4.13. Región de Murcia - Ministerio de Agricultura, Alimentación y

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Cap. 4.13.
REGIÓN DE MURCIA
1. RASGOS BÁSICOS: AGRICULTURA Y GANADERÍA .......................................................
645
2. RASGOS BÁSICOS: INDUSTRIA AGROALIMENTARIA ...................................................
651
3. RASGOS BÁSICOS: MEDIO RURAL ...................................................................................
657
4. TENDENCIAS, ESPECIFICIDADES Y OPORTUNIDADES .....................................................
663
643
1. RASGOS BÁSICOS:
AGRICULTURA Y GANADERÍA
Gráfico 1. Valor añadido bruto de la Región de Murcia
7%
18%
11%
64%
Agricultura, ganadería y pesca
Industria
Construcción
Servicios
Fuente: INE. Contabilidad Regional de España 2001.
Las tierras de cultivo ocupaban 457.499 ha el
año 2000, que suponen un 40% de la superficie
total de la región.
IMPORTANCIA ECONÓMICA DE LA AGRICULTURA
REGIONAL SOBRE EL TOTAL NACIONAL.
COMPARACIÓN CON OTROS SECTORES
El Valor Añadido Bruto de la economía murciana representa el 2,4% del VAB nacional. Por
ramas de actividad, la agricultura y ganadería,
con 944,7 millones de euros, suponen el 4,5%
del total nacional del sector, doblando casi, en
porcentaje, las aportaciones de la industria
(2,3%) y servicios (2,3%).
La población activa agraria asciende a 53.100
personas, lo que supone un 10,4% de la población activa total de la región. La población ocupada agrícola, estimada en 48.475 personas el
año 2002, supone un 10,7% de la población ocupada total de la región, de ellos un 77% varones.
De la población ocupada total, el 56,4% son
varones de entre 25 y 55 años de edad, mientras
que en este mismo intervalo de edad el porcentaje de mujeres ocupadas sobre el total es del
16,2%.
645
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
1.400 millones de euros. Si se comparan las
macromagnitudes de este trienio con las correspondientes a 1990-1992, se aprecia que el porcentaje de las subvenciones con respecto a la
PFA se ha multiplicado por siete, aún manteniéndose bajo, y el porcentaje de renta agraria
ha pasado del 53,6% al 59,4% de la PFA.
Gráfico 2. Macromagnitudes agrarias
millones de euros
1.600
1.400
1.200
1.000
800
600
La actividad agrícola propiamente dicha contribuye en, aproximadamente, tres cuartas partes
a la PFA de la región. La mayor parte de esa contribución se debe a la producción bajo riego de
hortalizas, cultivo que no es objeto de ayuda PAC
y que está plenamente expuesto al mercado.
400
200
0
Subvenciones
PFA
Renta Agraria
1999 (1998-2000)
1991 (1990-1992)
Fuente: MAPA.
MACROMAGNITUDES
En lo que respecta a la actividad ganadera, la
mayor contribución corresponde al porcino,
pese al gran reconocimiento que tienen las razas
murcianas de caprino y ovino.
AGRARIAS
La producción final agraria (PFA) murciana
media del trienio 1998-2000 ha alcanzado los
Período
% PFA
agrícola
% PFA
ganadera
1991 (1990-1992)
77,4
21,0
1999 (1998-2000)
73,0
26,7
SAU (ha)
N.º explot.
DE EXPLOTACIONES POR
UDE
N.º explot.
<1
24.470
0
1-5
18.605
0-8
42.366
5-20
8.972
8-16
5.353
20-50
2.638
50-100
927
100-500
678
>500
66
DE LAS EXPLOTACIONES
El 92% de las explotaciones murcianas con
SAU tienen una superficie inferior a 20 ha, tres
cuartas partes no superan las 5 ha, y solamente el
3% supera las 50 ha. Se trata de la estructura minifundista típica de las regiones hortofrutícolas.
Fuente: MAPA.
NÚMERO
DISTRIBUCIÓN
4.588
SAU, UDE Y UTA
M. obra
N.º explot.
N.º UTA
Titular
58.099
13.395
Cónyuge
15.358
2.718
16.478
3.759
Familiar
16-40
4.392
Otros
>40
3.275
No familiar
Fijo
Eventual
Total explotaciones: 59.974 (con SAU: 56.356)
Fuente: INE. Censo Agrario 1999.
646
2.631
6.139
28.113
27.813
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
En lo que respecta a Unidades de Dimensión Económica, el 78% de las explotaciones
están por debajo de 8 UDE, frente al 5,5%
que se pueden considerar grandes explotaciones (>40 UDE). De estas explotaciones
con mayor dimensión económica, la mayoría
se dedican a la horticultura y a los frutales y
cítricos.
En lo que respecta al trabajo en las explotaciones, en la mayor parte de las mismas trabaja
el titular, sin embargo, el peso principal del trabajo recae en el trabajo eventual.
ESPACIOS AGRARIOS
Como corresponde al sudeste mediterráneo, la posibilidad de regadío en condiciones de fuerte
déficit hídrico es determinante en los sistemas agrarios murcianos:
Regadíos litorales y prelitorales. El Campo de Cartagena con predominio hortícola (alcachofa, melón, sandía) y fincas dispersas de cítricos y en las escasas manchas de secano (almendro, cereal y algarrobo) e implantación del porcino. Y la franja costera en Águilas-Mazarrón con
tomate e invernaderos, afrontan una fuerte competencia por el agua disponible para usos urbanos complementada con el postrasvase.
Se pueden considerar regadíos prelitorales los de la propia depresión prelitoral en la fosa de
Rambla de Nogalte-Guadalentín-Bajo Segura, separada del espacio litoral por la línea Sierra de
Carrascoy- Sierra de Almenara y los de la zona Oriental y de las Vega Media y Alta del Segura
hasta Cieza. La orientación de cultivos está más especializada en cítricos (limonero) en el Segura y hortícolas como lechuga, bróculi, pimiento (en Lorca) y uva de mesa. Es la localización
preferente de la ganadería sin tierra (porcino).
El minifundismo de los regadíos tradicionales contrasta con la estructura de los nuevos, con
aguas del Trasvase Tajo-Segura, afloramientos o depuración y desalación.
Regadíos del interior. Junto a los tradicionales de la Vega Alta (Calasparra), Mula y afluentes
se encuentran también zonas de nueva expansión del riego localizado con aguas subterráneas
de cultivos leñosos y de mejores estructuras. Dominio de los frutales de hueso: albaricoquero,
que domina en los más interiores, melocotonero, ciruelo, limitándose los cítricos a las solanas
aterrazadas de zonas medias.
Secanos de Altiplanos y Valles del interior. En el altiplano de Yecla-Jumilla se asientan los secanos áridos destinados a extensivos de viñedo y olivo, y en Cieza-Calasparra-Moratalla y Mula,
zonas de albaricoque en secano y almendros, y cereales (cebada), en regresión por abandono de
áreas marginales, que se mantienen mejor en las planicies del Noroeste (Caravaca) y su complemento pecuario (pastoreo ovino y caprino). En algunas áreas se localizan núcleos industriales.
Serranías. Las distintas serranías Béticas de afloramientos rocosos en las cumbres, al monte de las
laderas erosionables que ocasionalmente aprovechan la ganadería extensiva de ovino y caprino,
palmitos o forestal de pinares. La agricultura es muy limitada. Acoge también ganadería sin tierra.
647
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
MAPA
IMPORTANCIA RELATIVA DE LOS
DE CULTIVOS
GRUPOS
La agricultura murciana se basa fundamentalmente en la hortofruticultura de riego. La
superficie regada, con más de 157.000 ha,
ocupa más de la tercera parte de las tierras de
cultivo. Las principales zonas de riego son las
Vegas del Segura Alta y Media, Lorca y Valle
del Guadalentín, y los campos litorales, fundamentalmente el Campo de Cartagena-Mar
Menor. En secano el predominio es de los
leñosos (almendro, viñedo y olivo) sobre los
herbáceos.
648
DE CULTIVOS Y APROVECHAMIENTOS
En el secano murciano predominan los cereales, siendo la cebada el más extendido, aunque
seguido a poca distancia de los frutales de secano, especialmente el almendro. A continuación
aparecen el viñedo y el olivar, y con menor
extensión el algarrobo.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
Gráfico 3. Superficies de secano en la Región de Murcia
PRODUCCIONES
miles de ha
AGRARIAS
Cultivo
80
Miles t
70
Hortalizas
1.466,6
60
Frutales
659,3
50
Cítricos
609,9
40
Viñedo
170,9
30
Cultivos forrajeros
118,7
20
Cereales
62,3
10
Tubérculos
51,6
Fuente: MAPA, 2000.
os
r
Ot
ros
leñ
Ol
os
iva
do
Viñ
e
Ce
Fru
rea
tal
les
es
0
Gráfico 4. Superficies de regadío en la Región de Murcia
Solamente la producción de hortalizas supone alrededor de un 40% de la producción total.
Los principales productos son: lechuga, tomate,
melón, pimiento, alcachofa, brócoli, sandía,
cebolla y apio. Además, la tendencia de la producción ha sido creciente en las últimas décadas.
miles de ha
45
40
35
30
25
20
15
10
5
r
iva
Ol
les
Ce
rea
do
Viñ
e
os
tric
Cí
s
liza
rta
Ho
tal
es
0
Fru
Las producciones hortofrutícolas bajo riego
suponen, aproximadamente, el 86% en peso de
la producción agrícola regional de las que dominan la estructura productiva regional.
En producción de frutas, el mayor volumen
corresponde a frutas de hueso (melocotón y
nectarina, albaricoques y ciruelas). Otros productos destacados son la uva de mesa y las frutas de pepita (peras y manzanas).
Fuente: MAPA 2000.
GANADERÍA
En regadío, los frutales más cultivados son:
melocotonero, almendro y albaricoquero. En
cuanto a las hortalizas, cabe destacar la lechuga,
la coliflor, la alcachofa y el melón. Entre los cítricos, el más ampliamente extendido es el limonero. Por último, con menor superficie dedicada
al cultivo de los mismos, aparecen el viñedo, los
cereales y el olivar.
El porcino es el sector más importante dentro
de la ganadería murciana no solamente en número
de cabezas, sino en producción, ya que supera el
90% de la producción total de carne de la región.
Por su parte, el ovino y el caprino, destacan en
número de explotaciones, con más de 2.000 cada
uno de ellos. El ovino produce unas 10.000 t anua-
649
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
Gráfico 5. Ganadería
miles de cabezas
3.500
3.000
2.500
2.000
1.500
1.000
500
s
Av
e
no
rci
Po
no
pri
Ca
ino
Ov
Bo
vin
o
0
Fuente: MAPA 2001.
Fuente: MAPA, 2003.
les de carne y unas 500 t de lana. Por su parte, la
producción de leche de cabra es de unos 20 millones de litros al año, muy similar a la producida por
el sector vacuno. Cabe mencionar, por su singularidad, la cabra murciana, raza muy destacada y
reconocida por la alta producción de leche.
DENOMINACIONES
La superficie de cultivos ecológicos en Murcia supone, aproximadamente, un 4,6% de la
superficie de tierras de cultivo.
En lo que respecta a las explotaciones ganaderas ecológicas, Murcia es la región española
con menor número, solamente 5.
DE ORIGEN
En único producto no transformado de la
región con denominación de origen es el Arroz de
Calasparra. No obstante, la zona de producción
incluye también el entorno de Hellín, en Albacete.
Gráfico 6. Superficie de cultivos ecológicos
Frutos Secos
Cereales, Leguminosas y Otros
AGRICULTURA
Vid
ECOLÓGICA
La producción ecológica en la Región de
Murcia alcanza ya una extensión importante, con
20.987 ha en 2002 (un 3% del total nacional). Los
frutos secos son los que mayor superficie ocupan. Sin embargo, los cultivos más productivos
de la región (hortalizas, cítricos y frutales)
suman apenas una superficie de 1.100 ha.
650
Barbecho y Abono Verde
Olivar
Bosque y Recolección Silvestre
0
1.000
2.000
3.000
4.000
5.000
6.000
7.000
hectáreas
Fuente: MAPA 2002.
2. RASGOS BÁSICOS:
INDUSTRIA AGROALIMENTARIA
Gráfico 7. Crecimiento de la Industria agroalimentaria (VAB)
%
6
4
2
0
-2
-4
España
19
19
99
98
19
97
19
96
-6
años
Región de Murcia
Fuente: INE. Contabilidad Regional de España (CRE).
IMPORTANCIA
A NIVEL NACIONAL Y REGIONAL
La Industria Agroalimentaria de la Región de
Murcia representa el 3,6% del VAB del subsector
nacional en 1999.
En términos absolutos supone más de 480
millones de euros en 1999, aunque en los últimos años el sector está experimentando una
ralentización en su crecimiento, en paralelo a la
situación general de la economía.
La Región de Murcia, con 728 millones de
euros, supone el 7,2% de las exportaciones de
productos alimentarios del total nacional. En esta
región las exportaciones de productos alimentarios y bebidas superan a las importaciones.
Gráfico 8. Valor añadido bruto. 1999
7,7%
4,4%
64,1%
14,9%
9,0%
Agricultura
Industria
agroalimentaria
Resto
de industria
Construcción
Servicios
Fuente: INE. Contabilidad Regional de España.
651
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
La importancia de la Industria Agroalimentaria en la economía de la Comunidad Murciana se
sitúa en torno al 4,4% en 1999, siendo el sector
con menor importancia económica de la región,
sin embargo, tiene como como característica un
alto grado de especialización e integración.
La región murciana es básicamente una
región de Servicios. En el Resto de la Industria
destacan los sectores de la Industria Química y
la Fabricación de material de Transporte.
INDICADORES
La Región de Murcia, con una cifra de 2.800
millones de euros en el año 2001, representaba el
4,7% en cuanto a ventas de productos agroalimentarios, es decir, el octavo puesto a nivel nacional.
Asimismo, los consumos de materias primas
supusieron el 29% de todos los consumos industriales en la región.
En un análisis por subsectores, destacan las
Conservas Vegetales, siendo el primero en ventas, algo más de 1.200 millones de euros (44%),
en consumo de materias primas (36%) y también
en inversión en activos materiales (38%).
En lo referente a la industrialización agroalimentaria, la tendencia ha sido de regresión en
los últimos años, experimentándose una leve
recuperación en el año 2001, alcanzándose un
número de establecimientos de 1.205.
EMPRESAS
POR MUNICIPIO
Gráfico 9. Empresas de la Industria Agroalimentaria
número
1.450
1.400
1.350
1.300
1.250
1.200
1.150
01
00
20
20
99
19
98
19
97
19
19
96
1.100
años
Fuente: INE. DIRCE, 2002.
Indicador
Ventas
Consumo M. Primas
Inv. en activos mat.
Valor añadido
Gastos de personal
Miles de €
% s/ind.
2.801.902
1.576.991
103.767
635.242
354.342
29,70%
29,10%
20,89%
–
–
Fuente: INE. Encuesta Anual de Empresas. 2001.
652
Fuente: MAPA, 2001.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
Las empresas agroalimentarias se distribuyen
uniformemente por toda la región, aunque se
localizan en torno a los grandes núcleos urbanos
como Murcia capital, Cartagena, Lorca y Jumilla,
así como en torno a la vega del río Segura.
EMPLEO
EN LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA
La industria agroalimentaria en la Región de
Murcia mantiene algo más de 18.000 puestos de
trabajo, que suponen el 25,2% del total de la industria de la comunidad. Este porcentaje está muy por
encima del nacional, donde la industria agroalimentaria supone el 12% del empleo industrial. En
relación a los subsectores, son las Conservas Vegetales las que mayor ocupación generan, con casi
un 46%, seguida de la Industria Cárnica (17,43%).
El subsector “Resto” engloba Aceites-Grasas, Molinería y Agua y Bebidas Analcohólicas.
DISTRIBUCIÓN SECTORIAL
La industria Agroalimentaria representa el
29,7% de las ventas del sector industrial en la
Región de Murcia.
Por subsectores, destacan las Conservas
Vegetales con mayores ventas, algo más de 1.200
millones de euros (45%), seguidas de la Industria Cárnica, con 532 millones de euros (19%).
En el apartado “Resto” destacan los subsectores de Aceites y Grasas, Molinería, Agua y Otras
Bebidas Analcohólicas y la Industria Láctea.
Gráfico 11. Ventas Industria Agroalimentaria
3%
3%
4%
3%
5%
46%
6%
11%
Gráfico 10. Ocupados por Subsectores
Conservas Vegetales
19%
Industria Cárnica
Conservas
Vegetales
Pan-Galletas
Otros
productos
Cacao-Chocolate
Otros Productos
Industrias
Cárnicas
Otras Bebidas
alcohólicas
Alimentación
animal
Pan-Galletas
CacaoChocolate
Vinos
Resto
Fuente: INE. Encuesta Anual de empresas. 2001.
Alimentación Animal
Vinos
DENOMINACIONES
Otras Bebidas Alcohólicas
Industrias Lácteas
Resto
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
porcentaje
Fuente: INE. Encuesta Anual de Empresas. 2001.
DE
ORIGEN
Entre los transformados agroindustriales con
protección de calidad específica, en la Región de
Murcia destacan los vinos, con tres Denominaciones fundamentales: “Vino de Yecla”, “Vino de
Jumilla” y “Vino de Bullas”.
653
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
En la Región de Murcia tampoco hay que
olvidar otros productos de gran relevancia,
como los Quesos, con dos denominaciones protegidas: “Queso de Murcia” y “Queso de Murcia
al Vino”, así como el “Pimentón de Murcia”.
TIPOLOGÍA
Las empresas agroalimentarias son principalmente de reducido tamaño, entre 1 y 9 empleados o sin ningún asalariado. La dimensión media
es de 15 empleados por establecimiento. El
número de agroindustrias murcianas supone el
3,6% del total nacional.
N.º asalariados
Murcia
N.º empresas
% total
Sin asalariados
279
23,8%
De 1 a 9
647
55,2%
De 10 a 19
106
9,0%
De 20 a 49
77
6,6%
De 50 a 199
49
4,2%
Más de 200
Total
TOTAL ESPAÑA
14
1,2%
1.172
100,0%
33.056
3,5%
Fuente: INE. DIRCE, 2002.
AGROINDUSTRIA Y COOPERATIVAS
Las 98 cooperativas agrarias de Murcia en
2001, facturaban 547 millones de euros, un
4,55% del cooperativismo nacional.
El número de asociados en la región es de
23.175, casi un 2,3% del total nacional.
Fuente: MAPA, 2003.
654
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
En Murcia existen 2 Cooperativas de
Segundo Grado, integradas por 8 Cooperativas
de base, con una facturación de 10,04 millones de euros en el año 2001.
El número de Cooperativas y SAT dedicadas
a los productos de transformación en el año
2001 era de 72, predominando en el subsector
de Comercio al por mayor de frutas y verduras.
bollería, pastelería y galletas. Con una cifra de
3.171 personas, la Región de Murcia supone el
2,5% del total nacional de ocupados en la industria agroalimentaria del mundo rural.
Gráfico 12. Establecimientos por subsector en el Medio Rural
5
5
3
5
6
86
15
LA INDUSTRIA
RURAL
AGROALIMENTARIA EN EL
MEDIO
Las empresas agroalimentarias en el medio
rural de la Región Murciana (municipios de
menos de 10.000 habitantes) alcanzan un total
142 establecimientos, un 12% del total regional,
de los cuales más de la mitad están en el subsector Otros Productos Alimenticios, que en esta
región incluye principalmente el sector pan,
17
Otros productos
alimenticios
Bebidas
Industrias Cárnicas
Grasas-Aceites
Frutas/
Hortalizas
Molinería
Industrias Lácteas
Alimentación Animal
Fuente: INE. DIRCE 2001.
655
3. RASGOS BÁSICOS:
MEDIO RURAL
pios menores de 10.000 habitantes, lo que indica que es la comunidad con mayor porcentaje
de población urbana.
Densidad de Población
La Región de Murcia es la Comunidad con
menos municipios rurales de toda España, tan
sólo el 42%, de un total de 45 municipios, son
Gráfico 13. Distribución de los municipios por
el número de habitantes
número de Municipios
30
25
20
15
10
DATOS TERRITORIALES
Y
DEMOGRÁFICOS
En la Comunidad Autónoma de la Región de
Murcia, el 8% de la población vive en munici-
5
0
De 1.000
a 5.000
De 500
a 1.000
De 5.000
a 10.000
Más de
10.000
habitantes
Fuente: INE. Censo de población 2001.
Municipios rurales
Total CC.AA.
Total Nac.
Rural
Sup. Rural
km
2.077
413.036
Población rural
hab.
90.748
9.712.386
2
Fuente: INE. Censo de Población 2001.
Municipios rurales
Densidad
hab./km2
Media Murcia
Media Nac.
Rural
43,69
23,51
Fuente: INE. Censo de Población 2001.
657
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
N.º municipios rurales con aumento de
población = 13
N.º municipios rurales con igual población = 4
N.º municipios rurales con descenso de
población = 6
Gráfico 14. Pirámide de población rural (2001)
Hombre
Mujer
Fuente: INE. Censo de Población 2001.
-5
-4
-3
-2
-1
0
1
2
3
4
5
Fuente: INE. Censo de población 2001.
menores de 10.000 habitantes. En Murcia, los
municipios menores de 500 habitantes no existen y sólo hay 2 municipios menores de 1.000
habitantes.
Debido a los pocos municipios con los que
cuenta la Región de Murcia y al tamaño de los
mismos, la densidad de población es media,
concentrándose la mayor parte de la población
en Murcia y en Cartagena. En el resto de los
municipios, la densidad no supera los 40 habitantes/km2.
Evolución de la población en los municipios
rurales murcianos:
658
Envejecimiento
La población de los municipios rurales de
Murcia se caracteriza por ser una población muy
joven, debido a que son municipios que no han
perdido población y a que la tasa de natalidad
es bastante alta en relación al resto de los
medios rurales a nivel nacional. Hace 50 años la
población rural emigró, entre otros destinos, a
Murcia y Cartagena, pero en la actualidad el
turismo y la industria asentada en los pueblos ha
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
conseguido mantener, incluso atraer, población
que se va a trabajar a los pueblos en busca de
una mejora de la calidad de vida.
El grado de dependencia en las zonas rurales
murcianas es del 47%, mientras que en el conjunto de la comunidad, el grado de dependencia
o relación entre inactivos y activos es del 43%.
ÍNDICE RURALIDAD COMARCAL
La Región de Murcia se caracteriza por tener
un índice de ruralidad comarcal dominante,
exceptuando las comarcas de Río Segura y de
Campo de Cartagena, por la influencia de Murcia y de Cartagena.
DATOS
DE
EMPLEO
EN EL
MEDIO RURAL
Para el año 2000, la tasa de ocupación en la
Región de Murcia es del 88%, distribuyéndose
por sexos entre un 93% para los hombres y un
79% para las mujeres. En cuanto a la estructura
de la ocupación por sectores, los servicios tienen
un porcentaje importante de población ocupada,
ya que la Región de Murcia está experimentando un aumento de la afluencia turística. En el
resto de los sectores, el porcentaje de ocupados
está equilibrado. En la agricultura hay un predominio del cultivo hortícola, el frutal y de flores;
y la industria se ha especializado en la agroalimentaria, el calzado y el cuero, madera, metal y
producción de energía.
Gráfico 15. Estructura de la ocupación en el
Medio Rural en la Región de Murcia
19%
48%
17%
16%
Agricultura
Industria
Construcción
Servicios
Fuente: INE. EPA 2000.
Paro
Índice de Ruralidad
expresado en %
Fuente: Elaboración propia. INE,
Comarcalización Agraria.
Rural dominante
Rural significativa
Semirrural significativa
Semirrural débil
Urbana
La tasa de paro en el medio rural de la Región
de Murcia se sitúa en torno al 12%. Desagregando este dato por sexos, se aprecia un mayor porcentaje de mujeres desempleadas (21%) frente al
7% de hombres parados.
659
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
ÁREAS PROTEGIDAS. RED NATURA 2000
Tipo de Áreas
N.º
Sup. (ha)
Áreas
N.º
Paisaje protegido
5
Sup. (ha)
6.571
% Sup. CC.AA.
0,6%
% Sup. CC.AA.
Parque regional
6
49.968
4,4%
1
225
0,0%
12
56.764
5,0%
ZEPA
23
205.772
18,2%
Reserva natural
Total LICs
50
344.911
30,5%
TOTAL
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, 2002.
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, 2002.
LICs. Lugares de Importancia Comunitaria
(Red Natura 2000)
que, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, y
Cabo Cope y Puntas de Calnegre.
Espacios Forestales de Murcia
En Murcia, la cubierta vegetal ha sido fuertemente atacada por la deforestación a causa del
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, 2002.
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS
DE
MURCIA
Prácticamente la totalidad de la superficie de
la Comunidad de la Región de Murcia que ocupa
los espacios naturales protegidos la componen
los parques regionales, entre los que destacan:
Sierra Espuña, Carrascoy y el Valle, Sierra de la
Pila, Salinar y Arenales de San Pedro, Clanblan-
660
Fuente: MIMAM. II Inventario Forestal Nacional, 1986-1996.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
carboneo, la leña y el pastoreo. Los espacios
forestales arbolados, que ocupan el 24% de la
superficie total de la Comunidad, ocupan zonas
muy localizadas, especialmente en el centro y el
oeste, con un cierto predominio de encinas,
quejigos, pinos y sabinas.
Superficies
Sup. (ha)
Mapa grupos LEADER+ y PRODER 2
% Total
Forestal arbolado
102.330
9
Forestal arbolado ralo
166.948
15
Forestal desarbolado
236.503
21
TOTAL
505.781
45
Fuente: MIMAN. II Inventario Forestal Nacional, 1986-1996.
GRUPOS
DE
ACCIÓN LOCAL
En la Región de Murcia se seleccionó un
único grupo LEADER I (1991-1994). El periodo 1994-1999 contó con 4 comarcas, 3 de las
cuales correspondieron a LEADER II, y 1 a
PRODER 1. Para el actual periodo (20002006), son 4 las comarcas LEADER+ seleccionadas, siendo, también, la única comunidad
autónoma de Objetivo 1 que no contempla
PRODER. Por lo que respecta a los aspectos
aglutinantes, los cuatro que la Comisión Euro-
Fuente: DOCE hasta la Decisión de la Comisión 98/506/CE.
pea planteó (“utilización de nuevos conocimientos y tecnologías”, “mejora de la calidad
de vida en las zonas rurales”, “valorización de
productos locales”, “valorización de los recursos naturales y culturales”) han sido los elegidos por los grupos LEADER+, pero con distintas combinaciones entre ellos.
Población Afectada
Programa de
Desarrollo Rural
Superficie
km2
hab. (1)
% s/total
LEADER+
Programa Regional
7.347
244.220
20,39
TOTAL
7.347
244.220
20,39
ZONAS
Fuente: (1) INE. Censo de Población 2001.
Datos Alhama M., Totana, Lorca, Cartagena y Murcia. INE. Padrón 1996.
DESFAVORECIDAS Y DE
MONTAÑA
Las zonas desfavorecidas se sitúan en el nordeste y noroeste de Murcia, que son zonas alejadas del litoral.
661
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
Tipos de zonas desfavorecidas
Zonas con riesgo de desploblamiento.
Zonas de agricultura de montaña.
Zonas parcialmente de agricultura de montaña.
662
4. TENDENCIAS, ESPECIFICIDADES
Y OPORTUNIDADES
AGUA
Y
AGRICULTURA
La agricultura murciana es una de las que
mejor valoriza el agua tanto en términos de
valor de las producciones como de empleo.
La tradición del regadío es muy antigua y a
ello se debe la coexistencia, en la región, de
instalaciones muy diversas en grado de
modernidad.
El agua: de recurso natural a recurso
afectado por el uso de la agricultura
murciana
La Región de Murcia tiene un clima templado-mediterráneo. La disposición de los relieves
Béticos y una situación de abrigo aerológico respecto a la circulación del Oeste, ocasionan un
descenso acusado de las precipitaciones, que,
junto a una elevada insolación, originan que
buena parte del territorio regional sea más bien
árido o semiárido. El resultado es un gran contraste entre los rendimientos de las tierras de
secano y regadío.
En Murcia, la intervención de los grupos
humanos a lo largo de siglos han transformado en régimen afectado los flujos y almacenamientos naturales de agua en un ciclo
hidrológico. Así, el río Segura, uno de los
cursos más regulados de Europa, debía presentar un estiaje acusado en verano y, sin
embargo, su régimen depende más de los
acuerdos de los periodos de tandas de riego
en las Vegas e incluso de la aportación de
unos caudales alóctonos, transferidos de
otras cuencas, que a medidas de carácter
ambiental orientadas a mantener un caudal
ecológico. Así, el régimen del Segura es totalmente distinto aguas arriba del azud de Ojós,
inicio del Postrasvase Tajo-Segura, que aguas
abajo desde 1979.
En los últimos años se riegan en la Región
algo más de 157.300 hectáreas, que vienen a significar el 13,90% del total de la superficie regional, pero de las que procede la mayor parte del
valor de la producción final agraria. La estructura
de la misma refleja que las tres cuartas partes proceden de la agricultura (sobre todo de la especialización hortofrutícola de sus áreas regadas), un
20% de la ganadería y el resto de la pesca (incluida acuicultura) y la actividad forestal.
Ya se ha indicado que la aridez es la nota
característica de la mayor parte del territorio
regional. Los actuales paisajes del agua no serían
posibles sin la aloctonía de los mayores caudales
de la cabecera y los transferidos de otras cuencas
y el conjunto de elementos de almacenamiento y
distribución de agua; sin olvidar tampoco la
intervención humana fundamentada en la “cultura del agua” que se ha desarrollado a lo largo del
tiempo.
663
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
La construcción de los paisajes regados.
De las huertas tradicionales
a los nuevos regadíos
El regadío en la región no es homogéneo,
existiendo una gran variedad de regadíos, bien
debido a su aparición en el tiempo, al origen de
las aguas empleadas, a los cultivos que se dan
en ellos, a las técnicas usadas, etc. Ahora bien,
siempre ha habido un enorme interés animus
regandi, y una amplia cultura de uso del agua,
por la mayor productividad que representa respecto al secano. Se agudiza el ingenio para captar más agua de la disponible de forma natural y
lograr más eficiencia en su uso.
En la región existen espacios ordenados para
riego desde la época romana, como El Prado y el
Román en Jumilla. Los hispano-árabes ampliaron
los sistemas de azudes y acequias en la Huerta de
Murcia, en el Campo de Lorca, en el Valle de
Ricote de la Vega Alta del Segura. El regadío es,
pues, antiguo en estas tierras murcianas, algunas
fuentes y manantiales de aforo o caudal reducido han permitido regar pequeños sectores, contando con algún depósito de acumulación como
en Chuecos (Aguilas), Madroñal en Cieza, etc.
Las de mayor caudal permitían una red de riego
más extensa, y en ocasiones obligaba al “entandamiento” (turno de riego), como las Fuentes del
Marqués en Caravaca o los manantiales de Ucenda (Bullas) para los riegos de Mula.
Para aprovechar los caudales freáticos no
demasiado profundos, se abrieron toda una serie
de pozos verticales y horizontales, e incluso
combinaciones de ambos, caso de “galerías con
lumbreras”. Sobre los pozos verticales se situaban aparatos de elevación de agua, como las
norias de tiro o de sangre y los molinos de arcaduces del Campo de Cartagena, que aprovechan
la fuerza del viento. Pero estas ruedas, especie
664
de cremallera de la que colgaban los canjilones,
no podían extraer el agua muy profunda ni regar
grandes espacios.
En cuanto a los pozos horizontales, sobresalen en la región galerías excavadas, como la
Fuente de Benito en la Sierrra del Oro (Abarán)
la del Caño en la Sierra de la Muela (Alhama de
Murcia). Existen también las zanjas cubiertas de
tipo cimbre, como en Román (Jumilla), y
“qanats” o “galerías con lumbreras”, como en El
Garrobillo, Arejos, Cocón, Cañarete, etc.
A esta combinación de pozos y galerías hay
que unir el papel de las presas subálveas para
captar la circulación subsuperficial de los aluviones de ríos y ramblas, así sucedía con la
Fuente del Oro en el lecho del Guadalentín
(entre la Peña y la Velica) o en Puerto Lumbreras en la Rambla de Nogalte con el complejo de
Caño y Contracaño, una cañería documentada
en 1770 cuyas aguas, en la actualidad, alimentan
los caños para abastecimiento y el lavadero,
mueven cuatro molinos de cubo y finalmente se
emplean en el riego.
La explotación a gran escala de los caudales
freáticos se realiza gracias a las mejoras tecnológicas de las bombas sumergibles que elevan el
agua a decenas de metros de altura, posibilitando la captación de acuíferos profundos.
En la Región de Murcia hay una multiplicidad
de espacios regados, resultado de la combinación de factores físicos y humanos en el tiempo.
Una de las formas de clasificarlos ha considerado la cronología de su puesta en marcha como
áreas regables: las más antiguas han sido denominadas “regadíos tradicionales” y las más
modernas “nuevos regadíos”, tomando como
fecha entre unos y otros el mes de abril de 1953.
La superficie de los cultivos en regadío, es
decir, las 157.362 ha censadas en el año 2000, se
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
distribuía de la siguiente forma: el 6,05% en el
sector del Altiplano, el 6,99% en el Noroeste, el
3,18% en la Cuenca de Mula, el 37,05% en las
Vegas del Segura Alta y Media, el 1,60% en la
Cuenca de Fortuna-Abanilla, el 21,60% en Lorca
y Valle del Guadalentín y el 23,55% en los Campos litorales, sobre todo en el Campo de Cartagena-Mar Menor.
De las 157.362 ha con instalaciones para
riego en la región, sólo una tercera parte corresponde a sectores de regadíos tradicionales, las
dos terceras partes del regadío murciano, son
nuevos regadíos establecidos en la segunda
mitad del siglo XX. Una pequeña parte a partir
de elevaciones de aguas del Segura y sus afluentes, previstas en el Decreto de 25 de abril de
1953, y Orden Ministerial de igual fecha sobre
Ordenación de los riegos del Segura, mediante
los llamados caudales sobrantes tras la regulación. Pero, sobre todo, es en los años sesenta y
setenta cuando se ponen en regadío más de
50.000 ha basadas en la extracción y aprovechamiento de aguas hipogeas, más profundas, de
los acuíferos. La mayor demanda de frutas y hortalizas en estos años y la potenciación de los
mecanismos para exportarlas, sobre todo a la
Europa del Mercado Común, impulsaron la
transformación de antiguos secanos, erial y
monte, y la aparición de auténticos agronegocios
basados en la puesta en explotación de estas tierras y del agua extraída de los acuíferos. Ahora
bien, la irregularidad de las precipitaciones en la
Cuenca del Segura y las graves sequías que suelen afectarla obligaron a tomar en consideración
antiguos proyectos de traída de caudales foráneos. A partir de 1979 llegan las aguas del Tajo
al Segura, una vez culminadas las obras del
Acueducto Tajo-Segura, para redotar regadíos y
establecer más de 30.000 nuevas hectáreas regables, en el Valle del Segura, en la Cuenca de
Mula, en el Valle del Guadalentín y sobre todo
en el Campo de Cartagena-Mar Menor. (Sectores
Oriental y Occidental). Las áreas como el Altiplano de Jumilla-Yecla y los campos litorales de
Mazarrón, Lorca y Aguilas han de continuar, en
sus nuevos regadíos, recurriendo incluso a la
sobreexplotación de los acuíferos, unida a las
aportaciones de reutilizaciones de las aguas de
las EDAR (estaciones depuradoras de aguas residuales) y la desalación de aguas salobres (caso
de las comunidades de regantes de Aguilas o
Mazarrón).
En los últimos años, más de 100.000 ha de
regadíos en la Región de Murcia están cambiando sus sistemas de riego y la mentalidad del
regante. Junto a la iniciativa privada se extiende
el apoyo público, en el marco de una política de
mejora y modernización de los regadíos. Efectivamente, con el objeto de lograr una mayor eficiencia en el uso del agua para riego, se han realizado en la Región de Murcia toda una serie de
planes de mejoras y modernización de regadíos.
En un esfuerzo conjunto de Administraciones y
Comunidades de Regantes, se ha actuado tanto
sobre regadíos tradicionales como sobre nuevos
regadíos. Así, sobresalen la modernización de
regadíos tradicionales como los de Mula, Bullas,
Cehegín; de nuevos regadíos de los años sesenta, como el Aljunzarejo o el Hornillo en el acuífero Ascoy-Sopalmo; y de nuevos regadíos litorales con aplicación de recursos como la desalación, caso de Mazarrón y Águilas.
En la mayor parte de ellos se ha logrado disminuir los consumos de energía, los volúmenes
de agua empleada por planta e incluso el precio
final del metro cúbico de agua. Pero lo más
importante ha sido el cambio a un sistema de
riego según necesidades de la planta (a la
demanda localizada) y a un sistema de gestión
665
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
integral que permite conocer en tiempo real las
demandas y hacer una planificación anual e
individualizada del uso del agua.
Conclusiones
La agricultura de regadío de la Región de
Murcia es altamente competitiva, demandante de
mano de obra en cantidades notables y determinante del asentamiento de la población. Además, entre los agricultores existe una gran cultura del agua. Los regadíos cuentan con las últimas
técnicas y desarrollos tecnológicos aplicados
tanto al riego como a la producción en invernadero, pareja a la extensión de las últimas variedades y gamas de productos que demandan los
mercados. Conviven en ellos frutas y hortalizas,
que tradicionalmente fueron la base de su
agroindustria, junto a las últimas variedades y
mejoras genéticas de su agricultura de ciclo
manipulado que demandan el mercado. Algunas
de las mejoras genéticas manifiestan el interés
por la innovación, por adaptarse a los gustos de
los consumidores y demandas de los mercados:
los híbridos, la obtención de varias cosechas,
como en el caso de la lechuga) acortando los
tiempos de estancia en el bancal, los melocotones “sin pelo” (variedades de nectarina), las uvas
sin semillas (apirenas), etc.
LA EVOLUCIÓN DE LA HORTOFRUTICULTURA:
EXPANSIÓN, ESPECIALIZACIÓN E INTENSIFICACIÓN
DE LAS AGROFACTORÍAS VEGETALES
La agricultura intensiva de especialización
hortofrutícola, como sistema agrario diferenciado, se desarrolla en la Región de Murcia
666
sobre cuatro bases fundamentales: las ventajas
comparativas derivadas del clima y de la dotación de recursos naturales y de factores de
producción, particularmente tierra y trabajo; el
crecimiento y la diversificación de la demanda
de productos alimentarios hortofrutícolas en
los países desarrollados de la Europa Occidental, el proceso de integración económica y
comercial de España en ese ámbito; y, por
último, el desarrollo tecnológico que contribuye a definir un modelo productivo con un alto
grado de complejidad y artificialización, provocando la reestructuración de los procesos
productivos agrícolas y la progresiva integración de las actividades de transformación del
producto agrario –materia prima– en producto alimentario.
Sobre estas bases, la hortofruticultura murciana, ha experimentado un intenso, dinámico y
acumulativo proceso de desarrollo, que se caracteriza por los rasgos siguientes:
1. Especialización productiva, que se traduce
en el predominio absoluto de las orientaciones hortofrutícolas, que alcanzan casi el 60%
de la PFA y más del 80% de la Producción
Vegetal Final (PVF) en el último periodo. Este
proceso muestra, a su vez tres características
fundamentales:
Concentración de la producción en un
reducido número de Orientaciones
Técnicas Económicas (OTE), especialmente hortalizas al aire libre y en cultivo protegido, cítricos y frutales de
hueso, orientaciones que aportan más
del 90% de la producción total de hortofrutícola.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
Concentración y especialización productiva
en el marco de cada OTE (limoneros en
cítricos, melocotonero y albaricoquero en
frutales de hueso, tomate, pimiento y
melón en hortalizas de fruto, lechuga en las
de hoja, brócoli y alcachofa en las de flor).
Todas estas producciones suponen más del
80% de la producción final hortofrutícola.
Intensa reconversión varietal, con predominio de las orientadas a la exportación y
al consumo en fresco, tanto para atender
a los requerimientos de la demanda como
para aprovechar las ventajas de localización en espacios subregionales.
2. Intensificación productiva, que constituye el
fundamento básico del agrosistema cuyo
desarrollo se sustenta, principalmente, en el
aumento constante de las productividades
físicas y económicas. Éstas se producen a través de la especialización y de la incorporación de innovaciones tecnológicas, induciendo y facilitando la intensificación en sus tres
dimensiones fundamentales:
Territorial, basada tanto en el aumento de
la densidad de cultivo como en el de la
capacidad de optimización de los factores
de producción.
Espacial, por medio de la optimización de
las ventajas de localización, especialmente las de carácter climático, a través de la
distribución en el espacio de especies y
variedades con características idóneas.
Temporal, mediante el desarrollo de sistemas productivos basados en la programación predeterminada de ciclos de cultivo
monoespecíficos o con rotaciones que
permiten ampliar, encadenar y desestacionalizar la producción.
3. Proceso de incorporación de tecnología, que
induce un aumento del capital empleado en
las explotaciones a la vez que un cambio
cualitativo caracterizado por el avance desde
tecnologías, o versiones de las mismas, simples y convencionales, hasta otras más complejas y sofisticadas, así como por la paralela
y progresiva integración de diferentes tipos
de tecnología (“paquetes tecnológicos”).
Entre éstos destacan:
Los de base biológica, principalmente el
material vegetal, que constituyen el factor
germinal del sistema por su carácter
determinante de los métodos productivos
y del producto.
Los de riego y nutrición que conforman el
“paquete tecnológico” de la fertirrigación.
Los basados en el control del ciclo climático en cultivos protegidos.
Los de carácter informativo que, con efecto
horizontal, contribuyen a la optimización
del resto de tecnologías implicadas y a la
integración de las mismas en “paquetes tecnológicos” complejos que sustentan formas
avanzadas de agricultura de precisión.
4. Un conjunto de sistemas y métodos organizativos que inducen la reorganización y el
aumento del grado de especificación de los
procesos productivos.
5. Expansión de las superficies, que constituye
la expresión más directa y visible del desarrollo del sistema, formando un binomio
con la intensificación bajo formas específicas
de combinación y grados de intensidad
diversos. Responde a tres requerimientos:
El crecimiento constante de la demanda
de productos hortofrutícolas, en general,
667
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
y de nuevas especies y variedades, en
particular, que generan una continua
demanda de suelo, ya que la sustituibilidad de unas producciones por otras no se
produce de forma directa e inmediata en
los espacios ocupados.
La necesidad de constituir unidades de
producción de dimensión elevada,
imprescindibles para obtener importantes
volúmenes de producción, optimizar y
amortizar las inversiones, así como para
soportar las transformaciones de los procesos productivos y del trabajo, sólo posibles en una escala de dimensión territorial y técnico-económica elevada.
La necesidad de aumentar las capacidad
productiva, impulsada ésta por el incremento de la productividad y la ampliación de las superficies de cultivo.
De esta forma se funden las dos líneas
fundamentales que explican el desarrollo
del sistema: el incremento de los rendimientos y de la productividad, por una
parte, y el de las superficies y de la producción, por otra.
6. Este proceso continuo provoca la aparición
del fenómeno los “nuevos regadíos”, al proyectarse la expansión en los espacios exteriores a las áreas tradicionales. Determinadas
orientaciones productivas, principalmente en
hortícolas, han absorbido casi el 80% de la
expansión territorial en el último periodo.
7. Centralización productiva, tendencia complementaria de las anteriores, que caracteriza la
fase de madurez del sistema, situándose en
su base la necesidad de alcanzar economías
de escala tanto en capacidad de producción
como en inversión en capital fijo y circulan-
668
te. Se han constituido, así, unidades de producción de elevada dimensión territorial y
técnico-económica, y de estructuras empresariales complejas que integran diversas
explotaciones y actividades bajo una unidad
de gestión, lo que les permite desarrollar
estrategias productivas y comerciales unificadas. Su desarrollo es correlativo a la expansión e intensificación y, especialmente, según
la intensidad de las diferentes orientaciones
productivas y sistemas de cultivo. Presenta
dos modalidades: la de empresas mercantiles
con explotaciones propias y gestión centralizada y la de cooperativas que agrupan a
pequeñas y medianas explotaciones bajo una
dirección cada vez más unitaria. En ambos
casos, aparecen integradas las actividades de
transformación del producto agrario en producto alimentario.
8. Integración vertical de las actividades que
comprenden la cadena agroalimentaria: producción agrícola, transformación (manipulación y confección) del producto agrario en
producto (mercado alimentario, comercialización y transporte) bajo una misma unidad
de gestión independientemente de la forma
societaria. Aparece actualmente como el fundamento estratégico del sistema y se produce según un modelo de “crecimiento hacia
delante”, desde la actividad agraria hacia las
de transformación y comercialización, con
tres efectos destacados: permite superar la
tradicional subordinación de la actividad
agraria a las otras actividades; posibilita la
captación de una mayor proporción del valor
añadido por medio de un proceso de escalada o ascenso en la cadena del valor; desplaza hacia delante y hacia arriba, y centraliza la
función de coordinación y dirección en el
almacén de manipulación, en tanto que uni-
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
dad técnica de la empresa en la que se ubica
una tecnoestructura cada vez más compleja
de gerentes, técnicos, administrativos, comerciales, etc., gestores directos de las nuevas
funciones integradas.
9. Extraversión, basada en la especialización
exportadora como característica absolutamente dominante, de forma que el crecimiento y
la estructura de la producción aparece determinada por la demanda en todas sus dimensiones: especies y variedades, modos de producción, productos-mercado, etc., por medio
de sistemas de normas específicas de calidad
y comerciales, tanto de carácter particular de
cada organización comercial como de carácter general, fruto de acuerdos entre ellas,
como en el caso de EUREP-GAP. Esta tendencia genera un conjunto de relaciones articuladas, un sistema en red complejo y un
espacio regional globalizado, por el que discurren mercancías, tecnología, información,
etc., con efectos destacados en cuanto a la
concentración y centralización de las actividades de producción y comercialización, la definición de relaciones cada vez más estables y
especificadas entre sus componentes, la
garantía de la capacidad de respuesta a nuevas demandas y la obtención de ganancias
importantes de productividad derivadas del
aumento de la especificación de las relaciones, del acortamiento de los circuitos comerciales, y de la reducción de los intermediarios
y de los costes de transacción.
10. Asalarización que, como relación social,
deviene en un elemento fundamental del sistema. Éste se desarrolla en relación directa
con las tendencias descritas y genera una elevada demanda de trabajo, con una estructura
determinada por factores, como intensidad,
desestacionalización, etc., que no puede ser
cubierta por una oferta limitada, decreciente
e inadecuada de trabajo familiar. Por tanto,
provoca el desarrollo masivo del trabajo asalariado como fórmula adecuada para responder a los requerimientos estructurales del sistema, traduciéndose en unas tasas de asalarización próximas al 80% en horticultura y al
50% en fruticultura, concentrándose especialmente en las explotaciones hortícolas, con
un promedio del 85%, que se eleva al 99% en
las de titularidad empresarial.
Como resultado de ello, aparecen situaciones
que condicionan el futuro de la hortofruticultura
murciana:
a) La dualización entre la agricultura familiar,
y la empresarial, que se traduce en una
pérdida de competitividad y en la marginación de las explotaciones familiares,
frente a una concentración de la capacidad productiva en las empresariales.
b) La presencia de factores limitantes del
desarrollo del sector: recursos hídricos,
fuerza de trabajo y, especialmente, la
situación de dependencia y subordinación respecto a las grandes organizaciones de distribución.
En este marco, la capacidad de adoptar estrategias sostenibles específicas y adecuadas a las
características del modelo, basadas especialmente en la aplicación del conocimiento a la reestructuración de los sistemas productivos, orientados a reducir el consumo de medios de producción –agua, fertilizantes, agroquímicos, etc.–,
progresos en los sistemas de control y gestión,
etc., en línea con los denominados sistemas de
agricultura de precisión, basados en la tecnología y el conocimiento, se plantea como un objetivo básico.
669
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
EVOLUCIÓN RECIENTE DEL GANADO
EN LA REGIÓN DE MURCIA
Murcia ha sido un área productora tradicional de porcino que mantuvo sus censos
cuando se modernizó el sector en los años
sesenta. Desde entonces ha mantenido su
producción, que se caracteriza por mantener
un equilibrio entre el censo de madres y el de
cebo y por contar con una poderosa industria
cárnica. Existe un déficit en la producción de
piensos, y en la actualidad se enfrenta a problemas medioambientales.
Durante las últimas décadas, el ganado porcino en la Región Murciana ha experimentado
un crecimiento considerable, pasando de las
638.000 cabezas censadas en 1972 a 1.570.031
en 1999 (cuadro 1). Este espectacular crecimiento, especialmente destacado desde 1990, una vez
superado el periodo crítico provocado por la
Peste Porcina Africana, ha sido acompañado de
toda una serie de cambios que han provocado
una reestructuración interna muy importante de
las explotaciones ganaderas porcinas. Como
consecuencia, el número de explotaciones, que
en 1972 eran de 19.103, ha disminuido paulatinamente hasta llegar a 1.641 en 1999. Lo que
expresado en dimensión media significa, pasar
de un promedio de 33 cerdos por explotación
en 1972 a 957 en 1999.
Dentro de las causas que han provocado tan
importante cambio, destaca en primer lugar la
innovación tecnológica en cuanto al capital productivo vivo que ha hecho posible la producción independiente del medio natural, permitiendo aprovechar de un modo eficaz las economías de escala de los ciclos productivos y adoptar con facilidad los nuevos procesos técnicos.
670
EXPLOTACIONES GANADERAS
Y DE CABEZAS DE GANADO PORCINO
PORCINO
Año
N.º de
explotaciones
N.º de
cabezas
Dimensión
media
1972
19.103
638.393
33
1982
9.450
656.512
69
1989
3.879
694.019
179
1999
1.641
1.570.301
957
Fuente: CARM. Consejería de Agricultura.
Existe un número alto de explotaciones llevadas a tiempo parcial, y las granjas cada vez
están más industrializadas. El ganado porcino ha
servido en la región para complementar la actividad agraria, permitiendo completar la ocupación de la mano de obra familiar e incluso la
incorporación de los hijos a la explotación.
El desarrollo del ganado porcino en Murcia
ha evolucionado en paralelo con la desaparición
de la raza “chato murciano” y su sustitución casi
total por el cruce de Landrace y Large-white.
En crecimiento del ganado porcino en la
región ha estado vinculado a la integración vertical, que ha contado con el liderazgo de la industria cárnica, en contraste con lo sucedido en el
resto de España, donde el principal protagonismo
se debe a las empresas fabricantes de piensos.
La evolución entre los años 1995-2001 muestra, al margen de ciertos altibajos, un crecimiento continuado y moderado del número de hembras reproductoras, pilar básico de la explotación ganadera. Este hecho supone una ventaja
importante en contraste con las restantes áreas
productoras, que muestran un déficit muy serio
de madres. Se detecta también una cierta estabilización en cuanto a los cerdos de engorde, y un
moderado incremento en la producción de
lechones.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
CABEZAS
DE GANADO PORCINO
Año
Lechones
C. engorde
Reproductoras
1995
389.172
851.714
159.500
1996
465.603
818.039
195.468
1997
459.794
888.407
185.237
1998
404.118
1.037.984
178.254
1999
321.870
1.028.040
157.932
2000
379.105
1.113.992
189.599
2001
471.254
1.092.122
205.009
Fuente: CARM. Consejería de Agricultura.
También hay que tener en cuenta que la
expansión última de las empresas murcianas de
porcino se ha situado fuera del territorio regional por necesidades de espacios menos congestionados que los tradicionales y, por tanto,
menos conflictivos socialmente y más recomendables sanitariamente.
EVOLUCIÓN
DE LA PRODUCCIÓN DE CARNE DE PORCINO
Años
Toneladas
1993
132.182
1994
131.859
1995
141.163
1996
172.995
1997
184.620
1998
203.486
1999
196.283
Fuente: CARM.
La evolución de la producción de carne, referida a la última década del pasado siglo, indica
un aumento continuado tanto con destino a la
industria como al consumo en fresco. En definitiva, la industria cárnica regional sigue bajo los
signos de una expansión moderada.
Murcia cuenta con una poderosa industria
cárnica, responsable en buena medida de la
dinámica del sector. Entre estas empresas se
encuentra uno de los líderes indiscutibles del
sector cárnico español, se trata de una empresa
que ha optado por crecer a base de ampliar su
base ganadera e industrial, frente a la opción
de comprar firmas de otras grandes empresas,
que tiene un alto nivel de incorporación de
I+D+I y que cuenta con granjas propias, además de integrar e incluso adquirir carne en el
mercado.
Hay además una orla de empresas importante que hacen de este sector otro de los motores
de la economía regional. Cabe citar que esta
industria elabora tanto embutidos tradicionales
como productos cocidos y frescos. Esta industria
tiene una amplia gama y su oferta se amplia continuamente.
De cara a la solución de los problemas
medioambientales, se están intentando varias
soluciones, desde las pruebas de cría de cerdo
en espacios abiertos (producción en “camping”),
a los proyectos de investigación en colaboración
con organismos tales como la Universidad o el
CSIC, además de la deslocalización hacia áreas
con menos densidad.
El porcino de la Región Murciana se abastece, en buena medida, de cebada manchega para
la elaboración de sus piensos, emplea además
subproductos de la huerta y de la industria conservera.
Conclusiones
Murcia cuenta con un sector porcino equilibrado y dinámico, con unos niveles muy altos de
integración vertical.
671
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
El sistema productivo se apoya en una industria cárnica en la que conviven empresas grandes y pequeñas, con amplia gama de productos
finales y capacidad de innovar.
Este sistema es importante para equilibrio de
las explotaciones familiares de la región y proporciona una buena cantidad de empleo en el
medio rural.
El principal problema que debe enfrentar es
el deterioro medioambiental, para lo que ya
tiene diversas propuestas en marcha.
INNOVACIÓN
Y TECNOLOGÍA EN LA PRODUCCIÓN
AGRÍCOLA MURCIANA
Una importante proporción de las producciones agrícolas, a nivel mundial, se producen bajo climas áridos y semiáridos. De
forma general, se puede afirmar que en
estas zonas, las condiciones climáticas de
temperatura, humedad relativa y luz, favorecen e intensifican la productividad de los
cultivos; pero, sus recursos hídricos suelen
ser escasos y de deficiente calidad, y los
suelos poco fértiles o con una intensa tendencia a perder su estructura y, en consecuencia, su fertilidad. Ante este panorama,
la adopción, adaptación e implementación
tecnológicas juegan un importante papel de
cara a aprovechar las ventajas y paliar los
inconvenientes de estas áreas de producción. En este aspecto, la agricultura intensiva del Sureste español es referencia a nivel
mundial en cuanto a tecnificación y manejo
de cultivos.
672
Descripción
La pluviometría media en España es de 684
mm/año, variando desde los más de 2.000 mm,
en extensas áreas del territorio, hasta los 300 mm,
de amplias zonas del Sureste peninsular, y los
menos de 200 mm en algunas partes de las Islas
Canarias. Además, la distribución temporal es
muy poco uniforme, presentando unos máximos
en otoño-invierno y mínimos en verano. Sin
embargo, en menos de dos décadas el grueso de
las instalaciones de riego modernas y de mayor
rentabilidad se han situado en las zonas de mayor
exposición solar y mayor temperatura de la
Península, cambiando la mentalidad tradicional
de estos lugares de desarrollo de la agricultura al
borde o en las cercanías de cursos de agua.
La Cuenca del Segura es la de menor escorrentía a nivel nacional, no alcanzando ni los 50
mm/año, o sea, 20 veces menos que en Galicia, 5
veces menos que la media nacional, y aun 3 veces
inferior a la media de la España seca. El déficit
permanente de agua origina los siguientes efectos:
Infradotación de agua en las tierras de
regadío actuales, con el consiguiente descenso productivo.
Sobreexplotación de acuíferos, con un elevado riesgo de agotamiento y salinización.
Limitación de la ampliación de las tierras
de regadío, y del crecimiento de la agricultura, que en Murcia supone alrededor
del 15% de PIB de forma directa y un porcentaje mucho más elevado de forma
indirecta.
Imposibilidad de mantenimiento de caudales ecológicos que garanticen un adecuado equilibrio de los ecosistemas
medioambientales.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
Además, hay que tener en cuenta la extrema
irregularidad temporal de las precipitaciones,
que lleva a la Cuenca del Segura a padecer prolongadas sequías. A todo esto hay que añadir
que la calidad del agua en la Cuenca del Segura
es muy deficiente, como consecuencia, entre
otras causas, de la sobreexplotación de acuíferos.
La mala calidad de una buena parte de las
aguas disponibles, unida a la escasa garantía de
su suministro, hace que las mejoras técnicas se
centren en las mejoras en las instalaciones para
un mejor manejo de la fertirrigación del cultivo.
Así pues, el objetivo no es la reducción de las
necesidades hídricas por superficie regada, sino
el incremento y la optimización de la productividad de los recursos hídricos disponibles.
Más de la mitad de la superficie de la Región
de Murcia corresponde a tierras de cultivo, de las
cuales casi el 70% es secano y más del 30% regadío. A pesar de constituir poco más del 30% de la
superficie cultivada, las tierras de regadío proporcionan alrededor del 93% de la producción agrícola total, debido, en buena parte, a la elevada
tecnificación de la superficie irrigada. Se estima
que unas 80.000 ha de regadío en la Región de
Murcia, carecen de infraestructuras de uso común
adecuadas para disponer de sistemas de riego de
nueva tecnología. De esta manera, la superficie
potencial máxima de dotación de riego tecnológicamente avanzado, con sistemas de fertirrigación,
asciende a unas 110.000 ha en la actualidad, de las
cuales más del 60% (70.000 ha) ya funcionan así.
La tecnología en la agricultura
intensiva del Sureste español.
Panorámica y evolución
El avance tecnológico no está reñido con el
respeto medioambiental, al contrario, son objeti-
vos compatibles, y como tales deben ser entendidos. Tradicionalmente y por necesidad, el agricultor ha ido innovando y tecnificando sus sistemas
de producción. Esto ha llevado a Murcia a tener
una agricultura notablemente competitiva, capaz
de abrirse paso en los mercados más exigentes,
incluso desbancando a productores dotados tradicionalmente con más medios tecnológicos.
Esta tecnificación e incorporación tecnológica se ha efectuado no sólo en grandes obras
infraestructurales, como los sistemas de modernización y gestión automatizada e informatizada
de los regadíos o las grandes plantas desaladoras promovidas por Comunidades de Regantes.
También, y de manera especial, el agricultor
individual incorpora tecnologías de vanguardia
para uso privado en sus explotaciones agrarias.
Las empresas murcianas fabricantes de tecnología, guiadas por las necesidades de sus
clientes, los agricultores, se vieron en la obligación de aprender de la vanguardia tecnológica
mundial y adaptarla. Esto permitió, en principio,
el aumento de producciones en cantidad y, después, por necesidad del mercado, una mejora de
la calidad. Entendiéndose el término calidad
como el compendio de una serie de parámetros
que han ido variando a lo largo del tiempo y que
son diferentes en función de mercados, productos, etc. En la actualidad el concepto calidad
debe englobar, entre otras cosas, cualidades
organolépticas, sanidad del producto, seguridad
del trabajador que participa en su producción y
respeto medioambiental en sus procesos productivos.
El Sureste peninsular se fue convirtiendo en
el punto neurálgico de la I+D+I de todas las
empresas relacionadas con tecnología y biotecnología agrícola. El motivo es claro: existen países con más tradición en tecnología aplicada a la
673
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
agricultura (Holanda), pero el modelo español
es más fácilmente exportable a todas aquellas
zonas productoras de similares condiciones
agroclimáticas, es decir, la mayor parte de las
zonas productoras mundiales.
Los fabricantes de tecnología agrícola vinculados desde años a la agricultura murciana tienen dos grandes ventajas:
1. La confianza del agricultor que es,
mediante sus necesidades y muchísimas
veces mediante su inventiva, el verdadero impulsor del desarrollo tecnológico.
2. La experiencia acumulada durante años
de mejora tecnológica para paliar los
inconvenientes de nuestra agricultura
(escasez de agua y de malísima calidad,
suelos poco fértiles y difíciles de manejar,
microclimas diversos, etc.).
En el Sureste español, el modo convencional
de incorporación de tecnología a la agricultura,
es decir, el “copia y mejora”, pasa gradualmente
a “observa detalles y adapta”, valiéndose de la
gran experiencia acumulada por los agricultores
sobre cómo cultivar en climas cálidos y con frecuencia en condiciones agroclimáticas adversas.
En los últimos años este modo de funcionar también va empezando a ser insuficiente, y va
cobrando cada vez más relevancia la innovación,
por encima de la incorporación o adaptación
tecnológicas.
El problema asociado al manejo de la escasez y la mala calidad de nuestros recursos hídricos ha sido, sin lugar a dudas, el principal desencadenante del espectacular desarrollo tecnológico sufrido en la agricultura murciana en los
últimos 25 años. De esta forma, y gradualmente,
el Sureste español se convierte en el verdadero
punto de referencia a nivel mundial, de las tec-
674
nologías aplicadas a cultivos de alto rendimiento en zonas de clima templado-cálido (por encima de países como Holanda, Israel o EE.UU.).
Las empresas, para poder competir en un
mercado tan selecto, se ven obligadas a innovar
y crecer técnica y tecnológicamente. Esto lleva a
que este mercado ya es insuficiente para sostener la rentabilidad de muchas empresas, las cuales deben buscar mercados externos, que son
conquistados por firmas murcianas desbancando
a proveedores como Israel, Holanda o EE.UU.,
países que ya buscan y establecen alianzas con
empresas regionales de tecnología agrícola y utilizan el Sureste español como punto de operaciones. Así, ya se conoce la existencia de “Tecnología Española” y otras tecnologías, en las
cuales las empresas murcianas representan un
papel protagonista.
Objetivos y descripción
de las tecnologías en uso
Los avances actuales en Tecnología para Cultivos de Alto Rendimiento buscan los objetivos
siguientes:
Obtención de altas producciones con
rendimientos constantes y de elevada
calidad.
Independencia de factores climáticos
externos para poder adaptarse a las
demandas de las grandes cadenas comerciales.
Máximo aprovechamiento de los recursos
(agua, nutrientes, energía, espacio, etc.).
Control exhaustivo de todas las variables
implicadas en la producción agrícola, de
modo que se pueda optimizar el proceso
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
productivo desde un punto de vista agronómico y económico.
Máximo respeto al medio ambiente como
consecuencia del aprovechamiento de
recursos y control de parámetros antes
mencionados.
Adaptación tecnológica a las características agroclimáticas y de mercado propias
de cada comarca agrícola, e incluso de
cada productor, en cuanto a materiales,
equipos e infraestructura (material vegetal, material de riego, estructuras de invernadero, plásticos, fertilizantes, etc.).
Estos avances se centran fundamentalmente
en implementaciones tecnológicas en fertirrigación, hidroponía, desalación, invernaderos y
control climático, automatización e integración
de sistemas, etc.
Fertirrigación: España es el segundo
país en superficie bajo fertirrigación (unas
450.000 ha), y la Región de Murcia es la
que muestra el mayor porcentaje respecto al total de tierras de regadío.
Desalación: En la actualidad se desalan
en España unos 800.000 m3/día, y se estima que la agricultura es el destino del
30% de total de agua desalada, con un
consumo significativo de unos 80
hm3/año, lo que supone unas 8.500 ha
regadas con agua desalada. En el caso de
la desalación de agua salobre, alrededor
del 50% del volumen generado se destina
a agricultura, mientras que en el caso de
agua de mar, en la actualidad no llega al
1% el volumen destinado a fines agrícolas, aunque se prevé un importante incremento de este valor en un futuro inmediato, ya que están previstas plantas de-
saladoras de agua de mar de grandes
dimensiones mediante ósmosis inversa,
en diferentes lugares, y que dan caudales
hasta hace unos pocos años sólo pensables para sistemas evaporativos. En la
Región de Murcia hay numerosas instalaciones de desalación de aguas salobres
subterráneas, con un potencial productivo de unos 150.000 m3/día, o sea, 40 hm3
anuales. La mayoría de estas plantas se
han construido con la finalidad de salvar
de la sequía cultivos leñosos, fundamentalmente cítricos, es decir, para proporcionar seguridad al agricultor, pero no
como única dotación hídrica del cultivo.
Invernaderos y control climático: La
horticultura de precisión en invernadero
de alta tecnología y totalmente automatizado es ya una realidad entre los agricultores murcianos. En Murcia existen unas
5.500 ha de invernaderos, pero, al contrario que en otras zonas españolas de cultivo bajo invernadero, en los últimos años
un 60-70% de los invernaderos construidos (sobre todo en la comarca agrícola
del Campo de Cartagena) son estructuras
de última generación, tipo multitúnel, y
preparadas para cultivar con un elevado
nivel tecnológico (control climático,
hidroponía, automatización integral de
sistemas, control en estaciones remotas,
automatización de labores culturales,
pleno rendimiento de lucha biológica,
adecuado control de plagas con mínimo
impacto, etc.). En la actualidad se está
produciendo una auténtica revolución en
el control climático y automatización integral de sistemas en invernaderos bajo
clima templado-cálido. La mayor parte de
los invernaderos, a nivel mundial, son
675
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
rudimentarios y con escaso control de su
ambiente. Los países de climas fríos
(Holanda a la cabeza) han ido desarrollando una serie de sistemas que permitan
un control climático exhaustivo de sus
invernaderos, sin los cuales el cultivo
sería inviable. El control ambiental de
éstos pasa por estructuras robustas y
altas, cubiertas de cristal, calefacción (por
agua o aire), humidificación-refrigeración
(extractores, cool-system, fog-system),
pantallas de sombreo y de ahorro energético, aporte de CO2, iluminación artificial, etc. En la actualidad esta tecnología
está siendo adaptada y aplicada a países
de clima más benigno, permitiendo elevadas producciones de productos de alta
calidad. En este tipo de adaptación, las
empresas y productores españoles están
desarrollando un importante papel. También en este punto, merece la pena citar
la elevada tecnología existente en la fabricación de plásticos utilizados como
cubiertas de invernadero. En la actualidad
existen infinidad de combinaciones de
materiales y aditivos que proporcionan la
posibilidad de, prácticamente, tener un
plástico a medida de las necesidades de
cada usuario.
Cultivos sin suelo (hidroponía): La
implantación y progresivo crecimiento
de la superficie bajo hidroponía es un
hecho plenamente constatable y justificado por las ventajas que proporciona.
Las principales razones son la existencia de factores limitantes en el suelo
natural, particularmente salinización,
enfermedades y agotamiento de los
suelos agrícolas; los demostrados incrementos en la producción, calidad y pre-
676
cocidad de las cosechas y la mejor eficiencia energética referida a peso de
cosecha. Incluso en la Región de Murcia, se ofrece como una alternativa válida, y con un importante componente
tecnológico que genera otra serie de
ventajas, ante la inminente prohibición
del bromuro de metilo como desinfectante de suelos.
Desarrollo de la telegestión, automatización integral de sistemas: En realidad, todos lo equipos integrales de fertirrigación (con presencia de ordenador,
lo que supone sobre el 15% de la superficie fertirrigada en la Región de Murcia), actúan bajo telegestión, es decir,
permiten la transferencia de datos entre
dos o más dispositivos. Dicho de otra
forma, los controladores, mediante sensores y actuadores, controlan el proceso, y el resto de funciones pasa al ordenador, que puede, a su vez, telegestionar numerosos equipos/controladores
de diferentes fincas, independientemente de la distancia a la que esté situado el
controlador.
El suelo como recurso limitado
El avance tecnológico mencionado, orientado sobre todo a un manejo racional y exhaustivo de los recursos hídricos, con el objetivo
de aumentar la eficiencia del agua, comporta
una importante presión sobre el suelo, que
deteriora sus propiedades físicas y ocasiona
pérdida de su estructura. La utilización de
maquinaria pesada, el empleo de gran cantidad de mano de obra y el mismo proceso de
riego causan una degradación física del suelo.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
El empleo de aguas con contenidos elevados
de sodio, el, a veces, inadecuado manejo de
fertilizantes y el empleo de desinfectantes originan una degradación química y biológica del
suelo, agravada por el clima (elevadas temperaturas, lluvias torrenciales, etc.), que propicia
los procesos de erosión, mineralización excesiva, salinización, etc.
Tradicionalmente, y aún en la actualidad, los
agricultores han mantenido la estructura del
suelo con grandes aportes de materia orgánica.
Este modo de proceder, por sí solo, ya resulta
insuficiente. El ritmo de degradación de la
estructura del suelo supera al de su regeneración
mediante la materia orgánica aportada. Además,
medioambientalmente, tampoco es defendible el
aporte indiscriminado de materia orgánica al
suelo.
Como referencia mundial en este tipo de sistemas, la agricultura murciana va más avanzada
en todos los aspectos, tanto los positivos como
los negativos. Es decir, la agricultura murciana es
la primera en ser consciente, a escala práctica,
del enorme deterioro que sufren las propiedades
físicas del suelo ante la intensificación de la agricultura, y debe ser la referencia para corregir
estos inconvenientes, y de hecho ya se están
acometiendo y utilizando de forma generalizada
acciones en este sentido.
La innovación en la tecnología agrícola.
Orientación y resumen
No faltan ejemplos de empresas excelentes
que, después de una serie de años funcionado
a buen nivel, dejan de ser tan excelentes; quizá
este hecho venga determinado por la falta de
innovación. El éxito de una empresa hace que
los que toman las decisiones eviten muchas
veces los riesgos, y es prácticamente imposible
calcular el valor de la innovación, tanto para la
propia empresa como en su competitividad. La
innovación no debe parar nunca, se trata de
“renovarse o morir”. En un mercado tan dinámico, la diferenciación de productos es la
única posibilidad que queda, siendo imprescindible darle al consumidor no ya lo que
desea, sino lo que realmente necesita. Esta
necesidad puede estar presente de forma latente, y depende de la pericia, conocimientos y
entendimiento del sector interesado, el dirigirse por el camino acertado. Todo ello asumiendo un importante grado de riesgo (sobre todo
financiero).
En todo este panorama, hay que tener claro
que innovar requiere la colaboración de todos
los eslabones de la cadena: lo que hace que un
eslabón puede ser aplicado por el siguiente y
encajar en su filosofía y estrategia. Llegados a
este punto, la innovación es necesaria, y juegan
un papel fundamental los centros de investigación y experimentación. En la región de Murcia,
ya se empiezan a ver los frutos de estas colaboraciones entre productores, empresas e investigadores, hasta hace poco tiempo, con escasa
interrelación entre ellos.
En definitiva, el sector de la producción agrícola del Sureste español se ha caracterizado y
sigue haciéndolo por ser acusadamente dinámico, innovador, tecnológicamente muy avanzado
y, como consecuencia de todo esto, muy competitivo. Y en la actualidad, ya está logrando que
productores, fabricantes de tecnología e investigadores trabajen en colaboración por el objetivo
de que esto siga siendo así, incluyendo, por
supuesto, el adecuado manejo de los recursos
hídricos y edáficos.
677
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
EL
El sector de Transformados Vegetales
murciano –Conservas Vegetales, Vegetales Congelados, Zumos y Néctares, Encurtidos, etc., que
constituyen la segunda y tercera gama de la alimentación– comprende ochenta empresas cuya
producción representa casi el 15% de la Producción Bruta Industrial y el 45% de la Producción Bruta de la industria agroalimentaria murciana, así como más de la cuarta parte de la producción sectorial española. El Valor Añadido
Bruto (VABcf) generado por el sector alcanza
casi el 7% del total de la industria regional, más
del 33% del de la industria agroalimentaria murciana y más del 23% del total del producido por
el sector a nivel nacional. Además, los 9.000
empleos directos –aparte de un número muy
elevado de empleo indirecto inducido– suponen en torno al 3% del empleo total, el 16% del
empleo industrial y casi el 49% del de la industria agroalimentaria en la Región de Murcia, así
como más del 29% del total del sector a nivel
nacional.
1. La localización, como ventaja comparativa
básica, en relación con dos factores fundamentales: el abastecimiento de materias primas y la disponibilidad de mano de obra en
términos de cantidad, adecuación y costes. El
buen abastecimiento de materia prima explica la génesis y desarrollo del sector. Efectivamente, las frutas y hortalizas representan el
75% de los Consumos Intermedios, suponiendo éstos el 70% de los Costes Totales; así
pues, las materias primas agrarias superan el
50% de los costes totales de esta industria. La
ubicación en áreas de fuerte concentración de
la producción favorece y abarata el suministro regular en cantidad, calidad y plazos. Es
una industria muy exigente en mano de obra,
factor que en la Región muestra dos características principales: alto porcentaje de mujeres
y eventualidad del empleo, determinada ésta
por la estacionalidad en la producción de las
materias primas. Se aprovecha así una fuerza
de trabajo, mayoritariamente femenina,
subempleada y con un coste unitario bajo,
mediante mecanismos que compatibilizan el
trabajo agrario –ayudas familiares– y el trabajo doméstico. Esto condiciona la localización
geográfica de las empresas del sector, que se
inscribe en un triangulo con sus vértices en
los municipios de Murcia, Molina de Segura y
Caravaca. Hasta hace pocos años destacaba la
concentración principal, en torno al 70%, en
el eje Murcia-Molina de Segura; pero procesos de descentralización, relacionados con
requerimientos de suelo industrial, agua, etc.,
así como con el efecto de las sucesivas crisis
generales y sectoriales, han provocado una
redistribución interna en el marco del triangulo mencionado.
En términos generales, el sector se define a
través de las características siguientes:
2. Un elevado nivel de integración intrasectorial e intersectorial que genera econo-
SECTOR DE TRANSFORMADOS VEGETALES
MURCIANO
El sector de transformados de frutas y hortalizas de Murcia, uno de los más importantes
de España, se ha comportado como un verdadero distrito industrial en estrecha vinculación
con las producciones hortofrutícolas de la
región. En la actualidad, la orientación a fresco de las producciones, la difícil competencia
y algunas estrategias erróneas han conducido
al sector a una situación delicada.
678
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
mías de aglomeración y sustenta formas
organizativas propias de un distrito industrial que integra, en primer término, el sector agrario hortofrutícola como proveedor
de materias primas y, en segundo término,
sectores diversos proveedores de bienes de
equipo e intermedios, destacando los de
maquinaria industrial específica, metalgráfica y envases metálicos –subsectores que en
Murcia alcanzan más del 50% de la producción nacional con empresas líderes–, fabricación de envases y embalajes por medio de
la transformación de papel y cartón, de
madera y de plásticos, artes gráficas –etiquetas, etc.–, química industrial, etc. En tercer lugar, la industria demanda servicios de
tipo genérico o específico, destacando entre
estos últimos los suministrados por empresas I+D+I. Por último, hay que destacar un
elevado grado de organización sectorial
basado en dos instituciones relacionadas y
complementarias: la Agrupación de Conserveros de Albacete, Alicante y Murcia, tradicional patronal del sector, y el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva (CTC),
orientado al desarrollo y asesoramiento tecnológico. Destaca, también, una peculiar
fenomenología de división interna de la
producción y del trabajo basada en la segmentación y/o externalización de fases y/o
funciones de los procesos productivos, particularmente de los iniciales y de los más
intensivos en trabajo.
3. Un alto grado de integración con los mercados exteriores basado en una destacada
especialización exportadora. Esto supone el
16% de las exportaciones regionales, con
porcentajes muy elevados en las principales
gamas de producto, orientándose a la UE y
EE.UU.
Durante el último cuarto de siglo las empresas del sector han desarrollado estrategias caracterizadas por:
a) La deslocalización productiva, en un
doble sentido: la reubicación de sus factorías
en localizaciones idóneas en relación con la
disponibilidad de suelo industrial, agua, trabajo, etc., cerrando el periodo de concentración en el área de Molina de Segura/Murcia.
En segundo lugar, en el caso de las de mayor
dimensión y dinámica, situando nuevas plantas de producción en otras áreas –Valle del
Ebro, Andalucía, etc.–, tanto de nueva creación como mediante adquisiciones de
empresas existentes.
b) El aumento de la dimensión de las
empresas y factorías que, tanto en producción bruta como en empleo, triplican la
media nacional del sector. En este caso, junto
con las acciones de expansión extrarregional,
con el objetivo fundamental de alcanzar economías de escala necesarias para aumentar la
competitividad, especialmente en un sector
maduro en el que ésta se produce fundamentalmente vía precios.
c) La diversificación productiva, en una
doble línea. En primer lugar, abriéndose a
nuevas actividades, particularmente las de
Vegetales Congelados y Zumos, Jugos y Néctares, de forma complementaria en muchos
casos a la actividad principal y tradicional de
Conservas Vegetales, incluso, en un caso fallido, a las actividades relacionadas de envases,
embalajes, etc. En segundo lugar, por medio
de una ampliación muy intensa de las gamas
y productos-mercado hasta alcanzar, en algunos casos, decenas de referencias, pretendiendo con ello penetrar en todos los segmentos del mercado y reducir o eliminar el
679
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
carácter estacional de la producción vinculado estrictamente a las campañas agrarias, destacando en este caso especialmente la gama
de naranja-mandarina-satsuma. En casos
específicos, por el contrario, la tendencia es
hacia la especialización productiva en una
gama o línea de producto con carácter tradicional o basada en especies vegetales extrarregionales como la fresa o el champiñón.
d) El incremento de la intensidad tecnológica, basada en la modernización de las líneas
y sistemas de producción con posterior introducción de sistemas de automatización, que
se traduce en un correlativo descenso de la
intensidad del trabajo, reflejándose, junto a la
contención salarial de la pasada decada, en
una drástica reducción de los costes del trabajo, desde un 25% hasta un 13% aproximadamente sobre los costes totales. Asimismo,
en este último periodo, en casos concretos,
por medio de la incorporación de nuevas tecnologías, destacando las de intercambiadores
térmicos y envasado aséptico que, en el caso
de pulpas y cremogenados, permite obtener
niveles de eficiencia y calidad muy elevados.
Este proceso general tiene el efecto correlativo de desviculación parcial del sistema agrario regional, debido a factores como el
aumento de la demanda de materias primas
que no puede ser cubierta por una hortofruticultura murciana que, además, se orienta
destacada y potentemente hacia el consumo
en fresco, como opción más rentable; la búsqueda de materias primas a precios más
bajos que los ofertados por la hortofruticultura regional que, por otra parte, tiende a
abandonar la producción de especies aptas
para la industria; la introducción de nuevas
producciones, como la naranja/mandarina,
champiñón, fresa, etc., que no se producen o
680
lo son en cantidad insuficiente por el sector
agrario murciano.
Ello se traduce en que el sector de transformados vegetales sólo absorbe el 6% de la
producción regional de hortalizas y el 18% de
la de frutas, centrada especialmente en albaricoque, melocotón, ciruela, mandarina, alcachofa y pimiento. Por otra parte, el descenso
de los requerimientos de trabajo y las transformaciones tecnológicas y organizativas en
los procesos productivos provocan asimismo
una desvinculación de los mercados locales
de trabajo, compartidos con la actividad agraria, induciendo una elevación del grado de
profesionalización de los trabajadores.
Pero estas transformaciones encuentran su límite en una serie de factores estructurales que
cuestionan su viabilidad y abocan al sector a
frecuentes crisis, destacando los siguientes:
1. El carácter maduro del sector, especialmente destacado en el caso de las gamas
y productos con dificultades para adaptarse a las nuevas pautas de la demanda
y del consumo, dificultad acentuada por
su especialización dominante en gamas y
líneas de producto tradicionales, en las
que se compite casi exclusivamente vía
precio, lo que coloca a un sector productivo atomizado en situación de neta inferioridad ante un sector de distribución
comercial cada vez mas concentrado y
con un enorme poder de negociación.
2. Especialización en líneas de producción
intensivas en materias primas y con escasa capacidad de generar valor añadido, lo
que implica una intensa dependencia de
las fluctuaciones –en volumen y precio–
de la oferta de este factor, que se acentúa
en los períodos críticos.
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
3. Fracaso de algunas de las estrategias
productivas y comerciales descritas,
como las de deslocalización extrarregional y, especialmente, la intensa diversificación de gamas y líneas de producto,
con un número excesivo por unidad
productiva teniendo en cuenta la dimensión técnico-económica y comercial de
las empresas, lo que indujo a que, de
hecho, ninguna de ellas alcanzara el
liderazgo en ningún producto, especialmente en aquellos con mayor capacidad
de generar valor añadido, excepto casos
particulares de alguna multinacional. Por
el contrario, relativo éxito de las estrategias basadas en la especialización en
productos con cierto nivel de innovación
y valores añadidos.
4. Escaso grado de desarrollo del productomercado, especialmente en cuanto a funciones de mercadotecnia, con un bajo
nivel de gasto en publicidad (en torno al
3% de los costes totales) y de marquismo,
de forma que sólo el 42% de los elaborados se comercializa con marca propia, el
43% con marca de distribuidor y el 15%
con marca blanca.
5. La competencia creciente de otros países,
destacando Grecia, Italia, y Sudáfrica en
elaborados a partir de frutales de hueso y
pepita, destacadamente en el caso de los
de pera, en el que la competencia italiana imposibilita su salida al mercado exterior; la de China en los de champiñón y
mandarina que, en el caso de esta última,
tiende prácticamente a eliminarla de los
mercados exteriores, la producción murciana de mandarina con efectos muy graves debido tanto a la función estabiliza-
dora que representa en la producción,
facilitando la desestacionalización productiva, como por su orientación casi
exclusivamente exportadora. Distinto es
el caso de los elaborados de hortalizas, ya
que, aunque la competencia italiana en
tomate es muy importante, prácticamente
se carece de competidores en elaborados
de alcachofa y pimiento.
Conclusiones
El sector transformador de frutas y hortalizas
ha perdido parte de su importancia, pero, aun
así, sigue siendo muy importante y mantiene
aún ventajas comparativas ligadas a la existencia
de un distrito industrial. Además es fuente de
riqueza y absorbe una gran cantidad de mano de
obra, especialmente femenina.
Sin embargo, la acción concatenada de los
problemas descritos, junto a otros de carácter
particular como las dificultades para asegurar la
gestión y el relevo generacional en las empresas
familiares, se sitúan en la base de las recientes
crisis del sector y explican la permanente inestabilidad característica del mismo.
EROSIÓN, DESERTIFICACIÓN
EN MURCIA
Y AGRICULTURA
La erosión de los suelos agrícolas en las
áreas mediterráneas es uno de los riesgos fundamentales de la agricultura y un grave problema medioambiental. Las nuevas técnicas de cultivo tanto en los regadíos intensivos como en los
secanos, recién roturados, agravan la situación.
681
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
Los paisajes mediterráneos han sufrido procesos de degradación a lo largo de miles de
años, resultando en fuertes procesos erosivos.
En la descripción clásica la deforestación, el
sobrepastoreo, las quemas, el carboneo y la
roturación de tierras han representado las principales fuerzas de origen antrópico asociadas a
estos procesos. El siglo XX ha supuesto un cambio notable de estos aprovechamientos, produciéndose una acusada dualización en el uso del
territorio: mientras que las áreas forestales,
espartales, de matorral y de secano marginal han
ido sufriendo un progresivo abandono de uso y
un descenso notable de la presión humana, una
nueva agricultura se ha ido implantando en las
zonas más favorables con un uso intensivo de
recursos. A causa de las técnicas de transformación de la tierra, es en estos últimos lugares
donde se concentran en la actualidad los procesos erosivos intensos y otras formas de degradación como la salinización.
Los cambios en los usos del territorio se
ponen adecuadamente de manifiesto revisando
la evolución, en la segunda mitad del siglo XX,
en la cuenca del Guadalentín.
Los principales cambios son el descenso de
los secanos herbáceos (SH), fundamentalmente
cebada, que se reducen en más de un 50%,
mientras que los secanos leñosos (SL), básicamente almendro, se duplican, al igual que los
regadíos (RH y RL). Los espartales (ES) sufren
una fuerte regresión, del 50%, y los bosques
(FO) una expansión superior al 100%, mientras
que los matorrales en general aparentan estabilidad.
Aparentemente, la proporción de zonas agrícolas y no agrícolas es estable a lo largo del
periodo de estudio, con aproximadamente un
50% de la superficie para cada grupo. En realidad, se trata de un equilibrio dinámico. Parte del
crecimiento del almendro y los nuevos regadíos
se ha realizado a expensas de la roturación de
matorrales y espartales, generando procesos de
degradación y erosión. Asimismo, muchos secanos han sido abandonados y son clasificados
como marginales, pero presentan diversos tipos
de procesos erosivos por abandono de las labores de conservación. Por último, el gran incremento en la proporción de bosque es, en gran
Gráfico 17. Tasas de cambio medio aparente en distintos
sectores de la Cuenca del Guadalentín
Gráfico 16. Cambios de uso del suelo en la
Cuenca del Guadalentín
cambio medio anual aparente (%)
%
2,0
40
35
1,5
30
25
1,0
20
15
0,5
10
5
Año 1950
682
Año 1996
1978-1987
1956-1987
no
ier
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n
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1956-1978
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O.T.
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Matorrales Espartales Bosques
Ch
Secano
leñosos
Se
Regadíos Regadíos Secano
herbáceos leñosos herbáceos
ca
0,0
0
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
parte, estadístico, ya que se trata de repoblaciones realizadas sobre matorrales y espartales que
no sólo no han sido fructíferas para la implantación de arbolado, sino que han generado nuevos procesos erosivos a causa de las técnicas de
aterrazamiento empleadas.
Una característica notable de los cambios de
uso en la zona, que incide en la formación de
procesos de degradación, es la elevada velocidad con la que se producen, como se pone de
manifiesto en la evolución de la tasa de cambio
aparente de los usos del suelo en siete subcuencas en dos periodos diferentes: se detectan velocidades de cambio de paisaje que podrían suponer un cambio total en un intervalo que oscila
entre 50 y 200 años.
La erosión hídrica es el fenómeno de disgregación y transporte del suelo por la acción del
agua. Su magnitud e intensidad está regulada
por el efecto combinado de diversos factores:
climáticos, litológicos, topográficos y biológicos,
y de la acción del hombre. La relación entre
erosión y agricultura es estrecha Por una parte,
determinados aprovechamientos y prácticas
agrícolas ocasionan erosión, a la vez que la pérdida de suelo puede afectar severamente a los
rendimientos y a la sostenibilidad de los sistemas agrícolas.
La eliminación de la vegetación para la puesta de cultivo deja el suelo desnudo y expuesto a
la acción de los agentes erosivos. Al mismo tiempo se reducen los aportes de materia orgánica al
suelo y se favorece su mineralización mediante
el laboreo. La consecuencia es una drástica
reducción del contenido de materia orgánica en
el suelo que conduce a un deterioro de su
estructura, la disminución de la capacidad de
infiltración, el aumento de las escorrentías
superficiales y la aparición de cárcavas.
Este proceso causa una reducción del espesor de la capa superficial del suelo, lo que en
suelos someros puede ocasionar su práctica
desaparición. La decapitación de estos horizontes superficiales hace aflorar horizontes inferiores más compactos y de menor fertilidad. La disminución de fertilidad producida por el lavado y
pérdida de la materia orgánica y nutrientes del
suelo, y el deterioro de la capacidad de almacenamiento de agua y de la regulación de la humedad son otros de los efectos de la erosión en tierras agrícolas. En conjunto, todos ellos provocan
la disminución de la capacidad productiva de la
tierra. A estos efectos directos se unen otros
efectos indirectos derivados del transporte de los
sedimentos erosionados: contaminación difusa
por transporte de agroquímicos y biocidas, aterramiento de infraestructuras hidráulicas y de
riego, entarquinamiento de cultivos situados en
zonas más deprimidas.
La erosión del suelo en terrenos agrícolas es
un viejo fenómeno en la cuenca del Mediterráneo, sin embargo, su gravedad, tal y como se
expresa en el Anejo IV de la Convención de
Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación, se ha acentuado por la crisis de los sistemas tradicionales de agricultura (sobre todo en
la áreas de secano y de montaña), unida a la
intensificación de otros sistemas agrícolas. Los
datos ofrecidos anteriormente demuestran que
esta dinámica de abandono e intensificación es
muy activa en la región y permite definir los
siguientes escenarios de sistemas agrícolas muy
proclives a sufrir erosión:
Cultivos leñosos de secano. El área ocupada
por este tipo de cultivos (especialmente
almendro y en menor medida olivo) se ha
incrementado notablemente en los últimos
años. Esta expansión se ha realizado sobre
683
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
terrenos montañosos o colinares con fuertes
pendientes, manteniendo una nula presencia
de cubierta vegetal entre las líneas de plantación y sometiendo el terreno a un laboreo frecuente, entre 3 y 5 veces al año. La información que se tiene sobre el efecto final de este
tipo de cultivos sobre la erosión y conservación del suelo es aún incompleta, no obstante,
estudios realizados en la cuenca del Guadalentín demuestran que el laboreo de los campos
de almendro puede provocar una erosión entre
1,6-2,6 mm/año si se realiza según curvas de
nivel, y de 3,6-5,9 mm/año si se hace según
líneas de máxima pendiente.
Cultivos marginales abandonados. En zonas
con fuerte estrés ambiental, sometidas a un largo
período de cultivo, el abandono de las tierras
agrícolas no siempre desencadena una espontánea recolonización vegetal que frene la erosión.
Al contrario, su abandono puede ocasionar un
proceso acusado de degradación. Muchos de
estos terrenos se sitúan en las laderas de las
montañas y mantenían su funcionalidad mediante la construcción de terrazas y bancales. El
abandono de las medidas de conservación de
suelos provoca un desmoronamiento de los
bancales y la aparición de distintas formas de
erosión asociadas (piping y acarcavamiento),
sobre todo en terrenos de litología margosa. Las
tasas de erosión medidas son de las mayores
registradas en la región de Murcia. En 1989 se
midieron tasas de erosión de 22.5 m3/año (equivalente a 35 mm/año) por “piping” en campos
abandonados de la cuenca del río Mula. Un estudio de 46 cárcavas activas en la cuenca del
embalse de Puentes (Lorca) estima que el retroceso medio en cabecera es de 4 m3/año, lo que
extrapolado a toda la cuenca supondría una tasa
media anual de erosión, solo por este fenómeno,
de 1,2 t/ha/año.
684
Sistemas de regadío en laderas. Los nuevos
sistemas de riego por goteo implican muchas
veces el mantenimiento del suelo desnudo entre
las líneas de goteo (calles). Esta práctica origina
una gran pérdida de suelo por erosión cuando
los cultivos se realizan en zonas de pendiente y
sobre litología blanda. Trabajos realizados con
simuladores de lluvia en cultivos de cítricos en
pendiente, sin ninguna práctica de conservación
de suelo, sobre distintos materiales litológicos,
muestran que para una lluvia de 20 minutos de
duración con una intensidad de 30 mm/h, las
pérdidas de suelo son de 0,17 y 0,10 t/ha sobre
margas o sedimentos cuaternarios respectivamente. Si la lluvia simulada es más torrencial,
con intensidad de 50 mm/h, las tasas medidas se
elevan a 0,36 y 0,44 t/ha.
Los datos disponibles no permiten realizar
una cuantificación global de la erosión del suelo
en las zonas agrícolas de la región de Murcia. El
fenómeno es extremadamente variable en el
tiempo y en el espacio y, por otra parte, existen
aún pocas mediciones directas que validen las
estimaciones realizadas mediante la modelización. Según datos indicativos, aparecidos en
1999, la mitad aproximadamente de las zonas
agrícolas de la región presentan bajo riesgo de
erosión, mientras que en la otra mitad los riesgos de pérdida de suelo son de mayor magnitud.
Las pérdidas ligeras se dan en zonas de predominio de regadío, con bajas pendientes y aterrazamiento como prácticas de conservación del
suelo. Destacan el valle del Guadalentín y la
Vega el Segura, donde las prácticas de manejo se
han mantenido, por lo general, inalteradas a lo
largo de los años, siendo aún casi artesanales.
Riesgos de erosión entre 3-6 t/ha/año se corresponden con cultivos de secano, principalmente
latifundios cerealistas en zonas de poca pendiente, donde las prácticas de conservación son
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
Gráfico 18. Porcentaje que ocupan los distintos
intervalos de erosión (t/ha/año) en el total
de la superficie agrícola regional
20-50
1,5%
10-20
13,3%
6-10
5,9%
0-3
56,7%
3-6
22,6%
Alta
Acusado
Moderado
Bajo
dad de la situación, tanto en las áreas de agricultura intensiva modernas como en los secanos.
Incluso las reforestaciones no realizadas en condiciones adecuadas son contraproducentes.
Únicamente se mantienen los cultivos tradicionales.
La agricultura murciana, una de las más competitivas de España, no ha puesto en marcha,
por el momento, medidas para corregir esta
situación.
EL
MERCADO DE TRABAJO
Ninguno o ligero
menores que las anteriores y, por tanto, la erosión se ha ido incrementando. Las zonas con
riesgo de erosión moderado (6-10 t/ha/año)
ocupan una reducida extensión y están muy dispersas por toda la región. Aparecen sobre todo
asociadas a suelos desarrollados a partir de margas. Tasas de pérdidas de suelo acusadas
(10-20 t/ha/año) predominan en zonas con pendientes considerables y donde no existen prácticas de conservación de suelos. Con estas mismas
características y, además, sobre suelos de tipo
Regosol litosólico, desarrollado a partir de filitas,
se dan los riesgos mayores de erosión de todas
las zonas agrícolas de la región (20-50 t/ha/año).
Conclusiones
No se dispone por el momento de una información adecuada sobre el comportamiento de
los suelos y los efectos de la erosión, aunque
estudios parciales ponen de manifiesto la grave-
El desarrollo de un sistema agrario intensivo, basado fundamentalmente en la hortofruticultura, ha generado un aumento de las
necesidades de trabajo y una profunda reestructuración de la composición de este factor
y de su mercado que lo alejan de los modelos
agrarios tradicionales.
Los elementos que han determinado los cambios en el factor trabajo son los siguientes:
El proceso de especialización en orientaciones productivas –especies y variedades– y sistemas de cultivo intensivos en
trabajo.
La intensificación productiva, definida
por la alta intensidad combinada de tecnología, capital y trabajo, con efectos
opuestos sobre la demanda de trabajo:
disminución en unos casos y aumento en
otros.
La expansión de las superficies determina
el incremento de la demanda de trabajo y,
685
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
en combinación con la intensificación,
provoca el aumento del trabajo asalariado.
La centralización productiva que induce
la concentración del trabajo en las unidades de producción de dimensión territorial y técnico económica elevada.
La integración de actividades que genera
una amplia demanda de trabajo asalariado,
especialmente en las de transformación.
Por último, la escasez de trabajadores
autóctonos obliga a la captación de trabajadores foráneos que constituyen el componente mayoritario de la fuerza de trabajo.
Más detalladamente, los cambios se concretan en:
1. Aumento de la demanda de trabajo y, en
aparente contradicción, reducción del
número de activos agrarios, con las características siguientes:
Un destacado aumento, superior al 25%
entre 1982 y 1999, de las unidades de trabajo (UTA) empleadas, con grandes oscilaciones cíclicas, progresivamente acelerado, sobre todo a partir de 1995.
Una importante concentración en las
orientaciones productivas hortofrutícolas,
que superan el 70% del trabajo agrario
total y el 80% del correspondiente al subsector agrícola. Dentro de éste, más del
55% corresponde a la horticultura y más
del 40% a la fruticultura, debido al diferente nivel de intensidad.
Una tendencia progresiva a la concentración en las explotaciones de mayor
dimensión territorial y técnico-económico,
con alta proporción de superficie de rega-
686
dío, especialización hortícola y exportadora y titularidad empresarial que triplican
ampliamente el volumen de trabajo
empleado en el periodo 1982-1999. Tras
ellas, en las explotaciones de mediana
dimensión, titularidad individual y, asimismo, especializadas en cultivos hortofrutícolas para la exportación. Por el contrario,
descenso en las explotaciones de menor
dimensión y/o inferior grado de intensidad productiva, como expresión de la
dualización del sector agrario murciano.
Una tendencia paralela al descenso de la
población activa agraria hasta situarse por
debajo del 10% en 2001, marcada por una
reestructuración interna definida por dos
tendencias divergentes: una importante
reducción de los activos ocupados en las
orientaciones tradicionales extensivas y el
aumento en los de carácter intensivo y la
reducción de las activos familiares frente
al aumento de los asalariados. En su base
se sitúa la intensificación productiva, que,
por medio de la reducción de la estacionalidad, provoca el aumento de la intensidad del trabajo y la reducción del
subempleo propio de los sistemas agrarios tradicionales. Asimismo, el aumento
de la productividad del trabajo propicia la
reducción del número de activos por un
efecto sustitución.
2. Reducción del trabajo familiar y del
número de activos, que se produce de
forma constante desde 1995, con un saldo
negativo en torno a los 25 puntos porcentuales entre 1982 y 1999, con características
como: descenso elevado en las orientaciones
productivas intensivas frente a mantenimiento relativo en las tradicionales extensivas;
correlación negativa con la escala de dimen-
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
sión de las explotaciones, concentrándose en
las de menor dimensión –80% en las inferiores a 5 ha–, en tanto que sólo representa el
5% en las de más de 100 ha y una evolución
dispar en sus dos componentes: descenso
más destacado de las ayudas familiares en
general y más reducido en el caso de titulares. Esto último se explica por la acción del
envejecimiento, que resta oportunidades de
empleo en otros sectores, la capacidad de
resistencia de la pequeña explotación y el
fenómeno de la agricultura a tiempo parcial,
de forma que actualmente sólo aparecen
registrados poco más de 10.000 agricultores a
título principal para más de 80.000 explotaciones censadas.
3. Aumento del trabajo asalariado, que
deviene en un elemento fundamental del sistema en relación con los procesos de especialización, intensificación y centralización
productiva, particularmente en explotaciones de elevada dimensión territorial y técnico-económica y carácter empresarial. Se
registra un crecimiento superior al 120% en
número de UTA entre 1982 y 1999, que se
traduce en un aumento de más de 25 puntos
porcentuales en la tasa de asalarización. Este
incremento, especialmente destacado en el
último decenio, presenta las características
siguientes:
Concentración en las orientaciones hortofrutícolas que agrupan más del 85% del
trabajo asalariado con una distribución
asimétrica entre las hortícolas y las frutícolas del 67% y 33% respectivamente.
Concentración en las explotaciones de
mayor dimensión territorial y técnico-económica, especialmente en las de especialización hortícola, con un promedio del
85% del trabajo total, y en las de titularidad empresarial con mas del 98%. En sentido contrario, las pequeñas explotaciones experimentan una reducción en esta
modalidad de trabajo.
Predominio absoluto de la eventualidad,
como relación social que se adapta perfectamente a las características del sistema, situándose en una proporción media
del 75% a lo largo del periodo. Por su
parte, el trabajo fijo crece en este ultimo
periodo, pero en relación con un cambio
de significación del mismo ya que, la evolución del sistema, implica una mayor
demanda de competencias y trabajo cualificado que es prestado por mano de
obra especializada –técnicos, especialistas, maquinistas, etc.– que adquieren la
categoría de asalariados fijos.
Contrastando con el crecimiento del trabajo asalariado, el número de activos que
lo prestan es netamente inferior tendencialmente, determinado por los factores
siguientes. En primer lugar, debido a la
intensificación productiva –especialmente
en su dimensión temporal– se produce la
reducción de la estacionalidad de las
campañas y de la temporalidad de las
funciones productivas, lo que se traduce
en una elevación del número de jornadas
trabajadas por cada activo asalariado,
implicando una reducción del subempleo. Así pues, un número igual o menor
de trabajadores pueden cumplir un mayor
número de jornadas. En segundo lugar, el
mencionado aumento de la productividad, vía reducción del coeficiente de trabajo directo, supone que un número igual
o menor de trabajadores pueda contribuir
a aumentos de la producción.
687
El Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural
En esta tendencia juegan un papel fundamental la transformación de los procesos productivos y de los modos de organización del trabajo, basados en métodos tayloristas y fordistas,
que se experimentan en los agrosistemas intensivos, con las limitaciones impuestas por las
características propias de los ciclos agrobiológicos, desarrollándose en tres direcciones:
Por medio de formas organizativas especificas, de combinación del trabajo mecánico y manual, ciertas fases estratégicas
del proceso productivo, en las que los
medios mecánicos –tractores, plataformas
móviles, etc.– juegan una función homologable a la de las líneas móviles de producción en los procesos industriales, marcando los ritmos, reduciendo los tiempos
y, en definitiva, acentuando la intensidad
del trabajo.
Por medio de la integración, a través de
métodos compactos de ejecución, de
determinadas funciones/labores que
constituyen una fase del proceso productivo, lo que permite, asimismo, aumentar
la intensidad del trabajo sobre la base de
alcanzar el máximo grado de concentración espacial y temporal en la ejecución
de una función/labor y/o fase productiva
determinada.
De forma complementaria y relacionada
con los anteriores, por medio de una división del trabajo basada en la desagregación y especificación de fases y funciones
del proceso productivo, de forma que las
tareas correspondientes son realizadas por
grupos de trabajo especializados con una
sistemática de itinerarios productivos,
determinados por la secuencia de los
ciclos productivos y por la localización de
688
las explotaciones. Estrategia que sólo es
posible en el marco de empresas con
varias explotaciones de elevada dimensión
y alta capacidad técnica y organizativa.
Por otra parte, la provisión de mano de obra
aparece marcada por sucesivas crisis, derivadas
del desajuste entre oferta y demanda, como
efecto retardado del descenso de los activos en
el inicio de los periodos de expansión productiva, originando una peculiar fenomenología de
rarefacción de la fuerza de trabajo, con elementos asociados como el alza de los salarios. En
todos los casos se resuelven por medio de la
incorporación masiva de trabajadores foráneos
–andaluces en el primer quinquenio de los años
ochenta, marroquíes en el segundo quinquenio
y un conjunto de inmigrantes de múltiples orígenes desde 1995– que constituyen la gran
masa de mano de obra asalariada sustentadora
de la viabilidad del sistema debido a su abundancia, eventualidad, disponibilidad y bajos
salarios. Por el contrario, el trabajo cualificado,
fijo o semifijo, queda reservado a los trabajadores nacionales.
Conclusiones
La asalarización constituye un prerrequisito y
un elemento central sustentador del sistema,
debido a características asociadas como la eventualidad que, por su flexibilidad, permite la
adaptación de la mano de obra a los requerimientos específicos de trabajo generados por el
sistema. De esta forma, no es meramente sustitutiva del trabajo familiar, ya que responde a
demandas y requisitos diferenciados. Por tanto,
este mercado de trabajo se basa en tres elementos fundamentales:
2.ª PARTE: Cap. 4: Análisis individualizado por Comunidades Autónomas
Constitución de una abundante reserva
de trabajo, basada en la llegada de inmigrantes, necesaria para cubrir, tanto la
creciente demanda de trabajo derivada de
la expansión e intensificación productiva
como para asegurar un excedente disponible necesario para cubrir los periodos
álgidos de actividad, típicos de los procesos productivos agrarios.
Estructura y sistema de relaciones laborales con un alto grado de desregulación,
definido a partir de características como
la flexibilidad, la eventualidad y la temporalidad, que contrasta con la tendencia
hacia la desestacionalización inducida por
las características propias del sistema.
Amplia discrecionalidad en la gestión y
control de la mano de obra que facilita
tanto los procesos de intensificación del
trabajo como la contención de la tendencia alcista de los salarios, garantizando el
desarrollo y estabilidad del sistema.
689
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