Conclusiones. EI estudio minucioso de los procesos decisionales per­ mite responder las dudas y sorpresas que plantea esta elec­ cion. l,Como es posible que los partidos de derecha, quie­ nes habfan perdido dos elecciones anteriores y que, ade­ mas, presentaban una vision catastrofica de los afios de gobierno radical, fueran divididos a esta eleccion crucial? Esta situacion era complicada por un doble motivo. En primer lugar, porque desde hacfa ocho afios los partidos de derecha, principales representantes politicos del bloque oli­ garquia-burguesfa, tenfan una participacion desmedrada en el Ejecutivo y estaban obligados a aceptar la aplicacion de un modelo de desarrollo capitalista que criticaban como inhi­ bidor de la iniciativa privada. En segundo lugar, porque en la eleccion de 1946 postulaba una alianza radical-comunista con un programa bastante avanzado y con un candidato que, desde la formacion misma del Frente Popular, habfa re­ presentado las posiciones izquierdistas dentro de su partido, EI problema de fondo, que explica la division y el triunfo de Gonzalez Videla, son las pugnas de poder y de proyecto que existfan en la derecha de la epoca, Por una parte, se produjo una especie de "rebelion con­ servadora", despues de muchos afios en que este partido ha­ bfa aceptado apoyar a los candidatos liberales 0 a postulan­ tes independientes. Sobre la base de que la presentacion de un candidato conservador podrfa reavivar las polemicas lai­ cismo-catolicismo, los conservadores habfan sido posterga­ dos. En esta ocasion decidieron exigir sus derechos. 'Hasta entonces habfan aceptado el argumento que se enajenarfa una pane de la votacion de derecha, de tradicion positivista, y agnostica 0 anticlarical. Sin embargo, como se ha visto, Cruz-Coke represen­ taba para los conservadores un candidato que sobrepasaba el espacio partidario y que tenia tanto una imagen como un programa socialcristianos. Es importante anotar que Cruz­ Coke no se levanto dentro de ese centenario partido cato­ 307 lico, en cuya direccion los latifundistas tenfan un fuerte pe­ so, por la sola fuerza de su carisma. Los conservadorers es­ taban viviendo una evolucion, influidos por la aparici6n en la Europa de la posguerra de partidos socialcristianos, preo­ cupados de lajusticia social y de realizarreformas que impi­ dieran el avance comunista. Hay que recordar que esta op­ cion ideologic a habfa adquirido legitimidad por su colabo­ racion decisiva en la lucha contra el fascismo, tanto a traves del Ejercito Rojo como a traves de las milicias civiles de partisanos. Por ello la postura socialcristiana del Partido Conservador representaba una opcion defensiva, uno de cu­ yos objetivos era evitar, a traves de cambios y reformas, el auge comunista. En todo caso, Cruz-Coke representaba una oportunidad polftica que los conservadores no habfan tenido desde hacfa mucho tiempo. Su programa representaba una postura de modernizacion con un enfasis en la "humanizacion" del capi­ talismo mas que en una postura tecnocratica, posicion tfpica de los candidatos derechistas. Esta postura la hacfa muy compatible con la atmosfera ideologic a de la posguerra. La candidatura de Femando Alessandri es, al contrario, el fruto de laboriosas transacciones en el seno delliberalis­ mo. Pese a su esfuerzo por presentarse como una opcion de centro, se trataba de una candidatura que no sobrepasaba el tfpico discurso derechista, con sus consignas de orden, efi­ ciencia, crftica al intervencionismo estatal, defensa de la ini­ ciativa privada. Aunque Femando Alessandri era apoyado por una coalicion relativamente amplia, sus esbozos progra­ maticos eran mucho menos concretos que los que presento Ross en 1938 y no tenfa el tono modernizante de este. La candidatura de Femando Alessandri carecfa de perfil, en comparacion con la de Cruz-Coke. Se notaba claramente que era el resultado de laboriosas negociaciones polfticas. EI mismo postulante era un hombre sin brillo politico, el opuesto de la personalidad seductora de Cruz-Coke. En frente de estas dos candidaturas y apoyado por una coalicion radical-comunista estaba otro personaje con reso­ 308 nancia y perfil, Gabriel Gonzalez. La coalici6n radical-co­ munista era visualizada por la prensa derechista y por la pro­ paganda de los candidatos de esa tendencia como una "maxi­ rna amenaza". Sin embargo, la unidad contra el no pudo pro­ ducirse. Cruz-Coke era, desde varios puntos de vista, un candi­ dato inaceptable para los liberales. Estaba, en primer lugar, la hegemonfa que estes habfan ejercido dentro de la derecha en materia de opciones presidenciales. conseguida manejan­ do el argumento de la sensibilidad anticlerical y del rechazo a los " p e c h o i i o s " . . Efectivamente, los liberales aceptaban, con mucha difi­ cultad, perder su papel de partido predominante en ladere­ cha, cualidad que se derivaba de su mayor capacidad de arti- . culaci6n con otras fuerzas, por ejemplo los agrariolaboris­ tas, los grupos minoritarios del radicalismo e incluso con el propio Partido RadicaL No en vano los liberales habfan par­ ticipado en los gabinetes de Rfos. Aspiraban por tanto a con­ servar el privilegio politico de haber provisto la mayor parte de los candidatos presidenciales de la derecha desde Jose Joaquin Perez en adelante. Elliberalismo, aun dividido en­ tre grupos y facciones competitivas, reencontraba su unidad cuando se trataba de exigir sus mejores derechos. En la divi­ si6n de 1946 hay, por tanto, una disputa por el poder. Se expresa en la ferrea decisi6n de los liberales de no cederle el liderazgo de la derecha a los conservadores y el deseo de es­ tos de aprovechar la oportunidad politica que les proporcio­ naba contar con un lfder de gran arrastre personal, afamado cientffico y que tenfa un discurso apropiado para la epoca. Pero la raz6n mas profunda era el conflicto de pro­ yectos. Aunque los liberales buscaban el acuerdo con sectores no derechistas, como los agrariolaboristas, 0 con grupos radicales, su proyecto era basicamente liberal­ burgues, basicamente inspirado en las posiciones de las organizaciones empresariales. El mismo rechazo a presen tar un programa y las acerbas crfticas a la ret6rica estaban dirigidas no solamente contra Gonzalez Vide1a, sino tam­ 309 bien contra Cruz-Coke, el cual tenfa un discurso populista. El rechazo liberal de apoyar a Cruz-Coke, pese a que es­ te gan6 todas las votaciones de la Convenci6n y a que repre­ sentaba una profunda renovaci6n, revela las reticencias de una parte importante de la derecha frente a la propuesta so­ cialcristiana. El Partido Liberal, que era un partido mas tfpi­ camente burges que el oligarquico Partido Conservador, no acepta apoyar a Cruz-Coke. El argumento real era porque este constitufa una opci6n demasiado avanzada, pero recu­ brfa su negativa en una crftica desde el centro de la candida­ tura de Cruz-Coke, al cual acusaba, entre otras cosas, de reaccionario, de iluminado y de "beato". La verdad es que el programa de Cruz-Coke representaba una renovaci6n muy importante de los planteamientos tecnocraticos de la de­ recha. El enfasis 10 colocaba Cruz-Coke en los temas de in­ tegraci6n social a traves de lajusticia redistributiva mas que en los postulados liberales, de crftica a la intervenci6n estatal, que reflejaban una visi6n atomfstica de la sociedad. Desde el punto de vista de la derecha, 10 mas resaltante de la coyuntura electoral fue que esta, en la plenitud de su perfodo electoral, dej6 pasar la oportunidad de derrotar a un adversario al que consideraba el continuador de los gobier­ nos que habfan provocado la decadencia nacional. Una suer­ te de actitud suicida que, en realidad, no refleja una psicopa­ tologfa colectiva, sino la profundidad de las pugnas tanto de poder como de proyecto. Al mismo tiempo estas elecciones revelaron la existencia de una fractura entre los partidos de izquierda. Las luchas de poder y de proyectos entre socialistas y comunistas tam­ bien llegaron a un punto culminante. La coyuntura electoral de 1946 fue un momento de debilitamiento de los bloques tanto de izquierda como de derecha. Nos encontramos pues frente a una coyuntura crucial, como 10 fue la de la elecci6n de 1938; esos momentos en que las decisiones de los actores (en ese caso la tozudez de la mayor parte de los dirigentes derechistas para imponer la candidatura de Ross, en este caso la actitud irreductible de 310 ambos candidatos, especialmente de Cruz-Coke) empujan la historia hacia ciertos derroteros, cerrando algunos caminos, abriendo otros. Si la derecha hubiese ido unida en esta elec­ cion, probablemente se habrfa modificado el curso politico posterior. Contaba con un tipo de lfder politico que nunc a mas tuvo, en el cual se mezclaban algunos de los elementos carismaticos y populistas de Arturo Alessandri, las cualida­ des intelectuales de un gran cientffico y la imagen de ser una "personalidad superior". Cruz-Coke representaba, ademas, la posibilidad de realizar una polftica renovada, de caracter socialcristiano que quizas le hubiese permitido a la derecha recuperar su perfil hegemonico, al contar con un proyecto que en la epoca se llamaba neocapi talismo 0 "capitalismo hu­ mano". Talvez en esas circunstancias la derecha hubiese contado con un referente ideal, con una propuesta de orden que le hubiese evitado deslizarse en el pragmatismo, proce­ so que ocurrio desde la decada del cincuenta para adelante. El exito de Cruz-Coke probalmente hubiese creado una corriente socialcristiana surgida desde dentro del Partido Conservador y no desde fuera, como fue 10 que ocurrio pos­ teriormente, cuando la Falange Nacional, con un pequefio grupo de conservadores socialcristianos, formaron el Parti­ do Democrata Cristiano. Sin embargo, prime en una parte importante de la dere­ cha, en este caso el Partido Liberal, una doble logica negati­ va. Hicieron primar sus intereses inmediatos de poder por encima de los intereses estrategicos generales de clase. Hi­ cieron primar la logica empresarial corporativa, aquella ex­ presada en el manifiesto de la Confederacion de la Produc­ cion y del Comercio en el cual esta organizacion rechazaba la ley de la "semana corrida"; es decir, se negaban a aceptar las propuestas de humanizacion "transformista" 198 que con­ tenia el programa de Cruz-Coke. Este episodio es revelador de un rasgo caracterfstico de 198 Esta palabra del lexico gramsciano se refiere a cambios de continui­ dad, que no alteran esencialmente el sistema social 311 una parte importante de la derecha, la cual antes de asumir un programa de reformas sociales preferfa correr el riesgo de una derrota en manos de la coalici6n radical-comunista. El hecho que el programa avanzado fuera formulado por el representante del partido mas vinculado a la oligarqufa latifundista y a la Iglesia explica en parte la resistencia de los liberales y de sus aliados. Pero el problema de fondo es que la candidatura de Fernando Alessandri representaba alli­ beralismo burgues, expresado por las organizaciones empresariales. Como se sabe, el triunfo de Gonzalez Videla signific6 la entrada de los comunistas al gabinete, formando parte de un ministerio con radicales y liberales. El episodio se cerr6 con la ilegalizaci6n del Partido Comunista en 1948. La derecha, que nunca pudo organizar una coalici6n programatica de go­ bierno con el centro radical, porque ese partido planteaba la necesidad de reformas, 10gr6 entenderse con el para la tarea de reprimir a los comunistas y al movimiento sindical. Con esto se cerr6 una etapa de la historia polftica: la de col abo­ raci6n entre el centro predominante y la izquierda para im­ pulsar programas desarrollistas. Como se observa, una parte de la derecha se resisti6 a sumarse ala propuesta de populismo modernizador que pro­ pugnaba Cruz-Coke. En ella se expresaba el atavismo con­ servador que habfa marcado ala derecha chilena desde Bal­ maceda para adelante, el cual habfa superado en muy pocas ocasiones, siendo una de ellas la experiencia polftica del afio veinte. Esa con stante habfa marcado el desarrollo polftico chileno, porque gracias a ella izquierda pudo acercarse al centro. En todo caso, la elecci6n de 1946 represent6 un aumen­ to muy especial en la evoluci6n polftica de la derecha, de ca­ racter bastante paradojal. Los dos partidos hist6ricos levan­ taron candidaturas separadas en un momento en que debfan enfrentar a la coalici6n de centro-izquierda con un programa mas avanzado. Pero, al mismo tiempo, en esta elecci6n sur­ gi6 dentro de la derecha la propuesta mas progresista. 312 La candidatura de Cruz-Coke era e1 presagio de una serie de acontencimientos que tendrian lugar mas tarde, por ejemplo la division del Partido Conservador en 1949, dan­ do lugar a la formacion de un Partido Conservador Social Cristiano, y mas tarde a la transformacion de la Falange en Partido Democrata Cristiano, dentro del cual se absorbio 10 que quedaba de la corriente socialcristiana. 313