inglaterra 45 11 12

Anuncio
Estudios Bardina
inglaterra 45 11 12
Laboristas aplastan la democracia en Java. Laboristas ultraimperialistas La SI 17/11/45 p. 1-2
Mr. Atlee, otro bromista La SI 24/11/45 p. 4-5
Mr. Churchill recomienza la farsa. Se alza nuevamente el telón La SI 22/12/45 p. 4-5
Laboristas aplastan la democracia en Java. Laboristas ultraimperialistas
La SI 17/11/45 p. 1-2 (ver antes "Inglaterra borra por la fuerza la democracia indonésica. Los aliados aplastan por la
fuerza bruta la libre determinación de los indonesios" La SI 10/11/45 p. 6 en Asia países)
Acabamos de recibir noticias exactas acerca de las elecciones locales celebradas en Gran Bretaña el día 1º de este
mes. En las pasadas elecciones parlamentarias, el conservadorismo inglés quedaba acorralado por un resonante triunfo
del socialismo laborista. En las actuales elecciones municipales y distritales, quedan todos aquellos partidos
verdaderamente aplastados, sobre todos ellos el Laborismo alzando la bandera de los trabajadores…según dicen
ellos.
Las cifras son terminantes. En los municipios, que en conjunto comprenden unos 4.600 puestos elegibles, se ha
obtenido el siguiente resultado:
Laboristas
3.087
Conservadores
837
Independientes
501
Liberales
111
Comunistas
Total
21
4.609
Todos los partidos opositores juntos, 1472 elegidos; los laboristas gobernantes, 3087. Con lo cual quedan los laboristas
amos de todo el gobierno municipal británico, expulsados, por la opinión votante, liberales y conservadores.
Los trabajadores británicos han llegado a aquel estado de conciencia tantas veces por nosotros anunciado a los
capitalistas durante un cuarto de siglo, por el cual, rechazando los trabajadores todo criterio que no fuese absolutamente
anticapitalista, han puesto en la balanza netamente su voluntad electoral, apoderándose legalmente de los destinos del
país.
La alucinación capitalista saltaba a la vista de un observador imparcial, pero no la veían –porque hay quien no ve la
luz que hiere sus mismos ojos, a veces- los derechistas. Era lógico que la defensa del sufragio inorgánico podía dar una
mayoría capitalista, aún siendo los capitalistas menos de una décima parte de los votantes. Se trataba de las
influencias patronales, del cohecho, de la tradición, de cien lazos para retener en el cercado ajeno a la inmensa mayoría
de ciudadanos que son proletarios. Pero veía el más romo que la ocasión había de llegar en que los trabajadores votarían
por los suyos, quedando en ínfima e impotente minoría los sectores patronales.
En este caso, los patrones se estaban ahorcando con la cuerda tejida por ellos mismos. Porque, al lado del sufragio
inorgánico, defendían la inexistencia de derechos naturales y la omnipotencia del parlamento, siendo ley cuanto, sin
cortapisa alguna, acordase la mayoría. Por tanto, una mayoría obrera (según la tesis patronal) puede establecer una
Constitución comunista, socialista, o lo que sea, quitando al patronaje sus bienes y fortunas y por manera absolutamente
legal…según los patrones mismos.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Estudios Bardina
En esas elecciones inglesas, el conservadurismo inglés (que no es, ni remotamente, el conservadurismo de los
Estados americanos, sino un ultra-capitalismo anticatólico y esencialmente imperialista) ha quedado completamente
batido por la clase media y la obrera.
Los socialistas se han apoderado, además, de la administración de Londres, lo cual es de suprema importancia en este
caso, por tratarse del mayor municipio del mundo y por tener en Gran Bretaña las municipalidades obligaciones,
derechos y cabales muy superiores a los de la vida municipal americana. Londres es una ciudad compleja, constituida
por 28 Consejos administrativos, sobre los cuales honorariamente preside un lord-alcalde. Los laboristas han triunfado,
con mayorías espectaculares, en 23 de esos Consejos Administrativos, arrebatando a los conservadores aún aquellos
distritos que, como Paddigton y Wandsworth, se tenían como esencialmente de derecha. Los conservadores conservan
todavía una leve mayoría en 5 de esos 28 Consejos, destinados a ser perdidos también en las elecciones próximas.
b) Si los socialistas británicos son dueños absolutos del gobierno, del parlamento, de los Consejos de Condado y de
las municipalidades, quiere ello decir que tienen en sus manos absolutamente todos los resortes del gobierno del
Estado. Que, por lo mismo, pueden convertir el Estado en algo que concuerde con sus ideas, siempre que esas ideas
sean algo realmente opinadas. Que, por lo mismo, Gran Bretaña va a convertirse inmediatamente en un Estado
democrático, socialista y antiimperialista.
…Ante lo cual ¡mucho cuidado! ¡Facta, non verba! Uno de los grandes libros a escribir en esos instantes -y que
nadie escribe, rehuyendo una fortuna- es el que trata del Pampanismo, o sea de la Simulación, es decir, de la Hipocresía
ambiente en los sectores políticos. Ante cuyo problema hay que hacer algunas observaciones sobre los últimos
comicios británicos.
Comencemos, ante todo, por el Anti-imperialismo.
Se anunciaba días atrás, por boca del ministro Bevin, -que quiere pasar por hombre “nuevo” y
“democrático”- que, en cuestiones de Imperialismo y cuanto atañe a cosas del sector internacional, el
Laborismo socialista estaba en absoluto acuerdo con el Conservadurismo británico. Tenemos, por lo mismo, que los
socialistas británicos son imperialistas, vejadores de los derechos de los países imperializados, contrarios a la libertad
de la India con sus 350 millones de almas vivas, partidarios del látigo, la fuerza bruta y la conquista, anuladores de la
libre determinación de los pueblos…y masacradores de las multitudes que no hacen más que reclamar libertades y
respeto a sus fundamentales derechos democráticos.
Llegan noticias de Java, dando cuenta de la ferocidad e implacable dureza con que aplastan los laboristas británicos a
las multitudes javanesas, matando sin cuartel, incendiando aldeas mediante bombas aviacionales, tostando vivos en
esas inmensas parrillas a niños, mujeres y ancianos. ¿Los laboristas? Sí, los laboristas británicos, rebasando en
crueldad jamás no oída en países dictatoriales.
Ahí tenemos (mapa 2) la isla de Java, a la cual hemos aludido recientemente en varias crónicas. Las últimas noticias son
que los soldados ingleses, con negros del África e hindúes gurkas, todos con la bandera británica y la enseña laborista
al frente, han acumulado sobre la capital javanesa –la linda, progresiva y rica Soerabaia- cientos de aviones,
tanques en gran número, cañones navales de grande alcance, fuerzas negras de asalto. Y las cuatro armas de
consuno, han reducido a esa inmensa capital, de más de un millón de habitantes, a ruinas incendiadas. ¡Cuántas
familias tostadas, por la exquisita delicadeza inglesa! ¡Cuánto respeto a la autodeterminación! ¡Cuánta hipocresía en un
partido que, llamándose socialista, mata, aplasta, masacra más que los mismos gobiernos conservadores!
Tenemos ya plenamente desenmascarado al laborismo británico, no solo fuera de la democracia y en pleno
imperialismo dictatorial, sino fuera de las leyes de la humanidad. Y es interesante cosa observar ese comportamiento
bárbaro, ante el cual no dicen una sola palabra de condenación los famosos diputados mayoritarios ingleses, los
incorruptos comunistas ingleses, la prensa amarilla que constituye los grandes diarios mundiales.
Mientras así van acabando de tostarse y de ser reducidos a piltrafas los miembros de los niños y las mujeres javanesas,
en San Francisco hay una Comisiones almibaradas –en el Bajo Imperio, las había semejantes- que están
preparando todo para que los que así matan y tronchan carne humana, decidan gobernar al mundo con una exquisita
delicadeza democrática.
Los ciudadanos javaneses están en el colmo de la irritación ante tales demostraciones democráticas, ante tanto abuso
de la fuerza bruta. Han sido asesinados dos generales blancos y centenares de soldados. El pueblo está alzado en
barricadas. Claman las multitudes libertad. En tanto, buques aliados se están llevando en los puertos los productos de
la isla, al compás de las ametralladoras y las bombas aviacionales.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Estudios Bardina
A esto lo llama la U. P (3 de Noviembre) en telegrama notable “mantenerse tranquila la situación javanesa”.
Muertos lo vivos, arrasada la ciudad, incendiados los campos, todo queda en orden perfecto.
c) Es interesante la actitud norteamericana así como la política del canciller Byrnes, que podría ponerse en solfa cómica, si
no fuese el asunto demasiado trágico.
Mr. Byrnes, que debe tener sus puntas de humorismo, ha sentado en discurso público las siguientes bases acerca de
esos asuntos:
1) Estados Unidos no se opone al imperialismo holandés y británico en la isla de Java, a condición de que Estados
Unidos pueda hacer lo mismo en otras islas;
2) Estados Unidos se opone a que las armas que usan los ingleses y holandeses para matar, que son norteamericanas,
lleven el letrero “armas concedidas por el método de préstamos”. Byrnes está conforme en que los
imperialistas compren las armas de matar javaneses en Estados Unidos; pero Estados Unidos exige que esas armas no
lleven la etiqueta de proceder de Yanquilandia;
3) EE. UU prestará sus buques, además de usarlos para él, para llevarse los productos naturales javaneses, como se
hacía antes de la libertadora guerra que acaban de ganar los aliados a los japoneses. Porque los métodos japoneses no
eran, como son los actuales aliados, democráticos, humanos y delicados.
4) Estados Unidos se opone a la libre determinación de cualquier pueblo asiático, que debe ser “dirigido” y
“liberado” –y, si es trinchado, ha de serlo con armas sin etiquetas- por la fuerza aliada.
Ante tales manifestaciones – de las cuales la más literal y la más cómica es la segunda- uno no sabe cómo
embocar la política del novato secretario de Estado norteamericano. Es, desde luego, un cerebro novedoso y fantástico,
no habiéndosele acudido a nadie en el mundo todavía, vender armas para aplastar, con tal que quiten el letrero de
procedencia…
Acerca de ese “detalle” tan cómico, queremos poner al pie de la letra, un telegrama de la U. P.
norteamericana:
“Moscu.- (U. P.) La revista “Nuevos Tiempos” se refiere al anuncio hecho por el secretario de
Estado norteamericano, de que Estados Unidos había pedido a británicos y holandeses que quitarán los emblemas de
préstamo y arriendo de las armas utilizadas en Java, y dice que “los británicos han accedido a satisfacer este
requerimiento”, mientras que los holandeses no han contestado todavía. Tampoco hay información alguna sobre la
forma en que la parte más interesada, es decir, los indonesios, reacciona frente a esta preocupación norteamericana
sobre la eliminación de los emblemas del préstamo y arriendo.
Poco antes, la misma revista observaba que Byrnes opone reparos al uso de los emblemas norteamericanos, pero no al
de las armas norteamericanas”.
d) Al pensar en esa guerra de Java, de exterminio bárbaro, así como en la China, de la cual daremos una noticia en el
número próximo, no se puede menos de pensar en las zalamerías, retóricas y mentiras acerca de la paz y la justicia de
que nos están hartando los oídos los pueblos imperialistas que tienen actualmente la sartén por el mango.
En Java está la llamada democracia aliada realizando la obra más imperialista y cruel que haya realizado jamás
gobierno alguno, salvo en las lejanías montañosas de la India, donde los liberales y conservadores británicos realizan,
de años, ese abuso cruel de la fuerza que ahora realizan los laboristas, igualmente imperialistas.
En China tanto Estados Unidos como los soviéticos están azuzando a los chinos unos contra otros, peleándose entre
bastidores yankis contra rusos, aunque rompiéndose la cabeza y las costillas los chinos.
Las guerras anteriores mundiales fueron obra de imperialismos que se disputaban la hegemonía del mundo, material
especialmente. Existen ahora no las mismas, sino peores enemistades y rivalidades imperialistas, en gestación la próxima
guerra, que tendrá ya su faz social, y que será, por lo mismo, cien veces más cruel que la pasada.
Están en conferencia Mr. Truman y Mr. Attlee, queriendo hacer tragar al mundo algo relacionado con la bomba atómica.
Han inventado ahora ese problema artificial, para paliar los verdaderos problemas internacionales que están tratando,
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Estudios Bardina
ahora más difíciles y los odios más concentrados, que en el año 39. Attlee va a pedir limosna a EE. UU para ver de
salir de ese abismo horrendo en que Chamberlain, Churchill y Attlee desbarrancaron a Gran Bretaña. Estados Unidos
pretende que Inglaterra, sin salir de su condición de potencia de tercera clase, ayude a EE. UU a vencer Rusia. He ahí
todo el problema ¿Bomba atómica? Un pámpano.
e) No hemos de olvidar otras causas de esas guerras en el Asia, como ser la venta armas avejetadas, pagadas por los
combatientes a precios exorbitantes.
Sabemos, y hay argumentos y hechos evidentes, cuánto contribuyeron a la guerra, como causas verdaderas, aunque
secundarias, las empresas fabricadoras de armas. Ahora esas empresas son los gobiernos británico y norteamericano,
abarrotados de material bélico que verán de endosar a otros ingenuos gobiernos. En América poca cosa podrán
lograr, en relación con las montañas de armas existentes. El Asia es un enjambre de pueblos, con millonadas de
habitantes, que pueden eliminar muchos parques de armas viejas e inservibles, que representarían para esos Gobiernos,
cargados de fierro viejo, inútil para una guerra moderna, un alivio económico extraordinario.
Han habidos dos guerras gigantescas. Estamos peor que antes. Pero peor…relativamente. Sería, para muchos, un
mundo mejor, si las guerras se repitiesen, los pueblos se matasen mutuamente y el comercio de armas, y las listas de
deudas imperialistas, pudiesen aumentarse indefinidamente.
Mr. Atlee, otro bromista
La SI 24/11/45 p. 4-5
Cualquiera –cualquiera que no estuviese en el secreto de los jefes laboristas ingleses, exactamente de la misma
formación moral de los churchillianos- habría creído, al realizarse las famosas dobles elecciones inglesas últimas, que se
habían cambiado de hombres, de sistemas, de moral, de procedimientos. Pero ¿no han resultado los mismos perros con
los distintos collares? Así suele decirse de todos esos cambios de epidermis a que nos tiene tan acostumbrado la política
menuda de la famosa “democracia” dictatorial aliada.
Lo que más irrita de Mr. Attlee y sus compadres pseudo-democráticos es la verba. La continuación de esa diarreica
verborrea con que nos regalan dos por tres, para ver de tapar con palabras su absurda y vieja ideología ultraimperialista.
El discurso número cien con que nos ha regalado ese ilusionista del Laborismo vale tantos palos como palabras. Y ya
sabemos que esos pueblos que se llaman a sí mismos taciturnos y hombres de acción, son los más charladores de la
tierra. Discursos kilométricos y a dos por semanas, que bien podrían ahorrarse, para dedicar las horas a algo que
valiese la pena para el mundo.
Ese discurso último, de interminables parrafadas, está dedicado enteramente a intentos que no han existido jamás y
a repetir lo que decían día a día Mr. Churchill, Mr. Roosevelt y todos los místeres del Imperialismo. No valdría, por lo
mismo, la pena de ser refutado, y ni siquiera notado, si no nos interesara en estos instantes poner la frase fundamental,
que recalcan los diarios que escriben de rodillas, en constatación con tres de los hechos más interesantes de estas
horas amargas.
a) Java. Los británicos bombardean, matan acribillan, queman aldeas, achicharran a niños y mujeres. Sobre esa
carnicería sangrienta, que llena de sangre humana todas las declaraciones sobre autodeterminación de los pueblos,
acaba de decir Mr. Attlee, en resumen, lo siguiente:
“Las tropas británicas han entrado en Java para echar a los japoneses. (No hay un solo japonés armado en la
isla, y los ingleses matan y matan solo a javaneses). Tenemos interés en que los javaneses se rindan (autodeterminación
de los pueblos) para, luego, ellos mismos y los holandeses arreglar sus diferencias. (Ninguna diferencia. Nada tienen
que hacer allá los holandeses).”
Por lo mismo, el empleo formidable de armas y municiones, que pagarán los javaneses, y que deberían los laboristas
botar al mar, pero que es mejor emplear con nativos.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Estudios Bardina
Exactamente el Imperialismo anterior, ahora doblado: apoyar, por afanes de vender armas, el Imperialismo de Holanda
sobre millones de amarillos civilizados.
b) En la India, otro qué tal.
Declaraciones del mismo Attlee, que nos va resultando una especie de orador de feria, como los cuenta-historias de los
realizadores de juegos de manos para distraer y engatuzar al público. El problema hindú es conocido de todo el
mundo. “Después de la guerra, la independencia”, había dicho Attlee, cuando, en plena guerra, necesitaba
la carne de cañón hindú. Y ahora acaba de declarar solemnemente: “No pueden esperar los hindúes
concesiones distintas de las ofrecidas por Mr. Churchill años atrás”…
Todos conocen esas proposiciones, que representaban, no solo una mayor intensidad imperialista sobre aquel inmenso
país, sino también su fraccionamiento, ansiado para mejor cabalgar el imperialismo sobre cada una de las partes
fraccionadas. Mr. Attlee no ve más allá que Mr. Churchill. El laborista inglés rubrica el imperialismo de los partidos
ultra-capitalistas.
Es interesante ir conociendo, sucesivamente, estas declaraciones, para que nadie se lleve a engaño al hablar del
Laborismo. Los problemas morales del mundo y la marcha de la democracia, no ha dado un solo paso en el mundo con
el triunfo de ese Laborismo atávico y trasnochado, en un todo conforme con los idealoides de los partidos vencidos.
Vencidos en la forma. Continuadores, en el fondo: unos, y los mismos.
c) Una declaración, más absurda que la de los conservadores churchillianos, han dado los ministros laboristas acerca
del arabismo y el problema palestiniano.
De origen de una agencia rusa, se había propuesto que la Palestina sea sacada de manos británicas para entregarla al
cuidado de una Comisión Internacional de la nueva Liga de Naciones.
La razón de un cambio salía a la vista. Hace 27 años que Gran Bretaña tiene en sus manos la Palestina. Y ha sido
incapaz de realizar en ella la menor obra de paz, atascando, contrariamente, todo progreso colectivo. El sistema
colonizador británico ha sido siempre inferior e impotente, basándose siempre en argumento de fuerza. Podemos
añadir que esa impotencia tradicional nunca se había manifestado tan incontrovertible como en Palestina.
País de un millón de habitantes, ha tenido Gran Bretaña empleados en ella,, constantemente, a docenas de miles de
soldados, aviones, tanques, artillería, miles de empleados civiles, más de 20.000 policiales. Si se alinean en fila todos
los hombres palestinianos de mayor edad, puede afirmarse que la fila de soldados y funcionarios policiales ingleses
ganaría en extensión a la primera, solo en el transcurso de 26 años.
Actualmente Gran Bretaña tiene en Palestina:
Soldados hindúes
57.000
Policías urbanos
11.000
Policías rurales
7.000
Funcionarios civiles 9.500
Tropas inglesas
Total
9.500
94.000
Buques en los puertos palestinianos y siriacos, en vigilancia: más allá de 15.000 hombres. Un “hombre de
fuerza” extranjero por cada dos o tres ciudadanos palestinianos vigilables.
Una incapacidad mayor colonizadora no puede encontrase en los anales de la historia de una colonización ya en sí
pésima.
Y, Mr. Attlle en el citado discurso, ha dicho solemnemente esas palabras: “La paz del mundo no puede asentarse
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Estudios Bardina
más que sobre la independencia absoluta de las naciones””…
Java, India, Palestina… Mr. Attlee cree hablar a tontos. ¡Es demasiado, ciertamente! Esa creencia tiene en el
diccionario una palabra muy gráfica. ¡Dios conserve a Mr. Attlee su pintoresco humorismo!
Mr. Churchill recomienza la farsa. Se alza nuevamente el telón
La SI 22/12/45 p. 4-5
Mientras por sus cien heridas se está fugando su Imperio, Gran Bretaña tiene que soportar la comedia de un atardecer
político con todas las angustias de la decadencia. Las deudas ahogan a cada uno de los británicos. Los alimentos son
restringidos peormente que en días de guerra. No se ven las utilidades de un comercio internacional renaciente. Se
están cuarteando las pilastras matrices de un Imperio. Los amigos –los peores enemigos- están dando
mazazos por todos lados. En los comienzos de la desocupación pasan ya dos millones los hogares sin trabajo. Y, en el
hervor trágico de un derrumbamiento casi total, existen entes de un ayer en ruinas que se entretienen mirando de
rearmar el retablo de la farsa, para ejercer de marionetas tomadas en serio.
En el siglo pasado y principio del presente, era un espectáculo casi artístico, maravillosamente entretenido, el del juego
político, los partidos peleando en serio en sus justas poético-parlamentarias, sus desafíos y contiendas, todo rodeado de
castillos de fuegos artificiales, frases de alto coturno, escenas dramáticas y apasionados duelos político-literarios.
Era el romanticismo en la cosa pública, las multitudes corriendo embobadas tras los grandes oradores, pendientes de
sus labios extasiadas. No importaba la doctrina, fuese cual fuese. Lo interesante era el vestido, la frase, la elocuencia, la
pose, el período elocuentemente dicho y artísticamente trabajado. Era la Edad de Oro del “tómame el pelo”,
cuando la ingenuidad cocinaba con elocuentes arengas y condimentaba con dicharachos, y el escenario estaba armado
en peleas más o menos retóricas realizadas por los grandes artistas de la palabra, cincelando artísticas oraciones
parlamentarias.
En aquellos tiempos, eran algo sagrado Donoso Cortés, Olózaga, Castelar, Mella. Los cuales tenían en América sus
ecos, tan artísticos e importantes, como los españoles y franceses: su Alem, su Salamanca, su Mc. Iver, su Valencia.
Pasaron ¡ay! aquellas horas férvidas, en que las masas se saciaban de palabras y los cielos estaban lúcidos y
radiantes, porque circulaban por ellos los fulgurantes bólidos de la elocuencia. Todo pasó. Estamos ahora en la mitad
misma del siglo XX, en medio mismo de las trágicas consecuencias que nos trajeron aquellos paraísos, con la
elocuenci9a haciendo las veces de pan. Estamos en medio mismo de la tempestad, las olas sociales anegándolo todo,
el terremoto a nuestros pies y el rayo calcinando los pilares de un ayer en ruinas. Ululan las masas por las calles, se
enciende el campo con nuevas auroras, ruge en las minas la riada humana: y la retórica se ha tornado plata, pan,
placeres, igualdad, aires de venganza, cielos amenazantes.
Y mientras el mundo así cruje, y con el mundo Gran Bretaña, aparece en el sangriento escenario un hombre de ese
ayer tomador del pelo; y alza el telón para reanudar las engañosas tareas parlamentarias de antaño, como si los
espectadores estuviesen hoy hechos para tales comedias.
Los dos o tres discursos con que el eminente Mr. Churchill ha reaparecido en la escena política parlamentaria, soltando
frases hechas, vulgares sentencias, apóstrofes brillantes y otros cohetes de antaño, delatan lo anticuado de ese hombre
que no ha llegado a comprender, todavía, el pulso de la hora. Adviene a sus conciudadanos, hambrientos de pan y de
alimentos cocinables, con manojos de luces artificiales, ganoso de entablar contiendas escenario con el Gobierno, como
antaño entreteniendo al pueblo con galas de elocuencia y dicharachos de Rinconete.
Da pena verdadera ver a hombres que, por falta de otros, han ascendido a alturas que no debían haber pisado jamás,
no comprender la hora en que actúan, intentando resucitar tiempos muertos, en que una minoría, tras los telones del
gran escenario, sabía embaucar a los ciudadanos. Bien para ayer, todos hechos para la misma comedia. Pero delata
una avejetada visión no comprender que hay cosas que no pueden resucitarse.
En Gran Bretaña la farsa de esa minoría, tocó los límites de la perfección. Unos gobernaban para sí y otros hacían como
que los combatían, con distintas etiquetas y variados ímpetus oratorios. La oposición de S. M. estaba siempre en
desacuerdo –y siempre de acuerdo- con el gobierno de S. M. Y la comedia era muy divertida para la generación
de aquella hora,
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Estudios Bardina
viviente de fantasmas, suposiciones y farsas. Concordaban público y actores, calzando bien los unos con los otros.
Mr. Churchiil, que ascendía al poder en plena dictadura, sostenido por un parlamento que no era parlamento, sino osada
dictadura que se proclamó a sí misma parlamento; Mr. Churchill que hundía a su país en los abismos actuales y que era
barrido democráticamente por sus conciudadanos en libre elección; Mr. Churchill, que no ha comprendido que debía
retirase del escenario a un Mueso de antigüedades, ha intentado ahora reanudar el viejo juego con esos discursos, en
que se dicen en serio las cosas más tontas; en que él taca lo mismo que realizaba él; en que no hay nada más que
una incitación al viejo juego parlamentario, ofrendando a los ciudadanos toneladas de palabras inservibles.
Afortunadamente, el juego no ha podido ser resucitado. Los corresponsales de las agencias que viven, ellos también,
en plena momificación, han metido mucha bulla telegráfica con esos discursos. Ni en el extranjero, ni siquiera en su
patria, nadie ha hecho caso de ese intento de resucitar momias, dejando al orador solitario en su escaño parlamentario,
sin ecos ni resonancias.
Paz a los muertos. Será bueno que no nos vuelva a gastar horas de audición voz alguna de ultratumba. Ayer, batallas
de retórica en los parlamentos. Bien estaba. Pero no estarían bien las modas de un ayer que demos enterrar bajo siete
pies de olvido. De aquellos polvos salieron esos lodos. Y Gran Bretaña no perderá sus horas escuchando la hueca voz
de un antaño superficial.
http://www.estudiosbardina.cl
Potenciado por Joomla!
Generado: 2 December, 2016, 08:20
Descargar