El orden europeo y mundial entre 1870 y 1914

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TEMA 6: EL ORDEN EUROPEO Y MUNDIAL ENTRE
1870 Y 1914.
1. EL ESTADO LIBERAL A FINALES DEL SIGLO XIX.
En el último tercio del siglo XIX, en buena parte de Europa seguían predominando las
monarquías del Antiguo Régimen y sólo algunos países habían accedido a un régimen liberal,
aunque con tendencias moderadas, según los ideales de la alta burguesía y de algunos sectores de la aristocracia terrateniente.
Desde los años setenta hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914), en los Estados liberales europeos se iniciaron procesos de cambio sociopolítico, para ampliar el número
de ciudadanos con derecho a participar en la vida política y conseguir mejoras sociales para
todos los sectores de la población, en el contexto de la Segunda Revolución Industrial, que provocó unas profundas transformaciones sociales y culturales, y facilitó la expansión de la ideología socialista y anarquista entre las clases trabajadoras.
Características de los Estados liberales a finales del siglo XIX:
1. Monarquía constitucional en la mayoría de los países (Reino Unido, Noruega,
Suecia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Luxemburgo e Italia): era una monarquía que se fue convirtiendo en representativa, perdiendo sus funciones ejecutivas, que pasaron a ser competencia
de un gobierno parlamentario. Sólo en Francia y Suiza se consolidó la república.
2. Concentración del poder en un Estado centralista y laico, reduciendo o eliminando
la influencia de la Iglesia.
3. Política económica proteccionista para evitar la competencia de otros Estados.
4. Política social intervencionista: la presión de los sindicatos y el crecimiento de los
partidos socialistas llevaron a los gobiernos liberales a regular las condiciones laborales de los
trabajadores y la educación. El país más avanzado fue la Alemania de Bismarck, creando un
sistema de seguridad social.
5. Aumento del número de electores: exceptuando a Francia, que implantó el sufragio
universal masculino en 1848, el resto lo alcanzó a partir de los años setenta. El sufragio censitario siguió siendo el más común y el sufragio siguió siendo masculino durante todo el siglo XIX y
buena parte del XX.
6. Aparición y consolidación de los partidos políticos y de los grupos de presión
(oligarquías aristocráticas y financieras, militares, etc.).
7. La lucha se establecerá entre la burguesía y el proletariado, que aún no gozaba
de derechos políticos y tenía unas condiciones sociales muy precarias.
2. LOS ESTADOS LIBERALES EUROPEOS.
2.1. FRANCIA.
El golpe de Estado de 1851 y la Constitución de 1852 instauraron el Segundo Imperio bajo la autoridad de Napoleón III:
- Intentó compaginar un Gobierno autoritario y personalista con instituciones democráticas: se mantuvo un Congreso, elegido por sufragio universal masculino,
pero con un papel muy limitado y neutralizado por un Senado dócil y no electivo.
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- La política interior se sustentó en el ejército, que apoyó la idea imperialista,
la burguesía, que depositó sus esperanzas en Napoleón III, y la Iglesia católica, que
fue favorecida por la legislación y la política del emperador.
- Una de las estrategias políticas de Napoleón III consistió en atraerse a la
oposición, sobre todo a los partidos de izquierda y a los republicanos, aunque no consiguió su apoyo total.
- Recurrió al plebiscito personal y fue precursor de la manipulación de la
opinión pública a través de la propaganda, combinando el poder ejecutivo autoritario
con las consultas populares.
- La política económica promovió la industrialización a través del fortalecimiento de la industria del tejido de algodón y de la seda, la construcción de redes ferroviarias y la construcción de canales interoceánicos, como el canal de Suez.
- Contrató al gran urbanista Haussmann para embellecer París y convertirla
en la capital de Europa.
- La política exterior se basó en el fomento del colonialismo (su máximo interés estuvo en Asia), el apoyo al nacionalismo italiano y la política intervencionista
(Gran Bretaña y Francia apoyaron a los turcos en la guerra de Crimea, lo que obligó al
zar Alejandro II a pedir la paz, y la presencia francesa en América se produjo desde que
México obtuvo su independencia en 1821).
Tras la derrota en la guerra contra Prusia, en 1870, le siguió una etapa de inestabilidad, marcada por la caída del II Imperio y la experiencia del movimiento social de la Comuna
de París: un Gobierno popular, que proclamó una República federal de contenido socialista (autogestión de fábricas y talleres), pero que apenas duró tres meses (marzo a mayo de 1871).
El 4 de septiembre de 1870 se instauró la III República, que se caracterizó por la ascensión y caída de numerosos gobiernos de corta vida, y por el comienzo de la aplicación
de algunas reformas políticas y sociales.
La III República terminó siendo el régimen más duradero de la Francia contemporánea y se prolongó hasta 1940, gracias a los siguientes motivos:
- Un parlamento elegido por sufragio universal masculino, con un poder
mucho mayor que el del ejecutivo.
- Las bruscas alternancias en el poder y las graves crisis fueron evitadas
con coaliciones gubernamentales casi constantes: a partir de 1899 incluso algunos
socialistas pasaron a colaborar en los gobiernos “burgueses”.
- Un crecimiento económico muy protegido frente a la competencia.
- Una política imperialista muy activa, tanto en Asia (Indochina) como en África.
- Un nacionalismo extremado y revanchista frente a Alemania.
- Las reformas sociales y la intervención del Estado.
Etapas de la III República:
1. La República conservadora (1871-1875):
Las cámaras estuvieron controladas por los conservadores, monárquicos y defensores del Antiguo Régimen, que bloquearon las reformas republicanas.
Destacó el gobierno de Thiers, vencedor de la Comuna, cuya preocupación más inmediata fue la reorganización del país. Los monárquicos se sintieron traicionados al optar Thiers
6. Orden europeo y mundial entre 1870 y 1914
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por la república como régimen político definitivo y provocaron su sustitución por Mac-Mahon,
militar monárquico legitimista, que tampoco consiguió restaurar la monarquía.
Entre 1874 y 1875 se elaboró la Constitución de la III República, que estuvo vigente
hasta 1940.
2. La República moderada (1876-1899):
Es el periodo de consolidación de la República, en el que se sucedieron varios gobiernos de republicanos moderados y pragmáticos, que representaban a la alta burguesía. Tenían un carácter liberal burgués y, en materia social, su principal preocupación fue la secularización del Estado y la sociedad, y la reforma de la escuela pública.
Principales gobiernos:
- Leon Gambetta.
- Jules Ferry: en 1882 reformó la educación primaria y la convirtió en obligatoria,
gratuita y laica. Además, durante su mandato se expandió el imperio colonial francés,
con un fuerte componente nacionalista, pero su política colonial fue muy criticada y acabó provocando la caída de su gobierno en 1885.
Entre 1885 y 1899 se sucedieron varios gobiernos de corta duración, marcados por
la inestabilidad política y por diferentes escándalos, de entre los que destacó el “affaire
Dreyfus”: surgió en 1894, debido al descubrimiento de un caso de espionaje en la sede del Estado Mayor del ejército francés. Se culpó de ello al capitán Dreyfus, un oficial de origen judío
que se declaró inocente. En 1898 se descubrió al verdadero culpable, pero Dreyfus, que había
sido encarcelado en 1895, no fue liberado hasta 1906.
3. La República radical (1899-1914):
En 1899 accedieron al poder los republicanos radicales, que representaban los intereses de la pequeña burguesía, y los socialistas, que defendían los intereses de los obreros:
- Sus objetivos fueron incentivar la intervención del Estado en materia social y asegurar las libertades públicas e individuales, y se esforzaron en profundizar
el carácter republicano de Francia.
- Se agravó el enfrentamiento con la Iglesia: se suprimieron las órdenes religiosas, los conventos y los colegios religiosos, en 1905 se promulgó una ley que aseguraba la total separación entre Iglesia y Estado, y se produjo la ruptura con el Vaticano.
- Aumentó la agitación social y creció la influencia de los sindicatos: en
1900 se consiguió reducir la jornada laboral a 10 horas, pero sólo en los talleres donde
trabajaban mujeres y niños, y en 1906 se logró que se concediera un día de descanso
semanal a los trabajadores. La jornada laboral de 8 horas no se conseguiría en Francia
hasta 1919.
En este periodo se pueden destacar dos etapas: la de los “ministerios largos” (Rousseau,
Combes y Clemenceau) y la de los “ministerios cortos” (Briand, Caillaux y Poincaré).
2.2. REINO UNIDO.
Características del sistema político británico:
1. Monarquía parlamentaria: desde la revolución del siglo XVII, un parlamento
permanente limitaba los poderes de la corona, que con la denominación de Reino Unido
reunía bajo su soberanía a Inglaterra, Escocia e Irlanda.
2. Sufragio censitario hasta después de la Primera Guerra Mundial.
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3. Sistema bipartidista: regulaba la vida política con la alternancia de dos partidos en el gobierno, los whigs o liberales (más cercanos a los grupos urbanos y a las iglesias protestantes minoritarias), cuya figura más importante fue William Gladstone, y los
tories o conservadores (representaban a la Iglesia estatal y a los propietarios rurales),
con Benjamin Disraeli.
La reina Victoria ocupó el trono durante la llamada Era Victoriana (1837-1901), un
periodo de expansión, estabilidad política, prosperidad económica, reformas electorales y
sociales, un exagerado puritanismo y el nacionalismo insatisfecho irlandés.
Periodos de la Era Victoriana:
- 1837-1873: gran prosperidad de su burguesía.
- 1873-1901: expansión imperialista que llevó a la ampliación del Imperio británico, que se convirtió en la primera potencia política y económica del mundo.
En 1867, durante el gobierno conservador de Benjamín Disraeli, se amplio el sufragio (segunda Reform act) y se modificaron los distritos electorales: disminuyó el mínimo de
renta exigido, con lo que las clases medias y los obreros muy cualificados pudieron votar, ampliándose el censo electoral de un millón de personas a dos millones y cuarto.
A partir de 1868 se iniciaron tímidas reformas sociales y políticas (regulación de la
enseñanza primaria pública y gratuita, reconocimiento de los sindicatos, separación de los ámbitos religioso y político, regulación del trabajo de mujeres y niños, progresiva ampliación del derecho de voto entre los terratenientes).
El gobierno liberal de William Gladstone impulsó una reforma electoral (tercera Reform act de 1884-1885), que instauró el sufragio universal masculino, siempre que se tuviera
una residencia fija, propia o de alquiler. Quedaban excluidos los criados y los hijos mayores de
edad que vivían con sus padres.
En 1906 el partido liberal impulsó un programa de reformas sociales, con la creación de servicios y garantías sociales para los trabajadores (indemnización por accidente laboral, jubilación a cargo del Estado, fijación de un salario mínimo, creación de oficinas de empleo).
En el terreno económico, la Inglaterra victoriana mantuvo la supremacía mundial,
rivalizando con Alemania, EE.UU. y Japón, estas dos últimas emergiendo como potencias
fuera del ámbito europeo. Pero la industria británica comenzó a perder competitividad ante otras
más recientes y dinámicas, como las de Alemania y EE.UU.
El problema de Irlanda:
- Irlanda había sido ocupada por Gran Bretaña en el siglo XVII, que conservaba
guarniciones militares en la isla.
- El Acta de Unión de 1801, por la que se creó el Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda, suprimió las instituciones políticas autóctonas.
- Las hambrunas de 1870, junto con el recuerdo de la gran hambruna de 18451846, aumentaron el sentimiento antibritánico.
- El gobierno Gladstone propuso como solución concederles una gran autonomía,
la llamada Home Rule, pero la oposición de una parte de la población protestante irlandesa del Ulster (los unionistas) y de la mayoría del pueblo británico paralizó el proyecto
en repetidas ocasiones.
- El proyecto se propuso de nuevo en 1910 y se aprobó finalmente en 1914, aunque no entró en vigor hasta 1918.
6. Orden europeo y mundial entre 1870 y 1914
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2.3. EL IMPERIO ALEMÁN.
Guillermo I de Prusia y el canciller Bismarck dirigieron, en teoría, un Estado federal
liberal, sometido en realidad a la hegemonía de Prusia.
La Constitución de 1871 proclamaba la estructura federal del Imperio, y establecía
la unificación de la legislación, de los tribunales y la de la economía de los diferentes Estados
miembros.
La teórica monarquía constitucional tenía un fuerte carácter autoritario y centralista: el Parlamento no tenía control sobre el monarca y el primer ministro, y una Constitución garantizaba el sufragio universal masculino, pero los mecanismos de votación favorecían a los
terratenientes.
La política de Bismarck estuvo presidida por la idea de consolidar el Imperio:
- En el interior tuvo que resolver problemas entre católicos y protestantes, federales y unitarios, republicanos y monárquicos, y conservadores y liberales.
- Políticamente defendió el parlamentarismo y el constitucionalismo.
- Económicamente favoreció el desarrollo de la industria y la agricultura, convirtiendo a Alemania en una gran potencia industrial.
- Socialmente propició una legislación social muy avanzada.
A pesar de ello, la presión de la clase obrera, agrupada en el Partido Socialdemócrata, era cada vez más fuerte, por lo que Bismarck intentó frenarlos con una política social intervencionista desde finales de los años setenta: seguro de enfermedad (1883), de
accidentes (1884) y pensiones de jubilación (1885). En realidad, fueron medidas aisladas para
mejorar las condiciones de trabajo de los obreros y no una reforma profunda, por lo que
la agitación social fue constante.
Desde 1870 hasta 1890 Bismarck puso en práctica una política exterior (sistemas
bismarckianos) dirigida a aislar diplomáticamente a Francia, para lo que firmó una serie de
acuerdos, tratados y alianzas con las diferentes potencias europeas.
El equilibrio diplomático construido por Bismarck se desmoronó desde 1890 a causa de
la política agresiva del nuevo emperador. Guillermo II destituyó a Bismarck y tomó personalmente el control de la política diplomática alemana. A partir de ese momento, emprendió
la weltpolitik o política mundial, una política orientada a convertir la nación alemana en
una potencia mundial de primera fila y a construir un imperio colonial alemán.
3. LA PERVIVENCIA DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
En los grandes imperios europeos, como Austria-Hungría y Rusia, y en casi la totalidad
de la Europa balcánica y mediterránea, se mantuvo una política tradicionalista que apenas aplicó reformas liberales y la industrialización no experimentó grandes avances. La aristocracia se
mantuvo como la clase hegemónica, sin compartir el poder con una burguesía relativamente
poco desarrollada.
3.1. EL IMPERIO AUSTRO-HÚNGARO.
Desde 1848 gobernó el emperador Francisco José I, que tuvo que enfrentarse a las
tensiones entre las distintas naciones de su imperio y, sobre todo, entre las dos principales
etnias del imperio, los austríacos (alemanes) y los húngaros (magiares).
El enfrentamiento se solucionó con la creación de la monarquía dual en 1867:
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- El emperador pasaba a ostentar el doble título de emperador de Austria y rey de
Hungría: la monarquía mantuvo el carácter absolutista y conservador.
- Cada una de las dos partes del imperio tenía su propio Parlamento, y ambas
compartían, además del monarca, la política exterior, el ejército y la política económica.
A partir de 1880 aumentó la influencia de la alta burguesía, pero no se consiguieron reformas más allá de un cierto liberalismo económico. La economía estaba estancada, y necesitaba con urgencia una renovación tecnológica e industrial que no se produjo.
La política exterior fue conciliadora y poco agresiva: desde su derrota ante Prusia,
en 1866, Austria-Hungría buscó la paz y promovió soluciones diplomáticas a los conflictos, aunque intentó expandirse en la zona de los Balcanes (en 1878 Austria-Hungría ocupó la antigua
provincia turca de Bosnia-Herzegovina, y la anexionó en 1908).
En el ámbito cultural, Austria-Hungría vivió una época dorada.
3.2. EL IMPERIO RUSO.
Características del imperio ruso:
1. Se extendía por Europa y Asia, con una superficie de 22 millones de kilómetros cuadrados.
2. Presentaba una gran complejidad geográfica, humana y económica: cerca
de 200 nacionalidades, 146 lenguas diferentes y diversas religiones. En la última etapa
zarista se intentó imponer, de una manera autoritaria y represiva, una rusificación forzosa, con el objetivo de conseguir la unificación política, religiosa y lingüística de todos los
territorios imperiales.
3. Desde principios del siglo XVII, el imperio ruso estaba gobernado por la
familia de los Románov: era el resultado de la política de expansión territorial de los zares, que extendieron sus posesiones hacia el Este, hasta colonizar Siberia.
4. Era el Estado más poblado de Occidente: 170 millones de personas.
5. Las relaciones y el grado de cohesión entre las diferentes áreas del imperio fueron escasos, por la gran diversidad citada y por las grandes dificultades en las
comunicaciones terrestres.
El imperio ruso seguía sometido a una monarquía absoluta o autocrática: el zar Nicolás II, en el trono desde 1894, gobernaba por decretos (ucases) sin ningún tipo de control institucional, era el jefe supremo del ejército y de la armada, el máximo representante de la Iglesia
ortodoxa y dirigía la administración civil, las finanzas y la justicia.
El zar utilizaba a la Iglesia ortodoxa, el ejército y la policía política (Ojranka), y la
burocracia como instrumentos para controlar el país:
- La Iglesia ortodoxa tenía una gran influencia política y legitimaba el poder del
zar, pues se consideraba a los zares representantes de Dios en la tierra y sólo eran responsables ante Él.
- Con el ejército y la policía política, los zares dominaron los extensos territorios
imperiales, mantuvieron el orden interno y reprimieron todo movimiento de oposición a la
política del zar.
- La burocracia estaba formada por un numeroso grupo de funcionarios con mucho poder y, entre los que estaba muy extendida la corrupción.
6. Orden europeo y mundial entre 1870 y 1914
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Desde finales del siglo XIX, la población rusa experimentó un rápido crecimiento
demográfico y casi se duplicó, aunque más del 80 % de la población seguía siendo rural y
apenas había variado sus duras condiciones de vida y de trabajo.
Conscientes del retraso económico, los zares impulsaron un programa de “modernización” dentro del sistema autocrático a través de dos elementos importantes:
1. La abolición de la servidumbre (1861):
- El zar Alejandro II decretó la liberación de los siervos, adscritos a la tierra desde
la época feudal, aunque la medida no significó una clara mejora porque, para acceder a
la propiedad de las tierras, los campesinos tenían que pagar una fuerte indemnización a
los propietarios nobles.
- Las tierras que se liberaron no se entregaron a los campesinos individualmente,
sino a las comunidades de campesinos (mir), que distribuían los lotes de tierra, decidían
los cultivos, eran responsables del pago de los impuestos y rescates de tierras, y autorizaban la venta de las parcelas y el traslado de los campesinos a las ciudades.
- La justicia dejó de ser impartida por los señores en sus dominios y en su lugar
aparecieron los zemstvos, asambleas provinciales elegidas por nobles, ciudadanos y
campesinos.
- Sin embargo los campesinos pobres o mujiks siguieron viviendo en unas condiciones míseras: las explotaciones no daban suficientes beneficios para saldar las deudas de los rescates y tributos, los campesinos tampoco podían invertir para mejorar las
rudimentarias técnicas, y las malas cosechas periódicas y las consiguientes subidas de
precios empeoraban la situación. Muchos mujiks prefirieron vender sus tierras y emigrar
a las ciudades.
- Los campesinos acomodados o kulaks compraron una buena parte de las tierras
de los mujiks y constituyeron una burguesía rural.
- A pesar de ello, la mayor parte de las tierras permaneció en manos de la nobleza rural, de la Corona y de la Iglesia.
2. El comienzo de la industrialización:
- La industria rusa quedó bajo la dependencia del capitalismo extranjero, por lo
que no impulsó la creación de una burguesía industrial y financiera autóctona: debido a
la inexistencia de una clase media rusa que invirtiera en la industria, el Estado, principal
impulsor del proceso de industrialización, recurrió al capital extranjero, sobre todo francés, que invirtió principalmente en la construcción de líneas férreas y en la extracción de
carbón, hierro y petróleo.
- La liberación de los campesinos y su emigración a las ciudades proporcionó una
abundante mano de obra que favoreció el rápido desarrollo industrial ruso desde finales
del siglo XIX.
- La industria se localizaba en unas pocas ciudades de la zona europea, como
San Petersburgo o Moscú.
- La explotación de los obreros rusos fue similar a la de los trabajadores industriales europeos de la primera mitad del siglo XIX (salarios muy bajos, jornadas laborales de
más de doce horas, ausencia de protección legal, de seguridad social y de derechos como el de asociación o el de huelga), por lo que el descontento popular estalló periódicamente en movimientos y revueltas sociales cada vez más frecuentes.
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3.3. EL IMPERIO TURCO.
El Imperio Otomano estuvo a punto de desintegrarse durante el siglo XIX, pero este
hecho se evitó con el apoyo que los británicos y franceses dieron a los turcos en la Guerra de
Crimea (1853-1856) contra Rusia, y posteriormente, entre 1870 y 1891, por la política de Bismarck como árbitro de Europa.
Principales problemas del Imperio turco:
1. Los sultanatos del norte de África se independizaron y se convirtieron en protectorados británicos (Egipto), franceses (Túnez o Marruecos) o italianos (Libia en 1912).
2. En los territorios árabes de Asia el sometimiento al sultán otomano era bastante
relativo y los emires tenían una política muchas veces independiente.
3. En Europa fue perdiendo sus territorios en los Balcanes.
PEO.
4. LAS NUEVAS POTENCIAS FUERA DEL ÁMBITO EURO4.1. ESTADOS UNIDOS.
Características de la historia de Estados Unidos durante el siglo XIX:
1. La expansión hacia el oeste: esta expansión se sustentaba en un constante flujo de
inmigrantes europeos, fue facilitada por el tendido ferroviario y el descubrimiento de oro en California, y, para llevarla a cabo, se recurrió al exterminio de la población indígena, a la compra de
territorios y a la guerra contra México en los años cuarenta.
2. La oposición norte-sur: la industrialización se concentró en los estados del norte,
mientras que los del sur permanecían vinculados a una agricultura de exportación basada en la
mano de obra de esclavos africanos. Hacia mediados de siglo el equilibrio se rompió con la emigración hacia el oeste, los colonos del oeste y los industriales del norte presionaban para que la
política económica fuese más proteccionista, lo que perjudicaba al sur. Además los estados del
norte realizaban campañas antiesclavistas o abolicionistas contra los estados del sur.
3. La guerra civil o Guerra de Secesión (1861-1865): cuando en 1860 Abraham Lincoln
fue elegido presidente de los EE.UU. con los votos de los estados del oeste y del norte, y el rechazo de los del sur, once estados del sur decidieron separarse de la Unión y formar una Confederación en 1861. Estos desacuerdos dieron lugar a la guerra civil o de Secesión, que fue una
guerra total y que finalizó con la derrota del sur.
4. La reconstrucción social y política: la victoria del norte supuso el triunfo del capitalismo en EE.UU. y la ruina económica del sur que, humillado y resentido, conservó su carácter
agrario y siguió discriminando a los negros con la adopción de una política segregacionista.
5. La creación de un sistema bipartidista: un Partido Republicano, que representaba a
los financieros, al gran capitalismo del norte, a los colonos del oeste y a los negros, y un Partido
Demócrata, votado por el sur y por otros sectores descontentos, los obreros norteños y los inmigrantes recientes.
6. El imperialismo en ultramar: a partir de 1890 se produjo un expansionismo estadounidense en ultramar, respaldado por una potente flota, que promovió un fervor nacionalista que
aglutinó a los habitantes de EE.UU. En el Pacífico se estableció en Hawai, Filipinas y Guam; en
el Caribe en Cuba y Puerto Rico, además de controlar el canal de Panamá; y en América central
y del sur llevó a cabo una política intervencionista.
6. Orden europeo y mundial entre 1870 y 1914
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4.2. EL JAPÓN MEIJI.
Desde el siglo XVI, Japón estaba gobernado por linajes aristocráticos cuyos jefes, los
sogún, estaban vinculados por relaciones feudales en las que el emperador no tenía ningún poder real. A partir de 1853 el gobierno norteamericano les obligó a romper el aislamiento y iniciar
relaciones comerciales con Occidente. Para evitar convertirse en colonia, algunas familias aristocráticas favorecieron la restauración del poder imperial en el emperador Mutsuhito Meiji, que
inició la revolución Meiji (1868):
1. Proceso de industrialización y occidentalización política y social (formas de vestir, servicio militar obligatorio, adopción del calendario gregoriano, tolerancia del cristianismo,
educación básica obligatoria...), protagonizado por los propios gobernantes.
2. Supresión del régimen de tipo feudal o sogunado (1868) y establecimiento de
una Constitución (1889): se intentaron adoptar formas políticas liberales (Parlamento, partidos
políticos, sufragio), pero se mantuvo una monarquía autoritaria y el control del poder por las
principales familias aristocráticas.
A pesar de todo, la sociedad japonesa conservó su espíritu tradicional. El pueblo japonés continuó respetando y obedeciendo al emperador y a sus superiores, que ahora eran los
grandes industriales, pero no protagonizó ninguna revolución para reivindicar mejoras sociales y
mayor participación política, como había sucedido en Europa.
TEMA 8: EL IMPERIALISMO.
1. DEL COLONIALISMO AL IMPERIALISMO.
1.1. ETAPAS.
1. 1492-1763: descubrimiento y conquista.
- España, Portugal, Países Bajos, Inglaterra y Francia habían creado colonias en
el continente americano y en algunos enclaves costeros de África y Asia.
- Esta expansión colonial, basada en el mercantilismo, estaba destinada básicamente a aprovisionar de materias primas a la metrópoli.
- Las colonias eran administradas a partir de compañías comerciales que las explotaban por propia iniciativa, pero sin ejercer un control político directo.
- No se producían enfrentamientos graves entre Estados, sino sólo fricciones de
carácter comercial.
2. 1763- 1870: colonias comerciales y de poblamiento.
- Se frenó la expansión colonial y se facilitó la independencia de la mayor parte de
las colonias americanas.
- Todavía se mantuvo un tipo de explotación económica más que una ocupación
territorial y de control político.
3. 1870-1919: reparto del mundo en imperios coloniales.
- Los grandes imperios de la Edad Moderna fueron sustituidos por el Reino Unido
y Francia, y se amplió el número de Estados que participaron en la colonización, con Estados Unidos y Japón.
- Cambiaron las áreas de expansión, que se localizaron en África, Asia y Oceanía, y se ocuparon amplios territorios y no sólo pequeños enclaves comerciales.
- Se produjo la ocupación militar y el Estado asumió el control político y económico en las colonias, que perdieron su soberanía.
- Los intereses económicos y políticos de los distintos Estados generaron numerosos conflictos internacionales, que desembocaron en la Primera Guerra Mundial.
4. 1919-1945: reformas y movimientos de independencia.
5. 1945-1975: descolonización del Tercer Mundo.
1.2. CAUSAS DEL IMPERIALISMO.
1. Factores económicos:
1.1. Las crisis económicas de la segunda mitad del siglo XIX: provocaron bajadas de precios y políticas proteccionistas en Europa que dificultaban la colocación del
exceso de producción en otros países europeos. Destaca la crisis de 1873.
1.2. Las necesidades de aprovisionamiento de materias primas más baratas.
1.3. La búsqueda de nuevos mercados.
1.4. La utilización de mano de obra indígena a bajo coste y casi servil.
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1.5. El desarrollo del capitalismo financiero: hizo necesario el control de nuevas áreas para invertir los excedentes de capital.
1.6. El desarrollo de los medios de transporte: abarataba y agilizaba el comer-
cio.
2. Factores políticos:
2.1. El desarrollo de las ideas nacionalistas: promovían la expansión nacional
y fomentaban la búsqueda de nuevos territorios fuera del continente.
2.2. La lucha por la hegemonía: a partir de entonces se basó en la adquisición
de colonias.
2.3. El afianzamiento del prestigio nacional.
2.4. La búsqueda de zonas y puntos geopolíticos estratégicos: para asegurar
las grandes rutas de circulación terrestre y marítima, y evitar que los países rivales consiguieran zonas consideradas vitales para la propia expansión.
3. Factores sociales y demográficos:
3.1. La superpoblación: planteaba el doble problema de la pobreza y la agitación
social.
4. Factores ideológicos:
4.1. La ampliación de los conocimientos geográficos.
4.2. La difusión del darwinismo social: afirmaba la supervivencia de los individuos más aptos, para justificar la superioridad de la raza blanca, y consideraba que la
dominación colonial afirmaba la superioridad cultural y racial de los conquistadores sobre
los conquistados.
4.3. La misión civilizadora y evangelizadora del hombre blanco.
1.3. VÍAS DE COLONIZACIÓN.
1. Hasta 1870 la colonización no respondía a la voluntad sistemática de los Estados, ni a
un plan preconcebido de repartirse el mundo, sino que era la consecuencia de iniciativas privadas, que fueron un primer método pacífico de conquista:
1.1. Las exploraciones científicas: patrocinadas por sociedades geográficas,
difundieron la ideología colonialista y prepararon las vías de la colonización posterior.
1.2. La actividad misionera: a partir de 1830, católicos y protestantes rivalizaron
en su actividad religiosa en África, Asia y el Pacífico. Enseñaron nuevos métodos de cultivo y técnicas sanitarias a las poblaciones autóctonas, pero también intentaron occidentalizarlas. Los gobiernos se aprovecharon de esta influencia para obtener ventajas políticas o justificar su intervención militar.
1.3. Las iniciativas privadas: buscaban negocios fáciles y establecieron tratados
con los indígenas, que cedían territorios casi sin contrapartidas. Intentaron convencer a
los gobiernos para que protegiesen sus intereses y crearon asociaciones que defendían
la ideología colonial.
2. 1870-1919: la ocupación militar facilitó la explotación económica y política de las colonias y fue el medio fundamental para la formación de los imperios coloniales, puesto que la
superioridad técnica y militar de los países colonizadores hacia bastante fácil la conquista.
8. El imperialismo
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1.4. FORMAS DE DOMINACIÓN Y EXPLOTACIÓN COLONIAL.
El objetivo de todos los sistemas administrativos era facilitar la explotación del territorio.
1. Territorios de explotación económica: controlados directamente por la metrópoli
(Estado del que depende la colonia), la minoría colonizadora explotaba los recursos naturales
en beneficio propio, sin tener en cuenta los intereses y necesidades de la población autóctona,
que quedaba controlada por una administración de funcionarios y militares europeos.
1.1. Colonia: territorios dominados y administrados por una potencia extranjera,
con un gobierno autóctono, que dependía directamente de la administración metropolitana por medio de un gobernador y de las instituciones que ejercían la ocupación.
1.2. Protectorado: se mantenía el gobierno autóctono para asuntos interiores,
pero la metrópoli controlaba el ejército y la política exterior. Ej.: Reino Unido en la India.
2. Colonias de poblamiento: la población europea era abundante y, en algunos casos,
llegó a sustituir a la población autóctona, que se quedó sin tierras fértiles para vivir, puesto que
éstas eran explotadas por los colonos.
2.1. Territorios metropolitanos: las colonias eran consideradas una prolongación del territorio metropolitano y sus habitantes estaban representados en las instituciones de la metrópoli. Ej.: Francia en Argelia, dividida en tres departamentos franceses.
2.2. Dominio: los colonizadores consiguieron el autogobierno, aunque se mantenía el vinculo con la metrópoli por medio de un gobernador que controlaba la política exterior. Ej.: sistema inglés, utilizado en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
3. Territorios explotados por su interés comercial: concesiones de áreas costeras
que algunos países ofrecían a las potencias coloniales. Las condiciones económicas que se
establecían en los pactos eran más favorables para los estados colonizadores, ya que conseguían la libertad de comercio, concesiones de minas, la construcción del ferrocarril...
3.1. Concesión: áreas políticamente interdependientes que el gobierno autóctono
cede o alquila a potencias extranjeras, en función de intereses comerciales. Ej.: puertos
cedidos por China a las potencias coloniales.
2. LA FORMACIÓN DE IMPERIOS.
Características del imperialismo entre finales del siglo XIX y principios del XX:
1. Los focos de rivalidad colonial se centraron en África y Asia.
2. El Reino Unido y Francia formaron los imperios más extensos, aunque Alemania, Bélgica e Italia empezaron una expansión imperialista por África y Asia a partir del último tercio del siglo XIX.
3. Se redujeron notablemente los dominios territoriales de los antiguos imperios
coloniales: España, Portugal y Holanda.
2.1. EL REPARTO DE ÁFRICA: LA CONFERENCIA DE BERLÍN.
Hasta 1880, en África sólo se habían ocupado las siguientes zonas:
1. Costa occidental: algunas factorías comerciales trataban principalmente con
esclavos, pero sin una relación directa con los territorios del interior (excepto en Senegal). Gran Bretaña, Francia, Portugal y España contaban con algunos de estos enclaves.
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2. Costa mediterránea: Francia poseía Argelia, a partir de la cual se extendió
hacia Túnez y Marruecos. La apertura del Canal de Suez en 1869 aumentó el valor estratégico de la zona de Egipto, ocupado en 1882 por el Reino Unido.
3. Extremo sur: los británicos se establecieron en 1815 en la colonia de El Cabo,
y obligaron a los bóers a establecerse sucesivamente en las regiones de Natal, Orange y
Transvaal.
A partir de 1880, surgieron las primeras tensiones entre las metrópolis:
1. Ocupación inglesa de Egipto.
2. Expansión francesa hacia el Magreb y la zona subsahariana.
3. Pretensiones coloniales de Alemania.
4. Problemática sobre la colonización de la cuenca del río Congo.
Esta compleja situación provocó que el canciller alemán Bismarck promoviera la celebración de una Conferencia Internacional en Berlín, con la finalidad de evitar los conflictos y desarrollar unas condiciones favorables para el comercio y la ocupación de territorios.
Acuerdos de la Conferencia de Berlín (1885):
1. La libre navegación de los ríos Congo y Níger.
2. El libre comercio en África central.
3. La creación de un Estado libre del Congo, bajo la presidencia personal de
Leopoldo II de Bélgica.
4. La ocupación efectiva de los espacios territoriales, y no sólo la exploración,
sería el único sistema válido para adquirir soberanía sobre ellos.
Firmados los acuerdos, se desencadenó una acelerada carrera para ocupar territorios,
con ventaja para los países con más recursos financieros y militares. Las rivalidades en el reparto surgieron de la pretensión de algunos Estados europeos de crear imperios continuos de
costa a costa: Alemania no consiguió establecer un imperio desde la actual Tanganica a Camerún, pero impidió la formación de un territorio británico entre El Cairo y El Cabo. Éste, a su vez,
cortó la expansión de este a oeste de Francia y Portugal.
2.2. LA EXPANSIÓN POR ASIA.
Características del continente asiático que le diferenciaban de África:
1. La mayor parte de los países tenía una organización política fuerte que les
permitió enfrentarse a las potencias coloniales y convertirse en colonizadores, como en
el caso de Japón.
2. Era un continente mejor conocido por Europa desde la Edad Moderna,
cuando se iniciaron algunas exploraciones y se establecieron pequeñas colonias.
La apertura del Canal de Suez (1869) intensificó la colonización de Asia, con la participación sobre todo del Reino Unido y Francia, además de Rusia, Estados Unidos y Japón:
- Reino Unido: desde 1763 hasta 1857 (rebelión de los cipayos, tropas indígenas al servicio del ejército británico) dominó la India a través de la Compañía de las Indias Occidentales, y
a partir de ese momento la colonia fue administrada directamente por el gobierno británico, lo
que aumentó su valor económico para el Estado. Además colonizó Birmania (1886), mantuvo el
control en Afganistán (1880) y el Tíbet (1904), y se anexionó Singapur y parte de Borneo
(1895).
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- Francia: desde la Cochinchina, ocupó el delta del Mekong como puerta de entrada a
China y a través de este río, ocuparon Annam, Tonkín (Vietnam actual) y Laos, formando la
Unión Indochina.
- Japón y Rusia: rivalizaron por el control de China.
- España y Estados Unidos: se enfrentaron por el dominio de Filipinas.
- China: no fue colonizada pero, tras su derrota en la primera guerra del opio, tuvo que
firmar tratados desiguales con las grandes potencias, lo que obligó al país a abrir casi todos sus
puertos al comercio internacional, y a conceder permisos y arriendos sobre territorios sobre los
que perdía la soberanía (Hong Kong o Shanghai). Entre 1885 y 1911 finalizó el reparto del imperio chino por parte de las potencias europeas y Japón, tras el cual se adjudicaron diferentes zonas de influencia. La apertura de China al capitalismo provocó la crisis de la industria tradicional
y revueltas nacionalistas (guerra de los bóxers en 1900).
2.3. LOS IMPERIOS COLONIALES EUROPEOS.
1. El imperio británico.
Hacia 1830 sólo contaba con posiciones costeras o insulares, según los intereses
comerciales y estratégicos (El Cabo, Ceilán, Malta o áreas de la India), o colonias de poblamiento en Canadá o Australia. Esto facilitaba el control de las rutas del Atlántico y el Mediterráneo y, en parte, del Índico.
La intensificación de la actividad colonial se produjo a partir de 1870, impulsada
por el primer ministro B. Disraeli (1804-1881) y el ministro para las colonias, J. Chamberlain
(1836-1914):
- El principal interés se centró en la India, la colonia de explotación más importante de todo el imperio, suministradora de algodón, yute, trigo, aceites, té y algunos minerales, productos básicos para la industria británica. La importancia de la joya de la corona quedó reflejada cuando la reina Victoria fue proclamada emperatriz de las Indias en
1877.
- En África, el objetivo más importante fue la creación de crear un imperio
continuo de Norte a Sur, entre El Cairo y El Cabo, aunque no lo consiguieron: penetraron desde Egipto hacia Sudán y la actual Kenia, controlando así el paso por el Canal
de Suez, y desde El Cabo (Sudáfrica) fueron introduciéndose hacia el interior ocupando
el territorio zulú, rico en minas de diamantes. También controlaron algunos territorios
de la costa occidental africana.
2. El imperio francés.
Colonizó una extensa zona en África y Asia, y conservó algunas de sus colonias
americanas:
- África: en el noroeste dominó un amplio territorio con centro en Argelia, participó en la construcción del Canal de Suez, para intentar imponer su influencia en la
región y rivalizar por Egipto con Gran Bretaña, se extendió a Túnez y Marruecos, y
hacia el sur llegó hasta el Congo y Senegal.
China.
- Asia: crearon la Unión Indochina y consiguieron ventajas comerciales en
El principal impulsor de la política colonial francesa fue el presidente Jules Ferry
(1832-1893), que intentaba neutralizar la humillante derrota francesa ante Alemania en 1870 y
recuperar el orgullo nacional.
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La administración colonial francesa era más centralizada que la británica: las colonias dependían directamente del Estado francés, las leyes y normas se dictaban en París y eran
ejecutadas en las colonias por un representante del gobierno. La población indígena no participaba en la vida política y estaba sometida a la minoría blanca. Posteriormente, se dotó de una
cierta autonomía a Argelia e Indochina.
3. El imperio alemán.
Alemania se incorporó tarde a la carrera colonial, pues Bismarck había centrado su atención en la política continental. En la década de 1880, diversas asociaciones empresariales iniciaron algunas actuaciones en África, pero el verdadero impulsor de la política imperialista alemana fue el káiser Guillermo II.
Al encontrarse con gran parte de los territorios ocupados, la política colonial alemana
fue especialmente agresiva y originó numerosos focos de tensión:
- Con la Conferencia de Berlín, consiguió en África las colonias de la actual Namibia, Tanganica, Togo y Camerún, aunque su descontento la llevó a intentar introducirse en las zonas de influencia de otros imperios (Marruecos y Próximo Oriente).
- En Oceanía se extendió por algunos archipiélagos del Pacífico (parte de Nueva Guinea, Carolinas, Marianas...) y consiguió ventajas comerciales en China.
4. El imperio italiano.
El interés italiano se centró en las áreas norte y este de África (Eritrea y parte de Somalia), fracasó en sus intentos de anexionarse el territorio de Abisinia y en 1911 arrebató al Imperio
Otomano los territorios de Tripolitania y Cirenaica (actual Libia).
5. El imperio ruso.
Sus intereses se dirigieron hacia el continente asiático hasta alcanzar la costa del
Pacífico. Cuando fijó su objetivo en Manchuria, chocaron con los japoneses en un conflicto bélico que finalizó con la derrota rusa en 1905.
6. El imperio español.
La guerra hispano-americana de 1898 supuso la pérdida de los dominios coloniales
españoles en América y en el Pacífico.
En África, España mantuvo sus viejas colonias en la Guinea española, las islas de
Fernando Poo, Annobón, Corisco y Elobey, y el territorio de Río de Oro.
A principios del siglo XX, tras un acuerdo con Francia, logró un protectorado en la zona
norte de Marruecos, y el enclave sahariano de Ifni.
PÓN.
2.4. LAS NUEVAS POTENCIAS IMPERIALISTAS: ESTADOS UNIDOS Y JA-
Se diferencian del caso europeo, en que su expansión se limitó a zonas geográficamente más próximas a la metrópoli, con la intención fundamental de influir en ellas.
1. Estados Unidos.
Fases: 1. Expansión por el interior del continente: significó la progresiva colonización del Oeste, en detrimento de las tribus indias, gracias a la compra de varios territorios
limítrofes (Luisiana a Francia en 1803, Florida a España en 1819 y Alaska a Rusia en 1867), y
a la guerra con México, que perdió gran parte de las regiones del Norte.
8. El imperialismo
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2. Expansión por el Pacífico y el Caribe: respaldada por el gran desarrollo
económico y por el intervencionismo en los conflictos americanos, inspirado en la doctrina Monroe (1823).
- Intervención en la guerra de independencia cubana, lo que le permitió
ejercer un fuerte control sobre Cuba desde 1898.
- Tras su triunfo sobre España (1898) compró Filipinas y se anexionó
Puerto Rico.
- En 1898 se anexionó las islas de Hawai y en 1899 las islas de Samoa.
- Influencia en países latinoamericanos con dificultades internas e intervención en la política de muchos de estos Estados (Nicaragua, Chile o Colombia): se consiguió separar Panamá de Colombia en 1903, y adquirir los territorios y la concesión para construir el canal que comunicaría el Pacífico con el
Atlántico en 1904.
llas.
- En 1912 compró a Dinamarca las islas Vírgenes de las Pequeñas Anti-
2. Japón.
La causa del colonialismo japonés fue la transformación económica y política del país
en la segunda mitad del siglo XIX: su desarrollo económico y demográfico, la necesidad de abrir
nuevos mercados, y su nacionalismo agresivo, que tenía como objetivo convertirse en la primera
potencia de la zona.
Fases:
1. Guerra chino-japonesa (1894-1895): consiguió Formosa (actual Taiwán) y PortArthur.
2. Guerra ruso-japonesa (1904-1905): logró las islas Kuriles, Sajalín y el protectorado
sobre Corea.
3. CONSECUENCIAS DEL IMPERIALISMO.
1. Políticas:
1.1. La creación de fronteras artificiales: dividían o unificaban grupos étnicos o
tribales, lo que creó una desestabilización que, en algunas zonas de Asia y, sobre todo,
en África, significó el inicio de enfrentamientos y guerras, cuyas consecuencias se han
manifestado hasta la actualidad.
1.2. El aumento del poder e influencia de las potencias coloniales en el
mundo.
1.3. Un clima de desconfianza que culminó en la Paz Armada y en el sistema de
alianzas.
2. Económicas:
2.1. La construcción de obras de infraestructura y vías de comunicación en
función de las necesidades de los colonizadores, lo que provocó una transformación de
amplios espacios vírgenes hasta entonces.
2.2. El aumento del tráfico comercial frente al trueque o los pequeños mercados, dislocados por la introducción de la economía monetaria.
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2.3. Se impidió el desarrollo autónomo de los países colonizados y su industrialización.
2.4. La división del mundo en centro (países líderes de la economía mundial) y
periferia (países dependientes de los anteriores): las colonias se convirtieron en proveedoras de materias primas baratas y en consumidoras de los productos industriales fabricados en las metrópolis, además de servir de plataforma para las inversiones de capital. Las colonias eran explotadas por la metrópoli.
2.5. Se utilizó la mano de obra indígena gratuita o a muy bajo precio.
2.6. La población autóctona siguió sobreviviendo con una economía de autoconsumo.
3. Sociales:
3.1. Se modificó la estructura social: las antiguas clases dirigentes fueron apartadas del poder y surgió una clase media (diplomáticos, negociantes, funcionarios, militares y propietarios) y un proletariado urbano desamparado legalmente y poco organizado,
representado en el campo por los campesinos jornaleros.
3.2. La imposición de las estructuras sociales capitalistas.
vas.
3.3. La segregación racial y la falta de respeto por las formas de vida nati-
3.4. La introducción de la medicina occidental y las mejoras sanitarias europeas sirvieron para disminuir las epidemias y las enfermedades endémicas y reducir la mortalidad, pero se mantuvieron elevadas las de natalidad, lo que significó la ruptura del tradicional equilibrio población-recursos y provocó subalimentación y miseria.
4. Culturales:
4.1. La adopción de las lenguas y los modelos educativos occidentales, que
tuvieron un fuerte impacto en la cultura indígena, provocó el fenómeno de la aculturación o sustitución de la cultura autóctona, al entrar en contacto con otras culturas impuestas por el dominador.
4.2. La actitud de superioridad de la cultura dominante de los colonizadores.
4.3. El desarraigo cultural de la población indígena, la pérdida de identidad
cultural propia y la transformación del sistema de creencias, tradiciones y estilos
de vida.
En general, los pueblos colonizados tuvieron poca capacidad de respuesta, aunque
algunas poblaciones opusieron cierta resistencia en forma de lucha armada (revuelta de
los bóxers en China, la de los cipayos en la India, la resistencia zulú en África austral o de los
maoríes en Nueva Zelanda). Las revueltas e insurrecciones se iniciaban como una reivindicación de los valores tradicionales frente a las imposiciones de los colonizadores. La oposición
política no se organizó hasta después de la Segunda Guerra Mundial, excepto en la India,
donde en 1885 se había fundado el Partido del Congreso Nacional Indio, que reivindicaba la
independencia nacional.
Desde finales del siglo XIX, aparecieron en Europa posturas críticas ante el colonialismo, aunque hasta principios del siglo XX no se tomó conciencia sobre el tema:
- Los intelectuales socialistas atacaron el sistema colonial, ya que se oponían al
militarismo y al reparto y explotación económica del mundo.
- También hubo críticas ideológicas desde posiciones morales próximas a las órdenes misioneras, testigos de los excesos cometidos por la colonización.
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