ENTRENAMIENTO CON LOS PIES EN LA TIERRA Ver más Es posible prepararse para el trial estando en la ciudad. Qué hay que cambiar en la técnica de entrenamiento. El ajuste del ritmo a las condiciones del terreno y el equipamiento ideal. Tomás Jerez Las técnicas de entrenamiento para trial varían según el tipo de competencia, si es cross, 21K, 10, si es aventura, etc. Pero lo que sí es claro es que se diferencia del running urbano. Al repasar las inscripciones a la más importantes carreras de montaña, se puede notar que el 80% de los corredores proviene de áreas urbanas. Sin embargo, se puede entrenar trial en la ciudad, buscando sitios que presenten dificultades similares a las que se pueden encontrar en la naturaleza. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, la reserva ecológica presenta tramos de sendero con piedras que se deslizan, lo que lo asemeja a las condiciones de terreno que se pueden encontrar en las montañas del norte, donde el clima árido se nota en la tierra menos firme. El entrenamiento de un trail runner se debe basar en un trabajo que ayude a la adaptación a las subidas y a las bajadas. Cuando se tiene la oportunidad de ir a la montaña, y como las cuestas son un factor vital a considerar, se deben implementar sesiones de cuestas con el objetivo trabajar la respiración y concentrarse en los apoyos e impulsos. Esto es para adaptar la mecánica de zancada a la montaña. Si en la carrera habrá que subir más de 3200 metros, se hace un entrenamiento más intenso desde antes, en la ciudad, con cuestas más largas, con más kilómetros y varios días consecutivos de actividad para mejorar la potencia y la resistencia en la subida. Los entrenamientos van a ser más lentos (ya llegará el momento de subir la velocidad), con mayor carga en cuádriceps y gemelos. Al pasar de la calle a la tierra, todo se vuelve más lento: el corredor que marca 3m40s el kilómetro en pista se va a 3m50s o más en el terreno agreste. “Antes de largarse a una carrera de trial se requieren meses de entrenamiento específico, y sin superar los 21K”, acota el experimentado corredor de trial Tomás Jerez. EL GIMNASIO Además de las cuestas y las pasadas, es fundamental complementar dos veces por semana con sesiones en el gimnasio. Se hacen dos o tres series de 20 repeticiones, sin mucho peso, para fortalecer gemelos, cuádriceps y femorales. Además del tren inferior, también es bueno trabajar la zona abdominal, espalda y hombros, para “combatir” a las cuestas. LAS CUESTAS CUESTA ARRIBA Al subir, los cuádriceps trabajan con los femorales; también las pantorrillas. En la trpada, la zancada debe ser lo más corta posible, apoyando siempre la parte delantera del pie. Las palmas de las manos tienen que estar más abiertas, para dar más ayuda al cuerpo. Si el desnivel es muy pronunciado se pueden apoyar las manos en las rodillas, a modo de bastón. Es importante tener presente que no hay que subir tan rápido pues será necesario guardar energía para la bajada. CUESTA ABAJO Parece más fácil, pero es al bajar donde se siente mucho el impacto de las rodillas con los cuádriceps. En la bajada se debe dejar caer el peso del cuerpo en los talones, “tirarse”. Dependiendo del terreno (con mucha tierra o piedras sueltas) en caso de fatiga se puede alternar la carrera dando pequeños saltitos. Cuidado al pisar; el terreno se conoce in situ: con piedras, arenoso, más firme, menos firme, con nieve... Cuando la piedra es más firme, el cuerpo recibe un mayor impacto. EN EL LLANO En tramos planos, como ocurre en running, hay que aprovechar para hacer la mayor amplitud de zancada posible e intentar apoyar la punta del pie para no perder el impulso. LA ALTURA Correr por caminos es menos traumático que hacerlo en el pavimento y es posible hacer pasadas más largas, así que el esfuerzo estará enfocado a la ganancia de altura, por los desniveles y por los obstáculos e imperfecciones en el recorrido. A partir de los 1600 metros ya se empieza a sentir la falta de oxígeno. En la altura afecta todo, es algo biológico: el cuerpo, ya sin correr, forma más glóbulos rojos. “Para los corredores que no son de regiones de altura, la única que queda es ir tres meses antes, entrenar una semana, volver al otro mes y entrenar quince días… Pero es algo prácticamente imposible, incompatible con una vida laboral”, explica Jerez, quien agrega que “muchos maratonistas van a la altura para que luego, en la pista, la fatiga les llegue mucho menos”. EL DESCANSO Como el físico está más cargado, aunque con menos kilómetros, no se pueden hacer cuestas seis días a la semana. El trial necesita descanso. Tras un días de cuestas y un día de pasadas debe haber un descanso mínimo de 48 horas. VISIÓN En el running urbano, más allá de la lógica atención que merece el recorrido, se tiene mayor confianza en la pisada. En la naturaleza cada paso puede ser diferente. Desde el principiante hasta el corredor de trial más experimentado, nadie sabe qué le va a presentar la carrera. Es muy difícil que en una competición de aventura alguien ya conozca el trayecto. “Sin necesidad de ir a la montaña, se puede entrenar esto en la ciudad, porque hay innumerable cantidad de obstáculos que obligan a tener los reflejos alertas: las veredas, los cordones, esquivar roturas, gente, las bicisendas”, explica Jerez. Es importante el entrenamiento hasta lograr un equilibrio entre la velocidad y la concentración en el relieve del terreno. DIETA En la montaña el corredor tiene más “permitidos”. Al viajar a competir en trial se da un mix entre lo deportivo y lo turístico. Los corredores amateurs puede llegar a comer en el trayecto de la carrera, los de elite llevarán geles y la hidratación indispensable. Además, el runner de aventura tiene un físico más fuerte que el corredor de calle, con un biotipo algo más robusto. Galería de calzado Mizuno Van las imágenes recuadro PAVIMENTO VS NATURALEZA Pasar del asfalto a la naturaleza implica diversos cambios que hacen distinto al entrenamiento: TERRENO En asfalto, la pisada es uniforme y homogénea. Sin embargo, en senderos de montaña hay irregularidades, desniveles, piedras, barro, etc. Esta diversidad en el apoyo puede llevar a la inestabilidad de los tobillos. Por eso, la pisada tiene que ser lo suficientemente fuerte para evitar la pérdida del equilibrio. Se hace necesario entonces fortalecer los tendones y ligamentos del tren inferior, y practicar ejercicios de propiocepción. CALZADO Para las carreras de montaña hay que usar las zapatillas adecuadas, como ocurre con los neumáticos de un auto: en un rally de montaña no se utilizan las mismas gomas que en una pista. El calzado de trial es más resistente al común, más estable y presenta un buen relieve en la suela, como las Wave Cabrakan 4, las Wave Cabrakan 5 o las Wave Ascend 7. PREPARACIÓN En un entrenamiento en montaña debe primar el volumen a la intensidad. Antes de largarse a la naturaleza, es necesario un plan de entrenamiento en llano, de unos tres meses. Lo ideal es hacerlo 4 veces a la semana, alternando un día de series cortas, otro de fartleck, uno de carrera continua suave y otro de entrenamiento cruzado. IMPACTO FÍSICO El terreno irregular hace que se trabajen aún más todos los grupos musculares, por la cantidad de desniveles. En la tierra o el césped, el impacto ejercido contra el suelo en menos agresivo para las articulaciones que en el pavimento. PELIGRO Los paisajes agrestes, solitarios, suelen ser relajantes pero pueden convertirse en un problema si ocurre algún contratiempo. Será importante llevar un equipo de seguridad que incluya celular, GPS, primeros auxilios, bebida y barrita energética. EL TIEMPO Los terrenos desconocidos obligan a planificar los entrenamientos con más tiempo: si se pretende correr media hora por la montaña, el bosque y otro lugar al que no se ha ido anteriormente, hay que disponer de tiempo, previendo cualquier dificultad. EL CLIMA La intemperie de la montaña ofrece un aire más puro que el de la ciudad, pero el clima cambiante (una lluvia, por ejemplo) puede obligar al corredor a buscar refugio en un área desconocida. Si se está determinada altitud sobre el nivel del mar, la temperatura puede cambiar más drásticamente. Las salidas deben planificarse cuidando detalles, prestando atención al pronóstico meteorológico y llevando el equipo adecuado. EQUIPAMIENTO El equipamiento de un trail unner es muy distinto al de un corredor urbano. Ver QUÉ LLEVAR. QUÉ LLEVAR En terreno agreste, el corredor debe llevar consigo un equipamiento que para la práctica urbana no es necesario. Además de las zapatillas adecuadas, el clima impone otras prendas, como pueden ser medias térmicas y sin costura, camiseta térmica para el frío o vestimenta impermeable si se corre bajo la lluvia. Una mochila pequeña, que no genere un peso considerable, ayudará para llevar líquidos, snacks, barritas energéticas (pueden ser nueces y pasas de uva para los amateurs), geles antioxidantes que reducen la sensación de fatiga y demás elementos útiles, como el celular (con GPS y una abanico de aplicaciones disponibles). Además, servirá para los cambios de ropa de acuerdo al clima: un rompevientos liviano con capucha y elementos reflectantes para la noche caben sin problemas. Un gorro y anteojos serán importantes cuando el sol pegue fuerte (y también para resguardar la vista del reflejo de la nieve). En el caso de pasar varias noches en la montaña, se hará necesario un kit de supervivencia que incluya abrigo, iluminación, botiquín, energizantes, pastillas potabilizadoras de agua y alguna multiherramienta, brújula, silbato, etc. Al pie Tomás Jerez es corredor de trial. Completó el Raid de los Andes 2012 y se está preparando para el Cruce de los Andes, en febrero de 2014.