SECRETARIA DE LA DEFENSA NACIONAL DIR. GRAL. DE ARCH. E HIST. SEC. HISTORIA. Ordenanza General del Ejército. Promulgada el 11 de diciembre de 1911. INTRODUCCIÓN. A cien años de ser promulgada la Ordenanza General del Ejército del 11 de diciembre de 1911, es importante hacer mención lo fundamental de un estatuto como éste, el cual en su concepto esencial norma la conducta que deben de tener los miembros de las Fuerzas armadas, razón a la que importancia de estos preceptos. La palabra ordenanza tuvo las siguientes definiciones: Método, orden y concierto en las cosas que se ejecutan. Conjunto de preceptos referentes a una materia. La que está hecha para el régimen de los militares y buen gobierno en las tropas o para el de una ciudad o comunidad.1 La ley o estatuto hecho para el régimen de los militares y buen gobierno de las tropas. Antiguamente tuvo un sentido más lato (extenso) por aplicarse a toda ley, estatuto o reglamento que servía para el régimen, no ya del ejército en conjunto, sino de cualquiera de sus agrupaciones, como los diversos cuerpos o tropas que, bajo el mando de un capitán general, se hallaban fuera de la metrópoli. Y de acuerdo al Glosario de Términos Militares se dice que ordenanza “método, orden y concierto de las cosas que se ejecutan” y conjunto de preceptos referentes a una materia, se refiere a los individuos de tropa cuya misión principal es vigilar y cuidar la oficina militar a que se le designe. ANTECEDENTES. A partir del siglo XVI, comenzaron a existir ejércitos permanentes más o menos en forma, por lo que en España se comenzaron a organizar y disciplinar a éstos. Ningún pueblo moderno ha tenido, como el español, un cuerpo legislativo, con leyes bárbaras y despiadadas, como los hombres que las dictaban en común, pero que todas ellas conformaron la dignidad y grandeza del individuo, esto es, lo que significa el valor, la consagración del derecho propio, el respeto al honor y de la hacienda adquiridas en la más tenaz y santa de las guerras. Durante el siglo XV la cuestión militar, se basaba en tres aspectos fundamentales: organización, ordenanza y táctica. En esta época se empezó a regularizar casi todo, ya que con 1 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, Espasa Calpe. S.A. Madrid. Tomo XL el advenimiento de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, se dio gran auge al espíritu militar; pero aun faltaba disciplinar al Ejército Regular y Permanente, ya que todavía no existían reglamentos técnicos ni ordenanzas orgánicas o penales. Ningún país las tenía, incluido Francia, a pesar del ejército florido y memorable que poseía. A juicio del Coronel de Ingenieros, Don José Almirante de origen español, el concepto de ordenanza en un sentido amplio se dio en 1869, cuando el famoso “Discurso sobre la forma de reducir la disciplina militar al mejor y antiguo estado”, que el Maestre de Campo don Sancho de Londoño natural de Hormilla, España; redactó en 1568,2 por orden de Fernando Álvarez de Toledo, III Duque de Alba, para el Ejército de ocupación de los Países Bajos. En su obra notabilísima se definen y especifican las funciones de los diferentes grados y oficios de aquella milicia, y en 70 artículos ó estatutos se fija la penalidad. En el libro de Londoño, se encuentra visible el germen de las ordenanzas que más tarde nacieron y rigieron durante el siglo XVII. Las ordenanzas militares en México. El primer cuerpo de legislación en México, lo hizo el conquistador Hernán Cortés el 22 de diciembre de 1520, en la ciudad de Tlaxcala. Para dar orden y disciplina de acuerdo a lo que conocía en ésta materia de España, desde el siglo XVI Posteriormente en las Leyes de Indias (1542), se encuentran importantes disposiciones castrenses, tanto para las fuerzas de tierra, como para actividades marineras. Cabe decir que el ordenamiento militar español se aplicó en América de manera relevante; fueron Las Ordenanzas Militares de S[u] M[ajestad] para el Régimen, Disciplina, Subordinación y Servicio de sus Exercitos (sic) de 1768 y Ordenanzas Generales de la Armada Naval de 1793, que son las disposiciones legales que contenían entre otros muchos asuntos, la materia penal castrense, y que continuaron vigentes, en nuestro territorio y el de otros países hispanoamericanos, durante largo tiempo después de obtenida la emancipación política de todos ellos y de lo que hoy es nuestra patria. Ordenanzas Militares de S.M. para el Régimen, Disciplina, Subordinación, y Servicio de sus Exercitos de 1768. (Tomo I y II). Por encargo de éste, Londoño estudió y elaboró unas reglas para el ejército. Este pionero estudio sobre la materia se publicó en Bruselas en 1589, en un libro titulado “Discurso sobre la forma de reducir la disciplina militar al mejor y antiguo estado”. 2 Después de concluida la lucha de Independencia de México en 1821, continuaron vigentes las ordenanzas para regular las múltiples relaciones económicas, jurídicas y sociales existentes. Esto se debe principalmente a que durante los primeros gobiernos no se contaban con la experiencia necesaria. Debido a lo anterior, las Ordenanzas Militares de 1768, conocidas también como ordenanzas de Carlos III, tuvieron vigencia parcial en México hasta 1852, ya que se utilizaban para reglamentar el funcionamiento y la organización del recién formado Ejército Nacional; en cuanto a la Armada o Marina de Guerra, casi inexistente, debido a la poca cantidad de embarcaciones con que se contaba al darse la independencia, quedo sometida a las disposiciones de la Ordenanza Naval de 1793. En ambos lineamientos hispanos se encontraban diferentes normas que aludían a los actos ilícitos que podían cometer los elementos militares, así como sus correspondientes sanciones; esto es, en dicha normatividad se contenía la materia penal militar de aquellos tiempos. Ordenanzas Generales de la Armada Naval de 1793. (Tomo I y II). De acuerdo con la continuidad de los ordenamientos marciales hispanos, en 1842 se expidió la Ordenanza Militar para el régimen, disciplina, subordinación y servicio del ejército, aumentada con las disposiciones relativas, anteriores y posteriores a la independencia, con las tarifas de haberes, formularios de la Plana Mayor, esta obra fue escrita con extremo cuidado, consultándose a personas de probada experiencia y celo por el honor de la milicia, buscando como objetivo principal ser útil a los jefes subalternos; agregándose a ésta edición la cartilla de los toques y su música, para la enseñanza de cornetas y tambores, y las correspondientes figuras que designan el movimiento del bastón o la espada, para dirigirlos en los casos que se ofrezcan; también se añadieron disposiciones sobre la nueva táctica, y un cuaderno de láminas para la instrucción de la infantería ligera y de las compañías de cazadores de los cuerpos; además se adicionaron decretos expedidos en los años 1839 y 1840, que organizaron los cuerpos permanentes y activos de infantería y caballería. En 1852, se expidió la Ordenanza Militar para el régimen, disciplina, subordinación y servicio del ejército, comparada, anotada y ampliada, la cual ha sido considerada como la primera Ordenanza Militar Nacional o Mexicana, aunque se trata, del ordenamiento hispano de 1768, al cual se le incorporaron diferentes disposiciones castrenses, tanto españolas como mexicanas. 3 Ordenanza Militar para el Régimen, Disciplina, Subordinación y Servicio del Ejército de 1852. Ordenanza Militar para el Régimen, Disciplina, Subordinación y Servicio del Ejército de 1842. (Tomo I y II). Entre las ordenanzas militares nacionales de fines del siglo XIX, sobresalen: la Ordenanza General para el Ejército de la República Mexicana de 1882, promulgada bajo la administración del General de División Manuel González, las Ordenanzas del Ejército y la Armada de la República Mexicana (1897), expedida por el Presidente de la República General Porfirio Díaz. Ordenanza General para el Ejército de la República Mexicana (1882) 3 Ordenanzas del Ejército y la Armada de la Republica Mexicana (1897) BERMÚDEZ, Renato de J. Breve Reseña Histórica del línea.www.jusmilitaris.com.br. (consultado el 25 de nov. De 2011) Derecho Penal Militar Mexicano. En Posteriormente, al triunfo de la primera etapa de la Revolución Mexicana en 1911, y durante la presidencia de Francisco I. Madero, fue promulgada por Decreto No. 224 la Ordenanza General del Ejército, el 11 de diciembre de 1911, siendo Secretario de Estado y del Despacho de Guerra y Marina el General de Brigada José González Salas, la cual entra en vigor a partir del 5 de enero de 1912, y está conformada por seis Tratados, divididos en 5 Títulos y éstos a su vez en 1340 Artículos, con dos transitorios. Los cuales contemplan: En el Tratado I. Las bases generales y denominaciones, reclutamiento, reemplazos, aprehensión de desertores, retiro, pensiones, recompensas de servicios, premios por acciones y servicios distinguidos. En el Tratado II. Se describen cuales son las funciones, obligaciones y deberes de cada uno de los miembros de las fuerzas armadas, como conducirse y comportarse con los superiores jerárquicos, los cuidados y equipo de vestuario. En el Tratado III. Se detalla la sucesión de mando, cargos comisiones, revistas administrativa, juntas de honor, demostraciones de respeto, honores militares y honore fúnebres al Presidente de la República. En el Tratado IV. Se puntualiza lo referente a los ascensos, licencias, expedición de patentes y nombramientos, revista de inspección, protesta de bandera entre otros. En el Tratado V. Se señala el servicio de guarnición, jefe de día, el destacamento de patrullas, retenes, visitas al hospital, formalidades para la publicación de bandos, procedimientos para la pena muerte, marcha en tiempo de paz, partida y más. En el Tratado VI. Enumera el servicio de campaña, mando general de convoy, salvaguarda, capitulación, botín de guerra, previsiones generales, comportamiento en la guerra. Es importante asentar que la Secretaría de Marina Armada de México, tiene su propia Ordenanza General de la Armada, la cual fue promulgada por Decreto No. 425, del 12 de diciembre del 1911, y comenzó a surtir efectos desde el 1/o. de febrero de 1912. CONCLUSION. A manera de conclusión es importante destacar que a lo largo de la historia nacional las ordenanzas militares, tuvieron como finalidad primordial dirigir el comportamiento de los militares, en sus diferentes acciones dentro su vida castrense, permitiendo conocer más a fondo su actuar. Por tal motivo, al cumplir su primer centenario de haberse promulgado, la Ordenanza General del Ejército, y conocer las disposiciones que contiene, permite darse cuenta que muchas de estas normativas, fueron la base fundamental de lo que actualmente es la legislación militar, ya que define como debemos actuar. La citada publicación y las que le anteceden pueden ser consultadas en su texto completo y en formato digital, en la Biblioteca del Ejército, dependiente de la Dirección General de Archivo e Historia. BIBLIOGRAFIA. ALMIRANTE, José (1869) Diccionario militar etimológico, histórico tecnológico, con dos vocabularios francés y alemán. Madrid, litografía del depósito de la guerra. BERMUDEZ F. Renato de J. Breve reseña histórica del derecho penal militar mexicano www.jusmilitaris.com.br. (Consultado el 25 de nov. De 2011). SECRETARIA DE GUERRA Y MARINA, Ordenanza General del Ejército (promulgada por Decreto No. 224 del 11 de diciembre de 1911, México Talleres del Departamento de Estado Mayor. 237pp.