Artículos de investigación científica y tecnológica Funcionalidad en las familias de las madres comunitarias de los hogares de bienestar infantil de Sincelejo, Colombia Mara Mercedes Osorno-Navarro*, M.Sc.1 1Facultad de Ciencias de la Salud, Programa de Enfermería, Universidad de Sucre Recibido: 9 de septiembre del 2012. Aprobado: 7 de diciembre del 2012. *Autor de correspondencia: Mara Osorno Navarro, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Sucre, Carrera 14 No. 15C-132. Teléfono: (57-5) 2 823 867. Correo electrónico: [email protected] Cómo citar este artículo: Osorno-Navarro MM. Funcionalidad en las familias de las madres comunitarias de los hogares de bienestar infantil de Sincelejo, Colombia. Curare. 2014; 1(1): 27-33. Resumen. Introducción: es en la familia donde se suplen necesidades físicas, procreativas, se brinda crecimiento y desarrollo personal, y se adquieren habilidades sociales que permiten ordenar la unión personal de sus miembros. Objetivo: determinar la efectividad de la funcionalidad familiar de las familias de las madres comunitarias de la comuna nueve, zona suroriental de Sincelejo. Métodos: estudio descriptivo, cuantitativo, transversal. Se analizaron 158 familias mediante la aplicación de dos encuestas a las madres de cada familia, quienes a su vez eran madres comunitarias. Los dos instrumentos aplicados fueron: una encuesta para conocer características sociodemográficas, y el instrumento “Escala de Evaluación de la Efectividad de la Funcionalidad Familiar” (asf-e), para determinar el nivel de efectividad de la funcionalidad familiar. Resultados: se encontró que la jefatura del hogar la ejercen las madres en un 68,99%, devengando menos de un salario mínimo. Un 58,87% de las familias estaban conformadas por cuatro a seis personas. Los resultados de las dimensiones de la escala de evaluación de la efectividad fueron: el mantenimiento del sistema fue alto, en un 94,94%; el cambio del sistema fue intermedio, en un 59,4%; la coherencia fue alta, en un 79,11%; la individuación fue alta, en un 48,73%. Las metas de la escala estuvieron en un nivel alto: la estabilidad, en un 93,67%; el control, en un 92,41% y la espiritualidad, en un 76,58%, excepto el crecimiento, en un 51,27%. La totalidad de la escala está en un nivel intermedio, con un 60,76%, es decir, las familias cumplen medianamente con los requisitos para ser familias efectivamente funcionales. Conclusión: el 60,76% de las familias de las madres comunitarias se clasificó en el nivel intermedio de efectividad de la funcionalidad. Este dato coincide con los valores de las dimensiones de cambio (que reporta 59,4%) y de individuación (de 44,94%), lo cual indica que no cumple a cabalidad con las funciones como familia, pese a su unión y afectividad. Palabras clave: efectividad de la funcionalidad familiar, familia, hogares de bienestar, madres comunitarias. Functionality of Families of Community Mothers at Child Welfare Homes in Sincelejo, Colombia Abstract. Introduction: It is in the family that physical and procreative needs are fulfilled, personal growth and development are fostered and social skills are acquired, enabling organization of the personal union of its members. Objective: To determine the effectiveness of families of community mothers in commune nine of southeastern Sincelejo. Methods: In this descriptive, quantitative cross-sectional study, 158 families were analyzed through the application of two surveys of mothers in each family, who were also community mothers. The two instruments used were: a survey to assess sociodemographic characteristics and the “Rating Scale of the Effectiveness of Family Functionality asf-e.” Results: It was found that mothers headed the households in 68.99% of those surveyed, and that they earn less than the minimum wage. 58.87% of households consisted of four to six people. The results of the size-scale effectiveness evaluation were: maintenance of the system was high at 94.94%; the rate of change in the system was moderate, at 59.4%; consistency was high at 79.11%; and individuation was 48.73%. The goals of the scale were at a high level: stability at 93.67%, control at 92.41% and spirituality at 76.58%, except for growth, the goal for which was 51.27%. The entire scale is at an intermediate level with 60.76%, showing the families as moderately meeting the requirements to be effectively functional families. Keywords: effectiveness of family functioning, welfare homes, family, community mothers. Funcionalidade nas famílias das mães comunitárias dos abrigos da vara da infância e da juventude de Sincelejo, Colômbia Resumo. Introdução: É na família onde se suprem necessidades físicas, procriativas, oferece-se crescimento e desenvolvimento pessoal, e adquirem-se habilidades sociais que permitem ordenar a união pessoal de seus membros. Objetivo: Determinar a efetividade da funcionalidade familiar das famílias das mães comunitárias da “comuna nueve” (comunidade nove), região sudeste de Sincelejo. Métodos: Estudo descritivo, quantitativo, transversal. Analisaram-se 158 famílias mediante a aplicação de duas enquetes às mães de cada família, as quais, por sua vez, eram mães comunitárias. Os dois instrumentos aplicados foram: uma enquete para conhecer características sociodemográficas e o instrumento “Escala de Avaliação da Efetividade da Funcionalidade Familiar” (asf-e), para determinar o nível de efetividade da funcionalidade familiar. Resultados: Constatou-se que a chefia do lar era exercida pelas mães em 68,99%, com menos de um salário-mínimo. 58,87% das famílias estavam conformadas por quatro a seis pessoas. Os resultados das dimensões da escala de avaliação da efetividade foram: a manutenção do sistema foi alta, em um 94,94%; a mudança no sistema foi intermediária, em um 59,4%; a coerência foi alta, em um 79,11%; a individuação foi alta, em um 48,73%. As metas da escala estiveram em um nível alto: a estabilidade, em um 93,67%; o controle, em um 92,41% e a espiritualidade, em um 76,58%, exceto o crescimento, em um 51,27%. A totalidade da escala está em um nível intermediário, com um 60,76%, ou seja, as famílias cumprem medianamente com os requisitos para serem famílias efetivamente funcionais. Conclusão: 60,76% das famílias das mães comunitárias se classificaram no nível intermediário de efetividade da funcionalidade. Esse dado coincide com os valores das dimensões de mudança (que relata 59,4%) e de individuação (de 44,94%), o que indica que não cumpre com exatidão as funções como família, embora haja união e afetividade. Palavras-chave: efetividade da funcionalidade familiar, família, abrigos da Vara da Infância e da Juventude, mães comunitárias. 28 Curare / Volumen 1, Número 1 / junio 2014 Artículos de investigación científica y tecnológica Introducción La familia es el eje central y fuente importante de recursos para dar respuestas a los problemas que inciden en la dinámica y el mejoramiento de la calidad de vida en general. Es fundamental que sus integrantes garanticen la satisfacción de las necesidades básicas que influyen en su desarrollo físico, intelectual y emocional. En definitiva, la familia, desde el modelo de la diversidad, es una célula social con un gran significado, donde el afecto y el apoyo satisfacen necesidades psicosociales difíciles de encontrar en otros grupos o instituciones, aunque las formas en las que operan estas transacciones han variado significativamente y, en algunos casos, se han incrementado sustancialmente [1]. Las familias, aun en las sociedades más modernas, necesitan ser dinámicas, evolutivas y tienen funciones que se deben cumplir durante las etapas de desarrollo de las mismas, principalmente en las funciones de afecto, socialización, cuidado, reproducción y estatus familiar. Estos aspectos interesan a la medicina contemporánea, que la llama funcionalidad familiar, y corresponde a uno de los parámetros principales que se evalúan en el estudio de la salud familiar. La disfunción familiar se entiende como el no cumplimiento de algunas de estas funciones por alteración en algunos de los subsistemas familiares [2]. De igual manera, si se analiza a la familia como sistema, esta es disfuncional cuando algunos de sus subsistemas se alteran por cambio en los roles de sus integrantes [1]. La familia constituye el contexto de mayor importancia en el desarrollo humano de sus integrantes y se encuentra inmersa e influida por una compleja civilización, consistente en estructuras comunitarias, económicas y de gobierno cambiante, por lo que es importante enfatizar que, en comparación con épocas pasadas, el sistema familiar actual ha sufrido cambios en la comunicación, estructura y función, debido a la crisis económica y de valores, y tiene sus efectos más adelante como miembro productivo en la sociedad [3]. Con respecto a este tema, en la región no se conocen estudios publicados sobre la efectividad de la funcionalidad de las familias de las madres comunitarias, aspecto necesario para indagar factores de riesgos y potencialidades que determinan la interacción del grupo familiar con su entorno. El estudio es útil, porque aporta información específica para el cuidado de las familias de las madres comunitarias, y a partir de los resultados es posible direccionar planes y programas en todos los ámbitos, especialmente en el programa de Proyección Social de la Universidad, los cuales tienen la representatividad de orientar las prácticas y las intervenciones a nivel comunitario, con el fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias, de los individuos y de la comunidad en general. Por lo anterior, la autora consideró significativo explorar este problema, de tal manera que los hallazgos darán luces para fortalecer o mejorar la efectividad de la funcionalidad familiar, y diseñar planes de acción orientados al mejoramiento de la estructura familiar y de la calidad de vida. Metodología La población objeto de investigación la constituyeron 162 familias de las madres comunitarias de los barrios Mano de Dios, Costa Azul, Trinidad, Uribe Uribe y Villa Mady, pertenecientes a la comuna nueve de la zona sur oriental del municipio de Sincelejo, Sucre. Se tomaron todas las familias para el proceso de recolección de información, y se encuestó a un integrante por familia. La unidad de muestreo la constituyeron las 158 familias de las madres comunitarias que aceptaron y firmaron el consentimiento informado. La medición de la efectividad de la funcionalidad de las familias de las madres comunitarias se hizo a través del instrumento asf-e (del inglés The Assessment of Strategies in Families-Effectiveness), que evalúa la efectividad de la funcionalidad familiar con base en la teoría de la organización sistémica, diseñado por la doctora Marie-Louise Friedemann. Al instrumento se le realizaron pruebas psicométricas que corroboran su validez de constructo, contenido facial, pruebas de confiabilidad con alfa de Cronbach 0,81 en Miami, y 0,78%, entre otros [4]. Los datos obtenidos se tabularon y analizaron con el programa estadístico spss versión 15. El asf-e tiene 20 ítems, agrupados según las dimensiones propuestas en el marco de la organización sistémica familiar (coherencia, individuación, cambio del sistema, mantenimiento del sistema) a las cuales se les asigna un valor; el instrumento también comprende las metas de espiritualidad, estabilidad, crecimiento y control; a estas, al igual que a las dimensiones, se les asignó un valor ponderado. El puntaje total de la escala de la evaluación de la efectividad de la funcionalidad familiar se obtiene sumando el total de ítems, y permite clasificarla por niveles: alto (56-60), intermedio (51-55 puntos) y bajo (20- 50 puntos) [5]. Antes de aplicar el instrumento de recolección de información se realizó la prueba de validez facial a Funcionalidad en las familias de las madres comunitarias de los hogares de bienestar infantil 25 expertos en salud familiar (enfermeras especialistas en salud familiar o enfermeras con experiencia en trabajo con familias) de las ciudades de Sincelejo, Cartagena y Montería, y a 25 familias diferentes a las del estudio en estas tres ciudades. Con este fin se solicitó la autorización a la autora del instrumento. Para la aplicación del instrumento se contó con personal previamente capacitado por el investigador, sobre el contenido y el manejo del instrumento. Se tuvieron en cuenta al determinar la validez facial del instrumento la claridad y la precisión (lenguaje) de las preguntas. Se concluyó que al instrumento había que hacerle ajustes mínimos en la formulación de los enunciados de las preguntas, con el fin de obtener mayor claridad y comprensión para su diligenciamiento, y de esta forma poder iniciar la prueba piloto. Igualmente, se realizó una encuesta para obtener datos sociodemográficos de la familia de convivencia, la cual también fue diseñada por Marie-Louise Friedemann, y ajustada con aportes de los docentes y de los estudiantes de la Maestría de Enfermería en convenio con la Universidad de Cartagena y pertenecientes a la sublínea de funcionalidad familiar de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia. El consentimiento informado de los informantes, su aprobación, confiabilidad y privacidad de la información también fueron tenidos en cuenta. Resultados y discusión Entre las características sociodemográficas se halló que el 47,47% de las familias son de tipología nuclear, comparado con el estudio de funcionalidad familiar de María Ramírez, según el cual el 77,6% de las familias es de tipología nuclear, y el 19,2%, de tipología compuesta [3]. En las familias estudiadas predomina la unión libre, y el 41,77% de las familias está conformado por cuatro a seis personas. Adicionalmente, se encontró que las madres comunitarias son las jefes de las familias por constituir el sostén económico, dado que sus compañeros en su mayoría no trabajan o un gran porcentaje de ellos se dedica al moto-taxismo como actividad laboral informal e independiente. También se halló que cuentan con menos de un salario mínimo mensual (68,99%), el desempleo fue predominante en 445 de sus miembros, de los cuales el 30% alcanzó a culminar la secundaria. Estas variables de ocupación se transformaron en la actualidad, evidenciado por la 29 investigadora en la zona, y se resalta que algunos de los miembros, hijos de las madres, están en proceso de finalización de sus estudios tecnológicos o universitarios, y otros ya los han culminado, dato importante y significativo para beneficio de la estructura y de la organización familiar, dando un apunte positivo para la funcionalidad familiar de este grupo humano. En relación con los resultados de las dimensiones se encontró que el 94,94% de las familias de las madres comunitarias manejan un nivel alto en el mantenimiento del sistema (tabla 1) lo que significa que protegen la estructura organizacional, sin importar la problemática que estén pasando. Estas familias cumplen con sus funciones de nutrir en todos los aspectos a sus miembros, y suplir sus necesidades afectivas. Este resultado demuestra que las reglas establecidas por las familias se cumplen a cabalidad, al igual que sus valores y creencias son muy arraigados, y para obtener armonía entre sus integrantes son muy importantes el respeto y la protección. Estos resultados se relacionan con otro estudio desarrollado en México por Linda Pierce [6], en el marco de la organización sistémica aplicada a adultos mayores como cuidadores de personas con enfermedades crónicas y discapacidad. Al comparar estos estudios, se observa una similitud con las acciones que ejecutan las familias con el fin de mantener el sistema para la efectividad de la funcionalidad familiar, entre las cuales se encuentran: el cambio de roles por las circunstancias presentadas, por ejemplo, cuando el esposo se convierte en el cuidador de la esposa. De la misma forma, el mantenimiento del sistema personal se evidencia al conservar un horario personal de ejercicio, en la realización de caminatas solitarias, al continuar con la alimentación de tres comidas diarias y al trabajar fuera de casa (50 horas cada semana) [6]. En las familias de las madres comunitarias se evidencia en las actividades de colaboración por parte de los integrantes de la familia, cuando participan en las actividades de la iglesia, de la escuela, cuando al presentarse un problema serio en la familia lo enfrentan todos juntos, y en la celebración de fechas especiales. En lo relativo a la dimensión del cambio del sistema, un poco más de la mitad de las familias de las madres comunitarias se encuentran en un nivel intermedio (tabla 1), porque reflejan dificultad medianamente para la incorporación de nuevos conocimientos y apropiación de conductas frente a las presiones y a la adaptación a los cambios que se dan en la familia, ya 30 Curare / Volumen 1, Número 1 / junio 2014 Artículos de investigación científica y tecnológica sea de transitar de una etapa a otra, o por la presencia de eventos estresantes que pueden desestabilizar la organización familiar. Si se presenta la desestabilización, los integrantes de las familias están capacitados para tomar las decisiones y saber cómo actuar ante estas situaciones. Esta dimensión tiene relación con el estudio de Jesús Magallanes [7] con respecto a la adaptabilidad referida a la habilidad para mantenerse funcionalmente estable ante situaciones de estrés “normal y anormal” [7]. La fortaleza de la familia en el cambio del sistema dependerá de la capacidad del individuo o de la familia para movilizar pautas y alternativas cuando las condiciones así lo exijan. El cambio del sistema de este estudio también se relaciona con el trabajo de Pierce [6], en el cual se enuncia que el cambio del sistema se ve reflejado cuando se alteran las funciones en las familias, en su sistema de valores, y cuando en el requerimiento del apoyo familiar ante estas alteraciones la familia demuestra la flexibilidad y la adaptabilidad a los cambios, transformando sus creencias y actitudes para poder cambiar los roles y patrones. Se evidenció un alto nivel en la dimensión de coherencia en el 79% de las familias de las madres comunitarias (tabla 1), lo que significa que los padres que conforman las familias de las madres comunitarias han sabido dar pautas y fundamentar bases sólidas, con instrumentos que les suministran a sus miembros para obtener resultados positivos en la funcionalidad familiar. Se constata también por la estabilidad que han Tabla 1. Resultados de las dimensiones de la efectividad de la funcionalidad familiar Mantenimiento del sistema Nivel alto Nivel intermedio Nivel bajo Frecuencia Porcentaje 150 94,94 8 5,06 0 0 Frecuencia Porcentaje Nivel alto 62 39,24 Nivel intermedio 94 59,4 Cambio del sistema Nivel bajo 2 1,27 Frecuencia Porcentaje Nivel alto 125 79.11 Nivel intermedio 31 19.62 Nivel bajo 2 1.27 Frecuencia Porcentaje Nivel alto 77 48,73 Nivel intermedio 71 44,94 Nivel bajo 10 6,33 Coherencia Individuación Fuente: elaboración propia mantenido en los cambios producidos en la estructura familiar, su forma de adaptarse a esos cambios, por la espiritualidad que han obtenido por las demostraciones de afecto, ayuda y colaboración de todos los integrantes ante las situaciones críticas. Las familias de las madres comunitarias se encuentran en la dimensión de la individuación en el rango de un puntaje alto (48,73%) con poca diferencia con el nivel intermedio (44,94%) (tabla 1), dato importante para establecer que estas familias necesitan reforzar el sentido de pertenencia y de compromiso de cada uno de sus integrantes. Este resultado coincide con los datos de escolaridad que registran que un porcentaje considerable no ha cursado ni siquiera la secundaria; de igual forma, los resultados sobre la ocupación de los integrantes de las familias indican que el 52,05% está desempleado. Al analizar los resultados se deduce que no estudian por falta de dinero, de interés, no tienen claras sus metas, hay falta de compromiso, no desarrollan su sentido de pertenencia, no tienen aspiraciones y no piensan en la realización personal. En la familia, al parecer, no existe la suficiente motivación y estímulo para que sus miembros desarrollen su proyecto de vida. En relación con las metas, el 93,67% de las familias evaluadas está dentro del nivel alto de estabilidad, lo cual significa que las familias conservan la estabilidad, dimensión importante para el mantenimiento del equilibrio familiar. Según Marie-Louise Friedemann [4], los integrantes de las familias toman las medidas necesarias para la integración de los miembros de la familia, cumpliendo con las pautas establecidas para determinar límites y roles para la interacción familiar, cumpliendo con una serie de normas y principios para el mantenimiento del sistema; estas personas consultan sus problemas dentro de la familia, reflexionan y sacan sus conclusiones conjuntamente para la solución de problemas y para mantener su sistema familiar. Concuerda con lo que afirma Diego Mejía [8]: “La familia tiene que cumplir con una serie de funciones de suma importancia, como es el apoyo mutuo cuando hay dificultades o problemas que amenazan a uno o varios miembros, además necesita de un clima emocional para el desarrollo con manifestaciones de afecto y ambiente para la expresión de las emociones”. En la meta de crecimiento se visualiza que la mitad de las familias maneja un nivel alto en su crecimiento (51,27%) (tabla 2). Es una fortaleza significativa en la efectividad de la funcionalidad familiar, indispensable en la estabilidad de la familia. Las familias, de acuerdo con los procesos de adaptación, tienen la capacidad de Funcionalidad en las familias de las madres comunitarias de los hogares de bienestar infantil cambiar sus esquemas por otros que les ayuden a superar sus crisis y buscar la homeostasis de la estructura organizacional con el medio externo que influye sobre su crecimiento. Finalmente, un porcentaje del 47,47%, resultado del propósito del crecimiento, se encuentra en un nivel intermedio, lo cual señala que de las 158 familias, 75 son flexibles algunas veces (tabla 2), y otras no; al parecer, es difícil que las familias se adapten a los cambios y transformen sus esquemas para así superar la crisis que atraviesan. En la siguiente meta, el control como propósito importante de la efectividad de la funcionalidad familiar se encontró en un nivel alto en estas familias, en un 92,41% (tabla 2), lo que quiere decir que regulan la funcionalidad según los eventos presentados por la independencia que maneja la familia y la habilidad para asumir seriamente las crisis presentadas, controlando funciones que se adaptan a los cambios. Coincide el resultado con el estudio de Patricia Herrera Santí [9], quien plantea que para evolucionar en la funcionalidad familiar es necesario que el sistema familiar sea capaz Tabla 2. Resultados de los propósitos o metas de la efectividad de la funcionalidad familiar Estabilidad Nivel alto Frecuencia Porcentaje 148 93,67 Nivel intermedio 9 5,69 Nivel bajo 1 0,63 Frecuencia Porcentaje Nivel alto 81 51,27 Nivel intermedio 75 47,47 Nivel bajo 2 1,27 Frecuencia Porcentaje Crecimiento Control Nivel alto 146 92,41 Nivel intermedio 12 7,59 Nivel bajo 0 0 Frecuencia Porcentaje Nivel alto Espiritualidad 121 76,58 Nivel intermedio 36 22,73 Nivel bajo 1 0,63 Fuente: elaboración propia Tabla 3. Resultados del valor total de la escala de la efectividad de la funcionalidad familiar Frecuencia Porcentaje Nivel alto Clasificación total 32 20,25 Nivel intermedio 96 60,76 Nivel bajo 30 18,99 Fuente: elaboración propia 31 de adaptarse a los cambios: “Para lograr la adaptación al cambio, la familia tiene que tener la posibilidad de modificar sus límites, sus sistemas jerárquicos, sus roles y reglas, en fin, modificar todos sus vínculos familiares” [9]. La capacidad de adaptación es uno de los recursos más importantes que la familia tiene que afrontar constantemente; de igual manera, los procesos de transición o cambios que suceden durante el desarrollo de su ciclo vital acompañado de crisis y conflictos familiares. Los datos registran que un 76,58% de las familias del estudio manejan un nivel alto en la meta de espiritualidad (tabla 2), entendido por Friedemann [5] como la forma en la cual se adquieren destrezas para ajustarse a cualquier situación, y es un mecanismo para que las familias se defiendan de las adversidades, recalcando que los sentimientos y la interioridad de los miembros de las familias son muy fuertes; es evidente en el sentido de pertenencia por los problemas de cada integrante de la familia y por la unión de las fuerzas de cada miembro para resolverlo de la mejor manera posible (tabla 2). Las familias canalizan la negatividad de las crisis realizando actividades diferentes a las rutinarias, como los paseos, asistiendo a misa y en la celebración de días especiales para los integrantes. También se visualiza la espiritualidad en el respeto y aceptación de las opiniones de cada miembro. En cuanto a la totalidad de la escala, el estudio de las familias de las madres comunitarias evidenció que la funcionalidad familiar está en un nivel intermedio (tabla 3), al parecer no cumplen a cabalidad con todas sus funciones, y de alguna forma estas familias no se adaptan a todos los cambios, problemas o eventos críticos. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con el factor socioeconómico, dado que estas familias no tienen estabilidad económica y esto no influye en su funcionalidad familiar, o quizás esta inestabilidad económica puede influir positivamente para que su funcionalidad familiar se encuentre en un nivel intermedio. En un estudio llevado a cabo en el 2004 por María Magdalena Ramírez, sobre funcionalidad familiar en adolescentes de preparatoria, se encontró mayor funcionalidad en familias que tienen hijos adolescentes, con menos problemas de salud, de conducta y mayor rendimiento escolar, resaltando que, a mayor funcionalidad, menos problemas de conductas y mayor autoestima en la familia de adolescentes [3]. En el resultado total de la funcionalidad del estudio de Lucía Ramírez con familias drogode­pendientes se observa la funcionalidad de las familias sin problemas, en un 20,3%, y son moderadamente funcionales 32 Curare / Volumen 1, Número 1 / junio 2014 Artículos de investigación científica y tecnológica 41,9%, y en un 37,8%, las familias son no fun­cionales o con problemas. Cuando se analizó la funcionalidad familiar por ocupación de la madre de los adolescentes se registra un mayor puntaje en la funcionalidad en familias en las que las madres se dedican solo al hogar, que en las madres que trabajan fuera del hogar [10]. Cabe anotar que la investigadora lo evidenció en las familias de las madres comunitarias en la actualidad, ya que las madres comunitarias ahora, en su mayoría, no trabajan en sus casas porque su labor se trasladó a hogares de bienestar múltiples (en un solo lugar reúnen más de seis hogares de bienestar con mayor comodidad, con una infraestructura confortable, cómoda y bonita, adecuada para los niños), razón por la cual tienen que estar un gran tiempo fuera de sus casas, donde anteriormente realizaban esa labor. Estos procesos de cambios y todas estas transformaciones han influido en diversa forma sobre el tamaño, la estructura y la composición de la familia, y han contribuido a la creación de formas inéditas de organizar y de convivencia, así como a la emergencia de nuevas pautas de derechos y obligaciones [11]. Se comprobó también en algunas familias un aumento en la coherencia y una disminución de la individuación en el arraigo de la cultura y las tradiciones, que se podría explicar por la falta de seguridad para socializar. De la misma forma, los procesos familiares se ven afectados negativamente cuando uno o ambos padres se ausentan una parte considerable del día. En el caso de la madre, esta llega al hogar cansada, poco tolerante y con poca energía, y se limita solo a satisfacer las necesidades básicas como alimento, higiene, y actividades académicas de los hijos, olvidándose de sí misma [3]. La clasificación total de la efectividad de la funcionalidad familiar de las familias de las madres comunitarias está en el nivel intermedio, en un 60,76% (tabla 3), lo cual indica que estas familias manejan una funcionalidad familiar intermedia. Huertas [12] citado por De la Revilla y Fleitas, considera a la familia como un sistema funcional capaz de cumplir con sus funciones, enfrentar y superar cada una de las etapas del ciclo vital individual, familiar, y las crisis por las que pueda atravesar. En el estudio de Rosalba Leal Carrillo y Reyes [13], la determinación de la confiabilidad del instrumento de la efectividad familiar mostró que un 49,3% de las familias está en un nivel bajo de la funcionalidad, el cual es coherente con el obtenido en las metas y dimensiones, reflejándose deficiente incorporación de conocimiento para adquirir nuevas conductas, problemas en la comunicación efectiva, no compartir experiencias y sentimientos, dificultad para adaptarse a nuevos valores y estilos de vida, ausencia de relaciones con otros sistemas familiares, deficiencias en acciones colectivas, dificultad para incorporar nuevos conocimientos sobre apropiación de conductas para transformar su cultura; lo anterior ocasiona deterioro en el sistema familiar. Echeverry, citado por Carrillo y Reyes, plantea que los cambios estructurales de las familias actuales se caracterizan por inestabilidad afectiva y cohabitaciones en las relaciones de pareja y de familia, lo cual termina por afectar la salud [13]. Conclusiones En este estudio se evidenció que el 47% de las familias es nuclear, lo que puede constituir un ambiente propicio y favorable para la convivencia armónica y para la funcionalidad, mientras que un 29% de las familias analizadas es extenso, y en ellas se origina un encuentro de culturas e intereses diferentes por la diversidad de edades y de ciclo vital familiar, que si es bien orientado puede cambiar el funcionamiento armónico del grupo del sistema familiar, pero si no lo es, puede convertirse en un factor negativo. Las familias encuestadas presentan características especiales en cuanto al ingreso familiar, valor aportante y poder. En estas características se evidencia que el 69% de estas familias posee un ingreso menor al salario mínimo vigente mensual, representado en el sueldo que reciben las madres comunitarias. Estos ingresos son insuficientes para garantizar la satisfacción de las necesidades mínimas básicas de los integrantes. Otro de los hallazgos está determinado por el jefe o cabeza de familia, asumido por las mujeres, quienes son las aportantes económicas principales en la economía familiar. En cuanto a la efectividad de la funcionalidad familiar, se encontró que los aspectos que la favorecen están determinados por las normas pactadas entre los miembros del núcleo, los principios y valores que sustentan la convivencia y las tradiciones orientadas a la toma de decisiones para superar situaciones críticas que se presentan en el diario vivir, condición dada en un nivel alto en la estabilidad que define estos criterios. Un 51% de las familias presenta un nivel alto de crecimiento, acorde con los procesos de adaptación, debido a que tiene la capacidad de cambiar sus esquemas ante las crisis y buscar la homeostasis de su estructura. Un 47% posee un nivel intermedio de crecimiento porque algunas veces las familias no son flexibles y se les hace difícil adaptarse al cambio. Funcionalidad en las familias de las madres comunitarias de los hogares de bienestar infantil Con respecto a la meta de control, esta se encuentra en un nivel alto en un 92,41% de los casos, dado que asumen con independencia y habilidad sus crisis, adaptándose a los cambios. La espiritualidad se halla en un nivel alto, en un 76,58%, mecanismo necesario para reajustarse y defenderse de las adversidades, porque los sentimientos y la interioridad de los miembros de la familia son muy fuertes. En lo relativo a las dimensiones, la de mantenimiento del sistema es la que más sobresale, con un 94,94% de las familias, las cuales cumplen con normas y reglas internas y le dan mucha importancia a su cultura. De igual forma, la coherencia se mantiene en un alto nivel en el 79,11% de las familias, caracterizada por la integración, espiritualidad y afectividad entre sus miembros. La dimensión de cambio del sistema se encuentra en un nivel intermedio (en el 59,4% de los casos), porque algunas veces los miembros no tienen la capacidad de adaptarse al cambio, lo que puede desestabilizar la organización familiar. En cuanto a la dimensión de individuación, un 48,73% de las familias la manejan en un alto nivel, conseguido por las bases sólidas, integración, afectividad, importancia que le dan a la familia, solidaridad ante situaciones negativas y deseo de superación. En general, la efectividad de la funcionalidad en estas familias es de un nivel intermedio en un 60,76% de los casos, evidenciándose que no cumplen a cabalidad con las funciones como familia, pese a su unión y afectividad. 33 [2] González C, González S. Un enfoque para la evaluación del funcionamiento familiar. Revista Mexicana de Orientación Educativa. 2008; 6(15): 2-7. [3] Ramírez MM. Funcionalidad familiar en adolescentes de preparatoria. [Tesis de maestría]. Nuevo León: Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Enfermería. 2004. [4] Friedemann ML. The framework of systemic organization. In: The framework of systemic Organization: A conceptual approach to families and nursing. Thousand Oaks: Sage Publications; 1995. p. 3-31. [5] Friedemann ML. Estructura de la Organización Sistémica. Área de Énfasis I Familia y Cuidado de Enfermería. Módulo I y II. Universidad Nacional de Colombia; 2006. p. 14. 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