ANALES DE HISTORIA ANTIGUA, MEDIEVAL Y MODERNA Volumen 46 – 2013 ISSN 1853-1555 (en línea) ISSN 1514-9927 (impreso) Instituto de Historia Antigua y Medieval Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires http://www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/historiaantiguaymedieval/index.htm __________________________________________________________________________ COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS JAIRUS BANAJI, Theory as History. Essays on Modes of Production and Exploitation, Leiden-Boston, Brill, 2010 Octavio Colombo Universidad de Buenos Aires – Universidad Nacional de La Plata El volumen que aquí reseñamos forma parte de la excelente colección de libros publicada por la revista inglesa Historical Materialism, sin duda uno de los proyectos editoriales de mayor importancia para la renovación del pensamiento marxista en la actualidad. Theory as History reúne una docena de artículos escritos por Banaji en el curso de más de tres décadas, abarcando una amplísima gama de problemas históricos. La erudición del autor es verdaderamente sorprendente, tanto en lo que hace a documentación primaria como a bibliografía especializada, por no mencionar su excepcional conocimiento de la obra marxiana. De la organización de las propiedades agrarias de la aristocracia bizantina del siglo VI a la dominación capitalista del campesinado de la India en el siglo XIX, de los agrónomos latinos a la segunda servidumbre en Europa Oriental, de la expansión comercial del Islam medieval a las hacienda esclavistas del sur norteamericano, Banaji nos recuerda eso que tan a menudo se olvida: que el conocimiento, si debe superar la mera descripción fenoménica, se construye por analogía y por contraste, por similitud y por diferencia. El volumen se inscribe en la mejor tradición de la historia social comparativa, tan alejada de la fragmentación y la especialización minúscula del saber académico convencional como de las abstracciones forzadas y simplistas, con sus modos metafísicos de razonamiento, propios de la tradición pretendidamente ortodoxa del marxismo 1. 1 Lo que, en opinión del autor, no se limita a las producciones del marxismo stalinista oficial, sino que también caracteriza a otros trabajos de indudable relevancia y respetabilidad como Anderson, P., Transiciones de la Antigüedad al Feudalismo, México, Siglo XXI, 1979. No es un mérito menor, sin embargo, que a pesar de esta variedad de temas y problemas, la compilación presente una indubitable coherencia y unidad. Podemos resumir esta cualidad en base a tres atributos relacionados. Primero, un modo de análisis teórico y empírico a la vez: los trabajos aquí reunidos se caracterizan por un enfoque donde toda reflexión conceptual aparece sustentada en el análisis concreto y donde toda reflexión concreta sirve de sustento al análisis conceptual. Aunque por supuesto hay honrosas excepciones, este rasgo no es habitual, por desgracia, ni siquiera en la historiografía marxista que debería tenerlo como premisa metodológica fundamental. Segundo, el autor se enfrenta a una ortodoxia marxista vulgar que identificó a los modos de producción con las formas de explotación del trabajo, derivando de forma lineal a los primeros de las segundas. La clásica referencia de Dobb, respecto de que el feudalismo puede considerarse como “casi idéntico a lo que generalmente denominamos servidumbre”, es un buen ejemplo de ello 2. Banaji cuestiona radicalmente esta identidad inmediata entre categorías que se corresponden con niveles de abstracción completamente distintos y rescata el concepto de modo de producción referenciado con la totalidad social y su dinámica específica. Por último, Theory as History nos presenta los rudimentos de una historia global de los orígenes del capitalismo como visión alternativa al relato anglocéntrico y estereotipado de la acumulación originaria3. Propuesta polémica, sin duda, que se enfrenta contra lo que Banaji considera los “prejuicios” de los marxistas contra el “capitalismo comercial”, que destaca la emergencia esporádica de formas de producción capitalistas desde la Edad Media central y que recuerda tanto la extensión del trabajo asalariado en la historia agraria premoderna como la importancia de las formas esclavistas y serviles en la historia del capitalismo preindustrial. El libro se abre con un capítulo introductorio que, enfatizando las distintas configuraciones históricas que puede presentar cada modo de producción, contiene una de las mejores reflexiones recientes sobre la naturaleza de los regímenes “asiáticos” o tributarios. El capítulo 2 es un largo artículo, publicado originalmente en 1977 en Capital & Class en el marco de las polémicas Gunder Frank-Laclau y Dobb-Sweezy, donde Banaji (distanciándose tanto del circulacionismo como de la ortodoxia en tanto dos enfoques igualmente unilaterales) expone los lineamientos fundamentales de su concepción de los modos de producción. Como hemos dicho, esta se basa en la crítica a la identificación de los mismos con formas determinadas de explotación del trabajo. Los capítulos 3 a 5 desarrollan de forma más concreta este punto, mostrando tanto la pluralidad y combinación flexible de formas de organización de la producción en la agricultura precapitalista (incluido el desarrollo del trabajo 2 Dobb, M., Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, México, Siglo XXI, 1971, p. 466. Lo mismo puede decirse de la teoría de la “articulación de modos de producción” basada en la mera identificación de distintas modalidades de la forma de explotación de la mano de obra. 3 Un ejemplo extremo es la explicación del surgimiento del capitalismo como resultado de un acontecimiento fortuito de la lucha de clases en Inglaterra; Brenner, R., “La base social del desarrollo económico”, en Roemer, J. (ed.), El marxismo: una perspectiva analítica, México, Fondo de Cultura Económica, 1989. asalariado), como cuestionando el excesivo énfasis en el carácter “libre” del contrato salarial moderno. Los capítulos 6, 7 y 8 se vinculan especialmente a la reciente polémica que ha mantenido el autor con Chris Wickham, a raíz de la publicación de la monumental obra de este último Framing the Early Middle Ages en 2005 y de los estudios del propio Banaji sobre la Antigüedad Tardía y Bizancio. Los siguientes tres capítulos remiten al problema del origen del capitalismo. El capítulo 9 presenta una propuesta de interpretación del ascenso del capitalismo en Europa desde una óptica espacial y temporalmente amplia, que incluye el conjunto del mundo mediterráneo. Aquí Banaji sostiene de forma más explícita y elaborada la tesis de la importancia de la expansión mercantil europea como consustancial a la acumulación originaria y como antecedente necesario del dominio creciente del capital comercial sobre la producción. El capítulo 10 complementa este planteo a través del estudio de las formas de dominación capitalista del campesinado en la India del siglo XIX, cuestionando la distinción radical entre capital comercial y productivo a partir de la dinámica de la subsunción formal y “pre-formal” del trabajo por vía del endeudamiento del productor directo. El capítulo 11 destaca brevemente el alcance de los análisis precedentes cuestionando que los modelos de las vías de surgimiento del capitalismo agrario “desde abajo” o “desde arriba” agoten las posibilidades históricas y destacando las formas híbridas en que desposesión económica y coerción extra-económica se combinan en lo que el autor propone denominar distintas “trayectorias de acumulación”, antes que modelos rígidos de “transición”. La compilación se cierra con un último capítulo que sintetiza los problemas teóricos más importantes que quedan abiertos para la investigación histórica desde una perspectiva marxista renovada. Se trata, en definitiva, de una muy valiosa compilación de trabajos, teóricamente informada y empíricamente fundada, que abre la reflexión sobre una pluralidad de problemas históricos y propone hipótesis de trabajo estimulantes, aun cuando el lector pueda discrepar con ciertos planteos del autor. Lo que distingue, en definitiva, a los buenos libros de historia.