulado
para poder pensar que eso se puede llevar
hacia adelante. Creo que estamos demasiado condicionados por la España eterna,
centralista y, frente a ella, la España plural,
de reconocimiento de comunidades, sería
más integradora. Al País Vasco, a Cataluña o,
incluso, Galicia, que podrían ser los puntos
más conflictivos, creo que hay que crearles
el orgullo, sin dejar de ser catalanes o vascos
o gallegos, de sentirse parte de una entidad
que coordine todo esto y que podríamos llamar perfectamente España. Creo que el independentismo de verdad, de los que estarían
dispuestos a romper completamente con
todo, es muy minoritario. Si desde otras instancias como Castilla y León se saben llevar
las cosas bien, también pienso que muchos
catalanes y vascos se sienten identificados
con esa interrelación del Estado de las autonomías, con España, en definitiva, aunque la
palabra España para algunos todavía resuene a aquella España excluyente y absorbente. Creo que debemos crear una España incluyente de las diferencias, de las libertades;
ésa es la España fuerte, democrática.
Agustín Ibarrola
Texto: Paco Alcántara. Fotografía: Eduardo Margareto y Ricardo Muñoz
Aún no está concluido, pero el paseo por las piedras, que “parecen hablar”, y que está creando Agustín Ibarrola
(Vizcaya, 1930) en una finca de Muñogalindo, muy cerca de Ávila, es un viaje por el universo de un artista con
vocación de “construir paisaje”. Entre encinas, oliendo a cantueso y ante un imponente cielo azul, Ibarrola
transforma y da otra vida a los bloques de piedra. Coloreadas de rojo, blanco o negro, las lajas de granito sugieren
un castro celta o una fascinante bandada de aves. “Sólo trato de descubrir el trabajo que ha hecho la naturaleza”,
resume su creador.
¿Se ha sorprendido de que, nada más anunciarse que usted trabajaba en Ávila, no hayan cesado las visitas a esta finca?
te que yo soy un artista al que le gusta utilizar los colores del bote, según salen en crudo,
como hacía Mondrian. Mi apuesta es por mejorar el paisaje natural. Abandoné hace años
pintar el paisaje con sus luces y sus sombras,
intentando que fuera lo más fotográfico posible. Pretendo construir paisaje.
La experiencia me demuestra que la creatividad genera riqueza, desarrollo turístico. Ya
no me sorprende tanto, porque cuando hablo
de transformar al hom¿Cómo lleva la crítibre, yo sé que también
ca de los ecologistransformo la economía “Si algo puedo decir
tas, que se oponen
de los lugares. El bos- del significado de mi
a este tipo de interque de Oma ha creado obra es que es una
vención en la natuturismo, unas 100.000
reivindicación
de
raleza?
personas lo visitan al
libertad,
más
que
año. El caso de Llanes
Yo estoy investies asombroso. Ahora, de paz”
gando aquí. No sólo
cuando voy a trabajar
haciendo formas caallí, me cuesta un riñón
prichosas y simbólicas, que también. Hago lo
alquilar un casa. Yo mismo soy víctima de lo
que me de la gana, libertad total. Para eso esque se ha encarecido, porque Llanes se ha
toy en este paisaje, que me inspira el pasado
puesto de moda.
de una cultura celta, de la historia de miles
de años que albergan, a mí no me gusta par¿Qué tal se siente trabajando en una inmentir de cero (y enseña los bocetos en papel de
sa finca como ésta, de 20 hectáreas, entre
decenas de piedras que ha pintado durante
encinas y piedras berroqueñas?
el invierno en su caserío de Oma, en la locaComo un hombre libre. En plena actividad
lidad vizcaína de Kortezubi. Ibarrola, entoncreativa, que es como el ser humano está en
ces, se explaya sobre su trabajo en espacios
su estado más natural y con mucha ilusión
tridimensionales). En la naturaleza hay mil
de que Ávila haya acogido la idea de conscaminos en la investigación, mil tendencias.
truir la Fundación Ibarrola aquí, con una obra
Entre lo pintado y lo real hay un engarce que
importante, fruto de mis 50 años de un traa veces son líneas, nada más. Hay momenbajo creativo muy interdisciplinar.
tos en los que tengo que hacer un esfuerzo
con alguna roca para que no se parezca a un
Ahora actúa sobre la piedra. Lo ha hecho
lagarto.
sobre papel, árboles, hierro, traviesas de
madera y acero ¿Todos los materiales de la
tierra son nobles?
Entre la paz y la libertad ¿por dónde transita
el mensaje de sus obras?
¡Claro! Es evidente. La tierra tiene texturas,
formas, luces, colores (señala el intenso color azul de la flor del cantueso). El paisaje es
muy sugerente cuando no se quiere imitar y
se extrae la belleza de sus colores. Que cons-
Si algo puedo decir del significado de mi
obra es que es una reivindicación de libertad, más que de paz, porque soy consciente
de que la paz se consigue luchando por ella.
A veces, algunos interpretan que signifi-
ca dormirse a la bartola y admitir todo. No
crearse problemas. Pues sí, hay que crearse problemas para hacer posible la paz,
pero en libertad.
Usted es un significado activista del movimiento ciudadano ‘Basta ya’ y recientemente ha recibido el premio de la Fundación José
Luís López Lacalle por su “infatigable defensa de la libertad”, ¿Cómo analiza el proceso
de paz iniciado en el País Vasco? (La entrevista se realizó en mayo de 2006)
En estos momentos poco sabemos, porque
no nos dan información. Ya hemos pasado
por tiempos en que parecía posible acabar
con el terrorismo. No está claro que podamos
con él, porque se está utilizando la paz como
un tótem, un mito, algo que en sí mismo encierra todo y no encierra nada a la vez. Es demasiado ambiguo. Tenemos que ver cómo se
concreta en el día a día esta realidad, no en
negociaciones. Porque la gente cree que la
paz y la libertad se negocian y yo mantengo
que nada de eso se puede negociar.
Sin embargo, el anuncio de tregua indefinida
de ETA y el diálogo con la banda ha abierto
muchas esperanzas en la sociedad vasca.
La gente quiere vivir la esperanza, pero tiene
muchas dudas. Si algo se expresa en estos
momentos es una esperanza en un mar de
dudas.
Transmite usted cierto escepticismo sobre
esta nueva etapa.
Aunque se acabe el terrorismo, el odio acumulado no desaparecerá de la noche a la mañana. En España hay libertad, en el País Vasco, no... (sonríe) Y eso no es paz. ¿Cuánto
vamos a tardar en conquistar la libertad para
que podamos vivir como el resto de España,
como en el resto de Europa? Pasarán, como
El artista vasco Agustín Ibarrola en la finca abulense de
Muñogalindo.
126
127
Ibarrola junto a una de sus obras en Muñogalindo.
128
Una de las obras del escultor vizcaíno resalta en el paisaje de encinas de Muñogalindo.
129
Un paseo entre las piedras convertidas en obras de arte por Ibarrola.
“El Guggenheim es
un museo donde, si
pongo mi chapela en
el suelo, se convierte
en una obra de arte”
mínimo, un par de generaciones. El terrorismo no sólo abarca a los que matan, muchos
les han ayudado.
Debemos de entender que, con la desaparición de la violencia, se mantendría la discriminación de una parte de la sociedad vasca.
El nacionalismo que ha ayudado al terrorismo ha odiado de tal manera a los ciudadanos
que no son nacionalistas, que de hecho ha
convertido en excluyente a la mayoría de la
población vasca. Afirman que no son vascos,
por no ser nacionalistas, por lo que no son
ciudadanos con plenos derechos, como el
resto de los españoles.
En Ávila, usted pretende crear un nuevo tipo
de museo. ¿Hay que cambiar los conceptos
museísticos tradicionales?
El museo panteón ha desaparecido. Los
mejores museos ofrecen muchas exposiciones temporales, talleres, proponen nuevos
análisis del arte y publican sus resultados
en textos. Esta actividad es lo que va creando nuevas dinámicas de preocupación por
ir más allá de donde estamos en cada momento. Eso es lo pretendo poner en marcha
en Ávila.
El gran icono del arte contemporáneo, el Guggenheim, no cumple estos requisitos.
El Guggenheim es un museo donde, si pongo
mi chapela en el suelo, se convierte en una
obra de arte, porque es una catedral fabricada para ennoblecer hasta los excrementos
del artista. En un edificio de estas características todo vale, y no es así.
Además del trabajo para poner en marcha la
Fundación, que espera inaugurar a finales
del próximo año, usted despliega una actividad frenética. Acaba de inaugurar una exposición en la Coruña, ‘Los cepos de la memoria’, en el Macuf (Museo de Unión Fenosa).
¿De donde saca el tiempo?
Ahora quiero ceñirme al trabajo en Ávila para
que la Fundación, cuando eche a andar, genere mucha investigación. Pretendo que sea un
lugar muy vivo con cursos e intercambios expositivos. En breve, los arquitectos nos darán
a conocer cómo serán los edificios funcionales, que estarán integrados en el paisaje
y utilizarán energías renovables. Albergará
más de un millar de obras, desde esculturas
a óleos y grabados. También dispondrá de
talleres, salas de exposiciones temporales y
una residencia para que jóvenes creadores
investiguen en este entorno abulense. Yo
creo que el arte puede cambiar y mejorar al
mundo y la Fundación llevará ese camino.
Las piedras de Muñogalindo se transforman después de la intervención de Ibarrola.
130
131
emigrantes
retornados
Hace décadas, engrosaron las nutridas
cifras de emigrantes de Castilla y León,
cuando tomaron la siempre difícil decisión de abandonar todo lo que hasta entonces conocían y embarcarse en busca
de una vida mejor, más próspera, con
más futuro de la que les ofrecía su patria
chica. Cruzando el charco o desplazándose a grandes capitales, conocieron otros
horizontes, prosperaron en el trabajo,
recorrieron el mundo, pero finalmente
retornaron a su tierra natal. Quizá fue la
morriña de la que hablan los gallegos, la
necesidad de cambiar de nuevo de destino o la toma de conciencia de que no
querían terminar su vida lejos de casa;
fuera lo que fuera lo que les impulsó a
volver, Castilla y León les recuperó.
En el caso del palentino Julián Bañuelos,
se formó en el sector minero en Venezuela y, a su regreso, montó una cantera en
Aguilar de Campoo; el pintor y diplomático Pablo Sansegundo volvió a Ávila tras
70 años de peregrinaje por el mundo y
ahora trabaja en un proyecto cultural
en su tierra; el soriano Domingo García
retornó de Argentina porque añoraba el
pequeño municipio de San Pedro Manrique, y Manuel Jesús de Pedro abandonó
una próspera carrera profesional como
corredor de seguros en Madrid para convertirse en ganadero en Muga de Sayago
(Zamora), donde nació. Éstas son cuatro
historias con nombres propios, reflejo de
todos aquellos seres anónimos que probaron el sueño de un futuro como emigrantes y acabaron encontrándolo en el
punto de partida.
132
De Castilla y
León al mundo,
con billete de
ida y vuelta
Abandonaron su tierra en
busca de una vida mejor en
otro horizonte que ofreciera
más oportunidades y más
futuro que la Comunidad,
pero finalmente regresaron
a su patria chica, donde
encontraron un nuevo destino
Texto: Patricia G. Robledo /
Benito Iglesias / Lucía Sánchez
/Juanma de Saa
Fotografía: Rubén Cacho /
M. Martín / A. Castaño
El palentino Julián Bañuelos decidió emigrar
en 1956, cuando por casualidad cayó en sus
manos un ejemplar de la revista ‘Life’ que
algún vecino de su Barruelo natal había recibido y que titulaba en su portada: ‘Venezuela,
el país con más rápido desarrollo mundial’ en
la época. Todos los detalles del crecimiento
económico se reflejaban en un amplio artículo en el interior de la publicación. Bañuelos
tomó entonces la difícil decisión de dejar su
trabajo de picador en el Pozo Calero.
En la villa minera, además de vender su
recién estrenada casa para poder costear
el viaje a Latinoamérica, dejó atrás a sus
padres, mujer e hija de cuatro años. La
venta sólo alcanzó para un pasaje, además
de unas 25 pesetas para gastos de viaje, y
arrancó una historia de superación personal
de emigrante retornado con final feliz.
Tras trabajar en la minería venezolana como
picador, ayudante y, después, encargado
pasó a ser subcontratista de obras de túneles en carreteras de varios países latinoame133
83 años, Pablo Sansegundo ha regresado
a su ciudad natal, ilusionado e inmerso en
la preparación de “un proyecto cultural de
envergadura”, en colaboración con el Ayuntamiento de Ávila.
Durante décadas, la diplomacia, la docencia
y el arte han marcado el rumbo de la vida de
Sansegundo, que ha regresado a sus orígenes 70 años después de dejar su tierra natal,
animado por un nuevo proyecto cultural, “que
de momento va muy despacio”, lamenta.
En noviembre de 2005, el Ayuntamiento de
Ávila decidió ceder al pintor una vivienda en
la calle Vallespín, en pleno casco histórico,
con carácter vitalicio. A cambio, el Consistorio recibirá de buena parte de la obra del
artista, quien además podría comenzar a
impartir clase en la futura Escuela Municipal de Artes.
Julián Bañuelos en su museo de mariposas en Aguilar de Campoo (Palencia)
134
ricanos y también participó en la construcción de pantanos. Su vuelta a casa se produjo
en los años 70 donde montó una cantera en
Aguilar de Campoo –luego vendida al grupo
cementero Alfa- además de una empresa de
transporte que regentó hasta el momento de
su jubilación.
El audiovisual narra la experiencia personal
de un duro trabajo diario con éxito profesional, además de las muestras de solidaridad
que Bañuelos ha demostrado durante toda
su vida, acreditado por muchas personas residentes tanto en la Montaña Palentina como
en Latinoamérica.
Actualmente dedica su tiempo a un museo
privado que posee en la villa galletera, donde
recibe la visita de cerca de 2.000 escolares,
en el que muestra de forma gratuita más de
3.000 mariposas y 500 piezas de distinta
procedencia. La empresa aguilarense Impa
Vision, Producciones Audiovisuales estrenará este año el documental ‘Julián Bañuelos.
Camino a la superación’, de 20 minutos de
duración y rodado durante seis meses en
Venezuela y en la Montaña Palentina.
70 años de
ausencia
Pintor, diplomático, embajador, académico...
Pablo Sansegundo Castañeda (Ávila, 1924)
ha pasado su vida entre Iberoamérica, Europa y España, con una breve estancia en
Estados Unidos que prefiere olvidar. A sus
Pablo Sansegundo ha
regresado a su ciudad natal,
ilusionado e inmerso en la
preparación de “un proyecto
cultural de envergadura”
Pablo Sansegundo nació en Ávila en 1924,
donde vivió su infancia. Su padre, dueño de
un próspero comercio ubicado en la calle
Jerónimo, decidió trasladar su residencia
a Santander. Siendo un niño, Sansegundo
ganó una beca que le permitió estudiar en
la Escuela Superior de Bellas Artes de San
Fernando, en Madrid, donde se convirtió en
discípulo particular de su director, el pintor
Eduardo Chicharro, alumno a su vez de Joaquín Sorolla. En su estancia en la capital madrileña, Sansegundo llegó incluso a formar
El pintor y diplomático Pablo Sansegundo en su estudio de pintura en Ávila
parte de la tertulia del Café Pombo, presidida
por el maestro de las greguerías, Ramón Gómez de la Serna.
Tras acabar sus estudios y despuntar en sus
primeras exposiciones, en el año 1946 Sansegundo logró el segundo premio del Certamen Nacional de Retratos, a los 22 años. El
primero fue para Salvador Dalí. La carrera
artística de Sansegundo, niño prodigio de la
pintura, comenzaba entonces a despegar.
Cuatro años después, un retrato del político
venezolano Simón Bolívar ‘El Libertador’ le
abrió las puertas de América. Según Sansegundo, realizó el cuadro en un encuentro con
el embajador de Colombia en Madrid, a partir
de la descripción que le hizo el diplomático
del líder político.
Inmediatamente, fue contratado por el Gobierno colombiano como profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Na-
cional, le ofrecieron “un sueldo de mil pesos
mensuales, una fortuna para la época”, e ingresó en el Instituto Colombiano de Cultura.
Además, simultaneaba su labor docente con
el papel de agregado cultural de la Embajada
de España, iniciando así una larga carrera diplomática que le valió, en 1954, la Orden del
Mérito Civil del Gobierno español.
Cuatro años después, Sansegundo se desplazó a Venezuela –donde se casó-, Perú y
135
Ecuador. En 1964, decidió regresar a España,
si bien continuó viajando con asiduidad a la
patria de su esposa y a otros países en su calidad de comisionado de Relaciones Culturales para el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En la década de los 70, recuerda el pintor,
recibió la Medalla de Oro de la Ciudad y de la
Provincia de Ávila, y fue nombrado miembro
de honor del Instituto Gran Duque de Alba.
Durante los siguientes años se dedicó a
trabajar y exponer por todas las capitales de
Europa, recorriendo Italia, Francia, Holanda,
Alemania, Austria y Suiza.
En 1980, regresa de nuevo a Venezuela y se
instala en Maracaibo, donde prosigue su labor universitaria en Bellas Artes. Quince años
después, Sansegundo y su familia se establecen en Altamonte Springs, en Orlando (Florida), y se muda de nuevo a Miami en 1999.
Pasó un año y “harto” de Estados Unidos, se
estableció en Puerto Rico, país que abandonó
hace año y medio para retornar a sus orígenes y cerrar el ciclo de su vida en la ciudad
que le vió nacer con un último proyecto ligado, cómo no, a la cultura., su vida.
Regreso a
las raíces
Domingo García, en su localidad de San Pedro Manrique en Soria
136
Domingo García del Rincón (San Pedro Manrique, Soria, 1949) decidió emigrar a Argentina
en 1967. No emprendió su viaje por “hacer las
américas” sino porque sus tíos tenían un negocio en la ciudad de Zárate y en uno de los
viajes que realizaron a Soria le propusieron a
él, a su hermana y a un primo trabajar con
ellos. Domingo recuerda que embarcaron un
16 de enero en Barcelona a bordo del buque
‘Cabo San Roque’ de la compañía Ibarra y llegaron a Argentina el 31 de ese mismo mes:
Manuel Jesús de Pedro, ganadero de raza sayaguesa en la localidad zamorana de Muga de Sayago
Un día, hace ya casi cinco
años, Manuel Jesús cambió
los parajes de hormigón por
los de granito en bruto de
Sayago y comenzó a levantar
una explotación ganadera
“Estuvimos 15 días de viaje y pasamos del
invierno más frío al calor más terrorífico”.
Regresó a San Pedro Manrique en 1977, porque añoraba el país y a su familia, cargado de
experiencia y un buen número de anécdotas.
A partir de entonces, se asentó de nuevo en
su pueblo natal, primero dedicándose a la
ganadería lanar y desde 1995 como alguacil
en el Ayuntamiento: “El regreso no fue difícil
porque ya sabía lo que me iba a encontrar,
pasé de vivir en una ciudad de 100.000 habitantes a mi pueblo que cuenta con 400”,
menciona. Durante los diez años que vivió en
Argentina tan sólo regresó una vez a España
de vacaciones.
Desde entonces no ha vuelto a Argentina,
dice que es una de sus asignaturas pendientes ya que dejó un “buen puñado de amigos”.
La experiencia para él fue única: “Yo no fui a
hacerme rico sino a trabajar, cuando me cansé regresé a mis raíces”.
Aprendiz de
ganadero
Manuel Jesús de Pedro nació hace 51 años
en Muga de Sayago (Zamora). Hace muchos
años, decidió dejar atrás sus raíces para establecerse en Madrid, donde prosperó desarrollando su vida laboral como corredor de seguros. Hasta aquí, la historia de este zamorano
no difiere de la de tantos otros sino fuera por
137
“Siempre me ha gustado
escribir y creía que era
interesante aportar una
opinión objetiva sobre este
mundo, ya que, no he vivido
la vida rural desde siempre”
Manuel Jesús de Pedro es autor de libro “Aprendiz de
ganadero”
una peculiaridad no tan común en nuestros
días: Volvió para trabajar en su pueblo.
Un día, hace ya casi cinco años, Manuel Jesús cambió los parajes de hormigón por los
de granito en bruto de Sayago y comenzó a
levantar una explotación ganadera con una
raza que, al igual que la propia actividad en el
campo, está en peligro de extinción: la vaca
sayaguesa.
Manuel es un hombre afable y goza de esa
campechanía tan propia de las personas del
campo. Viéndolo en su finca dando de comer
a sus vacas, con la destreza y tranquilidad
de quién realiza una actividad habitual, pocos podrían suponer que hace seis años es-
138
taba en una oficina a orillas del Manzanares.
“Fue una decisión personal por una serie de
circunstancias. La ganadería no la conocía
porque dio la casualidad que ni mis padres
ni mis abuelos tuvieron vacas pero, como yo
creía que tenía que hacer algo, me embarqué
en esto”, comenta Manuel mientras observa
a sus animales.
Las vivencias de todo este tiempo han quedado recogidas en un libro titulado ‘Aprendiz
de ganadero’, en el que cuenta su experiencia en el mundo del campo y reflexiona sobre
la delicada situación del sector y el incierto
futuro que se avecina. Aunque empezó como
un diario personal en el que iba anotando el
día a día, poco después se convirtió en algo
que pugnaba por salir al exterior. “Siempre
me ha gustado escribir y creía que era interesante aportar una opinión objetiva sobre
este mundo, ya que, a diferencia de otros
ganaderos, no he vivido la vida rural desde
siempre”, recalca.
Manuel Jesús no se arrepiente de su decisión y, de momento, no tiene ninguna intención de regresar a Madrid. De su nueva
vida no duda en afirmar que lo que más le
gusta es el contacto con la naturaleza. “Ves
el ciclo vital, como se van sucediendo las estaciones, el cambio en la vegetación, en los
animales y también en nosotros mismos”,
reflexiona.
Que de
hoy en
un año
Riofrío de Aliste, Sarracín y Abejera
de Tábara, en Zamora, abren el año
con ‘Obisparras’ donde todo el pueblo
participa en una manifestación popular repleta de guiños cómicos, satíricos y burlescos
Texto: Paco Alcántara. Fotografía: Eduardo Margareto
I
ván Casado puede estar orgulloso: ha aprobado con buena
nota su primer año como Diablo Mayor en Riofrío de Aliste,
en Zamora. Este Carocho está a punto de cumplir 17 años y,
según los vecinos más veteranos, “ha realizado las carreras con
gran espectacularidad”. No es tarea fácil. Junto al Diablo Chico, no
ha dejado de correr cubriendo su cara con una horrenda máscara,
haciendo sonar unos cencerros que lleva colgado a sus espaldas,
echando humo y portando unas enormes tenazas de más de tres
metros de largo, rematadas con unos cuernos de cabra, con las que
atemoriza a sus vecinos.
El Carocho y el diablo pequeño corren por las calles de
Riofrío de Aliste (Zamora).
La careta del Carocho realizada con pez.
140
Entre cada una de las embestidas se produce un momento de relajo y tanto él como el resto de los once miembros que forman la
también llamada Obisparra visitan cada una de las casas del pueblo
para solicitar el aguinaldo. Se trata de un acto no exento de ceremonial y donde se escucha el siguiente diálogo: “Buenos días de año
nuevo en salida de año viejo, en vida de Soledad, de su familia y de
todos los que usted bien quiera”, enfatiza alguno de los protagonistas de esta carochada. “Que de hoy en un año”, comenta la señora
Soledad, mientras entrega el aguinaldo.
141
Esta fiesta refleja
la riqueza de
componentes plásticos,
escénicos y musicales
de una cultura y una
tierra que ha sabido
guardar las tradiciones
La Filandorra embadurna con ceniza a todo aquel que se cruza en su camino.
“Buenos días de año nuevo en
salida de año viejo, en vida de
Soledad, de su familia y de todos
los que usted bien quiera”
La invitación consiste en dinero, unos trozos
de chorizo y dulces. “Y usted para verlos”,
responden los miembros de tan singular comitiva, guardando los presentes y encaminándose al siguiente portal. El año se recibe
en esta zona de Aliste con las puertas abiertas y agasajando a los que brindan porque
sea bueno.
En estas tierras, el carnaval es mucho más
que los tres días que preceden al Miércoles
de Ceniza, que era la gran fiesta con la que
el mundo precristiano celebraba el nuevo
año. El 1 de enero en esta pequeña localidad del oeste zamorano, los apenas 360 vecinos censados y los que regresan para la
ocasión celebran el inicio del antruejo, con
un gran ritual donde hasta uno de los personajes de esta primitiva representación,
142
la ‘Filandorra’, se encarga
de rociar con ceniza a los
parroquianos que asisten
a esta estrambótica cabalgata, sobre todo a las
mujeres y niños.
Nadie se queja, ni se enfada. Asegura algún estudioso de esta tradición que, en el origen de
tan singular acción, “se trataría de favorecer
la fertilidad de los jóvenes, de modo similar
al que el agricultor usa con la tierra”. Aunque
resultará más prodigioso comprobar cómo
los dos jóvenes que realizan el papel de diablo han tenido que atravesar a pie el cauce
del pequeño río que cruza el pueblo, en un
ambiente gélido y que este año les llegaba
hasta las pantorrillas.
El del ‘lino’ tiene un papel más esperpéntico en este ritual, que podría competir en
espectacularidad con las actuales representaciones de teatro de calle. Se dedica
a levantar las faltas a las mujeres con la
cacha y hace tropezar a la gente que sigue
la acción.
Los actores de los Carochos no siguen las
pautas de ningún libreto, tampoco se han
celebrado ensayos previos, pero todos conocen a la perfección cuál es su papel en la
representación comunitaria, porque se ha
trasmitido de forma oral, generación, tras
generación. Ricardo fue en su día Carocho,
hoy pasa de los 70 años y es el encargado de
vestir a los dos diablos. “Les coloco en la espalda unas ramas para que amortigüen los
golpes de los cencerros”, señala mientras
trenza cada una de estas esquilas. A Sergio
Olivares, el Diablo Chico, su abuela le ha instruido sobre su cometido. “Hasta 20 veces
me ha repetido que yo soy el encargado de
abrir la puerta de las casas”.
Entran dos diablos en el pueblo, corriendo,
echando humo, gritando y haciendo sonar los
cencerros, utilizando distinto itinerario, hasta llegar a la iglesia. Aquí se reúnen. Mientras,
los ‘Guapos’ se dirigen a la casa del párroco
a bautizar al niño, encarnado por un muñeco, al son de tamboril y castañuelas. En otra
calle, la autoridad para a una carreta de ‘filandorros’, tirada por dos burros y conducida
por el ‘molacillo’, para pedirles la documentación de que los animales están sanos y no
han sido robados. Un poco mas adelante, un
grupo de vecinos vuelve el carro, el ciego que
iba subido yace muerto en el suelo y la gitana
que lo acompañaba desaparece.
Un grupo de etnógrafos, al descubrir los Carochos a principios de los 80 del siglo pasado, dejó escrito que esta particular fiesta es
una manifestación popular que refleja la riqueza de componentes plásticos, escénicos
y musicales de una cultura y una tierra que
ha sabido guardar las tradiciones.
Otros, aún debaten en definirla entre tragicomedia, vodevil o puro teatro de calle. Juan
Francisco Blanco, natural de Riofrío de Aliste,
fue mucho más explícito al decidir encabezar su estudio sobre esta celebración con la
siguiente sentencia: “Amo los Carochos porque los han visto unos niños que fueron los
abuelos de mis abuelos”.
No busquen una razón, nadie discute que
esta mascarada puede contener la esencia de
aquellas fiestas paganas, pero este arcaísmo,
como reflexiona otro lugareño, es “una expresión popular de que los habitantes más viejos
del lugar han pasado el testigo de padres a hijos sin detenerse a hurgar en cuáles han sido
las fuentes de tan arraiga celebración”.
Los personajes en la celebración de Los Carochos son muy peculiares. En el carro van la
gitana y el ciego.
Protagonistas
El cortejo se pone en marcha pasadas las doce del mediodía. Todos los personajes que intervienen son hombres, un total de once, y se pueden agrupar
de la siguiente forma: los dos ‘Carochos’ son los grandes protagonistas que
abren el festejo. El segundo grupo lo componen los ‘Guapos’. Lo forman cinco
personajes ‘El Galán’, ‘La Madama’ –caracterizado por una mujer con un niño
en brazos-, ‘El del Tambor’, ‘El del Cerrón’ y ‘El del Lino’. Este último lleva un
vestido andrajoso.
Este grupo realiza un cometido aparte del conjunto, ya que, además de llevar el niño de ‘La Madama’ a bautizar a casa del cura, recorren el pueblo en
busca del aguinaldo. Los ‘Filandorros’ son cuatro personajes que entran en
el pueblo en un carro y lo integran ‘El Molacillo’, ‘El Ciego’, ‘La Gitana’ y ‘El
Gitano”, que lleva un burro y realiza bufonadas saltando sobre él haciendo
piruetas.
Según aporta Juan Francisco Blanco, “en la actualidad los preparativos se
realizan en un corto espacio de tiempo, cuando los mozos regresan al pueblo para disfrutar de unas jornadas de vacaciones”. En los últimos años, los
papeles se reparten en consenso entre los jóvenes que tomarán parte en la
Obisparra. Curiosamente, en Riofrío, a diferencia de otras mascaradas de la
provincia de Zamora, los encargados de protagonizar los Carochos no son los
quintos, sino los mozos solteros.
143
Celebración de Los Diablos en la localidad zamorana de Sarracín de Aliste.
Al municipio de Riofrío de Aliste pertenecen
las pedanías de Sarracín y Abejera de Tábara,
que también inician el año con sendas Obisparras. En el primero de estos núcleos, muy
de mañana, salieron los Diablos, mientras
que en Abejera, los personajes diabólicos
que protagonizan el inicio del antruejo, los
Cencerrones, desfilan por la tarde.
En Sarracín, los personajes son una docena
y al cortejo, junto al tamboril, se suma una
gaita. Manuel Folgado, de 29 años, regresa
todos los años a su pueblo, junto a su novia,
para colocarse la capa alistana que perteneció a su padre y su abuelo, lucir su camisa
de lino y tocar este instrumento hasta las
últimas luces del día.
“¿La razón?”, se interroga ante el forastero:
“Es la gran fiesta de las gentes de mi pue144
“En la actualidad los
preparativos se realizan
en un corto espacio
de tiempo, cuando
los mozos regresan al
pueblo para disfrutar
de unas jornadas de
vacaciones”
blo”. Sus hijos, aunque residan a cientos de
kilómetros de Aliste, conocerán todos los
detalles de tan arcaico festejo y, algún día,
ocuparán el lugar de sus padres. En esta
comarca a los pies de la Sierra de la Culebra,
siempre ha sido así.
TExTO: MARíA MARTíN
FOTOGRAFíA: MIRIAM CHACóN, PEIO GARCíA, JOSÉ LUIS LEAL,
FÉLIx ORDóñEZ, FERNANDO PEñALOSA, RICARDO MUñOZ, Y
OSCAR NAVARRO
Castilla y León modela su imagen de
futuro gracias a renombrados arquitectos
que ya empezaron hace cien años a
modernizar el perfil de la región
146
147
neo, Mansilla y Tuñón y Ricardo Bofill, entre
muchos otros, destacados profesionales de
este ámbito han dejado en la región diseños
de edificios que constituyen la vanguardia de
la creación urbanística de Castilla y León, que
avanza a pasos de gigante hacia el futuro.
Las obras más importantes se están produciendo en Burgos, con el Museo de la Evolución Humana, diseñado por el arquitecto
cántabro Juan Navarro Baldeweg, y con el
futuro centro cívico de San Agustín, destinado a ser el principal elemento dinamizador de los barrios del sur de la capital. Por
su parte, en Ávila confían en que el futuro
Centro de Exposiciones y Congresos ayude a
revitalizar la capital abulense en cuestiones
arquitectónicas.
Además, grandes proyectos transformarán la
ciudad de Valladolid, con el nuevo modelo de
urbanismo que plantea Richard Rogers para
la zona soterrada por el AVE, así como en el
área de Villa del Prado, donde se instalará la
nueva sede de las Cortes de Castilla y León,
con un diseño de Ramón Fernández-Alonso,
y el auditorio planeado por Ricardo Bofill.
Castilla y León ya no es sólo un territorio privilegiado por su bagaje patrimonial e histórico. Las últimas tendencias arquitectónicas
van abriéndose paso en la Comunidad, junto
a las innumerables joyas de piedra dejadas
por el románico, el gótico y el barroco. Así,
junto a catedrales, monasterios, murallas y
plazas, las ciudades dejan sitio a un nuevo
concepto de construcción, moderno, pragmático y, en ocasiones, ambicioso. Un paseo
por las principales ciudades de la Comuni148
dad es también un repaso por la historia de
la arquitectura del siglo xx y un catálogo de
apuestas por la vanguardia.
La región, consciente de que no se puede
vivir del pasado, se rinde ahora ante los arquitectos de renombre, aquéllos que tienen
en sus manos el poder de modelar la imagen
del futuro de Castilla y León. Desde Norman
Foster a Richard Rogers, de Fernández Alba a
Miguel Fisac, Alejandro de la Sota, Rafael Mo-
A la izquierda el Centro de Arte Caja Birgos (CAB).
A la derecha Casa del Príncipe (1906), del arquitecto
Jerónimo Arroyo, en la Acera de Recoletos de Valladolid.
149
Edificio de Correos de León de Alejandro de la
Sota (1981)
La actual transformación de Castilla y León
desde el punto de vista arquitectónico es
el resultado de una paulatina apertura a los
cambios que tuvo su punto de inflexión en la
Transición, momento en que nace la necesidad de construir edificios emblemáticos. En
Castilla y León, se produce un tímido despertar hacia nuevos conceptos de diseño,
con emblemas como el edificio Duque de
Lerma de Valladolid, el único rascacielos de
la región, de 76 metros de altura. El actual
‘techo’ de la Comunidad será superado en
2007 cuando se concluya el proyecto de la
Torre de la Rosaleda que se está construyendo en Ponferrada. Con 100 metros de altura
y 28 plantas destinadas a viviendas, será el
150
Alba contribuyó a dar forma a la nueva Valladolid, con los proyectos de la Escuela de
Arquitectura, la Facultad de Económicas y la
de Ingenieros, entre 1974 y 1985, mientras
que Alejandro de la Sota erigía en León el edificio de Correos (1981) y el Museo Provincial
(1990).
edificio privado más alto de la región y uno
de los más vanguardistas.
Mientras se construía el Duque de Lerma, el
arquitecto salmantino Alejandro Fernández
En la década de los 90 comienza la proliferación de edificios singulares en la Comunidad.
Una de las primeras actuaciones se produjo
en Salamanca, donde Juan Navarro Baldeweg
diseñó el Palacio de Congresos (1992). Por
su parte, Mansilla y Tuñón construyeron entre 1994 y 2001 el Auditorio Ciudad de León,
el Museo Provincial de Arqueología y Bellas
Artes de Zamora (1996) y en el Musac de
León (2001-2004).
En el ámbito cultural se han desarrollado
importantes actuaciones en la última década. Además de las ya citadas, Segovia tiene
como construcción modernista el edificio del
Museo Esteban Vicente, que ocupa parte del
antiguo palacio de Enrique IV. La misma idea
de fusionar lo antiguo y lo nuevo la ejecutó
Manuel de las Casas en el Centro Cultural Hispano-Luso de Zamora, sede de la Fundación
‘Rei Alfonso Henriques’, que recupera las ruinas del Convento de San Francisco e incorpora elementos de nueva construcción; y Juan
Carlos Arnuncio en el Museo Patio Herreriano
de Valladolid, ubicado en el antiguo Convento
de San Benito rehabilitado.
152
Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia.
En Soria, donde aún no se ha producido el
salto hacia la revolución arquitectónica, se
inauguró en 1991 el Palacio de la Audiencia,
conservando las fachadas de los antiguos
edificios del siglo xII y rehabilitando su interior como centro cultural. El proyecto fue ejecutado por tres arquitectos: Javier Maroto,
Ricardo Jiménez y Mariano Magíster.
El boom arquitectónico hacia la modernidad
también se está dejando notar en el sector
vinícola, con fuertes inversiones de los empresarios bodegueros que apuestan por una
imagen vanguardista de sus instalaciones,
en contraste con el método tradicional de
elaboración de sus vinos.
Otros edificios que han transformado la
imagen de Castilla y León recientemente
han sido el Museo de la Ciencia de Valladolid, el Centro de Artes Escénicas y Musicales
(CAEM) de Salamanca, el Centro de Arte de
Burgos (CAB) y también el diseño de Rafael
Moneo en la Plaza del Mercado Grande de Ávila, cuya ejecución en 2003 levantó una gran
polémica en la ciudad por el impacto visual
que supuso la nueva construcción.
En las denominaciones del Bierzo y Rueda
son escasas las novedades arquitectónicas
que ofrecen, mientras que en Cigales la última gran inversión la protagonizó el grupo
riojano Barón de Ley al implantar en estos
viñedos su Finca Museum, y en Los Arribes
el proyecto más reciente ha sido la Hacienda Unamuno, centro de elaboración vinícola
y hotel ubicado en Fermoselle (Zamora). En
la Denominación de Origen Toro hay dos ini-
ciativas en marcha, protagonizadas por las
bodegas Monte la Reina, en Toro (Zamora), y
Pintia, en San Román de Hornija (Valladolid).
Pero sin duda, la zona que más está introduciendo en el mercado vinícola una imagen de
modernidad es la Ribera del Duero, donde el
arte contemporáneo se adueña de las nuevas construcciones instaladas a uno y otro
lado de la carretera N-122. Entre los proyectos puestos en marcha recientemente está
la Hacienda Abascal, un moderno edificio que
es hotel además de bodega y está situado
junto a los viñedos de Vega Sicilia. Asimismo,
en Aldeayuso, una pedanía de Peñafiel (Valladolid), se acaba de poner en marcha el primer ‘wine spa’ de Castilla y León, que ofrece
tratamientos de vinoterapia a sus clientes en
una vuelta de tuerca más al enoturismo. Por
su parte, el Grupo Matarromera abrió el pasa-
153
había recibido el encargo de proyectar un nuevo edificio para el Palacio Episcopal de Astorga,
que hubo de terminar Ricardo García Guereta
tras el abandono del catalán, concluyendo el
Palacio en 1913, con apariencia de castillo medieval, en contraste con las otras edificaciones
de la capital maragata.
do mes de mayo su Centro de Interpretación
Vitivinícola Emina, ubicado en unas modernas instalaciones en San Bernardo, junto al
Monasterio de Santa María de Valbuena.
Otras marcas apuestan por la arquitectura
contemporánea avalada por prestigiosas firmas. Así, el grupo bodeguero alavés Faustino
ha encargado al británico Norman Foster la
nueva bodega que se instalará en Gumiel de
Izán (Burgos) y en la que invertirán 28 millones de euros. Por su parte, Protos ha encargado al prestigioso arquitecto florentino
afincado en Gran Bretaña Richard Rogers el
diseño de su nueva bodega, situada al pie de
la colina que corona el Castillo de Peñafiel,
en el corazón de la Ribera del Duero. El coste
total de este proyecto es de 30 millones de
euros para una actuación en una superficie
de 20.000 metros cuadrados, sobre la que
se asentarán las nuevas instalaciones.
Lo que trajo el
siglo XX
Pero el concepto de modernidad en la arquitectura en Castilla y León arranca mucho antes, hace más de un siglo, cuando el genial
arquitecto catalán Antoni Gaudí eligió la capital de León para albergar una de sus escasas
obras fuera de Cataluña: la Casa de los Botines (1891), de estilo neogótico y con cierto
aire afrancesado. Unos años antes, en 1887,
154
Gaudí fue, sin duda, el principal valedor del modernismo en España, estilo caracterizado en la
arquitectura por las construcciones de grandes
formatos y la ausencia de líneas rectas, cuya
principal influencia se produjo en Cataluña. Por
eso, algunos autores formados en Barcelona
como el palentino Jerónimo Arroyo, fueron los
responsables de construir en Castilla y León
conforme a los cánones del modernismo burgués implantado en Cataluña. Así, pertenece a
Arroyo la modernista Casa del Príncipe (1906),
considerado uno de los edificios más elegantes de Valladolid; la actual sede de Correos
(1916) de esta ciudad, de estilo ecléctico; y,
en Palencia, el Colegio de Villandrando (1911),
neogótico, y el Palacio neorrenacentista de la
Diputación, finalizado en 1914.
Asimismo, de principios del siglo xx y conforme
a los cánones del modernismo se erige frente
al río Tormes la Casa Lis de Salamanca, un palacete privado construido en 1905 a iniciativa
de Don Miguel de Lis por el arquitecto Joaquín
Vargas, que constituye un bello ejemplo de la
arquitectura metálica modernista, basado en
el hierro y el cristal, material este último que
conforma impresionantes vidrieras en las ventanas y en el techo del patio central.
Casa Botines de León del arquitecto catalán Antonio
Gaudí.
155
Los racionalismos
En las primeras décadas del siglo xx llegó a
Castilla y León el racionalismo moderno, que
rechaza los estilos históricos como fuente de
inspiración y busca la simplificación de la forma. El primer edificio vinculado a las corrientes racionalistas en la región fue el Matadero
Municipal de Valladolid, de Alberto Colomina y
Botí (1931-1936), aunque, sin duda, el ejemplo esencial de este tipo de construcciones
en la ciudad es la Casa del Barco, diseñada por
Constantino Candiera en 1935.
Más adelante, ya en la Posguerra, Miguel Fisac marcó los principios renovadores de la
arquitectura moderna con el proyecto del
Colegio Apostólico de los Padres Dominicos
en las Arcas Reales (1951), que le valió su reconocimiento internacional. Otros proyectos
significativos de esta etapa fueron el Convento del Rollo de Salamanca (1963), por el que
Fernández Alba obtuvo el Premio Nacional de
Arquitectura; la Universidad Laboral de Zamora
(1953), de Luis Moya; la fábrica de embutidos
‘El acueducto’, en Segovia, diseñada por Francisco de Inza en 1966; y las viviendas que Alejandro de la Sota construyó en la céntrica calle
Prior de Salamanca.
Edificio de Correos de Valladolid (1916), del arquitecto
Jerónimo Arroyo.
156
Fábrica de embutidos ‘El Acueducto’ del arquitecto
Francisco de Inza (1966).
Todos ellos y muchos otros han contribuido a
lo largo de los últimos cien años a diseñar una
imagen diferente de Castilla y León, afrontando el futuro desde las vanguardias arquitectónicas de cada periodo histórico y plantándole
cara orgullosa a unas épocas pasadas que
siempre formarán su gran patrimonio cultural,
pero nunca el único.
L
modaCyL
castilla y león
Texto: María Martín.
Fotografía: Ricardo Ordoñez y Juan Lázaro
La moda de Castilla y León,
con pasaporte al éxito
Los diseñadores y empresarios
textiles juegan en el exterior
sus mejores bazas: la calidad
en los tejidos y la creatividad
de los diseños
Uno de los pocos diseños basados en el color negro que María Lafuente propone
para la primavera-verano 2007. La palabra escrita lanza mensajes desde los
pliegues del minivestido
158
a moda de Castilla y León persigue su
futuro fuera de sus fronteras, en nuevos mercados y territorios donde se
aprecie la calidad en los tejidos, la creatividad
en los diseños y la frescura en los nuevos
talentos. La meta es ambiciosa, pero, poco a
poco, se van dando pasos, a través de misiones comerciales que conquistan nuevos países, a su público y su industria textil, en las
que los diseñadores acuden de la mano de la
Junta de Castilla y León, a través del Plan de
Internacionalización Empresarial.
Javier Vicente Mafe’s, Fely Campo, Didesant,
Esther Noriega, Down Town, Ory, Ana-Más,
Tomás Rodríguez y Rojatex fueron los nueve nombres castellanos y leoneses que
pasearon sus diseños por el Trade Mark de
Bruselas, considerado la plataforma más importante de la moda de la ciudad y la puerta
de entrada al norte de Europa para los países
del sur.
En su vertiente de la Promoción Exterior del
sector de Moda y Textil, entre los años 2004
y 2006 se desarrollaron 306 misiones inversas, 13 desfiles, 464 participaciones empresariales y asistencia a diversas ferias, todo
ello en multitud de países europeos, pero
también otros más lejanos, como México,
Estados Unidos, Emiratos Árabes, China, Japón, Corea del Sur, Chile, Brasil, Arabia Saudí
y Filipinas.
La visita más reciente de la moda de Castilla
y León se produjo en el mes de febrero de
2007, en la capital económica de Europa, Bruselas. Allí, al compás de ritmos endiablados,
de sonidos telúricos y canciones para niños,
nueve creadores de la región exhibieron sus
más recientes colecciones en el centro de
la moda bruselino, en pos de conquistar los
exigentes mercados del norte de Europa. Una
cita de glamour y creatividad que mostró al
público europeo, ya familiarizado con el buen
vino y comida de la región, una faceta nueva,
atrevida y prometedora.
Los sombreros vallisoletanos de Pablo y Mayaya
recuperaron el ambiente de los años 20 con diseño
encasquetados o decorados con plumas de pavo real
para completar la lencería de Andrés Sardá
El salmantino Javier Vicente volvió a demostrar que
las bases del éxito de sus diseños son la calidad de los
tejidos y el estilo que imprime a sus patrones.
159
María Lafuente volvió a cautivar
a Cibeles en esta ocasión con su
propuesta de un “Viaje al interior” a
través de elegantes diseños de carácter noble, como sedas, algodones
o chantillís.
La burgalesa Amaya Azuaga clausuró
la V Pasarela de la Moda de Castilla
y León con una colección basada en
los volúmenes retorcidos y las piezas
superpuestas.
160
La moda íntima del catalán Andrés
Sardá de nuevo desfiló acompañada
por los tocados y sombreros creados
por Pablo y Mayaya y que dieron
un toque de estilo años 20 a su
colección.
161
En cuanto a 2006, uno de los hitos más
destacados del año fue la inmersión de la
moda regional en Brasil. En Río de Janeiro,
el 21 de noviembre, la cita con la creación
de la Comunidad congregó a más de 300
especialitas, importadores, periodistas y
profesionales del sector textil del país carioca. Las firmas regionales Ory, Fely Campo, María Lafuente, Di De Sant y Antimoda
ofrecieron sobre la pasarela brasileña una
muestra de la creatividad y el diseño de
vanguardia elaborado en Castilla y León,
como paso previo y escaparate de los encuentros comerciales que se mantuvieron
posteriormente.
ta con el potencial comprador, circunstancia
que no se produce meramente a través del
espectáculo que supone un desfile”, comentó
el responsable de exportación de la firma Ory,
Juan Herrera.
Algunos de estos empresarios y diseñadores
repetían en Brasil el salto al otro lado del Atlántico que se produjo unos meses antes. En
concreto, el 5 de abril se organizó un desfile
en Santiago de Chile, en el que se mostraron
los modelos de mujer de la diseñadora leonesa María la Fuente (inspirados en ocasiones
en motivos naturales) con pieles como complemento, en un país no acostumbrado a muy
Las firmas regionales
Ory, Fely Campo, María
Lafuente, Di De Sant y
Antimoda ofrecieron
sobre la pasarela
brasileña una muestra
de la creatividad y el
diseño de vanguardia
La diseñadora María Lafuente saluda al público de
la Pasarela Cibeles tras su desfile muy aplaudido en
Madrid
La firma salmantina Luchina Lizetta mostró en Burgos
su nueva colección de lencería femenina, en la que
incorpora atrevidos colores pero sin olvidar los clásicos
Sedas, gasas y otros tejidos nobles protagonizaron la
colección primavera-verano 2007 de María Lafuente.
Su sensibilidad y romaticismo volvieron a quedar
plasmados en telas y diseños.
cruzando el charco
Los propios diseñadores definieron el evento
como “la forma idónea de presentarse ante
un mercado que valora sobre manera la estética y el diseño de calidad”, tal como indicó la
creadora leonesa María Lafuente. Mientras,
la salmantina Fely Campo quiso destacar “el
esfuerzo necesario” que realiza la Junta al
apoyar la salida al exterior de la moda en un
momento tan “delicado” por la enorme competencia asiática.
Los cinco empresarios y diseñadores hicieron
hincapié en la importancia de los encuentros
empresariales organizados por Ade Internacional Excal “necesarios para promocionar,
tratar y vender el producto de manera direc-
162
163
Otra firma de moda nupcial fue Villais,
desde Valladolid, con una colección para
una novia discreta, adornada con
pedrerías, encajes y bordados, con una
gran variedad de estilos e incluso
colores
La guapísima modelo, actriz y presentadora Vanessa Romero fue uno de los
rostros famosos que participaron en la V
Pasarela de la Moda de Castilla y León. En
este caso, el vallisoletano Carlos Moya le
brindó unos de sus vestidos de novia más
espectaculares, con escote palabra de
honor y un ceñido corpiño que daba paso
a un gran vuelo en la falda
La leonesa Ana Más mostró una
colección pensada para una mujer joven, dinámica y trabajadora
que necesite sentirse cómoda
todo el día. Para ello utiliza
materiales sencillo que ofrezcan
ante todo confortabilidad
164
bajas temperaturas. La moda de invierno tuvo,
también, su referente en los abrigos rectos y
con aire retro del salmantino Javier Vicente. La
moda infantil llevada hasta Chile por la empresa burgalesa Trasluz generó la mayor expectativa por la simpatía que puso sobre la pasarela
y lo sorprendente de su ‘profesionalidad’.
Los burgaleses de Ory llevaron los trajes de
baño y la ropa interior, mientras que los zamoranos Antimoda pusieron en Santiago la
ropa más urbana y juvenil de los diseñadores
de Castilla y León. El colofón como siempre
los trajes de novia, de inspiración muy andaluza, de los vallisoletanos Villais Novias.
Arzuaga
Pero el impulso a la industria de la moda no
se logra únicamente en el extranjero, sino
que las mejores bazas se juegan en casa. En
este aspecto destaca la Pasarela de la Moda
de Castilla y León que se celebra en Burgos
y que, tras cinco ediciones consecutivas,
ya es un evento plenamente consolidado en
el calendario del sector y no exclusivamente para el ámbito regional. Así lo confirmó
la afamada diseñadora burgalesa Amaya
Arzuaga, quien clausuró la quinta edición y
para quien la Pasarela de la Moda de Castilla
y León es un “proyecto muy serio y muy bien
planteado” como plataforma de lanzamiento
de jóvenes diseñadores.
“El primer desfile a casi nadie le sale bien, a
mí incluida, porque llegas y estás bastante
verde, tienes que ir aprendiendo, pero una
iniciativa como esta Pasarela de Castilla y
166
desfila en Burgos
La empresa burgalesa Downtown despuntó en la
puesta en escena de su nueva colección, juvenil y
desenfadada, tanto en las prendas propuestas como
en el propio desfile, que rompió moldes en la Pasarela
de la Moda de Castilla y León
Los niños pusieron la nota tierna en la Pasarela de
la Moda burgalesa, presentando entre risas, nervios
y alguna que otra rabieta los diseños de punto de la
firma Trasluz
Amaya Azuaga se mantiene fiel al
negro intenso, protagonista absoluto
de sus colección primavera-verano
2007 que mostró Pasarela Cibeles.
La diseñadora lermeña reinventa las
formas basándose en el típico polisón
de finales del XIX y adaptándolo a los
tiempos actuales
168
169
León te da la oportunidad siendo joven y es
muy importante para el futuro de la Comunidad, porque tendrá grandes diseñadores”,
afirmó la burgalesa, quien también aconsejó
a los creadores emergentes que “no se agobien”. “Hacer tu primera colección tampoco
es tan importante con 22 años, hay que
aprender mucho antes de dar el paso porque
es un mercado muy competitivo, difícil y hay
mucha gente”.
“Hay que ir poco a poco sabiendo muy bien lo
que se hace. No hay que dejar nunca de lado
la creatividad pero tampoco hay que dejar de
estar en el mundo real”, apuntó la diseñadora burgalesa.
Las últimas creaciones de Amaya Arzuaga
clausuraron la V Pasarela de Castilla y León,
precedidas por los diseños de la leonesa María Lafuente, la joven promesa de la región,
cuya carrera ascendente se ha vuelto imparable desde que en el año 2003 se alzara con
el premio a la Mejor Diseñadora Novel en la
segunda edición del certamen burgalés. A
partir de ese momento, su presencia es habitual en la Pasarela regional, así como en
las distintas acciones comerciales en países
extranjeros que desarrolla la Junta. También,
desde 2006, su nombre se incluye entre los
diseñadores programados en Cibeles, donde
la representación de la Comunidad se completa con Arzuaga, Carlos Díez y los tocados
y sombreros de Pablo y Mayaya.
Doble edición
Como muestra patente de la consolidación
de la Pasarela de la Moda de Castilla y León,
a partir de este año el compromiso de la Junta como institución organizadora es acoger
dos citas anuales, en los meses de febrero y
170
Amaya Azuaga:
“El primer desfile a casi
nadie le sale bien, a mí
incluida, porque llegas y
estás bastante verde”
La elegancia del Camppo Grande llegó a Madrid de
la mano de los vallisoletanos Pablo y Mayaya, que
confeccionaron su nueva colección de sombreros y
tocados con plumas de las aves que se encuentran el
el pulón verde de la capital vallisoletana
Siempre alegre y desenfadado, el leonés Di de Sant
participó en la Pasarela de Moda de Castilla y León
mostrando algunos de sus diseños para las mujeres
jóvenes y, en ciertos vasos, las más atrevidas
171
octubre, para dar la posibilidad a los diseñadores de presentar sus colecciones de otoñoinvierno y primavera-verano en cada una de
las fechas, como viene siendo habitual en las
grandes pasarelas nacionales e internacionales. Así, el sector verá cumplir una de sus principales reivindicaciones con esta iniciativa
que nace con el reto de perdurar en el tiempo
para fomentar su capacidad de negocio.
En la quinta edición del certamen participaron 28 diseñadoras y empresas en otros
tantos desfiles, a lo que se añadió un pase
exclusivo de creadores emergentes, como
plataforma de lanzamiento para los jóvenes
del sector, y un taller de peluquería y tendencias de moda, con el apoyo de L’óreal, uno de
los patrocinadores que presta apoyo técnico
a los desfiles. Además, volvió a celebrarse
el concurso de jóvenes diseñadores, cuyo
objetivo es descubrir y apoyar a los nuevos
talentos. La ganadora fue la vallisoletana
Ángela Modroño, quien recibió un premio de
6.000 euros y una beca de formación en el
Instituto Marangoni de Milán.
Para la realización de los desfiles, se reunió
a los grandes equipos de trabajo del sector,
comenzando por modelos renombradas de
la talla de quien fuera Miss España, Elisabeth Reyes, y algunas ex, como María José
Suárez, Eva González, Helen Lindes y Lorena
Bernal, junto a otras caras conocidas del modelaje entre las que se encontraba Verónica
Blume. Todas ellas extrajeron muy buenas
sensaciones de la Pasarela de Burgos. Así, por
ejemplo, la actriz, modelo y presentadora Vanessa Romero acudió a esta cita por segundo
año consecutivo, por lo que pudo constatar
la evolución del certamen, del que valoró a
“los grandes profesionales que están detrás
de todo esto y que hacen que la Pasarela de
Moda tenga cada vez más fuerza”.
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La moda joven para mujer fue la predominante en la Pasarela de la Moda de Castilla y León, con multitud de firmas
de la región. Una de ellas es la vallisoletana Riverside, con uno de sus diseños en la imagen
Centro de
negocios
Junto al glamour de la Pasarela y los desfiles, un aspecto único del certamen burgalés
que aprecian sobremanera los empresarios
del sector es el espacio comercial, donde se
instalan firmas que ven reforzado su trabajo
con una misión inversa que en 2006 integró
a más de 100 importadores y agentes de
moda extranjeros procedentes de Alemania,
Holanda, Bélgica, Chile, Argentina y EEUU,
además de República Dominicana, Irlanda,
Reino Unido, Francia y Hungría. En la lista
también figuraban empresarios de República Checa, Italia, Dinamarca, Brasil y Austria,
entre otros. Dentro del espacio comercial, en
el Hotel Abba de Burgos, también se abrió ‘Tzone’, un área de tendencias específica para
los diseñadores emergentes.
El compromiso
de la Junta
como institución
organizadora es
acoger dos citas
anuales, en los
meses de febrero y
octubre
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