Escolarización de niños deficientes

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- BUENO, Manuel y OTROS (1990). Deficiencia mental. Edición Expax.
Barcelona. Vol.I, Cap. IX, p.p.215-219.
4º de Psicopedagogía
LA ESCOLARIZACIÓN DEL NIÑO DEFICIENTE MENTAL
MODALIDADES DE ESCOLARIZACIÓN
En este punto, se esbozan las diferentes modalidades de
escolarización según la características más esenciales de su modalidad,
poniendo más énfasis en la modalidad integrada, no sólo por ser una de
las que ofrece más ventajas (si se dan ciertos requisitos
sociopedagógicos) sino por ser una de las modalidades que menos se
conocen en nuestro país. Esta presentación se limita a la enseñanza
preescolar y a los primeros años de la enseñanza básica.
- Colegios específicos de educación especial.
Esta modalidad se inicia al comienzo del siglo XX con el uso de la
escala mental de Binet y Simon. Esta medida supuso un avance social
importante, puesto que niños etiquetados de deficientes mentales pasaron
de instituciones manicomiales a instituciones pedagógicas, y a la vez
permitió la especialización de los maestros dedicados a la educación de
estos niños. Por otro lado, supuso un retroceso para los niños con una
deficiencia ligera que hasta ese momento asistían a colegios ordinarios.
La característica principal de esta modalidad, ha sido especializar
los colegios según el tipo y grado de minusvalía, tanto los profesores
como el currículo están en función de cada una de las necesidades
específicas de cada una de las minusvalías.
Se suponía que estos niños se iban a desarrollar mejor en estos
centros. Sin embargo se ha comprobado que los altos costes en esta
modalidad no se corresponden con las expectativas previstas, lo cual hizo
que surgieran una serie de críticas a los colegios específicos.
- Aulas de educación especial integradas en colegios ordinarios.
Según esta modalidad, los niños que no son capaces de seguir el
currículum ordinario son ubicados en aulas especiales dentro del centro
ordinario. En teoría, con esta modalidad, se permite que los niños
deficientes compartan experiencias con los niños "normales".
Para llevar a cabo esta modalidad es necesaria la presencia de un
número mínimo de profesores especializados en educación especial, los
cuales deben estar totalmente integrados en el claustro de profesores del
colegio ordinario.
Estas aulas especiales, orientadas en principio a los niños
deficientes mentales, llegaron a convertirse en un cajón de sastre
donde se ubicaron niños con problemas de comportamiento y niños con
escasa motivación pero con inteligencia normal. En los pocos casos que se
utilizaron estas aulas para albergar en ellas a niños deficientes se
produjeron deterioros en su autoconcepto, llegaron a considerase las
aulas de los "tontos del colegio".
Las aulas de educación especial llegaron ser la modalidad más
segregadora.
Curiosamente, cuando esta modalidad estaba desapareciendo en gran
cantidad de países, en España se extendieron de forma extraordinaria.
- Integración total en aulas ordinarias.
Tras los resultados tan negativos de las aulas de educación
especial integradas en los centros ordinarios, aparece una legislación
que considera la educación especial como un entramado de apoyos
psicopedagógicos y terapéuticos, a todos los niños discapacitados
integrados en las aulas ordinarias independientemente de la etiología de
la discapacidad.
Lo que las experiencias pedagógicas llevadas a cabo, han aportado
de forma común, es que los alumnos deficientes mentales realizan su
trabajo en el aula ordinaria bajo la supervisión del profesor ordinario
y con un currículo adaptado a sus posibilidades, saliendo del aula sólo
para recibir tratamientos terapéuticos específicos, por necesitar
espacios y recursos distintos a los de las aulas ordinarias.
Hasta la fecha de edición de este libro, no se disponía de leyes
científicas ni de principios generales, que permitiesen la elaboración de
una teoría optimizadora de tal modalidad de escolarización.
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