4° Coloquio de Migración Internacional. San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. 13, 14 y 15 de noviembre de 2013 Propuesta de política pública para mejorar seguridad y respeto a los derechos humanos de transmigrantes en territorio nacional en un contexto regional norteamericano y centroamericano. Bernardo Méndez Lugo, Consejero del Servicio Exterior Mexicano Introducción.- Cada año transitan por territorio mexicano más de 400 mil migrantes centroamericanos que tienen como destino los Estados Unidos, en buena parte tiene como destino las regiones metropolitanas de Los Ángeles y San Francisco en California. Radican en estas dos concentraciones californianas alrededor de la mitad de los salvadoreños, guatemaltecos y hondureños que viven en Estados Unidos. La transmigración es una problemática compleja ya que las condiciones económicas desfavorables y la violencia en sus países de origen expulsan a la mayoría de los migrantes centroamericanos que proceden de los tres países mencionados. Cuando los transmigrantes son deportados de los Estados Unidos se concentran en las ciudades fronterizas de la parte mexicana y generan demanda de servicios, vivienda y empleo en México, lo que se convierte en una fuerte carga financiera para las ciudades mexicanas fronteriza, poblaciones que además reciben importantes flujos de deportados mexicanos y estancia de migrantes que esperan intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos, las 1 estancias se pueden prolongar por meses y los intentos de cruce pueden llegar a la decena de veces. La transmigración por territorio de nuestro país es un fenómeno que tiene décadas de existir pero que en los últimos años se ha convertido en un problema delicado y de implicaciones múltiples (1). En especial a partir del presente siglo y en la administración federal de 2006 a 2012 se generó una alta incidencia de ataques y hostigamiento hacia los transmigrantes de parte de bandas criminales, en muchos casos integrantes de carteles del narcotráfico asociados con pandilleros centroamericanos y en complicidad de algunas autoridades mexicanas federales, estatales y municipales. La capacidad de respuesta de nuestro gobierno ha sido limitada y los cambios de la Ley de Migración y su reglamento han resultado poco efectivos para generar mecanismos que brinden seguridad y respeto a los derechos humanos e integridad física de los transmigrantes centroamericanos, que en la actualidad incluye a ciudadanos que proceden de Sudamérica, Asia y África. Exposición de motivos del trabajo.- Esta propuesta se enmarca en el Plan Nacional de Desarrollo (2) (PND) 2013-2018 en el rubro de las Metas Nacionales en el Apartado V. “Un México con Responsabilidad Global” y tiene como objetivo proponer medidas viables para darle congruencia a la idea de que México “sea una fuerza positiva y propositiva en el mundo, una nación al servicio de las mejores causas de la humanidad. Nuestra actuación global debe incorporar la 2 realidad nacional y las prioridades internas, enmarcadas en las otras cuatro Metas Nacionales, para que éstas sean un agente definitorio de la política exterior” Nuestra propuesta se vincula también a las cuatro Metas Nacionales del PND ya que para lograr resultados en la seguridad y respeto pleno a los derechos humanos de los transmigrantes centroamericanos se necesita cumplir con las metas de: “México en Paz”, “México Incluyente”, “México con Educación de Calidad” y “México Próspero”. En nuestra opinión, solo logrando estos objetivos, se podrá aspirar a “que nuestra nación fortalezca su voz y su presencia en la comunidad internacional, recobrando el liderazgo en beneficio de las grandes causas globales”. Véase: PND 2013-2018, Apartado V. “Un México con Responsabilidad Global”. Y específicamente se basa en la reafirmación contenida en dicho apartado del PND para asegurar “la movilidad segura de las personas y la atracción de talento e inversión al país”. En las circunstancias actuales, no se trata solamente de recuperar la movilidad segura de los transmigrantes centroamericanos en nuestro territorio, incluye necesariamente a miles de mexicanos que sufren inseguridad y alto riesgo en muchas regiones del país que no tienen movilidad segura y que muchos de ellos son parte del talento que estamos perdiendo por su emigración forzada hacia los Estados Unidos y Canadá. También se considera como fundamento para esta propuesta, el Apartado 1 “Un México en Paz” del PND 2013-2018 que señala que: “La prioridad, en términos de seguridad pública, será abatir los delitos que más afectan a la ciudadanía 3 mediante la prevención del delito y la transformación institucional de las fuerzas de seguridad. En este sentido, se busca disminuir los factores de riesgo asociados a la criminalidad, fortalecer el tejido social y las condiciones de vida para inhibir las causas del delito y la violencia, así como construir policías profesionales, un Nuevo Sistema de Justicia Penal y un sistema efectivo de reinserción social de los delincuentes” (3). Esta prioridad es clave y solo se podrá concretar si como país y región tenemos la capacidad de generar programas de desarrollo económico sustentable con empleos y para lograrlo se necesitan políticas consistentes de capacitación y entrenamiento laboral de calidad para los jóvenes con énfasis en el fortalecimiento de la equidad de género, esta prioridad debe extenderse a Centroamérica y contar con la cooperación de Estados Unidos, país destino de cientos de miles de migrantes de México y Centroamérica. Objetivos.- Se proponen una seria de acciones concertadas entre gobierno federal, gobiernos estatales y municipales en alianza con organizaciones de la sociedad civil y entidades públicas y privadas con el objeto de atender de manera coordinada una gama de respuestas sistemáticas a ejecutarse en un lapso de tres años y que deberán contar con el apoyo y cooperación de los gobiernos e instituciones de los países de donde proceden la mayoría de los transmigrantes así como de las autoridades de Estados Unidos, país de destino . Entre los objetivos de la propuesta se pretende como primer paso realizar un diagnóstico de la situación actual de los flujos migratorios desde Centroamérica hacia los Estados Unidos y el tránsito por México. Se deberá convocar a una consulta internacional con participación centroamericana y estadounidense para 4 discutir raíces del problema de la transmigración, tendencias recientes y posibles soluciones, con la participación de gobiernos, académicos, organizaciones no gubernamentales, fundaciones y organizaciones de migrantes. Con las conclusiones y recomendaciones de esta Consulta Internacional se deberán tomar medidas inmediatas para generar nuevos escenarios, estas medidas deberán contemplar: reformas a la Ley Migratoria mexicana y su reglamento, nuevos esquemas de cooperación triangular entre México y países desarrollados con programas de desarrollo productivo sustentable en los países expulsores de migrantes incluyendo a los estados de la República mexicana que tienen altos índices de desempleo y emigración. La cooperación de Estados Unidos es obligada y México deberá modificar criterios del pasado reciente donde solamente se operaba como país que realizaba tareas de contención y control migratorio de acuerdo a la dinámica de las necesidades de los Estados Unidos. El objetivo último es modificar el paradigma migratorio de carácter policíaco y de criminalización por una nueva visión preventiva y de opciones de desarrollo social. Este trabajo propositivo no corresponde ni es parte de tesis para obtener algún grado académico, tampoco es parte de instructivos o manuales Marco Teórico .- Nuestro marco teórico parte de la idea de la urgente necesidad de una Consulta Internacional para generar propuestas de solución a los problemas que genera la transmigración, este ejercicio teórico-práctico debe reunir a entidades gubernamentales, académicas, representantes de comunidades de 5 migrantes y organizaciones no gubernamentales de Estados Unidos, México y Centroamérica para definir con amplia visión las realidades sociales e históricas de la transmigración, que permitan una discusión genuina para acercar los paradigmas y las hipótesis de investigación con las políticas públicas entre académicos, funcionarios gubernamentales y actores sociales de los países involucrados y enfocarlos a una propuesta integral de política pública de acuerdo a nuestras prioridades regionales. Hipótesis.- La vulnerabilidad de los transmigrantes centroamericanos en su paso por México es también una situación que comparten los migrantes mexicanos. Es la misma vulnerabilidad que tienen los migrantes mexicanos que intentan cruzar a Estados Unidos y que pude observar en el tiempo que fui Cónsul alterno de México en Tucson en la extensa frontera Sonora-Arizona donde los peligros están presentes en el desierto en ambos estados y donde desde hace años operan carteles de la droga y delincuencia organizada que intenta reclutar a los migrantes. La prevalencia y dominio del paradigma de la economía de mercado implica repensar muchos presupuestos ideológicos y de políticas públicas en toda la región norteamericana y centroamericana. Esta realidad plantea la búsqueda de compatibilidad de los modelos económicos con el desarrollo sustentable y con equidad, que no es fácil armonizar e integrar. Es en este gran marco de referencia donde se debe ubicar la reflexión sobre la urgencia de un profundo reordenamiento de prioridades en distintos aspectos de la transmigración centroamericana. 6 Análisis y desarrollo del problema.- Las raíces de la migración mexicana y centroamericana se origina en problemas estructurales de pobreza y crecientemente se ha agregado el componente de la violencia e inseguridad. De acuerdo con la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR) la violencia provoca desplazamientos de pobladores en los países del Triángulo del Norte centroamericano, integrado por Honduras, Guatemala y El Salvador. En el documento denominado "Desplazamiento forzado y necesidades de protección por nuevas formas de violencia y criminalidad en Centroamérica" (4) elaborado por ACNUR y el Centro Internacional para los Derechos Humanos de los Migrantes (CIDEMUH) se analizan las principales causas del desplazamiento en Centroamérica en el siglo XXI, entre ellas, el narcotráfico, el acoso y extorsión de las pandillas (maras) y otros grupos criminales que operan a nivel local en cada uno de estos países y a nivel transnacional. En Centroamérica hay además una constante migración económica laboral por las dificultades imperantes y la búsqueda de mejores niveles de bienestar. De acuerdo con el estudio, el crimen organizado genera el mayor movimiento de desplazados, lo que "se evidencia con mayor intensidad en los países del Triángulo del Norte, lo que se refleja en el aumento de los índices de violencia (homicidios y criminalidad)". El crimen organizado ha aumentado su presencia y efectos negativos en Centroamérica, lo cual se evidencia por medio de la extorsión, asesinatos, reclutamiento forzoso, control estratégico de territorios. El informe mencionado 7 enfatiza en las necesidades de protección nacional e internacional para las víctimas del crimen organizado. En un palabra, no se trata solamente de violencia ejercida en territorio mexicano contra los transmigrantes centroamericanos sino de una compleja red de delincuencia organizada a nivel regional que no excluye la complicidad de redes de tráfico y trata de personas establecidas o con ramificaciones en los Estados Unidos y Centroamérica, donde se integran pandilleros, traficantes de drogas y redes de prostitución de mujeres y menores. "En el caso de Honduras las cifras son reveladoras, en 2011 tuvo una tasa de homicidios de 86.5 por cada 100 mil habitantes, es decir la más elevada del mundo, mientras en 2012, esta tasa apenas se redujo a 85.5 homicidios por 100 mil habitantes", señaló el estudio. Los centroamericanos que solicitan protección internacional y reconocimiento como refugiados suelen recurrir a Canadá, Estados Unidos, México, pero también a otros países centroamericanos como Costa Rica y Panamá. No todos los centroamericanos acosados por la violencia en sus países de origen buscan el refugio en los países mencionados, muchos de ellos emprenden su travesía hacia el norte, en especial hacia Estados Unidos, donde radican familiares y amigos que ya se han establecido y que a través de redes sociales y familiares les orientan para conseguir trabajo y establecerse de manera paulatina en EU. (5) Una buena parte del flujo no logra ser acogido como refugiado y transita por territorio mexicano sin contar con visa o papeles migratorios, esta situación los 8 vuelve muy vulnerables ante organizaciones criminales de diversa índole como traficantes de personas, tratantes de personas y narcotraficantes entre otros. Además de que no se excluye a autoridades municipales, estatales y federales de México que en ocasiones abusan de su poder frente al transmigrante o tienen complicidad con el crimen organizado. Varios estudios muestran que los transmigrantes intentan hasta una decena de veces pasar a territorio estadounidense y en su travesía por México y su estancia temporal en la frontera se vuelven victimas de tratantes de personas y crimen organizado que busca reclutarlos para pasar droga a EU. Vale la pena señalar que la violencia e inseguridad afecta también a amplias regiones de México y sus habitantes. Coincidimos con la académica Leticia Calderón Chelius, cuando ha señalado que “los procesos nuevos en la migración mexicana, tanto nacional como internacional, cuyo factor central es que son producto de la violencia que el país experimentó de manera abierta a partir justamente del sexenio 2006-2012. Exilio, asilo, desplazamiento forzoso, desarraigo, son, desafortunadamente, algunas de las nuevas formas de movilidad humana que México experimenta y de las que es imposible evadirse, por el contrario, es preciso dar cuenta cabal en este mapa de lo migratorio mexicano” (6). Debe reconocerse que nueva Ley de Migración de México en vigor desde mayo de 2011 y su reglamento publicado en noviembre de 2012, tenían la intención de asegurar la protección de los derechos humanos de estos transmigrantes así 9 como sus derechos a la educación y salud en su paso por México sin importar su estatus migratorio. Sin embargo, varios expertos en temas jurídicos han indicado que tanto Ley como el reglamento tienen fallas y lagunas que podrían afectar su plena aplicación por la carga de contenidos, extensión y profundidad que puede convertirse en letra muerta (7). Vale la pena citar de manera extensa la evaluación crítica que ha hecho la doctora Leticia Calderón Chelius a la nueva Ley de Migración de México con algunos comentarios de nuestra parte. La principal crítica radica en que la ley es un listado de buenos principios que no conllevan acciones concretas. Además, el Reglamento aprobado no es nada alentador ya que confirma la visión de la Ley que a pesar de buenas intenciones resulta en una camisa de fuerza para los transmigrantes y cualquier extranjero que transite o ingrese a territorio mexicano. Calderón Chelius indicó que “la ley despertó, además, reacciones negativas de parte de los grupos de la sociedad civil que han trabajado durante años con los migrantes en México, principalmente por los siguientes aspectos (8): 1.- Contrario al espíritu de su exposición de motivos, en su propuesta de artículos ofrece crear una policía fronteriza que depende del Ministerio Público, lo que mantiene un nivel de control policiaco de los flujos migratorios. 2.- Aunque se habla de crear un sistema de profesionalización y certificación de personal de migración a través de un Centro de Evaluación y Control de 10 Confianza, no se establecen elementos para generar un espacio confiable que permita efectivamente generar una profesionalización de sus cuadros. 3.- Para muchos grupos de derechos humanos, ofrecer nuevos tipos de visados sin incluir una visa de tránsito no resuelve el verdadero problema de la migración. Los artículos 34 y 47 de dicha ley invalidaron totalmente la discusión y el análisis sobre el posible permiso de tránsito, eliminando toda posibilidad de cualquier tipo de estatus migratorio para la población transmigrante. Esta situación preserva la invisibilidad de los migrantes de paso, que son los más vulnerables frente al crimen organizado y las propias autoridades. 4.- El aspecto más crítico de la nueva ley es que no desaparecen los operativos ni las verificaciones domiciliarias sin orden judicial, lo que permite mantener la discrecionalidad de las autoridades para abusar e intimidar a los migrantes. Además, permite el desarrollo de operativos de control migratorio en lugares distintos a los destinados al tránsito internacional para comprobar la situación migratoria de los extranjeros. 5.- Se mantiene el control discrecional para permitir la entrada a los defensores de los migrantes en los Centros de Detención, como un acto necesario, a fin de dar cauce legal a su detención y eventual libertad. Además, la nueva ley no menciona límites precisos para que la detención no constituya una medida desproporcionada —plazos que exceden a los legalmente permitidos por la Carta Magna—, por lo que no se contemplan programas de alternativas a la detención, que configurarían 11 una opción más equilibrada a fin de dar cumplimiento al interés legítimo del Estado. 6.- Pese a la mención de derechos humanos como parte del léxico de la nueva ley, se ha insistido en que no hay una visión de género efectivamente transversal y la inclusión de normas básicas respecto de la niñez, tópico de especial interés para los distintos grupos que trabajan el tema en México y que ven con preocupación el incremento del flujo de niños y niñas no acompañados en el proceso migratorio contemporáneo. 7.- Un punto que destaca entre las críticas es la incapacidad del Estado para generar verdaderos mecanismos de diálogo, intercambio y recepción de las propuestas de parte de los grupos de la sociedad civil organizada hacia la ley, y posteriormente al reglamento, sobre todo cuando muchas de esas organizaciones hacen gran parte del trabajo que las mismas autoridades acaban delegando. 8.-Finalmente, contrario al argumento de que la ley de migración promulgada en México ofrece un marco legal de avanzada y ejemplar incluso a nivel mundial, se precisa que la propia ley no considera algunos de los elementos básicos de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familias, aprobada por México en 1990, ratificada en 1999, y en vigor a partir de 2003, que incluye el derecho al trabajo, el bienestar social y, principalmente, el reconocimiento de la condición política de los sujetos migrantes a través de sus derechos políticos, que en la nueva ley ni siquiera se mencionan. 12 En resumen, los puntos que despertaron polémica en cuanto apareció la nueva Ley de Migración y que iniciaron un amplio debate sobre la misma fueron: Mantener un lenguaje inclusivo y homologar términos. Preservar en todo el documento un enfoque de género, además de hablar específicamente de niñas, niños y adolescentes migrantes” (9). (Fin de la cita del trabajo de la Dra. Leticia Calderón Chelius). La clave para solucionar el problema de transmigración indocumentada descansa en generar opciones de empleo digno y seguridad en sus países de origen y lograr que un porcentaje de estos transmigrantes que tienen cónyuges, padres y familiares en EU, se beneficien de una reforma migratoria estadounidense que permita la reunificación familiar, y en estos casos, México deberá promover visas humanitarias a los transmigrantes que tienen amplia posibilidad de regularizar su situación legal en EU. Aunque presentan muchas similitudes los procesos de transmigración de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, cada país tiene sus particularidades. En el caso de El Salvador, la investigadora Mariana Flores Castillo de la Universidad Autónoma de Zacatecas ha escrito que “en el Salvador, donde la migración laboral internacional ha llegado a ser un fenómeno significativo, las raíces de este proceso pueden encontrarse en el siglo XIX. En ese tiempo los flujos de trabajo fueron diferenciados por clases sociales. Por ejemplo, los primeros migrantes que llegaron al Área de la Bahía de San Francisco tendieron a ser la élite de la sociedad salvadoreña, mientras que 13 aquellos involucrados en las migraciones para las cosechas de café eran campesinos. Durante las décadas de los sesenta y setenta, los flujos migratorios a los Estados Unidos fueron conformados por un grupo relativamente pequeño de migrantes quienes establecieron la base de las redes sociales que posteriormente servirían de apoyo para los nuevos migrantes”. Flores Castillo señala que muchos de estos migrantes en los Estados Unidos son residentes permanentes o ciudadanos, y esto hace que las nuevas migraciones se den dentro de estructuras legales establecidas. En nuestro criterio, existe una dualidad en el actual proceso migratorio: parte de las nuevas migraciones tienen estructuras legales previas pero una parte del nuevo flujo en los últimos quince años, depende de “coyotes o traficantes de personas” ya que muchos de los migrantes no cuentan con visa ni vínculos de familiares legales en Estados Unidos. La región de la Bahía de San Francisco incluye grandes ciudades como San José, San Francisco y Oakland, junto con áreas urbanas y rurales más pequeñas. En su totalidad, el Área de la Bahía consiste aproximadamente por siete mil millas cuadradas, superficie conformada por nueve condados y 101 ciudades. Los nueve condados son Alameda, Contra Costa, Marin, Napa, San Francisco, San Mateo, Santa Clara, Solano y Sonoma. Flores Castillo puntualiza que “para la década de los ochenta, la guerra civil desarraigó a miles de salvadoreños. Muchos huyeron de las áreas rurales al país vecino de Honduras mientras otros buscaron el refugio y el anonimato en áreas urbanas. Aquellos que contaron con los medios se dirigieron a los Estados Unidos en cantidades sin precedentes. Las restricciones crecientes para entrar a Estados 14 Unidos contribuyeron al crecimiento de una estructura de viaje paralela que requerían grandes sumas de dinero pagadas a los coyotes o polleros, esta industria actualmente maneja gran parte de la migración indocumentada hacia los Estados Unidos”. Hoy en día es poco claro el número de salvadoreños indocumentados en Estados Unidos, según las cifras derivadas de las detenciones realizadas por el INAMI en nuestro país 9,981 salvadoreños intentaron llegar a los Estados Unidos entre enero y diciembre del 2009, pero estas cifras son poco confiables ya que están basadas en las detenciones realizadas, pero no en el tránsito real. En el cuadro que presenta la investigadora Flores Castillo sobre eventos de devolución/expulsión y repatriación de México según nacionalidad centroamericana en el período 2004-2009 de acuerdo con Instituto Nacional de Migración de México, el año con mayor número de migrantes centroamericanos regresados desde México fue 2005 con un total de 226, 205 personas, sumando expulsiones y repatriaciones voluntarias, en 2009 esta cifra disminuyó a 61, 525 personas devueltas a sus países de origen (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua). Fuente: http://rimd.reduaz.mx/ponencias_flacso/PonenciaMarianaFlores.pdf La recesión en los Estados Unidos ha influido en el menor flujo de migrantes mexicanos y centroamericanos hacia la frontera norte de México entre 2008 y 2012 pero las razones y factores son muchos para explicar los altibajos de los flujos migratorios. 15 El incesante aumento de la violencia ejercida en México –tanto por grupos delictivos como por autoridades federales y estatales– en el período 2007-2012 contra los migrantes centroamericanos, fue la principal causa del aumento en las repatriaciones de hondureños, salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses que transitaban por México en esos años, en busca del cada vez más lejano sueño americano. “La ruta se ha convertido en algo mucho más complejo de lo que antes era, por lo que muchos de los migrantes desisten y, voluntariamente, piden que los repatríen”, explicó en entrevista con el blog “Desinformémonos” la defensora de los derechos humanos, Martha Sánchez, del Movimiento Migrante Mesoamericano. No debe subestimarse la vulnerabilidad y riesgo de los migrantes mexicanos que transitan del sur al norte de nuestro país y la creciente peligrosidad del cruce hacia los Estados Unidos donde se combina la política estadounidense de sellar la frontera con muros y tecnología sofisticada y la presencia de bandas de delincuencia organizada que opera en la región fronteriza extorsionando a los migrantes y obligándolos a transportar droga hacia Estados Unidos. Debe recordarse que en agosto de 2010, 72 migrantes centroamericanos en su mayoría, fueron asesinados en San Fernando, Tamaulipas, México. La alta vulnerabilidad de los transmigrantes centroamericanos y de cualquier nacionalidad se origina en varios factores: la inmensa mayoría de ellos viajan sin documentos, sujetos a los “coyotes” o “polleros” que son traficantes de personas que de manera creciente tienen vínculos con el crimen organizado relacionado con el tráfico de drogas y otros delitos como trata de personas. No debe minimizarse la cada vez 16 mayor presencia de las pandillas o “maras” centroamericanas en territorio mexicano. Incremento de los flujos migratorios centroamericanos hacia Estados Unidos (10) El propósito de llegar a Estados Unidos se acentuó desde mediados de la década de los ochenta, como consecuencia de la agudización de los conflictos armados en Centroamérica. El incremento de estos flujos continuó en los años noventa y posteriores con algunas variaciones hasta llegar a un máximo histórico en 2005, no obstante de haberse firmado los acuerdos de paz y de finalizar la guerra civil en El Salvador y Guatemala en 1992 y 1996, respectivamente. • El volumen de la migración centroamericana de tránsito irregular por México hacia Estados Unidos se puede estimar de manera indirecta por la suma de tres grupos: (a) los retenidos por las autoridades migratorias mexicanas (50-55%); (b) los retenidos por las autoridades migratorias estadounidenses en la zona fronteriza con México (25-30%) y; (c) aquellos que lograron entrar y residir en Estados Unidos después de haber cruzado de manera irregular el territorio mexicano (15-20%). • La migración centroamericana de tránsito irregular por México muestra una tendencia creciente desde 1995 a 2005. A partir de 2006 la tendencia cambia a la baja, y se observa una reducción del orden de 70% en el periodo 2005-2010, al pasar de 433 mil a 140 mil eventos entre ambos años. Se hace referencia a eventos porque una persona puede transitar por México con destino a Estados 17 Unidos en más de una ocasión durante el mismo año. Durante 2009 y 2010 los flujos parecen estabilizarse. • La interacción de diversos factores explican la tendencia decreciente de estos flujos en los últimos años, es decir, no tendrían el mismo efecto si se hubieran presentado en diferentes momentos. Entre éstos destaca, la desaceleración y crisis económica de Estados Unidos, así como el mayor control migratorio por parte de ese país en su frontera sur y en el interior de su territorio, tomando en consideración que la estrategia de México de retención de estos flujos migratorios a lo largo del país, no ha cambiado sustantivamente. • Otros factores que han cobrado importancia en los últimos dos años e impulsan esa tendencia a la baja, es la creciente inseguridad en México en particular en la zona norte y la mayor vulnerabilidad a que están expuestos los migrantes, ante la violencia ejercida en su contra por parte del crimen organizado durante su tránsito por México, situación que incluye extorsiones, secuestros y hasta asesinatos. Si bien es cierto que estos factores están incidiendo en la reducción de los flujos migratorios irregulares, la experiencia internacional demuestra que mientras existan incongruencias entre las políticas migratorias y los mercados de trabajo, este tipo de migración seguirá existiendo y serán mayores los riesgos y costos para esos migrantes. • Ambos grupos, los migrantes retenidos por México y por Estados Unidos, muestran una tendencia similar a lo largo de todo el periodo (1995-2010), aunque las magnitudes son distintas y tienden a converger en los últimos años. 18 • Entre 1995 y 2004 México realizó seis aprehensiones por cada una de las realizadas por Estados Unidos; para el periodo 2005-2008 la relación fue de dos a uno; y para el periodo 2009-2010 fue de 1.5. • Mientras los nacionales de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, constituyen entre 92 y 95% del total de los alojados en las estaciones migratorias del INM entre 2006 y 2010 como ya se ha dicho, según los registros estadounidenses, los centroamericanos representaron en estos años el 89% del total de migrantes irregulares no mexicanos retenidos por la patrulla fronteriza de Estados Unidos en la zona de la frontera con México y solo el 7% del total, al incluir a los migrantes mexicanos que son el gran volumen de la migración irregular en esa frontera. • Lo anterior nos indica que, además de la migración centroamericana de tránsito irregular por México hacia Estados Unidos, también existen migrantes procedentes de otros países en volumen muy inferior, que de igual manera utilizan a México como territorio de paso para intentar llegar a Estados Unidos, mismos que pueden haber llegado en forma irregular o documentada al país. Algunos avances Se han dado pequeños avances de carácter multilateral en los últimos meses ya que legisladores de México, Centroamérica y del Caribe celebraron una reunión interparlamentaria sobre migración en Washington la primera semana de junio de 2013, en medio del debate político en Estados Unidos sobre la reforma migratoria. 19 La presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados de México, Amalia García Medina señaló que se trató de una iniciativa del Parlamento Centroamericano y del Consejo Parlamentario Regional sobre Migración. Al foro asistieron los presidentes de las comisiones migratorias de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, así como de República Dominicana y otros países caribeños. Hay señales alentadoras del nuevo compromiso de México con Centroamérica al participar activamente legisladores mexicanos en los foros interparlamentarios así como la mayor presencia de la cancillería mexicana en la región a través de participación directa del Canciller en organismos multilaterales regionales como el Sistema de Integración Centroamericano (SELA) y reforzamiento de acuerdos bilaterales de cooperación en diversos rubros. Testimonio personal como funcionario de nuestra Embajada en El Salvador Como vocero de la embajada de México en El Salvador en el momento de responder a las manifestaciones de sindicatos, legisladores y organizaciones sociales salvadoreñas pidiendo justicia para sus connacionales asesinados en México, no fue sencillo construir una respuesta convincente de nuestra parte. Mi percepción de las reacciones de los representantes de alto nivel del gobierno mexicano ante la contundencia de los hechos violentos contra los transmigrantes centroamericanos en Tamaulipas fue de una respuesta defensiva, de cierta insensibilidad ante la tragedia y cierta incapacidad para asumir nuestra responsabilidad. 20 Se reiteró de parte nuestra la respuesta de la “responsabilidad compartida” y las propias autoridades del Instituto Nacional de Migración (INAMI) no lograron articular un discurso creíble y meses después se generó un conflicto diplomático de mayor envergadura al negar una declaración de autoridades salvadoreñas sobre el presunto secuestro de transmigrantes de ese país en el sur de México. Esta situación provocó una reacción tripartita de los tres países del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) que hizo crecer el conflicto y que no fue acotado y manejado con cautela diplomática de parte nuestra y que influyó para que no prosperaran con fluidez los grupos de negociación bilateral para el diálogo sobre seguridad y migración de México con dichos países en los últimos dos años de la administración federal pasada. Recomendaciones y conclusiones.- Nuestras propuestas se unen a las recomendaciones de diciembre de 2006 del Mtro. Rodolfo Casillas, (académico mexicano que ha sido asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador) en su ensayo sobre Transmigración Centroamericana siguen siendo válidas así como su diagnóstico: “El conocimiento de las inmigraciones que vienen del sur sigue siendo un conocimiento muy limitado en México. Más limitado es la masa crítica de conocimiento especializado sobre los transmigrantes en el país. Dado que estos flujos son de gran vigencia y continuarán formando parte de la agenda pública nacional, es recomendable: 21 “Alentar y patrocinar la realización de estudios especializados sobre los distintos flujos inmigratorios del sur. Ampliar el marco conceptual y de categorización a efecto de contar con un espectro. Cambiar la concepción de que el transmigrante, por el simple hecho de serlo, representa un peligro para la seguridad nacional del país. Se necesita avanzar en la precisión conceptual y operativa de seguridad nacional en los términos específicos de la migración internacional en México y su vinculación con el sistema nacional de seguridad del cual forma parte el Instituto Nacional de Migración de México, pero no se subsume en él. En ese contexto, se precisa ubicar el lugar que corresponde al flujo transmigratorio, en particular el centroamericano. Promover la participación de las dependencias gubernamentales dedicadas a la materia social, económica, cultural, laboral, educativa y salud, principalmente, en el diseño y aplicación de programas de atención a la población inmigrante y transmigrante en el país. Su participación actual es mínima e intermitente cuando no inexistente. Esta deseable participación podría contrarrestar la excesiva, e innecesaria, actuación de las instancias del orden público y el enfoque policial que se ha venido imponiendo en el trato a los inmigrantes y transmigrantes indocumentados. Si bien la problemática migratoria internacional es responsabilidad federal, hay efectos en los ámbitos estatales y locales que habría que coordinar. Hasta el presente, esta coordinación ocurre de manera casi exclusiva con las de seguridad pública que, en consecuencia con el punto anterior, no es suficiente y no siempre la pertinente. 22 El Estado mexicano ha suscrito y ratificado convenios y convenciones internacionales protectoras de los migrantes y sus familias, de sus derechos humanos y su deseable vinculación con el desarrollo de las naciones. Sin embargo, se requiere reforzar dichos esfuerzos a efecto de que esos compromisos internacionales se conviertan en práctica diaria en suelo nacional, con sensibilidad política y social de dichos fenómenos sociales. Fuente: http://www.elfaro.net/templates/elfaro/migracion/vida.pdf Estas recomendaciones de política pública que presenta el Mtro. Casillas coinciden plenamente con nuestras propuestas. Coincidimos con él de que: “Debe reconocerse que están en curso algunos mecanismos de consulta y colaboración a nivel federal con organismos de la sociedad civil dedicados a la migración internacional y los derechos humanos. Debe revisarse y actualizar el esquema de colaboración de las delegaciones regionales de migración con los consejos consultivos locales, en particular en aquellos sitios de mayor número de aseguramiento y en donde por carecer de instalaciones propias, la delegación envía a los asegurados a cárceles locales, lugar inadecuado para aquéllos. Favorecer el clima de colaboración, confianza y respeto en particular con los albergues y su personal humanitario. Deben establecer mecanismos específicos con dichos organismos para el registro y atención de las violaciones de los derechos humanos de los migrantes, por delegación regional, así como los correspondientes medios de difusión de los logros obtenidos en la materia. 23 Alentar a los organismos civiles a acudir a las distintas fuentes de financiamiento y coinversión social disponibles, sean patrocinadas por el gobierno federal, organismos internacionales y otros. Esa sería una manera práctica e inmediata de establecer, o fortalecer según sea el caso, la labor concertada entre autoridades y organismos civiles, a la vez que apuntalar el trabajo humanitario que se realiza en la sociedad con los migrantes internacionales”. Comentario final Debe destacarse que el presidente de México, Enrique Peña Nieto tiene una nueva propuesta de estrategia de combate a la delincuencia organizada, que da un giro de 360 grados con respecto a la aplicada en el sexenio pasado por el expresidente Calderón. De las acciones y objetivos delineados se deduce que el eje de la estrategia será el énfasis que se pondrá en materia de prevención social, aunque ello no anule de facto formas coercitivas para atacar la delincuencia, a la que, muy probablemente, se sume la acción ciudadana. No se trata solamente de un cambio de estrategia contra la delincuencia, se trata de repensar el modelo de desarrollo, de enfocar las necesidades de las zonas de expulsión de migrantes y mejorar sustancialmente las condiciones de vida de campesinos, indígenas y pobres de las ciudades. Es alentador que las propias autoridades migratorias de México hayan reconocido que “el problema de la violencia y violaciones a los derechos humanos de los migrantes rebasó al país”, señaló el jefe de la Unidad de Política Migratoria, de la 24 Secretaría de Gobernación (Segob), Omar de la Torre Mora, de acuerdo a nota del diario mexicano El Economista del pasado 10 de abril de 2013. En dicha nota periodística citada, se indica que en la presentación del informe “Ser migrante no me hace delincuente” de la organización Sin Fronteras, se detalló que el tema de la situación migratoria se abandonó en el país y llegó a dimensiones no imaginadas... por otro lado, el informe revela que los tratos crueles, degradantes y tortura hacia las personas migrantes en los centros de detención de las estaciones migratorias identificadas en el pasado, persisten”. En la misma nota se puntualiza que “la subcoordinadora de Acompañamiento Psicosocial de Sin Fronteras, Carolina Carreño, informó que las principales problemáticas que encuentran las personas migrantes en detención son la falta de información, imposibilidad de representación legal gratuita, dificultad para los abogados para entrar a las estaciones, insuficiente actividad deportiva y poco contacto con el mundo exterior”. La investigación incluyó entrevistas a detenidos en las estaciones de de Iztapalapa, Distrito Federal, Tenosique y Villa Hermosa, Tabasco; mismas que revelaron daños psicológicos en las personas. La población entrevistada reportó un cambio de ánimo a partir del ingreso a las estaciones migratorias, dijeron estar tristes, deprimidos, desanimados, ansiosos, nostálgicos y aburridos. Los efectos positivos como manifestar estar tranquilos y relajados se presentó en una menor proporción, lo que demuestra afectaciones a la salud mental el encierro al que son sometidos. 25 El documento, concluye que algunas reformas legales, han provocado que se genere una regresión en la protección de los derechos humanos de las personas extranjeras. El texto destaca la elevación a rango constitucional de la disposición de la detención administrativa migratoria y el aumento de la temporalidad de la detención administrativa migratoria a personas extranjeras de 15 hasta 60 días hábiles (11). (Fuente: “Maltrato a migrantes, rebasó al país” reportaje de Ana Langner en El Economista, México, DF, 10 de abril de 2013). Bibliografía utilizada 1.- Este trabajo está inspirado en las investigaciones del Mtro. Rodolfo Casillas Ramírez en especial en su ensayo “Una vida discreta, fugaz y anónima: Los Centroamericanos Transmigrantes en México”. México, Flacso, 2006. 2.- Gobierno de la República, Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018. www.PNDMexico2013-2018conIntroduccion.pdf 3.- Apartado 1 “Un México en Paz” del PND 2013-2018, documento citado. 4.- Véase: “Desplazamiento Forzado y Necesidades de Protección, generados por nuevas formas de Violencia y Criminalidad en Centroamérica” ACNUR-CIDEHUM, mayo de 2012. http://www.cidehum.sitew.com/fs/Root/8svj6Informe_CIDEHUM_Desplazados.pdf 5.- Documento “Desplazamiento Forzado..” citado. 26 6.- Véase: “Cambios en la agenda migratoria: entre el nuevo marco jurídico y la nuevas formas de migración en México. 7.- Ver editorial “Migración: un modelo para armar” de revista IDC del 31 de octubre de 2012, p. 2, publicación del Grupo Editorial Expansión, México, DF 8.- Dra. Leticia Calderón Chelius, “Cambios en la agenda migratoria: entre el nuevo marco jurídico y la nuevas formas de migración en México” en libro “México ante los recientes desafíos de la migración internacional”, Coordinadores Telésforo Ramírez García y Manuel Angel Castillo. México, CONAPO-SEGOB, 9.- Calderón Chelius, en “México ante los recientes desafíos de la migración internacional” Op Cit. Enlace a ensayo de Dra Calderón en: http://www.academia.edu/4103629/Cambios_en_la_agenda_migratoria_entre_el_n uevo_marco_juridico_y_la_nuevas_formas_de_migracion_en_Mexico 10.- Véase: Apéndice: sobre el proceso de migración centroamericana de tránsito irregular por territorio de México en los últimos 20 años. Fuente: http://www.inm.gob.mx/static/Centro_de_Estudios/Investigacion/Avances_Investig acion/APUNTES_N1_Jul2011.pdf 11.- “Maltrato a migrantes, rebasó al país” reportaje de Ana Langner en El Economista, México, DF, 10 de abril de 2013). Veáse también CIMAC Noticias del 10 de octubre de 2013: “Personal de migración estigmatiza a centroamericanas”. http://cimacnoticias.com.mx/node/64620 27