3. CLASIFICACIÓN DE LOS EXTINTORES. Los extintores se clasifican de varias formas , en función de : 3.1. SEGÚN SU MOVILIDAD. Atendiendo a criterios de movilidad, podemos clasificar los extintores en: Portátiles: Son extintores concebidos para ser transportados y utilizados a mano, es por ello que su peso máximo será de 20 Kg. en condiciones de funcionamiento. Estos son los extintores más comunes y conocidos. Móviles: Tienen un peso superior a 20 Kg. y disponen de ruedas para poder ser trasladados por una persona. 3.2. SEGÚN SU SISTEMA DE PRESURIZACIÓN. La proyección del agente extintor se logra por presurización mediante la incorporación de un agente impulsor. En función de donde se encuentre alojado el agente impulsor clasificaremos los extintores en: Extintores de presión permanente: Son aquellos en los que el cuerpo del extintor está permanentemente presurizado, distinguimos dos tipos: o De presión propia, el propio agente extintor está a suficiente presión para poder impulsarse, es decir, es a la vez agente impulsor. Estos son los extintores de CO2, que carecen por este motivo de manómetro, el CO2 sale al exterior con una presión de alrededor 150 kg/cm2. o De presión incorporada, son extintores que utilizan un agente extintor incapaz de impulsarse por sí mismo, y cuya presión de impulsión se consigue con la ayuda de un gas impulsor, que es incorporado al cuerpo del extintor durante la fabricación o recarga del mismo. El gas impulsor suele ser nitrógeno seco o incluso aire comprimido, estos extintores pueden ser de agua o de polvo químico, que deben poseer manómetro, cuya presión estará en torno a los 15-20 kg/cm2. El gas impulsor se encuentra, en estado gaseoso, en la parte superior del recipiente, por lo que hay que tener la precaución de utilizarlo en posición vertical, ya que si se invierte quedaría inutilizado. Extintores de presión no permanente, o de presión adosada. Son extintores en los que el agente extintor no se encuentra presurizado, sino que se procede a su presurización en el momento previo a su utilización. El gas impulsor está contenido en un botellín, que podrá estar alojado en el interior del recipiente (presión adosada interior) o en el exterior (presión adosada externa). Estos extintores pueden ser de agua o polvo químico, y no necesitan manómetro. 3.3. SEGÚN EL AGENTE EXTINTOR. Los agentes extintores más utilizados en los extintores son: 3.3.1 EXTINTORES DE AGUA: Este tipo de extintor utiliza como agente extintor el agua con una serie de aditivos (humectantes, retardantes y espumantes). Extinguen por enfriamiento, absorbiendo el calor del fuego para evaporarse, es más eficaz cuanto más pulverizada se aplique el agua. Sirven para extinguir fuegos de tipo A. También pueden utilizarse para fuegos de tipo B, siempre que el agua se proyecte pulverizada, aunque no son los más adecuados para este tipo de fuego. Nunca deben ser utilizados en fuegos con presencia de corriente eléctrica, debido al peligro de electrocución. Se distinguen los siguientes tipos: Extintores de agua a chorro. Extintores de agua a chorro con aditivos. Extintores de agua pulverizada. Extintores de agua pulverizada con aditivos. Extintores de agua a chorro: Son aquellos que proyectan el agua o una solución acuosa en forma de chorro compacto, gracias a la presión proporcionada por la liberación de un gas auxiliar o por una presurización previa. -Forma de extinción: Por enfriamiento. -Capacidad: 10 litros. -Temperaturas limites: De 0ºC a 38ºC. -Peligros de empleo: No utilizar en corriente eléctrica. -Clase de fuego: Eficaces en fuegos de la clase A. -Alcance: De 8 a 10 m. -Velocidad de extinción: Lenta. -Duración de la descarga: De 30 seg. a 1 min. y 30 seg. -Peso medio: 15 Kg. -Envejecimiento: Riesgo de oxidación si la protección es insuficiente. Carga inalterable. -Toxicidad: Nula. -Aditivos: Productos tenso activos ó humectantes que facilitan la extinción favoreciendo la acción del agua. Con productos AFFF se extinguen fuegos de clase B. Extintores de agua pulverizada: Son aquellos que proyectan agua o una solución acuosa bajo la forma de chorro pulverizado, gracias a la presión proporcionada por la liberación de un gas auxiliar o por una presurización previa. Las características generales son similares a las correspondientes a los extintores de chorro, excepto en las siguientes: -Peligro de empleo: Puede utilizarse en presencia de corriente eléctrica, únicamente en baja tensión. -Clases de fuego: Muy eficaces en fuegos de la clase A (el doble que los extintores de chorro). -Eficacia aceptable en fuegos clase B (para productos más densos que el fuel ligero). -Alcance: Del orden de 2 metros. -Duración de la descarga: De 20 seg. al minuto. 3.3.2 EXTINTORES DE POLVO QUÍMICO: Utilizan como agente extintor polvo químico, formado por sales inorgánicas de diferente composición, finamente pulverizado. Extinguen por inhibición de la reacción en cadena. Son los extintores más comúnmente empleados en los edificios, debido a su versatilidad de aplicación. El polvo químico puede dificultar la visibilidad y la respiración, aunque su toxicidad es nula, teniendo especialmente cuidado si se emplea en un recinto cerrado. La composición del polvo químico depende del tipo de fuego para el que sea de aplicación, existiendo así tres modalidades: · Polvo químico seco: Para fuegos de tipo B y C. Se componen de sales de sodio o potasio combinadas con otros compuestos para darles fluidez y estabilidad. · Polvo químico polivalente: Para fuegos de tipo A, B y C. Sirven para fuegos en los que haya presencia de corriente eléctrica hasta cierto nivel de tensión, dato que vendrá grabado en el cuerpo del extintor, expresado en voltios. También son conocidos como polvos antibrasa. Se componen de una base de fosfatos de amonio con una serie de aditivos similares a los anteriores. · Polvo especial: Para fuegos de tipo D. Este tipo de extintor es poco común, se pueden encontrar en instalaciones concretas que tengan riesgo de tener un fuego de metales o productos químicos reactivos. . Forma de extinción: Acción sobre las reacciones en cadena de la combustión. -Capacidad: 1, 2, 3, 4, 6, 9 y 12 Kg. Temperaturas limites: Cualquier temperatura entre -20°C y + 60°C. Peligros de empleo: En mecanismos sensibles al polvo y en instalaciones electrónicas. Clases de fuego: Polvo seco, poco eficaz en fuegos clase A, muy eficaz en fuegos clase B. Polvo polivalente, eficaz en fuegos de la clase A, muy eficaz en fuegos clase B. Utilizable en presencia de corriente eléctrica (el polvo polivalente únicamente en baja tensión). Alcance: Hasta un máximo de 5 m., según la capacidad del extintor. -Velocidad de extinción: Muy rápida en fuegos clase B; lenta en fuegos clase A (excepto el polvo polivalente que es rápida). Duración de la descarga: De 6 a 20 segundos. Peso medio: de 5 a 16 Kg. Envejecimiento: No existe corrosión interior. La carga es inalterable si no se han superado los 60°C. 3.3.3 Toxicidad: Nula. EXTINTORES DE CO2: Utilizan como agente extintor el dióxido de carbono. Se utilizan para extinguir, por sofocación. El CO2 se almacena en el interior del extintor, en estado líquido, comprimido a alta presión, suficiente para auto-impulsarse al exterior. Al proyectarse y pasar a estar a presión atmosférica experimenta una expansión, formando nieve carbónica, y enfriando el medio circundante a una temperatura de – 78 ºC. Por ello se deben extremar las precauciones de uso, debido a que su proyección sobre la piel puede dar lugar a quemaduras por congelación, por este motivo estos extintores tienen un tipo de boquilla característica, que hay que coger por su base o zona más alejada del punto de proyección. Es útil para pequeños fuegos de clase B y Fuegos en instalaciones eléctricas. Son recomendables para la protección de máquinas, transformadores, equipos electrónicos, etc. ya que es limpio y no deja residuos. Como inconvenientes tiene que es ineficaz en fuegos de clase A (sólidos), son poco efectivos en exteriores e incompatible con fuegos especiales de algunos metales ligeros. El dióxido de carbono es un gas que tiene una serie de propiedades que lo hacen perfecto para la extinción de incendios. El CO2 es un gas que no es combustible y que no reacciona químicamente con otras sustancias por lo que puede ser utilizado para apagar una gran cantidad de tipos de fuego. El CO2 al ser un gas permite ser comprimido dentro del extintor de incendios por lo que no es necesario ningún otro producto para descargarlo. Otra de las propiedades del CO2 es que no conduce la electricidad por lo que puede ser usado para apagar incendios cargados eléctricamente También hay que tener en cuenta que el dióxido de carbono es un gas asfixiante que desplaza al oxígeno del aire, por lo que puede resultar peligroso para la salud en concentraciones superiores al 9%. Este tipo de extintor puede ser aplicado en fuegos con presencia de corriente eléctrica, debido a que el CO2 es un mal conductor de la electricidad. El extintor de anhídrido carbónico es aquel cuyo agente extintor está constituido por éste gas (dióxido de carbono) en estado líquido, proyectado bajo la forma llamada "nieve carbónica". La proyección se obtiene por la presión permanente que crea en el aparato el agente extintor. -Forma de extinción: Por enfriamiento y sofocación. -Capacidad: 2, 3.5 y 5 Kg. -Temperaturas limites: Cualquier temperatura superior 0 igual a 50°C. -Peligros de empleo: No exponer el aparato al calor. -Clases de fuego: Eficaz en fuegos de la clase B. Utilizable en presencia de la corriente eléctrica. -Alcance: De 1 a 1 ,5 metros. -Velocidad de extinción: Rápida. -Duración de la descarga: De 8a 30 segundos. -Peso medio: Muy variable, de 10 a 25 Kg. -Envejecimiento: No tiene riesgo de corrosión interior. Carga inalterable. -Toxicidad: Nula (Pero es un gas asfixiante). Los extintores de CO2 no dejan ningún tipo de residuo después de su utilización por lo que puede ser utilizado sin necesidad de limpiar luego la zona. A continuación comentaremos más a fondo algunas de las propiedades extintoras del dióxido de carbono. Propiedades termodinámicas del CO2: El dióxido de carbono es un gas a temperatura y presión ambientales normales y se transforma en un líquido cuando es sometido a presión y frío hasta el punto de que puede llegar a convertirse en un sólido si continuamos enfriándolo y comprimiéndolo. El CO2 sólido se conoce como hielo seco. Los efectos de la presión y la temperatura sobre el dióxido de carbono son los siguientes. Cuando aumentamos la temperatura y la presión la densidad de la fase de vapor aumenta mientras disminuye la de la fase de líquido. Cuando se alcanzan los 31ºC las densidades de las fases de vapor y líquido se igualan. Si reducimos la temperatura a -75ºC es posible encontrar el CO2 en los tres estados (sólido, liquido y gaseoso) al mismo tiempo en perfecto equilibrio, a esta temperatura se le llama el punto triple. Por debajo de los -75ºC el dióxido de carbono solo existe en forma sólida y gaseosa. El dióxido de carbono se transforma en hielo seco a una temperatura de -79ºC. Propiedades de descarga: Cuando descargamos un extintor de dióxido de carbono lo que se produce es una gran nube blanca debido a las pequeñas partículas de hielo seco. Como el CO2 se encuentra a presión dentro del extintor de incendios cuando se realiza la descarga se produce frío, es el resultado del cambio de estado de un gas. Este frío produce condensación de agua que se suma a la nube producida por el dióxido de carbono. Electricidad estática: Las pequeñas partículas de dióxido de carbono que son expulsadas del extintor pueden estar cargadas de electricidad estática. Densidad del vapor de dióxido de carbono: La densidad del CO2 en condiciones atmosféricas normales es 1,5 veces la densidad del aire aunque cuando realizamos una descarga de un extintor de CO2 el gas sale frío y tiene una densidad mucho mayor. Esta mayor densidad explica la capacidad el dióxido de carbono para apartar y reemplazar el aire que rodea el fuego y de esta forma crear una atmósfera sofocante que apagara el fuego. Efectos fisiológicos: La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera es del 0.03%. Los animales y las plantas producen CO2 como resultado de la respiración celular. El dióxido de carbono actúa como regulador de la respiración en el ser humano. Si se aumenta la concentración de este gas en la sangre la respiración se acelera. Esta aceleración se mantiene hasta concentraciones de un 16% de dióxido de carbono en el aire, cuando la concentración supera estos porcentajes la respiración comienza a hacerse más lenta hasta el punto de detenerse por completo con concentraciones del 30%. La concentración máxima de dióxido de carbono en el aire que un ser humano puede soportar sin sufrir efectos perjudiciales es del 6%, si se llega al 9% la persona podría quedar inconsciente en poco tiempo. Por este motivo debemos tener especial cuidado cuando utilizamos un extintor de CO2 en un espacio cerrado ya que las concentraciones de este gas podrían aumentar peligrosamente, esto unido a la falta de oxigeno, que ha sido consumido por el fuego podría provocarnos asfixia. Propiedades de extinción: En un incendio el calor es generado por la oxidación del combustible en presencia de oxígeno. Una parte de ese calor o energía se emplea en calentar el resto del combustible para que alcance la temperatura de ignición. Otra parte del calor generado se pierde por radiación y convección. Cuando incluimos el CO2 en la ecuación la aportación de oxígeno al fuego disminuye y por lo tanto la velocidad de generación de calor. Cuando la velocidad de disipación del calor es mayor que la velocidad de generación el incendio termina por apagarse ya que no puede generar el suficiente calor para llegar a la temperatura de ignición. La temperatura de descarga de un extintor de dióxido de carbono es de -79ºC aunque la capacidad de enfriamiento es muy baja, de todas formas si aplicamos el dióxido de carbono sobre el combustible en llamas directamente conseguiremos enfriar la zona afectada ahogando el fuego y apagando el incendio. El dióxido de carbono también tiene algunas limitaciones como agente extintor: Como hemos comentado anteriormente la capacidad de enfriamiento del dióxido de carbono es muy baja por lo que en fuegos de clase A no superficiales puede resultar muy difícil llegar a enfriar el combustible. Otro de los problemas más habituales a la hora de utilizar un extintor de incendios de nieve carbónica es la dificultad de contar con un recinto adecuado en el que crear una atmósfera de extinción. El CO2 no es un agente extintor adecuado para utilizarlo con fuegos producidos por la combustión de productos químicos que produzcan su propio oxígeno. Los incendios de metales como el sodio, magnesio, potasio… no se pueden apagar con nieve carbónica ya que este tipo de incendios de metales reactivos descomponen el dióxido de carbono. Para terminar comentar que debemos evacuar a todas las personas de la sala antes de descargar un extintor de CO2 ya que podría causar asfixia. 3.3.4 EXTINTORES DE ESPUMA: Pueden ser de espuma química y física; son útiles para fuegos de clase B y aceptables para madera, papel, tejidos, etc. El extintor de espuma es aquel que proyecta una mezcla espumosa a base de agua. Esta proyección puede ser de dos tipos: a) Espuma química: Resultante de la acción de una solución ácida sobre una solución básica, cuya combinación produce gas anhídrido carbónico que forma burbujas de espuma. b) Espuma física: resultante de la eyección, mediante presión de un gas auxiliar, de una emulsión o de una solución que contiene un producto emulsor formándose la espuma al batirse la mezcla agua emulsor con el aire. -Forma de extinción: Por sofocación y por enfriamiento. -Capacidad: 10/12 litros. -Temperaturas limites: De 0ºC a 38ºC. -Peligros de empleo: No utilizar en corriente eléctrica. La espuma química es corrosiva. -Clases de fuego: Eficaces en fuegos clase A y B (excepto en solventes polares) -Alcance: De 6 a 8 metros. -Velocidad de extinción: Lenta. -Duración de la descarga: 1 minuto aproximadamente. -Peso medio: 16 Kg. -Envejecimiento: Riesgo de oxidación interior y corrosión de la chapa, riesgo de obstrucción de la boquilla. La carga hay que reponerla todos los años (espuma química). -Toxicidad: Nula. 3.3.5 EXTINTORES DE HALON: La impulsión del halón se realiza normalmente con nitrógeno a presión. Su poder extintor es superior al CO2. Son excelentes para fuegos eléctricos, adecuados para fuegos clase B y aceptables para fuegos clase A y C. Desde el descubrimiento del deterioro de la capa de ozono atmosférica, se han ido adoptando medidas para restringir su utilización. Reglamento (CE) 2037/2000. (DOCE 29.9.2000). -Forma de extinción: Acción química sobre las reacciones en cadena de la combustión. -Capacidad: De 0,5 a 10 Kg. -Temperaturas limites: Entre -5°C y 50°C. -Peligros de empleo: No exponerse a los humos y gases expelidos. Ventilar a fondo después de su uso. -Clases de fuego: Eficaces en fuegos de clase B. Utilizables en presencia de la corriente eléctrica. -Alcance: De 0,5 a 6 m. -Velocidad de extinción: Rápida. -Duración de la descarga: De 6 a 30 segundos. -Peso medio: de 700 gr. a 16 Kg. según capacidades. -Envejecimiento: Nulo. Carga inalterable. -Toxicidad: Toxicidad relativa tanto antes como después de la descomposición de la llama. Bromuro de metilo y tetracloruro de carbono muy tóxicos.