gándose a prever, como se lee en el artículo 47 de la Constitución soviética, para el supuesto de fracaso de las negociaciones, una nueva revisión de la iniciativa por las Cámaras y, en último término, una decisión de disolverlas para convocar a nuevas elecciones. En general, los textos constitucionales traen normas especiales de procedimientos cuando se trata de iniciativas de excepcional importancia, como son las financieras, las orgánicas o las de enmienda de la misma Carta Fundamental, Aprobado un proyecto por el poder legislativo, algunos sistemas dan por finalizado el proceso de formación de la ley disponiendo llanamente su publicación (Constitución soviética, art. 40); pero otros preven aún la necesidad de aprobación por el órgano ejecutivo, reconociéndole complementariamente el derecho de formular objeciones dentro de plazos breves —de diez días a un mes, por regla general—, a efecto de que el proyecto vuelva a ser considerado, más otorgando, a la postre, la decisión al poder legislativo (Constituciones argentina, art. 72; checoslovaca, art 59; norteamericana, art. 1", secc. 7*). La Constitución francesa ha creado, aunque sólo con la finalidad de velar por la constitucionalidad de las leyes en ciertos casos, un consejo constitucional al que el gobierno puede remitir, antes de su promulgación, los proyectos aprobados por el poder legislativo (art. 61). c) La mayor parte de los ordenamientos constitucionales preceptúan el trámite final de promulgación y publicación, antes de que la ley cobre fuerza obligatoria. Dichos actos finales competen generalmente al poder ejecutivo; pero en ciertos casos, y señaladamente cuando dicho poder deja de ejecutarlos, se suele otorgar al mismo legislador la facultad de promulgar y mandar publicar las leyes aprobadas. Estas tienen entonces la misma vigencia que si hubieran sido promulgadas y publicadas por el poder ejecutivo. Desde el momento de su publicación, o más frecuentemente desde cierto día después de aquélla, la ley cobra plena vigencia salvo que ella misma haya señalado término distinto para revestir obligatoriedad. Así formada la ley, no puede ser modificada, abrogada o derogada sino a través de trámites que las constituciones señalan que suelen asemejarse y aun identificarse con los que se establecen para su formación. FORMAS DE GOBIERNO.* SUMARIO: Cap. I. Introducción: 1. Nociones de Estado y gobierno. Teoría del Estado, Ciencia política y Derecho político. Distinciones con el Derecho constitucional. 2. Tipos de Estados y íormas de gobierno. Cap. II. Reseña histórica de las formas de gobierno: A) Formas primitivas. B) Monarquías teocráticas: 1. India, Israel y Egipto. C) Gobiernos de Asia: 1. Los asirlos. 2. Los hititas, lidios y frigios. 3. Media y Persia. 4. Fenicia. 5. China. D) Gobiernos prehelénicos y griegos: 1. Los egeos. 2. Los griegos. 3. Esparta. 4. Atenas. E) Gobiernos de Roma: 1. La Monarquía. 2. La República. 3. El Imperio. F) Gobiernos de las Edades Media y Moderna: 1. Los germanos. 2. Los francos. 3. El feudalismo. 4. El gobierno en Francia. 5. El gobierno en España. 6. El gobierno en Inglaterra. 7. El gobierno «n Alemania. 8. El gobierno en Prusia. 9. El gobierno en Suiza. 10. El gobierno en Austria-Hungría. 11. El gobierno en Suecia-Noruega. G) Gobiernos en Anéríca: 1. El gobierno en los pueblos precoloniales: a) Aztecas; b) Mayas; c) Chibchas; d) Incas; e) Otros pueblos indígenas. 2. Colonias inglesas: a) Canadá: b) Estados Unidos. 3. Colonias espátulas. 4. Colonias portuguesas. 5. El gobierno en los países americanos: a) Argentina; b) Solivia; c) Brasil; d) Colombia; e) Costa Rica; f ) Cuba; g) Chile; h) República Dominicana; i) Ecuador; j) Guatemala; k) Haití; 1) Honduras; m) México; n) Nicaragua; ñ) Panamá; o) Paraguay; p) Perú; q) Puerto Bico; r) El Salvador; s) Uruguay; t) Venezuela. Capítulo III. Clasificación de las formas de gobiernos: A) Clasificaciones antiguas y modernas: 1. Aristóteles. 2. Polibio y Cicerón. 3. Heeren. 4. Comte. 5. Spencer. 6. Montesquleu. 7. Rousseau. 8. Bluntschtli. 9. Balbo. 10. Brunialti. 11. Orlando. 12. Burgess. 13. Raccioppl. 14. Passy. 15. Jellinek. 16. Mac Iver, 17. Appadoral. 18. Burdeau. 19. Ugo. 20. Gareis. 21. Schanzer. 22. Moni. 23. Santamaría de Paredes. 24. Heller. 25. Xifra Heras. 26. Biscaretti di Ruffia. 27. Alberdl. B) Clasificaciones sociológicas. C) Función de gobierno. D) Conclusión. Capítulo I INTRODUCCIÓN 1. Nociones de Estado y gobierno. Teoría del Estado, ciencia política y Derecho político. Distinciones con el Derecho constitucional. Se ha empleado la expresión "Formas de gobierno", en plural, atendiendo a razones de orden práctico, pero hay que destacar que no existe uniformidad en la doctrina, pues el profesor doctor Segundo V. Linares Quintana la usa en singular (criterio que se sigue en este trabajo), mientras que el profesor doctor Carlos Sánchez Viamonte emplea la expresión en plural. Los conceptos atribuidos a los vocablos "Estado" y "Gobierno" han llevado a una confusión en la terminología jurídica que es necesario disipar. Desde Aristóteles, la filosofía intentó pre* Por el Sr. ANTONIO CASTAGNO. guntarse qué es el Estado, ¡legando a la conclusión —cuando pudo ubicar al hombre en el estudio de su naturaleza social—, que el Estado tenía como base la persona humana en su esencialidad, para, arribar al concepto de que el Estado es un organismo complejo O ) . Pero es necesario destacar que Aristóteles entiende que el Estado es un ente natural. "Entre la asociación Estado y las demás asociaciones como la familia existen diferencias que no son sólo cualitativas. El Estado es un hecho natural —afirma—; el hombre es por su naturaleza un animal político, destinado a vivir en sociedad y el que no forma parte de ninguna polis es o una bestia o un dios" (2). Llegar a una definición del Estado es tarea que demanda, sin duda, rastrear en las profundidades de las especulaciones filosóficas lo que, ciertamente, excede de la índole del tema y, por otro lado, actualizaría la escéptica advertencia de Federico Bastiat (3). No obstante, aparecieron antes y después de ella, jusfilósofos que estudiaron el concepto del Estado, aclarando su naturaleza jurídica —desde la clásica definición aristotélica: "El Estado es la comunidad perfecta o soberana" ( 4 ) — hasta los conceptos de los pensadores contemporáneos de la filosofía política (»). (1) Aristóteles, Política, llb. 3, cap. l. 1274 b, pág. 35. (2) Vedia y Mitre, M.. Derecho político general. t. 1, pág. 35, Ed. Kraft, Bs. Aires, 1952. (3) "Yo quisiera que se Instituyera un premio, no de quinientos írancos, sino de un millón, con coronas, cruces y cintas, en favor de quien diese una buena, simple e inteligible definición de esc nombre: el Estado" (Hastial, P., L'Etat, en Obras completas. 2' ed., t. 4, pág. 326, París. 1863). Por otra parte, resultarían oportunas las palabras que se atribuyen a Platón: "Si evitas el preocuparte mucho de la cuestión de nombres, serás mucho más rico en sabiduría". Realizar un estudio de la evolución ideológica que provoca la palabra "Estado" seria objeto de una historia de las ideas políticas. (4) Aristóteles, Política. lib. 1. cap. 3, 1952 b. págs. 25-28. Al estudiar, en sus diversas aspectos, el concepto del Estado (causas constitutivas, causa material, causa formal, etc.), surgen elementos específicos que lo ubican en sus justos límites. La materia la constituye un con Jeremías Bentharn, James y Jolin Stuart MUÍ que señala el término de una época; aparecen lue- go Kant. Herbert, Spencer, Guillermo de Humboldt y Kenry Thoreau entre loa anarquistas, como Tolstoi, Kropotkin y Bakunirs. Luego Rousseau, considerado "como el profeta da !¿ democracia", estando fuera de toda duda —según aíirma George O. Catlin— que Rousseau preparó espiritualmente «1 camino de la revolución en Francia; Heget es considerado como un filósofo de la historia, y es también en un sentido tal vez más profundo que el individualista Hobbes, el filósofo del Estado moderno, del nuevo Leviatán. Continuadores de Hegel, piwden considerarse a Carlyie, admirador, traductor y corresponsal de Goethe, miembro de la Orden Prusiana del Mérito, precursora de los nacionalsocialistas alemanes, enemigo de la filosofía utilitarista; al cardenal Newman, en quien el escepticismo se convierte en dogmatismo. Debe mencionarse en esta apretada síntesis a Carlos Marx y a sus predecesores, Roberto Owen, W. Morris, Henry George, e! conde de Saint Simón, Carlos Pourier, Proudhon. "Marx y Engels. combinación de sutileza rabínica judía y laboriosidad germana, construyeron un sistema de filosofía de consistencia tal qxie no se le encuentra parangón desde qxie Santo Tomás diera forma a! suyo. El Manifiesto Comunista es su Profecía; el Capital, su Torah, su ley, el libro por excelencia"; a Marx lo siguieron Kautsky. Lenin, Trotsky y otros. Jean Jacques Chevallier, en su libro Los grandes textos políticos estudia las obras dc:;de el Renacimiento hasta nuestros días, comentando con El Principe, de Maquiavelo; Los yeis Hbros de la República, de Juan Bodin; El Leviatán, de Hobbes; La política sacada de Ja Santa Escritura, de Bousset: luego aparecen las obras que Chevallier considera como reacción contra la monarquía abso- luta: el Ensayo sobre el gobierno civil, de John Locke; El espíritu de las leyes, de Mor.tesquiflu; Del contrato social, de Rousseau; Que es el tercer estado, de Sieyés (que aparece inmediatamente antes de la Revolución Francesa); desnués Figvien las obras que pueden considerarse cono las consecuencias de esa revolución: ÍES Reflexione1* sobre la revolución de Francia, de Ednvundo Eurke; los Discursos de la nación alemana, de Fitche; La democracia en América, de Alexis de Tocquevil'e. Sigue la época en que aparecen el nacionalismo Hacer una rápida síntesis del pensamiento y el socialismo, con sus fermentos c!e pasionismo de los filósofos políticos demandaría, no obstante, penetrar en una disciplina que se inicia prácticamente con la aparición de La República de Platón, intelectual y explosivo: El manifiesto comunista. de Carlos Marx y Federico Engels; la Encuesta sobre la monarquía, de Charles Maurras; las Re~ flexiones sobre Ja violencia, de George Sorel; El Estado y la Rerolv.ción, de Lenin; etc. Sobre esto. trma. ver: Catlin. G. O.. Historia de los filósofos pc.Htícos. Ecl. Petiscr, Bs. Aires, 1956; Bcneyto Pérez, J., Historia de las doctrinas políticas, AsruiUr, Madrid, 1958; Holstein, G.. Historia de la filosofía política. Madrid, 1955; Chevallier, (5) la primera obra clásica de filosofía política —según Günther Holstein—, disciplina que "pretende llegar a aprehender el sentido último de to;lo el ser político y obtener asi 'a normp. suprema de todo devenir político: ambos propósitos se fundan, puesto que ambos aspiran a ser un conocimiento de esencia del Estado" (Holstein, G., Historia da la filosofía política, pág. 19, Madrid, 1955). A la filosofía del Estado en la antigüedad le si- J. J., ¿os grandes textos políticas, Aguilar, Madrid. 1955. gue ¡a de la Edad Media y, con la aparición del Cristianismo la ulosofhi de los padros de la Iglesia, San Agustín, Santo Tomás do Aquino, y Francisco Suárez y Francisco de Vitoria, etc.. siguiéndoles Maquiavelo, Modino y Groeio, para llegar a Thomas Hobbes y Locke, pasando por Montes<iuie«, Jeffer.-ion, Paine, llegando a los utilitaristas La bibliografía puede ampliarse extensamente consultando la que reúnen: Gómez Arboleya, E , Historia de la estructura y del pensamiento social. Madrid, 1951, t. 1, especialmente sobre el tema, en las págs. 118 y Pigs.; Labrousse, R., Introducción o la filosofía política, págs. 315 y s!gs., Ed. Sudamericana, Bfi. Aires, 1953 conjunto de personas formando una comunidad, asentada en un territorio, como expresión de su voluntad consciente, para alcanzar un fin. Esta comunidad tiene, como rasgo específico, el de ser perfecta y soberana. "Es soberana aquella organización —dice Hermann Heller— a la que es inmanente el poder sobre sí misma, la que es capaz de determinar sustancialmente sobre sí misma el uso del poder de la organización. Sólo existe un Estado allí donde el poder .sobre la organización social territorial le pertenece a ella misma, le sea propio, donde la decisión sobre el ser y el modo de la organización tenga lugar dentro de ella" («). En cuanto a la soberanía, Bodín la define diciendo que "es elT poder absoluto y perfecto de un Estado" ( ) , admitiéndose, al mismo tiempo, un sentido afirmativo de la soberanía y otro negativo, que significa autodeterminación constitucional y soberanía política, con libertad e independencia frente a otros Estados ( 8 ). La materialidad de los elementos constitutivos del Estado, elemento humano y territorio, necesita otro elemento, el de unión o de orden que debe establecerse entre los hombres, indispensable para alcanzar el fin de la comunidad. Pero para que pueda lograrse tal fin, debe existir una fuerza de conexión que dirija esa comunidad, la guíe hacia el bien común, sin la cual no podría existir el orden; esa fuerza ha sido denominada poder político o poder del Estado (como la llama Posada) (°), exigiéndose además que el ordenamiento del Estado establezca una forma (6) Heller, H., Teoría del Estado, 3» ed., versión española de Luis Tobio, pág. 262, Fondo de Cultura Económica, México, 1955. (7) Bodin, J., tes sil Ubres de la RépuWique, lib. 1, cap. 9, pág. 135. (8) Heller, H., Die Souveranitat Ein Beitrag zur theoríe des Staaís und ülkerrechts, págs. 97 y sigs., Berlín. 1927. Schmit, C., "Teología política", en Estudios Políticos, trad. de Javier Conde, págs. 48 y sigs., Madrid. 1941. (9) "El poder del Estado al servicio de una dominación ciega y opresora será simple fuerza material; el poder del Estado, al servicio de las ten-. dencias unificadoras que palpitan en una sociedad, para establecer un equilibrio entre las fuerzas sociales contrapuestas, será una fuerza cspiriíiia.'icotfa de significación ética, única capaz de generar un orden Jurídico, Cada interés humano, cada fuerna social, propende, sin duda, a dominar y aspira a ser el Estado —el mayor poder— para dirigir, según su egoísmo, la vida social todr.; pero en toda sociedad se propende también a resolver Jas contraposiciones y luchas mediante transacciones y merced a ln creación de una conciencia capuz de generar nonrns y cíe establecer y sostener un orden en las relaciones humanas (reinado del IX-reelio)" ¡Posada, A., Tratado de Derecho politico, t. I. pílg. 77). de gobierno. Hay que advertir, además, como lo hace Heller, que los elementos del Estado "sólo adquieren plena verdad y realidad en su recíproca interrelación" (1°). Sin pretender hacer una revista de las definiciones aparecidas, es interesante traer, entre otras, la de Joel Tiffany, pues, al relacionar en cierto modo los conceptos de Estado y Gobierno, los delimita: "Un Estado consiste en una asociación de individuos unidos bajo un gobierno organizado, instituido para ayudar y proteger a sus miembros en el ejercicio de su libertad civil y en el goce de sus justos derechos; y a este fin tienen confiada la ejecución de la autoridad pública"^ 1 ). El mismo autor anota la definición de Burlamaqui, que dice: "El Estado puede definirse como una sociedad por la cual una multitud de pueblo se congrega bajo un gobierno organizado, a fin de hallar, mediante su protección y cuidado, la felicidad a que naturalmente aspira" (J2). La ubicación del estudio del Estado, dentro de las disciplinas científicas y la aparición, relativamente reciente, de cuestiones (10) Heller, H., Teoría del Estado, pág. 256. Sobre el poder del Estado dice este autor: "Según es de esencia de todo poder social, el poder del Estado, como unidad de acción, no puede ser referido ni a los actos de los que tienen el poder ni a los de los sometidos al mismo. La acción objetiva del poder del Estado no puede ser atribuida ni a los subditos exclusivamente ni a un gobernante, aunque sea el dictador más absoluto. Siempre deberá aquélla su nacimiento y su permanencia a la cooperación de ambos. El gobernante tiene poder en el Estado, pero nunca posee el poder del Estado. "El análisis cuantitativo del poder del Estado ha de conducirnos siempre, por tanto, a una cooperación causal de todos. En líneas generales se distinguen en esta cooperación tres grupos que, naturalmente, no han de concebirse como magnitudes estáticas sino como dinámicamente cambiantes: el núcleo de poder que realiza positivamente el poder del Estado, lo que lo apoya y los partícipes negativos que a él se oponen" (pág. 258). (11) Tiffany, J., Gobierno y Derecho constitucional, trad. de Clodomiro Quiroga. págs. 32 y 33, Imprenta La Unión, Bs. Aires, 1874. "Son infinitas las definiciones que se han dado del Estado. Al catalogarlas, Sánchez Agesta las agrupa en tres secciones: definiciones deontológicas, sociológicas y Jurídicas" (Izaga, L. P., Elementos de Derecho político, 2' ed., t. 1, pág. 163. Bosch. Barcelona, 1952). "El Estado es la unidad tíe asociación dotada originariamente de poder de dominación y formada por hombres asentados en un territorio" (Jelllnek, G., Teoría general del Estado, trad. y prólogo de Fernando de los Ríos, pág. 133, Ed. Albatros, Bs. Aires, 1954). "El conjunto de totíos los fenómenos sociales, identificándolo con la sociedad (en el sentido de una totalidad orgánica y en consciente contraposición a cualquiera de sus manifestaciones parciales") (Kelsen, H., Teoría general del Estado, trad. de Luis Legas; y Lacambra, pág. 4, Editora Nacional, México, 1954. (12) Burlamaqui, Policital Law. cap. 4. pág. 2. atinentes a la estructuración, actividad y relaciones del Estado con manifes'oacicnes ¿el quehacer humano, han traído como consecuencia la sistematización de otros conocimientos agrupados en lo que se ha llamado teoría del Estado, Derecho político, ciencia política, etcétera. Sería interesante, como estudio previo, analizar el concepto de "política", en sus varios aspectos (filosófico, sociológico, histórico, jurídico, etc.), pero esta cuestión, ciertamente, es objeto de la voz POLÍTICA. Una definición de la teoría del Estado traería también el problema de su propia denominación, ya que los autores alemanes (como también algunos franceses e italianos) agregan el concepto de "general" (1:!), con lo que se confundiría con el objeto de la ciencia política; otros, por su parte, han propuesto el vocablo estatología <."). En cuanto al objeto propio de la teoría del Estado, Heller opina que ella se "propone investigar la especifica realidad de la vida estatal que nos rodea. Aspira a comprender al Estado en su estructura y función actuales, &u devenir histórico y las tendencias de su evolución" («). (13) Ver, entre otros, Hans Kelsen, George Jellinek, León, Duguit, B. Garre de Malberg. (14) Bigne de VUlenueve, M. de la, "Une science soclale nouvelle, la estatologie; sa métnode et son objet". extracto cié Egypte Contemporain, en Revue de la Société d'Econcmie Politique, de Statisque et de Lcgislaiion, El Cairo, t. 26 págs. 201 y sigs. (15) Heller, H., op. cit., pág. 19. El autor aclara, al mismo tiempo, qué "la Teoría del Estado ss ha cultivado en Alemania desde hace tiempo, como una disciplina especial que, a partir de mediados del siglo XIX, se denomina expresamente «general» porque, desde entonces, el cúmulo de sus problemas se restringe progresivamente, viniendo al fin a quedar reducido a poco más cié la historia y construcción de algunos conceptos fundamentales de Derecho político. "En cambio, la presente teoría del Estado, por la forma como se plantean en ella los problemas, se halla más cerca de la Política en el sentido de Dahlmann, Waitu y Droysen o de la Enciclopedia de las ciencias del Estado de Mohl. este último intento académico de comprender al Estado según amplias conexiones. Semejante concepto de la Política, que los pueblos latinos e Inglaterra también conocen bajo las denominaciones de «science politique», «scienza política», «ciencia política» y «political science», no se ha desarrollado, por desgracia, entre nosotros en Alemania" (op. cit., pág. 20). George Jellínek sostiene —al estudiar los tipos como objeto de la doctrina del Estado— que "el problema de una ciencia del Estado y de las instituciones del mismo en general, consiste en buscar los elementos típicos en los fenómenos del Estado y las relaciones en que se encuentra". Pero antes cree necesario aclarar el significado del concepto de tipo, considerándolo "la expresión de la más perfecta esencia del género". "Se lo puede representar de un modo platónico, como la idea que vive en el más allá y que sólo de un modo impertecoo puede realizarse en el individuo, o concebírsele conforme a Aristóteles, como la fuerza Posada afirma que "el objeto de la teoría del Estado es formar o construir la idea del Estado"; la determinación del concepto ini- cia la labor, y trae la opinión de Garre de Malberg, que dice: "Precisar esta idea —la del Estado— es el objeto propio de la teoría general del Estado. Todos los problemas que entraña esta teoría se resumen esencialmente en la cuestión siguiente; qué es el Estado (en concreto) o, l mejor, qué es el Estado (en abstracto)" ( °). Al íratar de señalar los límites precisos de los objetos de la teoría del Estado, del Derecho político y de la ciencia política, los activa que crea y da forma a los ejemplares individuales de un género. El concepto de un tipo ideal ha venido ocupando sin interrupción el pensamiento filosófico, desde Grecia hasta nuestros días, pasando por la escolástica de la Edad Media" (op. cit., pág. 25). Con respecto a los tipos ideales, Jellinek distingue dos géneros: "el que es producto de la libre especulación, como la forma de Estado de que hablan las utopias o fantasías políticas, o el que coasiste en construir tipos ideales tomándolos de Estados que existen o de instituciones particulares de estos Estados". Distingue, también, del tipo ideal el tipo empírico, porque "de él no surge la exigencia de expresar un ser objetivo que trasciende de la experiencia; significa tan sólo la unificación que depende del punto de vista que adopta el Investigador". Más adelante afirma: "El problema de la ciencia del Estado, eu tanto no forma exclusivamente el objeto de esta ciencia el estudio del Estado particular, consiste en hallar este tipo empírico"; y tales tipos "habrán de hallarse por vía inductiva, lo que equivale a decir, mediante la corporación de los Estados particulares, su organización y sus funciones" (op. cit., págs. 26 y 27). (16) Posada, A., Tratado de Derecho -político, t. 1, pág. 49, Madrid, 1923. Kelsen, por su parte, afirma: "En la exposición de la Teoría General del Estado lo que interesa es más bien establecer, mediante el análisis de los problemas corrientemente tratados en torno al cual giran todos o algunos, lo más importante de aquellos problemas, es decir, el concepto de Estado que presupone la doctrina del poder, del territorio, del pueblo, de la constitución, de la forma, de los órganos, de las uniones de Estados, etc. Se trata de establecer el concepto de Estado propio de la Teoría General del Estado; y esto no es posible más que a condición de aceptar el hecho de esta ciencia en cuanto tai, de considerar esta ciencia como la unidad de un determinado complejo de problemas, tal como históricamente ha venido desarrollándose; dando como resultado el que tan sólo se eleve a concepto aquella significación verbal más adecuada precisamente a este complejo de problemas históricamente dado. Cabe esperar, sin incurrir en ciego dogmatismo, que tal ensayo no sea totalmente estéril. De otro rnodo habría que confesar que, por falta de un objeto unitario, no era posible vina Teoría General del Estado como disciplina unitaria. Y par» esto no es inconveniente el que, en definitiva, no resulta precisamente un concepto único deí Estado, sino varios, los cuales, sin embargo, hállanse íntimamente ligados unos coa otros" (Kelsen, H., T ^oría general del Estado, tr»ü, tle Luis Legaz y Lacambra, pág. 6, íM_ Nacional, México, 1954). autores discrepan en el sentido de distinguir, unos, lo teoría del Estado y la Ciencia política "por la medida de abstracción que comporta su objeto, aunque claro está que, por su especialidad de prácticas, el juicio práctico pone ese objeto en relación con una causa final". "La Ciencia política tiene como objeto formal el conocimiento de la esencia del Estado, esto es de la comunidad política perfecta, por lo que se deduce que es una ciencia práctica y su verdad es especulativa; la teoría del Estado es el conocimiento intelectual sistematizado de la existencia hic et nunc del Estado; mientras que la Ciencia política es una ciencia, en su significado riguroso, la teoría del Estado o sociología política es un conocimiento experimental de realidades singulares y contingentes". "La Ciencia política es la parte de la filosofía moral que tiene por objeto el estudio de los principios universales y abstractos del comportamiento del hombre como miembro del Estado" (Sampay). "Siendo la teoría del Estado una de las partes cognoscitivas de la •prudencia política arquitectónica y siendo ésta la aplicación concreta de la Ciencia política, que como ciencia formalmente práctica tiene una disposición intrínseca a realizarse en la existencia mediante esa aplicación, la teoría del Estado resulta, por lo tanto, al igual que las otras partes cognoscitivas de la prudencia política arquitectónica y que las principales artes operativas, un conocimiento ministerial de la Ciencia política, la cual es, en suma, la ciencia regia..." ( 17 ). (17) Sampay, A. E., Introducción a la teoría del Estado, pág. 509, Ed. Politéla, Bs. Aires, 1961. Existe, en realidad, una ciencia política única, ¿o por el contrario, la diversidad de los conocimientos obliga también á pluralizarla? Holtzendorfí está de acuerdo con esta pluralidad de las ciencias políticas, opinión compartida por Moni, quien señala como ciencias políticas a: la Teoría general del Estado, el Derecho internacional, la Economía política, la Hacienda, la Ciencia de la Política. Otros autores, tratando de completar este cuadro, incluyen en él a la Historia política y a la Estadística del Estado. Posada oírece también un cuadi-o de las disciplinas políticas: Política, lo relativo al Estado; Ciencia política, la teoría del Estado; Política aplicada, la teoría de la acción política; Ciencias políticas, que consideran al Estado integralmente, desde puntos de vista totales diferentes (filosofía política, historia política, ciencia crítica del Estado) . I» teoría del Estado sintetiza estas disciplinas y utiliza en la construcción de las doctrinas sus métodos y sus resultados... (Posada, A., Tratado de Derecho político, t. 1, pág. 3, Madrid, 1935). Antonio Carro Martínez acepta el carácter enciclopédico del conocimiento político, y la diversidad de denominaciones varía como los países y los tratadistas; "por ejemplo, las terminologías más frecuentes son: en Francia, Derecho constitucional (Droii conslltutionnel); en Gran Bretaña, Ciencia poií'.ica iPolitical Science); en Alemania, Teoría de! Estado (Staatslshre); y en España, Derecho Conviene destacar, con el objeto de precisar los conceptos, que algunos autores, al definir la ciencia política, la consideran como la ciencia del Estado (Gettell); Kranenburg, por su parte, afirma sintéticamente que "la teoría política es la ciencia del Estado" (i»). Zachariae define a la ciencia política como la que debe exponer "en un orden sistemático los principios fundamentales, según los cuales el Estado, como un todo, ha de organizar y ejercer el poder soberano" (i»). El contenido de la ciencia política es un conjunto de conocimientos que, aparentemente, no serían del todo homogéneos (2«). Heller hace notar que el límite entre la ciencia política y la teoría del Estado se diluye en forma tal que no es posible establecer, precisamente, dónde comienza el dominio de una disciplina y dónde termina el otro. Señala que "hoy predomina la opinión de que la ciencia política es una cienpolítico. Pero estas denominaciones no son las únicas. También se han usado las expresiones de Droit publique, Drolt politique, Droit public et constitutionnel, Science politique, Sociología politique, Constltutional Law, Política, Government, Staatswissenschaft, Oefíentliches Recht, Staatslehre, Staatsrecht, Staatsknust, Diritto costituzionale, etc." (Carro Martínez, A., Introducción a la ciencia política, págs. 89 y 90, y nota, Madrid, 1957. En cuanto a la denominación de "ciencia política" y "ciencias políticas", aunque tradicionalmente hayan sido consagradas ambas posiciones, parece que la tendencia a agrupar todos los conocimientos en una ciencia única es la que prevalece,' si tenemos en cuenta las conclusiones a que han arribado los congresos internacionales auspiciados por la Unesco. (V. Bulletin International des Sciences Sociales, París, 1949, vol. 1. núms. 1-2, págs. 106 y sigs.). Es altamente justificativo que en nuestro país, al constituirse la Asociación Argentina de Ciencia Política, que agrupa a destacados tratadistas y maestros argentinos y extranjeros, se haya adoptado la denominación en singular, aceptando la tendencia más generalizada. Lo mismo sucede con la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, recientemente fundada en Buenos Aires. (18) . auenburg, H., Teoría política, pág. 9, Fondo de Cultura Económica, México, 1941. (19) Zachariae, Vierzig Biicher vom Staate, volumen 1, B. S. I. (20) Podría clasificarse, de acuerdo con Villegas Basavilbaso, del modo siguiente: "a) organización y división del poder político; b) explicación de esta organización del poder en sus conexiones causales con las condiciones geográficas, raciales y con las peculiaridades económicas, militares, religiosas, etc. de la población; c) vinculación con la constitución jurídica y su crítica; d) organización y acción de los partidos políticos y la influencia de las ideas políticas en la formación de los mismos; e) relaciones de los poderes públicos con las clases sociales, con la Iglesia, con la opinión pública, con la prensa, con las fuerzas económicas, financieras e industriales y con los sindicatos; f) relaciones con los demás Estados" (Villegas Basavilbaso, B., Derecho administrativo, í. 1, pág. 85. Ed. Tea, Bs. Aires, 1949. cia que se diferencia de la teoría del Estado, en que aquélla es una ciencia práctica y valorativa y ésta teórica y libre de valoraciones". "Tal distinción —sostiene— se apoya en la tesis de que existe una absoluta separación entre los juicios políticos del ser y los del deber ser, lo que, en tal forma planteado, no es exacto. Únicamente si esa oposición significa que unos y otros presenten distintos acentos, encerraría algo de verdad... Pero la distinción no se refiere a la de la ciencia política y la teoría del Estado, sino, en general, a la que existe entre la teoría y ¡a práctica políticas. La teoría del Estado es también una realidad, una ciencia práctica, y no una ciencia libre de toda valoración y de toda política; y, por su parte, la ciencia política, en cuanto ciencia, es también teoría" ( 21 ). Expuestas, aunque someramente, las nociones sobre la ciencia política, es necesario hacer algunas referencias al Derecho político, relacionándolas con el concepto de Derecho constitucional, para investigar y delimitar él objeto de sus respectivos estudios. El Derecho político, que según Carlos Sánchez Viamonte, puede considerarse como creación de Juan Locke y Benito Spinosa y que tuviera como iniciadores —desde el punto de vista teológico— los estudios de Francisco Vitoria, Francisco Suárez, Domingo Soto, entre otros, se desenvuelve, en sus investigaciones científicas, sobre la base de estudios relacionados con el Estado, por lo que Pasada lo define como el Derecho del Estado (22). pero esa relación con el (21) Heller, H., Teoría del Estado, pág. 68. Pondo de Cultura Económica, México, 1955. (22) Posada, A., Tratado de Derecho político, í. 1, pág. 54. "Francisco Suárez, Francisco de Vitoria, Domingo Soto, entre otros, dieron a España un lugar prominente como pensadores políticos y como Iniciadores —desde el punto de vista teológico, claro está— de lo que luego se llamó Derecho político. Basta recordar los títulos de sus obras .... para advertir que en el Derecho natural por ellos presentado ponía su acento la Política, la Ciencia política o el Derecho político, que es todo una misma cesa" (Sánchez Viamonte, C., voz DERECHO POLÍTICO y DERECHO CONSTITUCIONAL, en esta misma Enciclopedia, t. 8, pág. 46). Dice Izaga que el Derecho político "tiene por objeto de su estudio la constitución fundamental del Estado y puede definirse: la rama 'de Derecho público que estudia la naturaleza del Estado, sus funciones esenciales, la diversa estructura de las formas que puede adoptar y los derechos del hombre y sus garantías". Bluntschl! limita la aplicación del concepto "Derecho constitucional" solamente a ¡a constitución de los países libres, haciendo una distinción en este aspecto, en país Ubre, semílibre y no libre. Son los tratadistas franceses, entre los contemporáneos, los que especialmente se han preocupado en hallar distinciones entre el Derecho constitucional y el Derecho político; así Vedel dice que Derecho constitucional "es la rama fundamental Estado se establece en el apogeo de su organización, es decir, el estudio de las normas jurídicas concernientes al ejercicio y transmisión del poder político, y las relaciones del Estado con sus gobernados. "La tarea del Derecho político consiste en crear una técnica para el logro de la finalidad ética mediante lo institucional, cuyos principios deben resistir victoriosamente a la confrontación de aquellos finas humanos .que sólo se logran por los cauces de la libertad y de la justicia" (2»), ¿Cuál es la relación que existe entre el .Derecho político y el Derecho constitucional? No existe unanimidad en la doctrina con respecto a establecer distinciones entre ambos, más bien, podría decirse que se advierte una profunda divergencia, según la opinión del doctor Sánchez Viamonte, para quien "toda pretensión de hacer un claro y neto distingo entre Derecho político y Derecho constitucional se frustrará en un empeño imposible. Podríamos decir que Derecho político es el Derecho constitucional anterior a las constituciones escritas y que Derecho constitucional es el Derecho político ulterior a ellas" (2*). Tampoco resulta clara la distinción que podría hacerse entre el Derecho constitucional y la ciencia política, pues según la opinión del doctor Linares Quintana, "no solamente resulta tarea vana y utópica pretender establecer una valla que separe en forma absoluta el Derecho constitucional de la ciencia política sino que, aun en el del Derecho público interno y que se refiere a los órganos supremos del Estado"; Laferriere sostiene que el objeto del Derecho constitucional es el estudio del gobierno; Prelot define al Derecho como "la ciencia de las reglas Jurídicas según las cuales se establece, se transmite y se ejerce la autoridad política; más brevemente, el Derecho de la autoridad política". Por último, es interesante destacar que el profesor Segundo V. Linares Quintana —después de examinar las numerosas definiciones que considera más ilustrativas— expone su definición de Derecho constitucional diciendo: "En definitiva, definimos al Derecho constitucional como el sistema de normas positivas y de principios que rigen el ordenamiento jurídico del Estado constitucional o de Derecho y cuya finalidad suprema es el amparo y la garantía de la libertad y la dignidad del hombre" (Linares Quintana, S. V., Tratado de la ciencia del Derecho constitucional, t. 1, pág. 342, Ed. Alfa, Bs. Aires, 1953). (23) Sánchez Viamonte, C., en esta misma Enciclopedia, t. 8, pág. 49. (24) Sánchez Víamorite, C., 'op. cit., pág. 47. El mismo autor en su obra Derecho político, expresa: "Para los europeos, el Derecho constitucional no pasa de ser el aspecto estructural del Derecho político y, para los americanos, el Derecho político no va más allá del Derecho constitucional. Sin embargo, ya es tiempo del Derecho político en América latina y no será tolerable el marco de la Constitución cuando la vida exija su ensanchamiento" (pág. 48). caso hipotético que elío fuera posible, en esa íorma solamente se lograría una noción unilateral e incompleta de las instituciones constitucionales" (*•*). Por su parte, Villegas Basavilbaso no acepta la equivalencia entre Derecho politico y Derecho constitucional, pues "el Derecho constitucional no es Derecho político, sino Derecho público. El primero estudia al Estado en concreto a través de su Constitución; el segundo al Estado en abstracto, en relación con la teoría del Estado, según la concepción de Jellinek" ( 2 0 ). Relacionando el concepto de Estado con el Derecho y con la sociedad, se infiere que el primero se perfecciona al concebir a una sociedad política en su integridad, organizada jurídicamente y son sus elementos: la sociedad, su organización política y jurídica y el gobierno. Al tener en cuenta como elemento principal a la sociedad, se deduce que el hombre en su individualidad o como parte de la comunidad, constituye la base fundamental del Estado. Tal es así que la sociedad crea el Estado y organiza el gobierno para que sean los instrumentos que harán posible la consecución de su fines como sociedad, atendiendo a la concreción de los fines humanos individuales. En esa lucha de la sociedad para alcanzar sus fines humanos individuales y co lectivos ha de aparecer el Derecho como factor principalísimo, para colocarse al servicio de la sociedad, estableciéndose las normas que la misma sociedad impone a los individuos y a los organismos. Cuando esto sucede, cuando es esa puja de preeminencias, la sociedad consigue dictar sus propias normas reguladoras que limitan al gobierno y somete al Estado, entonces aparece el Estado de Derecho. Puede decirse que la aparición del Estado trae como consecuencia la creación de su Derecho; él lo crea para conseguir sus propios fines —Derecho del Estado—, que no son ciertamente los de la sociedad; el Derecho, entonces, se halla sometido al Estado; es su instrumento. En ciertas circunstancias, puede confundirse o identificarse al Estado con el gobierno; ello ocurre cuando el Derecho, en vez de ser creado por la sociedad, se origina en el gobierno, por medio de sus sujetos, como en la monarquía de origen divino, por ejemplo, en la que la autoridad no es otorgada por la v.oluníad de la comunidad. Es en la democracia donde se hacen evi(2ó) Linares Quintana, S. V., Tratado de la ciencia del Derecho constitucional, t. 1, pág. 360, Ed. Alfa, Bs. Aires, 1053. (26) Villegas Basavilbaso, B., Derecho administrativo, t. 1, pág. 86, Ed. Tea, Bs. Airea, 1949. dentes las diferencias entre Estado y sociedad, entre Estado y gobierno y donde, también, resulta estrictamente necesario que el gobierno se encuentre sometido a un ordenamiento jurídico, para crear así el Estado de Derecho. Cuando la voluntad de los gobernantes no tiene límites, en el sentido de limitación jurídica, cuando aquéllos dictan sus propias normas reguladoras de su actividad y los individuos están sometidos al Derecho asi creado, significa la aparición del despotismo, organizando una forma de gobierno de tipo totalitario y absolutista. "Todo Estado por la sola razón de su existencia, supone un gobierno y también el Derecho u ordenamiento jurídico, impuesto a los gobernados por los gobernantes. Pero lo que caracteriza al Estado de Derecho es un orden jurídico fundamental y estable, impuesto normativamente al gobierno y a ¡a sociedad; a los gobernantes y a los gobernados" (2T) . Conviene ya establecer la relación que podría existir entre las nociones de Estado y Gobierno, pues, aunque e! uso común las haya confundido, deben establecerse diferencias. En un sentido, la palabra "gobierno" significa el conjunto de los órganos por medio de los cuales se forma o se aplica la voluntad del Estado; en un sentido más restringido, indica solamente aquella categoría de órganos que explica una de las fundamentales formas de la actividad del Estado, aquella que, teniendo carácter permanente y desarrollándose sin interrupción, aparece más estrechamente ligada con la personalidad estatal y toma impropiamente el nombre de poder ejecutivo; en ninguno de los casos, el Gobierno puede ser sinónimo de Estado ("^, como tampoco el Estado puede reducirse solamente a algunas o a todas las personas que mandan, pues comprende tanto aquéllas como las que obedecen y más aun el ordenamiento que regula el mando y la obediencia. El gobierno puede distinguirse del Estado como una parte del todo, sin dejar de tenerse en cuenta que esa parte es la más activa y en ciertas circunstancias la más dirigente, la que permite aj Estado moverse y funcionar como tal, y tanto es así qua la (27) Sánchez Viamonte, C., El constitucionalismo, sus problemas, pág. 600, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1957. El mismo autor, al referirse al Estado, dice: "Indiscutiblemente ei Estado no ha sido nunca más que un organismo artificial, creado por la fuerza dentro del organismo natural mucno más amplio que es la sociedad" (El poder constituyente, página 211, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1957). (28) Mlceli, V. Principa di Díritto cotítíiarionale, pág. 193, Soc. Ediirice Librarla, Milán, 1S13. vida del Estado depende del modo cómo está organizado el gobierno. En una palabra, el vocablo "gobierno" tiene varios significados; indica el conjunto de los poderes públicos y ha servido, con poco acierto, como sinónimo de poder ejecutivo. El "Estado" tiene por elementos constitutivos la población, el territorio y la organización político,, mientras que el gobierno no es más que este último elemento. "Gobierno quiere decir ordenamiento de un conjunto de normas y de actos" ( 2 "). En todas las relaciones humanas, en la familia, en las asociaciones de cualquier carácter y objeto, en los diversos conglomerados humanos, aparece el gobierno, como también aparece en el Estado. Pero la nota característica en este último caso es la coerción, es decir, la obligatoriedad, unida a la sanción de la fuerza pública, mientras que en las otras uniones, el vínculo es moral, basado en el principio de la libertad. Es dable observar, por otra parte, que en todos los órdenes de la vida, dos elementos fundamentales aparecen siempre unidos: la ley y el gobierno. Tanto es así en el reino animal como en el vegetal y también en el mundo inorgánico; pero también es necesario destacar que el orden en estos reinos dependen de normas y reglas fijas e inmutables, como las leyes físicas; por el contrario, en la sociedad humana y en los Estados, domina la inteligencia y priva, hasta cierto punto, la voluntad del pueblo. Resultaría obvio destacar la imprescindible necesidad de la existencia de un gobierno, con respecto al Estado, pues ello es una consecuencia de la sociedad, en la cual crece y se desarrolla la actividad humana, sociedad que sirve al hombre para unir su esfuerzo al de todos para su común protección y progreso. Pero esta sociedad, tan útil y necesaria, no podría subsistir sin la fuerza del poder público, que coloque a cada uno en la esfera de su propia actividad libre, no permitiéndose invadir el campo de los demás, perturbando sus derechos. No se ignora que a todo esto se opone la escuela anárquica, la cual, desde un punto de vista unilateral, preocupada solamente por los inconvenientes y abusos que del Estado derivan, desea y pretende su abolición. 2, Tipos de Estado y forma de gobierno. Es necesario dejar aclarada la distinción que debe hacerse entre ambas expresiones, usadas indistintamente por algunas corrientes doctrinarias, especialmente por los tratadistas alemanes. (2S) II Digesto Italiano, Turin, 1900-1904, volumen 12. pág. 873. Jellinek opina que "la determinación de las formas del Estado y de los géneros de este, es uno de ios problemas más antiguos de la ciencia política. La teoría de la forma del Estado desempeña un gran papel en Platón y Aristóteles. Aquel considera los Estados según que concuerden con el ideal o se desvíen más o menos de la naturaleza de éste. Aristóteles ve en la forma la esencia de las cosas, y trata, por tanto, de fijar el principio determinante de las formas del Estado. Bajo el ascendiente enorme de Aristóteles, especialmente, se ha seguido tratando, hasta llegar a la época contemporánea, la doctrina de la división del Estado, doctrina que nos enseña a comprender la vida y suerte de éste partiendo de un centro inestable". Más adelante continúa diciendo: "la oposición entre monarquía y república aparece ya en los tiempos más remotos de la vida del Estado. Históricamente se trata de los dos tipos fundamentales y originarios de Estado: la horda, que hubo de preceder al Estado territorial, está organizada bajo los auspicios de un caudillo o corporativamente; esto es, o bien conduce y decide una voluntad superior a las demás, o la de la comunidad de los miembros de la horda iguales en facultad. La división del Estado en monarquía y república es la división suprema. Pero ambas pueden ser subdivididas y de este modo se pueden lograr todas las distinciones posibles en la organización del Estado". Hermann Heller, por su parte, considera que: "la manera como se distribuye el poder del Estado determina la forma del mismo. Esto es aplicable, en primer término, a las dos formas fundamentales del Estado: la democracia es una estructura de poder constituida de abajo arriba; la autocracia organiza el Estado de arriba abajo. En la democracia rige el principio de la soberanía del pueblo: todo poder estatal procede del pueblo; en la autocracia el principio de la soberanía del dominador: el jefe del Estado reúne en sí todo el poder del Estado" ( 3 «), En síntesis, sostienen que la forma de gobierno es inseparable de aquella del Estado; más bien observan que tampoco esta expresión es exacta, porque la forma de los Estados está en íntima correlación con sus respectivas sustancias y convendría, por ello, decir clases o especies de Estados, más bien que formas de Estado o formas de gobierno. Indudablemente es necesaria la distín(30) Jellinek, G,, Teoría general del Estado, pá- ginas 601 y 505, Ed. Albatros, Bs. Aires, 1954; Heller, H., Teoría del Estado, 3» ed., pág. 2655, Pondo de Cultura Económica, México, 1955. ción, pues aquellas consideraciones podrían ser aceptadas si el gobierno ocupara todo el contenido del Estado; pero, como aquél no es más que uno de los elementos de éste, así puede hablarse exactamente de íormas de gobierno. Carlos Ruiz del Castillo, traductor de la obra de Maurice Hauriou, Principios de Derecho Público y Constitucional, opina que: "entre los varios criterios que se han adoptado para diferenciar las formas de Estado y las formas de gobierno, ninguno ha conseguido la unanimidad del asentimiento. La estructura del Estado plantea desde luego un problema más amplio que el de la mera estructura del gobierno. En la forma de Estado hay que determinar el concepto mismo de soberanía en función del territorio; en la forma de gobierno, basta ccn determinarlo en el juego de los órganos políticos. La forma de Estado se mezcla con cuestiones de fondo, pues toma en consideración la totalidad de los elementos del Estado —territorio, población, poder—, mientras que la forma de gobierno determina tan sólo la estructura del último de estos elementos". "La forma del Estado —dice Posada— expresa la manera según la cual su actividad funciona, y al funcionar se concreta en una organización y en una estructura; refiriéndose, pues, la forma al modo estructural mediante la cual estos poderes realizan su respectiva acción eficaz: sus funciones". Si se quisiera tener en cuenta los otros elementos que constituyen el Estado, es decir, el territorio y la población, entonces sí podría hablarse propiamente de formas del Estado, como lo hace notar Gumplowicz, quien, en base a aquellos elementos, distingue tres grandes categorías de Estados: Estados mundiales, grandes Estados y pequeños Estados. En la clasificación de los diversos tipos de Estados se observa, en cierto modo, la evolución de las limitaciones jurídicas y, tanto es así, que los publicistas alemanes han tratado de esquematizar dicha evolución, clasificando a los Estados en: Estados patrimoniales, en los cuales los gobernantes absolutos administran el Estado como si fuera cosa propia; Estados •patriarcales, administrados con fuerte ingerencia en los intereses privados de los subditos y una especie de paternalismo estatal; Estados de policía en los cuales el absolutismo de los gobernantes se encuentra un tanto atemperado por consideraciones de bien público, pero sin conferir a los ciudadanos ningún derecho frente al poder público ni frente a la administración; Estados de derecho, en los cuales tanto los intereses privados como la administración pública se encuentran regulados por normas legales, otorgando a los ciudadanos garantías jurídicas frente a los órganos del Estado. Algunos, también, agregan a esta clasificación, un quinto tipo, el Estado de derecho social, en el cual el Estado se propone solucionar problemas de desarrollo social y de solidaridad. Otra clasificación considera: el Estado despótico, en el cual la voluntad del Estado no se halla limitada; el Estado absoluto, existiendo ya un principio de limitación del poder, que se acentúa aún más en un tercer tipo de Estado, en el cual la limitación adquiere —por diversos modos— verdadera consistencia jurídica; un cuarto tipo, en el cual la limitación está formalmente determinada por el reconocimiento de los derechos públicos subjetivos de los ciudadanos, formulada en solemnes Declaraciones de Derechos o en las Constituciones, cristalizando el principio: "todos los hombres o todos los ciudadanos son libres". El último tipo es el Estado de Derecho, el más evolucionado, aunque no se halla, puramente representado, y en el cual el ordenamiento jurídico y las garantías limita las atribuciones de los órganos, estando determinados claramente los derechos, las obligaciones y las garantías. Las doctrinas jurídicas construidas alrededor de las formas de gobierno fueron desde su origen influenciadas por preconceptos y confusiones, que llegaron hasta hoy. En primer lugar, tal estudio se ha iniciado con preconceptos éticos y políticos y más con el afán de averiguar cuál es ia mejor forma de gobierno, antes que estudiar en qué modo el gobierno se ha efectivamente organizado o puede organizarse en los diversos países. Las formas de gobierno se apoyan sobre el ordenamiento de la vida social y reflejan su índole, no podría ser de otro modo, pues el ordenamiento estatal no es más que una de las tantas formas del ordenamiento social in genere. Su carácter varía con el ambiente social, con las condiciones históricas de los pueblos y no hay una forma de gobierno típica, la que pueda ser tomada come modelo por todos los países. Sólo una concepción doctrinaria y por eso alejada de la realidad, puede sugerir, un modelo de este género. Esta cuestión no excluye que en un determinado país y en determinadas condiciones de ambiente social, pueda investigarse cuál sería la mejor forma de gobierno. Esta investigación es siempre posible y siempre fue realizada, en efe'cto, todas las veces que un determinado país ha sentido la necesidad de cambiar la forma de su organización política. Si la forma de gobierno refleja las con- diciones de la vida social, es evidente que ella no puede dejar de reflejar las relaciones existentes entre las clases sociales. "Sucede en todas las formas de gobierno; aquello que varia es la dinámica de la capaci- dad, su grado de actividad y de influencia, el modo como ellos reflejan y representan los intereses de los otros y el género de intereses que harán prevalecer" ( s i ) . De ahí deriva que, en el fondo, la participación de las varias clases en la formación y el mantenimiento del poder, y por tal, en el ordenamiento jurídico, se 3Zdetermina por medio de tales capacidades ( ). Por último, cuando se dice, por ejemplo, que un gobierno es monárquico, aristocrático o democrático, no se ha dicho nada todavía. Basta pensar en las enormes diferencias que hay entre las monarquías asiáticas, el Imperio Romano, el Sacro Imperio del Medioevo, las monarquías representativas, o en aquellas que existen entre la aristocracia espartana y la aristocracia inglesa; o, en fin, entre la democracia ateniense en tiempos de Feríeles, la democracia de los comuneros medievales o la democracia de los Estados Unidos de Norte América en la época actual. Más que una teoría sobre las formas de gobierno, parece ser más útil una historia de ellas o más bien un estudio comparativo de las formas que han existido. De estas observaciones preliminares surge claramente que el estudio de las formas de gobierno es sobre todo objeto de la Ciencia Política, porque no es en el fondo más que un examen del modo como se disponen y operan los elementos y las fuerzas políti- cas en las diversas formas dei ordenamiento estatal. Capítulo II RESEÑA HISTÓRICA DE LAS FORMAS DE GOBIERNO A) Formas primitivas, Los conocimientos imprecisos de las primeras manifestaciones de sociedades humanas, han sido acompañados por conjeturas que no permiten emitir conclusiones categóricas. De todos modos, se está en principio de acuerdo en afirmar que hay que llegar a la prehistoria para hallar los primeros conglomerados humanos, sin consistencia ni organicidad. Estas primitivas sociedades, denominadas hordas, constituían grupos humanos reducidos, aglutinados por primitivos instintos de mutua protección. Estos grupos evolucionaron luego hacia el clan, apareciendo ya la autoridad del jefe con características especiales, mezcla de (31) (32) Miceli. V., op. cit., pág. 196. Miceli, V., op. cit.. pág. 197. autoridad religiosa y de juez, aunque ya en la hora existían los ancianos o gerontes con influericia sobre los demás componentes del grupo. Ayuda a la aparición de la autoridad un sentimiento impreciso, pero fuertemente incisivo, denominado culto totémico o culto al tótem, especie de fetiche, animal o cosa, al cual se venera como a la divinidad, personificándose finalmente con el jefe del clan. Es en esta formación humana, que evoluciona de la autoridad matriarcal a la patriarcal al hacerse definitivamente sedentaria, cuando comienza la vida agrícola y pastoril, y como lógica consecuencia, la división de las familias (™). En la evolución del clan ejerce marcada influencia el carácter religioso y dos factores importantes concurren a la transformación de este tipo de sociedad humana para dar nacimiento, aunque claro está en forma muy rudimentaria, a los primeros Estados; el primer factor, ya mencionado, el de la división de ¡as familias por exigencias de las labores pastoriles y la consiguiente sub(33) "No hay que pensar en una fase nómad», como precursora de una fase sedentaria. E! hombre, al principio, movíase despacio tras el sustento. Luego unos hombres se hicieron sedentarios, j otros volviéronse muy distintamente nómadas. Los sedentarios empezaron a confiar cada ve?, más en los cereales para su alimento; los nómadas a nutrirse en mayor proporción con leche, criando vacas que la dieran. Los dos caminos de la vida se especializaron en opuestas direcciones. Era inevitable que nómadas y sedentarios chocaran; que los nómadas parecieran bárbaros Indomables a los sedentarios y los sedentarios blancos y afeminado), buen botín a los nómadas" (Wells, H. G., Esquem de la Historia universal, t. 1, págs. 135 y 138, El Anaconda, Bs. Aires). "El clan es casi totalmente homogéneo, desde el ángulo político, por cuanto los individuos no están jerarquizados ni aun, al parecer, dotados de una plena autonomía psicológica. Todos participan dll un mismo espíritu o roano, transmitido con la san- i gre materna y que el íundador de la estirpe adqui- * rió originariamente de un ser misterioso, animal o vegetal, llamado tótem. La soberanía, si cabe este término en un estado tal de civilización, no pertenece & ningún Individuo, sino al mismo mana que simboliza toda la fuerza colectiva (sobrenatural más aún que natural)" (Labrousse. R.. Introducción a la filosofía política, págs. 13 y 19, Ed. Sudamericana, Bs. Aires. 1953). "La familia menos incipiente, los grupos familiares reunidos en el clan, y la tribu, finalmente, necesitan, un símbolo unlficador, y asi, un animal, una planta, incluso fenómenos naturales como e! sol, la lluvia, etc., se transforman en el tótem del primitivo. El tótem es sagrado. Inviolable, tabú. Es cifra y emblema de cuanto ama y admira, de cuanto le da vida y fuerza. El primitivo, además, cree descender del tótem, todo su mundo sensitivo y mágico comprende el tótem y cuantos al mismo tótem pertenecen. En el tótem ve una garantía de permanencia, d« existencia, de Inalienable derecho a la vida" (Valentín, V,, Historia universal, trad. de Ramón de la Serna, t. 1, pág, 42, Ed. Sudamericana, Bs. Aires. 1955). división de la tierra, y el otro factor, la. unión de clanes, para dar nacimiento a fratrías, tribus y ciudades o naciones. De aquí se destaca el jefe.de clan de mayor influencia sobre los demás, apareciendo entonces el rey (•«). Así, paso a paso, se dasarrollan los gobiernos primitivos, que varían según los países, pero en todos resulta importante el elemento religioso, continuando asa algunos su marcada influencia hasta llegar a las monarquías teocráticas, como en la India, Israel y Egipto. B) Monarquías teocráticas 1. India, Israel y Egipto. ""La, India no íué nunca un Estado unificado o centralizado. La formaron numerosos reinos independientes entre sí, aunque algunas veces tributarios unos de otros, y su forma de gobierno ha sido hasta hace poco tiempo, la monarquía absoluta y teocrática" ( S3 ). La forma de gobierno puede ser estudiada al interpretar numerosas disposiciones de un cuerpo legal denominado Leyes de Manú que, según se supone, fuera redactado hacia el siglo xni a. de C. y que contiene una serie de disposiciones restrictivas a la autoridad real, "por lo que se puede afirmar que el sistema de gobierno instituido es una monarquía limitada y constitucional rudimentaria, y en todo caso, sui generis" (3«). El citado cuerpo legal establecía, también, una neta separación de los habitantes en castas, relacionadas con el Brahama, representante de la divinidad; la primera casta estaba constituida por los sacerdotes (que descendían de la cabeza de dios); la segunda era la de los guerreros, que provenían de los brazos; la tercera estaba constituida por los agricultores y artesanos, que descendían de las'piernas del Brahama y finalmente, la casta formada por los parias. La preeminencia de los sacerdotes no podría ser más destacada, en esta división tan absoluta. Ellos dirigían los asuntos del Estado, porque hasta el rey era sometido a su influencia. Con el advenimiento de la dinastía de los Maurias, surge en la India el Estado monárquico con características netamente absolutistas y centralizado, influenciado también por el espíritu religioso; tanto es así (34) "Quiaá el primero que constituyó verdaderas ciudades en todo el mundo, íué un pueblo de origen misterioso, el de los súmenos. Formábanlo probablemente hombres bronceados, de afinidades mediterráneas o dravidioas" (Wells, EL G., op. cit.. pág. 137). (35) Sánchez Vlamonte, C-, Los instituciones políticas en la historia universal, pág. 81, Ed. Bi- que la dinastía pretendía sustentarse en el derecho divino. Hay que hacer notar en esta época que, si bien es cierto que el gobierno central ejercía toda su influencia, precisamente por su centralismo, existían gobiernos locales, ejercidos por jefes de región, estando las fronteras al cuidado de guardianes designados especialmente. Durante esta dinastía, especialmente bajo el reinado de Asoka (273 a 232 a. de C.) se estableció un consejo de cinco miembros para asesorar al rey, existiendo, además, un consejo municipal para la capital (Pataliputra). Entre los israelitas regía el régimen teocrático, pero no negando la intervención popular y, dadas las especiales circunstancias de conservarse por escrito su tradición, se puede asegurar que es el pueblo que presenta "con mayor fidelidad y del modo más completo el proceso que conduce desde el clan al Estado teocrático" ( 3 7 ). Abraham y Moisés marcan dos etapas bien definidas en la historia de este pueblo. El primero es el característico del jefe del primitivo clan, de tipo patriarcal, y en él se hallan reunidas todas las funciones de gobierno: civiles, religiosas, militares. "Esta forma de gobierno dura hasta el momento en que ios hebreos regresan de Egipto, acaudillados por Moisés" y, luego de su muerte surgen los sufetes transformados luego en caudillos políticos hasta llegar a "la monarquía con Samuel, el último juez, y Saúl, el primer rey, para alcanzar su apogeo con Salomón". El poder d£l rey (y asimismo de los jueces) se vio bastante limitado por un cuerpo de disposiciones de carácter religioso, llamado la Biblia; y compartido en cierto modo por una asamblea de ancianos y el Sanedrín, cuerpo este último —compuesto de 70 a 72 miembros— que ejercía las funciones dé supremo tribunal y consejo supremo. En el orden local funcionaban sanedrines de menor jerarquía, instalados en las ciudades de Judea y de Jerusalén. Aunque la forma de gobierno es una monarquía, no obstante existían gobiernos locales, ejercidos por los filarcas descendientes de los patriarcas de cada tribu. "Cada uno, en su tribu, gozaba también de ciertos privilegios, semejantes a los del monarca en toda la nación, como era, por ejemplo, el de convocar la asamblea para deliberar sobre algún asunto de importancia. Estas asambleas, ya fuesen generales o particulares, tenían ordinariamente tres principales objetos: escuchar, pedir y obrar. Escuchar, cuando se tenía que comunicar bliográfica Argentina, Bs. Aires. 1S5S. (36) Sánchez Víamonte, C., op. cit.. pág. 84. (37) Sánchez Vlamonte, C., op. cit.. pág. 60. algunas órdenes de Dios o del soberano; pedir, como puede verse algunos ejemplos en los libros de los jueces, de los Reyes, y de los Macabeos; y obrar, como cuando era necesario elegir un jeíe, celebrar la elevación de un rey o concurrir a la decisión de la paz o de la guerra" ( 3S ). Destacada influencia ejercía sobre el gobierno el sacerdocio y tanto es así que la consagración real debía ser efectuada por el sacerdote. Al mismo tiempo que el "Deuteronomio" establecía los deberes del rey en cumplimiento de la ley de Dios. Debía el rey, al ascender al trono, obligarse a respetar las leyes fundamentales cuyos textos se hallaban inscriptos sobre su corona. Los diversos clanes egipcios, instalados a nominado Egipto arcaico, hasta el Imperio Nuevo (de 150 a 332 a. de C.). En el primer período se produce la unificación de los clanes, constituyéndose finalmente el Imperio bajo el mando del jefe del clan más poderoso. El segundo presenta ya organizada la autoridad rea], rodeada de numerosos funcionarios que cumplen fielmente sus órdenes. En el Imperio Antiguo (tercer período) el faraón estabiliza un sistema de gobierno que perdurará durante treinta y cinco siglos. El monarca participa J activamente de la administración del go- 1 bierno, eje de un complicado organismo burocrático constituido por los visires, jueces, sacerdotes y funcionarios locales. Con- lo largo de ambas márgenes del Nilo. Usa- tinúan existiendo los gobiernos locales, de acuerdo con la división política de! país, lo que dará origen, después de un tiempo, a contra los desbordamientos del río, pronto concretaron la unidad política, después de superar la etapa previa de la separación en dos reinos, el del Norte y el del Sud; como las rivalidades entre las provincias, que hicieron peligrar la estabilidad del Imperio. Al final de esta etapa, la monarquía llega a su máxima expresión. "El canciller es el dos estrechamente entre sí como consecuencia del común afán de protección y defensa consecuencia de la unidad, se produce tam • bien la unidad religiosa, asumiendo la monarquía el jefe del clan más predominante, al mismo tiempo que su respectivo Dios totémico es aceptado como divinidad superior para toda la comunidad nacional. "Cuando se produjo la unificación total de los clanes y la concentración del poder político en el faraón, la propiedad de las cosas pasó a la pertenencia de éste, que tuvo en sus manos toda la economía de la nación. Hasta el trabajo individua-! le pertenecía, por considerárselo expresión y obra de la comunidad" ( 39 ). Las clases sociales —originadas corno consecuencia de la división del trabajo— se dividían en agricultores y criadores de ganado, en el campo; en las ciudades: metalúrgicos, carpinteros, albañiles, etcétera, a las órdenes de capataces. A cargo de las tareas administrativas oficiales, estaba la clase de las escribas, ocupando los funcionarios una clase especial con elevada jerarquía. Los visires o ministros tenían funciones de contralor sobre los demás funcionarios y las ejercían en nombre del monarca. "Dado el carácter teocrático de la monarquía egipcia y la identidad del faraón con la divinidad, los sacerdotes eran, en realidad, funcionarios públicos y desempeñaban algunas tareas administrativas de importancia, como el cuicado de los tesoros y de los archivos oficiales". Suele dividirse a la historia política egip- una especie de régimen feudal, surgiendo más alto personaje del Estado. Los diez grandes vasallos con los que el rey había formado antes un consejo feudal, pasan a formar un verdadero consejo de ministros que preside los grandes departamentos de la administración central, los que, a su vez, poseen oficinas en las cuarenta y dos provincias del país, colocadas bajo la autoridad de los gobernadores" («>). La monarquía fue inclinándose paulatinamente hacia, el absolutismo, apoyado par el carácter divino que se le otorgaba. Para ello, fue necesario dejar de lado estrictas normas de nombramiento y régimen de escalafón de los funcionarios, permitiéndose al rey la designación de grandes funciona- •• ríos enteramente adictos y que fueron utilizados como instrumentos del poder per- sonal del monarca. En el orden religioso, se llegó a identifi-d car al rey con el Dios Ra. instalándose uní culto propio como culto oficial del Estado,? ejercido por un clero real, transformándose! en santuario el palacio real. Ya la V Dinas- tía toma netamente la forma teocrática, constituyéndose el clero real en una oligarquía privilegiada y ejerciendo marcada influencia. Poco a poco el clero real so va posesionando de los bienes terrenales y dueños del culto y del poder, van asfixiando al rey y:^ es "tan poderosa que, cuando se extingue la V dinastía es ella la que suministra, se- j gún parece, la nueva familia soberana" y | cia en cinco períodos que van desde el de- ya con la VI dinastía triunfa la nobleza so- j 'ore la monarquía, apareciendo los príncipes! (38) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pftg. 64. (39) Sánchez Víair.onte, C., op. cit., pág. 30. (40) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 34. a los que se les entregan los antiguos nomos o provincias, verdaderos feudos, transformados en principados autónomos, sustituyéndose así el sistema feudal al sistema administrativo. Otra característica importante la constituye la situación del ejército, puesto que cada príncipe hace su reclutamiento por sus propios medios. Junto al desmembramiento del poder político real, se produce el fraccionamiento religioso, ya que cada príncipe asegura su independencia haciendo derivar su poder del dios local, desconociendo así la designación del rey. El cuarto período (imperio medio) comienza con la monarquía tebana que tuviera a su cargo la pacificación y reconstrucción de Egipto, planteándose la cuestión social, después de la profunda revolución operada en el país. "Ya no es el rey solo el que constituye el Estado, sino la población entera, nobles, sacerdotes, comerciantes, artesanos y labradores, son llamados a participar, no sólo de las cargas, sino también de los beneficios que produce la 41 explotación del suelo" ( ). Poco a poco fueron imponiéndose por la fuerza a todos los príncipes y reconstruyendo la unidad monárquica, esforzándose por establecer un gobierno central. "Junto a la corte feudal aparecía un Consejo Privado en el que se ve introducir hombres de negocios y burgueses de las ciudades, que llegan a ser los mejores agentes de la política real centralizadora y de su plan económico" (•'-'). El mistiscismo osiriano es elemento principalísimo para nuclear alrededor del rey a todo el pueblo, al que se le exige lealtad. En el orden administrativo, vuelven a aparecer los visires y se van haciendo tan poderosos que al final uno de ellos será el fundador de la XII dinastía. "La feudalitíad retrocede; el comercio se desarrolla, y el derecho individualista, que ha sobrevivido en las ciiidades, se extiende, gana a la class de los funcionarios, disloca el sistema señorial y relaja la j e r a r q u í a social". La actividad militar debe ser mantenida para rechazar a los belicosos vecinos y cuando tal poderío guerrero decrece, se produce la invasión de los hicsos, que duró largos años, hasta que fueron expulsados por los príncipes tebanos de la XVII dinastía que, junto con la independencia del país, adquirieron un enorme prestigio. El Imperio Nuevo se denomina el quinto período y en él se hace notar el propósito (41) de destacar el origen divino de la realeza, produciéndose matrimonios con medias hermanas, nacidas de madres más nobles, para mejorar su sangre. Con la dinastía XVIII desaparece todo rasgo de feudalidad, centralizándose la administración en un gran visir, secundado por funcionarios subalternos que actúan en nombre del rey. La justicia es administrada por una magistratura especial; las provincias son gobernadas por nativos. El sacerdocio de Amón es el que ejerce ahora una poderosa influencia aumentando su carácter político efectivo. Bajo esta dinastía "se produce una verdadera revolución en las costumbres, y se manifiesta en las artes, en donde el realismo impone nuevos temas, formas y colores; pero las más importantes consecuencias culturales de esta nueva modalidad se concretan en la forma religiosa, llevada a cabo por el faraón Amenofis IV, creador de una nueva doctrina social solidarista, quien, al mismo tiempo también, se propuso la unificación espiritual del Imperio, mediante el culto del Dios Atón, representado por un dios solar resplandeciente"; se produce, pues, el primer intento de monoteísmo y de religión con alcance universal y político. Este propósito se vio obstaculizado por la oposición de la clase sacerdotal, especialmente el sacerdocio de Amón-Ra, con asiento en Tebas, lucha que se vio apoyada por Toutankamoón, yerno del rey Agnatón, Se produce luego, a partir de la XX dinastía, un surgimiento' del poder de los jefes locales, produciéndose después la invasión etiope, que se mantiene hasta el año 662. Durante la XXIV dinastía se produce la revolución popular contra el faraón Apríes, episodio relatado por Heródoto y transcripto por Sánchez Viamonte ( 4 3 ). La alianza de los pueblos egipcios e hitita obligó a organizar el imperio mediante un sistema de administración burocrática y militar. Dejaron a cada población local su propia organización, su forma de gobierno y hasta sus gobernantes, pero bajo la vigilancia de funcionarios llamados "ojos y oídos del rey". El contacto con otros pueblos y las relaciones matrimoniales que efectuaron, trajeron una transformación social en el pueblo egipcio, olvidándose paulatinamente algunas costumbres típicas y fuertemente arraigadas, incidiendo luego en las instituciones políticas, llegándose hasta humanizar, en las representaciones, la figura del faraón. Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 41. (42) Sánchez Viamonte, C., op, cit., pág. 42. (43) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 45. C) Gobiernos de Asia. 1. Los ¿sirios. La Mesopotamia, región delimitada por los ríos Tigris y Eufrates, estuvo ocupada por pueblos que formaban ciudades organizadas en Estados, independientes entre sí, aunque confederados bajo la influencia de alguna de ellas. La vida de toda la región estuvo constantemente amenazada por invasiones, debido principalmente a su situación geográfica y la rivalidad entre las ciudades halló solución en una primera unificación política de la región, imponiéndose la ciudad de Akad, cuya capital era Babilonia, produciéndose la unificación del imperio caldeo bajo el reinado del rey Hamurabí, que consiguió la implantación de su autoridad monárquica, recibida del Dios Marduk. "La ley del rey es la expresión de la ley universal, y la autoridad real es al mismo tiempo divina y bienechora para todo el imperio". La monarquía ejerce pues su influencia sobre los reyes locales, creando el vínculo que indica el carácter de unidad del imperio. El rey Hamurabí desarrolló una labor importante durante su gobierno, no sólo en lo que respecta a la organización administrativa de su país, sino más bien por la obra legislativa que emprendió, concluyendo por legar a la posteridad el cuerpo tie normas que luego se distinguieron como el Código que lleva su nombre; en definitiva, dio al pueblo caldeo una organización constitucional. Una de las características principales que es necesario hacer notar es la de que el Estado tenía poca ingerencia en la vida privada y su intervención se reducía a cuestiones puramente públicas, por lo que la burocracia no tenía los caracteres del pueblo egipcio; pero también como en éste, la clase de los sacerdotes ejercía su poderosa influencia, siendo los asesores del rey en materia financiera. En cuanto a la justicia, en la Mesopotamia "adquiere el significado de una institución primordial e indispensable para dar solución a los numerosos rozamientos y conflictos que se derivan de la propiedad privada y de su ejercicio, como así también de la completa vida de relación, muchas veces regida por obligaciones contractuales". De acuerdo con el Código, la sociedad se halla integrada por: los hombres libres, los de condición inferior y los esclavos. Pero este cuerpo legal no se limita a establecer normas de derecho privado, como las relaciones contractuales, las del trabajo, el régimen de propiedad, etcétera, sino que también trata de la fijación de las atribuciones de los funcionarios públicos y del propio rey, a punto tal que, a partir del Código de Hamurabí la autoridad real se hace menos omnímoda. En el prólogo del Código, el codificador explica la finalidad para la cual se instituye el gobierno y por consiguiente, la monarquía teocrática que ejerció ( 41 ). Del pueblo asirio puede destacarse, principalmente, que fue un pueblo esencialmente guerrero, cuyos reyes se identificaron con el Estado, ejerciendo el gobierno' de una manera absoluta, teniendo solamente como propósito la conquista militar de otros pueblos para satisfacer sus apetitos imperialistas. 2. Los hititas, lidias y frigios. Los hititas ocupaban la parte norte del Asia Menor y, según los documentos hallados en excavaciones que se efectuaron en la ciudad de Boghazkoi, puede suponerse que el imperio hitita era un Estado federal, cuya autoridad era ejercida por el rey, "el gran rey de Hatti", teniendo como vasallos reyes menores. La autoridad real se hallaba limitada por la asamblea de los nobles —el Pankús— a la que debía consultar en cuestiones muy importantes. A! mismo tiempo, reúne la autoridad de jefe militar y jefe de la religión, por lo cual, y ejerciendo esta última función, debía procurar para su pueblo la ayuda de la divinidad. Esencialmente guerrero al principio, el rey debía convocar a ¡os nobles los que concurrían con sus tropas, era juez supremo, administrando justicia en los casos rnás importantes; al lado del monarca, la reina debía cumplir algunas funciones públicas, como presidir las principales ceremonias religiosas y reemplazar a su esposo en su ausencia o ejercer la regencia. En cuanto a la legislación, se han encontrado composiciones de leyes que contienen el derecho positivo en materia civil y penal. "En el siglo xn a. C. cuando se produjo la destrucción del imperio hitita, otros pueblos del Asia Menor se emanciparon, y entre ellos ocupan lugar principal la Confederación de los Moshú al este y la Lidia al oeste. Los Moshú comprendían diversos grupos, de los cuales el más importante estaba formado por los frigios, venidos de Tracia con los pueblos del norte. Un rey (44) " . . . m e llamaron por mi nombre Hamurabí, insigne príncipe, temeroso de los dioses, para promover el bien de los hombres, para hacer valer el Derecho en este país, para exterminar a los perversos j los malos, para impedir al poderoso perjudicar al débil, para aparecer a los hombres como el so! e Iluminar el país..." "Yo, Hamurabí, que... dirijo la legislación". "Cuando Marduk me ha encomendado gobernar a los hombres, enseñar el Derecho al país, Derecho y Justicia he puesto sobre la boca de las gentes..." frigio, Midas, ha quedado famoso en la leyenda y en la historia. De él se sabe a ciencia cierta que fue vencido en el año 678 a. C. y que se suicidó a raíz de la invasión de los surnerianos. Con él desaparece la independencia de Frigia". Más afortunado que éste, se constituyó al oeste del Asia Menor un pueblo de origen ario, los lidios, que se destacaron por su espíritu guerrero y su genio práctico. Se supone que bajo el reinado de su rey Giges, se acuñaron las primeras monedas y su último monarca, Creso, dominó casi toda el Asia Menor, luego fue hecho prisionero por Ciro, anexando la Lidia al imperio medopersa con lo que se extinguió definitivamente la vida de este pueblo. 3. Media y Persia. Es. .Heródoto quien aporta algunos datos que sirvieron para conocer, aunque sea fragmentariamente, la vida institucional de los medos, que ocuparon alrededor del año 1000 a. C. la meseta del Irán. Estaban divididos en seis tribus; pueblo de pastores, donde ya se hallaba organizada la familia patriarcal y tuvo corno primera ciudad la Ecbatana. Siempre según los relatos de Heródoto, las medos se reunieron en asamblea, con el objeto de tratar la situación por la cual -travesaban, llegando a aceptar como solución, la creación de un gobierno monárquico, y designando a Deicoces, pero este estado tuvo efímera vida, desde el 708 a 550 a. de C., pues se extinguió con la invasión de los persas dirigidos por Ciro. Los persas también estaban divididos en diez tribus («); su tercer príncipe conocido, Ciro, sucedió a su padre (Cambises) y mediante rápidas e importantes conquistas creó un inmenso imperio que se extendió desde el Helesponto hasta las fronteras de la India. Dejando de lado los relatos interesantes, pero un tanto fantásticos de Heródoto, y atendiendo a la organización y administración del imperio, debe señalarse que estaba dividido en virreinatos o satrapías, cuya autoridad, el sátrapa, era secundado en su funciones —percepción de los impuestos— <«) por un secretario; el mando de (45) Pasargados, meraíios, maspianos, pantalianos, derusios, gemíanlos, daenos, mardos, drápicos y sagartlos. (46) "Algunos tributos en especie merecen ser consignados como una curiosidad. Cilícla pagaba trescientos sesenta caballos blancos; Egipto, ciento veinte mil medidas de trigo; Babilonia, quinientos eunucos; Media, cíen mil potros, cuatro mil mulos y tres mil caballos; Armenia, treinta mil potros; India, perros de caza y arenas auríferas; Etiopía, colmillos de elefantes, maderas de ébano y cinco niños; Cólqulda, cien muchachos y cien muchachas cada cinco años; Arabia, cien quintales de incienso, etc. La moneda, ya usada en Lidia, y acaso en Babilonia, fue empleada por Darío, que ge- las tropas lo ejercía el karanos. Estos tres funcionarios recibían órdenes directamente de la corte, medíante los medios de comunicación que unía la capital con cualquier lugar del imperio. Al igual que en Egipto, existían funcionarios llamados "ojos y oídos del rey" que actuaban en las satrapías, función semejante a los missi dominici que aparecieron eri el imperio franco con Carlomagno. El rey, en materia de administración de justicia, ejercia la autoridad suprema, especialmente en la aplicación de las penas, y nombrando jueces en lo civil. Alejandro de Macedonia, con su invasión a Persia, dio origen a la dinastía de los partos arsacidas; luego comienza el imperio de los sasánidas, cuya organización merece ser comentada. Existían cuatro clases sociales; los eclesiásticos, los guerreros, los empleados y los labradores y artesanos, sometida cada una de ellas a la autoridad de un jefe que tenía a sus órdenes a un funcionario encargado del censo, un inspector fiscal y un instructor de aprendices. Después del rey, la autoridad máxima residía en el gran visir, precedido del gran sacerdote, el guardián del fuego sagrado, el jefe del secretariado y el jefe del ejército. El gran visir tenía a su cargo todos los asuntos administrados y a veces, desempeñaba también tareas de médico y de astrólogo. La administración estaba integrada por oficinas, llamadas divanes, que atendían cada una un asunto distinto y que dependían directamente de la corte. El correo era para uso oficial y, para facilitar las comunicaciones, existían caminos bien cuidados y destinados a ese fin. El imperio sasánida tuvo como característica principal "la centralización de los poderes del gobierno en manos de un autócrata, cuyo despotismo sólo podía ser atenuado por el destronamiento y la muerte, en acecho contra los abusos y torpezas del poder. La administración heredada de los regímenes anteriores, conservaba antiguas tradiciones burocráticas, de origen asirlo o babilónico, pero estable, y los gobernadores de provincia estuvieron más estrechamente sujetos al poder central. Durante este período no se vio a un sólo sátrapa levantarse contra el rey. El antiguo sistema de espionaje, organizado por los aquemenidas, funcionaba eficazmente, y era la base de la política interior de la monarquía" («). 4. Fenicia. Los fenicios no llegaron a neralizo su uso en piezas de oro" (Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 69). (47) Sánchez Viamonte, C., op. cit., paga. 70 v 71, constituir un verdadero Estado; en realidad, existieron varia-s ciudades, independientes entre sí, de las cuales una ejercía poder sobre las otraa. "La época más importante de la historia fenicia es el período comprendido entre el año 1000 y el 500 a. C. que corresponde al apogeo y a la expansión comercial de Tiro, cuya influencia se extiende por todo el Mediterráneo, en cuyas costas cuenta con colonias y factorías". Las ciudades eran gobernadas por reyes locales, de carácter dinástico y cuyo poder era en cierto modo limitado por una asamblea de ancianos o senado, integrada por los mercaderes más ricos de la ciudad; en los últimos tiempos el poder de esta asamblea llega a ser casi igual que el del rey. Tanto es así que dicho consejo tenía facultades para tomar resoluciones en ausencia del monarca y, en ciertos casos, en la ciudad de Sidón, obrar en contra de la voluntad del rey. La organización política de los fenicios puede ser comprendida si se toma en cuenta la ciudad de Cartago, constituida en república y de la cual se poseen la mayor cantidad de datos. El gobierno estaba ejercido por dos sufetes, uno dé mar y otro de tierra, y el consejo de ancianos; también se celebraban asambleas o reuniones públicas, pero parece que no ejercían ninguna función de gobierno. El senado estaba formado por dos cuerpos; los Ciento Cuadro y los Treinta; en realidad, esta asamblea, cuyos miembros eran designados y pertenecían a la clase plutocrática, constituía una verdadera oligarquía. Polibio y Aristóteles se ocuparon de la constitución de Cartago y éste último dice con respecto a ella: "Cartago goza, al parecer todavía, de una buena constitución, más completa que la de otros Estados en muchos puntos, y semejante en ciertos aspectos, a la de Lacedemonia. Estos tres gobiernos, de Creta, de Esparta y de Cartago, tienen grandes relaciones entre sí, y son muy superiores a todos los conocidos. Los cartagineses, en particular, poseen instituciones excelentes, y lo que prueba el gran mérito de su constitución, es que, a pesar de la parte de poder que concede al pueblo, nunca ha habido en "Cartago cambios de gobierno, y, lo que es más extraordinario, jamás ha conocido ni las revueltas ni la tiranía. "Citaré algunas analogías que hay entre Esparta y Cartago. Las comidas en común, de las sociedades políticas, se parecen a las ñdicias lacedemonias; los Ciento Cuatro reemplazan a los éforos, aunque la magistratura cartaginesa es preferible por cuanto sus miembros, en lugar de salir de las cla- ses oscuras, se toman de entre los hombres más virtuosos. Los reyes y el senado se parecen mucho en las dos constituciones, pero Cartago, que es más prudente y no toma sus reyes de una familia única, tampoco los toma de todas, indistintamente y remite a la elección y no a la edad el que sea el mérito el que ocupe el poder. Los reyes, que poseen una inmensa autoridad, son muy peligrosos cuando son medianías, y en este concepto, en Lacedemonia han causado mucho mal. "La constitución cartaginesa, se inclina tan pronto del lado de la demagogia como del de la oligarquía. "Si el gobierno, de Cartago, degenera principalmente de aristocrático en oligárquico, es preciso buscar la causa en una opinión allí generalmente recibida. Creen que las funciones públicas deben confiarse no sólo a los hombres distinguidos, sino también a la riqueza y que un ciudadano pobre no puede abandonar sus negocios y regir con probidad los del Estado. Por consiguiente, si escoger en vista de la riqueza es un principio oligárquico y escoger según el mérito es un principio aristocrático, el gobierno de Cartago constituye una tercera a la vez estas dos combinaciones, sobre todo en .la elección de los magistrados supremos, de los reyes y de los generales. Esta alteración del principio aristocrático es una falta, cuyo origen se remonta hasta el mismo legislador. "Las funciones públicas deben confiarse a los más capaces, y el legislador, si se ha desentendido de asegurar una fortuna a los ciudadanos distinguidos, podría por lo menos garantizar un pasar decente a los magistrados". 5. China. Los comienzos de la historia china se pierden en narraciones mitológicas, aunque se conservan algunos libros antiguos como los Anales de Bambú, el Libro de recuerdos, el Chu King, etcétera. La historia tradicional comienza con la etapa de los cinco soberanos y es el emperador Shun quien asume la tarea de organizar el gobierno y de atraer a las tribus vecinas; se implanta un sistema semejante al feudalismo, quedando el imperio dividido en nueve provincias, cuya población tiene como núcleo social a la familia poligámica, "en donde la autoridad del padre era absoluta, como lo era en el imperio la del monarca". Luego de un período de anarquía, durante el cual los jefes feudales absorben por la fuerza a los pequeños feudos, época en que se llamó a los "Reinos combatientes", durante la cual se padece una profunda crisis moral, China deja de ser una confederación de señoríos para convertirse en imperio, en el año 221, siendo el primer empe- rador She Hoang Ti que obtuvo la unificación con el empleo de la fuerza y la brutalidad, en contra de la arraigada tradición china que se había caracterizado por el empleo de los medios pacíficos para la acción de gobierno. En cuanto a la distinción de las clases, es interesante destacar que desde el principio existieron cinco clases de nobles feudales, que ejercían un poder absoluto en sus respecti%-as regiones, pero estaban obligados a reconocer y acatar la autoridad del emperador. En los estados feudales, el gobierno de tipo generalmente patriarcal, era ejercido por un príncipe ilustrado; a esta época se debe, precisamente, el extraordinario desarrollo de las letras y de las artes. "Hacia el año 700 a. de C., se contaban más de 120 Estados, gobernados por jefes independientes que, como el gobernador, se hacían llamar Tien Tse, es decir: Hijos del cielo. Tenían caracteres de reyes; nombraban sus ministros, acuñaban moneda, reclutaban ejércitos, cobraban tributos, legislaban, declaraban la guerra o hacían la paz y eran jefes supremos de la religión oficial de los Estados" (^s). Toda la historia política china se halla ensangrentada por guerras y tiranías crueles, bajo el influjo de favoritas y de grupos de cortesanos. El sistema de gobierno de la antigua China, que se prolongó hasta el año 1911 —en que se declaró la república— fue una monarquía imperial, absoluta hereditaria, ejercida con despotismo, consideración que está en contra de afirmaciones que hacen aparecer al emperador como paternal jefe de su pueblo. Se fundaba en el derecho divino y es el emperador el poder absoluto y supremo del Estado, sin que nadie pueda limitar sus atribuciones. Por este carácter absoluto es, al mismo tiempo, dueño de todos los bienes, jefe de la religión, distribuidor de mercedeSj etcétera. La monarquía es hereditaria, aunque hay que hacer una salvedad; el emperador designa a quien habrá de sucederle, pudiendo elegir entre sus hijos y nietos. "Este estado imperial chino es —según lo afirma Veit Valentín— la primera y más duradera organización del poder de la historia universal" ( 4 U ). Rodeado de un mito extremadamente riguroso, el monarca es considerado como un ser sagrado y mirado con devoción. "Alguien ha observado que en la China a los emperadores se los ado-ra en vida y con frecuencia se los maldice después de muertos". Existía una organización burocrática, de(48) Sánchez Viamonte, C., op. cit., pág. 79. (49) Valentín, V., Historia universal, trad. de Ramón de la Serna, t. 1, pág. 59, Ed. Sudamericana, Es. Aires, 1955. bajo del emperador y sus ministros, integrada por funcionarios denominados generalmente kuan; son los mandarines clasificados en nueve rangos o categorías, las que a su vez se dividen en dos clases. La más importante señal de la autoridad de estos funcionarios es el sello que emplean para autenticar sus actos, verdadera joya de oro v pie- dras finas de jade. D) Gobiernos pre helénicos y griegos, 1. Los egeos. El centro de la civilización egea se hallaba en la isla de Creta, aunque conviene hacer una distinción, en lo que respecta a la civilización en Grecia de la que se desarrolló en la isla. La organización primitiva se perfeccionó, siguiendo la de otras sociedades, es decir, los clanes que evolucionan hacia la ciudad para concretarse luego el Estado, pasando por las fratrías y tribus; pero debe observarse que en en dos ciudades, Tirinto y Micenas, surgió una aristocracia feudal, amante de los placeres y a veces sumamente belicosa. En Creta se sigue una vida apasible y refinada, sustentada la organización social en una próspera situación económica. En la isla se produce un fenómeno de lenta disgregación y subdivisión de los clanes primitivos, llegándose hasta la casa habitación reducida que reemplazó al lujoso falansteric, para luego sufrir la transformación inversa, es decir, una paulatina concentración hasta formar el Estado monárquico, por medio de una unidad política que permitió a la isla de Creta dominar el Mediterráneo, cristalizándose esta situación con el advenimiento de Minos como rey de la isla. Desde entonces, puede decirse que el gobierno era una monarquía absoluta, aunque con características del sistema feudal, aumentándose la autoridad del rey con el ejercicio de las funciones de gran sacerdote, juez y jefe del ejército y con la posesión del sagrado laberinto. La administración pública está manejada por funcionarios de todas las categorías, formando una burocracia de complejos engranajes. Aristóteles en su obra Política, al ocuparse de los egeos cretenses estudia su constitución política y social. Analiza las instituciones, comparándolas con las de Lacedemonia, estableciendo las analogías y diferencias. En cuanto al gobierno dice Aristóteles, que los magistrados (llamados cosmos por los cretenses), en número de diez, se asemejaban a los éforos; el Senado, cuerpo colegiado de importancia, estaba integrado por los gerentes. 2. Los griegos. Su civilización estuvo estrechamente vinculada a la de Creta. Desde los clanes poco numerosos, gobernados por los basileus, que constituían pequeñas monarquías, de característica patriarcal, se pasa a las fratrías, hasta llegar a las tribus o philes, base esta última sobre la cual se organizaron las ciudades5 Estados, por la reunión de varios philes ( °). En cada fratría se concreta la idea de la familia, unida por el mismo culto religioso y el héreo común, dirigida por un jefe y con sus propias asambleas y sus fiestas. En las más antiguas ciudades, el agora es el centro de toda la actividad política y social; en ella se encontraba el pritaneo, el baleuterión, los tribunales, los templos, etcétera. Las características peculiares de la topografía de Grecia y la necesidad de defenderse en caso de guerra, obligaron a la construcción de ciudades en lo alto de las colinas, rodeadas por empalizadas o cercos protectores, dentro de cuyo perímetro se edificaron los palacios reales y los edificios públicos; de ellas surge la polis griega o ciudad alta, denominación que la distingue del asty o ciudad baja. Después, con la preponderancia que adquiere ésta se llega a la confusión entre la polis y el asty para convertirse en una sola, adoptando la denominación genérica de polis (5i). Es conveniente destacar que la gens era la unidad de organización civil; no constituyendo la ciudad una. reunión de individuos —como lo aclara Fustel de Coulanges— sino una confederación de grupos que existieron antes que ella. Si se sigue el desarrollo de la vida pública de un ateniense, como sigue diciendo el autor, se verá la evolución que se ha operado en la sociedad humana; las cuatro etapas, que comienzan en la niñez, con su admisión en la familia, continúan con su ingreso a la fratria y por último a la ciudad, realizándose en cada instancia, solemnes ceremonias religiosas. La institución familiar, por lo tanto, adquiere una gran importancia, distinguiéndose algunas de ellas por su prestigio. El poder público está representado por el rey, rodeado de pequeños reyes, jefes de los clanes, "lo que dio lugar a una forma semifeudal, de carácter dinástico, que permitió la formación de una clase social privilegiada" y, paralela a ella, también surgió otra clase constituida por los ciudadanos más ricos. Gustavo Glotz afirma que esta conformación social lleva al régimen aristocrático y a la plutocracia; "en las innumerables ciudades en que se instala este régimen, habrá la costumbre inveterada de confiar el poder (50) "La primitiva monarquía de Grecia no esa un pequeño número, los oligoi. Por esto, taba constituida por ciudades aisladas, como deslos griegos lo llaman generalmente oligarpués de las repúblicas, sino probablemente por quía y no aristocracia, nombre reservado grupos de comunidades que reconocían un gobiermás especialmente al gobierno de los meno común" (Wllson. XV.. El Estado, trad. de Allonso Posada, pág. 67. Ed. Americana, Bs. Aires, 1943. jores, es decir, la antigua nobleza, o según (51) "Cuando Aristóteles trata de definir la nael vocabulario de los antiguos filósofos, el turaleza de una polis, de explicar qué clase de fruto de la selección moral y espiritual". asociación es, hace la observación obvia de que se 3. Esparta. "El Peloponeso —que había compone de ciudadanos y sostiene que si podemos sido cuna de la civilización pelásgica y descubrir en virtud de qué funciones es ciudadano un hombre, descubriremos el carácter distinto de aquea— nos ofrece, con Esparta, el fruto una polis" (Llndsay, A. D., El Estado democrático más calificado de la civilización doria y los moderno, pág. 81, Pondo de Cultura Económica. datos más antiguos relativos a la organizaMéxico. 1945). ción política de los helenos" (™). Roger Labrousse, por su parte, opina: "La liquidación del platonismo en el plano íilosófico, la separación realizada entre la sophia, virtud üel científico, y.la pftronesis, virtud del político, condujeron a Aristóteles a reformar la concepción platónica de la polis tanto en el campo de lo mejor posible como en el de lo mejor existente. Pero no obstante estas diferencias el fundador del Liceo conserva, aun en tanto sociólogo, la misma añoranza que su maestro por un tipo de ciudad-estado aislado y arcaico que sólo puede encontrarse en el pasado aristotélico o en los rincones de Grecia no alcanzados por las corrientes espirituales de !a nueva era. De hecho la Política es como el canto del cine de la polis griega, su expresión perfecta y última" (Labrousse, B., Introducción a la filosofía -política, pág. 89, Ed. Sudamericana, Bs. Aires, 1953). "El proceso hacia la constitución de la polis presenta caracteres peculiares —según la opinión de Gómez Arboleya—. La polis entrañaba una comunidad de vida. Esto signiíicaba. por lo pronto, una comunidad que venia de un todo superior a los hombres en que reinaba una ley de armonía. Por e.-'oo, sobre la üiZaiosync, virtud civil, estaba la dike, diosa cósmica. El hombre no sólo participaba del todo, sino que lo declaraba. La declaración acontecía mediante palabras y actos en la vida pública, pero había sobre todo una palabra eminente que era como el resultado, pero ni par el fundamento de todo: la del legislador. El legislador era saofrón, sabio, su acción era una gnomía, un saber. En cierto sentido, de la dtke universal procedía todo, pero en la polis no sin intermedio de la convención o ley. La imidad de estos aspectos es lo que convirtió tocio problema constituyente en un auténtico problema radical humano. Lo cual quiere decir que la vida de la polis era un nuevo athos radical. La polis abrió así un conjunto de posibilidades, entre las cuales está inscrita la reflexión fundamental y fundamentante sobre ella misma" (Cómez Arboleya, E., Historia de la estructura y del pensamiento social, t. 1, páginas 31 y 32, Madrid, 1957). El autor reúne «na extenso, bibliografía sobre los caracteres de la polis, según se observa en la. nota 58, pág. 32 de la obra citada. (52)- Sánchez Viamonte, C.. op. cit.. pág. 109. Por su parte W. Wilson afirma que Esparta conservó su constitución política desde casi su origen, desde Solón hasta la decadencia del poder y de la independencia de Atenas. El pueblo se hallaba dividido en tres clases sociales: los espartanos, los periecos y los ilotas. Los primeros llegaron al valle de los eurotas como conquistadores y, aunque escasos en número (probablemente no pasaron de quince mil), vivían en medio de una población sometida por la fuerza; eran los únicos ciudadanos ( 5S ). Existía entre los espartanos una perfecta igualdad —al menos en los primeros tiempos— y era por eso considerado homoioi (iguales); pero esta situación varió al final, ya que los espartanos no ocupaban el mis- mo rango político, pues algunos eran nomoioi y otros hupometones. Periecos eran considerados los pobladores vecinos, nacidos en las regiones que los espartanos habían conquistado y hecho subditos, aunque gozaban de libertad, rso obstante carecer de derechos políticos. Eran los arcadienses, jonios, aqueos, de las ciudades mercantiles que se extendían desde Argólida hasta Mésenla. Entre las obligaciones que soportaban los periecos se anota la de pagar tributos y proporcionar tropas en tiempo de guerra; por su contribución al desarrollo del comercio y las industrias, representaron un papel importante en la vida espartana y tal es así que sin ellos la evolución de Esparta no hubiera sido tan destacada. Los ilotas —descendientes de los habitantes originarios del país— soportaron el enorme peso de los servicios públicos espartanos; algunos dicen que recibieron su nombre de la ciudad de Helus, que había sido la última en someterse a loa dorios. Estaban como arraigados al suelo, corno si fueran elementos integrantes de él, ya que no podían ser vendidos como otros esclavos (por ejemplo los de Délos o Bizancio) y eran transmitidos con la propiedad a la que pertenecían; en cierta forma considerábanse propiedad del Estado, el que les permitía, no obstante, apropiarse de parte de los bienes que con su esfuerzo creaban y destinados a su propia subsistencia. Siendo los motores de la producción, no podían ser maltratados ni menos darles muerte sin el concurso de la autoridad pública. El gobierno de Esparta era ejercido por (53) "Durante todo el período de la historia de Esparta que es más conocido y más digno de serlo, ninguna revolución democrática alcanzó éxito alguno contra aquel bando de espartanos, activos, organizados, indomables, que estaban en un Estado como un ejército en una fortaleza" (Wllson, W., op. dt., págs. 92 y 93). una doble monarquía y esta forma se mantuvo hasta el período de la decadencia, que precedió a la conquista romana. El origen de estos reyes no puede aclararse con exactitud, aunque parece que fue consecuencia del acuerdo celebrado entre dos tribus rivales (posiblemente entre la doria y la aquea). Este gobierno bicéfalo trajo algunas dificultades, especialmente en los casos de disidencia entre ellos, trabándose por lo tanto la acción de gobierno. Al final, la existencia de ambos se convirtió en una serie de ceremonias y honores, en los que primaba el sentimiento religioso. Aparte de los reyes, funcionaba la Gerusia o Consejo de ancianos, que era presidida por aquéllos, pero sin más facultades que las que tenían los veintiocho miembros que la componían. Podían integrar este cuerpo solamente los nobles que hubieran cumplido sesenta años de edad, los que eran elegidos por vida. Como tribunal de justicia la Gerusia tenía jurisdicción sobre los reyes en crímenes capitales y, en su carácter de cuerpo legislativo, sus funciones eran soberanas o preparatorias. "Decidían en última instancia en muchas materias administrativas de interés y preparaban, por decretos preliminares, las medidas legislativas que se someterían al voto de la asamblea popular. Dado su carácter y funciones, representaban un término medio entre el senado ateniense del Areópago y el senado ateniense de los Cuatrocientos" ("'*) . La Appella estaba integrada por todos les espartanos que tuvieran treinta años de edad; trataba solamente las cuestiones que les fueran sometidas por la Gerusia o los éíoros; decidían la paz o la guerra, los tratados con los países extranjeros, etcétera. Las cuestiones sometidas a la Apella no se discutían; sólo debían votarse "de viva voz", pues la discusión era prácticamente desconocida en Esparta. Los aforos —en número de cinco— desempeñaban la función de mayor importancia y se supone que su origen era muy antiguo, comenzando por ser simples auxiliares de los reyes, a los que representaban, cumpliendo además, tareas de vigilancia sobre los demás funcionarios, cuidando del cumplimiento de la disciplina pública, convocando, por orden real, al Consejo y a la Asamblea, etcétera. Una serie de circunstancias y de factores se unieron para que, lentamente, los éforos pasaran a ser, de auxiliares y representantes de los reyes y elegidos por éstos, representantes del Estado y elegidos por la Asamblea («»). (54) (55) Wilson, W., op. cit., pag. 94. Posiblemente "porque simpatizaban más "Se supone que a principios del siglo vi Es interesante destacar la forma en que se produjo un cambio institucional de impor-, estaba dividida la región del Ática, intetancia, que consistió en sustraer a los reyes grada por comunidades reducidas o muniel nombramiento de los cinco éforos y con- cipios, cuyos habitantes pertenecían, al vertirlos en materia de elección popular principio, a las cuatro tribus (-">») divididas, anual". a su vez, en tres fratrías y cada una de Su actuación no se hallaba sujeta a re- éstas en treinta familias o antiguos claglas ni leyes, puesto que decidían los asun- nes (gene). tos de acuerdo con su criterio; en tiempo de Después de la monarquía, el gobierno fue guerra asumían todos los poderes princi- .ejercido por una comisión, pasando a un pales. A pesar de que sus atribuciones fue- polemarco las funciones militares y a un ron cada vez más amplias, las resoluciones arconte las civiles, hasta que, en el año debían ser aceptadas por unanimidad y só- 752 a. de C., se realizaron cambios radicales; lo permanecían un año en sus cargos, des- el rey, el polemarco y el arconte debían perpués del cual volvían a ser simples ciudamanecer diez años en sus funciones y este danos, pudiendo, por lo tanto, ser juzga- último funcionario fue considerado como 5(i dos y castigados ( ). La administración de la justicia estaba dividida, entre los reyes, el consejo y los éforos. Los primeros tenían competencia sobre cuestiones de familia, de propiedad; el Consejo juzgaba crímenes graves y los demás asuntos los decidían los éforos; no existían en Esparta tribunales populares o jurados. Una de las características del pueblo espartano era la disciplina, cuyas normas, de cumplimiento estricto, eran observadas fielmente, haciendo del espartano un perfecto soldado. El Estado hacíase cargo de él a la edad de siete año.s y hasta los sesenta vivía en público, subordinado a las rígidas normas que se le imponían. 4. Atenas. La organización política anterior a Solón había sido una monarquía, luego del proceso de unificación de las aldeas, llamado sinecisma. Abolida esta forma de gobierno en los comienzos del siglo vn, por la acción de la aristocracia que se sobrepone al poder de los reyes, redujo a éstos al papel de simples magistrados con atribuciones limitadas, aunque a veces buscaron —en forma demagógica— el apoyo del pueblo para imponerse con una dictadura (") . con los ciudadanos de los rangos de donde eran elegidos todos los años que con los reyes que los nombraban, en parte, porque eran elegidos por dos reyes entre los cuales no siempre había una armonía necesaria, y por esto rara vez., mantenían una comunidad de ideas con la administración re^il, tomada en conjunto, los éforos se libraron ampliamente di» la vigilancia e intervención de los reyes, hasta que al fin su poder no sólo llegó a ser Independíente de la corona, sino superior a su autoridad" (Wilson, W., op. cit., págs. 95 y 96). (56) "Uno de los miembros del Consejo, como uno de los arcontes atenienses, era éforo, Epónimo, y daba su nombre al año civil" (Wilson, W., op. cit.. pág, 96). (57) "Codro, el último rey de Atenas, hizo, según se dice, el sacrificio de su vida en una guerra contra el Peloponeso, enemigo de Atenas, porque > '-.a profecía había asegurado que los enemigos de Atenas serían victoriosos, a no ser que el rey les diera su vida, y la tradición añade que los ate- jefe oficial del Estado, haciéndose electivas todas las magistraturas, hasta llegar a la anualidad de ellas. Se instruyó un Consejo de nueve arcontes, el arconte epónomo, el basileo —gran sacerdote del Estado—, el polemarco y seis arcontes tesmotetes, que de simples escribas y auxiliares llegaron a ser verdaderos jueces, no obstante que todos los arcontes tenían atribuciones judiciales. Las luchas sostenidas, primero por la aristocracia contra los reyes y luego de la masa de los agricultores y artesanos contra, los nobles, ensangrentaron el país, encendiendo el odio, y la venganza, apareciendo, entonces, el legislador Dracón a quien correspondió dar leyes escritas y crear un sistema penal célebre por su severidad. Creó tribunales de justicia, entre los cuales estaban los efetas (compuesto por 51 miembros) integrando -un jurado en reemplazo del Areópago. Según la opinión de Georges Perrot, Dracón no fue investido del poder constituyente, como lo seria Solón .después, ni intentó modificar las organización política del Estado, En realidad, no obstante la escasa documentación que se posee de esta legislación, puede afirmarse que ella se refería al Derecho penal, imponiendo castigos severísimos hasta para los delitos de poca importancia. Sin lugar a dudas puede decirse que a Solón —elegido arconte en el año 594 a, C.—, corresponde el mérito de haber legado a Atenas una organización de tipo constitucional, con la cual se intentaba hallar solución a todos los problemas sociales. Comenzó la acción imponiendo las reformas económicas, como etapa previa a ¡a reforma constitucional que sucedería después; anuló las deudas no pagadas, liberando a los nlenses abolieron desde entonces la monarquía hereditaria, porque consideraban que no había quien fuera digno de suceder a Codro". (58) Denominadas de los gedeontes, argadeos, aigikoreos y hopliías; estas denominaciones aparecen, asimismo, en algunas ciudades jónicas. pobres de la angustiosa situación de no poder soportar la carga de sus obligaciones suprimió también las hipotecas prohibiendo que la persona debiera responder por sus deudas. Con sus soluciones económicas ( M ) Solón logró la confianza del pueblo y así estuvo en condiciones de emprender la tarea de reformar el Estado y darle el cuerpo de normas legales necesarias, estableciendo lo que Aristóteles lamo timocra<Aa, "es decir, una división en clase y una participación en el poder únicamente fundadas en el estado de fortuna de los ciudadanos". De acuerdo con ello estableció que los arcontes, los intendentes, como asi también los tenedores del Tesoro y funcionarios policiales, debían ser elegidos entre la clase más rica (los, pentacosiornedimni); "para los nueve arcontes por ejemplo, cada una de las cuatro tribus en que, desde hacía tiempo se dividiera el pueblo ático, elegía diez personas, cuyos nombres se ponían en la urna; los nueve arcontes se sorteaban de entre esos cuarenta nombres. Los demás magistrados se nombraban tambián por sorteo, sin duda por un procedimiento análogo". Pero, por sobre todas las reformas, un conjunto de medidas hizo disminuir la influencia de los eupátridas, permitiendo que los pobres se defendieran en igualdad de condiciones. La Constitución de Solón ha sido considerada como la carta fundamental de la democracia de Atenas. En ¡as asambleas, los pobres tenían mayoría; en el tribunal, decidían con respecto ai honor, la fortuna y hasta la existencia misma de los ciudadanos, siendo aplicable la opinión ilustrativa de Aristóteles, al afirmar que "cuando el pueblo es señor de los juicios, es señor de la ciudad" C1»). Pero las instituciones políticas atenienses llegan a la cúspide de su evolución en tiempos de Feríeles. El Consejo de los Cuatrocientos experimentó las reformas solonianas; en él se admitieron a todos los ciudadanos, salvo los pertenecientes a los -dos últimas clases; el mandato era anua), no admitiéndose la reelección. Este cuerpo, llamado también senado o tule, se integró por quinientos miembros, según la reforma introducida por Clístenes, experimentando una nueva modificación por obra de Arístides, en virtud de la cual, se admitió en el senado a los ciudadanos de la última clase. Con respecto a la (59) Entre otras, modificó la base de los impuestos, distribuyendo ias cargas íiscales entre las tres primeras clases en que se dividía la población con respecto a sus rentas. Las clases eran: los pera tacosiomedimni, los hippeis, los zaugitai y por último, los thctes. (60) Sánchez Vlamonte, C, op. cit., pág. 123. organización interna de este cuerpo, es interesante hacer notar que estaba dividido en diez comisiones, cada una de las cuales se hallaba formada por los cincuenta senadores de cada tribu, señalándose por la suerte el orden en que cada comisión presidiría el cuerpo, funciones que debería desempeñar durante la décima parte del año. Una de las funciones del Senado, sin duda la más importante, era la de estudiar y preparar los proyectos de leyes que debía considerar la asamblea. La Eclessia, o asamblea general de la ciudad, era la reunión del pueblo, efectuada para elegir los magistrados, para que éstos rindieran cuenta de sus actos, como también para decidir sobre los proyectos que les fueron presentados por el. senado. Estas asambleas podrían ser regulares (cuatro por pritanía) y extraordinarias. Se estableció el procedimiento para la designación de presidente y para la realización de la ceremonia de iniciación de la asamblea, como también, el reglamento a observar para dar cuenta de los asuntos, conceder la palabra, aplicar sanciones para mantener la disciplina y la forma de votar. Ei profesor cubano Rafael Santos Jiménez en su Tratado de Derecho electoral afirma que la Eclessia "sirvió, en su inicio, sólo para la elección de los primeros magistrados, utilizándose más tarde para decidir todo género de asuntos, votando en ella los ciudadanos mayores de treinta años, con excepción de los indignos" ( 01 ). Cualquier ciudadano tenía derecho para presentar —en la primera sesión del año— un proyecto de ley a la asamblea, el cual debía ser estudiado por el senado en cuya tarea intervenían también los seis arcontes tesmotetes. Si el proyecto era aceptado se lo ponía a consideración de la asamblea, ante la cual el autor del proyecto exponía su opinión. "Las leyes no eran modificables por la asamblea o, mejor dicho, por nadie —al menos en el curso ordinario de las cosas— Cuando se producía una crisis, podía esperar una ciudad un legislador, tal como fue Solón. Tales cosas ocurrían en las revoluciones. Ocurrían cuando una ciudad fundaba una colonia y la establecía dotándola de una constitución. Normalmente, las leyes constituían el marco dentro del cual promulgaba sus decretos la asamblea gobernante. Eran parte de la constitución de la polis, o, como significa la palabra griega, su modo de ser una ciudad. "En Atenas esa distinción entre ley y decreto tenía la salvaguardia de un progreso (61) Jiménez, R. 3., Tratado de Derecho electo* ral, pág. 59, La Habana, 1946. especial, mediante el cual se podía perseguir a un orador que hubiese persuadido a la asamblea de las leyes" («2). Esta acción se denominaba gruje paranomon o la que podría traducirse como recurso de ilegalidad; pero ella (que si prosperaba tenía efectos suspensivos en cuanto a los efectos de la ley ya aprobada y en cuanto a las deliberaciones), debía ser iniciada antes del año, transcurrido el cual la ley se consideraba definitivamente aprobada, El Areópago, cuerpo político y judicial al mismo tiempo, representaba la tradición, por lo que siempre gozó de señalado prestigio; actuaba como elemento morigerador entre las fuerzas políticas y sus decLsiones, basadas en la equidad y la moral, eran acatadas con respeto (63). Este cuerpo estaba integrado por ex arcontes que habían dejado el cargo sin censura, por considerarse que era un instrumento de constitución aristocrática. "Faltan datos exactos acerca del funcionamiento del Areópago, pero se sabe que desempeñaba un doble papel, de consejo supremo o de senado conservador, encargado de velar por el mantenimiento de las leyes que se consideraban fundamentales, con carácter de constitución no escrita, lo que le permitía oponerse a la ley positiva E las decLsiones de tribunales y magistrados, como alta corte de casación" («*). Los ataques contra el Areópago, principalmente la oposición de Enaltes, apoyado por Feríeles, terminaron con la introducción de modificaciones que le restaron casi todas las atribuciones, especialmente con la creación del tribunal de los heliastas y el de los efetas. El Tribunal de los Heliastas era un gran tribunal jurado, integrado por ciudadanos mayores de treinta años de edad, que en número de seis mil eran investidos para el cargo de heliasta durante un año, después de prestar un juramento especial, circunstancia que inclina a "algunos autores hacia la creencia que acepta derivar de ese juramento la denominación de jurados que reci- bían sus integrantes. Estaba dividido en (62) Lindsay, A. D., El Estado democrático moderno, págs. 79 y 80, Pondo de Cultura Económica, México, 1945. "Esquines, en un famoso discurso de la corom, pronunciado en el debate que mantuvo con De- móstenes, establecía con precisión y energía ejemplar la diferencia que existe entre ley y decreto" (Sánchez Vlamonte, C., op. caí., pág. 138). (63) "Se hacia remontar su origen a la mitología, y esta antigüedad vinculada a los sentimientos religiosos del pueblo, lo rodeaba de un singular prestigio. Se decía que babia actuado bajo la presidencia de Palas Atenea, y que hasta los dioses habían acatado sus resoluciones" (Sánchez Viamonte. C.. op. cif., pág. 140). (64) Sánchez Víamonte. C., op. cit., p&c. 141 diez secciones, de quinientas personas cada una, lo que permitía mantener un número de mil ciudadanos como suplentes. En cuanto al origen de esta institución existe inseguridad entre los autores, pues, mientras unos creen encontrarlo en la legislación de Solón, otros atribuyen a Clístenes tal iniciativa (°5). Luego de las modificaciones efectuadas por Feríeles y Efíaltes, el Areópago continúa entendiendo en los juicios de homicidio doloso. Existían al mismo tiempo magistrados que cumplían funciones de arbitros, y actuaban en las contiendas entre particulares, siendo optativo para las partes recurrir a dichos magistrados, ya que podían hacerlo directamente ante los heliastas, cuyas decisiones en cualquier instancia eran definitivas. Los arbitros, en número de cien, entendían, probablemente, en los asuntos civiles y para desempeñar tal función era indispensable reunir condiciones morales relevantes y edad madura. Los delitos graves eran sometidos al Areópago y a los efetaa. "Estos últimos se reunían en distintos lugares, según se tratara de homicidio vo-J luntario y de incitación al asesinato, o homicidio justificado (legítima defensa) de asesinato, estando desterrado el autor i cuando el culpable era desconocido, o en lo casos de muerte por accidente o por la cal-J da de un poste. La instrucción estaba cargo del basileus, y exigía formalidades i iigiosas. El delincuente no podía ser persi guido ante la justicia sino por parientes < la víctima, porque en Atenas no había ministerio público" (««). Al mismo tiempo, otros funcionarios, los jueces de demos, con características de jueces de paz, ejercían sus funciones recorriendo toda la región ática. Existía en Atenas una serie de funcionarios, llamados genéricamente magistrados, a los que se les asignaban las tareas más importantes de la administración. Esquines establece tres categorías, de acuerdo con el procedimiento empleado para su elección, es decir, los arcontes, que eran insaculad» (65) "Solón hizo pocas modif i raciones serias» las funciones de los arcontes, pero sí disminuyó radicalmente su poder, sometiendo, en la mayorh de los casos, sus juicios a la revisión cié un tribu- nal perfectamente democrático: Heiiaia" (Wil«on W., op. cit., pág. 105). "Lo más razonable es atribuir la convocatorl» de los primeros jurados de ciudadanos a los cambios constitucionales operados por CHstenes" (Sánchez Viamonte. C., op. cit., pág. 144). (66) No obstante esa afirmación, existía "un colegio de magistrados llamado de los Once, qu» tenia a su cargo perseguir a los malhechores, pero sólo para encarcelarlos o someterlos al Jurado, actuando con funciones de ministerio público y di policia al mismo tiempo" (Sánchez Vlamonte. C., op. cit., pág. 148). en el templo de Teseo; los estrategas, elegidos en la asamblea, cuando el presidente proponía su nombre, y, por último, los reconstructores de murallas, designados por las asambleas de las tribus. El uso del sorteo para la designación de los magistrados alcanzó su máxima expresión con las reformas de Clístenes. Los arcontes eran asistidos por funcionarios letrados —los parearos^— cuando presidían los tribunales populares. Dice Sánchez Viamonte que "una ley ateniense, citada por Demóstenes, dispone que el arconte cuide de los huérfanos, de las herederas, de las casas abandonadas y de las viudas que a la muerte de su marido se declaran encinta y permanecen en el domicilio conyugal, que cuide de estas personas y las defienda contra toda violencia". Las funciones judiciales del arconte basileus se relacionaban con los asuntos en que estuviera Interesada la religión de la ciudad, juzgando especialmente los casos de asesinatos, como actos impíos. El polemarco ejercía- funciones militares, continuando aun después de la creación de los estrategas por Clístenes. Estos últimos, en número de diez, eran elegidos por la Eclessia anualmente y se turnaban diariamente en el mando de las tropas. Algunos llegaron a gozar de enorme prestigio, como Feríeles. "La evolución política ateniense condujo a dar a los estrategas la importancia de un verdadero poder ejecutivo, con toda la influencia política que de tal función se deriva". Por último, es interesante destacar que los propósitos imperialistas de los griegos, puestos en práctica por Esparta, Atenas y finalmente Tebas, se concretaron con el surgimiento del imperio macedonio, significando ello, claro está, la decadencia griega. No obstante quedó de ella y se expandió por el mundo, la fuerza dominante de su espíritu, constituyendo el helenismo la expresión del grado de civilización y cultura alcanzado por un pueblo que fue lo bastante subyugante como para imponerse y sobrevivir, precisamente a través de sus propios conquistadores territoriales. E. Gobiernos de Roma. 1. La Monarquía. La evolución institucional de Roma presenta —en los primeros tiempos— los mismos caracteres que la de Grecia, pero, la modalidad distinta de los pueblos griego y romano hizo que los resultados finales fueran también diferentes. Las concepciones filosóficas griegas y en forma especial, como dice Veit Valentín, el mundo griego "aspiró a lo máximo sin llegar a la verdadera realización. Fracasó justamente en el choque con la realidad, en- contrando su cabal -desdoblamiento en la idea. Desde sus comienzos mismos, Eoma se plantó con fuerza y consecuencia en el terreno de las realizaciones. El camino que va desde el cantón minúsculo a la dominación universal se ha recorrido una sola vez en la Historia" (<"). Con el mismo criterio, G. D. H. Colé afirma que "grandes entre todos como prácticos en el arte de gobernar, los romanos legaron al mundo sus teorías políticas, revestidas en una forma estrictamente prácticas" (68) . De manera, pues, que en la etapa anterior al imperio, el gobierno de Roma no se diferenciaba mayormente del gobierno griego, aunque debe señalarse un detalle interesante, la monarquía en Grecia era mucho menos hereditaria. El rey tenía grandes poderes en el gobierno y aun en la legislación, y lo demuestra el hecho que Servio Tuiio (el sexto rey romano) (o»), estableció un nuevo ordenamiento de los ciudadanos y del Estado que lleva su nombre, sin necesitar la aprobación del pueblo. Era el gran sacerdote de la religión, administraba la justicia y era el jefe supremo en la guerra. Estaba asistido por un consejo —el Sena(67) Valentín, V., op, oíí., t. 1, pág. 131. (68) Colé, O. D. H., Doctrinas y formas de la organización política, trad. de Alfonso Beyes, página 19, Pondo de Cultura Económica, México, 19Í4. "La aportación más Importante hecha por Roma al constitucionalismo se encuentra en la doctrina romana del Derecho natural. Comienza ésta con la concepción muy próxima a ella, del jus genttum. Los romanos, gentes prácticas, tuvieron que idear reglas para regular las relaciones entre hombres regidos por sistemas diferentes"; y esa acción de los pretores —encargados de Juzgar los conflictos entre tales hombres— fue construyendo lentamente el conjunto de disposiciones que se llamó fus gentium, que fue adoptándose ^en todas las regiones conquistadas, concluyendo por ser común a todos, reforzándose con la concepción del Derecho natural. Iniciada por los estoicos, que enseñaron la igualdad natural de los hombres. "El origen ideal del Derecho natural dio autoridad al hecho empírico del jus gentium" (Lindsay, A. D., £2 Estado democrático moderno, pág. 84, Pondo de Cultura Económica, México, 1945). "Lft gran obra de la cultura política romana consiste precisamente en el ensamblaje de diversos elementos, tan cuidadosamente concebido y aplicado, que conduce a una situación pacífica en la que la innovación es revolucionaria. Se unen la libertad y la autoridad, la autonomía y la centralización. Roma no tiene inconveniente en acoger Instituciones griegas. El influjo helénico no es sólo cultural, sino político. La hegemonía fue legalizada con pactos desiguales y sirvió de instrumento eficaz en la colonización" (Beneyto Pérez, 3., Historia de las doctrinas políticas, pág. 42. Aguilar, Madrid, 1958). (69) Según la tradición, los reyes romanos fueron: Rómulo, Numa Pompilío, Anco Marcio, Tulio Ostillo, Tarquino el Antiguo, Servio Tullo y Tar- quino el Soberbio. ta positivo, la primera pregunta que se formula es la de su origen. "La plebe comprende tres elementos principales: las porey, sobre todo en los primeros tiempos, no blaciones conquistadas, anexionadas en el obstante el poder de éste. Constituían el mismo lugar (Quirinal, Viminal, Capitolio), rey y el Senado el poder administrativo de o transplantadas por la fuerza al suelo rola ciudad-Estado; pero el consejo no poseía mano (Arentino); ios clientes emancipa* ninguna iniciativa, salvo en el caso de muer- dos.. ,"( 7 1 ); "eran los labradores libres el te del monarca, circunstancia en la que el núcleo medio de la comunidad; gente vigocuerpo designaba un interrex hasta que la rosa, apta para la agricultura y la artesanía, articulada según la escala de poder asamblea curial eligiera un nuevo rey. Los comicios curlaáos eran la reunión de contributivo, con su asamblea popular oripatricios y plebeyos y convocados el día de ginariamente equiparada al Senado". las calendas de cada rnes (para oír al pon"Como estrato inferior a la plebe, aun hatífice y proclamar el calendario del mismo). bía, desde los tiempos más remotos, la casta Se lo convocaba también dos veces al año de los siervos, probable residuo de la poblapara ratificar testimonios o para otras re- ción primitiva, clase acrecida por la conssoluciones de orden religioso. Las asambleas tante afluencia de cautivos, llamados clienreunidas a7 0 este efecto, se llamaban comitia tes, desdichadas criaturas obligadas a tracaZafo¡( ). Esta asamblea curial tenía la bajar por la comida, en el campo sobre facultad de elegir al rey e investirlo del im- todo"("). perium, en virtud de la lex curiata de imperi. Volviendo, ahora a la comitia centuriata, Las funciones legislativas eran ejercidas por es interesante destacar que se reunían en esa asamblea como así también las judiciael campo de Marte y lentamente llegó a ser les, en grado de apelación de las sentencias una parte del mecanismo electoral y legisdictadas por el rey, y las meramente admi- lativo, apropiándose de importantes funcionistrativas, como las referentes a cuestiones nes, como la elección de magistrados, las decisiones sobre la guerra y la paz, etcétera. familiares. 2. La República. Después de casi un siglo Entre las reformas de Servio Tulio se destaca la creación de otra, asamblea, la comi- y medio de monarquía, la organización potia centuriata o comicios por centuria, aun-r lítico-social de Roma sufre transformacioque hay autores que opinan que su apari- nes de importancia, como consecuencia del ción es posterior a la época de este rey (año triunfo patricio sobre el predominio que ya 509 A. C.). En este cuerpo se hallaban reu- había alcanzado la plebe, con el afianzanidos los patricios y los plebeyos, estando miento del poder del Senado, el que es conadmitidos éstos por razones de fortuna. Para siderado la institución romana de mayor comprender la importancia de esta refor- gravitación. El rey fue reemplazado por* dos cónsules, ma, se hace necesario esbozar un cuadro de la organización social de la ciudad, en el funcionarios que se elegían durante un año cual se destaca especialmente la división de para ejercer sus mandatos, no pudiendo las dos clases bien definidas: los patricios ser reelectos sino después de un período de diez años. Estos magistrados atendían a la y los plebeyos, como asimismo, las divisioejecución de las leyes, convocaban los cones territoriales. Los patricios eran los descendientes de micios, mandaban el ejército en tiempo de un pater, es decir, los pertenecientes a las guerra, etcétera. Eran elegidos por la comigens (que se calculaban en trescientas), dis- tia centuriata, pero recibían su imperium tribuidas en tres tribus (ramneses, ticios y de la comitia curiata; la limitación de su luceres), formando las curias, agrupadas en poder resultaba de ser dos los funcionarios número de diez por tribu. "Constituían el y de la brevedad de sus mandatos, pues, cuerpo cívico, por el hecho de votar en los aunque cada cónsul era supremo, el poder del uno era contrarrestado con el poder del comicios curiados". La plebe no formaba parte de la ciudad. otro, y no podían obrar sino de común León Homo, tratando de estudiarla, la de- acuerdo. Podían nombrar, con el consentifine de dos maneras: "negativa y positiva"; miento del Senado, a un magistrado con el a) la plebe se opone claramente al patri- título de dictador, que durante seis meses ciado. El patriciado contenía un doble ele- era el monarca absoluto del Estado, sin que mento: uno natural —los patricios por se limitara su poder, ya que se sobreponía nacimiento— y el otro artificial —los clien- al imperium de los cónsules. Luis B. Estrada al estudiar el Senado rotes—. Pero los plebeyos no pertenecían ni al uno ni al otro; b) desde el punto de vis- do— compuesto de quince a treinta jefes de tribus, denominados pater familias, cuerpo que ejercía señalada influencia sobre el (70) Gow, J., y Beinach, S., Minerva, pág, 204, Ed. Jorro, Madrid, 1911. (71) Homo, L., Las instituciones políticas romanas, pág. 18, Ed. Cervantes, Barcelona, 1929. (72) Valentín, V., op. cit., pág. 134. mano durante la República, está de acuerdo con la opinión de Bouché-Leclerq en sostener que la institución llegó a personificar el régimen republicano de Roma, y estaba íormado por la "élite" de los hombres públicos. Sobre su composición existe divergencia entre los tratadistas, pues para algunos, entre los cuales se encuentran Mommsen, Lange y casi todos los de la escuela alemana, los plebeyos integraron el Senado desde el principio, afirmándose en la división de paires el conscriptis. es decir, senadores patricios y plebeyos. Villems, Bloch, BouchéLeclerq. por el contrario, sostienen que sólo los patricios pudieron integrar el Senado, pues, al analizar la fórmula paires conscriptis, afirman que ella no expresa senadores patricios y plebeyos, sino "senadores inscriptos conjuntamente en la lista senatorial y que, por lo tanto, el término conscripti no está empleado como substantivo que designa a los plebeyos, sino como adjetivo que califica a paires, determinando una calidad de éstos, que no es otra que la de estar inscriptos en la lista de senadores". Más tarde, los plebeyos fueron admitidos a las magistraturas curules, con lo que se inicia —según Villems— el acceso de esta clase en el Senado, hasta la ley licinia De consulatu (año 367), que admite a los plebeyos a la primera magistratura,, disponiéndose que uno de los cónsules sea plebeyo. La jerarquía entre los senadores está establecida por la lista que se confeccionaba, luego de la elección (lictilis senatus). La lista se componía del modo siguiente: 1<? los princeps senatus; 2*? los ex magistrados curules (censores, consulares pretores y ediles) ; 3? los ex magistrados no curules o pedarii (ediles de la plebe, tribunos y cuestores) ; 49 los no magistrados. Las reuniones del cuerpo, efectuadas ordinariamente en la Curia Hostilia, se llevaban a cabo por convocatoria de algún magistrado, por lo que se afirma así el carácter consultivo que tenía, aunque en la práctica existían algunos medios para ejercer por sí mismo tal facultad. El pueblo no tenía derecho a asistir a las deliberaciones, pues las reuniones no eran públicas. El -magistrado que había convocado al Senado presidía la asamblea y presentaba la relatio, es decir, el asunto a someter a la deliberación, solicitando la opinión del Senado y obtener un senatusconsulturn, que podía ser de dos formas: por la primera, se votaba sin debate; por la segunda, se abría la discusión, interrogando a cada uno de los senadores siguiendo el orden de jerarquía, es decir, primero el princeps senatus, luego los censorii, los consularii, etcétera, aunque hay que hacer 'notar que el presidente no estaba obligado a interrogar a todos y en cuanto al orden de la lista, al fin de la República no se observó en forma tan estricta. El senatusconsulturn, se componía de dos partes: el preámbulo, en que se anunciaba el relatio, y la sentencia votada; y no era tal si la decisión hubiera sido vetada por alguno de los magistrados presentes con facultad para ello (intercessio). _ . Las atribuciones del Senado pueden sintetizarse en dos términos: auctoritas y consilium, ejercidas ya sea frente al pueblo o frente a los magistrados. "La auctoritas, que la ejercían por medio de la Patrum auctoritas (autoridad de los padres), se divide en dos períodos; en el primero sigue las decisiones votadas por el pueblo, leyes c elecciones; en el segundo, precede la votación del pueblo y se ejercita sobre las rogoMones que los magistrados someten a los comicios, o sobre las listas de los que se presentan como candidatos a las elecciones. Si los patres rechazan la primera o un candidato, ni éste puede presentarse en la elección ni los magistrados pedir la votación de aquélla". "El Senado como consilium tiene, ante todo, el deber de velar por la defensa y salud de la república. Así cuando se ve amenazada por guerra exterior o disensiones internas, el Senado decreta medidas que han variado en el transcurso del tiempo". Entre ellas, puede mencionarse el senatusconsulturn ultimum (lo que se llamaría actualmente el estado de sitió); el tumultum, por el cual se disponía el alistamiento de todos los ciudadanos, sin excepción, para defender la República; el justitium. por el cual se suspendían todos los asuntos privados y públicos, para facilitar el enrolamiento (lo que podría considerarse como una especie de suspensión de las garantías constitucionales) . "En general, el Senado calificaba una situación de motines, revueltas o conspiraciones como tumultus y ordenaba el justitium" («). Tenía, además, importantes atribuciones en materia financiera, estando bajo su vigilancia el tesoro público, por lo que podía disponer las erogaciones y votar así el presupuesto de la administración. Asimismo, estaba encargado de las relaciones exteriores y de las cuestiones del culto. En conclusión, "el Senado romano mantuvo la tradición desarrollando una política conservadora, pero sin ser retógra,da". "Dos grandes luchas sostuvo en su larga historia: triunfó de los reyes y fue vencido (73) Estrada, L. B. áe, "El Senado romano bajo la República", en Anales de la Facultad de Derecho, Bs. Aires, 1916, t. 1. 3' serie, págs. 228-230. por la demagogia. Con stj autoridad murió el régimen republicano y la opinión pública de Roma". La necesidad de atender los complejos y variados problemas que se iban presentando hizo posible ¡a aparición de las magistraturas; así, para atender las funciones concernientes a la religión fueron confiadas al rex sacrorum y al pontifex máximum; el tesoro fue confiado a los cuestores; se crearon también el tribunado de la plebe, la censura, la pretura y los ediles curules y plebeyos. Con respecto a los cuestores, su número varió a través del tiempo, comenzando sien- do dos hasta llegar en época de Julio César a ser noventa, cantidad que durante el imperio volvió al número de veinte, establecido por Sila. La defensa de los plebeyos contra los magistrados patricios, lucha que fue "entre un grupo reducido de propietarios, jurídica y sociológicamente privilegiados, y un número numeroso de medianos y pequeños propietarios; el precio de la lucha era la participación de los cargos, atenuación de ¡as deudas y derecho al usufructo de los bienes comunales, sobre todo en las tierras del botín...". Veit Valentín dice: "Si por la delegación de los dos cónsules —que se vigilaban mutuamente— y del Senado, el patriciado tenía el poder efectivo del Estado en sus manos, la plebe creó con sus tribunos un contrapeso de fiscalización ciudadana y se reunía para sus propias votaciones en tribus con idéntico derecho al voto". "Los tribunos estaban investidos del derecho de oponerse a toda sentencia dictada por un magistrado contra un plebeyo, por medio del veto; la persona del tribuno era inviolable por aplicación de la lex sacrata". "La atribución que ejercía este magistrado de oponer su veto, en defensa del plebeyo, entrañaba una gran autoridad, pues ello conservaba su fuerza inhibitoria frente a cualquier magistrado y hasta en contra del más arrogante cónsul. Lentamente las exigencias de nuevas atribuciones hicieron cada vez más difícil resistir a los tribunos, aunque su autoridad no se extendía más allá de una milla de los límites de la ciudad y debía ser ejercida personalmente, de modo que era necesario que «la puerta de su casa quedase siempre abierta, día y noche, de modo que su auxilio jamás pudiera faltar a quien lo hubiera menester> ( 7 4 ) . Como consecuencia de los cambios y reformas, surgió una nueva asamblea —oí concilium •plebis— que los tribunos tuvieron facultad de convocar. Los plebeyos habían (74) Wilson, W.. op. cit.. pá£. 131. tenido sus curias desde largo tiempo y sus propios tribunos; sus curias habían sido colocadas junto a las de los patricios y los comicios curiata, después del advenimiento de la República. En esta nueva asamblea se sentaban separados; al principio sus decisiones obligaban sólo a los plebeyos, pero a medida que aumentaba el predominio de éstos, se hacía más influyente sobre el Estado. Los ediles eran plebeyos o curules en un principio hasta que se produjo casi una identidad entre ambos. Todos eran nombrados por los comicios tributos y eran funciones suyas ejercer la policía de la ciudad, mercados, calles y monumentos públicos, estando además a su cargo, el servicio de bomberos. "Los ediles plebeyos tenían a su cargo los Ludí Plebeii y los Cereales; los curules se ocupaban de los Ludí Romani, de las Floralia y de las Megalensia. Ejercían también jurisdicción restringida en los litigios relativos a las vías públicas y a la policía de los mercados" (~ 5 ). Los censores eran dos magistrados elegidos por un período de cinco años, por los comicios centuriados. Sus deberes eran: calcular la riqueza de los ciudadanos, confeccionar los registros de las tribus, clases y centurias, hacer la lista de los senadores y administrar la hacienda pública. El magistrado denominado pretor, nombrado por los comicios centuriados, tenía jurisdicción civil en Roma; generalmente no juzgaba personalmente, sino que interpretaba la ley e indicaba el procedimiento; luego esta magistratura se hizo doble y las funciones aumentaban con la anexión de nuevas provincias, por lo que fue aumentado el número de estos magistrados. Publicaba, al comenzar a ejercer sus funciones, los principios de derecho a los cuales iba a ajustar sus decisiones; esta publicación se efectuaba en unas tablillas blancas por lo que el edicto se llamó generalmente álbum. En conclusión, debe aclararse que los cuerpos colegiados que funcionaban durante esta .época son: a) los comicios curiados, asamblea integrada solamente por patricios que tenían por función dar el imperium a los cónsules y a los pretores; b) los comicios centuriados, asamblea popular, de acuerdo con la división en clase y en centurias efectuada por Servio Tulio; elegían los cónsules, pretores y censores; c) los comicios tributos, resultado de la transformación de las asambleas de la plebe, generalmente se reunían en el Poro; nombraban los tribunos, ediles y magistrados inferiores, y a veces un magistrado extraordinario (el prodictad¿r en el año 217 a. de C.). (75) Sánchez Viamcnte, C.. op. cit.. pág. 187. Dice Pedro Calmón, al referirse a la República en su Historia de las ideas políticas: "La organización del Estado romano fue prodigiosamente intuitiva desde el patriarcado del rey-sacerdote, hasta su supresión por ¡a clase propietaria, que interpretó a su manera la responsabilidad de armonizar a los ciudadanos y engrandecer la república. Bastaba la palabra para que se tuviese el conocimiento de la aparición de un valor diferente: el sentido popular del gobierno, no de uno o de unos pocos, sino de muchos o de todos. La primera innovación introducida en ese sistema, para diferenciarlo de la realeza derrocada, fue la anualidad, con el poder colegiado. Se sabe por Tito Livio que Lucio Bruto, héroe de la revolución republicana, indujo a su compañero de consulado, Tarquino Colatino (de la -depuesta dinastía de los Tarquino), a limitar a un año su período, a fin de que la continuidad en el poder no recordase la monarquía. La república debía ser temporaria y era de su esencia dar al pueblo la convicción de que una elección próxima siempre es mejor que una revolución contra el mal gobernante". 3. El Imperio. "Es imposible comprender ni la marcha de los acontecimientos hacia el establecimiento del Imperio, ni su alcance, sin darse cuenta, primero, del estado de desorden y de revolución, que preparó a Roma para el cambio en la forma del gobierno republicano por el imperial. El Imperio no surgió de repente. La lentitud y la obstinación habituales de los romanos, aunque degeneradas a consecuencia de las disipaciones de la conquista y del desenvolvimiento de un espíritu militar profesional, no hubieran permitido un cambio súbito. Sólo cedieron a un influjo que se hizo sentir durante más de cincuenta años. Los cambios que transformaron la República en Imperio, comenzaron con la legislación agraria de Tiberio Graco en 133 a. C. y apenas puede decirse que estuviera terminada a la muerte de Augusto en el año 14" ( TC ). Lentamente el patriotismo fue decayendo, y la religión que no obstante sus defectos, había sabido por espacio de varios siglos inspirar en las clases dirigentes la virtud y el sacrificio, había sido abandonada; la filosofía, que había colmado ¡as lagunas de la religión, por cuanto reflejaba la moral, no ejercía más influencia y así, a las costumbres simples siguieron el lujo y la atracción de los placeres ( 77 ). Esta declinación era tanto más posible cuanto que participaban magistrados y tribunos, amparados por atribuciones mal otor- gadas, que daban lugar a los excesos, a las usurpaciones. Se agrega a todo ello la turbulencia de las clases romanas, sin el ele- mento moderador de una clase media y se explica el período de anarquía y de guerras civiles, de corrupción en los últimos tiem pos del gobierno republicano. "¿Podría Roma —pregunta Veit Valentín— subsistir como República aristocrática? ¿Podría sostenerse una ciudadanía ro-. mana políticamente privilegiada que, dislocada internamente, debía no obstante alegar preeminencia frente a los aliados y sometidos? ¿Podría el senado seguir haciendo valer una autoridad anónima frente a los caudillos militares victoriosos, tras los cua- les —como en el caso de Escipión, por vez primera— se alzaría, cada vez más apremiante, la admiración de la. soldadesca, se erguía, cada vez más vigorosa, la riqueza y la fuerza de las nuevas provincias y territorios conquistados?".. Este estado de cosas preparaban el terreno para un cambio de la forma de gobierno en Roma, consistente en la concentración del poder, ni bien surgiera la persona con condiciones, capaz de hallar el restablecimiento —de cualquier modo— del orden y la paa pública. Esa persona resultó Octavio a quien se le confirió el titulo de Augusto. Como emperador, presidía el ejército y mandaba las mejores provincias; como cónsul, ejercía el poder ejecutivo; como tribuno, era inviolable; como principe del senado, lo convocaba y presidía las sesiones; en resumen, ejercía las facultades que anteriormente pertenecían de derecho y de hecho a los órganos superiores de la república. Aún bajo sus sucesores, se conservó el senado, pero sólo para que éste por medio de favores y privilegios, consiguiera aprobar los actos del emperador; los comicios asimismo se plegaron a la voluntad imperial y poco a poco se hicieron esporádicas Jas convocatorias para las asambleas de estos cuerpos. Se mantuvieron también a los cónsules, pero solamente con sus honores, ya que prácticamente fueron despojados de sus atribuciones. cencía), por la íalta de respeto tradicional a ios sacra privata, al culto de los antepasados, por la do el divorcio, repudiada ¡a pureza de los hogares, deserción de los templos, donde los dioses olvidados perdieron su antigua fascinación, por ¡a sofistica escolar, que era la filosofía helénica Sobrepuesta a la rudeza patriarcal, por la desvaloriza. clon poética producida por la concentración de los poderes, hasta sti*"«surpación en dictadura prolongada" Calmón, P., Historia- de las ideas políticas, trad. de Baúl Novarro, p&g, 32, Ed. El Ateneo, con la corrupción de la juventud, sin treno la .H- Bs. Aires, 1957). (76) Wilson, W,, op. cit., pág, 147. (77) "La decadencia romana se caraetertea por el abandono de !as costumbres austeras, comenzando por la institución de Ja familia (generaliza- Los primeros tiempos fueron de tranquilidad; de grandeza y de gloria; se desarrollaron los estudios históricos, la poesía, la filosofía y el derecho, expresiones todas que fueron impulsadas en forma notable. La oratoria no se usaba ya en el senado ni en los comicios, sino en los escritos y disertaciones, estando admitida la libertad de palabra y la difusión de las obras. Eran las consecuencias de la libre organización del período republicano, pero no podían durar pues era incompatible can el régimen absoluto y despótico que se iba afirmando. El poder ilimitado del emperador se desarrollaba sobre la base de una delegación de la soberanía del pueblo. La amplitud del imperio hizo necesario el empleo de un gran número de funcionarios, organizándose una burocracia bastante compleja. "Era una comunidad hija, de la paz —dice Veit Valentín al describir el imperio—; no en vano se había erigido en el Campo de Marte el altar de la Pax Augusta. Se acabaron las guerras civiles del estilo de las que ensangrentaron la época de la Revolución, se acabaron las proscripciones y los confinamientos. Ya no existía la explotación de las provincias, ni la venalidad grosera de ios funcionarios y los jueces. En las provincias fronterizas se habían acantonado ejércitos de mercenarios. En Roma misma la única fuerza era la guardia personal del emperador: los pretorianos". Junto a la unificación política del impe- rio, se produce lógicamente la identidad del signo monetario, de pesas y medidas, de normas jurídicas; florecen las industrias', se desarrolla el comercio, se prefeccionan las vías de comunicación; se produce, en fin, "la romanización cultural y lingüistica de la clase superior y la clase media, creó una ciudadanía romana, pero no una población romana, ciertamente". "El problema histérico-universal consistía en saber hasta dónde y durante cuánto tiempo llevaría Roma sobre sí esta misión unificadora". Los primeros síntomas de decadencia que se observaban es el descenso del número dé nacimientos, la despoblación, la afluencia de hombres de todas partes (griegos, orientales, galos, eslavos, ilirios) que quieren llegar a Roma a probar fortuna; el desgano y el abandono del trabajo. Los emperadores eran impotentes para frenar la degradación en que iba cayendo el imperio; no podían atraer a las masas y como consecuencia, se fermentaba en los rústicos bárbaros la idea del levantamiento contra el régimen de la ciudad: A ello contribuye la influencia tíe las corrientes filosóficas que aparecieron y un factor importante de carácter religioso que marcaría una etapa en la historia universal, la aparición del cristianismo. "El Imperio Romano del Mediterráneo vio, pues, crecer dentro de sí mismo una nueva potencia, que, surgida en Oriente, desplazaba su acción y su influjo hacia Occidente. Aunque espiritual y religiosa en su origen, como organización de gran impulso y vigorosa voluntad, sobre todo en virtud de su absoluta fe en sí misma, en sus efectos era esa potencia, a la postre... política". La réplica histórica de la Iglesia es el germanismo. F) Gobiernos en las edades Media y Moderna. 1. Los germanos. Afirma Sánchez Via- monte que Julio César, en su obra Los comentarios, sobre la guerra de las Gallas y Tácito en la historias (de la Germania), informan sobre la forma de gobierno de los germanos, ejercido por jefes, aunque es necesario hacer notar que el poder no era absoluto, perpetuo ni hereditario, y compartido con una asamblea de hombres libres y un consejo de reyes de menor jera_quía y consejos de compañeros del rey. "Acaso en determinados pueblos germánicos la monarquía haya tenido originariamente un carácter de sumo sacerdocio; posteriormente fue también un cargo honorífico temporal que respondía, en lo político y religioso al ducado en lo bélico y cuyos miembros eran elegidos entre los más rancios y ricos linajes". Ya desde comienzos de nuestra era las tribus germánicas se habían organizado en "grandes señoríos y grupos de señoríos", constituyendo en rigor de verdad agrupamientcs de organizaciones mandadas por reyes marciales-que cambiaban constantemente (?»). (78) "Con el invasor germánico aparece tí tipo antilatino del príncipe caudillo, con igualdad caballeresca y libertad natural, en la que el consentimiento afirma el poder y los deberes son de hombre a hombre en un vivir bravio. César y Tftcito describiéronlos —fuerzas opuestas a la civilización romana— como bárbaros seminómades, con horror a las ciudades {para ellos, semejantes a fosas rodeadas de redes, según Amiano Marcelino), viviendo una existencia belicosa, en hordas que sus jefí's brutales llevaban a la guerra, y, por esto, desparramadas, terribles y rústicas, por vastas regiones sin dueño". "Sobre los límites de este salvajismo, ver el comentario de Alfonso Dopsch, Fundamentos económicos y sociales de la cultura, «De César a Gariomagno», págs. 55 y sígs, negando el nomadismo y la comunidad de propiedad, como se quiso inferir fie los clásicos cuadros de Tácito y César. Estos crearon la suposición humanista y latina de la barbarie germánica en contraste con la civilización urbana, destruida por el cataclismo de las invasiones. En Alemania, como es natural, se produjo una reacción científica contra ese simplismo (el binomio incultura y cultura cuyo roce catastrófico produjo la Edad Media) encabezada por Jusius Moser, que encontró en la división terrlto- Por su parte, W. Wilson dice que "cuando los francos, los godos y los burgundios armados, acudieron para suplantar la denominación romana, aportaron consigo en la Europa occidental, deshecha por las discusiones romanas y la decadencia de Roma, una individualidad propia e intacta; y jugaron un papel en la historia de las instituciones". No obstante ello, producida la invasión, los germanos no ejercieron tanta influencia como para sobreponer sus costumbres a las de los romanos; también coexistieron las instituciones políticas. Henrl Pirenne observaba coa agudeza que "nada muestra mejor la transformación que se opera a este respecto a lo largo de los siglos v y vi que una ojeada sobre la situación de la realeza. Los germanos, como se sabe, tenían reyes, pero el poder real estaba entre ellos completamente subordinado a la asamblea del pueblo, que, por otra parte, disponía de él, puesto que era electivo. Nada de eso después de la conquista. El rey colocado en condición de superioridad desde entonces, por el poder que la asamblea le ha dado, posee en el hecho una autoridad absoluta. No hay más que un poder en el Estado: es el suyo. La Constitución se reduce a un simple ejercicio de gobierno personal. Nada conserva el rey de su origen primitivo y en realidad, ya no se parece a sus antepasados9 germánicos, sino al emperador romano" (? ), 2. Los francos. Uno de los grupos invasores del Imperio Romano, los francos, constituyó un reino que puede considerarse como la organización política más influyente en la denominada Edad Media de los primitivos tiempos. El gobierno estaba desempeñado por un rey, que ejercía su poder rlal de Westfalla señales de una vieja explotación agraria (la marca), que unos consideran comunal (Elchhorn, Grimm, Zeuss, Glerke), otros señorial (Hullmann), pero en cualquier caso, significativa de una organización ( estado) anterior a las invasiones del érea imperial (Wilde, Roth, Pustel da Coulanges). La decantada libertad germánica es expuesta por Eichhorn, Kogge, Beseler, Waite, Koth, GierJce, y tiene en la ideología política un valor análogo al mito de la felicidad de los indios en estado primitivo tan destacado en la literatura racionalista" (Colmo, P., Historia de las ideas políticas, pág. 57, Ed." El Ateneo, Bs. Aires, 1957). (79) Pirenne, H.. Hisioire de l'Europe des tnvasions au XVI siécle, pág. 8, Ed. Aucau, París, 1936. "Lo que sucede con la monarquía de los francos y alemanes es semejante a lo que ocurriera en Boma: la realeza termina en consulado, el consulado degenera en dictadura. Las leyes históricas qxia rigen la transformación del Estado, se ejercieron implacables en la distorsión de aquellos regímenes de campamento. Los jefes de las hordas triunfantes —que las arrebataron a las frías planteles orientales— se establecen en las ciudades conquistadas y aceptan de su pueblo el título de rey, al que los eleva la gratitud de tos guerreros" (Calmon, P., op. cit., pág. 64). .sobre loa vasallos, bárbaros y romanos; a cada ciudad enriaba un representante (córate en Galla y España, duc en Lombardía), el que tenía por función convocar a los guerreros, recoger los tributos, administrar los dóminos reales y decidir en pleitos y crímenes («>). .La concreción del reino franco en una monarquía de tipo rígido,- origen de la monarquía de derecho divino, puede considerarse como la sustitución de la autoridad imperial. "Esencial para este reino de los francos y su ulterior destino fue la decisión de Clodoveo de adoptar el catolicismo como religión oficial"; por fin, con el advenimiento de Carlomagno puede decirse que con el reino de los francos se produce la continuidad histórica. ''El Imperio Romano de Occidente tendrá aquí su continuación" («i). Durante el período msrovingio aparece la institución de la mayordomía de palacio, que originariamente era el cargo del gran maestre de la Corte y jefe de la guardia, elevado a la categoría de lugarteniente por la familia de los carolíngios, función semejante a la de los visires de Oriente. Esta institución de la mayordomía fue el núcleo alrededor del cual se concretó el imperio de Carlomagno; eran a la vez grandes se-' ñores y jefes militares («2), Al reunirse bajo el imperio de Carlomagno el llamado Imperio de Occidente se lo dividió en condados, región a cargo de un conde representante del monarca, estando no obstante ello, bajo la vigilancia de otro funcionario llamado missi-dominici. Estos condes son los antiguos compañeros del rey; aquéllos que formaban el comitatus, que se nuclearon alrededor del monarca por juramento de fidelidad. Dentro del régimen carolingio, los condes reúnen las atribuciones propias, dentro de sus respectivas jurisdicciones, de jefe del ejército, policía, justicia, perceptor de las cargas tributarias, etcétera. Además de los condes, existían los du(80) "El poder verdadero del rey depende de su energía personal. Podía ser absoluto en el caso de un rey enérgico, como Clovis, rey de los francos, o Teodosio, rey de los ostrogodos; ríéfoil o nulo bajo un rey débil o nulo como los últimos merovingios. Se debilitaba cuando la familia se extinguía o el titulo de rey era disputado entre varios" ¡Seignobos, O., Historia comparada de los pueblos de Europa, pág. 69, Ed. Losada, Bs. Aires, 1940). (81) Valentín, V., op. cit., pág. 214. (82) Uno de los mayordomos de palacio, Carlos Marte! (otros dos personajes extraordinarios fueron Pepino el Breve y Carlomagno) tuvo la excepcional gloria de contener ia invasión de los árabes, en la batalla de Pitiers, alcanzando un lugar destacado en la cristiandad, y puede considerárselo, según Henri Pirexme, el iniciador del sistema feudal. ques y marqueses, de origen germánico éstos y latinos aquéllos, tenían la misión. —por voluntad real— cíe cuidar las zonas fronterizas. Esta forma de gobierno regional o local, desempeñado por representantes reales jerarquizados por títulos y atrüniciones importantes, permito dar ai imperio de Carlomagno una unidad política casi inalterable; unidad que se quebró con la desaparición de aquél como consecuencias de las divergencias surgidas entre sus sucesores, dando ocasión para que los representantes locales se proclamaran jefes de sus respectivas jurisdicciones y mandaran de acuerdo con su propio criterio, dando nacimiento así a un régimen conocido con el nombre de feudalismo (*«). Si bien es cierto que durante su imperio Carlomag.no trató de mantener las instituciones políticas que encontró ya establecidas, sólo a condición de garantizar su práctica honesta. Pero donde se destaca la obra de Carlomagno es principalmente en el campo del ordenamiento jurídico, dictando normas escritas de estricto cumplimiento para todos ios funcionarios; estas normas se llamaron capitulares las que pueden clasificarse en tres tipos: a) capitularla legibus addenda, que tenia el propósito de modificar los antiguos Códigos bárbaros en vigor; b) capitularía per se scribenda, que trataba de todas las materias; c) capitularía missorum, especie de circulares que contenían instrucciones para los missidominici. Asimismo, existían asambleas en las que se reunían los grandes señores (majores o séniores), como asambleas generales de hombres libres (minores), Joseph Calmette, por su parte, asegura la existencia de una asamblea de impuesto anual. "Según los datos que suministra Hincmar, haMa tres clases de reuniones en el sistema carolingio: l) el consejo de palacio, formado por los funcionarios palatinos que rodean al emperador; 2) la pequeña asamblea a la que concurrían solamente los señores; 3) la asamblea general". Es interesante hacer notar la superposición que se producía entre las funciones domésticas del palacio y los servicios públicos, ya que sus grandes funcionarios: el archicapellán, el conde de palacio, el camarero, el senestral, (83) "En resumidas cuentas se trata de un slzamiento genera! de la vieja y nueva nobleza contra el poder real con tí apoyo de los particularismos tradicionales y la superioridad de riqueza e Influencia que se reunían en las manos de ios grandes vasallos. Los Estados francos que habían surgido de la división se vieron asi interiormente paralizados en el preciso momento en que sus vecinos europeos entraban en una fase de fuerte desarrollo político" (Valentín, V., 05». eií., pág. 250). el capero y el condestable, son, al misino tiempo, auxiliares del monarca y ministros del Estado, 3, El -feudalismo. No puede definirse con exactitud este régimen político social, ni la época exacta de su aparición ya que su proceso fue prolongándose a lo largo de varios siglos y sus caracteres tampoco se presentaron en la misma forma en todas partes. Lo cierto es que se relacionaba íntimamente con, la tenencia de la tierra, parcelada según el grado de acercamiento del beneficiado o señor feudal hacia el rey, y tenía por objeto recompensar a los compañeros que habían acompañado al monarca en sus conquistas. Naturalmente, que en esta división, de las tierras recibía el rey la mayor parte, luego seguían los demás por gradas. Por esto, quien había recibido grandes extensiones no podía atenderlas, por lo que se hizo común la concesión de una parte a otros, quienes a su vez, hacían lo mismo, formándose así poco a poco una escala de concedentes y concesionarios; estas concepciones fueron al principio por vida, peroMluego se transformaron en hereditarias ( ). El proceso de fragmentación del territorio trae, como lógica consecuencia, el mismo fenómeno en el sistema del gobierno. La autoridad del rey llega, a veces muy atenuada, hasta sus más inmediatos vasallos o señores, ios que a su vez, son ¡os que ejercen la autoridad directa y efectiva sobre sus propios subditos, dentro de los limites de sus feudos. "Las relaciones entre señores y vasallos llegaron a tejer una urdimbre complicadísima. El feudo concedido al funcionamiento como dote del cargo y honorario de la dignidad y el feudo concedido al. guerrero como pago de sus servicios, acabaron equiparándose, siendo ya inesencial el origen del privilegio, creando la vida cortesano-caballeresca en común una nueva concesión de clase, que compar(84) "La teoría del sistema era, naturalmente, opuesta al principio hereditario. Cada feudo no te concedía sino bajo la condición de servicio militar, y ningún señor, ningún donante podía estar seguro de que el hijo de su vasallo seria tan fiel o buen servidor como su padre. Así, aunque el heredero recogiese el feudo, la práctica quiso que pagase para heredar. El principio hereditario admitido, su corolario issevitable, fue el de la prímogenitura: el feudo y las responsabilidades no polian distribuirse. Además, la cesión de un» parte del feudo se prohibía, salvo el pago del precio. El fñudo debía permanecer intacto. Sin embargo, los vasallos, cuando tenían bastante tierra, se convertían on señores a su vez, otorgando porciones de sus feudos a otros, bajo forma de tenencia militar. análoga a la suya, lo que los hscía más poderosos, sin librarlos de las obligaciones que habían contraído con su señor y dueño" (Wilson, W., op. c¡(.. pág. 193$. tía el caballero con sus mayordomos y siervos" (8«) ; "El frácionamíento político y económico propio del sistema feudal, no sólo destruyó la unidad inicial del Imperio Romano, sino que pulverizó la que se había logrado con el Imperio franco, y se puede afirmar que, no obstante cierta simultaneidad y homogeneidad de sus caracteres generales, en toda Europa no hay en ese tiempo otro tipo de instituciones que las puramente locales, con un riguroso sentido, casi aislacionista, de lo local" (»6). Consecuencia de este sistema era la confusión que se observa entre la soberanía y el derecho privado, pues lentamente el señor feudal va adquiriendo inmunidades y privilegios, en virtud de los cuales ejerció el poder público, aplicando impuestos, acuñando moneda, declarando la guerra a sus vecinos; en retribución por tantos derechos, estaba obligado hacia su señor, a acompañarlo en la guerra y contribuir en sus gastos. La soberanía se encontraba profundamente fraccionada, puesto que cada señor feudal era soberano dentro de los límites de su posición. "El feudalismo se extendió tanto como para comprender todas las tierras, puesto que los pequeños poseedores de tierras libres, que por algún tiempo permanecieron fuera del sistema, fueron por necesidad atraídos por los grandes feudata • rios, de quienes se declararon vasallos para gozar de la protección que necesitaban. El fraccionamiento del poder público se aumentaba aun más ya que la Iglesia enfeudaba sus' propios bienes, y por otra parte, ejercía parte de la soberanía con los propios tribunales u otra forma" ("). Todo este sistema feudal, eminentemente rural, se oponía al régimen de la ciudad, donde nace la burguesía o clase media, y en esa lucha de las ciudades contra el feudalismo, algunas quedaron sometidas por la masa enorme de algún castillo feudal. "Pero en las más importantes, y de mayor poder, buena parte de la antigua independencia municipal subsistió para transmitir a los tiempos que vieron la caída del feudalismo, algo como un recuerdo vivo de la antigua vida comunal...". Apareció también dentro de las ciudades un elemento característico de esta época, ya que de él dependía principalmente la importancia de la ciudad y era consecuencia del comercio y • de la industria que se había desarrollado; esa organización social (85) Valentir V., op. cit., píg. 325. (86) Sánchet. 1 iamonte, C., op. cit., pág. 270. (87) 11 Digesto Italiano, dirigido por Luis Lucchini, Turín, 1900-1904, vol. 12, pág. 882, Unione Tipográfico Editrice. conocida como sistema de los gremios o corporaciones (guildas), en el cual se hallaban agrupados todos los artesanos y trabajadores de la ciudad. Fueron tan importantes estos gremios que puede afirmarse que el gobierno de la ciudad representaba la autoridad de los gremios o corporaciones asociados. El comercio, por su parte, al desarrollarse, necesitaba la protección y la seguridad, causas por las cuales, entre otras, se crearon especies de confederaciones de ciudades o ligas, con el fin de proteger mejor sus intereses; las más importantes de estas ligas fueron las de Hansas (formando la liga Hanseática) (»8) y la liga Reniana. En el aspecto político, pueden señalarse varias clases de ciudades, según su ubicación o su origen (alrededor de los castillos, en campamentos militares, en centros comerciales) . Funck Brentano al explicar los orígenes de las ciudades formadas junto a los castillos (*») llega a la conclusión que ciudad y castillo son palabras sinónimas, teniendo en cuenta, dice, que en el siglo xi todos los gobiernos urbanos son gobiernos señoriales. Las ciudades que se formaron cerca de los campamentos militares, que recibieron el nombre de castrum, gozaron de la protección de la guarnición y bien pronto el jefe comenzó a ejercer funciones administrativas y judiciales, sumadas a sus atribuciones estrictamente militares. Las que crecieron en lugares de tránsito comercial, como los puertos, denominados posiblemente por eso "portus", "se convierten en punto permanente de concurrencia de mercaderías y de intercambio de ellas, como centro de una actividad económica nueva, que contrasta con la firma de civilización agrícola e inmóvil que la rodea". El desarrollo de las actividades comerciales e industriales hace que, dentro de las ciudades se distingan una clase de grandes capitalistas, los que integran lo que podría llamarse el patriciado burgués. Desaparece el sentido de igualdad democrática que imperó en las corporaciones de oficios, para surgir la diferencia entre el patrón enriquecido y ios asalariados que trabajan para él y aumentar su riqueza. "La ciudad medieval constituye, en medio de la región que la rodea, un ser jurídico con personalidad propia, y desde que se franquean sus puertas se escapa a la costumbre y a la ley rural para entrar en un derecho de excepción. El derecho común, que continúa rigiendo en el campo, no se aplica a la ciudad, y ella forma una especie (88) "Hansas" significa compañía comercia!. (89) Funck Brentano. P., Le moyen age. pág. 13, Ed. Hachette, París, 1923. de islote jurídico y goza de una verdadera para intervenir con su autoridad en el terri- todas las elecciones" (9i). Una variante de este sistema aparece en Venecia, en la cual el gobierno se halla a cargo de una clase patricia hereditaria y protegido por un dogo o dux. torio del señor feudal por lo que éste detentaba todo el poder público, creándole una especie de tribunal municipal, presidido por vilegios ó inmunidades tenían documentos denominados cartas (que en España se lla- inmunidad", como había existido en el reino franco para ciertos centros. Este privi- legio concedido por el rey inhibía a éste e] señor en que habíase delegado la autoridad ( 90 ); este tribunal, integrado por do- ce magistrados llamados regidores, actuaba, en nombre del príncipe, mientras la burguesía, por su parte, también consigue administrar sus intereses, creando una autoridad propia, los consejos o jurados, cuyo poder fuera otorgado por la población urbana de quien depende siendo su mandatario. De aauí se pretende hacer derivar la denominación de conjuración, para definir el acto de acuerdo entre todos los habitantes, para hacer presión sobre las autoridades con el objeto de obtener el gobierno propio, con la creación de estos jurados populares. Dentro de las ciudades de la Edad Media, los habitantes pueden clasificarse en clases, teniendo especialmente en cuenta su fortuna, aunque hay que señalar asimismo que los gobiernos comunales tenían características democráticas; ese mismo carácter se fue atenuando cuando la fortuna hizo surgir las diferencias y la igualdad se hacía cada vez menos acentuada, naciendo una verdadera plutocracia; así se distinguieron los mejores divites que formaban el patriciado, de los minores, psuiperes y plebei, es decir, los que poseían menos. En algunas ciudades el gobierno comunal tenía algunas características singulares; así en las de Italia el consejo era reemplazado por un funcionario llamado el poáestá, que "era un funcionario electivo, llamado de otra ciudad, provisto durante cierto tiempo del supremo poder judicial, con un gran sueldo, casi siempre, pero de preferencia de formación jurídica universita- ria. Su nombramiento dependía del consejo o de una comisión de notables reunida al efecto, procedimiento típico en Italia para (90) "El tribunal municipal parece haber tenido origen en poblaciones carolingias de la región del Mosa. Se cree que fue perfeccionado por Garlomagno y extendido a la mayor parte de la antigua Francia. En Bélgica tuvo raíces profundas, y se ha comprobado que en F'andes, tribunales de este estilo tenían su asiento en los csstros allí existentes. Los portos o ciudades comerciales, los tuvieron también de un molde natural, cuando fue necesario dar a la ciudad sus magistrados, y como los regidores (écherius) de los castillos, los de la ciu- dad burguesa fueron jueces populares, reclutados entre los habitantes, bajo la presidencia de un delegado o representante del príncipe" (Sánchez Vía. monte, C., op. cit., pág. 308). Las ciudades que gozaban de algunos primó cartas pueblas); tales cartas sirvieron luego para cualquier acto que se hubiera realizado por escrito. "Después de siglo y medio o dos siglos de gobiernos patricios, la rebelión de las masas urbanas —que coincidió con la de las masas campesinas— produjo una honda transformación en la vida de los municipios y en sus gobiernos, que se democratizaron sobre la base de las organizaciones gremia- les o corporaciones de oficios pertenecientes a la clase popular" (92). "El gobierno patricio se hizo despótico. Acaparó los consejos, las magistraturas, los tribunales, y tendió a transformar las cargas municipales en derecho hereditario. Los patricios se intitularon altaneramente los señores de la ciudad; quisieron hacer de las señorías del Estado urbano un bien propio, una señoría reservada a su casta" ( 93 ). En conclusión, debe señalarse que si bien es cierto que el feudalismo dividió y fragmentó la autoridad del rey, hizo nacer y mantener ese espíritu de individualidad, expresión peculiar de la persona humana. También debe señalarse que dos grandes factores unificadores, no obstante, influyeron grandemente durante el feudalismo, la Iglesia Católica y el surgimiento del Sacro Romano Imperio, y entre los dos se dividían la soberanía y el dominio del mundo. El Papa consagraba al emperador, pero por su parte, después del acto religioso, le rendía veneración. El emperador era el jefe de todo el sistema feudal; en derecho lo do- j minaba, pero en la práctica tal dominio '' estaba muy dividido, "a pesar de las afirmaciones del rey de Francia de ser independiente de aquel, porque sus derechos provenían de Dios y de su espada" ( 94 ). En las repúblicas alsacianas, desapareci- do el poder estatal, los paisanos campesinos se reúnen alrededor de los señores en busca de protección y esta actitud se llamó com- mendatio, despojándose, en favor de su señor, de ciertos derechos con respecto a sus bienes, es decir, una retribución en forma de dinero que debían pagar anualmente al señor. (91) Weber, M., Historia de la cultura, pág. 271, Fondo de Cultura Económica, México, 1941. (92) Sánchez Viamonte, C.. op. cit., pág. 313. (93) Davis, H. W., Europa medioeval, pág. 160, Ed. Labor, Barcelona, 1928. (94) II Digesto Italiano, ibíd., pág. 883. Ellandsheer o señor encarga a un vogt la atención de sus asuntos. Este funcionario se ocupará después de administrar justicia hasta la aparición de otro funcionario, el scultetus, asistido por asesores ( o s ). • Las transformaciones que se producen durante los siglos xin y xiv culminan en el xv con el entontamiento violento de la población burguesa con los nobles, siendo reducidos éstos a figurar como simples burgueses, si rio prefieren ser expulsados de la ciudad. Aparecen entonces el burguermeister y luego el stettmeister, junto con 12 regidores y 24 senadores. Las ciudades italianas tuvieron al principio magistrados llamados cónsules que luego se transformaron en podestá; existe además, una asamblea deliberativa, y un esbozo de partidos políticos en los que se advierte la lucha del patriciado burgués con ei pueblo (»«). (95) "Estos asesores eran llamados tioni homíni o rachimburgui, elegidos entre los principales habitantes del lugar eu número variable, probablemente de 7 a 12. Bajo los carolingios y merovíngios los condes que administrábala justicia eran acompañados por consejos de ese estilo, a cuyas decisiones debían conlormarse en la época de Carlomagno. Bajo los reyes caroiingios, esoos bani homini fueron llamados scabini, de donde vino la palabra irancesa echavin. Este consejo de scabini llegará a ser el núcleo de las constituciones republicanas en las ciudades de Alsacla" (Batiííol, L., Les anciennes répubttques alsaciennes, pág. 78, Ed. Flammarion, París, 1918). (96) "Cuando el pueblo llegó al poder encontró en casi todas las comunas una constitución ya esbozada: un estatuto (status). Estas constituciones primitivas no eran en la mayor parte de los casos más que compilaciones desordenadas de toda especie de reglamentos, desde las más insignificantes medidas de vialidad hasta las más delicadas definiciones de poderes de los altos magistrados. En los comienzos, el libro de la constitución es, sobre todo, un manual práctico, para el uso de los funcionarios públicos; sin embargo, esos estatutos avalan un esfuerzo tenaz, para corregir, poco a pGv,o, la íncertldumbre de las soluciones primitivas, delimitar los poderes de los diversos funcionarios y reglar sus relaciones, representar en forma legal los principales intereses sociales y dar garantías a los cuerpos colectivos y a las personas particulares" (Luchaire, J., Les démoeraiies italíennes, pág. 68, Ed. Flammarion, París, 1915). Para una mayor extensión de este punto, Mariano de Vedia y Mitre estudia las Repúblicas Italianas, opinando que "en la Italia septentrional las comunas medievales evolucionaban hacia un nuevo tipo de gobierno que tomó el nombre de signaría . . . . que recordaba las tiranías de la Hélade". Según este autor, la primera signaría fue la de Ferrara, donde en el año 1208 se puso al frente de la comuna a Azzo d'Este, posteriormente reconocido como jefe de los güelfos. "En el siglo XIII las signarías más notables eran, aparte de aquélla, la de los Caliger o Della Scala en Verona y la de los Torrlanl o Della Torre en Milán. Más tarde surgieron los Gonaaga en Mantua, -i Malatesta en Rimini, los Doria en Genova, etc. Venena presenta la particularidad de constituir una especie de monarquía vitalicia y electiva controlada por la oligarquía. El dux es el jefe del gobierno, personaje todopoderoso que transmite su magistratura a su hijo, y está en cierto modo, no obstante su autoridad absoluta, vigilado por la aristocracia veneciana, formada por familias de ilustre estirpe, que integran el Gran Consejo; este cuerpo ejerce el poder legislativo y designa a todos los empleados, con excepción de los que nombra el Senado. Junto a esta asamblea, por lo general muy numerosa, funcionaba un cuerpo más reducido, el Senado, cuyos integrantes denominados pregadi, eran en un principio sesenta, y luego, con la agregación de igual número de zontos, llegó a reunir ciento veinte miembros, a los que se agregan otros funcionarios ( I J I <). El Senado tenía a su cargo todo lo relacionado con los asuntos económico-financieros de Venecia, como asi también atendía las relaciones exteriores y decidía sobre la guerra y la paz. Charles Diehl afirma que el Senado veneciano era el más admirable de los parlamentos. Lo secundaba en sus tareas un cuerpo —el colegio— formado La única ciudad que no se convirtió en signaría fue Venecia. "La signaría no reposaba en la soberanía de un solo magistrado. Quien figuraba al frente de ella ocupaba generalmente una de las magistraturas de la comuna, que se convirtió generalmente en principado y significó en cuanto a un pequeño territorio la misma tendencia centralizadora de las grandes monarquías instauradas por entonces en Inglaterra, Francia y España. Esa institución habría de ser hasta el siglo XIX y la época del Risargimento el prototipo de los gobiernos italianos. En ese sentido, la signaría fue un episodio de la evolución que llevó a Italia del régimen feudal a la monarquía unitaria" (Vedia y Mitre, M., Derecho político general, t. 1, págs. 187 y 188, Ed. Guillermo Kraft, Es. Aires, 1952). (97) "El dogo dux y sus consejeros, ios jueces de la quaranta, los procuradores de San Marcos, los seis Sabios Grandes, los tres abogados de la Comuna, los jefes de los principales servicios públicos, los embajadores y, de regreso de sus inspecciones, los proveditori. Con todos estos elementos, la asamblea era de casi 300 personas" (Sánchez Viamonte, C., op. c-it., pág. 321). "En el año 1927 se operó una reforma de más significación, aunque se llamó la serrata del consiglio. La constituyó una nueva organización del gobierno, mediante la cual alcanzó mayor poder la clase aristocrática o patricia. En teoría todos los ciudadanos venecianos tenían acceso al Consejo, pues no había distinción sobre ¡as condiciones de origen o nacimiento que debieran revestir los electos. Pero en el hecho un grupo de familias detentaban el poder al punto de que sólo sus miembros llegaban al gobierno. En el siglo XIV, se estableció oficialmente una lista que se llamó el Libro de Oro en la que figuraban exclusivamente los miembros de las familias fundadoras de Venecia, quienes sólo podían ser elegidos" ¡Vedia y Mitre, M., op. dt., pág. 190). por 26 funcionarios, entre los cuales se encontraban los seis Sabios Grandes, que eran los verdaderos ministros, que ejercía, junto con la señoría, el Poder Ejecutivo. La constitución veneciana establecía una institución llamada el Congreso de los Diez, cuyas funciones se fueron haciendo cada vez más importantes, afirmando aún más el privilegio de la aristocracia. Este cuerpo tenía como misión principal recibir las denuncias que se formulaban contra los magistrados del Senado e inclusive contra el mismo dux, aplicando —luego de la sustanciación de juicios sumarios y secretos— severísimas penas por delitos de traición y rebelión. "Pocos regímenes han sabido mantener el orden en el interior de la ciudad, evitar esas perturbaciones civiles que tan gravemente padecieron otras ciudades italianas y dar a su política exterior una más firme continuidad como lo hizo la constitución oligárquica de Venecia" ( 9S ). En Florencia, se destacaba el Consejo que tenía una composición especial, pues estaba integrado por los priores (representantes) de las artes, llamados así los 21 gremios en que se aprupaba la población, dividida en popólo grosso y popólo minuto, según perteneciera a un arte mayor o menor. El Consejo designaba su presidente, llamado gonfaloniero, quien tenía el mundo de la ciudad, dividida ésta en cuatro cuarteles, eligiendo cada uno de ellos dos priores. Los ocho priores que ejercían la más alta magistratura fueron los signori priori di liberta. Existía también un cuerpo de 16 gonfalonieros de las compañías del pueblo, y los consejeros de la signori a, en número de doce. También funcionaba el Senado, "cuyo número y designación varió hasta el final del siglo, esto es, hasta la invasión francesa de Carlos VIII, en 1494". Es interesante hacer notar que, de acuerdo con la división de la población, agrupada en las artes, sus representantes eran los que efectivamente ejercían el gobierno, excluyendo a los nobles y a los plebeyos, que no estaban representados en ningún gremio; por lo tanto, el gobierno estaba en manos de la burguesía. "Presa codiciada de todos los poderosos de Europa, Italia fue teatro y víctima al mismo tiempo de sus empresas guerreras y de sus intrigas políticas, conservando sus instituciones locales hasta fines del siglo xvm. Recién a mediados del siglo siguiente se inició en ella la era del constitucionalismo, con el Estado de Cerdeña, en 1848, que lue- go pasó a ser la carta constitucional del Reino de Italia" (»«). 4. El goWerno en Francia. El proceso de unificación llevado a cabo por los Capetos partiendo desde el ducado, favorecido por la privilegiada posición y la fortuna, "acaban por hacer una masa compacta de los varios trozos de la muestra feudal". Los medios empleados para conseguir la unificación y los resultados obtenidos, que significan la concreción del reino más centralizado y unido de Europa, dan elementos interesantes para el estudio de la historia del gobierno. Para ser posible la centralización en la monarquía capeta, hubo que vencer al sistema feudal más perfecto, destruyendo el poderío de los señores, que se apoyaban fuertemente en el sel} government local, "La supremacía definitiva de la corona, que arrancó a los señores su poder, destruyó también la autonomía local, que, en muchos casos, los señores dejaron desarrollarse, y ni la revolución ni ninguno de los gobiernos que la siguieron, 1& volvieron su vida real. Las libertades locales tomaron una forma y adquirieron vigor, en el momento mismo en que el poder monárquico se abría un camino hacia la supremacía, y con esas libertades locales, fue con la que los reyes tropezaron cuando acabaron la lucha primitiva con el feudalismo. Entonces tuvieron que destruirla definitivamente perfeccionando la 10organización administrativa centralizada" ( °). En los primeros tiempos de los capelos, existían algunos funcionarios importantes como el canciller, que cumplía las funciones de secretario particular del rey y custodio de los archivos y documentos de la corte; el chamberlán, con funciones de intendente de palacio; el senescal, que .presidia el tribunal feudal, representando al rey en la administración de justicia; el gran mayordomo, funcionario que administraba las propiedades del monarca. Del desarrollo del tribunal feudal se llega a la constitución de un consejo de gobierno que luego se divide en comités con funciones politicas, judiciales y financieras. La división en secciones separadas se produce después, creándose el Consejo de Estado, con funciones políticas; las funciones judiciales confiadas a un Parlamento, que se conoce con el nombre de Parlamento de París y por último, un tribunal de cuentas con funciones financieras. Bajo el reinado de Luis IX el Parlamento de París fue considerado el centro judicial de Francia ("») (99) Sánchez Viamonte, C,, op. cit., pág. 32S. (98) Diehl, C., Une république paMcienne: Venice. pág. 118, Ed. Flammaríon,, París, 1921. (100) Wilson, W., op. cit., pág. 215. (101) Existieron también 13 tribunales Judicta- y se hallaba dividido en cuatro secciones: la Gran Cámara, la Cámara Criminal, la Cámara de Instrucción o investigación (En- quétes) y la Cámara de Demandas (JSequetes). Al hacerse más completa la centralización de Riehelieu, surge el funcionario' llamada el intendente, agente directo del rey, designado desde luego por él, y dueño absoluto en las provincias. Al realizar un ligero esbozo de las formas de gobierno de las ciudades, se aprecia que, en líneas generales, eran iguales en todas. Una Asamblea de Notables y otra General, separadas entre sí, tenían cada una, funciones distintas: la primera, de aconsejar a los magistrados municipales, los cuales eran elegidos por la asamblea popular; los cuerpos municipales estaban integrados por un alcalde y por consejeros que formaban su corps de ville. Este sistema de autogobierno fue también adoptado por algunas provincias, pues muchas de ellas tenían sus "Estados" particulares, asambleas integradas por tres eleme,n~ tos: la nobleza, el clero y los burgueses; "las provincias de la antigua Francia, en número de treinta y seis, eran entidades feudales distintas, como los condados Ingleses" (i»2) y llegaron a distinguirse de los demás por la denominación de paya d'Etots (provincias con Estado). A medida que la monarquía se iba afianzando, extendiendo su territorio, sometiendo a los señores feudales, se iban también desarrollando las instituciones y una de ellas, creada por Felipe el Hermoso, tuvo gran importancia: los Estados Generales, cuerpo integrado por notables y algunos burgueses que hizo reunir el rey con el objeto de que afirmaran su autoridad frente al Papa; era la primera vez que aparecía en Francia el "tercer orden de los comunes, que más tarde habría de arrancar su poder al clero y a la nobleza y gobernar por si con el nombre de pueblo". Hay que aclarar no obstante, que los Estados Generales nunca tuvieron carácter de cuerpo legislativo; los tres estados (nobleza, clero y burguesía) deliberaban separadamente; a veces obraban de acuerdo, pero jamás juntos; ni podían hacer más que dar su opinión cuando eran consultados, ni reunirse por propia iniciativa, sino cuando eran convotes en Tolosa, Orenoble, Burdeos, Dijon, Rúan, Aist, Eennes, Pau, Metz, Bonai, Besancon, Trévoux y Naney. (102) "Los Estados provinciales no eran, sin duda, en su origen, otra cosa que consejos feuda- les ordinarios, formados por representantes de todos ios que poseían privilegios corporativos o indlriduates, y cuyo parecer querían oír los duques cados. "Sin embargo, sus reuniones, cuando se efectuaban, contribuyeron a conservar viva una forma útil de self government que, en definitiva, dejaba ver á la nación una libertad real y que, sobre todo, aseguraba el reconocimiento de la nación hacia el Tercer Estado, el pueblo, cuyos miembros más resueltos, los burgueses de la ciudad, representaban realmente la vida política local". Estos Estados Generales se reúnen por primera vez en Francia en 1302 y la última reunión data de 1614, hasta 1789, después de 174 años de inactividad, lapso durante el cual el absolutismo no creyó necesario oír la opinión de sus gobernados, pues su poder era bastante como para no permitir esa intervención, aunque más no sea para compartir la responsabilidad del gobierno en materia de impuestos y finanzas. La evolución institucional de estos estados llega hasta la reunión, por decirlo así, en un solo cuerpo deliberativo de los tres órdenes en que se separaba —nobleza, clero y estado llano— por influencia y presión de este último que consigue transformar el carácter de aquellos para crear así lo que se llamó la Asamblea Nacional, declarando que se convierte en Asamblea activa, hecho que marca la iniciación de la revolución, completada más tarde con la asunción de los poderes legislativos y constituyente y que culmina con la "Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano", dando nacimiento a una Francia nueva. "Las teorías de los literatos, el ejemplo norteamericano, el recuerdo cíe las purgas del Renacimiento, de la Reforma y la Ilustración por el hombre y el porvenir, quedan condensados en forma de declaración y programa. La vida del individuo debía transcurrir en adelante —esta era la general opinión— en una atmósfera segura, santificada, respetada, independiente, den • tro de una totalidad normal racional y naturalmente ordenada. Se creía que sólo por la garantía de la libertad y la autónoma dignidad del individuo alcanzaría la comunidad humana la madurez propia de una existencia fecunda e históricamente responsable" (ios). Sucede a la famosa Declaración de 1789 la primera Constitución de Francia de 1791, garantizándose a la monarquía la sucesión y ¡a intangibilidad, surgiendo así la República con un rey decorativo. "En esta primera constitución se manifestó la voluntad del pueblo, pura y sin mistificaciones, comenzando el verdadero sistema representativo moderno" {i°*). En vez de dos asam- o condes feudales para mayor tranquilidad y me- (103) to? Wentstar" (Wilson, W., op. cií., pág. 219). (104) Arroyo Aldama, J., El sistema canxtitv- Valentín, V., ip. cií., t. 3, pág. 285. bleas crea una, quedando por lo tanto descartado el Senado, y el rey no conserva más que el poder ejecutivo. La enunciación cronológica de las constituciones francesas que siguieron a la primera manifestación de 1791 permite dividir el proceso histórico institucional en varias etapas, comenzando con la abolición de la monarquía hasta el primer Imperio, lapso durante el cual aparecieron varias constituciones: la ya citada del año 1791, la del 24 de junio de 1793 y la de 1795; "las dos primeras —según la opinión de Posada— apenas fueron Derecho positivo vigente, y la tercera había de sufrir los embates que prepararon al Imperio" (i"3). Dice Arroyo Aldama al comentar estas dos últimas constituciones que se advierten profundas diferencias entre ambas. "Si no admite la monarquía admite el principio monárquico bajo la forma de un Directorio ejecutivo de cinco miembros. En la Constitución del 91, en el proyecto de Condorcet y en el Acta Constitucional de Eobespierre, se suprimía el dualismo de las Cámaras, y en ésta del año 95 reaparece. Además, se restringe el voto de los ciudadanos" (10(S). Con la Constitución del 13 de diciembre de 1799 se inicia otra etapa, la del Consulado y el Imperio; esta constitución preparada por Síeyes, fue sometida a la consideración popular, la que se pronunció en forma favorable por la nueva constitución o»?). El Consulado fue evolucionando desde la temporalidad hasta el Consulado de por vida, sirviendo a Napoleón como instrumento para el ejercicio del poder absoluto ( 10S ). Por esta constitución queda suprimido el sistema representativo y "no deja más que una sombra de libertad". El pueblo va abandonando la lucha para mantener sus libertades, buscando afanoso la tranquilidad y el bienestar, creyendo que Bonaparte puede hacer todo para conseguir tales propósitos, permitiéndole que se vaya encumbrando y reformar la Constitución a su voluntad para que le sirva mejor a sus deseos de ser el emperador vitalicio de Francia. Así el Senado-Consulto del 4 de agosto de 1802 y el del 18 de mayo de 1804 convierten finalmente a la Constitución del 1799 en una verdadera constitución imperial; pero tuvo otoña! en las diferentes formas de gobierno, pág. 27, Madrid, 1903. (105) Posada, A.. Tratado de Derecho político, t. 2, pág. 222, Madrid, 1935. (106) Arro5'o AMama, J., op. cit., pág. 41. (107) 3.011.007 en favor y 1.562 votos en contra. (108) "Bonaparte convirtió esta Constitución en Instrumento suyo, del que pensaba servirse, como se sirvió después, para llegar a ser de primer cónsul a emperador de los franceses" (Arroyo Aldama, J., op. cit., pág. 42). vigencia hasta el 2 de abril de 1814 fecha en que el Senado conservador resolvió "la caída de Bonaparte, iniciándose la etapa de la restauración. El Senado declaró que "las leyes constitucionales habían sido violadas por Napoleón", que "el monarca no existe sino en virtud de la Constitución o del pacto social", y que en su consecuencia, "Napoleón Eonaparte era destronado, quedando abolido el derecho hereditario en su familia". Se preparaba un trono para Luis XVIII y la Constitución del 6 de abril de 1814, aparentemente aceptada por el monarca permitió a éste, hábilmente, mediante algunas observaciones en la Carta Constitucional del 4 de junio del mismo año, que apareciera como otorgada por el rey, por lo que no admitió su sometimiento a la consideración popular. Sucede a ésta el Acta adicional a las constituciones del Impelió del 22 de abril de 1815, redactada por Bcnaparte en un nuevo intento de restablecer el imperio, ahogado en Waterloo. En realidad, esta nueva Constitución no contiene nada original, pues es más bien una copia de Carta anterior, aunque debe hacerse notar que comienza a aparecer la institución de los ministros del Estado que con algunas vanantes permanecen en las constituciones cjue se sancionaron después, pero siempre defendiendo los actos del gobierno. El 29 de junio de 1815 aparece la décima segunda constitución francesa, cuyo rasgo distintivo puede hallarse en el intento de restablecer el sufragio universal indirecto; como complemento del acta constitucional aparecen las declaraciones del 2 y 5 de julio, con "los derechos del pueblo francés". Se inicia el régimen de la monarquía liberal doctrinaria con la revolución de 1830 que concluyó con el de las Cartas; así la del 14 de agosto de 1830 "entraña una fórmula según ia cual la Constitución escrita es un pacto entre el rey y la Representación nacional" 0 o »). Un nuevo período se inicia con la revolución de 1848, apareciendo la Constitución de la Eepública Francesa, decretada por ia Asamblea constituyente el 4 de noviembre de 1848; establece el sufragio universal y directo; reduce el poder legislativo a una asamblea única y otorga la.;, funciones de presidente a un ciudadano elegido por un período de cuatro años. Esta Constitución estuvo vigente solamente tres años; el 2 de diciembre de 1851 Luis Napoleón disuelve la Asamblea, siguiendo a este golpe de Estado la elevación del príncipe presidente a emperador, con lo que se inicia el Segundo Imperio, dictándose el 14 de enero de '.852 (109) Posada. A,, op. cit., g. 224. la décima quinta constitución francesa, que estuvo vigente durante 18 años. En ella se establece la concentración de los poderes en el presidente que, por medio de un senado-consulto (7 de noviembre de 1852) se convirtió en emperador hereditario. Luego de varias reformas se convirtió en un sistema imperial parlamentario hasta la invasión alemana y el desastre de Sedán que concluyó con el imperio (4 de setiembre de 1870). Aparece luego un gobierno provisional bajo el nombre de Gobierno de la Defensa Nacional, iniciándose los preparativos para la reunión de la Asamblea Nacional, propósito que se veía obstaculizado por la situación bélica que, luego de firmada la paz con Alemania, se llegó a un acuerdo entre los integrantes de la Asamblea, divididos en varias tendencias, en el establecimiento y conservación de un gobierno, adoptándose el nombre y forma de la Eepública. Pero transcurrieron cuatro años para que se pudiera adoptar una decisión con respecto a la organización del Estado, elaborándose las leyes constitucionales de 1875, las que no podían ser modiñcadas sino por un procedimiento especial, distinguiéndolas de aquellas leyes ordinarias, modificabies por el procedimiento común. Por aquellas leyes constitucionales (del 24 y 25 de febrero y 16 de julio de 1875) se daban en forma sencilla las bases de la organización y funcionamiento del gobierno: elección y facultades del presidente, el establecimiento de la Asamblea Nacional con dos Cámaras, delimitándose sus pode- res y la relación entre ambas y con el presidente. Las leyes ordinarias, por su parte, regulaban la elección de los senadores y diputados y sufrieron varias modificaciones. Posada cita la opinión de Barthélemy, en el sentido de que "la Constitución de 1875 es, de modo general, una transacción entre la República y la Monarquía" "Es tal, añade, que el día en que se hubiera llamado al rey, bastaría modificar el artículo 29 de la ley del 25 de febrero de 1875 diciendo: El jefe del Estado es el rey. La realidad histórica de esta Constitución estriba especialmente en que es la primera vez que el régimen parlamentario se combinó con la República: hasta ella, en efecto, jamás había existido régimen parlamentario sino con monarquía"^»). Según esta Constitución, la Asamblea Nacional es el cuerpo más absolutamente soberano, no obstante lo cual debe reunirse solamente para tratar dos asuntos: la re(110) Posada, A., op. cií., pág. 230. visión de la Constitución y la elección del presidente de la República. El jefe del Poder Ejecutivo dura en sus funciones siete años y, entre las facultades que le otorga la Constitución, figuran la de suspender las Cámaras en todo tiempo —no más de dos veces en el mismo período por un término que no exceda de un mes— y con el consentimiento del Senado, disolver la Cámara, aun antes de que finalice el período de sesiones. Un gabinete integrado por los ministros constituye el elemento que relaciona al presidente con las Cámaras y las funciones políticas del cuerpo constituye el rasgo característico del gobierno en Francia; por lo demás, hay que hacer la distinción entre este gabinete y el Consejo de ministros, aunque ambos estén integrados por las mismas personas. En tanto que el gabinete es un cuerpo netamente político, el Consejo ejerce funciones administrativas, revelándose con ello el doble carácter que tienen los ministros. Estos, como gabinete, representan a las Cámaras y generalmente se eligen de entre sus miembros; tienen la obligación de asistir a las sesiones e intervenir en los debates. Como miembros del Consejo, los ministros están subordinados al presidente y son de derecho miembros del Consejo de Estado, el más alto tribunal de la República en cuestiones administrativas. En conclusión, pueden anotarse algunas consideraciones tendientes a aclarar la situación de los ministros en su doble papel de miembros del Gabinete y del Consejo; éste es un cuerpo reconocido por la ley y no es más que el conjunto de los ministros deliberando sobre cuestiones que atañen a su gestión política; con relación al presidente puede señalarse, por último, que como Consejo son, hasta cierto punto, su creación; como gabinete son en cierto sentido, los amos. Los ministros son nombrados por el presidente, pero debe nombrar a los que estén de acuerdo con la mayoría de las Cámaras; son responsables ante ellas sólo de los actos que ejecuten en el ejercicio de sus funciones; dicha responsabilidad nace de la ley, estando destinada al fracaso cualquier gestión de un ministro que no goce del asentimiento del Parlamento y tan es así que, derrotado en este sentido, sólo le queda el camino de la renuncia. En resumen, "el pueblo francés ha estado un siglo entre la República, el Imperio y la Monarquía batallando y luchando por encontrar su mayor bienestar" (i 11 ). Por su parte, el maestro Bielsa al hacer una apretada síntesis de la evolución ins(111) Arroyo Aldama,,J., op. cií., pág. 54. titucional de Francia a través de sus constituciones, señala que "desde 1791 hasta 1852 tuvo trece constituciones, a saber: la de 1791, monarquía constitucional; la de 1793, democrática representativa (jacobina) ; la de 1795, republicana; la de 1799, consular (triunvirato dictatorial); ¡a de 1802, consular vitalicia; la de 1804, imperial autocráíica, la de 1814, monárquica constitucional; la de 1815, imperial constitucional; la de 1830, semejante a ésta con algunas variantes; la de 1848, republicana democrática; la de 1852, dictatorial por diez años; la de noviembre de ese año, imperial democrática; la de 1860, 13 imperial con tendencia parlamentaria" O ) rigiendo actualmente la constitución que fue sometida al referéndum el 28 de setiembre de 1958. 5. El gobierno en España. Afirman algunos historiadores que, si bien es cierto que el territorio de Sa península ibérica tenía ya moradores en las lejanas épocas prehistóricas, en la transición a la época histórica aparecen los íberos que procedían del Sur. A ellos siguen" los celtas, de características arias, y de cuya unión surge la raza celtíbera, que se gubdivide en varias tribus: cántabros, astures, galaicos, lusitanos, turdetanos, que dan nombre a sus respectivas regiones. Luego de la aparición de fenicios, griegos y cartagineses, llega la dominación romana que se mantiene durante seis siglos, dividiéndose la península en dos partes; con el imperio se crearon tres provincias: Tarraconense, Lusitania y Bélica a las que se agregaron luego otras. Roma deja en España varios elementos sociales, aparte del régimen de gobierno representado por los pretores y luego por el proconsulado; entre estos elementos pueden mencionarse: el idioma latino, el Derecho romano, el régimen municipal, base del gobierno local y la religión cristiana. La caída del Imperio Romano provoca la invasión de los bárbaros a España, penetrando los suevos, alanos y vándalos, que fueron vencidos por los visigodos, cuyo primer rey, Ataúlfo, se instala en Barcelona. Los visigodos constituyeron la monarquía española, de carácter atemperado y electivo, tendiendo a convertirse en hereditaria; ese carácter electivo eraren cierto modo formalista ya que la obtención del poder se efectuaba generalmente en forma violenta, tratándose luego de cumplir con el requisito de la elección, la que no se regía, a pesar de ello, por normas establecidas hasta el VIII Concilio de Toledo, "el cual exigió en el candidato que fuera de buenas costum(112) Bielsa, B., "Cuestiones de actualidad", en lo Ley. t. 88, pág. 826. bres, prohibiendo el trono a los sediciosos. La elección tenía lugar en Toledo o en el lugar donde hubiera muerto eí rey anterior. La aclamación popular, el juramento del monarca obligándose a guardar y cumplir las leyes, y la bendición religiosa, completaban la elección" ("3>. Aparece, pues, esta institución de los concilios que restringieron la autoridad real, como el famoso Concilio IV, canon 75, que establece que los reyes no sentencien por sí solos en causas capitales o de intereses. En cuanto a la elección establece que, "muerto el rey, los obispos y los nobles, de acuerdo, procedieran a elegir sucesor. Con Leovigildo, la monarquía goda adopta el tipo romano y se rodea de gran esplendor" («*). Hay que destacar la importancia que adquirieron como instituciones políticas estos concilios de Toledo, convocados por el rey y a los que asistían, además de los representantes de la nobleza y del clero, los go-; bernadores de provincias, sin que el pueblo] estuviera representado por personaje al-| guno. "Funcionaban estos concilios comoj asambleas eclesiásticas y como órgano legislativo secular. En el primer conceptoj promulgaban cánones en materia de fe y| de disciplina eclesiástica, con intervención < exclusiva de los dignatarios de la Iglesia. En el segundo concepto, daban leyes de carácter secular, que el monarca confirmaba. Este solía entregar un escrito, llamado tomo regio, en el que señalaba los asuntos que sometía a las deliberaciones de la asamblea. "Podían los monarcas dar leyes por si solos, pero procuraban apoyarse en la autoridad y sabiduría de estos concilios, que no sólo fueron para la realeza un sostén, sino también un freno moral, social y religioso" («5) . :; De estos concilios nacieron generalmente j los fueros, como el de León del año 1020, y el Fuero de Compostela de 1114. Le suceden los primeros concilios de la Reconquista, convocados y presididos por el rey. Estos concilios bifurcaron con el.correr del tiempo la consideración de los asuntos, pues poi un lado se realizan concilios para tratar cuestiones exclusivamente eclesiásticas y por otro lado nace una institución que ha de adquirir mucha importancia en la historia española: las Cortes. "Algunas opinan que las Cortes proceden de las curias plenas, ampliación o forma solemne de la curia o consejo real". (113) Eneida-pedia Universal ¡lustrada EsposoCulpe, t. 21, pág. 510. (114) Minguljon y Adrián, 8., Historia del Derecho español, pág. 49, Kd. Labor, Barcelona, 1933. (115) Minguijon y Adrián, S. op. cit., pág..51, Una característica relevante presenta la constitución de las Cortes; los tres elementos integrantes de ellas son el clero, la nobleza y el pueblo que aparece con Ja representación de los consejos. Minguijón y Adrián sostiene que, a pesar de que el rey podía convocar a una o dos de las tres órdenes que integraban las Cortes, no existen verdaderas cortes sin la presencia de los representantes populares, Continúa el autor enumerando las condiciones para que una ciudad o villa tuviera el derecho de enviar representantes a las Cortes, forma de elección de ios procuradores, retribución que percibían, facultades e inmunidades de que gozaban, etcétera ("«). Por su parte el profesor Claudio Sánchez Albornoz, al estudiar las asambleas populares denominadas conventus populi o conventus puUicus, que se reunían —en el período post visigótico— en las plazas con el fin de presenciar la ejecución de sentencias, afirma que tales asambleas fueron reemplazando a la intervención del pueblo en los municipios de tipo romano ( < « ) , Es interesante destacar la distinción que existe entre ios llamados Fueros y las Cartas Pueblas o Cartas de Población. Los primeros son esencialmente pactos que se realizan entre el señor y sus vasallos, aunque aveces impuestos a aquél; constituyen concretamente un cuerpo de legislación para ciudades ya constituidas, teniendo especialmente carácter dé legislación comunal. Las Cartas Pueblas son conjunto de condiciones con que se va a fundar una población, estableciéndose concretamente las ventajas que se ofrecen. De su condición estrictamente ¡ocal y comunal, los Fueros van extendiendo su alcance y así aparecen Fueros para todo un reino, como el Fuero de León (1017 a 1020), señalando el Fuero Real de Alfonso X el instante de mayor importancia en la historia jurídica de Castilla, que reúne en forma más o menos orgánica las principales materias legislativas, "no sólo como reflejo del Derecho romano y del canónico, sino también de la tradición jurídica española". A esta misma época (1254-1255) pertenece también el Espéculo, considerado como un antecedente de las Siete Partidas. De acuerdo con la autorizada opinión del doctor Manuel Ossorio y Florit (us> ai referirse a los fueros españoles y al sistema o (116) Minguijon y Adrián, S., op. cit ..pág9. 88 a 101. (117) Sánchez Albornoz, C., Ruina y estentión del municipio romano en España e instituciones que lo reemplazan, Facultad de Filosofía y Letras, Bs. Aires, 1943. (118) Ossorio y Florit, M.. DEEECHO FOBAL, en esta mismo Enciclopedia, t. 7, pág. 174. Derecho foral que con ellos se forma, "se está aludiendo a ios fueros de Aragón, de Cataluña, de Valencia, de Navarra y de las provincias vascongadas". Volviendo a la organización del gobierno en la época de los visigodos, puede decirse muy poco, dada la inseguridad de los datos históricos que se han recogido. Se cree, no obstante, que la nobleza, integrada por los séniores (que formaban las antiguas asambleas) , los optimates, ios primates, etcétera participaban de las funciones del gobierno, ya que la Curia o Corte del rey estaba integrada por ellos, formando en conjunto el Oficio palatino, cuerpo que intervenía en la legislación, gobierno y elección de ios reyes ("»). Con respecto a la organización administrativa los visigodos mantuvieron la qae habían implantado los romanos, estando las provincias a cargo de u-n gobernador (duque), quien era substituido en caso de necesidad por un funcionario llamado gardingo y sobre el cual existe una duda entre los autores con respecto a su origen y funciones; las ciudades eran gobernadas por condes, con atribuciones especialmente civiles y administrativas y las villas y demás lugares por propósitos o villicos. El régimen municipal también se conservó y en cierto modo quedó asegurado especialmente con el Breviario de Alarico, Con la invasión árabe y la reconquista de España se produce ¡a dualidad de instituciones correspondientes a la España musulmana y a la cristiana. La época que podría denominarse musulmana presenta varios periodos (12í!), que comienza con el emirato (711 a 756); los emires, con funciones de gobernadores generales, dependían de! califato de Damasco, instaurándose luego el emirato independiente, con características de poder unitario, con la única limitación impuesta por (119) "Acerca de tas asambleas políticas entre los visigodos, se discute por los autores. La opinión más moderna y general es la que el antiguo placitum o reunión de todo el pueblo sólo se conservó en las ciudades, desapareciendo el general o de toda la nación por la imposibilidad de reunirlo una vez abandonada la vida de tribu; a este placitum general substituyeron las asambleas de séniores, que Alarico modificó, añadiéndose la representación del episcopado y de los electores provinciales, y que terminaron «Se reunirse con la calda de la dinastía Baltha. En cambio, desde la conversión de Recaredo empiezan a adquirir carácter político los Concilios de Toledo, que llegan a ser asambleas mixtas (religioso-políticas), formadas por el clero y la nobleza y que tuvieron ciertas atribuciones de carácter religioso, así la Iglesia y el clero entran a constituir (como ya lo habían sido el politeísmo y el arrianismo) un elemento político" (Enciclopedia Espasa-Calpe, t. 21, pág. 510). (120) E! emirato (711 a 756), el califato (756 a 1031) y el de los reinos de taifas (1031 a 1492). los preceptos religiosos; la forma monárquica era hereditaria y electiva; el califa designaba su sucesor quien debía ser aceptado por los principales funcionarios del Estado y los jeques de tribus. Las instituciones políticas subordinadas al califa se pueden agrupar en dos órdenes, el espiritual y el temporal. Entre las primeras se encuentran: el presidente o director de la oración pública, el muíti, especie de pretor cuyas decisiones en asuntos privados podían considerarse como verdaderos edictos preteríanos perpetuos, el cadiazgo o institución judicial, el director de ¡.a guerra santa, el jefe de la policía armada, que desempeñaba a veces funciones judicales en materia criminal. Entre ¡as segundas pueden distinguirse la administración central de la provincia, confiada a los ministros que se dividían los asuntos y se relacionaban con el monarca por intermedio de uno de ellos, especie de chambelán; existía asimismo un cuerpo con carácter de Conseio de Estado que asesoraba al califa en ios asuntos graves. En las provincias existia un gobernador, con dependencia directa del califa y tenía bajo su autoridad a los lugartenientes de distritos y a los comandantes de fortaleza; en las ciudades también existía un gobernador y una asamblea de notables. El período que podría llamarse de la España cristiana, se caracteriza por la existencia de diversos reinos independientes que se regían por una legislación local y por costumbres "tan arraigadas en el sentimiento de los respectivos pueblos, que perduraran pese a la unificación de España en tiempos de los Reyes Católicos" (121). Es importante señalar que el poder real de cualquiera de los reinos independientes no era absoluto; no sólo las leyes limitaban la autoridad del rey, sino también las costumbres, A ello se agrega la descentralización del poder en varias jurisdicciones, posibilidad del ejercicio de un poder supremo por parte del monarca. Por lo demás, las decisiones del rey debían ser respaldadas por la aprobación de los nobles y del pueblo para que pudieran tener fuerza de ley. Con la unificación de los reinos españoles consolidada con la toma de Granada (último baluarte de la dominación árabe) y la anexión de Navarra, comienza la etapa que concluirá con el reinado de Felipe II, que instituye un gobierno de características absoluta y personal. "El régimen monárquico, bajo su forma autop.rática y centralizada, fue establecido (121) Gssorio y Florit, M., op. cit., pág. 174. en el hecho por Fernando e Isabel la Católica. Carlos V lo perfeccionó todavía más, y Felipe II le dio fuerza y forma defintiva, que debía conservar en España hasta la extinción de la dinastía de los Habsburgo. Y esta autocracia castellana sirivió de modelo a todas las casas reinantes de Europa" ( m ). El rey absorbe bajo su poder algunas de las facultades que pertenecían a los señores feudales y va ejerciendo las atribuciones que le confiere el patronato en materia religiosa, restringiendo las facultades comunales, anulando en todo lo posible la influencia de las Cortes. "Sin embargo, sería un error creer que la monarquía llevada en esta forma, no encontraba limitación alguna en el ejercicio del poder. En realidad esa autoridad, al parecer absoluta, se estrellaba con una multitud de trabas y restricciones, una multitud de pequeñas influencias locales, que se obstinaban en no abdicar, y que sólo aguardaban la ocasión para recobrar su completa independencia". Los Reyes Católicos organizaron su gobierno creando Consejos (de la Santa Hermandad, de la Inquisición, de las Ordenes Militares y de las Indias) que se sumaron a los otros cuerpos: Consejo de Estado, de Justicia y de Hacienda; este aparato gubernamental fue completado en tiempos de Felipe II por ios Consejos de Castilla, Aragón, Flandes e Italia. En cuanto a las facultades y atribuciones de estos Consejos, es necesario destacar que sóio podían emitir su opinión al ser consultados, siendo el rey el que decidía en defintiva. Posteriormente, en época de los reyes pertenecientes a la casa de Austria, aparecen en el escenario del gobierno unos personajes que fueron denominados válidos o primeros ministros, quienes prácticamente' marón la conducción del país. Con el advenimiento de los Borbones. monarquía española presenta otras características, estudiadas por Luis Bertrán!" "La monarquía española va pareciéndose más y más al prototipo francés, en cuanto ¡a centralización gubernativa se hace más completa a expensas de los privilegios regionales y con la abolición del virreinato. Los validos son reemplazados por ministros regulares, y los consejos y juntas ceden su sitio a verdaderos ministerios". Adolfo Posada al estudiar el Derecho constitucional de España, expone una síntesis cronológica de los acontecimientos y factores que influyeron en las variaciones operadas en el Derecho constitucional español; establece que: "España ha tenido su rao(122) Bertrand, L., Historia de España, trad.de Ernesto Montenegro, pág. 348, Santiago de Chile, 1937. narquía absoluta hasta 1808; sus primeros tanteos de régimen constitucional en Bayona (1808) y en Cádiz (1812) ia restauración del absolutismo (1814), una nueva iniciación del régimen constitucional en 1820, otra reacción absolutista apoyada por una Intervención francesa en 1823, y la implantación del régimen constitucional atenuado en 1834, con la afirmación más franca de este régimen en 1836 y el cual toma luego diversas formas —constituciones de 1837, de 1845 y nonnata de 1856—. En 1868, una revolución antidinástica implantó nuevo régimen constitucional de tendencias democráticas y más netamente representativo, elaborándose la Constitución de 1869, que establece la forma monárquica, eligiéndose rey a Amadeo I de Saboya; como consecuencia de la renuncia de éste, proclamaron las Cortes de República —la primera República— en 1873, que no logró consolidarse. Un movimiento militar —un pronunciamiento— realizó la restauración borbónica (1874-75), entrando en Cortes la Constitución de 1876, vigente hasta que, roto por el rey el pacto constitucional de 1823, quedó aquélla en suspenso, no siendo posible reanudar su vigencia en 1930 —al caer la dictadura—, y realizándose en 1931 un fuerte movimiento de opinión que provocó la proclamación de la Segunda República (abril de 1931), que ordena su legalidad con la Constitución de 9 de noviem. de 1931" (123). 6. El gobierno en Inglaterra. "La historia del gobierno de Inglaterra, como en Alemania, comienza con la política primitiva de las razas teutónicas" (121). En la antigüedad se supone poblada por una raza de "íberos morenos", comerciantes, que vivían en forma primitiva, organizados en clanes y tribus. Las sucesivas invasiones que soportaron las islas fueron dejando un sedimento de cultura, de costumbres que al fin, unido a las peculiaridades de los primitivos habitantes y modelados por nuevas corrientes a través de los siglos, hacen de Inglaterra un pueblo de definida individualidad. Wlnston S. Churchill afirma —refiriéndose a la isla y al pueblo— que "Quienes la habitan, no son insensibles a cualquier desplazamiento de poder, cambio de fe o aún de moda en el continente; pero a cada práctica o doctrina que les viene del exterior, dan su giro y sello peculiar. Una provincia del Imperio Romano, aislada y abandonada en las aguas de la gran convulsión de la edad de las tinieblas; unida de nuevo con la cristiandad y casi arrancada otra vez de ella por el danés, pagano; victoriosa, unida, pero exhausta, rendida casi (123) Posada, A,, op. cií., t. 2, págs. 259 y 280. (124) WlJson, W., op. cií,, pág. 351. sin resistencia al parecer ea la augusta estructura del feudalismo católico, pudo, sin embargo, reaparecer con su individualidad propia. Ni su civilización ni su lengua son del todo latinas ni del todo germánicas. Posee un cuerpo de costumbres que, cualquiera sea su origen en definitiva —derecho popular traído de allende el mar por los daneses y por los sajones antes que ellos, máximas de jurisprudencia civil tomadas de los Códigos romanos— se 2está organizando en un derecho único" O »). A la invasión romana le siguen los nórdicos y anglosajones, llegando luego los daneses y normandos. Las primeras instituciones teutónicas comienzan por ser locales, por tribus; los hombres se gobiernan por familias, siendo la aldea la base de la vida política. De. esta época puede considerarse la primera reunión de los hombres libres —vülage meeting—. Además existía una organización más amplia, ya que las comunidades se hallaban reunidas en centurias, hundred, de la reunión de estas centurias se constituían los pequeños reinos (126) los cuales poseían un Consejo General que se reunía bajo la presidencia del rey; luego esos reinos se redujeron a la categoría de condados y sus folk moots se convirtieron en shire-moots presididos por el sherif como representantes del rey; también en esa asamblea se hallaban presentes la Iglesia por medio de un obispo, el caldorman que representaba a la tribu, integrando asiraís^mo el cuerpo los landowners, propietarios de los condados, el bailio, el sacerdote y cuatro representantes de cada towship, más doce de cada hundred. Aparece también una asamblea de carácter nacional, el Witenagemot, o asamblea de los sabios (127). Entre sus muchas atribuciones, poseía la tan importante prerrogativa de elegir y destronar al rey. "Era el Tribunal Supremo del reino, para los (125) Churchill, W. S., Historia de ínglaterra. y de los pueblos de habla inglesa, pág. 13, Ed, Peuser, Bs. Aires, 1958, (126) "El hunáred, como las unidades más pequeñas del sistema, esto es, las numerosas aldeas, las comunidades locales, tenían su moot o asarnblea, compuesta por el sacerdote, el reeve y cuatro representantes de cada aldea comprendida en los límites territoriales. Por encima de «sta asam- blea estaba el folk-moot" (Wilson, W., op, cií., página 353). (127) No existen datos seguros con respecto a las facultades de este cuerpo, aunque se supone que poseía las mUsmas características de las asambleas a las que reemplazó. Estaba integrado por el rey, sus ministros, altos dignatarios de la Iglesia, nobles, grandes propietarios y demás personajes distinguidos. Se discute si intervinieron en su composición los simples ciudadanos libres; Stubbs no lo niega; Freeman sostiene que al principio no tomaron parte, pero pu«de suponerse que poco a procesos civiles y criminales. Participaba con el rey, en el poder de hacer las leyes, de nombrar funcionarios y determinar los impuestos. Cuando el poder e influjo del rey aumentaron, la cooperación del Witenagemot en materia judicial y legislativa, se hizo cada vez más cosa de mera forma" O 28 ). La conquista llevada a cabo por los normandos, provocó en Gran Bretaña un cambio importante en todas las instituciones políticas, "Jamás la conquista de un país —afirma H. Pirenne— ha sido acompañada de una perturbación tan completa de las instituciones políticas y de toda organización del Estado", con excepción de la conquista del mundo cristiano por los árabes. Teniendo en cuenta la forma de la conquista normanda efectuada por Guillermo, debía éste sostenerse por la fuerza, por lo que necesariamente debía reunir un poder tal que no permitiera la actuación de las asambleas del pueblo; la constitución debía ser, por lo tanto, marcadamente monárquica. "Estaba reservado a un gran vasallo del rey de Francia crear la monarquía más vigorosa de Europa" (12»). Estableció un régimen feudal pero que se diferenciaba notablemente del sistema de Francia, ya que no otorgó a nadie las prerrogativas del régimen, sino que mantuvo bajo su poder toda la propiedad de las tierras del reino, las que distribuyó entre sus principales príncipes normandos, otorgándoles nada más que la tenencia. Hay que señalar, como una característica de la evolución institucional de Inglaterra, que el desenvolvimento se ha ido efectuando en una forma tan imperceptible que es muy difícil establecer exactamente la fecha de una modificación; de todos modos, debe hacerse notar que la evolución sigue el proceso siguiente: el Gran Consejo (nacional) se convierte en Parlamento del reino; los miembros de aquél formaron un Consejo real permanente, del cual se originó laego el Consejo privado moderno y por último el gabinete. Los miembros del Consejo permanente se fueron separando de los otros, desempeñando funciones distintas y creando cuerpos como los tribunales del Exchequer de la Cancillería y del Common Law. El Consejo permanente, compuesto en la época de los normandos por los dos arzobispos de Canterbury y de York, el justicia, el tesorero, el chambelán, el mariscal, el canciller, el senescal, el mayordomo y otros funcionarios, constituían un cuerpo de consulta del rey y era, en cierto modo, una poco algunos fueron invitados a participar en la asamblea. (128) (129) Wilson, W., op. cit,, pág. 354. Sánchez Viamonte, C., op. cit., pag. 353. parte escogida del Consejo Nacional. Sus atribuciones eran extensas y tanto que el rey hacía de él "su agente administrativo, judicial y legislativo". De este Consejo permanente —como queda dicho— se derivó el Consejo privado, que apareció en el reinado de Enrique VI (14221461); resultaba ya un tanto incómodo para el rey poder manejar un cuerpo tan numeroso como el Consejo permanente, por lo que optó por formar uno más reducido, cuyos miembros fueron sacados de aquél, constituyéndose en el principal cuerpo administrativo y de gobierno. Con el correr del tiempo se produce una nueva modificación en el Consejo privado —la tercera redxicción—, apareciendo un cuerpo elegido por el rey que hizo de él su confidente especial, tomando sus miembros del cuerpo general de los consejeros; reuníanse aparte, no en la gran Cámara del Consejo, sino en una pequeña pieza o gabinete («O). Con el advenimiento de Enrique II —el primero de los Platagenet en el trono de Inglaterra— se inicia una etapa de gran evolución de las instituciones políticas y en la legislación, unificando las costumbres que conducen a la formación del Common Law. Creó una monarquía poderosa, suprimiendo casi completamente el sistema feudal, pero pronto sintió la oposición de la nobleza —obligada a pagar impuestos elevados— y de la Iglesia; "a la que impuso las constituciones de Clarendón, mediante las cuales (130) El desenvolvimiento del Gabinete íué descripto por H. D. Traill en Central Government (En- glis Citizen Seríes), págs. 23-25: "1) Primeramente encontramos el gabinete bajo la íorma de una camarilla, pequeña, informe, singular, elegida libremente por el soberano de entre tos miembros del cuerpo más amplio, formado por el Consejo privado, consultado por la Corona. "2) Ese Consejo consultivo toma «1 título especial de Gabinete, pero sin tener situación reconocida, sin reemplazar de una manera permanente al Consejo privado. "3) Guillermo III íorma un ministerio representante, no de varios partidos, sido del dominante en el Estado. Si bien el Gabinete permanece ignorado por la Constitución, llegó a ser, aunque no de derecho, de hecho el único y verdadero Consejo consultivo supremo, la única autoridad consultiva del Estado. "4) Por último, a íínes del siglo XVIII Ja concepción del Gabinete corno cuerpo del Estado, compuesto necesariamente: a) por miembros del Parlamento; b) por los que tienen las mismas ideas políticas y son elegidos en el partido que tiene mayoría en la Cámara de los Comunes; constituye un cuerpo que persigue una política de armonía, bajo una responsabilidad común, que se resuelve en una dimisión colectiva en caso de censura del Parlamento; y, por último, un cuerpo que acepta la subordinación del ministro principal, se inspira definitivamente en las teorías constitucionales modernas". se subordinaba ¡a jurisdicción, eclesiástica al control de los agentes reales". Los sucesores de Enrique II no pudieron mantener el absolutismo real cuya resistencia había sido encabezada especialmente por la Iglesia, Ello produjo como consecuencia la imposición de la Carta Magna. Es interesante detenerse un momento para recoger la opinión de algunos autores, referente a este famoso documento, que signi-. fica una evolución muy importante en la historia de la instituciones inglesas, como también constituye un elemento característico de la fisonomía del gobierno. Henri Pirenne dice: "la fuerza de los señores contra Juan consistió en que expresó las demandas de las clases que se habían unido, y en ese sentido la Carta Magna, que fue obligado a conceder, fue un estatuto nacional. Fue, en realidad, sólo «na expresión de las demandas de aquellas clases a favor de sus libertades, aunque esa misma demanda abrió el camino para obtener más tarde mayores concesiones. Esa fue la vía que condujo al futuro. La historia postuma de la Carta habría de tener una extraordinaria importancia en el desarrollo de la libertad inglesa" O 3 *). Por su parte, Winston Churchill expresa: "Con el rey Juan, entramos en un siglo de experimentos políticos; quienquiera que haya oído desde la niñez hablar de la Carta Magna, que haya leído hace poco del interés y la reverencia con que recibieron en Nueva York una copia de ella y que se ponga ahora a estudiarla, por primera vez, se sentirá acaso un poco desilusionado y coincidirá con el historiador que propuso transformar su titulo llamándola, no Gran Carta de las Libertades, sino la Larga Lista de los Privilegios. .., privilegios de nobleza a expensas del Estado. Esto se debe a que tenemos una idea del derecho completamente diversa de la que abrigaban nuestros antepasados. Nosotros lo vemos como algo que cambia de continuo para hacer frente a circunstancias nuevas; criticamos a un gobierno cuando se tarda en dictar nuevas legislaciones. En la Edad Media las circunstancias cambiaban muy poco; el molde de la ciudad estaba fijado por la costumbre o por decreto divino, y los hombres se imaginaban la ley como un patrón fijo para imponer o determinar los derechos y deberes de todos en caso de injusticia o disputa. "Por lo tanto, la Carta Magna no constituye un instrumento legislativo o constitucional en el sentido moderno. Es una declaración convenida sobre lo que es de- recho, entre el rey y sus barones; y muchas de las cláusulas que nos parecen ínfimas y puramente técnicas, indican los puntos en que el soberano se les había entrometido en los antiguos fueros. Quizá a su vez los barones victoriosos se entrometieron más182de lo justo en los derechos de la Corona" ( ). Más adelante continúa el autor: "Está hecha bajo la forma que se parece a un contrato legal y consta de sesenta y una cláusulas, cada una referente a los pormenores que encarna. Carece enteramente de una amplia declaración de principios del gobierno democrático y de los derechos del hombre. No es una declaración de doctrina constitucional, sino un documento práctico para remediar abusos corrientes del sistema feudal" (i 8 »). Después de la Carta Magna, los autores hacen iniciar en la historia institucional inglesa un período o etapa que abarca hasta la dinastía Tudor. En esta época el Derecho público inglés ofrece relevantes progresos. A comienzos del 1264 eí Parlamento recibe a los comunes, es decir, la participación de representantes de las ciudades y burgos. Bajo el reinado de Eduardo III (1327-1377) el clero menor no aparece ya en la asamblea nacional y los prelados junto eor¡ los barones forman las dos cámaras; se reconoce el principio de la responsabilidad de los ministros, confirmándose otras garantías. En conclusión, al fin del período puede asegurarse que el rey no podía dictar leyes sin e} consentimiento del parlamento y que debía observar las normas legales, de cuyo cumplimiento se responsabilizaba a los ministros. No obstante lo expuesto, quedaban aun al rey importantes facultades: convocaba y disolvía las asambleas, representaba al Estado ante los estados extranjeros, era comandante de las fuerzas militares, ejercía el derecho de gracia, poseía un patrimonio con abundantes entradas, etcétera. Sucede una época de peligro para la Constitución; los gobiernos de Enrique VIII y de Elisabeth fueron arbitrarios, debiéndose hacer notar que durante el gobierno del primero, el parlamento había caído en un período de servilismo, aunque todavía no puede decirse que las instituciones libres hayan sido avasalladas. Las cámaras —en el reinado de Enrique VIII— fueron convocadas para deliberar sobre los negocios más graves, y entre ellos, con respecto al cambio de la religión. Jacobo I pretendió imponer la idea de que las libertades públicas fueran concesiones del príncipe y fue a,poyado por juris- (131) Plreime, H., Histoíre de l'Europe Oes «n- rxtstons nú XVJs, aiécie, p&g. 191. Ed. Alean, Pa- (132) ria, 1936. (1.33) ChuroUU!. W. 8., op. cit., págs. 19 y 20. Cburchtll, W.,"op. cíí., pág. 220. consultos y teólogos, los que intentaran haello se produce como consecuencia de vacer prevalecer el principio a Deo rex; a rege rias causas, entre las cuales se destacan la lex. Contra las arbitrariedades del monarca dificultad del idioma que padecieron los y de sus sucesores se alzaron las protestas sucesores de Guillermo y María, el desarrode los comunes, reivindicando los derechos llo de las riquezas de los terratenientes, etdel pueblo. En 1622 declararon solemnemen- cétera. Se va desarrollando el régimen de te que sólo el parlamento tenía facultades gabinete, que se afirma después con la llepara dictar leyes, tomar las providencias gada de Pitt al poder, para alcanzar su necesarias para evitar los abusos y declarar máxima importancia con la reina Victoria. la, inviolabilidad de los miembros de la CáLa influencia de la aristocracia sobre el mara de los Comunes. Aparece en esta épo- poder público se atempera con la preponca la Petición de Derechos, que constituye derancia que adquieren las otras ciases, coel segundo acto importante dentro del De- menzándose a verificar este proceso con la recho público inglés, proclamándose el prin- reforma electoral de 1832 y continuada con cipio que ningún tributo podía existir, aun las de 1867, 1884 y 1885, coincidiendo con bajo el nombre de benevolencia, como tam- análogas reformas introducidas en las adpoco podría establecerse ningún empréstito ministraciones de los burgos y condados, y sin el consentimiento del parlamento, ni así la preponderancia de la Cámara de los podía estar el ciudadano sujeto a leyes mi- Lores pasó a la clase media y a la Cámara de los Comunes, con tendencia cada vez litares especiales. Después del reinado de Carlos I que in- más popular. tentó gobernar sin el parlamento y restauEl gobierno inglés continuó siendo una rada la monarquía. Carlos II y Jacobo II monarquía hereditaria, pero restringiendo que se sucedieron en el trono defraudaron su poder, comenzando así un tipo de conslas esperanzas en ellos depositadas, olvi- titucionalismo que adquirió una caracterísdando el debido respeto a las instituciones, tica propia con la creación del parlamento lo que provocó el tercer acto fundamental que paulatinamente va absorbiendo todas del Derecho, es decir, la aparición del Habeas las funciones del gobierno. Corpus en 1679, garantía de la libertad perOtra característica del sistema inglés apasonal que protege plenamente al ciudadano rece en el poder ejecutivo, constituido por inglés, que posibilitó, con la revolución de el soberano y el gabinete de ministros. 1688 y el advenimiento al trono de Guiller- "Toda la autoridad real pertenece al gabimo y María de Orange, que apareciera la nete aunque los ministros no sean legalDeclaración de Derechos de 1689. Este do- mente más que los consejeros del soberano, cumento se limita a enunciar los abusos an- y los asuntos se dirigen en su nombre. El teriormente cometidos y formula aquellos verdadero papel del soberano en este sisteque deben ser los principios de la Consti- ma es de un consejero hereditario, distintución; limitando las facultades del rey, guido e influyente, cuya oposición tiene un dispone que éste no podrá por sí dictar le- peso particular merced a la consideración yes ni suspender su aplicación, como tam- elevada de que goza y a la familiaridad que | poco imponer tributos ni efectuar recluta- tiene con los grandes negocios del Estado. ' mientos militares de ciudadanos. No podrá El rey es, de hecho, aunque no en la teoría el rey establecer tribunales especiales, re- legal, un ministro permanente, diferente de conociéndose el derecho de petición, la li- los otros, principalmente por no ser responbertad de elección del parlamento, el libre sable ante el parlamento por sus actos y uso de la palabra en las deliberaciones; se porque, en rigor, es menos poderoso que establecen, además, otras garantías en ma- ellos" (i**). teria judicial y penal. El gobierno local en Inglaterra, extreAparece luego, siguiendo el orden crono- madamente complejo, ha nacido y se deslógico, otro acto fundamental para la Cons- arrolló lentamente, como las otras institutitución inglesa; los estamentos de 1700, es- ciones inglesas. En términos generales puede tableciendo el Parlamento, con respecto a decirse que en casi toda la historia de Inla sucesión de la corona, que en caso de glaterra, exceptuando los períodos primitique los reyes Guillermo y María no tuvie- vos, los condados y ciudades han sido ¡as ran sucesores, debía llamarse a la princesa principales unidades del gobierno local; las Sofía, descendiente de una hija de Jacobo I, parroquias —divisiones de los condados— declarándose al mismo tiempo el principio fueron absorbidas por el régimen feudal de que la corona inglesa debía ser ocupada conservando sólo una pequeña parte de sus por un soberano protestante. atribuciones. En esta época se produce una mutación Los condados, con su influyente juez de en la preponderancia que ejercía el rey so- paz, y sus amplias funciones administratibre los órganos del Estado, influencia que comienza a ser ejercida por la aristocracia; (134) Wllaon, W., op. cit,. pág. 363. vas, son centros de la vida rural inglesa, representando los distintos reíaos sajones de la época de la heptarquía, aunque su forma de gobierno haya variado fundamentalmente quedando pocas huellas de la primitiva, no obstante lo cual puede afirmarse que los actuales órganos descienden de las antiguas instituciones sajonas, 7. El gobierno en Alemania. Desde qwe Luis el Germánico recibió las tierras al oeste del Rhin, como consecuencia del tratado de Verdún que dividió el imperio carolingio, puede referirse, en rigor de verdad, a Alemania. El régimen feudal había hecho posible la subdivisión de la tierra en forma, tal que existían aproximadamente 300 soberanos, los que a su vez dividían aun más sus posesiones para adjudicarlas a sus hijos; el feudalismo germano no se asemejó al de Francia, pues no existía en Germania ninguna población sometida o romanizada. Con el objeto de facilitar la tarea de gobernar, los reyes francos delegaron sus funciones, en cada región, en representantes —los condes o Grafen— que tenían funciones en materia judicial, militar y financiera; pero esta autoridad debía respetar, por su parte, las pretensiones de los príncipes de las provincias y "recoger las reivindicaciones de los propietarios territoriales que reclamaban una jurisdicción especial independiente" (i»»). Así, pues, junto al representante del rey, estaba el propietario territorial, que dio origen a la creación de dos magistraturas, una de oficio y otra de propietario. "El Graf gobernaba en virtud de su cargo, el barón en virtud de sus posesiones territoriales; había señores con privilegios y señores por comisión o encargo". Con el tiempo, ambas magistraturas tendieron a confundirse, produciéndose una transmutación, es decir, que el Graf llegó a señor territorial hereditario y éste logró las funciones de conde o poderes semejantes. Junto a estas jerarquías estaban los más antiguos príncipes de las tribus, con los que se completa el cuadro de los grandes señores. Este estado de cosas permite la generalización del sistema feudal en Alemania, hacia el siglo xm, notándose la presencia, junto con los príncipes, duques y barones, de obispos y abades, que también se habían convertido en grafen y barones. La independencia feudal en Alemania se vio favorecida por la aparición de un funcionario —el margrave o graf de la marca o frontera— encargado de la defensa del reino contra las invasiones enemigas; dado su carácter eminentemente militar, el mar(135) Wllson, W., op. cií., pág. 253. grave debía poseer aptitudes relevantes y estaba dotado de prerrogativas importantes; "era en realidad un dictador en la región mal sometida y mal determinada, que tenía que defender contra todo ataque exterior; se le dejaban todos los territorios que podía conquistar y formar bajo la autoridad nominal del rey. Así se creó al nordeste la Marca de Brandeburgo, que.más tarde había de ser un gran reino, y así fue como la Ostmark establecida por Carlomagno, acabó por constituir el gran estado que se llamó Austria" (ise). A pesar del desmembramiento del imperio que Carlomagno logró reunir, quedó latente el espíritu imperial y tanto es así que una familia de principes sajones, la casa de Franconía primero, y después los Hohenstaufen, intentaron reconstruir el imperio; por último, la casa de Hasburgo consiguió construir un reino en las fronteras meridionales de Alemania, donde la Ostmark se había convertido en Austria. Un proceso notable es necesario destacar: mientras el poder imperial iba decayendo, nacían las ciudades libres —"estados independientes en medio de sus débiles vecinos"—. Estas ciudades se dividían en dos clases, según la subordinación a que estaban sometidas; unas lo estaban directamente al emperador y las otras a algún señor feudal. La relativa libertad de que gozaban las ciudades sometidas al emperador fue convirtiendo a éstas en ciudades libres imperiales hasta que lograron una representación en la Dieta del Imperio. Mientras se afianzaba el poder de Austria en el norte se fortalecía la marca de Brandeburgo, que comprendía a Prusia. En 1640 Federico Guillermo aparecía para hacer de su potencia uno de los elementos políticos dominantes de Europa. Su hijo Federico fue el primer rey de Prusia. Luego de las conquistas napoleónicas y de su creación de la Confederación del Bhin, con el objeto de aislar a los dos grandes estados germánicos —Austria y Prusia— se crea la Confederación Germánica en 1815 con la presidencia de Austria. El gobierno pertenecía a una dieta de embajadores, enviados por los treinta y nueve estados signatarios; pero esta unión no tenía carácter nacional, a pesar de la dominación de Austria, ya que cada estado podía realizar sus propias alianzas, emprender sus guerras, siempre que defendieran contra toda injusticia a ios confederados y a los intereses de la Confederación. En 1848, la mayoría de los estados conceden a sus pueblos el gobisrno constitucional, reuniéndose ese mismo año un parla(188) Wilsoa, W., op. Cít., pág. 255. mentó nacional alemán en Francfort. "En 1850 Prusia recibió de manos de su rey las formas, al menos, de up gobierno liberal con instituciones parlamentarias; esas concesiones que al principio no exan-más que una apariencia, acabaron por servir de base substancial para las libertades populares". En 1868 se produce la ruptura abierta entre Austria y Prusia, quien forma la Confe-. deración alemana del norte, quedando 'Aus- • tria excluida de los asuntos políticos de Alemania. La guerra franco-prusiana de 1870-1871 fue el motivo que despertó el sentimiento de unificación alemán, concretándose en el imperio que se proclamó en el Palacio de Versalles el 18 de enero de 1871. Este imperio constituía un Estado federal compuesto de cuatro reinos, seis grandes ducados, cinco ducados, siete principados, tres ciudades libres y el dominio de AlsaciaLorena, "estando unidos esos países en una gran corporación de Derecho público bajo la presidencia hereditaria del rey de Prusia. Su emperador es su presidente no su monarca" O 37 ). Como emperador ocupa un cargo hereditario; la soberanía no reside en él, sino "en la unión de los príncipes federales alemanes y de las ciudades libres". Es el principal funcionario de una gran corporación política, cuyo objeto es "constituir una unión perpetua, para la protección del reino y asegurar el bienestar del pueblo alemán". Sus facultades son importantes: convoca, abre, suspende y cierra ambas cámaras legislativas, el Bundesrath y el Reichstag; nombra y remueve al canciller imperial; dirige los asuntos extranjeros, manda las fuerzas militares, etcétera. Su poder como emperador está limitado, lo que pone en evidencia el carácter federal del imperio. El órgano central y característico es el Bundesrath o consejo federal —compuesto de embajadores de los estados— que puede considerarse como el sucesor de la antigua dieta de la confederación. "Es una concepción fundamental de la constitución alemana, que el cuerpo formado por los soberanos alemanes y los senados de las tres ciudades libres, considerados en conjunto, es el depositario de la soberanía imperial; el Bundesrath es el órgano de ese cuerpo". Los estados no se encuentran representaLos cuatro reinos son: Prusia. Eaviera, Sajonia y Wurtenberg; ¡os grandes ducados: Badén, Hesse, Mecklenburgo-Schwerin, Sajonia -Welmar, Oldenburgo y Macklenburgo-Strelitz; los ducados: Brunswich, SaJonia-Meiningen, Anhalt, SajonlaCobxirgo y Sajonia-Altemburgo; los principados: Walcleclc-Sippe, Schwarburg, Rudrestad. Schwerzburg-Sondershausen, Beuss-Schleiz, Schaumburg, Sippe y Eetiss-Greiz; las tres ciudades libres: KaÍT.burgo, LubecJc y Brema. dos en este cuerpo en igual forma, sino en proporción a sus respectivos territorios ( 13R ). En cuanto a las funciones de este cuerpo, es posible hacer notar una cierta analogía con el senado romano; en él se depositan todas las funciones que no están especialmente encomendadas a otra autoridad constitucional y es a Ja vez cuerpo legislativo, administrativo y judicial. Con respecto a sus funciones legislativas, preside la formación de las leyes, estableciéndose al efecto el procedimiento para la presentación de proyectos, facultad de iniciativa y sanción por ambas cámaras. "Las funciones administrativas pueden ser resumidas en las palabras inspección o in- * tervención. Revisa los reglamentos administrativos deí imperio, interviene en el nombramiento de los miembros del tribunal de cuentas, del tribunal supremo —el Reichgericht— y de la cámara disciplinaria, como también de otros funcionarios del imperio". Puede declarar culpable a un Estado y decretar las medidas que deberán tomarse; interviene en los conflictos entre estados o entre el gobierno imperial y un estado, cuando se trata de cuestiones de Derecho público". El Bundesrath —como todas las asambleas legislativas— forma en su estructura interna varias comisiones o comités que en este cuerpo son solamente tres las permanentes: la de la Constitución, de AlsaciaLorena y del Orden de los asuntos. Existen también otras ocho comisiones, de las cuales dos las nombra e! emperador (la de ejército de tierra y de fortificaciones y la de marina); cinco las nombra anualmente el mismo cuerpo (la de tarifas e impuestos, de comercio, ferrocarriles, correos y telégrafos, de justicia y de cuentas); la octava -4a más importante— es la de asuntos extranjeros, se compone de representantes de Baviera, de Sajonia y de Wurtenberg, con otros dos miembros elegidos por el Bundesrath. El Reichstag representa a todo el puebla alemán, sobre la base de una cantidad de habitantes por cada miembro, elegido por distrito y por un período de cinco años, Cada año inicia sus sesiones previa convocatoria del emperador; elige un presidente de entre sus miembros y demás autoridades; aunque este, cámara popular debe intervenir necesariamente en la sanción de las leyes, en realidad el que gobierna es el Bundesrath que tiene el derecho de iniciativa y que presta su asentimiento cuando el emperador se propone disolver la cámara (138) Prusia, 17 votos; Bavlera, 6; Sajonia y Wurtenberg, 4 cada «no; Badén y Hesse, 3; MecltlembOTgo-Schwerin y Brunswich, 2; los otros dieciséis Estados, 1 voto cada uno. popular y convocar a nuevas elecciones sí no cuenta en dicha cámara con la mayoría que necesita. "El imperio tiene sos propios órganos administrativos distintos, por medio de los cuales toma, ya por mera vigilancia, ya por acción directa, una parte muy importante y de alta inspección en los asuntos; al frente de esa administración está el canciller imperial, funcionario que no tiene semejante en ningún otro gobierno constitucional" (i»»). Las funciones del canciller lo colocan en una posición destacada en la organización del gobierno, pues se halla entre el emperador y el Reichstag, como si fuera el apoderado responsable de aquél, no reconociendo la Constitución de! imperio más que un solo jefe administrativo, el canciller imperial (>•»<>), Las funciones del canciller con respecto a los Estados pertenecientes al imperio y a la aplicación de las leyes, ofrecen la característica de que no mantiene relaciones directas con los funcionarios administrativos de aquellos, sino con sus respectivos gobiernos, pues el canciller debe vigilar el cumplimiento de las disposiciones legales que se dictan en el imperio. "Cuando obra en calidad de presidente del Bundesrath el canciller no es más que un funcionario prusiano, no es imperial. Kepresenta, no al emperador, porque éste como tal no tiene nada que hacer en el Bundesrath, sino al rey de Prusia". La organización del Imperio alemán, surgido del convenio entre los ¡Estados, dio motivo para discutir la naturaleza jurídica de esta unión de Estados, especialmente al dilucidarse el problema planteado por la doctrina, al indagar si de la unión surgía un nuevo Estado sin anular a los Estados primitivos, o si la Constitución de 1871 creaba un nuevo Estado distinto pero que continuaban siéndolo los Estados que concurrieran a formarlo. "La solución del problema —dice Posada— se contiene en la doctrina del Estado federal, doctrina que se había elaborado especialmente en el proceso histórico de la República norteamericana; lo característico de tal sistema estriba sin duda, en la afirmación de la substantividad del Estado, que se constituye por la unión de Estados que persisten como tales a la vez que son elementos y miembros del Estado fede(139) Wüson, W., op. cit., pág. 270. (140) Los comentaristas alemanes del Derecho público del Imperio ubican al canciller dentro de la organización administrativa en ¡a siguiente forma: 1) canciller; 2) los funcionarios administrativos; 3) los independientes (es decir, los especiales) de Hacienda; y 4) los Judiciales. rai"( !41 ). Más adelante ei autor afirma, luego de algunas consideraciones respecto al estudio jurídico-sociológico del Estado federal y de la Confederación de Estados, trayendo la opinión de varios tratadistas, que: "El Imperio alemán, sin embargo, bajo la Constitución de 1871, no realiza de un modo orgánico el tipo del Estado federal, que entraña y exige un equilibrio de fuerzas concurrentes, de elementos relativamente ponderados. Por otra parte, la existencia del pueblo alemán no aparecía íntegramente recogida en el imperio, ni actuaba en ella el pueblo con acción específica decisiva". Este problema de la naturaleza jurídica del Estado alemán se renueva a través de las sucesivas constituciones que aparecen (de 1871 a 1919S, aunque se advierte una tendencia hacia el centralismo en el periodo de postguerra (1918-19) en detrimento áe ios Lander. Las etapas del proceso constitucional alemán —de acuerdo con Posada— indican claramente las transformaciones operadas en un Estado en formación, proceso que se diferencia del ocurrido en Francia o España, donde se trata de cambios constitucionales en Estados ya formados. La primera etapa comprende desde 1808 a 1814, régimen de la Confederación del Rhin, con marcada influencia francesa; la segunda, de 1815 a 1866, régimen de la Confederación germánica, con predominio de Austria; la tercera etapa, de 1866 a 1871, régimen de la Confederación de Alemania del Norte, durante la cual Prusia desplaza a Austria que queda excluida; la cuarta, de 1871 a 1918. régimen del Imperio, bajo la dirección prusiana y afirmación del sentimiento nacional; la quinta, a partir de 1818, régimen de la Constitución del Reich de 1910 —la República— que llega hasta 1933 año en que se suprime el régimen constitucional en Alemania. 8. El gobierno en Prusia. El estudio de la organización prusiana está íntimamente ligado al de Alemania, por la razón de que el rey de Prusia era el emperador, y Prusia el Estado director y eje del imperio, ofreciendo una avanzada organización administrativa. La evolución institucional puede considerarse desde la época en que sólo constituía la marca de Brandeburgo, donde la influencia cada vez más poderosa del Gran Elector, impone la centralización fácilmente en las ciudades, pero no sin esfuerzo en las provincias, donde se debió dominar los privilegios locales. (141) Posada, A., Tratado de Derecha politia t. 1, pág. 237. Antes de 1917 el gobierno era una mo- 1) la provincia; 2) el distrito de gobierno; narquía constitucional hereditaria; rey- 3) el círculo (Kreis) o condado; 4) el muemperador inviolable e irresponsable, no nicipio rural y el urbano. En las provincias obstante lo cual, para los actos de gobierno existían dos clases de órganos de gobierno: necesitaba el asentimiento de sus ministros. uno representaba al Estado y el otro a la Las íunciones legislativas estaban ejerci- provincia y su self government; el primero das por el Landtag compuesto por dos Cá- de los órganos está integrado por un Premaras, una Alta (Herrenhaus) (i«) y otra sidente Superior y un Provinzialrath. El de diputados (Abgerdnetenhaus). La Cáma- Presidente Superitar entiende en las cuesra de los señores se componía de los miem- tiones que interesan al imperio, como las bros que solamente el rey nombraba, con que conciernen a las instituciones públicas, derecho hereditario o vitalicio. La orde- obras y servicios públicos, como también le nanza real del 12 de octubre de 1854 desig- corresponde la vigilancia de la administranó primeramente a los príncipes de la casa ción del distrito y tiene jurisdicción en los real y después distinguió los miembros he- conflictos entre las administraciones de disreditarios de los vitalicios. En total, compo- trito, o entre éstos y los funcionarios encarnían esta Cámara 300 miembros, de los gados de misiones especiales. cuales una tercera parte pertenecía a la El Provinzialrath o Consejo administratiaristocracia. vo se compone del presidente, de un funcioLa Cámara de Diputados que fue aumen- nario profesional civil nombrado por el mitando el número de sus miembros de 350 nistro del Interior y de cinco miembros elehasta 443, en virtud de una ley de 1906, es- gidos por el comité provincial. Es necesaria taba integrada por diputados elegidos por la aprobación del cuerpo de toda ordenanza votación indirecta y duraban cinco años en expedida por el Presidente Superior. sus funciones. Los órganos que representan a la provinAmbas ramas del Landtag monárquico cia y el self government son: el Landtag eran convocadas por el rey en forma simul- provincial, el Comité provincial y el Landtánea, y tenía asimismo facultad para di- eshautmann o Landesdirktor, El Landtag solverlas, pero luego debía convocar a nue- provincial o cuerpo legislativo está integravas elecciones. Las Cámaras dictaban sus do por representantes elegidos.en los círcupropios reglamentos, decidían de la validez los o comités por las Dietas de estos círculos, de la elección de sus miembros, establecían en cuanto al self government, "la provin el orden de labor y elegían sus propias au- cía es una unión de círculos y no de distritoridades; las sesiones eran públicas y la tos; las facultades del Landtag se refieren votación de los miembros no estaba sujeta a la distribución de los impuestos, al exaa ningún mandato imperativo, gozando de men del presupuesto, a la administración las inmunidades y privilegios que se cono- de la propiedad provincial y a la elección cen en el derecho parlamentario moderno. de ciertos funcionarios. El Landtag elige En conclusión, pueden destacarse "dos ca- el comité provincial y el Landeshauptmann, racterísticas de la antigua Cámara de Dique son los órganos ejecutivos del self goputados prusiana: a) que no procedía del vernment provincial. El Landeshauptmann voto directo; b) que como base de su or- y el comité tienen, entre si relaciones análoganización electoral aceptaba no la distri- gas a las que existen entre el Presidente bución en distrito de población, sino en cla- Superior y el Provinzialrath, o entre el ses para los electores primarios". Prefecto francés y su Consejo de prefectura; La Constitución de noviembre de 1920 que el Landeshauptmann es el órgano ejecutivo,! derogó la de 1850, introdujo modificaciones él Comité consultivo de la self administraimportantes, adoptándose la forma de go- ción local, aunque en realidad, dirige muy bierno republicana, ejerciendo la Dieta el a menudo los actos de aquel" (ws). poder legislativo, con el nombre de Landtag, Existen, además, Distritos de Gobierno, creándose un Consejo de Estado, el Staats- pero que rio tienen órganos de self governrat, elegido por las asambleas .de provincias. mennt; son meras divisiones administratiLos miembros de la Dieta eran elegidos por vas del Estado y cuyos funcionarios forman el voto secreto y directo y duraban cuatro lo que se denomina la Administración —Reaños en sus funciones. El Consejo de Estado, gierung—; encargados de atender los asunpor su parte, tenía como función aconse- tos que son de la competencia de los minisjar a la Dieta y controlar las disposiciones terios del Interior, de Hacienda, de Comerque dictara, pudiendo rechazarlas. cio, de Otaras Públicas, de Agricultura, de La organización, del gobierno local era Cultos y de Enseñanza y de Guerra. El Comité de Distrito —Bezirksausschuss— compleja y presentaba el siguiente cuadro: Integrado por dos miembros profesionales Recibió este nombre por ía ley del 30 de mayo de 1855. (143) Wílson, W., op. di., pág. 286. nombrados por el rey en forma vitalicia y 1803 reformó la Constitución y aumentó & por cuatro miembros elegidos por el comité 19 el número de los cantones, que luego provincial, es el tribunal administrativo del llegaron a 22 con los .distritos que se habían distrito por lo que sus funciones judiciales anexado a Francia, anulándose el sistema son importantes. establecido por Napoleón; sin embargo, hasPor último, es interesante destacar, den» ta 1848 no se estableció la constitución sotro de la organización del sistema del selí bre sus bases actuales, consolidándose en government, que todo este sistema descansa 1874 al adquirir la constitución la forma sobre una estructura denominada de Círcu- que actualmente tiene, en cuanto a sus lo con. su Landrath y su Dieta, cuerpo este principios fundamentales. último que representa a los grupos de inteLa Constitución suiza se estructuró tereses y basado en las relaciones económicas niendo como base firme el sistema federal y sociales del pueblo; la representación de de gobierno, declarando que "la Constitula Dieta es de dos clases: la de la ciudad ción suisa ha adoptado la Constitución siy del campo, que comprende esta última guiente con el objeto de establecer una dos categorías: la de los municipios rurales unión —Bund— entre los confederados y y la de los grandes propietarios. conservar y aumentar la unidad, el poder "La Dieta del Círculo nombra el Landrath, y el honor de la nación suiza"; habla de elige los Comités de Círculo y en unión con Confederación que supone realizada por el las Dietas de los otros Círculos de la pro- pueblo de los veintidós cantones suburbavincia eligen el Landtag provincial; éste, a nos y declara que "los cantones son soberasu vez, elige el Landeshauptmann y el Co- nos mientras su soberanía no esté limitada mité provincial que elige cinco de los siete por la Constitución federal, y ejercen, comiembros del Provinzialrath y cuatro de mo tales, todos los derechos que no pertelos seis del Comité de Distrito. Cada Comité necen al poder federal". provincial elige, por término medio, dos Pero la organización federal de Suiza no Comités de Distrito. Sólo en un sentido muy puede comprenderse si no se llega hasta las restringido puede llamarse a esto una in- instituciones políticas cantonales, para estervención popular en los asuntos locales. tudiar su estructura y su funcionamiento, El pueblo está muy distante del Comité de ya que el gobierno federal presenta analoDistrito" (!«). gías con los gobiernos locales en muchos 9. El gobierno en Suiza. Puede decirse aspectos. "Hay una gran variedad de orgaque el régimen feudal en las ciudades y nizaciones de gobierno en los cantones. comarcas que luego formaron Suiza, estuvo Cada cantón tiene su propia historia partivigente hasta el siglo xiv, ya que en 1309 cular, y en una cierta medida ha elaborado comenzaron a producirse los acontecimien- su propio método político. Pero hay un puntos que debían crear el país actual; los to en el cual reina una perfecta uniformicantones de Schwyz, Uri y de Unterwalden, dad: el Legislativo de cada cantón consiste consiguieron sus respectivas independen- en una sola cámara. Las dos Cámaras del cias, concedidas por el emperador Enri- Legislativo federal han sido hechas según • que VII. Estos tres cantones están conside- un modelo extranjero, no según el suizo. rados como los fundadores de la Confedera- En Uri, en Unterwalden, Glavis y Appenzall ción, aunque debieron pasar varios siglos un cuerpo legislativo singular es la Landsantes de que el desarrollo se completara, gemeinde, la Asamblea libre de todos los puesto que dos elementos distintos forma- ciudadanos con voto, la asamblea legislatiban parte, en último análisis, de diciía Con- va; pero en los otros cantones la asamblea federación: ciudades libres, fuertes y aris- legislativa es representativa. Sus representocráticas y democracias tranquilas de gen- tantes son elegidos por el voto popular dites rurales. Necesariamente tenía que pasar recto en todos los cantones, y así en casi mucho tiempo antes que los peligros y los todos en votación secreta" (no), intereses comunes pudieran impulsar a En la mayoría de los cantones la asamcantones activos como Berna y a ciudades blea legislativa se llama el Oran Consejo, aristocráticas como Ginebra, a entrar ea cuyas funciones son muy características en relaciones cordiales con los tres cantones la organización suiza, pues además de las fundadores, proceso de unificación que se funciones legislativas específicas, eligen funva produciendo lentamente. cionarios administrativos y cumplen tareas En 1515 se amplió la Confederación, que de vigilancia de los negocios públicos. quedó integrada por trece cantones; la doCon respecto al Poder Ejecutivo hay que minación francesa se mantuvo por un lapso destacar el rasgo de la colegialidad, euyos de siglo y medio, hasta que en 1789 se for- integrantes son elegidos, en algunos cantomó la República Helvética. Napoleón en nes, directamente por el pueblo o por la (144) Wilson, W., op, cít., pég, aso. (145) WÜ80H, W., op. Cit,, pág. 302. asamblea legislativa, en otros; sus miembros participan en la elaboración de las le- yes y en el debate del Gran Consejo. En la mayoría de los cantones se considera a este cuerpo casi como un Consejo de Administración. L? participación del pueblo en la acción le*g. -.tiva se realiza en forma evidente, no obstante que esa facultad la haya delegado en asambleas representativas; esto puede hallar explicación por la densidad demográfica que presenta el país y la inclinación propia de los ciudadanos de interesarse vivamente por ¡os negocios públicos, ejercicio de prácticas democráticas que se ponen en acción mediante instituciones peculiares como el veto, el referéndum y la iniciativa, en las que el ciudadano con derecho a voto debe participar en forma voluntaria o por imposición legal. Sin duda alguna resultará interesante hacer algunos breves comentarios acerca de estas instituciones suizas que, en mayor o menor grado han adoptado algunos países. El veto popular puede ser ejercido contra una disposición, dentro de los treinta días de ser ésta promulgada, a pedido de una cierta cantidad de ciudadanos (cincuenta, en algunos cantones); "sin embargo la ley sólo se rechaza cuando la mayoría real de todos los electores inscriptos se hubiera decidido en contra de ella. Los que no votan se consideran favorables a. la ley" (»o). La iniciativa en Suiza representa en forma más pronunciada el derecho de petición consagrado en casi todas las constituciones democráticas y fue adoptado este derecho por primera vez en el cantón147 de Vaud, por su constitución del año 1845 í ) y consiste, dentro del Derecho constitucional suizo, en la facultad que puede ejercer el ciudadano de promover una reforma legislativa o constitucional, o en general, una medida de gobierno i"»), para Duguit la iniciativa "es el derecho de proponer resoluciones y de hacer que se voten, transferido de la Asamblea ordinaria al cuerpo electoral en general". Este derecho <Je iniciativa está consagrado en los artículos 120 y 121 de la Constitución federal suiza 49 de 1874, reformada el 5 de juli'n de 1881 O ). Se ha usado muy (148) El subrayado es nuestro. (147) Sánchez Viamonte, O., El Poder constituyente, pág, 113, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1957. (148) Posada, A., op..tít., t. 2, pág .451. (149) Según el art. 120, "cuando una sección de la Asamblea federal decreta 3a revisión de la Constitución federal y la otra no consiente en ello, o bien cuando §0.000 ciudadanos suizas, con voto, piden la revisión, la- cuestión de saber si la Constitución suiza debe ser revisada, será sometida, en xino y otro casa, a la votación del pueblo suiaio, por sí o por no..." El art. 121 dispone que "la re- poco en la práctica, ya que esta institución ha quedado en parte substituida por el re- feréndum. "Allí donde se ha empleado no ha producido ningún progreso ni mayor luz; ha inducido a hacer experiencias de dudoso resultado, más que una legislación útil. En los dos grandes cantones de Zurich y de Berna, los más poblados e influyentes de la Confederación, ha servido para abolir la vacuna obligatoria" («o). El referéndum consiste en la facultad que tienen los ciudadanos de aprobar o rechazar las leyes que se dicten («i). Dice Posada que "el referéndum es una de las formas históricas de la intervención directa del cuerpo electoral —representación del p*ueblo no el Pueblo mismo— en la sanción de las leyes o en determinadas manifestaciones del gobierno. Más Pueblo es la Landsgemeinde y, sin embargo, no es el pueblo: el referéndum no elabora la ley; es medio de expresión de la opinión pública, pero con eficacia limitada como de veto o sanción" (W}. Puede hacerse una clasificación del referéndum en facultativo y obligatorio, general y particular, constitucional y legislativo; Hauriou admite la clasificación de los referéndum administrativos y financieros, qae se usan en algunos estados de Norteamérica, el consultivo, el de veto y el de ratificación. Es necesario hacer algunas referencias al gobierno local que funciona en los cantones; se basa en dos divisiones: el Distrito y el Municipio. Una de las funciones ejecutivas del primero (vigilancia de policía y ejecución de las leyes cantonales) la ejerce un solo funcionarlo, elegido por el pueblo del Distrito y nombrado por uno de los Consejos centrales del cantón, la asamblea legislativa o el Consejo administrativo; "en algunos cantones hay asociado a él un Consejo de Distrito o de Condado". El Municipio —Qemeinde— tiene como especial característica su amplia facultad de determinación y es por decirlo así, "la familia política central de Suiza". Ejerce las funciones de policía dentro de su territorio, actuando en la atención de ios negocios de la comuna por medio de una asam•vísión párelas debe tener lugar, sea por Iniciativa popular, sea según las formas establecidas por la legislación federal. La iniciativa popular consiste ea una demanda presentada por 80.000 ciudadanos suizos con voto, reclamando la adopción de im nuevo articulo constitucional, o la derogación o modificación de determinados artículos de la Constitución vigente". (150) Wilson, W., op. cit., pág. 306. (161) "El término referéndum proviene del siglo XVI, y contiene una reminiscencia de los comienzos estrictamente federales del gobierno de Jos cantones actuales de la Confederación: Graubtinden y Valaís" (Wilson, W., op. ctt., pág. 307. (152) Posada, A., op. cit., t, 2, págs. 452 y 453. blea de todos los ciudadanos; es además una subdivisión electoral: En la organización del gobierno federal suizo se hace evidente la influencia cantonal en la característica que presenta el Poder Ejecutivo colegiado, ya que pertenece a un Consejo, compuesto de siete miembros elegidos por tres años y dirigido por un presidente y un vicepresidente, designados por la asamblea federal por el término de un año. "La preeminencia del Presidente del Consejo es puramente formal; no es en manera alguna jefe del Ejecutivo. Representa al Consejo cuando recibe los representantes de las naciones extranjeras" («">»). Este Consejo tiene ias características de un gabinete ministerial y, aunque el propósito de la Constitución consistía en que el Consejo reunido realizara toda la tarea ejecutiva, en la práctica resultó imposible, por lo que se crearon departamentos, estando cada miembro del Consejo al frente de «no de ellos. Resulta un poco confusa la distinción de las funciones ejecutivas, legislativas y judiciales en Suiza, ya que el Consejo ejecutivo central posee atribuciones de carácter legislativo y judicial. Puede presentar a las Cámaras proyectos de leyes, como también opina sobre las que son enviadas por éstas o por los cantones; en materia económica y financiera presenta el presupuesto de la Confederación y dirige ¡os debates sobre leyes financieras. En ejercicio de sus facultades judiciales, puede examinar los acuerdos concertados entre ios cantones o los efectuados con Estados extranjeros y "de obrar como juez acerca de su conformidad con la ley fundamental federal". Sus funciones estrictamente ejecutivas son las siguientes, entre otras: nombra los funcionarios cuya designación nc esté regida por otro procedimiento; inspecciona la hacienda pública; dirige las relaciones exteriores; hace ejecutar las sentencias del tribunal federal; puede llamar ciudadanos para el servicio militar, ejerciendo esta facultad en forma restringida. El Poder Legislativo federal lo <ferce la Asamblea compuesta por dos Cámaras, el Consejo Nacional y el Consejo de Estado; el primero, que es la Cámara popular, está integrado por representantes de los cincuenta y dos distritos federales electorales; el Consejo de Estado lo componen dos representantes de cada cantón. En rigor de verdad puede decirse que el Poder Legislativo constituye el órgano de más importancia de la Confederación y, aunque resulta difícil clasificar las funciones de las Cámaras, (153) Wilson, W., op. oit., pág. 320. puede intentarse una agrupación de ellas, de acuerdo con ia adoptada por W. Wilson: 1) ejercen la soberanía de la Confederación en sus relaciones con los Estados extranjeros; 2) mantienen la autoridad federal frente a los cantones; 3) velan por el cumplimiento de ia Constitución federal; 4) votan el presupuesto y realizan la gestión económica-financiera; 5) organizan el servicio federal; creando departamentos, nombrando funcionarios, etcétera; 6) vigilan la acción federal administrativa y judicial;' 7) junto con el pueblo revisan la Constitución. Para completar el cuadro de organización del gobierno federal debe mencionarse asimismo a la administración de justicia, teniendo ios cantones amplia libertad para organizar sus respectivos tribunales, aunque hay que hacer notar que existe una cierta uniformidad en la organización de la justicia cantonal, existiendo dos tribunales: el de Distrito y un Tribunal Superior cantonal, como tribunal de apelación. En el orden federal funciona un Tribunal Federal —creado por la Constitución de 1848— compuesto por nueve miembros elegidos por la Asamblea federal y duran tres años en sus funciones. Su jurisdicción se extiende al conocimiento de numerosos asuntos, como las cuestiones que se suscitan entre cantones (contratos, límites, conflictos de autoridades, extradición, etc.); los procesos relativos a los derechos constitucionales de los ciudadanos, etcétera. "Se estima que el campo propio y natural del Tribunal federal en Suiza abarca la defensa del pueblo y de los ciudadanos, contra los abusos del poder, provengan éstos de las autoridades federales o de las cantonales". Conoce también en los conflictos referentes a la ciudadanía entre municipios o entre cantones, "porque la ciudadanía de Suiza es, ante todo, municipal. El municipio es, por decirlo así, la unidad base, cuando de ciudadanos se trate, y sólo teniendo la ciudadanía J M municipal se puede tener la cantonal" ( ). 10. El gobierno de Austria-Hungría. La monarquía austro-húngara, integrada por la reunión de elementos étnicos a través de un largo proceso histórico, no puede considerarse una unidad desde el punto de vista territorial y legal, sino "la unión real de dos Estados constitucional 55 y administrativamente independientes" (* ). (154) Wilsón, W., op. cit., pág. 322. (155) "La Constitución no reconocía nada más que ia unión de Austria y Hungría. Bohemia, a pesar de su individualidad tan especial, no obstante la historia tan hermosa de su 'independencia, fue absorbido por Austria; Jos magiares de Hungría fueron los únicos, entre todas las razas que íor- Después de haber regido la unidad política alemana hasta 1866, Austria se decidió a reunir la monarquía doble con Hungría. El país magiar, por su parte, luego de haber soportado la invasión de los bárbaros y consolidar su monarquía hasta la caída en manos turcas, pasó al poder de los Habsburgo, apoderándose así Austria en forma permanente de Hungría; pero, el pueblo magiar —como lo afirma W. Wilson— no obstante ser vencido en las luchas militares, se había asegurado en la monarquía doble, un lugar destacado. "Por más que Hungría haya sido durante largo tiempo un país donde sólo el noble era ciudadano, ha sido un país de libertad política, durante casi el mismo tiempo que Inglaterra misma. Los nobles de Hungría recibieron de su rey Andrés II, en 1222, una Bula de.. Oro que era una verdadera Carta Magna" (w«); limitaba el servicio militar, regulizaba los impuestos, garantizaba a los nobles el juicio de sus pares, etcétera. La Constitución de 1867 organizó políticamente la doble monarquía de AustriaHungría en forma más o menos liberal, teniendo el derecho constitucional como base fundamental los privilegios que otorgaba la Corona,; tal derecho agrupaba las normas legales siguientes: 1) la pragmática de 1713, "que fue fornmlmente adoptada por la representación de los Estados húngaros", y las leyes comunes a Austria y a Hungría, votadas en 1867, que establecen las relaciones entre los dos reinos, y organizan la administración de los asuntos comunes; 2) el derecho constitucional de Austria, compuesto por decretos reales, "diplomas", etcétera, y entre los cuales se encuentran cinco leyes de diciembre de 1887; 3) el derecho constitucional de Hungría se basa en la "Bula de Ora" de Andrés II, relativa a los privilegios y a la organización de los poderes del gobierno; existen, además, otras leyes sobre la responsabilidad ministerial, reuniones del Keichstag, etcétera. El gobierno está encabezado por el emperador que además ostenta los títulos de rey de Bohemia y rey "apostólico" de Hunmaron el imperio heteogéneo de los Habsburgo, que han conseguido para si; reino tina situación de igualdad al lado de Austria" (Wilson, W,, op. cít., pág. 327). (156) "Los nobles hicieron también reconocer su derecho a ser personalmente convocados al Reichstag nacional, firmes sobre estos privilegios, pudieron vencer durante largo tiempo hasta el absolutismo de los' monarcas de Austria. Fernando I no logró el trono de Hungría sino después de haber aceptado su Constitución: solo después de cien años fue cuando la corona se hteo hereditaria en la casa de Austria, y sólo desde 1887 fue cuando el antiguo derecho de resistencia armada dejó de tener su base en la ley" (Wilson, W., op. cit., pág. 328). gría. Sus facultades le permiten hacer las leyes que las legislaturas aprueban y, aunque la ley limita sus extensas facultades, el desenvolvimiento histórico del derecho constitucional ha puesto en evidencia que esas limitaciones a las facultades imperiales sólo eran las que el monarca accedía a establecer. Secundaban al rey tres ministros y un Tribunal de Cuentas: el Ministerio de Negocios Extranjeros, el de Guerra y el de Hacienda, que se ocupaban de sus funciones peculiares, todo bajo la dirección del emperador. El rasgo característico de la organización de] gobierno es la existencia de una institución denominada Delegaciones, una de Austria y la otra de Hungría, que constituyen comités de las respectivas Asambleas legislativas, compuesta cada una de sesenta miembros, considerándose cada Delegación representante del reino de donde proviene; actúa como cuerpo independiente; se reúnen y obran separadamente y examinan cada una el presupuesto de la administración común, el derecho de interpelar, el de iniciativa, etcétera, haciéndose notar que sus atribuciones son concurrentes, no conjuntas (157). El Poder Ejecutivo —como ya se ha expresado— pertenece al emperador, quien ejerce también todos los poderes que legalmente no hayan sido confiados a otros; dirige la administración, nombra los miembros vitalicios de la Cámara Alta; pero debe actuar en asuntos administrativos a través de sus ministros, y en la legislación, por el Parlamento. "La firma de los ministros se ha hecho necesaria por la ley para la valiC-ez de sus actos y el consentimiento del Reichstag, es indispensable para la determinación de la política y del contenido de toda la legislación". El Ministerio, integrado por un ministro presidente y por ocho jefes de departamento (158), tiene como función: actuar como consejero del emperador, presentar en su nombre proyectos al Reichstag, y asistir a las Cámaras para defender la política del Ejecutivo. Con respecto a las legislaturas nacional y provinciales hay que hacer notar que el cuerpo nacional es el Reichstag y existe ea cada una de las diesiciete provincias un (157) Sin embargo, hay atribuciones que son ejercidas en. forma conjunta; si después de un triple cambio de resoluciones no se ha llegado a un acuerdo entre las dos Cámaras, se realiza una reunión de ambas para que, mediante una votación (sin debate), se encuentre la solución al problema planteado. (158) Los departamentos son: Interior, Defensa Nacional, Religión y Educación, Comercio, Agricultura, Hacienda, Justicia y Ferrocarriles. Landtag, El cuerpo nacional es bicameral, pues se compone de una Cámara de señores y .otra de representantes. "A la Cámara de señores van los príncipes de sangre real que han llegado a la mayoría de edad y ciertos obispos, nobles de alto rango, que han adquirido hereditariamente asiento en la Cámara, y ¡os miembros vitalicios que el emperador quiera nombrar, en reconocimiento de especiales servicios al Estado, a la Iglesia, a la ciencia o al arte, A la otra Cámara asisten los representantes nombrados por cinco clases de electores: los grandes propietarios territoriales, las ciudades y mercados, las cámaras de comercio, ios municipios rurales y una quinta clase general, que comprende, en substancia, a todos los hombres que no pertenezcan al servicio doméstico" (i&»). En el gobierno local aparecen el Landtag como órgano principal unicameral, el stafcthalter o Landespraesident cuyos poderes son muy amplios, y en el interior de la provincia existen distritos o círculos y municipios. Por último, hay que destacar que en la organización del gobierno de Hungría, aparece la Dieta —Országgyüles— compuesta por una Tabla de representantes y otra da magnates; en ésta figuran los dignatarios de la Iglesia, los pares hereditarios que pa- . gan una contribución anual de 3.000 francos, otros vitalicios nombrados por el rey, etcétera; la Tabla de representantes se compone de miembros elegidos por el voto directo (i««). El gobierno .Soca! de Hungría está dividido en condados, ciudades y municipios. En cada distrito —excepto el municipio— hay un presidente que representa al gobierno central; en todos hay un comité administrativo que constituye la representación ejecutiva del cuerpo local, y una asamblea, en parte representativa, en parte primaria —porque los mayores contribuyentes asisten a ella— encargada de la dirección general de los asuntos. 11, El gobierno en Suecia-Noruega. El proceso de unificación de la doble monarquía de Suecia-Noruega comienza muy atrás en el tiempo, desde la época de los daneses, aunque de la vicia de la antigüedad sólo existen —en el caso de Suecia— los relatos consignados en las sagas. Como todos los países, especialmente germanos, Suecia y Noruega comenzaron por estar divididos en varias partes, unidas entre sí por débiles lazos, iiasta que graduai(159) Wilson, W., op. cit., pág. 334. (180) Ordinariamente el número de sus miembros es de 413, pues 40 representantes son de Croacia-Eslavonia, que votan solamente en las cuesMon«s nacionales que se relacionan con su provincia. mente fue consolidándose la unión que se concretó en los reinos, proceso que cristalizaron los matrimonios reales y las luchas. "A veces los matrimonios o las intrigas colocaron a Suecia y a Noruega bajo un mismo monarca; a veces también el poder danés se extendió a la península escandinava; y la casa de Dinamarca tuvo una1 6parte en la distribución de la autoridad" ( 3 ). En 1327 se decretó en Kalmar (Suecia) la unión de ios tres reinos: Suecia, Noruega y Dinamarca, como resultado de la reunión del Consejo Mixto integrado por diputados de los tres reinos y como consecuencia directa del matrimonio del rey de Suecia y Noruega con Margarita, de Dinamarca; se convino el reconocimiento de un rey común, la forma de la sucesión y la condición que cada reino conservaría sus leyes y sus instituciones. Esta unión duró hasta 1523 en que Suecia logró separarse en forma definitiva, guiada por Gustavo Erikson o Gustavo Wasa, de cuya familia real descendió eí famoso caudillo Gustavo Adolfo, "la heroica figura de la guerra de los Treinta años"; puede decirse que cor. él se inicia la historia nacional de Suecia. La Constitución sueca, durante el largo período que llega hasta 1818, "pasó por una serie muy curiosa de oscilaciones, con tendencias unas a la supremacía del monarca y otras a las del Consejo real. Según que el influjo personal del rey era grande o pequeño, el poder real aumentaba o disminuía". Para completar el cuadro de ¡a organización, del gobierno, se establecían junto al rey un Consejo de nobles y una Asamblea de los Kstadcs, llamada Riksdag, integrada por los nobles, los burgueses, el clero y los paisanos. En el transcurso de doscientos años las influencias van cambiando la fisonomía del Derecho constitucionaí. La política de Gustavo Adolfo (1611-1632) consigue que cada orden que compone el Riksdag obre en forma separada y luego, con la política de Carlos XI (1872-1697) el poder real ¡lega a hacerse absoluto, sucediéndose las oscilaciones hasta eí cambio operado en 1814, en que la Convención de Mesa y el Congreso de Viena separaron a Noruega de Dinamarca y la unieron a Suecia. Con el propósito de señalar algunos rasgos interesantes dei Derecho constitucional de Suecia y Noruega, puede dividirse el mismo en tres partes: 1) las leyes constitucionales de Suecia; 2) las leyes constitucionales de Noruega; 3) las Riks-Akten imperiales de agosto de 1815 que colocan a ambos (.161) WUson, W., Op. Cit., pág. 337. países bajo el gobierno de an monarca común. Hay que destacar, con respecto a estas últimas que, en realidad, sólo para Noruega forman parte del Derecho constitucional, ya que han sido adoptadas por el Storthing, mientras que para Sueela no son más que simples tratados. Al mismo tiempo es notable la diferencia que existe, en cuanto al carácter que tiene el poder real en los dos reinos. "Las leyes fundamentales de cada reino, forman una monarquía limitada, pero sólo en Noruega es donde el íin principal de las disposiciones parece haber sido limitar el poder real" (« 2 >, Esta diferencia se observa ea la elaboración de las leyes, ya que las funciones del rey son más extensas en Suecia que en Noruega; en aquélla solamente el rey puede elaborar "leyes económicas" (leyes administrativas, que reglamentan las cuestiones del comercio, del trabajo, etc.). Asimismo, interviene exclusivamente en reglamentos de policía, de edificación, de higiene e incendios. En las demás, no obstante la intervención del Biksdag, mantiene el derecho de veto. "El Riksdag puede, naturalmente, dar consejos al rey, en lo que concierne a la legislación económica y administrativa confiada a él exclusivamente; pero no puede ejercer sino una acción de mero consejo. La.única intervención que puede tener en semejante caso, se desprende de los poderes que posee en materia financiera; puede negar el dinero necesario para la ejecución de ordenanzas administrativas o económicas dictadas por el rey" (16S). En Noruega los poderes legislativos del rey se hallan notablemente restringidos, y sólo puede ejercerlos en los casos de suspensión del Storthing y con respecto al veto, su efecto es sólo suspensivo (*«), El manejo de los negocios comunes a ambos países es objeto de un acuerdo entre ellos, pero, a pesar de que el rey, haciendo uso de las facultades inherentes a su cargo, puede declarar la guerra, pactar la paz, de(162) Wilson, W., op. eit., pág. 341. (163) Wilaon. W., op, eit, pág, 342. (164) El veto pierde su eficacia cuando e! mismo texto legal tuese mantenido por tres Storthing sucesivos. "Esto, naturalmente, hace la «topetón de las leyes, contra la voluntad del rey, imiy lenta y difícil, y de ordinario, en el ca«o de qu© el Síorthing vote una disposición muy urgente, se llega a «na inteligencia, a menudo sugerida espresamente por e! rey. Sin embargo, en tíos ocasiones notables —la abolición en 1821 de los títulos de nobleza, posteriores a la adopción de 1» Constitución democrática de 1814, y el establecimiento de la representación ministerial en el Storítoíng (1814)— se pasó por encima del veto, conforme a las medidas constitucionales, gracias a la persistencia del Storthing" {Wilson, W., op. eit., pág. 342). signar o retirar embajadores, no significa' que ambos reinos pierdan su individualidad en lo que se refiere a las relaciones internacionales. El rey puede celebrar tratados con otros países, en nombre de uno sólo de los reinos; pero ea cuestiones de pas o guerra, es necesario hacerlo en nombre de ambos. "Si, cuando el rey ejerce sus prerrogativas internacionales, se suscita la cuestión de la guerra, debe oír a un Consejo mixto de ios dos reinos, pero íegalmente no está obligado a seguirle. Debe asumir la plena responsabilidad de la decisión". Las cuestiones de la legislación común, que están fuera de las prerrogativas reales, son reguladas por normas comunes o idénticas, pero votadas en forma separada por el Riksdag y el Storthing, como sucede, por ejemplo, eon el sistema monetario, que a pesar de existí^ uno distinto en cada país, se establece un Sistema de cambio, mediante una ley comü»,. La acción legislativa en asuntos extranjeros que el rey puede -desarrollar, no significa un ejercicio arbitrario, sino que debe obrar de acuerdo con ías leyes fundamentales de los reinos. Aparece en esta monarquía doble un complejo sistema de Consejos de Estado mixtos, especie de ministerio común, encargado de asesorar al monarca en cuestiones que interesen a los dos reinos. "Cuando quiera que se examinan, en el Consejo de Estado sueco de Estocolmo, cuestiones que importan también a Noruega, el ministro residente de Noruega, y los dos consejeros que normalmente ayudan al rey, deben ser convocados, y cuando es posible se debe pedir informe a toda la administración noruega. Por otro lado, cuando se debatan cuestiones que interesen directamente a Suecia, el Consejo de Estado noruego debe también llamar a su seno a los tres ministros suecos" (««S. Es notable la distinción que ofrecen ambos reinos en cuestiones de legislación y administración interior; cada uno tiene su ejército, su marina, su organización administrativa, su tesoro propio, etcétera. ' El gobierno de Suecia descansa sobre dos instituciones importantes: el ejecutivo y el legislativo. El poder judicial, que en teoría es ejercido por el rey, está integrado por jueces tan independientes que hace suponer que aquella teoría sea la. más perfecta realidad. El ejecutivo presenta rasgos peculiares; el rey, encargado de la • Intervención general, liega hasta los detalles de la administración; los ministros ejercen, especialmente, las funciones de consejeros del rey, tienen asiento en el Biksdag, intervienen ea (165) Wilson, W., op. eit., pág. 344. El gobierno local noruego está organizado los debates y pueden ejercer el derecho de iniciativa, presentando proyectos de leyes. 'de acuerdo con leyes dictadas en 1837; el Con respecto al Ejecutivo, "Suecia puede país se divide en distritos y municipios, y considerarse como colocada entre Inglate- aunque son designados por la autoridad rra y Francia, de un lado, donde los minis- central, ejercen atribuciones muy importros son absolutamente responsables ante tantes de inspección y fiscalización. una de las Cámaras del legislativo, y AleG) Gobiernos en América mania, por el otro, donde los ministros no son responsables ante ninguna, y sí ante 1. El gobierno en los pueblos precoloniael soberano". les. Los europeos que llegaron a América Las dos Cámaras que componen el Riksen la época del descubrimiento, encontradag están integradas por representantes. ron civilizaciones muy evolucionadas, en Los miembros de la Cámara Alta son nom- pueblos que presentaban una organización brados por los cuerpos representativos de social y política bien cimentada. Con sólo los condados y los Consejos de las grandes mencionar las civilizaciones azteca, maya, ciudades. La otra Cámara está integrada la cultura de los chibchas, estudiar la orgapor representantes de las ciudades y dis- nización de los incas, bastaría para comtritos rurales, elegidos mediante votación probar lo dicho anteriormente. Pero, a pesar directa o indirecta (según lo prefieran los de que resultaría interesante esbozar alguelectores). Ambos cuerpos componen un co- nos comentarios sobre esas culturas, solamité mixto, organismo que tiene por fun- mente se trazarán unos pocos rasgos caracción dirigir la labor legislativa y, en caso terísticos de la organización política de esos de divergencia en cuestiones financieras, se pueblos y la forma de su gobierno. trata de hallar acuerdo, en una reunión a) Aztecas, En el valle de México se conjunta de ambas cámaras. asentaron, según las viejas crónicas, siete Con respecto al gobierno local en Suecia, clanes: los yopicas, los tlacochcalcas, los hay que hacer notar que persisten a través heitznahuacas, los cihuatecpanecas, ios del tiempo algunos vestigios de las ins- chalmecas, los tlacatecpanecas y las itztituciones germanas. El pueblo actúa di- cuintecatls. Estos clanes primitivos fueron rectamente en los municipios y circunsevolucionando en forma tal, que en época cripciones. Los condados son divisiones más de la conquista, se observan veinte calpurecientes y dirigidos por funcionarios nom- llls, descendientes de aquéllos y que consbrados por el rey, existiendo, además, Con- tituían el llamado "Imperio azteca", con sejos de representación popular que desemcaracterística de división geográfica, y sopeñan una labor de intervención y control. bre los cuales se organizaba toda la esEn cuanto al Ejecutivo de Noruega, pue- tructura política, social y económica del Esde decirse —de acuerdo con W. Wilson— tado-ciudad. que el rey ejerce la autoridad máxima. "En El calpulli, propietario de la tierra, tenía Noruega, como en Suecia, debe pedir su derecho a elegir los funcionarios del goopinión a los ministros, sobre las cuestiones bierno, gozando de autonomía económica y públicas, y cuando está en Suecia, rio puede militar, por lo cual tenía dos autoridades tomar ninguna decisión sobre asunto de superiores: un jefe civil y otro militar. Noruega, sin oír a tres! consejeros noruegos, Completando el cuadra de organización, que están a su lado" ( « 6 ). junto con esos funcionarios, un consejo de Por su parte, el Storthing, yunque es un ancianos, también electivo, pudiendo ser cuerpo único, se encuentra dividido en su integrado por cualquier miembro del calorganización interna, en dos partes: el Lag- pulli. thing y el Odelsthing; sus miembros repre"El soberano azteca era un funcionario sentan a las ciudades (un tercio) y a los electivo que ejercía el poder militar supredistritos rurales, el resto. "Esta proporción mo con ciertas limitaciones, asistido por un está fijada por la ley y no puede modifi- consejo". "El cargo no era hereditario, pero carse sino por una reforma constitucio- se lo elegía entre los miembros de una misnal" (167); ma familia". "Además del monarca ---jefe militar y po(166) "El Consejo de Estado noruego se comlítico— existía en México un funcionario, pone de dos partes: a) un ministro de Estado y un tanto misterioso y mal conocido, suerte dos consejeros, los tres colocados cerca del rey; b) el «gobierno» propiamente dicho, compuesto de un ministro de Estado, de un primer ministro y de seis o siete ministros, según que el primero tenga o no cartera". (167) "El sufragio descansa en una condición de propiedad, y el voto es indirecto. En las ciudades, los electores de segundo grado se eligen en la proporción de uno por cincuenta electores; en los de eminencia gris, que ejercía el poder civil. Parece haber tenido igual jerarquía que el propio soberano; estos dos mandatarios ejercían el poder ejecutivo del Estado, asisdistritos rurales la proporción es de uno por ciento" (Wilson, W., op. cit., pág. 347). tidos por el Consejo tribal, constituido por representantes de los veinte calpullis, cuyas íunciones se asemejaban más bien a las de un poder legislativo" (i«s). b) Mayas. Los estudiosos, desde hace muchos años, investigan apasionadamente la brillante civilización maya, nombre bajo el cual se reúnen en realidad varios pueblos de culturas afines e idioma común (i"). Muy poco puede decirse con respecto al viejo imperio, aunque por los datos recogidos, puede suponerse que algunas ciudades florecieron extraordinariamente, ejerciendo una especie de hegemonía sobre los pueblos tributarios. En el Nuevo Imperio que se desarrolló en el norte de Yucatán, existían tres grandes ciudades que habían alcanzado un desarrollo notable (Mayapán, Chitchen Itza y TJxmen), aunque debe destacarse que no existían verdaderas ciudades-estados. El gobierno de los mayas del norte parece haber sido encabezado por un funcionario llamado halach uinio, a quien sucedía un segundo jefe, el baten, "a quien nombraban gobernador, pudiendo el cargo ser heredado por sus hijos, siempre que el halach uinic estuviera conforme con sus servicios". Seguía en el orden jerárquico otro funcionario denominado ahkulel especie de intendencia general, y por sus funciones servía de nexo entre el gobernador y el pueblo, recogiendo los tributos (aves, miel, maíz, ropa, etc.) que se utilizaba en la casa de su señor. Además existían otros funcionarios, el nacón, cargo electivo y temporario, cuyas funciones se relacionaban con la organización del ejército, en lo concerniente a la alimentación y armamento ("O). c) Chíbchas. En América del Sur floreció una brillante cultura, la de los pueblos (168) Aparicio, F. de, "Los aborígenes de América del Norte y América Central", en Historia de América, dirigida por Bicardo Levene, t. 1, páginas 211-214, Bs. Aires, 1940. (160) "La historia de los mayas puede dividirse, según Spinden, en siete períodos cuyas fechas correlacionadas con el calendario cristiano serían las siguientes: 1?) período protohistórico de 613 a. C. a 176 d. C.; 2") período inicial tíe 176 a 373; 3?) período intermedio de 373 a 471; 4») gran periodo de 471 a 629; 5?) período de transición de 629 a 964; 6') período de la Liega de 964 a 1191; y 7») periodo Nahualt de 1191 a 1437". Resumiendo la opinión de las principales autoridades de la his- toria antigua de los mayas —Morley, Spinden, Tozzard—, el problema puede simplificarse asi:- "1») el Viejo Imperio, desde el comienzo de nuestra era hasta el año. 030; 2?) el Nuevo Imperio, desde 360 hasta ¡a ocupación definitiva del Yucatán por los españoles en 1541" (Aparicio, P. de, Los aborígenes de América del Norte y America Central, pág. 370). (170) Durante los años que desempeñaba su cargo estaba sometido a xina rigurosa disciplina, que prohioía su relación hasta con su propia mu- jer, estableciéndose además un régimen de comidas y normas en su casa habitación. chibchas, reunión de varios estados bajo la dirección de Bogotá, cuyo jefe de gobierno —el zipa— ejercía la supremacía sobre los demás caciques menos poderosos. La sucesión del zipa seguía la línea materna y al mismo tiempo tal sistema se empleaba para los caciques. Los estudios realizados por Vicente Restrepo, advierten que existían excepciones a esta regla de la sucesión; una era que el que sucediera al zipa debía además de ser sobrino materno, haber desempeñado las funciones de cacique de la ciudad de Chía; la otra excepción aparecía en la designación del sugamuxi que era colectivo. Los psihipcuas, nombre que recibían ios caciques vasallos, se reclutaban entre los miembros de las familias que formaban la aristocracia; "su poder era una especie de reducción del que tenía el cacique independiente". d) Incas. El Imperio de los Incas, de cuyos orígenes existen grandes dudas, constituyó un Estado colosal, que se extendía por los actuales países de Perú, parte sur de Ecuador, B Olivia y norte de Chile, llegando hasta el río Maule. La compleja organización del Imperio se hallaba reflejada también en la jerarquización de las clases sociales y en la complicada actividad de la vida civil, que obligaba, a usar distintas vestiduras y atavías, especialmente al inca, personificación de la más alta jerarquía de toda la organización. Podía suponerse que su autoridad sería absoluta; no obstante, ha podido establecerse que para resolver los asuntos de mayor gravedad era asesorado por un consejo compuesto por cuatro funcionarios, representantes de cada una de las regiones del imperio, los que a su vez estaban asistidos por numerosos secretarios. Del boato y las complicadas ceremonias que debían observarse cuando intervenía el inca, dan cuenta los cronistas que se ocuparon de describir la vida en la corte, que según algunos, ascendía a ocho mil personas, como del proceso que debía seguirse para la selección del nuevo inca, el que se sometía a diversas pruebas físicas, como también a una esmerada educación, confiada ésta a ios amautas, "sacerdotes sabedores de las gestas heroicas en las que estaban comentadas las tradiciones que' constituían el acervo cultural y moral de los incas" ( m ). Si bien es cierto que la soberanía era hereditaria, el inca podía elegir de entre sus hijos al más capaz para sucederle. Los otros cargos del gobierno y de la administración (171) Márquez Miranda, P., "Los aborígenes en América del Sur", en Historia de América, t. 2, págs. 159 y 160. del imperio, eran ocupados por los "miembros del clan incásico y de las noblezas locales, de las provincias sometidas". Los funcionarios destinados a las provincias —veedores y visitadores— debían ser designados entre los jóvenes nobles que hubieran rendido satisfactoriamente las rigurosas pruebas a que eran sometidos, después de sus estudios en las escuelas que funcionaban en el Cuzco. De lo dicho se desprende que en las provincias existían dos clases de funcionarios del gobierno: "los del clan incásico (representantes personales del soberano) y los curacas (antigua nobleza local) que el inca mantenía, al menos aparentemente, en sus funciones como medida de buen gobierno". El imperio recibía el nombre de Tahuantisuyo, es decir, de las cuatro regiones o partes del mundo, y estaba organizado administrativamente en .varios órdenes que agrupaban una cantidad determinada de familias. "Los hombres que trabajaban la tierra, que pagaban el tributo o prestaban el servicio personal, que se constituían en jeíes de familia, eran los que tenían de 25 a 50 años. Estaban divididos en grupos de diez, de los cuales el llamado chunka kamayu tenia autoridad sobre los nueve restantes. Cada cinco de ellos, tenían jefe, el •pichka-chunka-kamayu. Dos grupos de éstos eran mandados por el pachka-kamayu; cada cinco de estas agrupaciones (mil familias) que uno de ellos gobernaba, llamadas waranka recibían órdenes de un waranka-kamayu. Cada diez mi] familias tenían por superior a un hunu-kámayu, eufónimo nombre que quiere decir el que todo lo ve. Este —según la región— sólo recibía órdenes de uno de aquellos cuatro personajes que formaban el consejo del inca" ("2). Las funciones de inspectores del imperio eran desempeñadas por personajes de la entera confianza del soberano, quien, ade- más, enviaba inspectores secretos a las distintas regiones; el mismo inca, al desplazarse frecuentemente de un lugar a otro, se convertía en el inspector supremo. Esta compleja organización administrativa supone la existencia de una burocracia numerosa a tal punto que según Eaudín existían unos 1331 funcionarios por cada 10.000 hogares o familias. e) Otros pueblos indígenas de América del Sur. Para completar el cuadro de los pueblos precoloniales de América, se debe mencionar a los calchaquíes, atacamas, omaguacas, diaguitas, comechingones, todos en el noroeste y centro argentino. Los sambaqui y guaraníes en el litoral; y los arau(172) Márquez Miranda, F., op. cit., pág. 170. canos, huarpes, pampas, patagones, etcétera en ¡a región meridional, En general, puede decirse que todos estos pueblos indígenas estaban sometidos a la autoridad del cacique, de origen hereditario, con funciones eminentemente militares, asesorado casi siempre por un consejo de ancianos, influenciado fuertemente por las predicciones de magos. No siempre estas formaciones indígenas constituían una unidad ligada por la autoridad del cacique, sino que la componían varias tribus mandadas por sus propios caciques y que se unían en alianzas guerreras al mando de uno de ellos ( i ™ ) . 2. Colonias inglesas. La expansión colonial inglesa llevó el predominio del imperio a casi la mitad del mundo, en dura competencia con los afanes coloniales de las otras potencias de Europa, Holanda, España y Portugal —sus rivales en la conquista del Atlántico— consiguiendo el predominio de vastas regiones, lo que permite dividir a las colonias inglesas en dos grupos: 1) las del self-government y 2) las de la Corona. Entre las primeras se ubica a Canadá, Terranova, Cabo de Buena Esperanza, cuatro colonias del oeste y del sur de Australia, Tasmania y Nueva Zelandia; entre las colonias de la Corona se encuentran Santa Elena, Gibralíar, Trinidad, Jamaica, islas Bahamas y Bermudas. a) Canadá. El gobierno de Canadá fue establecido por Inglaterra en 1854 mediante una ley, aunque debió concretarse más tarde con la British North American Act de 1867, cuando las colonias fueron reunidas por la Constitución federal; esta ley es la actual Constitución del Dominion of Canadá. "Según ella, las siete provincias de Ontario, Quebec, Nueva Escocia, Nueva Brusnwich, Manitoba. Colombia Británica e isla del Príncipe Eduardo tienen su respectivo parlamento y su respectiva administración". En el Dominio la Corona está representada por el gobierno general, que ejerce las las funciones de aquélla en el reino, en lo que respecta a la administración colonial. Está dirigida por un gobernador general, secundado por un gabinete (el Consejo privado del rey). El parlamento se compone de dos cámaras, el Senado y ¡a Cámara de los Comunes; el Senado, de miembros nombrados en forma vitalicia por el gobernador general —"de hecho por los ministros del Dominion—; la Cámara de los Comunes, integrada por miembros elegidos por (173) Existe una extensa bibliografía que permite el estudio exhaustivo de estas civilizaciones; pueden consultarse fácilmente las obras que se mencionan en las noticias bibliográficas que aparecen al final de este trabajo. las provincias, y e] consejo o gabinete, compuesto por catorce ministros" í1?4). b) Estados Unidos de Norteamérica. "Lasinstituciones políticas de los Estados Unidos son, en definitiva, las de Inglaterra —dice W. Wilson— transplantadas por la colonia inglesa a un suelo nuevo, y que han revestido nuevas formas características, merced a un desenvolvimiento particular". Hay que señalar que los ingleses al llegar a América no fundaron estados, sino que crearon establecimientos aislados entre sí y éstos, luego de un proceso más o menos rápido pero debido a su propio esfuerzo, se convirtieron en estados. "En todos los establecimientos se adoptaron formas ingleses análogas, pero no idénticas". El centro del gobierno fue la ciudad —the town— núcleo que reunía a los hombres que, generalmente, habían llegado a las costas de Nueva 'Inglaterra por motivos religiosos ( m ). Así las diferentes partes de la costa se fueron ocupando por grupos independientes de colonos. Las ciudades, luego, fueron agrupándose en colonias y posteriormente formaron la Unión; pero debe señalarse que algunas grandes colonias fueron en sus principios más que liga de ciudadanos, Town Leagues, y también, que varías ciudades, no obstante la unión, fueron celosas de su propia autonomía, especialmente en lo que se refiere al mantenimiento del gobierno municipal, con carácter netamente descentralizado. En el gobierno de la ciudad prevaleció sin embargo el espíritu inglés; se tornaron los nombres de los funcionarios de los burgas, y se les concedió, adaptándose a las circunstancias, las mismas atribuciones; los habitantes de la ciudad se reunían en el town meetiny, 'que elegían los selectmen o funcionarios encargados de los negocios públicos de la ciudad. Cuando las ciudades se reunieron para formar las colonias, aparecieron otras instituciones, como las asambleas generales, compuestas por representantes de los hombres libres, aumentando (174) Un presidente del Consejo y primer mi* nistro, un secretario de Estado y ministro de Comercio Interior y Exterior, de Justicia, Marina y Pesca, Ferrocarriles y Canales, Milicia y Defensa, Hacienda. Agricultura, Obras Públicas, Interior, un jefe de Correos y dos ministros sin cartera. (175) ""Los antecedentes del nacimiento de Nueva Inglaterra —dicen Carey Hockett y Maíer Schlelíngsr— están en la historia religiosa de la madre ' patria. La Iglesia anglicana, que se había separado de la católica romana bajo Enrique VIII, asumió forma definitiva bajo Isabel (1558-1603). Al establecerse signó un compromiso e incluyó elementos católicos y protestantes" (Carey Hor.kett, H,, y Meier Schlesinger, A., Evolución política y social-de tos Estados Unidos, trad. cié J. A. Bouso!. t. 1, pág. 27, Ecl. Kraft, Bs. Aires, 1954). en importancia estas asambleas a medida que la colonia se iba desarrollando. Pero una gran diferencia de organización presentan ¡as colonias del sur. "Los colonos de Virginia no eran refugiados religiosos y habían llegado con el objeto de fundar una organización política, o mejor, social, y no en virtud de diferencias de religión, y la costa a que habían abordado, en lugar de ser rocosa y desolada,-era baja y fértil, con un clima dulce, ríos profundos, amplias extensiones de terrenos atractivos y con indicaciones favorables a una producción fácil" ("6).. Otras razones, asimismo, configuraron el conjunto de características que hicieron el contraste de las colonias del sur con las de Nueva Inglaterra, la variedad de clases que se unieron, los unos distinguidos, los otros, gente humilde, con hábitos y costumbres lógicamente distintos,, pero que a! final dieron a Virginia una fisonomía análoga a la Inglaterra rural. Otro rasgo característico de estas colonias es la introducción de esclavos que con su esfuerzo contribuyeron en gran medida a desarrollar el sistema de las plantaciones, produciéndose una profunda separación entre los propietarios y la clase trabajadora. La organización del gobierno de Virginia descansaba en los condados, al frente de los cualas se encontraba un lugarteniente, cuyas funciones se asemejaban al del lordlugarteniente de Inglaterra; el otro funcionario importante del condado era el sherifí. El lugarteniente, nombrado por el gobernador, era el jefe militar. Había también "una comisión de paz, compuesta por jueces y comisarios, autorizados para celebrar audiencia en el condado, y para conocer en los procesos ordinarios y de importancia media,, para cobrar los impuestos del condado, nombrar inspectores", etcétera. Para, tener una idea de la estructura dtl gobierno colonial, Alfonso Gourd analízalos seis elementos que a su juicio han formado el Derecho constitucional de 3as colonias inglesas en América; "1°) la costumbre inglesa; 2?) los usos que encontramos netamente establecidos en ciertas épocas en casi tedas las colonias, sin que sea siempre posible decir qué circunstancias le dieron nacimiento ni conocer el momento preciso en que comenzaron a ser practicadas; 3?) las leyes hechas por el parlamento inglés, ya sea (176) Wilson, W., op. cit,, pág. 417. "En ¡a evolución de Virginia no se encuentra e! fenómeno de la colonización por grupos como ocurrió en Nueva Inglaterra; ¡as concesiones de tierras se daban directamente a individuos, no a sociedades. La población diseminada requería una jurisdicción gubernativa íccal muy extendida territorialmente, sin permitir nada semejante a los sexmos de Nueva Inglaterra" (Carey Hockett, H., y Meier Cclüesinger, A., op. cit., pág. 47). para todo el imperio o solamente para las colonias; 4°) las, leyes hechas .por las asambleas locales pronto establecidas en todas las colonias; 5°) los actos emanados del rey de Inglaterra, en virtud de su sola autoridad o, todo lo más, con el acuerdo de su consejo privado, cuando se proponía otro objeto que no íuese el de definir, como en una verdadera constitución, todas las reglas o las principales reglas de una forma de gobierno. Por ejemplo, los actos reales para establecer un impuesto o crear un monopolio; 6?) las constituciones, o cuerpos de regla de Derecho público, emanadas del pueblo o de sus representantes, del rey y también de personas o de corporaciones a las cuales había concedido poderes considerables sobre los habitantes, junto con la propiedad del suelo. Cuando las constituciones no provenían del pueblo, llevaban el nombre de Cartas-patentes, Actas de concesión, Formas o planes de gobierno y, lo más a menudo, el de Cartas, El nombre de Comisiones O' Instituciones reales era, como se sabe, más particularmente reservado a los actos por los cuales el rey definía los principios reales como representantes directos de la Corona y esencialmente revocables. "Se ha podido ver —prosigue el autor— que Ips establecimientos ingleses de América del Norte fueron regidos por tres distintas formas de gobierno antes de 1776: a) los principales atributos del poder público pertenecían, junto con la propiedad del suelo, a personajes determinados o a compañías; b) esos atributos los ejercía el pueblo; c) el rey delegaba su ejercicio a simples íuneionatíos que eran sus representantes y que recibían de su persona directamente esos poderes. La primera forma, el gobierno de los propietarios; la segunda, el gobierno de las cartas; la tercera, el gobierno de provincias reales. Se debe recordar que, a excepción de Connecticut y. Rhode Isíand, todas las colonias tuvieron ai principio la primera forma, y que tres —Maryland, Pennsylvania y Delaware— la conservaron hasta la emancipación de los Estados Unidos. La segunda forma prevaleció desde su origen en Connecticut y Rhode Isíand, y a partir de 1691. en Massachussetts. En los primeros años del siglo xvm y aun a fines del siglo precedente, las otras colonias recibieron la tercera forma, para conservarla desde entonces sin interrupción. Se ha visto, además, que en una cierta época, éste fue el régimen provisorio de Maryland, Massachussetts, Pennsylvania y Delaware" O"). (177) Gourd, A., Leí charles coloniales et les Constítutions des Etats Unís áe l'Amérique du Nori, t. 2, pág. l, Imprimerie Natlonnle, París, 1886. "En la época de la guerra de la rex'otación — según afirma John Plsk«— había tres formas ete Con respecto a las Cartas, es interesante anotar también la opinión del consíitucionalista Sánchez Viamonte, que dice: "Según las cartas coloniales la atribución de legis- lar correspondía unas veces a los propietarios, otras a propietarios y colonos y otras a los colonos, sin que alguno de estos tres titulares la ejerciera de un modo exclusivo, desde que expresa o implícitamente tenían intervención el rey, el parlamento y las cortes de justicia de la metrópoli. "La primera forma, es decir, la atribución legislativa reconocida ai propietario o propietarios con exclusión de ios colonos, se halla en el texto de las primeras cartas de Carolina, Virginia y Nueva Inglaterra y en las últimas del Maine. La segunda forma, es decir, la atribución legislativa compartida por propietarios y colonos, se hallan en las cartas de Virginia en 1621, de Maryland en 1632, del Maine en 1839, de Carolina en 1663, de Nueva Jersey en 1884, de Pennsylvania Estados en Sas colonias americanas. Eran éstas: primera, las colonias republicanas, en las que los gobernadores eran elegíaos por el pueblo, como pasaba con Bhode Isíand y Connecticut; segunda, las colonias propietarias, en las que los gobernadores eran designados por propietarios hereditarios, como eran Maryland, Fennsylvanla y Delaware; tercero, las colonias reales (o como algunas veces eran designadas provincias reales), en las que los gobernadores eran designados por la Corona, como sucedía en Georgia, las dos Carolinas, Virginia, Nueva Jersey, Nueva York, Massachusetts y Nueva Hampshlre. Es costumbre distinguir las colonias republicanas como colonias de cartas, pero ésta no es una distinción exacta, desde que las colonias propietarias tenían también sus cartas. Entre las colonias reales, Massachtisetts, que originariamente había sido una república, tenía todavía una carta en la cual sus derechos estaban definidos de tal modo que la colocaban en una posición algo diferente de las demás colonias reales, de modo que el proíesor Alexander Johnson, con ciertos \*ísos de razón, la clasifica en «na clase propia, denominándola una colonia semírreaL "Como se observará, estas diferencias se referían ai carácter y al método de lleifer si cargo de gobernador. En las colonias republicanas el gobernador, naturalmente, representaba los intereses del pueblo; en las colonias propietarias, era el agente de Jos Penn o de los Calvert; en las colonias reales era el agente del rey. Todas las colonias tenían una asamblea legislativa semejante elegida por el pueblo. La base de la representación podía ser distinta en las diversas colonias, como hemos visto que sucedía en Massachusetts, donde los delega • dos representaban a tos municipios, en tanto que cu Virginia representaban a los condados, pero en todas ellas la asamblea era igualmente un verdadero cuerpo representativo, siendo en todas ellas Igualmente e! cuerpo que controlaba los gastos <ie los dineros púbíicos. Estas asambleas representativas surgieron espontáneamente porque los fundadores de las colonias americanas eran ingleses habituados desde tiempo Inmemorial a establecer para si impuestos y & gobernarse por si mismos" (Fiske, J., El gobierno civil en los Estados Unidos, trad. de Julio Carrié, págg. 180 y 181, Bs. Aires, 1900). en 1681 y de Nueva York en 1884, 1687 y 1884. "El tercer sistema, es decir, de reconocer el poder de legislar a ios colonos lo encontramos en Massachossetts desde 1629, en Connecticut desde 1638 y en Rodhe Island desde 1643; la actuación de estos colonos se produce de dos maneras: en comicios generales directamente o en asambleas representativas". Siguiendo con la- opinión de Sánchez Viamonte, hay que destacar que: • "En aquellas colonias en donde la función legislativa ¡a compartían propietarios y colonos, los propietarios podían dictar, por su sola autoridad, ordenanzas en ciertos aspectos, semejantes a las leyes propiamente dichas y también tenían sus representante* o delegados en el seno de la asamblea representativa. En Maryland parecen haber conservado los propietarios la iniciativa de mlas leyes hasta mediados del siglo xvín" ( ), La función legislativa atribuida por las cartas a propietarios y colonos, a las asambleas del pueblo o a las de representantes, no se hallaba organizada en la misma forma en todas las colonias («»). De todos modos, tomando especialmente las cartas de algunas colonias (Massaehussetts, Connecticut y Rhode Island) pueden sintetizarse las principales atribuciones de las asambleas legislativas: en materia judicial, organizar el poder correspondiente, establecer penas, reglar el procedimiento criminal; regular la forma de nombrar y otorgar las facultades a los funcionarios públicos, fijar los impuestos y, en general, organizar, la administración pública. En esta función legislativa intervenía, por su parte, el gobierno de la metrópoli, mediante la intervención de los funcionarios que habían sido nombrados desde Londres y que asistían a las asambleas. (178) Sánchez ¥iarnonte, C., Las instituciones políticas en leí Historia universal, págs, 472 y .473, EB. Bibliográfica Argentina, Bs. Aires, 1958. (179)"En Nueva Plymouth (1620), en Provederjeia y Rhode Island (1641 y 1646), en Nueva Hampshire (1879) y en Pennsylvanía (1682, 1683 y 1696) los colonos se adjudican y reciben el derecho de .dictar las leyes; en Connecticut (1638) y Nueva Jersey occidental (1676) se reconoce a los colonos el derecho de reglar por medio de leyes los asuntos públicos o el ejercicio del gobierno; en Pennaylvania (1701) los colonos tienen todos los poderes y privilegios ordinarios de una asamblea legislativa. La Carta de Pennsylvanía (1696) y la de Pennsylvanla y Deiaware (1701) recomiendan al legislador usar su, poder muy especialmente para corregir imputaciones, y la de Massachusetts (1629 y 1691). Connectlcut (1662), Rhode Island (1603), la "cozpisión" de Nueva Hampshíre (1679) y las leyes constitucionales de Pennsylvania (1672) exhortan a servirse del poder legislativo para establecer un gobierno pacifico y religioso, apto para civilizar y garantizar la seguridad pública" (Sánchez Viamonte. C., op. cit., pág. 473). Los colonos mantuvieron su calidad de ciudadanos ingleses y esta calidad sirvió para que en el momento oportuno, se desconociera alguna disposición legal que había sido dictada en Inglaterra sin la aprobación de sus representantes; ello fue creando un clima en cierto modo de franca oposición a ¡a metrópoli, fermento psicológico que preparó el camino hacia la emancipación. Si bien es cierto que el sistema representativo fue adoptado preferentemente, hay que hacer notar también que la función legislativa del pueblo en forma directa no fue abandonada, puesto que se conservó la práctica de reunirse los habitantes de cada >^urgo para debatir cuestiones locales y de interés para todos. "Las asambleas populares —dice Sánchez Viamonte— desarrollaron la capacidad política del pueblo americano y le aseguraron el éxito para su emancipación y para su organización en nación independiente". Las asambleas representativas recibieron distintas denominaciones según las colonias y en casi todas se hallaban integradas por dos cámaras; una, con los miembros del consejo de Gobierno, y la otra, con los representantes populares, los que debían reunir varias condiciones sociales y morales, como también religiosas; debían poseer la calidad de freeman (hombre libre) y no ejercer ciertos menesteres demasiado humildes, como tampoco estar comprendidos en las incompatibilidades que se señalaban, como el ejercicio de algunos cargos públicos (miembro del Consejo, procurador del Estado, sheríff}. No obstante las variantes observadas en la organización del poder ejecutivo en las colonias, puede afirmarse que, por regla general, estaba desempeñado por un funcionario —gobernador— al que rodeaba un consejo de Estado o de Gobierno y otros funcionarios de menor jerarquía. "En ¡as colonias de Carta el gobernador era elegido por el pueblo (Connecticut y Rhode Island), en donde las elecciones no requerían ni la aprobación real". "Es posible que en todas partes los colonos empezaron por elegir ellos mismos a sus funcionarios, del mismo modo que dictaban sus leyes, pero el derecho de designar al jefe del poder ejecutivo fue objeto de numerosas discusiones entre los colonos, los propietarios y el rey. Las Ordenes Fundamentales de Connecticut de 1638 establecían que el gobernador fuese elegido entre personas que hubieran ejercido antes alguna magistratura en la colonia y que profesaran alguna de las religiones reconocidas por el Estado. La Carta de Connecticut de 1692 y la de Rhode Island de 1633 exigían que la elección de gobernador recayese únicamente sobre los freernsn. El cargo no era desempeñado por más de un arlo o a lo sumo dos, cuando se trataba de gobernadores elegidos por el pueblo, como eran los de Conneeíicut y Bhode Island. Se sabe que en Virginia, en cierta época, un gobernador fue nombrado por toda la vida" («o). Con respecto a sus funciones, las Cartas. no las establecen con claridad, aunque indudablemente, su principal función era asegurar la ejecución de las leyes y, según la autoridad de la cual emanaba su designación, era de aplicación la norma legal que establecía sus funciones. Si lo nombraba el rey, las Instrucciones reales determinaban las funciones del gobernador; si era designado por los propietarios, las ordenanzas eran de aplicación al respecto y, cuando el gobernador era elegido por el pueblo, las leyes que dictaba la asamblea legislativa delimitaban las funciones. La destitución del funcionario por incumplimiento o mal desempeño de su cargo respondía a la regla general según la cual quien lo había designado debía removerlo. Un consejo de Estado o de Gobierno funcionaba junto al gobernador con el'objeto de asesorarlo y colaborar con él en las tareas públicas. El número y la forma de designación de estos funcionarios eran muy variables; en algunas colonias el número de consejeros era de seis; en otras, de nueve, y en algunas colonias llegó a setenta y dos. "Algunas Cartas designaban las personas que por un tiempo determinado debían componer el primer consejo (MassachussettsBay 1629, Connecticut 1862, Rhode Island 1663). En Carolina del Sur y Nueva Hampshire, la primera organización se hizo designando a seis miembros y dejando la elección de tres más ai gobernador y a los seis ya nombrados. A veces concurrían a los nombramientos, por partes iguales, los propietarios y la asamblea legislativa, y en algunos casos el gobernador proponía al rey candidatos y éste los nombraba. En general, la designación emanaba de una sola autoridad: el rey, los propietarios, el gobernador, la asamblea legislativa o el pueblo" O 8 »). Una serie de funcionarios completaba el cuadro de organización del gobierno, apareciendo el teniente gobernador, el secretario, los stewars, los prebostes, los sheriffs, los constables, etcétera, todos bajo la dependencia del gobernador y del consejo. W. Wilson —al referirse a los orígenes de las formas constitucionales de la colonia— dice: "Sean cuales fueran las formas de las constituciones coloniales, sus bases y prin(180) Sunche;! Viamonte, C., op. cit., pág. 477. (18Í) Sánchez Viamonte, O., op, oit,, pág. 478. cipales rasgos eran paramente ingleses. Realmente, y hasta cierto punto, las formas mismas de las leyes constitucionales podrían ser consideradas como inglesas, porque era una costumbre inglesa, conceder por escrito privilegios a las colonias lejanas. Las relaciones que median entre el Derecho colonial de] Canadá y Australia y el de la madre patria, son análogas a las que se advierten entre los derechos de las colonias de América y aquel bajo el cual fueron creadas. En las constituciones de la época colonial y revolucionaria, por lo menos, se siguió con fidelidad estricta los' precedentes del Derecho inglés. El caminan law de Inglaterra siguió a los ingleses hasta el fin del mundo. Las comunidades inglesas de América no eran sino como la prolongación de la gran comunidad inglesa; las leyes relativas a ¡as relaciones privadas y personales, vigentes en Inglaterra se reconocían y aplicaban también en la colonia; y cuando en la época de la revolución las colonias tomaron de sus cartas las constituciones, que debían regirlas como repúblicas independientes, su primer cuidado fue adoptar el common law, bajo el imperio bajo el cual habían vivido. Se introdujeron, es cierto, importantes modificaciones en la, ley adoptada; se la purgaba de todo privilegio de clase, de todas las prerrogativas eclesiásticas, de todo ¡o que era incompatible con la sociedad puramente democrática del Nuevo Mundo; pero en el fondo no se tocaba a los principios, a las prácticas y precedentes legales ingleses" (1«2). Para tener un concepto de la formación de la Unión, debe partirse del principio de que las colonias, aunque reconocían la existencia de un gobierno común en Inglaterra, no presentaban .fuertes lazos de unión entre ellas, pues todas eran igualmente independientes. Cada una tenía sus propios funcionarios, sus tribunales, su parlamento, sin relación de dependencia con los funcionarios de las demás, No .obstante esa separación, algo superior las unía: "Aparte de que eran de la misma sangre y hablaban la misma lengua, tenían las mismas ideas políticas; sus peligros, ya vinieran de las agresiones de los franceses, ya de los indios, que amenazaban sus libertades, los corrían juntos; todos estaban igualmente interesados en el desenvolvimiento del nuevo país que habían hecho suyo, así como en el liberalismo de su gobierno" (1S3) . Puede decirse que el proceso se inicia prácticamente en 1763, cuando en Inglaterra reinaba ya Jorge III, que se había propuesto (182) (183) Wilson, W., op, cit., pág. 428. Wüson, W., op, cit., pág. 429-30. gobernar ea forma más efectiva que sus predecesores alemanes (i*-*); los hechos desencadenantes —e! impuesto del papel sellado (Stamp Actj y el gravamen al té—, pueden considerarse como pretextos, pues no fueron los factores económicos las causas de la emancipación. Los acontecimientos se van sucediendo rápidamente: "El estado de Virginia suministró los principales dirigentes dei movimiento revolucionario: Jorge Washington, que tuvo a su cargo la dirección de la guerra de la Independencia, y Tilomas Jefferson, que le marcó rumbos en materia institucional"!1*5). La Declaración de la Independencia de 1778 Impulsa a ios trece estados a resolver el problema de la unión de todos,. lográndose ei acuerdo que se llamó "Artículos do Confederación y Perpetua Unión entre los Estados", que tuvieron vigencia reden en 1781, "Los Artículos de la confederación —dice Wilson— otorgaban de hecho el ejercicio de las funciones federales a' un con- . greso completamente análogo a los congresos continentales; es decir, a un congreso compuesto de delegados de Jos diferentes estados, y de cuyas decisiones éstos debían tener un voto igual en absoluto. Ningún es.tado, se disponía, tendría voto en el congreso si no estaba representaba por dos delegados a lo menos, y ningún estado podía enviar más de siete delegados, pero con dos o con siete, sólo había lugar a un voto; era, (184) "Flgurówie qu« en las colonias americanas, y en general, en todas las posesiones de ultramar, que, o no tenían Constitución propia o la tenían bastante indefinida, podría la Corona reclamar la suprema autoridad y obtener recursos y poderes que la aristocracia inglesa, fuerte y celosa de sus derechos, le negaba en absoluto. Esto fue causa de que muchos nobles del partido whíg o liberal, que de otro modo no lo habrían hecho, mostrasen sus simpatías por los colonos. No es que ellos se opusieran, nt encontrasen censurable la explotación d« las colonias en interés de las empresas príi'adas inglesas, pero si se oponían al robustecimiento de la Corona que esta explotación vendría al cabo a suponer, con !a secuela d« que ESÍ podría también la Corona ¡legar a Independizarse de ellos" (Wells, H. G., Esquema de la Historia universal, t. 2, pág. 10, Bs. Aires, 1947). (185) "Sánchez Viamonte, C., tas instituciones políticas en la Historia universal, pág. 493. Por otra parte, analizar las causas de la emancipación americana seria tarea- interesante, pero que escaparía a la índole del tema. Nicolás Mwrray Butler estudia la cuestión en forma exhaus- tiva en Los constructores de los Estados unidos, trad. de J. Roa, La Habana, 1933. Lord Mansíield expone su doctrina constitucional, considerando imposible e! ejercicio del gobierno por las colonias, y negándoles, por ¡o tanto, e! derecho de revolución. Esta doctrina jurídica ítté rebatida ampliamente por Sacmel Adame, q«« negó los fundamentos de la doctrina de Mansíteld, emitiendo un informe claro y preciso sobre la posición de los colono». pues, preciso que los delegados se pusieran de acuerdo. El gobierno así constituido se designaba oficialmente como: Los Estados unidos reunidos en Congreso. Ei ejercicio de las funciones representativas estaba, liberal y completamente asegurado. Los diversos estados, en cuanto se refiere a sus relaciones con las potencias extranjeras, le estaban totalmente subordinadas; sólo él debía dirigir las negociaciones ínternacionacionales y sancionar las inteligencias pactadas con el extranjero; tenía la dirección del ejército y de la flota de la Confederación; gestionaba la Hacienda federal, ¡os empréstitos y los gastos necesarios para el gobierno común; fijaba el valor de la moneda y el patrón de pesas y medidas, siendo el arbitro en las querellas entre los Estados; en suma, constituía la única autoridad superior en las materias importantes de interés para los Estados todos de la Confederación; su posición representativa era eminente y completa" (!Wi). "El Congreso constituía —dice Alberto Demichelli— una -verdadera asamblea de plenipotenciarios, careciendo de Gobierno Ejecutivo y de Poder Judicial. Los Estados Uni- dos adoptaron así una de las dos grandes enseñanzas de Mpntesquieu —la federativa—, deshechando, en cambio, el principio correlativo de la división de poderes, isque completa su verdadera teoría integral"( "). Pero estos Estados, reunidos en Congreso, no tenían poder de ejecución; solamente formaban un Consejo consultivo, no obstante haberse formado un comité de ¡os Estados o Junta de Comisionados, como agente ejecutivo que representaba a todos, nombrado por el Congreso durante su receso. "Esta circunstancia lo privaba ya de aquel carácter (de Poder Ejecutivo), desde que la fundamental característica del Ejecutivo es su coexistencia con el Legislativo. Ei comité era, por tanto, una comisión parlamentaria de funcionamiento esporádico y de carácter- tan deliberativo como el propio Congreso". Ello impulsó a los Estados a reunirse para organizar ana nación y, vencidas las dificultades que se oponían, pudo por fin reunirse la Convención de Filadelfía en 1787 <188) y, "al calor de un -largo debate, fundió las cláusulas que dominaban en las tradiciones inglesas y coloniales, para constituir el gobierno de los Estados Unidos". (186) Wilson, w., op. eit., pág. 430. (187) Demicheli, A., Formación consíiíticioiwl rioplatense, t. 1, pág. 60, Ed. Depalma, 1955. (188) De la invitación formulada por Vlrglnl» para la reunión de Annápolia, surge luego la ide> de convocar a una gran reunión a celebrarse en Filadelíta ea mayo de 1787, "para estudiar siguí» cambios «n el Reglamento que lucieran de la com- "Por primera vez en la historia de la humanidad se estructuraí3a una república democrática, sobre la base de la soberanía popular y de los derechos del hombre, de acuerdo con los siguientes principios: a) una Constitución escrita o ley fundamental creadora del orden jurídico y del sistema de gobierno; b) un gobierno formado por tres poderes, con carácter de poderes constituidos, respecto del poder constituyente y subordinados en su funcionamiento a los preceptos constitucionales; c) la soberanía popular como fuente de todo poder; d) la igualdad ante la ley; e) los derechos politicos para todos los ciudadanos; f) los derechos del hombre relativos a la libertad para todos los habitantes; g) gobierno representativo por elección popular directa o indirecta en sus tres poderes; h) división e interdependencia de los poderes del gobierno; i) periodicidad en el ejercicio de las funciones políticas; j ) responsabilidad de todos los funcionarios públicos; k) pu-' blicidad de los actos; 1) independencia del poder judicial como poder público; 11) atribución del poder judicial de declarar la mconstitucionalidad de leyes y decretos; m) limitación de las facultades de todos los funcionarios; n) gobierno' de la ley y no el de los hombres encargados de cumplirla o de hacerla cumplir" C- S!I ). tituciún del gobierno federal un instrumento adecuado a las exigencias de la Unión". En verdad, esta resolución de Annápolís se formuló independientemente de la conservación del Congreso, por lo cual éste se encontró en la obligación de cursar las invitaciones, apareciendo como si fuera una resolución surgida de su seno. "Cuando llegó el momento de ia reunión, once Estados habían elegido sus delegados. Nueva Hampshire dilató su acción hasta junio; solamente Rhode Islar.d no envió representante. La mayor parte de los cincuenta y cinco miembros eran ya bien conocidos". Virginia estuvo representada por su gobernador, Edmundo Randolph, y por Washington, Madison y Masón. Permsylvania envió a Franklin, Roberto Morris, Gouverneur Morris y James Wilson. Nueva York estuvo representada por Alexander Hamilton; Delaware envió a Dickinson, Massachusetts a El- brlge Gerry, Rufus King y Nathaniel Garham; etcétera. "Aunque la Convención no era una asamblea de semidioses, como la llamara Jefferson, el veredicto de la historia está de acuerdo con el comentario de Masón: Ciertamente en esta ocasión Norteamérica alistó a sus primeras personalidades. Pero no puede decirse que estos hombres presentaran la demanda popular de un nuevo gobierno" (Carey Hockett, H., y Meier Schlesinger. A., op. oit., t. 1, págs. 239 y 249). (189) Sanche?, Viamonte. C., op. cit., págs. 515 1 518. "La distribución de poderes entre el gobierno federal y el de los Estados, con acción compulsiva de las leyes de ambos (siempre que no estuvieran en conllicto) sobre las mismas personas —en. una palabra, la creación de un gobierno dual— fue la gran obra de la Convención, y llevándola a cabo, Se establece así en América una nación que adopta el sistema federal, con una organización central y otras locales pero no los partidarios de los planes de Virginia y Nueva Jersey se unieron sin gran dificultad. La controversia más seria de la Convención se inició a raíz de un asunto de importancia secundaria: habiendo decidido que el país necesitaba un gobierno nacional efectivo, los delegados que habían apadrinado las resoluciones de Randolph deseaban un Congreso bícameral y ramas separadas para lo judicial, lo ejecutivo y lo legislativo, según el modelo tradicional. Más aún, siendo representantes de Estados populosos, recurrieron a un argumento anterior de Fraukim que sostenía que los Estados no debían tener representación igualitaria en el Congreso, como ocurriera con el Reglamento, y propusieron que en ambas Cámaras los votos estuvieran en proporción a la población o a la contribución al tesoro nacional. Los miembros de la Cámara baja debían ser elegidos por los votantes de los Estados y los de la Cámara alta por la Cámara baja a propuesta de las legislaturas locales. "Los delegados de ¡os pequeños Estados urgieron n¡ira que la ampliación de ¡os poderes de la Confederación contemplaran todas las exigencias de la Unión. El plan de Nueva Jersey aceptaba, sin embargo, la separación de las ramas judicial y ejecutiva como dos nuevos poderes, pero sostenía ¡a idea de un Congreso unicameral y la representación igualitaria de los Estados. "No había, pues, en los planea, como podemos ver, nada que pudiera impedir el acuerdo, como no fuera la diferencia concerniente a la igualdad de representación eu la legislatura. Los pequeños Estados sostenían que la igualdad del voto era la esencia del federaiismo, pues temían un sistema nacional dominado por los grandes Estados, que se verían ayudados por la representación proporcional" (expresión cuyo significado debe adecuarse a la época, no confundiéndola con ¡a que se refiere •actualmente a la representación de los partidos políticos, de acuerdo con los votos obtenidos) (Carey Hockett y Meier Schlesinger, op. cit., t. 1. página 246). Dice G, W. Paschal que "la idea de crear un gobierno, que no operase sobre los Estados, sino sobre los individuos, y d-e investir al Congreso con poderes plenos para ejecutar sus leyes, se pretende que fue originada por Noah Webster, en un panfleto publicado por él eu 1784-85 titulado Sketches of American Plicy, un ejemplar del cual fue llevado por el autor al general Washington en Mont Vernon. Así aparece que la idea de un gobierno ejecutivo por sí mismo (self excecuting) fue concebida y discutida mucho tiempo antes de la reunión de la Convención. "Jefferson tenía una concepción clara d« vin gobierno para relaciones exteriores, modelado sobre el mismo plan que xin gobierno de Estado, con Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial" (Paschal, G. W., Anotaciones a la Constitución de Estados Unidos y concordancias con la Constitución argentina de N. A. Calvo, r, 2, págs. 7 y 8, Ed. Peuser, Bs. Aires, 1880). Por su parte John Piske asegura que "siempre liubo una circunstancia importante que propendió a la unión de las trece colonias americanas en una nación federal. Todos los habitantes constituían, sustancialrnenfce, un mismo pueblo. Es cierto que en algunas de las colonias había muchas persoiias que procedían de antepasados que no eran ingleses, pero e¡ tipo inglés ios había .absorbido y asimilado a todos" (Piske, J., op. cit.. página 234). consideradas como dos gobiernos, sino como un gobierno doble; las dos partes son distintas pero no separadas. El gobierno federal establecido por la Constitución se organiza con un Congreso que ejerce las funciones legislativas, un presidente que deberá ejecutar las leyes sancionadas y un tribunal supremo, encargado de las funciones judiciales. En realidad, la Constitución da las bases del sistema, pero no contiene todas las normas "sobre las cuales están fundada la organización del gobierno federal". El Poder Legislativo está ejercido por un Congreso bicameral: el Senado y la Cámara de Representantes; la característica mas saliente de ambos cuerpos se halla en la representación que invisten; en el Senado están representados los Estados que componen la Unión, mientras que en la Cámara de Representantes, sus miembros representan al pueblo norteamericano. Podría pensarse que los miembros del Senado, por ser representantes de los Estados, recibieran instrucciones de sus respectivos gobiernos, que regularan su actividad en la Cámara y limitaran en cierto modo su ubre determinación o dirigieran su pensamiento. Los senadores no son representantes de los gobiernos estatales, sino que representan al pueblo de los Estados organizados, como entidades políticas. La organización interna del Senado está regulada por sus propias autoridades y sus miembros se reúnen en comités permanentes (comisiones internas) que se dividen la tarea específica del cuerpo, estudian los isuntos que les competen e informan al Senado sobre el resultado de sus consideraciones, aconsejando el temperamento a adoptar. "La organización de los comités, puede estimarse como la esencia de la acción legislativa del Senado, porque la dirección que se impone a ese cuerpo legislativo es la esencia de su método y tiene que afectar por modo necesario no sólo a la forma, sino al total carácter de su actividad". El pueblo de los Estados Unidos está representado en la Cámara de Representantes, pero éstos llegan al cuerpo en número proporcional a la población de cada Estado, decidiéndose por ley la proporción y el número de representantes, como la forma de la elección y la duración del mandato. Las reglas de organización interna de la Cámara establecen la creación de varias comisiones o comités permanentes, cuyos miembros son designados por el presidente del cuerpo, funcionario denominado "Speaker", con atribuciones tan importantes que lo convierten en uno de los más influyen- tes del gobierno (190). Uno de los comités más importantes es el de reglamento, integrado por el speaker que ejerce la presidencia y dos miembros más, siendo este comité el que dirige la Cámara, en lo que se refiere al empleo del tiempo; otro comité, también importante, es el de gastos, encargado de estudiar los proyectos de erogaciones destinadas a cubrir las necesidades del gobierno, y casi tan importante como este comité es el de vías y medios, cuya función consiste en estudiar el régimen impositivo. El Poder Ejecutivo está ejercido por un ciudadano con el nombre de presidente, elegido por votación indirecta, y tiene a su cargo la ejecución de las leyes y la dirección de la actividad administrativa, para lo cual está secundado por jefes de departamentos. Es el comandante de las fuerzas armadas del país, dirige las relaciones exteriores, nombra a todos los agentes de la administración, ejerce el derecho del indulto, etcétera. Algunas designaciones de altos funcionarios deben hacerse con el acuerdo del Senado (embajadores, jueces y principales jefes de las fuerzas armadas, (190) El nombre de speaker dado al presidente de la Cámara de Representantes está tomado del uso de la Cámara de los Comunes Inglesa; "el pre- sidente de la cual se llama asi porque, siempre que la Cámara, en otros tiempos, se presenta!» al rey para plantearle alguna cuestión o para responder a una convocatoria de la Corona, el presidente era el que tomaba la palabra —spoksm/m o speaker—, del que lleva la palabra. Este nombre se emplea también en los cuerpos legislativos de las colonias Inglesas, en aquellos, al menos, que han heredado las prácticas legislativas de Inglaterra" (Wilson, W., El Esta&o, pág. 493). "Un rasgo peculiar de los gobiernos americanos y algo que es difícil de entender por los europeos —dice Fiske— es la casi completa separación que existe entre los departamentos ejecutivo y legislativo. En los países europeos, los grandes funcionarios ejecutivos son, o miembros de la legislatu- ' ra, o en todos los casos tienen derecho a estar presentes en sus reuniones y de tomar parte en su» deliberaciones; y como ellos, por lo general, tienen un programa político que defender o que caer con él, han adquirido el hábito de Iniciar la legislación y guiar el curso de la discusión, Pero en América las legislaturas carecen de semejantes puntos centrales a cuyo alrededor se reúnen sus fuerzas; llevan adelante su obra en una especie de marcha, sin propósito ni rumbo fijo por ínter- / medio de muchas comisiones permanentes. Cuando se propone una medida, se pasa a una de estas comisiones para que la estudie antes de que la Cámara se ocupe de ella de manera alguna. Este examen preliminar, como es natural, es necesario cuando hay una gran cantidad de trabajo legislativo pendiente. Pero la forma reservada y desordenada en que se ¡leva a cabo la tarea de estas comisiones,, propende a impedir las discusiones * amplias e instructivas en el seno de la Cámara, haciendo además de la masa de legislación siempre un extremo caótico, algo más caótico aún, facilitando también el intercambio de favores (lonf rolling y el lobbying" (Fiske, J., op. cit., págs. 186 y 197). Jeíe de Correo, de Aduana, etc.). Para auxiliar en sus tareas al presidente, existen varios departamentos, cuyo número ha variado con el tiempo. La organización del gobierno de ¡os Estados está basada en una constitución y puede decirse que existe una gran similitud en la estructura de todos los gobiernos estatales. "Uno de los puntos de analogía más evidente, es la separación completa, ai propio tiempo que la coordinación perfecta, de los tres grandes departamentos de la acción gubernamental: e! legislativo, el ejecutivo y el judicial; están los tres separados y organizados especialmente en las Constituciones de los Estados, y con mayor especificación que en las disposiciones de la Constitución federal" («>). Dentro del juego armónico de las dos jurisdicciones del sistema federal, lógico es que, los Estados ejercen la facultad dé legislar sobre asuntos que no son de competencia federal; "los legisladores de los Estados pueden considerarse, desde el punto de vista general, como teniendo todos los poderes legislativos que no pertenecen a,l Congreso". La Legislatura de cada Estado se compone de dos Cámaras, un Senado y una Cámara de Representantes, notándose aquí que no existe, como en jurisdicción federal, la diferencia de representación, ya que los miembros de ambas cámaras representan al pueblo del Estado (1*2). La organización interna de las cámaras responden al mismo criterio que la del Congreso federal; el speaker también preside la Cámara de Representantes y el Lieutenaut —gobernador— ocupa análoga posición en el Senado. En lo que respecta a la organización judicial, existe una gran variedad en la legislación de los Estados, no obstante lo cual puede decirse que aparecen rasgos comunes que permiten describir, aunque en forma somera, la organización judicial. Todos (191) Wilson, W., op. cíí.. pág. 452. (192) "No existe ninguna razón histórica que Justifique la existencia de dos Cámaras de los Estados, como ocurre en el caso del gobierno fede- ral. El objeto d«I sistema federal, es la representación de los dos elementos sobre los cuales está basado el gobierno nacional, a saber: la voluntad popular y una unión federal de Estados. Las legislaturas de los Estados tienen dos Cámaras simplemente, en atención a las exigencias de una buena legislación, esto es, porque se requiere que ésta pase por los debates de dos grupos coordinados, que representan dos colegios electorales algo diferentes, aunque ambos provienen directamente del pueblo, esperando así evitar tos errores debidos a la precipitación que podría temerse de parte de una sola Cámara popular omnipotente. La organizaclón doble no representa un principio, sino tan sólo una medida d« prudencta" (Wilson, W., op. cit., pág. 455). ¡os Estados tienen un Tribunal Supremo, así como tribunales inferiores, permitiéndose el recurso a los tribunales federales en los casos perfectamente establecidos; "uno de los rasgos más característicos de los tribunales de los Estados, es lo que se puede llamar su adscripción local"; son más bien órganos locales ya que los jueces son elegidos por los ciudadanos del distrito o circuito en el que deben administrar justicia. Generalmente existen grados de jurisdicción; 1) los jueces de paz; 2) los tribunales de condado o municipales; 3) los tribunales superiores y 4) los Tribunales Supremos. 3. Colonias españolas. "La organización del Nuevo Mundo —dice Ricardo Levene— comenzó antes de su descubrimiento, en las famosas Capitulaciones firmadas por los Reyes, Católicos y Colón, del 17 de abril en Santa Fe y del 30 del mismo mes y año de 1492 en Granada, cinco meses y días antes de que los navegantes españoles desembarcaran en tierra del Nuevo Mundo" (i»s). Ello da nacimiento a una serie de normas legales, las instrucciones, impartidas a Colón y las Reales Cédulas, conjunto de disposiciones que llevan a asegurar que al Nuevo Mundo se extiende la organización legal de Castilla, a cuya corona se incorporan las Indias como consecuencia de las Bulas concedidas a los Reyes Católicos " y a sus herederos y sucesores los Reyes de Castilla y de León" (i»4). El rey, en su carácter de monarca repre-. sentante del absolutismo, encabeza la organización política y, para el gobierno de las (193) Levene, E., Las indias no eran colonias, págs. 14 y 15, Ed. Espasa-Calpe, Bs. Aires, 1851. (194) Ricardo Leven*, el distinguido maestro recientemente desaparecido, afirmaba, en contra de la opinión generalizada, que las Indias no eran colonias, sino "provincias, dominios, reinos, repúblicas (en el sentido etimológico esta última denominación) . Las Leyes de Indias de los siglos XVI y XVII nunca hablaron de colonias, y por el contrario, una especialmente (lib. IV, tit. I, ley VI) mandó excusar la palabra conquista y en su lugar se usan las de Pacificación y Población" (Levene, B., op, cit., pág. 20). El trasplante de las instituciones castellanas a Indias es probado por este autor en la siguiente forma: "Los títulos de almirante, virrey y gobernador general discernidos a Cristóbal Colón y de adelantado a Bartolomé Colón ya previstos en las leyes españolas; el Consejo de Indias como el de Castilla; los cabildos nacientes como los consejos; los corregidores y gobernadores para las ciudades cabeza de provincia a imitación de lo previsto en España; ias audiencias como las Cnancillerías Reales; las universidades de Santo Domingo, Perú y México con ¡os privilegios y honores de la universidad de Salamanca; el Consulado de Sevilla instituido como el de Burgos y creados en Lima y México; toda la organización de Castilla y León se trasladaba a Indias, donde se transformaría y se adaptaría al medio, reajustándose a su influencia" (op. cit., págs. 33 y 34). Indias se halla secundado por varias insti- administrativa, legislativa y militar, y su tuciones y magistraturas que se rigen por origen divino (i»»). un conjunto de normas legales, alguna de Para atender los asuntos de Indias, al las cuales no son más que pequeños cuer- principio fue encomendada tal misión al pos orgánicos que contenían un conjunto de Consejo de Castilla hasta que Carlos V en disposiciones afines, aunque abarcaban ma- 1524, en consideración a la variedad y comterias diversas de gobierno; tal conjunto plejidad de los asuntos, creó el Consejo de de normas se fue incorporando luego a la indias, organismo separado de aquél, y que Recopilación de 1680. "Podría decirse de ella funcionó hasta 1812 en que fue reemplaque constituye el núcleo vital a cuyo zado por el Consejo de Estado. Este cuerpo alrededor fue vigorizándose y desenvol- estaba integrado por seis ministros conseviéndose la legislación y gobierno de Amé- jeros, uno de ellos presidente, que formaban rica" (ios). la Cámara del Consejo; un gran canciller La organización política de los pueblos que guardaba el sello real; un fiscal, un tehispanoamericanos, no obstante las pecu- niente del gran canciller, tres relatores, dos liaridades regionales, presenta caracterís- secretarios, un escribano, un tesorero, cuaticas comunes durante la dominación es- tro contadores y dos solicitadores; además, pañola. Luis R. Longhi al referirse a esta aparecían como funcionarios subalternos, un cuestión afirma que "en el orden del go- cronista mayor y cosmógrafo, un catedrático bierno metropolitano referido a la América de matemáticas, un Iniciador de proceso, un española, todos sus diversos órganos desde capellán y un abogado procurador de pobres. el rey para abajo, fueron comunes para los Su actividad se extendió a toda América y distintos virreinatos" (1!>«). reunía las facultades legislativas, ejecutivas Las instituciones y magistrados que creó judiciales y militares; tan es así que la ley España para América pueden dividirse pa- decía: "El Consejo de Indias descubiertas ra su estudio en dos grupos, atendiendo al y que se descubrieran, con facultad de orlugar de su asiento natural: autoridades denar, previa consulta, las leyes, pragmáresidentes en España y autoridades resi- ticas y provisiones generales y particulares dentes en América, que por el tiempo y para el bien de aquellas El primer grupo se hallaba encabezado provincias conviniere" (i»»). Además,'tenia por el rey, al que seguían el Consejo de facultad de rechazar o aprobar las disposiIndias y la Casa de Contratación. En cuan- ciones legales dictadas por las autoridades to a las autoridades residentes en América residentes en América y asesoraba al rey pueden ser agrupadas de acuerdo con las cuando se solicitaba la erección de cabildos funciones que ejercían; pero de todos mo- o audiencias, o cuando se necesitaba efecdos, la autoridad máxima era el virrey, fun- tuar algún nombramiento de funcionarios, cionario que aparece en 1776 en el Río de la proponiéndose al rey el nombre de los canPlata con la creación del Virreinato. didatos. Sus funciones judiciales se ejercían "Según fueran las funciones delegadas en primera instancia o en grado de apelaque ejercían, las autoridades locales se pue- ción. "Fallaba en primera tostatvda, It» den dividir en ejecutivas, judiciales, judi- asuntos fiscales provenientes de la Aduana ciales- mixtas, municipales, militares y de de Sevilla, los sumarios elevados por el fis- hacienda. De acuerdo con esa áivisioft y ett el orden en que fueron implantadas, incluí- pleitos que versaban sobre asuntos cuyo vamos entre esas autoridades residentes —dice lor fuese superior a 6.000 pesos fuertes, veLuis R. Longlií— a los adelantados, los go- nidos de las audiencias americanas; los bernadores, los intendentes, los virreyes, los asuntos eclesiásticos, decominosos y contraalcaldes, las audiencias reales, el consulado, bandos confiscados y juzgados en primera los cabildos, los comandantes de armas y las instancia por la Casa de Contratación de juntas de real hacienda. Existen, además, Sevilla" (200). Por decreto real del 20 de enero de 1503 otras autoridades ocasionales o estables, la Casa de Contratación de Seirique tenían a su cargo funciones de control se creó 201 M7 ZZaí ), organismo que al principio tuvo o meramente ceremoniales" ( ). El rey, como se ha dicho, representaba la (198) '"El rey, cabeza de la estructura política máxima autoridad dentro del cuadro de or- fuente única del Derecho público y privado, es í ganización institucional; se caracterizaba por su absolutismo, la concentración en sus manos de las funciones ejecutivas, judicial, '(195) "¿ereHe, *R.. "op. 'ett., (196) . Longni, L. R., Derecho constitucional, to- mo 1, pág- 121, Ed. Bibliográfica Argentina, Bs. representante de Dios sobre la tierra y, por su de legación, gobierna a 'les pueblos y realiza el idea de justicia sintetizado ca la rancia fórmula ar!s totélica de «a cada uno su derecho»" (Laíont. J. B Historia de la Constitución argentina, t. 1, pág- 9( Bs. Aires, 1950). (199) Ley I, tít. I, lib. U. (200) Lafont, J. B., op. ett., pag. 91. como función la de depositario de ¡as mercaderías que provenían o se remitían a América y estaba atendida por tres funcionarios: un contador, un factor y un tesorero. La importancia de los negocias de América impulsó el desenvolvimiento de esta institución que se convirtió en el principal órgano de la colonización, pues era imprescindible su intervención en la organización de expediciones a las Indias, asignándole más tarde funciones judiciales en materia comercial, entre navegantes y cambistas. Este organismo llegó a su máximo desarrollo e importancia durante el siglo xvi, al punió de ser considerado como Tribunal de Justicia e instituto de enseñanza técnica —ya que habla organizado cátedras de cosmograíía y matemáticas— hasta que, iniciada la época de la organización jurídica y política de América hispánica, su apogeo lúe eclipsado por el Consejo de Indias que absorbió buena parte de sus facultades. Las primeras autoridades españolas residentes en América, después de Colón, son los Adelantados, funcionarios surgidos en España en la época de la reconquista, con carácter eminentemente militar, ya que "se adelantaban a la conquista". Tenían funciones civiles, militares y judiciales, que ejercían en las tierras que conquistaban. "La legislación de Indias reglamentó sus funciones y atribuciones en su libro IV, tanto para los descubrimientos por mar y tierra, como para los descubridores, pacificadores y pobladores. En virtud de esas disposiciones, los adelantados ejercían el gobierno civil, judicial y militar de las tierras dés-eubiertas y pobladas, pudiendo designar autoridades en las ciudades que fundaban, dictar ordenanzas, fijar2 límites y hacer repartimientos de tierras" ( «-'). Con el objeto de que fueran atendidos los diversos asuntos de las tierras ya conquistadas y pobladas, como también, para terníinar con los excesos a que llegaban las rivalidades entre los adelantados y compañeros de expedición, los reyes designaron, a propuesta del Consejo de Indias, funcionarios que recibieron distinta denominación, encargados de la administración de las provincias. "En el virreinato del Río de la Plata se denominaron Gobernadores —origen de nuestra actual institución provincial—; en el Perú, Corregidores, y en Nueva España, Alcaldes Mayores" (*>3). Estos funcionarios, que duraban de tres a cinco años en sus funciones, tenían atribuciones políticas, judiciales y militares; debían jurar cumplir fielmente sus funciones, administrando con honradez y justicia, hacer inventario de sus bienes y someterse al juicio de residencia. Los Intendentes aparecen con la creación de la división territorial denominada Intendencia, que en el Virreinato del Río de la Plata se produce por Real Cédula de 1782. Entendían en cuestiones de hacienda, policía, justicia y guerra, teniendo en materia de recursos, la función de recaudar y disponer de los propios y arbitrios, de los tributos de los indios, venta de papel sellado, tabaco, etcétera; del impuesto denominado de "lanzas", que se cobraba a los nobles y del de "media anata", descuento que se hacía a los empleados públicos "por mercedes, cargos u oficios que no fuesen eclesiásticos". Se sumaban a las atribuciones de carácter financiero, las de policía administrativa, como el cuidado de la higiene de las ciudades, dictando ordenanzas y efectuando inspecciones para vigilar las costumbres y la seguridad; sus atribucio- nes en materia de guerra se concretaban a mantener y cuidar la subsistencia del ejército de la guarnición, ya que eí mando efectivo correspondía al virrey. "Del cuadro de las instituciones coloniales, las intendencias como los cabildos y los gobernadores, fueron las únicas autoridades que subsistieron después de la Revolución Mayo" (2«4), El más alto funcionario de América, que continuaba la persona y autoridad del rey, aunque sus atribuciones estuvieran iímitadas por la Audiencia, y por los intendentes, se denominó Virrey, aunque debe hacerse notar, de acuerdo con Solórzano, que "el título no es exótico sino que está dentro de Castilla". Sus funciones judiciales se reducían a presidir a veces las Audiencias (audiencias virreinales), teniendo la facultad de conmutar penas y conceder indultos. Como capitán general tenía el mando militar de las fuerzas y ejercía las atribuciones de justicia militar, de acuerdo con las ordenanzas. Duraba tres años en sus funciones y al finalizar su período estaba sometido al juicio de residencia ( 2Wi ). La administración de justicia en América exigió con el correr del tiempo, la instalación de tribunales locales de alzada que (204) íxsnghi, L. B.. op. cit., pág, 127. tltnción también se denominó "Casa del Océano" o "Casa de Indias" (Levene, U., "Estudio deS Derecho indiano", en Anales de ¡ti Facultad de Derecho, (205) Este juicio de residencia había perdido toda su eficacia durante el reinado de Carlos XI, aunque íué substanciado estrictamente en épocas Bs. Aires, 1918. pág. 323). ¡202} Longhi, L. B., op. cit.. págs. 125-6. (203) Lolighi, L. R., op. ctt., pág, 128. anteriores, y tanto que Victoriano de Vlüalba, juea residenciador, eireió sentenciado a Esp&ña al mar- qués de Loreto. sirvieran para aliviar la tarea del Consejo tor— que los cabildos tenían una especie de de Castilla y la del de Indias, después. Estos representación sui géneris, ya que, no obs-' tribunales se llamaron Audiencias y se ins- tante carecer el pueblo del derecho de elegir talaron por primera vez en América en el a los miembros, podían hacer oír sus reclaaño 1511 (en Santo Domingo). Algunos au- maciones y quejas, para lo que el organismo tores hacen una clasificación de las audien- se convertía en cierto modo en caja de recias, atendiendo a la jerarquía del funcio- sonancia y, a veces, esas aspiraciones popunario que las presidia (*>«). lares eran escuchadas; concluye el doctor Este organismo estaba integrado por tres Longhi afirmando que: "los cabildos coloo cinco oidores, presididos por el virrey o niales del virreinato del Río de la Plata aún por el gobernador; además, formaban parte en las épocas que no ocurrieron convulsiones un fiscal, un alguacil mayor y otros fun- políticas o circunstancias trascendentales cionarios de menor jerarquía, todos desig- que autorizaran la reunión de los Ayuntanados por el rey . mientos en Cabildos abiertos, constituían Además de sus funciones eminentemente formas irregulares del gobierno representajudiciales, tenía ¡a de reemplaza* al virrey; tivo de las ciudades o villas y que, llegado en caso de ausencia temporal, el oidor más el caso, asumían e! carácter de pequeñas antiguo lo substituía, pero cuando la acefa- asambleas políticas para la defensa de allía era definitiva, la Audiencia en pleno se guno de los pocos derechos civiles que la hacía cargo del gobierno. legislación española reconocía a los habiEn materia administrativa, tenía como tantes de la colonia y que los gobernadores función intervenir en el manejo de la real locales, no sabían o no querían respehacienda en los casos de-patronatos y diez- tar" (20»). mos, autorizando al virrey en el uso y disTranspíantada a América la institución posición de los fondos. municipal española, conservó solamente las Los oidores estaban sujetos al juicio de funciones edilicias y judiciales, pero no el residencia y en caso de delitos graves, po- carácter representativo que en cierta fordían ser detenidos por orden del presidente ma tenían en la metrópoli. El cargo de del cuerpo y con la aprobación de los otros miembro del cabildo —regidor— se obtenía oidores, por elección de los miembros salientes y La actividad del conlerclo en la colonia, debía recaer en los considerados "vecinos", en constante desarrollo, hizo necesaria la es decir, en los que fueran propietarios y creación de un organismo con funciones de gozaran de prestigio. tribunal mixto —administrativo y judicial— No hubo, en cuanto al número de regidoen materia comercial que se llamó Consu- res, una norma invariable, ya que, de acuerlado. Estaba compuesto por dos cónsules, do con la importancia de la ciudad, los nueve conciliarios, un síndico, un contador, cabildos eran integrados por cuatro,-seis y un tesorero y un secretario; el organismo hasta por veinticuatro regidores. estaba presidido por un funcionario denoLa práctica de elección de los cabildanminado prior ( 2 0 7 ). tes por los regidores que cesaban' en sus La institución más típica del gobierno cargos, fue desvirtuándose a partir de 1560, de las colonias españolas en América es con los Borbones, llegándose al sistema de sin duda el Cabildo. Sobre el carácter de la venta de los cargos. "La avaricia de la esta institución mucho se ha debatido, conCorona llegó al extremo de expedir la Real siderándose por unos, como Juan B. Alberdi, Cédula de 1581, por la que, en lugar de como órgano de características democráti- venderse los cargos para toda la vida del cas y representativas, criterio combatido por comprador, se la extendió por otra vida del Valle al afirmar que "ni el pueblo ele- más, finalmente y a partir de los primeros gía, que es la base del gobierno representa- años del siglo xvn, los compradores podían tivo democrático", ni los cabildos tenían to- transferir su título sin limitación alguna: das las facultades que se les atribuían. Por aparecieron así ios regidores perpesu parte, Longhi dice que "los cabildos no tuos" (210). constituían una forma regular de gobierno El organismo era presidido por el goberpopular, democrático y representativo" í2*6). nador a quien reemplazaba el alcalde de Debe observarse —siguiendo al mismo au- primer voto y en ausencia de éste, el de segundo voto; asimismo, formaban parte del cabildo otros funcionarios de menor je(208) Audiencias -virreinales, presididas por el virrey; pretoriales, por el gobernador, y subordinararquía, como el procurador general, el esdas, con un presidente togado. (207) Este cuerpo sa .Instaló en Buenos Aires por real cédula del 28 de «aero de 1794, aunque comenzó sus tareas recién, el 2 de junio; su primer secretarlo fue don Manuel Belgrano, (SOS) Longhi, L, B., op. ett., pág. 132.' (209) Longhi, L. B., op. cií., pág. 188. (210) Los regidores duraban un año «n sus íiuisiOD.es, renovándose en el Cabildo -de' Buenos Aires el día 19 de enero {Longhi, L. B., op. oít., pág. 131;. cribano público, el alférez real, el oficial de justicia, el juez de menores, etcétera. Las funciones de los cabildos pueden agruparse en tres materias: municipales, policiales y judiciales. Eran funciones municipales la atención de los servicios de higiene y abasto de la ciudad; las policiales, en lo concerniente a la seguridad pública; y las judiciales, actuaba como tribunal contencioso administrativo, en grado de apelación de las resoluciones de los alcaldes. Los recursos del cabildo se denominaban propios y arbitrarios; los primeros estaban formados por las propiedades y rentas municipales; los bienes mostrencos ubicados dentro de la jurisdicción, etcétera; los arbitrios eran las recaudaciones provenientes del cobro de tasas y patentes aplicados a comerciantes, vendedores, etcétera. Las cuestiones político-sociales que a veces alteraban la normal actividad de la institución municipal y los graves asuntos que debieron resolverse, hicieron aparecer una modalidad extraordinaria en las reuniones de la institución, ya que, junto con los miembros oficiales, se reunían otros vecinos de caracterizado prestigio; estas reuniones se llamaron cabildos abiertos, distinguiéndose de aquellas otras que se sucedían normalmente. Ninguna norma legal establecía el funcionamiento del cabildo abierto, aunque desde muy antiguo (siglo x a xni) la costumbre había impuesto en el régimen municipal de León y Castilla la reunión de consejos abiertos, asamblea de todos los vecinos, según Posada. En el Virreinato del Río de la Plata tales reuniones extraordinarias se efectuaron con frecuencia y las crónicas y actas capitulares registran los cabildos abiertos celebrados en distintas épocas, los que siguieron las normas que habían impuesto la costumbre y el uso, en lo que se refería a la autorización del virrey, a la invitación y al número de asistentes. Pero una alteración en los usos imperantes se produjo en los famosos cabildos abiertos de la época revolucionaria (1° de enero de 1809 y 22 de mayo de 1810), ya que se instalaron sin tener en cuenta la autorización del virrey y del propio cabildo, invitando a un número de personas muy elevado en relación con las que concurrieron a otras reuniones, la calidad de los concurrentes, todo lo cual hace que dichos cabildos abiertos se aparten del tipo clásico, hallándose otras diferencias importantes, en, las consecuencias políticas que produjeron, en el tono de las deliberaciones y en el carácter de las resoluciones adoptadas, que hacen a estos cabildos "el rudimento de verdaderas asambleas políticas y representativas de mandato popular implícito" (2"). 4. Colonias portuguesas, Portugal, lanzado también como España a la aventura conquistadora, de posesiones, llegó a las costas del Brasil ( 212 ) cuando por casualidad Alvarez Cabral en abril de 1500 las descubre, tres meses después que lo hiciera el español Pinzón. El conflicto entre ambas potencias se creyó solucionado cuando el Papa Alejandro VII dispuso el trazado de una línea que dividía las posesiones, límite que luego se modificó en el tratado de Tor- desillas. Se inicia con don Juan III, aconsejado por don Diego de Gouveia, dividiéndose el territorio en capitanías hereditarias (lotes de cincuenta leguas de costa) que se fueron entregando a los hidalgos que desearan emprender la enorme tarea de la colonización, "La división en capitanías respondía a una reminiscencia caballeresca, honrosa para los donatarios, práctica y baratapara el rey que la concedía". Cada uno de ellos sería en América, un señor feudal, dueño para siempre de un verdadero reino y, si afortunados, reunirían caudales capaces de dar envidia a los soberanos del vie- jo mundo" (2i3). i>e todas las capitanías establecidas sólo dos prosperaron, Pernanbuco y San Vicente, las otras se malograron, por distintas causas, entre las cuales puede mencionarse la hostilidad de los indios y la incapacidad de los propietarios. Se produce luego el establecimiento del gobierno central en Bahía, con la adquisición de la capitanía por don Juan III a los sucesores del donatario, con lo qué puede considerarse el principio de la colonización oficial. Este gobierno general, no obstante su característica eminentemente militar, reconocía los gobiernos locales y el derecho de las capitanías de carácter hereditario, independientes entre sí, organizadas en villas, y cuyo sistema municipal debía ser respetado por el donatario. Este sistema al permitir la relación directa de cada capitanía con el rey, reflejaba un carácter típicamente descentralizado. (211) Longhi, L. B., op. cit., pág, 3.86. (212) "El nombre derivó del palo tintóreo que allí abundaba. Era una madera ibirápitanga, excelente para teñir telas, en substitución de la púrpura levantina, y, con la designación de «verzil», «bragil» o «brazil», la Europa medioeval la importaba mucho del Asia. Otra versión atribuye el nombre del palo a su color «brasa», de donde deriva el calificativo «brasil». Sea como fuere, el primitivo colono lo prefirió para llamar, a un misma tiempo, al país y a su-producto" (Historia de Amé- rica, dirigida por Ricardo Levene, t. 4, pág. 7, Bs, Aires, 1940). (213) Historia de América, pág. 14. El rey nombraba por tres, años un gobernador, encargado de hacer cumplir en su nombre las disposiciones y órdenes reales, y asegurar la paz y la justicia en el país. En el orden local, la institución municipal —el Consejo— representaba los intereses lugareños, caracteriaándóse por su autonomía. "Gracias a la sinceridad y altivez de la institución comunal, prevaleció ella sobre caprichosas autoridades, habló altivamente y logró imponer los derechos y las reclamaciones de los colonos, cuando capitanes generales, prepotentes y parciales, pretendían menoscabarlos" í214). Estos Consejos, verdaderas villas al despotismo se componían de un juez ordinario, de dos concejales y un procurador, y asistidos por el almotacén y el alcalde. El juez era el magistrado popular con funciones de prefecto y duraba un año en su cargo. El organismo tenía facultades en la vigilancia del orden social, en la construcción de obras públicas, en el control de los gremios nombrando los jueces de las profesiones, en la aplicación de los impuestos, para lo cual eí rey debía oír al Consejo antes de ponerlos en vigor. "Para este efecto, llamaba al gobernador a una junta, a los procuradores de la,s viilas, cabezas de comarcas, y de los demás que fuere necesario llamar en semejante ocasión, para que, oyendo a ¡os que representaran y haciendo las conferencias necesarias, se escoja algún medio que parezca más conveniente..." "Para resolver graves asuntos se convocaba a la población a juntas de pavo". En materia judicial, el oidor general era la principal autoridad (21») estableciéndose la Cosa de supücagao de Lisboa para atender los recursos de apelación. En la colonia, seguían en. jerarquía al oidor general los oidores de comarca; a partir de 1696 existieron los corregidores de comarca (juizes des fóra). Posteriormente aparecieron jueces del crimen, de huérfanos, etcétera. La Carta del 20 de enero de 1600 creó capitanes mayores en villas y feligresías, los que fueron nombrados, hasta 1709, por los gobernadores y después por las Cámaras; tenían funciones de policía en las circunscripciones y debían cumplir las disposiciones del gobierno. "Esta distribución de autoridades, aprovechando los aristócratas y latifundistas locales, no solamente consolidó el régimen, sino que unificó naturalmente la colonia, (214) Historia de América, t. 4, pág. 64. (215) "En 1609 fue creado un tribunal de Justicia en .Bahía, extinguido en 1626 a consecuencia de la guerra holandesa, y restablecido en 1653. Otros tribunales se crearon: en Rio de Janeiro, «n 1751; en Marañen, en 1812; en Pernanbuco, en 1821" (Historia de América, pág. 67). formando al mismo tiempo una clase de señores territoriales poderosos, de cuyo apoyo se valió la corona para administrar, someter y pacificar las provincias americanas" ( 2 i6). La inminencia de la invasión napoleónica provocó el traslado de la corte portuguesa a Brasil, llegando a Bahía en enero de 1808. El emperador, Juan VI, instalado en Río de Janeiro, declarada capital del nuevo Imperio, organizó su gobierno al mismo tiempo que la administración nacional ( 217 ). Trasladó, pues, a América, la tradicional forma de gobierno, instalando en el Brasil la monarquía, igual a la que existia en Lisboa, con la vida palaciega y los mismos usos, con el objeto de "equipar inicialmente la colonia a la metrópoli a efecto de transformarla en otro reino de Portugal". Rápidamente fueron instalándose las instituciones y organizaciones que estructuraron el gobierno y atendían los asuntos de la administración. Por decreto del 1"? de abril se crea el Consejo de Estado, y luego fueron instalándose la Mesa de Conciencia y Ordenes, el Consejo de Hacienda, la Junta de Comercio, la Intendencia General de Policía (ais). En el orden judicial se elevó el tribunal colonial de segunda instancia de Río de Janeiro, a Casa de Apelación, "organizándose e¡ Tribunal del Palacio Desembargo do Paco, análogo al que funcionaba en Lisboa", con lo que completaba la independencia de la justicia. Habían pasado siete años desde la llegada de la Corte portuguesa a Brasil, cuando se eclipsa la estrella guerrera de Napoleón y Portugal consigue volver a manos nativas. (216) Historia de América, t. 4, pág. 68. (217) "El choque que produjo,en Europa el viaje de la corte portuguesa fue profundo. Por primera vez una dinastía abandonaba su reino para Ir a hospedarse en aquella bravia e ignota América. Diríase que el mundo se remoideaba y, con los fugitivos navios de don Juan, era la Europa que se trasladaba al otro lado del Atlántico, a fin de recomenzar una civilización interrumpida por la catástrofe ... Por lo demás, cuánto duraría la ausencia del regente, ni qué suerte le estaría reservada a Portugal. Puede decirse que don Juan no se ocultaba en el Brasil, sino que substituía a Portugal perdido por el nuevo Imperio que iría a crear.., don Juan llegó a Bahía como un providencial patriarca que trae en su bagaje los materiales de un Estado. Al desembarcar, elevaba la colonia en sucesora de la extinguida metrópoli. La independencia de Brasil empezaba allí" (Historio de América, t. 2, págs. 91 y 92). (218) "El mayor peso de la administración recaía en el ministro de Guerra y Negocios Extranjeros, verdadero primer ministro"; Importantes funciones desempeñaban también el ministro de Marina y el de Hacienda e Interior. La organización de la administración se completó con la creación de un archivo militar, la Imprenta real, la acade- mia de marina, la fábrica de pólvora, etc. Se planteaba entonces al rey el problema de continuar manteniendo la sede del gobierno en Eío de Janeiro o satisfacer las aspiraciones de los nobles y del pueblo portugués, en el sentidos de que volviera a Lisboa. En marzo de 1817 se produce sorpresivamente la sublevación de Pernambuco de carácter profundamente nativo, que obliga al gobernador a abandonar el cargo, formándose una Junta revolucionaría que trata de extender la acción emancipadora a otras provincias, pero al fin quedó sofocada por las fuerzas de don Juan, quien, mostrando una severidad inconmovible, mandó ejecutar a los principales personajes de la revolución. En Portugal, un movimiento constitucio- nal iba desarrollándose hasta hacer eclosión violentamente en agosta de 1820 con ¡a rebelión de la guarnición de Oporto; se formó una Junta que aspiraba a abolir el régimen absolutista, implantando principios liberales, reconociendo los derechos del hombre, instalando el Parlamento y depositando en el pueblo la plena soberanía. Este movimiento llegó a Brasil buscando adhesión, Ja que no tardó en producirse; en Para e inmediatamente en Bahía fueron depuestas las autoridades reales, instalándose juntas gubernativas, como luego sucedió también en Rio de Janeiro. "Evidentemente la revolución no era brasileña, ni significaba una reivindicación americana. Venía de Europa, correspondía a una exaltación ideológica de las minorías letradas del viejo mundo. Hasta podía contrariar la evolución y los intereses del Brá • sil, porque al final pretendían los portugueses obligar el regreso de la familia real" («i»). El levantamiento constitucionalista consiguió por último vencer la oposición del rey, quien influenciado por su hijo Pedro, consintió en respetar la Constitución, haciéndolo también la familia real. "Así vencía sin oposición y sin sangre, el levantamiento de Oporto, y Portugal iba a experimentar el dominio de un parlamento retórico e idealista" (220). La corte decide por fin el regreso a Lisboa, impulsada ahora por los acontecimientos inquietantes que se producen, provocados por ideas revolucionarias y separatistas. Don Juan se aleja del Brasil dejando a su hijo Pedro como representante del principio monárquico en la republicana América y heredero legítimo de la corona. Se van desatando las pasiones movidas por intereses en pugna; por un lado ios par(219) Historia de América, t, 8, pág. 358. (220) Historia de América, t. 8, pág. 259. tidarios de las Cortes portuguesas bregaban por el regreso del regente a Portugal, primer paso para la posterior dominación de la colonia, retrotrayendo la situación a la época de dominación colonial; por el otro, los patriotas brasileños que se nuclearon alrededor de don Pedro con el objeto de lograr la emancipación total. El príncipe, vacilante al principio, no puede soportar la influencia tie los patriotas y decide por fin quedarse, desobedeciendo la orden de regresar impartida por el Congreso de Portugal, con lo qué se colocaba enfrente de los militares de las guarniciones a los que se preparaba para combatir í 2 2 *). Con la proclamación de don Pedro como rey del Brasil, título qae luego fue cambiado por el de emperador, se funda eu diciembre de 1822 el Imperio Brasileño, aunque limitado solamente a las provincias de Rio de Janeiro, Minas y San Pablo, comenzando la lucha para la conquista de las provincias dominadas por los portugueses. "Después de la lucha, la organización. Luego de la guerra, la estructuración constitucional. Separado de Portugal, como única monarquía americana, iba a afrontar las tempestades políticas de un reinado dramático y atribulado". Al mismo tiempo que ia guerra' de la Independencia proseguía, reunía ana Asamblea Constituyente para resolver el problema de la organización constitucional de la monarquía. Pero ya desde ías primeras deliberaciones y resonando aun en el recinto las palabras qae pronunciara el rey en ei acto de la instalación, en que insinuaba que sólo aprobaría una constitución "digna del Brasil y de él", se puso en evidencia el conflicto que no podía ser evitado: "el trono no creía en la soberanía de la Constituyente y la Constituyente dudaba de la autoridad del trono" (222); la Asamblea pronto dejó de cumplir con su objeto, desvirtuando el motivo de su convocatoria, dejó de ser constituyente en la práctica, pues se dedicó a resolver cuestiones sin importancia o inoportunas, descuidando la sanción de la Constitución. Por fin fue elaborado un proyecto "Influido por el ofrecido a las Cortes de Lisboa y las ideas en boga después de la restauración francesa"; pero no alcanzó a ser san(221) Mientras don Pedro procura vencer la resistencia de los partidarios portugueses de las ciudades por ellos dominadas, en Rio de Janeiro qiiedo su esposa en la regencia y su destacado ministro José Bonifacio de Azufrada e Silva, quien, alarmado por las noticias que llegan de Portugal, envía una nota a don Pedro instándolo a una ruptura total, se produce, al recibo'de dicha nota, el episodio que ha recogido ía crónica, conocido eoaao el grito de Ipiranga: "Independencia o muerte", (222) Historia de América, t. 8. pág. 271. clonado, pues rápidamente crecía la rivali- gobernadas por un presidente libremente dad del emperador y la Asamblea, que cul- nombrado por el emperador". Funcionaba en el orden local un Consejo minó con la disolución del cuerpo. El triunfo del monarca le permitió organizar un provincial electivo "y las Cámaras prosenuevo Consejo de Estado a quien encargó guirían . su histórico destino de gobierno la elaboración de un proyecto de Constitu- autónomo para los asuntos estrictamente ción, en el que se advierte la influencia de municipales". las ideas francesas a las que, según parece, Pero este régimen unitario fue modificado era afecto el emperador. Puede notarse co- posteriormente, luego que don Pedro I demo característica de este proyecto, aunque -|ase el trono en 1831 para entrar en un no difiere fundamentalmente del elabora- semifeudalismo hasta 1889. Se creó para las do por la Asamblea, la división de la fun- provincias una asamblea legislativa la que ción pública en cuatro poderes, "como re- se encargaría de elaborar la legislación locomendara Benjamín Constant". cal; la policía militar, el tesoro provincial, Sometida, al solo efecto de cumplir con la justicia municipal; se implantó la ensealgún formulismo, a la consideración de ñanza primaria y secundaria; pero el prelas Cámaras Municipales, estas se apresu- sidente provincial seguía siendo designado raron a aprobarla, siendo finalmente pro- por la Corona, la Asamblea de Rio de Jamulgada por don Pedro 1 el 25 de marzo neiro tenía facultad para anular las decide 1824. siones de la legislatura local, y el emperaDe acuerdo con los principios liberales dor podía intervenir en las provincias, en franceses y americanos, imponía la sepa- forma simulada y permanente, por medio ración de poderes, la soberanía representa- de comisiones enviadas a las provincias y tiva; "los senadores y diputados eran au- comarcas perturbadas por agitaciones po- I gustos y dignísimos representantes de la ¡íticas. "Pero el Imperio del Brasil es una Nación Brasileña". "El principio monárqui- federación, dijo a un brasileño Jules Verry, co residía moderadamente en el poder del luego de enterarse de la organización del soberano vitalicio y hereditario y en la vi- país bajo la corona de don Pedro I". talicidad del Senado". "Ella aseguraba la 5. El gobierno en los países americanos. . aristocracia, sin ia cual no hay forma de Las ideas de independencia y libertad se • gobierno monárquico; y la reglamentación fueron esparciendo por las colonias como ; de las funciones imperiales permitía que si todos los hombres se hubieran puesto de j ellas se combinasen con los preceptos de- acuerdo para pensar y obrar del mismo ] mocráticos consagrados" (2«s). modo, cuando en realidad, pensaban y obra- i El Poder Legislativo se componía de dos ban aislados y no se conocían, ni habían ' Cámaras: la de Diputados, de representa- oído hablar uno del otro. Esas ideas fueron ción popular y temporal, y el Senado, de encendiendo cientos de focos que irradiaban carácter vitalicio, cuyos miembros eran ele- la luz de la libertad para estos pueblos que gidos por el emperador y representaban a querían ser independientes y nacer como naciones soberanas, regirse por sus propias las provincias, El Poder Ejecutivo estaba desempeñado leyes y ser gobernadas por sus propios hijos. "La lucha por la independencia, en Amépor un ministerio designado por el empe• rica —dice Enrique de Gandía— no fue en rador, quien se colocaba por encima de los otros poderes para no soportar la censura realidad por la independencia, sino por la del Parlamento, responsabilizándose a los libertad". Sea como fuere, los principios de la emanministros ante la Asamblea. cipación americana se hallaron fuertemente E! Poder Judicial se organizaba coa un por acontecimientos políticos Supremo Tribunal de Justicia y tribunales influenciados y sociales y por las doctrinas que llegaban de relación en las provincias, comple- a estas tierras, que formando lentatándose el cuadro con los jueces de derecho mente la concienciafueron emancipadora. Obvio amovibles. sería aquí pretender pasar revista a las No aparecía en esta Constitución, aunque causas extrínsecas e intrínsecas de la inse trató de corregir con el Acta adicional de dependencia americana; sólo es necesario 1834, el criterio federalista que hubiera ser- destacar que las nuevas naciones se fueron vido para aquietar los ánimos de las pro- erigiendo, teniendo en cuenta los límites de vincias que no gozaban de una efectiva las antiguas gobernaciones, intendencias y autonomía. "Su unitarismo fue riguroso. virreinatos y, a pesar de proclamar su liLas provincias conservaban ei nombre que bertad en nombre de un rey cautivo, ello tenían desde 1818, cuando las capitanías solamente fue el primer paso hacia la total coloniales se denominaban así, pero serían y definitiva creación de naciones soberanas, Dice el doctor Andrés María Lazcano y Mazón al referirse a las naciones america(223) autoría de América, t. 8, pág. 299. ñas que "al surgir como tales a la vida del derecho y en el concierto de sus iguales, han marcado en el reloj del tiempo una época, que puso fin a la dominación colonial y dio vida a una era de gobierno, el demócrata y republicano, que es el existente en los estados libres de este continente". Más adelante continúa, con respecto a la estructura de las constituciones: "las constituciones de este continente contienen una parte que puede llamarse orgánica, en la cual organizan los Poderes del Estado de que se componen sus gobiernos, se determinan los órganos que han de integrarlo, el tiempo de duración de los mandatos de sus funcionarios y empleados, sus atribuciones y todo aquello que señala hasta dónde llega la esfera de -acción de sus funciones; constan también de otra parte de carácter dogmático, llamada «bilí de derechos», porque determinan y definen los derechos que a todo individuo se le reconocen como garantía individual y delimitan hasta donde puede llegar cada Estado, en relación con tales derechos garantizados; y por último, contienen también la parte que se reconoce con el nombre de «cláusula de reforma» mediante la cual se organiza el Estado, y desiena los órganos a quienes confiere la modificación de su ley fundamental" (™). a) Argentina. Los acontecimientos que culminaron con la instalación del primer gobierno nativo, el 25 de Mayo de 1810, veníanse gestando lentamente en el tiempo y sólo la precipitación de los hechos ocurridos en España y los que se produjeron en Buenos Aires, hicieron oportuna la eclosión libertadora. Instalada la Primera Junta, aparece el primer texto constitucional argentino, que legal o ilegalmente impuesto, alcanzó a regir por breves días la actividad de la Junta. El artículo 1? establecía que la Junta estaría formada por los miembros que habían sido proclamados por e! pueblo; el segundo disponía el juramento de la Junta; por el tercero se "ligaba el juramento de las corporaciones y su obediencia a la nueva Junta, como depositarla de la autoridad superior del virreinato, hasta la congregación de la Junta Central del Virreinato". El articulo cuarto —que se diferencia del artículo .correspondiente del reglamento del día 24— (22«) facultaba a la Junta para cubrir por sí sola, cualquier vacante que se produjera en ella; por^el artículo quinto se faculta al Cabildo a reemplazar a los vocales (224) Lazcano y Mazon, A, M., Constituciones políticas de América, t. 1. págs. 3-6, La Habana, 1912. (225) Dictado por el Cabildo cuando decidle, como golpe contrarrevolucionario, crear la Junta presidida por Cisneros. de la Junta que faltaran a sus deberes; ios restantes artículos (del seis al doce) son exactamente los mismos del reglamento del día 24, destacándose que la interpretación de los artículos 10 y 11 (reiteración de los artículos 11 y 12 del reglamento anterior) surge la grave divergencia de los, miembros de la Junta" (228). Reunidos los diputados provinciales en Buenos Aires exigen su incorporación a la Junta de Gobierno, como así creían entender de acuerdo con lo que expresaba la circular del día 27 de mayo. La incorporación de los diputados modifica en forma interna y externa la constitución del gobierno. En lo interno, porque la Junta se convertía en un cuerpo que absorbía las funciones ejecutivas y legislativas y, según la opinión de Longhi, "de esta manera, con o sin derecho para hacerlo, las ciudades del interior y de la capital, reunidas, en una Junta de gobierno pluripersonal, echaban las bases de un federalismo de facto, reclamado y adelantado como aspiración nacional el mismo día 18 de diciembre de 1810 (en que se trató la incorporación de los diputados). Por primera vez en el país, las ciudades del interior coparticipaban en la función del gobierno central, contrastando así, con la práctica de tres siglos y con el primer gobierno patrio. Él antecedente más remoto de un esbozo de la teoría y aun mismo de la práctica del sistema federal argentino, si bien revistiendo el aspecto de un federalismo municipal, debe buscarse entonces, en la reorganización del 18 de diciembre, en la que se constituyó la Segunda Junta o Junta Grande como también se la designa en la historia argentina" ( 22 ?). En lo externo, aumentó considerablemente el número de los miembros elevándose a veintidós, (226) "Art. 11. Que los referidos señores despachen sin pérdida de tiempo órdenes circulares a los jefes del interior y demás a quienes corresponda, encargándoles muy especialmente y bajo responsabilidad, hagan que los respectivos cabildeo de cada uno, convoquen por medio de esquelas la parte principal y más sana del vecindario, par» que formando un Congreso de solo los que e». aquella forma hubieran sido llamados, elijan sus representantes, y éstos hayan de reunirse a la mayor brevedad en esta capital, para establecer !a forma de gobierno que se considere mas conveniente. "Art. 14. Que elegidos así el representante de cada ciudad o villa, tanto los eíeptos como los Individuos capitulares, la otorguen poder en pública forma, que deberán manifestar cuando concurran a esta capital, a fin de que se verifique su constancia jurando en dicho poder no reconocer otro soberano que el señor don Fernando VII y sus legítimos sucesores, según el orden establecido por las leyes y estar subordinado al gobierno que legítimamente los represente". " (227) Longhi, L. B., Derecho constitucional argentino y comparado, t. 1, pág. 249, Ed. Bibliográfica Argentina. Bs. Aires, 1945. con lo que aumentaban las dificultades para la rápida solución de los asuntos de gobierno que debían resolver, -No seria necesario ni pertinente esbozar la historia constitucional argentina, con el objeto de seguir la evolución de las ideas que se pretendieron cristalizar en las diversas iniciativas de organización institucional que aparecieron. Solamente a título ilustrativo se mencionarán los sucesivos cuerpos orgánicos, señalándose en cada uno los artículos o disposiciones en los cuales se especifica la forma de gobierno a adoptarse. Según Ricardo R. Caillet Bois ( 22S ), el primer ensayo constitucional argentino es el Reglamento de la división de poderes de 22 de octubre de 1811, que redactó la Junta Conservadora y que el Triunvirato pasó a consideración del Cabildo. Conviene destacar que este reglamento al organizar el Poder Ejecutivo (sección segunda, art. 10) tiene en cuenta el decreto del 23 de diciembre de 1811 que creaba el Triunvirato —de carácter provisorio— y luego de consignar sus atribuciones, lo hace responsable ante la Junta Conservadora de su conducta pública (art. 13). Luego organiza el Poder Judicial, del cual dice que es "independiente" y encargado de juzgar a los ciudadanos, con arreglo a las "leyes generales, las municipales y los bandos de buen gobierno (que) serán las regías de sus resoluciones" lart. 2?). El Triunvirato, disconforme con las normas proyectadas por la Junta pa,sa el reglamento a revisión del Cabildo, y una comisión especial lo declara nulo, a pesar de que los asesores reconocen facultades a la Junta. Por fin, el Triunvirato deroga el Reglamento y disuelve la Junta (decreto del 7 de noviembre); dándose el Estatuto Provisorio del Gobierno Superior de las Provincias Unidas del Río de la Plata —seguido de los decretos de seguridad individual y libertad de imprenta— (26 de octubre a 23 de noviembre de 1811). En nueve artículos el Triunvirato establece las normas a que se ajustará ei gobierno, precedidos de un extenso preámbulo en el cual se trata de explicar los hechos que dieron motivo a la disolución de la Junta. Establece como novedad que los vocales del gobierno se turnarán cada seis meses en el ejercicio de la presidencia, disponiéndose al mismo tiempo el procedimiento a observarse para la elección del miembro que deba (228) Caillet BoSc. S. R., prólogo al vol. 23 de la serie "Documentos para la Historia Argentina", E»tatutos, Reglamentos y Constituciones Argentinas, publicado por la Facultad de Filosofía y Letras, pág. 7, Instituto d« Historia Argentina "Dr. Emilio Ravígnani", Bs. Aires, 19S6. substituir al vocal saliente. También consigue dictar, a pesar de los graves conflictos políticos por los que atravesaba, dos importantes decretos: uno sobre libertad de imprenta, del 26 de octubre y el otro, sobre seguridad individual del 23 de noviembre de 1811, auténticos antecedentes constitucionales, ya que han sido incorporados, especialmente el último, a la Constitución vigente (arts, 18 y 23) («»). (229) No se resiste la tentación, a riesgo de caer en lo abusivo, de transcribir ese lamoso decreto sobre seguridad Individual, en el que aparecen ciaros principios democráticos que algunas veces es necesario recordar. "Si la existencia civil de los ciudadanos Be abandonase a los ataques de la arbitrariedad, la libertad de imprenta publicada en 26 de octubre de! presente año, no sería más que un lazo contra los incautos y un medio indirecto para consolidar las bases del despotismo. Todo ciudadano tiene un derecho sagrado a la protección de su Fida, de su honor, de su libertad y de sus propiedades. La posesión de este derecho, centro de las libertades civiles y principio de todas las instituciones sociales, es ¡o que se Itania seguridad individual. Una vez que se haya violado esta posesión, ya no hay seguridad, se adormecen los sentimientos nobles del hombre libre, y sucede ¡a quietud funesta del egoísmo. Sólo la confianza pública es capaz de curar esta enfermedad política, la más peligrosa de los Estados, y sólo una. garantí» afianzada en una ley fundamental es capaz de restablecerla. Convencido e! gobierno de la verdad de estos principios, y queriendo dar a los pueblos americano» otra prueba positiva y real de la libertad que preside sus resoluciones, y de las ventajas que les prepara su independencia civil, si saben sostenerte gloriosamente y con honor contra los esfuerzo» de la tiranía, ha venido a sancionar la seguridad individual por medio del siguiente decreto: "Artículo 1. Ningún ciudadano pueda ser penado, ni expatrlado sin que preceda forma de proceso y sentencia lega!. "Art. 2. Ningún ciudadano pu«ds ser arrestaos sin prueba, al menos semiplena, o Indicios vehementes de crimen, que se harán constar en proceso Informativo dentro de tres días perentorios. Efc el mismo término se hará saber al reo la causa de su detención y se remitirá con los antecedentes al juez respectivo. "Art. 3. Para decretar al arresto de un ciudadano, pesquisa de sus papeles, o embargo de bienes, se individualizará en el decreto u orden que se expida, el nombre o señales que distingan su persona, y objetos, sobre que deben ejecutarse la¡ diligencias, tomando Inventario que firmará el reo, y dejándose copia autorizada para su resguardo. "Art. 4. La casa de un ciudadano es un sagrarlo, cuy» violación e» un crimen; sólo en al caso de resistirse ei reo, refugiado, a la convocación del juez, podrá allanarse; su allanamiento se hará con la moderación debida, y personalmente por e! juez de la causa. Si algún motivo urgente impide tu asistencia, dará al delegado una orden por escrito; dando copia de ella al aprehendido y al dueño de la casa si la pide. ' "Art. S. Ningún reo estara incomunicado después de su confesión, y nunca podré ésta dilatarse más alia del término de diez días. "Art, 6. Siendo las cárceles para seguridad y no para castigo de los reos, tocia medida que, a pre- Luego, el Triunvirato el 19 de febrero de 1812, se dicta el "Reglamento que da forma a la Asamblea Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata enunciada en el Estatuto de Gobierno de 23 de noviembre de 1811'; según ¡a opinión de Carlos Alberto Silva, "los principios de separación de poderes no existen; la preeminencia del Poder Ejecutivo es ya dictatorial. No hay en realidad en Congreso; es un conglomerado que el Triunvirato se propone mover díscrecionaimente, ai punto de que, por decisión propia, riada puede hacer. La veda es total; la dependencia absoluta" (2:!0). Pasando por alio los acontecimientos históricos que se sucedieron, se llega a la instalación de la Asamblea General Constituyente del año 1813, como un intento más de convertir en realidad el deseo de todos de constituir un gobierno y organizar 3a nación. Una de las medidas de importancia que adopta es, posiblemente a iniciativa del triunvirato, crear el Directorio y el Consejo de Estado, dándole un reglamento provisorio; pero no llega a sancionar el texto constitucional, a pesar de que se elaboraron proyectos, uno por la Comisión Especial nombrada por la Asamblea, otro redactado por la Sociedad Patriótica. Algunos autores, entre ellos Luis R, Longhi, mencionan otros dos proyectos que fueron hallados en posteriores búsquedas, como así también lo añrfnaba el doctor Ravignani en su monumental obra Asambleas Constituyentes Argentinas. El proyecto presentado a la Asamblea por la Comisión Especial consta de 277 artículos agrupados en 22 capítulos, de los cuales el IV, traía específicamente del gobierno, y expresa en el articulo 1<? que "¡as Provincias del Río de la Plata, forman una república libre e independiente" y está integrada (según, el cap, II) por las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Salta, Potosí, Charcas, Cochabamba, La Paz, la de Cuyo texto de precaución, sólo sirva para mortificarlos. será castigada rigurosamente. "Art. 7. Todo hombre tiene libertad para permanecer en «1 territorio del Estado, o abandonar cuando guste su residencia. "Art. 8. Los ciudadanía habitantes del distrito de la Jurisdicción del gobierno, y los que en adelante se establezcan, están inmediatamente bajo su protección en todos sus derechos. "Art, 8. Sólo en el remoto y extraordinario caso de comprometerse la tranquilidad pública o ¡a seguridad de ¡a patria, podrá «1 gobierno suspender este decreto mientras dure la necesidad dando cuenta inmediatamente a la asamblea general con Justificación de los motivos, y quedando responsable en todo tiempo de esta medida". (230) Silva, C. A., JBÍ Poder Legislativo de la Unción Argentina, t, 1, 1» parte, pág, 43, Bs, Aites, 1937. y Banda Oriental y la del Paraguay, si adoptase la presente Constitución. El proyecto de la Sociedad Patriótica, de 213 artículos y 25 capítulos, comienza por sostener que "las Provincias de América de! Sud que se han unido con las del Eio de la Plata y éstas, se hallan congregadas en un medio de sus legítimos representantes" (art. 19). En lo tjue respecta a ia organización del Estado, hay que señalar una diferencia entre ambos proyectos; mientras que el proyecto de la Comisión no la define con claridad, aunque a veces pareciera inclinarse hacia un federalismo un tanto atemperado, e! proyecto de la Sociedad Patriótica se inclina, aunque no lo dice tampoco claramente, hacia la organización unitaria; ello parecería desprenderse del capítulo XX, ei que establece que en cada provincia existirá un Prefecto nombrado por el Presidente de la República. Ambos proyectos coinciden en establecer el sistema de Poder Legislativo blcameral (cap. VIII, art. 1"? del proyecto de la Comisión y 79 del de la Sociedad). Como consecuencia de la caída del gobierna del general Carlos de Alvear asume la autoridad del país el Cabildo de Buenos Aires, qae expide un bando el 18 de abril de 1815, "en el que se determinaba la necesidad y el procedimiento a seguir para la elección de un gobierno provisional, hasta tanto se reuniera el Congreso General de las Provincias, que debería ser precisamente convocado, a los dos días de la instalación del nuevo gobierno". Se encarga asimismo, a una Comisión —Junta de Observación— especie de cuerpo moderador del Ejecutivo, compuesta de "ciudadanos virtuosos que se hallasen por conveniente", la tarea de redactar un Estatuto Provisorio "capaz de contener los grandes abusos que hemos experimentado, para restituir la libertad de imprenta, reclamando la menor infracción enérgicamente" ( 2:íl ). De inmediato comienzan las tareas de ¡a Junta, en ¡a redacción del "Estatuto Provisional para la dirección y administración del Estado, formado por la Junta de Observación nuevamente establecida en Buenos Aires, el 5 de mayo de 1815". Aunque este Estatuto no llegó a regir, hay que notar que varias de sus disposiciones e parecí e ron en los proyectos posteriores; según la opinión de Silva, este Estatuto "regla la existencia del gobierno de Buenos Aires, que fue apropiado campo experimental para evidenciar su ineficacia" (:¡!!-). (231) Registro Oficial de la República Argen~ 'Una., t. 1, pág. 809. (232) Silva. C. A., op, cit., pág. 152. Luego se convocó a elecciones para el Congreso que debía reunirse en Tucumán, En la sesión del Cabildo del día 13 de febrero de 1816, convocado en la Iglesia de San Ignacio, se- resuelve modificar el Estatuto, nombrándose al efecto una comisión (2»3), Asimismo se crea una comisión de vigilancia, compuesta por tres miembros. La reforma del Estatuto, cuya redacción se atribuye al Dean Punes, fue sometida a consideración del Congreso de Tucumán (que se instaló el 24 de mayo de 1816), pero no alcanzó a considerarla. Este Congreso Constituyente, luego de tomar diversas resoluciones, designó Director Supremo al coronel Juan. Martín de Pueyrredón; asimismo resuelve darse un orden de asuntos a considerar, nombrándose una comisión encargada de redactar un plan de trabajo; el que incluye, entre otros asuntos fundamentales, la adopción de la forma de gobierno que sea más adecuada (punto 5). Dicho plan fue aprobado en la sesión del día 9 de julio; prosigue luego con la aprobación del acto más importante de sus deliberaciones: la declaración de la independencia. La consideración del punto 5 del plan trae al Congreso la oposición de dos tendencias: una, que se inclina por la forma republicana inspirada en el ideario dé Moreno y de la Revolución de Mayo y la otra, se inclina por la forma monárquica; asimismo, dentro de la tendencia democrática, se observan las ideas federales y las unitarias, y dentro de la monarquía, se dividían sus adeptos en aceptar, unos, la forma constitucional a semejanza de la inglesa, inclinándose otros por la más absoluta, la monarquía de tipo borbónico. Trasladado a Buenos Aires, el Congreso continúa sus deliberaciones, llegando a considerar un proyecto de Reglamento Provisorio presentado por la comisión especial, en la sesión del 27 de setiembre de 1816 (2^) en su sede de Tucumán, quedando sancionado el 22 de noviembre de 1816. Luego de su remisión al Director Supremo para su conocimiento, vuelve a discutirse en el Congreso, atendiendo las observaciones que formula la comisión revisora, hasta que (233) Integrada por Manuel Antonio Castro, Gregorio Punes, Tomás Antonio Valle, Luis José Chorroarin y Domingo Victorio Achega. (234) "Mereció preferente atención el capítulo que habla del establecimiento de un Senado en la Capital. Este punto íué materia de larga discusión, sobre si debía suprimirse, supuesta la resolución de trasladarse el soberano Congreso a Buenos Aires, o si ínterin se verificaba la traslación, se nombrarían individuos de fuera de su seno que lo íor~ masen provisoriamente" (Silva, C. A., op, cit., páginas 228 y 229). obtiene sanción definitiva el 3 de diciembre de 1817. Este reglamento sigue la orientación que se observa en el Estatuto de 1815 y hasta su misma división en secciones, pues ambos constan de siete, que agrupan diversos capítulos. En lo que respecta a la forma de gobierno, hay que señalar que este Reglamento, a igual que el anterior Estatuto, no se define claramente aunque surge del espíritu de sus disposiciones la tendencia unitaria, la que es enérgicamente combatida por los caudillos del interior, que da motivo para que se inicie una época de darás luchas por el predominio político, entre las provincias mandadas por los caudillos y el gobierno .de Buenos Aires. En esta situación inicia sus deliberaciones el Congreso, que había suspendido sus sesiones, abordando la consideración del proyecto de "Constitución de las Provincias Unidas de Sudamérica" que finalizó con la sanción del 22 de abril de 1819. Es interesante la exposición de la comí- , sión referente a la forma de gobierno que adopta, poniendo en evidencia que las ideas monárquicas continuaban preocupando a , los diputados y aceptaban como un princl- : pió de solución para organizar definitiva- ; mente el país. Así la comisión expresa que ; "ha llevado la idea de apropiar al sistema gubernativo del país las principales ventajas de los gobiernos monárquicos, aristocráticos y democráticos, evitando sus abusos"; y agrega: "el gobierno monárquico es ventajoso por la unidad de los planes, por ¡a celeridad de la ejecución, y poi el secreto, de modo que tan respetable a los agitadores del orden público como a los enemigos exteriores, con una mano previene los complots que amenazan interiormente y con la otra contiene las invasiones de afuera. El gobierno aristocrático es ventajoso porque los negocias-públicos son mane jados pqr hombres eminentes y distinguí- . dos que han tenido proporciones para edu- ; carse brillantemente, y adquirir los talen- | tos necesarios para desempeñar sus cargM ? con acierto y esplendor. El gobierno democrático es ventajoso por la elevación y seguridad que Inspira a todos los ciudadanos ¡ el derecho de tomar parte en la formación | de las leyes que han de obedecer, en lai I elecciones, y demás transacciones pública en que se hallan altamente interesa dOS" (233) . (235) En el extenso manifiesto con que st acompañó la publicación del texto constitucional ¡ —que erróneamente se atribuyó en un principio al deán Gregorio Funes— se dice textualmente: "que la presente Constitución no es n! la dono- , cracia fogosa de Atenas, ni el régimen monacal iH Esparta, ni la aristocracia o la efervescencia plfr ^ Esta Constitución adopta eí sistema blameral para la organización dei Poder Legislativo y las normas que señalan las atribuciones de ambas Cámaras significan on apreciable progreso en la materia, no obstante el poco acierto que puede señalarse en lo que respecta a la composición del Senado, de tendencia aristocrática ( 2:ífi ). Otro rasgo original de esta Constitución es el que, por primera vez se crea una Corte Suprema de Justicia que ejerce el Poder Judicial del Estado, compuesta por siete jueces y dos fiscales, nombrados por el Director Supremo con acuerdo del Senado (artículos XCII y XCIV). No obstante su acertada técnica y los propósitos de servir al país, que animaban a sus redactores, no era la Constitución que el país necesitaba; no se adaptaba al ambiente, pues estaba en pugna con el espíritu democrático que imperaba y constituía un desafío al federalismo que (mal interpreta- do a veces pero vivo) representaban los caudillos del interior. En conclusión, la Constitución de 1819 fue motivo para encender la guerra civil en defensa del federa. • lismo y que se refleja en la aparición de las constituciones provinciales (237) que buenas o no se ratificaba en ellas la continuidad histórico-política de la Revolución. "Cada provincia, con su Constitución al ít'ente, por convicción o por presión de sus respectivos caudillos —ello no importa— se sintió fortalecida en su posición de Estado provincial soberano constituido e independiente pero integrantes de ¡a Unión de Provincias". "Hay, pues, demasiada injusticia, cuando se condena a aquellos tex- tos constitucionales de las provincias, atenbleya de Boma, ni el gobierno absoluto de Rusia, ni el despotismo de Turquía n! la federación complicada de algunos Estados. Pero es sí un estatuto que se acerca a la perfección: un estado medio entre la convulsión democrática, la injusticia aristocrática y el abuso del poder ilimitado". (238) "Artículo X: Formarán e¡ Senado los se- nadores de provincias, cuyo míraero será igual a] de las provincias; tres senadores militares, cuya graduación no baje de coronel mayor; wn obispo y tres eclesiásticos; «n senador por cada Universidad, y el director del Estado, concluido el tiempo de su gobierno". (237) Santa Pe se había dado con anterioridad una Constitución de fecha 26 de agosto de 1819. La» Constituciones provinciales son las siguientes: Constitución de la "República de Tucumán, deí 6 de setiembre de 1820. Constitución de la "República" de Córdoba, del 3 de enero de 1821. Constitución de la Provincia tle Salta y Jujuy, del 9 de agosto de 1821. Constitución cié ¡a Provincia de Corrientes, del 11 de diciembre de 1821. Estatuto Provisorio Constitucional de la Provincia de Entre Kos. del 4 de marzo de 1822. Reglamento Constitucional de la Provincia de Catamarca, del 11 de íttllo de 1823. Carta de Mayo de la Provincia de San Juan, del 13 de julio de 1825. Las demás provincias sancionan leyes orgánicas. diendo más a la letra que a la continuidad histórica argentina" ( 2 3»), Dice Carlos A. Silva a! referirse a esta época: "A los diez años de la Revolución, los pueblos del interior se encuentran bastamente evolucionados. No sólo avanzan en su organización sino que, aunque defectuosamente, van implantando formas estatales que constituyen el primer paso hacia el afianzamiento de la aspiración suprema: la autonomía. El federalismo no surge como imposición doctrinaria; no va más allá de la. concreción de las ideas democráticas que tan generosamente desparramaba Moreno desde los albores de la patria libre. Son ios pueblos que forman conciencia de su soberanía, igualdad y valimiento, como partes integrantes de la nacionalidad" (239). Los dos errores en que se incurre: el propósito de instaurar una monarquía y el sistema unitario propiciado por la Constitución de 1819, hacen fuertes a las montoneras que elevan a los caudillos y éstos, al levantar el emblema del federalismo, se convierten en los ídolos de sus pueblos que ven en ellos los defensores de la libertad. "La muchedumbre, la democracia, sigue la bandera del federalismo para mejor defenderse y triunfa. Es la anarquía, dice entonces la minoría centralista. Es el pueblo, responden los caudillos". Pero, a pesar de la anarquía que impedía todo intento de acercamiento entre los pueblos con eí fin de organización nacio- nal y, precisamente, apelando a esa aspiración, logra el gobierno de Martín Rodríguez, mediante ¡a ley del 27 de febrero de 1824, "invitar a los pueblos de la Unión a fin de reunir lo más pronto posible, la representación nacional". "Ninguno de los Congresos argentinos cuenta con mejores auspicios para su gestión que el del 1824. La iniciativa de la Junta de Representantes de Buenos Aires resume los anhelos reiteradamente manifestados por las provincias, que ansian ver organizada la Nación, declarándose prontas a rendirle acatamiento, pero sin delegar de las propias autonomías estatales" ( 24 °). La primera sesión preparatoria se celebra el día 6 de diciembre, iniciando sus deliberaciones el día 16. Una de las sanciones más importantes que produce el Congreso es la denominada Ley Fundamental, que significa un pacto de unión entre las provincias, consolidándose el espíritu federalista que parece imperar entre los congresales y que indicaría desde ya el carácter que tendría, (238) Longhi, L. H., op. cii., pág. 390. (239) Siva, C. A., op. cit., pág. 366. (240) Silva, C. A., op. cit., t. 1, 1? parte, página 479. en este sentido, la organización del Estado. Esta ley, asimismo, establece el Poder Ejecutivo unipersonal (aunque provisorio) y la denominación oficial de Provincias Unidas del Río de la Plata. El 28 de enero de 1826, el diputado Bedoya insiste en su anterior moción en el sentido de nombrar en forma permanente la persona que ha de desempeñar el Poder Ejecutivo, con el nombre de presidente: esta ley, llamada "Ley de presidencia" es sancionada el 8 de febrero, con algunas modificaciones, señalándose la adición que propone el diputado Agüero al final del artículo 4 que trata del juramento, que dice: "que defenderá y conservará la integridad e independencia del territorio de la Unión, agregándose: "tejo la forma representativa republicana". También se aprueba la ley de ministerios, constituyéndose cinco departamentos: de gobierno, negocios extranjeros, guerra, marina (que luego se reforma nombrándose un solo ministro) y hacienda. En la sesión del día 7 se procede a la elección del Presidente de la República, resultando elegido don Bernardino Rivadavia. Cuando ya el Congreso, después de cuatro meses de deliberaciones, considera que ha llegado el momento de comenzar con su tarea específicamente constituyente, se encuentran en las mismas vacilaciones que los anteriores, en lo que respecta a ¡a- forma de gobierno. La propia Comisión de Negocios Constitucionales no se definía, conviniéndose consultar a los pueblos, como medida previa a la redacción del proyecto de constitución (2«). Después de recibidas las respuestas, la Comisión creyendo interpretar la voluntad de los pueblos y entendiendo hallar la mejor solución al delicado problema, se decide por la forma representativa republicana, consolidada en unidad de régimen, la que es adoptada por 42 votos a favor y 11 en contra. Por fin la Comisión presenta su proyecto de Constitución el que comienza a tratarse el 1<? de septiembre, adoptándose como base la Constitución de 1819. El texto definitivo, en su sección tercera, artículo 7"? se define por la forma de gobierno representativo, republicano, consolidado en unidad de régimen; un Poder Legislativo bicameral (art. 90), el Poder Ejecutivo unipersonal (Presidente de la República), de elección indirecta (arts. 73-80) dura en sus funciones (241) Las provincias se expiden de ¡a siguiente íorma: Córdoba, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero, por el gobierno representativo republicano federal, Salta, Tucumán y La Kloja, por el sistema unitario. Catamarcs, Corrientes y San Luis, por el que adopte el Congreso. No se pronuncian: Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Pe, Banda Orien- tal y Misiones. cinco años y no puede ser reelecto; el Poder Judicial ejercido por la Alta Corte de Justicia, Tribunales Superiores y demás juzgados (art, 110). La Constitución, sometida a la consideración de las provincias fue rechazada por ellas, a pesar del esfuerzo realizado por las comisiones enviadas por el Congreso, el que clausura sus deliberaciones el 18 de agosto de 1827. Comienza una etapa de descomposición institucional que abarca el lapso comprendido entre los años 1829 y 1852, durante el cual la anarquía primero y la dictadura después, van alejando la idea de una definitiva organización. Pero por fin se llega a vislumbrar la posibilidad de concretar tal aspiración, llegándose al "término del gran drama argentino, abierto en la semana de mayo de 1810 y recargado de cuadros sombríos durante cuarenta y tres años de estériles y sangrientas luchas en ¡os que, en el afán de superación puesto al servicio de un ideal supremo, se perdieron de vista las modalidades de un pueblo reclamadas por sus sentimientos de unión nacional dentro de su propia individualidad histórica" (212) _ El Congreso General Constituyente al que concurren las provincias menos Buenos Aires, en cumplimiento del artículo 5? del Acuerdo de San Nicolás, "es uno de los más gloriosos cuerpos deliberativos argentinos", que inicia sus sesiones preparatorias el 15 de noviembre, en Santa Fe. En la sesión del 24 de diciembre de 1852 el diputado Leiva pide el nombramiento de una comisión que tendrá a su cargo la redacción del proyecto, que resulta integrada por el mismo Leiva, Gutiérrez. Gorostiaga, Díaz Colodrero y Ferré, a quienes se unen después Derqui y Zapata. La comisión presenta su proyecto el 18 de abril, acompañada de un informe, en el que expresa que el sistema federal es la base del proyecto elaborado, en cumplimiento del artículo 2° del Acuerdo de San Nicolás y del artículo 16 del Pacto Federal de 1831. Las provincias conservan su "soberanía e independencia"; se gobiernan según sus propias instituciones y la elección de magistrados y legisladores se verifica exclusivamente por la libre voluntad de sus habitantes. Adopta el sistema bicameral en la organización del Poder Legislativo; el presidente de la Confederación es electo por el pueblo por votación indirecta: el Poder Judicial es ejercido por la Corte Suprema y demás tribunales inferiores. Concluido el debate en general y particular el 30 de abril se resuelve que al día (242) Longhi, L. R., op. cit., pág. 529. siguiente se lea ei texto aprobado y se procedu a la firma, lo que así sucede, quedando sancionada la Constitución de la Confederación Argentina. Las posteriores reformas introducidas en 1860, 1866 y 1898 no alteraron su espíritu y, en lo que se refiere a ¡a forma de gobierno se mantuvo, lógicamente, la forma representativa, republicana federal, y así rige y preside el destino del país, puesto que, como decía Fray Mamerto Esquiú en su magnífico discurso: "la vida y conservación del pueblo argentino dependen de que su Constitución sea fija, que no ceda al empuje de los hombres". b) Bolivia. La actual República de Solivia había integrado, con la denominación de Alto Perú, el Virreinato del Río de la Plata, luego de ser separado del virreinato del Perú. La organización institucional, propia de la dominación española, con su característica presión sobre el nativo, configura un cuadro social en el cual el espíritu de rebeldía espera hacer eclosión para liberarse de la carga. Factores diversos van preparando el ambiente adecuado; los acontecimientos de Europa, las consecuencias de las invasiones inglesas a Buenos Aires, son utilizados hábilmente por los precursores de ¡a revolución, que desde la Universidad de Charcas, especialmente, comienzan a agitar a las masas y a influir con sus ideas en el propósito emancipador. Los movimientos de Chuquisaca y La Paz, del 25 de mayo y 18 de junio de 1809, respectivamente, señalan el comienzo de la gesta libertadora y, aunque en La Paz tuvo más éxito, puesto que logró establecer —aunque precariamente— un gobierno nativo, y establecer algunas bases que pueden considerarse como un pían de gobierno, compuesto por 10 capítulos, uno de los cuales disponía la creación de una Junta Tuitiva, al fin fue dominada nuevamente por las fuerzas españolas y ahogado en san • gre (2-is). Posteriormente, la revolución producida en Buenos Aires y los acontecimientos militares que se sucedieron precipitan los pronunciamientos rebeldes, iniciándose la lucha armada contra el poderío español hasta conseguir el cese de ese predominio, con la victoria de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824. "Así, a los quince años de la revolución de Chuquisaca, terminó la implacable lucha entre los americanos y españoles; el (243) Los principales propulsores de ¡a revolución fueron ahorcados; Murólo, el jefe, pudo expresar momentos antes de morir estas palabras: "La tea que os dejo encendida, jamás so ha de extinguir". Alto Perú, cuna de la revolución, fue la tumba de la dominación española" C2**), Los sucesivos pronunciamientos espontáneos de la ciudades, como Cochabamba, La Paz, Chuquisaca, etcétera, convirtieron de hecho al país en estado independiente, por lo que Sucre, al entrar a la ciudad de La Paz, dictó el 9 de febrero de 1825 un decreto convocando a todas las provincias a una asamblea que debía reunirse en Oruro el 10 de abril; pero la reunión tuvo lugar el 10 de julio en Chuquisaca presidida por el doctor Mariano Serrano. Este célebre decreto "es el primer documento institucional de Solivia. Está noblemente inspirado; reconoce la soberanía del pueblo, consagra principios básicos de Derecho público para concluir colocando la piedra fundamental sobre la que se levanta la independencia del país: la Asamblea General de Representantes del Alto Perú deliberará acerca de los destinos de las provincias y sobre su régimen provisorio de gobierno. Reconocimiento explícito de la autodeterminación de los pueblos, que permitió la fundación del nuevo estado" (~^>). En la asamblea se pusieron a consideración tres proposiciones, triunfando la que expresaba que "los departamentos del Alto Perú se erigirían en Estado soberano e independiente de todos los monarcas, tanto del viejo como del nuevo mundo", naciendo así un estado libremente erigido, que se denominaría República de Bolívar (decreto del 10 de agosto), nombre que luego se cambió per el actual. Al mismo tiempo se encargaba a Bolívar la redacción de ¡a. primera constitución, texto que fue recibido el 14 de junio de 1826, junto con el decreto del reconocimiento de la independencia, por parte del Perú. La Constitución redactada por Bolívar —de efímera vigencia— adoptaba el régimen unitario, con un gobierno popular, re(244) Heras, C., "Independencia del Alto Perú. Creación de la República de Bolivia". en Historia de América, dirigida por Ricardo Levene, t. 6. .página 49, Bs. Aires, 1940. (245) Trigo, C. P., Derecho constitucional boliviano, págs. 108 y 109, Ed. Cruz del Sur, La Paz, Bolivia, impreso en Bs. Aires en 1952. El citado autor, distinguido constitucionalista boliviano, reúne en su bien documentada obra la bibliografía sobre la historia y el Derecho constitucional de su país, de la cual puede verse: Carrasco, J., Estudios constitucionales, vol, 4, Ed. González y Medina, La Paz, 1920; Gutiérrez, J. R.. Las Constituciones políticas que ha tenido la República boliviana (1826-1868), Imp. de El Independiente, Santiago, 1869; Monje Gutierres, T., Derecho público constitucional boliviano, Ed. Trabajo. La Paz, 1946; Sanjines, J., Las Constituciones politicas de Bolivia (Estudio histórico comparativo). La Paz, 1906; Trigo, C. F., Reseña constitucional boliviana. Universidad Mayor de Snn Andrés, I-a Fa?, 1950. presentativo, con un presidente vitalicio e irresponsable, un vicepresidente hereditario y tres ministros. "La presidencia vitalicia con un vicepresidente hereditario daba- a la Constitución un carácter semi monárquico, en pugna con los principios democráticos inspiradores de la revolución americana". "Se ha controvertido acerca de si Bolívar deseaba implantar una monarquía o una rer pública democrática. En la esencia, nos encontramos ante una organización sui géneris, en la que predominan las características de una república oligárquica. Propiamente se consagró, con el título republicano de presidente, a causa de su duración, un monarca constitucional electivo. Esto muestra que los principios imperantes en Inglaterra parecen haber inspirado el pensamiento del Libertador" ( 2 4 6 ). El Poder Legislativo estaba compuesto por tres cámaras: tribunos, senadores y censores. Los primeros, tenían la iniciativa en cuestiones económicas, militares y de relaciones exteriores; los senadores, en las correspondientes a la justicia y a la administración eclesiástica y los censores, que eran vitalicios, estaban encargados de velar por el cumplimiento de la constitución y de las leyes y en toda lo referente a la legislación sobre cultura e instrucción pública. Otra novedad digna de destacarse en este proyecto es que aparece, además, el Poder Electoral. La Asamblea se dedicó a la consideración del proyecto, al que introdujo pocas modificaciones, corno la que se refería a la religión católica que adoptaba como religión del Estado. La Constitución fue jurada el 9 de diciembre, segundo aniversario de la batalla de Ayacucho. En el curso de la historia constitucional boliviana, las revoluciones, al cambiar por la fuerza a los gobernantes, producía como consecuencia una nueva constitución política. Así apareció la de 1831, que limitó el periodo presidencial a cuatro años y amplió la característica de la forma de gobierno, estableciendo que es republicano, popular representativo, bajo la forma de unidad; se suprime el poder electoral; adopta el sistema bicameral; se crea el Consejo de Estado. La Constitución de 1834, mantiene los mismos principios que la anterior; la de 1839, que presenta diferencias notables, suprime la vicepresidencía de la Nación, introduciéndose por primera vez la sección que se refiere a los Consejos Municipales, la Constitución de 1843 amplía las facultades del presidente, cuyo período amplia a 8 (246) Trigo, O. P., Derecho constitucional boliviano, pág. 123. años, no pudiendo ser reelecto; se establece un procedimiento especial para la reforma a la Constitución, pero no puede comprender a la forma de gobierno ni a la independencia de la República. La Constitución de 1851 se caracteriza por haber legislado en su primera sección sobre el derecho público de los bolivianos, el período presidencial se reduce a 5 años, pudiendo el presidente ejercer facultades extraordinarias en caso de declararse la patria en peligro. La Constitución de 1861 "significa un notable- progreso con relación a las precedentes"; se establece el sistema unicameral del Legislativo y un Consejo de Estado de 15 miembros, el período presidencial dura 3 años, no pudiendo ser reelecto el presidente sino después de un período; se fijó en cuatro el número de ministros. La Consti tución de 1868 establece el sistema bica meral, el período presidencial se fija ea cuatro años, reelegible, estando el Pode Ejecutivo ejercido por el presidente y por los ministros del Estado que forman su binete. La Constitución de 1871 introdujo varias reformas a la de 1861, entre ¡as cuales puede mencionarse la reducción a nueve de los miembros del Consejo de Estado, manteniéndose el régimen unitario, despuél de un histórico debate. La Constitución de 1878 se caracteriza por su espíritu liberal; en su redacción colaboraron notables publicista y parlamentarios; establece el Poder Legislativo bicameral, el Poder Ejecutivo se ejerce por el presidente, que dura cuatro años y no puede ser reelecto inmediata» mente, y los ministros; se crea la vicepreí sidencia. En 1880, como consecuencia de la guerra con Chile se reúne la Convenció! nacional e introduce reformas a la Constitución de 1878, estableciendo dos vicepresh deneias. En esta Convención se debatió la cuestión de implantar una dictadura par* hacer frente a la situación difícil que sí, soportaba. En la Convención nacional de 1899 se discutió el problema de la adopción del régimen unitario o federal manteniéndose el primero, y por la ley del 23 de octubre de 1899 se adoptó la Constitución de 1880. Por la ley del 24 de enero de 1921 se constituyó la Convención nacional, que declaró vigente la Constitución de 1880, suprimiendo una vicepresidencía. La revolución del 25 de junio de 1930 se propuso realizar varias reformas constitucionales, las que se sometieron a un referendum el 11 de enero de 1931, y habiendo sido aprobadas, fueron incorporadas a la Constitución, por el decreto-Iey del 23 de febrero. La Constitución de 1938 fue la duodécima en orden cronológico e incorpora nuevas secciones, como la denominada "Régimen económico y financiero", "la familia", "etcétera, advirtiéndose la intervención del Estado en apoyo y seguridad de los intereses colectivos. La Constitución de 1945, en realidad, reforma la de 1938, y entre las modificaciones puede señalarse la que otorga derechos políticos a la mujer, se establece el fuero sindical, el matrimonio de hecho, etcétera. Por último, la Constitución de 1947, cuyo texto oficial ordenó publicar el Congreso el 15 de octubre de 1948, es la decimocuarta Carta Fundamental boliviana. Adopta la forma de gobierno democrática representativa, como lo establece el artículo 1?, constituyendo una república unitaria. Por el artículo 29 se dispone que el poder reside en el pueblo, delegado al Legislativo, Ejecutivo y Judicial; establece el sistema bicameral siendo el Poder Ejecutivo ejercido por el presidente de la República, elegido por sufragio directo, juntamente con los ministros de Estado (art. 83). El período presidencial dura seis años, no admitiéndose la reelección inmediata. Los ministros, cuyo número es establecido por ley, son responsables de los actos que realicen en sus respectivos departamentos, junto con el presidente y solidariamente de los. que legalicen con consejo de gabinete (arts. 97 a 105); del Poder Ejecutivo, composición; forma de elección del presidente y facultades, disponen los artículos 83 a 96. El Poder Legislativo está tratado en la sección quinta (arts. 46 a 58), la que dispone sobre su composición, funcionamiento y atribuciones de las Cámaras; también se establecen las atribuciones de cada cámara, es decir, el régimen interior del Congreso, en la sección sexta (arts. 59 a 63); la sección séptima y la octava tratan, respectivamente, de la Cámara de Diputados y de la de Senadores; los primeros son elegidos por votación directa a simple pluralidad de sufragios, renovándose la Cámara por mitades cada dos años; los segundos representan a los Departamentos y ejercen sus funciones durante seis años, pudiendó ser reelectos (como también los diputados), renovándose la Cámara por tercios cada tres años. El régimen interior —gobierno departamental— está a cargo en lo político y administrativo de prefectos, subprefectos y corregidores, cuyas atribuciones están determinadas por ley (art. 108). El Poder Judicial está tratado en la, sección decimosexta (arts. 137 a 150), estando ejercido por la Corte Suprema, las Cortes de distrito y demás tribunales y juzgados que establezcan las leyes; la administración de justicia es gratuita (art. 137) y los jue- ces'inamovibles, siendo esencial la publicidad en los juicios, suprimiéndose el secreto de la prueba en las causas penales. Los ministros del Poder Judicial (Corte Suprema) son nombrados por el Poder Legislativo. La Cámara de Diputados los elegirá, por mayoría absoluta de votos, de las ternas-propuestas por el Senado (art. 67); las atribuciones de la Corte Suprema están determinadas en los doce incisos del artículo 145, estableciéndose en el Inciso 10 el llamado recurso de amparo contra resoluciones del Poder Legislativo que afecten derechos concretos (2«) . Asimismo tiene atribuciones para resolver las cuestiones que se puedan suscitar entre municipalidades y provincias o departamentos (incs. 9 y 11), como también compete a este Alto Tribunal las facultades de casación. El artículo 140 establece las atribuciones que corresponden a las Cortes de distrito, además de las fijadas por la ley; entre aquéllas figura la de juzgar a los alcaldes municipales y miembros de los consejos deliberantes, por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones y conocer de la nulidad de las elecciones, quedando los subpre- fectos sujetos a la misma jurisdicción. c) Brasil. Nace a la vida independiente en 1822, cuando el regente asume la dirección del imperio en forma pacífica, dándose una constitución el 25 de marzo de 1824, modificada en 1834. La República de los Estados: Unidos del Brasil surge en 1889, promulgándose la constitución el 24 de febrero de 1891, de carácter federal, que implantó el régimen presidencial, aboliendo la monarquía autolimitada. En 1934 se sanciona una nueva Constitución, apareciendo luego la Constitución de tipo corporativo de 1937, y por último, la Constitución del 18 de setiembre de 1946, vigente. En el artículo 19 se define la forma de gobierno que adopta, es decir, que "conser- van, bajo el régimen representativo, la Federación y la República". La Unión está integrada por los estados, los territorios y el distrito federal, que es la capital de la Unión, la que, según el artículo' 4? de las disposiciones transitorias, será trasladada ai altiplano central del país. El Poder Legislativo es ejercido por un Congreso bicameral (art. 37), cuyos miembros son elegidos simultáneamente en todo (247) Es interesante destacar que en Argentina ha sido reconocido, en fallos recientes de la }orte Suprema de Justicia de la Nación, el receso de amparo contra los ataques a las libertades públicas reconocidas en la Constitución Nacional. Dichos fallos han provocado los comentarios de los más distinguidos juristas. (V. La Ley, 31-3-959). el país. En cuanto a la elección de diputa- dos, la Constitución establece la representación proporcional, disponiéndose en el articulo 59 las atribuciones que son exclusivas del cuerpo. Los senadores, en cambio, son elegidos por el sistema de mayoría, a razón de tres senadores por cada estado y la misma representación tendrá el distrito federal; los mandatos de los senadores duran ocho años, renovándose la cámara cada cuatro, alternativamente por una y por dos terceras partes. Las atribuciones del cuerpo están establecidas en los artículos 62, 63 y 64, entre las que se destaca la de suspender la ejecución en todo o en parte de ley o decreto declarados inconstitucionales por decisión deíinitiva del Supremo Tribunal Federal. Los artículos 78 y siguientes tratan del Poder Ejecutivo, el que será ejercido por el presidente de la República, disponiéndose a continuación el orden en caso de acefalía; el periodo presidencial dura 5 años, admitiéndose una norma, el artículo 84, que establece que será declarado vacante el cargo si el presidente o el vicepresidente no asumen sus respectivas funciones antes de los. treinta días fijados; esta declaración será efectuada por el Superior tribunal electoral. Los 19 incisos del artículo 87 establecen las atribuciones del presidente, y la responsabilidad establecida en los artículos 88 y 89; este último tipifica los delitos de responsabilidad del presidente, que son los que atenten contra la Constitución, la existencia de la Unión, el libre ejercicio de ¡os poderes constitucionales y sociales, etcétera, disponiéndose al final que estos delitos serán definidos por una ley especial, que establecerá las' normas de procedimiento. El Poder Judicial está ejercido por el Supremo Tribunal Federal, compuesto de 11 miembros, el Tribunal Federal de Apelaciones, y demás jueces y tribunales militares, electorales y del trabajo. Se disponen las facultades y prerrogativas de que gozan los jueces, como la inamovilidad, la irreductibilidad de sus sueldos, disponiéndose también las normas prohibitivas, como ¡a de ejercer cualquier otra función, intervenir en actividades políticas y partidarias, etcétera. La Constitución, además, establece normas para la organización del Poder Judicial de los Estados; éstos, dice el artículo 18, regirán por la Constitución y las leyes que adopten, observando los principios establecidos en el pacto federal. Con respecto a esta cuestión, cabe notar que los Estados se reservan -todos los poderes que implícita o explícitamente no hayan cedido al gobierno federal. Se organiza el ministerio público Federal a cargo de un procurador general, cuyo nombramiento corresponde aprobar al Senado; tiene como función representar a la Unión en juicio, pero la ley puede encargar esta función al ministerio Público local, en las regiones del interior. d) Colombia. Las causas, tanto generales como particulares, externas e internas, de la emancipación americana, influyen también, lógicamente, para que el Nuevo Reino de Granada se emancipe de la corona española; ello se produce el 20 de julio de 1810, luego de varios años de intentonas revolucionarias, alentadas por los precursores como Nariño, José Antonio Galán, Morales y otros. En el acta, documento inicial de la independencia, que redactara uno de los regidores, Acevedo y Gómez, interpretando los sentimientos populares, se registraron, los acontecimientos producidos en el cabildo abierto que resolvió la caída del régimen español; en el juramento que se obligó a prestar a las autoridades españolas y a los miembros de la Junta Suprema, "se precisa la declaración de que se respetaba la voluntad del pueblo respecto de la forma de gobierno provisional establecido y debía, en los términos acordados, conservarse la libertad e independencia de la Nueva Granada". Se suceden luego episodios en que las disidencias entre "federales y centralistas provocan distanciamientos y circunstancias de zozobra que son aprovechadas por el bando español para intentar la reconquista. Varias provincias, ante el fracaso del primer Congreso General de Santa Fe, deciden constituirse en forma autónoma; asi surgen los Estados de Cundinamarca, Cartagena, la República de Aníioquía, la de Tunja, los Estados de Neira y Mariquita, que se dan sus propias constituciones, como la que se dio en Cundinamarca el 4 de abril de 1881. El Congreso de Angostura dictó el 17 de diciembre de 1819 la ley fundamental por la cual se unen las repúblicas de Nueva Granada y Venezuela y forman la Gran Colombia y posteriormente, ante la necesidad de dar a la naciente república un estatuto legal, se reunió en Cúcuta el Congreso, dictando la Constitución del 30 de agosto de 1831, de carácter unitario. "La ley fundamental de la unión de los pueblos de Colombia se inspiró en la declaratoria de que ellos se reunían en un cuerpo de nación bajo el pacto expreso de que su gobierno sería entonces y siempre, popular y representativo" (2") . La Constitución garantiza todos los de(248) Kivas, R, "Emancipación y organización constitucional de Colombia", en Historia de América, t. 4, pág. 235, Bs. Aires, 1940. rechos individuales, pero organizó el país en forma demasiado centralista. Disuelta la Gran Colombia, el Congreso constituyente de Valencia, sanciona la Carta Fundamental, para el Estado de Venezuela, mientras que el de Riobamba hace lo mismo para Ecuador. Quedaban solamente las provincias centrales, las que se organizaron en estado, con el nombre de Nueva Granada, dándose su constitución el 29 de febrero de 1832, de marcada tendencia democrática; prohibía la reelección del presidente, limitaba las atribuciones de ias Cámaras de provincias aumentando las del Consejo de Gobierno. A esta Constitución le suceden la conservadora de 1843 (revisada en 1851) y la constitución liberal de 1853. El triunfo federal de 1857 hace posible la sanción de la Constitución de 1858 que, establece la Confederación Granadina; después aparece la de 1863 de tendencia federal y socialista, hasta llegar a la Constitución de 1886 que ha sido modificada en varias oportunidades ( 24 '->), restaurando las garantías que habían sido suprimidas por las anteriores, limitando a 6 años el período presidencial,. entre otras cosas. La Constitución vigente establece en su artículo 1"? que la Nación se "reconstruye en forma de República unitaria" y su territorio se divide en departamentos, intendencias y comisarías, los que a su vez, se dividen en municipios o distritos munipales. Establece la división de los poderes en las ramas legislativa, ejecutiva y judicial, con un Congreso bicameral, constituyendo el gobierno, según lo dispone el artículo 57, el Presidente de la República, y los ministros del despacho o los jefes de departamentos administrativos, y en cada negocio particular el presidente y el ministro o el jefe del departamento administrativo correspondiente. Con respecto a las atribuciones del Congreso (artículos 68 a 73), la Constitución establece que se reunirán por derecho propio, admitiendo así el derecho de autoconvocatoria, sin perjuicio de que el gobierno también podrá convocar al Congreso a sesiones extraordinarias; esta facultad de reunirse se halla reforzada por el artículo 70 que dispone que la ceremonia de apertura de las sesiones por el presidente o sus ministros no es esencial, consagrándose de este modo una notable independencia de poderes. Durante el receso del Congreso se podrán nombrar comisiones permanentes (2tó) Desde la ley 41 de 1894, ley de 1898, Actos legislativos núms. 4, 5, 8 y 10 de 1905: 1? y 2 de 1908; 4 y 10 de 1909; 3 de 1910; acto de 1914, hasta el acto legislativo del 16-2-945, para estudiar cuestiones pendientes, aunque no se dispone2I5 sobre su constitución ni sus atribuciones ( <>). El Presidente de la República es elegido en votación popular, no siendo reelegible en ningún caso para el período inmediato (art. 129), estableciendo la Constitución un régimen presidencialista aunque un tanto atenuado, según puede apreciarse por las atribuciones que la ley le acuerda (arts. 120,121, 181, etc.) el período dura 4 años, eligiéndose por el Congreso un funcionario con el nombre del designado que durará 2 años, para reemplazar al presidente en caso de ausencia (art. 124). Una ley especial determinará el número de ministros, siendo éstos los órganos de comunicación del gobierno con el Congreso y obran por delegación de acuerdo con la ley, declarándolos responsables (art. 135). Asimismo, se establecen la existencia de un Consejo de Estado, cuyos miembros en número que establece la ley, son elegidos por ias Cámaras, de ternas presentadas por el Presidente de la República. Este -consejo actúa como cuerpo supremo consultivo del gobierno en asuntos de la administración, pero sus dictámenes no son obligatorios, salvo en el caso del artículo 212 de la Constitución (2oi). Además, tiene la función de preparar los proyectos de Códigos y leyes y actuar como Tribunal Supremo de lo contencíoso-administrativo, de acuerdo con ¡a ley. Este cuerpo puede servir de freno al presidente, características del presidencialismo atenuado que presenta la Constitución colombiana. La administración de justicia está ejercida por ¡a Corte Suprema, los tribunales superiores de distrito y demás tribunales y juzgados que establezca la ley (art. 58), la que además determinará el número de miembros de ¡a Corte, la dividirá en salas señalando a cada una los asuntos que atenderán; los magistrados de la Corte Suprema son elet250) "La Comisión permanente, como Institu- to constitucional, tiene su antecedente en el Derecho español. Con el nombre de Diputación Permanente de Cortes aparece en la Constitución de Cádiz de 1812, en ¡a de 1886 (art. 47) y en la de 1931 (art. 62)". También figura en la Constitución de México (arts. 78 y 79) (Muñoz, L., Comentarios a las Constituciones políticas &e Iberoamérica, t. 1, pág. 506, Ed. Jurídica Herrero, México, s/f). (251) "Art. ¿12; Cuando haya necesidad de hacer un gasto imprescindible a juicio del Gobierno, estando en receso las Cámaras y no habiendo partida votada o siendo ésta insuficiente, podrá abrirse un crédito suplemental o extraordinario. Estos créditos se abrirán por el Consejo de Ministros. instruyendo para ello expediente y previo dictamen favorable del Consejo de Estado. Corresponde al Congreso legalizar estos créditos. El Gobierno puede solicitar del Congreso créditos adicionales al presupuesto de gastos" gidos por cinco años por las Cámara, pudiendo ser reelectos. e) Cosía Rica. En 1824 comienza la vida independiente de Costa Rica como parte integrante de las Provincias Unidas de América Central, sancionando su primera Constitución en 1825, aunque con anterioridad se había dado las Bases provisionales de 1823, y la Constitución de la Federación de 1824. La separación de Costa Rica de la Confederación se produce en 1829, apareciendo más tarde las constituciones de 1844, 1847 y 1848, la de 1859, 1869 y 1871, hasta la vigente del 7 de noviembre de 1949. Se organiza una república democrática libre e independiente según el artículo i<?;. se establece que el gobierno es popular, representativo, alternativo y responsable, ejercido por tres poderes distintos e independientes: legislativo, ejecutivo y judicial (art. 9). El poder legislativo está ejercido por la Asamblea Legislativa, compuesta de 45 diputados, y en ella el pueblo delega la potestad de legislar; los artículos 105 al 122 establecen las condiciones para ser diputado, las incompatibilidades, funcionamiento de ia asamblea y sus atribuciones. También se observa en la Constitución de Costa Rica que la Asamblea Legislativa tiene la facultad de autoconvocarse (art. 118) aunque asimismo el Poder. Ejecutivo podrá convocar a sesiones extraordinarias; las atribuciones de la asamblea están enumeradas en los 24 incisos del artículo 121. El Poder Ejecutivo lo ejerce, según el artículo 130, el presidente de ía República junto con los ministros de gobierno; el período presidencial dura 4 años, existiendo dos vicepresidentes quienes reemplazarán al presidente. Se tipifica el delito de traición a la República y es cometido por los funcionarios que violen el principio de alternabiiidad en el ejercicio de la presidencia o el de la libre sucesión presidencial; la responsabilidad es imprescriptible (art. 134). Se confía a una ley especial la determinación del número de ministros que se encargarán del despacho de los negocios que correspondan al Poder Ejecutivo anotándose la característica siguiente: los vicepresidentes pueden desempeñarse como ministros, de acuerdo con lo dispuesto" por el artículo 143. Además se organiza un Consejo da Gobierno, formado por el presidente de la República y los ministros y ejerce las funciones enumeradas en el artículo 147. La Constitución establece la responsabilidad del Poder Ejecutivo y del presidente, en el ejercicio de las atribuciones y deberes que les competen y cada ministro, según el artículo 140, es responsable con el presiden- te, siendo solidaria ía responsabilidad del Consejo de Gobierno. El Poder Judicial se ejerce por la Corte Suprema de Justicia y demás tribunales que establezca la ley; la Corte está integrada por 17 magistrados elegidos por la Asamblea Legislativa, por el término de ocho años, considerándose reelegido, salvo que en votación no menor de las dos terceras partes del total de los miembros de la Asamblea Legislativa se acuerde lo contrario. A los efectos administrativos, el territorio de Costa Rica se divide en provincias, cantones y distritos (art. 168), estando facultada la Asamblea Legislativa para crear nuevas provincias y cantones, al gobierno municipal le corresponde la administración de cada cantón, asegurándose en el artículo 170 la autonomía municipal. Los distritos están representados por un síndico ante la municipalidad del cantón; dicho funcionario, de acuerdo con el artículo 172, tendrá voz sin voto; el artículo siguiente trata sobre los acuerdos municipales que podrá ser vetados por el funcionario que indique la ley y recurridos por los interesados. Los presupuestos de las municipalidades serán sometidos para su aprobación a la Contrataría General, requisito indispensable para que dicho presupuesto pueda entrar en vigencia (art. 175). Por último, es interesante hacer notar que la Constitución vigente reconoce el llamado recurso de amparo, "para mantener o restablecer el goce de los derechos consagrados en esta Constitución"; existe, además, una ley de Amparo que rige desde el 2 de junio de 1950. Podrá ejercitar este recurso cualquier persona y procederá contra cualquier autoridad. f ) Ctíba. El doctor Antonio Lañéis relata el cese de la soberanía española y ei comienzo de la de Estados Unidos. "El primer día del año 1899, a las doce meridiano, el general John Brooke, del ejército americano, recibía en el viejo palacio de ¡a Plaza de Armas, de manos del general español Adolfo Jiménez Castellanos, el gobierno y administración de la Isla de Cuba, que hasta ese momento había correspondido a ia antigua metrópoli" (2M). En orden cronológico debe mencionarse como la primera constitución que tuvo la República de Cuba la de 1901. No obstante, es necesario hacer notar que en el periodo que el profesor cubano Rafael Santos Jiménez llama "Fase Colonial: La República en armas", aparece la Constitución de Guáimaro del 10 de abril de 1869, "destina(252) Lañéis y Sánchez, A., Elecciones y administración en la República, pág. 5, La Habana, 1953. da a regir lo que durase la guerra de la independencia, que concedió un valor preponderante al Poder Legislativo, que residía en una Cámara de Represéntanos del Pueblo. En efecto, su artíeul,» 7 establecía que la Cámara de Representantes nombraba al presidente encargado del Poder Ejecutivo", destacándose el sistema de representación regional en la formación de la Cámara, puesto que a ella "concurriría igual representación por cada uno de los cuatro estados en que quedaba dividida la isla". "La Constitución de Jimaguazú —continúa el profesor Jiménez— del 18 de setiembre de 1895, redactada por los Representantes de la Revolución electos en Asamblea Constituyente, determinó que el Gobierno Supremo de la República residiría en un Consejo compuesto de un presidente, un vicepresidente y cuatro secretarios de Estado, y en el inciso 8 del artículo 3°, señaló como atribución de dicho Consejo de Gobierno ordenar la elección de cuatro representantes por cada cuerpo de ejército, cada vez que de acuerdo con la Constitución fuese necesario la convocatoria de Asamblea" ( 25S ). También el citado profesor menciona la Constitución de la Yoya, del 30 de octubre de 1897, "que representa un gran paso de avance con respecto a las anteriores". La Convención Constituyente que reunía "el selecto grupo de cubanos que ¡a integraban se dio a organizar el nuevo Estado, ante la vista del interventor americano", que quedó constituido el 20 de mayo de 1902, "al tomar posesión de la presidencia de la República un meritísimo cubano que había ocupado ya ese mismo cargo en la manigua redentora: don Tomás Estrada Palma" (2»-*). A pesar del periodo que sucede, durante el cual 253 se desataron en Cuba tres guerras civiles ( ), la Constitución no fue objeto de modificaciones; con la derrota del quinto presidente de Cuba, general Gerardo Machado y Morales el 12 de agosto de 1933, se inicia el período denominado de los Go(253) Jiménez, B.: S., Tratado de Derecho electoral, págs. 398-400, La Habana, 1946. Para un estudio profundo de ¡a historia y de! Derecho constitucional cubanos, puede consultarse la completa bibliografía que reúne este autor; ade- más wr: Santoveuía, E. S., Vida constitucional de Cuba, La Habana, 1933; Hernández Corojo, E., Organización civil y política de las revoluciones cubanas, 'l& Habana, 1929; Gu«ra Sánchez. R,; Pérez Cabrera, J.; Remos.J. J., y Santo Venia, E, S., Historia de la Nación cubana, La Habana, 1052; Varona. E. J., De la colonia, a la. República, La Habana, 1919. (254) Lañéis, A., op. cit., pág. 13. (255) La primera, conocida por la guerra de las razis, entre blancos y negros; la segunda, niotiyada por la reelección del general Menoea!, y otra producida por los veteranos y patriotas contra el doctor Zayas. biemos Provisionales, que se extiende hasta el 10 de octubre de 1940. Durante este período, aparece el Estatuto para el gobierno provisional de Cuba, del 14 de setiembre de 1933, la Ley Constitucional del 3 de febrero de 1934 ( 2 -' G ), la Ley Constitucional de la República promulgada el 10 de octubre de 1940, que "recogió todos los avances de la ciencia política"; "recogió latidos profundos de la conciencia pública cuando hizo figurar entre sus preceptos, varios de ellos dirigidos a darles seguridad y garantías extraordinarias a los procesos electorales futuros" ( 2r>? ). Posteriormente, aparecieron ios Estatutos del 4 de abril de 1962 tendientes a introducir modificaciones al texto constitu- cional, aunque, según la opinión autorizada de varios eonstitueionalistas cubanos, entre ellos el doctor Lañéis, "no se puede hablar de una modificación constitucional". Por lo tanto, se tomará en cuenta la Constitución de 1940 que, en rigor de verdad, no fue alterada en la parte referente a la forma de gobierno por los citados Estatutos de 1952, por lo menos en su texto escrito. El artículo 1° establece que Cuba es un Estado independiente y soberano, organizado como república unitaria y democrática. El Estado ejerce sus funciones, dice el artículo 118, por medio de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial ( 258 ). El Legislativo, compuesto por dos Cámaras —la de Representantes y el Senado— que juntas reciben el nombre de Congreso. El presidente es el jefe del Estado e integra el Poder Ejecutivo junto con el Consejo de Ministros; "el presidente de la República —dice el artículo 138— actúa como poder director moderador y de solidaridad nacional" (- 59 ). Es elegido por sufragio universal, igual, directo y secreto, en un solo día, para un periodo de cuatro años; en igual forma será elegido un vicepresidente, el que deberá reunir las mismas condiciones que se exigen para el presidente, tendrá la misma (256) Reformada el 5 de marzo, el 2, 10 y 27 de abrü, el 30 de raayo, el 31 de julio, el 10 y 15 de noviembre, el 21 y 22 de diciembre y el 4 tíe mareo de 1935, hasta su derogación el 8 de marzo siguiente. (257) Lancls, A., El proceso electoral de 1S54, pág. 24, La Habana, 1956. (268) E! Estatuto de 1952 establece que el Gobierno está constituido por el presidente de la República, un Consejo de Ministros que designa el presidente de la República y un. Consejo Consultivo. (259) "El régimen Implantado de Presidente de la República y Consejo de Ministros, está contenido en la Exposición de Motivos y Bases para reformar la Constitución formulada por el ilustre hombre público doctor José Manuel Cortina y García" (Lazcano y Mazon, A. M., Constituciones políticas de América, t. 1, pág. 445, nota 464, La Habana, 1942). ¡.irohibición de reelección y reemplazará al presidente ea caso de ausencia, incapacidad o muerte. El Consejo de Ministros, presidido por el presidente de la República o en su ausencia por el primer ministro, estará integrado por un número de miembros que establecerá una ley especial; el primer ministro representa la política general del gobierno y lo representa ante el Congreso. El Consejo será responsable de los actos que acuerden o autoricen —responsabilizándose personalmente a los ministros—; y tanto el presidente como el Consejo de Ministros serán responsables ante la Cámara y el Senado. Con respecto a la organización del Poder Judicial, la Constitución dispone en el articulo 171 que se ejercerá por el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Superior Electoral y los demás tribunales y jueces que la ley establezca. Se acuerda la autonomía municipal, estando el gobierno municipal investido de todos los poderes necesarios para resolver libremente los asuntos de la sociedad local. En el título XVI de la Constitución se dispone sobre las normas pertinentes al Régimen Provincial, disponiéndose que cada provincia estará regida por un gobernador y un Consejo Provincial; el gobernador será elegido por un período de cuatro años, por sufragio directo y secreto (art. 235); en los artículos siguientes se detallan sus atribuciones y facultades. El Consejo Provincial estará formado por ¡os alcaldes municipales de la provincia, estableciéndose las funciones que les corresponde (arts. 242 y sigs.). g) Chile. "Los historiadores chilenos del siglo pasado concibieron la revolución de la Independencia de las antiguas colonias de España en América como el resultado de un proceso de honda agitación de los espíritus y como la suprema expresión del descontento que se había2(í<ido acumulando a lo largo de los siglos" ( >). (260) Donoso, K., Las ideas políticas en Chile, pág, 27, Pondo de Cultura Económica, México, 1946. Además puede consultarse de la extensa bibliografía histórico política, chilena, la Siguiente: Amunátegu! Solar, D,, Génesis líe la independencia de Chile, Imprenta Universo, Santiago, 1824; Amunátegui, M. L., Los precursores de la independencia de Chile, 3 vals,. Santiago, 1870-1871; Bríseño, B., Memoria histórica crítica del Derecho político chileno, desíe 1810 hasta nuestros días, Santiago, 1849; Holdári, A., Las primeras «sambiess nacionales. Aftas de 1811 o 1814, Imprenta Cervantes, Santiago, 1890, y "Los primeros documentos constitu- El Reglamento Constitucional de 1812 es el primer ensayo de cuerpo orgánico, aunque, como medida precautoria, para no provocar hostilidad, se reconocía la autoridad de Fernando VII, que en su nombre gobernaría una Junta de tres miembros, que duraría tres años; creaba también un Senado, que estaría compuesto de siete miembros, estableciéndose las atribuciones que se le confiaban; dos secretarías de Estado tendrían a su cargo las cuestiones relacionadas con la administración. Como consecuencia de los triunfos militares que quebró el poder militar de los españoles, "el primer acto de verdadera importancia internacional —dice Ricardo Donoso— realizado por los gobernantes chilenos, entre el tiempo corrido desde las batallas de Chacabuco y Maipú, fue la solemne proclamación y jura de la Independencia de Chile, el 12 de febrero de 1818, que constituye verdaderamente un acta del nacimiento de la nación a la vida independiente y libre". En ese documento se afirmaba que Chile adquiriría la plena capacidad para adoptar la forma de gobierno más conveniente. La Constitución promulgada y jurada el 23 de octubre de 1818, había sido previamente sometida a un plebiscito, del que resultó que el pueblo por unanimidad la aceptaba (-'«). "Era la consagración legal de la dictadura de don Bernardo O'Higgins, concentraba la autoridad en una sola persona, prescindía del control de otro poder y las libertades públicas y garantías indispensables del individuo ocupaban un rango secundario". "El régimen que emanaba de la Constitución de 1818 recordaba a! implantado por el espíritu absorbente y dominador del consulado francés veinte años antes" (2«ü). No establecía término al período durante oí cual debía ejercer su mando el Director Supremo, siendo tan amplías sus facultades que hasta lo facultaba para abrir la correspondencia de los particulares, delante del fiscal, del. procurado* de la ciudad y del administrador de correos, "cuando la salud del Estado y el bienestar general lo reclamasen". El Senado estaba integrado por personas seleccionadas por el Director Supremo y tenía funciones legislativas y era necesario su acuerdo para resolver "los grandes negocios del Estado". cionales de Chile", en Revista Nueva, 1901, t. 6; mentas de Derecha constitucional chileno, Santia- Edwards, A., La organización política de Chile, Ed. Difusión, 1943; Galdames, L., Evolución constitucional de Chile, Talleres Gráficos Balcelles, Santiago. 1$25; Donoso, E, Desarrollo político y social de Cftiíe de la Constitución de 1833, Imprenta Unixersitaria, Santiago, 4942; Estévez Gazmuri, C., Elc- go, 1949. (261) Se habían abierto dos libros de ílrmas, uno para los que aceptaban el proyecto y otro para ios que lo rechazaban; este último quedó en blanco. (262) Donoso, R., op. cit., pág. 50. A pesar de que esta Constitución puede considerarse como un progreso en el derecho público chileno, 110 establecía en ninguna de sus disposiciones la forma de gobierno que debía darse al país. La Constitución del 30 de octubre de 1822, redactada por el ministro de Hacienda de O'Higgins, José Antonio Rodríguez Aldea parecía inclinarse hacia una forma republicana representativa, pero lo evidente era que se pretendía buscar una sustentación legal a la dictadura del Director Supremo, "a quien se declaraba inviolable y se le autorizaba para designar un regente". Con la renuncia del Director Supremo el 28 de enero de 1823, se inicia una etapa de ensayos en la organización política, que van desde la república federal a la unitaria, y llega a sancionarse la Constitución que fue jurada el 29 de diciembre de 1823, cuyo proyecto elatiorara don Juan Egaña, figura descollante de la intelectualidad chilena de esa época, y que el Congreso Constituyente aprobara, sin discusión. En esta Constitución se destacan la centralización administrativa, la debilidad del Poder Ejecutivo, con un Senado de origen aristocrático, estableciendo además un conjunto de asambleas y consejos de difícil armonización ('-«•'!). En contacto con la realidad social, las disposiciones constitucionales no satisfacían ¡as necesidades del pueblo, de ahí su rotundo fracaso, a pesar del apoyo que le brindaba la clase aristocrática, llamada "los pelucones", hasta que el Congreso, en su sesión del 29 de diciembre de 1824, la declaró nula. La controversia con respecto a la forma de gobierno se hace apasionada y desde las columnas periodísticas se sostienen las ideas ¡adérales y unitarias para la organización ix>lítica del país. El Congreso reunido con el objeto de establecerla, sancionó el 11 de julio de 1826 un proyecto mediante el cual se disponía que "la República de Chile se constituye por el sistema federal, cuya Constitución se presentará a los pueblos para (263) "La obra de Egaña era el fruto de sus lecturas jurídicas y filosóficas y la debilidad y consistencia con que se organizaba el ejecutivo la expresión de! recuerdo que el despotismo militar de don Bernardo O'Higgíns había dejado en los chilenos. Pero nada caracterizaba mejor ese conjunto de disposiciones legales, que su tendencia religiosa y ética, manifestación de la convicción arraigada del legislador de la capacidad d° las leyes para hscer a los hombres virtuosos, y de que la unidad de credo constituía la base insubstituipie de la moralidad y del bien público. El título de la Constitución sobre la moralidad nacional era del que sa sentía más orgulloso, y sus instituciones de la censura, del mérito cívico y de los beneméritos los consideraba los más eficaces para hacer ia felicidad c.e sus compatriotas" (Donoso, B ov "t-, pag. 67). • r su aprobación", pero el proyecto de constitución federal no llegó a obtener sanción legislativa, desvaneciéndose el entusiasmo federalista y comenzando a surgir algunos sintonías de anarquía. Una nueva tentativa para sancionar la Constitución se realiza en el Congreso convocado al efecto, que inició sus sesiones el 25 de febrero de 1828, nombrando una comisión encargada de redactar, en el menor tiempo posible, un proyecto de constitución, "En sesión del 12 de ntarzo, después de un apasionado debate sobre la forma de gobierno que debía tener el país, se pronunció por la popular representativa y republicana", promulgándose por fin la Constitución el 8 de agosto de 1828. Esta Constitución es considerada por su estructura y por su mecanismo, muy superior a sus anteriores, y a ello se agrega la concisión y claridad de sus disposiciones. Pueden señalarse, como características, entre otras, la adopción de un sistema seniiunitario, ya que las ocho provincias tenían una legislatura local, pero los gobernadores eran designados por el presidente, de una terna confeccionada para el caso. Establecía un Poder Legislativo bicameral, enumerándose cuidadosamente las atribuciones de cada Cámara; el presidente duraba cinco años en sus funciones y las mismas se hallaban limitadas "según los principios más liberales del régimen constitucional". La Corte Suprema, junto con las Cortes de Apelación y juzgados de primera instancia, formaban el Poder Judicial. El gobierno de las provincias era ejercido por intendentes y asambleas locales, pero a aquellos, como a los viceintendentes, los designaba el Poder Ejecutivo por el término de tres años, a propuesta en terna de la misma asamblea. El 17 de febrero de 1831, en una solicitud del Cabildo de Santiago, se manifestó la primera idea de reformar la Constitución de 1828, y la misma idea se presentó como moción clara y concreta en el Senado por don Manuel Ganderillas el 8 de junio del mismo año, lo que dio motivo a un largo y apasionado debate, culminando en la ley de setiembre de 1831, por la que se declaraba la necesidad de la reforma, dando lugar a la reunión de la Gran Convención Constituyente, que comenzó su labor el 21 de octubre de 1831, resolviendo pasar a una comisión el estudio de la reforma. Dicha comisión se expidió casi un año después, ocasión en que volvió a reunirse la Convención para tratar el proyecto. Al mismo tiempo se presentaba el que redactaba don lariano Egaña, como "voto particular", de tendencia monárquica, tendiente a fortalecer el predominio político y social de la clase más adinerada. "No fue extraño que esa reacción de tendencia esencialmente monárquica, que traducía fielmente el fondo del pensamiento de los dos Egaña, encontrara fuerte resistencia en el seno de la Convención, por cuanto importaba la derogación de doctrinas y garantías que podían considerarse incorporadas en el derecho público chileno desde los días de la Independencia, y que se traducían en la aceptación de la fórmula de gobierno popular representativo, fuera o no el pueblo capaz de elegir a sus mandatarios y de ejercer en realidad la sobera64 nía"^ ). Luego de largos debates se llegó a sancionar la, nueva Constitución que fue promulgada el 25 de mayo de 1833. Establecía en sus primeras disposiciones que el gobierno de Chile era popular representativo y la República era una e indivisible. La Legislatura quedaba subordinada al Poder Ejecutivo ya que el Senado lo formaban veinte miembros elegidos por votación indirecta. "Constituyó así un cuerpo de exclusiva designación del ejecutivo, organización que tuvo hasta la reforma de 1874". El presidente era designado como jefe Supremo de la Nación; tenía la facultad de ejercer el veto absoluto durante un año, de leyes sancionadas por el Congreso. Por todas sus facultades fue considerado como "un monarca con titulo republicano" ( 2( «). La primera tentativa de reforma constitucional aparece en el programa eleborado por la oposición en agosto de 1849; el dipu- tado Federico Errázuriz presentó el 10 de julio de 1850 un proyecto de reforma que perseguía la reducción de ¡as facultades del Presidente de la República. El 22 de julio de 1858 los diputados Las- tarria y Santa María presentaron un proyecto de reforma constitucional, que so(264) Donoso. R., op. cít., pág. 107. (265) "Los historiadores chilenos reconocen que la Constitución de 1833 dio forma Jurídica a la realidad social y que Chile constituiría desde entonces una república basada en la influencia de la aristocracia terrateniente y de la tradición colonial, y en e! ejercicio efectivo de su poder politico" (Donoso, R., op. cit., pág. 114). Diversos estudios y comentarios sobre esta Constitución pueden consultarse en: Roldan, A., "El centralismo en la Constitución de 1833", en Revista Chilena de Historia y Geografía, núm. 79, mayo-agosto de 1933; Huneeus Gana, A., "La Constitución de 1833", en Revista Chilena cié Historia y Geografía, núm. 79; Carrasco, A. M., Comentarios sabré la Constitución política de 1833, Imprenta y Librería dt?l Mercurio, Valparaíso, 1858, y 2? ed., Santiago, J874; Oaldames. L.. "Los dos primeros años de la Constitución de 1833", en Revista Chilena de Historia y Geografía, núm. 79; Guerra, O., "Origen y caída de 1?. Constitución de 1833", en. Revístii de Historia ;/ Geografía, núm. 79. metido a un largo debate fue finalmente rechazado. El diputado Melchor de Santiago Concha —luego de haberse opuesto tenazmente a la prórroga de las facultades extraordinarias— presenta a fines de 1860 un proyecto de reforma a la Constitución, inspirado en ideas liberales; pero ni fue leído en la Cámara. "En tres puntos fundamentales el señor Concha se adelantó a su épo*ca, propiciando reformas que se encararían en el tiempo: la tolerancia religiosa, las incompatibilidades parlamentarias y la refor- ma del Senado". En el año 1864 tres proyectos de reformas se presentaron, el de Ricardo Claro, el de Melchor de Santiago Concha y el de Pedro Félix Vicuña, que pasaron a la Comisión de Constitución que sostuvo la necesidad de la reforma, especialmente del artículo 5<? La discusión de la reforma sa reanudó en el Congreso de 1867, presentándose al Senado en la sesión del 14 de agosto un proyecto por el cual se declaraba necesaria la reforma, el que fue aprobado en la misma sesión, y por unanimidad en la Cámara de Diputados el 20 de agosto, promulgándose la ley el día 28, correspondiéndole al Congreso de 18TO pronunciarse sobre los artículos de la Constitución sujetos a re- formas. Un sentimiento popular animaba la reforma a la Constitución, fomentado por la propaganda tenaz del Club de la Reforma que reunía a los opositores más recalcitrantes. Una de las reformas más importantes se refiere a la reducción del mandato presidencial a cinco años y la no reelegibilidad del mismo, proyecto que se tramitó por separado; se aprobó en el Senado y en Diputados en agosto de 1871, promulgándose el 8 de ese mismo mes. En la sesión de la Cámara de Diputados de 1871, se presentó el proyecto de Antonio Matta, que "contenía la expresión de su ideal republicano". El presidente Errázuriz en su primer mensaje al inaugurar las sesiones de 1872 auspi- ció una reforma a la Constitución y pocos días después se daba cuenta en Diputadas del informe de la Comisión de Constitución y Justicia, en el que proponía la reforma a los artículos "reformables y reformados ya por el Senado"; y aunque dicho informe fue aprobado, el Congreso no tuvo tiempo de realizar la reforma, labor que encaró el Congreso de 1873, sancionándose una ley relativa al quorum de ambas Cámaras. La discusión de la reforma comenzó el 8 de septiembre de ese año y se aprobaron varias enmiendas, con respecto a la naturalización de extranjeros a la base de representación de ios diputados, al derecho je asociación y de reunión, y especialmente, las reformas relativas a la composición del Congreso aumentando su influencia, restringiendo las atribuciones del Presidente de la República. El Senado se ocupó de ias reformas en las sesiones de 1874, sancionándose tres leyes separadas, "Pero de todas estas reformas, las que tenían mayor trascendecia política y afectaban a la estructura misma del régimen eran las relacionadas con las facultades extraordinarias la organización del Senado y las incompatibilidades parlamentarias". Por último, el 18 de septiembre de 1925 se promulga la Constitución, 3a que es reformada por la ley 7727 del 23 de noviembre de 1943. El artículo 1<? establece que el Estado de Chile es unitario y el gobierno, republicano y democrático rei>re,sentativo y está organizado por un Congreso Nacional bicameral; los diputados y senadores elegidos por un procedimiento que asegura la proporcionalidad de la representación de los partidos políticos. El Presidente de la República es el jefe supremo de la Nación, dura en el cargo seis años y no puede ser reelegido para el período siguiente, dictándose normas detalladas con respecto a la elección (arts, 63 y sigts.). Existe, además, un tribunal Calificador de Elecciones, como justicia electoral y actúa como jurado y tribunal de derecho. En cuanto al gobierno interior, el territorio se divide en provincias, departamentos, subdelegaciones y distritos; con respecto al régimen administrativo interno, se divide en provincias y éstas en comunas. El intendente es el jefe del gobierno de cada provincia y es agente natural del Presidente de la República. Las Asambleas provinciales están integradas por representantes nombrados por las municipalidades provinciales; la administración local de cada comuna o agrupación de comunas reside en una municipalidad (art. 101); se establece el voto acumulativo, sistema por el cual caria ciudadano elector tiene tantos votos como representantes haya en cada circunscripción o distrito y puede distribuir ¡os votos, ya sea entre los candidatos que elija o depositándolos a uno sólo, con lo cual se tiende a una representación proporcional, aunque no puede decirse que se halla siempre asegurada. Del funcionamiento de las Asambleas provinciales, de sus atribuciones y disolución y de las ordenanzas y resoluciones tratan los.artículos 97 a 100. h) República Dominicana. La historia política dominicana registra épocas de turbulencia extrema, rica en antecedentes constitucionales que se inician poco des- pués del descubrimiento, jalonada por la lucha constante entre las dos partes de la isla hasta su separación definitiva.. A pesar que el acta de la Independencia de la República Dominicana aparece en 1821, pero queda anexada al año siguiente a Haití, por lo que rigen en toda la1 isla las constituciones haitianas de 1816 y 1843, hasta que acontece la independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844, sancionándose el 6 de noviembre de ese año la primera Constitución. A este cuerpo orgánico le siguen las dos de 1854, la del año 1858 de tendencia federalista. El 18 de marzo de 1861 el presidente Santana entrega la república a España, presionado por los constantes ataques de negros haitianos que lo- obligan a solicitar la ayuda española, pero dos años más tarde los patriotas dominicanos, logran restaurar la independencia, produciéndose en 1865 el definitivo abandono de la isla por parte de España. En 1885 se sanciona una nueva Constitución, iniciándose las guerras civiles y nuevos intentos de organización constitucional, hasta 1866 en que se dicta otra Constitución, la que es reformada en 1868 y 1872. Con la presidencia de Ignacio María González se inicia en 1874 una nueva etapa, sancionándose la Constitución, pero es reformada casi anualmente como consecuencia de las revoluciones y golpes de Estado que se sucedieron, sometiéndose posteriormente al pueblo a un régimen dictatorial que abarca ei lapso que se extiende entre los años 1883 a 1889, al que pone fin la muerte del que detentaba el poder, general Ulisis Henreaux. En este periodo aparecen ias constituciones de 1887 y 1896. La Asamblea Constituyente convocada en 1902, restablece la Constitución de 1896, pero cinco años más tarde, en 1907, se sanciona una nueva constitución, que tuvo vida efímera, pues al año siguiente aparece un nuevo Código político. La invasión norteamericana se extiende hasta 1923, en que se vuelve a poner en vigencia la constitución de 1908; luego se suceden las constituciones de 1924, 1927 y las dos de 1929, hasta la proclamación de la Constitución del 10 de enero de 1947. Comienza ésta disponiendo que el pueblo de Santo Domingo es una nación que se organiza en Estado libre e independiente y su gobierno esencialmente civil, republicano, democrático y representativo, dividiéndose en legislativo, ejecutivo y judicial. Luego de establecer enfáticamente la soberanía del pueblo en el artículo 12, pasa a tratar del Poder Legislativo, bicameral, compuesto de un Senado y de una Cámara de Diputados, elegidos por el voto directo, y por un período de cinco años. El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República, elegido por el voto directo por un período de cinco años. Sus atribuciones y facultades, entre las cuales se halla la de nombrar —siguiendo en esto a todos los regímenes presidencialistas— los secretarios de Estado cuyo número es establecido por una ley, están claramente detalladas, como asimismo se lo faculta para atender todo lo relacionado con la administración pública. El Poder Judicial se ejerce por la Suprema Corte de Justicia, las Cortes de apelación, los tribunales de tierras, los juzgados de primera instancia, los juzgados de paz y los demás tribunales del orden judicial creados por las leyes (art. 57). En el título IX de la Constitución se establece la composición y facultades de cada órgano, anotándose como novedad el artículo 34, inciso c) que otorga a la Suprema Corte de Justicia la iniciativa en la formación de las leyes en asuntos judiciales. También se crea una Cámara de Cuentas compuesta por cinco miembros que dura cinco años en sus funciones y tienen la obligación de examinar las cuentas generales y particulares de la República. Las comunas se rigen por los ayuntamientos, cuyos miembros son elegidos por el voto directo. Las provincias son administradas por un gobernador designado por el Poder Ejecutivo. i) Ecuador. Dice Osear Efrén Reyes al estudiar el proceso de la emancipación de Ecuador, que el movimiento del 10 de agosto de 1809 fue "la revelación del criollismo aristocrático (y) quedaba consumada en todos sus pasos (sin) ninguna hostilidad persona!, ninguna actitud injuriosa; al contrario, en todo, una elegante urbanidad y un completo señorío" (2««). El mismo autor denomina ciclo heroico el que transcurre entre los años 1810 y 1812, señalando que la revolución de Quito se desarrolla en dos etapas bien definidas: la primera va desde diciembre de 1808 hasta octubre de 1809, con su fecha culminante el 10 de agosto; la segunda trascurre hasta diciembre de 1812, "con sus tragedias, heroicas luchas y fracaso definitivo". La actuación de la Junta Soberana de Quito, presidida por el marqués de Selva Alegre, se extiende hasta el 28 de octubre, (266) Efrén Beyes, O., "El proceso de la emancipación en la Presidencia de Quito, hoy Ecuador", en Historia de América, dirigida por Ricardo Le- en que una serie de circunstancias adversas acabaron materialmente con ella, pero no consiguieron aventar las ideas emancipadoras que surcaban los ámbitos de hispanoamérica. "El eco del movimiento del 10 de agosto en América fue decisivo —escribe Leopoldo Benites—. Despertó las conciencias y desató el aluvión contenido. En el posterior de Caracas, en la repercusión en Bogotá, se marca la influencia del movimiento que dio a Quito —con legítimo título— el nombre hermoso de Luz de América. En medio de la noche colonial, el 10 de agosto fue llamarada encendida sobre los Andes para iluminar el camino de la libertad" C-w). Un nuevo intento- para conseguirla se encarna en el coronel Carlos Montúfar, hijo del marqués de Selva Alegre, pero esta vez la lucha se inicia no contra España, de la que trataba de emanciparse, sino precisamente contra las fuerzas militares del virrey del Perú. El 4 de diciembre de 1811 se reúne en Quito el primer Congreso de los pueblos li- * bres de la presidencia, que declaró el dia de 11, ¡a Independencia. En dicho congreso el diputado Calixto Miranda de Ibarra presentó un proyecto de constitución de tendencia monárquica constitucional, que organizaba el Reino de Quito, con un Senado Supremo Conservador del Reino, considerándose a Fernando VII el monarca natural del Reino; este proyecto no fue aprobado. Distinta suerte corrió otro proyecto inspirado en las mismas ideas monárquicas, pero que no obstante aparecían pensamientos revolucionarios corno los "sagrados derechos del hombre", etcétera. Este proyecto fue aprobado el 15 de febrero de 1812, denominado "Artículos del Pacto Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de Quito". Acepta que la soberanía tiene origen divino y otorga al "Estado de Quito'1 —afirma Ramiro Eorja y Borja— las calidades de popular y representativo, es decir, la de democrático; y consecuentemente hace del sufragio popular el medio directo o indirecto —aunque cabe sostener que sólo indirecto'— el medio idóneo para designar a los Órganos Estatales superiores cuyo ejercicio de la actividad estatal determina (267) Benites, L., Ecuador: drama y paradoja, pág. 169, Fondo de Cultura Económica, México, 1950. Dentro de la bibiografía ecuatoriana, ver: Andrade, R., Historia del Ecuador, 7 ts. Guayaquil; Jacome, R., Derecho constitucional ecuatoriano, vene, t. 6, pág. 166, Es. Aires, 1940. También puede Imprenta de la Universidad Central, Quito, 1941; Jaramillo Alvarado, P., Estudio histórico, Quito, 1943, y La Asamblea liberal, sus aspectos políticos, verse del mismo autor; Breve historia del Ecuador, 2 ts., Imprenta de ¡a Universidad, Quito, e Historia de vida independiente, Imprenta Escuela de Artes de la República, Imprenta Nacional, Quito, 1931. y Oficios, Quito. Quito, 1924; Orellana, G., El Ecuador en cien ota directamente; en realidad, organiza una monarquía democrática. En los órganos estatales superiores reside, pues, el ejercicio del poder que se divide en: Legislativo, Ejecutivo y Judicial; un soberano Congreso tenía como función vigilar el cumplimiento de la Constitución, "protección y defensa de los derechos del pueblo, enmienda y castigo de los defectos en que resultaren culpables los miembros del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, al tiempo de su residencia" fart. 10). Se destaca en esta Constitución la composición del Poder Ejecutivo, que tiene a su cargo la actividad administrativa, compuesto por "un presidente del Estado, tres asistentes y dos secretarios con voto informativo" (art. 9). Afirma el doctor Borja y Borja. con respecto a esta Constitución, que ella "merece mencionarse, más bien porque —salvo tal vez el ya anotado punto de divergencia sobre forma de gobierno, el que acaso no era sino válvula de escape para rivalidades personales— expresa las ideas políticas de los iniciadores del movimiento emancipador de la Nación Quiteña, que porque contenga caracteres fundamentales que se hayan conservado a través de las múltiples constituciones de! Ecuador". Se organiza, pues, un gobierno popular, electivo, representativo y responsable, pero el gobierno revolucionario fue derrotado, terminando "en piena revolución el monarquismo en la presidencia de Quito". La revolución del 9 de octubre de 1820 en Guayaquil tuvo como consecuencia la reunión de un cabildo abierto que dio forma al movimiento, nombrándose jefe político al poeta José Joaquín Olmedo, quien, dias después, convocaba a una "Asamblea de Representantes de toda la presidencia de Guayaquil, o Colegio Electoral", para que ella decida la forma de gobierno que convenía adoptar, reuniéndose el día 8 de noviembre y alcanzando a dictar el Reglamento o Carta política fundamental de la .Provincia; reorganizó el Cabildo de Guayaquil y designó el gobierno, desempeñado por una Junta de tres miembros. La Constitución Granaolombiana de 1821 también reconoce el origen divino del Estado civil, estableciendo una forma popular y representativa de gobierno, organizándose dentro del régimen presidencial, aunque un tanto atenuado, al no establecer la responsabilidad de los ministros del Estado. El presidente y el vicepresidente de la República son elegidos por asamblea de electores, estableciéndose, por lo tanto, la elección indirecta o de segundo grado. La función legislativa la ejerce un Congreso bicamcral, cuyos miembros son designados por ios departamentos o las provincias, según se trate de una u otra cámara. La Alta Corte de Justicia ejerce la función judicial, con miembros electivos que ejercen su función mientras dure su buena conducta. Un Consejo de Gobierno —cuerpo asesor y consultivo del presidente— es presidido por el vicepresidente de la República y reemplaza al jefe del Estado en caso de ausencia. Debe hacerse mención también de la Constitución Grancolombiana de 1830, que tiene mucho de común con la de Cúcuta, pero con diferencias notables hay que destacar que la de 1830 da más importancia al régimen municipal; establece que las provincias elegirán los miembros de las dos cámaras que componen el Congreso; se ocupa especialmente del Ministerio Público: "determina que para el nombramiento de los miembros de la Alta Corte de Justicia coopere el presidente de la República y una de las cámaras del Congreso —Senado—"; no establece duración en el cargo; faculta al presidente para nombrar libremente los ministros de Estado, notándose una tendencia al régimen presidencial, en cuanto se refiere a la responsabilidad del presidente y de los ministros. , Afirma Ramiro Borja y Borja que esta Constitución Grancolombiana. de 1830 es extensa y minuciosa, como la anterior de 1821, aunque se nota una mejor técnica en su redacción, siguiendo también la tendencia individualista. La lucha armada, provocaba desastrosos resultados para las ideas emancipadoras hasta que, superada la etapa adversa, llega el triunfo de Pichincha el 24 de febrero de 1822, que asegura definitivamente la independencia del Ecuador, refirmada el 13 de mayo de 1830 con la constitución en Estado libre, separándose de Sa Gran Colombia. En agosto de ese año se reúne en Ríobamba la Asamblea Constituyente y dictó la Carta Magna eligiendo presidente al general Juan José Flores. Esta Constitución reconoce el origen divino del Estado civil y su autoridad al sancionarse "en nombre de Dios", determinando, como las demás constituciones ecuatorianas, que el Ecuador es una República democrática. Divide la actividad del Estado en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial, estableciendo en forma dogmática el principio de la separación de los poderes. El Poder Legislativo está desempeñado por la Asamblea Nacional, unicameral, cuyos miembros —los diputados— son nombrados cada cuatro años, renovándose la cámara por mi- tad cada bienio, por medio del sufragio popular indirecto. Establece un Tribunal Su- perior de Justicia y juzgadas especiales de Hacienda Pública: el contador general de rentas, nombrado por el jeíe del Estado con acuerdo del Senado y contadurías departamentales. En conclusión, hay que destacar que en esta Constitución el Ecuador es una República presidencialista, pero con una novedad: uno de los ministros (que son dos) "sea sólo de nombramiento y no de remoción del jefe del Estado", es decir, -que no puede removerlo, sino sólo suspenderlo, con acuerdo del Consejo de Estado y llevarlo ante el tribunal competente para su juzgamiento. El jefe del Estado es elegido por el Congreso, por un período de cuatro años, no pudiendo ser reelecto sino después de dos períodos. El 22 de julio de 1835 se reúne en Ambatc una Convención Constituyente, que dictó el 30 del mismo mes la Constitución de la República del Ecuador, "en el nombra de Dios, Creador y Supremo Legislador del Universo". Establece que el gobierno es "popular, representativo, electivo, alternativo y responsable" (art. 14), y divide el Poder Supremo en: legislativo, ejecutivo y judicial (art. 15). Establece el sistema bicameral en la organización del Congreso que se reunirá cada dos años por un lapso de noventa días. El Senado se compondrá de quince senadores, cinco por cada departamento (Quito, Guayas y Azuay); ia Cámara de Representantes se compondrá de veinticuatro miembros. Igual que las constituciones posteriores, denomina al jefe del Estado presidente de la República (art. 54), quien responde por sus actos en el ejercicio de sus funciones ante ei Senado, que lo juzga, previa acusación de la Cámara de Representantes. Un cuerpo consultivo asesora al presidente, denominado Consejo de Gobierno (art. 73), y estará integrado por el vicepresidente, los secretarios del despacho y de un eclesiástico, "de luces y reputación". El Poder Judicial lo ejerce una Corte Suprema y demás tribunales y juzgados que establesca la ley (art, 75); los magistrados de la Corte serán designados por el Senado de una terna presentada por el Poder Ejecutivo a la Cámara de Representantes, que ha de reducirla a dos (art. 77). El interior de la República se divide en provincias, cantones y parroquias; un gobernador ejerce el poder político en cada provincia, como agente inmediato del Poder Ejecutivo. Los cantones están administrados por un regidor y las parroquias por tenientes (art. 82), Por decreto del mes de octubre de 1842 se convocó a una convención que debía reunirse el 15 de enero de 1843 en Quito; dicha convención dictó el 31 de marzo una constitución que organiza un gobierno popular, electivo, representativo, alternativo, responsable y distribuido para su ejercicio en tres poderes (art. 3). El Poder Legislativo es ejercido por un Congreso bicameral que se reunirá cada cuatro años, aunque no haya sido convocado. El Poder Ejecutivo lo ejerce un presidente elegido por el Congreso para un período de ocho años; en caso de ausencia o impedimento lo reemplaza el vicepresidente o, en su defecto, el presidente del Senado o el de la Cámara de Representantes. Los tres ministros secretarias de Estado atienden ias funciones de la administración y juntos con el vicepresidente de la República forman ei Consejo de Gobierno. La Justicia está ejercida por una Corte Suprema, compuesta por cinco ministres y un fiscal, nombrados por el Senado a propuesta del Poder Ejecutivo, y por los demás tribunales y juzgados que establezca ia ley. "Prescinde del origen de la soberanía —según la opinión de Ramiro Borja y Borja— asemejándose en esto a la de 1861"; "se distingue por ía longitud del período durante el cual conservan sus cargos los titulares de los altos órganos estatales", Como novedad, debe señalarse que se crea un órgano especial, la Comisión Permanente, compuesta por cinco senadores. Esta comisión funciona durante el receso del Congreso. "La Comisión Permanente, en receso del Congreso, coopera con el presidente de ía República para cjue -se produzca la ampliación extraordinaria del marco dentro del que debe ejercer el segundo su cargo". "En la Constitución de 1843 se atenúa notablemente la tendencia democrática". A raíz de la revolución del 6 de marzo de 1845, el Triunvirato convoca a una convención que se inaugura en Cuenca el 3 i octubre, concluyendo su labor con la sanción de la Constitución ei 3 de diciembre y la elección del presidente de la República. Esta Constitución establece que ¡a soberanía reside en el pueblo, organizado en gobierno popular, representativo, electivo, alternativo y responsable (art. 14). El 25 de febrero de 1851 se dicta una nueva. Constitución que organiza el gobierno con una Asamblea Nacional unicameral, en cuya función legislativa se siente ia influencia del presidente de la República., especialmente en lo que respecta a la promulgación de las leyes, puesto que sólo el presidente • puede ejercer tal función, aunque es un deber hacerlo y responde ante la Asamblea Nacional por el incumplimiento. Crea el Consejo de Estado —aumentó la influencia del presidente— y le correspon- de velar por eí cumplimiento de la Constitución y leyes. El 30 de agosto de 1852 concluyó la labor de la Convención que sancionó la Constitución que difiere solamente en algunos puntos de ¡a de 1845, Con respecto a la elección del presidente dispone que deberá efectuarse por asambleas de electores, los que a su vez, son designados por sufragio popular directo. En cuanto a la forma de gobierno, mantiene la que adoptaron las constituciones anteriores, es decir, que es popular, representativo, electivo, alternativo y responsable (art. 14), El Congreso es bicamerai y se reunirá anualmente sin necesidad de convocatoria, durante sesenta días, prorrogables por quince días más . (art, 19). La Convención reunida ea Quito el 10 de enero de 1881 elabora una Constitución que quedó sancionada el 10 de marzo del misino año. Es la primera que implanta el sufragio popular directo, adoptando, en cuanta a la forma de gobierno, la misma expresión que las constituciones anteriores (art. 13). El Poder Legislativo es ejercido por un Congreso bicameral que se reunirá cada dos años; el Senado se- compondrá de dos senadores por cada provincia y la Cámara ds Diputados por los que nombren las provincias. El Poder Ejecutivo será ejercido por el presidente cíe la República, elegido por el voto secreto y directo de los ciudadanos, junto con ei vicepresidente; ambos durarán en sus funciones por un período cíe cuatro años y no podrán ser reelegidos sino después de un período {art. 62). La Constitución organiza un Consejo de Gobierno compuesto por: el vicepresidente de-la República, los ministros, un vocal de la Corte Suprema, un eclesiástico y un propietario; estos tres últimos serán designados por el Congreso, "Contempla o establece la Constitución de 1861 —dice Borja y Borja— la posibilidad de que el Ecuador deje de ser Estado, entrando por pacto en una Confederación con otros estados sudamericanos; pudiendo asi en beneficio de esa Confederación perder las cualidades de Ubre e independiente, señaladas para él; el artículo 131 dice: "SÍ las secciones en que se dividió la antigua Colombia u otros estados sudamericanos manifestaren deseos de confederarse con eí Ecuador, el Poder Ejecutivo podrá acordar las bases de la confederación y las someterá al Congreso para que con su conocimiento se resuelva lo conveniente". La Constitución de 1889 sancionada por la Convención convocada el 16 de mayo de ese a,ño ae inspiró en un proyecto de García Moreno, quien ejercía gran influencia, a punto tal que logró ser designado nuevamente presidente de la República el 29 de julio, un día después de haberse sometido a votación popular la constitución sancionada. No modifica la fórmula adoptada por las anteriores sobre la forma de gobierno, aunque hay que destacar que alarga el período de los miembros del Con~ greso: los senadores son. elegidos por nueve años y los diputados por seis. "Es corta, clara, y sencilla, y en conjunto muy favorable a la democracia", aunque podrá hacerse notar el fortalecimiento de la autoridad presidencial, no prohibiéndose la reelección inmediata del presidente por otro período cíe seis años. El 6 de abril de 1378 ía Convención convocada-por Vemtemilía sanciona una nueva Constitución política para la República del Ecuador. "Delimita más que ninguna de las constituciones anteriores la posición del presidente de la República en cuanto a la ampliación extraordinaria del marco a que está sujeto en. el ejercicio de su cargo". Se establece que el presidente, los senadores, los diputados y demás autoridades serán elegidos por votación directa y secreta.. Corno nota relevante hay que destacar que ei presidente —cuyo mandato dura cuatro años (art. 72)— será subrogado por uno de ¡os tres Designados que, por mayoría absoluta, elija el Congreso en cada reunión ordinaria (art, 66); no admite esta Constitución la reelección presidencial, ¡sino después de un período (art. 72), También se establece el voto de censura, por el cual los ministros del Estado responden ante el Congreso, ¡o que puede llegar hasta hacer perder el cargo al ministro responsable e inhabilitarlo por cierto tiempo. "Lo notable de la Constitución de 1878 es su parte dogmática. Su parte orgánica es semejante en mucho a la de la Constitución de 1861". Eí íl de octubre de 1883 se inician en Quito las deliberaciones de la Convención que sanciona una nueva Constitución el 4 de febrero de 1884, "que es la que más debilita la posición del presidente de la República con respecto a la ampliación extraordinaria de! marco a que está sujeto en el ejercicio de su cargo". Crea nuevamente él cargo de vicepresidente, que preside el Consejo de Estado y reemplaza al presidente, el que será elegido —corno también el vicepresidente, los senadores y diputados— por votación secreta y directa (arí. 38); los senadores son elegidos por cuatro años y los diputados por dos; ambos son reeleglbles indefinidamente, no así el pre- sidente y el vicepresidente, cuyos respectivos mandatos duran cuatro años. Dispone esta Constitución, como las anteriores de 1830, 1845 y 1852, que el Congreso se reúna anualmente. Con respecto a la organización del Poder Judicial, hay que destacar que esta Constitución establece el jurado, como lo hace también la de 1897, tendiendo ésta a fortalecer la autoridad presidencial, siendo la primera, por otra parte, en establecer la, garantía absoluta de la vida, que se conserva en las constituciones posteriores. En la parte orgánica sigue en algunos puntos a la de 1878 y en otros a la de 1884, apartándose de ésta en lo que respecta a la relación del Estado con la Iglesia, semejándose, en cuanto a su espíritu anticatólico, a la de 1843. El 23 de diciembre de 1906 la Convención sanciona una Constitución que adopta para el gobierno de Ecuador la forma republicana, representativa y democrática. "En consecuencia, éste es popular, electivo, alternativo y responsable" (art. 4). La Constitución de 1929, sancionada el 26 de marzo por la Convención en cuyo seno se advierte la influencia de la concepción o tendencia política colectivista, es la primera "en ocuparse del sistema mediante el cual se han de condensar los resultados del sufragio o sistema electoral: prescribe la representación de las minorías, si bien sólo refiriéndose a la elección de diputados". En cuanto a la forma de gobierno, establece que el Estado ecuatoriano es democrático y representativo, y su gobierno; republicano, electivo, alternativo y responsables (art. 4). Hay que destacar que esta Constitución es ia primera en establecer que una parte de ios miembros del Congreso sea de "elección funcional". El Senado se compone de senadores provinciales y funcionales, que representan estos últimos a las universidades, al profesorado en cada ciclo, al periodismo y academias y sociedades científicas, a la agricultura, al comercio, a la industria, al obrerismo, a los campesinos, a los militares; y un senador para la tutela y defensa de la raza india (art. 33, incs. 3"? y 4<?). Los diputados son de elección popular directa, admitiéndose la representación de las minorías (art. 42); la ley de elecciones deberá disponer la forma en que se efectuará ia elección de presidente de la República, adoptándose para ese efecto el sistema de elección secreta y directa. Limita el período presidencial a cuatro años, no admitiéndose la reelección; dispone asimismo el procedimiento para reemplazar en sus funciones al presidente y señala el funcionario qxie lo subrogará en cada caso. Establece esta Constitución que el presidente de la República nombrará ios ministros, cuyo número será establecido por ley, y todos formarán un Consejo de ministros cuyo funcionamiento se determinará en la ley de Régimen Administrativo interno (art. 93). Se organiza también un Consejo de Estado compuesto por el presidente de la Corte Suprema, de dos senadores y dos diputados, del procurador general de la Nación, del decano de la Facultad de Jurisprudencia tíe la Universidad Central, del inspector general del Ejército, del contralor general, de un representante de la educación pública y de un ciudadano que reúna las condiciones para ser senador {art. 115). "La Constitución de 1929 es la, primera en ocuparse especial y siste- • inaticamente del Ministerio Público, asemejándose en esto a la Constitución Grancolombiana de 1830". El 5 de marzo de 1945 se aprobó definitivamente la Constitución, por la Convención que inició en Quito sus deliberaciones el 10 de agosto del año anterior. Con respecto al sistema electoral, debe observarse que es más amplia que la Constitución de 1929, disponiendo que la "ley garantizará la representación efectiva de las minorías." (art. 19) en las elecciones directas e indirectas, y crea un Tribunal Superior Electoral para eontroíar las elecciones. "Es la primera Constitución en referirse de manera especial a ¡os partidos políticos y crea, como novedad, cuerpos consultivos especiales: la Comisión legislativa permanente (art. 49), estableciéndose su composición y atribuciones, como también organismos técnicos asesores de la función ejecutiva, adscriptos a cada ministerio (art. 82) y un Tribunal de Garantías Constitucionales (art. 159). La función legislativa será ejercida por un Congreso unicameral, cuyos miembros serán elegidos por sufragio popular y secreto; el Presidente de la República será elegido por votación secreta y directa por un período de cuatro años. "No conserva la Constitución de 1945 los elementos de parlamentarismo que introdujo la Constitución de 1929, y vuelve al régimen presidencial levemente mitigado por la existencia del voto de censura, que es el régimen de las de 1878, 1884, 1897 y 1906". ES 10 de agosto de 1946 inaugura sus sesesiones la Convención convocada para sancionar la Constitución, la que es dictada el 31 de diciembre de ese año, actualmente en vigencia. Esta Constitución, como ¡a de 1945, no habla de "poderes", sino de "funciones", "sufriendo, empero, como ella, la influencia de¡ dogma de ia separación de poderes, y aun en mayor grado, puesto que, a veces, incurriendo en discordancia, llama Ejecutivo al órgano superior a quien dice asignar toda la función ejecutiva". Establece órganos especializados en la función legislativa: la Comisión Legislativa y el Consejo Nacional de Economía. Restablecen la Vicepresidencia de la República y el Consejo de Estado. Con respecto a la forma de gobierno, el artículo 2? dispone que la República de Ecuador es unitaria, soberana, independien • te y democrática; y su gobierno es popular, representativo, electivo, responsable y alternativo. Organiza el Congreso en dos cámaras, las que podrán instalarse por sí mismas, abrir y clausurar sus sesiones el mismo día y funcionar en una misma población, y sólo, de común acuerdo, podrán trasladarse a otro lugar o suspender sus sesiones por más de tres días (art. 31). Los senadores son elegidos por votación popular directa para un período de cuatro años, designándose además senadores funcionales, elegidos por las Universidades, periodismo, enseñanza particular, industria y fuerza pública. Los diputados son elegidos por las provincias, de acuerdo con la ley de elecciones; duran dos años y pueden ser reelegidos. Se establece una Comisión Legislativa, compuesta por cinco miembros, que tendrá por objeto el estudio de proyectos de reformas o de interpretación constitucional o de legislación general. Para el estudio de los problemas económicos se establece el funcionamiento de un Consejo Nacional de Economía. La función ejecutiva, dice el artículo 81, la ejerce el Presidente de la República, elegido por cuatro años, mediante votación directa y secreta y no puede ser reelecto sino después de un período. Los ministros de Estado son designados por el presidente, dejando librada a la ley la determinación del número de ministros y las ramas y atribuciones de cada uno. "Una manifestación de lo que ha dado en llamarse neopresidencialismo se encuentra en el artículo 11, que permite la posibilidad de que los ministros de Estado puedan ser censurados por el Congreso, empero, no habrá, se dice, voto de desconfianza" (- o s ). La función judicial está encomendada a la Corte Suprema, Cortes Superiores y demás tribunales; los ministros de la Corte Suprema durará.n seis años en sus cargos y nodrán ser indefinidamente reelegidos. Co(268) Muñoz, L.. Comentarios o las Constitu- ciones políticas de Iberoamérica, t. 2, Ediciones Jurídicas Herrero, México. rresponde al Congreso Pleno ¡a elección, como también la de las Cortes Superiores, pero estas últimas, durarán cuatro años en sus funciones. El territorio se divide en provincias, cantones y parroquias, existiendo un gobernador en cada provincia, designado por el presidente, un jefe político en cada cantón y un teniente político en cada parroquia. En cada provincia funciona un Consejo provincial, cuyos miembros son elegidos'por votación popular directa. Cada cantón constituye un municipio y su gobierno está encomendado a los Consejos cantonales o municipales. Además, ia Constitución establece el Consejo de Estado que velará por el cumplimiento de la Constitución, el ministerio Público, la Contraloría General y Superintendencia de Bancos. j ) Guatemala. Hasta el año 1847, en que Guatemala rompe la Federación Centroamericana para nacer como Estado independiente, es larga y convulsionada la etapa qué han soportado los pueblos de América Central, entre luchas y dictaduras. Rafael Carreras consigue aquella liberación, aunque tuvo que soportar, como consecuencia, la invasión de Honduras, y El Salvador, derrotándolos en 1851. Ese año se puso en vigencia la Constitución (la primera se había sancionado el 22 de noviembre de 1824 para la República Federal), designándose a Carreras, presidente vitalicio, cargo que ejerció hasta 1865. "Desde 1873 a 1885 gobierna el país una dictadura liberal encabezada por Barrios". En realidad, puede decirse que hasta 1879 no se aprueba una nueva Constitución, a pesar de que, en 1876, se había reunido la Asamblea Constituyente. Esta Constitución fue reformada en varias ocasiones, soportando el país en ese lapso, dos períodos de gobiernos dictatoriales: el de Estrada Cabrera, desde 1898 hasta 1918, y el de Ubico, desde 1931 hasta 1944. La revolución permite el llamado a elecciones, triunfando Juan J. Arevalo, sancionándose el 10 de enero de 1945 una nueva Constitución y por último, la Asamblea Nacional Constituyente decreta el 2 de febrero de 1956 la Constitución, que rige desde el 1<? de marzo. En 245 artículos y ocho disposiciones transitorias, se dispone sobre la organización política del país, derechos humanos, garantías individuales, .etcétera agrupados en 12 titulos. Comienza por declarar que "Guatemala es una Nación soberana, libre e independiente, organizada para garantizar a sus habitantes el respeto a la dignidad humana, el goce de los derechos y libertades fundamentales del hombre, la seguridad y la justicia, el des.- envolvimiento integral de la cultura y para crear condiciones económicas que conduzcan al bienestar social". La Nación se organiza adoptando el sistema republicano, democrático y representativo; el poder es ejercido por los organismos legislativos, ejecutivo y judicial. Se advierte, como en la Constitución de Honduras, que Guatemala aspira al restablecimiento de la Unión Centroamericana "y se esforzará por lograrlo total o parcialmente sobre las bases justas y populares, que garanticen el respeto a los derechos fundamentales del hombre. Mientras tanto cultivará relaciones fraternales con los otros Estados que formaron la disgregada Federación" (art. 49). El título V trata del Organismo Legislativo, correspondiendo al Congreso —unicameral— la potestad legislativa; los diputados son elegidos en sufragio directo, por un período de cuatro años. Las reuniones ordinarias se realizarán sin necesidad de convocatoria, estableciéndose la fecha de iniciación! (1<? de marzo). Para las sesiones extraordinarias es necesaria la convocatoria de la Comisión Permanente o del Organismo Ejecutivo, aunque quince o más diputados podrán solicitarlas; dicha solicitud deberá concederse si cuenta con el voto de la mitad más uno de los diputadas. La Comisión Parlamentaria funciona durante el receso parlamentario, está integrada por ocho diputados, elegidos anualmente por el Congreso y presidida por el presidente del Organismo Legislativo; tie- ne, entre otras atribuciones, tramitar los asuntos que quedaron pendientes en el Congreso, convocarlo a sesiones extraordinarias, como también las atribuciones señaladas en los incisos 2<? y 49 del artículo 148, con respecto a sus miembros. Las funciones ejecutivas son ejercidas por el Presidente de la República, elegido directamente, a simple mayoría de sufragios, y para un período improrrogable de seis años. El artículo 161, al establecer quiénes no podrán ser electos, incluye en el inciso a) al "caudillo o jefe del golpe de Estado o revolución que altere el orden constitucional, para el período, durante el que se hubiera interrumpido el régimen constitucional o el siguiente. Tampoco admite la reelección presidencial en los dos períodos siguientes. En caso de ausencia, temporal o definitiva, lo substituye el "Primer Designado a la Presidencia, y en defecto de éste el Segundo Designado", funcionarios que serán elegi- dos por el Congreso de una terna enviada por el Presidente de la República, y no podrá" aubti,'irse del territorio de Centro- américa sin permiso del Congreso o de la Comisión Permanente. En el orden administrativo, se designan ministros de Estado, cuyo número será determinado por una ley especial: la reunión de los ministros se denomina consejo y es presidido por el Presidente de la República. Dispone el artículo 178 "que cuando el Congreso emitiere un voto de falta de confianza contra un ministro, éste presentará inmediatamente su dimisión, la que deberá ser aceptada o no, por el presidente, de acuerdo con la cantidad de votos emitidos por los diputados al ratificar su decisión. La función judicial es ejercida por la Corte Suprema de Justicia, la Corte de Apelaciones, los jueces de primera instancia y jueces menores y por los demás tribunales. "La administración de justicia —dispone el artículo 187— es obligatoria, gratuita e independiente". Será pública, cuando la moral o el interés nacional no exijan reserva. El Congreso elige al presidente del Organismo Judicial y a los magistrados, los que permanecen cuatro años en sus funciones; si son elegidos durante dos períodos consecutivos, ejercerán su cargo hasta los setenta años de edad. Los jueces de primera, instancia, los de paz y otros jueces menores son designados por la Corte Suprema. Se crea también un tribunal de cuentas, integrado por tres jueces elegidos por el Congreso, permaneciendo cuatro años en sus funciones, y una Contraloría, institución técnica que fiscaliza los ingresos y egresos del Estado; su organización, funcionamiento y atribuciones sean determinadas por una ley; el jefe de esta institución es nombrado por el Presidente de la República, El territorio se divide para su administración en departamentos y éstos en municipios. El gobierno departamental está a cargo de un gobernador nombrado por el presidente. Se establece la autonomía del régimen municipal y será ejercido por una corporación integrada por el Alcalde, los síndicos y los concejales. k) Haití. La República nació a la vida libre en 1859, pero no sin antes soportar, como casi todas las repúblicas americanas, luchas por la independencia y revoluciones para alcanzar el poder, y tanto es así que la mayoría de los gobernantes han llegado a desempeñar el cargo luego de triunfar en una revolución. Las ideas liberales y absolutistas se alternaron en dar la orientación al gobierno y ello sucedió antes de la era republicana, precisamente con las Constituc'ones imperiales de 1805 y 1849, no obstante haberse proclamado en. 1806 una Constitución republicana. Después de 1859 y 1860, en que se sancionan leyes constitucionales, se suceden las constituciones de 1867,1874, 1879 (reformada en 1880, 1883, 1884, 1885, 1888 y 1889. Esta república debió soportar también la intervención militar norteamericana desde 1915 a 1934, lapso durante el cual aparecieren las Constituciones de 1918, redactada por Roosevelt y reformada en 1928, la Constitución de 1932, Posteriormente se sancionó la de 1935, que fue modificada en 1939 y 1944, hasta que por último se llega a la Constitución del 25 de noviembre de 1950. Se inicia este Código político proclamando a Haití como república indivisible, soberana, independiente, democrática y so e! al. En el título III, al tratar de la soberanía, y de los poderes, cuyo ejercicio es delegado, establece tres ramas: Legislativa, Ejecutiva y Judicial, presentando el gobierno las características propias de un gobierno civil, democrático y representativo, reconociéndose la independencia y separación de los poderes y prohibiendo ¡a incompatibilidad. El Poder Legislativo está formado por las Cámaras de Diputados y Senadores; los primeros son elegidos por cuatro años y pueden ser reelectos y los senadores ejercen su mandato durante seis años, gozando también de la indefinida reelección. Ambas Cámaras se reúnen en Asamblea en los casos previstos por la Constitución y por propia iniciativa y separadamente para celei orar reuniones ordinarias, dictando cada j una su propio reglamento interno, su organización interior y las medidas necesarias para la observancia de la disciplina. 1 El Presidente de la República ejerce, de f acuerdo con lo dispuesto por el artículo 76, el Poder Ejecutivo, cargo en el cual permanece durante seis años, no permitiéndosele la inmediata reelección. Entre otras atribuciones, tiene la de designar a los secretarios de Estado, como también a los funcionarios y empleados de la administración pública. Si el presidente se encuentra imposibilitado temporalmente de ejercer su mandato, el Consejo de los Secretarios se i hace cargo de la autoridad, mientras dure J la imposibilidad del presidente. Cuando la ausencia es definitiva, sus funciones las , ejerce el Presidente de la Corte de Casación o en su defecto el vicepresidente; en ausencia de ambos, el juez más anciano de la Corte de Casación, quien convocará de inmediato a las Asambleas primarias para j la elección de un nuevo Presidente de la f República, que será elegido por votación directa. El número de Secretarios de Estado debe estar determinado por una ley especial, aurii que la Constitución ya establece que no | podrá ser inferior a cinco. Se reúnen en Consejo bajo la presidencia del Presidente de la República. Existe, además, un ConseI jo de Gobierno, compuesto de nueve miembros, nombrados por el presidente y tiene por función el estudio de los proyectos de leyes que se le sometan; en una palabra, es un cuerpo consultivo en materia de legislación y en asuntos administrativos. El Poder Judicial es ejercido por una Corte de Casación, Cortes de Apelación y tribunales inferiores. El presidente nombra a los jueces de las cortes y tribunales y.a las oficiales del ministerio Público; los jueces de la Corte de Casación y de apelaciones permanecen en sus funciones durante diez años y los de los tribunales civiles, son nombrados por siete años. La Constitución establece en el título IV el régimen comunal, disponiendo su autonomía, dejando librada las condiciones y los límites de esa autonomía, a una ley especial. El Consejo Comunal es elegido por cuatro años y sus miembros pueden ser reelegidos indefinidamente. Se crea ia institución prefectoral con asiento en cada Departamento, siendo el prefecto el funcionario civil que representa directamente al Poder Ejecutivo, estando determinada por ley su facultad, como el lugar de su residencia. Funciona asimismo un Consejo de Prefectura, integrado por el Prefecto, los magistrados comunales, jueces de paz, inspectores de escuelas, funcionarios de los servicios públicos, etcétera. 1) Honduras. El 15 de setiembre de 1821 la Junta presidida por Gainza declaró la independencia de Honduras,, legada históricamente a la Federación de los cinco Estados centroamericanos, con Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. La República Federal duró de 1825 a 1827, disolviéndose en 1828 como consecuencia de la guerra civil; un intento vigoroso por conseguir la unión es promovido por Francisco Morazán pero la cuestión es resuelta violentamente por sus enemigos el 15 de setiembre de 1842. El procedimiento de revoluciones y asesinatos políticos, tan común en los países americanos, resulta normal en Centroamérica y Honduras no escapa a la regla. Desde la primera Constitución, que aparece el 11 de diciembre de 1825, se suceden la de 1839, 1848, 1865, 1873, 1880, 1894, 1924, 1936, hasta la que rige desde el 21 de diciembre de 1957. La Constitución vigente establece en el artículo i<? que Honduras constituye una República democrática, para asegurar el goce de la libertad, la justicia, eí bienestar social y económico y la superación individual y colectiva de sus habitantes. Asimismo establece en el articulo 3? que el gobierno, a través del sistema democrático, republicano y representativo, se ejer- ce por tres poderes complementarios e independientes entre sí: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Una nota característica de esta Constitución es, sin duda, el artículo 4? por el cual se reconoce el derecho de revolución, que se ejerce, en forma de insurrección popular, motivada por la violación de la norma que dispono la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia, suprimiendo así expresamente, por lo menos en el texto, todo intento de perpetuación en el poder. Debe destacarse, asimismo, la declaración formulada en el articulo 10, en el sentido de reconocer como "necesidad primordial" volver a la unión con uno o más Estados de la antigua Federación. El título correspondiente a los poderes del gobierno comienza con la organización del Legislativo, el que se ejerce por un Congreso de Diputados, adoptándose por lo tanto el sistema unicameral; los representantes son elegidos mediante sufragio diré eto por cinco años y no podrán ser reelectos; se establece la facultad de autoconvocatoria, ya sea para las sesiones ordinarias, de prórroga o extraordinarias, aunque el Poder Ejecutivo también puede hacerlo. Se crea una Comisión Permanente, organismo formado por siete diputados titulares y siete suplentes, que funciona mientras el Congreso está en receso, y cuyas atribuciones están detalladas en los trece incisos del artículo 192. El Poder Ejecutivo es ejercido por el Presidente de la República, y en su ausencia, por uno de los Designados; estos mandatarios serán elegidos conjunta y directamente por el pueblo, a simple mayoría de sufragios, estableciéndose que el periodo presidencial es de seis años, no admitiéndose la reelección inmediata. En cuanto a la ausencia definitiva del presidente (la Constitución dice "falta absoluta"), se prevé su reemplazo por uno de los Designados sorteados por el Congreso, deduciéndose por el artículo 201 que son tres estos funcionarios, pues la norma expresa: "Pero si también faltaren de modo absoluto los tres Designados, el Poder Ejecutivo será ejercido por el Consejo de Ministros, el que deberá convocar a elecciones presidenciales dentro de los quince días siguientes". La administración general del país está confiada a los Secretarios de Estado, los que, en número no inferior a nuevs, se distribuirán los asuntos públicos, siendo responsables solidariamente con el presidente por los actos que autoricen; forman el Consejo de Ministros el que es convocado y presidido por el Presidente de la República. El Poder Judicial se ejerce por una Corte Suprema de Justicia, por las Cortes d Apelaciones y por los juzgados que la establezca. La Corte está formada por c¡n< co magistrados titulares (propietarios) j tres suplentes y son elegidos por el Coa greso Nacional por un periodo de seis añoi En cuanto al régimen departamental j municipal, la Constitución establece en el articulo 332 que el territorio nacional divide en departamentos, éstos en municipios autónomos, representados por municipalidades elegidas por ei pueblo, asegurándose la autonomía económica por medio de un Banco Municipal Autónomo, cuya organización y funciones se determinarán por ley. Las municipalidades nombrarán a los empleados de su dependencia j los agentes de policía que costeen con sm fondos propios. Por último, y como nota que es interesante destacar, se establece en el artículo 340 que la Constitución no perderá su vigencia aun cuando por alguna rebelión o golpe de Estado, por no haberse reunido A Congreso en la fecha señalada en la mi» o por cualquier otra causa, se interrumpí su observancia. m) México. El Plan de,Iguala del 244 febrero de 1821 proclama la independentír de México y contiene tres garantías fun-i damentales; preservación de la Iglesia Ctl tólica, absoluta independencia de Méxicoj amistad entre españoles y mexicanos. En 1824 la Constitución organiza un go-t bierno republicano, representativo, popula y se inclina hacía el régimen federal; esto Constitución federalista es sustituida pur las bases del 23 de octubre de 1835, qot acepta la organización centralista, con i poder conservador integrado por tina miembros "elegidos por las Cámaras 4 acuerdo con listas propuestas por las yatas departamentales"; el órgano ¡egislatln era bicameral, el ejecutivo era ejercidop« un presidente con mandato durante ocl» años, nombrado por las juntas depártame» tales, de ternas presentadas por la Corteii Justicia y las Cámaras; existe tambiénff Consejo de Gobierno de trece miembros; i: creaban cuatro ministerios cuyos titulan eran designados por el presidente; la Coit, de Justicia se componía de once miembn: y un fiscal. Los departamentos estaban administrados por gobernadores. > El 12 de junio de 1843 se sanciona irf Constitución de tendencia centralista, q» algunos llaman "las bases orgánicas 4 Santa Anna". Dice al respecto Silvio i Zavala: "de 1824 a 1855 hubo 45 periodí presidenciales definitivos e interinos; el número de los pronunciamientos se acera a la centena; y contamc.j ya con tres » tituciones". La de 1843 mantiene el sistenu Wcameral del Poder Legislativo; los senadores, cuyo número se determina en setenta y tres, san nombrados de la siguiente manera: dos tercios por las asambleas departamentales y el otro tercio por la Cámara de Diputados, el Presidente de la República y la Corte de Justicia. Se fija el período presidencial en cinco años, se mantienen cuatro ministros y un Consejo de Ministros, compuesto de 17 vocales nombrados por el presidente. La Corte Suprema de Justicia se integra por once ministros y un fiscal; y las asambleas departamentales por más de siete y menos de once miembros. El movimiento federalista iniciado en Guadalajara por Gómez Parías, secundado en la capital por el general Mariano Salas reimplanta la Constitución de 1824. "Las ideas de los prohombres de la reforma en el orden político universal y aplicadas al medio mexicano, se manifestaron elocuentemente en las sesiones del Congreso que aprobó la carta del 5 de febrero de 1857" (-«'). Se establece que la república es representativa, democrática y federal; el legislativo se convierte en unicameral (suprimiéndose el Senado); los diputados se elegirán en votación indirecta y el mismo sistema se adopta para la elección del presidente, cuyo período se fija en cuatro años. La Corte Suprema de Justicia se compone de "once ministros propietarios, cuatro supernumerarios, un fiscal y un procurador general". Esta Constitución tuvo, aproximadamente 25 reformas. Luego, las luchas armadas, medio por el cual se trata de alcanzar el destino de México desde enero de 1862 hasta el 31 de mayo de 1863 en que el gobierno de Juárez abandona la ciudad. El día 10 de julio se implanta la monarquía hereditaria, con el príncipe católico Maximiliano de Austria, el que fue derrotado el 15 de mayo de 1867 y fusilado el 19 de junio, poniéndose así término al período de la monarquía mexicana. "Los liberales habían conquistado no sólo el derecho de gobernar al país sino el de redactar su historia". De Tejada, que sucedió en la presidencia a Benito Juárez y que gobernó de 1872 a 1876, había incorporado en 1873 las leyes de (269) Zavala, S. A., "México contemporáneo", en Historia de América, t. 11, pág. 58, Bs. Aires. 1MO. Puede también verse: Pasquel, L.. Las Constituciones de América, México. 1943: Herrero, V., La organización constitucional de Iberoamérica; Latís Duret. M.. Derecho constitucional mexicano, México, 1944: Gamboa. J. M.. Leyes constitucionales de Hético durante el siglo XIX, México, 1901; Melén- reformas a la Constitución, la que fue reformada nuevamente en 1877, para permitir la reelección del general Porfirio Díaz, después del segundo período de detentar el poder; en 1892 se aprobó la reelección indefinida y desde 1904 los períodos presidenciales se ampliaron de cuatro a seis años. El 20 de noviembre de 1910 se inicia la revolución contra el régimen porfirista, encabezada por Madero, su oponente en las elecciones que se habían realizado poco antes. "Díaz convencido de la inutilidad de la resistencia, renunció al poder y murió en el destierro". Francisco León de la Barra se hace cargo provisionalmente del gobierno y se convoca a elecciones, venciendo Madero, que asume la presidencia el 6 de noviembre de 1911. El Congreso reunido en Querétaro en diciembre de 1917, promulgó una nueva Constitución el 5 de febrero, la que ha sido modificada en varias oportunidades70hasta la última el 17 de octubre de 1953 (- ). Mantiene la forma de gobierno republicana representativa democrática y federal, y la división de los poderes en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El Legislativo es bicameral, cuyos miembros son elegidos —los diputados por tres años y los senadores por seis— en votación directa, lo mismo que el presidente, que durará seis años; ninguno podrá ser reelecto (arts. 59 y 83). El 22 de enero de 1927 el Congreso modificó el artículo que prohibía la reelección del presidente, reforma que quedó sin efecto después de 1928. El Poder Judical de la Federación es ejercido por una Suprema Corte de Justicia, Tribunales de Circuito, Colegiados en materia de amparo y unitarias en materia de apelación, y en juzgados de distrito. La Suprema Corte se compone de 21 ministros y cinco supernumerarios; serán nombrados por el Presidente de la República con aprobación de la Cámara de Senadores. Los magistrados de Circuito y jueces de Distrito serán designados por la Suprema Corte. La Constitución establece el recurso de amparo "medio de control constitucional ejercido por órganos jurisdiccionales en vías de acción". Las sentencias sen individuales; dice el artículo 107, II que "la sentencia será siempre tal que se ocupe de individuos particulares; limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que lo motivara". En cuanto a los Estados, la Constitución (270) Según la publicación de la Constitución dez. J. T., Historia de la Revolución mexicana, Mé- política mexicana, con reformas y adiciones al día. jico, 1936; Palavicini, P. F., Mistaría de la Constitución de 1917, México, 1938. Anotada y concordada por Manuel Andrade, México, 1956. dispone que adoptarán, para su régimen in tenor, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base la de su división territorial y de su organización política y administrativa, el Municipio Libre, que será admitido por un Ayuntamiento de elección popular directa, otorgándose el voto a las mujeres. "El Municipio en México no es una comunidad natural, sino más bien una creación legal, y así se dice que los municipios están investidos de personalidad jurídica, de suerte que como base de división territorial son meros distritos de gobierno" (2?i). n) Nicaragua. El 8 de abril de 1826 la Asamblea Constituyente que reúne a los representantes del pueblo de Nicaragua, sanciona la Constitución Política del Estado, como parte integrante de la Confederación de Centroamérica. Declara que "el Estado es libre, soberano e independiente en su gobierno y administración interior; y su soberanía e independencia se limitan por las restricciones establecidas a cada uno de los Estados, en la Constitución Federal de la República" (art. 4). Adopta la forma republicana popular representativa para el gobierno del Estado (art. 40). El Poder Legislativo reside en una Asamblea compuesta por diputados y "lo ejerce con la sanción del cuerpo moderador" (art. 42). El Poder Ejecutivo es ejercido por un jefe nombrado por el pueblo (art. 43). El Poder Judicial, por tribunales y jueces nombrados de acuerdo con lo dispuesto por la Constitución y las leyes. Dice el profesor Emilio Alvarez Lejarza que "la Constitución del Estado de Nicaragua de 1826 estaba calcada tn los mismos términos que la federal" (refiriéndose a la Constitución Federal de Centroamérica de 1824), de la que opina: "Todos los tratadistas y los historiadores están de acuerdo en que la primera Constitución de Centroamérica, por sus idealismos y principios irrealizables, fue una de las causas de la ruptura de la Federación". La Constitución de 1826 rigió hasta el 30 de abril de 1938 en que, por decreto de la Asamblea Constituyente reunida en León, se declara el Estado libre, soberano e independiente, "sin más restricción que la que se imponga en el nuevo pacto que celebre con los otros Estados de Centroamérica, conforme a los principios de un verdadero federalismo". La Constitución Política fue sancionada el 12 de noviembre. Conserva la denominación de Estado de Nicaragua, pero, a diferencia de lo estable(271) Muñoz, í., Comentarías a las Constituciones poíííicas de Iberoamérica, t. 2, pág. 1186, Ed. Jurídicas Herrero, México, 1854. S i g u i e n t cido en el artículo 1 de la Constitución de 1826, al declarar que "corresponde a la Federación". Adopta la misma forma de gobierno, es decir, republicana, popular y representativa (art. 49) y divide la soberanía del Estado para su ejercicio en los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Hay que destacar que en la Constitución de 1826 "la soberanía reside en todo en el Estado", y en la de 1838 declara que la soberanía pertenece al Estado (art. 5). El Poder Ejecutivo será ejercido por un Supremo Director, y el Judicial será desempeñado por los tribunales y jueces del Estado. Tanto los diputados y senadores serán eíegidc-s por las Juntas populares y de distrito, existiendo para los senadores, además, juntas de departamento, El Supremo Director —dice el art. 125— será nombrado por el pueblo del Estado y será elegido por dos añas, no admitiéndose la reelección inmediata (art. 132). El 17 de julio de 1842 se dicta en Chinandenga la Constitución Política de la Confederación Centroamericana, formada por las Repúblicas de Nicaragua, El Salvador y Honduras. El gobierno de esta Confederación será ejercido —dice el art. 14— por medio de delegados. El Poder Ejecutivo lo ejercerá un Supremo Delegado, con un Consejo consultivo, compuesto por un representante de cada Estado (art. 15). En 1854 se promulgó una nueva Constitución Política para la República de Nicaragua, que no llegó a estar en vigor a causa de la revolución que estalló en mayo de ese año. El artículo 29 disponía que la soberanía reside en el pueblo y la ejerce la universalidad de los ciudadanos por la libre elección de las autoridades en la época y forma que la Constitución establece. El gobierno es democrático y representativo y se dividí en tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. El Poder Legislativo lo ejerce un Congreso bicameral, cuyos miembros serán elegida por Juntas electorales de cantón y de distrito. El Poder Ejecutivo lo ejerce el presidente de la República, elegido por cuatro años, no pudiendo ser reelecto inmediatamente. El Poder Judicial lo ejerce una Corte Suprema dividida en dos Secciones y 1» demás tribunales y jueces que establezca la ley. El 19 de agosto de 1858 la Convención Constituyente sancionó una nueva Ley Fundamental, "en cuya redacción —dice el profesor Alvarez Lejarza— por esos design de Dios, tomaron parte precisamente muchos de los que se opusieron a la que propuesto el general Fruto Chamorro 1854 y, mutatis mutandi, redactaron la mise P á g i n a I