Texto completo - Centro de Estudios Andaluces

Anuncio
¡
. .-..-.............--...............................=a......=:1.....r.:.:,_,""""....,::s:::z=:a:::o::Ell!::=c:a.=-o--~........................._________.._., ___.______________...,,_____,,_______,,____.,...____~--.............,.................,.,..._,...,.,......,......,.._....... _.......,,... . . . . . . . .,......................__..,.....,_______
~-===-==-=-""""=-""""'-=l:OICl::=-oc:=c:-=m::o.....,a::::z
1
Las tutiras generaciones se postrarán ant.e una de las muestras más solresallentes de la histeria lltaarta española. Postración ganada a pulso, c:rtllando
obstáculos, bwiando t.entaciones, luchando en pos de causas tan legitimas -Y
tan desusad~ como el rescate de los clásicos, la conservación del Idioma o la
tntatigabJe actividad universitaria. DámasoAlonsoesel hombre. Ochenta años
sobre sus espaldas. Una actividad científica y humanística agotadora e inagotable, a caballo de conflictos bélicos. espirituales y culturales. Don Dámaso,
hijo de la Ira hlstátca y decadent del 98, amenidad y erudlclón hechas una sola
vt'tud, sin luz y taquigratos. con una memoria ¡:rodigiosa y una !roma angelical,
conversó sin ¡:risas, sin caut.elas, con EL CORREO DE ANDALUCIA.
Es uno de los baluartes más ftrmes de la
•Generación del zr,., se consagró como genial poeta con cWjos de la Ira.. en 1944,
descm-ó al indescifrable Góngora, es
mJemtro de la Real Academia de la Lengua Espaf'lola desde 1948 y presidente de la
misma desde hace dlez años, momento en
que sucede al fallecido y amigo Ramón
Merendez Pldal. La guerra no pudo con su
cátedra de Fllologia Románica, aunque si
consiguió endurecer y encrespar los latJdos
de su alma y de su pluma. Fundó la Btbllot.eca Hlspánlca Románica ... Don Dá-.
maso nunca se ha casado con nadle. Hace
poco le dieron la • F• de Famoso, pero
desde siem¡re tuvo la .. ¡. de Independiente. Lovemosdlctandocwsossobrepoesias
en el InsUtutD de Humanidades fundado
p<r Ortega, y más tarde es una de las voces
que se suman en Colllure al homerutje póstumo -en 1959, veinte años después de su
muerte- al amigo Antonio Machado.
Poeta, tllólogo, critico Uta' ario. •Realmente no me stento satWecho de ntnguna
de esas tres acttvtdades -comienza diciéndonos-. He querido hacer demasiadas cosas, cuando deb! dedicarme a una
sola. Federico Garc!a Lorca siempre me
reñfa amigablemente por perder el tiempo
con la Filología y no dedicarme exclusivamente a la poesta•.
terminada la contienda ctvU no
abandoné España, lo htce por tres razones. En primer lugar, he de decir que no
stento vergüenza nt desaz6n ninguna por
haberme quedado en Espafla. Mis tdea3
tenían CO'nO única meta y anhelo a España, el país que me dolía profundamente
por estar tan horriblemente desgarrado.
En segundo lugar, yo era por entonces catedrdtico, consciente de la extstencia de
una juventd que no tenia ninguna culpa
de la gu,erra, que quedaba abandonada
por la marcha al extra11Jero de muchas de
las mejores cabezas del pensamiento y la
ciencia españoles. En mt clase de Filología Romámca procuré en lo posible salvar
el horrible bache de desatención cientf/ica
oalor poético no puedo rebajar, aunque
1'e de decir Que $1empre me he sentido mucho mds identi/feado con el modo poétú:o
de Ant.onio Machado.• Rafael Albertl es
~• m'-5 .:tual de todos estos poetas. Aeon-
teci mi en tos teatrales y politicos lo tienen.
COllÜDllameote cm candelero... Una eran
&mistad le unJó con don Dima.so, y de heC!ho ·después de la guerra coincidt con él
en que temían quedar todas esas nuevas
generaciones. Y, finalmente, de los dos
bandos en hlcha mi corazón no ha podido
estar con ninguno, ya que en ambas partes se cometieron las mfsmas y espantosas
bestialidades,..
~n Buenos Aires y en Roma. En todos
aquellos encuentros se mantuvo una recíproca cordialidad. Ahora, después de su
regreso, estci un poco raro; yo lo stento.•
Las palabras 01&1 afeetuosas, las m&1
-Ese espanto quedari preciosa y triglcameote plasmado en la obra que, en palabras del también académico de la Lengua Gomalo TorrenteBallester, es la~
representativa de toda la post¡uerra,
dlJjos de la ira•
i
desprradas, van dlri¡idas a Federico, el
trañable ..CeJJSCll'• de las preoeupacloes ftlolóJicas de don Di maso. c Era muy
en amigo mfo y nos reuntamos confreuencia. Federico siempre era el centro de
rtuestras atenciones porque a todos nos
atraía con su gracia verdaderamente
~mea. Coincidf con él en Nueva York en el
curso 1929-30,71 entterra norleamericana
comparlimos momentos inolvidables en
oompatUa de Ignacio Sánchez Mejías y
•La ArgentinUa·. Le vi,por última vez, en
el verano de 193ti, cuando nos leyó en Madrid •La Casa de Bernarda Alba•. Poco
después, marchaba hacta Granada .. .•
-Me pregunta usted por •Hijos de la
ira•. Esta obra es consecuencia del tremendo asco que me produjo el desencadenamiento casi stmulldneo de la guerra
ctva española y de la Segunda Guerra
Mundial. Veta motivos para avergonzarme de la misma perlenencia a la especte humana. Es un libro de protesta, de
protesta polfttca, pero no sólo pol!ttca,
sino untversal, cósmtca. Tal vez por ello
tuvo aquella gran acogida. También pudo
colaborar el hecho de que era un tipo de
literatura que contrastaba con casi todo
lo que se realizaba en aquel oscurantl.!mo
cultural de 1944.
LA GENERACION DEL 27
-En 1944 el n:lllo ha hecho de las suyas, ha dividido las Españas y ha esparHIJOS DE LA IRA, HIJOS cido y diseminado a los españoles. Lejos
queda aquel espíritu fraternal de los JóDE LA GUERRA
venes poetas de la Generación del 27. En
torno a una ftgura literaria, Luis de GóoTodos sabemos que es un arrepentl- &'Ol'&, en un lu&'ar concret.o, Sevilla, con la
mientD gr a tul to. Perder el tiempo no ftgura . dictadura de Primo deRiveracomo fondo
en el diccionario particular de Dámaso político, el colectivo poéUco mis imporAlonso. Hay unos años en la biografta del
tante y nutrido de la historia literaria esacadémico partteularment.e intensos. 19Z7:
pañola tomaba cuerpo. El año pasado se
excursión a Sevilla de los rmemtros de la celebraron las bodas de oro de la renera• gere-aclón del Zl• para conmemorar a
dón. Nunca es Inoportuno hablar de ella
Góngara. 1931: Proclamación de la Se- con uno de sus participes 01&1 11etlvos.
gunda República. 1936: La Ira se hace rea-La actualidad de aquella generación
lld ad con la guerra el v1l. 1944: La Ira se hace es expltcable --a,/frma Ddmaso Alonso-.
llta'atura merced a la cuidada pluma de
Uno de los prfncipales representantes de
este homtre. Hablemos un poco de todo
la generacú5n, Federico Garcfa Lorca,,fue
este contexto hlstáico.
asesinado, y ésto siempre ha creado en su
• st
lJe&- e De los Poetas próximos al 98fue con
e' que tuve mds trato y anústad, y cuyo
derredor una aureola que ha incidido en
el grupo. Federico merece por s! mfsmo la
fama untversal que ha alcanzado,pero ya
sabe usted que en España para que un
escrttor consiga ese renombre universal
es indispensable que lo asesinen. Por otro
lado, ahora nos encontramos en España
una serte de componentes de la Generación: Gerardo Dtego, Vicente Alel:l:andre,
Jorge GuUlén, Rafael Alberli, José Bergamín. Lo que se puede llamar el núcleo
de la generacú5n,junto al fallecido Pedro
Salinas. La vuelta del extlio de al.gunos de
estos poetas ha revitalizado aquellas fechas literarias.
A don I>Amaso Alonso le aburren las
disqul9Ciooessobrelale¡itlmJdad deuna
EL TERMINO cESPAÑOL• NO ES
OFENSIVO
fecha o de otra para hablar de la l'eneración. Personalmente, se muestra 01&1 partidario de llamarla cdel 27,. por la famosa
reunión de Sevllla.
-Pero ya sabemos lo que pasa con todos los grupos arlfsticos: de su signtficadón primaria se pasa a progresivas ampliaciones. La critica ha ido incluyendo en
el marco generacional a otra serle de autores coetdneos. Es normal. ¿Qué otra
cosa hice yo cuando defend! la perlenencia de Menéndez Pfdala la Generación del
98? ¿Qué ocurre con la polémtca inserción
de Unamuno en dicha generación? Lo que
ya me parece un poco exagerado es aJiT·
mar, como se ha dicho por ah!, que Ernesto Giménez Caballero formó parle de
nuestro grupo poético. Todo es muy relattvo. Tome usted no ya una generación,
sino un guste, el barroco. Nace con la arquitectura, y sucestvamente se va a tr
desplazando a la literatura, a la pintura,
a la mústca, a la ftlosQ/Ca, al mtsmo ser
humano.
ALBERT! ESTA UN POCO
. RARO
-Al¡uoa tesb circula por el mundo Uterarlo en la que se viene a afirmar el
car6cter candaluclsta.. de la Generación
del 27: evoc.clóo de Góorora, poeta cordobés; reunJóo en Sevilla, sln¡ular afecto
estético por Juan Ramón Jiména, onubense, y papel premlnente jugado por
Lorca, granadino, y Albertl, &'adltano. La
cuestión es muy discutible, según Dimaso Alonso, madrileño.
-En rigor, sólo se puede mantener esa
qfirmacú5n respecto a Alberlt y Lorca,
ambos poetas untversale& pero vinculados siempre a su mds tnmediato entorno
geogr(j/ico y humano. Por mera círcuns-
tancia natalicia, se puede hablar del andalucismo de Vicente Aleixandre, que de
hecho tnmortalizó a aquella tterra en uno
de sus poemas mdshermosos, .. Ctudaddel
paraíso•. Pero lo cierto es que Aleixandre
vive en Madrid desde su adolescencia, que
Pedro Saltnas es madrileño, Jorge Guillén
es vallisoletano y Gerardo I>ie{lo-Poeta
i7l1ustamente olvtdado antes y ahora.- es
de Santander. Era una generación plurlrregional, con un Alberli y un Lorca que
llevaban su estandarle andaluz en la. entrafla de su literatura, y stn olvidar el intimo contacto con Andalucía mantenido
por otros autores que prcicttcamente se
pueden considerar de la generación,
como Emilio Prados, Manuel Altolagu1rre
o José Moreno Villa.
Los recuerdos se van acumulando en la
convers11eión. Su amistad fue muy eordial con todos sus compañeros de &'eDeraclón. Nos habla Jll'imero de dos poetas sevillanos, Alelxaodre y Cemuda.
-Con Aletxandre entablé amistad en
1917, una amistad siempre perseverante.
Fui yo quien lo introdujo en los ambientes
poéticos previos al •27,.. Mí gran admiraciónpor supoesfa ha quedado constatada
en una serle de arl!culos en que di mijutcio entusiasta sol:lre al.gunas de sus obras,
como •Espadas como labios•, •Sombra
,
del paraíso ... ".
De la afectividad pasamos a la tlbiaa
para babi ar de Luis Cemuda.
-Sf no lo he mencionado antes es porque, al menos en los momentos fundacionales de la generación, no participó con el
mismo grado de inti1ajdad efecttva y estética que nos unió a los demcis. Mis relaciones con élfueron muy cambiantes. A veces
me atacó y nunca llegamos a tener una
verdadera amistad.
El .maestro.. de todos aquellos poetas
l\Je el Premio Nobel Juan ·Ramún Jlmé-
SI Dimuo Alomo sólo tuera poeta. la
Y.ltreYista y a se podía dar por terminada
'ero en él se hacen compatibles la intuición literaria con la mtouciosldad y pre~ión ftlolópca; lejos de los galardones y
~tertulias, Dimuo Alonso se ha entregado de una forma casi moo»tlca al estµdlo sistemjdeo de la etl molo&'ia de esta
Q aquella palabra, a las formas adquiridas por el español que se habla en esta
riduclda porción del mapL Trabajo meuos acradecldo. Treinta años ftjando,
U mplando y dando esplendor desde su sillón de llCadémlco.
En temas que, al margen de su lndudatile Interés, saeleo resultar 6ridos, este
Pierre Carie de I• letras españolas hace
alarde de una amenidad y de un sentido
del lmmor poco frecuente en tanta torre
~e marftl Intelectual. Oírle hablar de las
'artlcularidades lln¡uistlcas de este dlai,.cto, de los múltlplesslnóoJmos de aquel
mJno, de I• barbaridades g'l'amatlc•
que cometemos los que escribimos en
periódicos, es, como se dice en el carta callejero, una auténtica cg'osada... El
eriodlsta pasa a hacer las veces de
_,.~umno. El insfcnepro!esCll',conla varita
m6ctca de su verbo preciso y nada barro• habla con naturalldad de temas muy
os. No renuncia al ri&'or científico,
~ sabe que sin comunicación y sin caacldad de hacerse entender no hay cienque val&'a.
Comensamos a hablar de un tema polémico. Todo lo que lleva el sello constllonal lleva Irremediablemente a los
enos dela polémica: ¿español ocast~
ano! La Constitución -después de tiras
aflojas mis políticas que lln¡OísUcasa sentenciado qae cel castellana es la
ncaa española oftc1al del Estado... Uno
e los numerosos artículos salomónicos
texto constltuclonaL ·Creo que espaol y castellano -dice Ddmaso Alonso-
l
ª
n prdcttcamentesinónimos, y se pueden
ar indistintamente uno u otro a<üetivo.
la Constitución se ha aprobado la exesi6n •Castellano• por un temor a que.el
.rmino .español• pudiera resullar hilente para las restantes lenguas con im, ntactón en nuestro pafs -catalcin, gao y vasco-. Personalmente no ennt ro sentido Qfensivo alguno para naie en la utuización del término cespaol•. Término que encierra una indudable
erdad: que todos los que habitamos en la
omunidad Espaffa nos entendemos halando en esa lengua.
t
El «Dstedesi. está cargado
de familiaridad; no se debe intentar modificar lo
que está lleno de matices
afectivos,.
dar que $fempre se habla de hispanoparlantes, que hay en Hispanoamérica millones de ciudadanos que se expresan en
•español.. y que, a nivel internacional, la
comunidad española es la comunidad que
se hace entender en •español•.
Babia don Di maso de las otras lenguas
cespañolas•. ¿Y los dialectos? Están cobrando actualidad las teorias sobre el
andalus difundidas principalmente por
Vas de Soto, que ddleode la uniformidad
sin~Uca y mortolórlca de dicho dialecto
con el castellano, pero que reclama un
respeto de sus singularidades fonéticas.
Dima.so Alonso conoce bien el ..andaluz •.
•Cientfltcamente, se podrla plantear el
problema de si el andaluz se puede considerar como un dialecto relatWamente peculiar con respecto al castellano. Es una
región lingüf.sticamente interesantísima.
Región a la que le he dedicado algunos de
mis estudios ...
Junto con Alomo Zamora Vicente y
María Josefa Caoalleda, publicó en la mejicana .Nueva Revista de Fllolo&'ia Hispiolca. un artículo sobre las vocales en el
andalus de Granada. Observó un fenómeno llnp ístico consistente en la formación del plural no a base de la tradicional
adición de .s.. (casa- casas), sino del manten! miento del sln¡ular pero abriendo la
última vocal (Di maso Alonso pone abundantes ejemplos, fonetlsa al¡uoas de estas expresiones ccranadlaas•); SlllC& SU
particular conclusión: •Es muy interesante añadir que hicimos el trabajo exclustvamente con alumnos de la Universidad
de Granada, lo cual quier decir que ese
rasgo no es precisamente patrimonio de
las clases menos cullfvadas. sino que en
realtdad alcanza a todos los ntveles de la
sociedad granadina. Es absurdo concebir
el andaluz como r.tna simple deformación
del castellano.•
RESPETAR LAS DIFERENCIAS
Dimaso Alonso escribió otro trabajo
sobrelacAodalueía de la e..,sonasJtuada
en la confluencia del norte de Müqa. el
sudoeste de Córdoba y el este de Sevilla.
En los pueblos comprendidos en dicha
sona el plural de las palabras terminadas
en ca.. se forma abriendo dicha letra en
una •e» (peseta - pesetes). ~El articulo lo
escrtb! medio en serlo y medio en broma,
mezclando o intentando mezclar erudición y amentdad, con la intención de animar a especialistas andaluces para que
estu.dtaran las pecuUarldades de su habla. Es un campo muy poco analizado:
observemos que no existe un andaluz unitario, que hay fenómenos muy localizados, como la asptraci6n de la •h•, y, sin
embargo, tenemos otros rasgos andaluces
que también encontramos en la mitad sur
de España. Y otro tema del que no se habla mucho es de las simfUtudes fonéticas
existentes entre el andaluz y el español
que se habla en Latinoamérica."
Es muy' tranqulllsante una de las aftr-
~
maclones que h11ee D•maso Alonso: que el
Impulso que establece la Constitución-y
la propia realidad del país- de las lenguas veroiculas no supone un peligro
grave para la conservación del castellano. ·Al.fin y al cabo -ironiza-, sólo so-
Comprende el presidente de la Academia que a nivel interno se mable de ceasJdlaoo• para dlstlnplrlo de otras len~as cespañolas.. , como pueden ser el calit.lin y el fallqo. •Pero no podemos olvi-
mos tretnta y seis millones de habita¡ites,
y para el año 2000 se espera que el numero
de htspanoparlantes alcance la cifra de
los qu1nientos millones. El aumento de las
restantes lenguas de la pentn.sula, para
las que deseo el mayor progreso -conste
que hablo el gallego, y si no hablo el vasco
no serd por las veces que he intentado
aprenderlo-, teniendo en cuenta esa
enorme masa de hispanoparlantes, no
constUuirci ningún peUgro. Lo que no es
imprevisible es un desplazamiento del
EL ANDALUZ
i
l
centro de gravedad de la lengua española
a tierras americanas.•
Los pellg'l'os para la conservación del
patrimonio llog'llbUco -viene a afirmar
el aeadémJco.- reside en el propio esp•
ñol ..Pellg'l'os derivados en primer la¡ar
de que las pueblos que hablan nuestra
lengua son una veintena, y que si apredables son la diferencias de pronunciación entre Madrid y Méjico, no lo son menos entre la capital mejca.na y Buenos
Aires... Pero eosegulda matJsa su afirmación: "Yo quiero para mi lengua la asunción de esas diferencias, el respeto y aceptación de las particularidades existentes
en cualquier punto de la comunidad hispcinica. Respeto y aceptación que deben tr
acompañados de un firme propósito de
luchar por conservar la unidad bdsica de
la lengua. Así enunciado, esto parece un
poco contradtctorio. Voy a intentar poner
algunos ~emplos.•
LOS PERIODISTAS Y LA
ESDRUJULITIS
El Dimaso Alomo de los ejemplos, de
las anécdotas usadas con fioalldad pedarórlca y clenti.Oca, es el mú ameno.
Abandona su sitial académico y recresa a
la tarima profesora!: •¿Qué parliculari·
su presldeo.t&- a dar como válido el disparate. •El errtr repetido muchas veces se
corwterle inexorablemente en ley ...
LA ACADEMIA NECESITA BUENOS TECNICOS
Una preg'Wlta inevitable a realliar a
Di maso Alonso es la referente a las penpecUvas de daraclón de la lengua española. del castellano, según la acepción constltuclooaL El tema no preocupa demasiado al autor de cHljos de la Ira... •El
español sefragmentaro, stn duda, pero lo
haro dentro de muchfsimos siglos. Es el
sino de todas las lengua3. Desapareció el
lat!n, scinscTito, eslavo, griego, céltico, el
mismo latín .. . Pensar que al español no le
ha de ocurrir lo mismo seria profesar un
optimismo anticientiftco y antillistórlco.
Pero eso sucedero en una época tan lejana -que yo he llamado posthtstoriaque no nos debe preocupar en exceso. Nos
debe quitar el sueño el,futuro inmediato, y
todas las personas cullas que en Méjico,
en Buenos Aires, en La Habana o en Madrid hablamos espanol, debemo:. hacer
todo lo posible para que en este futuro
lmnedialo la lengua conserve su dio.{anidad, su posibilidad de servimos para comunicar todos los matices de nuestro pensamiento y de nuestra actividad.•
La lección ha terminado. Poesía, histodades se deben conseroar y fomentar?
ria, cultura. g'Uerra y pn, ira y reconcllla¿De qué otras nos hemos de preservar?
cióo,castellano y español, lengua y habla.
Tenemos el caso del •VOS• argentino o el
esdlújulas y llanas, Góog-ora y :\fachado,
•ustedes• andaluz: corúugación en plural
el hombre filólogo y el hombre poeta han
de un verbo referldo a un su.Jeto singular,
en el primer caso, y mezcla de verbo de • pasado por laconversadóo. Nos anuncia
don D•maso que el año que viene dejari
segunda persona y pronombre de tercera,
la Presidencia de la Academia. Se queja
en el segundo. Son, qué duda cabe, rasgos
de la escasa atención a las necesidades
gramaticalmente perlurbadores. Ha haeconómicas de este orralsmo, de Ja dlsbido incluso gramáticos argentinos que se
crlmioaclóo a que se ven sometidas las
han pronunciado por una eliminación del
ciencias humanas en relación con todo lo
•VOS•. Medida que me parece un solemne
referente a la técnica y a los campos exp~
disparate. El «VOS•-como el •ustedesrl mentales físico - matemáticos. La Acarvos tenés, ustedes hacéis, por ~emploJ es
demia de la Lengua sigue siendo una Isla,
la expresión de la famfliarldad, de la
amistad, del amor, un sonido cargado de
una noticia esporádica -Carmen Conde,
matices o.{ectivos; creo que no se debe inla primera mujer académica; Miguel
tentar mod(lü:ar en el mundo hispcintco
Mlbura, el académico que nos deja; Totodo aquel rasgo especf/ico de la lengua
rrente Ballester, Zamora Vicente .. que esté cargado de o,fecttvidaá. No somos
una perenne desatención oftdal. Para
concluir, una pregunta de cortesía. ;.Qué
quienes para ello. Esas diferencias s! se
deben Umar, en cambio, alli do11de la utüiescritores españoles estio en condiciones
de ingresar en la actualldad en la Real
zací6n de un rasgo particular no resAcademia!
ponda a exigencias afectivas.•
La tarea que Incumbe a la Asocl11elón de
· Academias de la Lengua -Ge la que es
mJembro la Real Academia Española-es
ponerse de llCDt!l'do, en el momento en que
un iostrumento o una idea se introduce eñ
una comunJdad llnfOístlca. para desl&'narlo con la misma palabra. •A veces es
verdaderamente pintoresca la multiplicidad de térmfnos que se utilizan en diversas zonas para designar un mismo obje-
to.• Con g'l'&cla pero con pena, Dáma.so
Alomo cita uno de estos casos de pinto- ·
resquismo. Birome, laplsero abollya, tapis de pasta, esferógraftado, punta - bola,
ball - polnt, hall - peo, pluma cohete,
pluma atómica ... Todos ellos son sinóulmos de la palabra castellana cboligrafo... Y en esas diferencias no hay afectividad nlnpna de por medio, slno falta de
unanlmJdad.
Los dardos critico - lingdotlcos de Dámaso Alonso tienen un destinatario preferente: el lenguaje de los periódicos y de
los medios audiovl5Dales. ·La antología
del error perlod!stico seria tristemente interminable·, sentencia con cierta amargura. .El pertodis~ntlnúa- tiene
una gran lnOueocia a la hora de lntrodu•cir nuevas expresiones en una comunidad
IÜJ&Üística. Y normalmente se suele dejar
sedudr por una cpellg'l'osa Innovación...
El rosario de meteduras de pata es Ju&'Osamente resumido por Dimaso Alonso: el
periodista que, en Ja radiación del entierro de una personalldad conocida, repite
por cuatro veces que se procedió a la ¡exhumación! del cadaver; la apropiación
errónea de g-allclsmos; la propensión a la
esdrujullUs: palabras como púdico, vértigo, élite, cónclave no son tales esdrújulas. Los periodistas y los sectores políticos, sociales y rellrlosos que difunden el
Bror obllg-ao a la AcademJa-se lamenta
A secreto agravio, secr•ta v•nl'a.nsa.. A
cortés pregunta, cortés respuesta.• Como
usted comprenderá -Ti.os dice a caballo
de la sertedad y la sot·arro111•n'. 1 - no
puedo cometer la osadía de po11erme
citar nombres. Seria un gesto de iTlfideltdad profesional y una tmprudencia dada
mi condición de presidente de la Acade·
mia: mis opiniones serian tomadas como
expresas recomendaciones. La verdad es
que en España contamos hoy con doscientos o trescientos escritores que por una u
otra razón podrian entrar a formar parle
de la Academia. Conste que a la Academia
no van exactamente Los mejores, como st
,fuera una ltsta cerrada de orden de méritos. I.a Academia. en nuestros dfas, ha de
a
'
«Contamos con doscientos
o trescientos escritores
que podrían entrar a formar parre de la Academia»
1
ser una institución de trabajadores, no
una especie de capilla Uena de hornacinas ocupada por escritores excepcionales
o tenidos como tales. La Academia tiene
una labor muy imporlante que hacer en
favor de nuestro ididoma, labor para la
que a veces se necesita no tanto de grandes literatos como de buenos técnicos,
pertenecientes a especialidades com.o
pueden ser las lenguas cláSicas, laJUologia española, la biología o las ciencias sociales. Porque de todos esos campos se ha
de nutrir el diccionario, todas esas referencias cientf/icas necesita para realizar
sus reformas. •
FRANCISCO
CORREAL
1
Descargar