HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. BLOQUE I. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN. TEMA 1. LOS PROLEGÓMENOS DE LA CRISIS. 1. ORGANIZACIÓN ESTAMENTAL DE LA SOCIEDAD. Se denomina Crisis del Antiguo Régimen al período de la historia de España que se desarrolla entre 1788 (fin del reinado de Carlos III, comienzo del reinado de Carlos IV) y 1833. Durante estas décadas, y tras la Revolución Francesa de 1789, el Antiguo Régimen entra en crisis: el reinado de Carlos IV, la Guerra de Independencia y las Cortes de Cádiz son el origen del liberalismo español; tras la guerra, el reinado de Fernando VII se caracteriza por una serie de vaivenes políticos y desajustes socioeconómicos que se enmarcan en esa crisis. Pero, ¿a qué se denomina Antiguo Régimen? Al sistema político, económico y social imperante en la Europa de los siglos XVI, XVII y XVIII. Desde el punto de vista político, este sistema se caracteriza por el absolutismo monárquico. Desde el punto de vista socioeconómico, por una estructura económica basada en la tierra y sus rentas como fuente de riqueza, y por una sociedad estamental, esto es, dividida en estamentos definidos por ley: la nobleza y el clero (estamentos privilegiados que no pagan impuestos) y el resto de la población (burguesía, campesinos….). En el caso de España, esa sociedad estamental conservaba, como en otros lugares de Europa, los rasgos aparecidos en la Edad Media, es decir, la profunda división y desigualdad jurídica entre los privilegiados y los no privilegiados. Se trataba de grupos sociales muy cerrados, pero con situaciones diferenciadas dentro de cada grupo o estamento. Así, la nobleza agrupaba, en el siglo XVII, al 5% de la población, y abarcaba desde los Títulos de Castilla y Grandes de España, élite que acumulaba riquezas y patrimonio, a los caballeros e hidalgos de haciendas mucho más precarias. Fue habitual la compra de títulos de nobleza y el acceso a la misma por méritos oficiales o servicios a la monarquía. La nobleza poseía numerosos señoríos jurisdiccionales, en los que administraba justicia y de los que extraía rentas. También eran notables las diferencias en el clero. El alto clero (arzobispos, cardenales o abades) mantenía situaciones semejantes a la nobleza, mientras el bajo clero (párrocos, capellanes, monjes….) vivía, en ocasiones, de forma parecida a artesanos o campesinos. El clero constituía poco más del 2% de la población, pero controlaba más del 40% de la propiedad territorial, en una sociedad en la que era la tierra la fuente de riqueza. Además, gozaba del derecho a cobrar el diezmo, impuesto sobre la cosecha, a todos los campesinos. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. En general, tanto nobleza como clero acumulaban unos altísimos porcentajes de las rentas y riquezas del reino y estaban exentos de impuestos. El señorío (posesión vinculada a una familia o institución eclesiástica) fue la forma más extendida de dominio social. Entre los no privilegiados, los pecheros, sujetos al pago de tributos (pechos) y a la justicia ordinaria, eran tanto campesinos, seguramente el 80% de la población, como población urbana. También en este grupo había notables diferencias. Así, los campesinos propietarios y acomodados tenían un nivel de vida similar a la pequeña nobleza rural; y los grandes mercaderes o maestros de gremios formaban parte del patriciado urbano, junto a los caballeros e hidalgos de la ciudad. Mientras, una masa de pequeños propietarios agrarios, jornaleros, artesanos y proletariado urbano no sólo padecía la discriminación jurídica propia de la sociedad estamental, sino que carecía de propiedades. Fue surgiendo un raquítico grupo de burguesía comerciante e industrial, cuya influencia no sobrepasaba el ámbito de algunas ciudades dedicadas al comercio, sobre todo colonial, como Cádiz y Barcelona. Se trataba de una sociedad agraria, donde la posesión de la tierra otorgaba rentas y poder. La mayor parte de esa tierra estaba amortizada, no se podía comprar ni vender: era lo que se llamaba un bien de “manos muertas”. La institución del mayorazgo lo ejemplifica; surgida en la Edad Media, consistía en el derecho a vincular el conjunto de bienes al título nobiliario o a la familia, de tal forma que el heredero, uno solo para no dañar el patrimonio, podía administrar los bienes y gozar de ellos, pero sin venderlos o enajenarlos. La propia Corona y la Iglesia eran titulares de señoríos. Por todo ello, casi el 80% de las tierras estaban fuera del mercado, lo que impedía la movilidad económica y social. Sobre esa situación socioeconómica incidirán las críticas de los ilustrados. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 2. LA MONARQUÍA ABSOLUTA Y LA POLÍTICA ILUSTRADA. Durante el siglo XVIII se implanta en España el absolutismo monárquico de carácter uniforme y centralista, a la manera francesa. Previamente, a finales del siglo XV, se produce la unión dinástica de los reinos peninsulares. El matrimonio entre Fernando de Aragón e Isabel de Castilla es el inicio de ese proceso. Los Reyes Católicos implantan, además, el embrión del Estado Moderno. En los siglos XVI y XVII, con los Austrias (Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II) se produce la forja del Imperio, a la que sigue la posterior decadencia y pérdida de la hegemonía. Pero el absolutismo centralista y uniformizador llega con los Borbones. En 1700 fallece sin descendencia el último de los Austrias, Carlos II. Deja como heredero de la corona española a Felipe de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV. Es coronado con el nombre de Felipe V (1700-1746). En principio, las potencias europeas aceptaron el testamento porque prohibía la unión de las coronas francesa y española e impedía la hegemonía francesa en Europa. Pero Luis XIV mantuvo los derechos de sucesión de Felipe V al trono francés y adoptó algunas actitudes expansionistas que ponían en peligro el equilibrio europeo. Ante ello, el emperador austriaco, Leopoldo I, que también tenía derechos sucesorios por vía familiar a la corona española, formó una alianza con Inglaterra y Holanda contra Francia y España. En 1703 coronó como rey de España a su nieto el archiduque Carlos. Ello da lugar a la llamada Guerra de Sucesión (1703-1713). Esta guerra no sólo fue un conflicto europeo por la hegemonía, sino también una guerra civil que enfrentó, dentro de España, a los partidarios del modelo pactista de los Austrias, basado en la unión de varias coronas y reinos que mantenían sus propias instituciones, con los partidarios del absolutismo centralista de tipo francés. Los primeros apoyaron la candidatura austriaca del Archiduque Carlos; los segundos fueron partidarios del coronado Felipe V. En los reinos de la Corona de Aragón fueron mayoritarios los que se inclinaban por el archiduque; en la de Castilla, ocurrió lo contrario, aunque no hubo unanimidad, pues destacadas familias de la nobleza no aceptaron el modelo francés. La guerra finalizó con la firma de los tratados de Utrecht (1713) y Rastatt (1714). Se reconocía a Felipe V como rey de España, renunciando él al cualquier derecho de sucesión al trono francés. España perdía territorios en Europa, además de Gibraltar y Menorca. También hubo de hacer concesiones a Inglaterra en relación al comercio inglés con la América hispana. Comienza así la implantación del modelo absolutista y centralista francés, paralelamente a la aplicación de una política reformista de tipo ilustrado. Los monarcas borbones del siglo XVIII tuvieron como objetivo llevar a la práctica desde arriba reformas inspiradas en el pensamiento de la Ilustración (Despotismo Ilustrado). El objetivo era la prosperidad del reino, PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. además de recuperar el prestigio internacional de España. Para ello, según los ilustrados, eran necesarias reformas económicas, sociales y culturales, además de la reforma política y administrativa de carácter centralizador. Para llevar a cabo las reformas el primer paso fue la reforma del Estado: - - - Los Decretos de Nueva Planta, justificados por el “derecho de conquista” de los territorios que apoyaron al otro candidato durante la guerra, se aplicaron a lo largo de la misma en los dos reinos vencidos de la Corona de Aragón: Aragón y Valencia, en 1707. Tras la guerra, y sin mencionar el derecho de conquista, se promulgan los decretos para Mallorca (1715) y Cataluña (1716). Estos decretos suprimen los fueros, leyes propias y Cortes de los respectivos reinos e introducen un nuevo sistema fiscal común, además de imponer la administración borbónica. Sólo País Vasco y Navarra conservaron sus fueros como premio por su lealtad a Felipe V. Reforma de la administración central, sustituyendo el anterior modelo de “consejos”, propio de los Austrias, por el de las “Secretarías de Estado y del Despacho”, encargadas de los diferentes asuntos. En la administración territorial, se suprimieron los antiguos virreinatos y se extendió la división del reino en provincias gobernadas por capitanes generales e intendentes. Se implantan, además, los corregidores, cargo tradicional en Castilla, en los territorios de la Corona de Aragón. En general, el nuevo estado borbónico, sobre todo en la administración central, marginó a la alta nobleza de los cargos y se apoyó en una burocracia procedente de la baja nobleza. Por otra parte, la práctica del absolutismo ilustrado exigía reducir el poder temporal de la Iglesia. Para ello, se lleva a cabo una política regalista. Consistía en defender la soberanía del rey en materia eclesiástica, en el sentido de nombrar a los cargos eclesiásticos (regalías). Las principales medidas regalistas se produjeron durante el reinado de Carlos III (1759-1788), quien limitó el poder de la Inquisición. La decisión más radical fue la expulsión de los jesuitas adoptada en 1767. El pretexto para ello fue la acusación de haber instigado el “Motín de Esquilache” (1766), que había provocado graves desórdenes en Madrid y otros lugares de España. Se consideró a los jesuitas culpables de provocar el motín. En cuanto a las reformas socioeconómicas, los ilustrados consideraban que el crecimiento demográfico era necesario para la prosperidad, e impulsaron medidas poblacionistas, como estímulos a la natalidad, repoblaciones de territorios y mejoras en la medicina y la sanidad. También se favorece el crecimiento de la producción agraria, PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. pero sin sobrepasar nunca los límites del Antiguo Régimen. Los pensadores ilustrados (como los asturianos Campomanes y Jovellanos) denunciaron los privilegios de La Mesta y los bienes de manos muertas. Se tomaron medidas como el reparto de tierras baldías, la abolición de la tasa que gravaba el comercio de granos o la limitación de ciertos privilegios de la Mesta. Los gobiernos ilustrados intervinieron de manera directa en algunas reformas, como las colonizaciones de Sierra Morena en tierras de realengo deshabitadas. También esa intervención se produce en la difusión de nuevas técnicas agrarias y nuevos tipos de cultivo a través de los párrocos. Se crean Sociedades de Amigos del País para fomentar los estudios sobre el progreso material y económico, y se financian obras públicas para extender el regadío. El éxito de esas medidas fue escaso. Otra de las prioridades fue el fomento de las manufacturas y de la industria, pues el pensamiento ilustrado, influido por el mercantilismo, vinculaba la actividad industrial con el comercio exterior para conseguir una balanza comercial favorable. De este modo, se promulgan leyes para acabar con la condición de oficios viles de los oficios manuales y se intenta una reforma de los gremios. Se prohíbe, asimismo, la importación de tejidos o la exportación de materias primas para fomentar la industria nacional. También se crean compañías comerciales para el fomento del comercio. Pero tampoco aquí las reformas tuvieron éxito, como tampoco lo tuvieron los intentos de reformar el sistema de impuestos: la oposición de los grupos privilegiados impidió el establecimiento de una contribución única. 3. LA POLÍTICA EXTERIOR Y LAS REPERCUSIONES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA. En el nuevo contexto internacional surgido de los tratados de Utrecht, España pierde el rango de gran potencia a la vez que su imperio americano queda amenazado por el expansionismo inglés. Esta circunstancia, unida a los lazos familiares de la nueva dinastía con Francia, determina una serie de alianzas con ese Estado que, además, es el rival de Inglaterra en Europa. Con el objetivo de recuperar el rango internacional perdido y de proteger a las colonias americanas de la expansión inglesa, los Borbones españoles establecen una alianza con los Borbones franceses. Son los denominados PACTOS DE FAMILIA, que dan lugar a enfrentamientos bélicos con Inglaterra. De este modo, con Felipe V (1700-1746), el principal objetivo de la política exterior fue el revisionismo de Utrecht. Se plantea la recuperación de Gibraltar y Menorca, así como la recuperación de la influencia española en Italia. Pero la formación de la “Cuádruple Alianza” (Francia, Holanda, Austria, PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Inglaterra) obligó al abandono del proyecto revisionista. Más tarde, tras la firma del PRIMER PACTO DE FAMILIA (1733), el hijo de Felipe V, Carlos, futuro Carlos III, fue reconocido como rey del Reino de las Dos Sicilias, en el sur de Italia. Se firmó, después, un SEGUNDO PACTO DE FAMILIA (1743). Con Fernando VI (1746-1759), se produce el giro hacia una política de neutralidad que buscaba dar prioridad a las reformas interiores. En el reinado de Carlos III (1759-1788), se firma el TERCER PACTO DE FAMILIA (1761). La neutralidad no había conseguido apaciguar el expansionismo inglés sobre la América española. Ese pacto se firma en el contexto de la “Guerra de los Siete Años”, que enfrentaba a Inglaterra con Francia. La guerra tendrá resultados negativos para la monarquía española. Termina con la paz de París (1763): España recupera territorios ocupados por los ingleses, pero pierde otros como Florida o Sacramento. Este tercer pacto se reactivó más tarde con motivo de la guerra de Independencia de las trece colonias inglesas en América del Norte (1776-1783), en la que España participa con Francia a favor de los colonos americanos. El conflicto termina con la paz de Versalles: España recupera Menorca, además de las dos Floridas y otros territorios. El inicio del reinado de Carlos IV (1788-1808), coincidió con el estallido de la Revolución Francesa en 1789. El miedo a la Revolución supone el abandono de la política de reformas y el fin de la alianza con Francia. El secretario de Estado, Floridablanca, decide cerrar fronteras a la propaganda revolucionaria. Después, en 1793, al iniciarse la etapa revolucionaria radical en Francia, España se une a la alianza de estados que declaran la guerra a la Francia revolucionaria. Con el giro posterior de la Revolución hacia posiciones más moderadas, desde 1796 (Tratado de San Ildefonso) se vuelve a una alianza con Francia frente a Inglaterra. Esta alianza, conducida por Godoy, fue el origen del alineamiento de España con Francia en sucesivas guerras contra Inglaterra. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 2. LA PRIMERA FASE DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL (18081814). 1. LOS PROLEGÓMENOS DE LA GUERRA.. El reinado de Carlos IV (1788-1808) estuvo jalonado por una serie de crisis de subsistencias, con escasez y subida del precio de los cereales, lo que demuestra el fracaso de las reformas ilustradas, paralizadas, por otra parte, desde el estallido de la Revolución Francesa. La mala situación económica agravó, además, el déficit de la Hacienda Real, que aumentó por el coste de las sucesivas guerras contra los revolucionarios franceses, en un primer momento y, después, contra Inglaterra. Durante esa época el gobierno fue ejercido por el valido Manuel Godoy, que intenta reformas para remediar la situación socioeconómica. Esas reformas se encuentran con la oposición popular y con el descontento de los privilegiados, ya que Godoy intenta eliminar privilegios fiscales de la nobleza, así como desamortizar una parte de los bienes eclesiásticos. Los privilegiados forman el denominado “partido fernandino” contra Godoy y Carlos IV, utilizando como bandera la figura del príncipe heredero, Fernando, quien protagonizó la fracasada “conjura” de El Escorial (1807), en la que pretendió arrebatarle el trono a su padre y desposeer a Godoy de su poder. La política exterior de Godoy fue otro de los factores de la guerra de la Independencia. El tratado de Fontainebleau (1807), firmado con Napoleón, permitía el paso de las tropas francesas por España para ocupar Portugal. Pero las verdaderas intenciones de Napoleón se desvelaron cuando el ejército francés, además de ocupar Lisboa, pretendió el control de Cádiz y Barcelona. El descontento popular originó, con el apoyo de la nobleza, el motín de Aranjuez (1808), revuelta que provocó la caída de Godoy y forzó la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. Padre e hijo acudieron a Napoleón como árbitro para solucionar el pleito sucesorio. Llamados a Bayona, el emperador les obligó a abdicar (1808) y nombró a su hermano, José Bonaparte, rey de España, convertida así en estado vasallo dentro del imperio napoleónico. El descontento popular se manifestó en el levantamiento popular del 2 de mayo de 1808 en Madrid, desencadenado cuando el ejército trataba de sacar del palacio Real a los miembros de la familia real que no se habían trasladado todavía a Bayona. La sublevación fue reducida por las tropas francesas del general Murat y seguida de una dura represión, inmortalizada por Goya en su cuadro Los fusilamientos del 3 de mayo 2. LA GUERRA DE INDEPENDENCIA. . En los días siguientes, la insurrección se generalizó en toda España. Los sublevados no aceptaron el nuevo poder francés ni la colaboración de las autoridades del Antiguo Régimen con los ocupantes, considerando que la PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. soberanía originaria que encarnaba el monarca volvía al pueblo español. Se organizaron Juntas locales y provinciales para coordinar la resistencia. La coordinación entre las mismas dio lugar a la formación de una Junta Suprema Central para dirigir la guerra. La guerra fue larga y penosa (1808-1814) y se pueden distinguir tres etapas: - - - Hasta finales de 1808 es favorable para los españoles, que obligan al rey José I a salir de Madrid. En julio, las tropas del general Castaños derrotan en Bailén a las tropas francesas. La resistencia popular se manifestó en los asedios franceses (“sitios” de Zaragoza y Gerona), y en la acción de la guerrilla. A finales de 1808, el propio Napoleón en persona restableció el poder francés y su ejército controló la mayor parte del territorio hasta 1812. A pesar del apoyo del ejército inglés mandado por el general Wellington, la Junta Suprema hubo de refugiarse en Sevilla y, después, en Cádiz. La retirada de una parte de las tropas francesas, en 1812, para luchar en el frente de Rusia, devolvió la iniciativa a los ejércitos español y británico, que ocuparon de nuevo Madrid y obligaron a los franceses a replegarse hacia el norte. Finalmente, en 1814, fueron forzados a retirarse de España. A finales de 1813, Napoleón trató de firmar con Fernando VII el tratado de Valençay, por el que le declaraba en libertad y permitía su regreso a España. Tanto en el levantamiento como en la guerra la participación popular fue fundamental, a través de la resistencia a los distintos asedios y a través de la guerrilla. Fue un hecho decisivo en el nacimiento de la idea de la nación española. Paralelamente al desarrollo de la guerra, se produjo un proceso de revolución liberal que se plasmó en las Cortes de Cádiz y en la Constitución de 1812. 3. LAS CORTES DE CÁDIZ. La mayoría de los españoles no aceptó la nueva dinastía francesa (José I) impuesta por Napoleón ni las instituciones que colaboraban con la misma (Junta de Gobierno nombrada por Fernando VII y Consejo de Castilla). Los sublevados consideraron que, ante el vacío de poder, la soberanía recaía en el pueblo y eligieron las juntas locales o provinciales como instituciones representativas. Esas juntas se coordinaron en una Junta Suprema Central que, más tarde, fue sustituida por un Consejo de Regencia. El objetivo era no sólo la lucha contra los invasores, sino también la realización de las reformas políticas que se venían pidiendo desde el motín de Aranjuez. De este modo, la Junta Central, confinada en Cádiz por el avance francés, llevó a cabo una PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. convocatoria de Cortes, en torno a la cual surgieron tres tendencias políticas diferenciadas: - Los conservadores, cuyo principal representante fue el conde de Floridablanca, defendían el estado absolutista y eran contrarios a la convocatoria de Cortes. - Los centristas o jovellanistas (seguían el criterio de Jovellanos) eran en su mayoría ilustrados que, al contrario de los ilustrados afrancesados, no aceptaron ponerse al lado de José I. Defendían una vía intermedia entre los que preferían el absolutismo y los que veían en las Cortes la representación de la soberanía nacional. Creían que las Cortes debían limitar el poder del rey, pero sus reformas debían ser moderadas y no revolucionarias. - El sector de jóvenes que, después, integrarían el “partido liberal”. Entendían que la soberanía se había transferido revolucionariamente a las juntas y a los poderes surgidos de ellas. Las Cortes debían ser, por ello, la representación de la soberanía nacional. La muerte de Floridablanca, las dificultades de la guerra y la puesta en práctica de la Constitución o Estatuto de Bayona, texto constitucional otorgado por Napoleón con el apoyo de los afrancesados, dejaron paso libre, en 1809, a la idea de convocatoria de Cortes. La Junta Central, antes de disolverse en 1810 y de nombrar una “regencia”, aprobó la convocatoria. El “partido liberal” pudo imponer sus tesis de unas Cortes unicamerales y representantes de la soberanía nacional. El primer decreto de esas Cortes, en 1810, reconocía ya los principios de la futura constitución: soberanía nacional y división de poderes. Las Cortes llevaron a cabo una doble tarea: establecer un nuevo sistema político con la redacción de la Constitución de 1812 y desmantelar jurídicamente el Antiguo Régimen a través de un conjunto de leyes. Desde los primeros momentos aparecen definidas las tres corrientes citadas. La del “partido liberal”, a pesar de ser minoritaria, impondrá sus tesis, contando con representantes de gran preparación política y técnica. Como consecuencia se aprueban, antes y después de promulgar la Constitución, una serie de leyes que establecen los principios del nuevo orden político y jurídico liberal. Así, las Cortes promulgan decretos que reconocen la ya citada soberanía nacional. Además, legislan la abolición de los señoríos, lo que abre la puerta a que los propietarios de esos señoríos jurisdiccionales se conviertan en propietarios privados de los mismos, aunque sin las atribuciones políticas y jurisdiccionales que, hasta entonces, tenían sobre los mismos. Después de aprobada la Constitución, las Cortes continúan su tarea legislativa con el objetivo de apurar el desmantelamiento del Antiguo Régimen. De este modo, el decreto de desamortización, de 1813, establece la conversión de bienes nacionales, y su venta en subasta pública, de los bienes eclesiásticos y civiles amortizados y PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. vinculados, esto es, que no se podían dividir ni vender. También se promulgan leyes de libertad de industria, comercio y otros. Estas leyes no tendrán aplicación por la restauración absolutista de 1814, pero serán desarrolladas cuando triunfe la revolución liberal durante la etapa de Isabel II. 4. LA CONSTITUCIÓN DE 1812. La gran obra de las Cortes fue la Constitución de 1812, promulgada el 12 de marzo de ese año. Constaba de 10 títulos y 348 artículos. Establecía un sistema político de monarquía constitucional parlamentaria, en la que el poder ejecutivo quedaba supeditado al legislativo. Se basaba en los siguientes principios: soberanía nacional, división de poderes, limitación del poder real, una sola cámara, sufragio universal indirecto y reconocimiento de derechos individuales, estos últimos muy limitados por el hecho de que no se establecía la libertad religiosa y se imponía un estado confesional. En cuanto a la división de poderes, la Constitución otorgaba el poder ejecutivo al Rey y sus secretarios de Despacho (ministros); el legislativo, a unas Cortes unicamerales; y el judicial, a tribunales de justicia independientes de los otros poderes. Por otra parte, el reconocimiento de la soberanía nacional implicaba que el poder ejecutivo del rey era un poder delegado por encargo de la nación. El rey no podía suspender ni disolver las Cortes y se creaba, además, una Milicia Nacional, encargada de defender la Constitución. La forma de organización territorial es centralista y uniforme. El modelo de organización a escala local y provincial se basaba en la creación de Ayuntamientos constitucionales y Diputaciones provinciales. Sus miembros tenían que ser elegidos por sufragio indirecto. La Constitución de 1812 fue una referencia para los revolucionarios liberales del siglo XIX. Abolida en 1814, tras el regreso de Fernando VII, volvió a estar en vigor entre 1820 y 1823 (Trienio Liberal) y, más tarde, en 1836-1837, mientras se redactaba la constitución de 1837. Supone, por otra parte, el nacimiento político-jurídico de la nación española. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 3. ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO. (1814-1833) 1. LA RESTAURACIÓN DE FERNANDO VII. Tras su derrota, Napoleón libera en 1813 a Fernando VII y lo reconoce como rey mediante el tratado de Valençay. La Regencia y las Cortes no suscribieron ese tratado, al tiempo que diputados absolutistas y clérigos, unidos a sectores del ejército, presionaron para que Fernando volviese como rey absoluto. El general Elío se pronuncia en Valencia a favor del absolutismo. Por otra parte, 69 diputados de esa tendencia ideológica le entregan al rey el denominado Manifiesto de los Persas, en el que se incitaba a un golpe de fuerza, apelando al poder absoluto del monarca y pidiendo que se considerara nula la obra legislativa de las Cortes de Cádiz. En ese contexto, el capitán general de Castilla toma Madrid y se cierran las Cortes, al tiempo que entra en vigor un decreto por el que se dispone la nulidad de la Constitución y de las leyes emanadas de las mismas. Comienza de este modo la primera etapa del reinado de Fernando VII. Esa etapa recibe la denominación de SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820) y se inscribe en el contexto europeo de vuelta al Antiguo Régimen tras la derrota de Napoleón. Serán, en España, años marcados por la represión y persecución de liberales y afrancesados, así como por el intento de regreso al Antiguo Régimen, intento que va a chocar con las dificultades económicas y el déficit de la Hacienda Pública, que se arrastraban desde el reinado de Carlos IV, agravados ahora por las consecuencias económicas y demográficas de la Guerra de Independencia. Esa situación exigía una reforma tributaria que no era posible dentro de los límites establecidos por los privilegios estamentales. La persecución de liberales y afrancesados fue sistemática, considerándose como delito político las prácticas e ideas liberales. Hubo detenciones de regentes, ministros y diputados del régimen constitucional, algunos de los cuales fueron condenados a muerte. Algunos liberales se exiliaron en Inglaterra. En cuanto a los afrancesados, fueron objeto de depuración y los más significados hubieron de irse a Francia. Los liberales exiliados desplegaron en Inglaterra cierto activismo político fundando periódicos y redactando escritos en defensa de la Constitución. Pero la oposición más intensa se produjo en el interior mediante el instrumento de la conspiración, intentando conseguir levantamientos en el ejército e insurrecciones en las ciudades a través de juntas revolucionarias. Estos intentos se sucedieron a lo largo del sexenio, con pronunciamientos militares, como PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. el de Espoz y Mina (1814), el de Díaz Porlier (1815) y otros. Fracasaron y sus principales responsables fueron ejecutados. En enero de 1820, el coronel Riego se pronuncia en Cabezas de San Juan (Cádiz), proclamando la Constitución. Fracasa en su intento de tomar la capital gaditana e inicia una expedición militar por Andalucía sin demasiado éxito. Pero la sublevación se extiende por otras ciudades españolas. Todo ello obliga a Fernando VII a promulgar un decreto en el que se compromete a jurar la Constitución, lo que hizo ya en marzo. Comenzaba una nueva etapa: el trienio liberal. 2. EL TRIENIO LIBERAL (1820-1823). Una vez recuperada la Constitución, vuelven las libertades y, con ellas, un amplio activismo político en las ciudades, donde surgen espacios de relación y comunicación, como las Sociedades Patrióticas (clubes de discusión que utilizaron foros como los cafés) y la prensa. El debate y las discusiones en esos medios y en las nuevas Cortes dieron lugar a una división de los liberales entre moderados y exaltados (futuros progresistas). Los moderados eran políticos procedentes de la etapa de Cádiz, de ahí el nombre de doceañistas con que también se les conoció. Se inclinaban a un entendimiento con los privilegiados para consolidar la revolución. Tampoco eran partidarios de las participación activa de sectores populares; desde el gobierno prohibieron las sociedades patrióticas y limitaron la libertad de prensa, lo que originó intensos debates en las Cortes con los exaltados. Estos estaban integrados por algunos viejos liberales y otros pertenecientes a una generación más joven. Consideraban que, ante la contrarrevolución y el obstruccionismo del rey (que conspiraba contra la nueva situación), debía buscarse el apoyo político de los sectores populares y eran partidarios de la movilización a través de las sociedades patrióticas, así como de la defensa de la revolución por medio de la Milicia Nacional. Las Cortes del trienio restablecieron, además de la Constitución de 1812, la legislación gaditana, además de completarla y desarrollarla. De este modo, se continuó con la línea desamortizadora, en el sentido de considerar desamortizables no sólo los bienes del clero secular, sino también los del clero regular. Además, se aprobó definitivamente una ley de desvinculación de bienes nobiliarios, al tiempo que se confirmaba y se ponía en práctica la ley de abolición de los señoríos de Cádiz. Se trataba de continuar avanzando en el proceso iniciado por la Cortes gaditanas. Durante el trienio se pueden distinguir, por otra parte, dos etapas políticas: - Etapa de los gobiernos moderados (1820-1822): estos gobiernos tuvieron que enfrentarse, desde el principio, a la oposición absolutista PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. o realista, que presentaba dos frentes ya que, por un lado, estaba la obstrucción legal del rey (con intentonas de golpes de fuerza apoyados por sectores de la nobleza y el clero absolutistas) y, por otro, la aparición de una oposición armada realista organizada en partidas formadas por campesinos descontentos, apoyados y organizados por el clero rural. Por otra parte, la tímida reacción de los moderados frente a la contrarrevolución dio lugar a las protestas de los exaltados en las Cortes, en la prensa y en la calle. Se produjeron tensiones que desembocaron en el intento fracasado de la Guardia Real en Madrid de dar un golpe absolutista en junio de 1822, lo que abrió la puerta a la llegada de los exaltados al gobierno. - Etapa de gobierno de los exaltados y de intervención francesa (18221823): este gobierno venció a las partidas realistas y activó de nuevo la movilización en las ciudades, reabriendo las sociedades patrióticas y permitiendo la entrada en la Milicia Nacional de las clases populares. Pronto se produjo una escisión entre los exaltados menos radicales y los más radicales, partidarios del liberalismo democrático. Esa división, favorecida por el rey, contribuyó al éxito de la intervención militar francesa que puso fin al trienio en septiembre de 1823. Dicha intervención se enmarca en el contexto internacional europeo del momento, marcado por la Restauración posterior a la derrota de Napoleón. Se había creado una alianza para defender el recuperado orden absolutista de los levantamientos liberales. La Santa Alianza, así denominada, decidió, en 1822, acceder a la petición de Fernando VII e inició la invasión militar de España con un ejército francés denominado los Cien mil hijos de San Luis. Sus tropas ocuparon la Península sin apenas resistencia. Se inicia así una nueva etapa absolutista. 3. LA DÉCADA ABSOLUTISTA (1823-1833) Tras la intervención de la Santa Alianza, Fernando VII restauró el absolutismo. Sin embargo, la situación de crisis económica y fiscal, agravada con la pérdida de imperio americano (excepto Cuba y Puerto Rico), le obligan a aceptar una política de reformas técnicas y administrativas, aunque no políticas, en la línea del despotismo ilustrado. Se apoya para ello en políticos reformistas moderados o afrancesados, siendo la principal reforma que se intenta la de la Hacienda, para remediar la deuda del Estado, que ponía a la monarquía al borde de la quiebra. Se pretendía ajustar los gastos a los ingresos sin cuestionar los fundamentos fiscales del Antiguo Régimen. Por otra parte, se realizan reformas en la administración central: el sistema de Consejos es PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. sustituido por las Secretarías de Despacho (ministerios), al tiempo que se crean el Consejo de Ministros y la Superintendencia de Policía. De manera paralela, se llevó a cabo una política de depuración de los liberales del trienio (Riego fue ejecutado) y se inició una dura persecución que condujo a un segundo exilio de liberales españoles, sobre todo en Inglaterra. Para llevar a cabo esa represión se crea una red de instituciones, como las Juntas de Depuración y las Juntas de Fe. Se crean además una moderna policía política y una milicia antiliberal (los Voluntarios Realistas). Pero el rasgo específico de esta etapa absolutista fue la aparición de una oposición de ultrarrealistas, la oposición ultra, que terminó originando el movimiento carlista (partidarios del derecho de sucesión al trono de Carlos María de Isidro, hermano de Fernando VII y no su hija Isabel, así como de mantener el absolutismo). Las reformas técnicas que el monarca tuvo que impulsar para remediar la situación del país, originaron el descontento y la oposición ultra, de la que formaban parte los sectores más reaccionarios de la vieja nobleza, el clero y el campesinado. Esa oposición se organiza a través de juntas (Juntas Apostólicas) y sociedades secretas. Las conspiraciones pretendían el levantamiento de los Voluntarios Realistas y la movilización popular. La más grave se produjo en Cataluña en 1827: fue la denominada revuelta o guerra de los Malcontents (agraviados), en la que se propone a Carlos como rey absoluto. El movimiento llegó a controlar parte de Cataluña hasta que fue dominado, siendo el origen de un cierto giro en la orientación de la política de Fernando VII. En 1830, una vez conocido el embarazo de la reina (hasta entonces, Fernando no tenía descendencia), el rey manda publicar la Pragmática Sanción sobre la sucesión de la Corona. Esa ley ya había sido aprobada por Carlos IV, pero no se había publicado y, por tanto, no estaba vigente. Restablecía el sistema sucesorio tradicional de la monarquía española que daba preferencia al varón sobre la mujer en la misma línea de sucesión, pero no excluía a las mujeres de ser herederas. Ello suponía que cualquiera que fuere el sexo de la descendencia de Fernando VII, heredaría el trono, dejando sin efecto la Ley Sálica borbónica. Se cerraba así el acceso al poder de los absolutistas ultras. De ahí el nombre de carlistas que adoptaron por su apoyo a Carlos y su ideario absolutista. Se plantea así un doble conflicto sucesorio e ideológico, pues las Corona no tenía otro remedio que apoyarse en los sectores liberales frente al carlismo. Los carlistas maniobraron e intrigaron para anular la nueva ley. En 1832, en los sucesos de La Granja, el núcleo reaccionario del gobierno consiguió presionar a la esposa del rey, Cristina de Borbón, para que influyese en la voluntad real y se anulase la Pragmática, aprovechando la enfermedad de Fernando VII. Éste, una vez recuperado, vuelve a PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. ponerla en vigor y sustituye a los absolutistas por un gobierno de ilustrados y liberales moderados, además de conceder a los exiliados liberales una amnistía para favorecer su regreso. A la muerte de Fernando en 1833, la Corona pasa a su hija recién nacida (la futura Isabel II) bajo la regencia de la reina madre. Los carlistas declaran ilegítima esa sucesión y comienza la guerra carlista. 4. LA PÉRDIDA DEL IMPERIO COLONIAL. La crisis del Antiguo Régimen estuvo vinculada en España al proceso de independencia de las colonias americanas, que se desarrolla paralelo a la desintegración del absolutismo entre 1808 y 1824. Esas colonias eran necesarias para la viabilidad económica del régimen absoluto. Por ello, las luchas independentistas, que originaron un bloqueo en los intercambios coloniales y originaron cuantiosos gastos militares, fueron un factor de primer orden en la ya aludida crisis del Antiguo Régimen. El desencuentro entre la metrópoli y los criollos (burguesía de origen español nacida en América y dedicada al comercio y a la explotación de plantaciones y haciendas ganaderas)) venía ya del siglo anterior, a causa de las reformas de los Borbones. Dichas reformas dieron lugar a una nueva situación, en la cual las colonias ya no tenían como función principal el abastecimiento de metales preciosos, sino que pasaron a convertirse en suministradoras de materias primas y alimentos para la metrópoli, al tiempo que hacían de mercado consumidor para las manufacturas producidas en España. Ello bloqueaba su desarrollo industrial y comercial, además de romper con la semiautonomía económica de que venían gozando. Se produjo un gran malestar entre la burguesía criolla, perjudicada en sus intereses con estos cambios y excluida, además, de los cargos coloniales. Por otra parte, los procesos revolucionarios de Estados Unidos y Francia y la ideología ilustrada y liberal que los había legitimado permitieron justificar la actitud anticolonial de los criollos. El contexto de la guerra de independencia y de la revolución liberal surgida durante la misma favoreció el desencadenamiento del proceso de independencia colonial. Se pueden distinguir dos etapas: - 1808-1814: el vacío de poder creado por la invasión francesa origina en 1808 la formación de juntas revolucionarias en distintos puntos de las colonias, que no aceptan el nuevo poder francés. Los españoles americanos se mostraron también descontentos por la escasa representación que los liberales peninsulares les concedieron en la Junta Central y en las Cortes de Cádiz. Por otra parte, la invasión francesa de Andalucía les hace pensar que la resistencia española está a punto de ceder. De este modo, en 1810, se producen un PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. conjunto de proclamaciones secesionistas en Caracas, Buenos Aires, Santiago de Chile y Bogotá. En México, en esta primera etapa, la declaración de independencia tiene un claro contenido indigenista, con apropiación de tierras y abolición del tributo indígena y, por ello, los criollos apoyan a los españoles. Pero, después, tras la captura y ejecución del principal dirigente (el cura Miguel Hidalgo), se reorganiza el movimiento, que ahora subordina los ideales igualitarios a los objetivos políticos. Los independentistas mexicanos aprueban en 1814 la Constitución de Apaztigán, que establece la independencia y la forma republicana. - Desde 1814: el movimiento independentista se generaliza. Continuará durante el trienio liberal y acabará en los inicios de la década absolutista cuando, en 1824, la victoria de los americanos en Ayacucho suponga la emancipación definitiva de aquellas colonias, con la excepción de Cuba y Puerto Rico. Durante toda esta etapa el movimiento se extiende de la mano de los dos líderes independentistas (José San Martín desde Argentina y Simón Bolívar, desde Venezuela). El resultado final de la independencia fue el fraccionamiento del territorio colonial continental en los numerosos Estados que hoy componen Iberoamérica PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. BLOQUE II. LIBERALISMO Y DESARROLLO CAPITALISTA. ------------------------------------------------------------------TEMA 4. LA CONSOLIDACIÓN DEL LIBERALISMO (1833- 1868). 1. REGENCIAS, LIBERALISMO Y GUERRA CARLISTA. Tras el fallecimiento de Fernando VII en 1833, le sucede en el trono su hija Isabel, que contaba tres años de edad, bajo la regencia de la reina madre, María Cristina. Los ultrarrealistas partidarios de Carlos María de Isidro (carlistas) no aceptan dicha sucesión y estalla la primera guerra carlista (1833-1840). Paralelamente se inicia un proceso de implantación del liberalismo, pues a la regente no le queda otra opción que apoyarse en los liberales moderados para ejercer el gobierno. Ambos fenómenos, guerra e implantación del Estado liberal, se solapan y se influyen mutuamente. La guerra se alarga y la regente, poco favorable a restablecer el sistema liberal, debe hacer concesiones, lo que se plasma en una carta otorgada (el Estatuto Real de 1834) que establecía un limitado y tímido sistema representativo. Más tarde, la presión de los liberales progresistas con el apoyo de juntas revolucionarias, consigue la implantación definitiva el liberalismo político (Constitución de 1837), el desmantelamiento del Antiguo Régimen y el fin de la guerra carlista (1840). Después, el enfrentamiento de María Cristina con el líder de los progresistas, el general Espartero, origina su destitución y el nombramiento de éste como regente (1840-1843), etapa en la que culmina el proceso de desmantelamiento del Antiguo Régimen. A este período, que termina en 1843, se le denomina período de regencias. En cuanto a la guerra carlista, tiene su origen en una cuestión sucesoria pero también en una cuestión ideológica relacionada con el intento de mantener el absolutismo por parte de los sublevados. La ideología de los carlistas era contrarrevolucionaria y antiliberal. Defendían el origen divino de la monarquía, la religión como base del orden político y la tradición como fundamento de legitimidad. Su lema era “Dios, Patria y Rey” y luchaban por la defensa de las leyes propias de los territorios, los fueros, frente al centralismo y uniformidad propugnados por los ilustrados y liberales. La base social del carlismo fue heterogénea: campesinos afectados por el liberalismo económico, pequeña nobleza vinculada con el Antiguo Régimen (poderes locales y PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. privilegios forales) y parte del clero afectado por la desamortización. También tuvo su apoyo el carlismo en pequeños y medianos núcleos urbanos entre trabajadores manuales y artesanos afectados por el desmantelamiento del sistema gremial. La confluencia de algunos de estos factores, sobre todo la cuestión foral, esto es, el mantenimiento o no de los fueros, determinó que el foco principal de la guerra fueran País Vasco y Navarra, con focos secundarios en Cataluña y Maestrazgo (Castellón). Tradicionalmente la guerra se divide en tres etapas. La primera va desde la proclamación de Carlos V, en 1833, hasta la muerte del general carlista Zumalacárregui en el sitio de Bilbao a mediados de 1835. La segunda se desarrolla entre 1835 y 1837, año este último en que fracasa el intento carlista de tomar Madrid. La tercera etapa supone, en el contexto de la división de los carlistas (entre partidarios de un pacto con los liberales moderados y partidarios de continuar la guerra) el repliegue de los carlistas al otro lado del Ebro. Finalmente, la firma por los generales Maroto (carlista) y Espartero del convenio de Vergara en 1839 pone fin a la guerra. Espartero se compromete a proponer el mantenimiento de los fueros y acepta la integración de los oficiales y jefes carlistas en el ejército liberal. Quedaba un reducto del sector duro de los carlistas que se hizo fuerte en el Maestrazgo, hasta que Espartero acaba con el mismo en 1840. Paralelamente, se desarrolla el proceso de implantación del liberalismo: - La Regente, como ya se explicó anteriormente, se apoya, al principio, en los liberales moderados e ilustrados pero sin cuestionar los fundamentos del absolutismo. El gobierno de Cea Bermúdez, nombrado antes de fallecer Fernando VII, lleva a cabo una serie de reformas desde arriba. En ese reformismo fue clave el ministro Javier de Burgos que, a través del recién creado Ministerio de Fomento (Interior), pone las bases de una administración pública centralizada al establecer, en 1833, la división provincial de España que llega hasta nuestros días. Ante la presión liberal, la regente concedió el Estatuto Real (1834), que establecía un limitado sistema bicameral con función consultiva y un sufragio indirecto y censitario muy restringido (sólo podía votar un 0,15% de la población). - Se produce una ruptura entre los liberales moderados, que aceptaban el Estatuto, y los progresistas, que pretendían un régimen plenamente liberal. Esa división dará lugar, más tarde, a los dos partidos del sistema isabelino: el moderado y el progresista. Entre 1835 y 1836, los progresistas consiguen, con el apoyo de la Milicia Nacional y de juntas revolucionarias, el nombramiento de un gobierno progresista presidido por Álvarez Mendizábal. Las reformas de éste fueron obstaculizadas por la regente y su entorno, como ocurrió con la ley de desamortización eclesiástica, siendo sustituido por un PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. gobierno de tendencia moderada. Pero, en el verano de 1836, coinciden nuevas revueltas con el motín de los sargentos de La Granja, lo que obliga a la regente a reponer la Constitución de 1812, que estuvo en vigor unos meses mientras se elaboraba una nueva, la de 1837, resultado de un pacto entre progresistas y moderados, estableciendo los principios del liberalismo doctrinario: reconocía la soberanía nacional en su preámbulo, pero en realidad establecía una soberanía compartida por la Corona y la Cortes en su articulado. El poder legislativo se componía de dos cámaras, Senado y Congreso, elegidas por sufragio censitario (sólo votaban los mayores contribuyentes, un 2% de la población). El ideario progresista se manifestaba sólo en aspectos como el carácter electivo de los ayuntamientos o en la mayor amplitud de derechos individuales reconocidos. No obstante, la Constitución de 1837 es considerada como constitución progresista frente a la moderada de 1845. Finalizada la guerra carlista, los moderados pretendieron hacerse con el poder. Apoyados por la regente, presentaron una ley de ayuntamientos que impedía la elección de concejales. Se organizó un nuevo levantamiento en 1840, que forzó la renuncia de María Cristina como regente, siendo sustituida por el General Espartero, héroe de la guerra carlista, que ocupó esa función hasta 1843. El nuevo regente se enfrentó con los moderados y con un sector de su propio partido (los progresistas puros) además de con el liberalismo radical de demócratas y republicanos. Este conjunto de tensiones terminó con la formación de una coalición antiesparterista que, en 1843, bajo el mando del general y líder de los moderados, Ramón María Narváez, derrotó al regente, que hubo de exiliarse. Se adelantó, entonces, la mayoría de edad de la reina (Isabel II), que comenzó así su reinado propiamente dicho. A pesar de todo lo anterior, durante estos años se llevó a cabo el desmantelamiento del Antiguo Régimen, con leyes de desamortización, desvinculación y abolición de los señoríos, aplicándose así la reforma liberal agraria. 2. LA DÉCADA MODERADA. El fin de la regencia de Espartero supuso el inicio del reinado de Isabel II como mayor de edad y también el inicio de una etapa de dominio del partido moderado, la llamada década moderada (18441854). Durante esa década se llevó a cabo la construcción del Estado liberal. Con el apoyo de la reina y de una parte del ejército que seguía al líder del Partido Moderado, Narváez, el moderantismo trató de estabilizar el nuevo orden surgido del desmantelamiento del Antiguo Régimen alejándolo de la dinámica revolucionaria. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Se desarrolló el Estado liberal en su versión moderada. Para ello fue aprobada una nueva constitución, la de 1845, que era la expresión completa del liberalismo doctrinario en clave moderada. Partiendo de este texto constitucional se articuló un Estado basado en el principio de orden entendido como orden público, además de realizar un conjunto de reformas socioeconómicas que ponían las bases para el desarrollo del capitalismo liberal. La Constitución de 1845 estuvo vigente hasta 1868 y sus principales rasgos fueron los siguientes: - Reconocimiento explícito de la soberanía compartida de las Cortes y el rey, expresada en un poder legislativo también compartido, pues la Corona tenía la prerrogativa de proponer leyes y el derecho de veto absoluto a las mismas. - La Corona podía disolver y convocar Cortes. Además, el gobierno debía contar con el apoyo conjunto de la reina y las Cortes. - Se establecía un poder legislativo bicameral: Congreso y Senado. Esta última era la cámara de representación de las altas jerarquías de la nobleza, de la Iglesia y del ejército. El congreso se elegía por un sufragio censitario muy restringido que apenas alcanzaba al 1% de la población. Por otra parte, el Estado que construyeron los moderados fue un Estado centralista y jerarquizado. Los ayuntamientos y las diputaciones dejaron de ser representativos, pues sus miembros eran nombrados por las autoridades centrales. Además, el principio de orden que defendían los moderados se expresó en la creación de un aparato de Estado que comprendía el orden público y el ejército, pero también la escuela, la administración civil y la justicia. Se sustituyó la Milicia Nacional por la Guardia Civil en 1844 para defender el orden y la propiedad. También se organizó un sistema educativo que garantizaba la enseñanza obligatoria y establecía un sistema jerarquizado: enseñanza primaria elemental, secundaria o media y universitaria. Este sistema reproducía la división clasista de la sociedad y excluía a las mujeres de los últimos niveles. Los gastos para costear este nuevo Estado exigían acabar con el déficit. Se llevó a cabo, por ello, una reforma fiscal que estableció una división entre impuestos directos e indirectos, pesando estos últimos como una losa sobre las clases populares. El control del poder por los sectores más autoritarios del Partido Moderado dio lugar a un intento de reforma política en 1852, bajo el gobierno de Bravo Murillo, que trató de someter el Parlamento al gobierno y que llegó a elaborar un proyecto de una nueva constitución más conservadora que no llegó a entrar en vigor. Acabó produciéndose un descontento generalizado entre sectores de los moderados y los progresistas. El resultado fue el renacer de las juntas y, tras un PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. pronunciamiento militar, el desarrollo de una breve etapa de dominio de los progresistas, el llamado bienio progresista (1854-1856). 3. EL BIENIO PROGRESISTA (1854-1856). El pronunciamiento de O`Donnell en Vicálvaro (Madrid), conocido como la “vicalvarada”, abre las puertas a esta nueva etapa. Dicho pronunciamiento coincide con el levantamiento de los progresistas, lo que se concreta en el denominado “Manifiesto de Manzanares”, en el que se incluyen aspectos del programa progresista como la restauración de la Milicia Nacional, la descentralización de los poderes locales y la ampliación del sufragio, al tiempo que se llamaba a la formación de juntas locales y provinciales que apoyasen el pronunciamiento. Todo ello dio origen a una coalición de moderados, progresistas y un sector del partido demócrata, creado en 1849. Se forma un nuevo gobierno presidido por Espartero. Éste disuelve las juntas, lo que va a provocar una división dentro de los progresistas. Se abre así un período de dos años marcado por la inestabilidad política, a lo que contribuye asimismo una intensa conflictividad social en un contexto de crisis económica, que afectó sobre todo a los obreros de la industria textil barcelonesa, quienes protagonizaron la primera huelga general del movimiento obrero en España (1855). El nuevo gobierno progresista adoptó una serie de medidas: - Trató de poner en vigor el programa liberal en su versión progresista recuperando la legislación de su primera etapa de gobierno: ley electoral más amplia, instituciones locales electivas y restablecimiento de la Milicia Nacional. Se elaboró también un nuevo proyecto de constitución que no llegó a entrar en vigor. - También hubo intentos de avanzar en la creación de un marco legislativo para completar la liberalización del mercado de tierras y capitales. De este modo, se aprobó la LEY DE DESAMORTIZACIÓN GENERAL con el ministro Pascual Madoz (1855), que ponía en venta todos los bienes eclesiásticos, pero también los denominados “bienes comunes y de propios” de los municipios. También se promulgo una LEY DE FERROCARRIL (1855), que abría la puerta a la inversión extranjera. Asimismo, se legisló en sentido liberalizador en sectores como la Banca, las sociedades anónimas y la explotación de minas. En definitiva, se pusieron las bases legales para avanzar en el desarrollo del capitalismo. Hubo una fuerte división entre progresistas y moderados, pero también hubo enfrentamiento de un sector de los primeros con el propio Espartero, a lo que se unió la fuerte conflictividad social. Todo ello desencadenó el fin de la experiencia del bienio. En 1856, O´Donnell provocó la dimisión de Espartero y tomó el poder al tiempo que reprimía revueltas populares en Madrid y Barcelona. Terminaba así este paréntesis denominado bienio progresista. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 4. LA UNIÓN LIBERAL Y LA CRISIS. En 1856, O`Donnell funda un nuevo partido, La Unión Liberal, formado por sectores de la izquierda del Partido Moderado (los “puritanos”) y sectores de la Derecha del Partido Progresista. Su objetivo era estabilizar el régimen liberal, huyendo tanto de la actitud radical y revolucionaria como de los sectores más reaccionarios del Partido Moderado. Se trataba de mantener el liberalismo doctrinario y de frenar el peligro que para el mismo suponía la amenaza de revolución social procedente del mundo republicano y demócrata. Una vez terminada la experiencia de bienio progresista, la Unión Liberal ejerció el gobierno entre 1858 y 1863, lo cual coincide con una fuerte expansión de la economía capitalista como consecuencia de la desamortización de Madoz, de la implantación de una legislación liberalizadora de la propiedad y el subsuelo, así como de un notable avance hacia la formación de un mercado nacional gracias al desarrollo del ferrocarril y las comunicaciones. Además, los unionistas se lanzaron, en política exterior, siguiendo las pautas de las potencias europeas, a la carrera imperialista con la intervención en Indochina, apoyando a Francia, y otras acciones diversas (intento de recuperación de Santo Domingo, expansión por Marruecos e Intervención en México junto con Francia y Gran Bretaña). Sin embargo, O´Donnell hubo de dimitir en 1863 ante la fuerte oposición procedente desde sectores opuestos. Por una parte, la oposición del moderantismo más reaccionario (los “neocatólicos”, partidarios de la reconciliación con los carlistas y con la Iglesia) y, por otra, la hostilidad de republicanos y demócratas. Una vez que se produce su dimisión, se suceden una serie de gobiernos de tinte autoritario bajo la dirección o tutela del General Narváez. Ello da lugar a que el Partido Progresista no participe en las elecciones. El resultado de todo ello es la formación de una coalición de progresistas, unionistas (liderados ahora por el general Serrano), demócratas y republicanos para derribar el régimen moderado e isabelino. Esas fuerzas firman, en 1866, el llamado Pacto de Ostende (Bruselas). Ello fue debido al descrédito político de la monarquía de Isabel II, que coincidió con una crisis económica desde ese mismo año. El resultado, será, en septiembre de 1868, el pronunciamiento y revolución que termina con el reinado de Isabel (la “revolución gloriosa) dando inicio a la etapa de la historia de España conocida como “sexenio democrático o revolucionario”. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 5. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874). 1. LA REVOLUCIÓN DE 1868. En septiembre de 1868, el triunfo de un pronunciamiento militar iniciado en Cádiz destronaba a Isabel II. Se inicia así el denominado “sexenio revolucionario” o “sexenio democrático”. Entre 1868 y 1874, se suceden el proceso revolucionario que conduce a la Constitución de 1869, la monarquía de Amadeo I y la I República. El sexenio supone la ruptura con el liberalismo doctrinario y censitario y el inicio del liberalismo democrático basado en el sufragio universal masculino. En la revolución de 1868 confluían dos proyectos distintos. Por un lado, el de unionistas, progresistas y un sector de los demócratas, que trataba de establecer un sistema que respetase y consolidase los intereses de los grupos sociales afectos a un liberalismo acomodado, esto es, hacendados, industriales, comerciantes y profesionales. Este proyecto, encabezado por el general Juan Prim, se reflejó en la constitución de 1869 y en la monarquía democrática, pero acabó fracasando. Por otro lado, estaba la opción del republicanismo federal, más apoyado en las clases medias y populares, que se plasmó en la I República, aunque sobrepasado por un sector radical del movimiento obrero encuadrado en la A.I.T (Asociación Internacional de Trabajadores) o “Primera Internacional”. La revolución de 1868 fue el resultado de una serie de factores políticos, económicos y sociales. La coincidencia de todo ello provocó el estallido revolucionario. - Desde el punto de vista político, se produjo un descrédito de la monarquía isabelina con los gobiernos moderados, de tinte autoritario, de los últimos años. Los progresistas dejaron de participar en las elecciones y su nuevo jefe, el general Prim, se inclinó por el pronunciamiento. Esa situación provocó la firma en Ostende, en 1866, de un pacto contra el régimen isabelino por parte de los progresistas, demócratas y republicanos, al que se unió, poco después, la Unión Liberal, liderada ahora por Serrano. El objetivo era acabar con el sistema y convocar Cortes constituyentes mediante sufragio universal masculino. - Desde el punto de vista económico, se produce, ya en 1866, una doble crisis, agraria y financiera, además de industrial. Por tanto, la crisis es no sólo de subsistencias (mala cosecha, subida de precios, hambre y caída del consumo que afecta a la industria generando paro), sino que también afecta, como crisis financiera propia ya del PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. capitalismo, a los ahorradores e inversores. Todo ello explica la participación popular en el pronunciamiento de 1868. - Desde el punto de vista social, el descontento es compartido por clases populares, sectores de la burguesía y clases medias. La confluencia de todo ello explica la amplitud de coalición burguesa contra el régimen isabelino y su dimensión revolucionaria con la presencia de las clases populares en apoyo del proceso. El pronunciamiento lo inició el almirante Topete desde la escuadra fondeada en Cádiz (septiembre de 1868), si bien la dirección de la sublevación la lleva a cabo el líder progresista, Prim. Tras el pronunciamiento gaditano se inicia un movimiento de juntas revolucionarias que se difunde por las principales ciudades Las tropas fieles al gobierno fueron derrotadas en Alcolea, e Isabel II partió hacia el exilio. El general Serrano, líder unionista, con el acuerdo de la Junta de Madrid, formó un gobierno provisional, del que formaban parte progresistas como Prim, Sagasta y Ruiz Zorrilla. Contó con el apoyo de los demócratas más moderados. Por su parte, un sector republicano fundó el Partido Republicano Federal, liderado por Pi i Margall. El gobierno provisional disolvió las juntas y fueron convocadas elecciones a Cortes constituyentes por sufragio universal masculino, en las que obtiene la victoria la coalición gubernamental formada por unionistas, progresistas y el sector moderado de los demócratas. También obtienen representación los moderados, carlistas y republicanos. La nuevas Cortes aprobarán la Constitución de 1869. 2. LA CONSTITUCIÓN DE 1869. Se trata de la primera constitución democrática de nuestra historia. Durante las sesiones parlamentarias que condujeron a su elaboración y aprobación, destacaron las discusiones sobre dos asuntos: por una parte, la forma de Estado (monarquía o república) y, por otra, la cuestión religiosa. Se establece, como forma de Estado, la monarquía parlamentaria y constitucional con una estricta separación de poderes: el legislativo correspondía en exclusiva a las cámaras (Congreso y Senado, pues establecía un sistema parlamentario bicameral) y el ejecutivo, al rey, pero con poderes muy limitados y ejerciendo el poder a través de los ministros, que debían, por otra parte, responder de su gestión ante las Cortes. El poder judicial quedaba reservado a los jueces. Se establece la soberanía nacional, ejercida a través del sufragio universal de los varones mayores de veinticinco años, que elegían directamente el Congreso, si bien el Senado se mantenía como cámara elitista elegida de forma indirecta. También se establecía la elección democrática de ayuntamientos y diputaciones. El texto incluía una declaración de derechos detallada. Se incluían los de libertad, inviolabilidad del domicilio, derecho al voto, de residencia, libertad de enseñanza, expresión, reunión y asociación. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Por su parte, la cuestión religiosa fue objeto de tensos debates. Se aprobó la libertad de cultos, a la que se oponían moderados y carlistas, pero también el compromiso del Estado de mantener el clero y el culto católicos, contra la opinión de los republicanos. Se establecía una monarquía parlamentaria pero, derrocada Isabel II, no había rey. Serrano se convirtió en regente y Prim presidió un gobierno formado por progresistas y algunos demócratas. Se aprobó una amplia legislación para desarrollar la Constitución. En el terreno económico se adoptó una política librecambista y se llevó a cabo una reforma monetaria, que dio la exclusiva de la emisión de moneda al Banco de España al tiempo que se ponía en circulación la peseta. Pero el nuevo régimen tuvo que enfrentarse a dos graves problemas: la guerra en Cuba y el clima de agitación social. La sublevación cubana se inició en 1868 y dio lugar a una guerra de diez años (1868-1878) que acabó hipotecando la Hacienda y la acción del gobierno en España. Al mismo tiempo, hubo levantamientos campesinos en Andalucía y una sublevación de republicanos en 1868. En ese clima de agitación, Prim emprendió la tarea de buscar un rey. Debía ser una persona de prestigio, de sangre real, que no fuera un Borbón y que obtuviera el respaldo de las Cortes y de los gobiernos extranjeros. Hubo varios candidatos pero el elegido fue el príncipe Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, que aceptó la Corona gracias en parte a la gestión personal de Prim. 3. EL REINADO DE AMADEO DE SABOYA (1871-1872) Amadeo llega a España el 30 de diciembre de 1870. Tres días antes había sido asesinado el general Prim, su principal valedor y que, además, mantenía unidos a los miembros de la coalición gobernante. Su desaparición influyó, por ello, en el fracaso del reinado de Amadeo I. Desde el principio, Amadeo sufre la oposición de los moderados, que continuaban fieles a los Borbones y que comenzaron, ya en ese momento, a perfilar una alternativa alfonsina proclive a la restauración borbónica en la persona del hijo de Isabel, Alfonso. Esa opción contará con el apoyo de la Iglesia. Respecto a la élite social, irá poco a poco desconfiando de un rey que sustentaba un régimen que permitía una legislación que atentaba contra los intereses de esa clase. También tenía Amadeo la oposición de los republicanos y de los carlistas, quienes encontraron en la llegada de Amadeo el argumento para protagonizar una nueva insurrección armada que dio inicio la “tercera guerra carlista” (1872-1876), si bien un sector de los carlistas participó en la vida parlamentaria oponiéndose a la nueva monarquía. Por tanto, no contaba el nuevo rey con grandes apoyos. El resultado fue una permanente inestabilidad que se plasmó en una serie de conflictos políticos y sociales. La guerra carlista, la guerra de cuba, las insurrecciones de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. carácter republicano-federal y la desintegración de la coalición gubernamental dieron lugar al fracaso de la nueva experiencia monárquica encarnada por Amadeo: - La rebelión carlista se inició en el País Vasco en 1872, extendiéndose por Navarra y zonas de Cataluña, y se convirtió en un foco de problemas e inestabilidad. - En 1868 había estallado en Cuba la Guerra de los diez años, animada por los hacendados criollos cubanos y contó con apoyo popular al prometer el fin de la esclavitud en la isla. El gobierno intentó sacar adelante un programa de abolición de la esclavitud y de reformas políticas, pero se encontró con la oposición de los sectores económicos con intereses en Cuba. La guerra se convirtió en un grave problema para el gobierno. - También en 1872 se produjeron insurrecciones de carácter federalista, en la que se combinaban las ideas republicanas con la influencia de las ideas internacionalistas, sobre todo las de inspiración anarquista. Fueron duramente reprimidas pero contribuyeron a la inestabilidad del régimen. - El elemento fundamental que condujo a la crisis final del reinado fue la desintegración de la coalición gubernamental, formada por unionistas, progresistas y demócratas, lo que dejó al monarca sin el apoyo necesario. Se sucedieron en dos años seis gobiernos y hubo que convocar elecciones tres veces. El rey se veía privado de apoyos. El desencadenante final fue una grave crisis entre el jefe de gobierno y el cuerpo de artillería, de cuyo lado se puso el rey, presentando su renuncia el 11 de febrero de 1873. Esa misma noche, las cámaras, en sesión conjunta, y conscientes sus miembros de que no era posible buscar un nuevo rey, proclamaron la República. 4. LA PRIMERA REPÚBLICA. La República nació con graves problemas. Sus únicos partidarios eran los republicanos, representados en las Cortes por los diputados del Partido Demócrata Republicano Federal, de Francisco Pi i Margall. El federalismo había nacido en 1868 como escisión del Partido Demócrata y era partidario del laicismo del Estado, de la ampliación de los derechos democráticos y de la intervención del Estado en la regulación de las condiciones laborales. Figueras se convirtió en el primer presidente. El nuevo régimen fue recibido con entusiasmo por los sectores republicanos urbanos que formaron juntas revolucionarias al tiempo que surgían revueltas populares que reclamaban la abolición de los “consumos” (impuestos que gravaban los consumos básicos) y las “quintas” (reclutamiento de soldados mediante el llamamiento a filas de uno de cada cinco jóvenes, lo que se podía evitar PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. mediante pago o sustitución). Pero gran parte de los dirigentes republicanos se inclinaron por respetar la legalidad, disolvieron las juntas y reprimieron las revueltas. Fueron convocadas elecciones a Cortes constituyentes, con victoria de los republicanos, pero con una abstención del 60%. Poco después, Pi i Margall se convierte en el segundo presidente. Las nuevas Cortes se abrieron el día 1 de junio y definieron al nuevo régimen como República federal, poniéndose a la tarea de redactar un proyecto de Constitución que declaraba la organización federal del Estado, en la que se reconocían quince estados federales además de Cuba y Puerto Rico. Pero el propio movimiento republicano estaba dividido en “federalistas” y “unionistas”. Además, los sectores conservadores rechazaron el nuevo régimen. El grupo “alfonsino” fue aumentando sus apoyos entre las clases medias y altas. Al mismo tiempo, los carlistas recrudecieron la guerra en el norte. También continuaba la guerra en Cuba. Se añadió a todo ello el radicalismo revolucionario impulsado por grupos federalistas y anarquistas de la Internacional. Surgió así la insurrección cantonal o cantonalismo que impidió la entrada en vigor de la nueva Constitución. Esa deriva revolucionaria se inició en el mes de julio, a raíz de una huelga general en Alcoy que fue sofocada por el ejército. Pero días después se produjo la sublevación de los federalistas de Cartagena, que proclaman el “cantón” y se hacen con el control de la flota y del arsenal. A partir de ese momento, se extiende la insurrección por distintas ciudades del Levante y Andalucía, así como de Castilla. En ese contexto, los carlistas avanzan de manera significativa y Pi i Margall, incapaz de organizar la respuesta desde el Estado, presenta la dimisión el 18 de julio, siendo sustituido por un nuevo presidente, Nicolás Salmerón, quien inicia un giro conservador y de orden dando plenos poderes al ejército, que fue sofocando uno a uno los focos de sublevación. Salmerón dimite a finales de septiembre para evitar la firma de dos condenas de muerte y es sustituido por Castelar, que acentúa el giro autoritario. Obtiene de las Cortes poderes extraordinarios y suspende las sesiones de las mismas hasta enero. A principios de enero, cuando Castelar se presenta ante las Cortes es respondido con críticas y derrotado en una moción de confianza. Su caída precipita el golpe de Estado del general Pavía, formándose un gobierno de emergencia presidido por el general Serrano. Formalmente la República continuaba existiendo pero, de hecho, el golpe de Estado suponía su fin. La nueva situación persiste desde enero a diciembre de 1874, cuando se produce el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto a favor del regreso de los Borbones en la persona del futuro Alfonso XII, hijo de Isabel II. De este modo, en enero de 1875, se produce ese regreso que supone el inicio de la denominada Restauración. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 6. LA RESTAURACIÓN (1875-1902). 1. EL SISTEMA POLÍTICO Se denomina Restauración a la etapa de la historia de España que se desarrolla entre 1875 y 1923. Tras el fracaso de la I República se restaura la dinastía borbónica en la persona de Alfonso XII y se implanta un régimen liberal-conservador. La inestabilidad política de la etapa isabelina y del sexenio había causado recelos y miedos entre los sectores burgueses. Se intentó, por ello, crear un régimen político de orden y estabilidad en el que no hubiera necesidad de recurrir a los pronunciamientos militares ni a la movilización revolucionaria. El artífice de ese proyecto fue Antonio Cánovas del Castillo, cuyo programa estaba ya contenido en el “Manifiesto de Sandhurst”, redactado por el propio Cánovas y hecho público por el futuro Alfonso XII en diciembre de 1874. Se partía de una serie de principios: - Reconocimiento de la legitimidad histórica de monarquía como principio independiente de la soberanía nacional. - Modelo político basado en la soberanía compartida por el Rey y las Cortes (liberalismo doctrinario). - Sentimiento patriótico, liberal y católico. Cánovas contaba con el apoyo del partido alfonsino y de la oligarquía de origen nobiliario y burgués propietaria de la tierra, además de la burguesía comercial, sobre todo la catalana y valenciana con intereses en Cuba. Tenía también el apoyo de una parte del ejército favorable a la Borbones. La intención de Cánovas era lograr el regreso de aquellos por la vía política pero, a finales de diciembre de 1874, el pronunciamiento del general Martínez Campos en Sagunto precipitó la llegada de Alfonso XII como nuevo monarca. Cánovas estableció un ministerio-regencia presidido por él mismo e inició un conjunto de acciones políticas para el establecimiento del nuevo régimen. La primera de ellas fue la pacificación interior y exterior, esto es, la conclusión de las dos guerras iniciadas en el sexenio: la guerra carlista y la guerra de Cuba. De este modo, en 1876 se pone fin a la primera con la derrota del pretendiente Carlos VII y la abolición de los fueros, si bien, por la presión de los liberales fueristas, se estableció, en 1878, un concierto económico con las diputaciones vascas. La guerra de Cuba terminó con la paz de Zanjón en 1878, pero en 1895 se iniciaría una nueva guerra a causa del nacionalismo cubano y de los intereses norteamericanos en la isla. Esa segunda guerra terminó en 1898 con derrota española y supuso el fin del imperio colonial español. También tomó Cánovas una serie de medidas autoritarias que revisaban la política del sexenio, como fue el caso de la anulación del matrimonio civil o PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. ciertas limitaciones en la libertad de imprenta. Por otra parte, nombró a una comisión de notables para que redactasen un anteproyecto de constitución, que fue aprobado por una asamblea constituyente elegida por sufragio universal en 1876. El sistema político canovista se asentó sobre las siguientes bases: - La Constitución de 1876, que establecía un sistema parlamentario liberal basado en la soberanía compartida. - La Corona, que ejercía como árbitro en la vida política y garantizaba la alternancia entre los dos grandes partidos (conservador y liberal), que renunciaban al uso de la fuerza (pronunciamientos y estallidos revolucionarios) para acceder al poder. - Los partidos dinásticos. El sistema se basaba en la alternancia entre dos grandes partidos. Por una parte, el Partido Liberal-Conservador (Partido Conservador), organizado en torno a Cánovas y que aglutinaba a los sectores más tradicionales y conservadores (a excepción de los carlistas y de los integristas más radicales). Por otra parte, Cánovas convenció a Práxedes Mateo Sagasta para que liderase al Partido Liberal-Fusionista (Partido Liberal), que reunía a antiguos progresistas, unionistas y algunos ex republicanos moderados. Ambos partidos defendían la monarquía, la Constitución, la propiedad privada y la consolidación del Estado liberal, unitario y centralista. Eran partidos de notables, de minorías. En cuanto a las diferencias, los conservadores se mostraban más proclives al inmovilismo político y a la defensa de la Iglesia y del orden social, mientras que los liberales estaban más inclinados a un reformismo de carácter progresista y laico. - El ejército, al que se quería alejar de cualquier intromisión en la vida política. Se estableció la supremacía del poder civil sobre el militar, a la vez que se potenció el papel del Rey como símbolo y cabeza visible del ejército. Todo el sistema se basó, además, en la alternancia bipartidista y pacífica de los dos grandes partidos para así asegurar la estabilidad institucional. El turno en el poder quedaba garantizado porque el sistema electoral no respondía exactamente al mecanismo según el cual el partido mayoritario ejerce el gobierno, sino que, cuando el partido gobernante sufría desgaste y perdía la confianza de las Cortes, la Corona llamaba al jefe del partido de la oposición para formar gobierno. Entonces, el nuevo jefe del ejecutivo convocaba elecciones para obtener la mayoría parlamentaria. Ello dio lugar a una manipulación electoral para adecuar los resultados a la nueva situación. Esa manipulación se realizaba mediante el FRAUDE ELECTORAL y el denominado CACIQUISMO. De este modo, la alternancia en el gobierno fue posible gracias a un sistema electoral corrupto que no dudaba en comprar votos, falsificar actas y utilizar la coacción sobre los electores en el mundo rural, valiéndose para ello de la influencia y poder de los caciques locales. Así, PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. una vez convocadas elecciones, el ministro de gobernación elaboraba la lista de candidatos que debían salir elegidos (“encasillado”). Los gobernadores civiles transmitían la lista a los alcaldes y caciques. Para conseguir el objetivo, se utilizaban todo tipo de trampas electorales; es lo que se conoce como “pucherazo”. Incluía todo tipo de artimañas como falsificación del censo (por ejemplo, incluyendo en el mismo a votantes fallecidos), manipulación de actas electorales, compra de votos, coacciones o colocación de urnas en lugares inaccesibles. Además, los caciques eran individuos o familias que, en el mundo rural, tenían un gran poder. El turno dinástico funcionó con regularidad hasta 1898, cuando el impacto de la crisis colonial erosionó a los partidos y políticos dinásticos. El Partido Conservador se mantuvo en el gobierno desde 1875 hasta 1881. Entre este último año y 1884 gobernaron los liberales, y lo hicieron también entre 1885 y 1990. Alfonso XII falleció en 1885 y su viuda, María Cristina, hubo de actuar como Regente hasta 1902, cuando Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad. El temor a una desestabilización del sistema llevó a los partidos dinásticos, tras la muerte del Rey, a llegar a un acuerdo, el Pacto del Pardo, que dio paso a un gobierno liberal cuyo talante reformista aseguró la continuidad del sistema. Los liberales impulsaron distintas reformas como la abolición de la esclavitud (1888) o el establecimiento del sufragio universal masculino para las elecciones a Cortes (1890), que ya habían establecido, en su anterior etapa de gobierno, para las elecciones municipales (1882). 2. LA CONSTITUCIÓN DE 1876. Esta constitución es uno de los pilares del nuevo régimen, así como la de más larga vigencia de las habidas en España, ya que estuvo en vigor desde 1876 hasta 1923. Fue redactada siguiendo las ideas de Cánovas y era el reflejo legal de un liberalismo doctrinario reformado. Se inspiraba en la moderada de 1845, pero con la inclusión de una parte de los derechos individuales reconocidos por la constitución democrática de 1869. Era un texto flexible en los aspectos más conflictivos y, por ello, podía servir de marco legal para los dos partidos dinásticos. Con ella se implantaba un sistema liberal, no democrático en principio, y que se fundamentaba en los siguientes principios: - Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey. - Como consecuencia de lo anterior, la Corona era uno de los pilares del sistema. Entre sus atribuciones estaban: legislar junto a las Cortes; sancionar y promulgar las leyes; nombrar al Jefe de gobierno y a los ministros; disolver las Cortes antes de finalizar la legislatura. El Rey ostentaba, además, el mando supremo del ejército. - Las Cortes eran bicamerales. La cámara alta era un Senado elitista, representación de las principales fuerzas sociales que apoyaban al régimen. El 50% de los senadores no eran elegidos, sino que lo eran PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. - por “derecho propio” (grandes de España, altos cargos eclesiásticos y militares, altos funcionarios...) o por “designación real”. Los restantes eran elegidos por las corporaciones y por los mayores contribuyentes. Por otro lado, el Congreso de los diputados pretendía representar el interés general, pero la Constitución no establecía el sistema electoral. Así, Cánovas implantó en 1878 el “sufragio censitario” y, en 1890, bajo el gobierno de Sagasta, se implantó el sufragio universal. El poder ejecutivo lo ejercía la Corona a través de los ministros, que respondían ante las cámaras. El rey designaba al Jefe de gobierno. En cuanto a la cuestión religiosa, se resuelve reconociendo la confesionalidad católica y la garantía de sostenimiento del clero y el culto. A cambio, una ambigua libertad de creencias permite otros cultos, siempre que se ajusten a la moral católica y se abstengan de manifestaciones públicas. 3. LAS OPOSICIONES AL SISTEMA: CARLISMO Y REPUBLICANISMO. Fuera del régimen de la Restauración, y al margen de los partidos dinásticos, quedaron una serie de sectores sociales y políticos que no constituyeron una oposición homogénea al sistema, sino que se opusieron al mismo desde distintas posiciones y con distintos métodos. De ahí el término “oposiciones”. En esta primera etapa, hasta 1902, fueron, sobre todo, los carlistas y los republicanos. Pero también iría naciendo el embrión de otras oposiciones: en 1879 se funda el PSOE y, en 1888, la UGT; en los años finales del siglo surge el germen del nacionalismo en forma de regionalismo; tampoco hay que olvidar al anarquismo nacido de la Primera Internacional, con un sector violento que derivó hacia la acción terrorista (bomba del Liceo en 1987, asesinato de Cánovas en 1897………….y ya, transcurrido el tiempo, el asesinato de dos jefes de gobierno, Canalejas y Dato, amén de otros atentados). Republicanos: Tras la I República, el republicanismo se fragmentó en distintos partidos. Tuvieron en común una serie de ideas como la fe en el progreso, el reformismo social y la aspiración a una secularización del Estado, que derivó hacia actitudes anticlericales. Estas ideas se difundieron entre las clases medias y populares a través de casinos, ateneos, cooperativas y prensa. Lo que les diferenciaba entre sí fue, principalmente, la concepción, centralista o federalista, del Estado. También se distinguían según su estrategia para alcanzar el gobierno, esto es, la preferencia por la insurrección o por la vía electoral. Así, el Partido Federal de Pi i Margall defendía el federalismo, mientras que el Partido Centralista de Salmerón, era partidario del unitarismo del Estado. También estaba el Partido Histórico de Castelar que, además del PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. modelo unitario, adoptó una actitud posibilista ante el régimen y acabó integrándose en el Partido Liberal en los años ochenta. Por su parte, el Partido Republicano de Ruiz Zorrilla defendió la opción del golpe militar para combatir al régimen. En el nuevo siglo, durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), apareció un nuevo republicanismo. Se inicia una tendencia a la unidad de acción y, de este modo, se crea Unión Republicana en 1903, que acabaría escindiéndose en dos: por un lado, una tendencia reformista que trataba de democratizar al sistema mediante la participación electoral y la colaboración con la monarquía ( esta corriente fundó en 1912 el Partido Reformista de Melquiades Álvarez, del que formaron parte destacados miembros de la Institución Libre de Enseñanza); por otra parte, la izquierda de la Unión Republicana estaba formada por grupos radicales liderados por Lerroux y otros, e intentó derribar al sistema apoyándose en las clases populares (en 1908, Lerroux fundó el Partido Republicano Radical). Carlistas: Después de la derrota de 1876, algunos sectores del carlismo marcharon al exilio, al tiempo que protagonizaron, en el interior, intentos insurreccionales. El fracaso de la vía armada y la integración en el régimen de un sector de católicos tradicionalistas (los llamados neocatólicos opuestos al liberalismo), llevaron a los carlistas a la participación en la vida política. Entre 1891 y 1923, el carlismo obtuvo representación parlamentaria y creó una fuerza paramilitar para luchar contra el republicanismo y el anarquismo: el Requeté. La participación en la vida política produjo la escisión de sectores que no eran partidarios de esa vía. Además, la expansión del nacionalismo vasco, que tuvo sus raíces en el carlismo, limitó la expansión de éste. Otros: A través de la acción sindical y política, las dos ramas del denominado movimiento obrero, el socialismo y el anarquismo, realizaron su oposición a la Restauración. El anarquismo se reorganizó en 1881 con la creación de la Federación de Trabajadores de la Región Española. Los anarquistas no participaban en política, pero sus ideas alcanzaron gran difusión en Andalucía y Cataluña. En los años noventa, comienza la vía de la llamada acción directa, que se traduce en actos terroristas que originaron una dura represión judicial y policial. Frente a la estrategia violenta surgió, en el nuevo siglo, la tendencia anarcosindicalista, que se inclinaba por la acción sindical y la huelga general. En 1910 se fundó la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). La oposición política del obrerismo la representó el PSOE, fundado en 1879 por Pablo Iglesias a partir del reducido grupo que, tras la escisión de la Internacional, se adhirió a la rama marxista. Se trataba de seguir la estrategia de Marx en el sentido de organizarse en partidos de clase de ámbito nacional, que más tarde formarían parte de la Segunda Internacional o Internacional Socialista. Hasta 1910 el socialismo tuvo poca implantación; en ese año, Pablo Iglesias fue elegido como diputado socialista, siendo el primero desde su fundación. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. También surgen los nacionalismos periféricos. En el País Vasco, Sabino Arana funda, en 1895, el PNV (Partido Nacionalista Vasco), defendiendo la identidad vasca como raza diferente y superior a la española. El nacionalismo vasco nace como una reacción de los medios rurales y tradicionales frente a los profundos cambios que suponía la industrialización Asimismo en Cataluña se crea, en 1891, Unión Catalanista, cuyo ideólogo fue Prat de la Riba y que presentó el primer programa catalanista, las “Bases de Manresa”; más tarde, en 1901, se fundó otro partido, la Lliga Regionalista. Asimismo, surgió en Galicia el regionalismo. 4. LAS GUERRAS COLONIALES Y LA CRISIS DE 1898. La pérdida, en 1898, de las últimas colonias ultramarinas (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) fue conocida como “desastre del 98” y tuvo consecuencias dentro de España. Entre la Paz de Zanjón (1878), que había puesto fin a la Guerra de los Diez años o “guerra larga”, y el inicio de la última guerra cubana, los gobiernos españoles tuvieron casi dos décadas para introducir en la colonia alguna de las reformas defendidas por los autonomistas isleños. Pero la falta de medidas descentralizadoras y una política proteccionista que perjudicaba a la economía cubana, favorecieron el surgimiento de nuevas revueltas. El período más idóneo fue el gobierno largo de los liberales, pues entonces el Partido Autonomista se mostraba decidido a apoyar un programa reformista. La única medida aprobada fue la abolición de la esclavitud en 1888 y que los cubanos tuvieran representación propia en las Cortes. Las tensiones entre la colonia y la metrópoli aumentaron a raíz de la oposición cubana a los fuertes aranceles proteccionistas que España imponía para dificultar el comercio de la isla con los EEUU. La condición de Cuba como espacio reservado para los productos españoles se reforzó con el arancel de 1891; los norteamericanos amenazaron con cerrar las puertas a los productos cubanos si el gobierno no modificaba el arancel (EEUU adquiría el 88,1% de las exportaciones cubanas, pero sólo se beneficiaba del 37% de sus importaciones) Por otra parte, en 1892, José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, que protagonizó la revuelta independentista iniciada en 1895 (el denominado “grito de Baire”) y que dio origen a una nueva guerra. El gobierno español envía un ejército a Cuba, frente al cual se hallaba el general Martínez Campos. Pero la falta de éxitos militares provocó el relevo de Campos por el general Weyler, quien aplicó métodos más contundentes. Tras el asesinato de Cánovas, un nuevo gobierno de los liberales intentó probar la estrategia de la conciliación, relevando a Weyler y concediendo a Cuba la autonomía, el sufragio universal, la igualdad de derechos con los peninsulares y la independencia arancelaria. Pero ya los independentistas contaban con el apoyo norteamericano y se negaron a aceptar el fin de las hostilidades. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Coincidiendo con insurrección cubana, se produjo también la de Filipinas, donde la presencia española era más débil que en las Antillas. En 1898, por otra parte, y con el pretexto de la explosión de unos de sus barcos de guerra, el Maine, anclado en el puerto de La Habana, los norteamericanos, acusando a España del suceso, le declaran la guerra e intervienen en Cuba y Filipinas. En diciembre de ese mismo año, se firma la Paz de París, que significó el abandono, por parte de España, de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que quedaron bajo la influencia americana. La derrota de 1898 sumió a la sociedad y a la clase política en un estado de desencanto y frustración. El llamado desastre se vive como síntoma de la definitiva decadencia del mito del imperio español. Sin embargo, a pesar de la envergadura del desastre y de su significado simbólico, sus repercusiones inmediatas fueron menores de lo que se pensaba. No hubo una gran crisis política, sino que surgió una retórica referida a la “regeneración” del régimen. Tampoco hubo crisis económica, a pesar de la pérdida de los mercados coloniales y de los gastos de la guerra. Por tanto, la crisis del 98 fue, a corto plazo, una crisis moral e ideológica con impacto psicológico entre la población. Pero, poco a poco, ese impacto ideológico y moral tuvo repercusiones. Por una parte, el surgimiento de los movimientos nacionalistas en País Vasco y Cataluña. Por otra parte, el “regeneracionismo”, que incluye una serie de movimientos intelectuales y políticos de crítica al sistema de la Restauración. Desde el punto de vista intelectual y literario, la “Generación del 98” es una expresión pesimista, crítica y reflexiva del clima creado por el “desastre”. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 7. LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS DEL SIGLO XIX. SOCIALES Y 1. LAS DESAMORTIZACIONES Y LA AGRICULTURA. Durante el siglo XIX se produce en España la implantación del Estado liberal. Ello supone el desmantelamiento del Antiguo Régimen y sus estructuras socioeconómicas. Se pasa, así, de una sociedad estamental a una sociedad de clases, y de una economía agraria señorial a una economía agraria capitalista. En un país agrario, como la era la España decimonónica, la agricultura y la propiedad de la tierra se convirtieron en elementos claves de esa transformación. De acuerdo con los principios del liberalismo económico, la revolución liberal transformó la propiedad agraria del Antiguo Régimen (compartida, y vinculada o amortizada) en una propiedad individual, plena y de uso libre por el propietario. Para ello hubo que adoptar una serie de medidas legales: desamortización eclesiástica y civil, abolición del régimen señorial, desvinculación de las posesiones de la nobleza, supresión del diezmo y anulación de las normas que limitaban el uso de la tierra (libertad de cultivos, de cercamiento, y supresión de la Mesta). La desamortización eclesiástica y civil consistió en la confiscación, y venta en pública subasta, por parte del Estado de las tierras pertenecientes a la Iglesia y a los municipios. Las cuatro leyes desamortizadoras más importantes fueron: la de Godoy (1798); la eclesiástica de Mendizábal (1836); la de 1841, bajo la regencia de Espartero, ya preparada en 1837, y la desamortización general de Madoz en 1855. La primera, la de Godoy, afectó únicamente a algunos bienes eclesiásticos concretos. La segunda y tercera, las de Mendizábal y Espartero, comprendieron las tierras e inmuebles del clero regular y secular, respectivamente. La de Madoz fue general y afectó tanto a bienes de la Iglesia como a los municipales, y a algunos estatales como los montes públicos y los solares del Ministerio de Guerra sin ningún uso. El proceso desamortizador fue lento por la oposición de los absolutistas y de los liberales moderados. Las desamortizaciones se llevaron a cabo por una serie de motivos. Por una parte, la creencia de los liberales e ilustrados en que la propiedad colectiva y de manos muertas no era eficiente y bloqueaba el desarrollo agrícola. Pero hubo otras razones: una fue fiscal, en el sentido de obtener recursos para la Hacienda Pública; otra razón fue de tipo político, para atraer al bando de la revolución liberal a los compradores de bienes nacionales y debilitar a la Iglesia. Algunos de esos objetivos se cumplieron y otros, en menor medida. La conversión de propiedad amortizada en libre fue masiva. Sin embargo, el objetivo fiscal fue el que alcanzó menor éxito. Por otra parte, la desamortización no modificó sustancialmente la distribución de la propiedad, PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. pues acentuó la concentración donde ya existía gran propiedad, y donde era pequeño o mediana la situación siguió siendo la misma. Sólo se produjo una redistribución social en el sentido de la que la tierra de la Iglesia pasó a manos de agricultores acomodados, profesionales liberales urbanos, comerciantes y aristócratas (muchos de los cuales pasaron de nobleza señorial a nobleza terrateniente). Se forma así una clase terrateniente afín al régimen liberal y que se convierte en clase dominante, mientras que los campesinos pobres no pudieron pujar por las tierras desamortizadas y perdieron incluso, con la desamortización general, la posibilidad de utilizar las tierras comunales, naciendo así una masa de jornaleros pobres. La desamortización sí amplió, de manera considerable, la tierra cultivada. Ello contribuyó al aumento de la producción agrícola durante el siglo, pero sin progresos técnicos y, por tanto, sin crecimiento de la productividad. Además, el aumento de tierra se produjo a costa de pastos y bosques, lo que provocó decadencia de la ganadería. Por todo ello, la desamortización no sirvió de impulso para le economía en general. No incrementó la demanda de bienes de la industria ni sirvió para la acumulación del capital necesario para la inversión industrial Otra transformación de la reforma liberal fue la abolición de los señoríos. Los señores perdieron la jurisdicción sobre las tierras, pero ganaron la propiedad que, además, se vio favorecida por la desvinculación, que les permitió disponer de sus tierras como cualquier otro terrateniente. Ello explica el apoyo de gran parte de esa nobleza al régimen constitucional. Como se explica más arriba, la producción agraria aumenta durante la etapa isabelina, pero sin incremento de la productividad por hectárea, sino por aumento de tierras cultivadas. Los cultivos dominantes fueron los cereales, seguidos de la vid y el olivo. Pero todavía en 1860, el 50% de la tierra cerealística quedaba cada año en barbecho. Por tanto, era una agricultura atrasada aunque, poco a poco, fue apareciendo una agricultura moderna dedicada a la exportación de productos mediterráneos como vino, aceite y frutos secos, que se desarrollará plenamente durante la Restauración. 2. LA INDUSTRIALIZACIÓN Y LOS TRANSPORTES. En la España del siglo XIX no existió Revolución Industrial en sentido estricto; fue un país de industrialización tardía limitada a determinadas áreas, como Cataluña, País Vasco y Asturias, si bien nuestro país continuó siendo un país mayoritariamente agrario hasta la década de los sesenta del siglo XX cuando el denominado “desarrollismo”, impulsado durante el franquismo, supuso la definitiva industrialización. La industrialización del siglo XIX se inició en Cataluña y se relacionó con el sector del algodón. A mediados del XVIII ya existía en Cataluña una importante manufactura dedicada a la producción de “indianas” (tejidos de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. algodón estampados). Hacia 1780 comienza la introducción de las nuevas máquinas de hilar (como la “spning jenny”) de origen inglés. La consolidación de la moderna industria algodonera arranca de 1802, cuando se prohíbe la entrada en España de algodón hilado, lo que produce un arranque del textil catalán que se verá frenado por la desarticulación de los mercados durante la Guerra de la Independencia. Terminada ésta, se reinicia la expansión. A partir de 1830, su crecimiento fue rápido. En 1833, se instaló la primera máquina de vapor: la mecanización conoció una rápida expansión, mayor en el hilado que en el tejido. Una de las causas de esa acelerada expansión de la mecanización en la hilatura fue la relativa escasez de mano de obra, debido a incorporación al mercado laboral de las generaciones nacidas durante la guerra (no nacidos en el transcurso del conflicto). La mecanización supuso un descenso de los costes y, por tanto, de los precios, lo que hizo aumentar la demanda. Esa fase de crecimiento del sector textil sólo se vio interrumpida durante la Guerra de Secesión de EEUU (1861-1865), que dificultó el aprovisionamiento de la materia prima (algodón americano). Desde 1874 se inicia una nueva fase expansiva marcada por la mecanización del sector del tejido. El impulso del sector algodonero catalán fue insuficiente para arrastrar el conjunto de la economía y para producir un proceso de industrialización en toda España, que queda rezagada en la industrialización europea. Ello se explica por distintos factores: escasez de fuentes de energía (falta de cursos de agua importantes, mala calidad del carbón del subsuelo), posición excéntrica en Europa (en un momento de costes de transporte elevados) y absorción de gran cantidad de recursos por La Hacienda Pública, deficitaria, lo que elevó los tipos de interés y encareció la financiación productiva. La siderurgia, por otra parte, fue el sector que estimuló la industrialización relevando al sector algodonero. La fundición del hierro en altos hornos y la elaboración de acero en convertidores requieren mineral de buena calidad y elevadas cantidades de carbón. Vizcaya poseía importantes minas de hierro y se convirtió en exportadora de ese mineral, sobre todo a Inglaterra. Pero la escasez de minas de carbón, las más importantes de las cuales se hallaban en Asturias, así como el bajo poder calorífico del carbón autóctono, limitó el desarrollo siderúrgico en un primer momento. Los primeros intentos de crear una siderurgia moderna se desarrollaron en Málaga, pero fracasaron por el uso de carbones vegetales. La existencia de yacimientos de hulla en Asturias, convierte a esta región en el centro siderúrgico de España entre 1864 y 1879. La producción asturiana creció con rapidez, siendo en ese momento la única zona de España en disponer de carbón mineral. Pero, desde 1876, la llegada de coque galés más barato a Bilbao, como contrapartida de la exportación de hierro, condujo a la consolidación de la siderurgia en Vizcaya, donde se constituyen importantes empresas. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Por otra parte, la implantación de un Estado centralizado y la articulación de un mercado nacional, objetivo de la burguesía isabelina, exigían el desarrollo de una red radial de transportes. Los gobiernos de esa etapa iniciaron la construcción de una red radial, con centro en Madrid, de carreteras. También se estableció una red radial de telegrafía. Al mismo tiempo, se liberalizó el monopolio del transporte de viajeros por diligencia. Pero la novedad más importante en la etapa isabelina fue la instalación, con casi treinta años de retraso respecto a los países europeos industrializados, de la red de ferrocarril. Su construcción si inició en 1848 con la línea Barcelona-Mataró y otros tramos inconexos. La red tardó en extenderse y no alcanzo la densidad de otros países de Europa Occidental. Esa tardanza se explica por el atraso económico de España, pues no existían capitales ni técnicos para realizar su construcción. De ahí que, al final, fueran compañías y capitales extranjeros, sobre todo franceses, los que acometieron esa construcción. La Ley de Ferrocarriles de 1855 les proporcionó condiciones ventajosas: subvenciones estatales y libre introducción de hierros de todas clases. Por eso el ferrocarril no fue un factor importante de arrastre para el desarrollo siderúrgico e industrial. No obstante, la mejora de los transportes y la supresión de las aduanas interiores favorecieron el comercio interior. Pero fue el mercado exterior el que adquirió protagonismo al imponerse, por parte de progresistas y demócratas, una política librecambista que insertó a España en el mercado internacional como exportadora de bienes primarios (alimentos, materias primas, bienes semielaborados) e importadora de productos industriales. 3. LOS CAMBIOS SOCIALES Y DEMOGRÁFICOS. La revolución liberal supuso, para España, la implantación de un sistema capitalista de base agraria. La población activa agraria siguió siendo mayoritaria, si bien durante la etapa isabelina se produjo un aumento sensible de la población activa artesanal e industrial, pero sin alcanzar nunca los porcentajes del sector primario. Hubo, no obstante, un fuerte crecimiento de la población al mismo tiempo que se desarrollaban cambios sociales. La población pasó de unos 10,5 millones a comienzos de siglo a unos 15,5 en 1860, alcanzando los 18,5 al terminar el siglo. El crecimiento fue mayor durante la etapa isabelina que durante el sexenio y la Restauración. Sin embargo, ese crecimiento se mantiene dentro de los rasgos del denominado régimen demográfico antiguo: alta natalidad, alta mortalidad, baja esperanza de vida, elevada mortalidad infantil y mortalidades catastróficas por las epidemias de cólera. Pero la mortalidad, aun manteniéndose en tasas altas y al margen de los episodios epidémicos aludidos, descendió respecto a la natalidad. Ello fue resultado de una mejor dieta alimentaria y del progreso de las condiciones higiénicas paralelo al desarrollo de las infraestructuras urbanas. El resultado PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. fue ese significativo aumento demográfico, que no lo fue tanto en comparación con otros países de Europa inmersos en la revolución industrial. Se mantuvo también la tendencia, iniciada en el siglo anterior, al aumento del peso demográfico de la periferia respecto al interior. Ello fue acompañado de un aumento de la urbanización, sobre todo en País Vasco, Barcelona y Madrid y, en menor medida, en las capitales surgidas de la nueva división provincial de 1833. El resultado es una emigración interior en forma de éxodo rural. También se produce emigración hacia América (sobre todo, Cuba y Argentina) y Argelia. Las principales áreas emisoras fueron Galicia, Asturias, Cataluña y Canarias, hacia América, así como Murcia y Almería, hacia Argelia. Por otra parte, los cambios políticos y económicos se tradujeron en cambios sociales. La sociedad de la etapa isabelina dejó de ser una sociedad estamental y se convirtió en una sociedad de clases o de igualdad jurídica. Al mismo tiempo, hubo una reestructuración en la composición y rasgos de las diferentes clases. Se va configurando una estratificación social cuya principal característica es la desigualdad entre la élite económica y social y el resto de la población. Forman parte de esa élite la vieja nobleza en declive y la alta burguesía en ascenso. El resto de la sociedad se compone de la gran masa de clases populares campesinas urbanas. En medio, unas clases medias muy reducidas en número. La vieja nobleza perdió sus derechos señoriales y estamentales, pero conservó la mayor parte de sus tierras, pasando a formar parte de una clase terrateniente y manteniendo su estilo de vida, imitado por la burguesía. Ésta se integró con la vieja nobleza formando una oligarquía política y económica que fue dominante durante la etapa isabelina. La burguesía se dividía en agraria, comercial y de negocios y, en menor medida, industrial. Su origen está en los cambios de la revolución liberal: compra de tierras desamortizadas, especulación inmobiliaria promovida por la reforma de las ciudades, negocios surgidos con las transformaciones del Estado liberal, bolsa y comercio ultramarino. También algunas capas participaron en el desarrollo industrial y el ferrocarril. Especial peso tiene la oligarquía agraria que refuerza su poder económico y social en el último cuarto de siglo En cuanto a las clases medias, su número es reducido respecto a Europa. Están en torno al 5% de la población y se nutren de hombres de negocios, comerciantes, rentistas, fabricantes de nivel menor, profesionales liberales y funcionarios. A finales de siglo su peso había aumentado, acercándose al 18% Las clases populares, en las ciudades, están integradas por artesanos, tenderos y trabajadores asalariados. Los artesanos son mayoritarios, pues lo limitado de la industrialización da lugar a un crecimiento lento del proletariado, que tendrá cierto aumento en la primera etapa de la Restauración. En el campo, el principal grupo social son los jornaleros, sobre todo en el centro y el sur, áreas de latifundio. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 4. LOS INICIOS DEL MOVIMIENTO OBRERO. El paso del Antiguo Régimen a la nueva sociedad capitalista dio lugar a la aparición de nuevos sectores proletarios y al crecimiento en número de los trabajadores urbanos. También surge una masa de jornaleros sin tierra en el centro y el sur. Las condiciones de vida y trabajo, duras para los trabajadores urbanos e industriales y para los campesinos sin tierra, originan conflictividad social y dan lugar a un proceso asociativo y de lucha política para mejorarlas. Ese proceso culmina durante el sexenio con la implantación en España de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), fundada en Londres en 1864 por marxistas y anarquistas. Conflictividad social: La conflictividad social adoptó distintas formas. Por una parte, los motines de subsistencia continuaron existiendo o resurgieron como rebeldía frente a las nuevas realidades de la sociedad liberal; por ejemplo, los motines contra los consumos y las quintas. También apareció, entre 1820 y 1840, la protesta contra el nuevo trabajo industrial expresada a través de la destrucción de máquinas (ludismo); los dos episodios más importantes de esa forma de resistencia fueron el de Alcoy en 1821 y el de la fábrica de Bonaplata (Barcelona) en 1835. Pero el moderno conflicto industrial no se generaliza hasta la época del sexenio democrático, donde ese conflicto es ya protagonizado por las fuerzas del movimiento obrero organizado que utiliza la huelga como instrumento de lucha. Esa forma de conflicto se da sobre todo en Cataluña. Entre el campesinado la conflictividad tuvo como protagonistas a los jornaleros mediante protestas espontáneas que reclamaban el acceso a la propiedad de la tierra. La toma de tierras, así como la queda de cosechas y registros de la propiedad serán las formas de protesta. Ya durante el sexenio, esas protestas campesinas tomaron como referencia la ideología anarquista bakuninista, que representaba una de las versiones de la AIT. Asociacionismo y sindicalismo: En cuanto al proceso asociativo, desde 1840 aparecen las primeras asociaciones de socorros mutuos, cuya primera muestra fue la creación ese año, en Barcelona, de la Asociación de Protección Mutua de Tejedores de Algodón, que llegó a tener miles de afiliados y que, en 1855, convocó una huelga general contra el gobierno de Espartero. A partir de ahí, los sectores obreros rompen su actitud favorable a los progresistas y se acercan al republicanismo. Durante el sexenio, se produjo la ruptura con los republicanos y una parte de los obreros industriales y campesinos se afilió a la AIT. Ésta fue difundida en España por el anarquista bakuninista Fannelli. Así, en 1870 se fundó la Federación Regional Española de la AIT. También, en 1871, Paul Lafargue, yerno de Marx, difunde la tendencia marxista de la Internacional entre los internacionalistas de Madrid, surgiendo un foco de la tendencia en torno a la Nueva Federación Madrileña, que sería el germen del futuro Partido Socialista Obrero Español, fundado en 1879 (y en 1888, la UGT), PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. así como afiliado a la Segunda Internacional o Internacional Socialista, creada tras las ruptura de la primera por las diferencias entre anarquista y marxistas. Pero el dominio de la federación española fue siempre de los anarquistas, que sufrieron, durante la Restauración, una división entre los partidarios de la “acción directa” (terrorismo) y una tendencia anarco-sindicalista que dio sus frutos ya en los principios del siglo XX. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. BLOQUE III. LA ESPAÑA DEL SIGLO XX. -----------------------------------------------------------------------------------TEMA 8. LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN (1902-1923). 1. EL REGENERACIONISMO POLÍTICO. La crisis colonial favoreció la aparición de movimientos que, desde una óptica cultural o política, criticaron al sistema de la Restauración y propugnaron la necesidad de una regeneración y modernización de la política española. Tras el 98 surgieron una serie de movimientos regeneracionistas cuyos ideales quedaron ejemplificados en el pensamiento de Joaquín Costa, que propugnaba dejar atrás los mitos del pasado glorioso, modernizar la economía y la sociedad y alfabetizar a la población (“escuela y despensa y siete llaves al sepulcro del Cid”). También defendía el desmantelamiento del sistema caciquil. Se crea un clima intelectual que postula la regeneración. Desde fuera del sistema, el catalanismo político y el nacionalismo vasco se constituyeron como proyectos alternativos a la Restauración. Asimismo, se producen una serie de intentos de regeneracionismo desde el propio régimen (“revisionismo”) coincidiendo con el relevo de los líderes del turno pacífico. Cánovas había sido asesinado en 1897 y Sagasta desaparece de la vida política en 1899. Con ello, el fin de la regencia de la reina madre y el comienzo del reinado de Alfonso XIII (19021923) coinciden con un relevo en el liderazgo de los partidos dinásticos, que se produce en ese clima de regeneración. Con Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal) llegó al gobierno una generación política influida por el regeneracionismo que impulsa proyectos de reforma desde el interior del sistema. El gobierno presidido por Maura entre 1907 y 1909 (el llamado “gobierno largo”) protagonizó el mayor intento reformista de los conservadores. Maura proyectó lo que él mismo denominó “revolución desde arriba”, es decir, un intento de regeneración del sistema en el sentido de conseguir la creación de un Estado fuerte y eficaz para desbancar a la vieja casta caciquil. Así, se llevó a cabo una reforma electoral (Ley electoral de 1907) que no consiguió acabar con la corrupción pero hizo más difícil el fraude electoral. También se dio un impulso a la política social (creación del Instituto Nacional de Previsión y “Ley del descanso dominical”). Los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, en el verano de 1909, pusieron fin al gobierno de Maura y a su “revolución desde arriba”. La intervención española en Marruecos, tras varias derrotas militares, llevó al gobierno a reclutar reservistas. El resultado fue una convocatoria de huelga general que produjo graves disturbios y manifestaciones de contenido anticlerical (quema de conventos e iglesias) en Barcelona. El detonante fue el embarque de los reservistas y el ejército sofocó la insurrección con dureza, culminando todo ello con la condena a muerte y ejecución del anarquista Ferrer PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Guardia, lo que desencadenó una campaña internacional contra Maura que provocó el cese de este político como jefe de gobierno. Otro intento reformista fue el del líder liberal José Canalejas, durante su etapa como jefe de gobierno entre 1910 y 1912. Inició reformas sociales, como la reducción de la jornada laboral, la regulación del trabajo de mujeres y niños, o la implantación de la seguridad social. También aprobó un servicio militar universal y obligatorio sin posibilidad de redención, al tiempo que suprimió los impuestos indirectos denominados “consumos”. Trató, asimismo, de redefinir las relaciones Iglesia-Estado mediante una nueva Ley de Asociaciones Religiosas; mientras se aprobaba, logró sacar adelante la llamada “Ley del Candado”, que pretendía frenar la expansión de las órdenes religiosas en la enseñanza. Pero el asesinato de Canalejas en 1912 paralizó la aplicación de ese programa de reformas. 2. EL NACIMIENTO DE LOS NACIONALISMOS. A finales del siglo XIX, durante la primera etapa de la Restauración, surgieron con fuerza movimientos regionalistas y nacionalistas periféricos en País Vasco, Cataluña y, con menor intensidad, en otras regiones como Galicia. Esos movimientos vinieron precedidos de un resurgimiento de las culturas autóctonas (lengua, instituciones tradicionales, leyes, literatura) que se relacionó con el romanticismo, tendencia cultural y artística que alcanzó gran difusión a lo largo del siglo XIX. La “Reinaixença” en Cataluña, el “Rexurdimento” en Galicia, así como el “fuerismo” en el País Vasco, fueron exponentes de esa tendencia a la exaltación de la cultura propia, aunque todavía sin implicaciones políticas. Durante la Restauración se tiende a un mayor centralismo del Estado, siendo abolidos los fueros vascos, aunque después son sustituidos por el “concierto económico” que reconoce la especificidad fiscal de aquellos territorios. Por otra parte, el denominado desastre del 98 favoreció una orientación hacia el nacionalismo de ciertos sectores de las burguesías vasca y catalana. En el País Vasco, en 1895, Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Arana, partiendo de los fueros defendidos por los carlistas, criticaba el fuerismo liberal, porque éste suponía un pacto o concesión de la nación española cuando los fueros, a su juicio, eran derechos originales del pueblo vasco. Además, durante la Restauración fueron abolidos, como ya se explicó, esos fueros. Entendía que el pueblo vasco había sido esclavizado por España y defendía su identidad como raza diferente y superior a la raza española, expresándose esa identidad a través de una cultura vasca propia. Consideraba que la lengua y cultura vascas estaban en trance de desintegración y que su supervivencia exigía la independencia política del País PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Vasco. Este ideal nacionalista surgió en el contexto de la reacción de los medios rurales y tradicionales vascos ante las profundas transformaciones que la industrialización estaba produciendo, sobre todo en Vizcaya, con la consiguiente llegada de numerosos inmigrantes del resto de España a los que los nacionalistas denominaron, de manera despectiva, “maketos”. En Cataluña, el Centro Catalán y Valentin Almirall presentaron a la Corona un “Memorial de Agravios” que defendía el proteccionismo industrial y la vigencia del derecho de Cataluña frente al español. En 1891 se creó “Unión Catalanista”, cuyo principal ideólogo fue Prat de la Riba, y que presentó el primer programa catalanista, las “Bases de Manresa”. Este documento planteaba ya, desde una perspectiva conservadora, la existencia de Cataluña como nacionalidad propia dentro del Estado español, debiendo gozar de una amplia autonomía o gobierno propio. En 1901 se fundó el partido de la “Lliga Regionalista”. Sus principales figuras eran el citado Prat de la Riba y Francisco Cambó. Este partido representaba a la burguesía y clases medias catalanas que defendían un catalanismo moderado y terminó colaborando con la Restauración. En Galicia, durante la década de los ochenta, surgió un regionalismo gallego apoyado por propietarios agrarios y comerciantes. Dentro de ese movimiento hubo una tendencia tradicionalista y antiliberal, y otra de contenidos propiamente nacionalistas. 3. LA CRISIS DE 1917. España se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial (19141918). Esa neutralidad tuvo importantes efectos económicos y sociales que repercutieron, de manera clara, sobre la grave crisis del sistema de la Restauración en 1917. La Gran Guerra provocó un fuerte crecimiento de la economía española, que se dedicó a abastecer a los países en guerra, con gran aumento de las exportaciones. Se produjo un notable proceso de desarrollo industrial para sustituir las importaciones. Pero ese rápido crecimiento se realizó sobre bases frágiles y causó desajustes sociales. Dio lugar a una elevada inflación (aumento generalizado de los precios) y al desabastecimiento de algunos productos básicos, con sensible descenso del nivel de vida de las clases medias y bajas, a lo que se unió una intensificación de las desigualdades sociales. También ensanchó la brecha entre las burguesías industriales y la oligarquía terrateniente, comercial y financiera que dominaba el sistema de la Restauración. Toda esa polarización económica, social y política terminó estallando en 1917. Se trató de una triple crisis en la que confluyeron tres conflictos: el militar, el político y el sindical. - El conflicto militar se plasmó en las JUNTAS DE DEFENSA. La subida de los precios afectó más a los militares de la Península que a los “africanos” (militares destinados en Marruecos). Además, PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. aquellos protestaban contra los ascensos por méritos de guerra de los segundos. Ese malestar de los militares “peninsulares” se tradujo en la creación de Juntas Militares de Defensa que solicitaron mejoras presupuestarias para el ejército y demandaron la convocatoria de Cortes constituyentes. El gobierno hubo de hacer algunas cesiones, como la subida de salarios y la legalización de las Juntas. - El conflicto político tuvo su reflejo en la ASAMBLEA DE PARLAMENTARIOS. Las fuerzas políticas no dinásticas (catalanistas, socialistas, reformistas y republicanos), siguiendo el ejemplo de las juntas militares, trataron de encauzar el malestar social planteando reivindicaciones políticas: formación de un gobierno provisional y convocatoria de Cortes constituyentes para establecer un sistema con el parlamento como pilar básico, eliminando las prerrogativas de la Corona y reconociendo los nacionalismos. La iniciativa partió de la Lliga Regionalista y su líder Cambó, que convocó en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios de grupos antisistema, con excepción de los anarquistas, que no quisieron participar. Antes de ser disuelta, la Asamblea aprobó las líneas de una nueva constitución democrática. El miedo de la burguesía dirigida por Cambó ante la huelga general y el intento de formar un gobierno de unidad nacional forzado por las Juntas de Defensa, llevaron al político catalán a abandonar la Asamblea y formar parte del nuevo gobierno dinástico. - El conflicto social y sindical tuvo su expresión en la HUELGA GENERAL. La consecuencia de la inflación durante la guerra fue el aumento de la conflictividad social. Ante ello, se llegó, por las presiones de las bases, a la unidad de acción entre el sindicato socialista (UGT) y la CNT (Confederación Nacional del Trabajo, anarcosindicalista). Ambos sindicatos prepararon una huelga general para el verano de 1917, en solidaridad con los ferroviarios (enfrentados a sus patronos). La huelga tuvo éxito en las principales ciudades y centros fabriles (Cataluña, Madrid, Asturias y País Vasco). El gobierno llevó a cabo una política de represión utilizando al ejército. La triple crisis de 1917 no terminó con el sistema pero, a partir de entonces, la inestabilidad política fue la norma. Con el fin de la Gran Guerra se rompió definitivamente el turno de partidos. Entre 1917 y 1923 hubo trece cambios de gobierno. El Rey tuvo que recurrir a gobiernos de concentración, formados por miembros de los dos partidos dinásticos. Desde 1922 se intentó recuperar el turno, sin éxito. Además de años de inestabilidad política, fueron años de verdadera “guerra social”, con una gran conflictividad laboral, sobre todo durante el denominado “trienio bolchevique” (1918-1920), en cuyo desarrollo influyó el impacto suscitado por la revolución soviética. Se produjo una fuerte conflictividad que afectó a los campesinos andaluces y a los obreros PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. de Barcelona, donde hubo huelgas importantes como la de la fábrica de electricidad “La Canadiense” (1919), que terminó con triunfo de los obreros. La conflictividad se relacionó, desde el punto de vista ideológico, con el ideario anarquista, tanto entre los jornaleros del sur como en Cataluña. Se desarrolla así una guerra social con atentados anarquistas y episodios de “pistolerismo” a sueldo de los patrones. En ese contexto, se produjo el agravamiento de la guerra en Marruecos. 4. EL PROBLEMA DE MARRUECOS. A partir de 1906, España inició su presencia e Marruecos. En el marco del Imperialismo previo a la Primera Guerra Mundial, la “Conferencia de Algeciras” (1906) y el posterior “Tratado Hispano-francés” (1912) supusieron su entrada en el reparto de zonas de influencia entre los países europeos. Así, bajo el influjo de los británicos, que deseaban limitar la presencia francesa en el norte de África, se estableció un protectorado franco-español en Marruecos. A España se le concedió una franja en el norte, el Rif, y un enclave en la costa atlántica (Ifni y Río de Oro). Sin embargo, la presencia española en el área estuvo contestada por las tribus bereberes, organizadas en “cabilas” (clanes integrados por individuos descendientes de un tronco familiar común). Los continuos ataques de los rifeños obligaron a mantener un fuerte contingente militar. En 1909, los rifeños infligieron una importante derrota a las tropas españolas en el “Barranco del Lobo”, ocasionando numerosas bajas. Se decide entonces aumentar la cuantía de las tropas y el embarque de las mismas va a estar en el origen de la llamada “Semana Trágica”. Pero la guerra de Marruecos sufrió un nuevo agravamiento en 1921, en un momento de inestabilidad social y política ya explicado anteriormente. España se disponía, en ese momento, y una vez finalizada la Gran Guerra, a hacer efectiva la ocupación de los territorios que le habían correspondido en el tratado con Francia. Una operación precipitada dirigida por el general Fernández Silvestre dio lugar a que los rifeños de Abd el Krim, el principal líder de los marroquíes, infligieran un derrota a las tropas españolas en Annual (1921), con cuantiosas pérdidas humanas (más de doce mil muertos). A ese hecho se le denominó “Desastre de Annual” y tuvo graves consecuencias políticas. La cuestión de las responsabilidades produjo enfrentamientos y tensiones durante los dos años siguientes, con descontento del ejército, en cuyo seno se fue fraguando una creciente hostilidad al sistema. Las responsabilidades alcanzaron al propio Rey, al que se acusó de haber sido el principal incitador de Silvestre para realizar el avance que terminó en la carnicería de Annual. La presión en al Parlamento de los liberales y de las fuerzas antidinásticas, sobre todo de los socialistas, consiguió que el ejército instruyese un expediente para determinar las responsabilidades militares. Se encargo dicho expediente al general Picasso (“Expediente Picasso”) y tuvo como PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. consecuencia el procesamiento de algunos militares, pero se soslayó la actuación del Rey. La oposición no admitió esos límites en la depuración de responsabilidades y se creó una comisión parlamentaria para investigar el asunto. Pero ésta no pudo presentar su informe ni debatirlo a causa del golpe de Estado del general Primo de Rivera que, en septiembre de 1923, pone fin al sistema político de la Restauración. Comienza así la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 9. LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA ( 1923-1930). 1. LA QUIEBRA DE LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA. Entre 1917 y 1923 se produce la quiebra definitiva de la monarquía parlamentaria y del sistema político de la Restauración. En ese contexto, agravado por la crisis social y por el problema de Marruecos, el resultado fue la Dictadura de Primo de Rivera. El final de la guerra mundial tuvo como consecuencia la ruptura definitiva del turno y el desarrollo de una inestabilidad política permanente que no fue aprovechada por las fuerzas antisistema, ya que vivían también una situación de división y crisis. Entre 1917 y 1923 hubo trece cambios de gobierno. El Rey tuvo que recurrir a gobiernos de concentración, formados con miembros de los dos partidos dinásticos, como fueron los de García Prieto en 1917 y Maura en 1918. Ello no frenó la inestabilidad y se intentó una recuperación del turnismo, ahora con facciones de los dos partidos. La fórmula no tuvo éxito. Asimismo, la oposición antidinástica sufría una grave crisis. Catalanistas y reformistas se integraron en el sistema y el PSOE experimentó la crisis originada por la revolución soviética, que llevó a la escisión de 1921 por la que nacía el Partido Comunista de España (PCE). Se añadió a todo lo anterior el problema social, que derivó en un verdadero estado de “guerra social”. La crisis económica posbélica se tradujo en una disminución de los beneficios patronales y un aumento del paro. La patronal intentaba compensar la caída de beneficios con el proteccionismo y el descenso de salarios. Frente a ello, no paraba de crecer la movilización obrera y sindical, tanto en el campo como en la ciudad. El resultado fue una gran conflictividad laboral, sobre todo durante el denominado “trienio bolchevique” (1918-1920), en cuyo desarrollo influyó el impacto de la revolución bolchevique en Rusia. Los dos grandes focos de esa conflictividad fueron Andalucía y Barcelona. En Andalucía se produjo un gran movimiento de huelgas con ocupación de tierras al que el gobierno puso fin enviando al ejército. Las alteraciones más graves se desarrollaron en Barcelona, con huelgas como la de la fábrica de electricidad “La Canadiense” (1919). Esa conflictividad terminó por adoptar expresiones de violencia social con duros enfrentamientos entre sindicalistas de la CNT y de los “sindicatos libres” afines a los patrones. Se produjo una verdadera guerra social con atentados de los anarquistas y episodios de pistolerismo a sueldo de los patronos. Además, tuvo lugar el agravamiento, ya estudiado, del problema de Marruecos. Una operación precipitada dirigida por el general Fernández Silvestre dio lugar a que los rifeños de Abd el Krim, el principal líder de los marroquíes, inflingieran un derrota a las tropas españolas en Annual (1921), con cuantiosas pérdidas humanas (más de doce mil muertos). A ese hecho se le denominó “Desastre de Annual” y tuvo graves consecuencias políticas. La cuestión de las responsabilidades produjo enfrentamientos y tensiones durante PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. los dos años siguientes, con descontento del ejército, en cuyo seno se fue fraguando una creciente hostilidad al sistema. Las responsabilidades alcanzaron al propio Rey, al que se acusó de haber sido el principal incitador de Silvestre para realizar el avance que terminó en la carnicería de Annual. La presión en el Parlamento de los liberales y de las fuerzas antidinásticas, sobre todo de los socialistas, consiguió que el ejército instruyese un expediente para determinar las responsabilidades militares. Se encargo dicho expediente el general Picasso (“Expediente Picasso”) y tuvo como consecuencia el procesamiento de algunos militares, pero se soslayó la actuación del Rey. La oposición no admitió esos límites en la depuración de responsabilidades y se creó una comisión parlamentaria para investigar el asunto. Pero ésta no pudo presentar su informe ni debatirlo a causa del golpe de Estado del general Primo de Rivera que, en septiembre de 1923, pone fin al sistema político de la Restauración. Comenzaba así la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). 2. LA DICTADURA: DESARROLLO POLÍTICO E INSTITUCIONAL. El día 13 de septiembre de 1923 el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dio un golpe de Estado en Barcelona. El golpe fue acompañado de un Manifiesto en el que se exponían los motivos y objetivos de la sublevación: restaurar el orden público, frente a la subversión y la amenaza separatista, y regenerar el país desterrando los vicios políticos de la Restauración. La nueva situación se concebía, en principio, como transitoria. El golpe contó con el apoyo de las principales agrupaciones empresariales, asustadas por las huelgas y la deriva revolucionaria; de la Iglesia, temerosa del anticlericalismo anarquista y del bolchevismo; y del Rey, cabeza visible del ejército. Pero, en general, se produjo en el país una actitud de pasividad, de cierta aceptación indiferente del hecho, debido al clima de inestabilidad y al desprestigio de los políticos del turno. Sólo comunistas y anarquistas se opusieron, mientras que los socialistas mantuvieron una actitud de cautela que derivó en la colaboración de la UGT con la política social de la dictadura. Se suelen distinguir dos etapas en la dictadura. La primera de ellas fue el DIRECTORIO MILITAR (1923-1925), durante la cual el gobierno fue ejercido por un Directorio (así se denominó al nuevo gobierno) integrado por los capitanes generales de las regiones militares y presidido por Primo de Rivera. La segunda etapa fue el DIRECTORIO CIVIL (1925-1930), y se denominó así por el restablecimiento del Consejo de Ministros, del que formaban ahora parte también ministros civiles. Durante la etapa de DIRECTORIO MILITAR, Primo de Rivera abordó los problemas denunciados en el Manifiesto: orden público, separatismo y vicios de la Restauración. Para restaurar el orden público se declaró el estado de guerra y se suspendieron los derechos constitucionales, atribuyendo a los juzgados militares competencias sobre parte de los delitos comunes y sobre los PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. de terrorismo. El orden público fue restablecido, disminuyendo el número de huelgas y de atentados. En cuanto al separatismo, frente al mismo se intentó la implantación de un nacionalismo de Estado. Se disolvieron las Diputaciones catalanas y la Mancomunidad (agrupación de las mismas con competencias autonómicas), al tiempo que se prohibieron las manifestaciones públicas de los símbolos nacionalistas, como la lengua y bandera catalanas. Respecto a los vicios de la Restauración, la dictadura utilizó un lenguaje regeneracionista: Primo de Rivera se presentó a sí mismo como el “cirujano de hierro” que había pedido Joaquín Costa. La nación era el “cuerpo enfermo” que había que sanar. Así, se emprende una lucha contra el caciquismo mediante una reforma de la administración local, siendo disueltos los Ayuntamientos y las Diputaciones, al tiempo que los concejales pasaban a ser elegidos por los mayores contribuyentes, al igual que los alcaldes de los municipios de menos de 100.000 habitantes (los de más habitantes, eran designados por el gobierno). En 1924 se elaboró una “Estatuto Municipal” que dotaba de mayor autonomía económica a los ayuntamientos y establecía la elección de concejales y alcaldes por una combinación de representación popular y “corporativa” (agrupaciones sociales intermedias representantes de los intereses económicos y sociales). En cuanto a Marruecos, la colaboración con Francia condujo a una acción militar conjunta (el “desembarco de Alhucemas”, en 1925), que supuso la pacificación de aquel territorio y que abrió las puertas al fin del directorio militar. Por otra parte, Primo de Rivera creó, en 1924, un partido impulsado desde el poder, a la manera del partido único fascista italiano. Ese partido se denominó UNIÓN PATRIÓTICA. Todo ello se entiende en el contexto del período de entreguerras: debilidad de las democracias parlamentarias y ascenso de los fascismos y de los regímenes autoritarios. Desde 1925, se abre una nueva etapa: el DIRECTORIO CIVIL. El éxito en Marruecos y el contexto internacional decidieron a Primo de Rivera a pasar de una situación de provisionalidad a otra de permanencia. El proyecto comenzó con el restablecimiento del Consejo de Ministros. Se iniciaba así un período de institucionalización del régimen. A la Unión Patriótica, el partido único creado en 1924, se unió el establecimiento de una ASAMBLEA NACIONAL CONSULTIVA en 1927. Su función era consultiva y su representación, corporativa, esto es, la Asamblea representaba a las instituciones locales, a la administración central y a las distintas actividades profesionales y económicas. 3. LA DICTADURA: POLITICA ECONÓMICA Y SOCIAL. Desde el punto de vista económico, se planteó una política basada en el nacionalismo económico, cuyo objetivo era el fomento de la producción nacional mediante la intervención del Estado en la economía. Esa intervención se llevó a cabo en distintos frentes. Por una parte, una fuerte protección arancelaria y de subvenciones. Por otra parte, el intervencionismo se tradujo en una política de obras públicas para reactivar la economía española. Los dos PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. aspectos de esa política fueron la mejora de la red de carreteras y la política hidráulica, promoviendo la creación de Confederaciones Hidrográficas que gestionaron la construcción de pantanos y presas, lo que hizo aumentar la producción de energía hidroeléctrica y permitió avances en la electrificación. De igual modo, el nacionalismo económico dio origen al establecimiento de dos monopolios en el campo de la telefonía (se crea Telefónica en 1924) y de la importación, refino y distribución de petróleo (creación de CAMPSA en 1927). También se llevó a cabo una política social inspirada en el reformismo católico y en la concepción corporativista de la sociedad. Frente al concepto de lucha de clases, se propone el concepto de colaboración y se constituye la ORGANIZACIÓN CORPORATIVA NACIONAL en 1926: patrones y obreros de cada actividad económica pertenecían obligatoriamente a los “comités paritarios” de patronos y obreros bajo el control del Estado. La UGT casi monopolizó la representación obrera en esos comités. 4. EL FINAL DE LA DICTADURA Y DE LA MONARQUÍA. Desde 1928, los sectores que habían apoyado al régimen dictatorial dejaron de hacerlo. Los patronos recelaban de la política social corporativa de la dictadura y los sindicatos católicos, de la preponderancia de UGT como sindicato. Además, había reticencias del ejército peninsular acerca de la promoción de los africanistas por méritos de guerra, defendida por el dictador. Como los problemas de orden público habían sido resueltos, fue desapareciendo el apoyo de estos grupos a Primo de Rivera. Por su parte, la oposición dinástica inició una serie de intentos para regresar al sistema constitucional de 1876. Al mismo tiempo, la oposición antidinástica procedió a reorganizarse, apareciendo nuevos partidos republicanos, a la vez que el nacionalismo catalán pasaba del descontento pasivo al enfrentamiento con la dictadura. Los estudiantes fueron una de las fuerzas más importantes de esa oposición. El intento del gobierno de equiparar los centros universitarios públicos y privados provocó protestas, surgiendo de las mismas una organización independiente, la Federación Universitaria Española (FUE). La respuesta fue el cierre de las universidades de Madrid y Barcelona. Se generalizó entonces la protesta intelectual, haciéndose así masivo el rechazo de la dictadura. Se une a ello el distanciamiento personal entre el Rey y el dictador. Éste acabó por presentar la dimisión en enero de 1930. La caída de la dictadura arrastró consigo la de la monarquía de Alfonso XIII, en un proceso desarrollado entre enero de 1930 y abril de 1931. Tras la dimisión de Primo de Rivera, el rey nombró como Jefe de Gobierno al general Berenguer, con la idea de retornar al sistema de la Restauración y de la Constitución de 1876. Pero la oposición lo impidió. Los republicanos multiplicaron sus organizaciones y sus actividades contra la monarquía. Fueron secundados por intelectuales como Ortega y Gasset, Pérez de Ayala y PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Marañón, quienes fundaron la Agrupación al Servicio de la República. El primero de ellos publicó un artículo contra el regreso a la monarquía constitucional, titulado “El error Berenguer”. Su suman a todo ello anarquistas y socialistas. Toda esa oposición a la monarquía alcanzó un acuerdo para la unidad de acción, el denominado “Pacto de San Sebastián”, en agosto de 1930. En ese pacto se decidió la creación de un comité revolucionario presidido por el republicano, y antiguo monárquico, Niceto Alcalá-Zamora. El comité tenía como objetivo organizar una huelga general y una insurrección armada contra la monarquía. Ambas iniciativas fracasaron. En el caso del frustrado intento de insurrección militar en Jaca, terminó con la ejecución de sus protagonistas, los capitanes Galán y García Hernández. En ese clima, Berenguer intenta convocar una elecciones generales, pero éstas con boicoteadas por la oposición. Berenguer es sustituido al frente del gobierno por el almirante Aznar. Éste convoca unas elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. La campaña para las mismas se plantea como un plebiscito sobre monarquía o república. Las candidaturas monárquicas vencen en las elecciones, pero en las principales ciudades se produce la victoria de los republicanos. En ese clima de tensión, Alfonso XIII renuncia a la Corona y abandona el país. El comité revolucionario se convierte en gobierno provisional y proclama la Segunda República el día 14 de abril de 1931. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 10. LA SEGUNDA REPÚBLICA ( 1931-1936). 1. EL SISTEMA DE PARTIDOS Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Una vez proclamada la República el 14 de abril de 1931, se constituyó un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, ex monárquico enfrentado con el Rey desde el golpe de Estado de 1923 y que presidía, además, el Pacto de San Sebastián. En el nuevo gobierno, figuraban como ministros destacados líderes republicanos (Manuel Azaña, Alejandro Lerroux o Diego Martínez Barrio) y socialistas (Francisco Largo Caballero, líder del PSOE, así como Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos). A través de decretos, se tomaron medidas como el establecimiento del salario mínimo o la jornada de ocho horas, y se pusieron las bases de una serie de reformas como la militar, la agraria o la educativa. Fueron convocadas, además, elecciones constituyentes, en las que obtuvo amplia mayoría una coalición republicanosocialista. Ello permitió la rápida aprobación de la Constitución de 1931. La Constitución definía al Estado español como “república de trabajadores de todas las clases”. Algunos de sus principales principios eran los siguientes: - Se aceptaba la posibilidad de constituir gobiernos autónomos en algunas regiones. - Las Cortes eran unicamerales y en ellas residía plenamente el poder legislativo. El poder ejecutivo recaía en el Consejo de Ministros y en el Presidente de la República. El poder judicial se confiaba a jueces independientes. - Establecía la no confesionalidad del Estado. - Se preveía la posibilidad de expropiación forzosa de cualquier tipo de propiedades por causa de utilidad social, mediante indemnización, así como la opción de nacionalizar servicios públicos. - Presentaba una amplia declaración de derechos y libertades. Establecía el voto a los 23 años y, por primera vez, incluía el voto femenino, aspecto este último que fue controvertido a lo largo de los debates para aprobar la Constitución. La Constitución no consiguió el consenso de todas las fuerzas políticas. Los sectores católicos más conservadores se opusieron a la no confesionalidad del Estado y la derecha más centralista se opuso al reconocimiento de la autonomía de las regiones. Una vez aprobada, Alcalá Zamora se convirtió en presidente de la República y Manuel Azaña, en jefe de gobierno. Comenzaba así el primero de los bienios republicanos, el “bienio republicano-socialista” o “bienio reformista” (1931-1933). PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. En cuanto al sistema de partidos, hubo una estimable pluralidad de partidos que se alineaban en distintas partes del espectro político. Así, dentro de las derechas se distinguían: - Partidos monárquicos: entre ellos, Renovación Española (RE), fundado en 1933, y formado por alfonsinos como Calvo Sotelo; también, Comunión Tradicionalista (CT), carlistas. - Partidos republicanos: Partido Radical (con Alejandro Lerroux, veterano agitador anticlerical que se sumaba a izquierda o derecha según los casos), Partido Progresista (con Alcalá Zamora, de orientación católica), Partido Conservador (con Miguel Maura, y también de orientación católica), Partido Liberal Demócrata (con Melquiades Álvarez, teniendo su ámbito de influencia en Asturias). - Partidos católicos: cabe destacar la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), liderada por Gil Robles y fundada en 1933 para las elecciones de ese año. Aglutinaba a diversos grupos monárquicos, católicos y agrarios. - Partidos regionalistas: la Lliga Regionalista, de Cambó. En los que se refiere a las izquierdas: - Partidos Republicanos: Acción Republicana, más tarde Izquierda Republicana, con Manuel Azaña, defensor de la República laica, civil y social. También el Partido Radical Socialista y Unión Republicana, con Diego Martínez Barrio. - Partidos autonomistas y nacionalistas: Esquerra Republicana de Cataluña, con Francesc Maciá y Lluis Companys, representantes del catalanismo de izquierdas. También el Partido Nacionalista Vasco (PNV), conservador y católico, pero que hubo de alinearse con la izquierda. - Partidos obreristas y marxistas: PSOE, con Prieto, Besteiro y Largo Caballero: Partido Comunista de España (PCE), nacido como escisión del PSOE en 1921; Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), que nace, como partido trotskista, en 1935, por la fusión de Izquierda Comunista y del Bloque Obrero Campesino. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 2. LAS REFORMAS DEL BIENIO REPUBLICANO-SOCIALISTA. Tras la aprobación de la Constitución, Alcalá Zamora se convierte en presidente de la República y Manuel Azaña preside el gobierno (desde diciembre de 1931 a septiembre de 1933). A ese período se le denomina “bienio republicano-socialista”, por la coalición que ejerce el poder, o “bienio reformista”, porque se impulsan una serie de reformas iniciadas, en su mayor parte, desde el momento en que se forma el gobierno provisional tras la proclamación de la República. Las principales reformas son las siguientes: - REFORMA MILITAR: Se pretendía crear un ejército profesional. Para ello, se trataba de reducir sus efectivos y acabar con el exceso de oficiales, así como asegurar su obediencia al poder civil. De este modo, se promulga la “ley de retiro de la oficialidad”, por la cual todos los militares en activo debían prometer su adhesión al nuevo régimen republicano, concediéndoles la posibilidad de retirarse con sueldo íntegro en caso contrario. La reforma no obtuvo sus objetivos porque se retiraron menos militares de los esperados. Además, en algunos sectores del ejército, como los africanistas, la ley fue recibida como una agresión a la tradición militar, lo que generó tensiones. - CUESTIÓN RELIGIOSA: El gobierno se propuso limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la vida social. Ello se plasmó en la Constitución, que establecía la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto de culto y clero. También se permitió el divorcio y el matrimonio civil. Además, el temor a la influencia de las órdenes religiosas a través de la enseñanza, llevó a la disolución de la orden de los jesuitas (por su cuarto voto de obediencia al Papa) y a la prohibición de la enseñanza para los órdenes restantes. La cuestión religiosa le creó al nuevo régimen sus mayores enemigos, pues, en general, la jerarquía eclesiástica movilizó a la opinión pública en contra de la República. Ello dio lugar a tensiones sociales y políticas: oposición de la Iglesia y quema de conventos por parte de los sectores radicales. - REFORMA AGRARIA: Fue el proyecto de mayor envergadura. España era un país agrario y tenía el problema de las grandes propiedades en el sur, existiendo allí una gran masa de jornaleros o campesinos sin tierra. Ya desde la proclamación de la República, se promulgan decretos que perseguían proteger a los jornaleros y arrendatarios; esos decretos prohibían poner fin a los contratos de arrendamiento y establecían salarios mínimos, así como la jornada de ocho horas en el campo y la obligación de poner en cultivo las tierras aptas para ello. Pero el verdadero ensayo reformador fue la “Ley de Reforma Agraria”, aprobada por las Cortes en septiembre de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. - - 1932. Su objetivo era expropiar latifundios y asentar campesinos, pues establecía la expropiación sin indemnización de las tierras de un parte de la nobleza (“Grandes de España), así como la expropiación con indemnización de otras tierras, como las cultivadas deficientemente o las que, pudiendo ser regadas, no lo eran. Los resultados de la reforma fueron limitados y conllevaron tensión social. La reforma se aplicó de manera lenta y limitada por su complejidad, por la lentitud burocrática y por la falta de presupuesto para indemnizaciones, además de la resistencia de los propietarios, a la que se unió la deriva revolucionaria de una parte del campesinado afectado, influido sobre todo por el ideario anarquista, con ocupación de tierras y revueltas. REFORMA DEL ESTADO: Se trató, en este caso, de contentar a las regiones con sentimientos nacionalistas. La Constitución reconocía el derecho a la autonomía. El gobierno provisional hubo de reconocer un gobierno autonómico catalán (la Generalidad), después de negociar con Francesc Maciá, líder de Esquerra Republicana, que, el mismo día de la proclamación de la República, proclamó, a su vez, la República de Cataluña dentro de la Federación Ibérica. Ello quedó anulado tras las negociaciones y se reconoció entonces al gobierno autonómico a la vez que se encargaba a una comisión la redacción de un “estatuto”, que fue aprobado a finales de 1932. Se retrasó, sin embargo, la aprobación de un estatuto para el País Vasco, propuesto por el PNV y los carlistas. REFORMAS SOCIALES: Hubo una serie de reformas sociales, relacionadas sobre todo con las condiciones de trabajo. Se trató de un conjunto legislativo que se dirigió a aspectos como la negociación colectiva, la jornada de trabajo (semana de 40 horas) y otras. Todas estas reformas se encontraron con oposición de la Iglesia, de sectores del ejército (intento de golpe de Estado del general Sanjurjo en agosto de 1932) y de la derecha tradicional y monárquica. Así, en 1932, se creó la CEDA, un partido de la derecha católica dirigido por Gil Robles. Aparecieron grupos de corte fascista, que crearon, en 1931, las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), unidas más tarde a Falange Española, partido fundado en 1933 por José Antonio Primo de Rivera, y que se inspiraba en el fascismo italiano. Por otra parte, dentro del anarquismo, la dirección de la CNT se vio desbordada por el sector más radical de la FAI (Federación Anarquista Ibérica, creada en 1927), lo cual condujo a la deriva revolucionaria. Las huelgas, las insurrecciones y las ocupaciones de tierra fueron en aumento. El caso más notorio fue el de Casas Viejas (Cádiz), donde, en una de esas revueltas, y tras la intervención de la Guardia Civil, hubo muertos. Este caso debilitó mucho al gobierno de Azaña. El gobierno fue perdiendo confianza entre los sectores de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. izquierda, por las medidas policiales, al tiempo que sufría la oposición desde la derecha. Todas esas tensiones condujeron a la dimisión de Azaña en septiembre de 1933; el presidente de la República disolvió entonces las Cortes y se convocaron elecciones para noviembre de 1933, terminando así el denominado “bienio reformista”. 3. EL BIENIO DE CENTRO-DERECHA. Las elecciones de noviembre de 1933 fueron las primeras con voto femenino en España. Dieron la victoria a los partidos de centro-derecha. La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, fundada en ese mismo año de 1933, y liderada por Gil Robles) obtuvo 115 de los 472 escaños de las Cortes, siendo el partido más votado, seguido del Partido Radical de Lerroux, con 102 escaños. Este partido había evolucionado, con el tiempo, hacia posiciones más templadas cercanas al centro político. En principio, la CEDA no formó gobierno, sino que apoyó al que se constituyó presidido por Lerroux. Se inició así una etapa de marcha atrás y de matización de las reformas iniciadas en el bienio anterior. En el campo, se introdujeron cambios en la aplicación de la reforma agraria. Se fijo la devolución de tierras a la nobleza, se anuló la cesión temporal de tierras mal cultivadas a los campesinos extremeños y se concedió la libertad de contratación. La cuestión agrícola enfrentó al gobierno central con la Generalidad catalana, que seguía en manos de Esquerra Republicana. El motivo fue la promulgación por la Generalidad, en 1934, de la Ley de Contratos de Cultivo, que permitía a los campesinos arrendatarios de viñas acceder a la propiedad de las tierras pagando a los propietarios unos precios tasados. La ley fue declarada inconstitucional por el Tribunal de Garantías Constitucionales, pero el gobierno catalán no aceptó la anulación y aprobó una ley casi idéntica a la anterior. También se quiso contrarrestar la reforma religiosa dotando un presupuesto para culto y clero e intentando un concordato con la Santa Sede. Sin embargo, la reforma militar siguió vigente, así como los cambios en materia de educación. Frente a la política del nuevo gobierno se produjo una radicalización del PSOE y la UGT. Su ala más izquierdista, liderada por Largo Caballero, comenzó a propugnar la revolución social, mientras que el sector más moderado defendía colaborar con los republicanos de izquierda para estabilizar la República. El enfrentamiento con el nacionalismo catalán y vasco, la radicalización socialista y la proliferación de huelgas y conflictos, llevaron a la CEDA a endurecer su posición y a reclamar una política más contundente en materia de orden público, además de reclamar la entrada en el gobierno, al que apoyaban parlamentariamente. Lerroux accedió a esto último y, a principios de octubre de 1934, otorgó tres ministerios a la CEDA. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. La entrada de ministros de la CEDA en el gobierno fue interpretada por la izquierda como un camino hacia el fascismo y como una amenaza para el régimen republicano, a pesar de que la CEDA había sido el partido más votado. A iniciativa de UGT, y con escasa participación de la CNT, se impulsaron huelgas y movilizaciones en las principales ciudades. Fracasaron en general por la acción contundente del gobierno, que decretó el estado de guerra. Pero en Asturias y Cataluña los acontecimientos tuvieron una especial relevancia, estallando así la denominada “revolución de 1934”, un intento de golpe revolucionario por parte de las fuerzas de izquierda. En Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social, fruto de la colaboración entre socialistas, comunistas y anarquistas. Ocuparon pueblos de las cuencas mineras y sustituyeron a los ayuntamientos por comités revolucionarios. Llegaron a sitiar Oviedo. El gobierno envió a la Legión y la insurrección resistió unos diez días. En Cataluña, el presidente de la Generalidad, Companys, proclamó la República catalana dentro de una supuesta República Federal española, al mismo tiempo que las fuerzas de la izquierda, con la abstención de CNT, organizaban una huelga general. Pero la escasa participación hizo fracasar la insurrección, que fue sofocada por el ejército. Las consecuencias de esta deriva revolucionaria fueron notables. Aumentó la influencia de la CEDA en el gobierno. Ello se tradujo en un anteproyecto para modificar la Constitución, que fue presentado en julio de 1935 a las Cortes. Pero no llegó a ser votado por la crisis de gobierno iniciada en el otoño de ese mismo año. Por una parte, hubo una falta de entendimiento entre Lerroux y al presidente de la República, Alcalá Zamora, quien encargó formar gobierno a Chapaprieta, un republicano moderado. Por otra parte, el Partido Radical se vio afectado por una serie de casos de corrupción, como el “caso estraperlo”, relacionado con la introducción de un tipo de ruleta en varios casinos. Estos asuntos debilitaron a la coalición gubernamental. El clima político se enrareció. Gil Robles intentó que se le nombrara jefe de gobierno, pero Alcalá Zamora se negó y convocó nuevas elecciones para febrero de 1936. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 4. LAS ELECCIONES DE 1936 Y EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR. Se perfilaron dos grandes bloques electorales, las “izquierdas” y las “derechas”, enfrentados y sin posibilidad de entendimiento. La coalición de izquierdas fue el Frente Popular. Los “frentes populares” fueron un tipo de coalición propia de los años treinta del siglo XX, surgidos en el contexto del ascenso de los fascismos y otras soluciones autoritarias surgidas ante la debilidad de las democracias parlamentarias en ese momento, acosadas, por un lado, desde la deriva fascista y autoritaria de derechas y, por otro lado, desde el peligro revolucionario comunista que tenía como referencia la revolución bolchevique. Esos frentes fueron el resultado de la unión electoral de partidos y grupos de centro y centro izquierda, socialistas y comunistas por el temor al avance del fascismo. En España, el Frente Popular fue el resultado del clima existente desde la intentona revolucionaria de 1934. Desde la izquierda, se recelaba de la CEDA (considerando a este partido como afín al fascismo). Por ello, se firmó el programa del Frente Popular (al que se unieron Izquierda Republicana, Esquerra Republicana de Cataluña, Unión Republicana, PSOE, PCE y el POUM, este último de tendencia trotskista, además de otros grupos de izquierda, los sindicatos comunistas y la UGT). El programa incluía la recuperación de la legislación del primer bienio, así como amnistía para los condenados por la intentona de golpe revolucionario de 1934. La coalición de derechas la formaron el Bloque Nacional monárquico y la CEDA, si bien, en muchas circunscripciones, se presentaron divididos en distintas candidaturas. Basaron su programa en la negación de la revolución y el rechazo al marxismo. La campaña y las elecciones se celebraron en un clima de violencia verbal y de enfrentamiento latente, con el país dividido en dos bloques. El Frente Popular obtuvo la victoria, gracias, sobre todo, a su triunfo en las grandes ciudades y en las provincias del sur y de la periferia, mientras que la derecha se imponía en el norte y en el interior. El impacto del triunfo fue fulminante. Los grupos de izquierda abrieron las cárceles y liberaron a los detenidos desde octubre de 1934, sin esperar siquiera a la proclamación oficial de los resultados. Azaña formó un gobierno compuesto sólo por republicanos de izquierda, sin participación del PSOE. Este gobierno puso en marcha el programa electoral: amplia amnistía y restablecimiento del Estatuto catalán. El aspecto más significativo fue el nuevo impulso a la reforma agraria, que coincidió con la ocupación de fincas en el sur. Se produjeron tensiones entre jornaleros y patronos. Por otra parte, nada más constituirse las nuevas Cortes es sustituido el presidente de la República, Alcalá Zamora, siendo ocupado su puesto por Manuel Azaña, al tiempo que Casares Quiroga, del partido de Azaña, se PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. convertía en jefe de gobierno. El PSOE no participó en principio, dividido entre el sector de Prieto, más moderado, y el sector radical de Largo Caballero, partidario de la revolución y de la alianza con el PCE. Se producen, de este modo, fisuras en el Frente Popular, al tiempo que se crea un clima de tensión y división en el conjunto de España, con la oposición de la derecha, por un lado, y la deriva revolucionaria de gran parte de la izquierda, por otro. Desde abril, se sucedieron las luchas callejeras, las provocaciones y los asesinatos entre grupos radicales, con una fuerte escalada de violencia entre mayo y julio. Se produjeron graves enfrentamientos, en las calles y en las universidades, entre grupos falangistas y milicias socialistas, comunistas y anarquistas. Como hechos culminantes de esa escalada se pueden citar los asesinatos del Calvo Sotelo y del teniente Castillo. Este último, oficial de la Guardia de Asalto (policía), de ideología izquierdista, fue asesinado a tiros el día 12 de julio. Al día siguiente, guardias civiles y militantes socialistas sacan de su casa a Calvo Sotelo, diputado monárquico que había participado en tensos debates parlamentarios como oposición al Frente Popular, siendo a continuación asesinado. Este hecho precipitó el desencadenamiento del golpe de Estado que se venía fraguando desde abril. De este modo, el 17 de julio comienza la rebelión del ejército de Marruecos a las órdenes del general Franco. Al día siguiente, la rebelión se extiende al resto del territorio. El golpe fracasa y el país queda dividido en dos partes. Comienza así la Guerra Civil (1936-1939). PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 11. LA GUERRA CIVIL (1936-1939). 1. LA SUBLEVACIÓN MILITAR. La sublevación militar de julio de 1936 supuso el comienzo de una guerra civil de tres años de duración. Ello se debió, por un lado, a que los golpistas fracasaron en su objetivo de acabar con la República, a causa de la división del ejército y de la resistencia armada de los grupos de izquierda. Por otro, a que los defensores de la República tampoco lograron vencer a los sublevados. De este modo, se estabilizaron los frentes y comenzó la guerra. Además del grupo de generales que desencadenaron la contienda (Mola, desde Navarra; Franco, desde Marruecos; y otros), participaron en la conspiración miembros de la burguesía de negocios, como Antonio Goicoechea, que llevó las relaciones con la Italia de Mussolini desde 1934 hasta julio de 1936. También la Iglesia, que la equiparó a las cruzadas medievales al considerar que se trataba de un enfrentamiento entre la civilización cristiana, representada por los sublevados, y el materialismo ateo, identificado con la República y las izquierdas marxistas y anarquistas. El origen de la sublevación hay que buscarlo ya a partir de octubre de 1934. Algunos generales plantearon desde entonces la posibilidad del golpe de Estado, posibilidad que volvió de nuevo a plantearse a finales de 1935. Con la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, la conspiración fue tomando cuerpo. Se formó un grupo de generales proclives al golpe, entre los que estaban Mola, Goded y Franco. Tras un primer intento en abril, que fracasó por falta de coordinación, tomó el mando de la conspiración el general Mola, quien comenzó a preparar el golpe. Éste se precipitó a raíz del asesinato de Calvo Sotelo, hecho que, al parecer, decidió a Franco sobre su participación en la sublevación. De este modo, en la tarde del 17 de julio se produce la sublevación del ejército de Marruecos a las órdenes de Franco. La mayoría de la España agraria (Galicia, Castilla la Vieja, León, Navarra, Aragón y norte de Extremadura) y de todas las islas, excepto Menorca, secundó la sublevación. La España industrial y urbana (Madrid, Levante, Cataluña, Asturias, Castilla la Nueva, Andalucía, País Vasco) permaneció fiel a la República. Hubo, sin embargo, excepciones: en el País Vasco, la provincia de Álava se sumó a los rebeldes; en el caso de Asturias, Oviedo quedó en manos de los golpistas. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 2. ETAPAS Y DESARROLLO DE LA GUERRA. En el desarrollo de la guerra podemos distinguir cuatro etapas: - - - El avance rebelde hacia Madrid (julio-noviembre de 1936): Tras el alzamiento, comienza esta fase de la guerra; se trata de una guerra de movimientos denominada “guerra de columnas”. Después de cruzar el estrecho, las tropas de África consiguieron enlazar con la zona sublevada al norte de Extremadura, tras eliminar la resistencia de Badajoz. A continuación, Franco ocupó Toledo. A finales de octubre, estaba a las puertas de Madrid. A principios de noviembre el gobierno republicano se trasladó a Valencia. Durante los meses de noviembre y diciembre se produce la resistencia de Madrid ante el intento, por parte de las tropas rebeldes, de tomar la ciudad, naciendo consignas míticas como el “no pasarán”. La resistencia fue posible gracias a la movilización general (“fase miliciana”), a la llegada de las primeras Brigadas Internacionales y al apoyo de una columna anarcosindicalista con origen en Barcelona. Termina así la fase de la “guerra de columnas” o “guerra miliciana”. Las batallas alrededor de Madrid y la ocupación del norte (diciembre de 1936- octubre de 1937): esta fase se caracterizó por la regularización de ambos ejércitos, especialmente el republicano, con la creación del nuevo Ejército Popular de la República y la militarización o disolución de buena parte de las milicias. Franco militarizó asimismo a sus cuerpos de voluntarios (requetés, falangistas…). Fracasado el intento de entrar en la capital, los sublevados emprendieron maniobras envolventes para aislar Madrid cortando sus comunicaciones, sobre todo las del este por la carretera de Valencia. La batalla del Jarama, de febrero de 1937, sin vencedor claro, fue la consecuencia de ese intento. En marzo, las tropas italianas aliadas de Franco sufrieron una derrota en la batalla de Guadalajara. Franco cambió entonces de estrategia y llevó la guerra a otros escenarios. Primero trasladó la lucha el norte, a la franja cantábrica, que fue cayendo en manos de los sublevados de este a oeste: Guipúzcoa, Vizcaya, Santander y Asturias. Durante ese avance se produjo el bombardeo de Guernica por parte de la aviación alemana. En octubre quedó completada esta ocupación del norte. La ofensiva hacia el Mediterráneo (noviembre de 1937-junio de 1938): En diciembre de 1937 fue reestructurado el ejército republicano, dotándolo de mandos profesionales e integrando a los cuadros procedentes de las milicias y de las Brigadas PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. - Internacionales. El nuevo ejército intentó tomar la iniciativa desencadenando diversas ofensivas. La principal fue la que tuvo lugar en dirección a Teruel. La batalla de Teruel, en el invierno de 1937-1938, condujo a la ocupación republicana de la ciudad, si bien esa ocupación sólo se mantuvo hasta febrero. El ejército de Franco desencadeno entonces la campaña de Aragón, para dividir en dos el territorio en poder de la República, lo cual consiguió al avanzar desde allí hasta el Mediterráneo en Vinaroz (Castellón). El ejército franquista se dirigió entonces hacia el sur y mantuvo combates por Castellón y Valencia, capital de la República. Pero el avance quedó detenido por un poderoso ataque del ejército republicano sobre el río Ebro en la provincia de Tarragona. La batalla del Ebro y el fin de la guerra (julio de 1938-abril de 1939): Esta fase se inició con la batalla del Ebro y terminó con la derrota de la República. La batalla del Ebro fue uno de los mayores episodios militares de la guerra y se desarrolló desde finales de julio hasta noviembre, cuando el ejército republicano hubo de replegarse mientras Franco avanzaba ocupando todo el sur de Tarragona. El ejército de Franco emprendió entonces la ofensiva sobre Cataluña. A finales de enero entró en Barcelona y avanzó hacia Gerona, produciéndose la huida hacia Francia de millares de refugiados, entre ellos el gobierno republicano, instalado en Barcelona desde octubre de 1937. De este modo, en febrero de 1939, a la República sólo le quedaban Madrid y la región mediterránea desde Valencia a Almería. Francia e Inglaterra reconocieron entonces al gobierno franquista. A comienzos de marzo se produjo en Madrid una sublevación contra el gobierno republicano, dirigida por el coronel Casado. A finales de ese mismo mes, las tropas franquistas entraron en Madrid sin resistencia y, a continuación, ocuparon el área Mediterránea. El 1 de abril de 1939 Franco firmó en Burgos el parte de guerra que ponía fin a la misma: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles, la guerra ha terminado”. 3. LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO El enfrentamiento armado se desarrolló en el contexto del período de entreguerras y del ascenso del nazismo previo a la Segunda Guerra Mundial. De este modo, se produjo una internacionalización del conflicto, que estuvo presente en los debates y preocupaciones de los países democráticos, cuya opinión pública mostró su solidaridad con la causa republicana, mientras que los gobiernos mantuvieron una actitud neutral para circunscribir el conflicto a España. Ello se explica por la situación internacional y por la política exterior de las potencias. Así, Gran Bretaña adoptaba, en ese momento, una actitud PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. contemporizadora con la agresiva política exterior hitleriana, para evitar, o al menos, aplazar una nueva guerra mundial. Por ello, los británicos impulsaron la creación del “Comité de No Intervención”, organismo que pretendía evitar la internacionalización de la guerra prohibiendo la ayuda a los contendientes. Sin embargo, Italia y Alemania, por afinidad ideológica y por interés geoestratégico, prestaron su ayuda a los sublevados (la Legión Cóndor alemana, responsable del bombardeo de Guernica). Por su parte, el gobierno de la República aceptó la ayuda soviética, consistente en armas y asesores militares. También la URSS organizó la ayuda a través de miles de voluntarios, la mayoría integrados en las “Brigadas Internacionales”, organizadas en gran parte por la Internacional Comunista o “Komintern”. Llegaron con ellos periodistas, fotógrafos, escritores, artistas y aventureros que dieron un aspecto cosmopolita a las ciudades de la zona republicana, sobre todo Madrid, Barcelona y Valencia, contrastando con el aspecto más severo de las ciudades franquistas. Por todo ello, lo que se denominó “guerra de España” se convirtió en un conflicto de gran trascendencia internacional en el clima de tensión y división previo a la Segunda Guerra Mundial. 4. LA EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LAS DOS ZONAS. Durante el desarrollo de la guerra, España queda dividida en dos estados diferenciados, cada uno de ellos con su propia evolución política y sus vicisitudes. En el bando de los sublevados nace el Estado franquista, aunque, en sus comienzos, los generales sublevados carecieron de un programa claro. Tras el fracaso del golpe, procedieron a dotarse de estructuras de gobierno regidas por la jerarquía militar de mando. Una semana después de la sublevación, se constituye en Burgos, capital del bando franquista, la Junta de Defensa Nacional, de la que formaban parte los generales golpistas, siendo presidida, como general más antiguo, por Cabanellas, pues el general Sanjurjo, líder de la sublevación, falleció en accidente aéreo a los dos días de producirse aquella. Franco fue adquiriendo cada vez más partidarios entre los generales, además de conseguir el reconocimiento de Hitler y Mussolini. De este modo, en octubre de 1936 fue nombrado, mediante un decreto, Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los ejércitos, desapareciendo así la Junta de Defensa. Pero faltaba una cohesión ideológica y política: habían sido prohibidos los partidos que formaban parte del Frente Popular, y actuaban, como grupos políticos, Falange Española y la Comunión Tradicionalista (carlistas o requetés), al tiempo que se toleraba a la CEDA. Se plantea entonces la necesidad de un régimen de partido único, a la manera de Italia y Alemania. En abril de 1937, Franco da a conocer un Decreto de Unificación por el que se creaba el partido único: Falange España Tradicionalista y de las JONS (FET de las JONS), quedando unificados carlistas y falangistas, y siendo PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Franco Jefe del Partido y Jefe del Estado. Se adoptaba, además, el uniforme con la camisa azul falangista y la boina roja de los carlistas, así como el saludo fascista. Hubo resistencias a esta unificación entre los carlistas y los falangistas, que fueron solventadas con destierros o prisión. El proceso de institucionalización del nuevo Estado franquista culminó, en enero de 1938, con la formación del primer gobierno de Franco o gabinete formado por ministros. En ese mismo año se promulga el Fuero del Trabajo, que sienta las bases de la organización corporativa del Estado y del sindicalismo vertical. En el bando republicano, y al poco de comenzar la guerra, se desencadenó la revolución social de carácter colectivista, llevada a cabo por los anarcosindicalistas de la CNT y la FAI, secundadas en parte por UGT, al tiempo que PSOE y PCE se mantenían al margen. En Cataluña, las industrias fueron ocupadas y gestionadas por los revolucionarios. En Andalucía, Murcia, Aragón y Valencia se extendieron las colectivizaciones agrarias. Creció el desorden, con requisas, saqueos, incendios de iglesias y conventos, ejecuciones….Nada más producirse la sublevación militar, dimitió el gobierno de Casares y se formó otro presidido por Martínez Barrio, que pretendió negociar el fin de la insurrección, sin éxito, siendo sustituido, al frente del gobierno, por José Giral. Pero durante el verano y otoño de 1936 el poder del Estado sufrió un desplome total: la revolución social y la falta de ejército, sustituido por milicias de voluntarios, pusieron a la República en problemas. A principios de septiembre, Largo Caballero formó un nuevo gobierno del que formaban parte republicanos, socialistas y comunistas, entrando en el mismo, dos meses más tarde, varios ministros anarcosindicalistas, justo cuando el gobierno se traslada a Valencia ante el ataque inminente a Madrid por los sublevados. El gobierno de Largo Caballero se mantuvo hasta mayo de 1937; su acción se basó en recuperar el poder del Estado y en crear un Ejército Popular. Se trataba, siguiendo la teoría del PCE, de frenar la revolución para ganar la guerra (primero ganar la guerra y, después, hacer la revolución), mientras que los anarquistas y trotskistas eran partidarios de una revolución paralela a la guerra. En mayo de 1937 se produjeron enfrentamientos sangrientos en Barcelona entre la CNT y el POUM (trotskistas), por un lado, y los comunistas y el gobierno, por otro. Se produjo la disolución del POUM, mediante un proceso controlado por los comunistas, y hubo ejecuciones. Los comunistas se hicieron entonces fuertes (sobre todo, por la ayuda soviética a la República) y presionaron a Largo Caballero para que no fuera éste quien dirigiese la política militar. El Jefe de Gobierno hubo de dimitir y fue sustituido por Negrín, quien formó un gobierno con notable influencia comunista. Basó su política en la persistencia del esfuerzo militar y de la resistencia a ultranza. Ese esfuerzo no fue suficiente. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 12. EL RÉGIMEN FRANQUISTA (1939-1959). 1. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y BASES SOCIALES. INSTITUCIONES. LAS En las semanas siguientes al fin de la guerra, Franco firmó una serie de decretos que ampliaban su poder. Se autorizó al jefe del Estado para aprobar decretos-ley sin previa deliberación del gobierno. Ello significaba la total potestad legislativa para Franco, quien, en cualquier momento, podía establecer o modificar aspectos que en un sistema democrático estarían incluidos en una Constitución. De este modo, la Dictadura fue construyendo un sucedáneo de Constitución a través de sucesivas leyes orgánicas. Entre 1938 y 1946 se aprobaron las cinco primeras: El FUERO DEL TRABAJO (1938) prohibía el sindicalismo de clase y otorgaba el control de las relaciones laborales a la Organización Sindical, el sindicato vertical y corporativo de Falange; la LEY CONSTITUTIVA DE LAS CORTES (1942) establecía unas cortes elegidas por sufragio indirecto por las llamadas corporaciones (familia, municipio y sindicato) y por el propio Franco; en 1945 se aprobaron dos nuevas leyes orgánicas, el FUERO DE LOS ESPAÑOLES y la LEY DE REFERÉNDUM NACIONAL. La primera era una especie de declaración de derechos y deberes que reafirmaba el carácter tradicionalista y católico del sistema; la segunda permitía al jefe del Estado convocar un plebiscito para que el pueblo aprobara una ley. Por último la LEY DE SUCESIÓN A LA JEFATURA DEL ESTADO (1946) definía al régimen como un reino y autorizaba a Franco para proponer a su propio sucesor, abriendo así la puerta al regreso de la monarquía. Desde el punto de vista social, la vieja España agraria y terrateniente será, en un principio, uno de los sustentos del nuevo régimen. La Dictadura devuelve su dominio a la oligarquía terrateniente y financiera. También tuvo el régimen el apoyo de las clases medias rurales, sobre todo en el norte y ambas Castillas, así como de quienes en las ciudades se beneficiaron de las depuraciones PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. realizadas al término de la guerra entre funcionarios, maestros, profesores universitarios y militares republicanos. En cuanto a los fundamentos ideológicos, Franco se propone crear un nuevo Estado “regenerador de España”, así como desterrar toda idea de liberalismo, de democracia liberal o de comunismo, el gran enemigo vencido. Por tanto, antiliberalismo y anticomunismo serán los dos principios iniciales que, desde un punto de vista ideológico, servirán como punto de partida para el nuevo Régimen. Además, el ideal católico conservador y la concepción unitaria del Estado, contraria a toda pretensión nacionalista o autonomista, formarán también parte de la propuesta ideológica franquista. En un principio, se toma de los estados fascistas una serie de elementos: partido único, sindicalismo corporativo o vertical y símbolos, aportados en este caso por FALANGE ESPAÑOLA. Pero, a diferencia, de otros regímenes fascistas, en el caso del franquismo acabará por predominar el elemento nacional-catolicista superpuesto sobre los ya aludidos principios de antiliberalismo y anticomunismo. La escenificación y simbología de carácter fascista se irán abandonando poco a poco después de la Segunda Guerra Mundial, una vez derrotada la Alemania nazi. Así pues, anticomunismo, antiliberalismo, nacionalcatolicismo y centralismo fueron los principales fundamentos ideológicos; se les puede añadir el militarismo. 2. REPRESIÓN, GUERRILLA Y EXILIO. El nuevo régimen llevó a cabo una política de represión sobre los vencidos. Mediante una serie de leyes (Ley de Responsabilidades Políticas, Ley de la Seguridad del Estado, Ley de Represión de la Masonería y del Comunismo, entre otras), se procedió a la persecución de los enemigos del régimen. Hubo ejecuciones, cuyo número se estima en miles. Además, la aplicación de las citadas leyes llevó a las cárceles a más de 200.000 hombres y mujeres, según algunos cálculos, durante la década de los años cuarenta. A las víctimas de la represión habría que añadir los funcionarios del Estado republicano expulsados de sus puestos por motivos ideológicos. Simultáneamente, se amplió el espectro represivo al conjunto de la sociedad mediante la censura informativa impuesta por el partido único. Por su parte, la Iglesia se volcó en el control ideológico de la enseñanza y en la sustitución de la concepción laica de la sociedad por la moral católica, que se impone a las costumbres a través de la catequesis y el púlpito. Se trataba de una “cruzada moral” para erradicar el desenfreno y las consecuencias del materialismo ateo. Se arremete, así, contra las diversiones populares, contra la indecencia en el vestir y contra la expresión pública de cualquier efusión amorosa. Se trataba, en última instancia, de un intento de control social e ideológico, aplicando a las costumbres la noción puritana de la moral propia del Nacional-Catolicismo. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Otro aspecto de la nueva situación fue el exilio. Ya en la fase final de la guerra abandonaron España por los Pirineos, hacia Francia, o por algunos puertos mediterráneos hacia el norte de África, algo más de cuatrocientas mil personas comprometidas con la República. La inmensa mayoría regresó pronto, cuando la situación se hizo difícil en Europa, una vez comenzada la Segunda Guerra Mundial, y tras el anuncio, por el Régimen, de respetar a quienes no fueran responsables de “delitos de sangre”. Alrededor de cien mil permanecieron en el exilio: en Francia, en los dominios franceses africanos (Argelia, Marruecos); muchas menos en Gran Bretaña; y bastantes al otro lado del Atlántico (América hispana). A pesar de la represión, existió, desde el principio una oposición en el interior. Los grupos guerrilleros formados al final de la guerra (“maquis”) continuaron actuando. En 1944, numerosos guerrilleros, coordinados por el PCE, intentaron desde Francia una invasión por el valle de Arán, pero tuvieron que retirarse, ante la evidencia de que las democracias occidentales no respaldarían su actuación. Algunos grupos dispersos de guerrilla rural continuaron actuando hasta los años cincuenta, pero se hizo evidente la imposibilidad de una resistencia armada. En cuanto a lo oposición política estaba desarbolada. Los dirigentes de los principales partidos estaban el exilio y, desde allí, intentaron recomponer la organización de cada uno de ellos, así como formar alianzas y buscar apoyo en las democracias. Sólo el PCE, una vez fracasada la acción guerrillera, decidió que era esencial trabajar en el interior para impulsar el antifranquismo. 3. LA COYUNTURA INTERNACIONAL. La coyuntura política internacional condicionó la evolución del régimen. En 1939, el gobierno firmó el acuerdo de asociación con el eje Berlín-RomaTokio. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, España se mantuvo neutral, pero primando la línea fascista y totalitaria. En 1941, España envía a la División Azul, unidad de voluntarios, para apoyar la ofensiva de las tropas alemanas contra la URSS. Pero a partir del verano de 1942, las primeras derrotas alemanas hicieron necesario un cambio de orientación, con un giro progresivo hacia los aliados. Así, se fueron suavizando los alardes de propaganda fascista hasta desaparecer después de la guerra. En 1945, la posición de la Dictadura se volvió difícil porque, tras la victoria, los dirigentes aliados denunciaron el apoyo franquista a Italia y Alemania. Creció, de este modo, la postura de bloqueo frente a España. En 1946, la recién creada Asamblea de la ONU votó en contra de la entrada española en sus organismos. Comienza el aislamiento internacional, pues también Estados Unidos, Francia y Reino Unido firman una declaración sugiriendo la retirada de sus embajadores, al tiempo que la ONU califica al régimen español como amenaza potencial a la paz internacional. El bloqueo PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. económico y diplomático agravó la situación económica. En el interior, la Dictadura intenta lavar su imagen, aumentando la influencia de la Iglesia y el número de ministros católicos respecto a los falangistas. Desde 1948, la situación internacional comenzó a girar a favor del régimen. El inicio de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la URSS hizo que las potencias occidentales cerraran los ojos ante al carácter totalitario del franquismo para incorporar a España a la alianza anticomunista. En 1950, la ONU autoriza la entrada de España en organismos internacionales. El hecho decisivo fue la firma del acuerdo con EEUU, que permitió la instalación de bases norteamericanas en España, en 1953. Además, hubo un acuerdo de ayuda económica. Se firmó también un nuevo Concordato con el Vaticano. Terminaba el aislamiento. La coyuntura internacional de los bloques había favorecido al régimen. 4. LA AUTARQUÍA ECONÓMICA. En 1939, el país estaba arrasado por la guerra. Con el sistema productivo destrozado y una producción agrícola deprimida, el hambre se extendió a la mayoría de la población. El nuevo régimen tuvo que recurrir al racionamiento. Una parte importante de los bienes esenciales de consumo pasaron a depender del mercado negro, que fue denominado estraperlo. Era la única forma de sortear los controles y los precios oficiales, y también la única de supervivencia para mucha gente. Gracias a él una minoría se enriqueció a costa de la población general y al amparo de unas autoridades permisivas. También se generalizó la corrupción. En esta época se lleva a cabo una política económica intervencionista; se trata de una política que propone la AUTARQUÍA o autosuficiencia autárquica de la producción nacional, lo que se debió tanto a factores externos (aislamiento internacional) como a la ideología entonces predominante, de caracteres fascistas. La autarquía tuvo dos grandes ejes de actuación: - En primer lugar, la reglamentación de las importaciones y exportaciones, que requerían una autorización administrativa. Con esta medida, se pretendía limitar los intercambios con el exterior, para lo que se reguló el cambio de la peseta, estableciendo diferentes tipos de cambio según los productos, aunque siempre por encima del valor de mercado. Ello dio lugar a un encarecimiento de los productos a importar (como el petróleo) y a una escasez de bienes imprescindibles. - En segundo lugar, otro gran eje de la autarquía fue el FOMENTO DE LA INDUSTRIA, sobre todo la de interés estratégico, con el fin de asegurar la independencia militar y política del nuevo Estado. Las autoridades impulsaron las industrias de bienes de equipo, lo que generó un gasto público que produjo inflación. En 1941, el mismo año en que se PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. nacionalizó la red de ferrocarriles con la creación de RENFE, se fundó el INSTITUTO NACIONAL DE INDUSTRIA (INI), que habría de ser el promotor de esa política industrial. A través del INI se crearon empresas públicas para producir los bienes que el sector privado no producía por falta de rentabilidad o por los excesivos gastos de inversión. El Estado controlaba el mercado y los productores estaban obligados a venderle toda la producción al precio tasado previamente. La tasación de los precios de los alimentos por debajo de su precio favoreció la corrupción y el mercado negro. TEMA 13. EL RÉGIMEN FRANQUISTA (1959-1975). 1. LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN. A partir de 1959 el franquismo intentó modernizarse mediante una apertura sin cambios democráticos y se institucionalizó para dotarse de continuidad, buscando nuevas formas de legitimación que provocaron luchas internas entre tecnócratas, falangistas y católicos. En principio, el régimen comienza la década de los años sesenta con las mismas características políticas de los veinte años anteriores. Pero la sociedad había sufrido cambios y el contexto internacional era otro. Se hacía necesario buscar una legitimización que fuera más allá de la victoria en la Guerra Civil. Se imponía un impulso legislativo para modernizar las instituciones y canalizar las discrepancias entre las “familias” del régimen, sobre todo entre falangistas y tecnócratas.. Desde 1959, los tecnócratas, vinculados al Opus Dei, con Carrero Blanco como valedor y López Rodó como figura destacada, fueron reforzando sus posiciones hasta conseguir la formación de un gobierno monocolor en 1969. Los tecnócratas situaban el crecimiento económico como el eje básico de la política. No eran “ideólogos”, sino que se presentaban como “técnicos” que no discutían los aspectos represivos y antidemocráticos del régimen. Por su parte, los falangistas pretendían impulsar las instituciones del Movimiento (partido único) como base para el desarrollo del régimen, dejando la cuestión monárquica en segundo plano, mientras que sus oponentes tecnócratas consideraban a esa monarquía como el elemento que daría continuidad al régimen. La LEY ORGÁNICA DEL ESTADO (1966), aprobada por referéndum, constituyo la pieza fundamental de la institucionalización del régimen. Concretó las funciones de los órganos del Estado, introduciendo novedades como la separación entre el jefe del Estado y el del gobierno. Al mismo tiempo se desarrollaba una legislación de tintes aperturistas: Ley de Prensa de 1966 o Ley de Libertad religiosa de 1967. En 1969, Franco designa a Juan Carlos de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Borbón como sucesor con título de Príncipe de España: la continuidad pasaba por una monarquía. Todo lo anterior, parecía suponer el triunfo de los tecnócratas o aperturistas. Pero las diferencias entre ellos y los falangistas estallaron con el “Caso Matesa” (1969), cuando las denuncias por corrupción contra ese empresa (Matesa) implicaron a los ministros económicos. La conflictividad fue contestada por el régimen con un endurecimiento de la represión Así, acabará triunfando el inmovilismo. Los procesos de Burgos de 1970 marcaron esa tendencia. El asesinato en 1973 del jefe de gobierno, Carrero Blanco, inició definitivamente la crisis del régimen, dos años antes de la muerte de Franco, que se produjo en noviembre de 1975. En cuanto a las relaciones internacionales durante este período, estuvieron marcadas por la tendencia iniciada en los años cincuenta con la ruptura del aislamiento dentro de la Guerra Fría y la entrada de España en distintos organismos internacionales auspiciada por el acuerdo con EEUU. El régimen franquista entró a formar parte del bloque occidental y, aunque de manera periférica, se integró en este grupo de países. La dictadura franquista fue tolerada, si bien de manera puntual se convirtió en blanco de protestas cuando al producirse determinados hechos, como los procesos de Burgos. Pero, además de las relaciones con EEUU, la comunidad europea realizó acuerdos con la España franquista, hasta el punto de que la emigración a países que formaban parte de la misma se convirtió en uno de los elementos, junto con el turismo, que equilibró la balanza de pagos de nuestro país durante los años sesenta del siglo XX. 2. EL DESARROLLISMO: CRECIMIENTO ECONÓMICO Y TRANSFORMACIONES SOCIALES. Entre 1959 y 1974 se produjo un gran crecimiento de la economía española, que pasó de una estructura agraria a una estructura industrial. Esa industrialización fue resultado tanto de una fase expansiva en la economía internacional como de la base industrial interna consolidada durante el siglo. A comienzos de los años cincuenta se hizo evidente el estrangulamiento económico y el agotamiento de la vía autárquica, lo que coincidió con el cambio de la situación internacional respecto al franquismo, que comenzó a salir del aislamiento dentro del marco, ya aludido, de la Guerra Fría. Se plantea, de este modo, la necesidad de una reorientación política y económica del régimen. La autarquía empobreció a una gran parte de la población y aumentó las desigualdades. Además, la economía estaba estancada. En 1951, Franco, a remolque de las dificultades de su política autárquica y con la nueva situación internacional, decidió remodelar su gobierno. En el nuevo gabinete había un mayor peso de los católicos frente a los falangistas. Las ayudas recibidas entre 1953 y 1956 no consiguieron salvar la angustiosa situación económica, surgiendo síntomas de descontento en la calle, con protestas obreras en los principales núcleos industriales. En la remodelación de gobierno de 1957 PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. entraron como ministros hombres procedentes del OPUS DEI, los llamados tecnócratas, lo que iba a suponer un cambio en la política económica, con abandono de la autarquía, liberalización interior y apertura al exterior. Los primeros intentos de apertura se habían producido entre 1951 y 1956 desde el punto de vista político, pero con incidencia económica en forma de ayuda americana. Con el cambio de gobierno de 1957 se inicia una nueva etapa que será definitiva. El comienzo de este proceso se produjo con el llamado Plan de Estabilización (1959), que supone el fin del ideal autárquico. La necesidad de este Plan, que suponía devaluación de la moneda y liberalización económica, surgió de la escasez de reservas de oro y divisas para frenar el desequilibrio de la balanza comercial. El gobierno español se comprometió a reducir el intervencionismo, el déficit público y los obstáculos a la entrada de mercancías extranjeras; a cambio, diversos organismos internacionales concedieron préstamos a España. Además del plan liberalizador se ponen en marcha los llamados Planes de Desarrollo: el primero de ellos se aprueba en 1963. Fueron tres planes cuatrimestrales (1964-67, 1968-71, 1971-75), que situaban a la iniciativa privada como motor de crecimiento, centrándose la planificación en el sector industrial a través de dos vías: acciones estructurales, para solucionar algunas deficiencias de la industria como la pequeña dimensión o la baja productividad, y creación de polos de desarrollo, para promover la industrialización en determinadas zonas. Los planes contribuyeron sobre todo a proporcionar a la iniciativa privada infraestructuras (electrificación, carreteras, etc.) y productos básicos como el carbón o el acero. Con todo ello, entre 1959 y 1973, industria y servicios se consolidan como actividades fundamentales. Creció la renta por habitante en un 40 %. El crecimiento industrial estuvo impulsado por el uso de técnicas de producción más avanzadas y por la acumulación de capital. El aumento de importaciones de tecnología mejoró la productividad y abarató los precios, lo que aumentó las exportaciones y, con ello, los salarios y el nivel de vida. En todo lo anterior influyó también la emigración a Europa, además del turismo. Las remesas enviadas por los emigrantes y la conversión de España en potencia turística permitieron conseguir el superávit en la Balanza de Pagos. En cuanto a las transformaciones sociales, La expansión económica de los años sesenta y primeros setenta fue acompañada de un considerable crecimiento demográfico, debido a la natalidad. Al mismo tiempo, se produce un incremento de la población urbana, lo que supuso, en 1970, que el 37% de la población viviera en ciudades de más de 100.000 habitantes; el 65% de la población habitaba, en esa misma fecha, en municipios no rurales. Se produce, por tanto, el paso desde una sociedad rural a una sociedad urbana e industrial, consolidándose además la tendencia al mayor peso demográfico de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. la periferia, excepto Madrid, con un fuerte éxodo rural desde los municipios y provincias rurales del interior a los industriales y urbanos de la periferia, con especial protagonismo de Cataluña, País Vasco y Valencia. Todo ello da lugar a una modificación de la estructura socio-profesional: disminuye el sector primario a favor de los sectores secundario y terciario; aumentan los asalariados y crece una masa de obreros industriales, lo que dará lugar a un nuevo movimiento obrero, con un sindicalismo muy distinto al de los Sindicatos Verticales del régimen. Hay un cambio paulatino de mentalidades y hábitos, de comportamientos y pautas culturales. Entre la oligarquía y los sectores populares se desarrolla una importante clase media. La oligarquía industrial y financiera es la clase dominante de esta época del desarrollismo. Pero, durante los años sesenta, crece la clase media y se desarrolla una burguesía urbana hasta entonces inexistente. Junto al aumento de profesionales autónomos y de obreros, creció también el número de funcionarios al ampliarse las funciones del Estado. La población rural disminuyó casi al mismo ritmo al que aumentaba la urbana y ello también afectó a las estructuras sociales del campo. Sólo en Andalucía y Extremadura pervivió la figura del obrero agrícola sin tierras En síntesis, cabe decir que la época del desarrollismo favoreció el progreso social y el cambio de pautas culturales y que, lejos de fortalecer al régimen, lo debilitó desde un punto de vista político e ideológico. 3. LAS OPOSICIONES AL SISTEMA. Las transformaciones socioeconómicas de los años sesenta dieron lugar a un incremento de la conflictividad social, sobre todo desde 1970. La protesta de los trabajadores fue el principal foco de tensión social; ya en los años cincuenta se produjeron las primeras agitaciones y protestas, teniendo lugar las primeras huelgas laborales en Cataluña y Vizcaya. De los sindicatos que habían tenido protagonismo antes de la guerra (UGT y CNT), sólo la UGT tuvo una cierta actividad clandestina. En los sesenta, las huelgas de los mineros asturianos, con importantes ramificaciones en el País Vasco y Barcelona, permitieron el nacimiento de un nuevo sindicalismo basado en la lucha reivindicativa, que se articuló, sobre todo, alrededor de la nuevas Comisiones Obreras, que nacieron como movimiento independiente, democrático y unitario; impulsaron la lucha laboral (salarios, condiciones de trabajo…) y política (libertad sindical, derechos….). Combinaron la acción ilegal (huelgas) con la legal, aprovechando las posibilidades de la negociación colectiva y de la elección de enlaces sindicales para “ocupar” parte de la estructura del sindicato vertical franquista. Mientras se creaba este nuevo sindicalismo, en la Universidad aparecieron organizaciones estudiantiles frente al oficial Sindicato Español Universitario (SEU), de afiliación obligatoria. Ya en 1956, se produjeron los PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. primeros incidentes en Madrid. Estos grupos tenían tendencias políticas diversas. También surgieron movimientos sociales, como asociaciones de vecinos, agrupaciones culturales, algunos grupos religiosos, que entraron en la política de oposición al régimen. Los años sesenta presenciaron las primeras manifestaciones masivas en las calles. Asimismo, en la misma década se recompuso la oposición política a través de los viejos partidos o de la aparición de nuevos grupos a la izquierda y a la derecha, desde la socialdemocracia hasta el liberalismo monárquico. Uno de los grupos de oposición moderna fue el de los demócratas cristianos, sobre todo Izquierda Democrática Cristiana. La acción que tuvo mayor repercusión fue lo que los periódicos franquistas llamaron “contubernio de Munich”. En un congreso del Movimiento Federal Europeo, celebrado en Munich en 1962, coincidieron exiliados con opositores llegados desde el interior, que pidieron la desaparición del régimen; a su regreso, los asistentes fueron encarcelados o desterrados. En esa época tuvo especial importancia el Partido Comunista de España (PCE), siendo el único partido que conservó cierta fuerza y organización dentro de España. Este partido fue penetrando en las organizaciones de masas, como Comisiones Obreras, asociaciones de vecinos, etc. Por otra parte, dentro del PSOE, que mantuvo hasta los años sesenta la dirección en el exilio, empezaron a producirse tensiones con los jóvenes militantes que formaban el partido en el interior. Fue en el Congreso de Suresnes (1973) cuando la dirección quedó en manos de los militantes del interior. En los años sesenta también aparecieron pequeños grupos de matiz maoísta o trotskista y algunos escindidos del PCE como la Liga Comunista Revolucionaria o el Movimiento Comunista. De algunos de ellos se desgajaron núcleos terroristas, como el FRAP. En el período final del franquismo empezaron también a tomar importancia los partidos nacionalistas. En el País Vasco, la hegemonía siguió siendo del PNV, aunque el hecho de mayor repercusión fue la aparición de ETA en 1959. 4. LA CRISIS FINAL DEL RÉGIMEN AUTORITARIO. Desde principios de los años setenta la incapacidad del régimen para reformarse y adaptarse a las demandas sociales y al contexto internacional lo precipitó en una crisis irreversible. Un momento decisivo fue el asesinato del presidente del gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco, a manos de ETA, el 20 de diciembre de 1973. Dentro del régimen se abrió una división entre dos grupos: los inmovilistas y los aperturistas o reformistas. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. En enero de 1974 se formó un nuevo gobierno presidido por Carlos Arias Navarro, que anunció una reforma limitada del franquismo. En su famoso discurso del 12 de febrero se refería Arias Navarro a la apertura hacia un mayor pluralismo político (espíritu del 12 de febrero). Prometía, en ese discurso, una nueva ley municipal que permitiese la elección de alcaldes y de las diputaciones provinciales; además, anunciaba una nueva ley sobre asociaciones políticas. Las tímidas reformas irritaron a los sectores más inmovilistas. Se desencadena entonces una dinámica en la que, con Franco ya enfermo, el gobierno de Arias se decanta hacia el inmovilismo. Fracasa así el intento de apertura y se confirma la permanencia de lo que se llamó el bunker, sector inmovilista que frenó toda apertura. Fuera del régimen, los grupos de oposición se dedicaban a la lucha en la calle con huelgas y manifestaciones, al tiempo que configuraban organismos de política unitaria. El PCE impulso la JUNTA DEMOCRÁTICA en julio de 1974, integrada por CC.OO, algunos socialistas, independientes, monárquicos, carlistas y grupos de extrema izquierda, y que propugnaba la formación de un gobierno provisional que implantase un régimen democrático. Pero no se incorporaron a sus filas ni los democristianos ni el PSOE. Este último partido impulso, ya en 1975, la PLATAFORMA de convergencia democrática, con los democristianos, UGT, el PNV y otros grupos, y cuyo proyecto era muy parecido al de la Junta. En septiembre de 1975 se produce la condena a muerte de cinco activistas de ETA y el FRAP, lo que dio lugar a una protesta internacional, con Franco enfermo. Al mismo tiempo, surgió la cuestión del Sáhara: Marruecos organizó la Marcha Verde, una invasión pacífica del territorio; España abandonó ese territorio. El 20 de noviembre de 1975 fallecía Franco. Comenzaba la Transición. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 14. LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA (1975-1979). 1. EL INMOVILISMO Y LA RUPTURA DEMOCRÁTICA. Se denomina transición a la etapa caracterizada por un conjunto de acontecimientos ocurridos entre la muerte de Franco y la aprobación de la Constitución de 1978, en el referéndum del 6 de diciembre de ese año, tras ser debatida y votada en las Cortes constituyentes emanadas de las primeras elecciones democráticas, celebradas el 15 de junio de 1977. Esta etapa se caracteriza por la tensión entre el inmovilismo y la ruptura democrática. Al fallecer Franco, el gobierno estaba presidido por Arias Navarro, que pretendía prolongar la obra del franquismo bajo la monarquía de Juan Carlos I, que se convirtió en Rey y Jefe del Estado el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador. El gobierno de Arias fracasa en el intento de atraerse a los grupos que se habían distanciado de la dictadura en sus años finales. Promete entonces, como había hecho ya en 1974, una mayor apertura política, pero se encuentra con la cerrada oposición del “búnker” o sector inmovilista del régimen que deseaba mantener intacto el legado político de Franco. Al mismo tiempo se producía una gran conflictividad laboral en el contexto de la crisis económica surgida en 1973. Se desarrollan movilizaciones sindicales con fuerte represión policial. En la primavera de 1976, la Junta Democrática dominada por el PCE y la Plataforma encabezada por el PSOE se fusionan en la denominada PLATAJUNTA, tal y como fue conocida en la jerga coloquial. Es entonces cuando Juan Carlos I viaja a EEUU y anuncia su predisposición a favorecer el cambio hacia la democracia en España. Carlos Arias Navarro presenta su dimisión. En ese contexto, la oposición defiende la ruptura democrática frente a la reforma; dicha ruptura significaba un gobierno provisional y la convocatoria de elecciones constituyentes. Ante esa respuesta de la oposición, el sector reformista del franquismo, con el visto bueno de la monarquía, inicia un proceso de cambio a partir de las leyes vigentes, es decir, reforma continuada y no ruptura. En junio de 1976, Es designado como sucesor Adolfo Suárez como sustituto de Arias en la presidencia de gobierno. El nuevo Presidente será quien aceleré el desmantelamiento del aparato político e institucional franquista y su sustitución por instituciones democráticas, todo ello en el contexto entre la idea de “reforma” y la de “ruptura”. La primera es defendida desde el gobierno, que entendía el proceso como un paso desde la dictadura a la democracia a base de sucesivas reformas (“sin prisa pero sin pausa”) que fueran dando lugar al cambio deseado. Así se hizo, entre la oposición, por un lado, de los inmovilistas (entre ellos, importantes sectores del ejército) y, por otro, de la oposición democrática, que defendía la idea de ruptura, esto es, de implantación de un sistema democrático mediante un PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. cambio inmediato. Al final, se impuso una vía intermedia, pues la presión de la oposición aceleró el proceso reformista y la implantación de la democracia. 2. LA REFORMA DEMOCRÁTICA. Adolfo Suárez inicia un nuevo estilo de hacer política, estableciendo contactos con la oposición y proponiendo su proyecto, la LEY DE REFORMA POLÍTICA, aprobada en noviembre de 1976 por las Cortes franquistas. Dicha ley proclamaba la democracia y preveía el paso a un sistema democrático parlamentario con unas cortes elegidas por sufragio universal. Anunciaba elecciones con el concurso de partidos políticos. La reforma política se lleva a cabo en medio de negociaciones para aislar al bunker. Fue posible gracias al impulso reformista de la Corona y al apoyo de los procuradores en Cortes, a los que se dio garantías: no exigir responsabilidades a los implicados en la dictadura y mantener en la ilegalidad a la izquierda comunista. Por su parte, la oposición no estaba satisfecha con la reforma. El gobierno convocó, a fines de 1976, un referéndum para aprobar la Ley, y la oposición defendió la abstención, que alcanzó un 22,6%. Pero el resultado bastante favorable al gobierno hizo que la oposición se replantease su estrategia, renunciando a muchos de sus contenidos de ruptura, como el rechazo a la monarquía. Desde principios de 1977 hubo una progresiva legalización de partidos políticos y sindicatos, se avanzó en el ejercicio de las libertades y se procedió a desmantelar las organizaciones franquistas ligadas al Estado. Todo ello provocó acciones de violencia de extrema derecha, como el asesinato de los abogados laboralistas ligados al PCE (Madrid, enero de 1977). Por otra parte, la acción terrorista de grupos como GRAPO y ETA hacía aumentar la tensión. Era necesaria la participación de todas las fuerzas política y, así, el 9 de abril de 1977 es legalizado el PCE. Por último, son convocadas elecciones generales a Cortes (constituyentes) para el día 15 de junio de 1977. Serán las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco. Las Cortes emanadas de las mismas elaborarán la Constitución de 1978. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. 3. EL SISTEMA DE PARTIDOS Y LAS ELECCIONES DE 1977. Desde principios de 1977 hubo una progresiva legalización de partidos políticos y sindicatos, se avanzó en el ejercicio de las libertades y se procedió a desmantelar las organizaciones franquistas ligadas al Estado. Todo ello provocó acciones de violencia de extrema derecha, como el asesinato de los abogados laboralistas ligados al PCE (Madrid, enero de 1977). Por otra parte, la acción terrorista de grupos como GRAPO y ETA hacía aumentar la tensión. Era necesaria la participación de todas las fuerzas política y, así, el 9 de abril de 1977, es legalizado el PCE, tras renunciar este partido a su programa de constituir un gobierno provisional que convocara un plebiscito sobre Monarquía y República, aceptando los comunistas la Monarquía de Juan Carlos I. Semanas más tarde fueron legalizadas las Comisiones Obreras. Días más tarde, se anunció la celebración de elecciones para el 15 de junio. Alrededor del presidente Suárez se constituyó un nuevo partido, la UNIÓN DE CENTRO DEMOCRÁTICO (UCD). A su vez, la derecha de procedencia franquista fundó ALIANZA POPULAR. Por su parte, el PSOE se renovó, con Alfonso Guerra y Felipe González como líderes, al tiempo que el PCE se mantenía como bastión de la izquierda. Concurrieron a las elecciones 41 partidos políticos para obtener representación en el Congreso de los Diputados. No hubo mayoría absoluta para ningún partido, pero obtuvo la mayoría de votos y de diputados la UCD (liderada por Adolfo Suárez), seguida de PSOE (Felipe González), PCE (Santiago Carrillo) y AP (Manuel Fraga). También obtuvieron representación Convergencia Catalana y el PNV. La mayor sorpresa fue el corto resultado del PCE, con sólo veinte diputados y rebasado por el PSOE como primer partido de la izquierda. Como consecuencia de las elecciones, se instituyen unas cortes constituyentes, de las que va a salir la CONSTITUCIÓN DE 1978. Se puede decir que la transición fue el resultado de un pacto progresiva entre los sectores procedentes del franquismo y la oposición; dicho pacto consistió en la aceptación de una transición a partir de las reformas y de la legalidad encarnada por la monarquía, dejando de lado, mediante el concepto de reconciliación y de consenso, la exigencia de responsabilidades a los que procedían del régimen anterior. 4. LA CONSTITUCIÓN DE 1978. De las cortes constituyentes emanadas de las elecciones de junio de 1977 resulta la Constitución de 1978, fruto del consenso y del pacto. Para elaborar ese texto de consenso se formó una ponencia constitucional de siete miembros: tres de UCD, y uno, respectivamente, del PSOE, PCE, AP y MINORÍA CATALANA. El resultado fue un texto que declaraba a España como un Estado social y democrático de derecho, organizado como una monarquía parlamentaria, en la que la Corona tenía funciones representativas en relación con la jefatura del Estado. Asimismo, el texto fijaba el carácter no PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. confesional del Estado y contenía unas declaraciones de derechos y libertades civiles y políticas muy completas. La Constitución consagraba el derecho a la autonomía de las regiones y nacionalidades, reconociendo como lenguas oficiales el castellano y las demás lenguas españolas en sus correspondientes comunidades autónomas. Aprobada por el Congreso y el Senado, fue sometida a referéndum el 6 de diciembre de 1978 y, posteriormente, promulgada. En cuanto a sus aspectos básicos, podemos distinguir los siguientes: DERECHOS-DEBERES: el texto constitucional establece, en su capítulo segundo, los derechos y libertades de los españoles, reconociendo la igualdad ante la ley, el derecho a la vida, la libertad ideológica y religiosa, el derecho a la libertad personal y a la intimidad, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de residencia y circulación. También se regula la libertad de expresión, así como los derechos de reunión y asociación y otros. Se establecen deberes como la defensa de España, el pago de impuestos y otros. INSTITUCIONES: En el Título II se trata sobre la CORONA, a la que corresponde la jefatura del Estado, siendo una monarquía hereditaria, con una serie de funciones, entre las que destacan el mando de las fuerzas armadas, la convocatoria y disolución de las Cortes, la proposición del candidato a la presidencia del gobierno o el nombramiento de los ministros a propuesta del Presidente. Otra importante institución son las CORTES GENERALES, que representan al pueblo español y que están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ejercen la potestad legislativa, siendo el Senado la cámara territorial. En cuanto al GOBIERNO, le corresponde el poder ejecutivo y está formado por el presidente, los vicepresidentes, en su caso, y los ministros. EL PODER JUDICIAL corresponde a jueces y magistrados, que actúan en Juzgados y Tribunales. El TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, por su parte, es el organismo que estima la constitucionalidad o no de las leyes y otras cuestiones relacionadas con la constitución y las competencias de los distintos organismos y administraciones que componen el Estado. PROCEDIMIENTOS POLÍTICOS: se refieren a una serie de mecanismos relacionados con las elecciones, la formación del gobierno, etc. Se establece una democracia parlamentaria, siendo las Cortes con sus dos cámaras el fundamento de la soberanía popular, como representación del sufragio ciudadano. En relación con ello, se celebran elecciones legislativas cada cuatro años. Una vez celebradas, el Rey, previa consulta a los grupos con representación, propone un candidato a la Presidencia del Gobierno. En una primera sesión, el candidato debe obtener la mayoría absoluta de votos del Congreso de los Diputados; de no ser así, en cuarenta y ocho horas, se procederá a una nueva votación, en la que resultara investido si obtiene mayoría simple. En caso contrario, pueden ser propuestos sucesivos candidatos; si, transcurridos dos meses, ninguno obtiene la confianza da la cámara, se convocarán nuevas elecciones. El Gobierno cesa tras la PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. celebración de nuevas elecciones, por fallecimiento o dimisión de su presidente o por pérdida de la confianza parlamentaria, lo que puede ocurrir si el gobierno se somete a una cuestión de confianza y no obtiene la mayoría simple de la cámara, o si es sometido a una moción de censura, lo que supone la presentación de un candidato alternativo. Por otra parte, el presidente del gobierno podrá proponer la disolución del Congreso, del Senado o de las Cortes, salvo que haya transcurrido menos de un año desde una disolución anterior (con la excepción, explicada más arriba, de que ningún candidato obtenga la investidura después de unas elecciones). ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS: A la hora de elegir entre un estado unitario o federal, la Constitución optó por el denominado “Estado de las Autonomías”. Se establece que el Estado se organiza, desde el punto de vista territorial, en tres niveles: Comunidades Autónomas, Provincias y Municipios. Se garantiza la solidaridad entre comunidades y se desarrolla, en el Título VIII, el derecho a la autonomía recogido en el artículo 2 de la Constitución. De este modo, las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a un autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas. Así se establece en el artículo 143. Además, se enumeran las competencias que podrán asumir las comunidades, así como las que son exclusivas del Estado, si bien, transcurridos cinco años, las Comunidades podrán aumentar sus competencias, salvo las que se constituyan como tales a partir del artículo 151, que permite una vía rápida hacia la autonomía. Asimismo, se establecen los órganos de gobierno de las comunidades: una ASAMBLEA LEGISLATIVA, elegida por sufragio universal, un CONSEJO DE GOBIERNO, y un PRESIDENTE, elegido por la asamblea de entre sus miembros. También un TRIBUNAL SUPEROR DE JUSTICIA. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. TEMA 15. LA ESPAÑA DEMOCRÁTICA (1979-2004) 1. LOS GOBIERNOS DE LA UCD. Una vez aprobada la Constitución, en 1979 se celebran las segundas elecciones generales y las primeras municipales. Las elecciones legislativas dieron de nuevo el triunfo al partido del presidente Suárez, UCD, quedando el PSOE como primer partido de la oposición. En cuanto a las elecciones municipales, se celebraron con una abstención estimable (40%) y resultados netamente favorables a la Izquierda en las principales ciudades. Los años siguientes estuvieron marcados por la crisis de UCD. Por su parte, el PSOE va a experimentar un proceso de cambio interno, con el abandono del “marxismo” como referencia ideológica. Se trataba de ampliar sus apoyos hacia el electorado de “centro”. Esa refundación del partido se llevó a cabo bajo el impulso de Felipe González durante el otoño de 1979, presentándose el nuevo PSOE como partido “socialdemócrata” y reformista. Tras la redefinición ideológica, el Partido Socialista se concentró en la oposición al gobierno centrista de UCD, aprovechando los flancos vulnerables de la política de Adolfo Suárez. Al mismo tiempo, se fue desarrollando un proceso de división interna dentro de UCD. Este partido estaba compuesto por tres corrientes políticas: demócratas-cristianos, liberales y socialdemócratas. Los primeros discreparon de la Ley del Divorcio, apoyada por los otros dos grupos. También fueron condenadas, desde dentro de su partido, algunas iniciativas de Suárez en política exterior, como la visita a la Cuba castrista o la recepción en Madrid al líder palestino Yaser Arafat, considerado entonces como terrorista por EEUU y otros países occidentales. Por otra parte, arreciaba el terrorismo de ETA, que alcanzaría, en 1980, su punto culminante en número de víctimas (92), golpeando sobre todo a los altos mandos del ejército. En ese contexto, se produjo la dimisión de Adolfo Suárez en enero de 1981, sobre la que circularon hipótesis diversas, entre ellas la presión de los mandos militares. Durante la votación de investidura del sucesor de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, se produce el asalto al Congreso de los Diputados por parte de guardias civiles bajo el mando del teniente coronel Tejero, el 23 de febrero de 1981. Este hecho fue el resultado del ambiente de conspiración contra el nuevo régimen democrático en determinados sectores del ejército. La intentona acabó sin éxito, entre otras cosas por la intervención del Rey, por la negativa a secundar la sublevación de la mayoría de los capitanes generales y por la división entre los conjurados sobre el objetivo de la operación. Tras el fracaso del intento golpista, ejerció como Presidente de Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, que fue incapaz de frenar el declive de UCD. No obstante tomó algunas iniciativas relevantes, como la solicitud de ingreso de España en la OTAN. Sin embargo, la derrota de UCD en las elecciones PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. autonómicas de Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía ahondó la crisis del partido y la división interna, con el grupo parlamentario escindido. Calvo Sotelo hubo de disolver las Cortes en agosto de 1982, convocando elecciones anticipadas para el 28 de octubre de ese mismo año, que supusieron el triunfo del PSOE por amplia mayoría absoluta, terminando así la etapa de los gobiernos de UCD. 2. EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS. La Constitución de 1978 implicaba el desarrollo del denominado “Estado de las Autonomías”. El viejo debate entre centralismo y federalismo se remontaba a los tiempos de la I República, cuando el proyecto de Constitución federal de 1873 establecía la organización de España como Estado federal. Asimismo, la Constitución de 1931 reconocía el derecho de las regiones a la autonomía; fruto de ello fue la aprobación del Estatuto de Autonomía para Cataluña en 1932 y, ya durante la guerra, la aprobación del Estatuto Vasco, así como la elaboración de un Estatuto Gallego, que no llegó a ser aprobado por las Cortes. De ahí el reconocimiento de esos tres territorios como “regiones históricas” durante la Transición. En relación con lo anterior, uno de los más importantes hechos políticos de la historia española posterior a 1975 fue la construcción de un nuevo modelo de Estado no centralista, a partir de las previsiones del Título VIII de la Constitución, si bien el proceso se inicia ya antes de la elaboración y promulgación de la misma, a través de las “preautonomías” concedidas a determinadas regiones. La primera de ellas fue Cataluña cuando, en 1977, se restablecía la Generalitat con Josep Tarradellas como presidente. Por su parte, a principios de 1978 se materializaba la preautonomía vasca mediante el Consejo General Vasco. El siguiente caso fue el gallego, con la creación, también en 1978, de una Xunta de Galicia provisional. Se resolvía así el caso de las tres regiones “históricas”. La extensión del modelo autonómico a todo el territorio surgirá del Título VIII de la Constitución, que establecía la posibilidad de que una provincia o varias provincias limítrofes, y no sólo las nacionalidades históricas, se convirtieran en Comunidades Autónomas. En ellas habría de conformarse órganos legislativos (parlamentos autónomos) elegidos por sufragio universal, y órganos ejecutivos (gobiernos autónomos). En cualquier caso, siguió vigente la división provincial. Se preveía, de este modo, la transferencia de competencias legislativas y ejecutivas a los poderes autonómicos, siguiendo el artículo 143 de la Constitución. Pero se establecían dos grados de autonomía, pues esos poderes autonómicos podían recibir competencias de diferente grado y a un ritmo distinto. El procedimiento más rápido y directo era el previsto en el artículo 151, al que podían acceder directamente las nacionalidades históricas e, incluso, otras, siempre que cumplirán una serie de complejos requisitos de PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. pronunciamiento de las entidades locales y de aprobación por referéndum. Fue ese el caso de Andalucía que, en 1980, aprobó la construcción de su autonomía por la vía del citado artículo 151. El resto de comunidades se regirían por el artículo 143, con la excepción de Navarra, para la cual se había previsto un mecanismo especial, partiendo de su sistema foral. La plasmación jurídica del régimen autonómico tuvo lugar mediante la aprobación de los Estatutos de Autonomía, que contenían las competencias que asumía cada Comunidad, así como las instituciones de que se dotaban. El primer Estatuto de Autonomía promulgado fue el de Cataluña en 1979. Le siguieron los de País Vasco, Galicia, Andalucía y, posteriormente, todos los del resto de comunidades. Por último, en 1995 fueron regulados regímenes autonómicos para las ciudades de Ceuta y Melilla. El resultado fue el fin del Estado centralista y el comienzo de un difícil, y a veces conflictivo, proceso de transferencia de competencias para la construcción del Estado de las Autonomías. 3. LOS GOBIERNOS DEL PSOE. La arrolladora victoria socialista en las elecciones de octubre de 1982 abrió la puerta a catorce años de gobierno ininterrumpido, con un total de cuatro legislaturas, tres de ellas con mayoría absoluta. Durante la primera legislatura (1982-1986), el Gobierno presidido por Felipe González llevó a cabo una serie de reformas que culminaron, en 1986 con el ingreso de España en la CEE y con la permanencia del país en la OTAN. Una de esas reformas fue la reforma militar, que incluyó una serie de aspectos como reducción de efectivos, reorganización, modernización y aplicación de la Objeción de Conciencia al servicio militar obligatorio. Se trataba de modernizar el ejército heredado del franquismo, para evitar nuevos episodios como el del 23-F. También se emprendió la reforma de las Fuerzas de Seguridad del Estado, en las que se integró a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. El ingreso de España en la Comunidad Económica Europa (Unión Europea desde 1992) fue el resultado de un proceso de negociación iniciado en 1977. Este ingreso supuso un hito en la política exterior, pues rompía con décadas de aislamiento y alejamiento de Europa. En esa misma línea se enmarcó la permanencia e integración definitiva en la OTAN, alianza militar a la que se había añadido España en 1981, bajo el gobierno de Calvo Sotelo, en medio del rechazo de la izquierda. El PSOE se comprometió, entonces, a revisar esa decisión, mediante un referéndum, si llegaba al Gobierno. Pero Felipe González, una vez en el mismo, modificó su postura y decidió convencer al electorado para permanecer en la Alianza Atlántica. En referéndum celebrado en marzo de 1986 obtuvo el respaldo de la mayoría de los votantes. Se completaba así la integración de la nueva democracia española en el bloque occidental. PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. Durante la década siguiente (1986-1996), el PSOE se mantuvo en el poder con dos nuevas mayorías absolutas (1986 y 1989) y con una mayoría relativa (1993); esta última fue el inicio de una legislatura en la que Felipe González gobernó gracias al apoyo de Convergencia y Unió (CIU), liderada por Jordi Pujol. La permanencia en el gobierno durante esos años se explica por la figura carismática de Felipe González, pero también por otra serie de factores como la identificación del PSOE con las clases medias, la legitimación social derivada de la consolidación del “estado del bienestar y el progreso del país, en infraestructuras y nivel de vida, en parte gracias a las ayudas europeas. Sin embargo, esos años no estuvieron exentos de problemas y tensiones, como la huelga general del 14 de diciembre de 1988 o el incremento constante de la tasa de paro. Se añadió a ello la corrupción, que salpicó a varios de los gobiernos socialistas, paralelamente al desvelamiento, por parte de un sector de los medios de comunicación, de la trama del GAL, un caso de terrorismo de Estado en el proceso de la lucha antiterrorista contra ETA. Todo ello fue debilitando a los gobiernos de Felipe González, que experimentaron una paulatina pérdida de apoyo electoral. 4. LOS GOBIERNOS DEL PP. En las elecciones de 1996, el Partido Popular, liderado por José María Aznar, fue el partido más votado, pero con una mayoría escasa. Con el apoyo del partido gobernante en Cataluña, CIU, y de su líder, Jordi Pujol, consiguió formar gobierno. Más tarde, en las elecciones de 2000, el PP obtuvo la mayoría absoluta. Este partido tuvo su origen en Alianza Popular (AP), fundada por Fraga tras la muerte de Franco. En 1989 se refundó a partir de un cambio generacional en sus líderes y cuadros, pasando a denominarse Partido Popular y con José María Aznar como nuevo líder. La primera legislatura (1996-2000) se caracterizó por la paz laboral, el éxito en la lucha antiterrorista y la intensificación de la política económica liberalizadora de la economía que había emprendido el PSOE. Descendió el desempleo y se produjo una fase de crecimiento de la economía española. Ese crecimiento se hizo más fuerte y rápido durante la segunda legislatura (2000-2004), con rápido descenso del desempleo, así como con un rápido control de la inflación y del déficit público, lo que permitió cumplir con los requisitos exigidos por la Unión Europea para el ingreso en el espacio de la nueva moneda única, el Euro; de este modo, España se integro en la Unión monetaria. Pese a sus logros y éxitos económicos, el Gobierno de José María Aznar comenzó a sufrir, desde mediados de la legislatura, problemas derivados de la política exterior: el apoyo a la invasión norteamericana de IRAQ produjo tensiones y protestas por parte de la oposición, con movilizaciones y manifestaciones callejeras. Por otra parte, Aznar había anunciado que no PROFESOR: JUAN FREIJE. HISTORIA DE ESPAÑA 2º BACHILLERATO. estaría en el gobierno más de dos legislaturas y anunció su intención de no ser candidato en las siguientes elecciones, designando como sucesor a Mariano Rajoy. Las elecciones de marzo de 2004, celebradas en un clima de conmoción general por los atentados del 11-M, ocurridos tres días antes, dieron la victoria al PSOE, liderado ahora por Rodríguez Zapatero, y pusieron fin a los ocho años de gobierno del PP. PROFESOR: JUAN FREIJE.