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Investigación Química
Fotoisomerización de azobencenos: movimientos moleculares a la carta
María Ribagorda,a* Estibaliz Merinob
Resumen: El control del movimiento a nivel molecular constituye uno de los grandes retos de la química actual, como ciencia multidisciplinar. Los azobencenos son una clase de compuestos orgánicos que tienen la capacidad de isomerizarse (cis/trans) de forma
reversible fotoquímica o térmicamente. Este proceso de isomerización va acompañado de un movimiento molecular concreto y un
cambio muy notable en su geometría espacial. Esta característica les hace excelentes candidatos para el diseño de nuevos dispositivos
moleculares dinámicos. En este artículo se recogen algunas de las aplicaciones más sobresalientes del movimiento foto-inducido de
los azocompuestos en el campo de los interruptores y motores moleculares.
Palabras clave: Azobencenos, fotoisomerización, interruptores moleculares, nanomáquinas.
Abstract: Control of molecular dynamic processes represents a particularly important objective in modern chemistry. Azobenzenes are
a class of organic compounds that can exist in two forms, namely the cis (Z) and trans (E) isomers, which can interconvert both photochemically and thermally. This photoinduced transformation is followed by a particular molecular movement and a significant geometry change, which has turned the azobenzene unit as an excellent candidate for dynamic molecular devices. In the present article selected examples of azobenzene-contained molecules and their "programmed" motions in response to external stimuli are included.
Keywords: Azobenzenes, photoisomerization, molecular switches, nanomachines.
En 1937 G. S. Hartley[1] publicó en la revista Nature un estudio sobre la cristalización del azobenceno, que culminó con el
descubrimiento del isómero cis, al exponer una solución de
azobenceno a la luz. Este hallazgo ha sido fundamental para el
desarrollo de uno de los mejores interruptores moleculares
orgánicos descritos hasta el momento. Los azobencenos son
una familia de compuestos que poseen dos restos aromáticos
unidos a través de un grupo azo (-N=N-). Estos compuestos se
caracterizan por ser muy coloreados, propiedad que les lanzó a
la industria de los denominados colorantes FD&C [de las siglas
inglesas comida (food), medicamentos (drug) y cosméticos
(cosmetics)]. Actualmente estos colorantes azoicos representan
aproximadamente el 60% de la producción industrial.[2,3]
Al igual que los dobles enlaces carbonados, los azobencenos poseen dos isómeros geométricos (E/Z) en torno al
-N=N-, el isómero trans (E) es ~14 Kcal mol-1 (0,6 eV) más
estable que el isómero cis (Z). La barrera de energía del estado foto-excitado es del orden de ~23 Kcal mol-1 (1,0 eV) de
forma que en la oscuridad y a temperatura ambiente, el
isómero predominante es el trans.[4] Cuando el azobenceno se
expone a una luz de una determinada longitud de onda se inicia el proceso de foto-isomerización transcis, que lleva
implícito un cambio notable de sus propiedades físicas como
la geometría molecular, momento dipolar o el espectro de
absorción.[5,6]
En el proceso de isomerización la distancia entre las posiciones más distantes de los anillos aromáticos disminuye desde
9,0 Å (trans) hasta 5,5 Å (cis) (Figura 1).[7] El isómero trans
M. Ribagorda
E. Merino
aDepartamento
de Química Orgánica, Facultad de Ciencias,
Universidad Autónoma de Madrid, 28049 Madrid.
bInstitute of Organic Chemistry, RWTH Aachen University
Landoltweg 1, 52074 Aachen, Germany
C-e: [email protected]
Recibido: 28/07/2009. Aceptado: 28/09/2009.
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es prácticamente plano (μ ~ 0), mientras que el isómero cis
adopta una geometría angular, en la que uno de los anillos gira
para evitar repulsiones estéricas, enfrentando una de las nubes
π de un anillo aromático al otro, dando como resultado un μ ~
3.0 D.[8] Esta disposición de los anillos aromáticos se refleja
también en los espectros de resonancia magnética nuclear de
protón (1H-RMN). Las señales correspondientes al isómero cis
sufren un apantallamiento, debido al efecto anisotrópico de la
nube π del anillo aromático, apareciendo a campo más alto que
las señales correspondientes del isómero trans.
Figura 1. Fotoisomerización del azobenceno.
El espectro de absorción de UV de un azobenceno presenta
dos bandas de absorción características, correspondientes a
las transiciones electrónicas ππ* y nπ*. La transición
ππ* se encuentra generalmente en la región de UV-cercano
y es también común a sistemas carbonados referibles como el
estilbeno (Figura 2).[9] La transición electrónica denominada
nπ* se suele situar en la región del visible, y se debe a la
presencia del par de electrones sin compartir de los átomos de
nitrógeno.[10] Esta segunda transición electrónica hace que los
azobencenos tengan un proceso dinámico de fotoisomerización diferente a los sistemas carbonados. Los azocromóforos aromáticos se pueden clasificar en tres tipos en función
del orden energético de sus estados electrónicos ππ* y
nπ*.[5] Este orden depende en gran medida de la naturaleza
electrónica de los anillos aromáticos del azobenceno. Cada
tipo de azocromóforo además tiene un color predominante
definido por la longitud de onda de la banda de absorción
máxima (λmax) (indicado entre paréntesis en cada caso):
i) Tipo azobenceno: aquellos que presentan una banda
ππ* muy intensa en la región del UV, y una nπ* más débil
en el visible (color amarillo). La naturaleza electrónica de los
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anillos aromáticos es muy parecida al azobenceno más sencillo (Ph-N=N-Ph).
ii) Tipo aminoazobenceno (para- o orto-(X)-C6H4-N=NAr): las bandas ππ* y nπ* aparecen muy juntas o incluso
colapsan en la región del UV-visible cercano. Son azocompuestos que presentan sustituyentes dadores de electrones (X)
en las posiciones orto o para (color naranja).
iii) Tipo pseudo-estilbeno [(X)-C6H4-N=N-C6H4-(Y)]: la
banda de absorción correspondiente a la transición ππ* se
desplaza al rojo, cambiando incluso el orden de aparición con
la banda nπ*. Presentan sustituyentes dadores (X) y aceptores de electrones (Y) en las posiciones 4- y 4'-respectivamente (sistema push/pull) (color rojo).
El proceso de isomerización transcis suele ir también
acompañado de un cambio de color a tonalidades más intensas. Los espectros de absorción de ambos isómeros se diferencian fundamentalmente en los siguientes aspectos:[11]
• Isómero trans: la banda de absorción ππ* es muy intensa, con un coeficiente de extinción molar[12] (ε) en torno a
2-3 x 104 M-1 cm-1, mientras que la segunda banda (nπ*)
aparece mucho más débil (ε ~ 400 M-1 cm-1), debido a que
esta transición en el isómero trans no está permitida por las
reglas de simetría (Figura 2, línea azul).
• Isómero cis: la banda ππ* se desplaza a longitudes de
onda más cortas (efecto hipsocrómico), disminuyendo
notablemente en intensidad (ε ~ 7-10 x 103 M-1 cm-1). Por
otro lado, la transición electrónica nπ* (380-520 nm) en el
isómero cis está permitida, lo que se traduce en un aumento
de su intensidad (ε ~ 1500 M-1 cm-1) con respecto al isómero
trans (Figura 2, línea rosa).
Figura 2. Ejemplo representativo del espectro de UV de un azocompuesto
de tipo azobenceno: línea azul, isómero trans; línea rosa, isómero cis.
Estas diferencias permiten llevar a cabo una interconvesión
fotoquímica, irradiando con una luz de una determinada longitud de onda (λ) obteniéndose diferentes proporciones de los
estados fotoestacionarios (PSS) cis y trans. La longitud de
onda que provoca la excitación depende de la naturaleza de
los sustituyentes de los grupos arilo, aunque en la mayoría de
los casos, la isomerización trans cis se promueve irradiando a longitudes de onda entre 320 y 380 nm, mientras que
exposiciones a λ ~ 400-450 nm favorecen la fotoreversión
cistrans. Esta reversión también puede ser térmica.
Generalmente las dos conversiones fotoquímicas se dan en
una escala de picosegundos, mientras que la relajación térmica del isómero cis al isómero trans es mucho más lenta (del
orden de segundos u horas).
Aunque se han llevado a cabo varios estudios mecanísticos
sobre la isomerización cis/trans de los azobencenos[13,5c] y se
han estudiado los efectos de los sustituyentes sobre los anillos
de benceno, así como la influencia de varios parámetros, el
mecanismo no está perfectamente aclarado. Los datos
disponibles hasta ahora sugieren que la isomerización de los
azocompuestos puede transcurrir mediante la inversión de uno
de los enlaces N-C o por la rotación del doble enlace N=N
(Esquema 1). El par de electrones no enlazante de cada átomo
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de nitrógeno, puede dar lugar a una transición electrónica
nπ* (S0S1) con inversión del átomo de nitrógeno (mecanismo de inversión). Por otro lado, también puede darse la isomerización mediante un mecanismo de rotación, en el que se
produce una transición ππ* (S0S2). Este mecanismo es
similar al que se produce en la isomerización del estilbeno.[11]
Esquema 1. Propuestas mecanísticas de la isomomerización de azobencenos.
Azobencenos como interruptores moleculares
Los requerimientos más importantes para que una molécula
pueda comportarse como un foto-interruptor molecular
son:[14,15]
a) La existencia de dos especies que puedan convertirse
entre sí fácil y selectivamente por irradiación con luz de una
determinada longitud de onda.
b) La interconversión térmica entre las dos especies no
debe ocurrir en un rango amplio de temperatura para permitir
así el almacenaje de información de forma casi infinita.
c) Las dos especies deben tener una resistencia apreciable a
la fatiga (número de ciclos que soportan sin descomponerse),
con la posibilidad de llevar a cabo varias veces el ciclo de
escritura/borrado y no debe producirse degradación térmica o
fotoquímica a productos colaterales.
d) Las dos formas estructurales deben ser fácilmente
detectables.
e) Para que el proceso de interrupción sea eficiente deben
alcanzarse altos rendimientos cuánticos utilizando periodos
de irradiación cortos.
f) Los tiempos de respuesta han de ser rápidos para que
también sean rápidos los ciclos de interrupción.
g) Es necesario que todas las propiedades permanezcan
inalteradas cuando el compuesto utilizado como foto-interruptor forma parte de una estructura macromolecular.
Gracias a las propiedades fotocrómicas de los azobencenos
y a su fácil acceso sintético,[3b,c,16,17,18] se han desarrollado
una gran variedad de dispositivos foto-sensibles, tales como
polímeros inteligentes,[19] cristales líquidos,[20] enzimas
inteligentes,[21] así como diferentes interruptores y máquinas
moleculares.[22,23,24] El movimiento molecular que se produce en la fotoisomerizacion ha disparado la imaginación del
químico hacia el desarrollo de azoestructuras que crecen en
complejidad, originalidad y utilidad.[25,26] En este artículo se
recogen algunos de los ejemplos más sobresalientes.
Fotoisomerización de Azobencenos: un movimiento molecular sencillo
Aplicaciones Biológicas
La introducción de un fragmento de azobenceno en una
molécula con actividad biológica[27] como una proteína,
puede controlar espacial y temporalmente una gran variedad
de procesos biológicos por regulación directa de la actividad
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de enzimas,[28] péptidos y polipéptidos,[29] receptores[30] o
canales de iones.[31] Esta estrategia es muy atractiva porque
permite controlar la conformación y como consecuencia la
actividad de las biomoléculas de un modo reversible, sin adición de ningún reactivo. Los efectos estructurales que provoca la isomerización pueden ser amplificados en el anfitrión o
poner en marcha una cascada de respuestas fotofísicas y fotoquímicas secundarias.
La primera aplicación de un azobenceno en biología se publicó a finales de los años 60, para foto-regular la actividad de
la quimotripsina, una enzima digestiva.[32] Poco más tarde, se
aplicó una estrategia similar en los estudios funcionales y
estructurales del receptor de acetilcolina, de tipo nicotínico.[33] Se observó que la fotoisomerización transcis de un
azobenceno 4,4-trimetilamoniometil sustituido, producía un
aumento de la concentración de los agonistas de acetilcolina,
como consecuencia de la interacción específica de ambos
isómeros con el receptor de acetilcolina que está presente en
la membrana excitable. De esta forma, se controlan los cambios de permeabilidad que permiten el movimiento de iones
durante la generación de un impulso bioeléctrico.
La isomerización de azocompuestos se ha empleado como
herramienta sintética para controlar la apertura y el cierre de
poros en membranas celulares, esencial para el transporte de
iones.[34] Un ejemplo muy ilustrativo es el descrito por
Trauner, Kramer y colaboradores para controlar el canal de
iones K+ en células neuronales (Esquema 2).[35]
mente la forma cis del azobenceno permite la aproximación e
interacción del fragmento de glutamato con el sitio activo de
la proteína. Cuando se produce esta interacción la proteína se
pliega como una concha de almeja, desencadenando la apertura del canal de iones (Figura 3b).[36]
Esquema 2. Representación del fotocontrol del canal de K+ en la membrana celular basado en la isomerización del azocompuesto 1.
Esquema 3. Foto-control de la conformación de α-hélice del polipéptido
azoderivado 2.
El azobenceno 1 contiene una sal de amonio cuaternaria
terminal de manera que cuando adopta la configuración trans,
bloquea el flujo de iones K+. Después de irradiar con una longitud de onda de 380 nm, el isómero cis acerca sustancialmente los anillos aromáticos, acortando su longitud, siendo
entonces incapaz de obstruir con eficacia el canal, lo que permite el paso de iones.
El desarrollo de sistemas capaces de foto-regular la actividad de los canales de iones es tremendamente importante en
neurobiología. Recientemente, se ha empleado el derivado de
maleimida, azobenceno y glutamato (MAG) (Figura 3a) como
agonista foto-crómico del receptor de glutamato ionotrópico
(iGluR). El cromóforo consta de una unidad terminal de
maleimida, por la que se asocia covalentemente a la proteína
a través de un residuo de cisteína, una unidad central de
azobenceno (A), y una cabeza de glutamato (G). Exclusiva-
El azoderivado se encuentra anclado entre dos residuos de
cisteína, imitando un puente disulfuro. Cuando el grupo azo
del polipéptido 2 se encuentra en su forma trans, mantiene su
afinidad con el ADN, conservando su conformación de αhélice. La fotoisomerización conduce al isómero cis que interrumpe dicha helicidad, inhibiendo la asociación con el ADN.
La fotoreversión al isómero trans recupera de nuevo la conformación final de α-hélice del ADN.
Las propiedades fotocrómicas de los azobencenos también
encuentran aplicaciones en el reconocimiento de tipo "hostguest".[38,39] Por ejemplo, el bis-azocompuesto 3 se comporta
como un excelente receptor del ión guanidinio por interacciones de enlace de hidrógeno. El reconocimiento resulta muy
efectivo cuando el azobenceno adopta la configuración cis
(Esquema 4).[38]
Entre los sistemas con propiedades de inclusión y comple-
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Figura 3. a) Interacción MAG con la proteína iGluR. b) Fotocontrol de la
apertura del canal de iones mediante la fotoisomerización.
Woolley y col.[37] han incorporando derivados de azobenceno a un polipéptido para controlar la conformación de αhélice, y así disponer de una herramienta sintética que permita fotomodular la relación conformación-interacción, tan
importante en el reconocimiento biológico. Un ejemplo representativo se recoge en el Esquema 3. En este caso el azo
derivado se encuentra anclado a un polipéptido de 18 aminoácidos, que posee una elevada afinidad por el ADN.
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90º. En el proceso de fotoisomerización intervienen tres formas isoméricas (trans, trans) (trans, cis) (cis, cis). El
isómero intermedio trans, cis- posee una elevada tensión de
anillo, siendo más inestable que los isómeros (trans, trans)- y
(cis, cis)- (28 y 2.6 Kcal·mol-1 respectivamente). La vida
media del isómero (trans, cis)- es tan sólo 28 s a 23 ºC. En
este tipo de sistemas, en donde el intermedio de la reacción
fotoquímica tiene una vida media tan corta y el producto final
(cis, cis-) es más estable que dicho intermedio, el rendimiento fotoquímico depende en gran medida de la intensidad de la
luz empleada.[45]
Esquema 4. Reconocimiento del ión guanidinio por cis,cis-3.
jación de iones,[40] se han descrito varias clases de compuestos denominados azofanos, azocoronas,[41] azocriptandos, azociclodextrinas, azociclodextrinas.[42] La introducción
de un azobenceno en estos sistemas, induce un fotocontrol de
las propiedades enlazantes de estas moléculas, habiéndose
demostrado que las propiedades de inclusión y complejación
de algunos iones son más selectivas en un isómero que en el
otro. Por ejemplo el sistema de azocorona 4 muestra una alta
selectividad por los iones Rb+ y Cs+.[43]
Esquema 6. Bisagra molecular.
Enhebrador molecular
Stoddart, Balzani y col.[46] han creado un dispositivo molecular
inteligente (trans-6) capaz de desplazarse al interior de un ciclofano [7]4+, como si fuera una aguja en un ojal (Esquema 7).[47]
La interacción entre ambos sistemas se mide en base a la fluorescencia emitida por la sal de piridinio ciclofano [7]4+ libre.
Esquema 5. Reconocimiento de iones Cs+ por el cis-azocompuesto 4.
La fotoisomerización tiene un movimiento similar al de una
mariposa, y sólo cuando se tiene el isómero cis, los cationes
se sitúan entre los dos anillos obteniéndose una estructura de
tipo "sandwich" (Esquema 5). La habilidad del azocompuesto
4 para extraer un catión de una solución acuosa se incrementa en el siguiente orden: Na+< K+ < Rb+ < Cs+. De acuerdo
con estas propiedades el compuesto 4 podría ser usado como
un sistema de transporte selectivo de iones controlado por luz.
Dispositivos moleculares basados en azobencenos
Bisagra molecular
Tamaoki y colaboradores[44] han diseñado un dispositivo
molecular capaz de foto-emular el movimiento de una bisagra. Este interruptor consta de dos unidades azo aromáticas,
que comparten dos fragmentos de xanteno coplanares
(Esquema 6). Dada la coplanaridad de los anillos adyacentes
a la agrupación azo, la fotoisomerización de este sistema
fuerza un movimiento molecular similar al de una bisagra, en
donde los dos anillos aromáticos se disponen en un ángulo de
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Esquema 7. Enhebrador molecular.
El azobenceno trans-6 está convenientemente sustituido
con unas unidades donadoras de electrones, de forma que
cuando se encuentra asociado [azo-6·74+] la fluorescencia está
completamente inhibida por interacciones de transferencia de
carga. La fotoexcitación, llevada a cabo por irradiación con
luz de λ 360 nm de una solución de trans-6 y [7]4+ causa un
proceso de "desenhebrado". El isómero cis-6 presenta una
interacción mucho más débil con el ciclofano [7]4+, hecho que
se refleja en el gran incremento de la intensidad de la fluorescencia de [7]4+. Dejando la mezcla en la oscuridad o irradiando con luz de λ = 440 nm el isómero trans se regenera y como
resultado se vuelve a "enhebrar" dentro del ciclofano. De esta
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forma gracias a la isomerización del doble enlace N=N se desencadena un movimiento de tipo enhebrado/desenhebrado
exclusivamente gobernado por luz.
la fotoisomerización transcis, lo que asegura que la unidad
de biisoquinolina se encuentre coordinada al azo-9 durante el
proceso de isomerización de la unidad de azobenceno.
Tijeras moleculares
En el año 2003, el grupo de Aida describió una nueva generación de dispositivos moleculares ópticos constituidos por
sistemas orgánicos de diferente naturaleza conectados entre sí
a través de una unidad de azobenceno, como epicentro del
movimiento. En primer lugar sintetizó un interruptor molecular capaz de realizar un movimiento de apertura y cierre
similar al de una tijera. Este interruptor consta de una unidad
central de ferroceno 1,1',3,3'-tetrasustituido, dos grupos fenilo
a modo de hojas de tijera y dos grupos feniletileno como asas
unidas a través de un azobenceno.[48] La irradiación con una
luz de λ 350 nm (180 min) conduce a una mezcla de isómeros
trans/cis 11/89, mientras que la exposición a luz visible (λ >
400 nm, 15 min), vuelve a enriquecer el isómero trans hasta
un 46%. El movimiento molecular se ha estudiado en base a
los espectros de dicroísmo circular (CD), 1H-RMN y cálculos
DFT, confirmando que el cambio en la configuración del
doble enlace N=N modifica la posición inicial del ferroceno lo
que resulta en una apertura (cis) y cierre (trans) de las "laminas" de fenilo (Esquema 8). El ángulo entre los dos anillos de
fenilo se altera desde aproximadamente 9º cuando se cierra la
"tijera" (trans-8) hasta más de 58º cuando se abre (cis-8).
Esquema 9. Pedales moleculares.
Nanovehículo
Esquema 8. Tijeras moleculares basadas en el azobenceno 8.
Pedales moleculares
En el año 2006,[49] estos mismos autores describieron un sistema más complejo que incluía dos unidades terminales de
porfirina-Zn asociadas no covalentemente a una molécula
huésped de biisoquinolina 10 (Esquema 9). La exposición del
azoderivado 9 con una luz de λ 350 ± 10 nm conduce a una
mezcla de isómeros trans/cis 22/78. La irradiación de esta
mezcla de isómeros a λ > 420 nm vuelve a enriquecer el
isómero trans hasta un 63% . El estudio del proceso de fotoisomerización de 9 reveló que el cambio configuracional de la
unidad de azobenceno provoca una secuencia de movimientos
moleculares de las unidades conectadas a él. La unidad de ferroceno responde rápidamente mediante un giro, que a su vez
induce un movimiento de apertura que aleja las unidades de
porfirina, provocando un giro mecánico de rotación en la
molécula de biisoquinolina 10 semejante al de unos pedales
moleculares.
Para que este dispositivo sea eficaz es importante que las
unidades de porfirina-Zn y biisoquinolina se mantengan asociadas durante la fotoisomerización, es decir que la dinámica de
disociación entre estas unidades sea más lenta que el
movimiento foto-inducido en sí mismo. En este caso, la constante de disociación es seis órdenes de magnitud más lenta que
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Uno de los mecanismos propuestos para la isomerización de
azobencenos sugiere que la isomerización foto-inducida
transcis transcurre mediante un mecanismo de rotación,
mientras que la reisomerización térmica cis trans sigue una
ruta de inversión.[50] La combinación de ambos procesos
(fotoquímico y térmico) podría dar lugar a un movimiento
mecánico de apertura (trans) y cierre (cis), acompañado de un
movimiento de translación. Basándose en esta hipótesis
mecanística, Tour y colaboradores han ramificado la estructura de azobenceno con el fin de diseñar un nanovehículo
capaz de desplazarse a modo de gusano (Figura 4).[51]
Figura 4. Diseño de nanovehículos basados en azoestructuras.
El sistema se compone de tres partes básicas: una unidad
central de azobenceno, un chasis rígido compuesto por
oligo(fenilacetilenos) que a su vez se encuentran anclados al
azobenceno a través de sus posiciones para, y unas ruedas
basadas en fullerenos C60 (azo-11) o p-carboranos (azo-12).
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Fotoisomerización de Azobencenos: movimientos moleculares a la carta.
Los estudios de fotoisomerización parecen indicar que únicamente el sistema de azobenceno con ruedas de p-carborano
(azo-12) puede ser útil como interruptor molecular, ya que la
fotoisomerización del azo-fullereno 11 da lugar tan sólo a un
8% del isómero cis. Sin embargo, aunque el rendimiento
cuántico obtenido para cis-11 no es muy elevado, esta proporción es significativa, teniendo en cuenta la rapidez con la
que se produce la transferencia de energía a la unidad de
fullereno.[52] En el caso del p-carborano azo-12 la irradiación
a una λ de 365 nm durante 10 min. conduce a un 24% del
isómero cis. La reisomerización fotoquímica (λ >495 nm, 5
min.) y térmica (calentando a 40 ºC, 15 min.) recupera el estado inicial. Con estos resultados preliminares la utilidad del
dispositivo requeriría demostrar si el movimiento molecular
de este dispositivo 12 cumple las expectativas de los autores.
Impulsor molecular
Una de las aplicaciones más atractivas e interesantes del proceso de isomerización de azobencenos es su utilización como
nanoimpulsores de medicamentos. La idea se basa en anclar
un azobenceno convenientemente funcionalizado en el interior de una nanopartícula de sílice formando las denominadas
nanopartículas mesoestructuradas foto-reactivas LAMS
(light-activated mesostructured silica nanoparticles). El
azobenceno 13 se encuentra anclado a la pared de la partícula mientras que el otro extremo permanece libre (Figura 5).[53]
número de moléculas liberadas se puede controlar en función
de la intensidad de luz y el tiempo de irradiación. Por otro
lado, se ha comprobado que en ausencia de luz la camptotecina se mantiene en el interior de las nanopartículas y las células permanecen intactas. Experimentos de control con células
carentes de nanopartículas, revelaron que la irradiación a 413
nm no afecta a la supervivencia de la célula, y de igual forma
la irradiación de células incubadas exclusivamente con
LAMS, que no contenían CPT, tampoco conducía a la muerte
celular, lo que garantiza la biocompatibildad de las células
con las partículas LAMS.
Elevador molecular
El movimiento molecular individual de un azobenceno en el
proceso de isomerización trans/cis se puede amplificar cuando el azobenceno se encuentra anclado a un sistema más complejo.[54] La suma cooperante de cada fotoisomerización individual puede magnificar además la respuesta dinámica si los
azobencenos se encuentran autoensamblados, generando un
movimiento uniforme.[55] Un ejemplo concreto se recoge en
el Esquema 10, en este caso uno de los anillos del azobenceno
posee un resto p-mercaptofenilo por el que se encuentra asociado a una capa de Au(111).[56] Todos los azobencenos se
orientan formando monocapas autoensambladas (SAMs: selfassembled monolayers). El proceso de isomerización trancis
de la unidad de azobenzeno depositada en la capa metálica
transcurre con muy buen rendimiento (88−98% de isómeros
cis) lo que es especialmente relevante para futuras aplicaciones en el diseño de dispositivos para el almacenaje de
información basados en sistemas fotocrómicos.[57] La fotoreversión del SAMs también transcurre con buen rendimiento
(entre el 94 y el 100%). La diferencia estructural (dtrans-dcis)
entre ambos isómeros es aproximadamente de Δd 7 Å.
Figura 5. Nanopartículas mesoestructuradas foto-reactivas LAMS.
Estas nanopartículas, presentan poros capaces de albergar
otro tipo de moléculas, que a su vez pueden ser expulsadas al
exterior de forma foto-inducida, gracias al aleteo molecular
que se produce en el proceso de isomerización del azobenceno. La morfología de las LAMS se evalúa mediante imágenes de microscopía de barrido electrónico (SEM), imágenes
de transmisión electrónica (TEM), UV-vis y rayos-X, estableciendo un diámetro de poro de 1,9 ± 0,1 nm, un volumen de
0,248 cm-3g-1 y una superficie de área de 621,19 m-2g-1. Las
nanopartículas, que contiene un 2,4% en peso de azobencenos, se tratan con moléculas de camptotecina 14 (CPT), un
medicamento empleado en el tratamiento del cáncer, que
queda alojado en su interior. Las LAMS(CPT) se incuban
durante 3 h con células cancerosas a oscuridad. Estas células
se irradian durante 5 min. a 0,1 W cm-2, a una longitud de
onda donde ambos isómeros poseen el mismo coeficiente de
extinción (λ = 413 nm), fomentando un intercambio continuo
entre ambos isómeros trans/cis, y a continuación se incuban
de nuevo en la oscuridad durante 48 h. Este experimento revela que las unidades de azobenceno situadas en el interior de
las LAMS (CPT) actúan a modo de impulsores (Figura 5), liberado el medicamento (CPT) exclusivamente tras irradiar la
nanopartícula con una luz a una determinada longitud de
onda, y produciendo como consecuencia la muerte celular. El
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Esquema 10. Elevador molecular.
Mediante microscopia de efecto túnel (STM) los autores
han determinado la densidad de superficie del SAMAZO, y han
calculado la fuerza que se ejerce en el movimiento molecular
de fotoisomerización de todos los azobencenos en el SAMAZO.
El foto-movimiento individual de cada azobenceno da lugar a
un cambio estructural colectivo, y lo que es más interesante,
en una dirección determinada. Este movimiento molecular
cooperativo del SAMAZO actúa a modo de elevador molecular, siendo capaz de levantar una gota de Hg depositada sobre
la monocapa de azobencenos. Además este dispositivo actúa
como foto-interruptor de la corriente entre la capa de Au(111)
y la gota de Hg. De manera que al irradiar con una longitud
de onda de λ = 370 nm se produce un notable aumento de la
densidad de corriente, aproximadamente de un orden de magnitud y de forma reversible, ya que al irradiar con una longitud de onda de λ = 450 nm se produce el correspondiente
descenso.
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Girasol molecular
Cuando un azobenceno se encuentra diferentemente sustituido en las posiciones orto o meta, los correspondientes
isómeros trans y cis pueden adoptar diferentes conformaciones. Un caso sencillo se ilustra en la Figura 6 para un
azobenceno mono orto-sustituido. En el isómero trans- la
agrupación azo puede orientarse lo más alejada posible del
sustituyente de la posición orto- (forma trans-I) o bien situarse próximo a él (trans-II). De forma análoga, el movimiento de los anillos aromáticos que acompaña al proceso de
fotoisomerización también puede dar lugar a varios confórmeros cis (cis-I y cis-II). La naturaleza electrónica de los
sustituyentes de los anillos aromáticos, así como su volumen
estérico, pueden ser claves para favorecer un tipo de conformación en los azocompuestos.
Figura 6. Consideraciones conformacionales en azobencenos mono ortosustituidos.
Considerando la estrecha relación que existe entre la conformación molecular y el reconocimiento biológico, es especialmente interesante diseñar azo-dispositivos que permitan controlar mediante un estímulo externo la configuración del doble
enlace nitrogenado y además poder definir una orientación o
conformación final concreta de cada estereoisómero (trans o cis).
Recientemente nuestro grupo de investigación ha sintetizado diferentes sulfinil azobencenos enantioméricamente puros.
El grupo sulfinilo ha resultado ser una pieza clave para el diseño del Girasol Molecular,[58] un dispositivo que por medio de
la luz puede realizar un fototropismo concreto con una dirección determinada. Los 2- y 3-sulfinil azocompuestos 18 y 19
enantioméricamente puros se obtienen con excelentes regioselectividades empleando un nuevo y sencillo método de síntesis de azocompuestos aromáticos, basado en el tratamiento de
bisacetales de quinona (15 y 16) con diferentes arilhidracinas
17 (Esquema 11).[59] En ambos casos el sulfóxido adopta preferentemente una conformación rígida s-cis,[60] que sitúa el
oxígeno sulfinílico en disposición 1,3-paralela con el
hidrógeno vecinal (flecha azul, Esquema 12). Esta disposición
es fundamental para forzar una conformación final concreta
del azocompuesto.
La irradicación con luz de λ = 365 nm, da lugar a un 84−
99% de cis-19 y un 33−75% de cis-18. La reisomerización
fotoquímica (λ = 436 nm) recupera el estado inicial en ambas
series de sulfinil derivados. El estudio de las propiedades
fotocrómicas de los azocompuestos enantiopuros 18 y 19,
empleando las técnicas habituales (UV/vis, dicroísmo circular, HPLC quiral y RMN), han permitido establecer que
dependiendo de la posición del sulfóxido (C-2 o C-3) la
respuesta quiralóptica es muy diferente.
Los isómeros cis en ambos p-tolilsulfinil azocompuestos,
muestran una disposición opuesta de los sustituyentes alrededor de la agrupación N=N, con una estructura en forma de S
para los cis-18 o en forma de U para los cis-19. La rigidez
conformacional del grupo sulfinilo quiral, es la clave para
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Esquema 11. Síntesis y fotoisomerización de sulfinil azobencenos.
controlar la direccionalidad del movimiento molecular de
fotoisomerización, de forma que eligiendo la posición del
sulfóxido en el azobenceno (orto o meta al N=N), la irradiación con luz provoca un cambio geométrico y conformacional determinado y rígido, induciendo un fototropismo concreto a modo de tallo de un girasol.
Base de Brønsted fotoactiva
La conformación de una molécula puede tener implicaciones
directas con su reactividad. Controlar la conformación es por
tanto una llave para controlar su reactividad. La fusión de este
concepto con los interruptores moleculares está abriendo las
puertas al desarrollo de nuevos compuestos foto-reactivos, en
los que su reactividad pueda controlarse a modo de interruptor (on/off) mediante un estímulo externo. Recientemente,
Hecht y col.[61] han diseñado una base de Brønsted 20 cuyo
pKa varía sustancialmente con la luz.
Esquema 12. Fotoisomerización del azocompuesto 20 y aplicación como
catalizador foto-básico.
El estudio se centra en el azobenceno 20 que posee en uno
de los anillos aromáticos una lactona espirocíclica fusionada a
un piperidina conformacionalmente restringida (Esquema 12).
En esta estructura del isómero trans-20 el par de electrones sin
compartir del nitrógeno se encuentra inaccesible. El proceso
de fotoisomerización transcis cambia la disposición de los
anillos aromáticos, desbloqueando el acceso al centro básico
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Fotoisomerización de Azobencenos: movimientos moleculares a la carta.
de la piperidina. La actividad de este interruptor de tipo base
de Brønsted se ha verificado en la reacción de Henry entre el
p-nitrobenzaldehido y el nitroetano, comprobando que tan
sólo el isómero cis es capaz de catalizar la reacción.
la en la dirección de las agujas del reloj.[62] Recientemente,
este elastómero cristalo-líquido se ha empleado en el desarrollo del primer motor plástico foto-mecánico, capaz de convertir la luz en energía mecánica, sin necesidad de ninguna
batería o cable eléctrico.[23]
Azo-Polímeros foto-dirigidos
Conclusiones
Un último y espectacular ejemplo del movimiento molecular
de isomerización de azobencenos se recoge en la Figura 7. La
irradiación de polímeros que contienen moléculas sensibles a
la luz, como los azobencenos, puede dar lugar a una foto-contracción del polímero, convirtiendo la energía luminiscente en
mecánica. El grupo de Ikeda y col.[19] han demostrado cómo
la irradiación con una luz polarizada lineal de un elastómero
cristalo-líquido (LCEs) de azobencenos, es capaz de contraer
y expandir la película LCEs (lámina amarilla en Figura 7) en
una dirección determinada. La película se obtiene mediante la
polimerización térmica del azocompuesto 21 (monómero),
empleando el diacrilato derivado 22 como agente de entrecruzamiento. El azo-LCEs está compuesto por un polidominio con características de cristal líquido, formado a su vez
por varios micro-dominios de azobencenos alineados en una
misma dirección. Aunque a nivel macroscópico la alineación
de la película es aleatoria, al irradiar con la luz polarizada lineal, la absorción selectiva de luz por parte del azobenceno,
provoca una ordenación colectiva de todos sus micro-dominios, de forma que la orientación del pliegue está gobernada
por la dirección de la fuente de luz polarizada lineal (flecha
blanca en Figura 7). La película se obtiene mediante la
polimerización térmica del azocompuesto 21 (monómero),
empleando el diacrilato derivado 22 como agente de entrecruzamiento. El azo-LCEs está compuesto por un polidominio con características de cristal líquido, formado a su vez
por varios micro-dominios de azobencenos alineados en una
misma dirección. Aunque a nivel macroscópico la alineación
de la película es aleatoria, al irradiar con la luz polarizada lineal, la absorción selectiva de luz por parte del azobenceno,
provoca una ordenación colectiva de todos sus micro-dominios, de forma que la orientación del pliegue está gobernada
por la dirección de la fuente de luz polarizada lineal (flecha
blanca en Figura 7). La irradiación consecutiva con una λ =
366 nm, a 0º, -45º, -90º o -135º, seguida de una irradiación a
λ > 540 nm, produce la contracción y expansión de la pelícu-
Figura 7. Ilustración del efecto de la irradiación con luz polarizada lineal sobre azo-LCEs.
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El azobenceno es uno de los sistemas más empleados en el
diseño de foto-interruptores moleculares. Son compuestos
fáciles de obtener y con unas propiedades fotocrómicas muy
interesantes. Por medio de un estimulo externo, que suele ser
una irradiación de luz a una determinada longitud de onda,
fluctúan entre sus dos especies isoméricas trans/cis. Además
esta isomerización es revesible fotoquímica o térmicamente.
Hoy en día, la investigación continúa hacia la búsqueda de
complementos sintéticos que mejoren las propiedades de los
azobencenos, hacia el desarrollo de dispositivos más eficaces
que controlen la isomerización y orientación del azobenceno,
trasladando el proceso de fotoisomerización a otros conceptos
de la química, desde el desarrollo de compuestos foto-reactivos o materiales fotomecánicos, hasta la bio-incorporación
de azobencenos a sistemas más complejos que permitan
lograr un mayor entendimiento así como un foto-control de
los mecanismos dinámicos biológicos.
Agradecimientos
Los autores agradecen especialmente a M. Carmen Carreño,
Catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid, por su
continuo apoyo y motivación, así como sus sugerencias
durante la elaboración de este artículo. A la Comunidad
Autónoma de Madrid-UAM (CCG08-UAM/PPQ-3980) y al
MCINN (CTQ2008-04691/BQU y contrato posdoctoral) por
la financiación.
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[46] a) M. Asakawa, P. R. Ashton, V. Balzani, C. L. Brown, A.
Credi, O. A. Matthews, S. P. Newton, F. M. Raymo, A. N.
Shipway, N. Spencer, A. Quick, J. F. Stoddart, A. J. P.
White, D. J. Williams, Chem. Eur. J. 1999, 5, 860−875.
b) R. Ballardini, V. Balzani, A. Credi, M. T. Gandolfi, M.
Venturi, Acc. Chem. Res. 2001, 34, 445−455.
[47] Para otro ejemplo similar, ver: K. S. Jeong, K. J. Chang,
Y. J. An, Chem. Commun. 2003, 1450−1451.
[48] a) T. Muraoka, K. Kinbara, Y. Kobayashi, T. Aida, J. Am.
Chem. Soc. 2003, 125, 5612−5613. b) T. Muraoka, K.
Kinbara, T. Aida, Chem. Commun. 2007, 1441−1443.
[49] a) T. Muraoka, K. Kinbara, T. Aida, Nature, 2006, 440,
512−515. b) T. Muraoka, K. Kinbara, A. Wakamiya, Yamaguchi, S. T. Aida, Chem. Eur. J. 2007, 13, 1724−1730.
[50] G. R. Mitchell, N. R. King, Macromol. Symp. 1999, 137,
155−165.
[51] a) G. Vives, J. M. Tour, Acc. Chem., Res. 2009, 42, 473−
487. b) T. Sasaki, J. M. Tour, Org. Lett. 2008, 10, 897−900.
[52] Y. Shirai, T. Sasaki, J. M. Guerrero, B.-C. Yu, P. Hodge,
J. M. Tour, ACS Nano, 2008, 2, 97−106.
[53] a) S. Angelos, E. Johansson, J. F. Stoddart, J. I. Zink, Adv.
Funct. Mater. 2007, 17, 2261−2271. b) S. Angelos, E. Choi,
F. Vögtle, L. De Cola, J. I. Zink, J. Phys. Chem. C. 2007,
18, 6589−6592. c) J. Lu, E.l Choi, F. Tamanoi, J. I. Zink,
Small 2008, 4, 421−426.
[54] L. V. Schfer, E. M. Müler, H. E. Gaub, H. Grubmüller,
Angew. Chem. Int. Ed. 2007, 46, 2232-2237.
[55] G. Pace, V. Ferri, C. Grave, M. Elbing, C. von Hänisch,
M. Zharnikov, M. Mayor, M. A. Rampi, P. Samorí, Proc.
Natl. Acad. Sci. U.S.A., 2007, 123, 9937−9942.
[56] V. Ferri, M. Elbing, G. Pace, M. D. Dickey, M. Zharnikov,
P. Samorí, M. Mayor, M. A. Rampi, Angew. Chem. Int. Ed.
2008, 47, 3407−3409.
[57] J. E. Green, J. W. Choi, A. Boukai, Y. Bunimovich, E.
Johnston-Halperin E. DeIonno, Y. Luo, B. A. Sheriff, K.
Xu, Y. S. Shin, Nature 2007, 445, 414−417.
[58] a) M. C. Carreño, I. García, I. Nuñez, M. Ribagorda, E.
Merino, S. Pieraccin, G. P. Spada, J. Am. Chem. Soc. 2007,
129, 7089−7100. b) C. Carreño, I. García, M. Ribagorda,
E. Merino, S. Pieraccini, G. P. Spada, Org. Lett. 2005, 7,
2869−2872.
[59] M. C. Carreño, G. Fernández Mudarra, E. Merino, M. Ribagorda, J. Org. Chem. 2004, 69, 3413−3416.
[60] S. D. Kahn, W. J. Hehre, J. Am. Chem. Soc. 1986, 108,
7399−7400.
[61] a) M. V. Peters, R. S. Stoll, A. Kühn, S. Hecht, Angew.
Chem. Int. Ed. 2008, 47, 5968−5972. b) R. S. Stoll, Maike
M. V. Peters, A. Kühn, S. Heiles, R. Goddard, M. Bühl, C.
M. Thiele, S. Hecht, J. Am. Chem. Soc. 2009, 131, 357−367.
[62] Para otra aplicación similar ver ref. 24.
http://www.chemsoc.se/sidor/KK/formulaVI/index.htm
An. Quím. 2009, 105(4), 290−299
www.rseq.org
© 2009 Real Sociedad Española de Química
299
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