PROYECTO DE LEY QUE MODIFICA LAS NORMAS SOBRE NEGOCIACIÓN COLECTIVA: UN ANÁLISIS Por Luis Giachino P.* Este informe contiene un análisis del proyecto de ley sobre negociación colectiva presentado por el Ejecutivo, y que se está aprobado en primer trámite constitucional por la Cámara de Diputados. Se encuentra actualmente en el Senado para debatir sobre la idea de legislar. El Presidente de la República ha formulado indicaciones a este proyecto, las cuales han sido previamente dadas a conocer a miembros de la Comisión del Trabajo y Segundad Social del Senado, particularmente, el senador institucional William Thayer Arteaga, lo que no obsta, por cierto, a su posterior discusión. Las modificaciones de mayor relevancia que se introducirían en el Código del Trabajo son en general negativas, sobre todo en materia de negociación colectiva. Es así como se amplían las materias susceptibles de negociación, se desdibuja el convenio colectivo (o negociación más o menos informal entre el empleador y los trabajadores) y se perfija con más fuerza la negociación colectiva misma, que tiene carácter compulsivo y para la cual se potencia la participación de los sindicatos. El proyecto olvida que la negociación colectiva es un mecanismo de medición de la productividad de los trabajadores, pues elimina la posibilidad de reemplazo durante la huelga. De ser aprobado este proyecto, constituiría un paso más en el aumento de los costos y pérdida de competitividad, lo que en el largo plazo no beneficia a los trabajadores y perjudica al país en términos generales. I. RESUMEN EJECUTIVO En el Senado, para debatir sobre la idea de legislar, se encuentra actualmente el proyecto de ley que reforma las normas del Código del Trabajo relativas a la negociación colectiva y algunas otras materias. El carácter radical de su texto, aprobado ya por la Cámara de Diputados, ha sido objeto de una indicación presidencial dirigida, supuestamente, a aunar opiniones a su respecto. El examen de uno y otro documentos permite discernir el carácter marcadamente negativo de sus proposiciones, algunas de las cuales pueden reseñarse en las siguientes: 1.- El texto inicial, aprobado por la Cámara, previene que en el caso de un despido injustificado y declarado, además, constitutivo de una práctica antisindical, el trabajador tiene derecho al reintegro a sus funciones y al pago de las remuneraciones por el período de separación. Éste, sin embargo, puede optar por este reintegro o por la indemnización por años de servicios, incrementada en un ciento por ciento. Además, la organización sindical afectada puede demandar al empleador una indemnización equivalente al cincuenta por ciento de lo ordenado pagar al trabajador. La indicación presidencial elimina el derecho a reintegro del trabajador y la demanda paralela del sindicato, pero mantiene la obligación del empleador de pagar la indemnización por años de servicios de acuerdo a la ley actual - esto es, recargada en un veinte por ciento - más las remuneraciones correspondientes al período de separación. Valórese así el elevado costa que en uno y otro caso alcanzan las indemnizaciones por término de contrato. Pero, más aún, la incitación que estas proposiciones importan para crear situaciones de mayor conflictividad en las empresas. Aun si un trabajador es exonerado por estrictas necesidades del servicio podrá pretenderse - amparado en las nuevas normas - que lo fue porque deseaba constituir un sindicato, o ingresar a uno ya creado, o postular al directorio, o ampararse en una organización externa para iniciar un procedimiento de negociación colectiva, etc. De esta forma, se verán aumentadas artificialmente sus expectativas sobre mayores indemnizaciones y,' por consecuencia, las controversias judiciales llamadas a determinarlas. 2.- Las reformas inciden en la información que en lo futuro el empleador deberá dar a los trabajadores en forma permanente. Ellas son criticables por los siguientes aspectos, a lo menos: a) en primer lugar, establecen como sujeto único del derecho a la información a los sindicatos existentes en la empresa, con lo cual privan de ella a todos aquellos trabajadores no afiliados a tales organizaciones. Estos dependientes sólo pueden recibir información a condición de que no existan sindicatos en la empresa. principio de no discriminación por causa de la sindicación establecido en el número 16 del artículo 19 de la Constitución Política. De otro lado, ignoran injustamente las funciones legales del delegado del personal, el cual está llamado a servir de nexo de comunicación entre el empleador y los trabajadores no afiliados a una organización sindical en la empresa, y b) el objeto de la información es extremadamente amplio, pues en uno y otro texto se refiere, entre otras materias, a aquéllas que puedan afectar a las condiciones o ambientes de trabajo, a las posibilidades de desarrollo laboral de los trabajadores, a la situación económica y financiera de la empresa, sus objetos y proyecciones, etc. En otras palabras, existe en esta norma un principio de cogestión que obsta seriamente al desenvolvimiento de la empresa en una economía de mercado. Cierto es que la ley protege los antecedentes confidenciales de la empresa. Pero la sola determinación de estos últimos puede ser materia de controversia judicial, la cual reviste carácter público. Por lo demás, en muchos casos la obligación de reserva ha sido puramente ilusoria. 3.- Las normas sobre negociación colectiva experimentan numerosas modificaciones, que se traducen en la ampliación de las materias sujetas a negociación, en la extensión del fuero de los trabajadores que participan en ella, en las exigencias relativas a la información que debe proporcionarse a la parte laboral antes, incluso, del inicio del proceso, etc. Algunas cuestiones merecen particular interés: a) el texto inicial resta todo mérito, como acto colectivo, a un convenio celebrado voluntariamente entre el empleador y los trabajadores o sindicatos - esto es, producto de una negociación informal - a tal punto que previene que su celebración no constituye óbice para que los trabajadores afectos a él puedan iniciar una negociación colectiva formal. Menos radical, la indicación presidencial previene que aun cuando en la empresa se encuentre vigente un convenio de esta naturaleza los trabajadores no sujetos a sus disposiciones pueden iniciar en cualquier momento un proceso formal de negociación. En uno y otro caso se ven alteradas normas elementales que deben preservarse para garantizar el orden jurídico laboral en las empresas: así, de acuerdo al proyecto inicial, podría existir una multiplicidad de negociaciones en relación con un mismo sindicato o grupo de trabajadores; según la indicación, se afecta a la periodicidad con la cual se desarrollan las negociaciones colectivas en la empresa. Es conveniente meditar sobre la complejidad que para ésta tendría afrontar sucesivamente varios procedimientos de esta naturaleza; b) el proyecto inicial establece normas sobre la negociación entre uno o más empleadores y un sindicato interempresa. Por sí misma, la proposición es criticable, pues excluye a la negociación del ámbito al cual pertenece en propiedad, esto es, de la empresa. Cierto es que una vez iniciado el procedimiento, el empleador puede optar por desarrollarlo separadamente con sus trabajadores; pero ello sólo ocurre por vía excepcional, dentro de un proceso previsto para agrupar a una multiplicidad de empresas en un proceso único de negociación. El proyecto en nada considera que la negociación colectiva constituye un procedimiento destinado a medir la productividad de los trabajadores y, de acuerdo a ella, a remunerarlos adecuadamente. Así lo determina con precisión el artículo 363 del Código del Trabajo, al establecer el criterio al que deben sujetarse los árbitros al fallar una negociación colectiva sujeta a arbitraje obligatorio. Lo anterior resulta inconciliable con un proceso cuyo objeto primordial es establecer condiciones comunes de remuneración para diversas empresas. La indicación presidencial modifica considerablemente las proposiciones anteriores, circunscribiéndolas en la práctica a una negociación por empresa, con asesoría del sindicato interempresa. Para ello se requiere que en la respectiva empresa el sindicato cuente con el veinticinco por ciento de los trabajadores, con un mínimo absoluto de cuatro. Esta proposición no parece atendible. Para negociar colectivamente por empresa en una entidad pequeña se exige actualmente un quórum mínimo absoluto de ocho trabajadores. Más razonable sería mantener la negociación en el ámbito de la empresa, reduciendo dicho número si fuere necesario; d ) el proyecto establece también un régimen de negociación para los sindicatos de trabajadores eventuales o transitorios, el cual se ve modificado en alguna medida por la indicación presidencial. Ambos textos aceptan la negociación compulsiva entre uno o más empleadores y esta clase de sindicatos, sin perjuicio de la facultad que les asiste para negociar separadamente con estas organizaciones. La inconveniencia de esta clase de negociación obligatoria ha sido representada reiteradamente por personas más calificadas que el suscrito. Las razones para ello miran a la necesidad de mantener la negociación en el ámbito de la empresa, y a la inconveniencia de establecer barreras, muchas veces infranqueables, para la contratación en el futuro de trabajadores sujetos a faenas transitorias o de temporada. Ello no obsta, ciertamente, a la celebración de convenios sobre provisión de puestos de trabajo u otras formas análogas que libremente las partes estimen del caso acordar. En una clara añoranza a épocas de conflictos sociales, el proyecto establece que el sindicato que desee iniciar una negociación colectiva de esta clase debe comunicarlo a la Inspección del Trabajo. Ésta, a su vez, debe notificar a la totalidad de los sindicatos de trabajadores eventuales o transitorios de la misma actividad en la provincia, con el objeto que éstos presenten su propio proyecto de contrato. La irracionalidad de esta proposición ha movido a que la indicación presidencial proponga su eliminación; e) el proyecto, sin que exista indicación presidencial en contra, establece el denominado efecto normativo de los contratos colectivos. Esto es, sus estipulaciones se extienden aun a los trabajadores que se incorporen posteriormente al sindicato que lo haya celebrado, y que no se encuentren regidos por un instrumento de la misma naturaleza. La reforma es en extremo negativa, pues conculca por completo el objeto de la negociación colectiva, cual es la determinación de las remuneraciones mediante la medición actual de la productividad de los trabajadores; f ) en uno de sus aspectos más regresivos, el proyecto elimina la facultad del empleador para contratar trabajadores que reemplacen temporalmente a quienes hacen efectiva una huelga. No existe indicación presidencial en contra. Son conocidos los graves efectos que puede traer esta modificación, pues importa la paralización de empresas que deben desenvolverse en un sistema de libre mercado. De otro lado, se elimina el mecanismo esencial de medición de la productividad del trabajador, consistente precisamente en el valor de su reemplazo. Si el proyecto quisiere mantener alguna equiparidad entre sus disposiciones, debería prohibir, igualmente, que los trabajadores en huelga contrataren temporalmente sus servicios para terceros. Tan absurda resulta una como otra situación. Mayor aún es este extremo si considera que la prohibición de reemplazo afecta incluso a la negociación de los trabajadores transitorios o de temporada, muchos de los cuales desempeñan faenas impostergables en la agricultura; , g ) de otro lado, el proyecto faculta a la organización sindical supuestamente afectada por el reintegro de trabajadores en huelga sin s u j e c i ó n a l o s r e q u i s i t o s l e g a l e s , p a r a d e man d a r a l e mp l e a d o r u n a indemnización equivalente a las remuneraciones de la totalidad de quienes p a r t i c i p a n e n l a h u e l g a , d e a c u e r d o a l n ú me r o d e d í a s q u e d u r a l a infracción. La indicación presidencial reduce el monto de esta indemnización al cincuenta por ciento de la remuneración de los trabajadores reintegrados ( y aun, de los reemplazados). Esta proposición es errada, pues si existe irregularidad en estos procesos, corresponderá al tribunal aplicar las sanciones previstas para las prácticas desleales, sin perjuicio de las responsabilidades civiles y penales que los interesados puedan iniciar. De otro lado, no se establece indemnización alguna en beneficio del empleador, cuando por acción de las organizaciones sindicales se ven retardados injustificadamente el reemplazo o el reintegro de los trabajadores; g) el proyecto establece, sin que haya indicación presidencial en contra, que dentro de los ciento veinte días siguientes a la publicación de la ley deberá designarse una nueva nómina nacional de árbitros, encargados de conocer de los procedimientos de arbitraje obligatorio en las empresas que por imperio legal no pueden declararse en huelga. La reforma es criticable, pues los actuales árbitros han ejercido cabalmente sus funciones o, a lo menos, nadie los ha acusado de lo contrario. De otro lado, el Presidente de la República puede llenar todas aquellos cargos que se encuentren vacantes y aún, ampliar el número de integrantes del Cuerpo Arbitral. 5.- Si bien se mira, la reforma propuesta carece de aspectos positivos, salvo algunas cuestiones secundarias. Sus proposiciones complican y encarecen indebidamente los costos que derivan de la contratación de los trabajadores y propenden a la creación artificial de conflictos que pueden incidir gravemente en el desarrollo de las relaciones laborales. Lamentablemente, de ser aprobadas, sólo constituirán el preámbulo para nuevas modificaciones que se apoyarán, precisamente, en las metas no alcanzadas por esta supuesta opinión común entre el Gobierno, los legisladores, los partidos políticos, los empleadores y trabajadores y los círculos universitarios. LIBERTAD Y DESARROLLO 7 II COMENTARIOS AL PROYECTO DE LEY SOBRE NEGOCIACIÓN COLECTIVA Y LAS INDICACIONES FORMULADAS POR S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ( Boletín 1507-13) Como ya se señaló, este proyecto de ley fue aprobado por la Cámara de Diputados, y se encuentra en tramitación ante el Senado. El presente análisis considera las indicaciones presentadas por el Presidente de la República con fecha 30 de septiembre de 1997. 1.- DEFINICIÓN DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA El proyecto aprobado por la Cámara - actualmente en trámite ante el Senado - modifica la definición de negociación colectiva contenida en el artículo 6° del Código del Trabajo para extender su objeto no sólo a las remuneraciones y condiciones de trabajo, sino también a las condiciones "de empleo". No existe indicación presidencial sobre el particular. La modificación no es conveniente, pues parece dar a entender que la negociación se amplía a materias que pueden incidir en las facultades de dirección y administración de la empresa. Debe tenerse presente que el proyecto amplía considerablemente el ámbito de esta clase de negociación, de acuerdo a las reformas que proponen al artículo 306. 2.- DESPIDO INJUSTIFICADO Y DECLARADO, ADEMÁS, PRÁCTICA ANTISINDICAL El proyecto agrega el artículo 168-A, el cual establece que en tal caso el trabajador tiene derecho al reintegro a sus funciones habituales, con derecho al pago de las remuneraciones por el período en que duró la separación. El trabajador puede, en todo caso, optar por el reintegro o por el pago de la indemnización por años de servicios, incrementada en el ciento por ciento. ? Además, la organización sindical afectada puede demandar al empleador una indemnización equivalente al 50% de lo ordenado pagar al trabajador. La indicación presidencial elimina el derecho a reintegro del trabajador y la demanda paralela del sindicato, pero mantiene la obligación del empleador de pagar la indemnización por término de contrato, más las remuneraciones correspondientes al tiempo de separación. Una y otra proposiciones son extremadamente inconvenientes, pues no sólo encarecen indebidamente el costo de la terminación del contrato - lo que por sí mismo es negativo -, sino que están llamadas a provocar situaciones de mayor conflictividad en las empresas. Si un trabajador es exonerado, podrá siempre alegar que lo fue porque pertenecía a un sindicato, porque quería constituirlo, porque deseaba ampararse en él para una negociación colectiva, etc. De esta forma, se verán aumentadas artificialmente las expectativas de una mayor indemnización y, por consecuencia, la controversia judicial llamada a determinarla. 3.- DEROGACIÓN DEL INCISO SEGUNDO DEL ARTICULO 171 El proyecto elimina esta disposición, la cual constituye actualmente un error formal del Código. No existe indicación presidencial sobre la materia. 4.- FINES DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES La indicación presidencial propone corregir en el artículo 220 la ubicación de la facultad de las organizaciones de suscribir instrumentos colectivos de trabajo y de velar por su cumplimiento. La indicación parece innecesaria, pues no existen diferencias substanciales en relación al texto vigente. En lo restante, es inconveniente, pues no existe razón válida para eliminar estas finalidades sindicales. 5.- AMPLIACIÓN DEL EPÍGRAFE DEL LIBRO III El proyecto agrega a dicho epígrafe, denominado actualmente DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES Y DEL DELEGADO DEL PERSONAL la expresión " Y DE LA INFORMACIÓN". No existe indicación presidencial sobre la materia. El proyecto es inconveniente, pues incide en las normas relativas a un supuesto derecho a la información, cuya aplicación ha de originar múltiples dificultades. 6.- ELIMINACIÓN DE UN MINISTRO DE FE EN EL ACTO DE CONSTITUCIÓN DE UNA ORGANIZACIÓN SINDICAL El proyecto modifica el artículo 221, y establece que la función del ministro de fe que actualmente exige el precepto para la asamblea de constitución de una organización sindical pueda ser desempeñada por el secretario de esta última. La indicación presidencial elimina esta medicación. Ello parece conveniente para evitar manipulaciones en un ámbito especialmente sensible a ellas. En este sentido, constituye una garantía para los trabajadores interesados. Por lo demás, no existe ninguna razón práctica que aconseje esta modificación. 7.- FUERO DE LOS TRABAJADORES INVOLUCRADOS EN LA CONSTITUCIÓN DE UN SINDICATO. El proyecto agrega el artículo 223-A, por cuya virtud se establece un fuero para los trabajadores involucrados en la constitución de un sindicato. Dicho fuero se extiende desde que se comunique por escrito al empleador la fecha en que ha de realizarse la asamblea constitutiva hasta que ella tenga lugar. Con todo, no puede extenderse más allá de los quince días siguientes a dicha comunicación. No existe indicación presidencial sobre la materia. La proposición es negativa, por cuanto importa establecer nuevas restricciones al libre desempeño de la mano de obra. Las actividades sindicales son independientes de las empresariales, de suerte que entre ellas sólo pueden existir relaciones básicas. Parece inconveniente, así, agregar nuevas obligaciones a las ya existentes por causa del régimen sindical. Éstas se traducen en fueros y permisos para sus directores, descuentos de cuotas sindicales y parasindicales, etc. Todo ello, sin perjuicio de las obligaciones que derivan de las normas sobre la negociación colectiva. Mucho se dice sobre la necesidad de esta norma para evitar represalias respecto de quienes desean constituir una organización sindical. La especie no es aceptable, pues la práctica ha demostrado que los sindicatos se constituyen con fluidez, no obstante la inexistencia actual de esta norma. 8.- AMPLIACIÓN DE LA DURACIÓN DEL CARGO DE DIRECTOR EN LAS ORGANIZACIONES SINDICALES SUPERIORES * En conformidad al artículo 242, los directores de los sindicatos permanecen por dos años en el cargo, y pueden ser reelegidos. Esta norma es aplicable también a las federaciones y confederaciones, por remisión del artículo 271. El proyecto previene que los directores de estas federaciones y confederaciones permanecerán en sus cargos por el período que señalen sus estatutos, el cual no podrá exceder de cuatro años. Ello, sin perjuicio de su reelección. No existe indicación presidencial sobre la materia. La modificación es aceptable, pues da un mayor poder de decisión interno a las organizaciones laborales. 9.- CONDUCTAS DESLEALES BASADAS EN LA FALTA DE INFORMACIÓN DEL EMPLEADOR A LA ORGANIZACIÓN SINDICAL. El artículo 289 sanciona como práctica desleal la negación del empleador a proporcionar información a los directores sindicales para el cabal cumplimiento de sus obligaciones. El proyecto mantiene esta norma, ampliándola a la falta de información para la preparación, desarrollo y conclusión de los procesos de negociación colectiva. No existe indicación presidencial sobre la materia. La norma es criticable, pues entraba las facultades del empleador para dirigir y administrar la empresa, sin informar de sus decisiones a terceros. Debe tenerse presente que la negociación colectiva puede extenderse a muchos aspectos, con excepción de aquéllos que digan relación con las facultades de organizar, dirigir y administrar la empresa. Por la amplitud de la norma propuesta, que no reconoce mayores límites que el marco en el cual debe desenvolverse la negociación colectiva, la información podría extenderse a ámbitos totalmente inconvenientes para la empresa, tales como remuneraciones, costos, proyecciones, etc. Debe destacarse que más adelante se modifica también el artículo 387, en relación con la información relativa a la preparación de la negociación colectiva. 10.- FACULTAD DEL EMPLEADOR PARA SOLICITAR LA DISOLUCIÓN DE UNA ORGANIZACIÓN SINDICAL El artículo 295 previene que el empleador puede solicitar la disolución de una organización sindical cuando ésta incurre en incumplimiento grave a las obligaciones legales o reglamentarias. El proyecto elimina esta norma. La indicación presidencial, a su vez, deja sin efecto esta eliminación. Este último criterio es lógico, pues la facultad del empleador se encuentra prevista como contrapeso a su obligación de soportar las obligaciones que la ley le impone en relación con las organizaciones sindicales. De otro lado, la decisión sobre la disolución corresponde a un tribunal de justicia. 11.- DERECHO A LA INFORMACIÓN El proyecto agrega un Título III, nuevo, al Libro III, relativo a la información que debe darse a los trabajadores. En alguna medida, la indicación presidencial circunscribe en mejor forma las materias a las cuales se refiere dicha información. A) SUJETO DE LA INFORMACIÓN En uno y otro texto se incluye el artículo 302-A, el cual expresa que los empleadores deben entregar la información a la organización sindical existente en la empresa, o a todas ellas, si son varias. A falta de sindicato en la empresa, la información debe entregarse a los representantes de los trabajadores - no inferiores a tres - electos por un lapso de dos años mediante votación universal. Ello, sin perjuicio de su reelección. Se entiende que cumplen con esta obligación las empresas cuya dotación haya sido inferior a veinticinco trabajadores en el año calendario anterior, al entregar la información que legalmente deben tener y la que al efecto tengan disponible. La proposición es criticable por varias razones: i.- prefiere a las organizaciones sindicales por sobre los trabajadores no afiliados a ella. De acuerdo a esta lógica, en las empresas en que existe sindicato ningún trabajador no afiliado a él tiene derecho a recibir información. Esto es absurdo, y contraría lo prohibición de discriminar por causa de afiliación o desafiliación sindical prevista, entre otras disposiciones, en el número 16 del artículo 19 de la Constitución Política, a la vez el artículo 2° del Código del Trabajo. ii.- olvida por completo la existencia del delegado del personal, que puede ser electo por los trabajadores de la empresa no afiliados a una organización sindical. Conforme lo previene el artículo 302, en la empresa puede haber uno o más delegados. iii.- la norma relativa a las empresas con una dotación inferior a veinticinco trabajadores es muy imprecisa, por lo que debería reformularse completamente. B) OBJETO DE LA INFORMACIÓN De acuerdo al proyecto, la información comprende las políticas de recursos humanos de la empresa, incluyéndose en ella, a lo menos, los criterios que ésta tiene en materias de personal, capacitación y formación profesional, bienestar y, en general, en todas aquellas que afecten o puedan afectar las condiciones y ambiente de trabajo y las posibilidades de desarrollo laboral de sus trabajadores. Complementariamente, debe proporcionarse información sobre la situación económica y financiera de la empresa, sus objetivos y proyecciones, los efectos previstos por cambios tecnológicos y organizacionales que eventualmente pueda adoptar y toda aquella otra acordada por las partes. La propuesta, a su vez, circunscribe el objeto de la información a aquellas materias cuyos antecedentes consten en documentos públicos u oficiales de la empresa, o que deban emanar de ella, tales como balances, memorias u otros; todo antecedente que permita a los trabajadores un adecuado conocimiento de cambios en el mercado o en la economía que puedan producir efectos en sus condiciones de trabajo y empleo; y en general, aquellas materias que les permitan formarse un adecuado conocimiento acerca de la situación de la empresa y sus proyecciones. Ambos textos son coincidentes en que la empresa no está obligada a entregar información confidencial, entendiéndose por tal aquélla cuya divulgación manifiestamente pueda causar daños a sus condiciones de competitividad en el mercado. Asimismo, sancionan por práctica desleal a los directores sindicales o a los representantes de los trabajadores que proporcionen información sobre materias reservadas. La indicación se aviene en mayor medida con la libertad que debe tener quien organiza, dirige o administra una empresa. Aún así, atendida su amplitud, esta proposición puede resultar claramente inconveniente. En todo caso, debe tenerse presente que la disposición en análisis corresponde a una forma de cogestión, con las dificultades que ello genera para el libre desenvolvimiento de la economía. La indicación contempla un recurso judicial por medio del cual las partes pueden dirimir las controversias relativas a la confidencialidad de la información exigida a la empresa. Dado que las actuaciones judiciales son públicas, ello puede resultar incluso contraproducente para la confidencialidad que se busca preservar al denegar la información. Parece conveniente que las empresas proporcionen algunas informaciones al personal. Pero ello debería operar sobre la base de las materias que el empleador estime necesario exponer, dentro del principio de buena fe con que deben ejecutarse los contratos 12.- NORMA GENERAL RELATIVA A LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA En relación con las reformas propuestas al artículo 303 debe precisarse: a) el proyecto y la indicación presidencial son coincidentes en la extensión de la negociación colectiva a las "condiciones de empleo", más allá de las solas condiciones de trabajo. Cabe remitirse a lo señalado en el número 1, y b) El inciso final de dicho precepto previene actualmente que la negociación que afecte a más de una empresa requerirá siempre del acuerdo previo de las partes. El proyecto exceptúa de este acuerdo a las negociaciones de los trabajadores afiliados a un sindicato ínter empresa, o a un sindicato de trabajadores eventuales o transitorios. La indicación elimina esta reforma, en atención a las proposiciones de fondo que más adelante se analizarán. 13.- SITUACIÓN DE LOS TRABAJADORES QUE NO PUEDEN NEGOCIAR COLECTIVAMENTE. Al efecto, debe precisarse: a) el número 1 del artículo 305 impide negociar colectivamente a los trabajadores sujetos a contrato de aprendizaje y a aquellos que se contraten exclusivamente para el desempeño en una determinada faena transitoria o de temporada. El proyecto elimina de esta prohibición al personal transitorio o de temporada. La indicación presidencial, a su vez, reemplaza tal modificación. Para tal efecto mantiene la norma en actual vigor, salvo respecto de la negociación colectiva que tenga lugar entre las empresas y los trabajadores eventuales o transitorios, en conformidad al título 111 que se pretende agregar. La indicación se ajusta a la eliminación de las normas relativas a la negociación de trabajadores afiliados a sindicatos , que más adelante formula, y b) el proyecto elimina el plazo de seis meses previsto en el artículo 305, que asiste a todo trabajador de la empresa para reclamar ante la Inspección del Trabajo de la atribución indebida a cualquiera de ellos de alguna calidad que le impide negociar colectivamente. Por consecuencia, esta reclamación podría ejercerse en todo momento. La indicación elimina esta reforma, por lo cual se mantiene la norma actualmente vigente. Este último criterio es adecuado pues, al igual que la norma actual, permite la consolidación de las situaciones laborales. 14.- EXTENSIÓN DEL OBJETO DE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA. El inciso primero del artículo 306 previene que son materias de la negociación colectiva todas aquellas que refieran a remuneraciones u otros beneficios en especie o en dinero y, en general, a las condiciones comunes de trabajo. De acuerdo al inciso final, su objeto no puede extenderse a aquellas materias que restrinjan o limiten la facultad del empleador de organizar, dirigir y administrar la empresa, y aquéllas ajenas a la misma. El proyecto y la indicación presidencial extienden el ámbito de la negociación a remuneraciones, condiciones de trabajo y empleo, así como a relaciones de trabajo, tales como la fijación de procedimientos para la atención y solución de reclamaciones, sistemas de información, consultas y comunicaciones, iniciativas en el campo de la educación y la recreación y otras de similar naturaleza. En conformidad al proyecto, son también materia de la negociación las relativas a la previsión de metas, indicadores y procedimientos de productividad, calidad y eficiencia. La indicación circunscribe esta última materia a las formas de determinación de aquellas prestaciones que se pacten según la productividad, rendimiento, calidad u otras medidas análogas. Ambas proposiciones son inconvenientes, en cuanto exceden al ámbito actual de la negociación. Ambas intervienen en materias propias del reglamento interno de orden, higiene y seguridad de la empresa y, por ende, afectan a las facultades del empleador de organizar, dirigir y administrar esta última. 15.- EXTENSIÓN DEL LAPSO DE FUERO A LOS TRABAJADORES QUE NEGOCIAN COLECTIVAMENTE El artículo 309 previene que los trabajadores involucrados en una negociación gozan de fuero desde los diez días anteriores a la presentación del proyecto de contrato colectivo hasta la suscripción de este último, o la fecha de dictación del fallo arbitral que se dicte. El proyecto extiende el fuero a treinta días adicionales a la terminación del contrato. días. La indicación presidencial reduce dicho lapso adicional a quince Por razones comprensibles uno y otro son inconvenientes, pues importan prolongar una situación de total inmovilización en la empresa. Este fuero debe sumarse a otros tantos que operan respecto de los diversos trabajadores, por razón de su estado, cargos sindicales o laborales, etc. Por lo demás, no existe razón para la ampliación de este fuero, sea por treinta días o por quince. En otro orden, ambos textos trasladan adecuadamente al artículo 309 la norma que exime de la solicitud de fuero a los contratos que terminan durante la negociación por vencimiento del plazo acordado entre las partes. 16.- RESTRICCIONES A LA FACULTAD DE LOS TRABAJADORES PARA ACOGERSE A LAS NORMAS SOBRE LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA INFORMAL Al efecto, interesa destacar: a) el artículo 314 previene que sin perjuicio del procedimiento reglado de negociación colectiva, con acuerdo previo de las partes, en cualquier momento y sin restricciones de ninguna naturaleza, podrán iniciarse, entre uno o más empleadores y una o más organizaciones sindicales o grupos de trabajadores, cualquiera sea el número de sus integrantes, negociaciones directas y sin sujeción a normas de procedimiento para celebrar un convenio colectivo. El proyecto elimina esta facultad respecto de los grupos de trabajadores que sean inferiores a ocho. La indicación presidencial, a su vez, deja sin efecto tal eliminación, manteniendo la norma actualmente en vigor. Ello es, ciertamente, positivo. Aún así, la indicación exige que estos trabajadores se encuentren unidos para tal efecto. La modificación no altera substancialmente el orden de las cosas, pues no puede haber negociación colectiva sin que exista un grupo que lo haga. No obstante, es fácil prever que sobre la base de esta norma se sentará una teoría falsa sobre esta clase de negociación, exigiéndose documentación fundante sobre la unión; designación de comisión negociadora y otros elementos que son ajenos a la informalidad que rodea a esta modalidad de la negociación. Por ende, la proposición es negativa; b) el proyecto sugiere que la celebración de un convenio colectivo no constituya obstáculo para que los trabajadores afectos a él puedan iniciar una negociación colectiva formal. La indicación elimina esta proposición, la cual es extremadamente inconveniente, pues importa establecer la multiplicidad de negociaciones en relación a unos mismos trabajadores. Con todo, la indicación propone que la suscripción de un convenio colectivo no obsta al derecho de los trabajadores no afectos a él para presentar proyectos de contrato colectivo como si aquél no existiere. Sin perjuicio de las imperfecciones técnicas de esta proposición, ella resulta también extremadamente inconveniente, pues altera la periodicidad de la negociación colectiva, la cual constituye una de las finalidades de la ley que regula esta materia. De otro lado, resta mérito a instrumentos suscritos válidamente y homologados por la misma ley a los restantes instrumentos colectivos. En la práctica, por lo demás, la modificación está llamada a causar problemas de consideración. Si una empresa y una parte de sus trabajadores llegan a un acuerdo, éste servirá de base para que, una vez suscrito éste, el resto de los mismos inicien una nueva negociación, sobre la base de mayores exigencias. No existe razón válida para perjudicar en tal forma el sistema de negociación colectiva. c) el proyecto sugiere que el convenio colectivo que se celebre sea suscrito por los directorios sindicales o, en el caso de los grupos de trabajadores, por una comisión integrada por tres de ellos. En caso contrario, se entenderá que esta negociación constituye una práctica desleal. La indicación acoge parcialmente esta idea, al disponer que necesariamente debe existir una representación de los trabajadores, la cual ha de sujetarse a las normas previstas para la negociación colectiva formal. Ambas proposiciones son inconvenientes, pues se oponen a la facultad de las partes para celebrar convenios sin mayores formalidades. Ambas son, así, contrarias al principio de libertad de trabajo. 17.- FACULTAD DE LOS SINDICATOS O GRUPOS NEGOCIADORES PARA EXIGIR LA ENTREGA DE ANTECEDENTES PREVIOS A LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA. Ambos textos modifican el artículo 315, proponiendo que en los tres meses anteriores al vencimiento de un contrato colectivo, los sindicatos o grupos puedan solicitar los antecedentes indispensables para preparar el contrato colectivo. Si no existe un instrumento vigente, esta exigencia puede formularse en cualquier tiempo. El empleador debe entregar, a lo menos, los balances de los dos últimos años, la información financiera disponible del año en ejercicio y los costos de mano de obra del mismo período. De acuerdo a la indicación presidencial, estos costos deben considerarse globalmente. Al efecto, debe tenerse presente que en conformidad al artículo 329, el empleador debe acompañar, en la respuesta al proyecto de contrato colectivo, los antecedentes necesarios para justificar las circunstancias económicas y demás pertinentes que invoque. De otro lado, la letra b) del artículo 387 establece que constituye una práctica desleal del empleador su negación a suministrar la información necesaria para la justificación de sus argumentaciones. Aparte de ello, se propone agregar al mismo articulo una nueva letra, relativa al ocultamiento o falsificación de la información que haya de darse en conformidad al artículo 315, que se reforma. Aparentemente, la proposición puede ser razonable. No obstante, parece imprudente entregar información interna de la empresa, la cual puede ser utilizada indebidamente. De otro lado, la información sobre el balance puede no ser relevante para la determinación de la productividad de los trabajadores. En este caso, esta información podría, incluso, distorsionar la negociación. En todo caso, la norma propuesta debería tener un necesario contrapeso. Los trabajadores habrían de quedar limitados en sus proposiciones por la realidad de la cual tomen conocimiento. Si no actuaren en consecuencia, debería entenderse que incurren en práctica desleal. 18.- COMUNICACIÓN DEL PROYECTO DE CONTRATO COLECTIVO A LOS TRABAJADORES DE LA EMPRESA NO INVOLUCRADOS EN SU PRESENTACIÓN El artículo 318 previene que una vez presentado un proyecto de contrato colectivo (en una empresa en que no existe un instrumento vigente) el empleador puede comunicar esta situación a los demás trabajadores de la empresa y a la Inspección del Trabajo. De acuerdo a ello, tales trabajadores pueden también presentar sus proyectos, si así lo estiman pertinente. El proyecto circunscribe esta comunicación a los trabajadores habilitados para negociar colectivamente, lo que es lógico. No existe indicación presidencial sobre la materia. 19.- EFECTOS DE LA COMUNICACIÓN ANTERIOR El artículo 320 previene que una vez efectuada la comunicación del artículo 318, los trabajadores tienen un plazo de treinta días contados desde la su fecha para presentar proyectos en la forma y condiciones legales. El proyecto reduce dicho plazo a quince días y precisa que los trabajadores pueden también adherir dentro de él al proyecto presentado. No existe indicación presidencial sobre la materia. La proposición es razonable, pues agiliza el procedimiento de negociación. 20.- PRESENTACIÓN ANTICIPADA DEL PROYECTO DE CONTRATO COLECTIVO El inciso primero del artículo 322 previene que en las empresas en que exista contrato colectivo vigente, la presentación del proyecto debe efectuarse no antes de los cuarenta y cinco días ni después de los cuarenta anteriores a la fecha de vencimiento de dicho contrato. El proyecto establece que si de hecho el proyecto se presenta antes de la oportunidad señalada, se entenderá como fecha de presentación el cuadragésimo quinto día anterior a la fecha de vencimiento del contrato. No existe indicación presidencial sobre la materia. Al parecer, la modificación sólo tiene por objeto cohonestar la presentación anticipada de un proyecto. Si bien se reconoce su validez, no por ello se anticipa el curso de la negociación que debe tener lugar a continuación. En todo caso, la proposición es inconveniente, pues nuevamente se ve alterado, en forma indebida, el orden procesal. 21.- MODIFICACIONES RELATIVAS A LA RESPUESTA AL PROYECTO DE CONTRATO COLECTIVO Interesa destacar: a) conforme se expresó, el artículo 329 previene que el empleador debe acompañar a ella los antecedentes en que se funda. El proyecto agrega que entre tales documentos debe entregarse copia de aquéllos que, según la reforma al artículo 315, podría exigir el sindicato o grupo negociador para preparar el proyecto de contrato. No existe indicación presidencial sobre la materia. La modificación no tiene mayor lógica, pues si dichos documentos fueron ya exigidos y entregados no existe razón para que ahora nuevamente deba acompañarse una copia de ellos. En la realidad, este texto debería reformularse, para compatibilizarlo con el artículo 315. De esta suerte, debería indicar que, si ello fuere procedente, el empleador debería acompañar la información fundante de su respuesta que no hubiera entregado ya en conformidad a este último precepto, y b) ambos textos uniforman en quince días el plazo para contestar el proyecto de contrato colectivo. En la actualidad dicho plazo es de diez días para las negociaciones que involucran a doscientos cincuenta o más trabajadores, o si en la empresa se desarrollan simultáneamente más de un proceso negociador. Por razones de orden la reforma puede ser conveniente. 22.- SANCIONES PARA EL CASO DE NO RESPONDERSE OPORTUNAMENTE EL PROYECTO DE CONTRATO COLECTIVO. El artículo 332 previene actualmente que si el empleador no responde oportunamente el proyecto debe ser sancionado con una multa ascendente al veinte por ciento de las remuneraciones del último mes de todos los trabajadores comprendidos en el proyecto de contrato colectivo. Llegado el vigésimo día sin que se haya dado respuesta, se entiende que el empleador lo acepta, salvo que las partes hayan acordado prórroga para la contestación. Ello, cualquiera sea el plazo que la ley otorga al empleador para responder el proyecto (diez o quince días) El proyecto elimina la multa y deja como único efecto de la falta de respuesta oportuna la aceptación del proyecto por parte del empleador. La indicación presidencial, a su vez, elimina la modificación y mantiene la norma actual. Lo anterior es correcto, pues el criterio del proyecto constituye una sanción extrema que puede afectar en mayor medida a los pequeños empleadores, quienes no tienen acceso a una asistencia legal más calificada. De otro lado, debe recordarse que la ley N° 19.069 elevó la sanción inicial desde el diez por ciento de las remuneraciones al veinte por ciento de las mismas. 23.- NEGOCIACIÓN COLECTIVA DE UN SINDICATO INTEREMPRESA Y DE SINDICATOS DE TRABAJADORES EVENTUALES O TRANSITORIOS. Al efecto, debe tenerse presente: a) en conformidad, entre otros preceptos, al artículo 315, la negociación colectiva sólo puede tener efecto compulsivo en la empresa. Sus partes son, respectivamente, el empleador, por un lado, y por el otro, uno o más sindicatos con base en ella, o un grupo de trabajadores unidos para tal efecto, o unos y otro (capítulo 1 del Título II del libro IV); b) según el artículo 334, la negociación puede tener lugar, también, entre uno o más empleadores, por una parte y, por la otra, dos o más sindicatos de distintas empresas, un sindicato interempresa, o una federación o confederación sindicales (capítulo II del título antes señalado) No obstante, para que esta clase de negociación pueda operar se requiere siempre del consentimiento previo de las partes, conforme lo previene el artículo 303; c) el proyecto y la indicación presidencial modifican en alguna medida lo anterior. Por ello, y sin perjuicio de mantener tales disposiciones, agregan al Libro IV los capítulos II y III, desplazando al número IV el actual capítulo II. En el proyecto, el capítulo II se denomina DE LA PRESENTACIÓN HECHA POR SINDICATOS INTEREMPRESA. El capítulo III se denomina De LA PRESENTACIÓN HECHA POR SINDICATOS DE TRABAJADORES EVENTUALES O TRANSITORIOS En la propuesta, ambos capítulos se denominan, respectivamente, " DE LA NEGOCIACIÓN DE TRABAJADORES AFILIADOS A UN SINDICATO INTEREMPRESA" y " DE LA NEGOCIACIÓN DE LOS TRABAJADORES AFILIADOS A UN SINDICATO DE TRABAJADORES EVENTUALES O TRANSITORIOS "; c) el proyecto permite la negociación compulsiva con el sindicato interempresa, sin perjuicio de la facultad de los empleadores afectados para acogerse individualmente a la negociación. 23.1. NEGOCIACIÓN DE SINDICATOS INTEREMPRESA En conformidad a los artículos 333-A y 333-B del proyecto, el sindicato interempresa puede presentar un proyecto de contrato colectivo a uno o a varios empleadores, y se encuentra facultado para suscribir los contratos colectivos que hayan de celebrarse. De acuerdo al artículo 333-H, los empleadores pueden optar por negociar conjunta o separadamente. Aún si negocian conjuntamente, los trabajadores de una empresa pueden, por decisión de la mayoría absoluta de ellos, instruir a la comisión negociadora para que celebre con su empleador un contrato colectivo de trabajo relativo a dicha empresa, quedando ésta excluida de la negociación. En síntesis, un sindicato interempresa podría arrastrar compulsivamente a uno o varios empleadores a una negociación. Éstos podrían decidir si negocian conjunta o separadamente .Aún para el caso de negociar conjuntamente, la negociación podría terminar separadamente en cada empresa. Esta modificación es inconveniente, por las razones que se han esgrimido reiteradamente durante la tramitación de los sucesivos proyectos de leyes que han abordado esta materia. En términos simples, ella importa exceder a la negociación del ámbito propio de la empresa. Si bien el empleador conserva la facultad de negociar separadamente, debe sumarse compulsivamente a un proceso múltiple que abarca a distintas empresas. Por lo demás, el procedimiento está conformado, naturalmente, para la negociación conjunta entre las empresas, operando sólo por vía de excepción aquellas normas que permiten sustraerlo a la negociación simultánea entre varias empresas. La indicación se refiere a los siguientes aspectos: a) de acuerdo al artículo 333-A, los trabajadores de una empresa afiliados a un sindicato interempresa pueden negociar colectivamente con el empleador, de acuerdo a las normas relativas a la negociación entre un empleador y uno o más sindicatos de la empresa, o con un grupo de trabajadores de la misma unidos para tal efecto, o con unos y otros. Para este efecto, el artículo 333-B exige que los afiliados al sindicato interempresa sean, a lo menos, el veinticinco por ciento de los trabajadores de la empresa, con un mínimo absoluto de cuatro trabajadores. Para el cómputo de este quórum se comprenden aquellos trabajadores que adhieran al proyecto de contrato aun cuando no sean socios de la organización. Así mirada, la propuesta puede importar, en la práctica, la reducción del quórum exigido para negociar colectivamente en una empresa de menor tamaño, en que no existe un sindicato de empresa. En conformidad a los artículos 227 y 315, en las empresas con cincuenta trabajadores, o menos, este mínimo es de ocho trabajadores, que representen más del cincuenta por ciento de la dotación de la empresa; c) de acuerdo al artículo 333-A de la indicación, el sindicato interempresa queda facultado para prestar servicios de asesoría jurídica, técnica y económica adecuada para la debida asistencia a sus afiliados en el proceso de negociación. Es posible entender que los sindicatos ya tienen esta facultad por aplicación del artículo 220. De otro lado, en conformidad al artículo 327, las partes pueden designar apoderados, aunque en un número no superior a tres. La propuesta es inconveniente en cuanto procura la participación en la empresa de quienes no pertenecen a ella, aunque sólo sea por vía de una asesoría. Además, no queda claro si la asesoría de este sindicato excluiría aquélla a que se refiere el artículo 327. No parece ser así. Por lo demás, no resulta lógico que puedan negociar en la empresa cuatro trabajadores afiliados a un sindicato de esta clase, en circunstancias que la negociación sólo puede tener lugar con un sindicato o grupo de empresas que a lo menos debe reunir a ocho trabajadores. Más conveniente sería, simplemente, reducir a cuatro el número mínimo de trabajadores que pueden iniciar un procedimiento de negociación colectiva en la empresa. Ellos podrían ser asesorados por quienes lo estimaran conveniente, en conformidad a la norma general antes citada, y d) el artículo 333-A de la indicación expresa que la Dirección del Trabajo se entenderá especialmente facultada para prestar al Sindicato interempresa la orientación y apoyo técnico que solicite para el debido cumplimiento de sus funciones. La propuesta no parece conveniente. En conformidad a su ley orgánica - el decreto con fuerza de ley N° 2, de 1967, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social - el Servicio está facultado para orientar todos los procedimientos de negociación colectiva que se desarrollan en el país, aunque sin inmiscuirse en ellos. En consecuencia, la norma es sobreabundante. De otro lado, no hay razón para estimar que esta especial protección sólo deba referirse a esta clase de sindicatos, y no, por ejemplo, a aquellos de pequeña entidad que tienen su base en la empresa. En síntesis, tanto el proyecto como la propuesta deberían ser desestimados completamente. 23.2.- NEGOCIACIÓN DE SINDICATOS DE TRABAJADORES EVENTUALES O TRANSITORIOS. El proyecto y la indicación presidencial aceptan la negociación compulsiva entre uno o más empleadores y esta clase de sindicatos, lo que cabe rechazar radicalmente, por las razones - reiteradamente dadas - sobre la conveniencia de mantener la negociación en el ámbito de la empresa, y de la inconveniencia que estos trabajadores negocien en forma compulsiva, sin perjuicio de hacerlo mediante los convenios de provisión de puestos de trabajo, u otras formas voluntarias análogas. Sin perjuicio de ello cabe referirse a las proposiciones más relevantes de uno y otro texto: a) el artículo 333-J del proyecto entrega la facultad de presentar un proyecto de contrato al sindicato respectivo, el cual se entiende facultado para ello por la sola disposición legal. La organización queda autorizada para suscribir los respectivos contratos colectivos de trabajo. De acuerdo al artículo 333-D de la indicación, se exige un poder especial de los trabajadores a la organización sindical. Esta última forma es más conveniente, atendida la trascendencia que puede tener para los trabajadores una negociación que en muchos casos puede adquirir características de conflictividad; b) ambos textos reconocen la facultad del empleador para negociar separadamente el proyecto de contrato, así como el de retirarse de una negociación iniciada conjuntamente, en términos similares a los indicados para la negociación interempresa; c) ambos textos se refieren al objeto especial de los contratos colectivos derivados de esta clase de negociación. En una u otra forma ellos coinciden en la fijación de tarifados (remuneraciones mínimas por faenas) formas y modalidades con arreglo a las cuales deba ejecutarse el contrato y la provisión de puestos de trabajo. En tal caso, la nómina específica de los trabajadores que se acuerde contratar debe ser determinada por el empleador, una vez expirado el proceso de negociación colectiva, con las formalidades que en los convenios hayan de expresarse. Además, el proyecto agrega que pueden regularse anticipadamente las indemnizaciones derivadas del incumplimiento del contrato; d) el artículo 333-M del proyecto previene que las estipulaciones de los contratos colectivos se convertirán en cláusulas obligatorias y en parte integrante de los contratos individuales de trabajo que se celebren durante su vigencia con quienes hubieren estado involucrados en la negociación. Sin perjuicio de lo anterior, tales cláusulas deberán incorporarse por escrito en los respectivos contratos individuales de trabajo. El artículo 333-H de la indicación mantiene esta norma, pero precisa que las estipulaciones de los convenios se tendrán como parte integrante de los contratos individuales de trabajo que se celebren durante su vigencia con quienes se encuentren afiliados al sindicato. En este último caso, es más claro que las estipulaciones del contrato han de regir para todos los asociados al sindicato, aun cuando su afiliación se produzca con posterioridad a la celebración del instrumento colectivo. Esta norma sólo puede resultar conveniente en una negociación voluntaria, en que se acuerde la provisión y valor de los puestos de trabajo. Si el proceso es obligado, sus consecuencias pueden repercutir hondamente en contra de los propios trabajadores; e) ambos textos previenen que el plazo del contrato colectivo será el que fijen las partes (artículos 333-O y 333 -1), respectivamente. La norma puede ser conveniente, en cuanto elimina el lapso de dos años previsto en el artículo 347, como mínimo, para la generalidad de los instrumentos colectivos. f) el artículo 333-N del proyecto previene que en el caso de los trabajadores eventuales o transitorios de la agricultura -con exclusión de los forestales - el empleador debe declarar ante la Inspección del Trabajo la época apta para iniciar las negociaciones, con acuerdo a las modalidades que dicho precepto establece. La indicación no contiene normas sobre esta materia, de suerte que opera el artículo 317 del Código. Este permite, en el caso en que no exista contrato colectivo previo, declarar como no aptos para el inicio de estas negociaciones a uno o más períodos anuales que, en conjunto, no excedan de sesenta días; g) el artículo 333-P del proyecto previene que el sindicato que decida presentar un proyecto de contrato colectivo debe notificar su decisión a la Inspección del Trabajo con veinticinco días de anticipación a la fecha prevista para tal presentación. A su vez, la Inspección debe notificar de esta decisión a los sindicatos de trabajadores eventuales o transitorio de la misma actividad en la provincia, a fin de que éstos presenten su propio proyecto de contrato. En la Región Metropolitana la comunicación debe efectuarse a los sindicatos de la comuna. Si dichas organizaciones no lo hacen, no pueden presentar otro proyecto a los mismos empleadores en el año calendario. La indicación elimina esta disposición. Ello es lógico, pues esta última propende a la negociación en bloque en la misma provincia o comuna, con las graves consecuencias que ello trae, especialmente por la politización de la negociación y su transformación en un conflicto colectivo. La lógica del proyecto permite concluir que, en la realidad, éste es el deseo de sus autores. g) el artículo 333-Q establece normas especiales para la negociación en el ámbito de la construcción. La indicación elimina esta norma, y h) debe precisarse que ninguno de los textos contiene alguna restricción al derecho de huelga. Por tal razón éste puede ser ejercido por los trabajadores en conformidad a las normas generales. Lo anterior es particularmente grave en el caso de la agricultura, según es fácilmente deducible. Se une a ello que, conforme se indicará, el proyecto elimina incluso la facultad del empleador de contratar trabajadores reemplazantes durante el período de huelga. 24.- FUERO PARA EL INTEGRANTE DE UNA COMISIÓN NEGOCIADORA QUE NO SEA DIRECTOR SINDICAL, EN EL CASO DE UNA NEGOCIACIÓN EXTRAEMPRESA INICIADA POR ACUERDO DE LAS PARTES El artículo 339 previene que si no existe algún director o delegado sindical que represente a los trabajadores de alguna de las empresas que se encuentra negociando en conformidad al actual capítulo II (negociación colectiva voluntaria supraempresa), debe necesariamente designarse un representante de la misma para discutir estipulaciones relativas a la empresa en particular. El proyecto da fuero a este trabajador, en los mismos términos previstos en el artículo 310, esto es, durante todo el tiempo de la negociación y por treinta días adicionales. La indicación elimina esta proposición, con lo cual el fuero queda circunscrito al solo período de negociación. Al igual que muchos de estos fueros, éste no se justifica, ni puede conciliarse con la libre movilidad de la mano de obra. 25.- EFECTO NORMATIVO DE LOS CONVENIOS COLECTIVOS El proyecto modifica el artículo 346, disponiendo que las estipulaciones del contrato colectivo suscrito con un sindicato se extienden a los trabajadores que no se encuentren regidos por un instrumento de esta naturaleza y se incorporen con posterioridad al respectivo sindicato. No existe indicación presidencial sobre la materia. La reforma es en extremo negativa, pues conculca por completo el objeto de la negociación colectiva, cual es la determinación de las remuneraciones mediante la medición de la productividad actual de los trabajadores. 26.- CONVENIOS COLECTIVOS En coincidencia con las modificaciones al artículo 314, el proyecto exige que el convenio colectivo con el cual termina una negociación celebrada voluntariamente entre las partes afecte a un mínimo de ocho trabajadores. Su objeto ha de ser el establecimiento de condiciones comunes de trabajo y empleo, y de remuneraciones. La indicación presidencial elimina la exigencia del quórum mínimo de ocho personas, lo que ciertamente es conveniente. 27.- PRORROGA DEL PROCESO DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA En conformidad al artículo 369, las partes pueden actualmente -una vez agotado el período de discusión - prorrogar la negociación colectiva en desarrollo por el lapso que estimen conveniente, pues no se fija plazo para ello. En tal caso, deben prorrogar el contrato colectivo que está por vencer. El proyecto establece un plazo máximo de diez días para este efecto. La indicación presidencial elimina este plazo. Ello es conveniente, pues parece más adecuado que la decisión sobre la duración de la prórroga quede entregada a la decisión de las partes. No debe olvidarse que durante todo el lapso a que se extiende la negociación se mantiene vigente el fuero de los trabajadores. De otro lado, éstos no pueden acceder a las remuneraciones o condiciones de trabajo que eventualmente las partes hayan de pactar. De esta suerte, pesa sobre ellas la responsabilidad de adoptar, cuerdamente o no, una decisión que puede revestir serias consecuencias a su respecto. 28.- OPORTUNIDAD PARA LA VOTACIÓN DE HUELGA El proyecto amplía la oportunidad para votar la huelga, desde los cinco días que actualmente establece la letra a) del artículo 370 , a los diez días. El lapso anterior se cuenta, hacia atrás, desde el día de vencimiento del contrato colectivo anterior o, para el caso de no existir éste, desde que se cumplen cuarenta y cinco días desde la presentación del proyecto de contrato colectivo. La indicación presidencial elimina esta reforma, lo cual es adecuado. Entre la ampliación de diez a quince días del plazo para contestar la demanda, y la ampliación a diez días de la oportunidad para la votación de huelga, el período para sostener conversaciones quedaría reducido al mínimo. 29.- MODIFICACIONES AL ARTÍCULO 371 El proyecto y la indicación presidencial coinciden en esta modificación, que es meramente de referencia. 30.- BUENOS OFICIOS DEL INSPECTOR DELTRABAJO Interesa precisar: a) el proyecto introduce el artículo 373 bis, nuevo, por cuya virtud dentro de las cuarenta y ocho siguientes al acuerdo de una huelga cualquiera de las partes pueden solicitar los buenos oficios del Inspector del Trabajo competente. Esta gestión es diferente a los mecanismos de mediación y arbitraje que actualmente establece el Código. La indicación presidencial expresa que estos buenos oficio procederán cuando lo soliciten ambas partes, de común acuerdo. Es necesario rechazar completamente estos buenos oficios, que contribuyen a la intervención de la autoridad pública en la negociación colectiva - lo que en el hecho se practica ya con entusiasmo. Con todo, si la idea se mantiene, obviamente es mejor la fórmula de la propuesta, que requiere del acuerdo mutuo de los interesados, y b) el proyecto fija un plazo de cinco días para el desempeño de estos buenos oficios. Si a su término no existe acuerdo, corresponde a los interesados hacer efectiva la huelga. La indicación reemplaza el plazo de cinco días por aquél que las partes acuerden. Ello parece avenirse mejor con el carácter unánime que adquiere esta gestión. 31.- MODIFICACIÓN AL ARTICULO 374 Ambos textos coinciden en esta modificación, la cual es meramente referencial y se refiere a la oportunidad en la cual debe hacerse efectiva la huelga. 32.- EXCLUSIÓN DE TRABAJADORES REEMPLAZANTES El proyecto modifica el artículo 381, disponiendo que durante la huelga el empleador no podrá contratar reemplazantes de los trabajadores involucrados en ella. No existe indicación presidencial sobre la materia. ¥ Con todo, la indicación relativa al artículo 382 da a entender que no se modifica en materia de trabajadores reemplazantes. En todo caso, existe una descoordinación entre estas indicaciones. De otro lado, son conocidos los graves efectos que puede traer esta modificación, que importa paralizar a empresas que deben desenvolverse en un sistema de libre mercado. Por la inversa, parecería aberrante impedir a los trabajadores en huelga que contraten temporalmente sus servicios para terceros conforme lo reconoce actualmente la legislación. Con todo, una elemental simetría de las normas exigiría que se adoptara esta criterio. Lo anterior demuestra que esta modificación no sólo es nociva, sino que carece de sustentación racional. De esta suerte, debería ser totalmente desestimada, por las razones que reiteradamente se han dado durante la tramitación de los diversos proyectos de ley que han aborado la materia.1 33.- INDEMNIZACIÓN EN BENEFICIO DE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL "AFECTADA" POR EL REINTEGRO INDEBIDO DE TRABAJADORES. El proyecto modifica el artículo 382, facultando a la organización sindical afectada por el reintegro de trabajadores en huelga sin sujeción a los requisitos legales, para demandar al empleador una indemnización equivalente a las remuneraciones de la totalidad de los trabajadores en huelga, por el número de días que dure la infracción. La indicación presidencial extiende esta indemnización al caso del reemplazo indebido de trabajadores y, en ambos casos, reduce su monto al cincuenta por ciento de la remuneración de la totalidad de los trabajadores reemplazados o reintegrados. La proposición es absurda, pues si el empleador actúa ilegalmente, incurrirá en una práctica desleal sancionada por el artículo 389. En conformidad al artículo 390 esta sanción opera sin perjuicio de la responsabilidad penal en que puede incurrir el que incurre en esta práctica indebida. Ello acarrea, además, las eventuales responsabilidades civiles. Por otra parte, si se estima que éstos tienen derecho a recibir una indemnización especial, no cubierta por el derecho común, la misma norma debería establecerse para el empleador que es importunado en el ejercicio de su derecho de propiedad por los sindicatos que impiden el reintegro de aquellos trabajadores que desean reintegrarse y no pueden hacerlo por imposición de la organización. De otro lado, no se ve por qué razón no podrían optar a esta indemnización los trabajadores que negocian como grupo no sujeto a una organización sindical. En realidad, todo esto está de más. 34.- PRACTICAS DESLEALES PREVIAS A LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA. El proyecto modifica la letra c) del artículo 87, para establecer que las prácticas desleales pueden ser consideradas como tales aún si tienen lugar antes de iniciarse el procedimiento de negociación. La indicación presidencial elimina esta proposición, que claramente constituye un exceso. 35.- PRACTICAS DESLEALES El proyecto agrega la letra f) al artículo 387, sancionando corno infractor por práctica desleal al empleador que oculte o falsifique la información que debe entregar antes del inicio de la negociación colectiva. La indicación presidencial modifica lo anterior al expresar que tal práctica es cometida por el empleador que oculte maliciosamente o falsifique dicha información. La proposición debería ser desestimada, a lo menos en lo que se refiere a la ocultación de información. El punto es especialmente delicado, y no es conveniente que deba entregarse a priori información propia de la empresa. 36.- REEMPLAZO DE LA LISTA DE ARBITROS El proyecto previene que dentro de los ciento veinte días siguientes a la publicación de la ley que hubiere de dictarse, deberá nombrarse una nueva nómina nacional de árbitros encargados de conocer de los procedimientos de arbitraje obligatorio en aquellas empresas que no pueden declararse en huelga. Con ello, cesarán ipso iure quienes actualmente se encuentran en funciones. No existe indicación presidencial sobre la materia. Lo reforma no es aceptable, pues los actuales árbitros han ejercido cabalmente sus funciones, o a lo menos nadie los ha acusado de lo contrario. Lo que procede es designar a aquéllos que sea necesario, de acuerdo a las normas pertinentes.