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TEMA 5. ESTADO LIBERAL II (EVOLUCIÓN)
Apuntes elaborados por María Casaseca, Alumna de Derecho Político 1 en la Universidad de Salamanca el curso 2006/2007.
1. Formulación del Estado liberal ideal en Inglaterra del siglo XIX entorno a tres bases: ­ separación de poderes
– supremacía de la ley
– garantías de los derechos
2. Formulación de los países europeos del siglo XIX: monarquía constitucional (España: desde la derrota de los absolutistas hasta la II República)
3. Crisis del Estado de Derecho (Entreguerras: fascismo y comunismo)
4. Modelo del Estado actual: Estado social y democrático de Derecho
1. ORGANIZACIÓN ESENCIAL DEL ESTADO LIBERAL
Mantiene como organización las características propias del Estado absoluto anterior. El paso del rey absoluto al liberalismo no supone transformación tremenda en la organización política, pero la estructura llamada Estado es exactamente la misma: fuerza suprema asentada en un territorio con un determinado pueblo o ciudadanos (Maquiavelo) Hablamos de una organización jerarquizada y con un solo poder soberano
Lo que cambia es cómo se organiza ese poder supremo y cuáles son los objetivos y valores que inspiran el funcionamiento de ese poder.
La estructura básica de este Estado liberal o Estado de Derecho a partir del siglo XIX, se asienta sobre un triple pilar:
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garantía de los derechos
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división de poderes
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supremacía de la ley
A) GARANTÍA DE DERECHOS
La garantía de derechos se refiere a los derechos teorizados y justificados por Locke y los ius naturalistas. Son los derechos innatos, los connaturales al ser humano como ser humano frente a los derechos estamentales del AR. Ahora los derechos no dependen del estamento al que se pertenezca, sino que son iguales para todos los ciudadanos porque derivan de la propia naturaleza humana (masculina) Las primeras actividades que asumen los revolucionarios siempre incluyen alguna mención o reconocimiento de los derechos naturales del hombre, cuya defensa es la que justifica su propia revolución (visto en la Declaración de Independencia americana y en la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano de Francia de 26 de agosto de 1789)
La primera aspiración del revolucionario liberal burgués es una declaración de derechos. Las declaraciones de derechos son las bases fundamentadoras del régimen liberal, que está al servicio de esos derechos. Las primeras declaraciones son:
1.
Bill of rights de 1689 que la revolución inglesa hace jurar al rey Guillermo de Orange.
2.
Declaración de Independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776)
3.
Declaración de derechos del hombre y del ciudadano de Francia (26 agosto de 1789)
Hablamos de declaración y no de creación. Se declara algo que ya existe: los derechos. Es algo anterior a la sociedad y al Estado, y además es universal, es de todos, es común a todos los hombres independientemente del Estado al que pertenezcan (quedan excluidos los esclavos)
Como toda declaración universal, es más un documento filosófico (una declaración retórica) que un documento jurídico (una declaración normativa) En el caso francés esa declaración requiere un desarrollo jurídico para ser eficaz en la práctica, algo que no ocurre en los países anglosajones.
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Derechos que reconocen los regímenes liberales y las declaraciones: derechos de abstención
Un derecho supone la facultad del sujeto de exigir un dar, un hacer o un no hacer, y los derechos liberales son básicamente derechos de no hacer, derechos de abstención. Consisten en que el Estado se abstenga de intervenir en el libre ejercicio de los mismos. Implica reconocer a todos los ciudadanos una esfera de libre decisión en la cual no se pude interferir por parte del Estado ni, en un principio, por parte del resto de ciudadanos. Por ejemplo, el derecho de propiedad (uso y disfrute exclusivo y absoluto de una cosa) Con un determinado sistema económico (sistema liberal de mercado) el Estado no interviene.
Los derechos de abstención se asientan en la idea fundamental de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Frente a los derechos de abstención estarán los de prestación (derechos de un dar o un hacer)
Todos los seres humanos son iguales, no cabe discriminación entre ellos y a todos hay que tratarlos igual. Por tanto, el principio esencial sobre el cual se fundamenta el Estado de Derecho es la igualdad de todos ante la ley: todos tenemos los mismos derechos y obligaciones porque todos somos iguales. Esta es la gran trampa: que no somos iguales (sexo, condiciones físicas, edad, lugar de nacimiento, enfermedades…) Todos somos seres humanos pero no somos exactamente iguales y por eso no se trata a todos por igual, sino que decir que todos somos iguales es una forma de asegurar la permanencia de las desigualdades.
Todos tenemos los mismos derechos excepto uno: el derecho de participación política. Este es un derecho que sólo se reconoce a determinados sujetos, a los que acreditan una determinada renta (sufragio censitario) porque “el pobre lo es porque es imbécil” Esto quiere decir que si todos somos iguales, todos tenemos las mismas capacidades para progresar en la vida. Si unos triunfan y otros no, es porque unos somos más listos que otros (triunfar en el sentido de vivir de lujo, ganar dinero) Los que no llegan son tontos. Los pobres o bien no tienen las capacidades, o bien no tienen la voluntad. Los ricos son los listos.
Las decisiones importantes de la vida colectiva han de ser tomadas por los listos. Esto, por una parte, recuerda a un engaño por parte de los ricos, y, por otra, al sufragio 3
de capacidades de los liberales. Los que tienen demostrada su capacidad intelectual son los que tienen dinero. El sufragio censitario es por renta, y el sufragio por capacidad es por educación. Es un problema de lo que esa renta demuestra. En las universidades del siglo XVIII estudiaban los ricos, los hijos de los nobles. Los que tienen demostrada su capacidad intelectual son los que tienen dinero. Tenían una educación y, por tanto, triunfaban.
Lo más importante es que la idea de igualdad que está en la base provoca a medio plazo que esto se vaya sustituyendo. Al principio los derechos de participación política son funciones de los ciudadanos Sólo a determinados ciudadanos. Cada vez se irá incorporando más gente a la participación política hasta que deje de ser una función para ser un derecho.
En los ideales liberales está la esencia de la democracia. Cada vez podrá votar más gente. El sistema censitario es el instrumento de la clase burguesa para aprovecharse de los derechos. En 1867 hay una ley de reforma electoral británica (es censitario). En el Reino Unido vota todo propietario de una casa (80% de la población) Si el sufragio es de los propietarios, los votantes son los burgueses al igual que los votados.
El Estado Liberal es el Estado burgués. Los burgueses Estado oligárquico para ellos. Es un Estado que evoluciona porque cada vez se les reconoce a más personas al sufragio hasta 1920 cuando el Estado revienta.
El motor de los cambios del Estado Liberal va a ser la generalización del sufragio. Según aumente el número de votantes, el sistema va a ir cambiando; no es lo mismo gobernar para los ricos que gobernar para todos.
¿Cómo se protegen estos derechos? Se separan las tradiciones anglosajonas de la tradición continental. La declaración francesa que habla de derechos universales hace declaraciones retóricas y filosóficas, pero no jurídicas, es decir, no constituye auténticas normas y para ser aplicadas en la práctica necesitan su desarrollo legislativo. Los derechos fundamentales liberales van a ser verdaderamente efectivos sólo en la medida que sean desarrollados por la ley (expresión de la voluntad general que no tiene límites) No pueden alegarse esos derechos directamente como una norma jurídica; van a ser esos derechos normas pragmáticas, no verdadero derecho.
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En la tradición inglesa y norteamericana no tienen esa ambición universalista. Los derechos son normas vigentes, aquí sí son auténticos derechos y se podrán alegar por todos ante los Tribunales (por ejemplo, la libertad de imprenta o la de expresión). En Inglaterra y en EEUU, desde muy pronto estos derechos son directamente exigibles ante los Tribunales. El que va a determinar en cada caso la extensión de cada derecho va a ser el poder judicial, van a ser los Tribunales (importancia de la jurisprudencia o sentencia). Este es el sistema anglosajón frente al europeo, pues en la Europa continental esta labor de determinación la lleva a cabo el legislador. En Europa esto era muy complicado.
El autor que más sistematizó esta evolución fue George Jellinek elaboró la Teoría de los derechos públicos subjetivos (Sistema de los derechos públicos subjetivos de 1898): formalizó en el ámbito de los derechos fundamentales cómo se podía articular la protección de estos derechos. Ordena el asunto de los derechos para que puedan ser exigibles ante los Tribunales: Teoría de los estatus jurídicos de cada hombre.
Distingue tres estatus o condiciones jurídicas, conjunto de derechos y deberes correspondientes.
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Libertatis: situación jurídica en la que el ciudadano es libre para decidir su propio comportamiento en aquellas esferas de libertad reconocidas en los derechos. Hay situaciones en las que el hombre es libre.
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Civitatis: aquel en el que se reconoce a los ciudadanos el derecho concreto a reclamar ante los Tribunales cualquier lesión a sus derechos naturales causada por otro ciudadano o por el Estado
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Activae civitatis: se reconoce al ciudadano el derecho a participar activamente en la vida política de un país (el sufragio) Los ciudadanos pueden encontrarse en cualquier estatus. Obviamente vamos de menos a más (libertatis, civitatis…)
B) SEPARACIÓN DE PODERES
El segundo de los pilares sobre el que se asienta el Estado liberal es la separación de poderes
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No es exactamente lo mismo que el sistema de contrapesos norteamericano (Check and balance) pero se fundamenta en la misma idea: si separamos el ejercicio del poder y lo situamos en manos distintas va a tender a equilibrarse unos con otros.
La idea del Estado liberal de limitar el poder procede de Locke. Hay tres formas de dividirlo:
Legislativo: poder de aprobar las normas con rango de ley en Asambleas y Parlamentos (parlar) La ley es la expresión de la voluntad de la sociedad. El poder legislativo son dos asambleas representativas y parlamentarias (en un Parlamento sólo se habla) Rousseau dijo que sólo la deliberación pública nos conduce a la voluntad general, pero como no podemos hacerlo entre todos, lo hacemos a través de los representantes. La función de aprobar las leyes siempre va atribuida a un órgano representativo y parlamentario donde se delibera y discute, a veces con agresión.
El eje del sistema liberal es el poder legislativo porque es el órgano representativo (Locke) Representa a la sociedad compuesta por los burgueses (varones ricos) Es el órgano que representa la voluntad de la sociedad a través de la ley, y por tanto ésta es expresión de la sociedad que se alcanza en el Parlamento después de un proceso de discusión pública (Rousseau)
Ejecutivo: consiste en ejecutar las leyes. Tiene una doble tarea:
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Desarrollarlas para hacerlas aplicables
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Aplicarlas
Incluye dos aspectos distintos, pero muy relacionados: función reglamentaria y función ejecutiva en sentido estricto.
Función reglamentaria: consiste en aprobar reglamentos. Los reglamentos son un tipo de norma que está vinculada y sometida a las leyes. Normalmente hay dos tipos de reglamentos: de desarrollo y de organización. Los reglamentos de desarrollo son las normas aprobadas por el Parlamento para complementar la ley en aquello que ésta no prevea. Los reglamentos de organización son las normas para regular la organización administrativa que ha de ejecutar esa ley. Un ejemplo sería el carné por puntos, que como no prevé todo, hay que complementarlo (necesitamos guardias civiles y radares) Las normas complementarias no pueden ser contrarias a las superiores. Es necesario desarrollar la ley pero además crear las estructuras para que la ley se lleve a cabo.
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Función ejecutiva: El poder ejecutivo tiene una función ejecutiva y una función de gobierno (externo e interno), es decir, la función de impulsar, lanzar y fomentar la actuación del resto de poderes, muy singularmente el legislativo y también el judicial. El ejecutivo no puede aprobar leyes ni dictar sentencias, pero sí puede provocarlo. Por ejemplo, el poder ejecutivo debe perseguir el delito porque tiene que hacer cumplir el Código Penal. El poder ejecutivo no puede condenar a nadie. Puede conseguirlo activando la justicia. Ha existido una rama judicial del ejecutivo. En inglés, attorney es ‘abogado’. Sin embargo, en Estados Unidos, el district attorney es el ‘fiscal’; y el attorney general, ‘el fiscal general’ (el equivalente a ministro de Justicia, puesto que no hay secretario de Justicia). Es la rama del ejecutivo encargada de perseguir las infracciones penales. Es una organización jerarquizada porque el Gobierno decide a qué dedica más recursos en la actividad ciudadana (delincuencia, terrorismo, fraude fiscal…) El Gobierno es el que establece las prioridades. El Gobierno orienta. Por ejemplo, un Gobierno que tiene un problema de seguridad ciudadana destinará sus recursos a perseguir la delincuencia ciudadana.
La fiscalía es la rama judicial del ejecutivo, siempre plantea un problema conceptual inevitable. Esto funciona bien menos cuando la fiscalía tiene que perseguir al Gobierno, y por eso hay que buscar soluciones inmediatas, pero que no eliminen el principio general del ejecutivo.
Al poder ejecutivo se le han dado las funciones relacionadas con la política exterior. La función del exterior es de conflicto y requería una dirección unitaria. No podría discutir un Parlamento sobre si empieza una guerra o no, o si envía a las tropas o no. Por tanto esta función pertenece al ejecutivo. La máxima autoridad en las fuerzas armadas (función vinculada al exterior) es la instrucción a las órdenes del ejecutivo. Con las fuerzas armadas hay un problema, que es el referido a la cuestión de la posesión de las armas. Por definición, las Fuerzas Armadas necesitan unidades de dirección (el ejecutivo y no el Parlamento) Una función importante es la del poder judicial con respecto a la política exterior del Estado. Locke habla de esta función como específica, en la cual el ejecutivo a penas debe tener el control del Parlamento. En los siglos XVIII, XIX y XX la función exterior fue de conflicto, alianza, guerra, paz…y por ello requería una dirección unitaria. Esta función correspondía al ejército, y muy vinculada a ella estaba la función de máxima autoridad en la dirección de las fuerzas armadas.
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En los países civilizados, el ejército estaba bajo el mando real del poder ejecutivo. En los países menos civilizados el ejecutivo no tenía un mando real sobre ellos que operaban al margen, y esto no puede ocurrir. El ejército español del siglo XIX es liberal. La palabra liberal no existe hasta 1810, cuando la introduce el castellano.
El poder ejecutivo se puede otorgar a distintos sujetos, por ejemplo, al rey (sistema generalizado en los principios del Estado liberal bajo monarquía constitucional, el rey sería el titular) o a una magistratura electiva (presidencia de la República en una persona elegida para ello), o a un colectivo, a un grupo de personas, en cuyo caso estamos ante un Gobierno directorial, ante un directorio, como el de los Jacobinos) La monarquía se da en casi toda Europa.
Judicial: se ocupa de resolver los conflictos que se plantean en la interpretación de todo el ordenamiento jurídico (leyes y reglamentos). Es un poder absolutamente neutral en el planteamiento original. Resuelve conflictos entre los ciudadanos o entre los ciudadanos y el Estado. Así tendremos diferentes especializaciones del poder judicial según la materia de la que se ocupe (jurisdicciones) El modelo europeo es distinto del anglosajón.
Conflictos entre ciudadanos particulares (jurisdicción civil, excepto en conflictos laborales que sería jurisdicción social)
Conflictos entre los ciudadanos que afectan a delitos y faltas (jurisdicción penal)
Conflictos entre particulares y ámbito laboral (jurisdicción social)
Conflictos entre ciudadanos y Estado (jurisdicción contenciosa y administrativa)
Conflictos entre ciudadanos y militares (jurisdicción militar)
Este es un poder neutral subordinado a la ley. Montesquieu dijo que el juez es la boca que pronuncia las palabras de la ley. Para que el juez sólo esté obligado con la ley tiene que ser libre para decidir, no puede estar condicionado por nada externo que no sea la ley. El juez no puede recibir instrucciones de quien tenga el poder. El juez debe ser independiente, y esta independencia se garantiza:
­ con profesionalización (no puede haber favores dentro de la judicatura) ­ los jueces son inamovibles en su cargo, lo que puede dar lugar a problemas. El juez es el agente más peligroso del Estado: pude decidir sobre la propiedad y la libertad 8
de los individuos. El sistema de control de los jueces no debe permitir que pueda ser ejercido por otros poderes del Estado. Los sistemas de control sobre los jueces tienen que ser independientes del legislativo y del ejecutivo porque si no estarán influidos por el Gobierno del momento. Como no pueden controlarle ni el legislativo ni el judicial, ellos mismos se tienen que autocontrolar a través del sistema de recursos.
Aseguramos que un juez está sometido sólo por la ley a través del sistema de recursos. Por ejemplo, un juez arcaico quiere justificar una violación por el atuendo de la mujer violada: no actúa conforme a la ley pero aseguramos que lo haga recurriendo a la instancia de la organización piramidal del poder judicial. El poder judicial está organizado en forma piramidal en cada una de las jurisdicciones, siendo el Tribunal Supremo el que ocupa el escalafón superior. Si un juez hace algo mal lo corregimos en la siguiente instancia hasta llegar al Tribunal Supremo. Aquí hay jueces con mucha experiencia que acaban por resolver el problema (autocorrección). Toda la pirámide tiene una carrera programada judicialmente de menor a mayor cargo. Los propios jueces se autogobiernan con sus propios servicios de inspección y sus propias sanciones y están igualmente sometidos a las leyes penales. Puede haber jueces conflictivos y para estos casos son los propios jueces los que se autocontrolan: tienen sus propios sistemas de control estando igualmente sometidos a leyes penales.
A diferencia del resto de poderes, el judicial es el único que se autocorrige, pero no por eso es un poder perfecto. No es ideológicamente neutral porque no es una ciencia exacta. El juez es el ser más peligroso del Estado y por todo esto el poder judicial está diseñado para corregirse. No es perfecto, pero a medio y largo plazo llega a una situación justa en el que sí funciona bien. Un ejemplo de una interpretación judicial divergente puede ser la que se da a raíz del ácido bárico que se encuentra en la casa de 9
los islamitas responsables del 11­M y en un piso franco de ETA. La policía conecta el ácido bárico con los dos, pero un superior retira esto del informe. Años después se pide el informe pero ya se ha extraído esa parte. Los peritos oficiales establecen la conexión entre los islamitas radicales y ETA. Las autoridades dicen que se quiten esas observaciones. Para el juez Garzón esto es un caso de manipulación de los informes judiciales de peritos. Para la jueza de Madrid es un caso de manipulación de los informes de los superiores de los peritos. El final de la historia es bueno, aunque lento, por racionalización, porque se autocontrolan.
El poder judicial es conservador. Cuanto más alto se sube, más edad se tiene (más conservador) El mundo del Derecho es muy formalista, muy resistente al cambio, pero no quiere decir que sea políticamente conservador.
C) SUPREMACÍA DE LA LEY
La idea de fondo es la sustitución del gobierno de los hombres (Government by men) por el gobierno de la ley (Government by law) (Harrington) porque el de Derecho será más justo al no ser arbitrario, al no estar sometido a la voluntad cambiante de los seres humanos.
Los liberales dan un paso más al establecer el principio de supremacía de la ley, que será la clave de todo el sistema y donde se encontrará la gran trampa del sistema legal: no es el gobierno del derecho, sino el de la ley, porque ésta confluye dos concepciones esenciales del pensamiento liberal:
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la ley es expresión de la voluntad de la sociedad y de la razón (Locke)
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la ley es expresión de la voluntad general (Rousseau)
Por tanto, en la ley va a confluir la razón intrínseca de todas las cosas, la mejor de las soluciones posibles. Así lo explicaron Rousseau y Locke y así lo aplican los liberales.
Pero hay una trampa. Rousseau no decía exactamente eso. La ley es el resultado de la deliberación de los representantes (Parlamento) que sólo era una determinada parte de la sociedad. La ley, por tanto y por definición, no puede tener ninguna norma superior, igual que tampoco la tenía la voluntad general ni tácitamente las autorizaciones de la sociedad de las que hablaba Locke. 10
Esto lleva aparejado necesariamente cuál es el papel de las constituciones. La idea de las mismas es la limitación del poder. Una constitución es un documento político, filosófico, pragmático, que organiza poderes. Pero no es un documento jurídico, no obliga a nadie (no tiene naturaleza jurídica y por tanto obligatoria) La norma suprema es la ley. La Declaración de Derechos de 1789 es una declaración filosófica y pragmática. La libertad de expresión que garantiza viene asegurada verdadera y jurídicamente en la ley de la imprenta; el derecho de asociación, en la ley de asociaciones; la libertad de reunión, en la ley sobre reuniones. Si queremos saber el contenido de los derechos debemos acudir a la ley concreta que regula ese derecho, y no a la constitución porque no son normas jurídicas en toda la época (excepto de EEUU) Los Parlamentos europeos son la fuerza que asegura los derechos.
Concepto formal de ley: la ley siempre ha venido caracterizada por ser una fuente de Derecho para alcanzar los ideales liberales, particularmente el de igualdad. Es una norma que aprueba el Parlamento, es debatida públicamente. Es una norma abstracta, general, que se aplica de igual manera a todos los ciudadanos. Pero la ley debe cumplir otros requisitos; debe regular determinadas materias, determinados aspectos de la realidad social. La ley debe constar de elementos formales, pero, además, debe constar de elementos materiales o sustanciales.
El concepto material de ley se resume en dos principios:
1. Lo que a todos interesa, por todos ha de ser discutido
2. Cláusula de libertad y propiedad
Estos dos brocardos vienen a decir que la ley se reserva sólo para cuestiones particularmente importantes, no para cuestiones que sólo interesan a una parte de la sociedad. En especial, el objeto habitual de la ley va a ser la propiedad y libertad de los ciudadanos, es decir, la ley va a ser la norma hábil para regular los derechos y libertades de los ciudadanos. Por ejemplo, el principio de legalidad penal (ninguna pena o delito sin previa ley)
El colofón de esto es que el sistema de fuentes del régimen liberal es muy sencillo: es un ordenamiento jurídico que se sitúa en sólo dos estadios: la ley (escalón superior) y el reglamento (escalón inferior)
La ley regula los derechos de los ciudadanos y cuestiones importantes. La aprueba el Parlamento, que es expresión de la voluntad de la sociedad. Lo que hace es 11
asegurar que el Estado o Administración esté plenamente sometido a la voluntad de la sociedad, es decir, a la ley. Nace así un principio esencial en el liberalismo: el de sometimiento de la Administración a la ley en virtud del cual toda actividad del Estado, de la Administración ha de estar expresamente prevista y autorizada por la ley.
El reglamento lo aprueba el ejecutivo y desarrolla, organiza, ordena y completa la ley.
Aplicando este principio a los modelos económicos, la Administración interviene sólo cuando la ley lo permite, cuando es la voluntad de la sociedad censitaria o burguesa.
La supremacía de la ley en el fondo consagra el triunfo de la clase burguesa. En la supremacía es donde está la trampa, el instrumento de la clase burguesa para imponer sus prioridades sobre el Estado.
La clase que hace la revolución la hace en su propio beneficio. El instrumento de asegurar esto es la supremacía de la ley porque la soberanía (Bodino: la soberanía es el poder supremo no sometido a leyes) reside en la nación. Según los burgueses no reside en el pueblo (soberanía popular) sino en la nación (soberanía nacional). La nación para los burgueses es el pueblo con derecho a voto, el conjunto de ciudadanos que tiene derecho a voto, que son la clase burguesa, la riqueza. Ella es la que elige a la Asamblea Nacional y ésta la componen los burgueses. El Parlamento se expresa a través de la ley. Por tanto, la ley deriva del poder soberano, de una determinada clase social (la burguesía) y por ello la ley siempre expresa la voluntad de la burguesía. Por ejemplo, el derecho de huelga en el siglo XIX es la concertación ilegal colectiva para incumplir con el contrato de trabajo.
En las Asambleas parlamentarias va a haber varias tendencias (izquierdas, derechas…) pero en las decimonónicas parlamentarias y representativas del siglo XIX hay un acuerdo de fondo sobre las cuestiones relevantes porque todos los que la componen defienden un mismo tipo de interés: la de la clase burguesa, y, por tanto, la ley sí va a ser el resultado de una discusión pública en la que se llega a acuerdos entre los distintos grupos. Será expresión de la voluntad general de todos los grupos que están en el Parlamento porque en lo básico están de acuerdo. El problema o la debilidad de todo el sistema se encuentra en que en el planteamiento de Locke, Hobbes, Rousseau, 12
Harrington o EEUU hay un elemento de base que este sistema no respeta: la igualdad de los hombres, el sufragio censitario. Si hemos construido la idea de que el poder sólo se justifica bajo el consentimiento de todos los ciudadanos (Hobbes) no es justificable decir que sólo participan en política una parte de los ciudadanos.
Por tanto, la evolución del Estado liberal y su eventual crisis viene provocada por la inserción de cada vez más ciudadanos en la vida política: el sufragio. La progresiva sustitución de la soberanía nacional por la soberanía popular.
El sufragio es la incorporación a la vida política activa de cada vez más ciudadanos. G. Jellinek: cada vez más ciudadanos se encontrarán en el estatus activae civitatis. Es una evolución inevitable para el principio de igualdad innata entre los hombres.
El final de esta evolución será el reconocimiento del sufragio universal. El problema es que cuando llegue este día recuperaremos la homogeneidad entre representantes y representados (votantes burgueses y asamblea burguesa) y con ello romperemos la estabilidad del sistema. Pero antes hay que ver cómo se articula durante el siglo XIX la organización práctica del Estado liberal: la monarquía consitucional.
2. MONARQUÍA CONSTITUCIONAL
En Europa, tras la revolución francesa se produce la Restauración. Consiste en un primer momento en monarquías absolutas (régimen anterior a la revolución) Por ejemplo, la Santa Alianza de Estados absolutistas para asegurar la permanencia de los valores de los monarcas absolutos frente a los valores de la revolución (Cien mil hijos de San Luis para que Fernando VII vuelva al trono)
En Europa es un periodo corto porque una vez los ciudadanos han probado los valores connaturales al Estado burgués (libertad económica) resulta difícil no volver hacia atrás.
La monarquía constitucional será una solución de síntesis entre las viejas monarquías y los nuevos sistemas liberales. Como todas las soluciones de síntesis va a oscilar entre aquellos sistemas que asumen los valores liberales (Reino Unido) y los que esconden tras una apariencia liberal las viejas autocracias (Alemania, España…)
Elementos característicos de la monarquía constitucional
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1. Compartimiento de la soberanía: la soberanía reside en la nación en el sistema liberal puro. En la monarquía constitucional la comparten el Parlamento y el monarca. La fórmula típica de las constituciones decimonónicas es “la soberanía reside en las Cortes con el rey” en la voluntad conjunta del rey y Cortes. La fórmula inglesa será igual (“King in Parliament”) Los actos de soberanía, particularmente la ley requiere el consentimiento del Parlamento y del rey.
Las distintas situaciones articularán cómo plantear esto de distintas formas. El sistema tradicional es la sanción regia de las leyes: para que una ley sea obligatoria debe contar con la sanción (firma) del rey. Si no había sanción, no había ley, la podía vetar. Siempre tenía que haber negociación entre Parlamento y rey. En algunos sistemas se reservaba la iniciativa legislativa (capacidad para empezar a tramitar una ley en el Parlamento) exclusivamente al propio rey. El problema es que la compartición de la soberanía es teórica y prácticamente insostenible porque la soberanía por definición es un poder supremo no sometido a nada y no puede estar en dos sujetos, no puede repartirse en más de un órgano porque entonces no sería supremo. Es una contradicción de términos.
En la práctica, cuando se producen los conflictos entre rey y Cortes, uno de los dos órganos acaba dominando la situación, ejerciendo de facto ese poder supremo o soberano. En unos casos será el rey quien dejará de contar con el Parlamento para actuar (Alfonso XIII y Primo de Rivera, Guillermo y el canciller Bismarck en Alemania…) y así se verá la cara desnuda de la autocracia que se quería esconder (nombrar a un general dictador) En otros casos serán las Cortes las que consigan derrotar al rey (caso de la reina Victoria cuando no es capaz de controlar a los comunes)
2. Separación de poderes peculiar: hay separación y hay poder judicial independiente (logro inmediato) pero se va a asignar el poder ejecutivo al rey. El jefe reinante y gobernante del ejecutivo es el monarca. Él designa a las personas que colaboran en el ejercicio de esa función de gobierno. En algunos países, desde épocas tempranas, esa función de asesorar al rey recae en miembros del Parlamento, concretamente en Inglaterra, que van a constituir el gabinete (lugar donde se reunían los asesores del rey) El rey elegía a los asesores. En el caso inglés se debió al desinterés de los primeros reyes ingleses después de Guillermo de Orange (los Jórges) en el gobierno. 14
Necesitaba una línea directa con el Parlamento. En otros países los miembros del gabinete no eran miembros del Parlamento.
Los miembros del gabinete fueron asumiendo un papel progresivamente. Tradicionalmente el rey es irresponsable e inviolable civil y penalmente, es decir, no tiene responsabilidad jurídica ni política ante ningún órgano. No se le puede condenar por la comisión de un delito. Lo único que se puede hacer es destituirle (“The king can do no wrong”)
Esto tiene el problema de que en un Estado de Derecho gobierne el Derecho, no los hombres, y todos están sometidos al Derecho. El Gobierno y la Administración están sometidos a la ley. Para someter aquí al rey a Derecho con la irresponsabilidad del rey, buscaremos a alguien que actúe como cabeza de turco, buscaremos un sistema que permita que alguien sea responsable en lugar del rey por los actos del rey, y crearemos así la figura del refrendo ministerial. Esto es la firma de un miembro del gabinete (normalmente el ministro o jefe de gobierno) justo al lado de la firma del rey. En virtud de esta firma el ministro se hace responsable civil y penal del acto regio. Esto permite pasar de un sistema autocrático a uno democrático. A partir de ahora un acto del rey no será válido si no están las dos firmas. En la actualidad será la firma del rey.
Otro aspecto de la división de poderes es que además de que el rey es jefe del ejecutivo existe una cláusula de residualidad de poderes a favor del rey. Es un principio en virtud del cual todo poder que no esté expresamente atribuido a ningún órgano será competencia del monarca.
En este sistema la división de poderes es clara:
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Poder judicial: es independiente y no nos interesa
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Poder ejecutivo: la cúspide la ocupa el rey que nombra a un gabinete. Este gabinete tendrá un primus inter pares (uno entre iguales), una persona que sobresale, según el país. En Reino Unido es el primer ministro. El rey cesa al gabinete cuando quiere, y por ello el refrendo es siempre obligatorio. Si un ministro se niega a refrendar un acto del rey, lo expulsan.
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Poder legislativo: compuesto por 1 ó 2 cámaras. En Inglaterra hay dos: la Cámara de los Comunes y la de los Lores. La de los Comunes será elegida por la nación (conjunto de ciudadanos con derecho al voto) y reelegida cada 15
cuatro años. La de los Lores será nobiliaria. Su sistema de elección será diferente en cada país.
3. Carácter evolutivo del régimen liberal
Ejemplos claves de evolución del Estado son el caso alemán (hacia la autocracia) y el caso inglés (hacia el parlamentarismo) Esto funciona hasta fines del siglo XIX
 Caso alemán: enfrentamiento del káiser y el canciller Bismarck (primer ministro o ayudante del rey) contra el Parlamento tras la guerra franco­prusiana de 1870
El rey quería reformar el ejército, pero eran caros y había poco dinero. Bismarck envía al Parlamento un proyecto de ley de presupuesto que supone un aumento de impuestos de los ciudadanos. El Parlamento se niega y el canciller insiste, así que la ley no puede aprobarse porque no cuenta con el consentimiento de ambos. Bismarck, apoyado por los juristas, justifica que cómo no está previsto el supuesto de bloqueo se aplica la cláusula de residualidad de poderes (lo no previsto corresponde al rey) El rey lo aprueba y se sale con la suya. Evoluciona hacia la autocracia que culmina con la IGM.  Caso inglés: el gabinete inglés procedía de las cámaras legislativas (Comunes y Lores) A partir de 1832 y sobre todo en 1867 aumentó el número de ciudadanos que participaban en la vida política. En 1867 tenían derecho al voto todos los propietarios de una casa (sufragio censitario amplio) Además en el Parlamento había grupos políticos bastante definidos (liberales y conservadores) En este siglo se produjo una evolución: a veces las decisiones del rey hacían enfadar a los ciudadanos y con ello a la cámara de los Comunes. Estos no podían hacer nada en principio porque el rey era irresponsable. Acudían entonces al que refrendó el acto del rey (miembro de las dos cámaras) y lo acusaban de traición. Para juzgar a un miembro de las dos cámaras, la baja tiene que acusarlo ante la alta (la Cámara Alta es la más alta instancia jurisdiccional de Inglaterra) A esto se le llama proceso de impeachment. La pena por traición era la guillotina aunque hubo pocos casos. Los ministros huían, se exiliaban a Francia. Los comunes querían la desaparición del ministro. No había juicio. Los ministros descubrieron que bastaba con dimitir para que se acabara la acusación y así ya no hacía falta exiliarse. Cada vez que un ministro perdía una notación en la Cámara baja asumía que no tenía el 16
apoyo de la Corona y entonces dimitía. El rey, para ser miembro de su gobierno sólo podía contar con los parlamentarios que tuvieran el apoyo de las cámaras legislativas. La decisión de quién era miembro era del rey libremente. Gracias al impeachment el rey elegirá sólo a los parlamentarios que tengan la confianza de la cámara baja. Esto es un parlamentarismo. El rey ya no puede elegir libremente a los ministros (antes sólo bastaba la confianza del rey para ser ministro, ahora hace falta una doble confianza: la del rey y la de la cámara baja)
En 1867 se reconoce el derecho de voto a todos los propietarios de una casa. Esto generaliza el sufragio y provoca una tremenda jerarquización de los grupos políticos. Cuando hay muchos votantes el partido tiene que organizarse para intentar ganar las elecciones. En Inglaterra hay varios portavoces parlamentarios. Cuando hay elecciones, el partido que tiene la mayoría en la cámara baja se sabe claramente cuál es. La reina nombrará primer ministro al jefe del partido que más escaños tiene, especialmente si tiene mayoría absoluta en la cámara. La reina nombrará ministros a los que le diga el jefe del partido mayoritario. La reina, por tanto, no tiene capacidad de elección.
En Inglaterra la figura del rey desaparece. La cámara de los Lores pierde importancia progresivamente. El nuevo sistema es entonces:
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Poder judicial independiente
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Poder legislativo en la Cámara Baja elegido por el pueblo cada cuatro años
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Poder ejecutivo designado de verdad por el legislativo y que cesa ante la voluntad del poder legislativo. Es un sistema plenamente democrático donde todos los poderes derivan de los ciudadanos. Al resto de Europa le costó más llegar a esto.
Si la reina se niega (a sancionar leyes, etc.) tiene que exiliarse. El impeachment está vigente en EEUU y en algunos países latinoamericanos. La cámara baja del Congreso de EEUU acusa ante la cámara alta al presidente por la comisión de un delito. Por ejemplo, Bill Clinton, que miente en el marco de una investigación judicial. El juzgar por impeachment es un juicio político, no jurídico. La condena es, pues, política.
En la Monarquía constitucional de estos dos ejemplos el sistema de Estado liberal y monarquía constitucional es de naturaleza evolutiva. El motor en la evolución es la democratización del régimen (sufragio) Con esta evolución se siembra la 17
destrucción del Estado liberal porque supone la introducción en el modelo de los grandes partidos de masas, fuertemente organizados, vinculados a intereses de clase, que no tienen nada en común entre ellos. Por tanto, no existe ninguna identificación entre los representados y las asambleas parlamentarias. La identificación se basaba en que todos los parlamentarios defendían todos los intereses de aquellos a quienes representaban (clase burguesa) Ahora en el Parlamento coexisten grupos políticos que no comparten ni un solo punto de partida. Esto da lugar a Parlamentos absolutamente fragmentados, con multitud de partidos pequeños generalmente sin puntos en común, y se origina por tanto el más absoluto desgobierno. Por ejemplo, Cataluña, que tiene cinco partidos en el Parlamento: derecha y nacionalista español, centro derecha, nacionalista catalán, izquierda catalana y extrema izquierda independiente. Es un sistema inestable. Con Euskadi ocurre lo mismo.
En la III República francesa un gobierno no dura más de tres semanas y un partido nazi se hace con el poder sin llegar siquiera al 25% de los votos.
3. LA CRISIS DEL ESTADO LIBERAL
Como ya hemos dicho, la generalización del sufragio genera la aparición de múltiples partidos políticos: de clase, ideológicos… Se genera un acusado desgobierno: ausencia de mayorías parlamentarias estables.
En esta situación se va a producir un impacto particularmente fuerte: las acíclicas crisis económicas de principios del XX, en particular la del 29. Ya antes el sistema liberal había mostrado una gran debilidad como consecuencia de distintas crisis económicas. La idea de los pensadores liberales era que si dejamos funcionar el libre mercado, la tarta económica será cada vez mayor. Se llegaría a una situación positiva para todas las capas sociales. Hay un fuerte crecimiento económico generado sobre la base de la desigualdad social, hay un gran abismo entre las clases más favorecidas y las más desfavorecidas que pierden su confianza en el sistema liberal.
A principios del siglo XX esto es especialmente nítido en el periodo de entreguerras con la crisis del 29, y esta desigualdad generará un cambio de sistema. 18
El marxismo y el fascismo tienen en común que critican de raíz el sistema liberal. Proponen un cambio en la forma de Estado: de Estado liberal a Estado totalitario o total. Sin embargo, son dos movimientos de raíz ideológica muy diferente:
Marxismo: es básicamente la continuación del pensamiento jurídico de la época. Es la culminación de la justificación del poder durante el siglo XIX. La explicación que ofrece el marxismo del cambio será el resultado de cambios sucesivos en las formas de producción que generan clases sociales distintas que se enfrentan para la defensa de sus propios intereses.
El Estado liberal para el marxismo es una forma de opresión, de tiranía de la clase social triunfante en la revolución (burguesía) sobre el resto de clases sociales. Es la opresión de la clase propietaria frente a la clase trabajadora o proletariado. Hay que hacer por tanto una nueva revolución en la cual el proletariado destruya ese instrumento de opresión y así sustituir a la clase burguesa en la dirección de los asuntos comunitarios.
Este proceso no puede producirse inmediatamente. Eran necesarias varias fases:
1. Una revolución que destruyera el Estado liberal y que instaurara la dictadura del proletariado porque durante las nuevas épocas del sistema que se quería instaurar la burguesía se resistiría a la pérdida de todos los privilegios y haría falta seguir contando con la entidad llamada Estado para vencer todas las resistencias de esa clase burguesa.
2. Alcanzada una sociedad sin clases, el Estado puede ya desaparecer, ya no es necesario y entraríamos en la idílica sociedad comunista.
3. La sociedad comunista es una sociedad sin clases sociales, ni propiedades, ni Estado, porque no sería necesario usar la violencia para nada.
La revolución comunista se quedó siempre en la dictadura del proletariado, no pasó a ser sociedad comunista. Gobernaba la vanguardia del proletariado: el partido comunista
El sistema marxista o comunista elimina todos los derechos liberales porque eran para los burgueses, y crea un Estado total que se inmiscuye en todos los asuntos y es el titular de todos los medios de producción. Cualquier resistencia se considera resistencia 19
contra la revolución del proletariado. (Como dato, 25 millones de soviéticos mueren con la revolución stalinista – identificación del estalinismo con el marxismo­)
Fascismo: tiene una raíz contraria al marxismo (que quiere la igualdad para todos) No tiene una base filosófica fuerte. Es ante todo antiindividualista. Se vincula a planteamientos del irracionalismo. Tiene grandes elementos del pensamiento autoritario o autocrático más tradicional. Mantiene la idea de que unos deben mandar y otros obedecer (superioridad e inferioridad de unos sobre otros) Esto no puede ser un pensamiento racional. Para que triunfen hay que estar muy mal.
Las causas de llegar al fascismo son la derrota bélica, la situación de pobreza exacerbada de los años 30 del siglo XX y el pago de enormes cantidades a potencias exteriores
El fascismo ofrecía un pasado donde todo había sido bueno y al que había que volver. Para volver había que destruir a las personas y a las teorías culpables de habernos llevado a esa degeneración. Los culpables primeros eran los liberales. Después hay otros que la sociedad está dispuesta a creer que son culpables: judíos en Alemania, rojos y ateos en España… Todo aquel que no pertenecía a la raza elegida era culpable, había nacido para obedecer.
El pasado al que quieren volver los italianos es el Imperio romano, la pareja heroica del franquismo son los Reyes Católicos, los alemanes quieren la Sexta dinastía (Sacro Imperio Romano Germánico) Se vuelve al pasado con los métodos del pasado, con el autoritarismo. Nos encontramos con la raza elegida (aria), la Roma Sagrada, la reserva espiritual de Occidente (España) Una comunidad elegida que requiere una guía de organización: un solo partido y una sola guía (Franco, “caudillo por gracia de Dios”). La comunidad está tan unida entre sí que no puede disentir respecto de lo que quiere. No hay diferencia entre el fascismo y el comunismo en la aplicación práctica, pues adoptan los mismos métodos: un Estado totalitario, un partido que controla, supresión de libertades, oposición al régimen es oposición a la raza, dirección de la economía y garantía de la subsistencia de los ciudadanos. Su éxito era conseguir un nivel de vida mínimo que el Estado liberal no conseguía (Cuba, Colombia…) Pero como líneas de pensamiento el fascismo y el comunismo son muy distintos.
Es inaceptable la idea de superioridad de unos sobre otros. El Derecho constitucional parte de la base de que todos somos iguales. Está asumido en razón de 20
sexo y de raza. El problema es que el sentimiento de pertenencia nos haga pensar que somos diferentes a los demás. El problema es cuando hay una lucha ideológica detrás de las palabras nación, patria…es decir, cuando las palabras nación o patria se vinculan al antindividualismo, pues de esta forma se siembra el fascismo de cualquier tipo (por ejemplo el nacional socialista –nazi­) La igualdad tolera muy mal el sufragio nacional. Se opera en términos excluyentes. Un ejemplo es el caso vasco, catalán y español. Para los vascos y los catalanes, serlo es vivir y trabajar en Euskadi o en Cataluña, mientras que ser español es tener nacionalidad española. Hay que tener claro que por el hecho de ser españoles somos todos iguales. Si no, tenemos el problema de sentirnos mejores que los otros y así tener también el derecho a gobernarles. Una cosa es pertenecer a un Estado (Bodino) y otra a una comunidad social, religiosa, a una raza…
El fascismo es derrotado en la IIGM. En España no. 4. EL ESTADO SOCIAL DE DERECHO
En Europa hay tres oleadas de constitucionalismo nuevo:
1. Posguerra
2. Caída de las dictaduras del sur de Europa en los años 70: Portugal, España y Grecia
3. Constitucionalismo del Este a partir de 1989 (Caída del Muro de Berlín)
Tienen en común la instauración de un nuevo modelo de Estado: el Estado social de Derecho. El Estado social de Derecho sustituye al Estado liberal, pero no sobre la base de un cambio radical (como proponían el marxismo y el fascismo) sino que lo sustituye mediante la reelaboración de los contenidos del Estado liberal de Derecho. El proceso se inicia en la época de entreguerras, sobre todo en Alemania (República de Weimar a partir de 1917), pero hay antecedentes:
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Derechos sociales: la primera constitución que reconoce los derechos sociales es la americana de 1917 (México)
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Desde la crisis de 1929 se produce un cambio en la forma de entender la posición del Estado frente a la sociedad, sobre todo por el cambio económico. Se produce porque después de la crisis resulta claro que la única forma de que la economía funcione bien (adecuado, justo y distributivo) es que el Estado intervenga. El Estado liberal se basaba en “laisez faire” (dejar 21
hacer), pero la crisis del 29 demuestra que esto no es cierto: no resuelve los problemas, genera crisis y desigualdad social. El Estado social tiene la capacidad y potencial de conseguir estos efectos negativos Un ejemplo es el de la política del New Deal de Roosevelt para salir de la crisis del 29 y conseguir crecimiento económico. En New Deal o nuevo contrato es una auténtica revolución
En EEUU, los constitucionalistas americanos hablan de varios periodos:
­ República antigua: desde 1867 hasta la Guerra de Secesión (se introducen tres enmiendas en la Constitución de 1787)
­ República media: hasta 1932
­ República moderna: desde 1932 en adelante. Se debe a que Roosevelt gana las elecciones con su programa de New Deal. El Tribunal Supremo declara inconstitucionales las reformas del New Deal porque es el paso del Estado liberal al Estado social. Roosevelt gana las elecciones y el Tribunal Supremo cambia de decisión. El paso de un Estado a otro les costó una elección. A nosotros, una guerra.
Este proceso se ha producido en todas partes. Pasamos de un modelo constitucional liberal a uno social. Con ello no abandonamos o destruimos el Estado liberal de Derecho, sino que lo completamos o reformulamos. Se consigue en dos fases:
1º. Se transforman los valores del Estado liberal en sentido social
2º. Se transforman los tres pilares del Estado liberal
La transformación de los valores liberales
Igualdad. En el Estado liberal era esencial la igualdad, es decir, todos somos iguales ante la ley. Presupone que la ley nos trata a todos de la misma forma. La trampa de este valor liberal está en la presencia de factores externos o la desigualdad natural en las situaciones de partida (no es lo mismo nacer hombre que mujer porque hay una serie de condicionales históricas, sociales e ideológicas que impiden que la mujer tenga las mismas oportunidades que el hombre) El principio de igualdad formal ha de transformarse en un principio de igualdad material o de igualdad en la ley, de tal forma que en ocasiones debamos favorecer con la ley a quienes se encuentran en posiciones de desventaja. El principio de justicia en el Estado social es tratar de forma igual a los iguales y de forma desigual a los desiguales. En el Estado liberal se trata a todos igual.
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Derecho de propiedad. El derecho de propiedad es otro valor esencial. Se trata del uso, disfrute y libre disposición de una cosa sin límites. El derecho de propiedad va a seguir existiendo, pero deja de considerarse un derecho absoluto para estar limitado por su función social, de forma tal que el uso y disfrute de una cosa puede venir regulado por el Estado en función de los efectos que produce en la colectividad. No se puede olvidar la función social que desempeña la propiedad. Un ejemplo serían los efectos negativos de un matadero en la sociedad. Para el Estado liberal el propietario hace lo que quiere. En el Estado social no, hay que tomar medidas.
Libertad. Otro valor es el de la libertad: El Estado liberal no interviene en la vida de los ciudadanos. Estos tienen la capacidad de decisión sobre su propia vida y sobre el sistema para alcanzar su máxima felicidad. Esto implica que los derechos liberales son derechos de observación, que el Estado se abstiene de impedir que alguien se exprese, se eduque…El Estado no matará ni torturará, sino que proveerá de jueces para que tengamos derecho a un juicio justo. El Estado crea desigualdad porque al dejarles capacidad de decisión, dependiendo del nivel social o económico esos derechos no podrán ser ejercidos verdaderamente. Por ejemplo el derecho a la educación no le sirve de nada al proletariado que no puede pagar la educación de sus hijos porque apenas tiene dinero para comer. No hay utilidad para las clases sociales proletarias porque no pueden pagarse el disfrute real o efectivo de los derechos. Los fascistas, por este motivo, no quieren los derechos, pues consideran que son un intento burgués para engañar a los pueblos y disfrutar ellos (los burgueses) de esos derechos.
La construcción que hace el Estado social es parecida a los planteamientos del valor de libertad: los derechos tienen una vertiente de abstención, de libertad del ciudadano. Eso no debe desaparecer, pero el Estado tiene que asumir una política activa de derechos fundamentales, es decir, asumir una política de fomento del disfrute real de los derechos, y para ello no basta con que el poder público se abstenga. En ocasiones deberá abstenerse pero en otra deberá intervenir, actuar para que el ciudadano pueda disfrutar verdaderamente de los derechos. Pasamos así de los derechos de abstención del Estado liberal a los derechos de prestación del Estado social. El Estado debe prestar algo, sus obligaciones no son ya sólo de no hacer, sino que son de hacer y de dar. Todo ello sin eliminar los derecho liberales; sólo los releemos en clave social. El derecho de educación ahora va a ser el derecho a que el Estado nos de educación; el derecho a la 23
vida, que el Estado nos mantenga con vida…Junto a esta transformación de derechos de abstención en derechos de prestación van a aparecer unos nuevos derechos: los derechos sociales.
Seguridad jurídica. La seguridad jurídica es un valor esencial del Estado de Derecho. Es el derecho a que los ciudadanos conozcan el ordenamiento vigente y sepan lo que puede esperar según cual sea su comportamiento. En el Estado social el valor de la seguridad jurídica sigue existiendo, pero además existe la seguridad de vida, que es la obligación de que el Estado nos garantice las condiciones mínimas de vida, la procura existencial. Hablamos de la subsistencia pero también de las condiciones de vida digna (además de las prestaciones económicas, unas prestaciones educativas, médicas…) La lucha contra la pobreza es una tarea del Estado, no de la beneficencia.
Participación política. Este valor era entendido en el Estado liberal como una función. En el Estado social es un derecho de los ciudadanos. La participación no se entiende sólo en términos políticos, sino que se entiende en términos socioeconómicos: participación en la sociedad, en la economía y en la cultura además de en la política. Implica que en España no pueden existir playas privadas o que un monumento de interés artístico sea propiedad del Estado o esté regulado por este, o que los sindicatos puedan participar de forma activa en la gestión de una empresa.
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Participación económica a través de representantes
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Participación social de forma directa
Si hay un cambio en los valores, la estructura del Estado cambia. El Estado social es necesariamente un Estado democrático, con lo cual ha dejado ya de ser oligárquico. No vamos a destruir los principios esenciales del Estado liberal, sino que los vamos a reformular
La transformación de la estructura básica del Estado
1. Separación de poderes: Sigue habiendo tres poderes y aparece uno raro. Predominaba el legislativo, el Parlamento con la supremacía de la ley. A veces era el ejecutivo el que predominaba (autocracia disfrazada)
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El problema que se generó a finales del Estado liberal por la democratización era que se generaban partidos políticos disciplinados que no tenían nada en común, con lo cual había una inestabilidad parlamentaria fuerte. Hay que dar la máxima estabilidad posible a los ejecutivos a los Parlamentos.
Aseguramos la estabilidad de un Partido con el menor número de partidos posibles, es decir, con sistemas bipartidistas, bipartidismos imperfectos o multipartidistas moderados. Esto se asegura regulando el procedimiento de elección, de forma que el resultado de las elecciones sea el que nosotros queremos en cuanto a número de partidos. El sistema que había era representar a los grupos en el Parlamento en función de los votos que tiene (El sistema electoral transforma votos en escaños y son proporcionales. La proporcionalidad tiende a la dispersión) La alternativa a este sistema es el sistema de mayoritarios cuyo principio es “el que gana, gana”, no representa a los ciudadanos. Funciona en los países anglosajones y genera mayorías muy estables, pero no se refleja la sensibilidad social.
Además, en Europa, el ejecutivo lo elegía el Parlamento. Sin mayorías parlamentarias el ejecutivo va a la calle y no puede gobernar. El rey ya ha desaparecido porque hemos avanzado en democracia. Se cambia el sistema electoral para ir a sistemas proporcionales corregidos para asegurar la situación más cercana al bipartidismo: dos o tres partidos en el Parlamento, o bien dos partidos y a muchas distancia todos los demás, como es el caso de España.
Estamos generando partidos muy fuertes y disciplinados (en el sentido de disciplina interna de partido) Pocos partidos (el que se mueva no sale en la foto). El resultado que vamos a tener es de mayorías parlamentarias muy estables y por tanto gobiernos muy estables.
El sistema parlamentario no es el que tiene más votos, sino más escaños, más votos en escaños. No tiene por qué coincidir. No es el que ha ganado las elecciones porque en un sistema parlamentario (en toda Europa) lo que importa es que la mayoría parlamentaria y el ejecutivo piensen igual, con la misma política. Un gobierno que no tiene la mayoría en el Parlamento no puede gobernar políticamente (no jurídicamente)
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Por tanto, ante el problema de la inestabilidad parlamentaria, la respuesta del Estado social es darle mayor estabilidad al ejecutivo, y ello se hace de las siguientes formas:
1) Las dos primeras son las que acabamos de explicar:
­ Un sistema electoral que favorezca a los dos partidos mayoritarios
­ Exigencia de barreras electorales o necesidad de obtener un número mínimo de votos para entrar en el reparto de escaños (3% en España?)
­ Técnicas del parlamentarismo racionalizado, en concreto se facilitará mucho el nombramiento de gobiernos y se dificultará mucho que se pueda cesar al gobierno. Así, una vez nombrado el jefe de gobierno tendremos una gran estabilidad durante los años que dure la legislatura (normalmente cuatro)
En España, para nombrar Presidente del Gobierno basta con la mayoría simple del Congreso (más votos a favor que en contra) Para cesarlo, sin embargo, hace falta necesariamente mayoría absoluta en positivo, es decir, que apoye a otro candidato, por lo cual nunca se está sin gobierno y con ello se garantiza esa estabilidad gubernamental.
2) En segundo lugar, el poder ejecutivo asume multitud de funciones de enorme importancia. El Estado social se compromete a prestar multitud de servicios a los ciudadanos. De esto se encarga la Administración, que depende del ejecutivo del gobierno. Ahora el ejecutivo tiene un enorme poder, ya no es el ejecutivo que se limitaba a aplicar las leyes. Tenemos un ejecutivo estable, de mayoría fuerte y disciplinada.
El poder que predomina en el Estado social es el ejecutivo y no el legislativo del Estado liberal. Predomina el ejecutivo porque tiene la mayoría parlamentaria fuerte y disciplinada, y, si alguien de esa mayoría se mueve, no sale en la foto. El ejecutivo es estable y además tiene enormes funciones.
3) Pero el problema es que en el Estado social las relaciones son más complejas que en el Estado liberal. En el social, donde el ejecutivo asume muchas funciones en Europa, el Parlamento tiene que colaborar activamente con el ejecutivo en el desarrollo de esas funciones. En Europa la fuente de legitimación democrática del ejecutivo pasa necesariamente por el Parlamento. El ejecutivo es elegido por el Parlamento y por ello en el Estado social se produce no tanto una competencia de poderes cuando una cooperación entre poderes con una separación menos estricta entre ellos. Por ejemplo, la 26
política económica es una de las funciones del ejecutivo. El instrumento de política económica es la ley de presupuestos que es aprobada por el Parlamento. El ejecutivo necesita al Parlamento para desarrollar sus funciones, necesita mayoría parlamentaria, por sí solo no puede.
Respecto a esta cooperación de poderes, Bagehot, economista y jurista inglés autor de la Constitución Inglesa de 1867, en la misma fecha formula la siguiente frase: “El traje del Parlamento se sostiene en un cinturón: el cinturón es el ejecutivo y la hebilla el jefe de gobierno” El traje es el Parlamento. El motor (impulsa) es el ejecutivo. El eje (legitima) es el Parlamento
2. La supremacía de la ley:
Es el punto esencial en torno al cual giraba el sistema liberal. En el Estado social dejamos de hablar de la supremacía de la ley, aunque seguiremos hablando de la supremacía del Derecho (Estado social de Derecho), porque la ley ya no será expresión de la voluntad general, de la libre deliberación de todos en el Parlamento, sino que será la expresión de la mayoría parlamentaria que está compuesta por partidos disciplinados, con lo cual todos los miembros del partido votarán lo que diga el partido, y el que se mueva no sale en la foto.
Además, la ley se negocia entre grupos. El Parlamento deja de ser el lugar donde se toman las decisiones para pasar a tomarse en otros sitios (por ejemplo, en reuniones desarrolladas en el Parlamento pero a puerta cerrada) Pero el Parlamento sí que es el lugar de legitimación de esas leyes. La mayoría tiene que justificar su decisión públicamente frente a quienes no están de acuerdo en esa posición, es decir, frente a la oposición gubernamentaria. Esto no es sencillo. Las decisiones impresentables que no puedan defenderse públicamente no se van a tomar.
La ley es la decisión de la mayoría y entonces tiene que dejar de ser suprema (la ley expresaba una homogeneidad de fondo que eran los intereses de los burgueses), es decir, ya no es la expresión de la soberanía ni de la voluntad general. Es más, la ley deja de expresar un consenso social de fondo. La ley expresa la voluntad de una mayoría que se impone sin ningún tipo de piedad a la minoría, y eso puede poner en peligro, y de hecho puso, la estabilidad del sistema.
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Hay leyes que no se pueden cambiar (como la estructura territorial del Estado); tiene que haber un acuerdo social de la inmensa mayoría. No se hace porque la ley es expresión de la mayoría parlamentaria.
En la política constitucional no es cuestión de tener un voto más del consenso, sino de llegar a acuerdos socialmente aceptados de forma mayoritaria. Ahí los partidos que haya tienen que ir juntos. Para que un sistema político o un Estado social funcionen, tiene que haber una serie de cuestiones que sean aceptadas por todos y permita la convivencia de ese grupo social, con independencia de cual sea nuestra ideología. Esto lo hará la constitución, no la ley. La constitución será una norma de mínimos, va a regular las cuestiones básicas para la convivencia estableciendo unos mínimos.
Podemos y debemos criticar si un grupo impide que otros se incorporen a un consenso. Pero la crítica no debe hacernos olvidar que lo importante es que al final estemos de acuerdo. Si una parte de la sociedad no está de acuerdo con el resultado final tenemos un problema.
A partir de la IIGM la constitución asume un papel distinto: intenta expresar esa homogeneidad de fondo, los valores mínimos compartidos que en todo Estado deben estar para garantizar su convivencia.
La norma es esencial para la convivencia pacífica de la sociedad. A partir de la IIGM esta norma es la constitución. Sustituimos, por tanto, la supremacía de la ley por la supremacía de la constitución, y para eso se utiliza una distinción conocida ya en la Revolución Francesa de la que sin embargo no se extrajeron todas las consecuencias que se podían haber sacado. Hablamos de la distinción de Sieyès entre poderes constituyentes y constituidos.
El poder constituyente será el poder soberano con las características de la soberanía (poder supremo no sometido a leyes), sin límites. Va a recaer en el pueblo soberano (en el liberalismo recaía en la nación), luego es soberanía popular. Este poder se expresa en una determinada norma: la constitución
En el constitucionalismo posterior a la IIGM, el poder constituyente pretende alcanzar un acuerdo de mínimos, conseguir que la inmensa mayoría de las fuerzas políticas sociales lleguen a un acuerdo entre aquellos aspectos compartidos de la vida social porque esa es la única forma en que el sistema democrático puede avanzar sin constantes enfrentamientos y sin romper su continuidad. De este modo, el texto se 28
considera pluralista y abierto. Con esto se quiere expresar que todas las fuerzas políticas pueden gobernar bajo o con el mismo texto. Pluralista quiere decir que bajo el mimo texto cabemos casi todos. Para que quepamos todos, el texto tiene que ser suficientemente abierto, tiene que permitir interpretaciones distintas. Por ejemplo, en el Artículo 1.1 de la Constitución Española de 27 de diciembre de 1978 se dice que “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político” La libertad es una idea liberal; la justicia, social progresista; la igualdad, liberal y social, y, el pluralismo político, democrática. Otro ejemplo puede ser el Artículo 15: “Todos tienen derecho a la vida…” ¿quiénes son todos? ¿qué es la vida? Todos caben.
A través de la constitución crea los poderes constituidos, que son los tres viejos poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) más uno nuevo. Estos tres poderes proceden no de un poder superior, no son poderes soberanos sino que son sometidos porque son creados al poder constituyente y a la norma (constitución) Esto quiere decir que la ley ha dejado de ser suprema para estar sometida a la constitución. Pero, ¿cómo aseguramos que los poderes constituidos respetan el texto de la constitución? En Europa continental, gracias a la influencia de Hans Kelsen se crea un nuevo poder que está por encima de los poderes constituidos en la medida en que este poder va a garantizar el respeto a la constitución y lo garantizará frente a los poderes constituidos. Este poder estará también por debajo de la constitución, se encargará de aplicarla y se llamará Tribunal Constitucional, capaz de anular cualquier acto contrario a la constitución realizado por los poderes constituidos. De esta forma la constitución deja de ser un documento político y pasa a ser una norma jurídica, pero no una norma cualquiera, sino una norma jurídica suprema y vinculante para todos los poderes y ciudadanos. Así se produce cada vez una más compleja organización del sistema de fuentes. Esta diversificación es una característica del sistema social.
Pero el problema es ¿quién custodia al que custodia? El Tribunal Constitucional está formado por doce miembros que se eligen por tercios para evitar que predominen mayorías políticas. Su mandato es de nueve años y las sentencias son jurídicas (tienen que tener argumento) En esta construcción hay algo de exotérico: el poder constituyente 29
lo puede todo. Este poder constituyente es el pueblo, por lo tanto, siempre que gobierne el pueblo estamos en un poder constituyente.
Diferencia entre el poder constituido y el poder constituyente: hay que distinguir entre el pueblo actuando como poder constituyente y como poder constituido, actuando como poder políticamente activo o como ciudadano normal. Por ejemplo, el Estatuto de Autonomía de Cataluña es una norma cuasi constitucional porque es importante para la convivencia, y por ellos los ciudadanos hablan, deciden, se implican en esa discusión, presionan a sus partidos, se pronuncian en un referéndum. Sin embargo, la subida del IRPF no afecta a la convivencia y los ciudadanos son pasivos, actúan en situaciones normales.
Cuando no estamos en momentos de discusión sobre la convivencia, el poder constituyente desaparece y nos quedan sólo los poderes constituidos. En esos momentos en que el constituyente está latente es el Tribunal Constitucional el que tratará de defender la obra del constituyente.
Para modificar la constitución habría que reproducir esas discusiones de consenso, se debe requerir el acuerdo generalizado, el acuerdo público. Las constituciones españolas anteriores a la IIGM no valían para las minorías. Si la minoría es permanente, el camino que queda es cambiarla.
EEUU  Tribunal Supremo
Alemania  Tribunal Constitucional
Francia  Tribunal Constitucional
Inglaterra  No hay constitución, no hay garantías
El problema es cuando hay violencia y discriminación
En la supremacía de la ley, la Administración estaba sujeta a la ley: cómo y cuando debía actuar (en el Estado liberal)
En el Estado social esto no puede ocurrir porque interviene de forma generalizada en la sociedad y no puede tener ley ni regulación específica para cada actuación.
En el Estado social se admite la existencia de cierta libertad en las formas de actuar de la Administración en cualquier ámbito. Ahora el principio de sometimiento a 30
la ley va a consistir en la prohibición de la arbitrariedad de la Administración, es decir, evitará que actúe de una forma injusta.
3. La garantía de derechos y libertades
Existen derechos y no desaparecen los del Estado liberal, sino que reinterpretará algunos en clave social y reconocerá nuevos derechos:
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Se garantiza a todo ciudadano y a los no ciudadanos las garantías de unas determinadas condiciones mínimas de vida para que el ciudadano sobreviva, es decir, que si no tienen por sí mismos lo mínimo para vivir, el Estado se lo dará. Con carácter general se tratará de que el Estado intervenga de alguna manera para poder sobrevivir en sentido amplio; no sólo supervivencia física (propia existencia) sino también la supervivencia intelectual y cultural.
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Otro elemento esencial del Estado social será la persecución de la igualdad material entre todos los ciudadanos, la garantía de la misma. La igualdad formal se basaba en que la ley nos trataba a todos por igual. Si todos somos iguales, tenemos que recibir el mismo trato. Pero el problema es que no todos somos iguales porque no tenemos las mismas capacidades, porque las posiciones de partida son desiguales y por ello dar a todos el mismo trato es injusto para el que está en situaciones de partida desfavorables: la mujer, el torpe, el discapacitado…Hay, por tanto, que dar un trato favorable a quienes tengan una situación más desfavorable, y en esto consiste la igualdad material. De esta forma el Estado está obligado, en la medida que pueda, a asegurar unas mismas oportunidades para todos. En ocasiones esto supone un trato que beneficia a unos y perjudica a otros. Esto es la igualdad material.
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Relectura de los viejos derechos liberales en clave social. Por ejemplo, el derecho de propiedad ahora es limitado
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Reconocimiento de derechos sociales. La constitución mexicana de 1917 es la primera que reconoce los derechos sociales. No todas las 31
constituciones los reconocen, pero la constitución española vigente sí. Los derechos sociales son un concepto o categoría difícil. Son un paso más en los derechos liberales, pues para éstos un derecho es la expectativa a un dar, un hacer o un no hacer (establecimiento de varios status del derecho de G. Jellinek) Los derechos los ejerce el ser humano porque son inherentes a la persona, pero los derechos sociales son otra cosa porque su realización no depende de la voluntad del juez, sino de la adopción de políticas que satisfagan intereses colectivos. Son derechos cuya titularidad corresponde al conjunto de los ciudadanos como colectivo, no a una sola persona, y, por tanto, no son normalmente exigibles de forma directa ante los Tribunales. Por ejemplo, el derecho de la vivienda, el derecho al trabajo, el derecho al ocio, a la protección del medio ambiente, a la protección a la infancia o a la familia, a la protección a los consumidores, a la salud, al patrimonio histórico…Son derechos del conjunto de la sociedad, no del individuo. Tienen que llevarse a cabo por los poderes públicos pero no son de dar o hacer. Se realizan de muchas otras formas. En ocasiones, se realizan metiéndolos en un derecho clásico, por ejemplo cuando el derecho a la salud tiene que ver con el derecho a la vida o cuando en el derecho al medio ambiente tengo derecho a una indemnización si hay una intoxicación que me afecte. En otros casos se penalizaría con un impuesto al que contamine el medio ambiente con el fin de que se contamine menos. Sucede lo mismo con el tabaco. Con los derechos sociales se da lugar a la participación de asociación, por tanto, no siempre son derechos. A veces son derechos y a veces son otras cosas. Junto a los tres status de G.Jellinek, algunos autores añaden un cuarto: el status socialis, correspondiente al Estado social. Se le llama status procesalis (status procesal) porque básicamente los derechos sociales son derechos a participar en procesos de adopción de decisiones que normalmente se canaliza a través de asociaciones de defensa de intereses colectivos (consumidores, medio ambiente, infancia…) Las más importantes de estas asociaciones, las que influyen en el proceso 32
de decisión para garantizar los intereses colectivos son los sindicatos (no tienen que ser necesariamente sindicatos de clase)
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