Neruda, Pablo (1904-1973). España en el corazón: himno a las glorias del pueblo en la guerra. [S.l.]: Ejército del Este. Ediciones literarias del Comisariado, 1938. 73 págs. En el colofón: «De este libro se han impreso 500 ejemplares numerados del 1 al 500, bajo la dirección de Manuel Altolaguirre, terminándose su impresión el día 7 de noviembre de 1938, segundo aniversario de la defensa de Madrid». Impreso en letra elzeviriana con las letras capitulares de mayor tamaño. La cubierta está impresa a dos tintas (negra y roja). Pablo Neruda era el cónsul de Chile en Madrid cuando estalló la guerra civil española. Tal como reconoce en sus memorias, las experiencias vividas le marcaron profundamente: «Casi todo lo que he hecho en mi poesía y en mi vida tiene la gravitación de mi tiempo en España». La gestación del primero de los poemas que más tarde formarían el libro tuvo lugar unas semanas después de la muerte de García Lorca y se publicó de forma anónima en la revista El Mono Azul, editada por la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura y dirigida por Rafael Alberti. Otros poemas que componen el libro también salieron de forma separada en diferentes revistas y publicaciones, pero ya no anónimamente: Canto a las madres de los milicianos muertos, Canto sobre unas ruinas, Es así..., todos ellos se difundieron rápidamente entre las tropas republicanas. En noviembre de 1937 Neruda ya había vuelto a Chile, donde publicó por primera vez el libro completo (Ed. Ercilla). En julio de 1938 se editó en Francia con un prólogo de Louis Aragon. Aunque la edición dirigida en España por Manuel Altolaguirre no fue la primera, sí fue la más azarosa y la que combina más elementos heroicos y dramáticos. Como dice el mismo Neruda en sus memorias: «Creo que pocos libros, en la historia extraña de tantos libros, hayan tenido tan curiosa gestación y destino». Durante la guerra civil el monasterio de Montserrat fue confiscado por la Generalitat de Cataluña, que encargó su administración al diputado Carlos Gerhard. La vieja imprenta de la abadía, que data de 1499, se convirtió en la Imprenta Soldados de la República del Ejército del Este, cuyo editor era el impresor y poeta malagueño Manuel Altolaguirre. En este taller, dentro de la colección Ediciones Literarias del Comisariado, se imprimieron tres libros de poesía: dos ediciones de España en el corazón, de Neruda; España aparta de mí este cáliz, del peruano César Vallejo, y Cancionero menor para los combatientes, de Emilio Prados. Altolaguirre explica en una carta dirigida al escritor cubano José Antonio Fernández de Castro cómo y dónde se hizo el libro: «[...] El libro de Pablo lo imprimí en el Monasterio de Montserrat, donde los frailes tenían uno de los mejores talleres de Cataluña [...]. Nos enteramos de que cerca del frente, en Orpí, había una fábrica de papel abandonada y decidimos ponerla a funcionar [...]. El día que se fabricó el papel del libro de Pablo fueron soldados los que trabajaron en el molino. No sólo se utilizaron las materias primas (algodón y trapos) que facilitó el Comisariado, sino que los soldados echaron en la pasta ropas y vendajes, trofeos de guerra, una bandera enemiga y la camisa de un prisionero moro [...]». El libro está dedicado a Neruda, que cuando lo vio por primera vez en una vitrina en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, expuesto como uno de los libros más raros del siglo XX, opinó: «[...] A pesar de los insólitos materiales y de la total inexperiencia de los fabricantes, el papel quedó muy hermoso. Los pocos ejemplares que de ese libro se conservan, asombran por la tipografía y por los pliegos de misteriosa manufactura [...]». Pronto los soldados de la República, Altolaguirre entre ellos, tuvieron que huir ante el avance de los nacionales. Una vez en Francia, el poeta e impresor fue a parar a un campo de concentración con otros refugiados. A punto de enloquecer, unos amigos pudieron ayudarlo y hacerlo llegar a París. Finalmente se exilió en México, donde murió en 1959. En sus memorias (El caballo griego) reniega de cualquier palabra editada o escrita por él que hubiera hecho derramar una sola gota de sangre. En la imprenta de la abadía quedaron muchos ejemplares no encuadernados de la segunda edición del libro, que más tarde desaparecieron misteriosamente. De esta edición sólo se conoce el ejemplar de la Biblioteca Nacional de Chile, que podemos consultar en la Biblioteca Virtual Cervantes, procedente de un donativo de los herederos de un refugiado español que llegó al país sudamericano en el famoso barco Winnipeg. Los ejemplares de la primera edición, que fue de quinientas copias, se repartieron probablemente entre las autoridades políticas y militares. Los ejemplares que la Universidad de Barcelona conserva son los números 56 y 57, y proceden del Fondo de Recuperación de la Guerra Civil, que reunió libros de bibliotecas públicas y privadas de aquellas personas que tuvieron que huir antes o después de la guerra. A diferencia de otros libros de la misma procedencia, éste no lleva ningún sello, firma o exlibris que pueda servir para identificar a los antiguos propietarios. Además de nuestros dos ejemplares y el de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos (ejemplar número 55), nos consta que se conserva uno en la Biblioteca de Cataluña (ejemplar número 5) y que hay otro en manos de un coleccionista (ejemplar número 78). (EDE)