FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Jueves 22 de Febrero de 2007 Participan: Rafael Azcona (guionista), José Luis Cuerda (director de cine), Juan Antonio Méndez (empresario) Lugar de celebración: Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla Carlos Berzosa (rector de la Universidad Complutense) ... de la Fundación General de la Universidad Complutense, Rafael Martínez Cortiña, falleció recientemente y hoy es el funeral. Yo era amigo y compañero suyo, además, le estaré agradecido porque fue el que me nombró ayudante cuando era catedrático de la universidad. Yo era adjunto primero con José Luis Sampedro y luego catedrático, así que si yo me dedico a estos menesteres universitarios y he llegado a rector es gracias, entre otras cosas, a que Rafael Martínez Cortiña, en su día, confió en mí. Esa vinculación hace que me tenga que ausentar hoy. En fin, quería estar presente en esta presentación, en primer lugar, para agradecer muchísimo a todos los que nos acompañan hoy y que estén en el Foro de la Universidad Complutense. A Rafael Azcona, gracias a quien hemos disfrutado de muchísimas películas con sus guiones, y que para mí es una satisfacción tremenda poder saludar personalmente. Son esas personas que te acompañan a lo largo de tu vida, que no has conocido y que tienes la oportunidad de conocer, por eso, cuando mis amigos me dicen que cómo estoy tan loco de ser rector de esta universidad, contesto que es porque puedo conocer a gente como él, y como José Luis Cuerda, y como tantos otros. A José Luis Cuerda, director de cine, que también nos ha hecho disfrutar de muchas películas. Yo le decía lo mucho que me gustó “La lengua de las mariposas”, emotiva y realmente magnífica. Además, siempre ha tenido esa gran generosidad por haber lanzado a un hombre como Alejandro Amenábar que, por cierto, acabó los estudios en nuestra universidad, a lo mejor para bien del cine y de todos nosotros. FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Por último, a Juan Antonio Méndez, empresario y hermano de Alberto Méndez, a ellos muchísimas gracias por estar aquí presentes, a quienes quiero agradecer su presencia y los disfrutes que nos ofrecen con sus obras de arte y con sus aportaciones a los guiones. Yo quisiera también señalar que este libro, “Los girasoles ciegos” (me imagino que lo habrán leído todos ustedes), es un libro magnífico, maravilloso, que yo compré en la Feria del Libro gracias a que me lo recomendó una librera. Estaba al lado de la Complutense y me dije: “Voy a comprar un libro... éste”. Me lo recomendó y realmente también agradezco mucho su lectura, aunque es un libro durísimo. De hecho, se lo recomendé a un amigo mío y me dijo que había tenido una depresión durante una semana después de haberlo leído. Que era magnífico el libro, pero que se había quedado muy deprimido. Realmente hay algunos relatos durísimos... Pero aún así, el libro es tan bueno, tan magnífico, que verdaderamente merece mucho la pena leerlo. La sorpresa nuestra ha sido descubrir a Alberto Méndez, que conocíamos como director de esa editorial de ciertos libros que yo sigo conservando, Ciencia nueva. Gracias a esa editorial leíamos a Gordon Childe y a Sweezy y a Dobb, en “La transición del feudalismo al capitalismo”, y tantos libros... En aquellos años le conocíamos como editor y como hombre comprometido políticamente. No sabíamos de su faceta literaria. Cuando escribe este magnífico libro, al poco tiempo fallece y nos deja este gran legado. Son cosas de la vida... me imagino que para escribir esto habría escrito más a lo largo de su historia, pero realmente es tremendo que justo cuando acaba su vida es cuando nos deja este legado histórico importante, este testimonio. Pero en fin, yo creo que cumplió una labor muy importante como editor, como bien decía, y como hombre comprometido, y creo que el libro es tan maravilloso que conviene volverlo a leer y releer. Y sin duda, nos harán de él una gran película, que no es fácil, pero se espera una gran película de este libro, “Los girasoles ciegos”. Yo disfruto mucho en estos Foros Complutense, son como la niña bonita del rectorado, los cuido mucho, pero hoy otros menesteres y compromisos me obligan a ausentarme. Muchas gracias a todos ustedes por su presencia y espero que disfruten... y ya me contarán lo bien que ha estado todo. Gracias, y aquí os dejo con estos genios. 2 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rosa Falcón (directora del Foro Complutense) Muchas gracias, rector. Hola, buenas tardes, retomando la presentación del rector, tenemos la suerte de contar con dos hombres de cine de lujo. Creo que sin ellos no se podría narrar la historia del cine español en estos últimos cincuenta años y también creo que a través de sus miradas, de sus palabras y de sus sensibilidades hemos aprendido a ver y a reconocer nuestra verdadera memoria personal y colectiva. Quiero dar las gracias también a José Antonio Méndez. A simple vista, “Los girasoles ciegos” no parece una obra fácil de llevar a gran pantalla por la extrema emotividad de sus historias y por la lúcida indagación de la memoria que hace el autor. Las cuatro narraciones de este libro se enmarcan cronológicamente en los últimos momentos de la Guerra Civil y en los años inmediatamente posteriores a la implantación de la dictadura franquista. Son cuatro relatos independientes, aunque imbricados en una misma atmósfera. Yo sólo voy a recordar un poco los capítulos para centrar un poco la atmósfera del debate: “Primera derrota: 1939, Si el corazón pensara, dejaría de latir”; “Segunda derrota: 1940, Manuscrito encontrado en el olvido”, “Tercera derrota: 1941, El idioma de los muertos”, “Cuarta derrota: 1942, Los girasoles ciegos”. El propio Alberto Méndez, el día en que se presentó el libro, dijo que no se trataba de historias ciertas, pero que son verdad. “Son historias oídas a sus protagonistas derrotados, que las narraron siempre con sordina y sin poder vencer jamás sus miedos. Nuestra generación ha vivido en la memoria de nuestros padres, quienes vivieron en el silencio. Yo sé ahora que mis hijos sabrán mejor quién soy, quiénes somos. He escrito este libro con el ruido de la memoria, sin que me importaran tanto las historias como su olor o su calor”. Efectivamente, son cuatro historias de perdedores políticos, pero ganadores de sí mismos por su fidelidad a la ética y a la honestidad, y su renuncia a la falsedad y a la impostura. Una obra sobre la memoria que, si me permiten, para terminar y para crear el clima adecuado a este diálogo, sólo voy a leerles... o podríamos entrar directamente al debate, porque todos recordarán la impresionante cita de Carlos Piera en su introducción a Tomás Segovia, que recoge este libro, pero si no, la leeremos al final si hay tiempo. [Dirigiéndose a los ponentes] Bueno, sin más dilaciones, estamos deseando todos 3 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez escucharos. Nos gustaría que hablaseis sobre el guión que estáis escribiendo y de la experiencia que fue la lectura de este libro. Y cuando queráis, tienes tú la palabra, José Luis, que estás más cerca. José Luis Cuerda Buenas tardes, no sé si esto está encendido. Rafael Azcona Creo que lo has apagado. José Luis Cuerda Pues no me extraña... Eso nos pasa por... Muchas gracias, Rafael. Elevemos la vida, y la voz. Yo no sé si es lo mejor que empiece yo hablando, quizás lo mejor es que empezase Juan Antonio, porque lo que digamos Rafael y yo, a lo mejor metemos la pata con respecto a Alberto. Es decir, nos fiamos de lo que diga él, nosotros hablamos sobre eso. Pero me da igual, si prefieres que empiece yo, empiezo, pues tampoco voy a venir aquí de director. Vengo de contertulio. Dime. Rosa Falcón Improvisad. Juan Antonio Méndez Prefiero que empecéis. José Luis Cuerda Sí, o sea que quieres cazarnos, estar allí agazapados hasta última hora. Bueno, la historia de “Los girasoles ciegos” para mí empieza un día en que Manolo Serrano, un amigo de Alberto Méndez y mío, me dice: “¿Sabes que han publicado un libro de Alberto?” “Sí, algo he leído”. “Es estupendo, léetelo”. Y yo no me lo leo en ese 4 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez momento. La siguiente llamada es de otra buena amiga, Josefina Molina, que me dice: “Acaba de salir un libro del que tienes que hacer una película”. Entonces pensé: “Pues ahora menos que me lo leeré”, porque yo nunca leo libros para ver si tienen película dentro, me parece una lectura absolutamente bastarda de los libros. Los libros yo los leo para disfrutar de sus letras. Pero la tercera convocatoria al libro y, a esas alturas, sí es verdad que yo ya me lo había leído, es la que me hizo Fernando Bovaira, el director general de Sogetel, que es una llamada del mismo timbre que la que me hizo para “La lengua de las mariposas”, que fue preguntarme: “¿Tú crees que hay una adaptación posible en ‘La lengua de las mariposas’?” y yo, improvisando, en la comida en la que le presentaba a Alejandro Amenábar (a partir de ese momento empezamos a colaborar Sogetel y nosotros para hacer películas con Alejandro), me quedé pensando cinco segundos (pues cuando un productor te pregunta si tú ves películas en algo, no hay que pensárselo mucho, esa es la verdad). Entonces le dije “yo creo que sí, además si se junta con este cuento también del mismo libro, de “Que me quieres amor” y con este otro, pues yo creo que sí”. Inmediatamente, le dije, “yo creo que si le ofrecemos a Rafael Azcona que escriba el guión, él va a aceptar, porque hemos hablado mucho de Manolo Rivas y le gusta mucho, y a mí también, etc. etc.” “¿Tú crees que a Rafael le pueda apetecer?” Yo ya, además forzando un poco la cosa, le dije: “Pues lo llamo esta misma tarde y le pregunto”. Y al salir del restaurante aquel, te llamé [dirigiéndose a Rafael Azcona], te dije que si tú veías ahí adaptación, incluso yo creo que te apunté dos o tres títulos de cuento para que te los releyeses, y con más tranquilidad que yo, porque ya tienes más temple. A lo mejor tardaste un día o dos, o día y medio, en decirme: “Oye, pues sí, nos podríamos meter en eso y hacerlo”. Bueno, con eso lo que estoy diciendo es que yo, que no soy nada supersticioso, pero tampoco hago diabluras con el 13 ni con las escaleras, ni con los gatos negros y esas cosas, pienso que es un buen origen, en principio, que sea Bovaira en unas circunstancias similares el que me diga que si yo veo una adaptación en “Los girasoles ciegos”, y encima, meto por medio a Azcona... pues aquello salió bien. Vamos a ver si sale bien, juntando los mismos mimbres y, además, también le propongo a Rafael y a Alejandro que esta historia nos la llevemos a Galicia, con lo cual ya hago yo triplete gallego con “El bosque animado”, “La lengua de las mariposas” y ésta. Lo de Galicia es por dos o tres razones nada más: una, me gusta 5 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez mucho Galicia. Siempre que me preguntan, cómo siendo de Albacete me gusta tanto Galicia, y digo “pues por eso, [risas] porque me gusta mucho Galicia”. Y luego es que en Madrid no se puede rodar esta historia. La verdad es que la historia de la que hemos extraído más peripecias y tal, que es la última, transcurre en la esquina de mi calle, es decir, donde yo vivo ahora, pero en Goya esquina Alcalá ahí no hay manera de rodar nada de los años cuarenta. Madrid ha desaparecido para la historia, de lo cual estarán contentos todos los que hablan de que “la historia, la historia... Carlos V era Carlos V, y esas cosas...” pero yo creo y, perdónenme el discurso ontológico, que si somos algo es pasado, es más, sólo somos pasado; el presente ya se acaba. Antes de decir la palabra “acaba”, ya se ha acabado, y el futuro, como se nos caiga el techo, hay que dejar de pensar en él. Entonces, Galicia, esa es la razón. Luego, hay historias en Galicia... porque, esta historia, por lo que decíais que es una historia muy dura, es verdad, a mí ya algún amigo me dice, no de este medio, sino un amigo sólo de los sentimientos: quién va a querer ver esa película, con lo dura que es, y tan triste... Entonces me acuerdo de un monje del Monasterio de Oseira, un monasterio gallego, el que hace la visita es un monje muy bajito, muy bajito, que nada más me ve, me dice: yo a ti te conozco. “Puede ser”, le respondí. “Tú eres del cine o de la tele, o algo así”. “Sí, a ratos, otras soy civil, pero también hago películas”. “¿Y son películas de esas en las que salen mujeres desnudas?” “Pues alguna que otra se escapa y se pone delante de la cámara”. “Ya, ya”, bueno, pues terminé comprándole tres tomos del Cister en España (tres tomos así de gordos del monasterio cisterciense) y el fraile que me los envuelve y termina diciéndome: “¡Ea, y ahora a leerlos!” (risas) Pues con esto de "Los girasoles ciegos" pasa un poco lo mismo, es decir, te animan mucho a hacerla, mucho a hacerla, y luego te dicen ¡ea!, ¿y ahora quién va a verla? Yo siempre digo lo mismo, si nos queda una buena película, ir a verla quien quiera ir a ver una buena película, y si sale mal, el culpable seré yo, evidentemente, y no querré verla ni yo. El primero que no querrá verla si queda mal soy yo. Esperemos que... yo creo que estamos trabajando... o estás trabajando [dirigiéndose a Rafael Azcona] para ponerme difícil el que quede mal y yo te lo agradezco mucho. A mí de las historias de "Los girasoles ciegos" la verdad es que me gustan las cuatro. La tercera, la del chico 6 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez que va engañando a los padres de un fusilado para mantenerse en vida dentro la cárcel y engaña al coronel y a su mujer, no nos cabe en este guión; la adaptación que estamos haciendo, que hemos hecho, tiene como base la última historia, la del cura y el topo, y la mujer del cura y el niño... la mujer del cura no puede ser... es un lapsus linguae llevado por los deseos del cura [risas], pero no tengo porqué ponerme en su papel. De hecho, yo tengo miedo de ponerme en su papel. Una vez más, hago película con niño, seré un imbécil, pero no me da miedo, no sé yo, he tenido suerte, también me he trabajado la suerte para conseguir los niños que he tenido en las películas hasta ahora... Esa es la base de la adaptación. La primera historia es el comienzo de la película, el hombre que asiste al fusilamiento y también asiste al juicio del capitán Alegría va a ser el cura, es decir, ahí está como alférez provisional y, al terminar la guerra, será el cura de la cuarta historia. La segunda historia es la maravilla poética y terrible de la madre de quince o dieciséis años del neonato que muere y el padre poeta pindárico, como dice él, que terminan muertos al pasar la frontera. Será ella, la niña, la hermana del niño de la cuarta historia. Esos han sido los hilos que hemos enhebrado para conseguir un guión como hicimos en su momento con el de “La lengua de las mariposas”. Hay dos... Rafael hablará mejor de eso, porque habla mejor, porque es mejor que yo, porque sabe más, pero sólo porque es más viejo. Yo, cuando tenga su edad, creo que ya sabré, siempre un poco menos, pero a ver si consigo saber [se ríe] casi lo que sabe él. Yo desde el principio, me acuerdo que hablamos y puse un especial hincapié en que no debíamos hacer del cura un ser detestable en primera instancia, sino alguien que vive en una circunstancia que no sólo posibilita ese tipo de actitudes, sino que lo facilitan o lo potencian y hasta lo enaltecen, y que, digamos así, víctima de ello, lleva unos comportamientos y, en definitiva, hablando en plata, es un muchacho, es un hombre al que le tiene perplejo el hecho de que le tire la pretina con cierta frecuencia y, sobre todo, cuando ve a esta mujer, y que no quiera reconocer que ese movimiento zoológico es absolutamente digno, estimable y aprovechable para la procreación, y quiera envolverlo en metafísicas y en unos métodos de hacer noble algo sobre lo que nos han educado a pensar que es innoble con absoluto yerro, que, en definitiva, esta historia es más terrible todavía a partir de algo que yo creo verosímil y es que la mujer de esta historia, la mujer del topo, a su edad, con un hombre inválido en el sentido de que está 7 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez perdido, está condenado, está oculto; es un ser humano opaco, no sería raro que, en momentos febriles ella llegase a sentir una atracción por aquel cura bien plantado. En ese magma transcurre la historia que cuenta Alberto Méndez y creo que estamos siendo y debemos ser respetuosos con lo que dice. Y por ahora, yo no digo más, porque si no, me enrollo, así que más vale que aprovechéis el hueco [se ríe] y tiréis para’lante. Me parece que te toca a ti, Rafael. Rafael Azcona Cuando José Luis me llama por teléfono, yo ya he leído este libro. Hablamos y, en la primera conversación, yo malinterpreto lo que me dice y creo que él se ha decidido por uno de los cuentos y, como consecuencia, voy al libro y advierto que hay una de las historias que es tan dura, que yo no he terminado de leerla, que es la de la pareja de novios, donde la chica tiene un hijo y huyen, y mueren los tres. Entonces, yo veo que tengo hacia el final del cuento muy corto, que he doblado la página, y no he seguido leyendo porque me hacía daño leer, el hecho de que, en lugar de contar un cuento en el cine, supongo y ustedes lo saben, hay veces que se parte de una idea muy pequeña y hay que hincharla... hay que hincharla. Yo soy partidario, no por modestia, sino por soberbia, de que todo lo que haya en una película venga del mismo autor. Sería mucho más fácil hacer esta historia sobre uno de los cuentos, pero tendríamos nosotros dos que haber añadido a lo que ha escrito Alberto, algo de nuestra cosecha. Yo creo que nosotros dos ya desde “Las mariposas” vimos que lo mejor era echar mano de los autores, de otras cosas de los autores. Recuerdo que hasta le pedimos permiso a Rivas para hacer esta operación. De esta manera, los tres cuentos que no es tan difícil enlazarlos, porque estos tres relatos están en la misma época y tienen el mismo sentido. Aquella cosa criminal que... yo no comprendo cómo se puede hablar... de vez en cuando oigo alabanzas de la guerra... yo no acabo de entender cómo es posible que el ser humano alguna vez haya entendido que eso tiene alguna grandeza. La guerra es una miseria, es una cosa horrible. Y hay una cosa peor, en mi memoria, que es la posguerra. En este libro están los datos que ya avisan de lo que va a ser la victoria, que va a ser una venganza repetida, reiterada, que no van soltar de los dientes los ganadores hasta que acaben con lo que pueda quedar de una España que había antes. 8 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez La historia de este cura... a mí me da la impresión... porque claro que este cura y yo somos prácticamente de la misma generación, o de la misma educación. En aquel tiempo en que empieza esto del nacional-catolicismo, inmediatamente se empiezan a reprimir los instintos. Y se reprimen de una manera brutal. Y, a mi entender, esta represión de los instintos conlleva una corrupción de los sentimientos. Alguien que ha estado reprimido es incapaz de sentir con limpieza. Siempre queda un fondo ahí de... Y este cura, que es un monstruo... yo no le veo ningún lado bueno a este cura, pero en fin. Tampoco hay que hacer personajes de una pieza, porque es demasiado fácil, pero esa miseria moral, es ese afán del fanatismo por delante, el fanatismo, y ese fanatismo que lleva a alguien a intentar engañarse, intentar engañar a los otros, mentir, vivir de una manera falsa, y todo esto produciendo mucho dolor, mucho daño. Escribir la adaptación ha sido bastante fácil. Yo he tenido una suerte... el hecho de que yo esté aquí se debe a que he tenido una suerte enorme con los directores. Gran parte del crédito que yo debo tener como guionista se lo debo a ellos. Porque yo no quería ser guionista de esto, yo quería... era muy modesto en mis aspiraciones. Yo lo que quería era ganarme la vida escribiendo, porque era contable. Entonces, los números siempre me producían unos trastornos enormes, unos dolores de cabeza, y como yo era un lector desde los doce o trece años, un empedernido lector, empecé a pensar si cabía la posibilidad de ganarme la vida con las letras en lugar de poner números. Y claro, mis propósitos eran, pues éstos, alimentarme gracias a las letras. No había pensado ni en la fama... todo esto que digo es para llegar a esta conclusión: yo en el cine no iba. Era un espectáculo que me tenía sin cuidado. Cuando me llaman para la pantalla de cine en el año cincuenta y siete... Yo voy a contar, exagerando, que sólo había visto tres películas. La primera, me lleva mi madre aprovechándose de mi indefensión, con seis, siete años, a “El signo de la cruz”. Era una cosa... horrible, con los leones, los cristianos... Después, mi padre era aficionado a los toros y, en mi pueblo, en Logroño, un día ponen una película mexicana, en los años cuarenta, que era la historia de un torero que se llamaba Ponciano y que tenía bigote. De manera que a mí el cine me produjo... no sé, siempre había algo que para mí no iba. Y la tercera que vi, yo estaba enamorado, esa enfermedad terrible... con la buena prensa que tiene el amor ¡y lo horrible que es! Siempre me acuerdo de los gritos que da aquel 9 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez hombre de La Celestina, el padre de Melibea, que se sube a una torre y empieza a despotricar del amor, de la ruina de las familias... [risas] Bien. Y la tercera que veo es.. yo estoy enamoriscado de una chica a la cual... en aquellos tiempos se hacía mucho eso, porque estaba todo muy reprimido. Yo me acuerdo que en Logroño, los novios, para darse besos, iban a la estación, se ponían delante de un tren que iba a partir... [risas] No, porque si lo hacías en la calle, como en París, te disparaba la Guardia Civil. Era una cosa terrible. Bien, entonces, como estaba tan prohibido eso del amor, porque había que enamorarse para ser novio formal de doce, catorce años de noviazgo y entonces, lo que uno hacía era seguir, tratar de ver al objeto de su amor... y una tarde, yo, siguiendo a esta chica, que iba con unas amigas, veo que entran en un cine. ¿Qué ponían? Casablanca. De manera que, cómo iba yo a compararme con aquellos personajes que estaban en Tánger, que tenían aquella vida heroica donde se cantaba a coro La Marsellesa, era una cosa fantástica. Para esto no sirvo yo, yo esto no... Porque, en cambio, en los libros sí había visto yo que el amor no era sólo lo que decía el cine. Entro en el cine, aprendo lo poco que puedo saber... yo creo que el guión de cine es un género literario, esto es evidente, pero mucho menos literario que una película. El guión de cine, el ideal, es que no tuviera adjetivos. Que tuviera verbos, muchos verbos... no por la acción, sino porque está sucediendo algo. En cambio, cuando uno adjetiva, no está sucediendo nada. Hay un rubio, uno es rubio, ahí está. Pero si el rubio se mueve, si el rubio anda, si el rubio dice, si el rubio hace, eso ya es otra cosa. De manera que, a partir de este conocimiento que yo pueda tener de esto que llamamos guión, al enfrentarnos con éste, y en las conversaciones previas que tuvimos, de cómo lo íbamos a enfocar, lo que sí descubrimos en esta materia prima de Alberto es que era una materia prima suculenta, extraordinaria, estupenda, pasaban muchas cosas, a los personajes les pasaban cosas. Entonces fue relativamente fácil. No había que adjetivar, ni hacer... porque los climas se creaban solamente con lo que estaban haciendo. Es un libro portentoso. Considerando que soy un lector empedernido, noto con demasiada frecuencia que hay algunos escritores que producen una especie de flujo cerebral que será muy interesante para ellos, pero a mí me aburre. Yo ya leí a Proust y ya está. 10 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Entonces cuando encuentro un libro donde irrumpe la vida, donde hay olores, sabores, donde los personajes se están moviendo no dentro de la literatura, sino en la vida, es como invitarme a una boda: yo me encuentro encantado de la vida y no veo grandes dificultades. La verdad es que en este trabajo que hemos hecho y gracias a esa materia prima de tu hermano [dirigiéndose a Juan Antonio Méndez], la cosa ha sido relativamente sencilla. Juan Antonio Méndez Bien... Rafael Azcona Yo creo que está enchufado. Esta manía que tiene la gente de que, cuando ve un botón, dice: ¿para qué es? “No lo toques, que...” y ¡paff! lo tocan. [risas] En los aviones, sí, sí, cuando los pilotos te hacen pasar. Sí, yo he estado en una cabina de esas... A Berlanga, tu colega Berlanga, le dice el piloto: Podéis tocar todo menos esto. A ver... ¡paff! [risas] De manera que deja en paz el botón. Juan Antonio Méndez Le he dado una vez y lo he encendido. No... yo tengo bastantes menos cosas graciosas que contar sobre el asunto que nos trae aquí y, sin embargo, lo digo con envidia, no con resentimiento. Voy a tratar de dar una visión desde mi perspectiva de un par de cositas sobre Alberto desde el punto de vista de alguien próximo a él, algo que tiene que ver con su biografía, con su escasa biobibliografía, pero tampoco voy a entrar en detalles profundos, ni siquiera ese punto de morboso que pueda hacer divertida una sesión como ésta. Hace muy pocos días, hablando con un amigo, queridísimo amigo de Alberto y también amigo mío, me contaba que la primera trifulca que había tenido en su casa, la primera bronca de adolescente con su padre había sido a raíz de una película de indios. En los comentarios que había hecho con su padre después de ver la película, nuestro amigo se había decidido claramente por el partido de Gerónimo en contra de 11 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Errol Flynn. Eso le costó el inicio de una bronca que, según declaraba en aquella conversación, duró prácticamente hasta la muerte de su padre. Un catedrático erudito, creo que catedrático (aquí con esto me tendría que andar con cuidado), creo que es catedrático en Zaragoza y se llama José Carlos Mainer, ha publicado hace muy poco un artículo incluido en un libro sobre literatura y memoria de la Guerra Civil, en el que dedica una serie de páginas... perdón, una serie de líneas a la novela de Alberto. A propósito de las lecturas sobre la Guerra Civil Española, habla Mainer sobre la necesidad de estudiar algún día el proceso de empatía y normalización respecto a un pasado que se ha elegido como propio y preferible. A este respecto, cita con precisión, con generosidad y con cierta agudeza el nombre de Alberto y sus “Girasoles ciegos”, y acaba el comentario que le dedica, diciendo “Méndez pudo escribir a la postre su particular e inolvidable declaración de parte con respecto a la guerra que había acabado dos años antes de que naciera”. No me parece nada mal el uso de la palabra “empatía”. La palabra tiene un empaque técnico, propio de la distancia a la que se obligan los estudiosos cuando hablan de algo sobre lo que están estudiando. Sin embargo, me van a permitir ustedes que yo, que no soy estudioso y, que sin embargo viví muy de cerca toda la biografía de Alberto, y al mismo tiempo que recoja las redes que tendía en mi primer párrafo acerca de la discusión familiar sobre los indios de nuestro amigo, que utilice la palabra “solidaridad”. La militancia política de Alberto, como la de muchos de nuestra generación, no fue ni corta ni de baja intensidad. Se gesta esa militancia en un espacio en la rebeldía adolescente y, en ese espacio de rebeldía adolescente, más que en la crítica razonada o razonable que vendría posteriormente. Una crítica, respecto a lo que se decía en nuestras casas y en nuestras escuelas, pero que es, en principio, como digo, explicable a partir de la gestación o del ejercicio de esa solidaridad. Es una reflexión, y aquí habría que entrecomillar la palabra “reflexión solidaria” con los vencidos, los desterrados y los silenciados. Y en este sentido, a mí me gusta hablar de solidaridad en términos de una actividad prepolítica. Anterior a la política existe este sentimiento solidario. Sin embargo, eso es lo que explica la militancia política de Alberto y de buena parte de los que fueron sus compañeros, 12 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez nuestros compañeros, incluso de aquellos que entonces se llamaban compañeros de viaje. "Los girasoles ciegos", en el marco de la biografía de Alberto, es el último ejemplo que nos ha dejado de esa solidaridad prepolítica que, a pesar de los años transcurridos desde su contagiosa juventud, todavía en su madurez le hacía bullir, le hacía zascandilear, le hacía fabular. Y va a ser difícil apreciar claramente la línea que une aquella actividad prepolítica con la redacción de “Los girasoles” si no introducimos otra coordenada, casi si se quiere, mejor, otra perspectiva. Se trata de una perspectiva que surge a partir de la utilización de la palabra “piedad”. Si antes hablaba de la solidaridad como una acción, actividad o reflexión prepolítica, la piedad es una acción o reflexión (que tampoco cabe aquí la palabra) prehumana. La piedad se articula, se ejerce en ese espacio prehumano. La piedad tiene más que ver con la naturaleza que con la cultura, tiene más que ver con lo animal que con lo humano. El capítulo que Alberto titula “El manuscrito hallado en el olvido” y, para no hacer más larga y confusa esta intervención, yo creo que es una clarísima muestra de ese ejercicio piadoso al que me refería antes, además de solidario. Quiero decir que aquí se conjuntan, se congregan o se cruzan esas dos coordenadas o se solapan las dos perspectivas. Cabría añadir, pero no lo voy a hacer, otras dos palabras que dejo aquí tendidas, en dos palabras de claro y caro sentido pasoliniano: pasión e ideología. Entre todo eso, en ese magma de esas perspectivas, de esas líneas que se entrecruzan, yo creo que cabría explicar la actividad de escritor y la biografía de Alberto Méndez. Naturalmente, ni la solidaridad, ni la piedad, ni la pasión, ni la ideología garantizan un buen resultado literario. Eso lo sabemos todos. Pero yo quiero dejar constancia aquí, a modo de nota al pie, que en la redacción, o en el momento de la redacción de "Los girasoles ciegos", Alberto había hecho un gran acopio de lecturas, sesenta años prácticamente de lecturas, de literatura clásica, de literatura española y de lecturas sobre crítica literaria y de historia de la literatura contemporánea y no contemporánea. Él tenía un gran acopio de eso. Con eso decía que no solamente se puede explicar un éxito por estas cosas que yo he dicho: la pasión, la ideología, la piedad o la solidaridad. Existían otras cosas, pero yo no voy a hablar aquí de esas cosas, puesto que no creo que me hayan convocado aquí para hablar 13 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez ni de crítica literaria, ni siquiera de literatura. Su estilo, sin embargo, como pueden comprobar todos los lectores, es deudor de todos esos conocimientos y de esas coordenadas que yo he mencionado. Pero quiero insistir, e insisto, en que el primer impulso que llevó a Alberto a dar el salto desde ese sentimiento de solidaridad hasta este ejercicio literario que son "Los girasoles ciegos", el primero sigue siendo el mismo que hace ya más de cincuenta años. [silencio... breves aplausos] Sigue siendo el mismo, digo, como le había sucedido a nuestro amigo que mencionaba yo al principio, el mismo que le hizo alinearse a nuestro amigo con los indios ¡en contra de Errol Flynn! [se emociona y recibe aplausos efusivos]. Esto de los lagrimeos es una cuestión de la edad y es parecido a lo de las ganas de hacer pis. [risas] De todas maneras, si se me permite, y para no dar una imagen un poco “teresadecalcutiana” de Alberto, que parece que he dado yo, ¿no? Hablar de tanta piedad y esas cosas, voy a leer un soneto de Cecco Angiolieri que tuve ocasión de leer en un funeral que hicimos en febrero del año pasado, antepasado, con traducción de Alberto Méndez. La pasión de Alberto por Cecco Angiolieri se explica bastante bien, teniendo en cuenta que éste ya se había definido a sí mismo como proclive a los bares, a los dados y a las mujeres. El soneto, como digo, traducción de Alberto Méndez, es el soneto número 98 del libro de sonetos de Angiolieri, dice: Si fuese fuego, abrasaría el mundo, si fuese viento, lo arrasaría. si fuese agua, lo anegaría, si fuese Dios, lo empujaría a lo más profundo. Si fuese Papa, sería entonces tan jocundo, que a los cristianos atosigaría. si fuese emperador, ¿sabes lo que haría? el cráneo raparía a todo el mundo. Si fuese muerte, me llevaría hasta a mi padre, si fuese vida, de su lado escaparía, 14 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez y otro tanto haría con mi madre. Y si fuese Cecco, como soy y fui, haría acopio de jóvenes y hermosas y las viejas y las feas las dejaría para ti. [aplausos] Rosa Falcón Bueno, después de las intervenciones magníficas, yo no sé si queréis añadir algo más sobre "Los girasoles ciegos", sobre el guión que estáis preparando, o directamente podemos empezar el debate. José Luis Cuerda En cualquier caso, si me permites una cosa, creo que, por lo menos por mi parte, el deber absoluto de agradecer a Juan Antonio por la semblanza que ha hecho de Alberto, al que conocí y con quien compartí años en Televisión Española, y del soneto traducido por él dice bastante, [dirigiéndose a Juan Antonio Méndez] y tú lo sabes mejor que yo. Te tenemos que agradecer que te hayas dejado parte de tu vida en esta intervención y creo que eres consciente de que lo valoramos. [Dirigiéndose al público] Yo creo que en España, que ha sido siempre un país muy esquinado y muy arisco, haya una generación, muchas generaciones, a las que nos han dado la oportunidad de demostrar que la naturaleza humana obraba considerando estos sufrimientos de los que tú hablabas, prepolíticos y prehumanos, y con pasión. De hecho, nos hizo reflexionar en contra de la propia inclinación del ser humano que es la pereza mental sobre hechos que ni podemos olvidar ni yo creo que queremos. Perdonad la alusión personal, pero yo me hice rojo trasnochado a los ocho o nueve años en el colegio de los escolapios de Albacete, donde veía por la ventana de la clase de pago en la que yo estaba cómo los gratuitos, que vestían un uniforme distinto al nuestro, iban con un babi gris, mientras que nosotros llevábamos uno de rayitas azules y blancas. A ellos les daban unos vasos 15 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez con unos pocos polvos, que eran polvos de leche que daban los americanos, el plan Marshall rebajado que se envió a España y ellos lo llenaban de agua en la fuente del recreo... yo todo eso lo veía desde la ventana... Se bebían un vaso de leche y dejaban un culín, de manera que volvían a rellenarlo hasta dos y tres veces, haciéndose la ilusión de que cada vaso de aquello, que cada vez era más agua, seguía siendo leche. Ellos estaban en un recreo distinto, a uno de mi clase el cura lo condenó un día como castigo a pasar el recreo con los gratuitos y entonces, no te quedaba más remedio que hacerte rojo trasnochado. Es decir, que... te obligaban, era un decreto que tú cumplías. Rafael Azcona Te quería decir que, para tu satisfacción, yo fui gratuito de los escolapios y, de alguna manera y sin querer, me vengué. Por que mi padre era de izquierdas, que era la republicana, y yo fui a un colegio del estado. En Logroño había un instituto... era una escuela aneja a la Normal de Maestros. Esto debía venir de la Institución Libre de Enseñanza, o por ahí. Y yo, siendo un niño, aquella escuela era estupenda. Empieza la guerra. Cierran ese colegio y a mí, para salvarme, me meten gratuito en los escolapios. Pero para agradecer, me obligan a ser monaguillo. Aquí viene la venganza: yo me aprendí sólo los movimientos. O sea, yo cogía el libro, lo llevaba, lo traía, le echaba el agua, pero el texto no me lo aprendí nunca, era una resistencia... [risas]. De manera que yo me pasé de los diez a los catorce años -estuve cuatro años- haciendo misas que no sirven para nada. Esa es la venganza... [risas] José Luis Cuerda Iba a decir que esas misas son medio-misas. Valía la parte del cura, pero el resto, la tuya, aquello ni era misa ni era nada. Rafael Azcona Empezaba aquello, no me acuerdo, de aquellos latines de entonces... bueno, puedes seguir. Perdón, quería decir otra cosa. 16 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez José Luis Cuerda Empezabas diciendo “Introibo ad altare Dei, ad Deum qui laetificat juventudem meam”... y a saber lo que tú decías. [risas] Rafael Azcona Al final se debieron dar cuenta de que yo aquello no... y me especialicé en un cura muy viejo que vivía allí, lo tenían en una especie de retiro, el padre Cornelio, que ya no estaba bien de la cabeza, de manera que no le dejaban decir la misa a la vista del público, sino que la decía en el coro. Y ahí iba yo de acólito. Entre él, que se le iba la cabeza y yo que no me la sabía... [risas] Pero claro, me he sentido obligado a interrumpirte porque comparto eso que has dicho (aunque hay una diferencia de edad entre nosotros), yo verdaderamente lo suscribo y, si pudiera, hasta lo repetiría. Pero ocurre una cosa: en mi profesión hay que tener en cuenta a los que van al cine y pagan la entrada. Si uno empieza con estas disquisiciones, no van. José Luis Cuerda El cine no está para eso. Rafael Azcona Contaba Manolo Vicent que su pueblo en Denia [se corta momentáneamente la grabación] y le pregunta: “Y ese capitán Akán o como se llame, ¿qué quería? [risas]. Porque yo soy muy partidario de rebajar las cosas. En La Codorniz nosotros publicamos una vez un trocito, un texto de un humorista italiano, donde este hombre sostenía que el cine evidentemente lo habían inventado los hermanos Lumière, pero que lo habían inventado con luz y no iba nadie. [risas] Hasta que en Lyon una comisión de novios que estaba debajo de las ventanas de los hermanos Lumière y al grito de “¡Apaguen la luz! ¡Apaguen la luz!”, los hermanos se preguntaron ¿La apagamos? Y uno de ellos dijo: Apágala. Y desde ese momento se llenó el cine. De manera que toda esta introducción es para decir que, en la medida de lo posible, esos sentimientos y esas palabras están dentro (creo, modestamente) de nuestra adaptación, porque yo no acabo de entender 17 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez cuando un director compra los derechos de un libro y dice: “Pero lo voy a cambiar todo”. Entonces, ¿para qué lo ha comprado? Yo soy partidario de la fidelidad absoluta, sobre todo al sentido que tiene el libro. Lo que pasa es que los tiempos de la literatura y los del cine son distintos. Si tú llevas al lenguaje visual cosas que en el libro, cuando las lees parece que están dichas en un soplo, en la película pueden durar una eternidad. En el libro tú siempre tienes detrás al autor del libro que te está susurrando cosas sobre la historia que te está contando. José Luis Cuerda Pero este señor cuando estrenas la película no puede ponerse detrás de las butacas de todos... Rafael Azcona ... a susurrarles [risas]. Y entonces la garantía... yo me atrevo a decirlo aquí: creo que todo eso, la solidaridad, la piedad, están dentro de la película. Y que aquel tiempo horrible que nos tocó vivir... Juan Antonio Méndez ... sórdido... Rafael Azcona ...está ahí. Sórdido, horrible, lúgubre, espantoso. José Luis Cuerda No, no, no, yo de los escolapios... De los míos te podría contar lo que no está escrito [risas]. La primera película que vi fue con los escolapios de Albacete, allí no había cine, no había salón de actos, se usaba la capilla y la parte del altar se cerraba con unas puertas correderas y la pantalla se ponía, no sé si de una manera simbólica, en la parte contraria a donde estaba el altar. Se ponían las sillas mirando a la pantalla los 18 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez domingos por la tarde y la primera película que yo vi en Cinemascope fue allí. Atando sábanas, hicieron una pantalla enorme y nos prestaron la túnica sagrada. A esas proyecciones asistíamos todos los que queríamos, eran muy baratas o prácticamente gratuitas. Y aprendías de la vida. Por ejemplo, había un cura al que llamábamos “el Sancho”, un cura valenciano, mayor, gordo, como yo, que sentaba siempre al mismo interno a su lado y, como la sesión era a las tres y media o a las cuatro de la tarde, el plátano del postre se lo daba a su favorito en la boca... y a comer plátano con delectación de ambos o por lo menos del cura. Entonces, como ves, se aprenden cosas... [risas] Vas aprendiendo de todo. Teníamos un cura que llegaba de comer a las tres de la tarde y que nos miraba así y decía: “¡Ea! Que aquí estoy con ustedes que son todos unos animales. Y hace un momento estaba yo comiendo con Chicuelo II”, que era un torero y no era un animal, que murió en un accidente de aviación. O también llegaba la chica de Paulino y de su primo Juanito, que eran ricos de Albacete y tenían un chalet enorme precioso al lado del parque, del que dejaban la puerta entreabierta y perro que entraba, perro que empalaban (palo por el culo y se lo sacaban por la boca). Entonces venía la chica a traerles el helado, porque no les había dado tiempo a comerlo. “Que vengo a traerles el helado a los señoritos porque no les ha dado tiempo a comérselo en la comida”. Entonces ellos se tomaban el helado de los Rueda, de Albacete, delante de nosotros, que los mirábamos y se nos caía la baba... Se aprende, sí, en aquella España se aprendía. Rafael Azcona Horror... José Luis Cuerda Por omisión o en directo. En fin, yo creo que... 19 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rosa Falcón Pero estamos seguros de que todas esas historias de alguna manera se contarán también en la película. Yo creo que podríamos empezar ya el debate, que está la gente queriendo hablar. Si hay alguna intervención... José Luis Cuerda Que no sea quirúrgica... Rafael Azcona Sí, sería estupendo poder responder, en la medida en que uno sea capaz, de hilar cuatro ideas seguidas bien hechas a preguntas que preocupen a la asamblea, sino sencillamente la curiosidad, saber algo sobre lo que nosotros podemos saber. No sé, yo estoy dispuesto y encantado de la vida de responder a lo que me pregunten. José Luis Cuerda Habría que aprovechar, porque yo les advierto que este señor va a intervenir inmediatamente. Rafael está flojo desde hace algún tiempo... porque a él estas cosas le espantan, reconócelo. Pero ya no lo pasas mal. Yo me alegro mucho de verte, porque le has echado ya un ánimo a esto... Cuando él se ofrece así, aprovechen, de verdad. Porque digo yo que vale la pena. Voz del público Usted es guionista, pero también es novelista. Rafael Azcona Frustado... Voz del público No, frustrado no, porque... 20 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rafael Azcona Pero lo digo sin ninguna amargura, ¿eh? Voz del público No, no, yo creo que ha hecho grandes novelas también. Rafael Azcona He escrito alguna novela, también, sí. Pero abandoné. Me hubiera gustado mucho ser novelista, me parece una profesión extraordinaria. Yo creo que los novelistas, los buenos, son los únicos que saben algo del hombre y de la vida. Ni los psicólogos, ni los médicos, ni nadie. Los que saben del hombre son los novelistas. Entonces, aunque sólo fuera por emulación y por mis lecturas, a mí me hubiera gustado mucho ser novelista, pero hay en la literatura algo dificilísimo, para mí, que es la elección de los adjetivos. Y eso en el cine no lo pone el guionista, lo pone el fotógrafo, lo pone el que ilumina, lo pone la pura carnalidad de los intérpretes... Yo sostengo que... por ejemplo, concretamente, en "Los girasoles ciegos", ¿por qué vamos nosotros a describir cómo es el cura si no sabemos todavía quién los va a interpretar? O sea, es prácticamente imposible encontrar, según la descripción física que hay en una obra literaria y encontrar el intérprete que se ajusta perfectamente a eso. Es imposible. Entonces hay que confiar en que, cuando en el cine pasan cosas, es muy posible que cuando uno pone “sale Amparito, que tiene 18 años, es rubia”, el papel lo haga un señor. Eso puede ser perfectamente. Está dentro de lo posible. Entonces, respondiendo, sí he escrito un libro, es cierto. Y no quiero ser molesto porque cuando las personas no somos demasiado importantes, es mucho mejor que no ejerzamos la modestia, porque nos quedamos sin nada [risas]. Esto creo que lo dijo Golda Meir al embajador que estaba haciendo este derroche de humildad: “Ojo, ojo, embajador... que no es usted tan importante como para ponerse humilde”. [risas] No soy modesto. Creo que alguno de esos libros tiene algún valor, sobre todo uno. Esto que voy a decir hay que entrecomillarlo, porque a mí me producen un cierto escalofrío: “el amor a la obra bien 21 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez hecha”. Yo soy muy concienzudo. Un guión, sin que nadie me lo mande, yo lo vengo a escribir y a reescribir ocho, nueve, diez, once veces. Entonces cuando digo lo de la obra bien hecha, esto de ponerme serio no me va... Recurro a una historia de un sastre judío (me gustaría parecerme a él) que encarga a un cliente unos pantalones y hay unas dilaciones... el hombre tarda en hacerlo un mes. Y ya cuando, por fin, le entrega los pantalones, dice: “Ahí tiene los pantalones”. Y el cliente dice: “Vaya, sí, muy bien, pero ¡un mes para hacer unos pantalones! Si Jehová hizo el mundo en una semana...” Y se levanta el sastre, abre una ventana y dice: “¡Mira ese mundo!” [risas]. José Luis Cuerda ¡Y mira esos pantalones! Rafael Azcona Es de una soberbia satánica... [risas] Pues a mí a la hora de escribir me gustaría mucho llegar a esa altura del sastre a la obra bien hecha y, en cuanto a otras virtudes, pues no sé. La verdad es que no he tenido demasiado éxito. En el cine me ha ido mejor, quiero decir. José Luis Cuerda Yo no sé si a ti te pasa escribiendo guiones. A mí me gusta escribir, tú sabes que me gusta escribir, y creo que nunca escribiré una novela porque con los guiones yo siempre me doy una segunda oportunidad, que es rodar. Entonces, siempre confías que aquello que no esté en el guión venga... Cantas el Venit creator spiritus y viene y te ilumina la mente y en el rodaje lo puedes conseguir, pretensión vana, porque en el rodaje normalmente estropeamos los guiones. Pero aparte de eso, esa segunda oportunidad... ¿Tú no te quedas más tranquilo o más beatíficamente irresponsable después de escribir un guión que después de escribir una novela? 22 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rafael Azcona Claro que sí... Además, a mí me pasma que los críticos de cine van al cine a ver una película. A lo mejor han tenido problemas familiares. Es posible que hayan digerido mal esa noche. Pues no se nota nada, porque son capaces de desmenuzar la película y de juzgar si la foto es buena, si el guión responde a las expectativas del tema. Yo cuando veo una película sólo veo el argumento, de lo demás no veo nada. Entonces, lo ideal es que el guión, José Luis, para mí, se suma, desaparezca dentro de la película, que no se note que haya guión. Que no se note. No debe sobrevivir a la película. Por eso me quedo tranquilísimo cuando entrego. José Luis Cuerda ... Y lo cobras [risas]. Eso ya es perfecto, ¿no? Sí, hombre, yo creo que de la letra del guión a la película hay una transubstanciación, es decir, es una sustancia distinta. Rafael Azcona Totalmente. José Luis Cuerda ... es decir... Alberto, ¿tú te quedas.? Perdóname, Juan Antonio... vamos jugar a una hipótesis imposible de demostrar científicamente. ¿A Alberto le hubiese gustado que se hiciese una adaptación de esta novela? Juan Antonio Méndez Sí, decididamente sí. Lo hablamos. José Luis Cuerda ¿Ah sí? Eso no lo sabía, mira. Me tranquiliza. No digas quién le hubiese gustado que la hiciese, porque [risas]... no sé si llegasteis a hablarlo también. 23 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Juan Antonio Méndez Sí, también. Rosa Falcón ¿Quién? José Luis Cuerda Pues yo ahí ya no insisto [risas] por pura prudencia. Juan Antonio Méndez Y te diré, mi propuesta no le gustaba a él. José Luis Cuerda Ajá. Juan Antonio Méndez Y ya, pero no voy a decir más. José Luis Cuerda Ya. Yo sí sé una cosa cuando hablamos. Yo me fui a Barcelona a hablar con Anagrama para contratar los derechos y todas esas cosas, y estaban allí tus dos sobrinos. Entonces lo primero que me dijeron es que a Alberto le gustaba muchísimo “Amanece que no es poco”, que es una película con la que él se lo había pasado muy bien, que muchas veces había hablado con ellos, pero lo estaban diciendo, me temo, no tanto para halagarme, como para advertirme que a ver qué iba a hacer con "Los girasoles ciegos", no fuese yo a derivar hacia esa vertiente, que no es la propia de esta novela. Yo he hecho también “La lengua de las mariposas” y esas cosas, que quizás esté más cercano. Pero es verdad que el trabajo ha sido, por lo menos para mí, muy gratificante. 24 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rafael Azcona Esos cambios que hemos hecho, Juan Antonio... Primero han hablado de las localizaciones: Madrid. Fíjate en el relato de la joven pareja con el niño parece que está pidiendo que sea cerca de Portugal, porque sería la única salida o escape que tenían... o de Francia, o de otro sitio, porque si no, este trío ¿adónde va, adónde va que se pueda salvar? Juan Antonio Méndez Me parece que la localización está expresamente mencionada, creo recordar. Pero es posible que sea un fallo y que... Rafael Azcona No, no, no, es que cuando desplazas... Yo he adaptado bastando cosas y soy muy partidario de adaptar, porque creo que a la hora de la verdad, los que entienden de esas cosas son los especialistas. El novelista te urde una historia mucho mejor que la que pueda urdir un guionista. Crea unos caracteres muchísimo más ricos en todo que un guionista. Por eso soy muy partidario de adaptar. Y la verdad es que he adaptado a autores vivos que no me han retirado el saludo. No, no, he tenido esa suerte. Pero creo que mérito de la fidelidad al texto, el respeto al texto, a la materia literaria. Juan Antonio Méndez Una pregunta, ¿a qué llamas el texto? Rafael Azcona Al libro. Incluye el estilo... incluye todo. Es que, ¿ves?, no hago como los críticos de cine. No puedo separar el estilo, la sintaxis, la elección del lenguaje, los giros, los cambios, lo que podríamos llamar el montaje de la historia... todo eso influye. Yo comprendo que cuando tú leas el guión, habrá momentos en que te parezcan mal los 25 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez cambios que hay. Pero los cambios nunca van contra el espíritu de la historia. Son sencillamente cambios en el espacio y en el tiempo, pero no en lo que acabo de llamar “materia literaria”, en lo que cuenta el autor. Cuando te hablaba de haber pasado esto a Galicia, en Madrid reconstruir hoy los años cuarenta hace económicamente inviable una película. No se puede hacer por lo que costaría. Si haces el esfuerzo de reducir la historia para que no salgan ni las calles, ni los letreros, ni las antenas de la televisión, resulta que se desvirtúa todo, porque es como si rodaras contra un rincón. En cambio, yendo a una zona donde el director y todo el aparato de la película puedan manejarse y tener una cierta soltura, la historia que estás contando está mejor contada. Creo, ¿no? Juan Antonio Méndez Yo pienso que sí. José Luis Cuerda Yo pienso que la en novela normalmente, lo que es más adaptable, o lo que es mejor materia prima, por así decir, es la peripecia. Lo que es deseable es que se mantenga el tono. Y lo que es importantísimo para respetarlo o para hacer una traducción como si estuviésemos hablando de otro idioma, son los diálogos. Hay diálogos de novelas maravillosos que no se pueden llevar al cine. Leído es una cosa y dicho es otra. Voz del público Yo lo que quería preguntar a Juan Antonio es si su hermano Alberto sabía el pedazo de obra que había escrito, si tuvo dificultades para editarla o rápidamente encontró quien la editara y si además tiene algo más, o es autor de esa obra única. Juan Antonio Méndez Vamos a separar las preguntas. Si sabía lo grande que era lo que había escrito... Respuesta: se lo temía. Segundo: respecto a las dificultades para publicar, afortunadamente, cero. Jorge Herralde recibió el manuscrito e inmediatamente, creo que 26 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez en un día y medio, en dos días y medio, decidió publicar la novela. ¿Que si tenía más material escrito? Sí. No lo conozco, no está en mi poder y, me temo que está en un estado tan embrionario que es mejor que esté donde está. Voz del público Gracias. Yo creo que el otro día, en una entrevista que le hacían a Rafael Azcona en el programa Hoy por Hoy, en la radio, explicaste, pero no me acabo de enterar muy bien, las razonas por las que habéis excluido el primer relato, que a mí me parece, de los que componen el libro de Alberto... Vamos, que habíais integrado los tres últimos relatos. Pero el primero, el que va contando la historia... Rafael Azcona ... Ah, el que va inventando una mentira para sobrevivir. Voz del público Ése no lo habíais integrado. No me quedé con las razones, pero a mí es un relato que me impresionó desde el principio. Rafael Azcona Porque ese relato ofrece, a mi entender... Yo no tengo amor propio, porque si se tiene amor propio en esto del trabajo con los demás, es una cosa antieconómica, hay que discutir mucho. Yo en seguida digo que sí, que no tengo razón. Pero lo digo: en esa historia se da algo que es reiterativo. La situación es siempre la misma: un señor viene y se inventa una mentira. Luego vuelve y se inventa otra mentira. Pero es casi una mecánica. La grandeza de la historia no se resiente por eso, pero en el cine, me parece que eso hubiera sido un handicap. Creo. No sé lo que piensa José Luis. 27 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez José Luis Cuerda Sí, no sólo eso, yo es que además reconozco mi falta de imaginación en este caso y es que no sé cómo integrarlo en lo que nosotros habíamos hecho, que era que transcurriese en un núcleo familiar. Así como el principio sí, en el principio apenas se muestran los títulos de crédito y el arranque de la película, y es que hay un personaje ahí que está en el juicio del capitán Alegría y que es el encargado de mandar el pelotón de fusilamiento que lo va a ejecutar, y es ante el cual el capitán Alegría se vuela la tapa de los sesos. Ese sí es el protagonista de esta historia, una vez que vuelve al seminario (estamos hablando del cura, nunca es el diácono, en la última de las órdenes mayores, antes de cantar misa). A mí me parece una historia impecable, que creo que tiene otro posible tratamiento que no es el de incorporarlo a una película... yo no veía la manera de meterlo aquí. Rafael Azcona Desde mi experiencia, hay una ventaja en este libro para llevarlo al cine. Es que son relatos. El problema para llevar una obra literaria al cine es la novela grande: no cabe. Hay que sacrificar muchísimas cosas, hay que repegarla, hay que maltratarla. En cambio, los relatos son fuente de posibles ampliaciones. No estoy hablando ahora de éste. Un ejemplo: hay una película americana que se llama en español “Forajidos”, que es un cuento de Hemingway y que tiene nueve páginas. El cuento es que en una estación de gasolina hay un empleado que ve venir a los señores y, sin que le digan nada, se va a su casa y espera a que lo maten. Ese es el cuento. Cuando hicieron la película, todo gira en torno a por qué lo matan. Por qué estos señores estaban buscando al Sueco, que es el personaje, y lo matan. De manera que no hay ninguna traición al autor. En cambio, si se trata de una novela larga, el riesgo de maltratarla, de que se pierda en la poda algo importante... a mí me da miedo. En cambio, los relatos no. Los relatos son estupendos. Te dan la trama y te dan los caracteres. Es mucho más honesto, creo yo, para el cine, partir de relatos que de las grandes novelas. 28 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Voz del público Sí, una pregunta que puede responder cualquiera de los tres y es: cuando terminó el franquismo con la muerte de Franco, descubrimos que había un postfranquismo y se acuñó el término “franquismo sociológico”. Ese franquismo sociológico dura un tiempo determinado. Todos sabemos cuándo empezó la posguerra, pero os pregunto a vosotros dos especialmente, porque en vuestros guiones hay una reiterada visión y revisión para que la memoria de todos esos momentos no se pierda: ¿podéis decir cuándo terminó la posguerra? Y si hay una posguerra sociológica. Rafael Azcona Yo creía que había terminado con lo de Tejero [risas], pero ahora no estoy tan seguro. Creo que sí. José Luis Cuerda Yo creo que seguimos en la posguerra en dos sentidos: en uno cronológico inevitable. Los días siguen, terminó la guerra, terminó la posguerra y seguimos en la posguerra porque es una fecha en la historia que va acumulando fechas por detrás de las actuales. Pero además es inevitable, todos tenemos familiares que han estado ahí, que han sido afectados y que seguirán afectados. Y por otra, tenemos dos cuerpos de doctrina absolutamente vivos que siguen uno ensalzando lo que ocurrió en la guerra, es decir, ensalzando las teorías de los vencedores, ensalzándolas abiertamente o tácitamente, porque las hay de los dos tipos: no hay que olvidar que es un éxito de ventas Pío Moa, que es un éxito de escuchantes la COPE y no se recata ninguno, como Pío Moa en cantar las alabanzas de aquellas fazañas y los otros en enaltecer el espíritu. Es decir, no lo dirán nunca verbalmente, porque no son tan tontos, pero bueno, siguen llevando bajo palio a aquel hombre que gobernó por la gracia de Dios, como ponía en todas las monedas, todos las tuvimos en nuestras manos. Eso no es que esté latente, está vivísimo, por desgracia. Y espero que siga con tanta fuerza en la oposición a ello... iba a decir algo perfectamente malinterpretable, pero me refiero a la razón [risas]. Lo digo en 29 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez la vertiente no impresa, [risas] sino en la que se supone llevamos todos en nuestra cabeza. Rosa Falcón Juan Antonio, ¿no podríamos hablar también además de la posguerra de un duelo, de un duelo que quizás no se ha hecho? José Luis Cuerda Perdona, que aquel señor había pedido la palabra. Rosa Falcón Sí. Bueno, ... de ese duelo, además, que argumenta el autor en el inicio de la novela con esa impresionante cita a la que aludíamos en el comienzo del debate. Juan Antonio Méndez El duelo... ¿te refieres a la cita de Piera sobre el libro de Tomás Segovia? Rosa Falcón Sí, sobre el duelo, sí. Juan Antonio Méndez Sí, yo creo que está bien hecho y bien visto eso y él cuidó mucho esa cita, la eligió entre varias susceptibles de ser colocadas ahí y efectivamente, el asunto del duelo le tenía muy preocupado. Es que yo al principio no entendía bien qué querías decir con el duelo, pero luego te has referido a la cita de Carlos Piera, sí, pero efectivamente, sí le daba importancia, si no le hubiera dado importancia, no lo hubiera puesto ahí, evidentemente. Dejemos hablar ahí a la gente. 30 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rosa Falcón Bueno, pues sí. Continuamos con el debate. Voz del público Azcona ha dicho que es muy difícil llevar al cine una novela extensa. Yo creo que es verdad, porque no hay muchos ejemplos y sobre todo, aprovechando esta situación, quiero aludir al Quijote, por ejemplo. A mí, personalmente, ninguna de las adaptaciones que se han hecho, ninguna me gusta. Es más, yo diría que son malas, en comparación con el libro, menos una: la película soviética de Kózintsev, que es, a mi modo de ver, una interpretación de todo el sentido de El Quijote verdaderamente maravillosa, y el guión es algo fantástico. Y yo lo que siento y, por eso aprovechaba para decirlo, es que en el tan cacareado Año de El Quijote, desgraciadamente esa película no se puso, que yo sepa, en ningún medio, ni en la televisión pública ni privada, y es realmente lamentable. Es más, creo que no está traducida... bueno sí está traducida al español cuando se estrenó, creo que en el año 1972, pero no hay ninguna versión en vídeo, porque yo, que fui profesor de cine y literatura varios años, tuve que recurrir a una versión simplemente con subtítulos para mostrarla a los alumnos de la Facultad. Y eso lo deberían hacer. Es una película fantástica. Todos estaréis de acuerdo con ello. Rafael Azcona Sí, sí, creo que sí, pero yo por alusiones, tengo que confesar abiertamente que también he adaptado el Quijote, pero, prudentemente, se titula “Fragmentos” y la dirección de esto es de un italiano, de Mauricio Scaparro, y es un espectáculo teatral que tuvo, no diré, un éxito indescriptible, pero bastante descriptible, por otra parte... ¡qué modesto! Pero yo creo que lo que hizo aquel hombre estaba bastante bien. Lo interpretaron Flotats y Echanove, y no pretendía ser ni Doré ni... no se sometía a esa iconografía que hay del Quijote. Se atendía más al espíritu de lo que se decía en el Quijote. Pasa también un poco con la picaresca: cuando uno ve El Quijote y, enseguida advierte que su grandeza está en lo que dicen los personajes, las consideraciones que hacen, no en la peripecia. Todo lo de la peripecia... es un poco forzado. En cambio, la 31 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez profunda sabiduría de Cervantes, eso es lo que hay que rescatar. Nosotros lo que tratamos en ese espectáculo teatral fue escenificar esa sabiduría de Cervantes. Pero estoy de acuerdo que no se comprende por qué la versión del ruso no se incluyó en el Año de El Quijote, por lo menos en la televisión. José Luis Cuerda Yo doy una posible explicación que no sé siquiera si es verosímil y es que probablemente ahora mismo no se sepa quién tiene los derechos de esa versión. Porque se afirma: “se acabó el socialismo real”, todas esas cosas... a lo mejor los tiene Putin o alguien a quien Putin tiene en la cárcel. Es verdad que a veces son meras trabas administrativas y burocráticas las que impiden estas cosas. Yo creo que fue en Ucrania donde se produjo esa película, era una película ucraniana. Con decorados de Alberto... Voz del público Yo tengo una versión en vídeo porque un profesor de la Facultad de Filología la llevó allí a la Biblioteca de la Facultad, y está grabada de La 2. José Luis Cuerda Pero La 2 no la puede poner y, aunque la tenga, no la puede poner si no tiene los derechos. Otra voz del público Perdón, yo quería insistir en algo de la localización. No he entendido bien por qué no se hace en Madrid, no he llegado a entender bien parte del aspecto personal, por qué se hace en Galicia, porque el cuento de Alberto tiene detrás toda la carga de un Madrid que ha estado asediado durante la guerra, y bombardeado, etc., cosa que no sucede en Galicia. Me parece muy bien el razonamiento: es caro, es imposible, no se pueden quitar las antenas, lo comprendo, pero no entiendo bien entonces por qué llevarlo y cómo llevarlo. 32 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Voz del público ... (parte inaudible) pero el Colegio Calasancio sigue ahí exactamente igual que estaba en los años cuarenta y en frente está, exactamente igual que en los años cuarenta (parte inaudible)... José Luis Cuerda Sí, pero ahora mismo no hay ninguna calle ahora mismo que permita rodar en Madrid los años cincuenta. Yo ya tuve la osadía de hacer una adaptación de una novela de Pedro García Montalvo, que se llamaba “Una historia madrileña” en Madrid, en el año cuarenta y seis más o menos y, voluntariamente, o forzosamente, hice una cantidad de disparates de mucho cuidado. Es decir, las calles estaban todas asfaltadas, etc. etc. Porque no podía adoquinarlas, porque no hay ni una calle adoquinada ahora mismo, sobre todo en el sitio donde transcurre esto. En cuanto a Galicia, los núcleos urbanos que en este momento mantienen características de los años cuarenta son viejas ciudades. También se podría hacer en Toledo. También se podría hacer en Ávila, se podría hacer en Segovia, parcialmente en Cuenca, pero donde no se puede hacer es en Madrid. Es decir, este tipo de ciudades, estas pequeñas de las que estoy hablando -yo soy de Albacete, por ejemplo, uno de los últimos sitios en donde entraron los nacionales. Estaba cerca de Valencia, etc. Pero ciertamente, que puedan ocurrir las peripecias que ocurren en la película, si yo me vengo al centro, adónde va esa pareja, esos chicos. Me tengo que ir al País Vasco, a Cataluña o a Galicia, uno de los tres sitios, para que la escapada de la pareja joven sea físicamente verosímil. En el País Vasco, por razones obvias, cualquier rodaje es problemático. Bastante tengo con lo que tengo como para encontrarme disgustos colaterales. Es decir, bastante difícil es rodar una película. En Cataluña acabo de hacer una. Barcelona es una ciudad que me encanta.. En Barcelona es posible rodar todavía parte de iconografías de los años cuarenta, pero también reconozco la facilidad que tengo para conseguir determinadas localizaciones en Galicia. Por ejemplo, yo necesito una iglesia desacralizada, que esté en el siglo, que esté secularizada, y eso en Galicia lo puedo hacer y tengo magníficos retablos renacentistas a mi disposición, así que probablemente sean consideraciones que a ustedes les parezcan poco serias, pero que a la hora de rodar una película son fundamentales. Yo no puedo 33 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez hacer un retablo barroco, renacentista como el que me viene bien en la capilla de un seminario. Tengo un par de monasterios secularizados también en Galicia que me permiten hacer unos escolapios o unos... Yo lo siento, pero tengo que poner los pies en la tierra e ir buscando este tipo de argumentos pedestres a la hora de... tienes que buscar un sitio donde tengas una infraestructura hotelera que te permita meter cien personas durante un rodaje, unos aeropuertos que estén cerca para poder llevarlos y traerlos, es decir, hay razones que el corazón no entiende, pero son razones de peso. Rafael Azcona Respecto a la anotación de que Madrid fue ciudad mártir y fue bombardeada, en el libro no se toca eso. No hay ninguna referencia. Se ciñe al momento en que están viviendo estas personas. José Luis Cuerda De todas maneras, en el momento en que pregunté en Galicia a mis amigos gallegos, porque yo soy gallego adjunto a estas alturas... Les pregunté: ¿Hubo topos? Y empezaron a señalarme casas en Carballiño mismo pregunté y me dijeron: ahí mismo estuvo un topo... Por supuesto que hubo topos, aunque no hubo guerra civil, es verdad. Pero hubo una posguerra de mil pares de narices. O sea, allí se fusiló lo que no se ha fusilado en ningún sitio. Voz del público Yo quiero volver al libro de "Los girasoles”. A mí lo que me fascina de ese libro es que es muy bueno. Es que literariamente es impresionante. A mí no me hace sentirme cerca, aunque conocí a Alberto y era un tipo que me caía muy bien. El que hable de la Guerra Civil y que yo supiera antes de que escribiera el libro que él estaba del lado de los míos. Quiero decir, yo al leer ese libro no siento que Alberto es de los míos. Lo que siento es que Alberto escribía un libro maravilloso. Entonces yo no me siento cerca... porque se han escrito muchas imbecilidades siendo rojos y siendo de derechas, pero a mí ese libro me fascina porque es muy bueno, porque me lleva a conflictos del ser 34 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez humano, conflictos realmente serios, a preguntarme cosas, no a ver si yo me siento más encendido contra los fascistas o cosas por el estilo. No. Yo creo que este libro tiene ese gran mérito y muy pronto, que consiguen, por ejemplo ahora Doctorow, cuando hace su libro sobre la gran marcha en la Guerra Civil Americana. Alberto Méndez ha hecho un libro en el que nos cuenta, en un contexto determinado, conflictos humanos que no son conflictos que nos identifican inmediatamente desde el punto de vista político con algo que nos puede satisfacer, sino con todo lo contrario: con algo que nos puede revolver las tripas. Ese gran primer cuento... todos son muy buenos, pero ese gran primer cuento en que el individuo que se pasa justo en el último momento, en el momento más inoportuno a los otros tampoco puede ser entendido políticamente. Es decir, a mí no me satisface políticamente, gracias a Dios, o gracias a Lenin. A mí me hace ser muy feliz leyéndolo, porque me lleva de verdad a cosas que me revuelven las tripas, que me hacen pensar. Y esa es la lectura que yo creo que debemos tener de este maravilloso libro. Rafael Azcona ¿Hay controversia? Voz del público Si yo puedo responder, sí. Rafael Azcona Cierto. Ese libro se puede leer como una novela rusa. Pero ¿por qué el capitán Alegría se rinde el último día de la guerra? Por que ha descubierto que... (lo dice el libro, no lo digo yo) ... es terrible lo que dice: dice que lo que se proponen los que han ganado la guerra es el exterminio de los demás. Eso está en el libro. No lo hemos inventado. ¿Es así o no es así? Voz del público Puede que literariamente a mí me impresione más el libro. Quiero decir: yo he leído cosas que me satisfacen mucho políticamente o ideológicamente, discursos 35 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez magníficos, pero este libro a mí no me hace ser feliz porque sea de un rojo. Me hace ser feliz porque es de uno de los mejores escritores de los últimos años. Rafael Azcona Sí, nada que objetar. Voz del público Además, a mí el tipo me caía muy bien y, por otra parte, teníamos unas ciertas cercanías ideológicas, pero yo no soy feliz porque sea rojo Alberto, sino porque el libro es espléndido. Nos lleva a unos conflictos que están... Cualquier imbécil puede escribir cosas que nos satisfacen. José Luis Cuerda A mí no, ¿eh? Voz del público A veces sí. José Luis Cuerda A mí no, ya te lo advierto. Voz del público Puede satisfacernos desde ese punto de vista. José Luis Cuerda A mí las satisfacciones ideológicas no me las ha dado ningún libro. 36 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Voz del público A mí lo que me gusta es leer algo inteligente, profundo, lleno de sentido y, además... bueno. Está contando algo desde un punto de vista que no es el de un historiador ni del analista, sino de un literato realmente impresionante que desconocíamos. Yo tampoco lo sabía. José Luis Cuerda Yo el tono es lo que no entiendo. El discurso tuyo no sólo lo entiendo, sino que lo comparto al cien por cien. Es decir, lo primero es que he advertido es que nunca en mi puñetera vida he leído un libro para ver si hay una adaptación cinematográfica. He leído para pasármelo en grande. Y las únicas satisfacciones que encuentro en la literatura te juro que son literarias. Es decir, yo no disfruto leyendo a Lenin, ni he disfrutado nunca, que no lo he leído, a Marx. Yo he militado en el partido comunista in illo tempore, pero era por una adhesión sentimental y, por lo que tú decías [dirigiéndose a Juan Antonio Méndez], prepolítica. Porque pensaba que era lo que había que hacer en un momento determinado y nada más. No voy a dar más explicaciones, que son absurdas, y que sería una excusatio non petita. Bueno, entonces, por supuesto, cuando yo leí el libro lo hice para ir disfrutando de él. Es que además, un libro como éste, tendrás que reconocerme, y no tienen ningún sentido peyorativo, y es que es hiperliterario, es decir, no es en absoluto realista, o te satisface en ese sentido o estás perdiendo el tiempo con él. Evidentemente. Y creo que nunca se me ha ocurrido la bajeza de echarme un libro al coleto para ver qué partido puedo sacarle haciendo un guión de él y una película de él. Al revés: yo sé que el acercamiento que hagamos a este libro dejará fuera muchas cosas, que será una lectura de este libro... yo, como he hecho todas las películas, sean adaptaciones o no, con una única intención, que es: si a mí me interesa en el grado que me interesa y por las razones que me interesa, yo no seré tan raro, no seré un “tironorrinco”, sino que tendré un mínimo común denominador con un determinado número de personas, suficientes, y aquí va la parte del negocio, como para que yo pueda seguir haciendo películas y vivir de ello. Nada más. Y vivir de ello te juro que es la compra de un determinado libros (ya he dejado de comprar cuadros que casi siempre eran como mucho acuarelas), además ni me caben en casa y se han puesto a un 37 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez precio imposible. Es decir, que mi vida es vivir, vivir bien. Entonces [se ríe] en los libros busco lecturas, ni siquiera busco compañía. Voz del público No estaba haciendo una acusación. Lo que quiero decir es que la lectura de este libro no puede ser fundamentalmente política. José Luis Cuerda Para nada, nunca he hecho lecturas políticas de las cosas. Para mí la política es una parte de la vida que es importante, porque nos hemos impuesto vivir en comunidad. Sólo por eso. Si pudiésemos vivir cada uno en nuestra casita y tal, yo sería de la teoría de Pascal, que todo lo malo que me ha pasado ha sido por salir de mi casa. [risas] Rosa Falcón Vamos a continuar con el debate. Había alguien más que quería intervenir. Voz del público Yo quería hacer una pregunta: Me ha asombrado lo que se ha insistido en el tema de las localizaciones. Yo creo que cuanto menor sea el papel de las localizaciones (lo digo por el espíritu de los relatos), va a ser mucho mejor. Igual, en mi opinión, que si se está hablando de una guerra civil, pero no necesariamente de la Guerra Civil Española. Creo que si de verdad se le quiere dar un gran valor a la película como reflejo del espíritu que hay en ese libro, cuanto menor sea el papel de las localizaciones y el que sea la Guerra Civil Española del 36 al 39, será mejor. José Luis Cuerda Yo creo que Rafael está de acuerdo en que no hay folklore en la adaptación, es decir, la localización gallega es una localización verosímil y posible... Le puedo contar una cosa que me ocurrió cuando se pasó en el Festival de San Sebastián “La lengua de 38 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez las mariposas”. A la salida vino emocionadísimo el director del Festival de Sundance y me dijo “Mira, José Luis, yo de la Guerra Civil Española no sé nada, para qué te voy a engañar, pero sé lo suficiente del macartismo como para saber de qué está hablando esta película”. Y en la medida en que lo particular esté tratado con la suficiente profundidad y complejidad, es generalizable. Y la Guerra Civil Española es un hecho convivencial. Voz del público (parte inaudible) ... sacerdote que ahora está tan lleno de folklore. Por ejemplo en Nueva York o en ciudades americanas donde los hispanos tienen que pagar enormes cantidades, que eso se va a poder entender bien en cualquier sitio. Si no está aferrado a una cosa muy concreta. Por eso a veces, y es el comentario que quería hacer: en las películas a veces se fuerza el azar de una manera excesiva, en mi opinión, y no sé si es una buena idea que un determinado capitán luego aparezca como sacerdote. A lo mejor es innecesario. Rafael Azcona Pero está en el libro. El cura, el diácono, que no llega a ser un sacerdote, está el libro, no en el guión. No puede salir en cada cine a explicarlo. La única manera de hacerlo es ver que este señor ha estado en la guerra, ha sido oficial en la guerra, o soldado, me da lo mismo. Y hasta ahí llega nuestro atrevimiento, no más. A tratar de visualizar lo que hay en el libro. Si nosotros nos hubiéramos puesto a competir con Alberto Méndez, seguramente el resultado sería peor. Cada vez que hemos incorporado algo de los textos que van a ir ahí... que tiene una unidad el libro, no olvidemos que el libro tiene una unidad. Los cuatro relatos se complementan el uno al otro. Si nosotros hubiéramos colaborado, el resultado sería mucho peor. Es mucho mejor tratar, siempre que se pueda, de que la materia prima sea del autor del libro, a la hora de serle fiel. Muchísimo más fiel. Y de verdad que no ha habido ninguna pretensión de exagerar las tintas, al contrario. Yo creo que el libro es más terrible que lo que pueda ser la película. Bastante más. 39 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez José Luis Cuerda Sí, lo que pasa es que ahí siempre hay una cosa, y es lo que siempre se ha dicho, que una imagen vale más que mil palabras. Eso es una soberana chorrada, sobre todo si es la palabra de un poeta. Os juro que vale más que muchísimas imágenes. Lo que sí es verdad, por desgracia, aunque sea tirar piedras sobre mi tejado, es que una imagen es muy eficaz, porque tiene la capacidad de repercusión inmediata sobre quien la percibe, mayor que la palabra, que, entre otras cosas, nos deja una mayor libertad de reflexión, de dedicarle tiempo, y de volver a ella si quieres, etc., etc. El cine es muy coercitivo y los directores o tenemos la decencia de no usar ese poder coercitivo y de no sujetar del cogote al espectador y atraerlo a la pantalla violentamente, etc., o estaremos, desde mi punto de vista, haciendo mal las cosas. Rafael Azcona Es un problema esto. Voz del público Es en el sentido en el que también utilizaba la palabra “azar”. Creo que a veces ahora, tengo la impresión, se fuerzan mucho las cosas. Hay demasiadas casualidades. José Luis Cuerda Eso es un espanto. Voz del público Se cruza una esquina y se encuentra con alguien que hace tres años que no se ve y que, probablemente, coincidirá seguro Rafael Azcona, eso no le ocurrirá porque ya nos ha demostrado... 40 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rafael Azcona Si no ocurre en el libro... es que esto de lo visual es curioso. Yo siempre que puedo, pongo este ejemplo. Yo leo un libro y leo la palabra “silla”. Si yo soy alguienm dicho con hipocresía, “económicamente débil”, si soy pobre, y el autor ha puesto la palabra “silla”, yo lo que me imagino es una silla seguramente de anea desvencijada, pero si yo soy el Príncipe Felipe, seguramente veo una silla de estilo. En un libro. En el cine no hay escapatoria. La silla está allí. No me la puedo inventar, no la puedo recrear... y a mí me parece que eso es un handicap que tiene el cine. Y estoy de acuerdo tanto en lo de la imagen, cuando se dice que una imagen vale... por ejemplo, la palabra “melancolía”. Voz del público ¿Puedo llevarle la contraria un momento? [risas] Si es un buen escritor, cuando escriba la palabra “silla”, dirá si es de anea o estilo Luis XVI. Rafael Azcona No, no, porque a veces no está adjetivada. “Se sentó en una silla”. Voz del público Es evidente que si no pone Luis... (inaudible) pero por el contexto tú tienes que poderla ver. Rafael Azcona La frase es ésta: “Entró y se sentó en una silla”. [risas] Voz del público ¿Qué dice el resto del mundo? [risas] 41 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rafael Azcona He dicho antes que no tengo amor propio, porque porfiar no porfío, pero, en resumidas cuentas... Voz del público No tienes amor propio para que los demás nos fiemos. Rafael Azcona No, no, no, no, no. Es por motivos económicos. Algunas veces he dicho que el guionista es una especie de asistenta que le dice al director. Al igual que la asistenta dice: ¿Qué hacemos hoy, señora? -Los cristales. Se le pregunta y está al servicio, debe estar totalmente al servicio del director. Todos los que entran en una película deben estar al servicio del director, que es el único que tiene la idea de la película, el único que la tiene entera es él. Los actores, en general, o con frecuencia, cuando leen un guión, leen lo de ellos. Lo de los otros no lo leen. El fotógrafo, el que ilumina, lo que quiere es que la imagen sea muy bella, sea hermosa. El del maquillaje quiere que no haya brillos. En cambio, el director quiere todo eso a la vez. Esa enorme complejidad la tiene él. En realidad, un director cuando va a rodar, se sabe el guión de memoria. Se lo sabe. Sabe todo. Pero el cine tiene una fuerza enorme. Es que lo que tú decías, la eficacia de la imagen. Ahora, en cuanto a la complejidad, no. El cine es bastante más simple que el fenómeno literario. Eso, sin duda. Sin duda. Porque acaba ahí donde se ve. En cambio, la novela no. La novela te hace pensar... Hay un ensayo de Asimov extraordinario que cuenta cómo él va a dar una conferencia a un sitio y no la ha preparado, y tiene que hablar de los nuevos medios de comunicación, ya que cada día se inventa uno. Entonces él, cuando va en el avión hasta este sitio en el que va a dar la conferencia, en un momento dado se plantea que en el futuro habrá un aparato que, sin consumir energía, sin exigir ningún esfuerzo, comunique a las personas entre sí. Que sea muy manejable, será cómodo, portátil... y de repente el tío se queda estupefacto. ¡Si es el libro! Es verdad. La cinta, el DVD y todas estas cosas necesitan que se dé al botón. Esto del botón que decimos, para atrás, para delante, no sé qué... El libro es mucho más fácil. Lo 42 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez metes en el bolsillo, no hace ruido, no consume energía. El libro es una maravilla, y lo que hay dentro de los libros, y lo decía Cervantes, que incluso en el peor de los libros siempre hay algo aprovechable. Como ven, estoy defendiendo la literatura, no el cine, porque, como he dicho, de verdad, a mí el cine, hmmm... [risas y aplausos]. José Luis Cuerda Fíjense una cosa, que siempre que me pongo a impartir doctrina y meto un rollo tipo sociológico, político, ideológico, etc., hay tres calificativos que, desde mi punto de vista, definen o se acercan bastante a una definición del mundo en que vivimos, que son tres preponderancias: la apariencia, la repercusión, la celeridad. Me acabo de dar cuenta de que, mientras estaba escuchando, son tres características del cine, para desgracia mía. Es decir, la celeridad de la imagen, cómo pasa todo aquello; la repercusión, porque el hecho de que estés en una sala oscura con aquello, a pesar de la televisión y de lo que se quiera. La televisión tiene la capacidad de repercusión basada en el hecho de que la tienes dentro de la casa, a los pies de la cama, a veces, etc. No tienes la luz apagada, pero la tienes ahí bien embutida. Y luego la apariencia, pues si hay algo que sea apariencia es el cine. Incluso se lo cree tanto la gente que a quienes trabajan en el cine, desde el caso de Alfredo Landa, que se quejaba el hombre, diciendo: “Vas por la calle y viene uno y te dice: ‘Eh, Alfredito, tú ¿eh?’” O eres Brad Pitt y estás en las portadas de todos los periódicos, etc. Perdonad, que había por ahí otros que querían intervenir. Voz del público Buenas tardes, yo tengo una pregunta para Juan Antonio. Él comentaba al principio que las historias no eran reales pero que eran verdaderas y me ha resultado muy curioso, porque hay una de las historias que se desarrolla en un pueblecito, en una aldea perdida de Asturias, la de la pareja que se va al monte, que pasa por un pueblo que se llama Perlunes. Curiosamente es el pueblo donde nació mi madre, es lo más perdido y lo más remoto que hay de Asturias. Entonces, yo le comentaba a mi madre si entre las historias de la guerra estaba ésta. Ella me dijo que sí y que, como ésa había habido muchas. Dice que lo único que no coincidía es que en ese pueblo, Perlunes, no había 43 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez boniatos, que había patatas. [risas] Es la única diferencia, pero que la historia sí, que coincidía con una pareja joven que habían encontrado en el monte después de pasada la guerra, y que solamente había sobrevivido (parte inaudible). Yo no sé si está basada en esa historia... Me parece curioso que se desarrolle justo en ese pueblo, que es lo más perdido de Asturias. Yo creo que ni los mismos asturianos lo conocen. Juan Antonio Méndez Él conocía muy bien esa zona. La zona del valle de Somiedo... la conocía muy bien. Recuerdo una vez incluso haber estado con él, buscando las huellas de Flores Estrada, un ilustrado del siglo XVIII. Había ido alguna vez conmigo, otras veces con su familia... la zona la conocía. Lo importante, yo creo, es localizar la historia en sí, el hilo concreto, la peripecia, como decía Rafael... Yo no sé si él tenía noticia o no de eso. En cualquier caso, es una generalización de un problema de muchas huidas, escoger el talante de un joven poeta, que podría ser un trasunto de Miguel Hernández, entonces mezclando todas esas cosas: el paisaje que él conocía, el joven poeta, etc., haces así, lo agitas en una coctelera y sale eso. No tiene necesariamente que ser una historia que haya ocurrido ciertamente. Es decir, no es un documental ni es un documento, pero son historias que se cuentan en esa zona y en otras. No sé si ha quedado claro o no. Voz del público Buenas. Una pregunta a Rafael y a José Luis, entendiendo la elección de los tres cuentos, me parece bastante lógica a la hora de adaptar, me gustaría conocer la dificultad que habéis tenido, si se puede desvelar algo, para adaptar el segundo. Así como el primero y el último están absolutamente escritos, es todo acción, es muy cinematográfico, el segundo es básicamente introspección, todo lo que sucede dentro del personaje... ¿Podríais contar un poco cómo habéis abordado esa tarea? Rafael Azcona Si con el segundo se refiere a la pareja joven con el niño...Es un documento que ha dejado un señor, son sus reflexiones. Nosotros lo que hemos hecho es incorporarlo, 44 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez entre col y col, lechuga. Va delante la historia del diácono, suceden unas cosas y hay unas referencias o visuales o ambientales donde, de vez en cuando, está salpicado el relato del topo... de vez en cuando se producen hechos en ese relato, que traen a primer plano a aquella niña que se fue porque su novio no se quiso quedar, como se ha quedado el topo. De manera que, sin voces en off, sin decir “y a propósito de cañonazos”, por la misma fuerza de lo que está pasando en este piso donde hay un hombre encerrado, se producen unas iluminaciones de lo que le está pasando a aquel chico. Nunca vemos que escribe nada. Sencillamente se ve lo que le está pasando. Se visualiza. José Luis Cuerda Hay un comienzo de esa historia meramente, diría yo, costumbrista, que es que a lo largo del desayuno, al principio de la historia, estamos viendo que la chica está haciendo su maleta para irse con su novio, que está embarazada, hay un diálogo con la madre, hay un diálogo con el padre, y ya tenemos sentado que esa niña sale de la casa esa mañana y, al mismo tiempo, que su hermano es llevado al colegio por su madre. Y ahí arrancan dos historias. La historia de los que se echan al monte, los que se van al monte, van a ser a lo largo de la película, cinco cuadros. Más o menos en los que vemos lo que les va pasando. Son cinco cuadros, yo creo que muy expresivos, de cosas que les suceden. Prácticamente no hay diálogo en esos momentos. Pero sí vemos lo que les pasa. Y viene a desembocar en un momento absolutamente tétrico, morboso y espantoso, en el que aquellos que van a interrogar a la madre en un momento determinado, le cuentan que su hija anda por no sé donde y que su marido es un macarra en París, etc., cuando el espectador ya sabe, porque lo hemos visto, que esa niña ha muerto y toda esa serie de cosas. Es decir, que es una historia lateral, si quieres, a la historia central... no diría lateral, es medular también, pero que va apareciendo y ocultándose... Como referencia a esa historia te podría decir una secuencia que, no sé, hemos inventado y que es muy breve, de un momento determinado en el que el padre está en la azotea en la que, a veces, sale a muy altas horas de la noche cuando nadie puede ya verlo y el niño le pregunta que por dónde queda Portugal. Y él le señala que está por allí. 45 FORO COMPLUTENSE “Escritores en la Biblioteca” - Mesa Redonda: “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez Con Rafael Azcona, José Luis Cuerda y Juan Antonio Méndez Rafael Azcona Hay que tener en cuenta que ese relato es el más corto de todos. El relato de la huida de este trío. Es el más corto. De una gran intensidad, pero está exprimido por el mismo autor del relato. (Pregunta inaudible) Rafael Azcona No. [risas] José Luis Cuerda Ahí hay algo de lo que tú hablabas antes, y es que hay una categoría literaria en la narración de ese relato concreto en el que, la única manera de acercarse a ella (me estoy refiriendo al tono, del que yo hablaba antes, son unas determinadas imágenes en las que vas viendo cómo va ocurriendo todo y el espectador de una película no es el lector de una novela. A mí me gustaría mucho que después de ver una película, a quien no haya leído la novela le apetezca leer la novela. Es uno de los servicios de una buena película, que termina siendo un spot publicitario muy largo de una buena novela. Rosa Falcón Yo creo que aquí ya podríamos dar por terminado el debate. Muchísimas gracias. Muchísimas gracias a los tres. Gracias por intervenir. A los dos cineastas por habernos desvelado las peripecias y el trabajo de este guión y a Juan Antonio por su testimonio personal. Muchísimas gracias. 46