CONGRESO FORESTAL ESPAÑOL - Lourizán 1.993. Ponencias y comunicaciones. Tomo IV 169 DETERMINACION DE CAUDALES ECOLOGICOS MINIMOS PARA RIOS DE LA CUENCA DEL DUERO M. Mayo Rustarazo, B. Gallego Ballestero & D. García de Jalón Lastra.· * LABORATORIO DE HIDROBIOLOGÍA. ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE INGENIEROS DE MONTES. AVDA. RAMIRO DE MAEZTU S/N, UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID, 28040 MADRID. Resumen La modificación artificial del régimen hidráulico altera los parámetros físicos y qu~m~cos de las aguas: caudal, velocidad de la corriente, profundidad, morfología del cauce, anchura del lecho y la temperatura. La determinación de caudales mínimos debe basarse en las necesidades de las poblaciones piscícolas. Es imprescindible la caracterización del hábitat fluvial para poder estudiar sus variaciones en función de las descargas y determinar las relaciones con las densidades o biomasas de los peces. Se han determinado para los ríos Esla y Pisuerga cuatro caudales m~n~mos: caudal m1n1mo absoluto, m1n1mo de estiaje, mínimo óptimo y aconsejable, utilizando las variables del hábitat y las biomasas piscícolas, en función de distintas suposiciones de gestión. P.C.: Caudal ecológico, hábitat fluvial, gestión piscícola. Summary Artificial modification of hydraulic regime changes water physical and chemical parameters as flow, velocity, depth, channel morphology, width and temperature. Minimum flows determination should take into account fish populations requirements. Riverine habitat characterization is needed for to study its variation with discharge modifications and to know the relationship between discharge and fish density or biomass. Four minimum f10ws had been proposed in two rivers from the Duero basin using habitat variables and fish biomass. These minimum flows, absolute minimum flow, minimum drought flow, optimal minimum flow and recommended flow are based in different fisheries management hypothesis. K.W.: Minimum flow, riverine habitat, fisheries management. INTRODUCCION Los ríos han sufrido serias modificaciones en los ·regímenes de caudales a causa de las obras hidráulicas; los ecosistemas fluviales se han visto afectados en su estructura, composición y funcionamiento (GARCIA DE JALON, 1986) • El uso de estas obras hidráulicas origina una regulación artificial de caudales que afecta profundamente a la fauna reófila, no sólo por las grandes fluctuaciones de nivel provocadas, sino también por el desfase temporal en que ocurren con respecto a la fenología natural (WARD y STANFORD, 1979; PETTS, 1984) . Una aproximac~on para señalar caudales m~n~mos es el criterio de fijar ella % (o cualquier otro porcentaje), de las aportaciones naturales de la cuenca medidas aguas arriba de la obra. Sin embargo, un criterio que nos parece más acertado es el que liga las exigencias de hábitat de las especies fluviales con la variación del caudal (BOVEE, 1978). Se ha utilizado una metodología basada en este último criterio, para proponer unos regímenes de caudales ecológicos, capaces de mantener una comunidad piscícola similar a la que" de forma natural, existe en los ríos (GARCIA DE JALON, 1990). 170 MATERIAL Y METODOS Estudio del hábitat fluvial: El primer paso es en la caracterización de la estructura del cauce como medio físico independiente del régimen de caudales, mediante la selección de transectos representativos; que definen unas características comunes a todo un tramo. Cada transecto se halevantado topográficamente para definir el perfil transversal con toda precisión. El caudal se ha determinado tomano mediciones de velocidad y profundidad a intervalos prestablecidos. Los parámetros característicos del hábitat fluvial son la anchura y profundidad media, la velocidad, la cobertura subacuática disponible, la cobertura de sombra proporcionada por vegetación de orilla y la composición del sustrato en porcentaje de limos, arenas, gravas, bloques y roca madre. Considerando estos parámetros se obtiene un índice de refugio mediante la expres~on IR=Ce+(C.b+C¡+C.t+Cvs+Ctb)/5 (GARCIA DE JALON et al, 1992). Cada coeficientes mide la disponibilidad de refugio en función del porcentaje de sombra (C. b), la presencia de cornisas y cuevas (Ce)' de tocones e isletas (C¡), el tipo de sustrato (Cst ), la presencia de macrofitas (C vs ) y la profundidad (C p ) ' Todos los coeficientes oscilan entre (no proporciona refugio) y 5. Los valores de IR oscilan entre (disponibilidad de refugio nula) y 10 (má~ima disponibilidad de refugio). Estudio de las condiciones hidráulicas: Las características hidráulicas de un río. se generan como consecuencia del régimen de caudales. Se trata de ver como se generan nuevas condiciones de profundidad, velocidad y anchura según varía el caudal. Esto representa un problema de hidráulica fluvial que no esta resuelto satisfactoriamente y requiere recurrir a un proceso de simulación hidráulica. En primer lugar se determina el coeficiente de rugosidad del lecho a partir del caudal que circula por la secc~on. Realizando medidas de profundidad y de velocidad en los transectos a intervalos fijos se obtiene el caudal que en ese momento atraviesa la sección como ·suma de los caudales que atraviesan cada una de las celdas definidas, ya que conocemos su superficie y su velocidad media. Conocida ésta se determina el coeficiente de rugosidad (n) mediante la fórmula de Manning n 2 =R4/3.I/v 2 , siendo R el radio hidráulico, I la pendiente y v la veloci'dad media. Simulación hidráulica: Vamos a ver como se modifica la corriente en función del caudal. Se .consideran incrementos de profundidad de 5 cm, lo que supone la modificación de las condiciones de la corriente al variar en cada una de las celdas el radio hidráulico y la profundidad. El nuevo régimen de velocidades se determina aplicando la fórmula de Manning, con el coeficiente de rugosidad previamente obtenido. El nuevo caudal será la suma de caudales de cada celda. El proceso de cálculo es iterativo y se realiza con ayuda de el programa de ordenador SIMUL50. Determinación de la anchura ponderada útil (APU): Se trata de establecer una combinación de condiciones hidráulicas (velocidad y profundidad) y del cauce (sustrato y cobertura), óptimas para cada especie y estado de vida, reflejadas en la anchura de río disponible. La anchura real se pondera mediante un índice de conformidad, C~, que refleja la preferencia relativa de la especie por la combinación de una estructura y caract.erísticas hidráulicas en la celda para cada caudal. El índice de conformidad viene dado por la expresión Cis=~ (C cob ' Cv' Ch' Cs) . El coeficiente de cobertura Coob se calcula a partir del indice de disponibilidad de refugio (IR)' utilizando la siguiente tabla de conversión: ° ° Valor de IR °21 --- <1 <2 <3 3 - <4 4 - <5 Ccob 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 Valor de IR 5 6 7 8 9 _. <6 <7 <8 <9 10 Ccob 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 Los coeficientes de velocidad (Cv), profundidad (Ch) y sustrato (Cs ) son específicos para cada estadio de vida y se obtienen de las curvas de preferencia. para los estados de: huevos (frezaderos), alevines, juveniles y adultos de trucha común basadas en las de BOVEE (1978) y adaptadas a nuestro 171 país (GARCIA DE JALON, 1990). obtenemos un índice del hábitat potencial por celda, llamado anchura ponderada útil (APU). Para cada celda el APU se determina mediante la expresión APU=C¡. Areal , siendo A",ul la anchura real de la celda dependiente del incremento de profundidad dado. Este cálculo se aplica a cada celda, considerando los distintos estados de vida de la especie y los diferentes caudales. El APU de la sección, y por consiguiente del tramo que representa será: APUl'=~ ~(C""h+C\ ·Ch·C.) ·A.... I ¡ Si esto se realiza para distintas descargas se obtendrán relaciones numéricas que permiten conocer como evoluciona el APU en función del caudal. Estos resultados se exponen de forma gráfica (curvas APUjcaudal). Estimación de las biomasas piscícolas: Para la estimación del número total de individuos en cada estación de muestreo por pesca eléctrica, se utilizó el método de Máxima Verosimilitud Ponderada (CARLE & STRUB, 1978). Caudales ecológicos: Los caudales ml.nl.mos capaces de mantener el ecosistema fluvial en todos sus niveles se obtienen de las gráficas que relacionan la anchura ponderada útil (APU) con el caudal (Q). , Se han tenido en cuenta cuatro criterios diferentes: Caudal Mínimo Absoluto, Caudal Mínimo de Estiaje, Caudal Mínimo Optimo Caudal Aconsejable. El caudal mínimo absoluto es aquel capaz de mantener ,tanto vida macro invertebrada como piscícola y por lo tanto habrá de ser capaz al menos de generar una APU igual a un metro o bien al 10% de la anchura total del cauce en cada sección. Se considera que esta dimensión es un limite absoluto para el hábitat de los peces (QI y QIO% respectivamente). Entrando en las curvas APUjcaudal por la ordenada de 1 m y por la correspondiente al 10 % de la anchura real del transecto obtendríamos los caudales correspondientes. Se puede reforzar el criterio del mínimo absoluto con la exigencia de que la APU debe ser mayor que el 50% de la anchura total del cauce, ya que una reducción mayor afectaría forzosamente a la ecología de numerosas especies adaptadas a un río de c.ierta dimensión. Tenemos así el caudal mínimo de estiaje. Para su cálculo buscamos en la curva APUjQ el valor de caudal que proporciona una APU igual al 50% del APU máximo del estadio o especie más exigente en la época de estiaje (Q5~%). Otro criterio interesante es encontrar aquel menor caudal a partir del cual la pendiente de la curva APUjQ disminuye sensiblemente y por lo tanto, mayores caudales no incrementarán apreciablemente el hábitat útil, sería el caudal mínimo óptimo (Qóp,). El concepto del caudal ecológico aconsejable se debe a que unos caudales pequeños, que originen escasez de peces no son admisibles desde el punto de vista de la pesca deportiva. Por ello se considera que, de ser posible, deben liberarse unos caudales capaces de mantener una biomasa o producción piscícola ml.nl.mas. Para unas condiciones de caudal determinadas existe una relación entre la APU y la biomasa que habita esa zona de río. Para determinar esta relación se han realizado muestreos piscícolas cuantitativos simultáneos a la caracterización del hábitat. Se ha obtenido la siguiente recta de regresión'APU!biomasa: APU=0,877'B+O,047 (r 2 =O,9427, n=11). Se considera que en la cuenca del Duero el caudal aconsejable es aquel que proporciona hábitat suficiente para mantener una población truchera con un biomasa mínima de 6 gjm2 (Q8). Diferentes estudios realizados por este laboratorio nos permiten fijar estos valores de biomasa medios (GARCIA DE JALON ET AL.,1990, 1991, 1992). RESULTADOS Para hallar el Caudal Aconsejable se calcula la regresion APU/biomasa (ver figura) obtenida para varios ríos de la geografía española. Los valores de APU utilizados son los correspondientes al caudal circulante por el punto de muestreo en el momento que se realizó la pesca. Utilizando la regresión se obtienen las APU que precisa una biomasas de 6 g/m 2 • El siguiente paso es la obtención de QB para 6 gjm 2 mediante las curvas APU/caudal. A partir de las curvas APUjcaudal obtenidas para los transectos muestreados en los rios Esla y Pisuerga (ver figuras), y según los distintos criterios mencionados en la metodología, se han obtenido los valores de caudal (QII QIO%' QSO%' Qópl y QB) que aparecen en la tabla L Tabla 1.- Valores de los caudales ecológicos en m3 /s para los ríos Esla y Pisuerga (Q¡, caudal generador de una APU igual a 1m¡Q¡O%' caudal generador de una APU igual al 10% de la anchura total del transecto¡ Q~%, caudal mínimo de estiaje, Q~ caudal mínimo óptimo; QB caudal ecológico aconsejable). Q~% QIO% Río Esla Frezaderos Alevines Juveniles Adultos 0,6 0,4 0,4 0,8 Río Pisuerga Frezaderos Alevines Juveniles Adultos 2,3 1,9 1,1 1,4 2,4 1,1 1,0 1,0 1,3 2,9 -2,5 1,0 4,2 4,5 1,3 3,3 7,8 5,4 3,2 2,6 5,1 2,3 3,0 6,6 10,2 Como caudal mínimo absoluto se toma el mayor de Q¡ Ó QIO%' marcado en negrita. Caudales inferiores supondrían pérdidas irreversibles en las poblaciones acuáticas, y por ello nunca debería circular menos cantidad de agua. En cualquier caso, no es aconsej able mantener dicho caudal durante largos periodos de tiempo. Utilizando los datos que aparecen en la tabla 1 se propone el siguiente régimen de caudales. para el río Esla: Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. 1,0 1,0 4,0 4,5 4,5 1,3 1,0 1,0 1,0 4,2 4,2 4,2 Se solicitan los caudales más altos en la época de freza y eclosión de los huevos de salmónidos (diciembre a marzo). En diciembre, cuando empiéza l~ selección de zonas de freza por las truchas se recomienda un caudal algo menot al óptimo de frezaderos.Liberando 4 mJ/s evitaremos que las truchas desoven en zonas que posteriormente puedan quedar en seco. Finalizada la freza ,el caudal se subiría al óptimo de frezaderos (4,5 mJ Is). En marzo se baja el caudal a 1,3 m3 /s que es el óptimo para los alevines. El caudal mínimo de estiaje es el que cubre las necesidades de los adultos (4.2 m3 /s), ya que este periodo es el más desfavorable e interesa conservar una población con suficientes adultos que aseguren la persistencia. El resto del año es suficiente un caudal mínimo absoluto de 1,0 m3 /s. El caudal ecológico medio solicitado resulta ser de 2,66 m3 Is, que supone un 11,5% de la aportación anual natural: 23,2 m3 /s (fuente: aforos D.G.O.H.). El régimen de caudales propuesto para el río Pisuerga es el siguiente: Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. Jul. Ago. Sep. 2,9 2,9 4,5 5,1 5,1 2,3 2,9 2,9 2,9 3,2 3,2 3,2 Al igual que en el Esla los mayores caudales mínimos se solicitan en la época de freza de los salmónidos y posterior desarrollo embrionario. Así, se comienza en diciembre con un caudal algo menor (4,5 m3 /s) para evitar el desove en las inmediaciones de las orillas u otras zonas que más adelante puedan secarse¡ aumentándose hasta el valor óptimo para frezaderos en enero y febrero. En marzo se mantiene un caudal óptimo para alevines (2,3 m3 /s). Para los meses de verano se solicita el caudal mínimo de estiaje correspondiente a la fase de juveniles (3,2 m3 /s)¡ el resto "del año se propone un caudal mínimo absoluto de 2,9 m3 /s correspondiente a este mismo estadio. El caudal ecológico medio solicitado es de 3,42 m3 /s que supbne un 38~ de la suma de aportaciones naturales de los ríos Pisuerga y Rivera que es de 8,9 m'l s. 173 CONCLUSIONES Y DISCUSION Se han comparado los resultados obtenidos por este método con los que se obtienen por los métodos suizo, francés y asturiano (DOCAMPO & G. DE BIKUÑA, 1991), obteniendo la siguiente tabla: RIO ESLA PISUERGA Método aplicado (caudal en m3 js) Suizo Francés Asturiano ApujQ 0,745 1,624 2,660 3,420 2,320 0,890 0,700 2,065 La metodología propuesta obtiene caudales m~n~mos más exigentes que los calculados por los otros métodos. La causa fundamental es que éstos son meros procedimientos matemáticos que no consideran la morfología de los cauces, la disponibilidad de hábitat, ni las necesidades de las poblaciones piscícolas que los ocupan. La aplicación de los otros métodos, que dan caudales menores, ~ pueden comprometer la subsistencia de la vida fluvial. ' Por otro lado, la metodología aqüí propuesta permite fijar caudales para cada uno de los estadios piscícolas. Así, podemos establecer un regimen de caudales que favorezca a unos u otros, según los objetivos perseguidos, o bien gestionar la liberación de caudales según la época del año (favorecimiento de la freza en su época, fijación de las necesidades mínimas de adultos en estiaje, etc.). Conociendo las necesidades de hábitat y sus variaciones con el caudal, podemos fijar el caudal mínimo necesario para mantener una biomasa piscícola determinada. Esto supone una herramienta muy útil para el gestor de la pesca, que incluos puede valorar las pérdidas que pueden ocasionar los descensos del caudal. BIBLIOGRAFIA BOVEE, K.D. 1978. Probability-of-use criteria for the family Salmonidae. Instr. Flow Inf. Paper 4. USDI Fish and Wildl. Servo FWSjOBS-78j07. 80 pgs. CARLE, F.L. & STRUB, M.R. 1978. A new method for estimating population size from removal data. Biometrics, 34: 621-830. DOCAMPO, L & G. DE BIKUÑA, B. 1991. Determinación de caudales ecológicos en los ríos de la Comunidad Autónoma Vasca y modelo de gestión hidrobiológica. Anbiotek S.L., Gobierno Vasco. GARCIA DE JALON, D. 1986. Human Impacts on Aquatic Insects. Proceedings 3rd European Congress on Entomology. HHW Velthuis (ed.), 23-34. Amsterdam. Research and Management 4: 275-284. GARCIA DE JALON, D. 1990. Técnicas hidrobiológicas para la fijación de caudales ecológicos mínimos. En: Libro homenaje al Profesor D. M. García de Viedma. 183-196. A. Ramos, A. Notario & R. Baragaño (eds.). FUCOVASA. UPM. Madrid. GARCIA DE JALON, D., M. MAYO Y F. HERVELLA 1990. Informe para la estimación de regímenes hidráulicos para la determinación de caudales aconsej ables y mínimos ecológicos de los embalses alaveses. Servicio de Medio Ambiente. Diputación Foral de Alava. GARCIA DE JALON, D., M. MAYO, B. GALLEGO Y F. HERVELLA 1991. Estudio de las poblaciones trucheras de los ríos Sorbe y Bornova. 'Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. GARCIA DE JALON, D., C. CASADO, M. MAYO, B. GALLEGO, J. GARCÍA, P. BROTONS, F. HERVELLA, A. MINGO 1992. Fijación de caudales mínimos ecológicos para los ríos Esla, Pisuerga, Duero y Duratón. C.G.S. S.A .. PETTS, G. 1984. Impounded Rivers. Perspectives for Ecological Management. J. Wiley & Sonso Chichester. WARD, J. V. Y J. STANDFORD 1979. The Ecology of Regulated Streams. Plenum Press. Nueva York. 174 - - - -----------::¡ 10 10 RIO ESLA PERFIL TRANSVERSAL DEL TRANSECTO E-1 I~ ," lE ,------,------:-,-----::---------, --~ RIO PISUERGA PERFIL TRANSVERSAL DEL TRANSECTO P-1 8 6 ~ o ~ 4 5 - 4 - ~~._.~_. ~~.~~_O~_~~ I ______ 2 __ .__ _____ i ~~~~~~~~i44 1 OO 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30 32 34 36 38 40 42 metros Figura 1.- Secciones transversales de los cauces en los puntos estudiados en los ríos Esla y Pisuerga. -- 10 E ::J - - -, Río ESLA Río PISUERGA 10 r - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , 9 9 8 8 - :E 7 i::J a.. 7 'a.. ~ ~ :p 6 ::J 5 6 '" !!l 5 u Q) " e o a.. 4 ------- J I ----- ... _--- o !!l:::l ~ i g ,« I 1 3 2- .~._----------.-.-.-._----.......... . ..... ~ . .... -'. ! o 234 FREZADEROS 5 , - , -,-,- - r - .... 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Caudal (m3/s) ALEVINES JUVENILES ADULTOS Figura 2.- Variación de la anchura ponderaia útil con el caudal para cada uno de los estadios considerados para la trucha común.