S ie m p r e q u e un ayudante cese en sus fu n c io n e s será o b li g a c ió n del general ó brigadier á cu y as órdenes estuviese dar cuenta a| G o b i e r n o e x p r e s a n d o el m o ­ tivo. A r t . 7? A p r o b a d a que sea la p ropu esta de un a y u d a n te será d a d o de baja en el reg im ie n to á qu e p e r te n e cie se , y cu a n d o cese en sus fu n cio n e s q u e d a ­ rá á d isp osición del in sp e c to r general de su arma para ser c o lo c a d o o p o rtu n a m e n te . Igualm ente v o l ­ verán á ingresar en las suyas respectivas c u a n d o as­ cen d iere n á un e m p l e o , c o n el cual no p u edan ser ayudantes del general á cu yas órdenes sirv ieren . A r t , 8? L o s ayu d antes de ca m p o y de órd en es optarán á los ascensos de escala que en sus resp ecti­ vas armas les co r r e s p o n d a n ; pero n o á las gracias q u e en cam p añ a se c o n c e d a n p or antigüedad á los cu e rp os. A r t , 9? N o disfrutarán los ayu dantes de c a m p o n i de órd en e s sob resu e ld o ni gratificación a lgu n a, y tan s o lo ten d rán d e re ch o á dos ra cion es de p ie n so lo s p r i m e r o s , y una ios seg u n d a s, d e b ie n d o c o n s i ­ derárseles c o m o agregados al estado m a y o r del dis­ t r i t o , e jé rcito ó d iv is ió n á q u e pertenezcan para la ju s tifica ció n de revista y p e r c ib o de sus haberes y ra c io n e s . A r t . íO, P o r cada caballo q u e p ierd an en a c c ió n de g u e r r a , ó de resultas de herida recib id a en ella, se les abonarán 2 9 r s . , previa la debida ju stifica ció n , c o m o está p r e v e n id o en Reales órdenes para los o fi­ ciales del c u e r p o de estado m a y a r del e jé rcito . D a d o en mi P a la c io de B a rce lo n a á 12 de J u li o de 1844.z:JEstá r u b r ic a d o de la Real m a n o .= :L l M i ­ n istro de la G u e r r a , R a m ó n M a r ía N arvaez, G R X E S A IC T O N PARTE NO OFICIAL. Tres id, , 81-7! }. Ci n c o por 100 b e l g a , t o 5 f , E s p a ñ a : De uda a c t i v a , 3 t. U n suplemento publ i cado el z g de J u m o por el D ia r io p r iv ile g ia d o de Luco, , no deja la menor duda sobre el t ns^ t e , aunque previsto r e s ul t a do, de la última t e n t a l e a d@ los ref ugiados italianos salidos de Cor í ú. U n a carta de Li orna, l legada esta mañana» contiene las no**ticias si guientes : Par el paquebot e toseano L e o p o ld o I I , que ha l l e ga do es^. ta mañana de Ná pol e s , se ha reci bi do la noticia de que. los insurgentes de la Cal abr i a han sido todos aprehendi dos a y de ­ ben ser inmediatamente juzgados por una comisión militar. En t r e estos se encuentran tres oficiales que han a b a n d o ­ nado las banderas del Au s t r i a : dos de e l l o s , hijos del a l m i ­ rante austríaco R i n d i e r a , y el ll amado Mo r o . S i g u e remando en N á p o l e s la ma y o r tranquilidad. NOTICIASNACIONALES B a r c e lo n a 1 l de J u li o . Es t a tarde SS. M M - y A . han visitado los cuarteles r e v i s ­ tando á pie los cuerpos qu e los g u a r n e c e n , equi pados todos con el ma y o r lucimi ento q u e puede imaginarse. A c o m p a ñ a ­ ban á las Re al es personas los generales N a r v a e z , M e e r , A z ­ nar y P a v í a , habiéndose reunido en el Buen Suceso á la c o ­ mi t i va el digno prel ada de esta diócesis. L a s fachadas de los cuarteles estabau adornadas con gust o, y en la de At arazanas se ha c ol ocado un solio enci ma de uno de los tablados allí erigidos. Se ha obsequi ado á SS. M M . y A . con elegantes refrescos 5 y en c el ebr i dad de tan augusta visita se está dando en At arazanas uu lucido baile. No s p r o ­ curaremos mas detalles, ( Im p .) Idem GRAN BRETAÑA, Londres 9 de J u lio Fondos p ú b lico s. Cons ol i dados, gg* Es p a ñ a : De uda acti va , 23 . T r e s por 1 0 0 , 33 y. Se lee en el W a r d e r : E l sábado por la mañana e mpe zó M r . O ’ Connel l su gran obra titulada w Mi vida y el T i - m p o . ” Mr. 0 *Nei l l le si rve d e amanuense en la confecci ón de esta obra. ( S u n .) FR ANCIA París Fondos públicas* 10 de Julio , C in c o por 1 0 0 , F O L W ILLtA M L E T I 122. N SHAKSPEARE, PRUSIA. III, C o n t4i n de u a c iJóunlio .) . B e(rlín mañanadesiguiente Wi l l i de a m Rus salió aposento NAo slaescrihen las fronteras i a , de q u esuarregl adas c ba i e rs-­ tante t e mp r a n o , yque encontró á A t ientre e l a y ala vesti tas contestaciones medi aban Ru sda* i a y y latan Puiente­ rta resante , como noche anterior. De s pu é s medidas de darle CitomaQa el C z a renhala ordenado se suspendan las m i llas i­ g r a c ia s por la generosidad le habia tares que habia dictado. Doscon di vque i f i onei de i uf aacogi nt er ído a, la q u enoche sa­ a n t e r io r , laalgunos rogó lemeses indicase el Pol cami no t é , donde esta­ lieron hace de la oni a ,dey la queC i habí an t o ma do b a situado en el cuartel del capitán H olw posiciones las fronteras de la Mo d aavr ida, , regresarán al p r i ­ V a i scon á sentaros eseórdenes gr an s iel lxpedi ón , le l ai ,p e me r punto arreglo áenlas dascontestó por el A P r íi enc de V a r s¿oPvai raa. ir á la C i t é ? Esto no me parece nat ural , pero no importa zco. H a n ;l l eosgaobe do de vari os oficiales superiores iagl eses , en c u y o _ Ah a , añadió s onr i asistir s a, vais r a r me del y á número seo rcuenta á sircon G igraci l m o uosa r , para á ála mi revista escucharme, quinto c ue r p o del ej ército que pasará el v i r e y en S e t i embr e |Oh ! ceso esr sdifícil. p r ó x_ i mo c er a denoMe e mb u r g o , con atención , creí N a dAay eser ?dicale examinaros acerca del nuevo v iaje del E mdpeesrcaudbr o ri rdeenR vos u­ todas hombre inteligente, sia á Allas'señales e ma ni a . (Gde a z un . des P o ste s.) — ¿ D e veras ? V o y á repetir mi papel delante de v o s , p o r q u e es p r e ­ ciso me paguéis j a hospitalidad q u e os he c oncedi do. V o s me replicareis , y me reprenderéis cuando una inflexión de voz os p a r e z c a poco couveniente ó sin efecto. Shakspear e se encontraba en su e l e me n t o : y a se le f i g u r a ­ b a oir en el aire la subl i me armonía de los versos de los pr i ­ meros poetas de aquel ti empo, que se exhal a ba n de una boca hechi cer a. A r i e l a decia su papel con un i o q o melodioso ; pero ain f u e g o , sin expr esi ón, y su acento no era mas q u e un r e c i ­ tado frió y monotono. 12 A y e r jueves , día t I , SS. M M . y A . empezar on á visitar los cuarteles de los regimientos q u e están de guar ni c i ón en es­ ta plaza, A las seis de la tarde el brillante regimiento de Soria, mandado por el coronel D. N . Gue r r i d o , tormaba en batalla á lo l argo de la R a m b l a de los Estudios para ser revistado por S. M. El Sr. Miuistro de la G u e r r a de gran u n i f o r me ; y los generales barón de Meer , P a v í a y A z n a r , y br i gadi er L o i g o r r i , conde de V i s t a - He rmosa , recibieron á SS. M M . y A , , q u e , a p e á n d o s e , pasaron la revista. A c o m p a ñ a b a n á SS. M M , la marquesa de Santa C r u z y condesa de Bel ascoai n , conde de Santa C o l o m a , marques de Ma l p i c a y marques de A z o r e s , y un lucido estado mayor . L u e g o desfilaron las tropas por d e ­ lante de S. M. , y fueron las compañías á oc u p ar las c uadras, SS. M M . , A . y de/nas de la comi t i va entraron ea el c ua r t e l , que estaba elegantemente a do r na do ; vi itaron las cuadras , o b ­ servando la limpieza y orden ea la colocación de c a m a s , 1;usi­ les y mo c h i l a s , y eran recibidas por las compañí as con e n t u ­ siastas vivas. Pasaron luego al patio , q u e la brillante of i c i al i ­ dad de Soria habia convertido en ua hermoso jardín artificial, adornado con lienzos que representan al soldado en las vari as faenas interiores ó de cuartel. O c u p a b a el jardín una e s c o g i ­ da sociedad de ambos sexos e l e g a m e m m t e vestida. SS. M M . y A . atravesaron el j ardín siempre vitoreadas , y se tiraron al aire muchas palomas con lazos de col or que de c í a n : V iv a la R ein a . E n el centro del jardín se el evaba una torre fortificada, en c u y o remate llotaba la bandera nacional. En uno de los ángulos se pararon SS. M M. y vi er on el r a n c h o , l uego se dignaron pr o b a r l o , y l l amando á tres s o l d a ­ dos de la compañí a les regalaron las c u c h a r a s , pronunci ando ea aquel acto el barón de Meer, y al tiempo de ent regar las c u ­ charas á los sol dados, un enérgi co discurso lleno de e nt us i as ­ mo y de l uego cou aquella precisión militar y de c o n v i c c i ó n que tanto distingue á este g e n e r a l , c on c l u y e n io con dar v i va s á S. M. la R e i n a , augusta Ma d r e y Al t e z a R e a l , qu e fueron contestados por las personas convidadas y . p o r los soldados qu e ocupaban las ventanas del cuartel . En segui da pasaron las Re a l e s personas á la pieza de rami ­ llete. Er a una sala tapizada de d a ma s c o , ador nada con ricos cuadros de la historia de C a s t i l l a , . y de grandes y magníficos espejos. E a el centro había una mesa c ua dr a ngul ar cubierta de infinidad de platos de d u l c e s , helados & c . , ¿ c e . , puestos con W i l l i a m tomó su mano para g u i a r l a en los movi mi ent os qu e exigía la decl amaci ón ; sus miradas se confundieron en una. D e repent e, animándose la j oven a c t r i z , adquirió esa v i ­ bración poderosa q u e parece ser el eco producido por las fibras del c o r a z ó n , y el f uego de su al ma, dando á los versos toda su e n e r g í a , c on t r i b uy ó á que brillase mas el c o l o r i d o , y q u e r e ­ saltaran mas los puntos luminosos. — j Gosa si ng ul a r ! decia A r i e l a i n t e r r umpi é ndo s e , y o no encuentro las mismas dificultades que si empre ; ahora c o m ­ prendo mejor esta poesía y la pronuncio c omo mi propi o l e o guaj e, D a d m e el tono.... Está bien.... E s c u c h a d este trozo,..., esta escena. .. e s c u c h a d m e , escuchadme. ' E l estudio se prol ongó por mucho t i e mp o : poco á poco se hizo sentir la inspiración , la muge r oc upó el puesto de la a c ­ triz, la palabra adqui r i ó el desembarazo necesario, y á los ges­ tos estudiados sucedi erou los movimieutos espontáneos , 1 a v e r ­ dad á la imitación , y la vida á la nada. — M e parece q u e cada vez lo hago m u c h o m e j o r , e x c l a ­ maba A r i e l a , animadas sus mejillas de un v i v o e ncarnado, los ojos enternecidos y llena de r e g o c i j o ; jamas como ahora lie e s ­ tado tan satisfecha de mí mi sma: e§to es mu y extraño : y o veia venir de vos esta inspiración repentina: vuestra mirada e nc e n­ día la mia de la misma manera que una ant orcha c omuni ca la luz á otra. Es preciso qu e todos los dias se repita esta lecci ón c omo hoy ; qui ero ser actriz , s í , una actriz sobresaliente. C o n c l ui d o el des ay uno, que si guió al estudio , la linda a c ­ triz i nst ruyó á W i l l i a m de los puntos por donde debí a di r i ­ girse á la Cité para ll egar al estado ma y or de los a r c a b u c e ­ ros , habiéndose compr ometi do á venir por la tarde para r e p a ­ sar de nuevo el papel en recompensa de la pura y grat a hos­ pitalidad con qu e ella le brindaba. Wi l l i a m atravesó la ci udad , ent eramente oc u pado del p a r ­ tido que iba á tomar, a brazando mu y a pesar suyo 1a profesión de s o l da do ; pero considerándola c omo la única á que debia Órden y alternados con jarrones de ñores y ricos c ande l abros de plata, fío el contro se el evaba un ramillete de granules ( c r ­ inas y alegórico y de mucho e f e c t o , presentando toda la mesa hermosa visualidad y mu c h o gusto. A l extremo» de ia sala h a ­ bía uu dosel y tres ricos sillones que ocuparon oS. M M . y A . , dignándose admitir al gún refresco, que lo si rvi eron los oficiales de°Soria , recibiendo también tres hermosos ramos. E n se gui da se m a r c h a r o n SS, M M . pasando á A t a r a z a n a s , en c u v o Inerte están a c u a r t e l a d o s e l regimiento de Ex t r e madur a , las bri gadas montadas de a r t i l l e r í a , las compañí as de i ngenieros , y o c u p a también parte del fuerte la maestranza de artillería. L a oficialidad de Soria ha de most rado en ha manera di g na que ha reci bi do á SS. M M . su adhesión 4 las Re al es personas, su c ab a l l e r o s i d a d , finura y gusto. L u e g o q u e S. M . salió del c u a r t e l * refrescaron las muchas señoras y personas c on v i d a d a s , o ue da ndo todas c ompl ac i das de la finura y buen tono de la distinguida oficialidad de Soria. E l frontis del c uart el estaba también adornado , y todo el piso por donde pasó S, M . a h o m ­ br ado. F u e r t e de At a r a z ana s . =áEn la rambl a de Santa M é n i c a f o r ­ maba el regimiento de Ex t r e ma d u r a , mandado por el b r i g a ­ dier D. N . B o i g u s s , en c ol umna cerrada por ba t a l l one s ; seguí a la tropa de las baterías de artillería y una mitad de c a b a ­ llería. ^ _ En la puerta principal de At a r a z a n a s , y á de r e c ha é i z auierda en el espacio q u e media entre el rastrillo y la mural l a* habia e l ev ado un c a t a f a l c o , al cual se subía por una g r a o e s ­ calinata, L a madera q u e lo f ormaba estaba a h o mb r a d a de paño blanco y encarnado , y el lienzo de mur¿fila que f orma el f u e r ­ te tapizado de bl anco con franjas encarnadas. A la parte d e ­ recha se el evaba un rico dosel de damasc o , y debaj o tres si ­ llones qu e oc upar o a SS. M M . y A . al tiempo de desfilar las trapas» Se presentaron las Re al es personas, y revistaron á los c u e r ­ pos. Pasaron l uego á ocupar él dosel , y presenciaron el destín le , entrando en seguí ia en el fuerte. En la puer ta se ha l l a b a el distinguido coronel g o be r nador del mismo D . F r a n c i s c o Pal me s* quien arengó á S. M . , y le presentó en una rica b a n ­ deja de plata las llaves del fuerte Las Pveaies personas pasa­ ron á visitar los talleres de la maestranza » recibiéndolas en l a puerta el general subi ns pect or de artillería y el coronel d i r e c ­ tor de la maestranza, y los demas oficiales e mpl e ados en ella. Re c o r r i e r o n los talleres con bastante d e t e n c i ó n , demost rando su compl acenci a. Pasaron l uego á visitar las c u a d r a s del r e g i ­ miento de E x t r e m a d u r a , de la tropa de a r t i l l e r í a , de i nge ni e ­ ros, y quedar on bien c onvenci das de la l i mpi eza y or den q u a reina en la colocación de los efectos militares. L a s c ompa ñ í a s recibían á su Re i na con entusiastas vivas. L a s escaleras de las cuadras estaban alfombradas y c ubi er t as de macetas de flores. Co n c l ui d a la visita de las cuadras vi eron SS. M M . y A , el r a n ­ c h o , dignándose p r o h a r i o , y regalaron sus c ucharas á tres sol­ d a d o s , repitiéndose el mismo acto q u e en el cuart el de Sori a. E n el g r an terrado que á la parte del mar f orman las A t a ­ razanas habia una rica marquesi na de gusto o r i e nt al , redonda y abierta por todas partes , f ormando orden de c ol umnas c o a cortinaje a z u l y bl a n c o , rematando la tienda c ou la b a n de r a naciona I. En me d i o d ? ella habi a una mesa redonda , en c u y o c ent r o se veia el r a mi l l et e, que representaba una f ortaleza con sus mural l as , torreones, fosos, troneras, garitas , c ami no c u b i e r t o , baterías, cañones & c . E u el centr o se e l e v a b a un t empl et e q u e remat aba con la bandera n a c i o n a l , y al rededor veíanse t r o­ feos militares: leíase eu la parte ext er i or del templete: ^ A r t i ­ llería, Ingeni eros, E x t r e ma d u r a , á SS. M M . y A . ,J F i g u r a b a n al rededor de la mesa distintos j uguetes de du l c e de dif erent es formas y caprichos. T o d a la extensión del t err ado lo o c u p a b a una e sc ogi da sociedad, q u e habi a sido c o n v i d a d a para tener ei g ust o de ver a S. M . L a subi da al terrado estaba toda a l f o m ­ brada y c ubi er t a de llores. E r a y a de noche c ua nd o SS. M M . subieron al terrado , y se di gnaron sentarse y tomar a l g ú n r e tresco. L a hermosura de la tienda, lo vistoso de la mesa, la a r ­ monía de la músi ca, el gran númer o de hachas q u e a l u m b r a b a aquel l a escena, la inmensa extensión de mar que se v ei a hasta perderse ea el hori zont e, el reflejo de las luces en el a g u a y el hal l arse allí reunidas las personas mas queri das de los e spaño­ l e s , la R e i n a , su august a Ma d r e , la linda I nf anta , y tantos g e ­ nerales, hermosas y personas distinguidas, da ba á a quel c u a d r o un tinte oriental que presentaba á la imagi naci ón una de a que ­ llas noches y de aque l l as escenas q u e han sabido tan bien tras­ l adar á la poesía y á la mú s i c a, y des cri bi r con armóni cos acen­ tos tantos poetas y el inmortal Bel l i ni . E r a n las di ez c ua nd o S. M. se retiró , y en segui da se si rvió el refresco á los c o n ­ vidados. Sabemos que S M , q u e d a altamente satisfecha de las p r u e ­ bas de adhesión q u e la demostró la guar ni ci ón de A t a r a z a n a s , de di c a r s e , y propia á pr opor ci ona r l e una subsistencia pronta, deseando y temiendo á la vez verse en el acto al istado 4 las ó r ­ denes del capitán Ho vv ar d , c ami na ba sin fijar la atención e a nada de cuantq tiene de notabl e la gran c i ud ad , en donde todo era nuevo para é l , y l l evando en su frente est ampada la s o m­ brí a preocupaci ón de ganar el sustento, q u e de conti nuo reside en la i magi naci ón para anublar’ el risueño sembl ant e de la j u ­ ve n t u d, A su l legada al espacioso cuartel en qu e habi t aba el oficial superior fue mas dichoso de lo que hubi e r a deseado, Fd ant i guo capitán se a cor da ba del padre del j oven ; le recibió con a f a b i ­ lidad , y le of reci ó firmar su e mp e ño en las tropas Re a l es al di a siguiente , al regresar de la gr an revista que se i ba á pasar en Weslmmsler. ^ A l otro dia dio W i l l i a m el se gundo repaso de de c l amac i ón a la joven actriz ( i ) . Pero á las del icias de esta pura i nt i mi dad se mezc l aban las tristes reflexiones a c e r c a del nue vo estado q u e iba a abrazar. C o m o después de la revi sta de W e s t m i n s t e r las tropas debían desfilar por delante de la casa de A r i e l a para trasladarse a la C i t é , W i l l i a m det e rmi nó segui rl as á ñu de l l e ­ g a r al cuartel al mismo tiempo q u e el capitán. Su presentación debía verificarse á las cuatro de la tarde , y á las doce los a c t o ­ res del G lobo (asi se denomi naba el teatro de B l a c k - F r i a s ) se i - u n i e r on á c ome r en casa de la actri z, su c omp a ñ e r a. L o s re­ gocij ados actores entraron estrepitosamente eo el pe qu e ñ o a p o ­ sento en onde iban á sentar sus reales. U n o s ent onaban alegres c a n c i o n e s , otros d e c l amab an , y todos i ban ext r a va ga nt ement e v e s t i r o s , p o i q u e era mu y c o mú n entre los cómicos reempl a zar con los oropeles del teatro la parte del traje ordinario de qu e carecían. Unos l l evaban debaj o de la capa aves asadas , y otros (O E n aquel tiempo e mp e z a b a n á presentarse las muge r e s en la e scena, y en las provi nci as todavía eran h o m b r e s coa la b a r b a rapada los q u e de s empeñaban los papeles de dama.