CARACTERÍSTICAS QUE DEBE TENER UN AUDITOR Innovador: Siempre buscará nuevas y mejores maneras de hacer las cosas. Comunicador: Otra cualidad que lo caracteriza son sus dotes de buen comunicador, habilidad que le va a permitir "vender" su visión, dar a conocer sus planes de manera sugerente. Expresa claramente sus ideas y sus instrucciones, y logra que su gente las escuche y las entienda. También sabe "escuchar" y considera lo que el grupo al que dirije le expresa. La comunicación no es lo que se dice si no como lo dices. La clave para la comunicación efectiva es la simplicidad. Es claro. Muestra credibilidad. Busca respuestas: Da algo en que pensar, sentir y recordar. Cumplidor: Es una persona de palabra: lo que promete lo cumple. Es la única forma de que el equipo tenga una confianza ciega en él. Persona de acción: El auditor no sólo fija unos objetivos exigentes sino que lucha denodadamente por alcanzarlos, sin rendirse, con enorme persistencia, lo que en última instancia constituye la clave de su éxito. Excelencia en relaciones personales: Escucha atentamente, dice la verdad, fomenta el respeto y logra relaciones de confianza, duraderas y genuinas. Mantenimiento de un clima adecuado de relaciones humanas y un alto nivel de motivación de las personas. Dominio de técnicas de interacción social. Adaptación al cambio: Tienen actitudes que inspiran a las personas de su entorno y las mueven para actuar. Seguridad: Si un auditor no es seguro los demás no pueden creer en él, debe creer en sí mismo para que los demás crean en el. Capacidad de establecer metas y objetivos: Para dirigir un grupo, el auditor debe saber a dónde llevarlo. Sin una meta clara, ningún esfuerzo será suficiente. Las metas deben ser congruentes con las capacidades del grupo. De nada sirve establecer objetivos que no se pueden cumplir. Capacidad de planeación: Una vez establece una la meta, el auditor hace un plan para llegar a ella. En ese plan define las acciones que se deben cumplir, el momento en que se deben realizar, las personas encargadas de ellas, los recursos necesarios, etc. Planifica con anticipación el trabajo que se debe realizar. Diplomático: Es hábil expresándose y en el trato con los demás. Perceptibidad: Entiende el problema rápidamente pero sin saltar a las conclusiones. Persistencia: Vence las dificultades y mantiene el curso de acción planeando a pesar de las contrariedades. Punto de vista flexible: Ve las cosas de diferentes puntos de vista y se adapta a los cambios y al entorno. Habilidades sociales: Se comunica y trabaja con otras personas de todos los niveles desde operarios hasta ejecutivos y mantiene el control a través de las entrevistas. Habilidades de presentación: Expresa claramente juicios, ideas y propuestas orales y escritas. Dirige: Indica cómo realizar las tareas. Guía a su equipo por el camino correcto, generando con ello seguridad a los miembros del mismo. Optimista: Incrementa las respuesta ante condiciones adversas. Responsable: Capacidad de asumir responsabilidades y hacerse cargo de las consecuencias. Emprendedor: Visualización de escenarios futuros y estrategias. Impulsador: Capacidad de influir en la conducta de otros. Compromiso: El compromiso lo demuestra de varias formas: como trabaja para ampliar sus capacidades. Lo que hace por sus compañeros en materia de sacrificio personal. El compromiso le da nueva fuerzas. El compromiso empieza en el corazón. El compromiso se prueba con la acción. El compromiso abre la puerta del logro. Crece y hace crecer a su gente: Cuando está dirigiendo las actividades de un grupo hacia un fin común. Perseverancia: Energía para llevar a cabo lo que busca hacer. Capacidad de reemprender el camino. Pasión: Ama lo que hace y le encanta hacerlo, y lo trasmite. Motivador: Crece y fomenta el crecimiento de los otros, inspira y contagia a su equipo. Asume riesgos: Asunción de riesgos y alenta a sus colaboradores a tomar la corresponsabilidad de los intentos. Trabaja en equipo: El auditor se mezcla con el grupo, interactúa e intercambia experiencias personales con ellos. Fija niveles de esfuerzo, dedicación y estimula a los miembros en cuanto a los resultados de su rendimiento. Entrenado: • • • • • Conocimientos del área de auditoría y del conjunto de áreas de la auditoria. Existencia de un cuerpo común de conocimientos para el ejercicio de la auditoría. Amplia variedad de técnicas y habilidades que evoluciona en el tiempo. Capacidad de conducir una reunión. Experiencia en la participación de auditorías y capacidad de manejar información confidencial. Coraje: El auditor no se amilana ante las dificultades. Honesto: Siempre obra con la verdad, procede con rectitud e integridad, mantiene la fidelidad y todo en regla sin infringirlas. Conoce sus fortalezas y debilidades: Acepta riesgos y fracasos. Empatía: Simpatía e interés por los otros, conserva buen sentido del humor. Sabiduría: Ideas claras, basa en ellas sus decisiones y conductas. Prudente: El auditor tiene la capacidad de actuar de forma justa, adecuada y con cautela. De comunicarse con los demás por medio de un lenguaje claro, literal, cauteloso y adecuado. Realista: Vive en la realidad, ve con la verdad y con la realidad en que se encuentra. Visionario: Se anticipa a su tiempo previendo hechos o inaugurando algo. Es capaz de anticipar una visión justa del futuro. Versátil: El auditor está en condiciones de responder ante distintos desafíos y de adaptarse a todo tipo de contextos. Observador: El auditor debe aprender a escuchar, callar mientras mira a los ojos, ver cómo se desenvuelven los acontecimientos, observar todo. Desde los gestos, la mirada, la forma de expresarse, de vestir, sobre todo el comportamiento con los demás. Persuasivo: Practica el arte de la negociación. Se conduce hacia el camino que necesita para llegar a su objetivo. Integro: Toma los principios como convicciones, no rompe reglas ni viola leyes, es una persona intachable, sin error, es recto.