El Nuevo Miliario Boletín sobre vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica Número 5. Enero de 2008 12 € MANSIONIBUS SUPRA SCRIPTIS: APUNTES SOBRE LA MANSIO (I) PATROCINA Ciudades y lugares en el Repertorio de Villuga Telégrafos ópticos en la provincia de Cuenca Evolución del paisaje en la Vega Alta de Toledo El Nuevo Miliario Número 5, enero de 2008 SUMARIO - Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 - Mansionibus supra scriptis: apuntes sobre la mansio, I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 - La mansio Ildum de la vía Augusta (Vilanova d’Alcolea, Castellón), por Ferran Arasa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 - Tripontium – A Romano-British settlement in the British Midlands, por Irene Glendinning . . . . . . . . . . . . . . . 11 - Interpretación conceptual de la mansio romana a través de los estudios viarios. Las stationes - mansiones de la vía latina en el territorio tusculano (lacio-italia), por María Hernández . . . . . 22 - Cañada y Calzada de la Plata, Tramo 3: Frades de la Sierra - Salamanca, por Santiago Bayón. . . . . . . . . . . 30 - Ciudades y lugares en Villuga, I, por José Antonio Cezón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 - Transformaciones de longitud y latitud para la Geografía de Ptolomeo. Cálculo de los núcleos Carpetanos, por Tomás Félix Tornadijo Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 - Localización geográfica de algunas unidades auxiliares romanas en la Hispania bajoimperial, por Alejandro Beltrán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 - Líneas de telegrafía óptica en la provincia de Cuenca, por Jesús López Requena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 - Evolución histórica del paisaje de la Vega Alta de Toledo: Huerta del Rey y La Alberquilla, por Alfonso Vázquez González.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82 - Lo que se dice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93 - Convocatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98 - Gonzalo Arias Bonet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102 - Boletín de suscripción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 - Pautas para la presentación de originales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107 El Nuevo Miliario Consejo de redacción: Carlos Caballero, Santiago Palomero, Guillermo Sven Reher Colaboradores de este número: Ferran Arasa, Gonzalo Arias, Alejandro Beltrán, Santiago Bayón, José Antonio Cezón, Torcuato Cortés de la Rosa, Pedro Fernández Cocero, Dimas García Moreno, Guillermo García Pérez, Irene Glendinning, María Hernández, Jesús López Requena, Jesús Rodríguez Morales, Tomás F. Tornadijo, Alfonso Vázquez González Fotos de portada: Ildum (F. Arasa), Mariturri (J. Núñez), Tripontium (I. Glendinning); Contraportada: Buitrago de Lozoya (C. Caballero) Contacto: Carlos Caballero; c/. Espronceda, 14-1-3; 28003 MADRID; tel. 627 301 219. Guillermo-Sven Reher Díez; c/. Jordán, 23 5º Dcha; 28010 MADRID; tel. 658159256 Correo – e: [email protected] Imprime: Cyan, proyectos y producciones editoriales. c/. Fuencarral, 70, Madrid Patrocina: Fundación Juanelo Turriano. Depósito Legal: M-51.322-2005 ISSN: 1885-9534 El Nuevo Miliario no comparte necesariamente las opiniones vertidas por sus colaboradores, que son únicamente responsabilidad de los firmantes de los trabajos. 2 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 EDITORIAL De la Ceca a la Meca Se preguntarán, quizás, queridos amigos y lectores el porqué de mi permanente sonrisa miliaria que, salvo ocasiones muy excepcionales, jamás he abandonado desde que Gonzalo Arias me utilizó como logotipo de su extravagante aventura. Pues es claro, la felicidad que me produce saber que una vez más estoy en vuestras manos, nieve, llueva o granice. Nosotros los miliarios por nuestra naturaleza, mayoritariamente pétrea, no padecemos las inclemencias del tiempo, pero eso no quiere decir que seamos insensibles al mundo. Muy al contrario, tenemos un corazón grande y por qué no reconocerlo, mucha curiosidad; nos interesan mucho los chismes del camino, los dimes y diretes y por un lado o por otro, acabamos enterándonos de todo. Muchos pensarán que somos sólo indicadores de caminos, pero los estudiosos saben que atesoramos mucha información sobre las distancias entre los lugares próximos, el nombre del Emperador que nos mandó construir, fechas concretas de su carrera administrativa y datos básicos del «cursus publicus». Con eso sería suficiente, pero además si alguien nos ausculta con paciencia podemos decirle todo lo que pasaba en cien mil pasos alrededor de nosotros con todo lujo de detalles. Al fin y al cabo estamos siempre, de día o de noche, haga frío o calor al servicio de los «viatores» y claro, son muchas las ocasiones en que éstos, agradecidos, se sientan a nuestra vera y nos cuentan sus historias, somos sus mudos consejeros, los guardadores de secretos insondables y de aventuras inenarrables... sobe todo de las que les suceden en las «mansiones» en medio del camino, esos lugares sobrenaturales entre el paisaje y la historia, que se abren en el espacio como ventanas atemporales y mágicas. Quien ha pasado una noche en un aeropuerto o en una estación de tren o autobús, sabe de lo que estoy hablando; se baja la guardia, caen las defensas psicológicas y las máscaras cotidianas se disipan; nadie es abogado, médico, mecánico, deportista, nº 5, Enero 2008 actor o periodista... todos son viajeros perdidos un instante por las circunstancias del viaje y todos tienen algo de miedo, de necesidad de exorcizar la oscuridad de la noche y de contarse mutuos cuentos que los acerquen y borren las fronteras de lo desconocido, de lo que está afuera. Si una noche de invierno un viajero......aparece en una «mansio» romana, en una venta quijotesca del XVII, en un aeropuerto galáctico del siglo XXII o en una estación de autobús de provincias de fines del siglo XX, se encontrará los mismos tipos, el tabernero- ventero- camarero; el pícaro-ladrón-buscavidas; policías de todo signo y laya; mafias y chicas-chicos que se ofrecen al mejor postor y en medio de la noche una manada de lobos que aúllan incesantemente y que te impiden escapar. Detalles que hacen curiosos estos sitios son la comida y la bebida cara y mala, la hostilidad y ventajismo de los «venteros», la mala fama de los clientes habituales, los camorristas profesionales, los pícaros y vagamundos, la incomodidad de las camas y que la suciedad tenga asiento permanente; todo se conjura frente al viajero, que debe hacer causa común frente al desastre, el retraso del vuelo, la noche nevada y se reúne en rebaño protector frente a las alimañas y se sientan todos junto al fuego acogedor de una chimenea para contarse historias, sus historias, verosímiles o inventadas, porque el resultado no tiene importancia. a la luz del día el encantamiento y el ensalmo desaparecerán y todos correrán deprisa, deprisa a sus medios de transporte y vuelven a ser ejecutivos y prisioneros de sus negocios, olvidándose de que horas antes fueron personas, quizás por única vez en su vida, en aquella noche de invierno. Viene todo esto a cuento de que la comunidad miliaria se ha hecho eco de un libro recién aparecido y editado por la empresa FCC, constructora de alguno de los mejores equipamientos de infraestructuras actuales, que se llama «Lugares de Encuentro» y que hace un recorrido bastante sugerente por los puertos como lugares de encuentro en la Antigüedad y la Hispania romana, El Nuevo Miliario 3 para acabar en las últimas superestaciones del AVE de Zaragoza o Tarragona o en los megaaeropuertos como la T-4 de Barajas(Madrid) o en el vestíbulo de facturación de la Terminal de Bilbao, conocido como «La Paloma» de Santiago Calatrava, que recuerda a su «L’Oiseau» de la estación francesa de Lyon. Si recordamos algunas escenas de la película de «La Terminal» protagonizada por el conocido actor Tom Hanks, sabremos que por encima de la burocracia, de las tiendas, de los controles y de la velocidad de los viajes y viajeros, había un mundo de gente sencilla y humilde que subyace por debajo de toda esa miseria del dinero y del poder, un mundo mágico en el que incluso se puede ser feliz. Esa es la moraleja que quiere transmitir el Nuevo Miliario y la que dejan traslucir en sus artículos Ramón Corzo («Puertos y Lugares de Encuentro de La Bética en la Antigüedad»), Xavier Aquilué («Lugares de Encuentro en la Península Ibérica durante la época prerromana») y el viejo Maestro José María Blázquez («Puertos de la España Romana»). eron buena parte de las aventuras y desventuras del Quijote y que están para siempre inmortalizadas en tan peregrino y extravagante libro. Pícaros, viajeros, venteros, aeropuertos, estaciones, puertos...están unidos en el espacio-tiempo por frases tan míticas como aquella expresión de «ir de la Ceca a la Meca» y que utilizaban los pintorescos personajes que en el Siglo de Oro iban desde el Arenal y la Casa de la Moneda de Sevilla (La Ceca) hasta los Altos de la Meca (Barbate), en las cercanías de las pesquerías del Duque de Medina-Sidonia de Zahara de los Atunes a donde iban los pícaros y vagamundos sevillanos. No en vano Sevilla era la metrópoli favorita de Cervantes para jugar a las quínolas, a los dados, para hacer negocios dudosos y ruinosos...pero era el centro del mundo y Cervantes, perdido, hundido y humillado por la gran ciudad, después de agotarla y agotarse él mismo, escribió en las ventas perdidas de los caminos y en las cárceles de la Santa Hermandad, la mejor historia nunca escrita por nadie en el mundo. Sólo por eso merecería la pena que hubieran existido las «mansiones» romanas y sus hijas las ventas.....y sus nietos los puertos, estaciones y aeropuertos.....por si una noche de invierno, un viajero.... Algunas veces sólo con oír Los Nombres, que están sobre la pátina de las cosas, es suficiente: Así oír Brigantium(Coruña) es recordar su legendario Faro; nombrar Cartago-Nova(Cartagena) es soñar con una bahía plácida y recogida de los vientos; Hemeroscopeion (Denia) que significa en griego «atalaya divina» es digna sólo por eso de ser citada por Kavafis y qué decir del Portus Illicitanus (La Alcudia-Elche) con su palmeral para solaz de dioses y mortales o de Oiasso(Irún) o del Portus Amanum de Flaviobriga(Castro Urdiales). Pero para nombres definitorios ahí está el de Emporion, es decir un lugar de encuentro y mercancías, que da nombre a una de las primeras colonias griegas de Hispania en Ampurias o el del mítico enclave de Gadir(Cádiz) o el de Carteia, que fueron fundados y cuidados por fenicios y después por los púnicos. Nuestros amigos Jordi Pardo y Xavier Aquilué tienen preparado un gran proyecto para el Emporion por excelencia, el emporio ampuritano; no śolo se celebra el centenario en Marzo del comienzo hace un siglo de las primeras excavaciones, sino que se quiere proyectar una nueva luz sobre la Neapolis con un nuevo Museo, una original visita a la antigua colonia e investigaciones novedosas; les deseamos toda la comunidad miliario el éxito y la ayuda que se merecen por el mucho y buen trabajo ya realizado y que el otro Xavier (Rubert de Ventós) les ilumine en la buena dirección que llevan y sea la antorcha intelectual del «Portus» y sea su proyecto también «Puerta» de tolerancia y cultura mediterráneas. Y volviendo de los puertos, y aeropuertos a las humildes mansiones romanas que ocupan parte de este número no hay que olvidar que son éstas las mas directas antecesoras de las ventas en las que sucedi- 4 El Nuevo Miliario N. del Ed.: Este número se cerró antes conocer la noticia del fallecimiento de Gonzalo Arias el 11 de enero de 2008; véase páginas 102 y ss. nº 5, Enero 2008 MANSIONIBUS SUPRA SCRIPTIS… Apuntes sobre el concepto de mansio (I) A manera de introducción La mención mansionibus supra scriptis del Itinerario de Antonino y la publicación, en el número 3 de El Nuevo Miliario, de un artículo sobre la discutida mansio localizada en el paraje de El Beneficio, en Collado Mediano (Madrid) nos hicieron reflexionar sobre el hecho de que, en la actualidad, el concepto de mansio no está tan claro no ya como en la Antigüedad, sino ni siquiera como para que hoy se pueda definir con precisión a qué se hace referencia con él. Nos propusimos tratar de resolver esas dudas dedicando un amplio espacio en la revista, pero diversas circunstancias han hecho que el anunciado monográfico sea, en realidad, una serie de artículos que se prolongará en el próximo número de El Nuevo Miliario. nº 5, Enero 2008 De este modo, en el actual se incluyen tres trabajos realizados en diferentes ámbitos del orbe romano: dos de ellos son consecuencia de intervenciones arqueológicas en lugares identificados como mansiones (o mutationes), y hacen referencia a la mansio de Ildum, en Vilanova d’Alcolea (Castellón) –a cargo de Ferran Arasa- y a Tripontium, en las cercanías de Rugby (Inglaterra), en una aportación debida a Irene Glendinning. El tercero de los artículos, debido a María Hernández, se centra en un tramo de la Vía Latina en el Lacio italiano. Para el próximo número quedarán, además de alguna aportación adicional de índole práctica, las reflexiones teóricas sobre el concepto y su interpretación. Esperamos, en fin, que con esta serie contribuyamos a clarificar una idea que no siempre se ha interpretado con la claridad que sería necesaria. El Nuevo Miliario 5 LA MANSIO ILDUM DE LA VÍA AUGUSTA (VILANOVA D’ALCOLEA, CASTELLÓN) Ferran Arasa (Universitat de València) Esta posta aparece citada por el Itinerario Antonino (399, 6), los vasos de Vicarello I, II y III y el Anónimo de Ràvena V 3 (342, 11) com la forma Ildum, y con las variantes Ildu por el vaso de Vicarello IV e Hildum por el Anónimo de Rávena IV 42 (304, 4) y la Guidonis Geographica 82 (515, 1) (Roldán, 1975, 241). Estaba situada a 24 mp de Intibili, primera mansio existente en la vía a 27 mp al sur de Dertosa, y a otros 24 mp de Sebelaci, situada a su vez a 22 mp al norte de Saguntum (fig. 1) Por tanto, constituía el final de la segunda etapa de las cuatro que había entre las ciudades de Dertosa y Saguntum, una extensa franja litoral caracterizada por un poblamiento exclusivamente rural. Su topónimo es ibérico, como el de la posta Intibili, aunque está latinizado. Los cronistas e historiadores del siglo XVII, como G. Escolano y F. Diago, la situaron en el camino que seguía por los llanos litorales. En 1836 M. Cortés la identificó con la población de Cabanes (Castellón), situada en el corredor prelitoral que siguió la vía Augusta en las comarcas septentrionales del litoral valenciano, reducción que tuvo gran aceptación entre historiadores y estudiosos. Posteriormente, en un trabajo donde describía el trazado de dicha vía entre los ríos Sénia y Millars, J. J. Senent (1923, 724) propuso su identificación con el yacimiento romano de L’Hostalot, emplazado en el término municipal de Vilanova d’Alcolea (Castellón), del que resultaban visibles importantes ruinas y abundantes restos cerámicos. Desde entonces, la mayoría de los autores que han estudiado la vía Augusta por tierras castellonenses han mantenido esta reducción. Entre ellos podemos citar a Morote (2002, 153-154), Esteve (1992, 605; 2003: 66) y Arasa y Roselló (1995, 105). El yacimiento se encuentra situado en el margen meridional del barranco de la Carrasqueta, junto al cruce con la carretera de acceso a la población, en una zona deprimida y plana situada a 266 m de altitud que históricamente ha estado expuesta a grandes avenidas. La carretera CV-10, que en este punto sigue el mismo trazado que la vía Augusta, lo divide en dos sectores, el primero de los cuales se encuentra situado al este de la carretera y es el más extenso y mejor conservado. Es aquí donde se han desarrollado todas las intervenciones arqueológicas: dos campañas ordinarias en los años 1986 y 1987 (Arasa, 1989) y otra de salvamento (Ulloa y Grangel, 1996) realizada en 1992 con posterioridad al hallazgo fortuito de un miliario del 6 El Nuevo Miliario emperador Caracalla fechado en los años 213-214 (Arasa, 1994). El segundo sector, situado en el lado oeste de la carretera, parece estar arrasado por las transformaciones agrícolas y el cultivo continuado. Del tercer sector, que se encuentra situado al norte del mencionado barranco y en el lado oeste de la vía, conocemos la noticia del hallazgo de los restos de un monumento funerario. Por otra parte, en el primer sector se levantó una venta que menciona E. Cock, notario y arquero de la Guardia del Cuerpo Real de Felipe II, en su viaje de 1585-86 entre Barcelona y Valencia (García Mercadal, 1952, 1389), cuyos restos se han hallado en las excavaciones, lo que demuestra una continuidad funcional del lugar. El sector mejor conocido es el primero, situado al este de la carretera CV-10 y limitado por el barranco y la carretera de acceso a Vilanova de Alcolea. Está constituido por dos grandes complejos arquitectónicos. El situado en la zona este es un edificio de 23’60 x 19’50 m construido con muros de opus caementicium, orientado NW-SE y dividido en varias estancias (fig. 2). En su extremo norte, a modo de cabecera, se encuentra una primera pieza de planta rectangular con unas dimensiones de 9’30 x 4’60 m y los lados mayores orientados NE-SW, cuyos muros aún alcanzan 2’20 m de altura y aprovechan en la actualidad una casita de aperos y una balsa de riego. El situado en el lado norte mide 1’37 m de grosor y está reforzado con dos contrafuertes, lo que permite deducir que este primer cuerpo del edificio contaba al menos con dos alturas. La puerta principal del conjunto se encontraba situada en el extremo NE del conjunto, desde la que se accedía a un patio en forma de L invertida situado en el lado este. Aunque no ha podido localizarse, la puerta de la primera pieza descrita debía estar situada en el lado que daba al patio. En el extremo SW de éste se abría una estancia de planta casi cuadrada. El resto del edificio está constituido por dos estancias de planta rectangular y unos 5 m de anchura dispuestas perpendicularmente a la pieza que hace de cabecera y orientadas hacia el sur, con muros de 65-70 cm de grosor. Desde el patio una puerta de 1’20 m de luz da acceso a la nave central, cuyo primer cuerpo es de planta rectangular y está dividido por contrafuertes en dos espacios desiguales. El segundo cuerpo, en su extremo sur, está formado por una habitación de planta nº 5, Enero 2008 Mapa de la vía Augusta con la localización de la mansio Ildum. cuadrada que contaba con un acceso independiente a través de una puerta de 1,40 m de luz abierta al este. Al exterior, en su lado sur, se identificó el hueco de una escalera que daba acceso a una primera planta. La nave situada en el lado oeste presenta una división similar, aunque sin contrafuertes interiores. Aunque su lado oeste no ha podido ser descubierto más que en un pequeño tramo, debía contar con dos puertas abiertas al exterior. Podemos destacar que en los sondeos abiertos en el extremo sur de la nave este se identificaron restos de un incendio y capas de arcilla que podrían haber sido originadas por alguna inundación. Los hallazgos de material mueble fueron muy escasos, y entre ellos se identificaron algunos fragmentos de vidrio de ventana. Las cerámicas más recientes recuperadas en este sector pueden fecharse en el siglo III. Al NW de este edificio y hasta la carretera CV-10 se extiende el complejo arquitectónico parcialmente descubierto en la campaña del 92, cuando se excavaron un total de 590 m. Su orientación es diferente del anterior edificio, pues se dispone paralelo al eje de la vía. En el lateral próximo al barranco se conserva un nº 5, Enero 2008 muro de opus caementicium, posiblemente de cierre, y en su lado oeste se encontraron dos bases de columnas que, junto a otra ya anteriormente arrancada, permiten deducir la existencia de un pórtico abierto a un patio situado al oeste. La zona excavada parece corresponder a las habitaciones situadas en los lados NW y SW del citado patio, que en parte se encontraron arrasadas. En el ala NW, junto a un muro, se encontró una inhumación con los restos de una mujer joven y un ajuar constituido por dos agujas de oro de cabeza poliédrica y una copa de vidrio con botones. Estos objetos permiten fechar la tumba en las primeras décadas del siglo V, en el contexto de las invasiones bárbaras (Pérez-Rodríguez Aragón, 1999), cuando posiblemente L’Hostalot había dejado de utilizarse como mansio. En esta zona los hallazgos cerámicos fueron más numerosos y pueden fecharse de manera general entre los siglos I y IV. La función de ambos complejos arquitectónicos parece bien diferente. En el primero, la estructura situada en su cabecera que presenta muros de gran grosor y contrafuertes puede identificarse como un horreum o granero, mientras que el resto del edificio podría estar El Nuevo Miliario 7 dedicado a almacén (fig. 3). Como puede verse en numerosos yacimientos de diferentes provincias del Imperio, una característica técnica recurrente en los ambientes interpretados como granero es el refuerzo de los muros perimetrales mediante contrafuertes o semipilastras. Este elemento constituye un indicio de la función de la estructura como ambiente de almacenamiento (Stella Bussana, 2002, 200). El segundo complejo, aunque los restos encontrados no permiten completar su planta, parece corresponder a una zona residencial articulada en torno a un patio en cuyo lado NE existía un pórtico. El hecho de que su orientación sea diferente puede deberse a una adaptación a la topografía de la zona ocupada. La entrada al conjunto debía realizarse por el lado SW y entre ambas zonas debió existir un espacio abierto para la circulación y acceso al granero y almacén. El yacimiento se extiende también al lado oeste de la carretera, donde no parecen conservarse restos constructivos. En conjunto, las cerámicas y monedas encontradas permiten atribuir al yacimiento un periodo de ocupación que se sitúa entre el reinado de Augusto y el siglo V. A modo de conclusión, puede decirse que localización junto a la vía, cronología y funcionalidad son argumentos favorables a su identificación como una mansio (Estrada, en Castellví et alii, 1997, 153). Por otra parte, este problema quedó en parte resuelto con el hallazgo del miliario de Caracalla en el propio yacimiento, en el que figura la milla 283, cuando la distancia recogida por el Itinerario Antonino entre el caput viae de la vía Augusta situado en el Summus Pyrenaeus y la posta Ildum es de 282 mp, con una diferencia de 1 mp que no resulta significativa; esta coincidencia casi absoluta en la distancia proporcionada por ambas fuentes parece un argumento casi definitivo para su reducción. La construcción de la vía Augusta, que con una longitud aproximada de 1.500 km unía el Summus Pyrenaeus con la ciudad de Gades y puede considerarse el proyecto viario de mayor magnitud entre los realizados por el emperador en la península, puede situarse de manera aproximada entre los años 16 y 13 aE, cuando Augusto realizó su segundo viaje a Hispania, y 8-7 aE, cuando se fechan los primeros miliarios encontrados en Cataluña. Su construcción se enmarca en un amplio programa de reorganización territorial que el emperador puso en marcha en las provincias hispánicas en el que tenían un papel fundamental la fundación de ciudades, la construcción de carreteras para garantizar la comunicación y la parcelación de grandes superficies para su reparto entre los soldados licenciados. Con la vía debieron edificarse las postas necesarias para el funcionamiento del cursus publicus o servicio oficial de transporte con que el emperador la dotó (Walter, 2001), de manera que hacia esas fechas las mansiones como Ildum debieron estar construidas. 8 El Nuevo Miliario Las características de las estaciones viarias han sido abordadas por diversos autores en los últimos años. Así, Chevalier (1997, 284) destaca que se componen de construccciones de variada funcionalidad agrupadas normalmente en un solo recinto o edificio que debe ajustarse a las necesidades del servicio. El problema del reconocimiento de las postas rurales desde un punto de vista arqueológico ha sido tratado posteriormente por Mezzolani (1999). Por su parte, Corsi (2000, 80-81 y 169-186) ha desarrollado estas cuestiones determinando una serie de rasgos que permitirían reconocer las postas tanto desde el punto de vista topográfico como arqueológico, y considerando la dificultad de diferenciar entre una mansio, una mutatio y un establecimiento privado. Recientemente, Núñez y Sáenz (2005) las han abordado de nuevo en su estudio sobre la mutatio de Mariturri (Álava). En cuanto a los datos estrictamente arqueológicos, los elementos señalados son el tipo de edificios, su organización, funcionalidad e incluso algunas cuestiones constructivas. Para Chevalier (1997) la estructura de una mansio reune diversos sectores con funciones diferentes: un gran patio con pórticos y entrada amplia para los vehículos, con abrevadero; establos; habitaciones para los viajeros; una taberna; baños; un hábitat próximo para los servicios (talleres, tiendas, etc); eventualmente un edificio administrativo, médico y enfermería; un santuario y una necrópolis. Por su parte, Corsi (2000) señala que la triple función que debían cumplir las mansiones como stabulum, horreum y hospitium debe materializarse en la existencia de tres complejos arquitectónicos diferentes. Desde el punto de vista arqueológico éste es posiblemente el rasgo distintivo más importante que permite identificar una posta: por las funciones específicas que ejercía, su distribución espacial presenta una división tripartita. En el caso de L’Hostalot, el gran edificio identificado como horreum y almacén y la zona a la que se atribuye un carácter residencial, en la que existía un patio con al menos un lado porticado, se avienen con dos de las funciones que aquéllas deben cumplir. En cuanto a su emplazamiento en relación con la vía, aspecto que ha sido estudiado en el caso de la vía De Italia in Hispanias y Ab Asturica Terracone (Ariño et alii, en Castellvi et alii, 1997, 246-257), el yacimiento se extiende a ambos lados de la misma; en consecuencia, se incluye en la categoría de las postas que son atravesadas por el camino. También el aprovisionamiento hídrico es un factor determinante a la hora de determinar la localización de una mansio, puesto que a las necesidades básicas de cualquier asentamiento se unen las de un importante consumo producido por el importante número de animales y el flujo de viajeros. L’Hostalot está situado junto a un pequeño barranco que permanece seco la mayor parte del año, por lo que debieron ser necesarias cisternas que hasta ahora no han sido identificadas. nº 5, Enero 2008 Planta del edificio identificado como horreum y almacén Reconstrucción del edificio identificado como horreum y almacén nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 9 En la extensa franja de territorio rural que se extiende entre las ciudades de Dertosa y Saguntum, de 97 mp (143’4 km), la presencia de mercados resulta un problema arqueológico de difícil solución. El mercado temporal (nundina) es un elemento imprescindible en las regiones sin ciudades, y suele ubicarse en saltus, uici y fundi (Leveau, Sillières y Vallat, 1993, 114115). Con ellos, también algunas mansiones pudieron ejercer una función comercial. El carácter vetebrador del poblamiento de la vía Augusta en esta zona y el dinamismo económico que se observa a lo largo de su recorrido (Ripollès, 1999), permiten plantear la hipótesis de que la posta Ildum, casi equidistante entre ambas ciudades, también pudiera haber ejercido una función comercial. BIBLIOGRAFÍA ARASA I GIL, F. (1989): «L’Hostalot (La Vilanova d’Alcolea, Castelló). Una posible estación de la Via Augusta», XIX CNA, Zaragoza, pp. 769-778. ARASA I GIL, F. (1994): «Un nuevo miliario de Caracalla encontrado en la Vía Augusta (Vilanova d’Alcolea, Castellón)», Zephirus, XLVI, Salamanca, pp. 243-251. ARASA I GIL, F. (2006): «El trazado de la Vía Augusta en tierras Valencianas», Catastros, Hábitats y vía romana. Paisajes Históricos de Europa (Proyecto Interreg 3C Vistoria), E. García Prósper et alii (Eds.), Valencia, pp. 93-130. ARASA, F. y ROSSELLÓ, V. (1995): Les vies romanes del territori valencià, València. BUSANA, M. S. 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The settlement would have been well established within ten years of the Roman invasion of England AD 43, because its location suggests that it served as one of the mutationes (relay stations) close to the defensive military zone, which was established by Aulus Plautius and maintained during the period from AD 43 to AD 47 (Lucas, 1997 pp 6-10). Figure 2: Part of the British Section of the Antonine Itinerary (adapted from Ordnance Survey, 1978) Fig 1: The Plautian Defensive Zone AD 43-47 Tripontium straddled the main arterial road leading north from the Roman capital Verulamium (St Albans). The Saxons later called this road Watling Street. The present A5 road still follows substantially the same line as the Roman road for much of its route. Tripontium was included in the second, sixth and eighth Antonine Itineraries. Of these only Iter VI had Tripontium as a stopping place. This itinerary located Tripontium ten miles north of Bannaventa (Whilton Lodge) and eight miles south of Venonae (High Cross) (Lucas, 1997). nº 5, Enero 2008 Despite the accuracy of this third century AD record, there was much speculation about the true location of the settlement (Bloxham, 1884). The on-going debate and evidence was well summarised by RES Tanner in his paper in the Rugby School National History Society Report dating to 1939 (Tanner, 1940), providing background to excavations conducted that year by Rugby School students in the area of Cave’s Inn. The location of Tripontium was later established definitively by systematic excavation starting in the 1960s by Rugby Archaeological Society (RAS). The Society was founded in 1961 by a group of local amateur archaeologists, initially working under the guidance of Dr Graham Webster, after sand and gravel quarrying activities at Shawell Quarry unearthed a cemetery, complete with Roman grave goods. The quarry was on the border between Warwickshire and Leicestershire, which is roughly aligned with the A5 road in that area (Figure 3, Areas 1 and 6). The «High level ground» (Figure 3) contained the remains of a substantial defensive ditch, dating to the mid or El Nuevo Miliario 11 late fourth century AD. The quarry situation provided some remarkable excavation opportunities, including the sectioning of a complete Roman well (Figure 3, Well 5), which proved to be about, 14 metres deep and yielded valuable evidence, including a complete Roman milestone commemorating the succession of Constantine the Great in AD 306 (Webster, 1965). The effective support from the quarry owners and operators was essential for the success of the Society’s work at that time. The Society has continued to excavate the settlement until the present time, firstly rescue excavations ahead of quarrying (Figure 3, Areas 2 and 7) and later engaged in less time-critical research excavations of stone buildings (Figure 3, Area 3). Several grants were provided by various organisations to support different phases of the excavations, research and publication work. However main the reason the projects were affordable was because the workforce comprised enthusiastic and skilled volunteers. Figure 3: Tripontium Excavation Site Plan In 1966 Jack Lucas was appointed Director of Excavations. He later became Chairman of the Society and continued in both roles, still leading the Society until shortly before his death in March 2006 at the age of 85. In 1992 Jack was rewarded for his contribution to Archaeology by election as a Fellow of the Society of Antiquities of London. In 2004 the Society was presented with the prestigious Pitt Rivers Award at the British Archaeological Awards in Belfast, in recognition of the significant contribution to archaeology from a voluntary organisation through excavation, research and publication. (Cameron, 1972) (Lucas, 1981), followed by a more recent final report (Lucas, 2005). Research about significant finds recovered at Tripontium led to several additional important publications. Included in the key artefacts recovered were a fine late Roman belt buckle (Hawkes, 1972) and the milestone of Constantine the Great (Webster, 1965). However the critical discovery from an historical perspective was the product of meticulous recovery and assemblage of four separate fragments of a tegula containing a graffitic inscription. The subsequent publication following research by Roger Tomlin led to the correction to the name of the Leicestershire native tribe from Cortiani (mistranslation in Ptolemy’s Geographia Claudii Ptolemaei) to Corieltauvi (Tomlin, 1983). Stone buildings – Area 3 Excavation and research has revealed that Tripontium was occupied for almost the whole period of Roman governance of Britain. The settlement was most likely established mid first century AD. This is a Roman name, implying that Tripontium had been established by the Roman Army. However no evidence has been found of a permanent garrison in the locality, suggesting that when the region became de-militarised, perhaps from about AD60-70, Tripontium would have been handed over for commercial and civilian purposes and development (Webster, 1966, pp32). The settlement appears to have been established on a virgin site, as no evidence of pre-Roman occupation was found in any part of the excavations. It was reported in the Fourth report that there was occupation straddling the length of the road over approximately 1000 metres. The latest evidence indicates that the settlement «extended back about 100 metres to the east and 700 metres to the west» (Lucas, 2005). The road-side areas investigated continued many timber structures and evidence of simple industry and commerce. Extrapolating from the available evidence Jack Lucas estimated that a population of at least 500 people would have needed to live in the vicinity of Tripontium at any time, in order to provide the necessary basic labour and services. The stone buildings were in a sheltered low-lying area on the south-west of the settlement (Figure 3, Area 3), set back about 100 metres to the west of the road. There was a sophisticated land-drainage system surrounding the buildings, most likely channelling the available fresh spring water into or around the buildings and significantly supplying the bath-house. The excavations of the two main buildings, the mansio and the bathhouse (Figure 4), provided clear evidence of several major modifications and reconstructions during the lifetimes of both buildings (Figure 10 - timeline). The RAS findings at Tripontium were disseminated by publication of three interim reports (Cameron, 1969) 12 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Figure 4: Tripontium Excavations in Area 3 nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 13 The earliest structure (Building 1) found in Area 3 (Figure 4) had a dry-stone foundation originally supporting a timber structure. Dating provided by first century pottery found in the foundations. Proximity suggests that this building was dismantled and replaced by a second structure, Building 2, which was rectangular, had six rooms connected by an internal corridor and was probably a simple mansio. There were external stone walls, timber framed internal walls and a fine opus signinum floor. Two coins of Domition AD 8196, found under the floor, provide the earliest date for construction. As Figure 5 shows, this building has not yet been fully excavated. The third interim report states that the earliest date for construction of Building 3 was the early part of second century, from the early second century pottery sherds found under the building. However this evidence was reinterpreted by Jack Lucas for the fourth report in the light of further evidence about reconstruction techniques from the Bathhouse excavations. He proposed that Building 3 was built shortly after the second building, at the end of the first century or beginning of the second century AD. Buildings 2 and 3 appear to have been contemporary. The third building cut across the remains of the earliest dry-stone building. Building 3 was initially a rectangular building, similar to but slightly larger than Building 2. It had six rooms connected by a corridor, with a large room, possibly the triclinium at the west end of the building with access from the corridor (Figure 5). It was established by dendrochronological spot-dating (Lucas, 2005, pp 63-4) that the first bathhouse structure was constructed at the end of the first century or beginning of the second century (AD 97-115), at about the same time as the third mansio building. The walls of the main praefurnium of the bathhouse cut though a lime kiln that would have been used in the construction or rendering of earlier stone buildings. The first bathhouse was very short-lived. It is possible that this was constructed in a dry period, but soon proved to be prone to flooding. After only 10-20 years a second bathhouse was constructed on the foundations of the first building, with floors about 500mm higher. Also most probably the roof would have needed to be raised. There was another modification in the reconstruction that can be attributed to the English climate: The second praefurnium, designed into the first building to heat the tepidarium was extended. Undisturbed accumulation of ash and other debris in the area of the main praefurnium provided excellent stratified evidence of the full history for the operation of the different phases of bathhouse structures. The sophistication of these early buildings, coupled with the fine craftsmanship evident in the construction, demonstrate that Tripontium was considered to be a place worthy of some investment at the end of the first century AD. The available facilities would have made this an attractive place for travellers to rest overnight. Evidence was found in all buildings and phases of finely painted plaster using a wide range of colours and decorative styles. The bathhouse was largely dismantled in about AD180 and was left derelict for a period of about 20-30 years, (Lucas, 2005 pp108). The construction of a new, Phase 3 Bathhouse on the same footings started at about the beginning of the third century AD. About the same time there was a major redevelopment and extension to Building 3, to form a substantial L-Shaped structure, Building 4. The new mansio building was substantially larger, had an integral bath suite and heated rooms (Figure 7). The Bathhouse Phase 3 building was also more substantial and sophisticated than the earlier building (Figure 8). Tiled drainage channels were built into the Figure 5: Tripontium Area 3: Mansio Buildings about AD 100 14 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Figure 7: Building 4 L-Shaped Mansio, about AD200 Figure 6: Tripontium Bathhouse second building cAD120 Figure 8: Tripontium Bathhouse Phase 3 at about AD200 sub-floors and there was some evidence of heating provided for the frigidarium cold pool. These major developments at the beginning of the third century took place about the time of the edict from Caracalla to «extend Roman citizenship to all freeborn provincials». From dating evidence found in the remains during excavations, it appears that these structures remained in use for some purpose until the beginning of the fifth century at least. No evidence has been found of further stone buildings at Tripontium built under the Roman occupation, before or after AD200, but there are many areas of the settlement that are not currently accessible. About 100 years after the construction of the final mansio Building 4 and Bathhouse Phase 3, a commemorative milestone was erected at Tripontium to mark the death of the Emperor Constantius in AD 306 and to proclaim the succession of his son, Constantine I, the first Christian Emperor. This milestone was discarded some time later and thrown down a disused well, located on the high ground beside the road in the northern part of the settlement, from where it was unearthed in the 1960s. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 15 The Late Roman ditched enclosure at Tripontium It is not known exactly when or why the ditched enclosure was constructed that straddled the Roman road on the high ground, enclosing about three acres of land. Based on dating evidence it was suggested in the first and second interim reports that the ditch and ramparts could have been constructed in the early part of the fourth century AD and filled-in after at most 10-20 years. As proposed by BR Hartley in his paper about interpretation of dating evidence, considering the historical context and assuming this was a defensive enclosure, it would make more sense for this to have been constructed in the mid to late fourth century (Hartley, 1966 pp52). The dating evidence was terminus post quem therefore does not preclude that possibility (Cameron, 1969 and 1972) . The Roman road, now the A5, had settlements approximately every ten miles. Travelling north from Verolamium (St Albans) the sequence of settlements was Durocobrivae, Margiovinium, Lactodorum, Bannaventa, Tripontium, Venonae, Manduessedum, Letocetum, Pennocrucium, Uxacona, Viroconium and onwards into Wales (Figure 9). Some research or excavation has been conducted at all of these Roman centres. Some, but not all of the associated research reports have been published. Although the settlements differed in scale and purpose, evidence was found at least at six of the sites of similar and contemporaneous late Roman fortifications (Figure 9). In each case rectangular defensive ditches and ramparts were constructed, normally on high ground, straddling the Roman road (Webster, 1966: Letocetum, Pennocrucium) (Lucas, 1971: Bannaventa). The writer Ammianum Marcellinus recorded in the Barbarica Conspiratio that from AD 365 there was a coordinated invasion of England by «barbarians» composed of Picts, Scots, Saxons and Attacotti. The motivation was opportunism as a result of depletion in troop numbers following significant military defeat in mainland Europe in AD 353. In response to reports of unrest Theodosius was despatched from Rome with four regiments. Marcellinus recorded that Theodosius succeeded in driving out the insurgents by AD 369 by creating a system of defences. It has been proposed by several archaeologists, including Graham Webster, Brian Hobley and Jack Lucas, that the chain of fortifications observed in the English Midlands was part of this system of defences established by Theodosius. The claim is strengthened by the observation that all the enclosures discovered to date are located on high ground, therefore provide good defence capability and potential for communications, for example by smoke signalling. Graham Webster used the term Burgi to describe these sites, drawing comparison with defended settlements from the same period 16 El Nuevo Miliario Figure 9: Late Roman defended settlements or Burgi in the English Midlands discovered along the Roman highways in Germany and France. The apparent short life of the Tripontium ditches and the dating evidence appears to support this theory for Tripontium at least. However more research would be needed before this could be stated with any certainty. Discussion Analysis of dateable coin and pottery evidence from across all areas suggests that occupational activity in Tripontium fluctuated considerably during the four hundred year Roman period. Although there was coin evidence dating to most periods, the greatest activity consistently appears to be during the fourth century, particularly dating to first half and the last decade of the fourth century. It has not yet been possible to excavate the whole of the area of occupation in the former settlement. Parts of the Roman road itself and roadside evidence in the centre of the settlement would be of particular interest should they ever become accessible. However the discovery and excavation of the substantial stone structures (Area 3), the largest possibly a mansio or an administrative centre close to a large public bathhouse, has significantly added to the knowledge of Roman Britain and raised the profile of Tripontuim. Until the excavations by RAS, this was thought to be a minor stopping place en-route to the north. The evidence of repeated investment in development and improvements during Roman times suggests that Tripontium was of some importance, for both the local population and for travellers. The table below (Figure 10) provides a brief summary proposing approximate dates significant to the lifetime of the Roman settlement of Tripontium. nº 5, Enero 2008 Historical Context Claudian Invasion of England Defensive Zone established Icenian Revolt Approximate Year AD43 AD47 AD60 Foundation of Lindum Colonia Foundation of Colonia Nervia Glevensis Deva Legionary fortress rebuilt in stone Construction of Hadrian’s Wall begins Civil unrest in northern Britain Caracalla extends Roman citizenship Rebuilding of Hadrian’s Wall Constantine succeeds Constans Raids by Picts, Attacotti, Saxons etc Theodosius restores civitates Improvement to defences in Britain AD100 AD110 AD122 AD180 AD200 AD306 AD364 Tripontium Event Tripontium founded Building 1 construction Building 2 construction Building 3 construction Bathhouse 1 construction Bathhouse 2 construction Bathhouse 2 dismantled Building 4 construction Bathhouse Phase 3 construction Tripontium milestone Defensive enclosure built AD369 AD400+ Defensive enclosure filled in Latest dating evidence Figure 10: Possible timeline of historical context to events affecting Tripontium In the year 2000 a new museum was opened in the centre of Rugby. The main gallery of the museum was designed to display the finds from Tripontium. In December 2006, this was renamed the Jack Lucas Gallery. This was a fitting tribute to mark the death of the longstanding leader of RAS. Rugby Museum provides an excellent home for dissemination of information and evidence about the Roman settlement of Tripontium. 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El asentamiento debió haber sido fundado en los diez años de invasión romana de Inglaterra, a partir de 43 d.C., pues su localización sugiere que sirvió como una de las mutationes (postas) próximas a la zona defensiva militar que fue establecida por Aulus Plautius y mantenida durante el periodo comprendido de 43 a 47 d.C. (Lucas, 1997: 6-10) Tripontium se extendía por la arteria principal que se dirigía al norte desde la capital romana Verulamiun (St. Albans). Los sajones llamaron posteriormente a esta ruta Watling Street. La actual carretera A5 sigue, en lo esencial, la misma dirección que la vía romana en buena parte de su recorrido. Tripontium fue incluido en el segundo, sexto y octavo de los itinerarios de Antonino. De ellos, sólo el Iter VI tenía en Tripontium un lugar de parada. En este itinerario se localizaba Tripontium diez millas al norte de Bannaventa (Whilton Lodge), y ocho millas al sur de Venonae (High Cross) (Lucas, 1997). Pese a la precisión de este texto del siglo III d.C., se ha especulado mucho sobre la verdadera localización del asentamiento (Bloxham, 1884). El subsiguiente debate y las pruebas fueron bien resumidos por RES Tanner en su artículo de la Rugby School National History Society Report, que data de 1939 (Tanner, 1940), e incluye una descripción de las excavaciones realizadas tal año por estudiantes de la escuela de Rugby en el área de Cave’s Inn. La localización de Tripontium fue más tarde establecida definitivamente por la excavación sistemática iniciada en los años 60 por la Rugby Archeological Society (RAS). La sociedad había sido fundada en 1961 por un grupo de arqueólogos aficionados locales, y trabajaron inicialmente bajo la tutela del Dr. Graham Webster, después de que las actividades extractivas de arena y grava que se venían desarrollando en la cantera de Shawell descubrieran una necrópolis con ajuares romanos. La cantera estaba en el límite entre los condados de Warwick y Leicester, línea divisoria que sigue irregularmente la carretera A5 en esta zona (Figura 3, áreas 1 y 6). El estrato superior (figura 3) contenía los restos de una notable trinchera defensiva, datable en la mitad o el último tercio del siglo IV d.C. La situación de la cantera facilitó algunos ámbitos en los que excavar, incluyendo el corte transversal de un completo pozo romano (fig. 3, pozo 5), que resultó tener aproximadamente 14 m de profundidad y aportó valiosas pruebas, incluso una piedra miliaria romana que conmemoraba la sucesión de Constantino el Grande en el año 306 d.C. (Webster, 1965). 18 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Las facilidades dadas por los propietarios de la cantera fueron esencial para el éxito del trabajo de la RAS en esa época. La RAS ha continuado excavando el asentamiento hasta el presente, en primer lugar realizando trabajos de recuperación a lo largo de la cantera (fig. 3, áreas 2 y 7), y más tarde ocupándose de investigaciones sobre los edificios de piedra menos amenazadas por los plazos. Distintos organismos concedieron varias donaciones para sufragar distintas fases de las excavaciones, así como de los trabajos de investigación y publicación. En todo caso, la parte esencial de los proyectos pudo llevarse a cabo gracias a la colaboración entre los diferentes equipos de trabajo y los entusiastas y habilidosos voluntarios. En 1966 Jack Lucas fue nombrado Director de las Excavaciones. Más tarde llegó a ser presidente de la RAS y prosiguió en ambos puestos, dirigiendo aún la Sociedad hasta poco antes de su muerte, en marzo de 2006, a la edad de 85 años. En 1992 Jack fue premiado por su contribución a la arqueología con la elección como miembro de la Sociedad de Antigüedades de Londres. En 2004, la Sociedad obtuvo el prestigioso premio Pitt Rivers, en los premios de Arqueología Británica de Belfast, en reconocimiento a su significativa contribución a la Arqueología desde una organización voluntaria a través de la excavación, investigación y publicación. Los descubrimientos realizados en Tripontium por la RAS fueron difundidos por medio de tres informes preliminares (Cameron, 1969; Cameron, 1972 y Lucas, 1981), a los que siguió un informe reciente (Lucas, 2005). La investigación acerca de los significativos hallazgos obtenidos en Tripontium condujo a diversas importantes publicaciones adicionales. En el catálogo de objetos recuperados se incluyeron una hermosa y tardía hebilla de cinturón y la piedra miliaria de Constantino el Grande (Webster, 1965). No obstante, el descubrimiento exacto, por lo que se refiere a una perspectiva histórica, fue debido a la meticulosa recuperación y reconstrucción de cuatro fragmentos de tegullae que contenían una inscripción. La publicación subsiguiente a la investigación, realizada por Roger Tomlin, permitió la corrección del nombre de la tribu nativa de Leicestershire, de Cortiani (traducción errónea incluida en la Geographia de Claudio Ptolomeo) por Corieltauvi (Tomlin, 1983). Edificios de piedra (área 3) La excavación y la investigación han revelado que Tripontium fue ocupado durante casi toda la dominación romana de Britania. El asentamiento fue muy probablemente establecido a mediados del siglo I d.C. Se trata de un nombre romano que denota que Tripontium fue establecido por el ejército romano. No obstante, no ha sido hallada prueba alguna de una guarnición permanente en la localidad, lo que sugiere que cuando la región fue desmilitarizada, quizá alrededor de los años 60 – 70 d.C., Tripontium habría sido dedicada a desarrollar objetivos civiles y comerciales (Webster, 1966: 32). nº 5, Enero 2008 El asentamiento parece haber sido establecido en un lugar virgen, ya que en ninguna zona de las excavaciones se ha encontrado prueba alguna de una ocupación anterior a Roma. En el cuarto informe se señaló que hubo una ocupación que abarcaba, aproximadamente, 1.000 m a lo largo de la carretera. La última prueba indica que el asentamiento se extendió alrededor de 100 m en dirección este y 800 m al oeste (Lucas, 2005). Los márgenes de la carretera investigados contenían muchas estructuras de madera y evidencias de protoindustria y comercio. Extrapolando las evidencias válidas, Jack Lucas estimaba que en el entorno de Tripontium habría sido necesaria una población no inferior a 500 personas, con objeto de llevar a cabo las labores básicas y los servicios. Los edificios de piedra fueron un área inferior de abrigo en la zona suroeste del asentamiento (fig. 3, área 3), instalada aproximadamente 100 m al oeste de la carretera. Había un sofisticado sistema de drenaje alrededor de los edificios, muy probablemente para canalizar la valiosa agua de una fuente hacia el interior de los edificios o en su entorno y, especialmente, para surtir a las termas. La excavación de los edificios principales, la mansio y la casa de baños (fig. 4), arrojó pruebas claras de diversas modificaciones, mejoras y reconstrucciones durante la existencia de ambos edificios (fig. 10). La estructura más antigua (edificio 1) hallada en el área 3 (fig. 4) tenía una cimentación de piedra seca que originalmente soportaba una estructura de madera. Su datación fue posible por la cerámica encontrada en la cimentación. La proximidad sugiere que este edificio fue desmantelado y sustituido por una segunda estructura. El edificio 2, rectangular, tenía seis habitaciones comunicadas por un pasillo interior y fue, probablemente, una simple mansio. Existían muros de piedra externos, los muros interiores estaban hechos de madera y los pavimentos, de opus signinum. Bajo el pavimento se encontraron dos monedas de Domiciano (81 – 96 d.C.) que probaron la temprana fecha de construcción. Como muestra la figura 5, este edificio no ha sido excavado completamente. El tercer informe establecía que la fecha más temprana de construcción del edificio 3 fue en la primera mitad del siglo II d.C., lo cual se deduce de los materiales (cerámica y tejas) pertenecientes a esa época encontrados bajos el edificio. No obstante esa prueba fue reinterpretada por Jack Lucas en el cuarto informe, a la luz de la ulterior evidencia en cuanto a técnicas de reconstrucción en las excavaciones de las termas. Lucas proponía que el edificio 3 había sido construido poco después del segundo edificio, a fines del siglo I o comienzos del siglo II d.C. Los edificios 2 y 3 parecen haber sido coetáneos. El tercer edificio corta los cimientos del más temprano edificio, a canto seco. Este tercer edificio fue inicialmente rectangular, similar al edificio 2, pero ligeramente más grande. Tenía 6 habitaciones conectadas por un corredor; con una habitación grande, posiblemente el triclinium, en el extremo oeste del edificio, con acceso desde el pasillo (fig. 5). El Nuevo Miliario 19 La datación dendrocronológica del lugar (Lucas, 2005: 6064) estableció que la estructura de la casa de baños fue construida al final del s. I o comienzos del s. II d.C. (entre 97 y 115 d.C.), aproximadamente al mismo tiempo que la tercera mansio. Los muros del praefurnium de las termas discurren a través de una calera que habria sido usada en la construcción, o bien para el suministro de los primeros edificios de piedra. La primera casa de baños tuvo una vida muy corta. Es posible que fuese construida en un periodo seco, pero pronto demostró estar expuestas a inundarse. Tan sólo 10 ó 20 años después fue construida una segunda casa de baños sobre los cimientos del primer edificio, con suelos aproximadamente 500 mm más altos. También, probablemente, fue necesario elevar la techumbre. En la reconstrucción tuvo lugar otra modificación que puede ser atribuida al clima de la región. El segundo praefurnium diseñado en el primer edificio para caldear el tepidarium fue agrandado. El hecho de que no se retirase la acumulación de cenizas, y la presencia de otros restos, sirvió como excelente evidencia estratigráfica para reconstruir la historia completa de las diferentes fases estructurales de las termas. La sofisticación de estos primeros edificios, unida a la evidente calidad artesanal de su construcción, demuestra que Tripontium fue considerado un lugar merecedor de ciertas inversiones a finales del s. I d.C. Los recursos aportados hicieron de Tripontium un atractivo lugar de descanso nocturno para los viajeros. En todos los edificios, y en sus respectivas fases, hay señales de enlucidos hermosamente pintados, recurriendo a una amplia gama de colores y estilos decorativos. Las termas fueron por completo desmanteladas alrededor del año 180 d.C. y quedaron abandonadas por un periodo aproximado de 20 a 30 años (Lucas, 2005: 108). La construcción de una nueva casa de baños, fase 3 de las termas, sobre los mismos fundamentos empezó alrededor del comienzo de la tercera centuria d.C. Aproximadamente al mismo tiempo el edificio 3 tuvo un mayor desarrollo y extensión, para formar una estructura en forma de «L», el edificio 4. La nueva mansio fue sustancialmente más grande, y contaba con una «suite» integral de baño y habitaciones caldeadas (figura 7). La fase 3 de las termas fue también más sofisticada y sustancial que la fase anterior (fig. 8). En el subsuelo fueron construidos canales de desagüe embaldosados y hay pruebas de calentamiento de la piscina fría del frigidarium. Estas mejoras llevadas a cabo en el comienzo del siglo III tuvieron lugar alrededor de la época del edicto de Caracalla para «extender la ciudadanía romana a todas las provincias libres». La datación de los restos hallados en las excavaciones evidencia que estas estructuras estuvieron en uso para algún propósito al menos hasta el comienzo del siglo V d.C. 20 El Nuevo Miliario No se han encontrado pruebas de ulteriores edificios de piedra construidos en Tripontium bajo la ocupación romana, antes o después del año 200, pero hay muchas zonas del asentamiento que en general no resultan accesibles. Alrededor de cien años después de la construcción final del edificio 4 de la mansio y de la fase 3 de las termas, fue erigido en Tripontium un miliario conmemorativo que señalaba la muerte de Constancio en 306 d.C. y proclamaba la sucesión de su hijo Constantino I, el primer emperador cristiano. Este miliario fue depuesto algún tiempo más tarde y arrojado a un pozo abandonado, situado en la meseta junto a la carretera, en la zona norte del asentamiento, de donde fue recuperado en los años 60 del siglo XX. La tardía fortaleza romana de Tripontium No se conoce exactamente cuándo ni por qué fue construido el cercado con foso que se extendía en la vía romana sobre la meseta, comprendiendo aproximadamente 3 acres de tierra. Basándose en evidencias cronológicas fue sugerido en los informes primero y segundo que el foso y los baluartes podían haber sido construidos en la primera parte del siglo IV d.C. y terraplenados lo más 10 ó 20 años más tarde. Como propuso BR Hartley en su texto sobre las evidencias cronológicas, considerando el contexto histórico y asumido que esto era un cerramiento defensivo, tendría más sentido que hubiese sido construido en la segunda mitad del siglo IV (Hartley, 1966: 52). El testimonio era un terminus post quem que, por tanto, no excluye esa posibilidad (Cameron, 1969 y 1972). La vía romana, ahora la A5, tenía asentamientos cada diez millas. Viajando hacia el norte desde Verolamium (St. Albans), la sucesión de asentamientos fue Durocobrivae, Margiovinium, Lactodorum, Bannaventa, Tripontium, Venonae, Manduessedum, Letocetum, Pennocrucium, Uxacona, Viroconium y progresivamente al interior de Gales (figura 9). En todos estos centros romanos se ha llevado a cabo alguna investigación y excavación y algunos, si no todos los informes han sido publicados. Aunque los asentamientos difieren en escala y propósitos se hallaron, al menos en seis sitios, testimonios de tardías fortificaciones romanas similares y coetáneas (figura 9). En cada caso fueron construidos fosos defensivos rectangulares y murallas, normalmente en la meseta, abarcando la vía romana (Webster, 1966: Letocetum, Pennocrucium) (Lucas, 1971: Bannaventa). El escritor Amiano Marcelino informó en Barbarica Conspiratio que desde el año 365 d.C. hubo en Inglaterra una invasión coordinada de los bárbaros, compuesta por Pictos, Scotos, Sajones y Atacotos. La invasión encontró una ocasión oportuna en la disminución en el número de tropas, a la cual siguió una significativa derrota militar en Europa en el año 353 d.C. En respuesta a la inquietud provocada fue enviado desde Roma Teodosio con cuatro regimientos. Amiano Marcelino dice que Teodosio tuvo éxito expulsando a los insurgentes en el año 369 d.C., al crear un sistema de defensas. nº 5, Enero 2008 Varios arqueólogos, entre los cuales se encuentran Graham Webster, Brian Hobley y Jack Lucas, han propuesto que la cadena de fortificaciones observadas en las Midlands inglesas es parte de este sistema defensivo establecido por Teodosio. La propuesta cobra fuerza al observar que todas las fortificaciones descubiertas hasta la fecha están ubicadas en altura y, por tanto, permiten una buena capacidad defensiva y una potencial comunicación, por ejemplo mediante señales de humo. Graham Webster usa el término Burgi para describir estos sitios, trazando comparaciones con los asentamientos de igual cronología descubiertos a lo largo de las rutas romanas en Alemania y Francia. La aparentemente corta vida de los fosos de Tripontium y los indicadores cronológicos parecen sostener esta teoría al menos en Tripontium. Sin embargo, se necesitaría una investigación mayor para establecer esta hipótesis con alguna certidumbre. Discusión: El análisis de las monedas y de las cerámicas que son susceptibles de ser datadas sugiere que la actividad durante la ocupación de Tripontium fluctuó considerablemente durante los 400 años del periodo romano. Aunque hay monedas representativas de la mayoría de los periodos, la mayor actividad parece tener lugar durante el siglo IV, particularmente en la primera mitad y en la última década. No ha sido aún posible excavar la totalidad del área ocupada por el primer asentamiento. Partes de la propia vía romana y de sus márgenes, en el centro del asentamiento, serían de particular interés si llegasen a ser accesibles. Sin embargo, Contexto histórico Invasión de Inglaterra por Claudio Establecimiento de la zona defensiva Revuelta iceniana Fundación de Lindum Colonia Fundación de Colonia Nervia Glevensis Reconstrucción en piedra de la fortaleza legionaria de Deva Comienza la construcción del muro de Adriano Revueltas civiles en el norte de Britania Caracalla extiende la ciudadanía romana Reconstrucción del muro de Adriano Constantino sucede a Constante Incursiones de picots, sajones, scoots… Teodosio restaura algunas ciuitates Mejora de las defensas de Britania el descubrimiento y excavación de las sustanciales estructuras de piedra del área 3, la mayor posiblemente una mansio, o un centro administrativo cercano a una casa de baños pública, ha contribuido al conocimiento de la Britania romana y han ensalzado el perfil de Tripontium. Hasta las excavaciones de la RAS se pensaba que éste era sólo un sitio menor de parada en la ruta hacia el norte. La evidencia de recursos para su desarrollo y perfeccionamiento durante la época romana sugiere que Tripontium fue de gran importancia, tanto para la población local, como para los viajeros. La tabla (fig. 10) ofrece un breve resumen proponiendo fechas significativas aproximadas para el periodo vital del asentamiento romano de Tripontium: En el año 2000 fue abierto un nuevo museo en el centro de Rugby. La galería principal fue diseñada para exhibir los hallazgos de Tripontium y, en diciembre de 2006, fue designada con el nombre de Jack Lucas Gallery. Se trataba de un adecuado tributo para recordar la muerte del tanto tiempo director de la Rugby Archaeological Society. El Rugby Museum puede ser un excelente centro para la difusión de información del asentamiento romano de Tripontium. La autora es Principal Lecturer en Informática en la Universidad de Coventry y, desde 1992, trabaja como voluntaria en la Rugby Archaeological Society, desempeñando las labores de secretaria y editora. (versión española: Pedro Fernández Cocero) Fecha aprox. 43 d.C. 47 60 100 110 122 180 200 306 364 369 >400 nº 5, Enero 2008 Acontecimiento en Tripontium Fundación de Tripontium Construcción del edificio 1 Construcción del edificio 2 Construcción del edificio 3 Construcción de las primeras termas Construcción de las segundas termas Desmantelamiento de las segundas termas Construcción del edificio 4 Construcción de las terceras termas Miliario de Tripontium Construcción del cerramiento defensivo Amortización del cerramiento defensivo Último dato cronológico El Nuevo Miliario 21 INTERPRETACIÓN CONCEPTUAL DE LA MANSIO ROMANA A TRAVÉS DE LOS ESTUDIOS VIARIOS. LAS STATIONES - MANSIONES DE LA VÍA LATINA EN EL TERRITORIO TUSCULANO (LACIO-ITALIA)1 María Hernández Martínez La ciudad de Tusculum se encuentra en el margen exterior del volcán albano, en torno a 2 km al Sur de Frascati, a poco menos de XIV millas de Roma por la vía Latina (McCracken: 1948) y a XV millas por la Labicana (Dion. Hal., X, 20) (v. fig. 1). término mansio2. En este sentido, también el territorio tusculano nos deja ver ciertos atisbos de una posible función militar recaudatoria, en alguno de los lugares de etapa situados en sus fronteras o en proximidad a éstos3. En torno a la construcción de la vía romana se prevén toda una serie de infraestructuras administrativas y comerciales (fora, tabernae, praetoria, stationes y mutationes) que no siempre resulta fácil diferenciar y que en muchos casos conviven con una función ligeramente diferenciada. Generalmente se acepta la diferenciación entre varios tipos de lugar de descanso en un recorrido viario, basándose en la distancia entre cada una de sus etapas y en la consecuente funcionalidad de las mismas. Las paradas o stationes se denominan mutationes cuando se ubican a una distancia de 8-9 millas y sirven al cambio de los caballos en los servicios «veloces», como los cursus publicus, cursus velox o cursus clablarius. Cada seis u ocho mutationes (48-64 millas), dependiendo de la afluencia de cada recorrido y del tipo de viajeros asiduos al mismo (a caballo, con carros de mulas o caballos, a pie, milicias... etc.), se sitúan las mansiones, donde se puede comer y pernoctar y donde además se llevan a cabo actividades comerciales y de culto. Comenzaremos por definir la que es una de las formas básicas de lugar de descanso o parada temporal dentro del recorrido viario, la denominada mansio. No podemos analizar este término sin tener en cuenta paralelamente otras definiciones como las de statio, mutatio e incluso la de castrum. Con relación a este último término, debemos tener en cuenta que el concepto de etapa de descanso, regularmente establecida a una cierta distancia respecto a su precedente y sucesiva, puede radicar su origen en la necesidad militar de establecer lugares de acampada para los ejércitos en movimiento; de este modo, hay autores que sitúan esta funcionalidad en el primitivo uso del Debemos tener en cuenta que el territorio suburbano de la magna urbs, donde se sitúa el ager Tusculanus, acoge un flujo viario tan intenso que es posible observar en los diferentes recorridos principales un 1) Ubicación geográfica del territorio tusculano. Vista del conjunto volcánico albano desde el Monte Giannicolo de Roma 22 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 continuum de tabernae, termae y mansiones a lo largo de varias millas de distancia. De este modo, es difícil precisar dónde comienza y acaba la aglomeración poblacional de cada posible statio. Abordaremos la funcionalidad de las mansiones presentes en el territorio, en proximidad al límite este del ager Tusculanus con el ager urbis Romae4 (desde el Casale di Morena, milla IX de la vía Latina, hasta la statio Ad Decimum, milla X de la misma vía); resulta fundamental la ubicación de estos lugares poblaciones en puntos de compita entre las vías de salida de Roma y los primitivos recorridos transversales (desde las montañas hasta el mar Tirreno) que sirvieron en la Antigüedad, y aún servían a comienzos del siglo XX, a los grandes movimientos trashumantes. Otro aspecto que no debemos olvidar es el de la dependencia territorial respecto a una ciuitas vecina de las stationes del camino. En este sentido, no es difícil explicar la presencia de numerosas aglomeraciones del tipo uicus en el territorio lacial —y por ende en el tusculano— que, como perpetuación de una realidad arcaica de organización del territorio se encuentran presentes, incluso en época imperial, en las stationes de los recorridos viarios y que, a través de la epigrafía, podemos vincular administrativamente con los municipios más próximos5. 2) Recorridos transversales a la vía Latina en las millas VIII y X, de clara tradición prerromana (G. M. De ROSSI, 1979, «Bovillae», Forma Italiae) Las posibles mansiones viarias presentes entre las millas IX y X de la vía Latina se acogen a una interpretación diferente a la de la tipología tradicional basada, como hemos ya indicado, en la distancia entre las etapas de una misma vía. En esta parte del territorio, frontera entre Roma y Tusculo, debemos hablar de puntos de mutatio, atendiendo a la distancia que les separa de Roma; sin embargo, estos enclaves, ubicados tan próximos a Roma y a su vez tan cercanos entre sí no pueden servir estricta y únicamente a la función pública de servicio al correo oficial. Probablemente, con relación al estudio específico de las mansiones, el mayor interés de estos dos enclaves en las millas IX y X de la vía Latina, radica en la diferente forma de ocupación que observamos en uno y otro caso, estrechamente relacionada con la uilla y el uicus, respectivamente. Ambos tipos de aglomeración se encuentran vinculados en nuestro territorio al desarrollo de las diferentes actividades pertenecientes al entorno viario. Comenzamos por la milla X que, al igual que la previa milla VIII, corresponde a un punto de compito viario entre una vía de salida de Roma, la Latina, y otra vía no menos importante, que comunica las montañas centrales de Italia con dos de las costas del país, la tirrénica y la adriática (v. fig. 2). Estos compita se corresponden con aglomeraciones más o menos importantes que desempeñan una función de statio-mansio nº 5, Enero 2008 3) Fundamentos de una de las villas situadas junto a la vía Latina en la milla X en gran proximidad a la ciudad de Roma pero a gran distancia de los puntos de llegada y salida de las vías transversales. De este modo, actúan como mansiones para los viajeros de este recorrido transversal que se detienen a su llegada a la vía Latina con motivo no sólo de la larga distancia recorrida sino también de ciertos intereses comerciales. Este enclave reúne todas las características propias de una man- El Nuevo Miliario 23 4) Distribución de las estructuras de habitación y de los monumentos sepulcrales en la statio-mansio de la milla X de la vía Latina (T. ASHBY 1907, «The classical topography of the roman campagna. The via Latina», PBSR, Vol. IV, Part I-III, Section I-II, London. sio a larga distancia: lugares de mercado, capillas de culto, instalaciones de habitación e incluso una importante concentración de estructuras tumbales de gran envergadura, así como una «mancomunidad de propietarios». Debemos añadir que el núcleo poblacional que constituye la statio tiene una perduración en el tiempo que va desde el período arcaico hasta el período tardo-antiguo. La continuidad en el uso de las estructuras presentes en este punto se observa en el ámbito de las estructuras edilicias que forman parte del paisaje de la statio (comúnmente llamadas villas pero probablemente en algunos casos relacionadas, al menos parcialmente, con funciones propias de las posadas o mansiones) y que deben jugar un papel activo en el desarrollo de la misma (v. fig. 3). Igualmente, la continuidad en el uso de esta statio se constata en el ámbito cementerial, conviviendo a ambos lados de la vía los sepulcros republicanos y las catacumbas paleocristianas (v. fig. 4). Observamos que las estructuras edilicias que formaron parte de la statio se orientan perfectamente respecto a la vía principal y que hay un interés claro por 24 El Nuevo Miliario formar parte del núcleo del compitum, ya que, si bien la envergadura de las estructuras es considerable, la extensión de terreno adyacente a las propiedades no lo es; de este modo, es plausible considerar que no estuvieran relacionadas con la producción agraria sino con una función comercial o de servicio relativa al tránsito viario6. El caso de la milla IX, localizada al igual que los dos puntos anteriormente citados en un compitum viario (si bien no se trata de un cruce entre la Latina y una vía trashumante), se diferencia de éstos en que, el papel de la mansio y del compitum en sí mismo no puede estar relacionado con el movimiento trashumante característico de las vías transversales sino con la importancia de la propia vía Latina y con la traída de aguas a través de los acueductos laciales que confluyen en gran número en torno a este punto. Son dos las propiedades documentadas a la altura de la milla IX: la llamada villa dei Centroni, en la parte norte de la vía Latina, y el gran fundo Morena, en la parte sur. Con relación a la villa dei Centroni tenemos pocos datos seguros en cuanto a su interpretación, y su ubicación, nº 5, Enero 2008 apartada de la vía principal, no permite relacionarla directamente con una mansio de la vía Latina7. Queremos destacar sin embargo el papel de la segunda, el fundo Morena, por ser un ejemplo bien estudiado y por contar con paralelos recientes en la milla VII de la misma vía Latina. Comenzaremos por destacar un aspecto fundamental que diferencia a las propiedades situadas junto a la vía, como el fundo Morena, de aquellas distribuidas al interior del territorio, como la villa dei Centroni, y es su construcción al nivel de la propia vía y con la misma orientación que ésta; es decir, el paisaje del suburbano tusculano se caracteriza por las villas de placer emplazadas en colinas de media altura, sin embargo las estructuras de habitación situadas junto a la vía no buscan esa distinción topográfica (v. fig. 5). En este sentido, es lógico entender que las propiedades ubicadas junto a la vía principal pretendan ser accesible a ésta y en consecuencia desarrollen una cierta actividad ligada a la vía. Si bien la propiedad Morena, y la posible mansio acogida en su interior, no se constituyen como una aglomeración poblacional, como en el caso de la milla X, por el contrario perpetua el esquema clásico de la statio-mansio, donde además de una continua alineación de monumentos funerarios8 se ubica un centro cultual (bien constatado a partir de época medieval9) y muy probablemente una bifurcación hacia el territorio tusculano, en dirección a Frascati. A su vez, en el caso de la propiedad Morena observamos esa continuidad cronológica de uso desde época romano-republicana hasta nuestros días, una característica invariable y común a todos los puntos estratégicos de una vía. Por otro lado, se conserva una inscripción en la cual dos ediles curules del agro suburbano, uno de ellos Varro Murena (identificado con A. Terentius), conceden a los magistri uici una parte de un terreno para erigir 5) Propiedad Morena. Pervivencia de las estructuras romanas bajo las medievales, permitiendo conocer su orientación y magnitud (foto: DE ROSSI, 1979, op. cit., p. 99). 6) Detalle. Topografia geometrica dell’agro romano de C. Dalla Pergola (1704). nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 25 7) Detalle de la extensión de la propiedad Morena en época medieval. La orientación de las dos imágenes es S-N y N-S respectivamente (Catasto Alessandrino, 1659-1660 y DE ROSSI, 1979, op. cit.). 26 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 8) Excavación arqueológica en la milla VII (SAR, 1999). Descubrimiento de una superposición de parcelaciones agrarias romanas (DI BLASI et al., 1999). un monumento10. En este sentido no es de extrañar que un funcionario edilicio como Murena tuviera una propiedad de tal importancia junto a una vía principal y que, en proximidad a ésta se situase un uicus; dicho uicus ha sido emplazado por algunos autores en torno a la milla VII de la vía Latina11. La argumentación para tal ubicación —el hallazgo de la inscripción en la milla VII— no resulta suficiente para atribuir a este posible vico de la milla VII la pertenencia de la propiedad Morena, ciertamente alejada de este lugar; por el contrario, parece más plausible que la propiedad Morena perteneciese a alguna aglomeración más próxima, concretamente a la milla VIII. En torno a esta milla se localizan numerosos monumentos funerarios y algunas estructuras de habitación romana, además de las cercanas propiedades latifundistas de Centroni y Morena. También existe en este punto un compito viario donde, bajo la edificación medieval del «Casalotto», encontramos una vez más los fundamentos de una estructura romana orientada respecto a una nº 5, Enero 2008 vía transversal que corta a la Latina (v. conjuntamente fig. 2 y fig. 6). Llegados a este punto vamos a conocer otro ejemplo de gran extensión latifundista en la milla VII, cuya ubicación topográfica y organización interna puede sin duda encontrar un reflejo en el caso de la propiedad Morena (v. conjuntamente fig. 7 y fig. 8). De nuevo, estamos en una propiedad con una gran cantidad de terreno de cultivo disponible, cuyo uso puede fácilmente estar relacionado con una posible actividad económica, beneficiada por la ubicación en proximidad a la vía Latina. Varios son los aspectos parangonables con la propiedad Morena; entre ellos, su ubicación en un importante compitum viario —pudo ser un primer punto de descanso en la salida de Roma por la vía Latina-, dicho compito se organiza en la coincidencia del paso de un curso fluvial— «ponte di Sette Miglia», al igual que el «ponte di nono» de la propiedad El Nuevo Miliario 27 Morena- y la extensión agraria puede ponerse en relación con unas estructuras edilicias romanas ubicadas en proximidad, si bien en este caso orientadas hacia la vía transversal y no hacia la propia vía Latina. Del mismo modo, las estructuras romanas aún hoy visibles describen un recinto cuadrilátero realzado y coronado por una torre en época medieval, siguiendo el mismo modelo que en la propiedad Morena12. CONCLUSIONES Tanto el uicus como el gran dominio (fundus o uilla) tienen la consideración topográfica y administrativa de una explotación territorial. La diferencia entre el uicus y el fundus radica en que el primero agrupa explotaciones autónomas, reunidas bajo un origen, una cultura y/o un objetivo común, y el segundo se constituye como una comunidad de trabajo bajo una dirección única, sometida a una estricta jerarquía. Las numerosas propiedades individuales, las uillae o mansiones que se ubican, con una mayor o menor extensión de territorio —en cualquier caso de gran envergadura edilicia—, junto a los principales recorridos, pueden estar realizando funciones propias de una mansio sin ser necesariamente un punto de parada oficial en el camino. Investigadores del British School de Roma han señalado recientemente la existencia de villas situadas en proximidad a las vías principales con la función de hospedar a los viajantes, al modo de una mansio13, o incluso ejerciendo algún tipo de patronato sobre el conjunto de una población rural circundante. Este dato aparece bien documentado tanto en la Etruria meridional como en la Sabina14. Sabemos que los grandes patricios romanos albergan esporádicamente a conocidos y amigos en sus villas, e incluso, en ocasiones, sus propiedades actúan como verdaderas mansiones «privadas» en un recorrido viario. En este sentido, Cicerón (Att., IX, 9) nos relata cómo a su vuelta hacia Roma desde Formia, pasa por Terracina y se detiene «a pernoctar en casa de Pompeyo en Albano», a muy corta distancia ya de Roma. Topográficamente podemos aún hoy observar que las villas más antiguas y fundamentalmente las más grandes se ubican junto a las arterias de comunicación principales. En el territorio tusculano podemos mencionar numerosos casos junto a la propia vía Latina. La gran propiedad latifundista de la milla IX, el casale di Morena, así como las villas situadas en la milla X, de grandes dimensiones pero con poco terreno cultivable, podrían formar parte, si bien parcialmente, de estas instalaciones de servicio cuyo desarrollo está claramente vinculado a su disposición junto a la vía principal. 28 El Nuevo Miliario BIBLIOGRAFÍA BARBINA, P.; DELL’ERA, F. (2005): Le ville: distribuzione sul territorio e scelte insediative, Il liberto Faonte, il notabile Marco Claudio Ponzio Ponziano Marcello e i loro vicini, Roman villas around the Urbs, Interaction with Landscape and Environment. Procceedings ofo a conference held at the Swedish Institute in Rome (September 17–18, 2004), Eds. B. Santillo Frizell & A. Klynne, Roma, p. 3-7. CALCI, C. (dir.) (2005): Via Latina, Roma archeologica. Le scoperte più recenti della città antica e della sua area suburbana, ADN Kronos libri, p. 445-453. COARELLI, F. 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De Rossi cree que la historia de este lugar de culto puede remontarse hasta, al menos, tiempos de Onorio I (s. VII d. C.): véase M. ARMELLINI (1891): Le chiese di Roma dal secolo IV al XIX, p. 889-890. 10. C. I. L., VI, 1324. NOTAS 11. Véase F. GROSSI GONDI (1908) : «Il Tusculano nell’età classica», p. 40-41. 1. En el presente número del NM se reserva un apartado para tratar de forma detallada el concepto de mansio a partir de los textos y la documentación cartográfica antigua; nosotros nos limitaremos a esclarecer únicamente la evolución funcional de las mansiones a la luz de los hallazgos arqueológicos y dentro del marco geográfico del Lacio Antiguo. (N. del Ed.: el concepto de mansio desde un punto de vista teórico se tratará en el número siguiente de El Nuevo Miliario, véase página 5 de este número). 12. Véase el estudio pormenorizado de las estructuras en L. QUILICI (1974): «Collatia», Forma Italiae, Regio I, vol. X, Roma. 2. No debemos olvidar sin embargo que los documentos cartográficos en los que se basan estas afirmaciones corresponden al siglo III d. C. [DAREMBERG, C. (1969): «mansio», Dictionnaire des Antiquités grecques et romaines, (1877-1919 versión original), 10 v., Paris]. 14. Véase PATTERSON ET AL. (2005). 13. Con anterioridad, SILLIÈRES (2003) afirmaba que los propietarios de villas próximas a las vías instalaban albergues y «cabarets» en su propiedad, y da prueba de ello a través de diversos autores antiguos que hablan de su uso habitual. 3. En gran proximidad, por la vía Appia, se ubica la statio Bouillae, representada en la Tabula Peutingeriana a través de grandes almacenes de grano. Con relación a la recaudación de la annona militaris véase HERNÁNDEZ (2004); también G. ARIAS (2002): «La annona y el Itinerario Antonino», Anexos de El Miliario Extravagante, 4, p. 31 ss. 4. Sabemos que, al finalizar el siglo III a. C., el límite del pomerio de Roma se encuentra situado en torno a la milla X (Liv., Per., XXVII, 37, 9). 5. El uicus es el resultado de la concentración humana en primitivos puntos de descanso a lo largo de las principales vías del mundo romano, incluso antes de que tengamos constancia del uso del término mansio en época romana. Véase HERNÁNDEZ (2006); también M. TARPIN (2002): Vici et pagi dans l’occident romain. Ecole Français de Rome, 485 p. 6. Para ver detalles de las actividades comerciales constatadas a través de la epigrafía en este enclave véase HERNÁNDEZ (2004). 7. Véanse algunos detalles en DI MATTEO (2002). nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 29 CAÑADA Y CALZADA DE LA PLATA TRAMO 3: FRADES DE LA SIERRA - SALAMANCA Santiago Bayón Vera Presidente de la Asociación para la Recuperación Integral de las Cañadas «90 Varas» Ruta de La PLata 30 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Provincia: Salamanca Términos municipales que atraviesan la Cañada Real de la Plata Frades de la Sierra Pedrosillo de los Aires Membribe de la Sierra San Pedro Rozados Morille Mozárbez Aldeatejada Barbadillo Carrascal de Bárregas Salamanca Términos municipales que atraviesan la Calzada Romana. Frades de la Sierra Pedrosillo de los Aires Membribe de la Sierra San Pedro Rozados Morille Mozárbez Aldeatejada Salamanca Términos municipales que atraviesan la vía férrea Ruta de la Plata (Astorga – Plasencia) Montejo Ruta de La PLata nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 31 La Maya Fresno – Alhóndiga Encinas de Arriba Sieteiglesias de Tormes Ejeme Alba de Tormes Terradillos Arapiles Carbajosa la Sagrada Salamanca Términos municipales que atraviesan Camino de Santiago Sur Frades de la Sierra Pedrosillo de los Aires Membribe de la Sierra San Pedro Rozados Morille Mozárbez Aldeatejada Barbadillo Carrascal de Bárregas Salamanca En el paraje Prado de Pineda como hemos señalado anteriormente cañada y calzada se unen para discurrir solapándose durante parte del recorrido. La llanura va quedándose atrás al introducirse en el término municipal de Frades de la Sierra pasan, cañada y calzada cercanas a la entidad de población de Navarredonda de Salvatierra, donde el P. Morán colocaba una mansio Sentice.1 Hoy solo quedan edificios en ruina en una ladera pendiente. La vía pecuaria y la calzada discurren entre alambradas de espinos con una anchura que oscila entre 50 y 75 metros. En las proximidades de la entidad de población casi despoblada de Navarredonda de Salvatierra las únicas edificaciones que se mantienen en pie son utilizadas como segunda residencia, vertederos, escombreras y zanjas sirven de obstáculos a la calzada y la cañada. La Calzada Romana Vía de la Plata abandona a la Cañada Real de la Plata por su derecha para penetrar en el término municipal de Pedrosillo de los Aires para pasar junto a mansio Sentice, actual entidad de población de La Dueña de Abajo, donde existen dos miliarios unos de los cuales ostenta el número CLIX, y en el llamado teso de la Ermita quedan ruinas de edificios, también en la llanura aparecen cimentaciones de carácter romano que nos da la idea que nos encontramos en la mansio y no como la colocaba el P. Morán a escasos kilómetros en Navarredonda de Salvatierra. Citemos textualmente a J.M.Roldán Hervás «Sentice (láms. III, 24; X, 4; XXIX, 3; XXX, 1.2).Esta mansio está 32 El Nuevo Miliario también atestiguada por las fuentes antiguas como ciudad o asentamiento urbano indígena, aunque solamente en fuentes geográficas, que nada ilustran sobre la particular historia de sus habitantes. Su nombre aparece en el Itinerario de Antonino (434, 3), el Ravennate (IV 45, 8) y Ptolomeo (II 6, 49)» «Era, según el Itinerario, la mansio más próxima a la de Salmantica por el sur, de la cual distaba 24 millas. Su localización ha sido muy discutida. Morales y Ceán Bermúdez la sitúan en Siete Carreras, movidos quizás por haberse encontrado allí un miliario, el CLXVIII, por su carácter de cruce de caminos y por la pervivencia de dos ventas, de las que aún quedan restos. Tal hipótesis, sin embargo, no puede admitirse hoy en serio, entre otras muchas razones, porque Siete Carreras está sólo a trece millas de Salamanca, es decir Salmantica. Por su parte Saavedra, Fdez. Guerra y Villar y Macías la colocan en Frades que es el núcleo de población más importante de los alrededores, aunque tiene en contra el hecho de que la calzada no pasa ni por el lugar ni por sus alrededores. Por último queda la hipótesis aceptada comúnmente de colocar Sentice en el despoblado de la Fuente Santa o en Navarredonda de Salvatierra, cerca de este lugar, aunque la calzada tampoco pasa por el pueblo o sus cercanías, tesis que sustenta Antonio Blázquez.» Esta hipótesis moderna de la Fuente Santa con mayor rigor científico la expone el más profundo conocedor de la calzada en la provincia de Salamanca, el P. César Morán Para ello respecto a distancias. Morán se apoya en el miliario de la Dueña con el número CLIX y en la mansio que sigue a Sentice, ad Lippos, que sitúa correctamente en el pueblo de Valverde de Valdelacasa. No estamos de acuerdo con tal ubicación, debido a varias razones. El razonamiento del P. Morán es el siguiente: «(En la Dueña) hay uno (un miliario) con el número 159, y éste nos declara que Sentice, tercera mansión salmantina, octava desde Mérida, queda tres millas más atrás, pues se halla a 156 millas de Mérida, 12 desde ad Lippos conforme al Itinerario» El error está en que de Sentice a la mansio siguiente no hay 12 millas, sino 15 que se leen sin variante alguna en los mejores códices. Por tanto este miliario CLIX no marca tres millas más adelante de la ubicación de la mansio, sino el lugar exacto de su emplazamiento. Aparte de la coincidencia de los códices en el número XV, hay confirmación arqueológica e incluso simplemente matemática. Admitiendo que la milla en un mismo camino no puede ser de valor variable sino que ha de adaptarse a un patrón fijo con error en todo caso de unas decenas de metros, si Sentice se coloca en la Fuente Santa la distancia a través de la calzada hasta Salmantice, mansio que no ofrece en absoluto problemas de ubicación, sería de 39.500 ms. Esto obligaría a nº 5, Enero 2008 aceptar una milla, puesto que de Sentice a Salmantice se coincide unánimemente en 24 millas, de unos 1.670 ms. sólo para este último trayecto, mientras que la anterior sería de 1.450, lo cual es absurdo pensar en un camino tan uniforme y en un trecho tan corto. La prueba matemática, después de todo, no tendría ningún valor por sí sola si la arqueología no viniera a ofrecer también una documentación positiva. Morán, aparte de la prueba del miliario, aduce que el colocar aquí Sentice, de sentís, ‘zarza’, cuadra perfectamente al lugar, de magníficos zarzales en los prados y a las orillas del ancho camino. Sigue diciendo que hay agua abundante, según se desprende del nombre de Fuente, y que han llegado hasta la actualidad tres ventas con ruinas de casas ya desaparecidas y una ermita común pozo en su interior de agua potable. Hemos inspeccionado el lugar, y, efectivamente, quedan las ruinas de la ermita, pero el sitio no nos parece apropiado, ya que se encuentra encajonado en la ladera de una pequeña pendiente con la calzada a sus pies formando hoy un canchal al que se mezcla la tierra rojiza y los abundantes riachuelos que se forman y que hacen intransitable el camino. Fuera de esta ermita no hay otros restos arqueológicos que permitan afirmar que se trate de los restos de un núcleo antiguo de población que pueda remontarse a la época romana. Si no es éste el lugar de emplazamiento de Sentice, habrá que buscarlo de acuerdo con los datos del Itinerario y lo que ofrezca la exploración arqueológica. Según aquéllos la mansio debía estar en el miliario CLIX, estas millas de Emérita y a 24 de Salamanca. Es esto; por lo menos, lo que se desprende de los manuscritos más dignos de crédito, según la edición que hemos consultado de D. Guntz. La prueba no puede ser más evidente: justamente en la Dueña de Abajo, finca en el término de Pedrosillo de los Aires, se encuentran dos miliarios (lám. XXIX, 3), uno de ellos con este número: CLIX49. Formaba parte del porche que sostenía un tejadillo de una vieja ermita, como la que se ve algo más arriba en Calzadilla de Mendigos. Hoy esta ermita ha desaparecido por completo y sólo queda su recuerdo en el nombre del cerrito en el que se levantaba: el teso de la ermita. Si el miliario no está absolutamente «in situ» no puede haber sido traído de muy lejos, en primer lugar porque las distancias coinciden casi absolutamente y en segundo lugar porque no es fácil mover estos cilindros de más de dos toneladas de peso. Además del miliario de la Dueña para rastrear el lugar de S entice tenemos otros que nos pueden precisar exactamente su emplazamiento, una vez supuesto que se conoce el camino exacto, que, por otra parte, no deja lugar a dudas y se reconoce a lo largo de todo este trayecto. Son éstos, el miliario de Calzadilla de Mendigos, que también conserva el número: CLXV, nº 5, Enero 2008 el de Fuenterroble, que según el P. Morán tenía el número GXLVIII, y el más seguro de todos, el de Valverde de Valdelacasa, que se encuentra in situ sin duda alguna 50. Con respecto al primero, el de Calzadilla, con el número GLXV, debía estar a seis millas de la mansio, o sea, a 8.800 ms. La distancia exacta del miliario al lugar es de 8.800 ms. El de Fuenterroble no nos sirve porque no está in situ, ya que está hoy de poyo en una casa del pueblo. Aquí no se puede aducir que sea difícilmente trasladable, porque, en este caso, se trata de dos fragmentos de unos 60 centímetros de largo. Y por lo que respecta al miliario de Valverde con el número CXLIII, o sea, a 16 millas de la mansio, la distancia con curvímetro hasta el teso de la ermita es de 23.700 metros, lo que se adecua perfectamente a la distancia matemática exigida. Una vez comprobado que las distancias de los miliarios están de acuerdo entre sí y con los datos del Itinerario, puesto que las 24 millas o 35.500 metros. se cumplen midiendo con curvímetro desde la Dueña a la salida del puente de Salamanca, queda por ver la razón de más peso y la única, en definitiva, que puede dirimir la cuestión del emplazamiento: la confirmación arqueológica. Con el nombre de la Dueña se conoce dos fincas situadas al SO. del término de Pedrosillo de los Aires, que como distintivo llevan el nombre de Grande o de Arriba y Chica o de Abajo. Es en ésta donde se encuentran los miliarios. Forma un farallón rocoso, como una proa dirigida hacia el oriente con una ligera inclinación de ésta hacia el sur, en la estribación oriental de la Sierra de la Dueña de 1.168 ms. de altitud máxima, que a su vez forma parte del macizo de Peña Gudiña. Su altura es de 970 ms., dominando un vallecito que cierra al oeste el pico de la Dueña, al sur Peña Oreada, al norte Peña Larrade y al este el cerro de Amatos. Está regada al norte por el regato del Malpaso, afluente del río Alhándiga y con abundantes fuentes, una de las cuales podría seguramente remontar a la época romana. Su situación es magnífica dominando un amplio espacio desde su altura, con agua abundante y con muchos zarzales, con lo que el nombre incluso se puede explicar. La fotografía aérea nos ha proporcionado la documentación para trazar su perímetro, muy semejante al de la ciudad de Caparra, aunque algo más pequeño y cuyas medidas máximas son de 550 ms. de norte a sur y de 400 de este a oeste (lám. X, 4). Quedan en la foto huellas que pueden interpretarse como restos de edificios en todo el perímetro. Por lo que respecta a la prospección sobre el terreno, se pueden ver en la acrópolis, al norte, cimientos romanos de cantería de medio metro de espesor (lám. XXX, 1) y también otros en la ladera oriental, junto a los miliarios, y en la punta NE. un cuadrilátero perfecto que marca el mayor El Nuevo Miliario 33 espesor y altura de la hierba en derredor, de 140 X 130 ms. y, por último, al SW. otro de 150 X 115 metros. A 100 metros. de la casa, por un camino, rumbo SE. se llega a otro cuadrilátero que marcan los arbustos de 100 x 75 ms. en cuyo lado oeste hay una fuente de tipo romano, aunque muy descuidada y de factura sencilla y rústica de donde aún mana agua (lám. XXX, 2). La calzada pasa por su lado occidental con dos caminos secundarios, uno por el norte y otro por el sur que la comunican con la vía y que van a coincidir en la ladera oeste de la acrópolis. Sería muy interesante realizar una detenida excavación del lugar, que seguramente proporcionaría interesantes hallazgos en relación con la cultura indígena, y que pensamos emprender en fecha próxima. No hay pues duda de que hemos tropezado con la mansio de Sentice, o mejor dicho, con este núcleo de población indígena donde los romanos más tarde asentaron una de las mansiones de la vía. Queda ahora por dilucidar a qué pueblo pertenece este núcleo de población, que Ptolomeo coloca entre los vacceos. Sin embargo este punto no parece prestarse a discusión, puesto que su posición al sur de Salmantica, región casi en su totalidad vettona, hace que el dato de Ptolomeo haya de interpretarse como un error. En todo caso puede ser que los vacceos en el momento máximo de su expansión, siglos III yII, se apoderaran de gran parte de la región, llegando así hasta Sentice. Pero este estado de cosas desaparece con la llegada de los romanos y la restitución antigua de pueblos y fronteras. Sentice, por tanto, es una ciudad vettona dentro del marco de este pueblo que se establece en la provincia de Salamanca, en la inmediata región de Portugal, en la parte montañosa del norte de Extremadura y en los pasos de las sierras de Gata y Gredos con núcleos de población como Mirobriga, Gottaeobriga, Lancia Oppidana Capara, Lama y este de Sentice.2 Atraviesa la calzada la Dehesa de los Herreros por los parajes de Prado de la Plaza, La Posa, Dueña de Arriba y Los Piornales dejando a la derecha la Sierra de Herreros para unirse a la Cañada Real de la Plata e ir solapándose las dos con la carretera hasta el término municipal de San Pedro Rozados. Los pastizales dejan nuevamente paso a las dehesas de encinas y es muy frecuente encontrarse con grandes ejemplares de encinas en el interior de la cañada. Estas características se mantienen en el terreno del término municipal de Frades de la Sierra con un ancho de 75,22 metros. Linda la vía pecuaria por la derecha con la calzada y las entidades de población de La Dueña de Abajo y La Dueña de Arriba (anexos de Pedrosillo de los Aires) y entre los parajes de Prado de la Plaza y Las Barreras, cambia el rumbo anterior para dirigirse hacia el Noroeste, comenzamos la ascensión hacia el Pico de la Dueña (1.172 metros de altitud), donde se han instalado un parques eólicos de 34 El Nuevo Miliario grandes de dimensiones y que ha cambiado el paisaje en aras al progueso y el consumo de energía. Este cerro lo atraviesan cañada y calzada por la vertiente Norte Este por unas cuotas elevadas de hasta 1.140 metros de altitud. El espacio de las vías esta invadido por robles que lo hace intransitable a pesar de que se encuentra perfectamente delimitada por vallados de mampuesto a la derecha y de alambre a la izquierda. En la subida la cañada es invadida por encinas y a la bajada por robles. La Cañada Real de la Plata desciende por la llanura salmantina. Poco a poco los cultivos se extienden por toda la planicie dejando la formación arbórea en pequeños róales o bien en dehesas muy abiertas. Esta formación del Campo de Salamanca llega hasta la franja de río Tormes y finaliza tras atravesar la capital salmantina. La cañada y la calzada bajan hasta alcanzar la carretera de Frades de la Sierra a Salamanca a la altura del paraje Fuente de la Venta y entran por el paraje de Dehesa de los Herreros en el término de Membribe de la Sierra (que carece de Proyecto de Clasificación de Vías Pecuarias). La cañada y la calzada van lindando por la derecha con el término municipal de Pedrosillo de los Aires y a la izquierda por la entidad de la población de Navagallega y Segovia Doctor, atravesando los parajes El Pico, El Horcajo y Dehesa Segovia por donde se cruza con la vía pecuaria denominada Cañada de Rodera Molinera. Sigue atravesando los parajes Los Pocitos, Herreros de Salvatierra y Las Medinas. La vía pecuaria y calzada presentan una anchura de 75 metros quedando incluida en la parte izquierda la carretera de Frades de la Sierra a Salamanca. Dehesas mixtas de robles y encinas son las formaciones predominantes a lo largo de este recorrido durante 5 kilómetros hasta llegar a un estrechamiento natural motivado por el arroyo de los Mendigos. En las proximidades de la entidad de población de Calzadilla de los Mendigos se encuentra un tentadero así como naves aisladas y una ermita en mal estado de conservación (ruina total) de larga tradición pastoril donde descansaban los rebaños antes de emprender su camino hacia la capital salmantina y parada obligada para los peregrinos que seguían en Camino de Santiago del Sur. En este punto las dehesas que encontramos predominan las encinas. Siempre se ha hecho coincidir en punto la calzada y la cañada real, pero dista mucho de ser real ya que a unos quinientos metros a nuestra derecha hacia Salamanca aparece un túmulo, a veces rodeado por sillares labrados que nos indican que estamos en calzada romana, en paso con el arroyo de Mendigos nos existe ningún puente, pero si existen a las dos orillas del arroyo desgastes en las rocas producidos por pe- nº 5, Enero 2008 sados carruajes o carros que atravesaban estas tierras, hemos de suponer que paso del citado arroyo se realizaba por un puente de madera, no existe ningún documentos donde diga que tipo de puente existía en ese paso. A partir de esta zona cañada y calzada oscilan entre 30 y 50 metros de anchura. Salen las dos vías solapándose del término municipal de Membribe de la Sierra por el paraje de la Gargantilla. La Cañada Real de la Plata y la Calzada Romana entran solapándose en el término municipal de San Pedro Rozados por el paraje de Cabeza de Bernoy. Calzada y cañada van durante los primeros kilómetros con una anchura de 75,22 metros, pasando por los parajes de El Valle, Pozos Malos, Entre Calzadas y Pozo Borrego, solapándose ambas con la carretera de Frades de la Sierra a Salamanca. En esta zona los dos caminos están flanqueados por fincas de cultivos hérbaceos de secano que se expanden en su interior, intrusando más de la mitad de la Cañada Real de la Plata. A la derecha de la calzada y de la cañada están las edificaciones que componen la entidad de población de Berroy-Cemprón y a su izquierda el caserío de Miguel Muñoz, donde existieron dos mesones de los cuales aún puede contemplarse las ruinas que daban cabida a los peregrinos del Camino Sur de Santiago y a los pastores trashumantes. Cerca de este caserío hay restos del miliario de Nerón con el número CLXIIX. San Pedro Rozados. 2007 Miguel Muñoz. 2007 En el paraje del Barredo, llamado Siete Carreteras por ser un cruce de calzadas y vías pecuarias, se cruzan la carretera local de la Estación de Salamanca a Frades de la Sierra, la Calzada, la Cañada Real de la Plata, la carretera a San Pedro Rozados, la calzada de Alba a Ciudad Rodrigo y el camino que conduce al caserío de Miguel Muñoz. Al llegar calzada y cañada a la altura del paraje de Las Viñas, a su izquierda sale un camino o senda que lleva al casco urbano de San Pedro Rozados. En casco urbano en estos momentos existe un albergue de peregrino que da alojamiento a las personas que transitan por el hipotético del Camino de Santiago del Sur. Morille. 2007 Dentro del término municipal de San Pedro Rozados, calzada y cañada atraviesan los parajes de Suertes de la Caña, La Cruz y Navachacón, siempre solapadas por la carretera de Salamanca a Frades de la Sierra. A la altura del paraje Prado Caballo calzada y cañada hacen una intrusión en el término municipal de Morille, (Municipio donde se va a ubicar el CENTRO DE ESTUDIOS DEL VIAJE, donde «viaje» responderá desde un punto de vista conceptual a la idea de «tránsito», «paso», «itinerancia», y de forma más concreta a realidades como la trashumancia, el peregrinaje, los nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 35 desplazamientos en sus distintas manifestaciones. La ubicación del Centro en este municipio esta justificada porque el término municipal se dan cita numerosas vías: El Camino de Santiago del Sur, La Vía de la Plata y distintos itinerarios pecuarios, además de otros caminos y rutas (hacia las antiguas explotaciones canteras y mineras, paralelos al cauce del Zurguén, etc.). El Centro se ubicará en un edificio del que ya se ha puesto la primera piedra, se llamará precisamente «Centro de Recepción de peregrinos, viajeros y trashumantes»; contará con diversas salas: de exposiciones, de actos, una biblioteca (tienen ya unos 12.000 volúmenes dedicados al viaje y viajeros), este Centro, va ser un ámbito vivo, de creación - estudio - divulgación, y no un espacio museístico al uso.) Solapándose con la carretera anteriormente citada. Los cultivos de secano y los pastizales que acompañan a las dos vías han estrechado la vía pecuaria a tan sólo 15 metros. Ya en paraje de Los Tomillares, calzada y cañada van a caballo por la linde de los términos municipales de Morille y San Pedro Rozados, durante dos kilómetros de recorrido. A la derecha de las vías se encuentra la entidad de población de La Regañada, en el término municipal de Morille, que en otros tiempos sirvió de cobijo cuando subían los pastores trashumantes. Cañada y calzada salen de ambos términos municipales por el paraje de Malena para entrar en el término de Mozárbez. Ya en el término municipal de Mozárbez atraviesan estos dos caminos por los parajes de Cercados de Malena, Rozados, Prado de los Ángeles y El Valle. Cañada y calzada van paralelas a la carretera de Frades de la Sierra entre cultivos hérbaceos de secano que reducen la vía pecuaria a 25 metros de anchura. En el paraje de Centero a la izquierda de las vías sale un camino de unos doscientos metros que nos conduce hacia la entidad de población despoblada de Cilleros el Hondo, fundada en función del trasiego de ganados por la vía pecuaria y los peregrinos del Camino Sur de Santiago, en los fondos documentales de la Iglesia parroquial de esta entidad de población, iglesia que encuentra en estado ruinoso, mencionan y utilizan los términos de peregrinos y trashumantes en varios escritos. En las cercanías de esta entidad de población y un paisaje alomado existen grandes extensiones que en los siglos XVI y XVII que conformaban un gran descansadero de los ganados trashumantes antes de empezar la ultima etapa para llegar a la capital de la Provincia. Unos metros más adelante, en el paraje de Hoyo Hondo, la cañada y la calzada se separan. La Calzada Romana sigue hacia el Norte y la Cañada Real de la Plata tuerce hacia la derecha en dirección Norte Oeste. 36 El Nuevo Miliario La cañada real sigue por la Vereda de Aldeatejada, nombre que adquiere en este tramo la Cañada Real de la Plata. A la altura del paraje de Valle Cerras la vía pecuaria es atravesada por la carretera que conduce a Santo Tomé de Rozados, anexo al municipio de Mozárbez. En este tramo la cañada tiene una anchura de 60 metros y va entre cercados de alambre de espinos que delimitan las fincas. Se puede afirmar que durante un kilómetro la cañada se encuentra en buen estado, lo que diríamos que es un tramo ideal, casi imposible encontra en esta cañada y muy difícil en el resto de las cañadas La vía pecuaria se remonta ligeramente hacia el Norte y va a caballo entre los términos municipales de Miranda de Azán y Mozarbéz durante un kilómetro, por los parajes de los Llanos del Cordel, Tierra del Monte y Los Horcajos, para penetrar en el término municipal de Miranda de Azán durante un kilómetro por el paraje de Los Pradillos. A la derecha de la vía pecuaria se encuentra la entidad de población de Aldeagallega. En el término municipal de Miranda de Azán la vía pecuaria mantiene el nombre de Cañada Real de la Plata. La calzada romana, separada de la cañada real, sigue hacia el Norte y entra en el término municipal de Miranda de Azán por el paraje de Las Horceras. A la altura del paraje de Barga de Arriba la vía romana se cruza con la carretera que va desde Salamanca a Santo Tomé de Rozados para seguir hacia el Norte y paralela a la carretera. A dos kilómetros de distancia, la Calzada Vía de la Plata se encuentra con la entidad de población Aldeagallega, donde el P. Morán dice que apareció una lápida de mármol con nombres grecolatinos dedicada a IULIUS AQUILES por su padre IULIUS EUTIQUIUS. La calzada seguidamente salva el arroyo Gallego por un vado y continua paralela a la carretera que conduce a Salamanca, siguiendo en el término municipal de Miranda de Azán que queda a 2.500 metros de este punto. La calzada sale del término municipal de Miranda de Azán por el paraje de El Prado del Invernizo. Retomamos la Cañada Real de la Plata que hemos dejado en el paraje de Los Pradillos antes de entrar en el término municipal de Aldeatejada. La vía pecuaria entra en el término de Aldeatejada por el paraje de La Colorada. En este tramo la cañada tiene apenas 10 metros de anchura, a unos doscientos metros se cruza con la carretera comarcal 512 y con nº 5, Enero 2008 Cilleros el Hondo. 2007 Vista de Salamanca. 1570. Anton Van den Wyngaerde nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 37 el cordel que va hacia Salamanca y se juntará con la Calzada Vía de la Plata. Tercero y el Sanatorio de Martínez Andino en dirección noroeste y está rodeada de dehesas de encinas. En este término municipal la cañada atraviesa los parajes de Para Atrás, El Cordel para entrar en el término municipal de Barbadillo. La presencia de la carretera, paralela a la vía pecuaria, provoca que esta última no sea utilizada por vehículos agrícolas y el pasto sea bueno. En algunos puntos presenta exceso de vegetación arbustiva y escombreras. La calzada romana, ya en el término municipal de Aldeatejada, continua paralela al arroyo del Zurguén, se encuentra con la entidad de la población de Porquerizos y sigue hacia el Norte, para dejar a su derecha la entidad de población de Salvarodríguez, zona atravesada por numerosos arroyos. A la altura del paraje El Tejo la calzada se encuentra con el Cordel de Merinas y suben hacia la entidad de población de Sanchoviejo, que queda a la derecha. En este punto la calzada se solapa con la carretera C-512 hasta llegar al casco urbano de Aldeatejada. La calzada iba por la izquierda del casco urbano, hoy en día se ha construido el municipio encima de la misma calzada. La calzada sale del municipio de Aldeatejada por el Caserío de los Hoyos y, a partir de aquí, va pegada y solapándose con la carretera hasta alcanzar el término municipal de Salamanca que en su discurrir es atravesada por diferentes arroyos. Volvemos nuevamente a la Cañada Real de la Plata, que hemos abandonado a la entrada del término municipal de Barbadillo. Dado que el término municipal de Barbadillo está clasificado Sin Vías Pecuarias, el trazado de la Cañada Real de la Plata se ha perfilado según consta en la documentación que existe en el antiguo ICONA. La cañada sigue hacia el Noroeste y atraviesa el paraje de Las Cordilleras en el término municipal de Barbadillo durante kilómetro y medio para alcanzar el término municipal de Carrascal de Bárregas. A tres kilómetros hacia el Oeste se encuentra una villa romana enclavada en la entidad de población de San Julián de la Valmuza. En dirección Norte-Oeste se encuentra el despoblado de Calzadilla de la Valmuza de origen romano, como atestiguan algunos restos del puente que se conserva en mal estado. Estamos en un área de la provincia de Salamanca con muchos vestigios romanos. En el término municipal de Carrascal de Bárregas la Cañada de la Plata tiene una anchura de 75,22 metros se la denomina Cañada Real de los Alambres y este nombre hace alusión a otra calzada romana (Calzada de los Alambres). La vía pecuaria atraviesa este término municipal entre la entidad de población de Montalvo 38 El Nuevo Miliario Pasando por el término municipal de Salamanca, la vía pecuaria es conocida con los nombres de Cañada Real de Merinas, Cañada Real de la Plata, Cañada de Mostrencas y Cañada de los Alambres. Los dos primeros kilómetros, ya en el término municipal de Salamanca, lindan con el término municipal de Aldeatejada y con una alambrada pero mantiene una anchura de 75,22 metros. Recorridos dos kilómetros por su parte izquierda se une a la cañada el Cordel de Merinas que viene del término municipal de Carrascal de Bárregas y de la Urbanización Peñasolana. La vía pecuaria va dejando a la derecha la entidad de población Casa del Rane y la Urbanización Vistahermosa. Ya cercana al casco urbano, la cañada va lindando con los barrios de los Alambres y Chamberí para atravesar por las carreteras que van a Ciudad Rodrigo y a la Sierra de Francia y juntarse nuevamente con la Calzada romana de la Vía de Plata. Calzada y cañada pasan por el puente del arroyo del Zurguén: nada queda hoy del que existió y tenemos noción de su existencia gracias al grabado que nos dejó Roberts. «Puente sobre el arroyo Zurgén En las notas a Dorado de M. Barco y R. Girón viene la interesante noticia de que «cuando se empezó a abrir hace pocos años la calzada de Aldeatejada se encontraron unos cimientos muy consistentes al principio del Zurguén, frente al (puente) que se derribó, y en ellos algunas monedas de reinados posteriores a Trajano». La calzada indudablemente debió tener un puente para cruzar el arroyo Zurguén, puesto que el caudal que lleva es a veces de gran consideración y no es posible salvarlo por un simple vado, máxime casi a las puertas de una ciudad relativamente importante, como Salmantica. Sin embargo nada se dice de él ni hay dato alguno que ilustre sobre su situación. El problema sin embargo nos lo ha resuelto, aparte de esta cita indirecta, que bien poco dice, un viejo grabado de David Roberts de 1837 que representa una panorámica de la ciudad de Salamanca con el puente sobre el Tormes en primer término. En él, y en el ángulo inferior derecho, se ve claramente la calzada bajo la cual queda el puente sobre el Zurguén, de tres arcos iguales de medio punto de factura semejante a los del Tormes. Hemos inspeccionado el lugar nº 5, Enero 2008 que señala el grabado, puesto que además queríamos apurar al máximo el trazado de la calzada en estos últimos metros hasta su entrada por el puente sobre el Tormes, que eran más difíciles de señalar debido al profundo cambio en la fisonomía de la población desde la época romana. Y este grabado nos ha hecho dar con la solución. Efectivamente, en el lugar que marca el grabado, quedan aún en pie pilares troncocónicos, que, aunque no del primitivo puente, señalan el lugar donde estuvo. A la salida, en dirección a Salamanca, es posible aún observar restos de empedrado de factura semejante a los abundantes que presentan los alrededores del Puerto de Béjar y que son los herederos de la calzada romana. Seguramente la destrucción del puente debió tener lugar en una de las avenidas del Zurguén y la piedra fue más tarde reaprovechada para, una vez inservible, por llevar la carretera a Aldeatejada la misma dirección, con un puente propio sobre el río, unos metros al oeste, formar un dique de contención de aguas que aún hoy permanece.» «Pocos metros más hacia el sur del paso del Zurguén aflora ya la calzada en la estructura que le es típica de un lomo pétreo levantado sobre el terreno»1 Cañada y calzada pasan junto a la iglesia de La Trinidad (parada obligada para los peregrinos que venían del Camino de Santiago Sur, en el barrio del Arrabal, para atravesar la carretera de rondas de la ciudad que, por el tráfico existente, hace inviable el paso de ganado por el Puente Romano. A ambos lados del Puente Romano, en las márgenes del río Tormes, lo que era un descansadero hoy se ha convertido en zona deportiva y recreativa. Cañada y calzada atraviesan el Puente Romano para ir juntas por la calle Ribera del Puente hasta el crucero, por donde entraba la calzada romana en el casco histórico y la vía pecuaria sigue por el Paseo del Rector Esperabé. La calzada romana, tras atravesar la Puerta de Aníbal, recorría las calles Veracruz y Libreros. El P. Morán asegura que junto a la hoy Casa Rectoral se encontraba el Palacio del Gobernador Romano de Salamanca. BIBLIOGRAFÍA Araujo, Fernando La reina del Tórmes. Guía históricodescriptiva de la Ciudad de Salamanca. Reimpresión por la Caja Duero en 1984. García Maldonado, Jesús et al (2005) El Puente Romano. La puente mayor de Salamanca: sus origines. Diputación de Salamanca Gómez Moreno, Manuel (1967) Catalogo Monumental de la provincia de Salamanca. Madrid Hervás Roldan, JM (1998) Historia de Salamanca. Prehistoria y Edad Antigua. Centro de Estudios Salmantinos Quadrado, JM (1884) España: sus monumentos y artes. Salamanca Dorado, Bernardo (1766) Compendio histórico de la ciudad de Salamanca, la de su Santa Iglesia, su fundación u grandezas que la ilustran. Salamanca NOTAS 1. «Séntice, de sentis, zarza, cuadra perfectamente a este lugar, en que hay magníficos zarzales en los prados y a las orillas del ancho del caminos; hay agua abundante como lo indica el nombre de Fuente, tres ventas han llegado al siglo XX en esa localidad, sin más casas, aunque se ven ruinas de algunas desaparecidas... Villar y Macias y el Diccionario Espasa la colocan de comun acuerdo en Frades . Esta última localidad corresponde bastante bien en cuanto a la distancia; solo tiene el incoveniente que la Calzada no pasa por alli...» Morán, Cesar (1946) Reseña histórico artística de la Provincia de Salamanca. Reedición Diputación Provincial de Salamanca. 2. Roldan Hervas, J.M «Iter ab Emerita Asturicam . El Camino de la Plata». Universidad de Salamanca 1971 3. J.M. Roldan Hervas Op cit La vía pecuaria continua por el Paseo Canalejas, Plaza de España, Federico Anaya, María Auxiliadora para torcer a la derecha por la calle Van Dyck hasta llegar al Paseo de Torres Villaroel y alcanzar la Plaza de Toros y solapándose con la carretera que lleva al municipio de Toro. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 39 Diccionario toponímico de los lugares mencionados en el Reportorio de Juan de Villuga (1546), I José Antonio Cezón INTRODUCCIÓN Desde que llegó a mis manos un ejemplar del Reportorio1, tuve la necesidad de compararlo con los actuales mapas carreteriles; en este caso se trataba de unos itinerarios a cinco siglos de distancia, «solamente», acostumbrado a tratar de digerir la información contenida en el famoso Itinerario de Antonino, a veinte siglos de distancia y con recorridos apenas comprensibles, al menos para mí (que si vías militares, que si la annona, etc.) y evidentemente muy lejos de la función de España como unidad en sí misma, así que por fin podía estudiar una realidad más próxima a la mía. Creo que es unánime considerar el siglo XVI como el inicio de la idea de Estado como unión de reinos, a través de la persona del monarca y su materialización mediante una eficaz política caminera, tanto en seguridad pública como en infraestructura. La publicación en abril de 2002 del Anexo 3 de El Miliario Extravagante facilitó en gran medida mis elucubraciones, que detuve, pensando que ya tenía la herramienta definitiva para mis estudios, así al hilo de la información contenida en el mismo publiqué un par de trabajos en dicho boletín, que vieron la luz también en el año 20042. Lo primero que llamó mi atención fue la metrología, intentando en vano encontrar un valor constante para la legua, el fracaso fue rotundo, como se vio en los citados trabajos; yo ya estaba acostumbrado a la relativa precisión de las millas romanas, así que cambié de punto de vista: se me ocurrió que Villuga facilitaba distancias aproximadas tomadas probablemente de distintos observadores o conocedores de la comarca, que serían los que estimaban las distancias. No era por tanto posible aplicar un criterio de unicidad. Otra cuestión me pareció más productiva, la de los empalmes, en cuya resolución me encuentro. Recordemos que una de las aportaciones más valiosas de Gonzalo Arias a la caminería romana fue la famosa y aun controvertida por algunos, Teoría de los Empalmes, obtenida mediante la adecuada valoración de las preposiciones latinas o de los casos de la declinación. El problema con Villuga era que ambas cosas faltaban, así que la única forma de determinar una intersección 40 El Nuevo Miliario de caminos era reconstruir dichos caminos, primero en mapas y cuando la cosa no estaba muy clara, recorriendo el lugar y esperando que llegara la inspiración. ¿Que sería de la investigación sin la imaginación? Para llegar a esa reconstrucción y saber por qué Villuga no consideraba interesante señalar las intersecciones o empalmes tuve que abandonar la idea de «red de caminos» y centrarme solo en los itinerarios, llegando a la conclusión, discutible, claro, que su Reportorio no trataba de establecer un mapa general de comunicaciones, sino de facilitar unos recorridos en los que solo eran importantes dos puntos: el origen y el destino. Una especie de «Guía de Largo Recorrido» en la que los puntos intermedios no tenían más utilidad que facilitar las paradas de comida y dormitorio. En principio parecía que la primera función de un itinerario sería comercial, pero el mismo autor nos indica en el Prólogo, que se trata de facilitar las peregrinaciones a determinados santuarios marianos. Ésta me pareció que sería otra razón para omitir los empalmes. Lo cierto es que llegó un momento en que tuve que trabajar con puntos geográficos actuales y las reducciones dadas en el mencionado Anexo Nº 3, no me facilitaban la labor, pues no me decía que otro itinerario era concurrente o simplemente pasaba cerca; necesitaba una forma de saber si dados un lugar o población determinada, sobre un itinerario, pasaba algún otro itinerario por las cercanías, es decir, necesitaba una herramienta, un Diccionario Geográfico del Reportorio; puse manos a la obra y cuatro años después he obtenido un «borrador» que ya me permite comenzar mi trabajo con cierta fluidez, alcanzando al fin, el nivel comarcal. Posteriormente y teniendo en cuenta mis propuestas anteriores3, se me ocurrió ofrecer dicha herramienta (incompleta) de trabajo a otros investigadores, porque creo en el trabajo en equipo, que tan buenos resultados ha dado en el Miliario Extravagante. Esa es la razón de mi ofrecimiento a El Nuevo Miliario, que parece haberlo acogido con simpatía. Hubiese preferido que este trabajo, a veces tedioso, lo hubiese hecho «otro» antes que yo, para entregarme a mis estudios locales «chupando rueda», que es lo que a mí me gusta, pero parece que no ha habido ningún voluntario. nº 5, Enero 2008 Como dije arriba, se trata de una herramienta inacabada, discutible y obviamente mejorable, en particular respecto a las reducciones, que he procurado se refieran al término municipal, para facilitar el trabajo de localización antes apuntado y de las cuales soy único responsable, ya que aunque este trabajo sea deudor, en gran medida, del citado Anexo nº 3, yo he revisado una a una las reducciones allí dadas. Esto me ha obligado a añadir en diversos topónimos unas notas, aclarando la reducción al lugar propuesto, generalmente dentro del municipio citado. Pero como he desarrollado el trabajo a lo largo de varios años, ese criterio, como otros a los que luego me referiré, carece de unicidad en su aplicación. He adoptado el tipo de letra cursiva para aquellos topónimos para los que no he encontrado reducción, pues el blanco podría atribuirse a error tipográfico. Otro problema lo constituyen las Ventas, que pienso estudiar en un futuro, que pensaba relacionar aparte y que creo constituyen un tema apasionante en sí mismas. Las hay generadoras de poblaciones y abandonadas en los campos, entre ambos extremos reutilizadas tanto como viviendas, tenadas, etc. Por fin he optado por incluirlas en bloque por doble orden alfabético: general y particular. Aquellas entidades relacionadas como «aldeas» han quedado tal cual en cursiva, cuando no he conseguido encontrar la reducción adecuada. He adoptado la toponimia «moderna», es decir, la que figura en el Mapa Oficial de Carreteras, escribiendo los topónimos en la lengua oficial de cada Comunidad Autónoma, pero en lenguas románicas, salvo excepciones fáciles de comprender. Detrás de cada topónimo incluyo la provincia, con las siglas que tenían las matrículas automovilísticas hasta el año 2000 y los números de itinerario dados por Arias en el ya citado Anexo 3. Por último, he puesto en negrita los nombre de capitales de comunidad y de provincia. Espero que mi trabajo ahorre tiempo a otros investigadores y pido disculpas por las posibles inducciones a error que puedan producirse N. del Ed.: La segunda parte de este Diccionario se incluirá en el número 6 de El Nuevo Miliario. NOTAS 1. Ver El Miliario Extravagante, 1997, nº 63, p.26. 2. Id. 2004, Nº 89, p.8 y 90, p12 3. Ver El Miliario Extravagante, 1997, nº 63, p.26. nº 5, Enero 2008 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. Abadía. CC. 17, 18 Abejar. SO. 135 Abetos, Los. NA. 27 Acebo. LE. 26, 50, 67 Adamuz. CO. 73, 89 Agoncillo. LO. 11, 42, 105 Ágreda. SO. 134 Aguadulce. SE. 94 Aguera. BU. 71 Alaejos. VA. 118 Alagón. Z. 11, 35, 43, 105, 134 Álamo, El. M. 114 Alarcón. CU. 16, 66, 80 Alba. TE. 46 Alba de Tormes. SA. 61, 78, 84 Albacete. AB. 50, 98 Albaida. V. 55 Albaina. BU. 35 Albaladejo del Cuende. BU. 100 Albalat dels Sorells (2).V. 5, 6 13, 14, 48, 126, 131, 132 Albalate de las Nogueras. CU. 119, 123 Albarca. T. 4 Albarracín. TE. 46, 47 Albatárrec. L. 131 Albatera. A. 51, 54 Albentosa. TE. 6, 48 Alberca, La. SA. 18 Alberca de Záncara. CU. 16, 66 Alberguería de Argañán. SA. 64 Albolote. GR. 92 Alburquerque. BA. 15, 65, 76, 78 Alcalá de Gurrea. HU. 129 Alcalá de Henares. M. 8, 12, 15, 58, 113 Alcalá la Real. J. 90 Alcalá del Río. SE. 84 Alcantarilla. MU. 97 Alcañiz. TE. 126 Alcarrás. L. 7, 11, 12, 15, 133 Alcázar de San Juan. CR. 120, 121 Alcázar del Rey. CU. 122 Alcazarén. VA. 20, 106 Alcobendas. M. 103 Alconétar. CC. 76, 78, 84 Alcorcón. M. 114 Alcoy. A. 55 Alcubierre. HU. 127 Alcubilla de Avellaneda. SO. 123 Alcudia, La. V. 92 Alcuéscar (17). CC. 84 Aldea. CC, 61 Aldea. SA. 18 Aldea, La. SA.78 Aldea. ZA. 117 Aldea del Cano. CC. 84 Aldea del Pozo. SO. 134 Aldealengua. SA. 107 Aldeanueva. LO. 11, 105 Aldeanueva del Camino. CC. 75, 78, 81, 84 Aldeanueva de Figueroa. SA. 75, 82 El Nuevo Miliario 41 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 79. 80. 81. 82. 83. 84. 85. 86. 87. 88. 89. 90. 91. 92. 93. 94. 95. 96. 97. 98. 99. 100. 101. 102. 103. 104. 105. 106. 107. 108. 109. 110. 111. 112. 113. 114. 115. 116. 117. 118. 42 Aldeatejada. SA. 64 Aldeavieja. AV. 110 Aldehuela de Jerte. CC. 78, 84 Alentisque. SO. 104, 106 Alfajarín (6). Z. 7, 11, 12, 15, 133 Alfaro. LO. 11, 42, 105 Algemesí. V. 13, 14, 54, 55, 57 Alginet. V. 92 Algora. GU. 119 Alhama de Aragón. Z. 8, 12, 15, 104, 106 Alicante. A. 49, 50, 57, 52, 55 Aliseda. CC. 15, 61, 65, 66, 78 Aljucén. BA. 184 Allepuz. TE. 124 Almacelles. L. 128 Almadén de la Plata. SE. 84 Almagro. CR. 88, 99, 102 Almansa. AB. 57 Almaraz. CC. 15, 17, 18, 65, 66 Almazán. SO. 104, 106 Almenar. C. 26 Almenara. CS. 5, 9, 13, 14, 126, 131, 132 Almenara de Adaja. VA. 20 Almendralejo. BA. 84 Almería. AL. 101, 102 Almodóvar del Campo. CR. 73, 89 Almodóvar del Pinar. CU. 67, 79 Almonacid de Toledo. TO. 16, 50, 66, 98 Almudévar. HU. 129 Almunia, La. Z. 8, 12, 15, 104, 106 Almusafes. V. 13, 14, 54, 55, 57 Alnejas (Loeches) (19). M. 8, 15, 58 Alpedroches. GU. 67, 79 Alquería. H. 59 Altea. A. 49 Altura (Valcristo). CS. 9, 10 Alzira. V. 13, 14, 54, 55, 57 Ameyugo. BU. 32 Ametzaga. VI. 31 Ampuero. S. 71 Amurrio. VI. 31 Andaluz. SO. 106 Andujar. J. 14, 57 Arakaldo. BI. 31 Aranda de Duero. BU. 103, 104, 135, 138 Arandilla. BU. 135 Arauzo (Nava de Sotrobal). SA. 107 Arcas. CU. 67, 79 Arcediano. SA. 75, 82 Arcos. BU. 71 Arcos, Los. NA. 26 Arcos de Jalón. SO. 8, 12, 15 Areiltza-Olatzar. BI. 35 Arenillas de Villadiego. BU. 137 Arévalo. AV. 19, 21, 73, 117 Ariza. Z. 8, 12, 15, 104, 106 Arganda. M. 56, 58 Arguedas. NA. 27 Arguisuelas. CU. 125 El Nuevo Miliario 119. 120. 121. 122. 123. 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 131. 132. 133. 134. 135. 136. 137. 138. 139. 140. 141. 142. 143. 144. 145. 146. 147. 148. 149. 150. 151. 152. 153. 154. 155. 156. 157. 158. 159. 160. 161. 162. 163. 164. 165. 166. 167. 168. 169. 170. 171. 172. 173. 174. 175. 176. 177. Argujillo. ZA. 116 Arquillos. J. 14, 57 Arrigorriaga. BI. 33 Arroyo del Puerco. CC. 76 Arzúa. C. 26, 50, 67 Ascó. T. 131 Astorga. LE. 22, 26, 50, 67 Astrain. NA. 26 Atalayuelas. CU. 56, 58, 100 Ataquines. VA. 21, 50, 73 Atarfe. GR. 90 Ateca. Z. 8, 12, 15, 104, 106 Atienza. GU. 67, 79, 123 Ausejo (9). LO. 42 Avellaneda, La (Castañar de Ibor). CC. 17 Ávila 80, 107, 108, 110, 115, 116 Avilés (20). O. 72 Azofra. LO. 26, 41 Badajoz. BA. Baena. CO. 88, 90 Báguena. TE. 46 Bahabón de Esgueva. BU. 103, 138, 139 Baides. GU. 8, 12, 15, 67, 79, 118, 123 Balazote. AB. 14, 57 Ballerías. HU. 127 Bamba. ZA. 118 Bañeza, La. LE. 22, 50 Baños, Los. GR. 13, 97 Baños de Montemayor. CC. 61, 75, 78, 81, 84 Bará. T. 5, 9, 13,14 Barasoain. NA. 27, 129 Barca de Guadalpinar .J. 93, 100 Barca de Pomar. HU. 126 Barcas de Arballá. CC. 15, 65 Barcas de Barsaona. CC. 18 Barcelona. B. 2, 3, 5, 7, 9,11,12, 13, 14, 15, 128 Barchín del Hoyo. CU. 56, 58 Barco de Ávila. AV. 61, 115 Bárcula. C. 23 Barona, La. CS. 126 Barracas. CS. 6, 48 Barraco, El. AV. 115 Barreras, Las. C. 25 Barruso. BU. 71 Barzaona, Barcas de (16). CC. 18 Báscara, GI. 2 Batres. M. 109 Baul. GR. 13, 92, 97 Bayubas. SO. 106 Baza. GR. 13, 92, 97 Bazagona, La (16). CC. 18 Beas ¿retroceso?. H. 59 Beas de Granada. GR. 13, 97 Becerril de la Sierra. M. 111 Beire. NA. 129 Belinchón. CU. 56, 58, 80 Bell-lloc d’Urgell. L. 7, 11, 12, 15, 128, 130 Bellpuig. L. 7, 11, 12, 15, 128, 130 Bellús. V. 55 nº 5, Enero 2008 178. 179. 180. 181. 182. 183. 184. 185. 186. 187. 188. 189. 190. 191. 192. 193. 194. 195. 196. 197. 198. 199. 200. 201. 202. 203. 204. 205. 206. 207. 208. 209. 210. 211. 212. 213. 214. 215. 216. 217. 218. 219. 220. 221. 222. 223. 224. 225. 226. 227. 228. 229. 230. 231. 232. 233. 234. 235. Belmonte de san José. TE. 126 Belmonte de Tajo. M. 58 Belorado. BU. 11, 26, 41, 105 Benalúa. GR. 101, 102 Benavente. ZA. 22, 50 Benevilla. AV. 116 Benidorm. A. 49 Benisa. A. 49 Berbegal. HU. 127 Berberana. BU. 33 Bercianos. LE. 26, 41, 67 Bergüenda. VI. 33 Bilbao. BI. 30, 33, 35 Binéfar. HU. 128 Bobadilla del Campo. VA. 118 Boceguillas. SG. 103 Bodegón ¿Brenes?. SE. 14, 57 Boecillo. VA. 20, 85 Bonete. AB. 14, 57 Bonillo, El. AB. 52 Borges Blanques, Les. L. 133 Borja. Z. 134 Borox. TO. 8, 15 Borriol. CS. 5, 9, 13, 14, 126, 131, 132 Botorrita. Z. 44, 45 Bóveda de Toro, La. ZA. 75, 82, 118 Briviesca. BU. 32, 33 Broma ¿Bárcula?. C. 23 Brunete. M.19, 86, 109 Bubierca. Z. 8, 12, 15, 104, 106 Buenache de Alarcón. CU. 56, 58 Buitrago. M. 103 Bujalaro. GU. 8, 12, 15, 118 Bujalaroz. Z. 7, 11, 12, 15, 133 Buñol (venta). V. 56, 58 Burbáguena. TE. 46 Burgi, El. LE. 26 O Burgo. C. 23 Burgo de Osma. SO. 104, 106 Burgo Ranero. LE. 41, 67 Burgos. BU. 11, 26, 32, 33, 34, 41, 61, 67, 71, 78, 79, 103, 105, 123, 138, 139 Burujón. TO. 15, 16, 18, 65, 66, 86, 87 Busca. C. 23 Cabanes. CS. 5, 9, 13, 14, 131, 132 Cabañas de la Sagra. TO. 19, 68, 86, 103, 109 Cabezón. VA. 34, 61, 78 Cabra. CO. 88 Cabrejas del Pinar. SO. 135 Cabrera, La. GU. 119 Cabreros del Monte. VA. 74 Cacabelos. LE. 26, 50, 67 Cáceres. CC. 15, 65, 66, 84 Cadalso de los Vidrios. M. 20, 21, 50, 73, 108, 115 Cádiz. CA. Calahorra. LO. 11, 42, 105 Calamocha (5). TE. 6, 46 Calasparra. MU. 13, 92 Calatayud. Z. 8, 12, 15, 106 nº 5, Enero 2008 236. 237. 238. 239. 240. 241. 242. 243. 244. 245. 246. 247. 248. 249. 250. 251. 252. 253. 254. 255. 256. 257. 258. 259. 260. 261. 262. 263. 264. 265. 266. 267. 268. 269. 270. 271. 272. 273. 274. 275. 276. 277. 278. 279. 280. 281. 282. 283. 284. 285. 286. 287. 288. 289. 290. 291. 292. 293. 294. Calera, La. CR. 52 Callén. HU. 129 Calpe. A. 49 Calzada de Béjar. SA. 61, 75, 78, 81, 84 Calzada de Oropesa. TO. 15, 18, 65, 66 Calzadilla. SA. 64, 81 Calzadilla de los Barros. BA. 84 Calzadilla de la Cueza. P. 26, 41, 67 Camarena. TO. 114 Cambil. J. 101 Cambrils. T. 5, 9, 13, 14, 132 Caminreal. TE. 6, 46 Campillo. TE. 124 Campillo de Altobuey. CU. 16, 56, 58, 66, 67, 79, 80 Campo de Criptana. CR. 120 Camporrobles. V. 125 Camposines. T. 131 Camuñas. TO. 121 Candasnos. HU. 7, 12, 15, 133 Cantalapiedra. SA. 61, 78, 84 Cantalejo. SG. 71 Cantalpino. SA. 61 Cantaracillo. SA. 80, 107 Cañatabla. GR. 93, 100 Cañavate, El. CU. 16, 66 Cañaveral. CC. 76, 78, 84 Cañizal. ZA. 116 Caparroso. NA. 27 Caracuel. CR. 73, 89 Caravaca. MU. 13, 92 Carcaboso. CC. 78, 84 Carcastillo. NA. 129 Cardenete. CU. 125 Cardeñosa. AV. 116 Cariñena. Z. 6, 44, 45 Carmona. SE. 73, 91 Carpio, El. CO. 14, 57 Carpio. VA. 37, 61, 78, 84, 106, 118 Carranque. TO. 86 Carrascosa de Tajo. GU. 67, 79, 119 Carrascosa del Campo. CU. 122 Carrión de Calatrava. CR. 88, 99, 102 Carrión de los Condes. P.26, 41, 67, 136, 137 Cartuja de Monegros (Nª Sª de las Fuentes). HU. 44 Casar de Cáceres. CC. 84 Casar de Talamanca, El. GU. 12 Casarrubios del Monte. TO. 114 Casas de Martín de Cantos. AB. 52 Casas de Miravete. CC. 15, 65, 66 Casas de San Galindo. GU. 8, 12, 15, 118 Casetas. Z. 134 Casillas de Coria. SA. 61 Caspe. Z. 126 Castañar de Ibor (12) . CC. 17 Castañares (18). BU. 11, 26, 41, 105 Castelflorite. HU. 44 Castellar de Santisteban. J. 93, 100 Castelldefels. B. 5, 9, 13, 14 Castellolí (Mas del Aliz) (1). B. 4 El Nuevo Miliario 43 295. 296. 297. 298. 299. 300. 301. 302. 303. 304. 305. 306. 307. 308. 309. 310. 311. 312. 313. 314. 315. 316. 317. 318. 319. 320. 321. 322. 323. 324. 325. 326. 327. 328. 329. 330. 331. 332. 333. 334. 335. 336. 337. 338. 339. 340. 341. 342. 343. 344. 345. 346. 347. 348. 349. 350. 351. 352. 353. 44 Castellón. CS. Castil de Peones. BU. 32, 33 Castilblanco de los Arroyos. SE. 84 Castilleja del Campo. SE. 59 Castilleja de la Cuesta. SE. 59 Castillo de Garcimuñoz. CU. 80 Castrejón. VA. 118 Castro del Río. CO. 90 Castrogeriz. CU. 26, 41, 67 Castromonte. VA. 38, 73 Castroverde de Campos. ZA. 74 Catarroja. V. 13, 14, 49, 54, 55, 57, 92 Catí. CS. 126 Caudé. TE. 6 Caudete. V. 16, 56, 58, 66, 67, 79, 80 Caudete. AB. 13, 92 Caycena. J. 90 Cebolla. TO. 15, 16, 18, 65, 66, 86, 87 Cebreiro, O. LU. 26, 50, 67 Cebreros. AV. 20, 21, 73, 108 Cedillo del Condado. TO. 19, 86, 109 Ceé. C. 25 Cedrillas. TE. 124 Cegua. C. 25 Celada del Camino. BU. 34, 61, 78 Centenera de Andaluz. SO. 106 Cepeda. SA. 17 Cerceda. M. 118 Cercedilla. M. 111 Cerezo. SG. 103 Cernégula. BU. 71, 138 Cerrollera, La. TE126 Cervera. L. 7, 11, 12, 15, 128, 130 Cervera del Llano. CU. 120 Cetina (Nuna) (7). Z. 8, 12, 15, 106 Chamartín. M. 69 Chauchina. GR. 94, 95 Chillarón de Cuenca. CU. 67, 79, 119,123 Chinchilla. AB. 14, 50, 52, 57, 98 Chinchón. M. 58, 90 Chiva. V. 16, 56, 58, 66, 67, 79, 80, 125 Ciempozuelos. M. 8, 15 Cierva, La. CU. 124 Cieza. MU. 98 Cifuentes. GU. 67, 79, 119, 123 Ciudad Real. CR. 52, 73, 89 Ciudad Rodrigo. SA. 64 Cobos de Segovia. SG. 19, 118 Coca. SG. 85 Cocentaina. A. 55 Codoñera, La. TE. 126 Cogollos. BU. 103, 138, 139 Colindres. S. 71 Collado de Cardeñosa. AV. 116 Collado Mediano. M.118 Collbató. B. 3 Colmenar Viejo. M.12, 69, 118 Contamina. Z. 104 Corbalán. TE. 124 El Nuevo Miliario 354. 355. 356. 357. 358. 359. 360. 361. 362. 363. 364. 365. 366. 367. 368. 369. 370. 371. 372. 373. 374. 375. 376. 377. 378. 379. 380. 381. 382. 383. 384. 385. 386. 387. 388. 389. 390. 391. 392. 393. 394. 395. 396. 397. 398. 399. 400. 401. 402. 403. 404. 405. 406. 407. 408. 409. 410. 411. Córdoba. CO.14, 57, 73, 89, 90, 91 Coria. CC. 61 Cornudella. T. 4 Coro de Juan Dávila. CC. 76 Cortes de Navarra. NA. 11, 35, 43, 105 Cortijo de Aguas Blancas (junto al Aº). GR. 13, 97 Cortijo de Almida. GR. 92 Cortijo de Becerra. GR. 92 Cortijo del Fistel. GR. 99 Coruña, La. C. 23, 24 Cotanes del Monte. ZA. 74 Cotorrillo. SA. 116 Covarrubias. BU. 67, 79, 123 Coves de Vinromá, Les. CS. 5, 9, 13, 14, 131, 132 Cuenca. CU. 67, 79, 100, 119, 120, 122, 123, 124, 125 Cuenca de Campos. VA. 39, 73 Cueva de Roa. BU. 71 Cúllar. GR. 97 Cullera. V. 49 Cunit. T. 5, 9, 13, 14 Daroca. Z. 44, 45, 46 Deba. SS. 30 Deifontes. GR. 92, 93, 100 Denia. A. 49 Donhierro. AV. 20 Doña María. AL. 101, 102 Dueñas. P. 34, 61,78, 135 Durango. BI. 30 Écija. SE. 73, 91 Eibar. SS. 30 Elche. A. 51, 54 Elda. A. 50, 52, 54 Elgoíbar. SS. 30 Encinas de Abajo. SA. 78 Encinas Reales. CO. 88 Endrinal. SA. 75, 81 Erla. Z. 129 Ermita Nueva. GR. 90 Ermita de San Antón (11). LO. 11, 105 Escalona. TO. 20, 21, 50, 73, 108, 115 Esparraguera. B. 3 Espartinas. SE. 59 Espejo. VI. 33 Espinar, El. SG. 19 Espinardo. MU. 98 Espinosa de los Caballeros. AV. 118 Estabillo. VI. 32 Estella. NA. 26 Estiche de Cinca. HU. 126 Faba, La. LE. 26, 50, 67 Farasdués. Z. 129 Ferreiros. C. 26, 50, 67 Figueras. GI. 2 Finisterre (embalse). TO. 121 Fiñana. AL. 101, 102 Fisterra. C. 24, 25 Flix. T. 131 Flores de Ávila. AV. 116 nº 5, Enero 2008 412. 413. 414. 415. 416. 417. 418. 419. 420. 421. 422. 423. 424. 425. 426. 427. 428. 429. 430. 431. 432. 433. 434. 435. 436. 437. 438. 439. 440. 441. 442. 443. 444. 445. 446. 447. 448. 449. 450. 451. 452. 453. 454. 455. 456. 457. 458. 459. 460. 461. 462. 463. 464. 465. 466. 467. 468. 469. 470. Foncebadón. LE. 26, 50, 67 Fonfría. LU. 26, 50, 67 Font de la Figuera. V. 13, 54, 92 Forcall. CS. 124 Fortanete. TE. 124 Frades de la Sierra. SA. 75, 81 Fraga. HU. 12, 15, 133 Frasno, El. Z. 8, 12, 15, 106 Fresnillo de Duero. BU. 106 Fresno de Caracena. SO. 67, 79, 123 Fresno de la Fuente. SG. 103 Fresno el Viejo. VA. 37, 78, 84, 106 Frómista. P. 26, 41, 67 Fuencaliente. SO. 8, 12, 15 Fuencarral. M. 12 Fuensalida. TO. 114 Fuensanta. GR. 94, 95 Fuensaúco. SO. 134 Fuente de Cantos. BA. 84 Fuente del Maestre. BA. 84 Fuente el Olmo. SG. 71 Fuentecillas. AB. 14, 57 Fuenteleyda. J. 102 Fuenterrabía (Hondarribia). SS. 28, 29 Fuentes. CU. 125 Fuentes de Andalucía. SE. 73, 91 Fuentesaúco. ZA. 75, 82, 116 Fuentidueña. SG. 71 Fuentidueña de Tajo. M. 56, 58, 80 Gabaldón. CU. 56, 58 Galápagos (Alcolea). GU. 112 Galera, La. T. 5, 9, 13, 14, 124, 131, 132 Galisteo. CC. 61, 84 Gandía. V. 49 Ganso, El. LE. 26, 50, 67 Gea. TE. 47 Gerona. GE. 2, 130 Getafe. M. 68, 103 Ginés. SE. 59 Gineta, La. AB. 50, 98 Golmes. L. 128, 130 Goncar. LU. 26, 50, 67 Gor. GR. 13, 92, 97 Gordoncillo. LE. 74 Granada 13, 90, 92, 93, 94, 95, 97, 99, 100 Granja, La. CC. 18 Grañón. LO. 11, 26, 41, 105 Grimaldo. CC. 76 ( ) Grisaleña. BU. 32, 33 Guadahortuna. GR. 93, 99, 100, 101 Guadalajara. GU. 8, 12, 15, 112, 113, 118 Guadalcázar. CO. 73, 91 Guadalix de la Sierra. M. 112 Guadalupe. CC. 16, 17, 86, 87 Guadarrama. M. 19, 86, 109 Guadix. GR. 13, 97, 101, 102 Guardia, La. J. 101 Guardia, La-Biasteri. VI. 35 Guarrate. ZA. 75, 82 nº 5, Enero 2008 471. 472. 473. 474. 475. 476. 477. 478. 479. 480. 481. 482. 483. 484. 485. 486. 487. 488. 489. 490. 491. 492. 493. 494. 495. 496. 497. 498. 499. 500. 501. 502. 503. 504. 505. 506. 507. 508. 509. 510. 511. 512. 513. 514. 515. 516. 517. 518. 519. 520. 521. 522. 523. 524. 525. 526. 527. 528. 529. Guasa. AB. 50, 52 Guetaria. SS. 30 Guijo de Ávila. SA. 84 Guijuelo. SA. 78 Gujada. LU. 26, 50, 67 Gumiel de Hizán. BU. 103, 138, 139 Guntín. LU. 26, 50, 67 Guriezo (Guecus). S. 31 Hacho, El. GR. 102 Herradón, El. AV. 108 Hinojosa, La. BU. 135 Hita. GU. 8, 12, 15, 118 Hito, El. CU. 56, 58, 80 Holguera. CC. 78, 84 Honrubia. CU. 100 Hontanas. BU. 26, 41, 67 Hontomín. BU. 71, 138 Hontoria de la Cantera. BU. 123 Horcajada de la Torre. CU. 122 Hornillos del Camino. BU. 26, 41, 67 Hospital. LU. 26, 50, 67 Hospital de Órbigo. LE. 26, 67 Hostalric. GI. 2, 130 Hoyales de Roa. VA. 104, 106 Huecas. TO. 20, 21, 50, 73, 108 Huélago. GR. 101, 102 Huelva. H. Huérmeces. GU. 67, 79, 123 Huerta. SA. 80, 107 Huerta del Marquesado. CU. 124 Huerta del Rey. BU. 67, 79, 123 Huerta muy gentil. CC. 61 ( ) Huesca. HU. Huéscar. GR. 13, 92 Hueto. VI. 35 Huévar del Aljarafe. SE. 59 Humanes de Madrid 103 Ibeas de Juarros. BU. 11, 26, 41, 105 Igualada. B. 4, 7, 11, 12, 15, 128, 130 Ilche. HU. 129 Illescas. TO. 68, 103 Incinilllas. BU. 71 Inés. SO. 67, 79, 123 Inviernas, Las. GU. 67, 79, 119, 123 Itero. P. 26, 41, 67 Itziar. SS. 30 Iznalloz. GR. 92, 93, 99, 100 Jabaloyas. TE. 124 Jaén. J. 101 Jambrina. ZA. 116 Jaquesa, La. TE. 6, 48 Jaraicejo. CC. 15, 65, 66 Jarilla (31). CC. 18, 75, 81 Javea. A. 49 Jérica. CS. 6, 48 Jonquera, La. GI. 2 Jorba. B. 128, 130 Jumilla. MU.13, 92 Justo de la Vega. LE. 67 El Nuevo Miliario 45 TRANSFORMACIONES DE LONGITUD Y LATITUD PARA LA GEOGRAFÍA DE PTOLOMEO Cálculo de los núcleos Carpetanos Tomás Félix Tornadijo Rodríguez INTRODUCCIÓN Con este artículo voy a presentar unas funciones de transformación que permiten el paso de coordenadas ptolemaicas a reales, realizando también la función inversa. Con estas fórmulas calcularé las posiciones de los núcleos de la Carpetania que figuran en las tablas de Ptolomeo, dando una interpretación para alguno de ellos. Este trabajo tiene su fundamento teórico en la tesis doctoral de J. Montero Vítores Carpetanos y Vettones en la Hispania de Ptolomeo1, cuyo capítulo II, sobre la teoría y método de la geografía de Ptolomeo, paso a resumir rápidamente: Para determinar el valor de un grado de latitud sobre Hispania, E. Martínez Hombre2 se basó en la distancia existente entre los paralelos 36º y 45º. El paralelo 36º, que pasa por Rodas y Tarifa, es coincidente tanto en la cartografía actual como en la geografía de Ptolomeo. El paralelo 45º es el asignado en las tablas de la Geographia para Lucus Asturum, núcleo hispanorromano de ubicación bien conocida en Sta. María de Lugo. Ptolomeo utilizó para su composición geográfica el modelo de la tierra de Posidonio, pues utiliza para Thule (Islandia) el paralelo 63º, ya fijado por Marinos de Tiro a 31.500 estadios del ecuador y aceptado por Ptolomeo, lo que nos permite fijar el valor de grado: 31.500 : 63 = 500 estadios = 1º de latitud; 500 x 184,8125 = 92,406 Km Ahora bien, E. Martínez Hombre consideraba, como C. Sanz que la geografía de Ptolomeo era equivalente a una proyección cónica Mercator3, que extendida sobre un plano nos daría una serie de paralelos circulares, equidistantes, y de meridianos rectilíneos y convergentes en un punto del norte. Por ello E. Martínez Hombre calculó el grado de latitud utilizando la tierra de Posidonio, pero sobre la proyección en una superficie cónica secante a la esfera entre los 30º y 60º de latitud, obteniendo así 91,354 Km4 que son un valor que se puede aplicar entre los 30º y los 60º de forma uniforme, banda que comprende a la península ibérica. La latitud de Sta María de Lugo es de 43º 26’, lo que supone una diferencia de 7º 26’ con respecto al paralelo 36º. Con este valor pudo construir una tabla de equivalencias entre las latitudes de Ptolomeo y las reales. Para ello se multiplican los 9º de diferencia entre los paralelos 36º y 45º por el valor de grado, 91,354 Km, obteniéndose 822,18 kilómetros, cuya razón con el grado de latitud real —111,11 Km— nos dará 7º 24’ reales (en adelante r) de diferencia. Podemos pasar esta diferencia a minutos, para trabajar en las mismas unidades, y multiplicándola por el valor de grado de latitud real, 111,11 Km, obtendremos la distancia real en kilómetros que separa los paralelos de Sta. María de Lugo y Tarifa: Si ahora sumamos estos 7º 24’ r a los 36º de Rodas y Tarifa obtenemos la equivalencia de 43º 24’ con 45º ptolemaicos (en adelante pt) y con este valor se escala la tabla, que J. Montero Vítores llevó hasta los 36º. (Tabla IV)5 7º 26’ = 446’ x 111,11 Km = 49.555,06; 49.555,06 : 60 = 825,92 Km J.M. Solana estableció un método para determinar el grado de latitud6 que al contrario que Martínez Hombre no consideraba homogéneo, y que se puede resumir en lo siguiente: a) Tomar la latitud real del núcleo conocido y obtener la diferencia con el paralelo 36º, reduciéndola a minutos de grado. b) Se multiplican estos minutos de grado por el valor de grado de latitud real —111,11 km— para obtener la distancia en kilómetros Habíamos visto que en la geografía de Ptolomeo existía una diferencia de 9º entre el paralelo 36º y el de Lucus Asturum, de modo que ya podemos obtener el valor de grado ptolemaico para Hispania: 825,92 Km : 9 = 91,768 Km 46 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 c) Se toma la latitud ptolemaica del mismo núcleo, se halla la diferencia con el paralelo 36º y se pasa a minutos de grado. d) Se dividen los kilómetros obtenidos por los minutos ptolemaicos y se obtiene un valor de grado en kilómetros a comparar con el valor medio de la tabla. El tema de las longitudes es más problemático y E. Martínez Hombre considerando que los mapas de Ptolomeo se basan en una proyección cónica, trató de determinar el grado de longitud cada 5’, ya que las longitudes no son constantes sino descienden a medida que nos movemos hacia el norte, como corresponde a esa representación. Para ello obtiene secciones del cono y las asimila a polígonos de 12 lados, representando las proyecciones de la esfera sobre el cono.7 Calculando por trigonometría el valor de uno de estos lados para la sección correspondiente a los 45º obtuvo un valor de 62,396 km, Este valor lo comparó con la distancia existente entre Trilecum —Cabo Ortegal— y Oeasso, el Higuer promontorio situado al este de San Sebastián: Trileucum tiene una longitud de 8º 15’ (G. II,6,4) y Oeasso de 15º 10’ (G. II,6,10) lo que nos da una diferencia de 415’, a los que hay que sumar un grado suprimido por errores de copista, obteniéndose 475’. Ahora obtenemos el minuto de latitud que corresponde a 45º: 62.396 : 60 = 1.039 m. Y ya podemos calcular la distancia: 475 x 1039 = 493,96 Km, que sólo difiere con la real, de 492,75, en 1,2 Km A partir de aquí obtiene una tabla de longitudes escalando los valores a razón de 0,070 cada cinco minutos, hasta la latitud 42º 40’, que J. Montero llevó hasta los 36º (Tabla IV) J.M. Solana criticó este método advirtiendo que tiene errores de hasta 4º 8, lo que ya percibió Martínez Hombre, pues al proyectarse una esfera sobre una superficie cónica las longitudes se deforman, al ser descendentes. Para la interpretación de los datos de Ptolomeo se nos presenta un problema adicional, que es el de la inclinación de los ejes de referencia, problema ya mencionado por Estrabón (III, 1, 23), asunto que condujo a la declinación realizada por L. Monteagudo9 para hacer coincidir puntos en Galicia. nº 5, Enero 2008 J. Larrañaga10 cifró la diferencia entre el polo actual y el de Ptolomeo en 13º 37’, siendo esta inclinación verificable en varios centenares de casos en la península ibérica. Por su parte J. Montero Vítores, hace un análisis exhaustivo y lúcido para construir un método interpretativo que se fundamenta en las teorías anteriores y que resulta ser la mejor herramienta de la que disponemos para interpretar la Geographia. Parte de la tierra de Posidonio, más pequeña que la de Eratóstenes que divide el ecúmene en 80 grados de latitud de norte a sur y 180 grados de longitud de este a oeste. Tomando el grado de Posidonio de 500 estadios olímpicos, obtiene los siguientes valores de minuto de longitud y latitud. 1º = 500 x 184,8125 = 92,406 km 1’ = 92,406: 60 = 1.540 m A continuación asume que el valor del minuto de longitud en Hispania, entre los 45º 45’ y los 36º se va a mantener entre los 1.026 y 1.162 m, con lo cual puede construir esta equivalencia: Minuto de latitud real =111,11: 60 = 1. 851 m a) Si para 1.851 m corresponden 1.540 m b) Para 1.350 m corresponden x x = 1.113 m Si el valor medio de latitudes ptolemaicas es de 1.540 m, el de longitudes será entonces de 1.123 m.11 Con estos valores de desarrolla un método de interpretación de la Geographia para lo que busca la creación de ejes referenciales para cada comunidad inclinados 13º en sentido SW. Cada eje lleva dos puntos: uno adecuado al valor de grado, según el método de J.M.Solana, y otro menos, lo que da origen a la declinación.12 A continuación sitúa las coordenadas de los núcleos de la comunidad sobre este eje referencial e inicia su identificación. Partiendo de Complutum con 41º 30’, (con las coordenadas de los grupos Ay B de Tudeer para Ilarcuris)13 11º pt y Toletum 41º, 10’ pt identifica algunos núcleos Carpetanos como Titulcia, en los alrededores de Aranjuez, Condabora , en Consuegra o Laminium en Alhambra, o Argamasilla de Alba, estos últimos con reservas.14 Hasta aquí el resumen de los métodos y teorías al uso para la interpretación de la Geographia. El Nuevo Miliario 47 Problemas del eje referencial Vamos a intentar deducir unas funciones que nos faciliten el trabajo interpretativo y que nos permitan convertir con facilidad las coordenadas de Ptolomeo en reales y viceversa, pero para ello es fundamental saber si vamos a tener que contar con el problema de la declinación ¿es realmente necesaria? Vamos a analizar el eje ToletumComplutum15 de la tesis de J. Montero Este eje Toletum-Complutum presenta algunos problemas que podemos considerar con más facilidad si obtenemos una fórmula de declinación que nos dé la distancia entre paralelos declinados. DM es la longitud real entre meridianos los ejes cartesianos, también deberíamos de poder referenciar Toletum desde Cauca. Vamos a ver si esto es posible, para probarlo verificaremos la idoneidad de Cauca, midiendo la distancia a su paralelo desde Lucus Asturum y la compararemos con la distancia real entre los paralelos de Coca y Lugo de Llanera, utilizaré las coordenadas que proporciona el Sistema de Información Geográfica de Identificación de Parcelas Agrarias (SIGPAC) trabajando con las coordenadas en decimal cuando sea más sencillo para los cálculos. Después mediremos las distancias desde Cauca a Complutum y Toletum, y además, en este último caso, probaremos una declinación de ejes. DP es la distancia real entre paralelos, DP’ es la distancia ptolemaica entre paralelos DM es la distancia real entre meridianos DT es la distancia entre paralelos declinados, que deberá ser igual a DP’ Cauca DP es la distancia real entre paralelos DT es la distancia entre paralelos declinados En este esquema vemos que la distancia DT podemos obtenerla de las igualdades siguientes: Latitud Ptolemaica Longitud Ptolemaica 42º 20 10º Coca Latitud real Longitud real 41,217° 4,517° Valor de grado: a) 41,217º - 36º = 5,217º = 313,02’ b) 313,02’ x 111,11 = 34.779,6522 km c) 42º 20’ - 36º = 380’ d) 34.779,6522 : 380’ = 91,525 ~ 91,3542 Lucus Asturum Latitud Ptolemaica Longitud Ptolemaica 45º 11º Cos (13) = DT / (DP + i) Tag (13) = i / DM Lugo de Llanera Latitud real Longitud real 43,4412º 5,81812º DT = DP x Cos(13) + DM x Sen (13) Esta fórmula es la misma en el 4º cuadrante, mientras que en el 2º y 3º es ligeramente diferente: DT = DP x Cos (13) - DM x Sen (13) El problema que se nos plantea es que la latitud que asignamos para Complutum 41º 30º pt se puede medir correctamente desde el paralelo 42º pt 20’ de Cauca, sin necesidad de inclinar los ejes. Entonces, si admitimos que la latitud de Toletum está relacionada con la de Complutum a través de unos ejes inclinados 13º en sentido SW, y a su vez la de Complutum esta relacionada con la de Cauca, según 48 El Nuevo Miliario Valor de grado: a) 43,4412 - 36º =7,4412º= 446,472’ b) 446,472’ x 111,11 = 49.607,50 km c) 45º - 36º = 9º = 540’ d) 49.607,50 : 540’ = 91,865~ 91,354 DP = 43,4412- 41,217 = 2,2242x 60 = 66,879’ x 1.851 = 247,01 km DP’=45º - 42º 20’ = 160,02’ ; 160,02’ x 1.540 = 246,43 km La diferencia es de unos 500 metros, inferior a 1 minuto de grado, demostrándose la idoneidad de la latitud de Cauca. nº 5, Enero 2008 Complutum Utilizamos también las coordenadas definidas en los grupos A y B de Tudeer para Ilarcuris Latitud Ptolemaica Longitud Ptolemaica 41º 30’ 11º DP = 39,86666 - 41,217 = 1,35034 x 60 = 81,0204’ x 1.851 = 149,96 km DP’ = 41º - 42º 20’ = 80’ ; 80’ x 1.540 = 123,2 km La diferencia es de 26,76 Km, superior a 15 minutos e inaceptable. Cerro del Viso Latitud real Longitud real 40,46666º 3,38333º Valor de grado: a) 40,46666 - 36º = 4,4666º = 267,996’ b) 267,996’ x 111,11 = 29.777,03556 km c) 41º 30’ - 36º = 5º30’ = 330’ d) 29.777,03556 : 540’ = 90,23 <> 91,354 DP = 40,46666- 41,217 = 0,75034 x 60 = 45,0204’ x 1.851 = 83,33 km DP’= 41º 30’ - 42º 20’ = 50’ ; 50’ x 1.540 = 77 km La diferencia es de 6,33 km, inferior a 5 minutos de grado y por tanto válida ya que Ptolomeo cuenta de 5 en 5 minutos. Vamos a comprobar ahora si se puede reducir la diferencia declinando los ejes: Comprobemos ahora qué ocurre declinando los ejes 13º DM = 4,03333 - 4,517 = 0,483667 x 60 = 29,02 x 1.350 = 39,17 km DT = DP x Cos (a) + DM x Sen (a) DT = 149,96 x Cos(13) + 39,17 x Sen (13) = 154,93 Km, aún peor que los 149,96 kilómetros que habíamos obtenido sin inclinar los ejes. Podemos considerar que la declinacíón de ejes 13º en sentido SW es incompatible, para los coordenadas propuestas, con la situación de Complutum, que tiene una latitud adecuada con respecto a los paralelos de Cauca y Lucus Asturum. DT = DP x Cos(13) + DM x Sen (13) En realidad J. Montero, en otros trabajos posteriores16, abandonó la idea de declinar las latitudes y finalmente recalculó las posiciones de los núcleos carpetanos17 sin necesidad de este artificio matemático, aunque es posible que siga siendo aplicable, particularmente en las áreas más septentrionales de la península. DT= 83,33 x Cos(a) + 91,82 x Sen(a) Transformaciones de longitud y latitud para a = 5 DT = 91,01 para a = 10 DT = 98,01 para a = 13 DT = 101,85 La latitud DM = 3,38333 - 4,517 = 1,13367 x 60 = 68,02 x 1.350 = 91,82 km Como vemos cuanto más se abre el ángulo, tanto más separamos los paralelos; queda claro, pues, que el eje que une los paralelos ptolemaicos es normal a los paralelos reales. Este resultado ya nos sugiere lo innecesario de unos ejes inclinados en la Carpetania, pero vamos ahora a ver el caso de Toletum: Toletum Latitud Ptolemaica Longitud Ptolemaica Toledo Latitud real Longitud real nº 5, Enero 2008 41º 10º 39,86666º 4,03333º La tabla IV de J. Montero Vítores y Martinez Hombre, de equivalencia de latitudes ptolemaicas y reales para Hispania se calculaba de la siguiente forma: a) Comenzando por el paralelo 36º, coincidente en la geografía de Ptolomeo y en la actual, vamos subiendo hacia el paralelo 45º, obteniendo las diferencias con el paralelo 36º. b) Cada diferencia la multiplicamos por el valor de un grado (91,354 km) c) Se obtiene la razón con el grado de latitud real (111,11 km) d) A este valor se le suman los 36º y nos da la equivalencia que que trasladamos a la tabla. Esta tabla permite obtener unas equivalencias de latitudes con las que se pueden obtener buenos resultados a la hora de interpretar la Geographia de Ptolomeo. Esta tabla podemos convertirla en una fórmula sin más que seguir, tal cual, los pasos del procedimiento El Nuevo Miliario 49 de Martínez Hombre y así obtenemos nuestra primera transformación: Latitud Real = 36 + (Latitud Ptolomeo - 36) x 91,354 / 111,11 Por ejemplo si queremos saber la latitud real de Lucus Asturum, indicada con 45º en las tablas de Ptolomeo: Latitud real = 36º + (45º -36º) x 91,354 /111,11 = 43,399º = 43º 23,94’ r La latitud de Sta María de Lugo es de 43,43938º = 43º 26,36’ difiriendo con la obtenida en sólo 2 minutos reales, cuyo valor en kilómetros está dentro del rango de los 5 minutos con que trabajaba Ptolomeo. Además podemos calcular la inversa de la fórmula y así obtener las coordenadas de Ptolomeo que se corresponderían con unas coordenadas reales. Latitud Ptolomeo = (Latitud Real x 111,11) - 711,16) / 91,354 Aplicada al caso anterior obtenemos: Latitud Ptolomeo = 45,0480º = 45º 2,8' pt, con la diferencia de más de dos minutos ptolemaicos, que otorga validez al resultado. Si aplicamos esta fórmula a Toledo, con una latitud real de 39,8670º obtenemos: Latitud Ptolomeo = 40,7032º = 40º 42,19', siendo Líbora e Ispinum con 40º 45’ los únicos núcleos cuya latitud cuadraría en las tablas con este resultado, dentro del margen de los 5 minutos, y coincidente con las coordenadas alternativas para Toletum, que daba J. Montero en la página 334 de su tesis. Como estas funciones producen un continuum de valores para Hispania (como dicen los matemáticos son continuas en el intervalo), ya no es necesario adaptar los valores a la tabla IV, sino que basta aplicar la fórmula para conseguirlo más adelante lo veremos con el caso de Complutum La longitud No existe un meridiano que coincida en la Geographia y en la realidad, tal y como ocurre con la latitud, donde coinciden los paralelos 36º, sino que además las longitudes presentan variaciones importantes a medida que nos desplazamos de sur a norte18, de modo que estamos ante un problema importante. 50 El Nuevo Miliario De todas formas Martínez Hombre obtuvo unos valores del grado de longitud en kilómetros, para cada latitud, que pueden verse en la tabla IV de la tesis de J. Montero. Evidentemente el valor de grado de longitud varía de forma continua con la latitud y puede calcularse muy precisamente para la tierra por medio de la fórmula del elipsoide obteniéndose los valores de la tabla de A. Strahler.19 Como esta fórmula es algo engorrosa, casi siempre se utiliza la fórmula del coseno (que supone una tierra esférica) que genera valores cuyas discrepancias con las del elipsoide son irrelevantes para nuestra aplicación. Esta es la fórmula del valor de grado de la longitud real: Valor de longitud 1º real = Cos (latitud real) * 111,325 Los 111,325 km son el valor del grado de latitud en el ecuador, ligeramente mayor que en latitudes septentrionales, por la forma achatada del planeta. Bien, pero ¿y el grado de longitud de Ptolomeo? Podríamos hacer una regresión sobre los valores de la tabla IV y obtener una recta que nos daría ya la función de la longitud, este método es perfectamente válido20 pero he preferido atacarlo de otra forma algo diferente, para que la fórmula obtenida no pierda información sobre el comportamiento trigonométrico de las longitudes, que puede sernos útil en el futuro: El grado de longitud tiene que variar en función del coseno en la tierra de Posidonio aún mejor que en la tierra real, pues aquella es una esfera perfecta. Esto ha de considerarse como rigurosamente cierto, pues de otra manera no existiría base matemática alguna para la Geographia. Entonces podríamos hacer esta primera aproximación: Valor de longitud 1º de Ptolomeo = Cos (latitud Ptolomeo) x 92,406 siendo 92,406 el valor del grado de latitud. Ahora bien, vemos que el valor de latitud no concuerda, analizando el primer valor de la tabla, que para 45º 40’ pt asigna 61,616 km de longitud: 61,616 = Cos(45,666) x Vgrado; Vgrado = 61,616 / cos (45,666) ; Vgrado = 88,17 <> 92,406 nº 5, Enero 2008 Repitiendo este proceso para unos cuantos valores espaciados: Latitud 45º 40’ Grado de longitud Grado de latitud V. de grado 61,616 88,17003303 44º 50’ 62,39 87,97724131 43º 30’ 63,498 87,53824582 42º 20’ 64,459 87,19637731 41º 50’ 64,879 87,07560883 40º 10’ 66,279 86,73315831 39º 25’ 66,909 86,60810927 38º 30’ 67,679 86,47878176 37º 45’ 68,309 86,3916792 36º 15’ 69,559 86,25390961 Esto es una sorpresa, pues supone que se utilizó un valor de grado de latitud distinto en cada paralelo para calcular cada valor del grado de longitud, cuando el valor de grado de latitud debiera de ser constante. Si representamos los valores de Vgrado recalculados en función del coseno contra el grado de latitud ptolemaico en el diagrama de dispersión que se presenta, vemos que hay una relación lineal entre ambos, que responde a un coeficiente de Pearson de 0,9814127, que indica una correlación muy fuerte y directa entre ambos conjuntos de datos. Podemos, entonces, hacer una regresión lineal y sacar la recta que los relaciona, que es como sigue: Vgrado’ = 0,21117 x Latitud + 78,3790 Esta función ajusta la variación de la longitud en la esfera de Posidonio a la proyección Mercator sobre un cono, donde hay que tener en cuenta el diámetro de las secciones del cono, como hemos visto en la introducción21 Si ahora recalculamos los valores, vemos que las diferencias son insignificantes, luego ya tenemos como varía este particular grado de latitud en la tabla de longitudes de Martínez Hombre y J. Montero. Latitud 45,66666667 44,83333333 43,5 42,33333333 41,83333333 40,16666667 39,41666667 38,5 37,75 36,25 nº 5, Enero 2008 Vgrado 88,17003303 87,97724131 87,53824582 87,19637731 87,07560883 86,73315831 86,60810927 86,47878176 86,3916792 86,25390961 Vgrado’ 88,02250692 87,84653174 87,56497145 87,3186062 87,21302109 86,86107073 86,70269306 86,50912036 86,3507427 86,0339838 Diferencia 0,147526111 0,130709567 -0,026725634 -0,12222889 -0,137412262 -0,127912421 -0,09458379 -0,030338605 0,040936496 0,219922232 El Nuevo Miliario 51 Ahora podemos recalcular la muestra de valores de la tabla IV con nuestra fórmula y ver el resultado: Latitud 45,66666667 44,83333333 43,5 42,33333333 41,83333333 40,16666667 39,41666667 38,5 37,75 36,25 Grado de Longitud 61,616 62,39 63,498 64,459 64,879 66,279 66,909 67,679 68,309 69,559 Recálculo 61,5129041 62,29730592 63,51738609 64,54935641 64,98138424 66,37674701 66,9820706 67,70274324 68,27663194 69,3816449 Diferencia -0,103095899 -0,092694085 0,01938609 0,090356415 0,102384241 0,097747015 0,073070604 0,02374324 -0,032368061 -0,177355097 Vemos que las diferencias son muy reducidas y así hemos conseguido nuestro objetivo de cristalizar en una fórmula todos los valores de longitud de la tabla IV. ¿Podremos, con nuestra fórmula, obtener el dato de longitud para el Higuer, tomando como referencia el Cabo Ortegal? Ahora vamos a intentar obtener con estos datos una transformación de la longitud, que referiremos siempre a un meridiano próximo para evitar la acumulación de errores. Si lo conseguimos, en una distancia tan grande y tan septentrional, habremos demostrado definitivamente la adaptabilidad de la función de longitud por lo menos tanto como cualquier otro método. De acuerdo a esta fórmula, la distancia entre dos núcleos de la Geographia de longitudes Lgp1 y Lgp0 y latitudes Ltp1 Ltp0 sería: Promontorio Trileucum (cabo Ortegal) Longitud 8º 15’ = 8,25º pt Longitud 7,8767º r Distancia = (Lgp1-Lgp 0) x Cos(Ltp1) x (0,21117 x Ltp1 + 78,379) Si divido esta distancia por la distancia real entre los mismos puntos con latitudes Ltp1 y Ltp0, obtendré los grados reales: Grados = (Lgp1-Lgp0) x Cos(Ltp1) x (0,211170 x Ltp1 + Latitud real) / Cos(Latitd real1) x 111,325 calculando la diferencia con Lt0 obtendremos la longitud real y la última de nuestras transformaciones: Longitud real = | ( (Lgp1-Lgp0) x Cos(Ltp1) x (0,21117 x Ltp1 + 78,379) / Cos(Ltp1) x 111,325 ) - Lt0 | Nota: la latitud real podríamos obtenerla con la primera transformación. Promontorio Oeasso (Higuer) Latitud 45º 50’ = 45,74º pt Longitud 15º 10’ = 15,1666º pt +1º No obstante el valor máximo de latitud en la tabla IV es de 45º 45’ (45,75º)pt y será el utilizado. (Existe un grado suprimido) Latitud 43,39208º r Longitud 1,79214º r Longitud = | ( (16,1666 - 8,2500) x Cos(45,7500) x (0,21117 x 45,7500 + 78,379) / (Cos(43,3921) x 111,325) ) - 7,8670| = 1,8551º La diferencia con la longitud real es de 1,8551º - 1,79214º = 0,06296º = 3,7776’ r, unos 5 km dentro de los 5 minutos de margen ptolemaicos: el resultado es bueno. Dejo al lector comprobar como la longitud es buena también en Lucus Asturum, a mitad de camino. Comprobación Martínez Hombre, para calcular las longitudes, trabajó con la distancia existente entre Trileucum (Cabo Ortegal) y Oeaso, el Higuer al este San Sebastián. 52 El Nuevo Miliario La expresión de estas fórmulas implica algo mucho más trascendente que la comodidad que puedan reportar a la hora de hacer cálculos con las coordenadas de la Geographia: podemos estudiar ahora el com- nº 5, Enero 2008 portamiento de estas funciones y buscar regularidades que nos ayuden a perfeccionarlas más y más: la Geographia es ahora más vulnerable al arsenal matemático y más susceptible de nuevos análisis, como el informático, de manera que la resolución completa de sus problemas no está ya muy lejana. DP = 39,85 - 41,217 =1,367 x 60 =82,02’ x 1.851 = 151,8 km DP’ = 40,75º - 42,333º = 95’ ; 95’ x 1.522,56 = 144,6 km La diferencia son 7,2 km dentro de los 5 minutos y es igualmente válida si hacemos el cálculo con 92,406. Propuesta de eje referencial para la Carpetania Ahora la distancia entre ambos núcleos: Como hemos visto los problemas de la declinación para Toletum y Complutum, propongo un nuevo eje con Toletum, supuesta la permuta de coordenadas con Ispinum, y para Complutum las coordenadas de Ilarcuris definidas en los grupos A y B de Tudeer estas ya utilizadas por J. Montero en su tesis para definir Complutum. DP =40,46666º - 39,85º = 0,6166 x 60 =36,996’ x 1.851 = 68,479 km DP’ = 41º 30’ - 40º 45’ = 45’ ; 45’ x 1.522,56 = 68,51 km La diferencia es de 321 m Además propongo utilizar las coordenadas reales del establecimiento de El Juncal como Complutum, en vez del Cerro del Viso, por ser coetáneo a Ptolomeo, como ya sugiriera Jesús Rodríguez Morales. Hemos comprobado que ambos paralelos se referencian desde Cauca y que la diferencia de distancias reales y Ptolemaicas entre los extremos del eje es reducidísima, hasta ser casi inapreciable. Lo primero que voy a hacer es comprobar el valor de grado de ambos lugares y también veré si es posible referenciarlos desde el paralelo de Cauca (41,217º r y 42,333º pt) , pues así todo el sistema carpetano no será un ente autónomo, desligado, sino que estará incardinado con el resto de la geografía hispana. Vamos a ver ahora los valores de grado, comprobaremos como la fórmula nos los adapta automáticamente al paradigma de Martínez Hombre. Voy a realizar los cálculos con el valor de grado de Martínez Hombre para la altitud 91,354 km, en vez de con 92,406 km, pues la tabla de equivalencias fué construida sobre la base de 91,354 correspondientes a la proyección Mercator. Valor de un minuto de grado: 91,354/60 = 1.522,56 Complutum Latitud 41º 30' pt = 41,5º pt Longitud 11º pt El Juncal Latitud l 40º 28'r = 40,46666º r Longitud 3º 23’r = 3,38333º r DP = 40,46666- 41,217 = 0,75034 x 60 = 45,0204’ x 1.851 = 83,33 km DP’ = 41,5º - 42,333º = 50’ ; 50’ x 1.522,56 = 76,128 La diferencia son 7,02 km, dentro del rango de 5 minutos ptolemaicos (7,6 km) Toletum Latitud 40º 45' = 40,75º pt Longitud 10º 15' = 10,25º pt Latitud 39º 51' = 39,85º r Longitud real 4º 1' = 4,0166º r nº 5, Enero 2008 Complutum Latitud Ptolomeo = ( (Latitud Real x 111,11) - 711,16) / 91,354 Latitud Ptolomeo = ( (40,46666 x 111,11) - 711,16) / 91,354 = 41,433 = 41º 26’ dentro de los 5’ con 41º 30’ Repitiendo el cálculo con este valor a) 40,46666º - 36º = 4,4666º= 267,996’ b) 267,996’ x 111,11 = 29.777,03556 km c) 41º 26’ - 36º = 326’ d) 29.777,03556 : 326’ = 91,34 ~ 91,354 Toletum Latitud Ptolomeo = ( (Latitud Real x 111,11) - 711,16) / 91,354 Latitud Ptolomeo = ( (39,85º x 111,11) - 711,16) / 91,354 = 40,683º = 40º 41’, dentro de los 5’ con 40º 45’ Repitiendo el cálculo con este valor a) 39,85º - 36º = 3,85º= 231’ b) 231’ x 111,11 = 25.666,41 c) 40º 41’ - 36º = 281’ d) 25.666,41 : 281’ = 91,33 ~ 91,354 Vamos a proceder con el cálculo de los núcleos, para ello utilizaré las transformaciones de longitudes y latitudes que ya hemos demostrado y justificado debidamente, utilizando las variantes de coordenadas más usuales que utiliza J. Montero22 con la excepción El Nuevo Miliario 53 de Laminium, para este núcleo utilizo la variante del Codex Latinus 4803, más adelante se verá la razón de ello. Además añado a la lista, en último lugar, las coordenadas del nacimiento del río Anas. Latreal = 36 + (Ltp1 -36) x 91,354 111,11 Longitud = | (Lgp1 – Lgp0) x Cos(Ltp1) x (0,21117 x Ltp1 + 78,379) Punto 1 41º 40’ 9º 40’ (41,6667º , 9,6667º) Latitud real = 36º + (41,6667º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,6591º = 40º 39,55’ Longitud real = |( (9,6667º - 11,0000º) x Cos(41,6667º) x (0,21117 x 41,6667º + 78,379) / (Cos(40,6591º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 4º 24,69’ Punto 2 41º 40’ 10º 30’ (41,6667º , 10,5000º) Latitud real = 36º + (41,6667º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,6591º = 40º 39,55’ Longitud real = |( (10,5000º - 11,0000º) x Cos(41,6667º) x (0,21117 x 41,6667º + 78,379) / (Cos(40,6591º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 46,13' Punto 3 41º 30’ 11º 0’ (41,5000º , 11,0000º) Predeterminado para Complutum Punto 4 41º 35’ 12º 0’ (41,5833º , 12,0000º) Latitud real = 36º + (41,5833º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,5906º = 40º 35,44’ Longitud real = |( (12,0000º - 11,0000º) x Cos(41,5833º) x (0,21117 x 41,5833º + 78,379) / (Cos(40,5906º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 2º 36,73’ Punto 5 41º 30’ 11º 30’ (41,5000º , 11,5000º) Latitud real = 36º + (41,5000º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,5221º = 40º 31,33’ Longitud real = |( (11,5000º - 11,0000º) x Cos(41,5000º) x (0,21117 x 41,5000º + 78,379) / (Cos(40,5221º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 2º 59,86’ 54 El Nuevo Miliario Cos(Latreal) x 111,325 – Lgreal | Punto 6 41º 20’ 10º 20’ (41,3333º , 10,3333º) Latitud real = 36º + (41,3333º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,3850º = 40º 23,10’ Longitud real = |( (10,3333º - 11,0000º) x Cos(41,3333º) x (0,21117 x 41,3333º + 78,379) / (Cos(40,3850º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 53,86' Punto 7 41º 15’ 11º 40’ (41,2500º , 11,6667º) Latitud real = 36º + (41,2500º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,3165º = 40º 18,99’ Longitud real = |( (11,6667º - 11,0000º) x Cos(41,2500º) x (0,21117 x 41,2500º + 78,3790) / (Cos(40,3165º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 2º 52,15’ Punto 8 41º 5’ 10º 50’ (41,0830º , 10,8333º) Latitud real = 36º + (41,0830º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,1792º = 40º 10,75’ Longitud real = |( (10,8333º - 11,0000º) x Cos(41,0830º) x (0,21117 x 41,0830º + 78,3790) / (Cos(40,1792º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 30,71’ Punto 9 41º 0’ 10º 0’ (41,0000º , 10,0000º) Latitud real = 36º + (41,0000º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 40,1110º = 40º 6,66’ Longitud real = |( (10,0000º - 11,0000º) x Cos(41,0000º) x (0,21117 x 41,0000º + 78,3790) / (Cos(40,1110º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 4º 9,29’ Punto 10 40º 50’ 11º 20’ (40,8333º , 11,3333º) Latitud real = 36º + (40,8333º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,9739º = 39º 58,43’ Longitud real = |( (11,3333º - 11,0000º) x Cos(40,8333º) x (0,21117 x 40,8333º + 78,3790) / (Cos(39,9739º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 7,57’ nº 5, Enero 2008 Punto 11 40º 45’ 9º 25’ (40,7500º , 9,4167º) Latitud real = 36º + (40,7500º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,9054º = 39º 54,32’ Longitud real = |( (9,4167º - 11,0000º) x Cos(40,7500º) x (0,21117 x 40,7500º + 78,379) / (Cos(39,9054º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 4º 36,31’ Punto 12 40º 45’ 10º 15’ (40,7500º , 10,2500º) Latitud real = 36º + (40,7500º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,9054º = 39º 54,32’ Longitud real = |( (10,2500º - 11,0000º) x Cos(40,7500º) x (0,21117 x 40,7500º + 78,379) / (Cos(39,9054º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 57,73’ Punto 13 40º 35’ 10º 20’ (40,5833º , 10,3333º) Latitud real = 36º + (40,5833º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,7684º = 39º 46,10’ Longitud real = |( (10,3333º - 11,0000º) x Cos(40,5833º) x (0,21117 x 40,5833º + 78,3790) / (Cos(39,7684º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 53,87’ Punto 14 40º 30’ 11º 0’ (40,5000º , 11,0000º) Latitud real = 36º + (40,5000º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,6999º = 39º 41,99’ Longitud real = |( (11,0000º - 11,0000º) x Cos(40,5000º) x (0,21117 x 40,5000º + 78,379) / (Cos(39,6999º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 23,00’ Punto 15 40º 25’ 10º 30’ (40,4167º , 10,5000º) Latitud real = 36º + (40,4167º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,6314º = 39º 37,88’ Longitud real = |( (10,5000º - 11,0000º) x Cos(40,4167º) x (0,21117 x 40,4167º + 78,379) / (Cos(39,6314º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 46,15' Punto 16 40º 15’ 9º 50’ (40,2500º , 9,8333º) Latitud real = 36º + (40,2500º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,4943º = 39º 29,66’ Longitud real = |( (9,8333º - 11,0000º) x Cos(40,2500º) x (0,21117 x 40,2500º + 78,379) / (Cos(39,4943º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 4º 17,03’ nº 5, Enero 2008 Punto 17 40º 15’ 10º 30’ (40,2500º , 10,5000º) Latitud real = 36º + (40,2500º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,4943º = 39º 29,66’ Longitud real = |( (10,5000º - 11,0000º) x Cos(40,2500º) x (0,21117 x 40,2500º + 78,379) / (Cos(39,4943º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 46,16’ Punto 18 39º 45’ 10º 50’ (39,7500º , 10,8333º) Latitud real = 36º + (39,7500º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,0832º = 39º 4,99’ Longitud real = |( (10,8333º - 11,0000º) x Cos(39,7500º) x (0,21117 x 39,7500º + 78,379) / (Cos(39,0832º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 30,72’ Punto 19 40º 00’ 11º 00’ (40,0000º , 11,0000º) Latitud real = 36º + (40,0000º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 39,2888º = 39º 17,33’ Longitud real = |( (11,0000º - 11,0000º) x Cos(40,0000º) x (0,21117 x 40,0000º + 78,379) / (Cos(39,2888º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 23,00’ Interpretación Sólo voy a identificar 5 puntos: Complutum, Toletum, Titulcia, Laminium y las fuentes del río Anas Toletum Para Toletum, punto 12, vemos que estamos dentro del margen de 5’ desde el meridiano de Complutum, pues tenemos una posición de 3º 57,73’ que difiere con la real de Toledo de 4º 1’ en 3,27’ 3,27’ x 1.423 (minuto de longitud en esta latitud) = 4.653 m, que están dentro de los 5’ de margen que son 5.482 m. La latitud también se consigue correctamente: 39º 54,32’- 39º 51’ = 3,32’ x 1.851= 6.145,32 m, dentro del margen de 5’ pt de latitud (7,6 km) Puede observarse cómo he realizado el cálculo, obteniendo primero el valor de latitud, al igual que se hace en todos los demás puntos de los que desconocemos sus coordenadas reales, para poder calibrar el cómputo y ver como se comportaría en esos casos. Ahora calculando la longitud con el dato de latitud real de Toletum: El Nuevo Miliario 55 Latitud real = 39º 51’ = 39,85º Longitud real = |( (10,2500º - 11,0000º) x Cos (40,7500º) x (0,21117 x 40,7500º + 78,379) / (Cos (39,85º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 57,70’ La diferencia con la longitud real de Toletum 4,1º 3,3’ x 1.423 = 4.695,9 igualmente dentro del margen de los 5’ Si ahora utilizamos el valor adaptado para Toletum con latitud 40,683º pt Longitud real = |( (10,2500º - 11,0000º) x Cos (40,7500º) x (0,21117 x 40,7500º + 78,379) / (Cos (40,683º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 57,72’ Está entre los dos valores anteriores, centrando aún más el resultado. Vemos, pues, que el eje de referencia generado es sumamente preciso, con buena tolerancia en los márgenes, y encaja perfectamente en las coordenadas propuestas, pudiéndose extrapolar ese comportamiento para el resto de los núcleos carpetanos. Titulcia El punto 8 podría encajar bien en la antigua Bayona de Tajuña, que sería así el solar de Titulcia, con márgenes correctos en latitud y longitud: 40,133º - 40,1792º = 2,772’ * 1.851 = 5,130 km, dentro de los 5’ pt 3,567 º - 3,5119º = 3,306’ = 4,68 km, dentro de los 5’ pt para esta latitud Lugar Segovia Miaccum Tituleiam Complutum Nombre Actual Segovia Collado Mediano Yacimiento 1 Sur El Juncal Longitud 4,117º 4,037º 3,877º 3,383º Pero vamos a explorar otras posibilidades que no se pueden descartar por adaptarse también a la Geographia: Para Titulcia, punto 6, tenemos una longitud de 3º 53,86’ y una latitud de 40º 23,10’ Para Villaviciosa de Odón tenemos una latitud de 40º 22’ que difiere en 1,1’ con la obtenida, dentro del margen de 5’ pt La longitud de Villaviciosa es de 3º 54’, que difiere en 0,14 décimas de minuto con la obtenida, lo que sugiere que Titulcia estaba en este lugar, resultado que parece corroborar al obtenido por Dionisio Urbina al aplicar los polígonos Thiessen al espacio de la Carpetania, resultando patente la necesidad de una ciudad en el espacio de Villaviciosa.23 Ahora bien, la proximidad con Móstoles hace que tampoco se pueda descartar esa ubicación, ciertamente muy factible, de acuerdo a los razonamientos de Jesús Rodríguez Morales24, y en perfecta coherencia con las coordenadas obtenidas que cumplen con esa localidad el margen de 5’ pt tanto en latitud como en longitud. Por otra parte en las excavaciones arqueológicas realizadas en el proyecto de la carretera de los pantanos aparecieron una serie de restos y estructuras de época tardoimperial25 en varios yacimientos entre Boadilla y Villaviciosa de Odón Podemos buscar la compatibilidad de esta posible ubicación de Titulcia con el camino 24 del Itinerario de Antonino, supuesta la Mansio de Miaccum en El Beneficio, en Collado Mediano.26 he utilizado la milla de 1.481 m. Latitud 40,95º 40,68º 40,39º 40,46º Millas Km D. Lineal 24 24 30 35,54 35,54 44,43 30,72 34,15 42,48 Las distancias entre las etapas no son incompatibles con las ubicaciones propuestas y las coordenadas que hemos obtenido son adecuadas para los cuatro yacimientos arqueológicos descritos en el trabajo citado. Latitud: 40,39º - 40,3850º = 0,005º = 0,3’, compatible con las coordenadas generadas. Diferencia de longitudes 3,8976º - 3,877º = 0,0206º = 1,236’ x 1.413 = 1,74 Km, dentro del margen de los 5’ de Ptolomeo, que para esta latitud son, a razón de 1083 m por minuto, 5.415 m. 56 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Códice C. Parisienses 2423 C. Venetus Marcianus 516 C. Flor. Laurent. XXVIII 9 C. Parisiensis 1403 C. Latinus 4803 Coordenadas Pt 39º 45’ 13º 39º 45’ 10º 20’ 39º 55’ 10º 50’ 39º 40’ 13’ 39º 45’ 10º 50’ Laminium y las fuentes del Anas En el cuadro superior pueden leerse las variantes más usuales de coordenadas para Laminium (o Laminiom), y el códice (o uno de ellos) que consigna esa variante. Está claro que exploradas por exhaución estas posibilidades sólo el C. Latinus 4803 y el Flor. Laurent. XXVIII 9 producen un resultado que puede vincularse a alguna de las ubicaciones propuestas para la ciudad, y de esas 2 variantes sólo la del C. latinus 4803 proporciona un resultado que puede ser puesto en relación con un contexto arqueológico. En la imagen adjunta tomada del SIGPAC se muestra el enclave cercano a los Ojos del Guadiana lugar del yacimiento romano descrito en el artículo de Dionisio Urbina y Catalina Urquijo27 sobre la necrópolis íberoromana de Los Toriles-Casas Altas (Villarrubia de los Ojos), que se encuentra a una latitud de 39º 8’ y a una longitud de 3º 30’ La latitud generada en el punto 18, 39º 4,99’ difiere en 3,12’ con esta ubicación, en tanto que la longitud, de 3º 30,72’ resulta prácticamente exacta. Ambas encajan perfectamente en el margen de 5’ pt que tenemos para situar nuestros núcleos y así podemos identificar Laminium con el yacimiento de los Ojos del Guadiana. nº 5, Enero 2008 Coordenadas Reales 39º 5’ 1º 50,36’ 39º 5’ 3º 53,58’ 39º 13,22’ 3º 30,72’ 39º 8,8’ 1º 50,35’ 39º 5’ 3º 30,72’ Lugar Albacete Fernán Caballero (C. Real) Arenas de San Juan Entre Albacete y el Júcar Casas Altas Ojos Guadiana Por otra parte obtenemos unas coordenadas para el nacimiento del río Anas de 39º 17,33’ y 3º 23’ que son compatibles y casi exactas con los 39º 18’ y 3º 21’ de la confluencia de los ríos Cigüela y Záncara, lugar encharcado y con lagunas que pertenecería al ager laminitanus donde Plinio ( Nat. Hist. III, 6) sitúa las fuentes del Anas. La tradicional ubicación de Laminium en Alhambra28 no parece posible desde la Geographia por dos razones: una que se trata ya de territorio oretano y otra que existe una ciudad en la lista oretana que encaja en las coordenadas de Alhambra. En efecto, si probamos con las coordenadas de Libisosa Punto 20 39º 30’ 11º 25’ (39,5000º , 11,4100º) Latitud real = 36º + (39,5000º - 36º) x 91,354 / 111,11 = 38,8777º = 38º 52,66’ Longitud real = |( (11,4100º - 11,0000º) x Cos(39,5000º) x (0,21117 x 39,5000º + 78,379) / (Cos(38,8777º) x 111,325) ) - 3,3833º| = 3º 4,01’ El Nuevo Miliario 57 La diferencia con la latitud de Alhambra, 38,9º, es de 1,38’ y la diferencia con la longitud de Alhambra, 3,05º, no llega a un grado lo que nos produce una coincidencia prácticamente perfecta desde Complutum. Como Libisosa parece que estaba situada en Lezuza, esas coordenadas pertenecen a alguna otra de las ciudades oretanas y así Laminium no podía estar donde está hoy Alhambra, a menos que pensemos en una alteración de coordenadas: que las de Laminium esten permutadas con Libisosa en la comunidad de los oretanos, y de esta forma la ciudad que señalamos en Casas Altas podría ser otra ciudad de la lista de los carpetanos, lo que estaría más en consonancia con la tradición historiográfica, pero hay que recordar que las coordenadas de las fuentes del Anas siguen apuntando, usando el mismo eje referencial, al interfluvio Cigüela-Záncara demasiado alejado de Alhambra, con 51 kilómetros en línea recta. Hasta que se encuentren en la Geographia unas coordenadas para el nacimiento del Anas más próximas a Alhambra puede suponerse a Laminium en los Ojos, el nacimiento del Anas en la confluencia Cigüela-Záncara y la mansio Caput flumines Anae del camino 31 del Itinerario de Antonino a 7 millas de Laminium, en dirección al nacimiento del Anas, lo que resulta posible ya que el nombre está en acusativo. No voy a extenderme en el tema de las vías ni en el toponímico ya que el tema ha sido objeto de un artículo por parte de Jesús Rodríguez Morales que exploró las posibilidades de que Laminium estuviera en la zona de los ojos del Guadiana29 Representación de la Carpetania, en coordenadas de Ptolomeo y conversión a reales BIBLIOGRAFÍA MONTERO VÍTORES J. (1991): Carpetanos y Vettones en la Hispania de Ptolomeo Universidad Complutense, Madrid MARTÍNEZ HOMBRE, E. (1964):Vindius, el lado septentrional clásico de Hispania, ed. Varicop, Madrid SOLANA, J. 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Yo realicé un nuevo cálculo con un eje diferente y con las fórmulas de transformación (Nueva propuesta de eje referencial para los núcleos carpetanos 5/12/2007), observando entonces (8/12/2007), que mis cálculos son muy precisos y que el bosquejo 1 no iba desencaminado. Este recálculo por dos vías con resultados similares mutuamente vigilados dota de un particular valor a este recálculo de la Carpetania, independientemente de la interpretación de cada resultado. 18. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 117 19. STRAHLER, Arthur N. (1989) 20. Puede utilizarse esta fórmula: Grado Longitud pt = -0,81107906 x Latitud + 98,7322 21. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 114 22. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 339 23. URBINA MARTÍNEZ, DIONISIO (1988), p 199 24. RODRÍGUEZ MORALES, JESÚS (2007), pp. 20-37 NOTAS 25. JORGE VEGA, MIGUEL (2005) 1. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 55 26. JIMÉNEZ GUIJARRO (coord.) (2006) 2. MARTÍNEZ HOMBRE, E. (1964), p 76 27. URBINA, DIONISIO. URQUIJO, CATALINA (2000) 3. MARTÍNEZ HOMBRE, E (1964), p 45 28. ARIAS, G. (1990) 4. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 96 29. RODRÍGUEZ MORALES, JESÚS (2000) pp 16-23 5. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 99 6. SOLANA, J. Mª (1972), p 68 7. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 115 8. SOLANA, J. Mª (1972), p 92 9. MONTEAGUDO, L. (1947), p 67 10. LARRAÑAGA, J. (1972), p 72 11. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 137 12. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 151 (punto 2) 13. MONTERO VÍTORES J. (1991), p 334 nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 59 Localización geográfica de algunas unidades auxiliares romanas en la Hispania bajoimperial Alejandro Beltran Ortega Archivo Epigráfico de Hispania Tras la conquista romana de la cornisa cantábrica y su pacificación a partir del gobierno de Octavio Augusto las diferentes unidades militares romanas fueron progresivamente trasladadas a otras zonas del Imperio hasta la llegada de la Legio VII, que desde su llegada se convirtió en la única unidad legionaria establecida en la península de forma permanente hasta el fin del dominio romano. Asociados a ella se asignaron diferentes unidades auxiliares que complementaban las actividades desarrolladas por la legión por las diferentes regiones de Hispania. Dos de ellas, la Cohors I Celtiberorum y la Cohors II Gallica aparecen mencionadas en un controvertido documento de época bajoimperial llamado Notitia Dignitatum, una especie de informe administrativo realizado por las oficinas imperiales sobre la distribución de las diferentes unidades militares por todo el territorio imperial. Estas dos unidades presentan problemas para su localización espacial, una, la I de los celtíberos, por la dificultad de situarla en una ciudad que supuestamente está casi abandonada, y otra, la II de la Galia, porque el documento no la sitúa en ningún lugar concreto. A través del análisis de la epigrafía y de los posibles restos arqueológicos de ambas cohortes intentaremos plantear una hipótesis sobre su posible localización en época bajoimperial. La Cohors I Celtiberorum1 La presencia de esta cohorte equitata en Hispania se atestigua desde el siglo II, si bien todo parece indicar que la unidad fue creada en el siglo I, posiblemente en época julio-claudia2. A pesar del hallazgo de epígrafes relativos a la cohorte y fechados en los años 132 y 1631673, los datos que tenemos apuntan a la posibilidad de que la cohorte estuviera acantonada en Britannia4 durante parte del siglo II5, formando parte de las unidades auxiliares adscritas a alguna de las al menos tres o cuatro legiones estacionadas en la zona oeste y norte de la isla6, trasladándose puntualmente algunas vexillationes o bien la cohorte entera a la propia Hispania y a la provincia Tingitana (109 a 117), con el objeto de realizar alguna misión concreta pero temporal, regresando de nuevo tras cumplirla a su cuartel en las Islas Británicas7. Tras este periodo, la cohorte volvería a Hispania en algún momento entre el final del siglo II y principios del III para mantenerse aquí hasta su disolución o aniquilación quedando asignada como unidad 60 El Nuevo Miliario auxiliar milliaria de caballería de la Legio VII Gemina9. Esta parece ser la opción más probable10, descartando por tanto la alternativa de que hubieran existido dos cohortes con el mismo numeral y apelativo, una con sede en Britannia y otra con sede en Hispania, que a su vez sería la que se hubiera trasladado al norte de África en dos ocasiones puntuales. Parece mucho más factible la primera opción, ya que no se han hallado epígrafes coincidentes en el tiempo en diferentes provincias, y los intervalos entre unos y otros son de al menos cuatro o cinco años, además es frecuente la movilidad geográfica de este tipo de unidades para reforzar determinadas posiciones amenazadas por alguna incursión, sofocar posibles rebeliones o llevar a cabo cualquier otra misión de carácter militar. También se ha de tener en cuenta que la presencia de miembros de esta unidad fuera de su campamento base no tiene por qué significar el traslado de la unidad entera, sino que se puede tratar de una vexillatio concreta11, una situación conocida en otras unidades militares del Imperio. Sin embargo no faltan los autores que defienden la existencia de dos unidades con el mismo nombre y de existencia paralela12. Así pues el orden de testimonios datables relativos a esta unidad dan la siguiente secuencia: Britannia 105 (CIL VXI 51) Tingitana 109 (CIL XVI 162) y 114-117 (CIL XVI 165) Britannia 122 (CIL XVI 69) y 127 (AE 1997, 1079) Hispania 132-138 Tingitana (tan sólo una vexillatio) 138 Britannia 146 (CIL XVI 93) y 158 (AE 1997, 1001) Hispania 167 (CIL II, 2552 = AE 1910, 3) Como se puede observar ninguno de los testimonios es coincidente en el tiempo, lo que hace posible que se trate de una misma unidad. La cantidad de tropas acantonadas en Britannia hacían más posible que se trasladara temporalmente alguna unidad a otro punto de conflicto en el Imperio antes que trasladar tropas de puntos más desprotegidos. Por tanto, tras su estancia en tierras britanas la cohorte sería trasladada a la provincia Gallaecia, quedando acantonada dentro del ager de Brigantia, exactamente en el yacimiento de Cidadela (Sobrado dos Monxes, A Coruña) como atestiguan los restos arqueológicos y epigráficos, así como la propia Notitia, volviendo nº 5, Enero 2008 a trasladarse a finales del siglo IV o principios del V a algún lugar del territorio de Iuliobriga según este documento. Pero los restos arqueológicos hallados en Cidadela13 desvelan que el campamento donde se situó la cohorte presenta indicios de ocupación desde los años iniciales del siglo II14, lo que indica que hubo un asentamiento anterior de otra unidad militar antes de la llegada de la I cohorte de los celtíberos, si bien serán necesarias próximas campañas de excavaciones que aporten nueva luz sobre el origen del campamento. Lo que parece fuera de toda duda es la presencia de esta unidad en este campamento, como así lo acreditan las diferentes inscripciones alusivas a la cohorte halladas en el recinto15, y su estancia en el mismo parece, pues, establecerse hasta el final del siglo IV16. momento, no ha dado ninguna información, ni sobre el estatuto jurídico de la civitas18, ni ningún otro dato que relacione directamente el yacimiento con la localidad mencionada por Plinio19 y Ptolomeo20. Bien es cierto que la localización geográfica de los restos coinciden con las indicaciones de Plinio, y el hecho de haberse localizado a pocos kilómetros de allí varios termini augustales21 que delimitaban los territorios correspondientes al ager Iulobrigensium y los prata de la Legio IV Macedonica, parecen indicar la relación entre el cerro de Retortillo y el enclave romano. Por otro lado no se conoce en la actualidad ningún yacimiento en el territorio cántabro de suficiente entidad como para suponer una alternativa al tradicional emplazamiento de la ciudad22. Por tanto, la correspondencia entre los restos hallados en Retortillo y el enclave de Iuliobriga parece admitido por la casi totalidad de los estudiosos. Termini Augustal hallado en Camesa-Rebolledo © Alejandro Beltrán Ortega Ara de Cidadela (AE 1984, 548 = CIRG I, 32 = IRG Isup. = HAE 1702 = HEpOL 13898) © Elpater La posible función de esta cohorte durante su estancia en el territorium Brigantino pudo consistir en la defensa de la costa gallega y de su principal puerto (Brigantia) y en especial del paso de la zona baja costera hacia el interior17, en dirección a Lucus Augusti. Por tanto la existencia de esta cohorte al menos hasta finales del siglo IV parece demostrada. Sin embargo su teórico traslado a Iuliobriga como informa la Notitia plantea mayores problemas. En primer lugar se plantea cuál es la localización segura del enclave exacto que fue Iuliobriga. Tradicionalmente se suele corresponder con el yacimiento del cerro de Retortillo (Enmedio, S). La epigrafía, de nº 5, Enero 2008 Otro problema que se presenta en el estudio de la ciudad romana es la falta de materiales arqueológicos posteriores al siglo III23. Tan sólo el hallazgo de unos vidrios corresponde a una cronología entre los siglos IV y V. Todo esto parece indicar el abandono de la ciudad a mediados del siglo III, si bien desconocemos las causas24. El enclave pasaría a un estado marginal con una ocupación cuanto menos, mínima y sobrepuesta a las ruinas de los edificios anteriores. Todo ello hace dudar de la presencia de una cohorte entera en una ciudad en ruinas. Por otro lado también es evidente la falta de restos militares, no sólo asociados a la cohorte, sino a ningún tipo de estructura militar. No se han encontrado restos de campamentos, murallas, armas, ni cualquier otro elemento de la impedimenta propia del ejército. El Nuevo Miliario 61 Por tanto la cuestión es evidente, ¿era lógico el traslado de una cohorte entera a una ciudad semiderruida y en un estado de abandono? La respuesta parece negativa, a no ser que la cohorte se trasladara a un lugar indeterminado y aún no localizado del antiguo territorio de Iuliobriga25, que seguiría conservando esta denominación a falta de una reestructuración jurídica del territorio. Posiblemente el autor o autores de la Notitia, oriundo de la parte oriental del Imperio, desconocían la realidad urbana de la ciudad, pero mantenían la idea de la ciudad como unidad administrativa de la zona. Por tanto creo que la posibilidad más segura fue el traslado de la unidad desde Brigantia hasta algún lugar del territorio de la antigua Iuliobriga en los años finales del siglo IV o principios del V. Como he dicho antes, no se han localizado restos de recintos campamentales, por lo que el supuesto asentamiento de la cohorte no se conoce. En este sentido podemos analizar los posibles lugares de acantonamiento de la unidad en relación a la posible función que vino a realizar al territorio cántabro. Esta misión, en mi opinión, estaría en relación con la de las otras unidades militares señaladas en la Notitia, esto es la vigilancia y custodia de la vía que unía la Meseta con la costa cantábrica, y en especial de los puertos de Suances, Santander y Castro Urdiales. A este respecto habría que mencionar la problemática que presentan estos enclaves. Tradicionalmente se han relacionado con los puertos romanos de Portus Blendium (Suances), Portus Victoriae Iuliobrigensium26 (Santander) y Portus Amanum-Flaviobriga (Castro Urdiales). Estos lugares estarían unidos a la meseta por la vía que va desde Pisoraca (Herrera de Pisuerga)27 hasta Suances, pasando por Iuliobriga y con un ramal que las uniría a Santander y Castro Urdiales, enlazando a su vez con la vía que atravesaría toda la costa cantábrica hasta unirse a la altura de Oyarzun28 con la vía que entraba en las Galias hacia Burdigala y Augusta Treverorum. Itinerario de barro, Via Legione VII Gemina ad Portus Blendium © Museo de Almeria 62 El Nuevo Miliario La vía que une Iuliobriga con Portus Blendium está atestiguada por la tablilla I del «Itinerario de Barro»29, y recibe el nombre de Via Legione VII Gemina ad Portus Blendium, siendo también conocida como la vía del Besaya, por transcurrir paralela a este río hasta su desembocadura en la bahía de Suances. La veracidad de este documento se ha puesto en duda, especialmente sobre esta primera tablilla, pero los últimos estudios parecen otorgarle veracidad. Este tramo ha sido bien estudiado recientemente30, y correspondería a un trazado de 68 kilómetros, sin ninguna mansio o parada intermedia hallada hasta el momento en toda la ruta. Al parecer la ruta no pasaría directamente por Iuliobriga, sino que se uniría a ella por un pequeño ramal, y en su ruta se han hallado varios miliarios31, así como restos de la misma, algunos de ellos en buen estado de conservación32. A lo largo de la ruta podrían encontrarse restos de posibles villa, como acreditan los vestigios de construcciones33, monedas de emperadores como Augusto, Adriano y Constantino, o restos de terra sigillata. En la propia Suances se acreditan restos romanos, pero a falta de una excavación más completa apenas se han hallado restos de cerámica, mosaicos y alguna moneda, fechadas todas en los siglos I-II34. Por tanto la vía parece que se construyó en los años del cambio de Era35, en el contexto de la pacificación de la región cántabra llevada a cabo por Augusto, pero la vía mantuvo su importancia y posiblemente se realizaron tareas de conservación y mejora por lo menos hasta bien entrado el siglo IV, como certifican los miliarios36 y las monedas encontradas37. Así pues a pesar del teórico abandono de Iuliobriga, la vía que unía la Meseta con estos puertos cantábricos seguía manteniendo un interés evidente. Esta importancia podía deberse a varios factores. El traslado de la cohorte a esta zona implica el interés en la defensa de los enclaves por algún motivo, descartando, como indiqué antes, la existencia de un teórico limes hispanus frente a rebeldes astures, cántabros y vascones. La amenaza de ataques piráticos ha sido uno de los argumentos tradicionales38, si bien las fuentes no mencionan en ningún momento estos ataques hasta muy bien entrado el siglo V, y por supuesto tras la caída del litus saxonicum y la consiguiente desaparición de la classis britanica, la flota encargada de defender el canal de la Mancha. Creo que efectivamente el traslado de esta cohorte al territorio cántabro se debió al interés en la defensa de la costa, pero más que para protegerla de teóricos ataques piráticos, se inscribiría en la estrategia defensiva de la via annonaria, al igual que el resto de las unidades militares hispanas mencionadas en la Notitia39. No debemos menospreciar la importancia de estos puertos cantábricos en el traslado de la annona militar a las fronteras del norte de Europa40. Si bien la vía principal de estos suministros debía ir por tierra hasta la Galia y de ahí hasta la línea del Rin, es lógico pensar en el uso de los puertos del norte de Hispania para el traslado de mercancías destinadas a las tro- nº 5, Enero 2008 pas acantonadas en Britannia. El transporte marítimo sería, por supuesto, mucho más barato y rápido que el traslado hasta los puertos del norte de la Galia y el embarque hasta la costa inglesa a través del Canal de la Mancha. La cantidad de tropas estacionadas en tierras británicas41 debía requerir un constante flujo de abastecimientos desde el continente. Por tanto creo que la cohorte se podría haber situado en algún punto cercano a la costa cantábrica, quizá en el propio Portus Victoriae Iuliobrigensium42 (Santander o Suances como indiqué en una nota anterior), protegiendo el traslado de esta annona militaris, a través de la vía de Besaya y la propia costa, desplazándose a través de la vía de Agrippa que llegaba hasta la costa atlántica gallega por el oeste y la unía con la costa de la actual Francia a través del litoral vasco por el este. Por supuesto esta teoría queda a merced de nuevos hallazgos arqueológicos que nos permitan conocer nuevos datos sobre la teórica ubicación de esta cohorte en territorio cántabro. 3.2.4. La Cohors II Gallica43 La única referencia que se conoce a esta unidad es la que hace la Notitia. La falta de testimonios epigráficos, añadido a que el documento no la sitúa en ningún lugar conocido hace que esta cohorte sea prácticamente desconocida. En paralelo al resto de los destacamentos mencionados se puede especular con la creación de esta unidad a finales del siglo I y principios del siglo II, quedando adscrita como auxiliar de la Legio VII Gemina. No existen otras cohortes en el Imperio con esta adjetivación44, lo que hace suponer que la unidad siempre estuvo acantonada en Hispania y su historia transcurre de forma paralela al resto de las unidades adscritas a la Legio VII45. Por otra parte también se desconoce el carácter de la unidad, pues no sabemos si se trataba de una unidad de infantería o de caballería. Sobre el posible emplazamiento de la unidad se ha debatido mucho. Para García Moreno la cohorte se situaría en algún punto entre Rosinos de Vidriales (Zamora) y Lugo, como por ejemplo un antiguo campamento altoimperial de Castromao (Portugal). Para justificar esta localización argumenta que la Notitia cita a las unidades en orden de este a oeste, y por tanto al estar situadas otras dos cohortes en estos puntos, la situación de la II Gallica debe colocarse en esta zona46. Otros autores, sin embargo la sitúan en las cercanías de la I Gallica47. La falta de hallazgos arqueológicos y epigráficos que confirmen esta hipótesis deja en el aire la cuestión. rante la tardoantigüedad, relacionada especialmente con la actividad portuaria, como lo demuestran los hallazgos de monedas de oro romano-bizantinas de Honorio, Arcadio o Constantino II49. También habría que señalar la existencia de murallas de época tardorromana en la ciudad50, que podrían relacionarse con la presencia de la unidad. La muralla estaba constituida por un núcleo de opus caementicium encofrado por dos paramentos de arenisca y calizas. Las torres eran semicirculares ligeramente peraltadas, a excepción de las de las puertas, que eran cuadradas. El estilo es similar al resto de las fortificaciones del noroeste hispano. Otros hallazgos de la misma cronología son las termas o restos de estructuras domésticas de grandes proporciones51, asimismo se han hallado restos cerámicos de terra sigillata gálica tardía e importaciones orientales y norteafricanas que llegan hasta el siglo VI52. Uno de los hallazgos más significativos es el de un taller metalúrgico para la transformación del mineral de hierro, con una cronología de finales del siglo IV o principios del V53. Es factible pensar que este mismo taller podría haberse usado para la fabricación de armamento a pequeña escala, pero más que suficiente para armar a una unidad encargada de la defensa de la ciudad54. La epigrafía no ha dado, de momento, ninguna inscripción que pueda atribuirse directamente a la presencia de elementos militares en la ciudad. Tan sólo un pequeño fragmento de ladrillo fragmentado con las letras CO podría relacionarse con las siglas de cohortis55, como en otros casos peninsulares. Todo ello se puede enlazar con la estrategia defensiva para la protección de la annona militaris. La situación de Gijón, conectada por la vía de la costa con los puertos de la actual Cantabria56 y con la Meseta por los pasos de montaña de la Mesa, la Coriza y de San Isidro de las vías interiores57, añadido a la creciente importancia de su puerto, permite pensar que la cohorte pudiera situarse en la misma ciudad o en sus alrededores. Sería posible la salida de los barcos de carga con destino a la costa norte de la Galia y a Britannia desde el puerto, de cuya protección se encargaría la cohorte. La tradición militar de los astures en el ejército romano es bien conocida, no en vano fue la región española que más soldados proporcionó al estado romano, según testimonia la epigrafía58. Este hecho, sumado al creciente localismo de las unidades limitáneas, puede apoyar la idea del establecimiento de una cohorte en territorio astur. BIBLIOGRAFÍA: Otra alternativa ha sido la de situar la cohorte en Gijón, en el corazón del territorio astur, una hipótesis atractiva planteada por Fernández Ochoa48. Los recientes descubrimientos arqueológicos han puesto de manifiesto que la ciudad vivió una época de cierto esplendor du- nº 5, Enero 2008 Aja Sánchez, J. R. (2002): Historia y arqueología de la tardoantigüedad en Cantabria: la cohors I celtiberorum y Iuliobriga. Un ensayo histórico sobre la Notitia Dignitatum Occidentes XLII.30. Madrid. El Nuevo Miliario 63 Arce, J., (2005): Bárbaros y romanos en Hispania (400-507 A.D.), Madrid. Blázquez, J. Mª. (1975): Diccionario de Religiones Prerromanas de Hispania, Madrid. Caamaño Gesto, J. M. 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I(ovi) O(ptimo) M(aximo) / [pr]o sakute M(arci) Aureli An/[t]onini et L(uci) Aureli Veri / [A]ugustorum ob natale(m) aqu[i/l]ae vexillatio leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis) / sub cura Licini Patern[i] / (centurionis) leg(ionis) eiusdem et Hermetis / Augustor(um) lib(erti) proa(uratoris) et Lu/creti Paterni dec(urionis) coh(ortis) / I Celt(iberorum) et Fabi Marcian[i] / b(ene)f(iciari) proc(uratoris) Augustor(um) et / Iuli Iuliani sign(iferi) leg(ionis) / eiusd(em) (ante diem) IIII id(us) iunias / Laeliano et Pastore co(n)s(ulibus). Esta inscripción se fecha en el año 163 ó 167 d.C., a su vez también nos informaría del carácter equitata de la cohorte, al constar la presencia de un decurio, Lucrecio Paterno, que aparece ostentando el mismo cargo en CIL II, 2555 = AE 1910, 5 = HEpOL 8048: I(ovi) O(ptimo) M(aximo) / pro salute M(arci) Aureli / Antonini et L(uci) Aureli Veri / Augustorum ob natale(m) [aprunculorum?] / milites coh(ortis) I Gall[i]c(ae)? / sub cura [H]e[r]met(is) Aug[ustorum / lib(erti) p]r[oc(uratoris)] et Lucret[i] Patern[i/ dec(urionis)] / coh(ortis) [I Celtib(erorum)?] et Ful[- - -]. NOTAS 1. Notitia Dignitatum Occidentis XLII, 30: Tribunus cohortes Celtiberae, Brigantiae, nunc Iuliobriga 2. Le ROUX, P., 1982, p. 151. Para el autor la fecha más probable es la del 68-70 d.C., la misma época de la creación de la Legio VII Gemina Felix, debido a la reorganización militar llevada a cabo en las provincias hispanas. SOLANA SAINZ, J. M., 2002, p. 100. La ausencia del cognomen Flavia le daría peso a esta cronología; de esta misma opinión son ROXAN, M., 1073, pp. 843 y 855 y SANTOS YANGUAS, N., 2006, p. 125 y CAAMAÑO GESTO, J. M., 1983, pp. 61-71. En este artículo el autor atribuye un origen norteafricano a la unidad. Por otro lado la inscripción de Villalís (Villamontán de la Valduerna, LE) (CIL II, 2553 = AE 1910, 4 = HEpOL 8046), hace referencia a cómo una vexillatio de la cohorte celebra el aniversario de la misma en el año 167, con lo que bien podría relacionarse con el centenario de la unidad. I(ovi) O(ptimo) M(aximo) / pro salute M(arci) Aureli Antonini / et L(uci) Aureli Veri Augustorum / ob natale(m) signor(um) vexillatio coh(ortis) I Celtib(erorum) sub cura Zoili / Augustor(um) lib(erti) proc(uratoris) et Val(eri) Flavi / (centuriones) coh(ortis) I Gall(icae) et Aeli Flavi b(ene)f(iciari) proa(uratoris) / Augustor(um) et Lucreti Mater/ni imag(inferí) leg(ionis) VII G(eminae) F(elicis) et Iuli Se/duli tesserari c(ohortis) I C(eltiberorum) posita / idib(us) octobrib(us) impe(ratore) Aure/lio Vero III et Quadrato co(n)s(ulibus). MORENO PABLOS, Mª. J., 2001, pp. 80-81. La fiesta de la cohorte se celebraría el 15-16 de octubre, y sería la fecha en la que se entregó el estandarte oficial a esta unidad. Sin embargo Jiménez de Furundarena (JIMÉNEZ DE FURUNDARENA, A., 2002, p. 103), propone una fecha entre el 88 y el 102, a raíz de la inestabilidad en el norte de África a finales del gobierno de Domiciano, aunque sí otorga una cronología neroniana a la «otra» cohorte celtibérica, que habría sido nº 5, Enero 2008 4. Las referencias epigráficas relativas a la cohorte halladas en Britannia se fechan todas a lo largo del siglo II d.C. Éstas son: CIL XVI, 51; CIL XVI, 69;CIL XVI, 93; ZPE 117; BRLJ 79,1; RMD 184; CIL VII, 1243 = EE IX, 1285, todas ellas son diplomas a excepción de la última referencia, que corresponde a unos sellos latericios con las siglas C I C F hallados en la población galesa de Caersws, que algunos autores han desarrollado como C(ohors) I C(eltiberorum) F(ecit), y no como C(ohors) I C(ornoviorum) F(ecit). El hallazgo reciente en Ravenglass de un nuevo diploma militar (AE 1997, 1001) permite demostrar la presencia de la cohorte, junto con otras muchas, en la fecha del 27 de febrero del año 158. 5. Exactamente en el año 105 y el periodo entre el 122 y el 146, Roldán Hervás J. M., 1974, p. 221-222. 6. La gran cantidad de tropas romanas acantonadas en Britannia tenía como misión proteger la frontera norte de la isla de las incursiones de pictos y escotos (Muro Adriano y Muro de Antonino), así como de sofocar las constantes revueltas internas protagonizadas por los britanos, especialmente en la zona del actual Gales. Asimismo el ejército también se encargaba de la gestión y vigilancia de los abundantes recursos mineros explotados por la administración romana en tierras britanas. 7. Su presencia en esta provincia se acredita por el hallazgo de dos diplomas otorgados a militares que mencionan a miembros de la cohorte. CIL XVI, 162; CIL XVI, 165. Estos diplomas también le otorgarían el título de C(ivium) R(omanorum). 8. AE 1997, 1079. En este diploma militar de procedencia desconocida, pero con un posible origen balcánico, se nombran varias unidades militares. Entre ellas hay varias de El Nuevo Miliario 65 procedencia hispana, como la Cohors I Hispanorum, la I Hispanorum Asturum, la II Asturum, la III Bracaraugustanorum, la I Celtiberorum, todas ellas según el diploma estacionadas en Britannia en la fecha del 28 de agosto de 127. 9. Curioso es, sin embargo, el testimonio de un prefecto de la cohorte I de los celtíberos en una inscripción (IGR 500 II 40-60; Perea Yébenes, S., 2006, pp. 78-79) de Oeonanda, en la antigua provincia romana de Lycia, en la actual Turquía. En ella aparece [I]ulius Antoninus C. [Iu]lii Demosthenis que detenta el cargo de praefectus coh(ortis) I Hispanorum et coh(ortis) I Celtiberorum. La inscripción está fechada en época de Adriano. Este militar fue también tribuno de la legión IV Scythica, destinada en Siria, lo que demuestra que promocionó desde las cohortes auxiliares hasta el cargo legionario en el Este, donde erigió la inscripción con su carrera militar. 10. AJA SÁNCHEZ, J. R., 2002, pp. 96 y ss. 11. AJA SÁNCHEZ, J. R., 2002, p. 99. El autor hace referencia a la inscripción CIL II, 2553 = AE, 1910, 4, hallada en Villalís (León), una estela votiva dedicada explícitamente por una vexillatio de la cohors I Celtiberorum (vid. supra nota 2). También relaciona la tessera hospitalis de Castromao (AE 1972, 282 = HEpOL 6057) con una vexillatio y no con la cohorte entera. 12. Roldán Hervás, J. M., 1974, p. 221-222. El autor no cree probable que se trate de la misma unidad por «la especial contextura del ejército y las tareas asignadas a las tropas auxiliares de defensa de la frontera no permitían estos transvases», pero estos traslados de tropas eran constantes según las necesidades de cada momento, y el intervalo de tiempo es suficiente como para que ocurriese. Jiménez de Furundarena, A., 2002, pp. 101-103, defiende también la existencia de dos unidades diferentes, cuya diferencia sería la titulatura conseguida por la cohorte hispano-tingitana de Civium Romanorum por sus servicios en el norte de África entre los años 88 y 102 al servicio de Domiciano. Sin embargo el autor admite con reservas que el intervalo de años es suficiente como para que se tratase de una sola unidad, aunque lo cree improbable. 13. Sobre el campamento romano de Cidadela ver Caamaño Gesto, J. M., 1998, pp. 1253-1263, así como toda su bibliografía anterior en relación a las excavaciones realizadas. También Jiménez de Furundarena, A., 2002, pp. 105-108. 14. CAAMAÑO, J. M., 1998, p. 1261. 15. AE 1984, 548 = CIRG I, 32 = IRG Isup. = HAE 1702 = HEpOL 13898. Restos de un ara de granito dedicado a una divinidad, que no se ha conservado, por un signifer de la cohorte. [- - - ]ri[- - -]/ro sign/ifer) c(ohortis) C(eltiberorum) / l(ibens) a(nimo); AE, 1986, 387 = CIRG I, 31 = HEpOL 13897. Se trata de un ara votiva de granito dedicada a la diosa Fortuna que reza lo siguiente: Fortu/n(a)e Val(erius) / Lupus / opt(io) / v(otum) s(olvit) l(ibens) m(erito), aunque no 66 El Nuevo Miliario menciona directamente a la cohorte, se da por supuesto al haberse encontrado dentro del recinto campamental. Se fecha a lo largo del siglo II; AE 1984, 549 = HEp 4, 356 = CIRG I, 33 = HEpOL 13899. Este fragmento de placa de granito se halló al sur del campamento y su lectura es: [- -]/ [- - -Caecil?]io Se/[vero?- - -] Q(uintus) Coe/[lius- - -] et Q(uintus) Ce/[ionus?- - -] I c(o)hor(s, -tis) /[C(eltiberorum) - - ] / - - -. Su mal estado de conservación hace que los nombres sean muy inseguros, pero en lo que se coincide plenamente es en la lectura del nombre de la cohorte.; AE 1984, 550-551 = HEpOL 6821-6829. Son 16 marcas militares con el nombre de la cohorte, con diferentes partes conservadas; HAE 1962 = AE 1912, 13 = AE 1952, 114 = IRG III, 17 = CIRG I, 34 = HEpOL 18639. Esta inscripción funeraria no menciona a la cohorte, pero presenta esculpido al difunto junto a un caballo y sosteniendo en sus manos lo que podría ser un pileus y sobre él rayos y estrellas, por lo que algunos autores han querido ver a un jinete de la unidad militar. También se ha identificado la figura como una posible referencia al culto a los Dióscuros. D(is) M(anibus) S(acrum) / Iulio Seve/riano anno(rum) / XLVII memo/riam posuit coniugi ka/rissimo Pl/ acidia Lupa / defuncto in / valle Mini. La inscripción se fecha no antes de la mitad del siglo II y con más probabilidad en el siglo III; BLÁZQUEZ, J. M., 1975, pp. 104-105, fig. C. Esta estela fragmentada presenta un caso similar al anterior, tan sólo conservamos el texto D M S, pero el relieve esculpido muestra a un individuo con una estrella sobre la cabeza sosteniendo un caballo en las manos. Blázquez lo asimila con el culto a Helios, pero bien podría tratarse de otro jinete de la cohorte. Se fecha en el siglo III. 16. Los restos hallados parecen prolongarse hasta finales del siglo IV, siendo reocupado el yacimiento por población civil hasta época medieval (Caamaño Gesto, J. M., 1998, p. 1262). 17. En este caso las vías XIX y XX del Itinerario Antonino. 18. Teja, R. y Iglesias Gil, J. M., 1992, pp. 317-318. Lo más probable es que la ciudad se fundara sin estatuto privilegiado, es decir, como civitas stipendiaria. Plinio la califica como oppidum (N. H., 3, 21). La ciudad probablemente recibiría el ius Latii en época flavia (Plinio, N. H.,III, 30. Universae Hispaniae Vespasianus Imperator Augustus iactatus procellis reipublicae Latium tribuit), como el resto de la Península Ibérica, coincidiendo con la fundación de Flaviobriga en la costa. Algunas inscripciones fechadas en el siglo II y repartidas por todo el territorio hispano mencionan a ciudadanos romanos procedentes de Iuliobriga, lo que puede indicar el estatuto de la ciudad en esta época, que coincidiría con su época de máximo esplendor. 19. Plinio, N. H., III.21: Iberus amnis navigabili commercio dives, ortus in Cantabris, haud procul oppido Iuliobriga, per CCCCLM pass. Fluens: navium per CCLXM a Varia oppido capax, quem propter universam Hispaniam Graeci apellaver Iberiam. 20. Ptolomeo, Geogr. II, 6, 50. nº 5, Enero 2008 21. Se trata de 21 términos que repiten su texto de manera invariable: TER(minus) AUGUST(alis) DIVIDIT PRAT(a) LEG(ionis) IIII ET AGRUM IULIOBRIG(ensium). Todos se hallaron al sur del enclave cántabro en una línea de unos 10 kilómetros que sigue la línea del Ebro. 22. Tan sólo el yacimiento de Camesa-Rebolledo podría aportar restos de suficiente entidad como para suponer una alternativa (es una posible villae), pero la falta de más datos arqueológicos y su situación al sur de las localizaciones de los termini augustales parecen descartar esta hipótesis. Por otro lado su cronología no parece anterior al siglo II. El yacimiento parece sufrir un abandono en el siglo III, al igual que Iuliobriga, siendo reocupado de forma marginal entre los siglos IV y V y más cercana al río Camesa Sobre este yacimiento ver Illarregui Gómez, E., 1998, pp. 559-583. Las últimas prospecciones y el estudio de la fotografía aérea parecen sugerir que el yacimiento es bastante más grande de lo que se creía y que tenía un rango plenamente urbano (Fernández Vega, P. Á. et alii, 2004, p. 64), si bien los restos cerámicos no dan una cronología más allá del siglo III (Pérez Rodríguez-Aragón, F. y Ramírez Sádaba, J. L., 2003, p. 155), lo mismo que ocurre con los metálicos (Fernández Ibáñez, C., 2003, pp. 199-200). 23. Teja, R. y Iglesias Gil, J. M., 1992, p. 316. Fernández Ibáñez et alii, 2005, p. 148, también señala la situación de semiabandono de la ciudad a partir del siglo III d.C., con la ruina del foro. 24. Teja, R. y Iglesias Gil, J. M., 1992, p. 318. De momento no se conocen razones aparentes de este abandono, así como tampoco se han hallado restos de destrucción por incendio o saqueo como parecían sugerir otros autores anteriores relacionándolo con las invasiones del siglo III. nuevo emplazamiento en la bahía de Santander, creado tras la victoria sobre cántabros y astures, de mayor ventaja geográfica (puerto ideal de toda la franja cantábrica), el puerto de Suances habría mantenido su importancia gracias a la incipiente actividad minera de la zona adyacente, especialmente de la actividad de las minas de Reocín. Por otro lado los autores localizan la montaña rica en hierro mencionada por Plinio con Peña Cabarga, en las cercanías de Santander. Por tanto los autores siguen la identificación tradicional, descartando tajantemente la teoría que asocia Portus Victoriae Iuliobrigensium con el puerto de Santoña/Laredo, si bien no descartan del todo la relación con Suances. Defensor de la identificación con Suances es Solana Sainz, J. Mª, 2004, p. 161-167, que analiza también los argumentos a favor y en contra de Santander y Santoña. 27. Esta vía sería la llamada Via Asturica Burdigalam o Via de Hispania in Aquitaniam, que iba desde Asturica Augusta (Astorga) hasta Burdigala (Burdeos) y la denominada Via de Italia in Hispanias que uniría Legio (León) con Caesaraugusta (Zaragoza) y Tarraco (Tarragona) para continuar por la Via Augusta hasta Italia. Ambas vías se unirían a la altura de Virovesca (Briviesca). 28. Esta vía aparece en la Cosmographia del Anónimo de Rávena (Libro IV, Cap. 4), y según el documento el trazado de esta «Vía de Agrippa» abarcaría desde Brigantia (A Coruña) hasta Ossaron (Oyarzun).; Iglesias Gil, J. M. y Muñiz Castro, J. A., 1992, p. 184. Los autores no descartan la existencia de esta vía, pero sí la ponen en duda por su complejidad geográfica. 29. IRPLe 328a = AE 1921, 6 = ERPLe 339 = HEpOL 14527, hallado en Astorga (LE). [Via] L(egione) VII Gemina ad / Portum Ble(n)deum / Rhama VII Mi(l)ias / Amaia XVIII / Villegia V / Legio I[III] V / O[c]ta[v]iolca V / Iuliobriga X / Aracillum V / Portus Blen[dium] / [C(aius) Lep(idus) M(arci filius) Vivir. 25. Teja, R. y Iglesias Gil, J. M., 1992, p. 314. Ambos investigadores, dado el actual estado de las investigaciones, niegan la posibilidad del asentamiento de la cohorte dentro del recinto urbano conocido hoy. 30. Iglesias Gil, J. M. y Muñiz Castro, J. A., 1990, pp. 277292.; Vega De La Torre, J. R., 1990, pp. 431-442. 26. Ambos puertos son mencionados por Plinio, N. H., IV, 111. Esta identificación no es segura, ya que los restos hallados tanto en Suances como en Santander no presentan relación directa con ambos enclaves. De hecho en un estudio reciente J. R. Aja Sánchez propone la teoría de que el Portus Victoriae Iuliobrigensium podría situarse en la bahía de Suances, junto a la desembocadura del Besaya, lo que encajaría perfectamente con la descripción de Plinio que sitúa el puerto a 40 millas (60 kilómetros aproximadamente) del nacimiento del Ebro (Plinio, N. H., IV, 110. Portus Victoriae Iuliobrigensium, ab eo loco fontes Hiberi XL passum). Pero la falta de un verdadero estudio arqueológico de ambos yacimientos impide poder situar con exactitud ambos enclaves. Iglesias Gil, J. M. ― Muñiz Castro, J. A., 1992, pp. 54-60; los autores defienden el protagonismo de Portus Blendium como primer puerto de desembarco y aprovisionamiento de las tropas romanas durante las Guerras Cántabras y base militar provisional de la classis Aquitana, y si bien después fue sustituido por el 31. ERCan, 34 = HEpOL 14558. Miliario hallado en Pedredo de Iguña (Cantabria), fechado entre los años 270-275, que reza: IMP(eratori)CAIISARI LUCIO / DOM(itio) AURELIA/ NO PIO FELICI / INVICTO AUG(usti). {II por E}. La fragmentación de la pieza y la falta de menciones a distancias o localidades han hecho pensar a algún autor sobre la posibilidad de que tratara de una pieza honorífica al emperador.; CIL II, 4885 = ERCan 36 = HEp 7, 277 = HEpOL 10425. El miliario de Requejo también se ha considerado como honorífico, pero en opinión de J. R. Vega De la Torre, su proximidad al nacimiento del Besaya le hacen catalogarlo como miliario. [- - -]/ TINO PIO / VICTORI / MAXIMO / SEMPER / AUGUSTO. El hecho de que actualmente se halle en paradero desconocido impide un estudio más detallado del mismo, si bien se le ha dado una fecha aproximada en torno al 312, cronología que algunos autores llevan hasta el periodo 324-337 (Solana Sainz, J. Mª, 2004, p. 165); CIL II, 6344 = HEp 7, 665 = HEpOL 12676. Otro miliario encontra- nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 67 do en Menaza (Palencia) y fechado en el 12 d.C. tampoco está situado en la misma vía, pero como en los anteriores este mismo autor lo relaciona con las vías de Cantabria. IMPCAESAUGUSTO / PONMAXTRPOT / XXXVIIMPXXCOSXIII/ [- - -]; ERCan 45 = HEp 4, 270 = HEp 5, 290 = HEpOL 14567. El último miliario, procedente de Camesa (Valdeolea, Cantabria), parece claro no pertenecer a esta vía, también muy fragmentado su posible lectura sería la siguiente: Frag. 1. [I]MP(ERATORI) CAE[S(ARI)]/[G(AIO) ME]SSIO/ [Q(UINTO) TR](A)I(A)[NO]/D[ECIO(?) INVICTO PIO] Frag. 2. [- - -]FELI[CI]/(A)UG(USTO) P[ONT(IFICI MAX(IMO)]/[TR]IB(UNICIA) P[OT(ESTAE) II-III/ CO/ N)S(ULI) II P(ATRI) P(ATRIAE) / PROCO(N)S(ULI)]. Su cronología se situaría entre los años 249 y 251. para adentrarse en el Midi francés siguiendo el Aude hasta llegar a Narbo Martius y después a la península itálica. Por tanto si esta vía se utilizaba para unir los puertos del cantábrico con Roma por su menor costo en dinero y tiempo que la vía terrestre convencional, es lógico pensar en una vía marítima tanto para unir la costa norte de España con las Islas Británicas, como con toda la costa gala. 32. Especialmente bien conservado se halla el trazado entre Somaconcha y Pie de Concha, de unos 6 kms, con un anchura variable entre 3 y 4,10 metros y las tres capas clásicas de la estructura de la calzada en muy buen estado. 42. Iglesias Gil, J. M. y Muñiz Castro, J. A., 1992, p.64 y 69-70. En Santander se han hallado restos cerámicos, vidrios, bronces y hierros, así como restos de un recinto termal datados en el siglo IV. Asimismo los restos hallados en Portus Amanum-Flaviobriga (Castro Urdiales) se alargan hasta el siglo V, lo que parece indicativo de la ocupación y mantenimiento de la actividad en la costa cántabra en la tardoantigüedad, lo que apoyaría el traslado de la cohorte a la zona.; Fernández ochoa, C., 1999, p. 80. La autora hace mención del hallazgo de un muro de tres metros de espesor construido con sillares reutilizados bajo la catedral y que podría haber formado parte del costado occidental de una fortificación tardorromana.; García de castro, F. J., 1995, p. 64. El autor resalta la continuación del poblamiento en los alrededores de Suances con el hallazgo de una inscripción votiva en Pico Dobra (Torrelavega). AE 1950, 26 = AE 1951, 2 = ERCan 4 = ERCan 84a = HEp 1, 223 = AE 1998, 770 = HEpOL 14531. CORNE(lius) VICANUS / AUNIGAINUM / CESTI(i) F(ilio) ARA(m) / POSSUIT DEO / ERUDINO X K(alend)IS / AUGU(sti) MA(llio) EU(tropio) / CO(n)S(ulibus). Por el consulado este ara se fecha en el año 399. 33. Serían los casos del posible castro romanizado de Cañeda y de la tradicional identificación de Aradillos con el Aracillum mencionado por Orosio (Hist. adv. pag., VI, 21, 5). 34. Vega De La Torre, J. R., 1990, p. 434. 35. Iglesias Gil, J. M. y Muñiz Castro, J. A., 1992. Los autores defienden el origen militar de esta vía en el contexto de las operaciones militares de Augusto durante las guerras cántabras. 36. En el tramo de la vía que va hacia Pisoraca, en Celada Malantes (Enmedio) se halló otro miliario de finales del siglo III (ERCan 35 = HEp 4, 268 = HEpOL 14559): (IM)P(ERATORI) CAES(ARI) (M(ARCO) / (AU)R(ELIO) CAR(O o INO?) P(IO) F(ELICI)] (IN)VICTO (AUG(USTO)) / (P(ONTIFICI) M(AXIMO) TRIB(UNICIA) P(OT(ESTATE)) (P(ATRI) P(ATRIAE) CO(N)S(ULI). Este miliario demuestra la importancia de la vía en los años finales del siglo III (la cronología sería del 282-283), a pesar de la teórica marginalidad del territorio cántabro, y más aún en una época de crisis como la de este siglo. 37. Vega De La Torre, J. R., 1990, p. 439. En Flaviobriga también se han hallado restos fechables hasta el siglo V d.C. y posteriores (Solana Sainz, J. Mª, 2004, p.183). 38. Esta hipótesis ha sido defendida entre otros por el propio J. R. Vega De La Torre, 1990, p. 439. 39. La relación entre las unidades militares del norte hispano y la recaudación de la annona ya han sido planteados por Fernández Ochoa, C. y Morillo Cerdán, A., 2002 y 2005, así como por Morillo Cerdán, A., 2005, p. 174. 40. Iglesias Gil, J. M. y Muñiz Castro, J. A., 1992, pp. 193194. Los autores resaltan la importancia de la ruta marítima que iba por la costa cantábrica a través del sinus Aquitanus hacia Burdigala, para remontar el Garona hasta Toulouse 68 El Nuevo Miliario 41. Por lo menos hasta su abandono definitivo por las tropas regulares romanas tras la usurpación de Constantino III en 406. Pero poco antes el propio Estilicón había reclutado una considerable tropa de federados bárbaros (especialmente alamanes y francos) para reforzar la defensa de la isla, los denominados honoriaci. 43. Notitia Dignitatum Occidentis XLII, 28: Tribunus cohortis secundae Gallicae, ad cohortem Gallicam. 44. El resto de las cohortes con adjetivo de la Galia reciben el título de Gallorum, tan sólo la unidad del apartado anterior y esta tiene este sobrenombre (Roldán Hervás, J. M., 1974, p. 219). 45. La cronología flavia para la llegada de la cohorte a Hispania le viene dada por la posibilidad de que llegara junto a la cohors I Gallica, de la cual si hay testimonios epigráficos que según la Notitia estaba acantonada en Veleia (Iruña, VI). (Roldán Hervás, J. M., 1974, p. 219; Santos Yanguas, N., 2006, p. 126). 46. García Moreno, L. A., 2002, p. 628. El autor se apoya también en una hipótesis de Le Roux (Le Roux, P., 1982, p. 149), que a su vez cree que quizá la cohorte se instalara alejada de cualquier punto habitado de importancia y que su propia titulatura diera lugar al topónimo del lugar. Esta teoría no se constata con ningún topónimo conocido que pueda pensar en una evolución del nombre de la cohorte. nº 5, Enero 2008 47 Solana Sainz, J. M., 2002, p. 104. 48 Fernández Ochoa, C. y Morillo Cerdán, Á., 2002, p. 583. 49 Fernández Ochoa, C., 1982, p. 207. 50 Fernández Ochoa, C. y Morillo Cerdán, Á., 2002, p. 580. La datación de las murallas de Gijón se establece entre finales del siglo III y principios del siglo IV; Fernández ochoa, C., 1999, p. 78. La muralla bajoimperial rodea la península de Santa Catalina, dejando fuera la fábrica de salazón. 51 Fernández Ochoa, C., 1999, p. 78. 52 Los hallazgos cerámicos ponen de manifiesto el mantenimiento de las vías comerciales entre Aquitania y Gijón, así como la ruta entre el Mediterráneo y los mares del Norte (Fernández Ochoa, C., 1998, p. 1122). 53 Fernández Ochoa, C., 1998, p. 1121; Fernández Ochoa, C., 1999, p. 78. La variedad de escorias recogidas inducen a pensar en una completa actividad metalúrgica. 54 La falta de fábricas de armas ha sido otro de los argumentos esgrimidos por Arce para negar la existencia de unidades militares romanas en Hispania a principios del siglo V (Arce, J., 2005). En contra de este argumento Sanz (Sanz Serrano, R., 2006, pp. 125-148) ha planteado que en estos civitates y castella, así como en las grandes villas existían estos talleres metalúrgicos donde se podían fabricar las armas para equipar tanto a los ejércitos privados como a estas otras tropas. Afr(icanus) pos(uit). En esta inscripción se narra el cursus honorum de G. Sulpicio Ursulo desde centurión de la Legio I Minervia Pia Fidelis hasta prefecto de la Legio II Augusta. El epígrafe se fecha en el siglo II, debido a la participación del militar en las campañas dácicas de Trajano ( IIª Guerra Dácica 105-107), aunque podría tratarse de la campaña de tiempos de Cómodo, como apunta Roldán (Roldán, 1973, p. 283). El cargo que más llama la atención es el de prefecto de los symmachiariorum asturum, un tipo de tropas bárbaras, sin formación ni instrucción romanas, que actuaban como aliadas de las legiones. Su estatus se podía equiparar en parte a los auxilia, ocupando el escalafón más bajo de las unidades del ejército romano (Fernández Ochoa, 1982, p. 234). La unidad estaría constituída por quinientos soldados, pero desconocemos si este cargo encabeza o termina el cursus honorum de este personaje (Diego Santos, 1985, pp. 91-92), que cree que esta unidad astur debía ser de caballería, equitum o alae, pues su puesto anterior es superior al de prefecto de cohorte de infantería. Sin embargo un estudio reciente (Jiménez de Furundarena, A. y Rodríguez González, J., 1991, pp. 83-90), plantea que esta lápida es una falsificación de época, y que el soldado sirvió en el Ala I Asturum, cambiando el nombre por la buena fama ganada por algunas unidades de symmachiarii y de las nationes de cántabros, habiendo ascendido desde eques a decurio. El primopilato sería inventado por tratarse de la legión XIIX, unidad desaparecida tras el desastre de los bosques de Teotoburgo y cuyo número fue retirado del ejército romano. Toda la inscripción habría sido falseada y manipulada para demostrar el orden ecuestre de su sucesor. 55 ERA 68a/2. El fragmento de ladrillo de «pasta ordinaria», y partido por la derecha, fue hallado en Campo Valdés (Gijón). No se conserva el original, sino tan sólo el dibujo realizado por Fita. 56 Fernández Ochoa, C., 1982, pp. 54-57. 57 Fernández Ochoa, C., 1982, pp. 41-53. 58 Fernández Ochoa, C., 1982, p. 380. Sin embargo son muy escasas las inscripciones militares halladas en el propio territorio asturiano. Apenas destacan dos halladas en Ujo (Mieres, O) (CIL II 5733 = ERA 8 = Roldán 616 = HEpOL 12046): Lucius / Corona S/everus m/iles leg(ionis) VII / Gem(in)ae |(centuria) Ve/tti et Octa/via Procula / v(otum) s(olverunt) l(ibentes) m(erito). La inscripción se fecha entre los siglos II y III. Destaca la falta de una divinidad a quien estaría dedicada este ara votiva. (AE 1926, 27 = AE 1926, 88 = AE 1935, 12 = AE 1936, 57 = AE 1937, 81 = AE 1939, 127 = ERA 22 = HAE 1666 = Roldán 419 = HEpOL 6371): G(aio!) Sulpicio Ursulo / praef(ecto) Symmachi/ariorum Asturum / belli Dacici |(centurioni) leg(ionis) / I Minerviae P(iae) F(idelis) / |(centurioni) coh(ortis) XII urba/nae |(centurioni) coh(ortis) IIII / praetoriae p(rimo)p(ilo) / leg(ionis) XIIX praef(ecto) / leg(ionis) III Aug(ustae) / G(aius!) Sulp(icius) nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 69 LINEAS DE TELEGRAFÍA ÓPTICA EN LA PROVINCIA DE CUENCA Jesús López Requena La telegrafía óptica española se pone en marcha de una manera regular gracias a la Real Orden de 1 de marzo de 1844 (Gaceta de Madrid, 6-3-1844), cincuenta y un años después de su nacimiento en Francia y tras ensayos poco duraderos y restringidos a comunicar la Corte con los Reales Sitios. Su nacimiento se produce en aras del mantenimiento del Orden Público y como un instrumento más de la construcción del naciente Estado liberal. Su uso, pues, estará reservado a los servidores del mismo, tanto civiles como militares -aunque esta red de telegrafía óptica pertenecerá a las autoridades civiles, dependiendo del Ministerio de la Gobernación; los militares dispondrán de sus propias líneas en aquellos territorios asolados, sobre todo, por las Guerras Carlistas: Vascongadas, Navarra y el Levante- y de él quedará excluido el público en general1. Dado el carácter centralista del joven Estado, el trazado de la red será radial y buscará dejar «todas las capitales de provincia y puntos notables de las costas y fronteras en comunicación directa con la del reino» (Gaceta de Madrid, 6-3-1844). Con todo, se plantean como prioritarias tres líneas: Madrid-Irún, Madrid-Cádiz y Madrid-La Junquera (por Valencia), dejando el resto para su proyecto y construcción posterior (Boletín Oficial de Caminos, Canales y Puertos. Año 2º, nº. 25, 15-3-1844, p. 83). Esto nunca tendría lugar pues la telegrafía óptica española nace cuando ya lo ha hecho la eléctrica en otros países que están ya desarrollando extensas redes, de tal manera que las tres líneas mencionadas serán las únicas construidas y, de ellas, solamente Madrid-Irún (línea de Castilla) y MadridCádiz (línea de Andalucía) funcionarán regularmente pues la de Madrid-La Junquera (línea de Barcelona y protagonista, en su trazado conquense, de este artículo) sólo lo hará entre la Corte y Valencia. Nuestro país estaba, en esa época, sumamente atrasado en lo que a las comunicaciones se refiere. La red de caminos no estaba vertebrada y la gran mayoría de ellos presentaban un estado deplorable. Pocos eran los caminos de carruajes y la gran mayoría lo eran de herradura, en el mejor de los casos. La mayor parte de las carreras de postas tenían este carácter (Cabanes, 1830). Los ferrocarriles comenzarán en la Península en 1848 y sus iniciales trazados responderán a intereses privados o de la Corte. Por eso al Gobierno le urgía desarrollar una red de comunicaciones rápidas y cuya eficiencia había quedado acreditada en cincuenta años de experiencia en la vecina Francia. Se prefirió la telegrafía óptica a la eléctrica debido a la vulnerabi- 70 El Nuevo Miliario lidad de esta ante posibles ataques de guerrilleros y bandoleros, muy numerosos en la época. La urgencia aludida hace que en octubre de 1844 se elija el sistema y aparato propuestos por el entonces Coronel de Estado Mayor D. José María Mathé y se ordena el inmediato inicio de la línea Madrid-Irún (Gaceta de Madrid, 2-10-1844). Tal es la celeridad con que se quiere iniciar el nuevo sistema de comunicación que, para la compra de los pertinentes anteojos con que debían dotarse las torres, se debe acudir al fabricante francés que abastecía las del país vecino (Boletín Oficial de Caminos, Canales y Puertos. Año 4º, nº. 4, 28-2-1846; p. 61) ante la falta de existencias de los fabricantes nacionales. El 3 de octubre de 1846, la Gaceta de Madrid publicaba el primer parte telegráfico de esta línea. El aparato ideado por Mathé, básicamente, consistía en un bastidor de hierro con tres paneles a cada lado entre los que circulaba verticalmente un cilindro opaco llamada «indicador». Su posición con respecto a los paneles laterales determinaba una cifra. Una bola dorada a un lado proporcionaba, según su posición con respecto a los paneles de su lado, mensajes propios del servicio. Una primera versión constaba de cuatro paneles dispuestos en X, lo que lo hacía visible desde cualquier punto alrededor de la torre. Después, dado que las torres estaban obligatoriamente alineadas entre sí, se suprimieron dos paneles. Su altura total era de unos 21 pies (5’85 metros) y se asentaba sobre la azotea de una torre cuadrada de tres pisos y dos cuerpos de 34 pies de altura (9,47 metros). Esta torre fue sistematizada por el propio Mathé para todas las líneas en 1848 y su diseño sufrió pocas y leves alteraciones2. Su disposición era la de una torre fortificada, con aspilleras en el piso inferior para su defensa y dos pisos superiores donde se hacían las guardias y donde se encontraba la maquinaria que accionaba el aparato. El acceso era por el primer piso. Este carácter militar impregna desde el diseño de las torres hasta la selección del personal y el funcionamiento del servicio. Los mensajes se transmitían, por supuesto, cifrados y sólo el personal facultativo tenía capacidad de descifrarlos3. La línea de Barcelona a su paso por la provincia conquense. Esta línea se empezó a construir en 1848 y el tramo entre Madrid y Valencia entró en servicio a finales de 1849 (M. R.,1851, p. 142). Constaba de 60 torres, nº 5, Enero 2008 aunque el tramo entre Valencia y Barcelona, en el que se trabajaba en 1850, nunca llegó a funcionar y en julio de 1853 fueron desmontadas (Olivé, 1990, p. 70). Además, con la línea enlazaban dos ramales: de Tarancón a Cuenca, de 8 torres, y de Barcelona a La Junquera, con 17 torres. Es el primero el que fue plenamente operativo y se construyó en los primeros meses de 18504, comenzando a funcionar el 25 de agosto del mismo año (Muñoz, 1867, p. 993). En la línea principal había 30 torres entre Madrid y Valencia, de las que 12 se encuentran dentro de la actual provincia de Cuenca, las comprendidas entre la nº. 9, Belinchón, y la nº. 20, Graja de Iniesta. Estas se incluían en las secciones 2ª (torres 9 a 14), 3ª (torres 15 a 19) y 4ª (torre nº. 20). En octubre de 1850 se estableció una comandancia en Motilla del Palancar (Olivé, 1990, p. 69), dada la longitud de la línea. El ramal de Cuenca tenía la comandancia en la capital y constaba de una única sección. La longitud del tramo de línea estudiado, entre las torres nº 8, Atalaya (Fuentidueña de Tajo, Madrid), y la nº 21, Altura de la Paradilla (Villargordo del Cabriel, Valencia), es de 169’360 km. y sus alturas varían entre los 784 m. de la nº 9, Belinchón, y los 1001 m. de la nº. 14, Villares del Saz. La circular que, inmediata a la Orden de establecimiento de la Telegrafía Óptica, envió el Director General de Caminos, Canales y Puertos y artífice, junto con Mathé, del trazado y puesta en marcha de las líneas, D. Manuel Varela y Limia (Boletín Oficial de Caminos, Canales y Puertos. Año 2º, nº. 25, 15-3-1844, pp. 83-84), establecía, entre otras recomendaciones, que la distancia entre las estaciones no debía exceder de tres leguas comunes (16’716 km.) ni ser inferior a dos (11’144 km.), siempre que la topografía del terreno lo permitiera; que las líneas siguieran el trazado de las carreteras y que las torres se situaran lo más cerca posible de las poblaciones. Pues bien, en cuanto a lo primero, la distancia mínima entre torres se da entre la nº. 11, Almendros, y la 12, Saelices: 5’956 km. La separación máxima entre estaciones la tenemos entre la nº. 20, La Mochuela (Graja de Iniesta) y la 21, Alto de la Paradilla (Villargordo del Cabriel): 17’117 km., resultando una distancia media entre estaciones, en este tramo, de 11’536 km. Esta diferencia venía, obviamente, marcada por la topografía, como advierte en su circular Varela5, y no es de extrañar que sea mayor entre las dos últimas estaciones mencionadas pues es ahí donde el trazado era más complicado, al tener que salvar las hoces del Cabriel, con una diferencia de altura entre el cauce del río y la torre nº 21 de unos 380 metros, además de lo abrupto del terreno. Este es el accidente más difícil del trazado que, por lo demás, siguió el recorrido de la carretera de Madrid a Valencia por Las Cabrillas que, en estos mismos momentos, se estaba construyendo6 y las torres coinciden casi totalmente con las paradas de postas (Cabanes, 1830, p. 46). En cuanto a la distancia a los núcleos de población, algunas torres, como las de Saelices, Olivares nº 5, Enero 2008 de Júcar o Tarancón, se encontraban en las afueras de los mismos, mientras que otras, como la de Atalayón, distaban 3’8 km. en línea recta de la localidad de Castillejo de Iniesta, la más cercana. El puesto de Tarancón tenía especial importancia por dos motivos. En primer lugar, allí pasaban largas temporadas la Reina Madre Dª. María Cristina con su esposo D. Fernando Muñoz, duque de Riánsares, lo que llevó a que se conociera la localidad como la «Corte manchega». En segundo lugar, de esta misma torre partía el ramal hasta Cuenca. Este sólo se explica por la actividad carlista y, en menor medida, republicana, en las zonas de Levante y Cataluña (Guerra del Matiners), que, junto al bandolerismo endémico, podían cortar las comunicaciones en la línea principal pues ni la importancia política ni económica de la capital conquense exigían este medio de comunicación que la situaban por delante de ciudades como Albacete, Barcelona, La Coruña, Zaragoza, etc... que no contaron con el telégrafo óptico, por breve que fuera su existencia. La segunda guerra carlista apenas afectó a la provincia conquense7 y el bandolerismo no estaba en ella más implantado que en otras provincias. Este ramal, cuya longitud total es de 73’48 km., consta de ocho torres cuyas distancias entre sí oscilan entre los 13 km. justos entre las torres nº. 106, Torrejoncillo, y 107, Carrascosa del Campo; y los 6’376 km. que separan las torres nº. 102, Valdegonzalo, y 103, Collado Rubio. La torre nº. 101, la de Cuenca y comandancia del ramal, distaba, en línea recta, 4’3 km. de la Puerta de Valencia de la capital conquense, «paseo» que el ordenanza de turno debía recorrer cada vez que se recibiera un telegrama para entregarlo al Gobernador provincial o cada vez que este enviara un parte hacia Madrid. Esto -torre algo alejada de la capital provincialtambién ocurría, por ejemplo, en Córdoba y Ciudad Real, en la línea de Andalucía. La distancia media, en fin, entre torres del ramal de Cuenca era de 9’688 km. Esta menor separación entre estaciones se explica porque el ramal tuvo que atravesar zonas de mayor dificultad orográfica, en las comarcas de la Alcarria y la Serranía Baja, que las de la línea principal, que discurría por las comarcas de La Mancha y La Manchuela. Su trazado seguía la carretera de Tarancón a Cuenca, de carruajes, aunque al principio descendía hacia Uclés para evitar las Sierras de Peña Tajada y del Tesoro. Después se acercaba a esta carretera, entre las torres 107, Carrascosa del Campo, y 105, cercana a Naharros, para apartarse de ella, también por el sur, y poder evitar los Altos de Cabrejas, siguiendo uno de los ramales de la Cañada Real de los Serranos y cercana a una carrera postal a pie (Carta de Correos y Postas de la provincia de Cuenca, 1858). La torre más alejada de población alguna era la nº. 104, Cabeza Quemada (Abia de la Obispalía): 4’3 km. en línea recta pero considerablemente más por los caminos. En cuanto a las alturas, el ramal se unía a la Línea de Barcelona en Tarancón, a 829 metros, y el techo del El Nuevo Miliario 71 ramal es la torre nº. 103, a 1135 metros. En este ramal seis torres, de la 101 a la 106, se sitúan por encima de los 1000 metros, mientras que en toda la línea entre Madrid y Valencia, sólo la torre nº 14 supera esta altitud. Esto da idea de lo accidentado del terreno hasta llegar a Cuenca. LAS TORRES Para los números y nombres de las torres sigo los originales, reseñados en M.R., 1851, p. 142, y en Olivé, 1990, p. 70, excepto en la torre nº. 105 que nombro con el de su pueblo más cercano, Naharros, para evitar confusiones. Descripción de la torre: No queda nada. Se localiza en la parte más alta del cementerio, donde estaba la antigua ermita de Santa Marina. Torres (1878, p.764) la nombra sin puntualizar más que vagamente su situación. De la Ossa (1945, p. 62) la sitúa aquí con total exactitud y así lo hace también el investigador y profesor de la Escuela Universitaria de Magisterio de Cuenca, D. Marino Poves Jiménez, a quien agradezco los datos suministrados. Torre nº. 11. Almendros. Paraje: Las Cruces. Altura: 895 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 510843.71 Y: 4420534.83. Línea principal de Barcelona Torre nº. 9. Belinchón. Paraje: Telégrafo. Altura: 784 metros Coordenadas UTM (Huso 30): X: 494313.27 Y: 4434258.79 Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 3’ 28.34’’ Lg. O.: 3º 4’ 0.02’’ Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 607-III, Belinchón. Término Municipal: Belinchón. Población más cercana: Belinchón. Descripción de la torre: Situada en el extremo más alto de unas colinas ocupadas por olivos, sobre la A-3. Se conserva sólo hasta la altura del primer cuerpo, ataluzado, mostrando las aspilleras y los huecos del andamiaje. La fábrica es de mampuestos con los esquinales también de piedra. El zócalo inferior está casi perdido y se observan pérdidas de material en todos los lienzos. Especialmente deteriorado es el occidental, donde un gran hueco permite el acceso al interior, utilizado como basurero. Presenta la particularidad de que tuvo sólo dos aspilleras en los lados sur y oeste, quedando más desguarnecida la esquina SO. Su estado de conservación es malo. Está junto a una antena de telefonía móvil. Torre nº. 10. Tarancón. Paraje: Cementerio de Sta. Marina. Altura: 829 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 499474.64 Y: 4429858.98. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 1’ 5.7’’ Lg. O.: 3º 0’ 22.16’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 607-IV, Tarancón. Término Municipal: Tarancón. Población más cercana: Tarancón. 72 El Nuevo Miliario Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 56’ 3.03’’ Lg. O.: 2º 52’ 23.13’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 632-II, Fuente de Pedro Naharro. Término Municipal: Almendros. Población más cercana: Almendros. Descripción de la torre: No queda nada, pero su ubicación junto a la antena de radio que se haya en la zona es segura por su altura -se trata de unas suaves colinas que forman el punto más alto del término, al norte del mismo y junto a la actual A-3- y ubicación, que hacen que la visibilidad con respecto a las torres adyacentes sea perfecta. Torre nº. 12. Saelices. Paraje: Pie de Gallo, Telégrafo. Altura: 952 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 516765.61 Y: 4419920.11. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 55’ 42.74’’ Lg. O.: 2º 48’ 13.68’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 633-I, Saelices. Término Municipal: Saelices. Población más cercana: Saelices. Descripción de la torre: No queda nada. Su localización es segura en las afueras, al norte de la población, en el solar donde se sitúa la enorme antena de Telefónica, quizá esté formando parte de los cimientos y materiales de los edificios que dan servicio a esta. El topónimo «Telégrafo» se ha mantenido hasta la edición de 1978 (escala 1:50000) en la cartografía civil y todavía lo hace en la militar. Torre nº. 13. nº 5, Enero 2008 Montalbo. Paraje: El Telégrafo, La Serrezuela. Altura: 972 metros. y radiofonía. Hay también algunos corrales y restos de una construcción popular pecuaria. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 527981.29 Y: 4417867.88. Torre nº. 15. Olivares de Júcar. Paraje: Telégrafo. Altura: 946 metros. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 54’ 35.11’’ Lg. O.: 2º 40’ 21.5’’. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 554855.06 Y: 4401577.24. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 633-IV, Montalbo. Término Municipal: Montalbo. Población más cercana: Montalbo. Descripción de la torre: Totalmente destruida, aunque el pueblo sí llama al lugar «El Telégrafo», un conjunto de suaves elevaciones al norte de la localidad. La cartografía catastral todavía mantiene este topónimo mientras que en la civil no se menciona la torre ya en la primera edición del MTN a escala 1:5000, de 1936. De ella sólo se ve un pequeño montículo de escombros y tierra recubierto por la hierba. Afloran los materiales de la torre y quedan visibles la esquina NE y el centro del lienzo occidental. Junto a la torre y al lado norte hay una construcción cuadrada de 21 metros de lado cuyos muros, construidos por grandes piedras sin trabajar, afloran levemente en la superficie. Su prospección no ha arrojado materiales. Su visibilidad es extraordinaria y se aprecian, tanto las torres adyacentes de la línea, como también, al norte, las del ramal de Cuenca. Torre nº. 14. Villares del Saz. Paraje: La Sierra. Altura: 1001 metros. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 45’ 42.02’’ Lg. O.: 2º 21’ 34.62’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 662-I, Cervera del Llano. Término Municipal: Olivares de Júcar. Población más cercana: Olivares de Júcar. Descripción de la torre: No queda nada. Estaba en un montículo a las afueras del pueblo donde se alzaba un vértice geodésico con una altura de 946 metros llamado «Telégrafo», por lo que su ubicación no admite duda alguna. Este cerrete fue desmontado para acometer la variante de la carretera N-420 y la torre estaría donde ahora se sitúa el cruce de esta carretera con la CM2103, un paraje en cuyas cercanías se alzan algunas antenas de telefonía. En el pueblo aún conocen el lugar como «El Telégrafo» pero no recuerdan la torre. Efectivamente, esta amenazaba ruina en 1878, por lo que el Gobierno Civil de la provincia ordenó al Ayuntamiento de Olivares la recogida y subasta del hierro de su maquinaria en enero de ese año8. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 540891.88 Y: 4409469.76. Torre nº. 16. Valverde de Júcar. Paraje: Cerro del Telégrafo. Altura: 884 metros. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 50’ 0.84’’ Lg. O.: 2º 31’ 19.65’’. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 566040.71 Y: 4395996.67. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 661-II, Villar de Cañas. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 42’ 38.17’’ Lg. O.: 2º 13’ 46.58’’. Término Municipal: Villares del Saz. Población más cercana: Villares del Saz. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 662-IV, Valverde de Júcar. Descripción de la torre: Situada en una pequeña sierra que se levanta frente al pueblo. Sólo conserva cierta altura en la fachada oriental. El primar cuerpo, ataluzado como siempre, es de mampuestos unidos por argamasa y esquinales de piedra. Una hilada de ladrillo lo recorre por la base de las aspilleras. Esquinales del cuerpo superior, jambas y dinteles y moldura conservada son de ladrillo. Los lados E y N se conservan hasta la altura de las aspilleras mientras que el S sólo hasta el zócalo inferior. El interior está colmatado por el derrumbe. Frente a la torre hay un vértice geodésico y en el entorno se alzan numerosas antenas de telefonía Término Municipal: Valverde de Júcar. Población más cercana: Valverde de Júcar. Descripción de la torre: Es la torre que más se aparta del modelo «oficial». Su fábrica es de piedra del mismo empinado cerrete en que se asienta, un conglomerado o pudinga, trabada con argamasa y esquinales (desde el zócalo), jambas y dinteles de ladrillo. La moldura intermedias es de piedra y ladrillo. El primer cuerpo es recto, no ataluzado como en la generalidad de las torres, y tiene solamente una aspillera central por lado. Extraordinario es también que abra la puerta de entrada en el lado N, cuando lo normal es que se abra nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 73 en uno de los lados orientados hacia otras torres (el oriental es lo normal en el ramal de Cuenca mientras que el occidental lo es en la línea principal). Bajo la jamba izquierda de esta puerta se abre un hueco hacia el interior cuya funcionalidad se desconoce, otra peculiaridad. Conserva bastante bien el revoco. Se levanta hasta la mitad del segundo cuerpo y quedan visible los restos de un incendio pues esta torre fue destruida por los sublevados en la «Vicalvarada», en julio de 1854 (Olivé, 1990, p. 70). Sin embargo la línea siguió operativa hasta su cierre por lo que hay que presumir una reparación, al menos provisional. El Ayuntamiento valverdeño hace pasar por la torre una ruta de senderismo. Torre nº. 17. Atajollano. Paraje: Telégrafo. Altura: 874 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 575911.65 Y: 4386742.26. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 37’ 35.07’’ Lg. O.: 2º 6’ 55.91’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 691-I, Buenache de Alarcón. Término Municipal: Olmedilla de Alarcón. Población más cercana: Olmedilla de Alarcón. Descripción de la torre: Bien conservada. Cuando se ve de lejos, en el extremo más alto de una parcela de labor que se asoma sobre la carretera CM-2100 y el valle del Júcar, su aspecto es espectacular aunque engañoso, pues ha sido modificada en dos reformas, en 1967 y 1998. Su propietario consolidó la torre, la enlució y modificó los vanos, cerró las aspilleras y abrió en el lado S una puerta a la altura del suelo y un balcón en el segundo piso. Además, recreció los muros, la techó Interior de la torre nº. 18, Juan Bueno, en Motilla del Palancar, donde se ubicaba una comandancia de la línea. Foto: J. López Requena. La torre nº. 19, Atalayón, cercana a Castillejo de Iniesta, espléndidamente conservada. Foto: J. López Requena. 74 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 y le añadió un almenado que la torre, originariamente, nunca tuvo. Los esquinales son de piedra y los vanos y las molduras de ladrillo. En la actualidad está cerrada pues es de propiedad particular. Un vértice geodésico se alza junto a la torre. Torre nº. 18. Juan Bueno. Paraje: La Torre, Cuesta de Juan Bueno. Altura: 869 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 589522.37 Y: 4379757.06. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 37’ 43.8’’ Lg. O.: 1º 57’ 28.5’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 691-IV, Motilla del Palancar. Término Municipal: Motilla del Palancar. Población más cercana: Motilla del Palancar. Descripción de la torre: Situada en una suave elevación junto a la antigua N-III, sólo conserva hasta la altura de la cornisa los lados N y S. El occidental ha perdido la mitad del lienzo mientras que el oriental está recorrido por una gran grieta en el centro y presenta abundantes pérdidas de material. Amenaza ruina. En el exterior quedan restos del enlucido fino, de color amarillento claro. El revoco interior se conserva bastante bien, aunque este es perfectamente accesible y se observan graffiti incisos que se remontan hasta 1958. En el lado oriental se observan impactos de postas (cartuchos de 9 proyectiles)9 por encima del zócalo. Dado que en la última campaña de exhumaciones en el cementerio de La Tahona, en Uclés, realizada por A.R.M.H. de Cuenca han aparecido restos de fusilados con impactos de postas, no parece descabellado pensar que la torre fue escenario de este tipo de asesinatos, aunque no se puede, por supuesto, asegurar plenamente. Torre nº. 19. Atalayón. Paraje: El Telégrafo. Altura: 902 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 602671.17 Y: 4377129.7. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 32’ 13.29’’ Lg. O.: 1º 48’ 19.05’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 692-III, Castillejo de Iniesta. la altura de la cornisa y buenos restos del enlucido exterior, de color ocre claro, en todas sus caras. La inclinación de la ladera en que se encuentra hace que descanse sobre un doble zócalo. En las ventanas del piso superior quedan hasta los retenes de hierro para sujetar las contraventanas de madera. Todos los vanos tienen el recercado de ladrillo. Tanto zócalos como molduras intermedias se conservan perfectamente. El estado del interior es excepcional, con las huellas de la escalera en el ángulo SE. Esta torre muestra numerosas incisiones antiguas que dibujan cruces, mientras que otras parecen siglas y fechas. En la cartografía civil han aparecido desde la primera edición de las hojas 1:50000, en 1936, hasta la de 1989, dos vértices geodésicos: Telégrafo I, en la cima, y Telégrafo II, en la torre. Realizada la prospección, no apareció resto alguno de la posible torre marcada como Telégrafo I. En las últimas ediciones de la cartografía militar y de la civil a escala 1:25000, ya no aparecen los vértices aunque ambas señalan la existencia de la torre. Junto a ella volvemos a encontrar una antena de telefonía. Torre nº. 20. La Mochuela. Paraje: Telégrafo. Altura: 874 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 614810.21 Y: 4374588.86. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 30’ 45.36’’ Lg. O.:1º 39’ 52.25’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 692-IV, Minglanilla. Término Municipal: Graja de Iniesta. Población más cercana: Graja de Iniesta. Descripción de la torre: Se encuentra en la cima de un empinado cerrete aislado junto al pueblo, lo que la hace muy visible también por su buen estado de conservación. Conserva sus cuatro lados hasta la altura de la cornisa y, aquí, los esquinales son de piedra, no de ladrillo. Bajo la moldura central quedan restos de la pintura blanca que recubría el enlucido ocre originariamente. La fachada occidental muestra grietas que afectan a la parte central de la misma. El interior está ocupado por un depósito de agua para el abastecimiento de la población lo que, sin duda, ha favorecido su conservación. Las fachadas N y S son, como casi siempre, las mejor conservadas. Junto a la torre, en su lado E, se levanta un vértice geodésico. Ramal de Cuenca. Término Municipal: Iniesta. Población más cercana: Castillejo de Iniesta. Descripción de la torre: Situada en la ladera sur de un cerro, es, sin duda, la torre mejor conservada de las estudiadas, mostrando sus cuatro paredes -de mampostería con esquinales de ladrillo- completas hasta nº 5, Enero 2008 Torre nº. 101. La Mendoza. Paraje: Sierra del Bosque Altura: 1065 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 570431.22 Y: 4434636.59. El Nuevo Miliario 75 Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 3’ 30.07’’ Lg. O.: 2º 10’ 27.22’’. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 1’ 40.13’’ Lg. O.:2º 20’ 51.84’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 610-III, Cuenca. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 609-IV, Villar de Olalla. Término Municipal: Cuenca. Población más cercana: Cuenca. Descripción de la torre: Recortada sobre la cumbrera de la Sierra del Bosque, es un auténtico hito en el paisaje de la capital. Relativamente bien conservada, las pérdidas mayores se encuentran en la fachada occidental, quedando de las demás hasta la altura de la cornisa. Muestra la entrada en el primer piso del lado E, como es norma en las torres de este ramal y, en el interior, se aprecia el hueco de la escalera en la esquina NE, también norma en las torres del ramal. Está muy afectada por pintadas vandálicas. Su nombre debe provenir de un error en la transcripción del original, Abéngozar, cuya dehesa domina la torre. Torre nº. 102. Valdegonzalo. Paraje: Valdegonzalo. Altura: 1095 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 561617.65 Y: 4433391.31. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 2’ 52.17’’ Lg. O.: 2º 16’ 39.62’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 609-IV, Villar de Olalla. Término Municipal: Cuenca. Población más cercana: Cólliga. Descripción de la torre: La torre se levanta en un cerrete. En regular estado de conservación, la fachada occidental es, como en todas, la más ruinosa y, junto con la meridional, no sobrepasan los 5 metros de altura. En la oriental un grieta afecta a ventana y puerta, llegando hasta la aspillera central del cuerpo inferior. La fábrica es, como es norma en el ramal de Cuenca, de mampostería y argamasa con las esquinas del mismo material, aunque mejor dispuesto. Los vanos están recercados con ladrillos como también las molduras y el remate del zócalo. Conserva restos del enlucido exterior e interior y huellas de la escalera interna. Junto a la torre volvemos a encontrar un vértice geodésico. Torre nº. 103. Collado Rubio. Paraje: Loma de la Pumadera. Altura: 1135 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 555657.36 Y: 4431124.05. 76 El Nuevo Miliario Término Municipal: Cuenca. Población más cercana: Abia de la Obispalía. Descripción de la torre: Situada en otro cerro de las estribaciones de Cabrejas, es similar en su estado de conservación a la anterior y presenta la peculiaridad de una hilada de ladrillos que recorre el cuerpo superior cerca de su base. Conserva también restos del enlucido al exterior e interior y, aquí, las huellas de la escalera que comunicaba los tres pisos de la torre. Torre nº. 104. Cabeza Quemada. Paraje: El Telégrafo. Altura: 1085 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 547633.03 Y: 4432023.24. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 2’ 11.06’’ Lg. O.: 2º 26’ 30.13’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 609 III, Abia de la Obispalía. Término Municipal: Abia de la Obispalía. Población más cercana: Abia de la Obispalía. Descripción de la torre: En bastante buen estado, es la torre mejor conservada del ramal. Se levanta en la zona norte de un amplio cerro amesetado, rodeada de encinas y bastante apartada de cualquier población. Conserva en sus cuatro lados hasta la altura de la cornisa. Los vanos son los más afectados por las pérdidas de material y el interior se conserva bien, mostrando el hueco de la escalera e, incluso, restos de la carpintería de las aspilleras. A pesar de su aislamiento, ya ha sufrido el ataque de pintadas vandálicas. Torre nº. 105. Naharros. Paraje: El Telégrafo. Altura: 1062 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 539757.88 Y: 4433781.34. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 3’ 9.55’’ Lg. O.: 2º 32’ 2.02’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 608-IV, Torrejoncillo del Rey. Término Municipal: Torrejoncillo del Rey. Población más cercana: Naharros. nº 5, Enero 2008 Descripción de la torre: Se encuentra en el extremo de una ondulada planicie cultivada, dominando el talud que la limita por el sur. Las fachadas mejor conservadas son la este y la norte, en las que se muestra aún buena parte del revoco. Esta última conserva su altura original hasta la cornisa. Los vanos de los lados oriental y occidental están ya seriamente afectados por grietas. El interior, inaccesible a no ser por la entrada original, se conserva mejor que el exterior. La fábrica es de mampuestos con esquinas de piedra y vanos y molduras en ladrillo y su estado de conservación es regular. Torre nº. 106. Torrejoncillo. Paraje: Cerro de San Bartolomé. Altura: 1044 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 533314.98 Y: 4430550.86. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 1’ 25.78’’ Lg. O.: 2º 36’ 34.53’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 608-IV, Torrejoncillo del Rey. Término Municipal: Torrejoncillo del Rey. Población más cercana: Torrejoncillo del Rey. La torre nº. 104, Cabeza Quemada, en Abia de la Obispalía, perteneciente al ramal de Cuenca. Foto: J. López Requena. Descripción de la torre: Los restos de la torre se encuentran en el extremo septentrional de un alto cerro aislado en mitad de los valles del Gigüela y del Valparaíso, abierto, además a extraordinarias perspectivas hacia La Mancha, llegando a poder contemplar las torres de la línea principal, como las de Saelices y Montalbo. Cerca de la torre se encuentra un vértice geodésico. De esta no queda más que, muy deteriorada, la fachada oriental, con su parte central casi destruida ya hasta el primer cuerpo. Del resto sólo se elevan algo las esquinas junto a este lado. La ruina ha sido reciente. En el otro extremo del cerro se levantan otras ruinas: las de la ermita de San Bartolomé, que dan nombre a la elevación, conocida también como cerro del telégrafo. Torre nº. 107. Carrascosa. Paraje: La Sierra. Altura: 998 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 520308.29 Y: 4430596.56. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 40º 1’ 28.75’’ Lg. O.: 2º 45’ 43.23’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 608-III, Carrascosa del Campo. Término Municipal: Campos del paraíso. Población más cercana: Carrascosa del Campo. Descripción de la torre: Levantada en el extremo septentrional de la Sierra de Carrascosa, que corre en nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 77 Fragmento de la Carta general de Bachiller, de 1858, donde se aprecian las líneas de telegrafía óptica (con trazo discontinuo de punto y raya) y eléctrica (con trazo continuo). En todo caso, el autor no es exacto pues la línea se bifurcaba en Tarancón y no donde lo sitúa Bachiller. Fuente: Carta General de España de Bachiller con todas sus posesiones de Ultramar e islas adyacentes en 1858. Biblioteca Nacional, sign. Mr/33/237. sentido N-S, apenas quedan completos dos lienzos, el N y el E, que sobrepasan escasamente los 2 metros de altura, quedando el resto sumido en un montón de tierra y escombros tapados por la hierba. Torre nº. 108. Sierra del Pavo. Paraje: La Callejuela. Altura: 927 metros. Coordenadas UTM (Huso 30): X: 511389.1 Y: 4427057.91. Coordenadas Geográficas: Lat. N.: 39º 59’ 34.58’’ Lg. O.: 2º 51’ 59.74’’. Cartografía I.G.N. 1:25000: Hoja 632-II, Fuente de Pedro Naharro. Término Municipal: Uclés. Población más cercana: Uclés. Descripción de la torre: En bastante mal estado de conservación, la torre se alza en la cumbrera de una sierra, prolongación de las de Altomira y San Sebastián hacia el mediodía. Sólo queda, incompleta, la cara norte, conservada hasta una altura de 3’5 metros en su esquina NE. El resto es un derrumbe que colmata todo el interior y rebasa del mismo. De la excelente ubicación de estas torres nos habla la existencia, junto a muchas de ellas, de vértices geodésicos. Igualmente, su primitivo servicio a las telecomunicaciones se mantiene aún, eso sí, usando ahora de las últimas tecnologías pues sus ubicaciones lo son también, en muchos casos, de antenas de telefonía, radiofonía y señal radioeléctrica. El telégrafo óptico llegó tarde y duró poco. Fue un desconocido para el gran público y, sin embargo, su recuerdo ha perdurado en los topónimos de los lugares donde las torres se han asentado. En casi todos los pueblos recuerdan el telégrafo y mantienen su memoria, aunque no sepan cómo funcionaba el sistema ni para qué servían las torres. De estas guarda la provincia conquense uno de los mejores conjuntos y sólo en Cataluña, si unimos a la telegrafía civil la militar, encontramos tantas torres y en semejante estado de conservación. Ellas y los pioneros de la telegrafía que sirvieron en las mismas merecen mucho más que el olvido y la ruina que padecen. En Francia son varias las torres ópticas conservadas y en funcionamiento y constituyen un recurso turístico y didáctico de las poblaciones en que se encuentran (Marcy, Pleumeur-Bodou, Saverne, Saint Marcan…). Aquí sólo la torre de Adanero, en la línea de Castilla, recuerda un tanto su primitiva función. Sería deseable la puesta en valor de un patrimonio tan importante y entrañable como amenazado. La telegrafía óptica se lo merece. Perfil topográfico de la línea de Barcelona entre las torres 8 y 21. Obsérvese el valle del Tajo (a la izquierda) y el profundo desfiladero de las Hoces del Cabriel (a la derecha). Las escalas vertical y horizontal no son proporcionales. Fuente: elaboración propia. 78 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Mapa con la línea de Barcelona a su paso por la provincia de Cuenca, entre las torres nº. 8 y 21, y el ramal de Cuenca. Fuente: elaboración propia. Sello empleado en la Comandancia del ramal de Cuenca en 1851. Fuente: Archivo de Correos y Telégrafos. Personal Óptico. Expte. de D. Jaime Sallá. Perfil topográfico del ramal de Cuenca entre las torres 10 y 101. Se aprecia claramente la mayor altura media de este ramal. Las escalas vertical y horizontal no son proporcionales. Fuente: elaboración propia. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 79 Sección y planta de las torres de telegrafía óptica realizada por el propio Mathé el 17 de noviembre de 1848. A las medidas en pies de Burgos se añaden sus equivalentes en metros (1 pie de Burgos = 0’278635 metros = 12 pulgadas; 1 pulgada = 0’02322 metros). Fuente: Proyecciones acotadas en medidas del pie de Burgos de una torre telegráfica. Museo Postal y Telegráfico. 80 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 BIBLIOGRAFÍA: BOLETÍN OFICIAL DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS (1843-1848). Madrid. Cabanes, F. J. de (1830). Guía general de correos, postas y caminos del Reino de España. Madrid. GACETA DE MADRID, La (1844-1868). Madrid. Len i Currius, Ll. y J. Perarnau i Llorens (2004). La telegrafia òptica a Catalunya. Col. Patrimoni industrial Temes, 1. Barcelona. Sebastián su excelente acogida a mi trabajo y las valiosas indicaciones ofrecidas. Su trato ha hecho que a mi condición de discípulo, una ahora la de amigo. 4. El Ayuntamiento de Uclés, en sesión celebrada el 5 de mayo de 1850 acordó ceder los terrenos donde se iba a ubicar la torre, como previamente le había solicitado el Gobernador de la provincia (Archivo Municipal de Uclés, Libro de Actas del Ayuntamiento, expte. 53/14). Muñoz y Soliva, T. (1867). Historia de la Muy Noble e Impertérrita ciudad de Cuenca. Tomo II. Cuenca, p. 993. 5. Len y Perarnau (2004) también analizan la distancia entre las torres en Catalunya. Así, en la costa, donde la topografía es menos accidentada, esta oscila entre 10 y 14 km. mientras que en el interior encontramos distancias más extremas que las de la línea estudiada aquí: 18’5 km. entre la nº 58, Coll de l’Ordal, y la siguiente, San Pedro Mártir. La distancia entre las nº. 205, Coll d’Orriols, y 204, Pontós, es de sólo 4’5 km. mientras que, en la entrada a Girona, la distancia no excede de 3’6 km. 6. En la Revista de Obras Públicas se describe como muy dificultoso este paso, realizado entre 1840 y 1849, con especial atención al puente sobre el Cabriel, mencionando, también, la torre telegráfica: «Desde el pueblo mismo de Villargordo se empieza a subir para ganar la altura llamada de la Paradilla, en cuya cima se halla situada la torre telegráfica.» REVISTA DE OBRAS PÚBLICAS (1853). Carretera general de Madrid a Valencia por Las Cabrillas. Artículo II.; nº. 8, 15 de agosto de 1853; Madrid, p. 102. Olivé Roig, S. (1990). Historia de la telegrafía óptica en España. Madrid, Mº. de Transporte, Turismo y Comunicaciones. 7. La única incursión carlista destacable, en la zona de Huete, tuvo un atento seguimiento en la Gaceta de Madrid de los días 9 y 13 de junio de 1848. Ossa, M. de la (1945). Tarancón. Apuntes para su historia. (Ed. Facsímil de 1993). Tarancón, Hermandad de la Virgen de Riánsares. 8. Archivo Histórico Provincial de Cuenca. Sección Desamortización-Sign. D-903. M. R. (1851). «Los telégrafos en España» en La Ilustración. Nº. 18, 3 de mayo de 1851. Madrid. Martínez Lorente, G y L. E. Otero Carvajal (1993a). «El Telégrafo Óptico, 1800-1850» en Bahamonde Magro, A. (Dir.) Las comunicaciones en la construcción del Estado contemporáneo en España. 1700-1936. Madrid, Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente. Disponible en http://www.ucm.es/ info/hcontemp/leoc/telegrafo%20optico.htm [Acceso el 25 de octubre de 2007]. REVISTA DE OBRAS PÚBLICAS (1853). Nº. 8, 9 y 10, agosto y septiembre de 1853. Madrid. Torres Mena, J. (1878). Noticias Conquenses. (Ed. Facsímil de 1985). Cuenca, Gaceta Conquense. 9. Agradezco el peritaje de las muestras extraídas de los muros de la torre, realizado por la Comandancia de la Guardia Civil en Cuenca, en especial a D. Juan Carlos Peñuelas Ayllón. Igualmente, mi agradecimiento a la profesora Pochi Álvarez Delgado por sus informaciones sobre las exhumaciones de Uclés. NOTAS 1. Todos estos aspectos están exhaustivamente tratados en Olivé (1990), obra de referencia inexcusable para todos los estudios sobre telegrafía óptica. El carácter del telégrafo y su papel dentro de la construcción del Estado quedan claros en Martínez y Otero (1993ª). 2. Agradezco vivamente las copias de los planos originales suministradas por el Museo Postal y Telegráfico en Aravaca, Madrid, así como el excelente trato que me dispensaron en esta institución. 3. Vuelvo a remitir a la obra de Olivé (1990) donde desarrolla ampliamente todos estos temas. Igualmente, agradezco a D. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 81 EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PAISAJE DE LA VEGA ALTA DE TOLEDO: HUERTA DEL REY Y LA ALBERQUILLA ALFONSO VÁZQUEZ GONZÁLEZ Profesor de Geografía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y catedrático del I.E.S. Sefarad de Toledo. INTRODUCCIÓN La Huerta del Rey y La Alberquilla son dos parajes de la Vega Alta del Tajo que están situados al oriente del Centro Histórico de Toledo, donde actualmente no hay urbanización, por lo que se mantiene el paisaje histórico y el paisaje natural, aunque en el futuro en este espacio se va a crear un barrio de viviendas debido al desarrollo del Plan de Ordenación Municipal del 2006. Se trata de un territorio histórico que siempre ha tenido relación con la ciudad, al estar próximo a ella, tanto en las comunicaciones como en las actividades sociales y económicas entre ambas, así como vínculos geo- 82 El Nuevo Miliario gráficos-medioambientales; en la actualidad dichas relaciones son aún más importantes e intensas. Estos dos lugares están emplazados en la margen izquierda del Tajo, justo en el fondo del valle, antes de entrar el río en el gran meandro, llamado torno, que rodea a la ciudad histórica. Están limitados por los siguientes elementos geográficos: al norte por los tres últimos meandros del Tajo al llegar a Toledo (excepto una pequeña zona del polígono de la Huerta del Rey, que está ubicada en la margen derecha del río Tajo); al oeste por el cauce del río que entra en el torno; al sur por la vía ferroviaria, actualmente del AVE, y al este por nº 5, Enero 2008 Vista aérea de la Huerta del Rey y La Alberquilla. la finca llamada «La Huerta del Ingeniero», donde el cauce del Tajo está muy cerca de la vía ferroviaria. Más hacia el sur se encuentra el barrio de Santa Bárbara y más hacia el este está el Polígono Industrial-Santa María de Benquerencia. La forma del espacio del conjunto de estos dos parajes tiene un carácter alargado, de oeste a este. En dicho espacio hay zonas más anchas y otras más estrechas debido a la existencia de los tres meandros del Tajo. El norte tiene una alineación de semicírculos porque se limita por el cauce del río; y el sur tiene una línea recta, debido a que está limitado por la vía ferroviaria del AVE. Esta situación determina en estas zonas un espacio cerrado, puesto que está limitado por dos barreras: una barrera natural que es el río Tajo y una barrera humana visible que es la vía del AVE. 1. CARACTERÍSTICAS DEL PAISAJE EN LA EDAD ANTIGUA Y MEDIA. Durante la Edad Antigua, el paisaje de estos sectores estaba humanizado debido a que en la época romana se habían desarrollado varias villas en las vegas del Tajo cercanas a la ciudad de Toledo. Concretamente en La Alberquilla se descubrió en 1929 una villa romana, a unos 150 metros al oeste de la casa de labor de «La Rosa», en la zona utilizada para desmonte de las tierras de la vía de ferrocarril Toledo-Bargas, entonces en construcción. Aparecieron mosaicos, restos de muros, un arco de fábrica de ladrillo, y muchas otras piezas. Posteriormente se encontraron otros yacimientos romanos en varias zonas de esta vega. Sin embargo, en la Edad Media se desarrolló bastante en esta zona las actividades humanas relacionadas nº 5, Enero 2008 con la ciudad de Toledo y por lo tanto se crearon muchos edificios, además de las labores agrarias, forestales y ganaderas. Al final de la época musulmana, en el periodo taifa (siglo XI) se creó la Almunia Real en la zona llamada actualmente Huerta del Rey (almunia significa huerta, de ahí el nombre actual), donde se construyó un gran palacio de recreo, próximo a la ribera del Tajo, incluyendo un importante jardín botánico, en la época del reinado de Al-Mamun. En dicho palacio había una sala con una gran noria que obtenía el agua del Tajo y la trasladaba a una gran alberca. En palabras de al-Fath b. Jaqan «El salón brillaba como si el sol se encontrase en lo alto del firmamento y la luna llena en su cenit, como una corona. Las flores embalsamaban el ambiente y sobre el río los invitados bebían sin cesar. La rueda hidráulica gemía como gimen, heridas por la llama devoradora del dolor, la camella que perdió a su cría o una madre al morir su hijo. El cielo estaba regado por las gotas del rocío; los leones (surtidores de las fuentes) abrían sus enormes bocas para vomitar agua». Por lo tanto, según escribe Clara Delgado Valero en su libro Toledo Islámico, el palacio islámico de Galiana tenía en dicha época una «exquisita delicadeza con que se concibió este palacete de recreo, en el que jugaba un papel destacado tanto su salón de aparato, denominado de la Noria, como la alberca y los jardines». En la Almunia Real, y en su zona este, en la actual Alberquilla, se desarrollaba una importante actividad agraria hortofrutícola por la fertilidad de suelo de la vega, por la existencia del regadío debido a las norias del Tajo y por las necesidades de alimentación de la población de Toledo. El escritor musulmán Al-Idrisí El Nuevo Miliario 83 comentó lo siguiente: «el Tajo riega sus bellos alrededores y sus fértiles campos; está rodeado de jardines que son cruzados por canales, con norias destinadas al riego de huertas y jardines que producen frutos de belleza y calidad extraordinaria. Por todas partes, entre las huertas se veían almunias y torres fortificadas». Estos maravillosos paisajes de la época islámica se destruyeron tras la conquista cristiana de Toledo, llevada a cabo por el rey Alfonso VI en el año 1085, pues posteriormente hubo varios ataques al Toledo cristiano por parte de los almorávides, cuyos ejércitos acampaban en la Huerta del Rey, por lo que se arruinó el palacio y se devastaron los campos. Otra destrucción de esta zona se produjo en el año 1212 por los ejércitos cristianos que fueron a la batalla de Las Navas de Tolosa y se establecieron temporalmente en el este de Toledo, debido a que el rey Alfonso VIII determinó el asentamiento de las tropas en la Huerta del Rey, según recoge la Primera Crónica General: «El rey dióles fuera de la çipdad, en la ribera del río Tajo huertas et huertos et otros vergeles de deleite en que tomasen solazes et sabores que él fiziera criar para sí, para la su real magestad sabores et solazes quando él en esa çibdad fuese et quisiese salir a andar, et diógelo todo a sabor de sí et soltógelo para fazer y como quisiesen, et folgar y a las sombras en las calenturas», aunque, según dicen los Anales de Toledo «cortaron toda la huerta del Rey, e de Alcardet todo, e hicieron mucho mal en Toledo y duraron mucho». La Huerta del Rey dejó de ser propiedad real en 1385, cuando Juan I la donó a los jerónimos de La Sisla y pasó después, por venta en 1394, a Beatriz de Silva, cuyos escudos, junto a los de su esposo Alvar Pérez de Guzmán, ornamentan su interior, por lo que fueron los propietarios de esta huerta, la más extensa y fértil, en 1400. Esta propiedad en aquella época puede considerarse una prolongación del concepto de huerta-vergel musulmán y fue concebida como lugar de esparcimiento y recreo de la aristocracia urbana, aunque era una finca de regadío. También se crearon otras propiedades rústicas que proliferaron en la vega del Tajo durante el siglo XIV. Estas huertas necesitaban una tecnología hidráulica que fue heredada de los musulmanes, consistente en el aprovechamiento del agua del río a través de presas y azudas «o anorias caudalosisimas, las quales echan el agua a unas canales de madera de mas de siete estados de altura para que las guertas sean regadas; estas andan de dia y de noche porque la misma corriente del río es su movedor; tienen ansi mismo nueve presas, donde con piedra se ataja todo el rio, para que vaya por las canales de las paradas de los molinos...» (Huertado de Toledo) Algunas huertas tenían su propia noria, canales de madera, «pozos con sus albueras...con sus açeñas et con todo su aparejo,». Estas huertas disponían de casas techadas de paja. En ellas se desarrolló un policultivo de regadío consistente en productos hortofrutícolas 84 El Nuevo Miliario como granadas, cítricos, limones, naranjas y cidras, almendras, higos, membrillares, ciruelas, manzanas, albaricoques, peras, hortalizas, berenjenas y cardos. Entre el siglo XIII y XIV se reedificó el Palacio de Galiana en el mismo lugar donde se encontraba el antiguo palacio islámico, tomando como base la estructura primitiva de sala transversal alargada con alcobas en los extremos, precedida de un pórtico que servía como enlace con el jardín, y redecorados con yeserías en dichos siglos, por lo tanto, este nuevo palacio fue de estilo mudéjar. Este edificio estaba muy deteriorado en el siglo XIX y a mediados del XX, pero se restauró al comienzo de la década de 1960, manteniéndose muy bien conservado hasta la actualidad, que está formado por una sala de recepción dividida en tres naves paralelas, cuyos extremos son alcobas. Dichas naves se comunican entre sí mediante un eje transversal. El palacio abre ventanas en sus dos fachadas: la del norte se asoma a la recreación de un jardín hispano musulmán que se extiende hacia el sur y el oeste; y la del sur se abre a una gran alberca. Está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento Palacio de Galiana antes de la restauración 2.- CARACTERÍSTICAS DEL PAISAJE EN LOS SIGLOS XVI Y XVII. Aunque a finales de la Edad Media las fincas de la vega del Tajo próximas a la ciudad eran fincas rústicas de huerta y en parte de recreo, cuyos propietarios eran de la aristocracia urbana toledana, sin embargo, a mediados del siglo XVI se desarrolló en Toledo la moda cultural renacentista entre diversos personajes de la alta sociedad, sobre todo humanistas, que se deleitaban y recreaban en el paisaje natural próximo al entorno urbano, por lo que sus fincas de recreo y esparcimiento se convirtieron en cigarrales, algunos de ellos en las vegas y la mayoría en el sur de la ciudad. Debido a esta situación las zonas de la Huerta del nº 5, Enero 2008 Rey y La Alberquilla cambiaron totalmente, tanto en la extensión de las propiedades, como los propietarios y el tipo de cultivos, aunque seguía siendo de regadío con importantes norias azudas, y además el palacio se fue arruinado. En los siglos XVI y XVII se escribieron varios libros explicando las características de la ciudad de Toledo, incluyendo la vega del río Tajo y la Huerta del Rey. Leyendo estos escritos se puede saber como eran los paisajes del territorio que estamos estudiando. El embajador de la republica de Venecia, Andrés Navagero, viajó a España en la época del reinado de Carlos I; en el año 1525 estuvo en Toledo y escribió lo siguiente: «Antes de llegar a Toledo pasa el río por un llano que le llaman la Huerta del Rey y que se riega todo con norias, que son ruedas hidráulicas que sacan el agua del río, por lo cual está todo lleno de árboles y de muchos frutos, y está todo labrado y hecho huertos, de donde se surte la ciudad de hortalizas, principalmente cardos, zanahorias y berenjenas, que aquí se gastan mucho. En esta llanura hay un antiguo palacio arruinado que llaman de Galiana… las ruinas muestran año (...) Tienen así mismo estos sotos grande copia de vides de uva temprana, suave y delicada ciruela de todas suertes y tiempos, manzana xavi, más suaves que camuesas de la Vera...y hay albérchigas y albaricoques, aunque por temor de los muchos ladrones y por ser fruta de precio, con las peritas que dicen de San Silvestre y vinosas, sus dueños las van extirpando. Síguese al soto que está cabe la ribera del río al oriente, la casa, heredad y huerta que dizen de Rodrigo Niño, la qual está a media legua de la ciudad, donde la qual hasta la casa y el jardín artificioso de don Antonio de Córdova, caballero de la Orden de Santiago, hay muchos tejares de teja y ladrillo (...) Está luego la casa y jardín de Alonso Manrique, dende la qual comienza la celebrada y amena huerta que llaman del Rey (...) en esta huerta hay todo género de hortaliza de que la ciudad es proveída y los mejores cardos de España. Abundan también esta huerta de la fruta que de los sotos hemos contado y de las venenosas berenjenas (...) Al lado de esta huerta están los mesones, abrevadero y parador de los carros que vienen con trigo y carbón y otras provisiones (...) Debajo de esta huerta ha dejado el río por descargar su conciencia lo que muchos años antes había comido y robado, en lo qual se ha plantado un badén y membrillar fertilísimo. Desde aquí va una ancha rambla, donde están formadas muchas casas de morada (...) Síguese de aquí el río llano, que por la Puerta Nueva sirve en sus molinos, y a los que se proveeen de agua limpia antes que entre en la ciudad, y lugar cercano para las lavanderas, fácil y llano para lavar. Entre este brazo de río y ese otro que se divide al abrevadero de la Huerta del Rey, está una viña y arboleda muy fértil (...) enfrente de esta isla está una pequeña huerta que dicen de San Pablo, cuyos edificios están arruinados...» Palacio de Galiana en su estado actual que el palacio era hermoso y están en un lugar muy apacible». En 1576 Luís Hurtado De Toledo escribió el Memorial de algunas cosas notables que tiene la Imperial Ciudad de Toledo en el que dijo lo siguiente en el capítulo «De las riberas, sotos, guertos, frutos y pescados a la dicha ciudad»: «En las riberas del río Tajo, legua y media antes que llegue a Toledo, a la parte de oriente, comienzan de un lado y de otros, dos fertilísimos y amenos sotos, cuyo comienzo es la huerta de Higares … el soto del Lobo y el soto del Cardete. La mayor parte de la arboleda de estos sotos son membrillares (...) es grande su cosecha, dura en los árboles desde el mes de julio hasta diciembre y en las cámaras todo el nº 5, Enero 2008 Francisco de Pisa en su «Descripción de la Imperial ciudad de Toledo», escrita en 1605 también nos explica cómo eran las vegas de la ciudad y la Huerta del Rey, a principios del siglo XVII. En el Capítulo XIV «De los molinos, azudas, anorias, y batanes….» Explican como eran las norias azudas: «… unas grandes ruedas de madera, que llaman azudas, las cuales movidas con la fuerza del raudal del río, levantan el agua y van derramando, y derivando por lo alto, encañada y encalanada por caños de madera, hasta dar en las propias huertas. Destas azudas hay tres o cuatro a la huerta del Rey, una que llaman de Razazu; otra de la Alverca; otra de la Islilla; otra de los palacios de Galiana: y más adelante otra frontero del jardin de don Pedro Manrique, y es de la huerta de Lytique...». En el Capítulo XV nos habla de estas huertas: «El rio Tajo, como se ha dicho, con su curso y rodeo alegra la ciudad, y la enriquece de mantenimientos, por entrabas riberas, la superior y alta que mira al Oriente, por el espacio El Nuevo Miliario 85 Vista de la Huerta del Rey. Grabado de Wyngaerde 1563 de la famosa legua, amena y deleitosa, con abundancia de huertas, árboles, y alamedas: la inferior y mas baja hace el mismo oficio: entre las cuales la principal huerta es la que llaman del Rey, que en medio tiene los palacios o baños llamados de Galiana». Por lo tanto, en relación con estos textos se puede establecer el paisaje que existía en esta vega durante los siglos XVI y XVII. Era una campiña de regadío donde se utilizaban las norias azudas que eran ruedas hidráulicas que sacaban el agua del río Tajo y se extendía a través de caños de madera. En la Huerta del Rey había cuatro azudes, y atrás a lo largo de la ribera del Tajo. Los cultivos que se desarrollaban en las huertas eran: cardos zanahorias y berenjenas. Por otro lado, también había sotos donde predominaban los árboles frutales como los membrillares, aunque también había manzanos, ciruelos, guindos, perales, albérchigas, albaricoques y vides. En los sotos también había alamedas, con álamos negros. Estos parajes de la Vega Alta están espléndidamente expresados en el grabado realizado en 1563 por Antón Van de Wyngaerde, en el que se representa la ciudad de Toledo vista desde el norte, desde el Cerro de la Horca. En las vistas de la Huerta del Rey aparecen dos de las norias azudas: la de Islilla y la del Palacio de Galiana. Se representa también las huertas y las arboledas y en ellas tres edificios: el Palacio de Galiana; la casa labriega, que se mantiene actualmente; y la casa labriega que ha desaparecido. Además se muestra también la actual zona de la Alberquilla, muy separada de la Huerta del Rey por el meandro que estaba cerca del camino que iba a Yepes, donde se encuentra un edificio religioso, que probablemente era la ermita de la Concepción. 86 El Nuevo Miliario El tipo de propiedad de la Huerta del Rey era similar a la de los siglos anteriores, pues su posesión era de la importante familia toledana llamada los Silva, entre ellos Juan Gómez Silva, regidor toledano. Sin embargo, parte de la finca se arrendó a diferentes hortelanos, y otra parte se cedió a la capilla de Santo Tomás del convento de Santo Domingo el Real. No obstante, en la zona de La Alberquilla hubo una intensa distribución de propietarios en el siglo XVI, los cuales también eran nobles y otra parte de la propiedad pertenecía al clero. Uno de las propiedades importantes, pertenecía a la familia Niño, que formaba pare de la oligarquía aristocrática toledana. Otra finca se llamaba la huerta de la Emperatriz, cuyo nombre se mantuvo hasta el siglo XIX (aparece en el mapa topográfico de 1882), debido a que fue propiedad de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, que cuando murió se cedió al convento de la Concepción. Entre otras fincas de esta zona, había una pequeña huerta con una casa, llamada La Alberquilla (8 aranzadas, lo que supone 3,5 hectáreas), que en los siglos posteriores se fue convirtiendo en una gran finca, y por eso se llama actualmente toda la zona con este nombre. Había otras fincas con otros propietarios como Soto de Torres, El Cercad, La Choza Vieja, Huerta de Jardín, Tierra del Rosal, El Cercado, Haza de los Leones, Aranzadilla, Matavacas, etc. A principios del siglo XVII cambiaron las propiedades, sobre todo la zona de la Alberquilla, pues un mercader llamado Alonso de Yepes, tesorero de alcabalas y tercias reales en Toledo, compró muchas fincas, obteniendo un total de 85 aranzadas (39,35 hectáreas). Sin embargo en 1632 se produce una quiebra de dicho personaje, acabó en la cárcel y se puso en venta sus fincas, por lo que volvieron a disminuir las heredades de la Alberquilla. nº 5, Enero 2008 El tipo de paisaje natural de esta zona durante estos siglos era algo diferente a la actualidad. Había ciertas modificaciones en las vegas, debido a los cambios en el trazado sinuoso y meandrifome del río Tajo sobre su llanura aluvial de gravas, arenas y limos, que se producía por la erosión lateral que tuvo lugar en sus orillas y por las fuertes crecidas, que eran muy frecuentes. Estos parajes del entorno toledano están espléndidamente incluidos en el grabado de Wyngaerde. En él se reflejan de modo muy fiel los paisajes de los alrededores de Toledo. Entre los detalles de mayor interés, destacan, por un lado la representación del curso del Tajo, con dos acentuados meandros (hoy nítidamente modificados y recortados) que mordían vigorosamente los terrenos terciarios de las dos márgenes. Por otro destaca la presencia de una difluencia del río Tajo que se abría con dos brazos para dar lugar a una isla de notable tamaño, hoy desaparecida, de forma triangular y con el vértice de menor ángulo orientado aguas abajo, llamada Isla Antolinez, que mantenía cultivos y bordes arbolados. Otro aspecto del entorno natural de Toledo que refleja Wyjngaerde es la vegetación que existía entonces pues aparecen los árboles de ribera en las vegas del Tajo. Otra de las fuentes más importantes para estudiar del paisaje natural de esta zona a principios del siglo XVII son algunos cuadros de El Greco, sobre todo el más objetivo de ellos, que es la Vista y Plano de Toledo realizado por El Greco y su hijo Juan Manuel entre 1610 y 1614. En el plano se representa también la isla de Antolinez, con una longitud cercana a los 650 metros y una anchura próxima a los 250 metros. Su perímetro muestra un aspecto algo diferente con respecto al grabado de Wyngaerde. Pasa de tener una forma triangular a otra ovoide. También nos llama la atención la existencia de dos pequeñas islas satélites. Esto quiere decir que probablemente esta zona fluvial cambió desde 1563 a 1610. 3.- CARACTERÍSTICAS DEL PAISAJE EN EL SIGLO XVIII. En el siglo XVIII cambió el paisaje agrario de la Huerta del Rey y de la Alberquilla debido a que se eliminaron varias superficies de los cultivos que se practicaban en los siglos anteriores siendo sustituidos por el cultivo de las moreras, debido a las Reales Cédulas de 1708 y 1731 que intentaba aumentar la industria de la seda natural en Toledo. En 1750 existían en la Huerta del Rey unos 114.000 pies de morera. En La Alberquilla también se extendieron los plantíos de moreras, ocupando una gran extensión de este territorio, sobre todo en las zonas próximas a la ribera del Tajo. Las propiedades, tanto de la Huerta del Rey como de La Alberquilla, cambiaron en el siglo XVIII. Parte de la Huerta del Rey era propiedad del conde de Montijo, pero muchas fincas estaban en manos del clero, tanto de las órdenes regulares como parroquias, fundaciones piadosas, cofradías y dotaciones testamentarias que establecen sobre ellos censos para pagar misas perpetuas. En la Huerta del Rey las propiedades religiosas eran las siguientes: la finca que cedió Silva a la capilla de Santo Tomás del convento de Santo Domingo el Real; otra que procedía de la cofradía de la Caridad; y la que pertenecía al convento de Santa Fe. En La Alberquilla el convento de Santa Fe tenía la más extensa propiedad, con una superficie de 139 aranzadas (62,16 hectáreas), incluyendo La Alberquilla, Huerta de la Emperatriz y Alcardete. Además, tenía propiedad una fundación religiosa, cuya capellanía estaba en la iglesia de San Lorenzo (Huerta del Paraíso). También poseía una hacienda en la Alberquilla el hospital de la Misericordia, llamada la huerta de Juan de Marcha. Grabado del Arroyo Palomeque. Siglo XVIII Plano del Greco. 1610-1614 nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 87 Sin embargo, el paisaje de estas huertas durante el siglo XVIII no cambió mucho respecto al siglo XVII, (solamente la inclusión de los árboles de moreras). En el grabado de Arroyo de Palomeque, del siglo XVIII, aparece una pequeña zona de la Huerta del Rey, concretamente en el oeste. Se mantiene la Noria azuda llamada Islilla, y los árboles de moreras. También se representa la isla de Antonino. 4.- CARACTERÍSTICAS DEL PAISAJE EN EL SIGLO XIX A lo largo del siglo XIX estas fincas cambiaron en la mayor parte de los elementos geográficos, tanto naturales como humanos. En este siglo la línea del cauce del río Tajo tenía una forma diferente a los siglos anteriores, tal y como se representaba en los mapas que se crearon en dicha época, debido a que se modificaron los meandros, como el de la Huerta del Rey que se trasladó hacia el norte y el meandro cercano a la entrada de Toledo que se dirigió hacia el sur, por ello, el terreno actual de la Huerta del Rey que está a la derecha del Tajo, era por donde estaba el cauce del Tajo antes del XIX. Por otro lado, el cauce derecho que determinaba a la isla de Antolinez desapareció, y por lo tanto el terreno de esta isla actualmente está unido a los barrios de la Antequeruela y de la Covachuela, tal y como se ha explicado en el apartado del paisaje fluvial. Las características agrícolas que se habían desarrollado durante el siglo XVIII cambiaron en parte, pues desparecieron la mayor parte de las moraledas debido a que desapareció la industria de seda, y se sustituyó por regadío de cereal, aunque se mantuvo las huertas y parte de los frutales. En la Huerta del Rey había 200 fanegas de labor a mediados del siglo XIX, según se dice en el Diccionario de Madoz. Por otro lado, Antonio Martín Gamero en 1857 decía que «En las huertas y en la vega el arado ha roto con la monótona regularidad de sus líneas el hermoso paisaje poblado de árboles y cañaveras que coronaban las riberas del río y daba sombra a venerables ruinas». Sin embargo, en La Alberquilla era una zona arbórea porque según Madoz había 1.010 olivas y una alameda Las norias azudes se mantuvieron durante la mitad del siglo XIX, pues se cambió a mediados del siglo porque se crearon embalses y canales en el Tajo, como el de Safont. La mayor transformación durante el siglo XIX consistió en el cambio de los propietarios y de la extensión de las fincas, debido al proceso de desamortización y a la unión de propiedades, por lo que el número de fincas disminuyeron y aumentaron su superficie por las agregaciones de varias de ellas. Parte de la propiedad pasó de las instituciones eclesiásticas a la burguesía debido a la desamortización de Mendizábal en 1835. En esta zona, las propiedades del Convento de Santa Fe (La Alberquilla, Huerta de la Emperatriz y Alcardete), pasó a don Bartolomé José Gallardo, un importante personaje al ser, además de un agrónomo ilustrado y político liberal republicano, un bibliógrafo, erudito y gran escritor español. Cuando murió en el año 1852, La Alberquilla la heredó su hijo Juan Antonio Gallardo, que hizo muchos escritos de agronomía y fue alcalde de Toledo en la época del Sexenio Revolucionario, entre 1869 y 1874. Otras parcelas fueron agregadas y las compraron otros propietarios de la burguesía, dando lugar a las extensas fincas que se mantienen en la actualidad. Sin embargo, también se mantuvieron algunos propietarios del siglo XVIII, concretamente los condes de Montijo que mantenían la Huerta del Rey, y en el siglo XIX la propietaria fue Eugenia de Montijo, que se convirtió en la Emperatriz de Francia. A finales del siglo XIX la finca de La Alberquilla seguía siendo muy importante en la ciudad de Toledo debido a que su dueño era don Sergio Novales, ingeniero agrónomo y sobrino de Bartolomé José Gallardo. Este nuevo propietario fue amigo de Benito Pérez Galdós, que vivió en la casa de La Alberquilla a finales del siglo XIX y principios del XX, según cuenta Gregorio Marañón en su libro Elogio y Nostalgia de Toledo: «... las temporadas más largas de su estancia en la ciudad las pasó en la casa de La Alberquilla, finca famosa por la riqueza de sus tierras y sotos, cerca de la estación de ferrocarril, a lo largo de la margen del río, donde se alzan los restos de los palacios de Galiana. Pertenecía en aquella época a don Sergio Benito Pérez Galdós en La Alberquilla A mediados del siglo XIX, se creó el ramal de la línea de ferrocarril Castillejo-Toledo, inaugurándose la antigua estación ferroviaria el 7 de mayo de 1857. Esa línea pasaba por el sur de la Huerta del Rey y de la Alberquilla, por lo que se sustituyó parte del terreno de estas zonas por la vía y la estación y empezó a cerrarse dicho espacio. 88 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Novales, que le habían adquirido de su tío, el insigne y atrabiliario bibliófilo don Bartolomé Gallardo, tan célebre por su saber como por su arte en la piratería de los libros ajenos. Allí estuvo su magnífica biblioteca, y recuerdo haber visto todavía los inacabables estantes, ya vacíos, que ocupaban varias habitaciones. En La Alberquilla, la admiración de Novales por Galdós tenía reservado a éste un cuarto donde escribió centenares de cuartillas. Era don Sergio gran labrador, ingeniero agrónomo...» Plano de Toledo de Coello de 1866. Instituto Geográfico Nacional nº 5, Enero 2008 5.- CARACTERÍSTICAS DEL PAISAJE EN EL SIGLO XX Durante el siglo XX cambió bastante el paisaje de la Huerta del Rey y La Alberquilla, sobre todo en la primera mitad del siglo. Uno de los cambio importante en la primera mitad del siglo XX fue la eliminación de las arboledas, tanto los cultivos de las alamedas y los frutales, como la vegetación natural ubicadas en las riberas del río. En la década de los 40 sólo había 3.100 m2 de frutales, 14.500 m2 de alamedas y 12.200 m2 de árboles de ribera. Esta disminución se debió, sobre todo por la utilización de la mayor parte del terreno en cultivos de cereal y también porque los árboles de la ribera se talaban para utilizarlos como combustión. El Nuevo Miliario 89 Plano de Toledo de 1882. Instituto Geográfico Nacional Otro de los cambios en dicha época fue la modificación de los cultivos. Hasta entonces predominaban las huertas y los frutales, sin embargo en el siglo XX se cambiaron por los cereales, sobre todo de regadío, que se mantiene hasta la actualidad. En los años 40 predominaban los cereales de regadío, pues había 239 hectáreas de estos cultivos, lo que suponía el 74,7% del total de la superficie de esta zona. También había cereal de secano, que incluía 27 hectáreas, un 8,4% del total. Los frutales sólo tenían 31 áreas, como ya hemos dicho. Por otro lado, en dicha época había zonas dedicadas a eriales y prados dedicadas para el pasto del ganado, con una superficie total de 47 hectáreas, un 14,7%. En los años 40 del siglo XX sólo había 4 propiedades en la Huerta del Rey y La Alberquilla por lo que se agregaron la mayor parte de las parcelas de este territorio que tenía en total 320 hectáreas, según el catastro de 1941. El propietario de La Huerta del Rey en 1941 era Carlos Stuart Falcó, que tenía relación con los condes de Montijo. El total de la finca incluía 62,77 hectáreas: 55,20 en la margen izquierda del río y 7,57 en la margen derecha. Predominaba el cultivo de cereal de regadío, con 51 hectáreas; también había cereal de secano y eriales. Tenían, además del Palacio de Galiana, 3 casas, un caserío y 4 casetas en toda la finca. En los años 60, según dice Julio Porres en La Historia de las Calles de Toledo, «el financiero señor Fernández-Araoz compró la totalidad de la Huerta del Rey... reconstruyéndose por fin la bella casa de campo de planta musulmana bajo la supervisión del profesor Gómez-Moreno y la dirección facultativa del señor 90 El Nuevo Miliario Chueca Goitia, salvándose así de su ruina secular este bello edificio, declarado monumento histórico-artístico por decreto de 3 de junio de 1931.» Al sur de la Huerta del Rey, al lado de la vía del ferrocarril, se segregó en los años 30 una pequeña finca que se llamaba en dicha época La Francesa. Su propietaria era Josefina Jiménez Cruz, en los años 40, con una superficie de 1,77 hectáreas Se dedicaba a cereal de regadío (1,16 Ha.), frutales (0,10 Ha) y erial (0,30 Ha) y tenía un caserío. La finca más extensa era La Alberquilla, que incluía la zona este de la Huerta del Rey (entre el arroyo de la Rosa), hasta la finca de la Huerta del Ingeniero. En total su extensión era de 244,5 hectáreas. Su propietaria era, en los años 40, Rosario Novales Pelayo. El cultivo predominante era, como en todo el territorio de la vega en dicha época, el cereal de regadío, con 178,7 hectáreas. También había cereal de secano con 20,7 hectáreas, y cultivos de frutales con muy poca superficie, pues sólo tenía 30 áreas. Además, el terreno de la finca estaba incluido con prados (20,73 hectáreas), eriales (20 hectáreas) y árboles de ribera con 1,23 hectáreas. Tenía 2 caseríos, 4 casas, 7 casetas, 1 era, 2 norias y varios caminos. En la actualidad, como ya explicamos, esta finca se ha segregado mucho. El edificio principal de esta finca se construyó a principios del siglo XX, en estilo neomudejar, con una superficie de 625 m2, incluyendo una interesante torre. Al sur se extiende un agradable jardín con una gran arboleda. Este edificio se creó para la residencia del propietario de la finca, y se ha conservado correctamente hasta la actualidad. nº 5, Enero 2008 La Alberquilla en los años 40 Por último, la finca situada al este, se llamaba Huerta del Ingeniero. Su propietaria era Carmen Aguirre Martínez y su extensión era de 12,4 hectáreas. También predominaba el cereal de regadío, con 9,05 hectáreas; cereal de secano, con 0.32 hectáreas; y una gran alameda con 1,45 hectáreas. Tenía dos casas, dos casetas, un silo y una noria. La Alberquilla Fincas en La Huerta del Rey y La Alberquilla en 1941. Archivo Histórico Provincial de Toledo nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 91 D) CONCLUSIÓN: CARACTERÍSTICAS Y PERCEPCIÓN VISUAL DEL PAISAJE DE LA VEGA ALTA DE TOLEDO La Huerta del Rey y de la Alberquilla constituye uno de los paisajes más interesantes de los alrededores del Casco Histórico de Toledo, debido a sus características medioambientales e históricas, tal y como lo hemos desarrollado en los capítulos anteriores. En cuanto a sus características históricas incluyen los edificios históricos y tradicionales: el más importante es el Palacio de Galiana; otro muy interesante es la casa de La Alberquilla; y los edificios tradicionales son los caseríos rústicos. También incluyen elementos históricos como los caminos antiguos y el puente de la antigua vía ferroviaria. Además existen otros elementos históricos, no visibles actualmente, como son los yacimientos arqueológicos. Estos elementos paisajísticos definidos se observan desde los sitios elevados alrededores de la zona, como el Centro Histórico, el barrio de Santa Bárbara, el Hospital Provincial, el Castillo de San Servando, el barrio de Covachuela, el Salto del Caballo, la zona de Pinedo o el mirador Casa de Campo. Las vistas más importantes son las que se observan desde el Centro Histórico, concretamente: desde los siguientes punto: el Miradero y calle de las Armas; el barrio de la Antequeruela; el mirador de Alcántara; el mirador del Carmen; el mirador de la Granja, y desde el Alcázar. También hay unas vistas extraordinarias desde la Vega Alta, tanto en la Huerta del Rey como en la Alberquilla, hacia el Centro Histórico de Toledo de la zona oeste y norte, donde se ven los grandes monumentos como: el Alcázar, la torre de la Catedral, la iglesia de los Jesuitas, y varias torres mudéjares, como la de la iglesia de San Román o la de Santiago del Arrabal, la puerta de Bisagra o el Hospital de Tavera, entre otros. ORTEGA, N. (2004): Naturaleza y cultura del paisaje, Madrid: U.A.M., 224 pp. PEREZ GALDÓS, BENITO. (2000): Toledo su Historia y su leyenda. Las Generaciones Artísticas en la ciudad de Toledo. Prólogo Luís Alfredo Béjar. Antonio Pareja Editor. (Edición 2000) PISA, FRANCISCO de (1605): Descripción de la Imperial Ciudad de Toledo. I.P.I.E.T., Diputación de Toledo, (facsimil 1974). PORRES MARTÍN-CLETO, JULIO (1971): Historia de las calles de Toledo, Editorial Zocodover, Toledo. PORRES MARTÍN-CLETO, JULIO (2001): La Desamortización del siglo XIX en Toledo. I.P.I.E.T., Diputación de Toledo. V.V. A.A. (1997): Viajeros por la Historia. Extranjeros en Castilla-La Mancha. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. V.V. A.A. (1999): Regreso a Tulaytula. Guía del Toledo Islámico. (Siglos VIII-XI), Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. PROCEDENCIA DE LAS FOTOS Toledo su Historia y su Leyenda. Benito Pérez Galdós. Antonio Pareja, Editor Regreso a Tulaytula. Guía del Toledo Islámico. JJCC de Castilla-La Mancha BIBLIOGRAFÍA GARCIA, HILARIO R. (1984): De la Huerta del Rey a La Alberquilla. I.P.I.E.T. Anales Toledanos, XIX, (pags. 37-68). Diputación Provincial de Toledo. HURTADO DE TOLEDO, L. (1576): «Memorial de algunas cosas notables que tiene la Imperial Ciudad de Toledo», en Relaciones histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España hecha por iniciativa de Felipe II. Reino de Toledo, Madrid: C.S.I.C. (edición 1963), pp. 481-576. MARAÑÓN, GREGORIO (1951): Elogio y nostalgia de Toledo, Madrid: Espasa Calpe, (edición 1986), 223 pp. MARTÍN GAMERO, A. (1857): Los cigarrales de Toledo, Toledo: Zocodover (facsimil 1982), 196 pp. 92 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 Lo que se dice… CAPUT Y FINIS EN PLINIO EL VIEJO Por Jesús Rodríguez Morales Un famoso texto del enciclopedista Plinio, en Naturalis Historia, III, 25, afirma que: «...caputque Celtiberiae Segobrigenses, Carpetaniae Toletani Tago flumini inpositi». Este párrafo es muy importante desde el punto de vista geográfico y a la vez polémico, por las interpretaciones contrapuestas de lo que quería decir Plinio. ¿Eran Segobriga (los Segobrigenses) y Toletum (los Toletani) las capitales, respectivamente de Celtiberia y de Carpetania o estaban en el extremo, en la punta de Celtiberia y de Carpetania? Las implicaciones en el primer caso son importantes, sobre todo para Segobriga, que sería la capital de Celtiberia, ¿entidad indígena? a pesar de que, por ejemplo, Clunia, a la que el mismo Plinio coloca Celtiberiae finis, en el límite de la Celtiberia, era la capital de un convento jurídico que incluía parte de la región geográfica de Celtiberia en época romana. El tema es opinable y hay quien ha optado por creer que caput aquí significa extremo, puesto que, geográficamente, tanto Segóbriga como Toledo están situadas en el extremo de Celtiberia y Carpetania. E. González Cravioto1, por ejemplo, nos dice al respecto que «la ciudad siguiente de la lista es Toledo, la más importante urbe de la Carpetania. Plinio N.H. III, 25 afirma que los toletani forman caput de la Carpetania. Aunque la palabra caput quiere decir realmente ‘inicio’, la mención de la región únicamente en este caso señala su posición importante»2. Un libro modélico, como el de Francisco Burillo 3 —hablando de la Segobrix indígena y de la Segobriga romana4 — acepta también, sin dudarlo, que caput significa inicio: «Las dos ciudades están alejadas: de hecho su posición, a juicio de Plinio, nos marca los puntos más extremos de la Celtiberia, ya que la primera se situa al norte de Clunia, finis, y la segunda la identifica como su inicio, caput.» La palabra caput entonces ¿quiere decir realmente ‘inicio’? Vamos a examinar con cuidado lo que dice al respecto Plinio. Después de consultar los cuatro libros que dedica en su obra a la geografía universal, y ver las veces que aparece la palabra los resultados son los siguientes: nº 5, Enero 2008 III 25, caputque Celtiberiae Segobrigenses, Carpetaniae Toletani Tago flumini inpositi. 38, Roma, terrarum caput 134, Graiarum Alpium... Caput eorum Stoenos IV 93, A Ponto, qui maria omnia interiora illo capite nasci 119, In ipso vero capite Baeticae... Gadis V 36, Garama, caput Garamantum 38, Hoc iter vocatur Praeter, caput Saxi 86, Arabes qui Praetavi vocantur, quorum caput Singara 90, Babylonem, quondam Chaldeae caput 112, Miletus, Ioniae caput 117, Sipylus, quod ante Tantalis vocabatur, caput Maeoniae 130, ab altero capite Stiria 146, Phygiae tenet caputquae quondam eius Gordium VI Sed Persepolim, caput regni 43, Ecbatana, caput Mediae 44, Parthiae caput Hecatompylos 77, Caput eorum Bucephalia 115, Ad Persepolim, caput regni 121, Babylon, Chaldaicarum gentium caput 122, Ctesiphontem... quod nunc caput est regnorum… 126, Seleucia abest a capite Mesopotamiae Euphrate navigantibus |XI|•XXV p 155, Pars eorum Atramitae, quorum caput Sabota... 191, Caput eorum in insula Sembobitim Así que, contra lo que afirman los autores citadosarriba, en Plinio el Viejo, de las 20 veces que aparece la palabra caput sólo cuatro veces alude al extremo: iv, 93, A Ponto, quia maria omnia interiore illo capite nasci; iv,119, In ipso vero capite Baeticae... Gadis; v, 130, ab altero capite Stiria; vi,126, Seleucia abest a capite Mesopotamiae Euphrate navigantibus |XI|•XXV p., y siempre con la forma capite. Las otras 16 veces caput significa ‘capital, ciudad más poblada o importante’, y en la mayor parte de las veces se utiliza, mediante la aposición del nombre de la ciudad seguido de caput + el nombre de la región o de la etnia en genitivo, la misma construcción del párrafo que estamos examinando Para expresar el extremo de una región Plinio utiliza la palabra finis, -is, que es la que usa en el caso de Clunia El Nuevo Miliario 93 y la que debería haber utilizado si realmente quisiera hablar del extremo de los territorios de Celtiberia y Carpetania: En cuanto a finis los textos de Plinio son los siguientes: NOTAS 1. E. González Cravioto, »La geografía de Hispania en escritores de la Antigüedad tardía”, , 25, 2001, p. 326 y nota 27 2. El subrayado es mío. III 8, Murgi, Baeticae finis 20, Sucro...oppidum, Contestaniae finis 27, Clunia, Celtiberiae finis 48, Flumen Nacra, Liguriae finis 103, Amnis Cerbalus, Dauniorum finis 115, Flumen Rubico, quondam finis Italiae 129, Oppidum Nesactium et nunc finis Italiae 141, Liburnae finis et initium Scardona in amne eo IV 107, in oceanum a fine Ossismorum V 19, Amnis Mulucha, Bocchi Masaesylorumque finis 22, Tusca fluvius, Numidae finis 29, ad hunc finem Africa a… 38, finis Cyrenaicus Cathabatmos appelatur 43, in Mauretaniae fine diximus Perorsi 59, Dicionis Aegyptiae esse incipit a fine Aethiopiae Syene 69, Colonia Prima Flavia… finis Palestinae 93, Finisquem antiquus Ciliciae Melas amnis 101, Lyciam finis Telmesus 119, finisquae Ioniae Phocaea 143, flumen Echeleos, anticus Troadis finis 150, is finis Asiae est populorumque CCLXXXII, qui ad eum locum a fine Lyciae numerantur VI 25, Sic finem usque in Adiabenen perfert 48, Ultra Sogdiani, oppidum Panda et in ultimis eorum finibus Alexandria 56, Ad Indum amnem, qui est ab occcidente finis Indiae 59, indi enim gentium prope soli numquam migravere finibus suis 64, Finisque tractus eius Ganges 78, Ultimo fine Cophete fluvio 94, Pomanus Pandarum finibus 97, Leonnato iussu Alexandri in finibus gentis 115, In extremis finibus Laodiceam. A partir de esta constatación, nos podemos preguntar qué significaba exactamente para Plinio que Segobriga fuera la capital de la Celtiberia, si esto tenía algún encaje jurídico, y qué realidad prexistió y pervivió en esta denominación, que en el caso de Carpetania alcanza el mundo visigodo y en el de la Celtiberia del Alto Tajo llega hasta la kura de Santaberia islámica. 94 El Nuevo Miliario 3. F. Burillo Mozota, Los celtíberos. Etnias y estados, Madrid, Ed. Crítica, 2007, p. 405. 4. Segobriga se fundó muy cerca de la ciudad indígena de Contrebia Carbica que, en su propio nombre parece expresar su pertenencia a los Carpi = Carpetanoi. LO QUE SE DICE EN… ARCHPORT Archport es la más importante lista de correo de arqueología de la Península Ibérica. ¡698 mensajes en 6 meses! Revisar tan ingente cantidad de noticias puede acabar con mi salud mental, pero todo sea por los aguerridos lectores de El Nuevo Miliario. Para apuntarse a esta lista basta con visitar www.uc.pt/pag_uc/ lista_archport. y seguir las instrucciones. Éstos son los asuntos más destacados, separados temáticamente, tratados entre mayo y octubre de 2007: Reuniones científicas: • International Summer School of European Prehistory (ISSEP) (Cagliari, 8-22 de junio de 2007). www.issep.it • Congreso Internacional sobre Megalitismo y otras manifestaciones funerarias contemporáneas en su contexto social, económico y cultural (BeasainIdiazábal, 11-15 de junio de 2007). www.aranzadizientziak.org/fileadmin/docs/noticias/Megalitl.pdf • 13th International Congress of Greek and Latin Epigraphy (Oxford, 2-8 de septiembre de 2007). • 4e Congrès International d'Archéologie Médiévale et Moderne (París, 3-8 de septiembre de 2007). http://mep2007.free.fr/ • Lusitanos y Vetones. Los pueblos prerromanos en la actual demarcación Beira Baixa-Alto Alentejo-Cáceres (Cáceres y Castelo Branco, 22-23 de octubre de 2007). • «Sistemas de Información Geográfica y análisis arqueológico del territorio» V Simposio Internacional de Arqueología de Mérida (Mérida, 7-20 de noviembre de 2007). • CAAPortugal 2007, Congreso de Aplicações Informaticas à Arqueologia (Leiria, 15-16 de noviembre de 2007). Más información en rttp://caaportugal2007.dei.estg.ipleiria.pt/ • Western Europe in the First Millennium BC - Crossing the divide (Durham, 23-25 de noviembre de 2007). Extremadamente interesante, y no solo porque haya formado parte de ello el que suscribe. nº 5, Enero 2008 www.dur.ac.uk/archaeology/conferences/current/ western_europe/. Nuevas publicaciones: • Para los interesados, se acaban de colgar en la web los primeros contenidos de la revista Al-Madan (números 13 y 14 concretamente), en la página. http://almadan.cidadevirtual.pt/Default • La revista Trabajos de Prehistoria ha colgado sus contenidos íntegros en internet (actualmente números 60 (2003) -63 (2006)). http://tp.revistas.csic.es/ • La revista Documents d’Archéologie Méridionale (DAM) también ha puesto a disposición de los internautas los contenidos de sus números 24 y 25 (2001-2002). http://dam.revues.org/ • Carretero Poblete ha publicado en BAR Internacional Series el Agricultura y Comercio PúnicoTurdetano en el Bajo Guadalquivir. El inicio de las explotaciones oleícolas Peninsulares (siglos IV-II a.C.). Otros asuntos: El canal France 3 emitió un reportaje de dos minutos sobre la excavación de una vía romana en la bretaña meridional. Las imágenes son espectaculares, de las que harán las delicias de nuestros lectores. Como no, la calzada presentaba un enlosado cubierto de una capa de tierra arenosa, confirmando el verdadero aspecto del pavimento romano. Vasco Mantas se hizo, con motivo de más de un pecio saqueado, la pregunta de si el «salvamento» que hacían los cazatesoros de naves sumergidas puede considerarse arqueología. Alexandra Figueiredo, a colación de este tema, expuso algunas conclusiones a las que se llegó en este debate en las «V Jornadas de Gestão do Territorio» celebradas en Tomar. Vanessa Loureiro después relataría la historia de la arqueología subacuática en Portugal. Vítor Oliveira Jorge hizo saber una reflexión que rondaba la Universidade do Porto, sobre una motivación puramente militar de algunas estructuras defensivas prehistóricas peninsulares (Los Millares o Zambujal, por ejemplo), tras observar los resultados de esa motivación en la arquitectura militar medieval. La posibilidad de establecer esta relación, sobre todo con asentamientos del calcolítico, fue discutida sesudamente. Graça Gravinho reflexionó sobre la falta de nivel de los alumnos actuales, un tema eterno y repetido. De alguna manera eso acabó en una crítica a la forma de hacer arqueología como un catálogo tipológico y cronológico. Cristovão Mendes advirtió algo que interesará seguramente a nuestros lectores, ya que el Diolkos, la carretera pavimentada que servía para transportar nº 5, Enero 2008 por tierra las naves a través del Istmo de Corinto, está a la intemperie desde su excavación en los años 60. Dicha intemperie está deteriorando seriamente la carretera, por lo cual se está reuniendo peticiones de protección on-line en www.thepetitionsite.com/takeaction/870477005 Se ha descubierto un tesorillo (deberíamos decir «tesorote») de más de cuatro mil monedas del siglo IV en Vale do Mouro (Coriscada, Guarda), aunque tanto las fechas como las condiciones del hallazgo hacen dudar a los archportianos. José d’Encarnação transmitió una opinión de una visitante al castillo de Mértola, con resultado de una cadena de lamentos sobre el estado y las estrategias de conservación utilizadas en esta joya del patrimonio portugués. Siguiendo esta tónica, un asunto que escandalizó a los archportianos fue la dudosa restauración del puente de Segura (Castelo Branco), sobre el río Erjas y que comunica los dos paises hispánicos. Este puente se levanta sobre una estructura romana, y la utilización de cemento en la reconstrucción ha sido trágica para la conservación de este patrimonio. El amargo lamento de Rui Pinheiro sobre la falta de oportunidades para arqueólogos en el norte de Portugal, tuvo encontradas y ácidas reacciones pues, como bien dicen, parte de la mejor arqueología que se hace en el país vecino es de Porto y Braga. Como acostumbra a ocurrir en esta lista, esto derivó en un enramado de debates tan variopintos como anodinos. El principal fue el fenómeno de pagar por ir a excavar, algo que indigna a muchos y se llama «Campo de trabajo» para otros. Noticias El National Maritime Museum de Londres ha puesto en la red parte de su cartoteca, que será seguramente muy disfrutada por nuestros lectores apasionados de la geografía histórica. www.nmm.ac.uk/collections/explore/index.cfm/category/charts/browseMode/ggcc www.e-conservationline.com es el foro creado con la intención de publicar una nueva revista on-line con la temática de la conservación patrimonial. Vasco Mantas comunicó que se había hecho una reconstrucción virtual de Roma en época de Constantino por la UCLA y la University of Virginia (EEUU), aunque apuntó que ya la Université de Caen (Francia) había hecho algo similar. Para quien le interese, www.romereborn.virginia.edu/ muy recomendable. Marta Diaz-Guardamino se encontró con una página web con la temática de las estelas decoradas del suroeste iespadeorellana.juntaextremadura.net/web_ estelas/index y comunicada en www.celtiberia.net El Nuevo Miliario 95 El portal www.liceus.com lleva tiempo ofreciendo material didáctico para alumnos de humanidades. Recientemente se ha inaugurado una sección de epigrafía latina coordinada por Javier Andreu Pintado de la UNED. Para otros materiales de epigrafía peninsular, ver el catálogo on-line www.ubi-erat-lupa. austrogate.at/hispep/public/index.php, actualizado por el Archivo Epigráfico de Hispania, o www2.uah. es/imagines_cilii/, creado por el Centro CIL II de la Universidad de Alcalá de Henares. El portal www.tesisenxarxa.net organiza on-line multitud de tésis recientes leídas en muchas universidades españolas. Una herramienta útil indudablemente. G.S.R. ENTRETENIMIENTO DE VIATORES www.ildum.com El Museo de Bellas Artes de Castellón creó un juego interactivo y educativo sobre las vías romanas. Dicho juego, conocido como Ildum (nombre de la mansio en Vilanova d’Alcolea, Castelló), resulta bastante entretenido y variado. Comienza con un breve repaso de la función de las vías romanas en el imperialismo romano. Posteriormente inicia una pequeña historia sobre un tabernero de la citada mansio que debe emprender un viaje. Esta es la excusa para hacer cinco pequeños juegos que combinan la habilidad mental con la manual. Debemos destacar el puzzle del levante hispánico, con la Vía Augusta y las mansiones, que debemos componer. Un momento del juego También delicioso parece el detalle de poner a nuestro tabernero de camino sobre la calzada, encontrarse con un miliario existente que es descrito y estimula que calculemos cuántos kilómetros suponen las 22 millas que quedan para la siguiente mansio. También es interesante el croquis de la morfología de la mansio de Ildum, con la función de las dependencias que la componen. El Nuevo Miliario no puede ser todo elogios. Sí es cierto que hay algunos detalles que denotan que los que hicieron el guión no estaban a la última. Pavimento enlosado, millas de 1481,5 metros, alguna lectura incorrecta que se coló, que si se transportaban mercancías a Roma por la calzada, etc. Sin embargo, y teniendo todo en cuenta, esta iniciativa nos parece muy buena. Es una herramienta pedagógica útil y entretenida. Dura poco y contiene mucha información. Además, la alternancia de lectura, actividad de manos y ejercicio mental lo convierte en unos minutejos muy bien utilizados. Una recomendación especial de El Nuevo Miliario para sus lectores. G.S.R. 96 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 LO QUE SE DICE EN… TRAIANVS SEÑALIZACIÓN DE LA VÍA ROMANA EN QUINTANAPALLA TRAIANVS es un conocido foro sobre ingeniería romana instalado dentro de Rediris, una website diseñada para el intercambio de información en la investigación española. Para visitar la página de TRAIANVS dirigirse a http://traianus.rediris.es/. Presentamos aquí un breve resumen de los asuntos más destacados tratados en el foro, con las valiosas aportaciones de sus miembros, entre mayo y octubre de 2007. El semestre empezó con un debate sobre unidades de medida. Lino Mantecón, a raiz de una investigación en una iglesia medieval cántabra, formuló una pregunta sobre la verdadera medida de los passuum romanos y su relación con los dextrum o sacraria medievales. Las diversas medidas y problemas que presenta el estudio de este tema trajeron un torrente de participaciones en el foro. Isaac Moreno adelantó estudios de precisión que miden distancias con exactitud tanto en la península como en Francia. Sin embargo, no quiso dar más información que el resultado eran millas de medida variable, muy parecidas a las anglosajonas (entre 1530 y 1800 m), a menudo en torno a 1650 m. Por fin, después de muchos esfuerzos, se ha conseguido señalizar la ruta romana en Quintanapalla (Burgos), gracias a la iniciativa de un grupo de entusiastas capitaneados por Isaac Moreno y al apoyo de un sinfín de instituciones cuyo logotipo adorna el pie de las diferentes señales. La señalización se ha traducido en la instalación de una serie de paneles didácticos, similares a los que recogemos en las imagenes, que informan al visitante sobre distintos aspectos de las vías romanas y de cómo los caminos legados por los romanos configuraron el paisaje y el territorio posteriormente. Sólo cabe felicitarse por el final feliz para iniciativas como ésta. C.C.. Alicia Canto nos hizo saber que se ha habilitado y abierto al público un acueducto que pasa por los municipios de Albarracín, Gea y Cella (Teruel), un tramo de 25 km. La noticia de la excavación (y posterior destrucción) de un tramo de vía romana en Bretaña, a la que hacemos mención en el resumen de Archport, sirve para Jesús Rodríguez Morales como prueba de la morfología de una vía romana, y de que éstas tenían capas de tierra para rodadura. El 9 de junio aconteció el VI Encuentro Calzada Romana, con un paseo entre Segisamunculum y Virovesca sobre la antigua vía. Los días 13-15 de junio de 2007 se celebró el 2º Congreso Internacional de Patrimonio e Historia de la Ingeniería en Las Palmas. Carlos Sánchez-Montaña, siempre atento a las novedades en el catálogo de edificios de espectáculos, comunicó que se había descubierto el teatro romano de Bracara Augusta, actualmente en excavación. Por testimonio personal, se está optando por descubrir todo el teatro, en detrimento de edificaciones posteriores ¿es así como se protege el patrimonio? Finalmente, la indignación del moderador de TRAIANVS con una noticia surgida en el Diario de León sobre la excavación de una vía y puente en Becilla de Valderaduey (León), excavación cuya interpretación y divulgación en la prensa son verdaderamente risibles. G.S.R. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 97 CONVOCATORIAS - IX CONGRESO DE CAMINERÍA HISPÁNICA Del 16 al 20 de junio de 2008 se desarrollará en Cádiz el IX Congreso Internacional de Caminería Hispánica, continuación de la serie iniciada en 1992 por Manuel Criado de Val bajo los auspicios del Instituto de la Lengua Española del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. El Congreso, que este año contará con un acto inaugural en Madrid el 13 de junio, contará con las secciones que habitualmente le han dado forma. Más información puede recabarse en: [email protected] IV CONVOCATORIA DEL PREMIO INTERNACIONAL GARCÍA-DIEGO. Investigación de la Historia de la Tecnología BASES 1. La Fundación Juanelo Turriano convoca en su IV edición el Premio Internacional GARCÍA-DIEGO, dotado con 12.000 euros, sobre el tema Investigación de la Historia de la Tecnología, en cualquiera de sus ramas. 2. Podrá participar en el concurso cualquier persona física de nacionalidad española o extranjera, presentando un trabajo original e inédito. - Los trabajos que opten al premio lo harán bajo un «Lema» que figurará claramente en su portada, no pudiendo ser firmados ni identificados directamente de forma alguna. Junto al trabajo, se entregará un sobre cerrado cuyo interior contendrá la identificación completa, detallada e inequívoca del autor o autores del trabajo. - Los trabajos deberán presentarse antes de las 18:00 horas del día 30 de septiembre de 2008, en la sede de la Fundación Juanelo Turriano: calle Prim nº 5 - 28004 Madrid (España). - El trabajo, del que se entregarán tres copias, deberá estar redactado en el idioma castellano y constará de una introducción en la que figurará un resumen del contenido del trabajo y una Memoria con un número de páginas suficientes para poder ser editado en forma de un libro de unas 200 páginas. El trabajo se realizará en papel estándar 210 x 297 mms., escrito a espacio y medio, con márgenes inferior y superior de 2,54 cms. El documento se entregará además en soporte informático. - El concurso será resuelto discrecionalmente por el Jurado del Premio, que estará formado por un representante de la Fundación y personalidades de alto nivel académico y cultural. La composición e identidad de sus miembros se harán públicas al mismo tiempo que el fallo del concurso. El Premio podrá declararse desierto si los trabajos no se ajustan a las bases de la convocatoria o carecen de la calidad debida. 98 El Nuevo Miliario - Los trabajos no premiados serán devueltos a sus autores, solamente identificados por el “Lema”, contra presentación del justificante recibido en el momento de su entrega. El trabajo premiado podrá ser publicado por la Fundación si lo estimara oportuno, en cuyo caso aparecerá como patrocinadora del estudio. En caso de publicación, los derechos de autor sobre la primera edición serán cedidos a la Fundación Juanelo Turriano. Si la Fundación renunciase a la publicación del trabajo, se entenderá que también lo hace a sus derechos a favor del autor pero, siempre que se publique, aparecerá con toda claridad que el estudio fue patrocinado por ella. Fundación Juanelo Turriano Prim 5 - 28004 Madrid (España) Te.: 91 531 30 05 - Fax: 91 531 30 03 www.juaneloturriano.com [email protected] I CONGRESO DE URBANISMO Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Bilbao será la sede, el próximo mes de mayo, del I Congreso de Urbanismo y Ordenación del Territorio, que organiza el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, partiendo de la idea de que “Los ingenieros de caminos, Canales y Puertos han participado de forma notable en la planificación y desarrollo urbanístico desde el nacimiento del urbanismo moderno; puede considerarse también al Colegio como pionero en los estudios de ordenación territorial que han sido impartidos en los últimos treinta años. La formación académica de las distintas Escuelas de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos permite además afirmar que este campo de actividad seguirá siendo uno de los más importantes en el futuro”. El Congreso estará estructurado en cinco módulos y se celebrará en el bilbaíno palacio Euskaldunda del 7 a 9 del próximo mes de mayo. Se puede obtener una mayor información en la sede nacional del Colegio (Almagro, 42-4º, 28010 Madrid), o en las siguientes direcciones de internet: [email protected] / www.ciccp.es / www.euskalduna.net nº 5, Enero 2008 LIBROS Alberto Ansola Fernández y José Sierra Álvarez: Caminos y fábricas de harinas en el corredor del Besaya. Historia, Geografía y Patrimonio, Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, 314 págs., Santander, 2007 La sorprendente concentración de fábricas de harinas existente en el tramo medio del curso del río Besaya, en Cantabria, ha dado pie a la publicación de este estudio multidisciplinar que, desde la óptica de la Geografía, aúna el trabajo de arqueólogos, historiadores y geógrafos, hasta conformar una larga nómina de colaboradores que ocupa una página de texto. El trabajo, en todo caso, lo merecía: un estudio sobre el terreno y desde el terreno de la evolución del paisaje, de cómo los caminos históricos se han aprovechado de un corredor fluvial y de cómo lo han modificado, y de las razones que dieron lugar a la acumulación de factorías harineras en tan corto trecho. El estudio de los diversos caminos se basa en dos ejes principales, la supuesta calzada romana tradicionalmente identificada entre Bárcena de Pie de Concha y Somaconcha (con sus prolongaciones septentrionales y meridionales) y el camino real construido en el siglo XVIII como un precedente de las carreteras ordenadas por los primeros borbones. El libro, en fin, combina el estudio arqueológico –realizado por GROMA, Estudio de Arqueología y Patrimonio-, el documental –debido fundamentalmente a los autores principales del trabajo, Alberto Ansola y José Sierra, de la Universidad de Cantabria-, y el geográfico, realizado también por gente de la Universidad cántabra y, en particular, por Elena Sainz-Maza, Manuel Frochoso y Manuel Corbera, y se encuadra en el objetivo de crear, a medio plazo, un Museo de Arqueología Industrial de la Molinería en Pesquera. Por ello, una parte importante del trabajo se centra en el inventario y descripción de las 19 harineras del Besaya, inventario impecable, como no podía ser de otra manera viniendo de quien viene, dos especialistas en la historia del patrimonio industrial. Esperemos que en un futuro próximo pueda ser realidad esa feliz idea de rehabilitar como Museo la Fábrica de Harinas de La Montañesa, y que desde él pueda el público tener una visión completa no sólo de la historia del paisaje y de los caminos del entorno, sino de cómo el patrimonio industrial en desuso nos permite entender mejor nuestro pasado. Si el libro que ahora comentamos es anticipo de lo que ha de venir, no nos cabe duda de que el museo será un éxito. Fuente del Rey (Pesquera, Cantabria), en el Camino Real de las Harinas C.C. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 99 LA NECESARIA MIRADA AL PASADO Las carreteras de Andalucía en la Revista de Obras Públicas, edic. a cargo de C. Caballero, R. Rey y T. Sánchez Lázaro, prólogo de I. González Tascón, Colegio de Ingenieros de Caminos. Junta de Andalucía, Sevilla, 2006 (2 vols., 512 págs.) andaluzas disponer de un vastísimo volumen de información sobre la historia de la ingeniería andaluza, de manera que sea mucho más ágil y satisfactorio echar la necesaria mirada hacia el pasado. Finalmente, para El Nuevo Miliario tiene el libro un valor sentimental añadido, en la forma de un prólogo de Ignacio González Tascón con quien, como se sabe, esta revista tiene una deuda que ya no va a ser posible liquidar. Después de una larga espera debida a todo tipo de contratiempos, la Junta de Andalucía, en colaboración con el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, ha conseguido sacar los dos volúmenes que integran el libro «Las carreteras de Andalucía en la Revista de Obras Públicas». Estos dos volúmenes, incluidos en la serie Ciencias, Humanidades e Ingeniería con el número 79 son, en realidad, el primer tomo de una serie de publicaciones que es uno de los primeros frutos que está dando el ambicioso proyecto de creación de un Centro de Documentación de las Obras Públicas de Andalucía. Como comentar un libro propio produce siempre un inevitable rubor, El Nuevo Miliario se limita aquí a reseñar la aparición de esta publicación, resultado de los esfuerzos de la infatigable promotora del proyecto, Teresa Sánchez Lázaro, y de Rosario Rey Muñoz, inasequible también al desaliento, y que han coeditado el libro junto a quien esto escribe. C.C. El libro, que recopila los artículos alusivos a las carreteras andaluzas publicados en la Revista de Obras Públicas entre 1853 y 2004, es en realidad la punta de lanza de un centro de documentación que permitirá a cuantos se dedican a estudiar las obras públicas REDUNDANCIA TOPONÍMICA Por Guillermo García Pérez Aunque, personalmente, no he dudado nunca de la importancia de la onomástica en los estudios sobre la Antigüedad, y en concreto, sobre el papel de la toponimia en la investigación arqueológica, me ha sorprendido muy gratamente la gran cantidad de referencias lingüísticas que aparecen en los artículos del último número de El Nuevo Miliario. Cuando se habla o escribe sobre tautología o «Redundancia toponímica», como lo llamé yo, suele aparecer enseguida el caso de El Puente de Al-qantara (Toledo). Pues bien, hete aquí que el primer artículo del número anterior de El Nuevo Miliario (A. RUIZ y R. ARRIBAS: «El acceso norte a la Toletum romana...»), nos muestra un nuevo caso de pleonasmo, en la misma Toledo, en el engañoso «Puerta de Valmardon», que, según aclaran dichos autores, no remite a valle, como cabría suponer a primera vista, sino a «Puerta de Bab-al-Mardum», es decir, a «puerta de la puerta» de Mardum. 100 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 DIVULGACIÓN Y CIENCIA O DEL CAMINO TERRERO AL ALQUITRÁN UN PASO PIRENAICO CRUCIAL EN ÉPOCA ROMANA Un siglo de caminos de España, varios autores, prólogo de R. Alberola y E. Balaguer, 384 págs., Asociación Técnica de la Carretera, Madrid, 2007. Louis de Bouffières y Jean-Michel. Desbordes: De la voie romaine au Chemin de Saint-Jacques: le franchissement du Port de Cize, Sociedad de Estudios Vascos, 2007, 25€ Casi cuatrocientas páginas para resumir un siglo de caminos en España pueden antojarse excesivas o escasas, según se mire. El caso es que acaba de ver la luz este volumen coordinado por Enrique Balaguer y editado por la Asociación Técnica de la Carretera, en el que se analizan a la carrera aspectos históricos y técnicos de las carreteras españolas, desde sus orígenes en la red romana, hasta las últimas autopistas, pasando por aspectos clásicos, como las infraestructuras asociadas al camino —puentes, viaductos, túneles—, o puramente técnicos, como el impacto ambiental o los diferentes tipos de firmes. La nómina de colaboradores es amplísima, más de una veintena, procedentes de diversos ámbitos, en particular de escuelas de ingeniería o de empresas constructoras y consultoras. Dividida en diversos apartados (aspectos históricos, evolución económica y social, evolución tecnológica, etc.), la obra presenta un indudable interés para los lectores de El Nuevo Miliario, que se fijarán sin duda en el apartado mejor resuelto de todos, el puramente histórico, que cuenta con la colaboración de Carlos Nárdiz, Francisco Javier Rodríguez Lázaro, Mercedes López o Teresa Sánchez Lázaro, autora esta última que repasa la historia de los caminos españoles desde la época romana hasta el siglo XIX. Textos de gran rigor histórico como el suyo, incluidos en un libro para un público no demasiado especializado en lo que a historia de los caminos se refiere (y más orientado hacia las especificaciones técnicas de las carreteras), no hace sino dignificar trabajos que deambulan por la frágil línea en la que, a menudo, intentan confluir la divulgación y la ciencia. Acaba de ser publicado este trabajo centrado en el paso pirenaico utilizado por la vía Asturica-Burdigala. Se trata de una ruta de gran trascendencia histórica pues con su trazado coincidirá, posteriormente, una de las principales alternativas del Camino de Santiago, y el libro recoge testimonios de restos físicos existentes aún y rastrea los vestigios de los que prácticamente han desaparecido. El libro, que cuenta con la colaboración de Jacques Blot y Jakes Casaubon, será distribuido por la librería Pórtico de Zaragoza (www. porticolibrerias.es), y es un documento valiosísimo para todos los que se dedican a estudiar los diferentes pasos pirenaicos, asunto al que, como se recordará, El Nuevo Miliario ya dedicó un trabajo de Guillermo García Pérez en el número 1 de la revista. C.C. C.C. nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 101 GONZALO ARIAS BONET (1926 – 2008) EL MILIARIO CELESTE El desenfrenado ajetreo de la vida urbana tiene, de vez en cuando, sus contrapartidas, y es así cómo cualquier tarde, en cualquier rincón de cualquier ciudad, puede suceder algo extraordinario. Recuerdo que conocí a Gonzalo Arias una tarde de las postrimerías del siglo XX, justo la víspera de un acontecimiento que sólo él era capaz de organizar: la reunión de suscriptores de una revista. Nos citamos en una cafetería impersonal de la Gran Vía madrileña, un lugar enorme lleno de turistas extranjeros, de paseantes y de clientes fieles y, ante la amenaza de la presencia de un gentío, me propuso llevar, como identificación, lo único que con certeza nos distinguiría del resto: un ejemplar de El Miliario Extravagante. Luego, hablamos largo rato de las cosas camineras que sólo a cuatro locos parecían interesar: a veces, la perspectiva con que observamos los sucesos nos impide calibrar hasta qué punto ese acontecimiento aislado modificará para siempre nuestras vidas. Casi nueve años después de aquel episodio, formando ya parte del equipo de esta modesta revista, que intenta seguir de algún modo la línea marcada por aquélla, me encuentro en la extraña tesitura de elaborar un texto especial para el próximo número, no un número cualquiera, sino uno que saldrá con retraso porque ha sucedido uno de esos escasos acontecimientos de la vida que tienen el privilegio de parar las máquinas. Este número de El Nuevo Miliario era también el primero que iba a salir sin una página firmada por Gonzalo, pero tampoco hubiera sido posible sin su ayuda: como en cada uno de los números anteriores, también en éste hay un trabajo que su autor remitió originalmente a El Miliario Extravagante, y que, como siempre, Gonzalo tuvo la gentileza de desviar a nuestra revista. Convertido en nuestro mejor ayudante desde el mismo número cero, siempre hubo razones para que la lista de colaboradores de cada número fuera encabezada por su nombre. Nunca nos faltó en El Nuevo Miliario su apoyo inquebrantable, sus palabras de ánimo, sus consejos de veterano sabio, su fe ciega en nuestro proyecto, y ello pese a que nunca nos propusimos siquiera intentar sustituirle: sabedores de la imposibilidad de abordar la absurda empresa de ocupar el lugar de Gonzalo Arias, tuvimos que juntarnos no menos de tres personas para poder sacar adelante una revista sólo lejanamente similar a la que él consiguió autoeditar más de noventa veces. Sin embargo, cuantos nos dedicamos al estudio de los caminos antiguos conocimos que una de las ma- 102 El Nuevo Miliario yores virtudes de Gonzalo Arias no era haber aunado bajo una misma publicación a estudiosos de diversas tendencias en un asunto hasta entonces disperso, ni haberse convertido en un referente ineludible para todos nosotros, o haber creado un espacio donde todos podíamos opinar, independientemente de nuestro origen, sino haber luchado por hacer de éste en el que vivimos el mundo mejor en el que creía y en el que, sin duda, ahora ya está, intentando dar con Ignacio González Tascón por ver si le apetece organizar un Nuevo Miliario celeste en el que tratar de los caminos divinos, que tan mal estudiados andan y por eso son inescrutables, con Domingo Fletcher para ver si, entre ambos, localizan a Tito Livio y les aclara por fin a qué Valentia se refería, y con Víctor Hurtado Martí, para explicarle que no fue necesario revisar su Teoría de los Empalmes. Envidiaremos siempre su capacidad para no ver enemigos en quienes a él sí lo incluían en tal categoría, y esa humanidad benévola será sin duda una de sus mayores enseñanzas, ese empeño por que, por encima de cualquier enfrentamiento personal, colaborásemos unos y otros con quienes nos discuten y comprendiésemos que las asperezas personales nada tienen que ver con la ciencia. Echaremos de menos su capacidad para sacar tiempo para las cosas importantes, y lo haremos especialmente quienes nos sentimos desbordados por las prisas de la vida cotidiana, por la urgencia de la inmediatez, y dejamos asuntos pendientes para más tarde, a veces para siempre. Pero no vamos a vestir nuestras páginas de velos nefastos, porque creemos que no es eso lo que Gonzalo hubiera querido. Es tiempo de homenajes, ciertamente, pero pensamos que el mejor que nosotros podemos hacerle en este momento es el de sacar adelante un número más de El Nuevo Miliario. Y, como siempre hemos hecho hasta ahora, cuando, en unos días, la nueva revista salga de la imprenta, con el miliario sonriente que él creó ocupando su sitio una vez más en la tercera página, enviaremos el primer ejemplar, un día antes que todos los demás, a ese remanso de paz que es la casa de Los Rosales, en Cortes de la Frontera. Y, aunque sepamos que esta vez ya no será posible, contendremos la respiración esperando el milagro de que llegue el correo electrónico en el que Gonzalo nos confirme la recepción de la revista y nos comente su contenido. Y, de paso, nos anuncie su intención de preparar un nuevo artículo. Carlos Caballero Arqueólogo nº 5, Enero 2008 GONZALO ARIAS SE FUE CON EL POETA ANGEL GONZÁLEZ Y OTROS AMIGOS... Cuando escribí en el último Miliario Extravagante el Manifiesto en el que se despedía la revista, era partidario de «dejar morir» esa mítica publicación que había alcanzado, sin ningún tipo de ayuda oficial, los «quatre-vingt dix» números apasionados por la geografía histórica de los asendereados caminos de España. No sabía que estaba describiendo ese día la crónica de una muerte anunciada, la de su editor, redactor, contable, mecanógafo, dibujante, maquetista, hace- dor de mapas y mundos utópicos en paz. Tampoco imaginaba que ese miliario sonriente con unas hierbas a su lado y que hoy llora por única vez, se iba a apoderar de mi alma y que el espíritu extravagante de Gonzalo Arias me iba a dejar en herencia nada más y nada menos que la tarea moral de seguir su obra en forma de humilde hacedor de editoriales del hijo del viejo miliario, el Nuevo Miliario, porque si hubo una sola condición para la nueva revista fue la de respetar el viejo nombre para que muriera con su autor, ninguna más. Hasta me dejaba llamarle abuelo sin el más mínimo reproche. Portada del número 1 El Nuevo Miliario invita, a quienes lo deseen a enviar sus comentarios, anécdotas, recuerdos y sensaciones a nuestra revista y les abriremos un hueco en el próximo número nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 103 Me consta que estaba satisfecho de su nuevo «hijo» y sus palabras de ánimo para la nueva empresa han sido constantes tanto en lo intelectual como en lo económico. La pasión y el trabajo de los dos editores más jóvenes, Carlos y Guillermo era heredera de su digno esfuerzo y reservé para mí, la ironía y la facundia que Arias descubrió en mis escritos, para añadir ese punto de sentido del humor que tuvo siempre su quijotesca empresa. Nunca daré suficientemente las gracias a Manuel Fernández Miranda, aquel inolvidable catedrático de Prehistoria extravagante, por poner en mis manos un ejemplar de los primeros 14 números editados a multicopista en París, que todavía atesoro fotocopiados por mi amigo Juan Manuel Abascal, que los salvó milagrosamente de un incendio del viejo Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Gonzalo Arias, como a todos, me criticó, nos criticamos; me apostilló, nos apostillamos; discutimos sobre las vías romanas de Madrid, sobre la vía 31 del Itinerario de Antonino y nos hicimos amigos. Fue muy feliz en su viaje a Toledo al visitar con Jesús Carrobles el acueducto y las vías romanas de la actual Academia Militar y compartir charla y comida con Julio Porres en una disparatada comida en la que dos viejos contendientes de la Guerra Civil, en campos opuestos, hicieron bromas y chanzas sobre la mala calidad de la comida en ambos bandos... No es el lugar ni el día ni el momento para glosar su aportación intelectual a la historia de los caminos antiguos en España, baste decir que los datos científicos aportados por su revista serían suficientes, pero además su Repertorio, su Mapa de vías romanas y sobre todo su interpretación inteligente del uso gramatical de los casos en el Itinerario de Antonino (que popularizó Roldán) y que me cuenta entre sus fervientes seguidores, son razones más que suficientes para valorar de un modo sobresaliente su obra. tros, porque supo manejar la multicopista e Internet, sin temblarle el pulso. Estoy seguro que desde el portal galáctico de «Traianus» se le echará de menos. Pero conociéndolo, no me extrañaría que desde la mansio celestial en la que ahora mora, no se las apañe para colocar al amigo Isaac alguna de sus “apostillas”. No sé si se ha publicado su última obra en forma de novela de la que me mandó algún capítulo; se entremezclaban allí holocaustos nucleares con filosofías y paseos antiguos por la historia con personajes socráticos que se preguntaban y respondían a la manera de un último homenaje o «testamento vital...» Sentí hace un año que algo se quebraba en su interior en nuestra relación epistolar, pero coincidió con mi acelerado nombramiento ministerial y la vorágine vital que conlleva. Apenas he podido cumplir desde entonces mis compromisos editoriales con El Nuevo Miliario, que recae pesadamente sobre la pasión inquebrantable de Carlos y Guillermo. La última vez que le escribí intenté animarlo contándole mis enfermedades y las pastillas que tomaba diariamente, me sonrió y me dijo que todavía era joven... sin entender en realidad su mensaje casi de despedida. Nos deja su obra y su Miliario como espejo, mi único consuelo es que se fue con el poeta Ángel González y que Pepín Bello estaba cerca. Al cruzar con Caronte en la barca, una mano amiga pagó los óbolos, era Manuel Fernández Miranda que los esperaba con los brazos abiertos y muchos amigos: Buñuel, Lorca, Picasso, Gómez de la Serna, Max Aub, Don Latino... Ya había partida de parchís, mus, copas, cine, poesía y tertulia en aquella «mansio» galáctica con un nombre tan sugerente «La Extravagante»... Allí quiero ir yo, ese es mi «cielo»... ¡Valete, Viatores¡ Santiago Palomero Plaza. Subdirector General de Museos Estatales del Ministerio de Cultura. Pero con ser eso mucho, es sin embargo a mi juicio, su “estilo” el que es verdaderamente ejemplar, tanto en la forma desenfadada y extravagante de hacer la revista como en abrir la participación absolutamente a todo el mundo que tuviera algo que decir al respecto, perteneciese o no al ámbito universitario. Estilo que, por otra parte, nos honra mantener en El Nuevo Miliario como homenaje a su obra y su persona. La hornada de ingenieros, historiadores y geógrafos actuales como Isaac Moreno o Manuel Durán que han estudiado vías y puentes romanos desde «otras miradas y perspectivas», además de las arqueológicas no deja de ser heredera de aquellos aficionados, incluidos sus afamados corresponsales y miembros honorarios de la cofradía miliaria que nunca pidió a nadie ningún título sino la simple opinión que Arias acogió en su seno desde el exilio parisino, gibraltareño o malacitano. No tuvo miedo a la técnica, ni se aferró a nada antiguo; era un hombre moderno, mucho más que todos noso- 104 El Nuevo Miliario nº 5, Enero 2008 nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 105 Boletín de suscripción y petición de números atrasados Deseo suscribirme a la revista EL NUEVO MILIARIO hasta diciembre de 2008 Datos personales: Nombre y apellidos: Institución: Dirección de envío (vía pública, localidad, ciudad, provincia, Estado): Teléfono (opcional) Correo – e: Prefi ero que las comunicaciones se realicen por correo electrónico (marcar con una x) Tarifas (indíquese la elegida): - Ordinaria: 20 € - Institución: 30 € - Pensionista, parado, estudiante no acaudalado: 10 € - Números atrasados (12 €/ud.): nº1 (dic.2005) ___ nº2 (jun. 2006)___ nº3 (dic. 2006)___ nº 4 (jun. 2007)___ Forma de pago: - Domiciliación bancaria (indicar entidad, ofi cina, digito control, nº de cuenta): - Transferencia a la cuenta 2042 / 0151 / 13 / 3300007855 - Cheque nominal Firma (imprescindible en caso de domiciliación): Este boletín puede enviarse por correo ordinario a: Carlos Caballero Espronceda, 14 – 1 – 3 28003 MADRID 106 El Nuevo Miliario Guillermo-Sven Reher Díez Jordán 23 5º Dcha 28010 MADRID o por correo electrónico [email protected] nº 5, Enero 2008 PAUTAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ORIGINALES EN LA REVISTA El Nuevo Miliario El boletín bianual El Nuevo Miliario acoge trabajos, noticias y comentarios sobre vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica de cualquier época, pero para la publicación de los textos se aconseja seguir las pautas que se describen a continuación: 1) Los trabajos tendrán preferentemente una extensión máxima entre 8 y 10 páginas tamaño DIN A-4, incluyendo ilustraciones y bibliografía. Cada página de texto tendrá unos 2.500 caracteres. 2) En El Nuevo Miliario pretendemos respetar el medio ambiente; por ello, como norma general, y para reducir el consumo de papel, los originales, siempre que sea posible, se enviarán exclusivamente en soporte informático, en CD – Rom en el que se incluirán el texto y, por separado, las imágenes (planos, mapas, fotografías, etc.). Únicamente en aquellos casos en que los autores consideren que los trabajos deben de ir maquetados de una forma concreta se enviarán los originales impresos en papel. 3) Del mismo modo, se aceptarán preferentemente las fotografías (preferiblemente no más de tres o cuatro por trabajo) enviadas en soporte digital, en formatos .jpg, .pct o .tif, con una resolución mínima de 300 ppp. Para los planos y mapas, que se enviarán como imágenes, se aceptará además el formato .pdf. Circunstancialmente se aceptará el envío de fotografías, mapas o planos originales para su reproducción, que serán, en todo caso, devueltos al concluir la maquetación del trabajo. 4) Las imágenes se acompañarán, si los autores lo consideran necesario, de sus correspondientes pies, que se presentarán en una relación al final del texto. 5) Los trabajos podrán incluir notas bibliográficas y notas a pie de página (aunque, preferiblemente, se evitarán estas últimas y, en todo caso, se publicarán como notas finales), mientras que la bibliografía se citará preferentemente recurriendo al Sistema Harvard, (Autor, año, título, lugar de edición) de este modo: - FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, P.F. (1987): Sobre el neolítico y otras antigüedades de la región de Murcia, Revista de Estudios Peninsulares, 17, Baracaldo. LA FECHA prevista DE CIERRE DEL NÚMERO 6 de El Nuevo Miliario estará en torno al 5 DE MAYO DE 2008 nº 5, Enero 2008 El Nuevo Miliario 107 El Nuevo Miliario Con el patrocinio de